Para quien vive sumergido en el mundo y le gustan los espectáculos y los deportes, en el próximo año 2014 se celebrará en Brasil el Campeonato Mundial de Futbol; evento que engloba las esperanzas y los intereses de millones de personas en el mundo entero.
Todo gira alrededor de una copa ganada por los integrantes de dos equipos, que se disputarán en la cancha el honor y la gloria que en la antigüedad proporcionaban una corona de laurel y que ahora promete satisfacciones a sueños increíbles: fama mundial, dinero, gloria deportiva, etc. Todo esto merece el sacrificio y el precio, por verlo convertido en realidad: ser los campeones del mundo.
Para el resto de los humanos que no somos atletas deportivos, pero queremos admirar esta competencia, nos quedan dos alternativas: para quien posee los medios económicos, trasladarse al país del carnaval y la samba. O si no, disfrutarlo por televisión. Para los aficionados al futbol, corear goles aunque sea en la sala de la casa o en su restaurant-bar favorito, será todo un acontecimiento.
Para quien conoce la emoción generada por miles de espectadores en un coloso como el de Santa Úrsula, (Estadio Azteca) deseará vivirlo igualmente en Maracaná.
Es apasionante hacer la ‘ola’, aplaudir, gritar, dar libre expansión a la pasión futbolera. Y compartir con los demás, el triunfo de nuestro favorito. ¡O al menos esa es la ilusión! Ya sabemos cuántas lágrimas y sueños truncados, costarán a los eliminados.
Los espectadores no nos preocupamos gran cosa por eso. Al público sólo le importa, apoyar y aplaudir… O abuchear, cuando la actuación es decepcionante.
La gran mayoría de la gente estamos acostumbrados precisamente a esto: A SER ESPECTADORES.
Y ESTAMOS COMETIENDO UN ERROR TERRIBLE al pensar que en el mundo espiritual, las cosas se manejan de la misma manera.
Si trasladamos la Guerra Espiritual por las almas a un escenario deportivo; con la tremenda confusión que tenemos en nuestro pensamiento, creemos que también somos espectadores. En la cancha se disputan nuestras almas, el equipo de los diablos rojos (Y no del Toluca) contra los ángeles blancos. Y seguimos lanzando porras a nuestro equipo favorito, mientras disfrutamos lo más que podemos de los espectáculos y la bulla que nos rodea… (El mundo) que generalmente también, es de lo más divertido.
Satanás se encuentra más que satisfecho con el desarrollo actual de los acontecimientos y no tiene la más mínima intención de cambiar la situación o permitir que se la cambien. Todo es cuestión de perspectivas…
LA REALIDAD es que en esta contienda, ¡NO HAY GRADERÍAS! En el estadio de la vida real, no existen tribunas.
Estamos en la cancha jugando, metiéndole goles a la portería de Satanás: Si nuestra vida es CRISTOCÉNTRICA y gira alrededor de la Eucarístía, la Oración, el Evangelio y los Sacramentos. También las guerras personales para mantenerla así, suelen tener aventuras tragicómico EMOCIONANTES, mientras mantenemos a raya a los diablos que suelen complicarnos las cosas, bastante.
O estamos metiéndole goles a la portería celestial y a Dios:
Si nuestras obligaciones religiosas terminan al salir de Misa los Domingos y las satisfacciones espirituales las obtenemos de nuestros coqueteos con la yoga, el reiki, la new age, la meditación tántrica, la ‘inocencia’ de nuestras escapadas con los maestros mentalistas; para obtener buena fortuna en el dinero, la salud y el amor.
Nos damos limpias de vez en cuando, para cortar con los maleficios de los envidiosos o cargamos nuestros amuletos favoritos para… etc, etc, etc. Porque la vida hay que vivirla y el fanatismo religioso, también es perjudicial. Además…
Nuestras justificaciones PARA NO CAMBIAR NI UN ÁPICE DE NUESTRA COMODIDAD; son tan abundantes, como nuestro rechazo absoluto a lo que atenta contra nuestras ideas particulares de lo que HEMOS DECIDIDO CREER…
Porque al evangelio de san evangelista, (santo que no existe y su evangelio tampoco) que nos permite aceptar de la Sagrada Escritura ‘lo que me gusta y me acomoda, a mi muy particular manera de vivir y de pensar’; no estamos dispuestos a renunciar a él.
“¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien. También los demonios lo creen y tiemblan.” (Santiago 2, 19)
EL LIBRE ALBEDRÍO
Publicado el 22/12/2013 por Y María del Getsemaní
(Habla Dios Padre)
¿Qué vamos a hacer con los pequeños que aprietan sus ojitos para no ver y que puedan seguir pecando con cierta holgura?
