N7.- EL REY SIN PALACIO
MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
27 DE FEBRERO DEL 2013
Amadísimos hijos Míos:
Les bendigo, les amo. Así como el Sol cada día al encontrarse en el zenit distribuye su amor y su luz para toda la Creación, así de igual manera Mi Amor se da a todos. No dejo a ninguno sin recibirle y sin ser partícipe de Mi Amor.
PERO YO EN ESTE INSTANTE ME ENCUENTRO COMO UN MENDIGO DE MI MISMO AMOR;
ANTE CADA UNO DE USTEDES TOCO LA PUERTA DE ESOS CORAZONES DE PIEDRA,
DE ESOS QUE NO ME AMAN, DE ESOS QUE ME NIEGAN EL PAN DE CADA DÍA,
ESE PAN QUE PARA MÍ ES MI MISMO AMOR EN CADA UNO DE USTEDES.
En este instante soy un Rey sin Palacio,
Mi Palacio me ha sido arrebatado y se encuentra en disputa.
Con Mi Corazón lacerado y nuevamente crucificado…,
VENGO A MI PUEBLO A SOLICITAR ORACIÓN, PENITENCIA, AMOR, CARIDAD, PERDÓN Y HUMILDAD.
VENGO A MI PUEBLO PARA QUE ME OFREZCAN TODOS LOS SACRIFICIOS,
YA QUE A ESTE REY LE HAN NEGADO SU PALACIO Y DESEAN HURTARLE SU CORONA Y SU CETRO.
A MIS AMADOS INSTRUMENTOS DE ESTE INSTANTE:
Les llamo a mantenerse fieles y en pie, a no sucumbir ante la persecución de aquellos letrados que niegan Mi presencia en cada creatura humana, que niegan el Amor de Mi Madre en cada uno de ustedes y hacia cada uno de ustedes.
NO SUCUMBAN ANTE LAS AMENAZAS, NO SUCUMBAN ANTE AQUELLOS QUE DESACREDITANDO LA EXPLICITACIÓN DE MI PALABRA, LES LLAMAN A SILENCIARSE.
¡Ay de aquel que por temor al mismo hombre deje de amar y de obedecer a Su Cristo y a Su Madre! Esos no son Mis verdaderos instrumentos,
sino aquellos que proclaman Mi Verdad y Mi Llamado, aun cuando estos causen persecución hacia ellos. Yo les he elegido para estos instantes difíciles…
Y, ¡Ay de aquellos que teman más a los hombres que a Mí!
Este instante en que viven es decisivo, Soy Misericordia Infinita Y Justicia Divina también.
¡Ay de aquel al que encuentre tibio porque al tibio le vomitaré de Mi Boca, le arrojaré con la cizaña!
¡Ay de aquel que por el hombre Me deje a Mí, de lado!
¡Ay de aquel que por vivir de apariencias se muestre ante Mí, tibio,
porque le haré caer, le haré caer en medio de la cizaña y le separaré del trigo!
VENGO POR MI PUEBLO, POR EL PUEBLO FIEL QUE ME ACOMPAÑA,
POR EL PUEBLO QUE LUCHA, POR EL PUEBLO QUE PADECE,
POR MIS HIJOS QUE PRONUNCIAN SÍ, SÍ,
Y PRONUNCIAN NO A LO QUE ES NO.
¡Ay de aquellos de Mis instrumentos que se muestren tibios ante Mí!
¡Ay de aquellos que he llamado a Mis Obras y se muestren tibios ante Mí, y ante los hombres muestren otra cara!
LA FIDELIDAD ES LA QUE DEBE REINAR,
no el mundo ni lo mundano; no las apariencias, no el permanecer con respetos humanos, no el quedar bien ante los hermanos y ante Mí, ser falsos.
¿Acaso han olvidado que Yo les conozco desde las entrañas de su madre?
A Mí no Me engañan, engañarán al hombre, pero a Mí no me engañan.
Necesito un Pueblo fiel dedicado a Mí, dedicado a reparar con fe inmovible para que no caigan en las garras de aquellos que con falsos modernismos deseen hacer sucumbir a Mi Cuerpo Místico en actos contrarios a Mi Voluntad.
USTEDES, PUEBLO FIEL, SON MIS GUERREROS
Y MIS GUERREROS MARCHAN EN PRIMER LUGAR,
NO SE QUEDAN ESPERANDO A SER LLAMADOS
SINO QUE SALEN AL ENCUENTRO, CON EL AMOR POR BANDERA
Y CON LA FE EN MÍ Y EN MI MADRE POR ESCUDO.
¡Tanto, tanto que sufrirá la humanidad ya que ha vertido sobre el Planeta su propia irreverencia hacia Mí!
Todo, todo cuanto existe: la naturaleza y la Creación viven en unidad a Mi Voluntad, sólo el hombre se rebela en Mi contra, pero la Creación viene marchando a paso seguro para encontrar al hombre y pasarle por el crisol.
Les anuncio con dolor que los demonios se encuentran sobre el hombre y ustedes los dejan pasar y entrar. Escuchan esto y lo olvidan y actúan dominados por el mal.
El demonio no descansa y continuamente arremete contra sus almas, arremete contra el pensamiento y el uso de la razón, arremete contra la inteligencia humana para llevarla a decaer y que actúen como actúan aquellos que no Me conocen y que Me desprecian continuamente.
¡Si éste es Mi Pueblo, pobre de este Rey!
No, amados hijos, han olvidado que ante Mí cada uno se encuentra tal como es.
PRONTO SERÁ MI SEGUNDA VENIDA YA QUE LOS INSTANTES SE HAN APRESURADO
Y DESEO ENCONTRARLES TRANSPARENTES, MERECEDORES DE MI AMOR Y DE MI AUXILIO.
La naturaleza hará estremecer a las Naciones, pronto, más pronto de lo que ustedes se imaginan.
Al soberbio lo destronaré, al que humilla a su hermano, le haré probar el cáliz de la amargura.
NO ES MI JUSTICIA SINO ES MI MISERICORDIA,
PARA QUE EN ESTOS INSTANTES SE VUELVAN HACIA MÍ Y RETOMEN EL CAMINO.
Amado Pueblo Mío:
Les invito a orar por Medio Oriente.
Les invito a orar por Corea, urgentemente.
Les invito a orar con insistencia por Estados Unidos.
Pueblo Mío:
¿QUÉ TE HAS HECHO, QUE TE BUSCO Y NO TE ENCUENTRO?
¿DÓNDE TE ESCONDES, PUEBLO MÍO?
¿A QUIÉN ESCUCHAS SI NO ESCUCHAS A ESTE TU REY AUNQUE NO TENGO PALACIOS NI CORONA?
A QUIÉN ESCUCHAS SI NO ME ESCUCHAS A MÍ?
Mi Misericordia no se agota, no se agota para los Míos,
aún enviaré a una Criatura Mía colmada de Mi mismo Amor, para que defienda y encauce a Mi Iglesia en los instantes de mayor tribulación.
Esta Creatura amada vendrá hacia ustedes con Mi Palabra en su boca y a luchar junto a Mi Madre para rescatar a los Míos.
Son Mi gran Tesoro, son Mis Tabernáculos Vivientes: no desacaten los llamados de este Rey que viene por Sus súbditos.
No teman ni ante la injusticia, ni ante el imperdón de los que les juzgan por Mi Causa.
NO TEMAN A AQUELLOS QUE LES DIGAN QUE VAN A SER ALEJADOS DE MI INSTITUCIÓN,
PORQUE USTEDES SON MI CUERPO MÍSTICO Y MI PUEBLO AMADO, Y YO SOY CABEZA DE MI IGLESIA.
Amado Pueblo: les bendigo, les bendigo por permanecer en fe, por ser valerosos y LES LLAMO ENÉRGICAMENTE A LA OBEDIENCIA,
A QUE SE LEVANTEN SOBRE SU PROPIO YO HUMANO,
A QUE LO APLASTEN CON MI AMOR Y CON LA FE EN MIS PALABRAS.
Y ante lo venidero, sepan que Yo no les abandonaré jamás y Mi Madre se mantendrá con ustedes, instante a instante. La Mujer vestida de sol con la luna bajo sus pies, aplastará la cabeza del anticristo junto a Mi Iglesia, junto a Mi Cuerpo Místico, junto a Mis fieles y elegidos.
LES AMO, HIJOS MÍOS, Y A USTEDES MIS INSTRUMENTOS AMADOS PARA ESTE INSTANTE,
A USTEDES A QUIENES HE LLAMADO A FORMAR PARTE DE MI MISIÓN PARA ESTOS INSTANTES…
LES LLAMO A NO DECLINAR, A NO DAR NI UN PASO HACIA ATRÁS, A SER PERSEVERANTES Y A MANTENERSE DE LA MANO DE MI MADRE,
PORQUE DE LA MANO DE MI MADRE NO LES SILENCIARÁN.
Oren, oren el Santo Rosario. No olviden que los demonios se encuentran en la Tierra y
¡Ay de aquel que se deje llevar por ellos, porque les desligarán y les apartarán totalmente de Mí y de Mi Madre!
SEAN AMOR Y NO OLVIDEN QUE SIN UNIDAD NO HAY FUERZA;
que sin unidad no hay amor
y que sin unidad el hombre es solamente una criatura, a la cual le es difícil llevar sobre sí una tarea encomendada,
si no renace en humildad, si no mantiene la unidad dentro de su ser.
Les bendigo, y les llamo a no decaer, a no temer.
NO OLVIDEN QUE MI IGLESIA LA FUNDÉ YO
Y SOBRE ELLA NO PREVALECERÁ EL MAL,
será acrisolada pero no derrotada.
Pueblo Mío, si es preciso haré descender el maná del Cielo, pero Mi Pueblo no quedará solo, ni será abandonado.
Les amo.
Su Jesús.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
Hermanos (as):
A este Cristo de Amor que le pregunta a Su Pueblo: ¿dónde estás, que te busco y no te encuentro? Sólo le podemos adorar entre los ¡ay! que pronunció hoy, a semejanza de los ¡ay! que encontramos en el Apocalipsis.
Un Cristo de Amor y Justicia que le habla así a Su Pueblo, con familiaridad y verdad. Un Cristo que solicitó transparencia, ésa transparencia que en ocasiones el hombre le niega, sin ser consciente que a Cristo no se le puede esconder nada.
Cristo nos llama a ser valientes ante una institución en purificación; pero tengamos presente que Él fundó la Iglesia, y que…
CRISTO VIVE, CRISTO IMPERA, CRISTO REINA, CRISTO VENCERÁ… POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.
Amén.
5.- FORTALECIENDO LA FE
Síntica está preparando una bolsa de viaje. Es de noche. Puesta encima de una mesa junto a 1a mujer, que está doblando unos vestidos, arde una pequeña lámpara de aceite, con una luz temblorosa y bastante limitada.
De repente la habitación se ilumina vivamente. Síntica alza la cabeza asombrada, para ver qué es lo que sucede; de dónde viene esa luz tan clara en esa habitación enteramente cerrada. Pero antes de que comprenda…
Jesús la previene:
– Soy Yo. No temas. Me he mostrado a muchos para confirmarlos en la fe. También a ti me muestro, discípula obediente y fiel. He resucitado. ¿Ves? Ya no tengo dolor. ¿Por qué lloras?
Síntica, ante la belleza del Glorificado, no encuentra las palabras…
Jesús le sonríe para animarla, y añade:
– Soy el mismo Jesús que te acogió en el camino cerca de Cesárea. Supiste hablar entonces, estando tan atemorizada como estabas y siendo Yo para ti “el Desconocido”, ¿Y ahora no sabes decirme una palabra?
Síntica responde:
– ¡Oh, Señor! Yo me estaba marchando… Para quitarme del corazón tanta inquietud y dolor.
– ¿Por qué dolor? ¿No te han dicho que había resucitado?
– Dijeron unos y contradijeron otros. Pero no me han turbado sus contradicciones. Yo sabía que no podías descomponerte en un sepulcro. He llorado por tu martirio. He creído en tu resurrección antes incluso de que me la refirieran. Y he seguido creyendo cuando han venido otros a decirme que no era verdad. Pero quería ir a Galilea. Pensaba: a Él ya no lo puedo perjudicar. Él ahora es más Dios que Hombre. No sé si me sé expresar bien…
– Comprendo tu pensamiento.
– Y me decía: lo adoraré y veré a María. Pensaba que Tú no ibas a permanecer mucho tiempo entre nosotros. De forma que estaba acelerando la partida. Decía: una vez vuelto al Padre como Él decía, su Madre estará un poco triste dentro de su alegría. Porque es un alma, pero es también una madre… Y voy a tratar de consolarla, ahora que está sola… ¡Creo que fui una soberbia!
– No. Eres una mujer compasiva. Le referiré a mi Madre este pensamiento tuyo y tu intención. Pero no vayas allá. Quédate aquí donde estás y sigue trabajando para Mí. Ahora más que antes. Tus hermanos los discípulos, tienen necesidad del trabajo de todos para poder propagar mi Doctrina. Me has visto, María está confiada a Juan. Cesen todas tus penas. Podrás fortalecer tu espíritu en la certidumbre de haberme visto y con la potencia de mi bendición.
Síntica siente grandes deseos de besarlo. Pero no se atreve.
Jesús le dice:
– Ven.
Y ella se determina a arrastrarse de rodillas hasta Jesús y hace el ademán de besarle los pies. Pero ve las dos llagas y no se atreve a hacerlo. Toma la orla de su vestido y la besa llorando.
Murmura acongojada:
– ¡Qué te hicieron!- Medita y luego pregunta- ¿Y Juan-Félix?
– Vive feliz. Sólo recuerda el amor y en él vive. La paz a ti, Síntica.
Jesús desaparece, ante los ojos asombrados de la griega.
Ella permanece en su actitud de adoración, de rodillas, alzada la cara, las manos un poco tendidas hacia delante. Con lágrimas en el rostro, una sonrisa en los labios…
Al mismo tiempo…
XV. Al levita Zacarías.
Es una habitación pequeña. Pensativo está sentado, reclinada la cabeza sobre una mano, Zacarías el levita.
De improviso escucha una Voz muy conocida:
– No dudes. No aceptes lo que te perturba. Yo soy la Verdad y la Vida. Mírame. Tócame.
El joven que al oír las primeras palabras ha levantado su cara y ha visto a Jesús… Y luego ha caído de rodillas…
Exclamando:
– ¡Perdóname, Señor! He pecado. He acogido dentro de mí la duda acerca de tu verdad.
Jesús contesta:
– Más que tú, son culpables los que tratan de seducir tu espíritu. No cedas a sus tentaciones. Soy cuerpo vivo y real. Siente el peso y el calor, la consistencia y la fuerza de mi Mano.
Lo toma por un antebrazo y lo alza con fuerza, diciendo:
– Levántate y camina por los caminos del Señor. Al margen de la duda y del miedo. Bienaventurado serás si sabes perseverar hasta el final.
Lo bendice y desaparece.
El joven, pasados unos instantes de atolondramiento maravillado, se precipita fuera de la habitación gritando:
– ¡Madre! ¡Padre! He visto al Maestro. ¡No es verdad lo que dicen los otros! No soy un loco. No sigáis creyendo en la mentira. No. Bendecid conmigo al Altísimo, que ha tenido piedad de su siervo. Me marcho. Voy a Galilea. Encontraré a algunos de los discípulos. Voy a decirles que crean, que realmente ha resucitado.
No toma consigo ninguna alforja con alimento o vestidos. Se echa su manto encima y sale presuroso, sin dar siquiera tiempo a sus padres de salir de su estupor y poder intervenir para retenerlo.
