Al día siguiente, Jesús se dirige a la ciudad por el mismo camino del día anterior. Intenta entrar por la Puerta de las Ovejas. Pero al tratar de cruzar el puente del Cedrón, muchos de los setenta y dos discípulos, ya lo están esperando.
Apenas le ven aparecer entre los olivos con su vestido de color púrpura, corren a su encuentro.
Pedro ve entre el verde frescor de la pendiente, un montón de hojas marchitas que se balancean, sobre el río. Las hojas están mustias y secas, como si la plaga las hubiese consumido, dan la impresión de una planta a la que hubiesen secado las llamas del fuego. La brisa de vez en cuando arranca una de ellas y la arrastra en la corriente…
Pedro grita:
– ¡Esa era la higuera de ayer! ¡La higuera que maldijiste! -y señala la planta seca.
Todos corren, menos Jesús.
Los apóstoles cuentan a los discípulos lo sucedido el día anterior. Han sido testigos de miles de milagros obrados en los hombres y con los elementos, pero éste los sacude como ningún otro.
Y también hay otro hecho extraño: en el huerto que circunda la higuera, no hay una sola flor. Es primavera… ¿Qué es lo que está sucediendo?…
Jesús los alcanza y mira las caras espantadas y sorprendidas.
Jesús pregunta:
– ¿Y qué? ¿Tanto os extraña que mi Palabra haya secado la higuera? ¿No me habéis visto acaso resucitar muertos, curar leprosos, dar la vista a ciegos, multiplicar el pan, calmar tempestades, apagar el fuego?… ¿Y os sorprende que una higuera se haya secado?…
– No es por ella. Es que ayer, cuando la maldijiste estaba verde y ahora está… ¡Mírala! Seca como la hojarasca. Sus ramas no tienen vida. Mira. Se hacen polvo.
Y Bartolomé con sus dedos, reduce a polvo unas ramillas con hojas, que con facilidad ha cortado.
Zelote dice:
– No tienen más vida. Lo dijiste. La muerte asoma cuando adentro no hay savia.
Jesús declara:
– Se trate de una planta como de una nación o de una religión. Cuando solo hay una corteza dura, ramaje inútil, crueldad y exterioridad hipócrita. La savia que está dentro llena de linfa corresponde a la santidad, a la espiritualidad. La corteza dura y el ramaje inútil, se refieren a la humanidad privada de vida espiritual y justa.
¡Ay de aquellas religiones que se hacen humanas porque sus sacerdotes y fieles ya no tienen un espíritu vital! ¡Ay de las naciones cuyos jefes son brutalidad y un grito clamoroso sin ideas fructíferas! ¡Ay de los hombres en quienes falta la vida del espíritu!
Satanás no puede contenerse…
Iscariote dice sin acritud, pero con tono de maestro:
– Si dijeses esto a los grandes de Israel, aun cuando tus palabras son muy exactas; no serías prudente. No te hagas ilusiones de que te hayan dejado hablar. Tú mismo has dicho que no se han convertido sus corazones, sino que actuaron por cálculo. Procura también estimar el valor y las consecuencias de tus palabras…
Porque además de la sabiduría del espíritu, existe la del mundo. Y conviene echar mano de ella, por interés propio… Porque debes recordar que todavía estamos en el mundo y no en el Reino de Dios…
Jesús replica:
– El verdadero sabio, es el que sabe ver la realidad sin que las sombras de su sensualidad y cálculo frío, se la cambien. De mi parte diré siempre la verdad de lo que veo.
Felipe dice:
– Bueno. Esta higuera está seca del todo, porque la maldijiste. Se trata de alguna señal… de algo… No sé cómo explicarme…
Jesús contesta:
– Es como acabas de decir. Pero lo que he hecho; también vosotros podréis hacerlo, si llegáis a tener una fe perfecta… Tened en el Altísimo, esa confianza ciega. Y cuando la tuviereis, Yo os digo que podréis hacer esto y hasta más… En verdad os aseguro que si alguien llegare a tener una confianza tan perfecta, nacida de la Oración y de la Bondad en el Señor, podrá decir a este monte: ‘Quítate de aquí y arrójate al mar’ Y si al decirlo no dudare en su corazón, sino que creyere que cuanto ordena puede ser realizado; se verificará.