Por más que se les envían señales, mensajes, bendiciones, reprimendas, NO QUIEREN VER.
Y siguen sus vidas de pecado sin siquiera agradecer que sus comunidades y sus casas están en pie. Cuando ya millones han perdido sus casas, sus trabajos y sus pertenencias. No se colocan en posición sensata.
Hasta Mis animalitos lo hacen: al ver que viene una tormenta, un fuego que se extiende, un volcán que está en erupción…
Hasta ellos agachan sus cabecitas y se unen unos a otros.
Pero los hombres no. No rompen ese individualismo atroz que los lleva a pensar cómo PROTEGERSE DE LOS OTROS EN CASO DE CALAMIDAD.
Algunos lo que consiguen son armas de fuego para proteger sus bienes y alimentos.
Ni siquiera el ver estas calamidades que se extienden y brotan alrededor del mundo, se solidarizan unos con otros. ES UNA INDIFERENCIA TOTAL.
Y sus luchas siguen siendo por motivos egoístas que tocan sus bolsillos.
¿Cuántas marchas y protestas habéis visto por motivos que toquen su economía alrededor del mundo?
¿Y cuántas por detener las guerras, los abominables abortos y la eutanasia?
¿Cuántos por motivos de su dinero?
¿Y cuántas por motivos de salvaguardar Mis leyes de las manos del inicuo?
NO VEN, NO CREEN, NO ENTIENDEN, NO ACEPTAN y cuando el cataclismo les cae; entonces buscan motivos como “la suerte”, -que no existe-
O vanas e insuficientes explicaciones que sus científicos aventuran; para tratar de sentir que siguen “en control”.
Cuando nunca lo han tenido.
¿Es acaso el hombre con su soberbia e inteligencia quien regula el ritmo de las mareas? ¿O la fuerza del viento o dónde sopla?
¿Es el hombre quien hace girar la tierra y el sol y mantiene a las estrellas en el Cielo?
¿Es el hombre quien ha creado el orden perfecto universal, como para que se sienta dueño y creador?
Sois unas pequeñísimas y muy limitadas creaturas con un poder enorme: que es el de vuestro libre albedrío
¿Y por qué os digo que es un poder enorme éste?
Porque con él, por él y a través de él; podéis alcanzar el Cielo, la salvación.
Y Queridos Niños, MAL EMPLEADO: con este mismo poder de decisión con que os he regalado, podéis alcanzar la eterna condenación.
¿COMPRENDÉIS EL PODER QUE OS HE DADO PARA DECIDIR LIBREMENTE VUESTROS PROPIOS DESTINOS?
Ese es el único poder que os he Dado. Todo lo demás viene de Mí.
Si decidís por vuestra Salvación os voy llenando de Dones, Bendiciones, Gracias y Regalos para que crezcáis en ello y podáis llegar a sitios altísimos en el Cielo
Pero si vosotros Me seguís rechazando
¿Qué podéis esperar sino angustia, soledad y desesperación?
Vuestro Cielo o vuestro Infierno parece comenzar en la tierra,
por cómo os sentís respecto a vuestro Altísimo Dios,
Y ESTO NO MUDA CON LA MUERTE, SINO QUE CONTINUA DE MANERA PUNTUAL.
No creáis las nuevas y modernas teorías: de que todos se salvarán. Que basta confesarse ser Cristiano para serlo.
HAY QUE SERLO,
Seguir a Mi Amadísimo Hijo,
Porque os lo he dicho: La fe sin obras en fe muerta y vosotros no vivís si no sois fieles a Mi Evangelio, ¿Lo podéis comprender?
Así Mis Críos, que esta arma poderosísima que os he dado: VUESTRO LIBRE ALBEDRÍO, ¿Lo usaréis para buscar vuestra salvación o vuestra Condenación?
La decisión es enteramente vuestra; NO MÍA.
LA MÍA ES QUE TODOS OS SALVÉIS, que cada uno entre a gozar las Bienaventuranzas del Cielo
Pero ME RECHAZÁIS. Rechazáis a Mi Espíritu Santo de Bien y Verdad. Rechazáis al Evangelio de Mi Hijo Amado. Rechazáis Mis Leyes Ancestrales. Os mofáis de Mi Santa Iglesia y de Mis Sacerdotes,
¿Y aún así os juzgáis a vosotros mismos como salvos?