XVI. A una mujer de la llanura de Sarón, que obtiene la curación de su hijo enfermo.
Es un camino litoral, que une Cesárea con Joppe. En unos campos que colindan casi con el mar. Es una vía romana: su pavimentación lo atestigua. Una mujer llorando va por él en las primeras horas de una mañana serena.
La aurora, hace poco que ha nacido. La mujer debe estar cansadísima porque de vez en cuando se detiene y se sienta en una piedra millar o al borde del camino. Y luego se levanta y continúa, como si un motivo muy poderoso la impulsase, a pesar del fuerte cansancio.
Jesús, es un viandante arropado en su manto, que se pone a su lado.
La mujer no lo mira. Camina absorta en su dolor.
Jesús le pregunta
– ¿Por qué lloras, mujer? ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas tan sola?
Ella contesta:
– Vengo de Jerusalén y vuelvo a mi casa.
– ¿Está lejos?
– A mitad de camino entre Joppe y Cesárea.
– ¿Vas a pie?
– En el valle que está antes de llegar a Modín, unos bandidos me han quitado el burro y todo lo que llevaba el animal.
– Ha sido una imprudencia venir sola. No hay que ir solos para la Pascua.
– No había venido para la Pascua. Me había quedado en casa, porque tengo un hijito enfermo. Mi marido había ido con los otros. Yo dejé que se adelantara, y cuatro días después fui yo; porque me dije: “Sin duda, Él estará en Jerusalén para la Pascua. Lo buscaré”. Tenía un poco de miedo. Pero me dije: “No hago nada malo. Dios lo ve. Yo creo. Y sé que Él es bueno. No me rechazará, porque…” – Se detiene atemorizada.
Y dirige una fugaz mirada al viajero que va caminando a su lado, tan tapado que apenas se le ven los ojos… Los inconfundibles ojos de Jesús.
Jesús pregunta:
– ¿Por qué callas? ¿Tienes miedo de mí? ¿Crees que soy enemigo del que tú buscas? Porque buscas al Maestro de Nazaret, para pedirle que fuese a tu casa a curar al niño mientras tu marido está ausente…
– Veo que eres profeta. Así es. Pero cuando llegué a la ciudad el Maestro había muerto. – El llanto la ahoga…
– Ha resucitado. ¿No lo crees?
– Lo sé. Lo creo. Pero yo… He esperado por algunos días, esperando verlo. Se dice que se ha mostrado a algunos. Y he retardado mi salida de la ciudad… Cada día que pasaba una congoja, porque… mi hijo está muy enfermo… Mi corazón está dividido… Ir para consolarlo en su muerte… Quedarme para buscar al Maestro… No pretendía que Él fuese a mi casa; pero sí que me prometiera que mi hijo sanaría…
– ¿Y habrías creído? ¿Tú piensas que desde lejos?…
– Creo. ¡Oh! Si me hubiera dicho: “Ve en paz, que tu hijo se curará”, no habría dudado. Pero no lo merezco porque… – llora, apretándose el velo contra los labios como para impedirles hablar.
– Porque tu marido es uno de los acusadores y verdugos de Jesús. Pero Jesús es el Mesías. Es Dios. Y Dios es justo, mujer. No castiga a un inocente por el culpable. No tortura a una madre porque un padre sea pecador. Jesucristo es Misericordia viva…
– ¡No serás tú uno de sus apóstoles! ¡Quizás sabes dónde está Él! Tú… Quizás te ha enviado a mí Él para decirme esto. Él ha sentido, ha visto mi dolor, mi Fe y te envía a mí igual que a Tobías, el Altísimo mandó al arcángel Rafael (Tobías 5-12). Dime si es así y yo, a pesar de estar tan cansada que hasta tengo fiebre, volveré sobre mis pasos para buscar al Señor.
– No soy un apóstol. Pero en Jerusalén se quedaron los apóstoles bastantes días después de su Resurrección…
Es verdad. Hubiera podido dirigirme a ellos.
– Eso es. Ellos continúan al Maestro.
– No creía que pudieran hacer milagros.
– Aún los han hecho…
– Pero ahora… Me contaron que sólo uno permaneció fiel, y yo no creía…
– Sí. Tu marido te ha dicho eso, escarneciéndote movido por su delirio de falso triunfador. Pero Yo te digo que el hombre puede pecar, porque sólo Dios es perfecto. Y puede arrepentirse. Y si se arrepiente, su fortaleza crece, y Dios le aumenta sus gracias por su contrición. ¿No perdonó acaso a David, el Señor altísimo? (2 Samuel 12, 13)
– ¿Pero quién eres? ¿Quién eres, que hablas con tanta dulzura y sabiduría, si no eres apóstol? ¿Eres un ángel? El ángel de mi hijo… Quizás es que ha expirado y Tú has venido a prepararme…
Jesús deja caer de la cabeza y de la cara el manto y pasando del aspecto modesto de un peregrino común, a la majestuosidad suya de Dios-Hombre resucitado de la muerte…
Jesús dice con dulce solemnidad:
– Soy Yo. El Mesías crucificado en vano. Soy la Resurrección y la Vida. Ve, mujer. Tu hijo vive porque he premiado tu fe. Tu hijo está curado… Porque, aunque la misión del Rabí de Nazaret haya terminado, la del Emmanuel continúa hasta el final de los siglos para todos los que tienen fe en el Dios Uno y Trino, y esperanza en el Dios Uno y Trino.
Y caridad hacia el Dios Uno y Trino, del que el Verbo Encarnado es una Persona, que por divino amor ha dejado el Cielo para venir a enseñar, a padecer y morir para dar a los hombres la Vida.
Ve en paz, mujer. Y sé fuerte en la fe, porque ha llegado el tiempo en que en una familia el marido esté contra su esposa, el padre contra los hijos y éstos contra su padre, por odio o amor hacia mí. ¡Y bienaventurados aquellos a los que la persecución no aparte de mi Camino!
Jesús la bendice y desaparece.
XVII. A unos pastores en el Gran Hermón.
Un grupo de rebaños y pastores, han hecho un alto en su marcha en unas laderas de espléndidos pastos. Hablan de los acontecimientos de Jerusalén. Están apenados.
Se dicen unos a otros:
– Ya no tendremos en la Tierra al Amigo de los pastores.
Y evocan los muchos momentos en que se encontraron acá o allá, con Él…
Un anciano dice:
– Encuentros que no volveremos a tener.
Jesús aparece, como saliendo de una espesura de tupidas y enmarañadas frondas, de un bosque de altos troncos abrazados por matorrales que impiden la visión del sendero.
Ellos no lo reconocen en este hombre solitario y viéndolo tan envuelto en vestiduras blancas…
Comentan en tono bajo:
– ¿Quién es?
– ¿Un esenio?
– ¿Aquí?
– ¿Un fariseo rico?
Y muestran perplejidad.
Jesús pregunta:
– ¿Por qué decís que no volveréis a encontraros con el Señor? Porque de Quién estáis hablando es el Señor.
El pastor anciano contesta:
– Lo sabemos. ¿Y Tú no sabes lo que le hicieron? Ahora hay quien dice que ha resucitado, y hay quien dice que no. Pero aunque como preferimos creer nosotros haya resucitado, se habrá marchado. ¿Cómo puede seguir amando a un pueblo que lo ha crucificado? ¿Cómo puede seguir entre la gente de ese pueblo? Y nosotros que lo queríamos, aunque no todos lo habíamos conocido, estamos tristes porque lo hemos perdido.
– Hay una manera de tenerlo todavía. Él lo enseñaba.
– ¡Sí! Haciendo lo que Él enseñaba. Entonces se tiene el Reino de los Cielos y se está con Él. Pero antes uno debe vivir y luego morir. Y Él ya no está en medio de nosotros para confortarnos.
Muy afligidos, menean la cabeza.
Hijitos míos, los que viven lo que Él ha enseñado, teniendo en el corazón su enseñanza, es como si tuvieran a Jesús en su corazón. Porque Palabra y Doctrina son una sola cosa. No era un Maestro que enseñara cosas que no fueran como Él era. Por eso, el que hace lo que Él ha dicho; tiene a Jesús Vivo dentro de sí y no está separado de Él.
– Así es. Pero somos pobres seres humanos y… Queremos ver también con los ojos para sentir plenamente la alegría… Yo no lo vi nunca y tampoco mi hijo; ni Jacob, ni Melquías; ni Santiago; ni Saúl… ¿Ves? Ya entre nosotros sin ir más lejos, hay muchos que no lo han visto. Lo buscábamos siempre… Y cuando llegábamos ya se había marchado.
– ¿No estabais en Jerusalén ese día?
– ¡Sí que estábamos! Pero cuando supimos lo que querían hacerle huimos como locos a los montes y volvimos a la ciudad después del sábado. No somos culpables de su Sangre, porque no estábamos en la ciudad. Pero hicimos mal siendo cobardes. Al menos, lo habríamos visto y dirigido nuestro saludo. Sin duda, nos habría bendecido por nuestro saludo… Pero no, verdaderamente no tuvimos el valor de verlo entre tormentos…
– Él os bendice ahora. Mirad a Aquel cuyo Rostro deseáis conocer.
Jesús se manifiesta, espléndidamente divino sobre el verdor del prado. Y ante el estupor que los arroja al suelo, pero que también hace que claven sus pupilas en el Rostro divino que los arroba en adoración…
Jesús desaparece envuelto en un fulgor de luz.
XVIII. Al niño que era ciego de nacimiento, en Sidón.
E1 niño está jugando completamente solo bajo un tupido emparrado. Oye que lo llaman y se encuentra frente a Jesús.
Un poco temeroso, pregunta:
– ¿Eres Tú el Rabí que me dio los ojos?
Y clava sus límpidos ojos infantiles, idénticos a los de Jesús, en los fulgurantes ojos divinos.
Jesús sonríe, lo mira con mucha ternura y dice:
– Soy Yo, niño. ¿Tú no tienes miedo de mí? – Lo acaricia en la cabeza.
– Miedo no. Pero mamá y yo lloramos mucho cuando mi padre volvió antes de lo previsto y nos dijo que había huido porque habían apresado al Rabí para matarlo. No celebró la Pascua y tiene que marcharse otra vez para hacerla. Pero ¿Entonces no moriste?
– Morí. Mira las heridas. Morí en la cruz. Pero he resucitado. Dirás a tu padre que se detenga un tiempo en Jerusalén después de la segunda Pascua y que permanezca en las cercanías del Monte de los Olivos, en Betfagé. Allí encontrará a alguien que le dirá lo que tenga que hacer.
– Mi padre pensaba buscarte. Durante la Fiesta de los Tabernáculos no pudo hablar contigo. Quería decirte que te amaba por los ojos que me diste. Pero no pudo hacerlo entonces, ni tampoco ha podido esta vez…
– Lo hará al creer en Mí. Adiós, niño. La paz sea contigo y con tu familia.
XIX. A los campesinos de Yocana.
La Luna besa los campos de Yocana. Hay un silencio absoluto. Las pobres moradas de los labriegos están sumergidas en una noche de bochorno que los obliga a tener abierta al menos la puerta, para no morir de calor en esas habitaciones bajas en las que se agrupan demasiados cuerpos, respecto a la cabida de los espacios.
Jesús entra en una de esas habitaciones. Parece como si la misma Luna alargase sus rayos para poner una alfombra regia sobre el suelo de tierra. Se inclina hacia uno de los que duermen boca abajo, fatigados por el trabajo. Lo llama. Luego pasa a otro y a otro. Llama a todos estos fieles y pobres amigos suyos. Pasa ligero y rápido como un ángel en vuelo. Entra en otros cuchitriles…
Luego va a esperarlos fuera, junto a un grupo de árboles.
Los labriegos medio dormidos, salen de sus casuchas: dos, tres, uno solo, cinco juntos, algunas mujeres. Todos están asombrados de haber sido llamados así…
Por una voz conocida que ha dicho a todos las mismas palabras: «Venid al huerto». Ellos van allí, terminando de ponerse las pobres ropas los hombres, o de fijarse los cabellos las mujeres…
Y hablan en voz baja.
– A mí me ha parecido la voz de Jesús de Nazaret.
– Quizás su espíritu. Lo han matado. ¿Habéis oído?
– Yo no puedo creerlo. Era Dios.
– Pues Joel lo vio incluso pasar cargado de la cruz…
– A mí me han dicho ayer mientras esperaba a que el encargado hiciera sus compraventas, que han pasado por Jesrael los discípulos y han dicho que realmente ha resucitado.
– ¡Calla! Ya sabes lo que dice el patrón. A1 que diga esto le espera la flagelación.
La muerte, quizás. Pero ¿no sería mejor que sufrir de esta manera?
– ¡Y ahora ya no está Él!
– Se han hecho peores desde que lograron matarlo.
– Son más malos, porque ha resucitado.
Hablan en voz baja mientras se dirigen al punto que les ha sido indicado.
Una mujer grita:
– ¡El Señor! – Y es la primera en caer de rodillas.
Otros tienen miedo y algunos exclaman:
– ¡Su fantasma!
Jesús responde:
– Soy Yo. No temáis. No gritéis. Acercaos. Soy realmente Yo. He venido a confirmar vuestra fe, que sé que se ve insidiada por otros. ¿Veis? Mi Cuerpo proyecta sombra porque es verdadero cuerpo. No estáis soñando, no. Mi voz es verdadera voz. Soy el mismo Jesús que compartía con vosotros el pan y os daba amor. También ahora os doy amor.
Enviaré a mis discípulos a vosotros. Y seguiré siendo Yo, porque ellos os darán lo que Yo os daba y lo que les he dado para entrar en comunión con los que creen en mí.
Soportad vuestra cruz, como Yo he soportado la mía. Sed pacientes. Perdonad. Os dirán cómo morí. Imitadme. El camino del dolor es el camino del Cielo. Seguidlo con paz y tendréis el Reino mío. No hay otro camino sino el de la resignación a la voluntad de Dios y la generosidad y la caridad hacia todos. Si hubiera habido otro, os lo habría indicado. Yo lo he recorrido, porque es el auténtico camino.
Sed fieles a la Ley del Sinaí, que es inmutable en sus Diez Preceptos y a mi Doctrina. Vendrán los que os van a instruir para que no estéis abandonados a las maniobras de los malvados.
Yo os bendigo. Recordad siempre que os he amado y que he venido a vosotros antes y después de mi glorificación. En verdad os digo que muchos desearían verme ahora, pero no me verán. Muchos grandes. Pero Yo me muestro a los que amo y me aman.
Uno de los hombres se resuelve a decir:
– Entonces… ¿existe verdaderamente el Reino de los Cielos? ¿Tú eres verdaderamente el Mesías? Ellos tratan de influir en nosotros…
– No escuchéis sus palabras. Recordad las mías y acoged las de los discípulos míos que conocéis. Son palabras veraces. Y quien las acoge y las practica, aunque aquí sea siervo o esclavo, será ciudadano y coheredero de mi Reino.
Los bendice abriendo los brazos y desaparece.
Ellos dicen:
– ¡Oh! ¡Yo… yo ya no temo nada!
– Y yo tampoco. ¿Has oído?
– ¡También para nosotros hay un lugar!
– ¡Debemos ser buenos!
– ¡Perdonar!
– ¡Tener paciencia!
– Saber resistir.
– Buscar a los discípulos.
– Ha venido a visitarnos a nosotros, que somos unos pobres siervos.
– Se lo diremos a sus apóstoles.
– ¡Si lo supiera Yocana!