Lucifer siente hervir su envidia y su odio por este poder divino prometido a los cristianos y que significa que será mucho más grande, que el que fue concedido a él como arcángel… Y esto es mucho más de lo que puede soportar…
Satanás-Iscariote moviendo la cabeza:
– Y pareceremos magos. Y nos apedrearán, cómo se manda que se haga con quién practica la magia… ¡Sería un milagro bastante necio que nos acarrearía daño!
Tadeo le refuta:
– ¡El Necio eres tú, que no has comprendido la parábola!
Jesús habla a todos:
– Yo os digo: Y es una vieja lección que os repito ahora: ‘Cualquier cosa que pidiereis por medio de la Oración, confiad en que la obtendréis… Si antes de orar tuviereis algo contra alguien, perdonad antes y haced las paces, para que vuestro Padre que está en los Cielos os sea favorable. Vuestro Padre que tanto os perdona, que con tantos bienes os colma, desde que nace el sol hasta que se pone. Desde la aurora hasta el anochecer…
Entran en el Templo.
Los soldados de la Torre Antonia los ven pasar.
Se dirigen a adorar al Señor.
Luego regresan al Patio donde enseñan los rabinos.
Antes de que la gente lo rodee, se acercan a Jesús los saforines con los doctores de Israel y algunos herodianos.
Con hipócritas inclinaciones, le dicen:
– Maestro. Sabemos que eres sabio y veraz. Que enseñas el camino de Dios, sin tener en cuenta cosas o personas. Que solo tienes ante tus ojos, la verdad y la justicia. Que te preocupas poco de lo que los demás piensen de Ti. Que lo único que te importa, es llevar a los hombres al bien. dinos pues. ¿Es lícito pagar el tributo al César? ¿Tú que piensas?
Jesús los taladra con una de esas miradas de suprema intuición y…
Jesús responde:
– ¿Por qué queréis hacerme caer, hipócritas? ¡Aún entre vosotros sabéis que a mí no me seducen con adulaciones! Mostradme la moneda que empleáis para pagar el tributo.
Le muestran una moneda. La observa por los dos lados. Y teniéndola en la mano de la mano izquierda, señalando con el dedo índice de la derecha…
Jesús pregunta:
– ¿De quién es esta imagen y qué dice esta inscripción?
– La imagen es de César. Y la inscripción lleva su nombre, el actual emperador de Roma: Cayo Tiberio César.
– Devolved entonces a César lo que es del César y dad a Dios, lo que es de Dios.
Les devuelve la moneda y les da la espalda.
Y se acerca a los peregrinos, los escucha, los absuelve y los cura.
Pasa todo el día en el Templo. No muestra señal de cansancio. La gracia y la sabiduría manan de sus manos que coloca sobre los enfermos. Parece como si quisiera consolar a todos, curar a todos; antes de que no pueda hacerlo más…
El sol camina hacia su ocaso.
Los apóstoles cansados, están sentados en el suelo bajo el pórtico. Ven que se acercan a Jesús a varios ricos y…
Mateo advierte a los demás:
– Vienen varios saduceos. No permitamos que insulten al Maestro, ni que le hagan ningún mal.
Se levantan todos y lo rodean al punto.
Entre las peculiaridades de los saduceos, la más importante está en que defienden la doctrina de la reencarnación…
Los saduceos saludan muy ceremoniosos y dicen:
– Maestro, respondiste tan sabiamente a los herodianos que queremos participar de un rayo de tu luz. Moisés ha dicho: ‘Si alguien muere sin hijos, su hermano tome por esposa a la viuda, para que le dé descendencia’ Ahora bien, había siete hermanos. El primero tomó por mujer a una doncella y murió sin dejar prole. La viuda se convirtió en esposa del hermano. También el segundo murió, sin dejar prole. De igual modo el tercero. Y de este modo, hasta el séptimo. Finalmente, la mujer; que había sido esposa de los siete, murió… Respóndenos…
Cuando resuciten los cuerpos… Si es verdad, que así fuere y que el alma sobreviva y se reúna al cuerpo en el último día, reconstruyendo los seres vivientes, ¿Cuál de los siete hermanos tendrá por esposa a la mujer, ya que en la tierra fue de los siete?
Jesús responde:
– Estáis equivocados. No sabéis comprender ni las Escrituras, ni la potencia de Dios. La vida actual será muy diferente de la otra. En el reino Eterno, no existirán las necesidades de la carne, como acá en este suelo. Porque en verdad después del Juicio Final, resucitarán los cuerpos y se reunirán cada uno con su alma inmortal, reconstruyendo todo el ser que se encontrará en mejores condiciones de las que nos encontramos ahora Yo y vosotros. Pero no estará sujeto a las leyes y sobre todo, a los estímulos y abusos que predominan ahora.