ES VUESTRA LA DECISIÓN DE DÓNDE PASARÉIS LA ETERNIDAD
Así Mis Críos, que decidid vuestro Bien y alejaos del mal que hacéis.
Porque no queréis salvaros y no sabéis lo que estáis haciendo.
Una vez que el velo caiga; habréis perdido la oportunidad de decidir, ya no podréis mudar.
Y no es suficiente un último suspiro para enmendar tanto error que habéis cometido.
Así que ¡MUDAD YA! Que el tiempo ya no lo es, os lo he Dicho.
Os seguimos exhortando, amonestando e incitando porque uno de vosotros podríais mudar vuestro destino postrer.
(Nos Habla Nuestro Señor Jesucristo)
Cuando alguna de Mis criaturas se alegra con su Señor, cuando es tiempo y motivo de Celebración y se entristece su corazón cuando es tiempo de adviento reflexivo, este es AMIGO AMADO DEL CIELO
Pero si vosotros os mantenéis INDIFERENTES ante las penurias y las alegrías de vuestra Familia Celestial, ¿Cómo podéis decir que pertenecéis a ella? ¿Lo comprendéis?
Una Familia en una UNIDAD y vosotros no podéis pretender ser parte de ella, si vuestros actos, anhelos, deseos, pensamientos y trabajos; están en los intereses y en las celebraciones y lutos del mundo.
Son dos casas distintas, opuestas; diferentes…
Y vosotros habréis de decidir a cuál de las dos pertenecéis,
Porque al uniros a una o la otra estáis decidiendo el destino que una y otra tendrán.
¿QUERÉIS EL TRIUNFO FINAL Y LA GLORIA?
¿O queréis el disfrute fugaz y la indiferencia hacia vuestro Señor, Rey de reyes y Señor de señores?
Y con ello el fracaso definitivo que es el seguir arriesgándoos a vuestra libre condenación
Pensad en ello. Meditad en ello. Haced un examen de conciencia y decidMe con honestidad:
Si murierais ahora, ¿Sería el Cielo vuestro destino postrero?
Si no lo podéis afirmar, pedidMe lo que necesitéis para que vuestra respuesta sea un profundo, confiado y amoroso: “Sí”
Os amo de manera infinita
Vuestro Amantísimo Señor Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores en este Fin de los Tiempos.
(Habla Nuestra Santísima Madre Reina de los Ángeles)
Niños muy amados de Mi Inmaculado Corazón,
Para vosotros que no os contáis entre las ovejitas más adelantadas, pero no por ello menos amadas, sino que Nos ocasionan mayor preocupación;
os seguimos exhortando a que sigáis con estas Guías Santas para que os adelantéis y pidáis los Hermosos Diálogos que siguen llegando como lluvia de Sabiduría y Bendiciones del Santo Cielo.
No os detengáis, seguid, seguid, seguid, Mis Críos.
Que entre más se acerca el terrible final, –que no es el final sino el preámbulo doloroso y necesario para el retorno EN GLORIA Y MAJESTAD DE MI AMADÍSMO HIJO JESUCRITO, Rey de reyes y Señor de Señores- (Nuestra Santísima Madre María, Reina de los Cielos, se hinca en reverencia) más cercanos tendréis los cataclismos.
No os confiéis. REFUGIAOS EN MI INMACULADO CORAZÓN PARA QUE OS PUEDA PROTEGER.
Manteneos en el Camino y no os desvíes ni a derecha ni a izquierda, Mis Hijitos. Que en breve Mi Señor viene por los suyos y esta Madre Santísima quiere la alegría de veros a todos y a cada uno de vosotros Mis Hijitos, allí. ¿Lo haréis por esta vuestra Santísima Madre, Reina del Cielo?
¿Os mantendréis, –aunque os cueste trabajo, soledad, rechazo y renuncia– dentro del Estrecho Camino que os lleva a Mis Brazos Amados?,
¿O Me rechazaréis y confiaréis en vuestra propia suerte sin el cobijo del Cielo? Porque Mis Niños, la decisión es enteramente vuestra.
No hagáis mal uso de vuestro Libre albedrío para que no tengáis similar destino de vuestros primeros Padres (Adán y Eva), sino de vuestra Madre Santísima.
Pero la decisión es vuestra
¿Preferís ser como Eva y escoger el mismo destino, o como vuestra Madre María, con su mismo destino?
Ambos caminos están abiertos y la decisión es ENTERAMENTE vuestra.
Os amo y os espero anhelante a los Pies de La Santa Cruz de Mi Amadísimo Hijo Amadísimo Jesucristo como Rey de reyes y Señor de señores