– ¡Y Doras!
– Nos matarían para que no habláramos.
– Pero nosotros guardaremos silencio.
– Sólo se lo diremos a los siervos del Señor.
– Miqueas, ¿No tienes que ir con aquella carga a Seforí? ¿Por qué no vas a Nazaret a decir…?
Miqueas contesta:
– ¿A quién?
– A la Madre. A los apóstoles. Quizás estén con Ella…
Se alejan comentando en voz baja sus proyectos.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONOCELA
R2.- ¡LÁMPARAS ENCENDIDAS!
¡EN EL AVISO MI PADRE OS FORTALECERÁ EN EL ESPÍRITU,
PARA QUE PODÁIS ENFRENTAR LOS EJÉRCITOS DE MI ADVERSARIO!
FEBRERO 25 DE 2013 – 7:50 A.M.
LLAMADO URGENTE DE MARÍA ROSA MÍSTICA AL EJÉRCITO MARIANO MILITANTE
Mi Ejército Mariano Militante, que la paz de Dios esté con vosotros.
Estad listos y preparados para el gran combate espiritual, porque todos los acontecimientos han comenzado a desatarse.
Tened lista y aceitada con la oración vuestra armadura, e izad el estandarte mariano, porque la batalla final por vuestra libertad está por comenzar. Ya los ejércitos celestiales al mando de nuestro amado Miguel, están listos y alineados.
Sólo falta el ejército militante para alinearse y así dar comienzo a la gran batalla espiritual, el Gran Armagedón. Si permanecéis unidos en oración con vuestra Madre y los Ejércitos Celestiales, seréis victoriosos en el combate de cada día. Más si os dejáis dividir por mi adversario, sufriréis derrotas que harán más penosa vuestra purificación.
En el aviso mi Padre os fortalecerá en el espíritu, para que podáis enfrentar los ejércitos de mi adversario. Acordaos que la pelea no es con gente de carne y hueso, sino con malignas fuerzas espirituales que moran en los espacios celestes, las cuales tienen mando, poder y dominio, sobre este mundo oscuro (Efesios 6.12).
Por eso hijitos, recibiréis de mi Padre, carismas y gracias especiales que harán de vosotros verdaderos soldados espirituales; sin estas gracias no podríais enfrentar esas fuerzas malignas. Sin la ayuda del cielo seríais derrotados; os recuerdo, que la batalla es espiritual y las armas que mi Padre os dará son poderosas en el Espíritu para el derrumbamiento de fortalezas.
Hago un llamado a todos vosotros que sois soldados del ejército militante; preparaos espiritualmente para la llegada del aviso. Orad, ayunad y mortificad vuestros sentidos, para que preparéis vuestro espíritu para este gran acontecimiento que cambiará vuestras vidas.
En la eternidad os espero para que junto a Miguel y a la milicia celestial, planeemos las estrategias que llevaremos a cabo para derrotar a mi adversario y sus huestes del mal. ¡Adelante mi ejército mariano militante, vuestra Reina y Madre y los Ejércitos Celestiales, aguardan por vosotros!
Preparaos pues mi ejército mariano, que vuestras lámparas permanezcan encendidas con vuestra oración, para que cuando llegue vuestro Amo y Señor, os encuentre despiertos y vigilantes como buenos soldados; estad pues listos para el combate, y dispuestos a darlo todo por el Reino de Dios.
Que la paz de Dios os acompañe y mi protección maternal os asista. Vuestra Reina y Madre, María Rosa Mística.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.
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4.- EL DOLOR MÁS GRANDE
Es mediodía en el Monte Tabor. En la mitad antes de llegar a la cima hay un espeso bosque de encinas y bajo la sombra fresca de los árboles que mitigan la luz y el calor son su tupido ramaje, está un grupo grande de personas descansando.
Casi todos dormitan, teniendo en cuenta la hora, pero basta el grito de un niño, para que todos se levanten, se pongan de rodillas y se postren.
Están todos los apóstoles, los pastores, incluso Jonathan al que Cusa despidió de su mayordomía, el grupo de los setenta y dos y muchos más.
Jesús pasa en medio de ellos, saludando y bendiciendo:
– La paz a todos vosotros. Aquí me tenéis entre vosotros. Paz a vosotros. Paz a vosotros.
Muchos lloran de alegría, otros sonríen dichosos. Pero en todos hay mucha paz. Jesús se detiene en el lugar en que los apóstoles y los pastores forman un compacto grupo, junto con Marziam, Mannaém, Esteban, Nicolái, Juan de Éfeso, Hermas y otros.
Jesús acaricia la cabeza de Marziam, que llora al verlo, lo besa en la frente y lo abraza estrechamente.
Se vuelve hacia los demás y dice:
– Muchos y pocos. ¿Dónde están los otros? Sé que son muchos mis discípulos fieles. ¿Por qué, entonces, aquí a duras penas se llega entre todos a quinientos, excluidos los niños, hijos de alguno de vosotros?
Pedro, que estaba de rodillas, se pone de pie.
Y dice:
– Señor, entre el decimotercero y el vigésimo día, empezando a contar desde el día de tu muerte, han venido aquí muchos de muchas ciudades de Palestina, diciendo que estabas donde ellos. Por eso, muchos para verte antes se han marchado. Algunos acaban de hacerlo hace muy poco. Pues los que llegaron decían que te habían visto y que habían hablado contigo en lugares distintos. Y asombrosamente, todos coincidieron en que te habían visto el duodécimo día de después de tu muerte.
Nosotros hemos pensado que se trataba de una falacia de alguno de esos falsos profetas que dijiste que surgirían para engañar a los elegidos. Lo dijiste allá, en el monte de los Olivos, la noche que precedió… que precedió a…
Pedro, se interrumpe otra vez bajo los efectos de su dolor ante este recuerdo, agacha la cabeza y calla. Dos lágrimas, seguidas por muchas otras, caen al suelo por las hebras de su barba…
Jesús le pone la mano derecha en el hombro.
Pedro, al sentir ese contacto se estremece y no atreviéndose a tocar esa Mano con las suyas; pliega el cuello e inclina la cara, para acariciar con la mejilla y rozar con los labios esa Mano adorable.
Santiago de Alfeo continúa refiriendo:
– Y hemos desaconsejado creer en esas apariciones. Se lo hemos desaconsejado a los nuestros que se levantaron para ponerse en camino presurosos hacia el gran mar o hacia diferentes poblaciones y algunos decían: “Lo hemos visto y oído”. Otros enviaban el recado de decir que te habían visto, e incluso que habían comido contigo. Sí, tratamos de retenerlos, porque no sabíamos si eran trampas de los que nos atacan o fantasmas vistos por justos que están tan sugestionadas en Tí, que acaban viéndote donde no estás. Pero han querido ir. Unos a unos lugares, otros a otros. De forma que nos hemos quedado reducidos a menos de un tercio.
Jesús responde:
– Teníais razón en insistir para retenerlos. No porque Yo no haya estado realmente donde los que han venido a decíroslo han dicho, sino porque había ordenado que estuvierais aquí unidos en oración esperando a que Yo viniera, y también porque quiero que mis palabras sean obedecidas, especialmente por mis siervos. Si empiezan a desobedecer éstos, ¿Qué van a hacer los fieles?
Escuchad todos los que estáis aquí. Recordad que en un organismo, para que verdaderamente sea activo y esté sano, se necesita una jerarquía; esto es: quien mande, quien transmita las órdenes y quien obedezca. Así sucede en las cortes de los reyes y en las religiones. Desde la nuestra, la mosaica, hasta las otras, aunque sean tan imperfectas.
Hay siempre una cabeza y ministros de esa cabeza y asistentes de esos ministros y fieles. Un Pontífice, no puede actuar solo. Tampoco un rey. Y sus disposiciones son cosas que se refieren a contingencias humanas o a formalismos rituales… Así es aun en la misma religión mosaica, en la por desgracia, no queda sino el formalismo de los ritos, la continuación de los movimientos de un mecanismo que sigue realizando los mismos actos, incluso ahora que el alma que los motivaba está muerto.
Muerto para siempre. El divino Animador de esos
actos, Aquel que daba a los ritos un valor, se ha retirado y los ritos son actos
nada más. Actos que cualquier payaso puede imitar como si estuviese en el
escenario de un teatro. ¡Ay de aquella
religión que muere y que de ser una potencia real y viva, se convierte en una
pantomima ruidosa, exterior! ¡Una cosa vacía, detrás del escenario barnizado,
tras unas vestiduras pomposas, mecanismos que realizan determinados movimientos;
de la misma manera que una llave acciona un resorte, pero ni éste ni la llave
tienen conciencia de lo que hacen! ¡Ay de aquel día! ¡Desdicha! ¡Pensad! Recordad
siempre, y decídselo a vuestros sucesores, porque quiero que esta verdad la
conozcan los siglos.-
Causa menos terror la caída de un planeta, que la caída de la religión. El que el cielo quedara vacío de astros y planetas no sería para los pueblos una desventura semejante a la magnitud de la de quedarse sin una religión verdadera. Dios proveería sabiamente a las necesidades de los mortales, porque Dios todo lo puede para aquellos humanos que, por el camino sabio o por el camino que su ignorancia conoce; buscan, aman a la Divinidad con recto espíritu. Pero, si llegara un día en que los hombres ya no amaran a Dios, porque los sacerdotes de todas las religiones hubieran hecho de ellas únicamente una vacía pantomima, siendo ellos los primeros en no creer en la religión, ¡Ay de la Tierra!
Ahora bien, si esto lo digo incluso por las religiones que no son las verdaderas, algunas con origen en parciales revelaciones otorgadas a un sabio o por la necesidad instintiva del hombre de crearse una fe para saciar el hambre del alma hacia un dios. Es este deseo el estímulo más fuerte en el hombre, el estado permanente de búsqueda de Aquel que Existe, que el corazón anhela y ama, aun cuando la inteligencia soberbia se niegue a reverenciar a cualquier divinidad; aun cuando el hombre no sepa dar un nombre preciso a este anhelo, que aletea dentro de él.
Si esto lo digo incluso para las religiones imperfectas, ¿Qué habré de decir para ésta Religión que Yo os he dado; que lleva mi Nombre, para la que YO he creado pontífices y sacerdotes? ¿Para esta que os ordeno que propaguéis por toda la Tierra?…
Esta religión única, verdadera, perfecta, inmutable en su Doctrina; que Yo cual Maestro he enseñado y que el Espíritu Santo, Guía Santísimo de mis Pontífices y de todos los que le ayuden cual cabezas secundarias, en las distintas Iglesias creadas en las distintas regiones en que se afiance mi Palabra.
Estas iglesias, diversas en número, no lo serán en el pensamiento. Serán una sola cosa con la Iglesia, siendo partes del Gran Edificio siempre mayor. El Nuevo Templo que con todos sus recintos, tocará todos los confines del mundo.
No serán diversas en el pensamiento, ni se contradirán entre sí mismas, sino que se unirán cómo hermanas, sujetas todas a la cabeza de la Iglesia: a Pedro y a sus sucesores, hasta el Fin de los Siglos.
Y aquellas que por cualquier motivo se separasen de la Iglesia Madre serían como miembros amputados, a los que la mística sangre, la Gracia que de Mí brota cual Cabeza Divina, no llega. Como hijos pródigos separados por voluntad propia de la casa paterna, contarán con sus efímeras riquezas, pero su miseria será cada vez mayor. Embotándose el intelecto espiritual con alimentos y vinos demasiado pesados, y luego languidecerían comiendo las amargas bellotas de los animales impuros hasta que, con corazón contrito regresen a la casa paterna diciendo: “Hemos pecado. Padre, perdónanos y ábrenos las puertas de tu morada”.
Y entonces, ya se trate de un miembro de una Iglesia separada, ya se trate de una Iglesia entera, bien sea una persona o una asamblea los que regresan, abridles las puertas. ¡Oh, ojalá así fuera!
Pero ¿dónde, cuándo surgirán muchos imitadores míos idóneos para redimir a estas Iglesias separadas, a costa de la vida, para hacer, para rehacer un único Rebaño bajo el cayado de un solo pastor, como ardientemente deseo?
Sed paternos. Pensad que todos, durante una o muchas horas, quizás durante años, fuisteis, cada uno en particular, hijos pródigos envueltos en la concupiscencia. No os mostréis duros para con los que se arrepienten. ¡Recordadlo! ¡Recordadlo!
Muchos de vosotros huisteis, hace veintidós días. ¿Y esta huida no era acaso, de vuestro amor hacia mí? Pues bien, si Yo os he acogido en cuanto arrepentidos, habéis vuelto a mí; haced vosotros lo mismo. Todo lo que Yo he hecho hacedlo vosotros. Este es mi mandamiento.
Habéis vivido tres años conmigo. Conocéis mis obras y mi pensamiento. Cuando en el futuro, os encontréis frente a un caso para el que tengáis que tomar una decisión; volved vuestra mirada al tiempo en que estuvisteis conmigo y comportaos como Yo me he comportado. Jamás os equivocaréis. Yo soy el ejemplo vivo y perfecto de lo que debéis hacer.
Y recordad también que Yo no me negué a Mí mismo al propio Judas de Keriot… El Sacerdote debe con todos los medios, tratar de salvar. Predomine el amor siempre, entre los medios usados para salvar. Pensad que Yo no ignoraba el horror de Judas… Y, no obstante, superando toda repugnancia, traté al mezquino como traté a Juan. A vosotros… frecuentemente ignoraréis la amargura que supone el saber que todo es inútil, para salvar a un discípulo amado… Y podréis hacerlo sin la desilusión que se saborea cuando se sabe que todo es inútil. Se debe trabajar incluso en ese caso… siempre… hasta que todo quede cumplido…
Varios dicen al mismo tiempo:
– ¡¿Pero Tú estás sufriendo, Señor?!
– ¡Oh, no creía que pudieras sufrir ya más!
– ¡Sufres por Judas, todavía!
Juan grita:
– ¡Olvídale, Señor! – que no desvía ni un instante su mirada de su Señor.
Jesús abre los brazos con su gesto habitual de resignada confirmación ante un hecho penoso y dice:
– Así es… Judas ha sido y es el dolor más grande en el mar de mis dolores. Es el dolor que permanece… es el más grande dolor que me queda. Los otros dolores han terminado al terminar el Sacrificio. Pero éste permanece. Lo he amado.
Me he consumido todo en el esfuerzo de salvarlo… He podido abrir las puertas del Limbo y sacar de él a los justos, he podido abrir las puertas del Purgatorio y sacar de él a los penantes. Pero el lugar de horror estaba cerrado en torno a él. Para él, inútil mi muerte.
Juan suplica:
– ¡No sufras! ¡No sufras! ¡Eres glorioso, mi Señor! Gloria y gozo a ti. ¡Tú has apurado tu dolor!
Todos están sorprendidos y conmovidos y dicen:
– ¡Verdaderamente, ninguno pensaba que Él pudiera sufrir todavía!