Cuando llegue la resurrección no se casarán más los hombres y las mujeres, sino que serán semejantes a los ángeles de Dios que están en el Cielo; quienes no se casan, aun cuando viven en un ambiente de pleno amor espiritual y divino.
Por lo que se refiere a la resurrección de los muertos, ¿No habéis leído como Dios habló a Moisés desde la zarza? ¿Qué le dijo el Altísimo? “Yo Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob” No dijo ‘Yo fui’ Dijo ‘Yo Soy’, porque Abraham, Isaac y Jacob existen. Son inmortales como todos los demás hombres en su alma y cuando resuciten, lo serán también con su cuerpo por toda la eternidad. Existen los justos, como también existen todos los muertos en culpa mortal. Dios no es Dios de los muertos, sino de los vivos.
Los saduceos se han cansado de aparentar ser buenos. Y la rabia que sienten por dentro, ya no pueden contenerla más.
Le preguntan para tentarlo:
– ¿También tú morirás y seguirás viviendo?
– Yo Soy el Viviente y mi Carne no probará la destrucción. El arca fue apresada y la actual también lo será como símbolo… El tabernáculo fue apresado y será destruido.
Pero el verdadero Templo de Dios, no podrá jamás ser arrebatado y destruido. Cuando sus adversarios lo creyeren, entonces será la hora en que se establecerá en la verdadera Jerusalén, en toda su gloria. Adiós.
Y se va ligero al Patio de los israelitas, porque las trompetas de plata han anunciado el sacrificio vespertino.
Después de asistir a él, Jesús se retira del Templo y ocurre un incidente ocasionado por la furia homicida que sienten los enemigos de Jesús y que hubiera sido muy penoso, si no hubieran intervenido los apóstoles…
En el anochecer de este martes…
Jesús dice a sus apóstoles:
– Vosotros oísteis hablar a los gentiles y a los judíos. Y visteis como aquellos se inclinaron ante Mí y éstos por poco me matan. Sadoc, con su risa sarcástica, quiso echarme encima su carro y…
Pedro, por poco te lías a golpes al ver que intencionalmente, me echaron encima los corderos, los cabros y los becerros, para tumbarme entre los excrementos.
Simón aun cuando eres muy prudente, respondiste al insulto que me lanzaron los miembros más feroces del Sanedrín, cuando me gritaron: ‘Hazte a un lado, demonio; mientras pasan los enviados de Dios…’
Tú Tadeo como primo mío y tú Juan mi predilecto, rápidos me librasteis del peligro.
Tú Judas, agarraste las riendas del caballo y tú Juan, al ponerte delante de Mí, fuiste golpeado en mi lugar. Os agradezco las pruebas de amor que os hace levantaros en defensa del Inerme…
Pero veréis otras cosas peores. Cuando esta luna vuelva a rielar por el firmamento otras dos veces más a partir de hoy, las ofensas de palabra se convertirán en acciones, más tupidas que las flores que hay ahora en los árboles frutales.
Visteis y os habéis quedado sorprendidos: una higuera seca y un huerto sin flores. La higuera como Israel; no dio nada al Hijo del Hombre y ha muerto en su pecado.
El huerto como los gentiles espera la hora de la que hablé hoy, para florecer y borrar el último recuerdo de la ferocidad humana, con la dulzura de las flores derramadas sobre la cabeza y a los pies del Vencedor.
Mateo pregunta:
– ¿Cuál Hora, Maestro? Hoy hablaste de tantas cosas, que apenas puedo recordarlas. Quisiera tener presente todo. ¿Se trata de la hora cuando regrese el Mesías?
Tomás exclama:
– ¡No es así! El maestro habla como si la conjura que lo aguarda, estuviese ya muy cercana. ¿Cómo puede entonces suceder lo que ha dicho que debe preceder a su regreso?: Guerras, destrucciones, esclavitudes, persecuciones; Evangelio predicado a todo el mundo. Abominación en la Casa de Dios y luego…
Terremotos, pestes y falsos profetas, señales en el sol y las estrellas…. ¡Eh! ¡Se necesitan siglos para todo esto! ¡Se las vería buenas el dueño del huerto si tuviese que esperar a que floreciese!