Las lágrimas bañan las mejillas del hermosísimo rostro de Jesús y…
Jesús contesta sereno:
– ¿Y no pensáis el dolor que deberá aún padecer mi Corazón a lo largo de los siglos, por cada pecador impenitente, por cada hereje que me niegue, por cada creyente que abjure de mí, por cada… desgarro de los desgarros
¡Oh, Dolor indecible!: ¡¿Por cada sacerdote culpable, causa de escándalo y perdición?! ¡No! ¡Vosotros no conocéis esto! Todavía no lo conocéis. No lo conoceréis nunca completamente, sino cuando estéis conmigo en la luz del Cielo. Entonces comprenderéis… Contemplando a Judas, he contemplado a los elegidos para quienes la elección se transforma en perdición por su voluntad perversa…
¡Oh, vosotros que sois fieles, vosotros que formaréis a los sacerdotes futuros, recordad mi dolor; formadlos santos para que, en la medida de lo posible, no se repita este dolor; exhortad, velad, enseñad, luchad, estad atentos como madres, sed incansables como maestros, estad despiertos como pastores, sed viriles como guerreros, para sostener a los sacerdotes que serán formados por vosotros! ¡Haced, oh, haced que la culpa del duodécimo apóstol no se vea demasiadas veces repetida en el futuro!…
Sed como Yo fui con vosotros, como soy con vosotros. Os dije: “Sed perfectos como el Padre de los Cielos”. Y vuestra humanidad tiembla ante tal orden. Ahora más que cuando os la di, porque ahora conocéis vuestra debilidad. Pues bien, para animaros, os diré: “Sed como vuestro Maestro”.
Yo soy el Hombre. Lo que Yo he hecho vosotros podéis hacerlo. Incluso los milagros. Sí, incluso los milagros. Para que el mundo sepa que soy Yo el que os envía, y para que el que sufre no llore ante el pensamiento desconsolado de decir: “El ya no está entre nosotros para curar a nuestros enfermos y consolar nuestros dolores”.
En estos días he hecho milagros para consolar los corazones y convencerlos de que el Mesías no ha sido exterminado porque se sujetó a la muerte. Al contrario, es más Poderoso, eternamente fuerte y poderoso. Pero, cuando Yo ya no esté en medio de vosotros, vosotros haréis las cosas que Yo he hecho hasta ahora y que seguiré haciendo.
Pero el amor a la nueva Religión crecerá no tanto por el poder de los milagros, sino por vuestra santidad. Y es de vuestra santidad no del don que Yo os transmito, de lo que debéis estar celosamente atentos. Cuanto más santos seáis, más os amará mi Corazón y el Espíritu de Dios os iluminará, mientras la Bondad de Dios y su Poder colmarán vuestras manos de los dones del Cielo.
El milagro no es acto común e indispensable para la vida en la fe. Es más, ¡Dichosos los que sepan permanecer en la fe sin medios extraordinarios que ayuden a su acto de creer!
Pero tampoco el milagro es un acto tan exclusivamente reservado a tiempos especiales que tenga que cesar con el cese de éstos. El milagro estará en el mundo. Siempre. Y, cuanto más numerosos sean los justos en el mundo, más numerosos serán los milagros.
Cuando se vean escasear mucho los milagros verdaderos, dígase entonces que la fe y la justicia están languideciendo. Porque Yo he dicho: “Si tenéis fe, podréis mover las montañas”. Porque Yo he dicho: “Las señales que acompañarán a los que tengan verdadera fe en mí serán la victoria sobre los demonios y sobre las enfermedades, sobre los elementos y las insidias”. Dios está con quien lo ama. Señal de cómo mis fieles estén en mí será el número y la fuerza de los prodigios que harán en mi Nombre y para glorificar a Dios. A un mundo sin milagros verdaderos, se le podrá decir, sin falsedad: “Has perdido la fe y la justicia. Eres un mundo sin santos”
Así pues, volviendo al principio; habéis hecho bien en tratar de retener a los que, como niños seducidos por un rumor de músicas o por un brillo extraño, corren despreocupados lejos de las cosas seguras. Pero, ¿veis? Tienen su castigo, porque pierden mi palabra.
De todas formas, también vosotros habéis tenido vuestra parte de error. Os habéis acordado de que Yo había dicho que no se corriera acá o allá ante cualquier voz que dijera que estaba en un determinado lugar. Pero no os habéis acordado de que también había dicho que, en la Segunda Venida, el Cristo será semejante al relámpago que sale de Oriente y culebrea hasta Occidente, en menos tiempo de lo que dura un parpadeo.
Ahora bien, esta segunda venida ha empezado desde el momento de mi Resurrección. Culminará con la aparición del Cristo Juez a todos los resucitados. Pero antes ¡cuántas veces me apareceré para convertir, curar, consolar, enseñar, dar órdenes!
En verdad os digo: Estoy para volver al Padre mío, pero la Tierra no perderá mi Presencia. Estaré, en actitud vigilante y como amigo, como Maestro y como Médico, en donde cuerpos o almas, pecadores o santos, tengan necesidad de mí o sean elegidos por mí para transmitir a otros mis palabras.
Porque y también esto es verdad, la Humanidad tendrá necesidad de un continuo acto de amor por mi parte; pues es tan poco dócil y tan tendente a entibiarse y a olvidar, tan tendente a seguir la bajada en vez de la subida, que si Yo no la sujetara con los medios sobrenaturales, no servirían la ley y el Evangelio, las ayudas divinas que mi Iglesia administrará; para conservar a la Humanidad en el conocimiento de la Verdad y en la bondad de alcanzar el Cielo.
Y estoy hablando de la Humanidad que crea en mí… siempre poca respecto a la gran masa de los habitantes de la Tierra. Yo vendré. El que me tenga que siga humilde; el que no, que no esté ávido de tenerme para recibir alabanzas. Que ninguno desee lo extraordinario. Dios sabe cuándo y dónde darlo. Y no es necesario poseer lo extraordinario para entrar en el Cielo.
Es más, ello es un arma que si se usa mal, puede llevar al Infierno en vez del Cielo. Y ahora os voy a decir cómo. Porque la soberbia puede surgir. Porque puede venir un estado de espíritu abyecto ante los ojos de Dios. Abyecto porque es semejante a un entorpecimiento en que uno se acomoda para acariciar el tesoro recibido, considerándose ya en el Cielo por haber recibido ese don.
No. En ese caso, en vez de llama y ala, el don se transforma en hielo y pesada piedra y el alma se hunde y muere. Y también: un don mal usado puede suscitar la avidez de recibir todavía más dones para recibir mayores alabanzas. Entonces en este caso, el Espíritu del Mal podría entrar en lugar del Señor, para seducir a los imprudentes con prodigios falsos.
Manteneos siempre alejados de todas las seducciones, de cualquier género que sean. Huid de ellas. Sentíos contentos de lo que Dios os conceda. Él sabe lo que os es útil y en qué manera. Y siempre pensad que todo don, además de don es prueba, una prueba de vuestra justicia y voluntad.
Yo os he dado a todos vosotros las mismas cosas. Pero lo que a vosotros os hizo mejores perdió a Judas. ¿Era, pues, un mal el don? No. Maligna era la voluntad de aquel espíritu…
De la misma manera ahora. Me he aparecido a muchos. No sólo para consolar y conceder dones, sino también para felicidad vuestra. Me habíais pedido que convenciera al pueblo, al que tratan de convencer los del Sanedrín de que no he resucitado. Me he aparecido a niños y a adultos, en el mismo día, en puntos tan distantes entre sí, que haría falta muchos días de camino para llegar a ellos. Pero para mí ya no existe la esclavitud de las distancias.
Y este hecho de aparecerme simultáneamente os ha desorientado también a vosotros. Os habéis dicho: “Éstos han visto fantasmas”. Vosotros, pues, habéis olvidado una parte de mis palabras: que de ahora en adelante estaré en Oriente y Occidente, en Septentrión y Mediodía, donde juzgue justo estar, sin que nada me lo impida y rápido como rayo que surca el cielo.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONOCELA
P3.- ARMAGEDÓN CELESTIAL
ESTA ES LA BATALLA FINAL.
MI VICARIO HA CAÍDO.
MI IGLESIA CAERÁ, PERO PRONTO SE LEVANTARÁ DE NUEVO
Jueves, 14 de febrero 2013 @ 18:00
Mi muy querida hija, la batalla por fin ha entrado en su última fase entre el Reino de Mi Padre, y el reino de Satanás.
Mirad como el maligno intenta engañar a los hijos de mi Padre, incluidos aquellos que siguen la verdad de mis enseñanzas. Nada es lo que parece. El poder de la masonería se ha incrementado y ha infectado no sólo el mundo de la política, sino la Casa de Dios: Mi Cuerpo en la tierra.
La Iglesia Católica es despreciada, más que cualquier otra iglesia en la tierra, porque proclama Mi Santa Palabra. Esto se debe a que ha sido guiada por Mí y está conforme a mis instrucciones dadas a la humanidad, ya que declaré que a través de Mi apóstol Pedro establecí Mi Iglesia sobre la tierra.
Mi Iglesia en la tierra ha sido el centro de los ataques del Maligno, que a lo largo de los siglos, ha dividido mi Iglesia y azotado todos los que practican Mis Sacramentos Santísimos.
Ni una sola vez el Maligno, cede en su plan para perseguir a mi Iglesia. Astuto, engañoso, arrogante, jactancioso y lleno de auto-importancia; él, el Engañador, cree que su poder es omnipotente. Él se dirige siempre, contra los que se les ha concedido la responsabilidad de dirigir a los hijos de Dios a la vida eterna.
Mi Iglesia Católica desde hace tiempo, sufrió terriblemente por la mano de Satanás. Ni una sola vez, La ha dejado realizar su deber sagrado para mí, en paz. Luego, para asegurarse de que él, el Maligno, pudiera causar el mayor daño posible; se infiltró en aquellos siervos sagrados míos, enviando a sus siervos para mezclarse entre ellos. Fue entonces cuando la Abominación del mal entró en Mi Iglesia.
Cuando el pecado fue cometido por los designados para nutrir las almas, FUI YO, Jesucristo, quien fue acusado y puesto en el banquillo.
El mayor engaño de todos fue cuando el Maligno convenció al hombre de que era Yo Jesús, Cabeza de la Iglesia en la Tierra Quién traicioné a la humanidad. La Humanidad nació con el pecado. El hombre sigue pecando, hasta que el tiempo de Mi Segunda Venida. Para que me descarten a Mí, como el Salvador del mundo, a causa de los pecados de los hombres; incluyendo aquellos cuya responsabilidad por las almas que han sido llevados por mal camino, será su perdición.
En lugar de la Verdad, permitirá a las mentiras de la bestia para corromper sus corazones.
Ahora mi iglesia está bajo el control del mal y muchos de ellos son víctimas de las mentiras, que ahora se les presentan, como la Verdad.
La verdad de Mis enseñanzas pronto será declarada como irrelevante y falsa.
La Ira de mi Padre en esta infestación en Mi Iglesia en la tierra, pronto se hará sentir entre sus siervos, en Mi Iglesia en Roma.
Esta es la batalla final. Mi Vicario ha caído. Mi Iglesia caerá, pero pronto volverá a levantarse.
Tu Jesús
EL FALSO PROFETA SE HARÁ CARGO DE LA SEDE DE ROMA
Domingo 17 de Febrero de 2013 a las 19.00 hs
Mi muy querida hija, el Cisma dentro de la Iglesia Católica, como fue predicho, ahora será visto por todo el mundo al ver La partida de mi amado Vicario Santo, el Papa Benedicto XVI que marca el principio del fin.
A través de ti, Mi profeta elegido, en los últimos dos años, traté de preparar a Mi Iglesia sobre la tierra para este triste suceso.
La élite masónica ha captado el control de Mi Iglesia y ellos ejercen el engaño más perverso a los católicos. Las Llaves de Roma están ahora en mis manos después de haber sido entregadas a Mi Padre. YO voy a dirigir a todos Mis seguidores para que la Verdad puede ser sostenida y que Mi Santa Palabra permanezca intacta.
El falso profeta ahora se hará cargo de la Sede en Roma y mi palabra, como lo fue en mi tiempo en la tierra, será tratada como una herejía.
No se equivoquen, porque así como el engaño se presenta al mundo, como si el nuevo reinado representa la Verdad; tú Mi hija, vas a sufrir terriblemente en Mi Nombre Santo lo mismo que los profetas que vinieron antes que ustedes.
Mis seguidores deben mantener la calma y orar por la salvación de todos mis siervos más sagrados que serán arrebatados en esta abominación. Les invito a responder de la siguiente manera:
Continúen siguiendo mis enseñanzas. Nunca renuncien a la Palabra de Dios. Permanezcan fieles a sus deberes sagrados y administren los Santos Sacramentos como lo han sido instruidos por Mí.
Las enseñanzas de la Iglesia Católica, basadas en su formación por Mi Apóstol Pedro, siguen siendo infalibles. Esto va a cambiará una vez que la Fundación sea sacudida por los cambios que vendrán.
Dentro de poco, ya no reconocerán mi Iglesia y se sentirán muy incómodos cuando sean testigos de cómo mi Palabra Santa será manipulada.
Tu Jesús
LOS HIJOS DE DIOS ESTARÁN BAJO EL DOMINIO DEL CUERNO PEQUEÑO, QUE SE SENTARÁ EN EL ESPLENDOR POMPOSO DE LA SEDE DE PEDRO
Lunes 18 de Febrero de 2013 a las 18:00 hs
Mi muy querida hija, conforme los cambios dentro de mi Iglesia se intensifiquen, así también aumentarán las voces de los falsos profetas, para respaldar la Abominación en mi Iglesia. Como yo te revelé a tiempo, profeta verdadero del Final de los Tiempos, Las mentiras se extenderán para confundir a todos aquellos que me siguen.
Por cada instrucción que te doy para el mundo; exactamente lo contrario será declarado por las bocas de los falsos profetas. Ellos declararán palabras de consuelo a mis seguidores, que encontrarán la verdad demasiado terrible de soportar.
A través de sus mentiras malvadas atraerán a los hijos de Dios bajo el gobierno del cuerno pequeño, que se sentará en el esplendor pomposo de la sede de Pedro.
Cuando te dije de la gran división en Mi Iglesia, yo no les dije cómo esto iba a pasar. Así que escúchenme ahora. Así como los sacerdotes durante mi tiempo en la tierra rechazaron Mi Santa Palabra, también lo harán los sacerdotes ahora, justo antes de mi Segunda Venida y me rechazarán Mí. No sólo van a rechazar mi palabra, dada a tí Mi hija amada, sino que van a aceptar los cambios, que se les impongan. Pero sus dones sagrados se volverán impotentes, tan pronto como acepten las blasfemias y las nuevas normas que les sean presentadas.
Mis fieles seguidores también serán divididos en su lealtad a Mi Iglesia en la tierra. Todo lo que deben hacer es seguir mis enseñanzas dadas a ustedes en el Libro de Mi Padre. No hay necesidad de correr en cualquier lugar, ya que estoy presente en medio de vosotros.
Ustedes saben la verdad. Han sido alimentados como cristianos. Así que cuando ustedes vean que los Mandamientos de Dios y mis enseñanzas están siendo re-escritos, y cambien los Santos Sacramentos, entonces deberán dar la espalda. No permitan que sus mentiras los asusten, más bien tengan miedo de aceptar estos nuevos actos malvados y leyes que pretenderán que vienen de Mí y que no entienden la Verdad.
Tu Jesús
DIRAN QUE ERA CULPABLE DE UN CRIMEN DEL QUE ES TOTALMENTE INOCENTE
Martes, 19 de febrero 2013 @ 14:30
Mi muy querida hija, por favor informe a mis discípulos que Mi Reino está cerca.
No se angustien, porque aunque la Corona de Espinas ha descendido sobre mi Vicario nombrado por Mí, Jesucristo, para gobernar a mi Santa Iglesia Católica y Apostólica, ha sido brutalmente derrocado. Vengo por fin, para traer la paz .
El año que viene va a ser muy cruel y muy doloroso para ustedes, Mis amados discípulos y para mi pobre papa verdadero. Él, contra el que maliciosa y deliberadamente conspiraron, ha sido tratado igual que YO, Jesucristo.
Mi Benedicto también fue golpeado y azotado. Ahora tratarán de matarlo, lo mismo que a mí me han matado.
Dirán que era culpable de un crimen del que es totalmente inocente.
Yo, vuestro amado Salvador salvaré a todos de la maldad, que será percibida por muchos para haber venido de mí, de mi comando.
Instruyo a mi iglesia como antes, pero sólo a través del poder del Espíritu Santo. Las Claves de Roma están a las órdenes de mi querido Padre. Yo, Jesucristo, estoy dispuesto a descender de nuevo en Mi Segunda Venida y quiero hacer saber que ustedes mis discípulos, sufrirán al igual que mis propios discípulos hicieron durante mi tiempo en la tierra.
Tú hija amada, están conmigo, encerrados dentro de Mi Sagrado Corazón, para que puedan unirse conmigo en el dolor. Yo derramo lágrimas por mi Papa inocente, amado en la tierra: Benedicto XVI, elegido por mí para conducir mi Iglesia durante los Úlltimos Días.
Hay que tener un tremendo valor, como el de aquellas víctimas voluntarias, que seguirán declarando Mi Santa Palabra, aún que estarán llenos de dudas terribles. Ellas saben que dentro de sus corazones estoy hablando con ellos ahora. Y sin embargo serán atacados con dudas, que serán causadas por aquellos que se niegan a aceptar mis mensajes a la humanidad y que aun asi están todavía dedicados a mí.
Ahora les doy esta Oración Especial. Se trata de una Oración Milagrosa para que todos aquellos que lo recitan sientan mi presencia en sus almas. También les ayudará a ver la verdad que yo les había prometido, y que siempre se le dará a su favor durante los últimos tiempos.
Cruzada de Oración (101) Oración Milagrosa para sentir la Presencia de Jesús
“OH Querido Padre Todopoderoso, Creador de todo lo que es y será, ayuda a todos los que pueden reconocer la presencia de tu Hijo amado, en la Iglesia de hoy, para que lleguen a ser muy fuertes.
Ayúdame a superar mi miedo, mi soledad y el rechazo que sufren de mis seres queridos, como yo sigo a tu Hijo, Jesucristo, mi Salvador.
Por favor, protege a mis seres queridos de caer en la trampa de creer en las mentiras, las cuales han sido diseñadas por Satanás para destruir, dividir y causar estragos entre los hijos de Dios.
Por favor, ayuda a todos aquellos que siguen la Abominación en Su Iglesia para que se salven de las llamas eternas del infierno. Amén “.
Mis amados seguidores, ya me conocen. Lo que veo ahora, dentro de la cáscara de lo que una vez fue mi Iglesia en la tierra, les dará náuseas. Van a llorar y llorar hasta que no sientan nada. Y luego, será cuando ustedes me llamen y me dirán:
“Jesús, sálvame de las mentiras de Satanás, para que pueda discernir la verdad de tu iglesia remanente.”
Voy a tranquilizaros con esto: Yo te llenaré con el Espíritu Santo. Yo te llenaré con las lágrimas de dolor y luego voy a reemplazar estas lágrimas con mi fuerza. Entonces no te importará, porque ÉL se hará cargo y te guiará en cada paso del camino.
Se les inspiró cuando se burlaban. Ustedes estarán llenos de Mi Espíritu de amor cuando se ríen de ti, por creer en mi Doctrina Santa. A continuación, ustedes perderán todo temor y éste será reemplazado por un sentimiento tan fuerte de mi amor por MÍ; que sólo entonces, se sentirán con un alivio total y la paz.
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Tu Jesús
P2.- EL TERCER SECRETO DE FÁTIMA
MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
24 DE FEBRERO DEL 2013
Amados hijos Míos:
SON MIS DELEITES, SON LA NIÑA DE MIS OJOS…
DESDE LAS ENTRAÑAS DE SU MADRE LES CONOZCO…
EN LA PALMA DE MIS MANOS LES HE SOSTENIDO…
EN MIS BRAZOS LES HE ARRULLADO Y LES HE DIRIGIDO POR EL CAMINO…
VOY DELANTE DE USTEDES CON EL AGUA PARA SACIARLES LA SED…
SON MI PUEBLO AL QUE NO DESAMPARO.
Mi Pueblo…. Mi Pueblo, el que sigue a dioses falsos dosificados en pequeñas dosis para que no perciban cuanto va en contra de Mi Amor, entregándoles al mal.
El espíritu demoníaco toma su botín entre aquellos que han dejado la fe y Me ofenden gravemente, arrojándome lejos de sus vidas, quedando ellos sin rumbo y a la deriva, siendo atrapados entre las redes del maligno.
Amados Míos:
GRANDES Y GRAVES CAMBIOS SE MEZCLAN EN LO COTIDIANO DEL SER HUMANO,
CAMBIOS EN LO SOCIAL, POLÍTICO Y RELIGIOSO.
PERMANEZCAN ATENTOS CON LA MENTE, LA RAZÓN Y EL CORAZÓN,
MÁS UNIDOS A MÍ QUE EN ANTERIORES INSTANTES, YA QUE NO HABRÁN OTROS COMO LOS QUE VAN A VIVIR.
Los poderosos les miran como a un código, Yo les miro desde la anchura de Mi Misericordia; así les llamo con insistencia a regresar a Éste que les Ama. Los instantes que esperaban aceleraron el pasar y el rumbo de las Profecías y aún no consagran a Rusia al Inmaculado Corazón de Mi Madre, siendo conocedores los que se han consagrado a Mi Servicio, de la trascendencia de esta Consagración que cambiaría el destino de la humanidad. (*)
Han conocido el Tercer Secreto que Mi Madre reveló en Fátima y lo han dejado de lado para no crear controversias con Mi Pueblo,
el cual camina a ciegas
ya que si conociera lo que Mi Madre anunció,
el corazón del hombre permanecería alerta y atento a cuanto desciende de arriba y procuraría la santidad de la Institución de Mi Iglesia,
diferenciaría entre lo verdadero y lo que el impostor dará por bueno a Mis hijos,
siendo esto en cambio, grave ofensa contra Mí y contra Mi Madre,
la que será definitivamente desechada como un objeto.
MINISTROS MÍOS, NO NIEGUEN LA EXPLICITACIÓN DE MI PALABRA;
SOY EL QUE SOY Y NO ACALLARÉ MI VOZ.
¡SI TAN SÓLO ME ESCUCHARAN! …
Mi Pueblo debe ser guiado con la Verdad, sin intereses de ninguna clase, sin proyecciones económicas, sino guiados hacia el Crecimiento Espiritual y hacia el cumplimiento de Mis Preceptos.
Para ello no habrá otro camino que la Purificación de Mi Iglesia. No he deseado suntuosos templos, sino que cada uno de ustedes sea cumplidor de Mi Palabra en Espíritu y Verdad.
HAN CONTRISTADO MI SANTO ESPÍRITU, GRAVEMENTE.
En este instante Mi Amor se encuentra en los humildes y de corazón sencillo, en los que Me aman y son cumplidores de Mi Verdad.
Mis hijos deben permanecer dispuestos con la mente sana y clara, con el corazón vaciado de la mentira para poder recibir Mis Llamados de Amor y para que los acojan como el Tesoro que son.
MIS PROFETAS SERÁN PERSEGUIDOS PARA ACALLARME, PERO NO LO LOGRARÁN.
MI PALABRA ES ETERNA Y CONTINUARÁ LLEGANDO A MI PUEBLO, AL QUE NO DESAMPARO.
Oren, hijos Míos, por ustedes mismos para que la fe no flaquee.
Oren por Japón, padecerá.
Oren por China, sembrará temor.
Amados Míos, los vientos serán más fuertes, presagiando la dureza que ha despertado. Los volcanes lanzarán su furia al tomar el dueño de la mentira a Mi Pueblo, haciéndole cautivo.
HIJOS, NO TEMAN, NO TEMAN.
ENVIARÉ DE LO ALTO A MIS LEGIONES A DEFENDER A MI IGLESIA
Y CON ELLAS ENVIARÉ A UN DEFENSOR QUE LUCHARÁ CONTRA EL MAL Y CONTRA EL ANTICRISTO AL QUE VENCERÁ.
Al final Mi Pueblo cautivo será liberado, luego de haber sufrido y haber sido llevado como ovejas al degolladero.
YO MOSTRARÉ MI PODER A LOS INCRÉDULOS Y
LES ARROJARÉ AL FUEGO POR HABER BLASFEMADO CONTRA MÍ.
HIJOS MÍOS, NO SE DEJEN CONFUNDIR.
YO: EL ALFA Y LA OMEGA, SEPARARÉ AL TRIGO Y LO LLEVARÉ JUNTO A MÍ.
Les bendigo.
Su Jesús.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
Hermanos (as):
¡CUÁNTO AMOR DERRAMADO POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO!
¡CUÁNTOS LAMENTOS Y CUÁNTOS LLAMADOS!…
Palpamos que éstos no son para un instante lejano sino para éste que vivimos y que ya casi nos atropella con el poder de unos cuantos.
No nos sentimos solos, Cristo y la Madre Santísima defenderán a Su Pueblo junto a Sus Legiones. Pero con humildad, digamos: CREO EN TÍ, SEÑOR, PERO AUMENTA MI FE.
Hermanos, permanezcamos atentos, precisamente para no ofender con innovaciones a Quien es el REY DE LA GLORIA Y A SU MADRE Y MADRE NUESTRA.
Sólo y tan sólo mediante el Amor Divino, mediante el conocimiento de ese Amor Divino de parte nuestra y el uso de una razón libre de ataduras con el mal, es que seremos nuevamente el PUEBLO DIGNO DE TAN JUSTO REY.
Amén.
(*) EL DESACATO A LA CONSAGRACIÓN DE RUSIA
EL PAPA LO INTENTÓ
– Juan Pablo II, sintiendo la necesidad de atender el pedido de Nuestra Señora, lo intentó en 1982. Pero fué consagrado el mundo, no Rusia, y no participaban todos los obispos del mundo.
– Juan Pablo II lo intentó otra vez en 1984, pero tampoco pudo ser, pues no participando todos los obispos, no era válido el acto, (de acuerdo a lo que fué pedido en Fátima), y por lo tanto tampoco se nombró a Rusia.
– Juan Pablo II, al final de la ceremonia, reconoció que no pudo ser. El Vaticano nunca ha afirmado que Rusia ya fué consagrada válidamente.
– Ni Sor Lucía, ni Juan Pablo II, no admitieron nunca públicamente que la consagración del mundo, de 1984, haya satisfecho el pedido del Cielo, de acuerdo a lo que fué pedido en Fátima. Al contrario.
NO HAY PAZ EN EL MUNDO
La Consagración de Rusia no fué realizada válidamente aún, pues el Cielo prometió la paz para el mundo, si sus pedidos fueran cumplidos. Y todos podemos ver que no hay paz en el mundo. Esto solo puede significar que no fué cumplido el pedido del Cielo.
– Si hubiéramos cumplido tendríamos paz. Es lógico, ¿no? ¿O vamos a pensar que el Cielo miente? Algunos serían capaces de ello.
12 PREGUNTAS SOBRE LA CONSAGRACIÓN DE RUSIA
1.- ¿Qué es una “Consagración”?
Respuesta: La Consagración es una ceremonia por la cual una persona, o grupo de personas, o cosas, son designadas aparte y dedicadas al servicio de Dios u otro propósito sagrado. C.f. Consagración de Rusia
2.- ¿Qué significa “Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María”?
R: El 13 de julio de 1917 Nuestra Señora dijo a Sor Lucía en Fátima:
«Dios va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, el hambre, y persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. … Para impedirlo vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón.»
El pedido de Nuestra Señora es muy sencillo: “Rusia, la causa de tanto dolor en el Siglo XX, debe ser apartada, y hecha sagrada por su consagración a la Madre de Dios Hijo”. No se pidió consagrar el mundo, sino Rusia.
3.- ¿Por qué es necesario consagrar
Rusia en particular?
R: Porque
“Rusia será el instrumento escogido por el Cielo para castigar al
mundo”, si no obtenemos la gracia de su conversión. Nuestro Señor confió a
Sor Lucía que Rusia no se convertiría a menos que no fuera consagrada:
«Porque quiero que toda mi Iglesia reconozca esa consagración como un triunfo
del Inmaculado Corazón de María, para después extender su culto y poner, al
lado de la devoción de Mi Corazón
Divino, la devoción a este Corazón Inmaculado.» Y porque es la voluntad de
Dios.
4.- ¿Y si la Consagración de Rusia no se hace?
R: Nuestra Señora dijo que si la Consagración no fuera hecha, como fué
pedido en Fátima, entonces:
«Rusia esparcirá sus errores por el mundo promoviendo guerras y persecuciones a
la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que
sufrir, varias naciones serán aniquiladas.»
De la misma manera, la conversión milagrosa de Rusia después de su
Consagración, y la paz que se concederá al mundo, será una señal del poder de
la gracia de Dios actuando a través de los ministros de su Iglesia, y la
intercesión del Corazón Inmaculado de María.
5.- ¿Cómo se supone que
debe ser realizada esa Consagración exactamente?
R:
Nuestra Señora se apareció a Sor Lucía en Tuy, España, el 13 de Junio de 1929
para decirle:
«Ha llegado el momento en que Dios pide que el Santo Padre haga, en unión con
todos los Obispos del mundo, la Consagración de Rusia a mi Corazón Inmaculado.»
Y prometió salvarla por este medio. Esta expresión “por este medio”,
es conclusiva, significa que la Consagración no es meramente un símbolo, sino
que es el mismo medio por el cual será lograda la conversión.
Sin el acto de consagración no habrá una conversión de Rusia, y sin la
conversión, los errores de Rusia continuarán infestando el mundo, produciendo
persecuciones a la Iglesia, el martirio de los buenos, la
“aniquilación de varias naciones”, como fué anunciado.
Sor Lucía ha explicado
muchas veces “que el acto de consagración requiere que el Papa escoja una
fecha en la cual mande a los obispos del mundo entero hacer, cada uno en su
propia catedral y al mismo tiempo con el Papa, una ceremonia solemne y pública
de Reparación y Consagración de Rusia.”
6.- Pero…, ¿No es Fátima simplemente una aparición privada que ningún Católico
tiene que creer?
R: Rotundamente no. Las apariciones de Fátima fueron confirmadas por un
milagro público, testificado por 70.000 personas: el Milagro del Sol.
Su Santidad Juan Pablo II declaró en Fátima, en 1982, que el mensaje de Fátima «impone una obligación sobre la Iglesia.»
Juan Pablo II intentó dos veces consagrar a Rusia, (13 de Mayo de 1982, 25 de Marzo de 1984), pero Rusia no fué mencionada, y no participaron todos los obispos del mundo. Fue consagrado el mundo, pero no Rusia.
7.- ¿Consiguió el Papa realizar la Consagración de Rusia, el 25 de Marzo de 1984?
R: ¡No! Sor Lucia misma declaró en una entrevista a la revista “Sol de Fátima”, en Septiembre de 1985, que “el acto del 25 de marzo de 1984 no satisfizo el pedido de Nuestra Señora, porque no hubo la participación de todos los obispos, ni mención específica de Rusia.”
El 20 de julio 1987, entrevistada rápidamente mientras iba a votar, Sor Lucía confirmó al periodista Enrico Romero que la consagración de Rusia todavía no ha sido realizada, “porque Rusia no fué nombrada explícitamente en ese acto de consagración”.