Jesús confirma:
– Como dije, así sucederá. Pasarán muchos siglos hasta el triunfo definitivo y mi regreso…
– ¿Y entonces, cuál es la hora?
Juan responde llorando:
– ¡Oh, yo la sé! Yo la sé y será después de tu muerte y resurrección. –y se abraza de Jesús.
Judas de Keriot lo provoca:
– ¿Y te pones a llorar porque resucita?
– Lloro porque antes tiene que morir. No te burles de mí, demonio. Yo sé y no puedo… No soporto pensar en esa hora.
Judas dice a Jesús:
– Maestro, me llamó demonio. Ha faltado contra el compañero.
Jesús le dice:
– Judas, ¿Estás seguro de no merecerlo? Si es así. No te preocupes. También Yo he sido llamado ‘demonio’ y lo repetirán.
– Pero Tú has dicho que quién insulta a su hermano es culpable…
– ¡Silencio! Ante la muerte, que se acaben de una vez estas acusaciones odiosas, estas disputas y mentiras. No turbéis a quien muere…
Juan murmura:
– Perdóname, Jesús. Sentí algo dentro de mí, al ver que se reía… y no pude controlarme.
– No llores. Te comprendo; déjame hablar. –y dirigiéndose a todos- El Padre Santo que es mío y vuestro. Hasta ahora me ha custodiado bajo la sombra de su mano, porque todavía no había llegado la Hora de la Expiación. Ahora me deja ir. La flecha de su Divina Aljaba, después de que ha herido para curar a los hombres y abrir brecha en los corazones a la Palabra y a la Luz de Dios; ahora vuela rápida para herir a la Segunda Persona, al Expiador, al Obediente; por el desobediente Adán…
Y como un guerrero herido, caigo diciendo a muchos: ‘En vano me he fatigado’ En vano, para no alcanzar nada. Inútilmente he gastado mis fuerzas. ¡Pero no! Todo lo hice por el Eterno Señor, que no hace nada sin motivo… -Y se interrumpe.
Jesús mira con severidad, hacia… Alguien que no son sus apóstoles.
En realidad el Viviente, con todos sus sentidos corporales y espirituales alerta, está viendo frente a Sí al Arcángel Rebelde, Príncipe del Mundo y de la Creación…
El Amo del Averno, en todo su esplendor angelical y satánico lo mira con triunfo y con su escalofriante voz gutural…
Lucifer dice:
– Ha llegado la Hora Nazareno. Estás a mi merced y si no recapacitas, voy a destruirte por manos de los mismos hombres que estás tan empecinado en salvar… Son tan desagradecidos que aunque saben que eres Dios, ya te han entregado en mis manos… Eres menos importante para ellos que los verdaderos ladrones y asesinos y lo confirmarás muy pronto… Todavía estás a tiempo de salvar tu vida. También soy magnánimo y puedo darte otra oportunidad…
Cometiste un fatal error al Encarnarte… Como Arcángel soy muy superior a Ti pues ahora no eres mi Dios; sino que al hacerte hombre, estás sometido a mis leyes en este mundo que me pertenece totalmente, así como los hombres que lo habitan y por tu voluntad elegiste ser también mi súbdito…
Tú creaste todas las cosas buenas para el hombre y ellos… ¡Ni siquiera las aprecian!… -Mira a Jesús con una sonrisa de maligna crueldad y añade- Te hiciste Hombre y no has querido conocer a la más sorprendente de todas tus creaturas, ni el incomparable deleite que proporciona una mujer… ¿Entonces para qué la creaste tan perfecta?
Debe ser terrible haber creado algo tan maravillosamente bello, ¡Y ni siquiera poder admirarlo!…
Y luego, te gustan tanto los niños… ¡Serías un padre maravilloso! ¿Estás seguro de que no deseas casarte?… Con la exuberancia de amor de Magdalena, ¡Ella tiene la esperiencia para hacerte el hombre más felíz de la tierra y sería una madre magnífica!… ¿Por qué no formas una familia como en la que creciste?
Es una mujer hermosísima y ahora que la has convertido en un ser angelical, sería una esposa maravillosa, ¿No lo has pensado?… ¡Tienes derecho a gozar de lo que Tú Mismo proyectaste desde el principio! La santidad de un hogar pleno… Con un montón de juguetones niños a tu alrededor; engendrados por Ti y haciéndote sentir la plenitud de ser un hombre plenamente realizado… ¡Tendrías la felicidad perfecta!