Y Juan Pablo II reconoció después de la ceremonia de 1984, que la Santísima Virgen todavía espera la consagración de otras gentes (Rusia): «Iluminad especialmente las gentes, de las cuales Vos misma estáis esperando nuestra Consagración y entrega.» -C.f. L´Osservatore Romano
(Publicado por L`Avvenire, órgano oficial de los Obispos Italianos.)
8.- ¿No era suficiente la Consagración del mundo, en 1984, para cumplir lo pedido por Nuestra Señora?
R: ¡No! Desde el principio Sor Lucía insistió: «Rusia debe ser mencionada específicamente, en ese acto de consagración.»
En 1929 en Tuy -España-, la Santísima Virgen vino a decirle: “ha llegado el momento de pedir al Santo Padre la Consagración de aquel país.”
En 1978, en una entrevista con el Padre Umberto Pasquale le preguntó:
«¿Ha hablado alguna vez Nuestra Señora de la consagración del mundo?»
Sor Lucía dijo: «¡No, Padre Umberto, nunca! En Cova de Iria, Nuestra Señora prometió: “Vendré a pedir la consagración de Rusia”.»
9.- ¿La caída del comunismo, no demuestra que Rusia se ha convertido, y que la ceremonia debió haber sido efectiva?
R: ¡No! En 1997 Rusia decretó una legislación que discrimina a la Iglesia Católica. A los sacerdotes y religiosas solo daban visas por 3 meses, no renovables. El Vaticano condenó esta ley como un retroceso.
¡No ha habido conversión!
Los musulmanes son diez veces más que los católicos en Rusia, y la revolución Rusa, exportada en varias formas y maneras
confirma la profecía: «Rusia esparcirá sus errores por todo el mundo.»
10.- ¿Es ya demasiado tarde para la Consagración de Rusia, dado que sus errores ya han sido difundidos?
R: ¡No! Nuestro Señor dijo a Sor Lucía en Rianjo, agosto de 1931:
«¡No quieren hacer caso a mi pedido! … Como el Rey de Francia, se arrepentirán y lo harán, pero ya será tarde. Rusia ya habrá difundido sus errores por el mundo.»
Nuestro Señor confió a Sor Lucía, sobre la Consagración: «Nunca será tarde para recurrir a Jesús y a María.»
Y Nuestra Señora profetizó: «Al final mi Corazón Inmaculado triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia que se convertirá y será concedido al mundo algún tiempo de paz.»
11.- ¿Porqué es tan urgente la Consagración de Rusia?
R: Nuestra Señora advirtió en Fátima, en el Segundo Secreto:
«Si no atendieran a mis deseos, Rusia esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas.»
Todavía no hemos visto la aniquilación de las naciones, aunque los acontecimientos ya lo presagian. ¿Tenemos que esperar hasta que esto suceda…, que varias naciones sean aniquiladas, para que cumplamos exactamente lo que nos pidió Nuestra Señora?
12.- Pero si el Papa cree que ya se ha hecho la Consagración, ¿qué derecho tiene alguien de preguntarle?
R: El Papa NUNCA ha declarado públicamente que la consagración de Rusia ha sido realizada válidamente. Al contrario, las palabras de Juan Pablo II, citadas en el Osservatore Romano, demuestran que él sentía, que aún debían ser consagrados algunos pueblos. (Rusia)
Sor Lucía confirmó al periodista Enrico Romero, el 20 de Julio 1987: «La Consagración de Rusia, todavía no ha sido realizada, porque Rusia no fué nombrada explícitamente.»
A partir de 1989 aparecieron supuestas cartas de Sor Lucia, escritas a máquina y en PC, diciendo que el Cielo aceptó la consagración del mundo de 1984. (Sor Lucía ni escribe a máquina, ni en PC.) Son falsas.
P.D.
Los fieles tienen el derecho, dado por Dios, para suplicar al Pontífice en asuntos que afectan al bien de la Iglesia. Esto fué definido como Doctrina Católica por dos concilios: Vaticano I (1870), y el segundo Concilio de León (1274); y garantizado por la Ley Canónica. (Canon 212).
– El bienestar de la Iglesia y la seguridad del mundo lo requieren.
RUSIA NO HA SIDO CONSAGRADA VÁLIDAMENTE
Como fué pedido en Fátima. Y a pesar de que Juan Pablo II lo reconoció, se propagan muchas mentiras y engaños sobre Fátima. Es algo muy grave, pues del mensaje de Fátima depende el bienestar de las naciones.
3.- YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
La luna nueva parece una brillante hoz, pero su luz es escasa y en breve la campiña ya no la verá. Por un sendero solitario, un viajero camina llevando un farol, cuya luz apenas es suficiente para alumbrar el breve espacio a su alrededor. Al meterse la luna, pareciera que también disminuye la luz del farol y en medio de la negrura de los campos, parece un punto claro en movimiento.
En el horizonte, el alba se prepara para emerger. Cerca de un puentecillo, al parecer descansando, está otro viandante sentado sobre un tronco junto a ribera y muy envuelto en su manto.
El que lleva el farol se detiene dudoso. No sabe si continuar o regresarse. O cruzar el riachuelo, sobre las piedras grandes que sobresalen y que son como un resbaladizo conjunto disperso, que podría servir para pasar al otro lado.
El que está sentado, observa al que se ha detenido. Luego se pone de pie y dice:
– No tengas miedo. Ven. Soy un compañero bueno, no un ladrón.
El viajero dudoso no se mueve.
El otro continúa:
– Ven mujer, no temas. Caminaremos juntos por un tiempo. Te servirá.
Ella se deja convencer, primero por la dulzura de la voz y también por la fuerza misteriosa que la atrae irresistiblemente hacia su interlocutor.
Avanza mientras dice:
– Nada puede servirme.
El alba va emergiendo lentamente y es posible distinguir a un lado del sendero, trigales en espera de la hoz. Y del otro lado, campos ya segados, con sus gavillas listas.
La mujer mira las gavillas y dice en voz baja:
– ¡Malditos!
El otro viandante no contesta.
El amanecer despunta con sus colores dorados y purpúreos y avanza diluyendo la oscuridad. La mujer apaga el farol y levanta la cara para mirar el crepúsculo matutino. La luz del oriente ilumina un rostro que el llanto ha demacrado.
Levanta su puño y dice otra vez:
– ¡Maldito seas!
El hombre protesta:
– ¿El día? Dios lo ha hecho. Así como también el trigo. Son regalos de Dios. Y no hay que maldecirlos…
Ella contesta enojada:
– Los maldigo. Maldigo el sol y la mies. Tengo razón.
– ¿No te han servido por tantos años? ¿El sol no te ha ayudado a que se madure el pan diario; a que la uva se convirtiera en vino; las verduras y las frutas del huerto aderezar? ¿Y ha hecho que crezcan los pastos con que se nutren las ovejas y los corderos, que te dan carne, leche y lana, para que te cubras? ¿No te ha dado el trigo pan a ti y a tus hijos, a tu padre, a tu madre y a tu esposo?
Hay una explosión de llanto y un grito angustioso.
Y ella dice entre sollozos:
– ¡Ya no tengo esposo! ¡Ellos me lo mataron! Había ido a trabajar, porque tenemos siete hijos y no nos alcanza lo poco que tenemos, para apagar el hambre de diez personas. Ayer por la noche llegó diciendo: ‘Estoy cansado y me siento trastornado.’ Se acostó sobre la cama y estaba ardiendo por la fiebre. Su madre y yo lo atendimos como pudimos y pensábamos ir por el médico a la ciudad… Pero después del canto del gallo se me murió.
Lo mató el sol. Voy a la ciudad a abastecerme de lo necesario. Cuando regrese avisaré a sus hermanos. Dejé a mi suegra velando a su hijo y cuidando de los míos. Vengo por necesidad… ¿Y no debo acaso maldecir al sol, que abrasa y mata, y a las mieses?
Prorrumpe en un estallido de dolor. Y ella dice todo lo que no ha dicho en su casa; ‘Para no despertar a los niños que dormían en la habitación próxima…’ Le parece estar a punto de explotar, por todo lo que pesa sobre su corazón. Recuerdos de amor y ansias del porvenir. Ansias propias de una viuda, todo surge atropellado y confuso, como una avalancha.
El hombre, compadecido por su dolor, deja que se desahogue para que pueda consolarse. Y la laxitud siguiente a la catarsis del dolor, la haga capaz de escuchar y comprender a quién consuela…
El hombre dice con dulzura:
– En Naím, en Nazareth, en Cafarnaúm y en lugares aledaños; hay discípulos del Rabbí de Nazareth. Ve con ellos…
Ella contesta desconsolada:
– ¿Y qué quieres que ellos hagan? Si el viviese… ¡Pero ellos! ¡No son santos! Mi marido estuvo en Jerusalén aquel día. Y sabe… ¡Oh, No! ¡Supo! ¡Ahora también él está muerto! ¡Ahora no sabe nada! ¡Se me ha muerto!
– ¿Qué hizo tu marido aquel día?
– Cuando lo despertó la gritería de la calle, corrió a la terraza de la casa donde estaba con sus hermanos y vio pasar al Rabbí, cuando lo conducían al Pretorio.
Y junto con otros galileos, lo siguió hasta que Él murió en la Cruz. A él y a otros los apedrearon, cuando vieron el grupo de galileos que estaban en el Monte Calvario. Luego los arrojaron abajo… Ahora mi marido está muerto… ¡Oh si por lo menos pudiese comprobar todavía, que es por haber compadecido al Mesías, que ahora está en la paz!
– Habrá visto entonces que había discípulos en el Gólgotha. Tal vez todos los galileos fueron como tu marido…
– ¡Oh, no! ¡Muchos de Nazareth le volvieron la espalda! Todo se sabe… ¡Qué vergüenza!
– Entonces sí muchos, aun de Nazareth no tuvieron amor por su Jesús… Él sin embargo los ha perdonado y muchos se santificarán en el porvenir. ¿Por qué juzgar de igual modo a todos los discípulos del Mesías? ¿Quieres ser más rigurosa que Dios? Dios concede mucho a quién perdona…
– El Buen Rabbí no vive más. ¡Ya no vive! Y mi marido ha muerto…
– El Rabbí dio a sus discípulos el poder de hacer lo que Él hacía…
– Puedo creerlo. ¡Pero sólo Él vencía a la muerte! ¡Sólo Él!
– ¿Y acaso no está escrito que Elías devolvió el espíritu al hijo de la viuda de Sarepta? En verdad te digo que Elías fue un gran profeta, pero te aseguro que los siervos del Salvador que ha muerto y resucitado, porque Él es el Hijo del Dios Verdadero que se Encarnó para redimir a los hombres, tienen un poder mayor…
Porque Él en la Cruz fue a los primeros que perdonó, al conocer por divina sabiduría, el verdadero dolor de sus espíritus contritos. Los ha santificado después de su Resurrección, al perdonarlos de nuevo. Les ha infundido el Espíritu Santo, para que puedan REPRESENTARME dignamente con la palabra y con los hechos… Para que el mundo no se quede solo después de que parta.
De forma inconsciente, la mujer da un paso atrás, sin saber qué hacer. Se descubre el velo para ver mejor a su compañero, más no lo reconoce. Piensa que ha comprendido mal. Y ya no se atreve a hablar…
El Hombre continúa:
– ¿Me tienes miedo? Primero me tomaste por un ladrón dispuesto a quitarte el dinero que llevas en el seno; con el que vas a comprar lo necesario para la sepultura. Y tuviste miedo. ¿Y ahora tienes miedo de verificar que Soy Jesús? ¿No es acaso Jesús, Quien da y no quita? ¿El que salva y no destruye? Regresa mujer. Yo Soy la Resurrección y la Vida. No hay necesidad de sudario, ni de aromas para el que ya no está muerto… Porque YO SOY EL QUE VENCE A LA MUERTE Y PREMIA A QUIEN TIENE FE… ¡Ve a tu casa! Tu marido vive. Jamás queda sin premio el que tiene Fe en Mí.
Jesús hace como si intentara bendecirla, para después irse….
La mujer sale de su atolondramiento. No pregunta. No duda… Y cae de rodillas en señal de adoración. Y sacando de su seno una bolsa pequeña…
La ofrece diciendo:
– No tengo otra cosa. Es sólo para demostrarte mi reconocimiento, para honrarte, para…
Jesús la interrumpe:
– Ya no tengo necesidad de dinero, mujer. Llévalo a mis apóstoles.
– ¡Oh, sí! Iré con mi marido. ¿Entonces, qué puedo darte, mi Señor? Tú te me apareces… Luego este milagro… ¡Y Yo no te reconocí!… ¡estoy tan nerviosa! ¡Y he sido tan injusta con las criaturas!…
– ¡Y pensabas que existen, porque Yo Existo! Y que Dios hizo bueno todo. Si el sol no hubiera existido, ni el trigo… ¡No habrías alcanzado este favor!
La mujer llora al recordar y exclama:
– ¡Pero lo que sufrí!
Jesús sonríe y muestra sus manos diciendo:
– Ésta es una mínima parte de mi dolor. Todo lo bebí sin lamentarme, por vuestro bien.
Ella se postra hasta el suelo y dice:
– Es verdad. Perdona mis lamentos.
Jesús desaparece envuelto en su luz maravillosa.
Y cuando ella levanta el rostro, comprueba que ha quedado sola en medio del sendero. Se pone de pie y mira a su alrededor. El sol alumbra en todo su esplendor y lo único que ve son los campos con sus trigales.
Satanás la tienta en su mente para hacerla dudar… es solo un instante de incertidumbre. Sopesa la bolsa en sus manos… Pero decide dar el Salto de Fe…
Ella se dice a sí misma:
– ¡No lo he soñado!
Y dando media vuelta y regresa ligera como si el viento la llevara hacia la llanura de Esdrelón… Sin fatiga alguna, con su cara serena y llena de alegría.
Repite de vez en cuando:
– ¡Cuán Bueno es el Señor! ¡Él es verdaderamente Dios! ES DIOS. ¡Sea Bendito el Altísimo y El que Él ha enviado!
Y empieza un canto de alabanza, mientras corre veloz hacia su casa. Su letanía se mezcla con el canto de los pajarillos y va tan absorta, que no escucha los saludos de los segadores al verla pasar…
Que le dicen:
– Raquel, ¿De dónde vienes tan temprano por la mañana?
Uno la alcanza y le pregunta:
– ¿Se siente mejor Marcos? ¿Fuiste por el médico?
Ella responde, sin disminuir su carrera:
– Marcos murió con el canto del gallo… ¡Y ha resucitado, porque el Mesías del Señor lo hizo!
El hombre murmura:
– Pobrecita, ¡El dolor la hizo enloquecer!
Y moviendo la cabeza, regresa a dónde están sus compañeros que han empezado a segar el trigo. Les dice las respuestas de la mujer…
A los campos llega cada vez más gente. La curiosidad gana a muchos y deciden y deciden ir en pos de la mujer.
Ella llega hasta una pobre casita, baja y solitaria que está junto a los campos. Se aprieta las manos contra el pecho y entra.
Una anciana se arroja en sus brazos…
Exclamando:
– ¡Oh, hijita mía! ¡Qué gracia la del Señor! ¡Ten valor hija, porque lo que tengo que decirte, el algo realmente grandioso! ¡Algo tan dichoso, que…!
Raquel contesta dichosa:
– ¡Lo sé, madre! Marcos ya no está muerto. ¿Dónde está?
– ¡Lo sabes!… Pero, ¿Cómo?