Jesús aumenta la severidad en su mirada, pero continúa en silencio y sin moverse…
Lucifer cambia de estrategia…
– Te comprendo… Sólo piensas en tu Misión… Te comprendo muy bien… El tiempo se te ha terminado y… ¡Hay tantos enfermos que curar y tantos milagros que seguir realizando… ¡Todo podría ser tan diferente si Tú quisieras!… ¡Cuántos beneficios podrías agregar a los que has hecho! Y cuantos infelices esperan el amor que podrías derramar sobre ellos!…
Pero tus sacerdotes arden por el deseo de eliminarte… ¡Lástima que ya no te permitan hacerlo, cómo Tú lo anhelas!… ¡Curar a todos! ¡Sanarlos a todos! ¡Beneficiarlos a todos! Conozco tu Amor y, ¡Qué pena que ese torrente infinito tengas que reprimirlo; porque están tan celosos de Ti, que ya no te soportan más!…
Te lo dije antes y te lo repito: ¿Para qué te sacrificas por estos bastardos ingratos? Si tomas en cuenta mis consejos, podrás seguir ejerciendo tu ministerio sin problemas, por muchos lustros más…
Yo soy el fuerte, el invencible, el Potente en este mundo que me pertenece totalmente, porque Adán me lo entregó… Entre los hombres yo reino y seguiré reinando… Soy la Fuerza y por ser el Primer Arcángel, soy mucho más poderoso que Tú…
Yo puedo darte el triunfo más resonante o la muerte más infamante… Puedo apresarte y enclavarte en un madero, porque soy el Regente del Mundo… Y aunque Tú no quieras, soy tu vencedor y tu rey…
Ni siquiera imaginas lo que te espera, si insistes en ser mi oponente.
Porque después de los tormentos que te tengo preparados, terminarás por claudicar y me pedirás clemencia. ¿Por qué mejor no hacerlo ahora que todavía estás sano?…
Te ayudaré a vencer a todos tus enemigos y te entregaré el Templo para que lo reformes… Así podrás llevar tu Evangelio por toda la Tierra sin obstáculos.
Te prometo que pondré todas mis legiones a tu servicio y mis ángeles te ayudarán… Será un éxito total y el mundo tendrá la paz y la concordia que deseas. El Padre te perdonará al ver que los hombres vivirán en paz y amándose como Él lo desea, pues ya no los incitaré a que se destruyan…
Honraré mi palabra que ahora te doy, en recuerdo de cuando eras mi Dios y yo te adoraba… Antes de que me negara a servirte como Hombre…
Yo soy el dueño de tu destino… Lo estás viendo… El apóstol que más amas ya te traicionó…-Y voltea a mirar a Judas con una mirada espeluznante.
El apóstol-sacerdote-renegado y Traidor se sonroja… Y baja la mirada paralizado por el terror…
Lucifer continúa:
Igual que lo harán muchos más en la nueva jerarquía sacerdotal que pretendes formar y que sabes que también terminará por ser mía. Yo me sentaré en el trono de ella y gobernaré… Me obedecerán y profanaré todo lo que inicies en tus nuevos planes…
Igual que ahora me apoderé de tus sacerdotes en tu Tabernáculo. ¿Todavía no te basta, cuanto te odian tus propios ministros? Ni siquiera te escuchan y ya quieren matarte…
Aunque ahora adoctrines personalmente nuevos sacerdotes… Tú sabes que terminarán por ser míos totalmente, igual que los que en este momento quieren deshacerte de Ti… ¡Ni siquiera te han reconocido a pesar de todos tus Profetas!… Prefieren adorar tu Arca de metal áureo…
¡Qué pena! Hiciste un gran sacrificio al venir a ponerte a mi alcance… Totalmente inerme… ¡A nadie le importas!… ¡Qué gran catástrofe!… El Dios que adoran, el Dios Creador de todo cuanto existe y… ¡Ni siquiera lo dejan predicar en su Templo!
Porque si ahora que estás junto a ellos, Uno ya me pertenece totalmente y los demás… ¡Es cuestión de tiempo y astucia! También serán míos y lo sabes…
Jesús palidece y rápido se pone de pie, pues estaba sentado sobre una roca en el olivar.