He encontrado al Señor. No lo reconocí al principio. Pero Él me habló y me dijo: ¡Tú marido vive! Pero aquí… ¿Cuándo sucedió?
La anciana contesta:
– Yo tenía la ventana abierta y miraba los primeros rayos del sol, que daban sobre la higuera. Cuando oí un profundo suspiro, cómo de alguien que se despierta. Me volví espantada y vi a Marcos que se sentó, apartó la manta y el sudario que habíamos puesto sobre su rostro… Y miraba a lo alto con una cara…
Luego me miró y me dijo: “¡Madre, estoy curado!” Casi me da un síncope… él comprendió y me ayudó a asimilarlo. No se acuerda de nada. Dice que sólo recuerda cuando lo pusimos en la cama y luego, después vio a un ángel, que tenía el rostro de Rabbí de Nazareth y le dijo: ¡Levántate!… Y Marcos se levantó. Exactamente en el momento en que el sol aparecía en el horizonte…
Raquel exclama admirada:
– Fue cuando me dijo, “Tu marido vive” ¡Oh, madre qué gracia! ¡Cómo nos ama Dios!”
Los que la siguieron llegan y las encuentran abrazadas y llorando. Creen que Marcos murió y en un momento de lucidez, comprendieron su desventura.
Pero Marcos ha oído las voces y aparece sereno en el umbral, abrazando al más pequeñito de sus hijos y con los otros asidos a su túnica.
Marcos afirma sin vacilar:
– Aquí estoy. ¡Bendigamos al Señor!
Los recién llegados lo colman de preguntas y como suele acontecer en lo humano, inmediatamente se levanta la contradicción. Algunos creen que verdaderamente ha resucitado. Pero la mayoría rebaten que sólo cayó en un sopor comatoso. ¡Pero que no murió!
Algunos admiten que sí se le apareció a Raquel y la mayoría declara que ‘Todos están locos’ porque Él murió crucificado….
Unos pocos sostienen:
– Ha resucitado. Pero ha de estar tan irritado… ¡Y debe de estarlo! No creo que quiera hacer más milagros a su pueblo asesino…
Marcos pierde la paciencia y grita:
– Decid lo que os plazca. ¡Y decidlo dónde queráis! Basta con que no lo digáis aquí, dónde el Señor Jesús me ha resucitado. ¡Y largaos ya desgraciados! ¡Quiera el Cielo abriros la cabeza, para qué creáis! ¡Ahora lárguense y déjennos en paz!
Los arroja fuera. Cierra la puerta.
Estrecha contra su pecho a su mujer y dice:
– Nazareth no está lejos. Voy a ir allá a proclamar el milagro.
Raquel contesta:
– Tal es la voluntad del Señor, Marcos. Llevaremos este dinero a sus discípulos. Vayamos a alabar al Señor, así como estamos. Somos pobres, pero Él también lo fue… Y sus apóstoles no nos despreciarán.
Marcos contesta:
– ¡Vamos pronto!
Y amarra las sandalias a los niños, mientras su madre echa provisiones en un saco y Raquel cierra las puertas y las ventanas. Caminan ligeros, llevando en brazos a los más pequeños… Van presurosos hacia el oriente…
Mientras tanto en Galilea…
Es una noche tranquila y bochornosa. No hay ni un ligero esbozo de aire. Las estrellas palpitan en el cielo nocturno y el lago parece un espejo terso, bordeado por las plantas de la ribera, totalmente inmóviles por la ausencia de viento.
El unico movimiento del lago, es un leve golpeteo de las aguas en la playa. Las poquísimas barcas, apenas se distinguen entre la neblina que está posada sobre la plácida superficie del lago.
Cercanas a la playa, están unas pocas enramadas junto al promontorio y protegidas entre un montón de árboles. Son de los pescadores que las tienen aparcadas sobre la arena seca y solo unas pocas las han sacado para ir a pescar.
De una puerta, se asoma la cabeza de Pedro que otea el cielo y el lago. Luego sale y se puede apreciar que solo viste la túnica corta y está descalzo. Entra en el agua hasta cubrir sus muslos y acaricia el borde de su barca.
Se acercan los hijos de Zebedeo y comentan:
– ¡Espléndida noche!
– Dentro de poco saldrá luna.
– Habrá pesca.
– Pero con remos.
– No hay viento.
– ¿Qué hacemos?
Hablan despacio, con frases cortas, cómo hombres acostumbrados a la pesca, a las maniobras de la vela y de las redes, que exigen toda su atención y por eso son parcos con las palabras.
– Vámonos.
– Venderemos parte de la pesca.
Andrés, Tomás y Bartolomé, los alcanzan en la ribera.
Bartolomé exclama:
– ¡Qué noche tan calurosa!
Tomás pregunta:
– ¿Habrá tempestad? ¿Recordáis aquella noche?
Santiago de Zebedeo contesta:
– ¡Oh, no! Calma, tal vez neblina, pero tempestad, no. Yo… yo voy a pescar. ¿Quién viene conmigo?
Tomás está sudando y dice:
– Vamos todos. Tal vez estemos mejor que aquí… Sí, Simón de Jonás. Esta pesca me hará recordar tantas cosas…
Pedro confiesa:
– ¡Eh, a todos nos recordará muchísimas cosas! Y cosas que no volverán… Íbamos con el Maestro en esta barca por el lago. Yo la adoraba como si fuese un palacio y me parecía que no podría vivir sin ella. Pero ahora que Él ya no está en la barca… el estar en ella, ya no me produce ninguna alegría…
Bartolomé suspira y dice:
– ninguno tenemos la alegría de las horas pasadas. Ya no es la misma vida. Y aun mirar hacia atrás… Entre las horas presentes y las pasadas, están en medio esas horribles…
Pedro decide cortar por lo sano y exclama:
– ¡Venid pronto! Tú al timón y nosotros a los remos. Vamos hacia la curva de Ippo. Es un buen lugar. ¡Ea! ¡Adelante!
Pedro empieza a bogar y la barca se desliza majestuosa sobre el agua.
Bartolomé lleva el timón. Tomás y Zelote son los ayudantes, prontos a arrojar las redes que están preparando. La luna se refleja cómo una avenida diamantina, sobre la plácida superficie del agua.
Los apóstoles, con palabras lentas y pausadas, comentan:
– Nos acompañará hasta el amanecer.
– Si no hay niebla.
– Los peces salen del fondo, porque la luna los atrae.
– Si tenemos buena pesca, seremos afortunados. Porque ya se nos acabó el dinero. Con lo que pesquemos, compraremos pan y lo llevaremos junto con los pescados, a los que están en el monte.
Zelote dice con admiración:
– ¡Bogas bien, Simón! No te has olvidado de ello…
Pedro contesta:
– Así es… ¡Maldición!
Los demás preguntan.
– ¿Qué te pasa?
Pedro se disculpa:
– Es que el recuerdo de Judas me persigue por doquier. Me acordé de aquel día en que competimos por ver quién bogaba mejor. Y él…
Zelote pregunta:
– Yo por mi arte pienso que una de las primeras veces en que presentí su abismo de perfidia, fue aquel día en que casi chocamos con las barcas romanas… ¿Os acordáis?
Tomás responde:
– ¡Qué si nos acordamos! Pero… ÉL lo defendía… Y nosotros… Entre las defensas que hacía el Maestro y la doblez de… No era posible percatarse…
Pedro:
– ¡Hum! Yo más de una vez… Pero me decía a mí mismo: ‘No juzgues, Simón’
Santiago de Alfeo:
– Tadeo siempre sospechó de él.
Santiago de Zebedeo da un golpecillo al codo de su hermano y dice:
– Lo que no puedo creer, es que éste no supiera nada.
Juan no responde y se limita a bajar la cabeza.
Tomás:
– Ya no hay porqué ocultarlo…
Juan se defiende:
– Lucho por olvidar. Es lo que se me ordenó. ¿Por qué queréis que desobedezca?
Zelote interviene en su defensa:
– Tiene razón. Dejémoslo en paz.
Pedro ordena:
– Bajad las redes. Despacio. Ustedes, bogad… Bartolomé, da vuelta hacia la izquierda. ¿Está la red extendida? Todos a los remos y esperemos…
Pasan el tiempo. De vez en cuando sacan la red, pero está vacía y la sumergen de nuevo. Se van a otra parte del lago… Y el resultado es el mismo. Pasan las horas, van a diferentes lugares del lago y todos los intentos, obtienen el mismo resultado… Cuidadosamente bogan tratando de evitar los escollos y están a punto de darse por vencidos, cuando…
Una voz llega desde la playa, haciéndolos estremecer:
– ¡Oíd vosotros los de la barca! ¿No tenéis nada para comer?
Sacuden las espaldas y responden:
– ¡No! –Y entre sí comentan- ¡Nos parece escuchar en todas partes su Voz!
El Hombre de la playa, vuelve a gritar:
– ¡Echad las redes a la derecha y encontraréis!
Ellos dudan un poco, pero finalmente hacen caso… Y luego…
El peso de la red, hace que se incline la barca.
Juan exclama:
– ¡Es el Señor!
Pedro pregunta atónito:
– ¿El Señor?
Varios dicen al mismo tiempo:
– ¿Dudas?
– Nos pareció reconocer su Voz…
– ¡Aquí está la prueba!
– Mirad la red.
– Es como aquella vez.
– ¡Oh, Jesús mío!
– ¡Señor! ¿Dónde estás?
Todos se esfuerzan por perforar el velo de la neblina. Aseguran la red a la estela de la barca y reman en dirección a la ribera.
Tomás recoge el remo de Pedro para que pueda ponerse la túnica corta sobre los calzones con los que estuvo pescando.
Luego se lanza en un clavado y nada hasta la playa, donde se encuentra con Jesús, que ya hizo una pequeña fogata y que lo mira sonriente y bondadoso.
Pedro está lleno de emoción, chorreando agua y no se atreve a nada más que a balbucear:
– ¡Señor! ¡Señor! –y se postra en adoración.
La barca ha llegado a la playa y de ella bajan los apóstoles, llenos de alegría…
Jesús ordena:
– Traed algunos pescados. El fuego ya está listo. Venid y comed…
Pedro corre a la barca, trae tres grandes y hermosos pescados. Los mata y les saca las entrañas con su cuchillo. Le tiemblan las manos, pero no de frío. Los lava, los lleva al fuego y cuida de que se asen bien. Los demás están adorando al Señor, pues es grandiosa su majestad.
Jesús dice:
– Venid. Aquí hay pan. Habéis trabajado toda la noche y estáis cansados. Ahora recuperad fuerzas. ¿Está todo listo Pedro?
Pedro está agachado sobre el fuego, con el rostro bañado en lágrimas y contesta con una voz más ronca que de costumbre:
– Sí, mi Señor.
Pone el pescado sobre una enorme hoja que le trajo Andrés.
Jesús ofrece y bendice. Divide el pan y los pescados y los distribuye. Todos comen con reverencia, como si estuviesen realizando un ritual sagrado.
Jesús los mira y sonríe. Después que terminan, fija su mirada en Pedro, le pone una mano sobre la espalda, lo detiene con fuerza y le pregunta:
– Simón de Jonás, ¿Me amas?
Pedro responde:
– ¡Claro Señor! Tú sabes que te amo.
– Apacienta mis corderos.
Luego de un minuto, Jesús vuelve a preguntar:
– Simón de Jonás, ¿Me amas?
Pedro contesta con voz trémula:
– Sí, Señor mío. Tú sabes que te amo.
– Apacienta mis corderos.
Por tercera vez, Jesús vuelve a preguntar:
– Simón de Jonás, ¿Me amas?
– Señor, Tú lo sabes todo. Tú sabes si te amo.
A Pedro le tiembla la voz, pues aun cuando está seguro de su amor, piensa que tal vez Jesús no lo está.
– Apacienta mis ovejitas. Tu triple confesión de amor ha borrado tu triple negación. Estás completamente puro, Simón de Jonás y Yo te digo: toma las vestiduras pontificales. Lleva la santidad del Señor en medio de mi grey. Cíñete tus vestiduras y tenlas así, hasta que de Pastor te conviertas en cordero. (víctima) En verdad te digo: cuando eras joven te ceñías tus vestiduras e ibas a donde querías. Pero cuando envejezcas, extenderás tus manos. Otro te ceñirá tus vestidos y te llevará a donde no te gustará. Pero ahora YO te digo: ‘Cíñete tus vestidos y sígueme por el mismo camino.’ Levántate y ven.
Se levantan y ambos se dirigen hacia la playa. Los demás, apagan el fuego con arena. Juan recoge lo que sobró y luego los sigue. Pedro oye sus pasos y voltea. Ve a Juan y señalándolo…
Pregunta a Jesús:
– ¿Y éste? ¿Qué será de él?
Jesús responde:
– Si quiero que se quede hasta que YO regrese, ¿A ti que te importa? Tú sígueme.
Caminan por la playa y Pedro quisiera hablar un poco más. Pero la Majestad de Jesús y las palabras que le acaba de decir, lo detienen. Se arrodilla. Los demás hacen lo mismo y todos lo adoran.
Jesús los bendice y les ordena que regresen. Ellos suben a la barca y a golpe de remo se alejan.
Jesús los mira partir.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONOCELA
N6.- “¡IBIS AD CRUCEM! I, MILES, EXPEDI CRUCEM.”
(¡Va a ir a la Cruz!) (A un soldado la cruz del problema)
Y Pilatos baja del Pretorio sin voltear a ver ni a la gente que mete confusión, ni al Hombre que ha condenado. Sale del atrio y se retira al interior de su palacio.
LA MISMA SENTENCIA HA SIDO APLICADA A LA IGLESIA
“¡Ibis ad Crucem! I, miles, expedi Crucem.”
Jesús se queda en medio del atrio de la Torre Antonia bajo la custodia de los soldados, en espera de la Cruz…
Detrás de la columna, Juan se cubre la boca para ahogar un grito de dolor… Es hora de ir por la Madre
HA SIDO CARGADA CON LA CRUZ Y VA A INICIAR SU CAMINO AL CALVARIO
¿CÓMO SUCEDIÓ ESTO?
LA MASONERÍA SE HA INFILTRADO EN MI IGLESIA SOBRE LA TIERRA Y PRONTO EL CISMA, TAL Y CÓMO FUE PROFETIZADO, CREARÁ DIVISIÓN Y DESCONCIERTO ENTRE MIS SIERVOS FIELES.
Miércoles 13 de Febrero 2013, 11:20 am
Mi hija amada, hay un grito en el cielo en este momento, al ver como la Corona de Espinas desciende a abatir mi Cuerpo, la Iglesia Católica, en la tierra.
Esta profecía dada a tí con mucho detalle en los últimos dos años, está sucediendo. Ahora mis revelaciones dadas a otros, pronto se harán realidad.
Muy pocos de mis siervos sagrados serán capaces de ignorar mis súplicas a la raza humana, en esta hora intempestiva en su tiempo. Pues ellos, el grupo de malvados, han comenzado su campaña para librar a la tierra de la verdad de Mis enseñanzas.
Mi Vicario Santo se ha visto obligado a esta acción y van a sufrir mucho como consecuencia de ello. (La Renuncia)
La Masonería se ha infiltrado en Mi Iglesia sobre la tierra y pronto el Cisma, como fue predicho, creará división y desconcierto entre Mis siervos fieles.
Muchos no tienen idea sobre el engaño con que se están presentando. Tampoco saben que el fundamento de mi Iglesia, la Iglesia Católica, ha sido reducido a polvo.
En su lugar, se levantará la Abominación y YO voy a intervenir y enviar señales para advertir a todas las almas DE LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN, de modo que puedan discernir la verdad, de la ficción.
No es el colapso de la Iglesia Católica que pronto será evidente, el que dividirá al mundo.
Será su participación en la creación de una Nueva Iglesia del Mundo, una única religión mundial, que introducirá el paganismo y la idolatría.
El falso profeta ha sido MUY BIEN PREPARADO y su tiempo llegó.
En colaboración con el Anticristo que llevará al mundo al borde del desastre… Pondrán al mundo de rodillas, pero NO VA A SER A DIOS al que le rendirán homenaje, será a la Bestia.
Insto a todos mis discípulos, mis seguidores cristianos en todas partes, a mantener la calma. Oren por la paz. Y permítanme a Mí su Jesús, ser el que les guíe desde este momento.
Hago un llamado a todos Mis cardenales, mis obispos y a mis siervos sagrados, (sacerdotes) para unan a su rebaño y se mantengan fieles a mis enseñanzas.
Presten mucha atención a lo que se les pedirá que prediquen. Porque ello va a cambiar. Sus homilías serán diseñadas y escritas, para un mundo secular y no tendrán ninguna sustancia.
En un intento por modernizar a la Iglesia Católica, esto es lo que se presentará a ustedes: La promoción de “todo incluido” en las congregaciones.
Todas las religiones en una sola, la llamada Iglesia Cristiana Unificada.
Todos los signos externos, pueden al principio parecer lo mismo, pero eso es lo que se supone que verán.
Poco a poco será deformada y ya no reconocerán Mi Sagrada Escritura, verán como nuevas palabras, nuevas frases y nuevos formatos para la presentación de los Sacramentos, serán colocadas delante de ti.
Habrá un pánico entre los verdaderos sacerdotes fieles conservadores, que estarán alarmados por el nuevo formato moderno que la Iglesia acogerá. Será cuándo pondrán en marcha un nuevo tipo de iglesia moderna alternativa.
Será a través de la red de la Masonería, que se ha infiltrado en todos los rincones de la Iglesia Católica, los gobiernos y los medios de comunicación, que esta abominación se presentará como una gran innovación.
Este es el comienzo del fin. Mi Presencia será discretamente desterrada por la nueva ceremonia de las Misas.
Toda la pompa y la ceremonia disfrazará un tabernáculo vacío, pues Mi Presencia Divina, ya no será permitida por Mi Padre.
Ustedes deben permanecer unidos y si son católicos, seguir asistiendo a misas diarias y recibiendo la Santa Comunión.
Pero todos los cristianos deben saber que ellos también serán atraídos a la Nueva Religión Mundial, trazada por las naciones que están en contubernio con los traidores de Mi Iglesia Católica.
Quieren crear una fachada secular, humanista…Fachada, que disimula el mal que será promovido, de manera sutil.
La batalla ha comenzado. Pero ustedes, Mis amados seguidores, son más fuertes de lo que creen.
Estoy aquí siempre. Y los he preparado bien.
Para sobrevivir, ustedes deben rezar ésta Oración:
Cruzada de Oración (100) Para la supervivencia del cristianismo
“¡Oh, querido Jesús, te ruego que nos des las habilidades para sobrevivir a las pruebas que enfrentamos, ya que el último y verdadero Papa, ha terminado su misión para Ti.
Ayúdanos a mantenernos firmes ante el abuso terrible que ahora tendremos que enfrentar a causa del Colapso de la Iglesia, que una vez conocimos.
Nunca permitas que nos aparten de la Verdad de Tu Palabra Divina.
Ayúdanos a permanecer en silencio, cuando los ataques sean colocados sobre nuestros hombros, para atraernos a darte la espalda a Ti, Amado Jesús y a los Sacramentos que le diste al mundo.
Colma a tu Ejército con el poderoso amor que necesitamos, como un escudo para protegernos contra el Falso profeta y el Anticristo.
Ayuda a Tu Iglesia en la tierra para difundir y multiplicarse, para que puedan adherirse a la verdad y así ayudarte a guiar a nuestros hermanos y hermanas en el Camino de la Verdad que nos prepare adecuadamente para Tu Segunda Venida. Amén “.
No se preocupen, discípulos míos. Todo está en Mis Manos Sagradas. Sean pacientes. No justifiquen ninguna de sus acciones, en mi Nombre. Ustedes no necesitan defenderse. Todo lo que tienen que hacer es proclamar Mi Palabra.
SU JESÚS QUE LOS AMA
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N5.- REFUGIO DE LOS PECADORES
Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Reciban la bendición de esta Madre que viene a Sus hijos, una vez más como tantas otras, con Mi Corazón abierto, el cual es “Refugio de todos los Pecadores”.
LES INVITO A MANTENERSE EN UNIDAD Y A PERDONARSE MUTUAMENTE
COMO MI HIJO PERDONA A LOS SUYOS.
En este instante, más que otros, ustedes como Pueblo de Mi Hijo y como hijos Míos,
DEBEN MANTENERSE EN UNIDAD.
Las legiones malignas se abalanzan sobre el Pueblo de Mi Hijo para destruirlo.
¿Y cuál arma más grande y poderosa que la desunión?
Amados, Mi Hijo vino a esparcir la semilla, la buena semilla por toda la Tierra, pero vinieron aves de rapiña, tomaron unas semillas que no estaban afianzadas a la tierra fértil y las llevaron a terrenos áridos en donde dieron fruto…
Pero no buenos frutos sino carentes de amor, carentes de paz, carentes de obediencia y desconocedores de la entrega hacia sus hermanos.
Estos frutos totalmente humanos, guiados por el mal, a pasos agigantados fueron tomando poder en la Casa de Mi Hijo aquí en la Tierra, recorrieron los pasillos, llevando oscuridad por doquier,
distorsionando la Voluntad de Mi Hijo y en su lugar, suplantándola con los desdenes y caprichos del maligno.
¡Tanta oración que les he solicitado por Mis hijos Predilectos!…
Y en muchos de ellos esta maléfica semilla humana ha dado fruto pero no el fruto de Mi Hijo,
sino el fruto que cayó en terreno árido y distorsionando la Palabra de Mi Hijo y dejándose invadir por los caprichos del mal oscurecieron la Casa de Mi Hijo,
cerraron las ventanas para que no penetrara la Luz Divina,
cerraron las puertas para tramar a escondidas y bajo la oscuridad planearon la caída de la Iglesia de Mi Hijo.
NUNCA EL MAL PREVALECERÁ SOBRE EL BIEN,
JAMÁS MI HIJO ABANDONARÁ A SU IGLESIA, A SU CUERPO MÍSTICO,
PERO ESTAS ALMAS QUE SE ENTREGARON A LA OSCURIDAD, HARÁN PASAR AL CUERPO MÍSTICO POR LA MÁS CRUENTA SENDA DE DOLOR EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.
USTEDES PERMANEZCAN EN FE, CONOZCAN Y RECONOZCAN A MI HIJO, CONOZCAN Y RECONOZCAN A ESTA MADRE QUE LES AMA,
Para que reforzados por Mi Amor hacia ustedes y con el rezo del Santo Rosario ante el cual los demonios son ahuyentados, se mantengan de pie y fortalecidos en la fe;
Pero para esto deben conocer a Mi Hijo, deben penetrar en las Escrituras y aceptar la Palabra y aceptar los Mandamientos y aceptar los Mandatos que Mi Hijo les legó.
USTEDES, PUEBLO AMADO, HIJOS DE MI CORAZÓN INMACULADO,
NO CEDAN ANTE LOS MODERNISMOS, NO CEDAN A LAS NUEVAS DOCTRINAS QUE LES DESEEN IMPLANTAR.
La Doctrina es una: “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. La Ley del Amor es incambiable, insuperable, y ésta conlleva la obediencia a Mi Hijo.
Amados Míos, la serpiente se mueve entre el Pueblo de Mi Hijo sigilosa y en silencio, sin que ustedes se percaten
y está envenenando a numerosa cantidad de Mis hijos para que reaccionen en contra de sus hermanos, para que lleguen a la traición,
para que lleven la oscuridad a todos Mis amados hijos.
PERO, “¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY MADRE DE TODA LA HUMANIDAD?”
¡Y NO PERMITIRÉ QUE EL ENEMIGO APLASTE AL CUERPO MÍSTICO!…
ES NECESARIA LA ORACIÓN,
ES NECESARIA LA MEDITACIÓN PARA QUE EL TEMOR Y EL MIEDO NO LES INVADAN Y LES IMPIDAN RAZONAR…
Y LES IMPIDAN DISCERNIR ENTRE LO QUE ES DEBIDO Y LO QUE NO ES DEBIDO.
LES LLEVARÁN HACIA FALSAS DOCTRINAS, REFORMAS Y MODERNISMOS QUE NO SON LA VOLUNTAD DE MI HIJO,
QUE SON CONTRARIAS A LA VOLUNTAD DE MI HIJO.
NO CEDAN,
MANTÉNGANSE FIELES A MI HIJO.
Ustedes tienen que mantenerse en fe, fusionados con la Voluntad Divina para que no sean engañados.
No se sumen a aquellos que lleguen a ustedes con falsas noticias de nuevas reformas que no son acordes al Amor y a la Fidelidad que predicó Mi Hijo para Su Pueblo.
Mi Hijo viene en su Segunda Venida a rescatar a sus fieles. Esto ocurrirá luego de la Purificación de toda la Iglesia,
luego de que el impostor sea arrojado del Trono de Pedro aquí en la tierra.
YA VENDRÁ EL MISMO PEDRO A SENTARSE EN SU SILLA JUNTO A MI AMADO HIJO
Y REINARÁ EN LA IGLESIA SANTA Y REMANENTE.
Pero Yo, como Madre de toda la Humanidad, no deseo que ninguno se pierda. Ustedes, amados Míos, presten atención
Y recuerden que la oración y la fidelidad a Mi Hijo es continua, de instante a instante, no momentánea, no a conveniencia, sino continua.
LA ORACIÓN ES LA PRÁCTICA DEL AMOR Y DE LA ENTREGA, DE LA OBEDIENCIA Y DE LA FIDELIDAD;
Sin estos requisitos el árbol no se mantiene mirando hacia el Cielo, sino que en su lugar, decae y cae por tierra, siendo arrastrado por las multitudes enardecidas que siguen la falsedad del engendro del mal que ya prepara sus garras para destrozar a la Iglesia de Mi Hijo.
NO SE TURBEN, CUERPO MÍSTICO,
NO SE TURBEN CUANDO ESCUCHEN QUE LA CASA DE MI HIJO HA SIDO DERRUMBADA,
PORQUE LA CASA DE MI HIJO PERMANECE EN CADA UNO DE USTEDES.
USTEDES SON los Sagrarios en donde Mi Hijo se mantiene y es amado.
Los edificios son muestra de amor del hombre hacia Mi Hijo,
pero el Verdadero Sagrario es cada uno de ustedes, Templo y Sagrario del Espíritu Santo.
SEAN FIELES, ES NECESARIO QUE CADA CRIATURA ORE,
QUE CADA CRIATURA REFLEXIONE,
QUE CADA CREATURA INTIME CON MI HIJO Y LLAME A ESTA MADRE.
El que no se acerque a Mi Hijo, el que no piense en Mi Hijo, el que no le lleve en su corazón, el que no acuda a esta Madre, caerá en las garras del mal.
Ningún edificio se sostiene sin bases sólidas ya que ellas son las que lo mantienen en perfecto estado.
Tomen ustedes, hijos Míos, el arma de Mi Santo Rosario y únanse a esta Madre,
vendré a ustedes con Mis Legiones Celestiales a combatir al hijo de la impiedad.
Amados hijos:
NO TEMAN,
¿POR QUÉ TEMEN?
¿DÓNDE SE ENCUENTRA VUESTRA FE EN LA PROTECCIÓN DE MI HIJO?
¿POR QUÉ TEMEN, SI SABEN QUE LAS PUERTAS DEL MAL Y QUE EL FUEGO DEL INFIERNO JAMÁS DERROTARÁN A LA IGLESIA DE MI HIJO?
PORQUE ÉL ES CABEZA DEL CUERPO MÍSTICO
Amados Míos, en este instante viven el camino al Calvario,
pero recuerden que luego de la Crucifixión viene la Resurrección y con la Resurrección, la Vida Eterna, la Verdad.
No crean en las mentiras del impío y sus secuaces.
Oren por Mi Amado Vicario Benedicto XVI, oren, oren por ÉL, envíenle su amor para que los lobos no lo destrocen.
PERMANEZCAN ATENTOS Y SEAN AMOR HACIA MI HIJO.
LES ENTREGO MI AMOR,
ÁMENSE UNOS A OTROS Y NO SEAN DE AQUELLOS FARISEOS QUE PROCLAMAN EL AMOR Y NO LO PRACTICABAN.
No sean de aquellos fariseos que llegan a la Casa de Mi Hijo golpeándose el pecho para ver quiénes entran en ellos y luego delatarlos.
No, así no actúan los verdaderos discípulos.
Oren, amados Míos, oren por Costa Rica, padecerá.
OREN POR INGLATERRA, SERÁ CUNA DE MALDAD.
Oren, amados Míos, oren por Jamaica, padecerá.
La Naturaleza, consternada ante la llegada del impío,
reacciona y traerá dolor a la humanidad,
ustedes manténganse preparados.
Hoy les llamo a amarse en un solo Pueblo, en un solo Corazón, a permanecer como almas orantes, a no seguir la corriente de cuanto escuchen,
a no temer tanto que las fuerzas se agoten, porque la encrucijada hacia el Calvario tan sólo está iniciando.
TÓMENSE LAS MANOS Y EN UN SOLO CORAZÓN, BAJO LA FE EN UN SOLO DIOS,
ENTREGADOS A MI HIJO Y TOMADOS DE MI MANO
Y ALBERGADOS EN MI CORAZÓN,
AVANCEMOS PARA APLASTAR LA CABEZA DE LA SERPIENTE INFERNAL,
USURPADOR DEL TRONO DE MI HIJO AQUÍ EN LA TIERRA.
Les bendigo, les amo, no teman, no Me encuentro en el desierto,
Me encuentro con Mis amados hijos, a los que amo y a los que defenderé como Madre que soy de todos ustedes.
LEVANTEN LA CABEZA, LEVANTEN EL ALMA Y EL ESPÍRITU QUE SE ENCUENTRA ANTE MI HIJO,
VIVAN CONSTANTEMENTE EN ADORACIÓN A LA TRINIDAD SACROSANTA.
PROCLAMEN LA GRANDEZA DE DIOS Y PROCLAMEN LA RESURRECCIÓN DE MI HIJO,
PROCLAMEN LA REDENCIÓN DEL GÉNERO HUMANO
Y PROCLAMEN QUE ESTA MADRE ES REINA DE LA HUMANIDAD.
Les bendigo, queden en la Paz de Mi Hijo y dentro de Mi Corazón Inmaculado.
NO TAMBALEEN, NO TAMBALEEN, NO TAMBALEEN.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
Hermanos (as):
En la tierra participamos de la Gloria Divina mediante la conciencia y disponibilidad para vivir la Voluntad Trinitaria.
A la vez como herederos de cuanto Cristo nos legó, es que en este instante somos víctimas en gran parte, de la ignorancia espiritual en la que hemos sido sumergidos deliberadamente.
La Madre Santísima nos habla al corazón para que salgamos de esa ignorancia y así reconozcamos la Voz del Maestro y no nos equivoquemos.
No sea el pensamiento el que nos gobierne sino el Espíritu Santo el que se pose sobre todos nosotros y podamos así discernir.
Amén.