Los apóstoles lo miran sorprendidos…
Judas de Keriot, el único que puede verlo también; pues sus sentidos espirituales fueron despertados por sus prácticas esotéricas… Se asombra aun más; pero se sobrepone enseguida y no manifiesta el verdadero motivo de su sorpresa…
Jesús levanta su mano derecha en señal de rechazo y grita:
– ¡Basta! ¡Adorarás al señor Dios tuyo y a Él sólo servirás!… ¡Atrás! ¡Atrás Satanás, que quieres que me entregue al desconsuelo y me tientas para que no obedezca!.. Desde el principio de mi Ministerio y hasta el fin de él, has venido y vienes. ¡Mira! Me pongo en posición de lucha.
¡Te desafío! Lo juro por Mí Mismo, que te venceré. No es orgullo decirlo, es la verdad. El Hijo del hombre será vencido en su Cuerpo por el hombre. Por el miserable gusano que muerde y envenena con su fétido fango.
Pero el Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Inefable Trinidad, no será vencido por Satanás…
Tú eres el Odio. Eres poderoso en medio de él y en su malicia de tentador. Pero conmigo… Seré para ti una Fuerza que se te escapará de entre las manos, porque no podrás ni apresarla, ni enclavarla. El Amor está conmigo.
No ignoro el tormento que me espera; ni nada de lo que sucede a mí alrededor… Hay otro tormento… que no causan la lanza, ni los palos, las burlas y las bofetadas que recibirá el Hijo del Hombre. Sino Dios Mismo…
Tormento que muy pocos conocerán en su real atrocidad… En aquella tortura en que serán dos los principales verdugos: Dios con su Ausencia y tú Demonio, con tu presencia. La Víctima tendrá consigo al Amor que vive en Mí y que es la primera fuerza de mi resistencia a la Prueba.
Y al Amor que encontraré en el Consolador espiritual que bate ya sus alas de oro, por el ansia de bajar a secar mis sudores y que recoge ya todas las lágrimas de los ángeles en el cáliz celestial que deslíe la miel de los nombres de mis redimidos y amantes, para templar con esa bebida la sed del Torturado y su ilimitada amargura…
Serás vencido, Demonio. Un día, cuando saliste de un poseso me dijiste: “Espero vencerte cuando seas una piltrafa de carne ensangrentada” y te respondo: ‘No te apoderarás de Mí. Yo venzo. Mi fatiga ha sido santa. Mi causa está ante mi Padre. Él defiende lo que hizo su Hijo y no permitirá que su espíritu se extenúe.’
Jesús levanta los brazos y la cara hacia el Cielo y ora:
– Padre, desde este momento, antes que llegue esa atroz hora, te digo: ‘En tus manos encomiendo mi espíritu.’
Lucifer se estremece por la Ira… Sus ojos relampaguean con un Odio sobrenatural y escalofriante, que puede sentirse con una realidad pavorosa…
Su rabia la desquita en una amenaza mortal:
– Acabaré contigo y te destruiré totalmente, por manos de los mismos que tanto amas y has venido a querer salvar… ¡JA! ¡JA! ¡JA!
Su carcajada aterradora RETUMBA por todo el monte y hace que un viento gélido, recorra la ladera moviendo súbitamente las ramas de los olivos que lucen sus flores rosadas y de todos los árboles de la ladera del monte, en esta primavera crucial…
Jesús se dirige a sus apóstoles:
– Juan, no te vayas. Todos los demás podéis iros. La paz del Señor esté, donde Satanás no se hospeda. Hasta pronto…
Y Jesús se interna en el monte, acompañado por el Predilecto y los dos se van subiendo por una ladera llena de olivos.
Los Once que han quedado, se miran consternados entre sí…
Pedro dice:
– No. Mientras yo viva, no dejaré que lo aprehendan. Mañana…
Iscariote pregunta:
– ¿Qué vas a hacer mañana?
– ¿Qué haré? Estoy hablando conmigo mismo. Es tiempo de conjuras. Ni siquiera al aire confiaré mi plan… Y tú que has dicho tantas veces que eres tan poderoso, ¿Por qué no buscas protección para Jesús?
– Lo haré, Pedro. Lo haré. No os sorprendáis de que algunas veces no esté con vosotros. Trabajo para Él, pero no se lo digáis.
– Pierde cuidado. Y que seas bendito. Algunas veces he desconfiado de ti, pero te pido perdón… Veo que eres mejor que nosotros cuando llega la oportunidad… Tú obras. Yo no sé más que hablar por hablar. –dice Pedro humilde y sinceramente.
Judas ríe contento con la alabanza.
Y los apóstoles salen de Getsemaní…
HERMANO EN CRISTO JESUS: