N36 CONSAGRACIÓN AL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS17 min read

0MI%20CORAZON[3]

Durante los próximos treinta días, deberemos hacerlo diariamente con una meditación diferente. Esto nos santificará, nos protegerá y nos fortalecerá. Y junto con el Santo Rosario; nos volverá capaces de responder amorosa y sabiamente a todo lo que se nos viene encima y para que podamos seguir siendo Luz para los que amamos y deseamos ver protegidos en Dios.

ÉSTE ES EL CORAZÓN QUE HA SANGRADO  POR TI Y POR TODA LA HUMANIDAD

JESÚS - SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - SacredHeartofJesus-4

3.08.2001

La paz esté contigo. Amada Mía, dime estas palabras en Mi Fiesta: 

Atráeme, Amado mío, tras Tus Pasos, que exhalan un dulce perfume de mirra. Condúceme de la mano hasta Tu Cámara1 Rey mío, donde oiré en privado Tu regia Voz. Ilumina mi rostro con Tu sonrisa, oh Amante de la humanidad. Que Tu mirada de tierno amor, una mirada que supera a todas y que transciende todo sentido, se pose sobre mí.

cristo_providencia

Si alguna vez Te fallé, o siquiera un solo instante Te hice levantar una ceja a causa de mi fragilidad, imploro a Tu Sacratísimo Corazón que tenga compasión de mí. Tú tienes el poder sobre la vida y la muerte, y ahora vengo a Ti para hallar mi refugio en Tu Sagrado Corazón, donde se encuentra la Vida y el descanso sempiterno”

Mira, éste es el Corazón que ha sangrado por ti y por toda la humanidad.

Éste es el Corazón del consuelo y de la misericordia. Este es el Corazón que te ha favorecido. Quienquiera que adore este Corazón será cubierto con el velo de la Sabiduría, que embellecerá vuestra alma para entrar, así adornada, en la semejanza de Mí Mismo.

¿Puedes decirme, hija, dónde naciste?

Nací en Tu Sagrado Corazón. 2

Sacro_Cuore_Jesus_CTV1

¡Sí! Tú naciste en Mi Sagrado Corazón. Todos los que Me pertenecen han nacido en Mi Corazón. 

¿No has leído: Él clamará hacia Mí: ‘¡Tú eres mi Padre, mi Dios, la Roca de mi salvación!’. Así pues, le haré Mi primogénito, el más elevado de los reyes de la tierra”, puesto que su nobleza le vendrá del Rey de reyes y porque vivirá en las alturas entre los que Yo he deificado por Mi Divinidad. Los reyes de la tierra pertenecen a los elementos de la tierra, pero los que han nacido de Mí, tendrán un dominio superior en el cielo. La gente corriente es un mero soplo de viento. La gente importante, una ilusión. Pon juntas a ambas en la balanza y son un soplo de viento. 3

Por lo tanto, decid a vuestra alma Mis bienamados: “Descansa sólo en Dios, pues Él es la única fuente de tu esperanza”.

Que vuestro corazón exulte y vuestra alma se renueve

porque en estos tiempos estoy derramando Mis gracias sobre la humanidad, como nunca antes en la historia. Ic.

1 El Sagrado Corazón 2 El Espíritu del Señor me dio estas palabras… 3 Sal 62, 9

http://www.tlig.org/spmsg/spm692.html

Jesus-manso-y-humilde-de-corazon

CONSAGRACIÓN AL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS

ACTO DE CONTRICIÓN

¡Dulcísimo Corazón de Jesús, que en este Divino Sacramento estás vivo e inflamado de amor por nosotros! Aquí nos tienes en vuestra Presencia, pidiendo perdón de nuestras culpas e implorando vuestra misericordia. Nos pesa, ¡Oh Buen Jesús! haberte ofendido; por ser Vos tan Bueno que no mereces tal ingratitud. Concédenos luz y gracia para meditar tus virtudes y formar según ellas, nuestro pobre corazón. Amén.

MEDITACIÓN CORRESPONDIENTE AL

DÍA CUATRO 

EL SAGRADO CORAZÓN: MODELO DE PACIENCIA 

¿Deseas corazón mío, conocer a fondo la inagotable paciencia del Corazón de Jesús? Mírale cómo se dignó manifestarse a su devota Santa Margarita: herido por la lanza, coronado de espinas, clavado en el centro de la cruz. He aquí las insignias del Sagrado Corazón, he aquí su escudo de armas.

Se Diría que sólo para eso vino al mundo, para padecer.

5838748893_5644b50f42

 ¿Y qué padece? Dolores crudelísimos así en el cuerpo como en el alma. En el cuerpo pobreza, persecución, azotes, bofetadas, espinas, cruz. En el alma perfidias, ingratitud, tristezas, agonías, abandono de los suyos. Tal es la amarga historia de su vida inmolada y mortal.

¿Y cómo padece? Callando, sin soltar la menor queja, sin mostrar iracundo el rostro, sin manifestarse cansado por tanto sufrir. Aun hoy en este Santísimo Sacramento, no es el Sagrario para Él un trono de gloria; sino un Calvario de nuevos e ignorados dolores.

Mira cómo le tratan los hombres. ¡Con qué odio le blasfeman unos! ¡Con qué desprecio le miran otros! ¡Con qué frialdad y negligencia la mayoría! ¡Con qué tibieza los mismos que se dicen amigos suyos! ¡Cuán pocos con verdadero amor!…

¡Pobre Jesús mío, tan sufrido y tan paciente! Enséñale a mi enfermo corazón el secreto de esta heroica paciencia.

Medítese unos minutos.

BarraCatolicaCTV_23a

II

¡Cuánto me confunde, ¡Oh Buen Jesús, esta consideración! Tú Inocente, no te cansas de padecer por mí; yo criminal, ni un instante me dispongo a padecer por Tí. Se me hace insoportable cualquier pequeña aflicción. La menor de tus espinas, acaba con mi escasa paciencia.

En este destierro, la vida es una lucha constante contra el Maligno, contra nuestra naturaleza caída y esto hace nuestros dolores y sufrimientos más acerbos. También nuestros pecados que atraen tu Divina Justicia, aumentan nuestro padecer. Debemos amar el sufrimiento y ofrecerlo, como siempre lo hiciste Tú.

Seguir tus Huellas Ensangrentadas, me lo aconseja mi propio interés. Me has colocado en este valle de lágrimas, donde desde la cuna hasta la sepultura, me acompaña la tribulación. Quiera o no quiera el hombre, es éste su patrimonio. La salud, la fortuna, las inclemencias del tiempo, la rareza de nuestro carácter, son para nosotros fuentes permanentes de desazones y asperezas. Es necesario sufrir, he aquí la sentencia que desde el nacer traemos escrita sobre la frente. Sufrir con paciencia como Vos, es el único modo de hacer suave y llevadera esta necesidad.

¡Ah! Sufriré, Dios mío. Sufriré contigo y por Ti. Y como Tú quieras y hasta donde Tú quieras. Contemplaré tu Corazón herido y coronado de espinas, para alentarme más a sufrir con paciencia las mías. Alzaré los ojos a ese Cielo que ha de ser mi recompensa; para no desfallecer en los presentes combates. Tú lo has dicho y está escrito: ¡Sólo se va a él por el Camino de la Cruz!

¡Feliz quien la abrace contigo en esta vida, para recoger contigo sus dulces frutos en la eternidad!

Medítese y pídase la gracia particular.

SacredHeartofJesus-16

ORACIÓN Y ACTO DE CONSAGRACIÓN

Rendido a tus pies, ¡Oh Jesús mío!, considerando las inefables muestras de Amor que me has dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo tu adorabilísimo Corazón; te pido humildemente la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo; para hacerme digno de las gracias y bendiciones que generoso concedes a los que de veras te conocen, aman y sirven. 

   ¡Mira que soy muy pobre, Dulcísimo Jesús! ¡Y necesito de Ti como el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar! Mira que soy muy ignorante, ¡Oh Soberano Maestro! ¡Y necesito de tus divinas enseñanzas, para luz y guía de mi ignorancia! ¡Mira que soy muy frágil! ¡Oh Poderosísimo Amparo de los débiles, y caigo a cada paso! ¡Y necesito apoyarme en Ti para no desfallecer! Sé todo para mí, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria, luz de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad. De Ti lo espera todo, mi pobre corazón. Tú lo alentaste y convidaste cuando con tan tiernas palabras, dijiste repetidas veces en tu Evangelio: Venid a Mí,… Aprended de Mí… Pedid, llamad…

A las puertas de tu Corazón vengo pues hoy y llamo, y pido, y espero. Del mío te hago, ¡Oh Señor! firme, formal y decidida entrega. Tómalo, y dame en cambio lo que sabes me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la eternidad. Amén. 

Rezar tres veces:

PATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen

AVE MARIA, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei et Dea Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen

GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen

En recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza; con que se apareció el Sagrado Corazón a Santa Margarita María Alacoque.

6

DÍA CINCO 

EL SAGRADO CORAZÓN: MODELO DE GENEROSIDAD 

Fijemos hoy los ojos del alma en esta especial virtud del Sagrado Corazón. Su generosidad ha sido para con nosotros tan grande, que mayor no puede ya exigirla ni concebirla nuestra imaginación. Todo, todo, hasta a Sí Mismo, nos lo ha dado generosamente el Sagrado Corazón de Jesús. Mientras vivió en carne mortal, se empleó todo en servicio del hombre; por él obró sus milagros, hizo su predicación, se fatigó, sudó, derramó lágrimas y sangre.

Se acercaba la Hora de su Pasión y después de haberse empleado todo por el hombre, inventó un Milagro Especial para poder darse a Sí mismo en su verdadero Cuerpo y Sangre por medio del Santísimo Sacramento.

eucaristia00

   ¿Podría dar otra cosa? Sí, todavía otra cosa. Vio al pie de la cruz a su Madre y aun de Ella se desprendió y nos hizo al morir, generosa entrega. ¿Le quedaba aún algo que dar? Unas pocas gotas de sangre quedaban en su Corazón y ya difunto, permite que se lo rompa un soldado; para que ni éstas dejen de derramarse en provecho nuestro. Aun hoy se nos da a todas horas en nuestros altares. A todos sin distinción, dispuesto siempre a ser generoso hasta con los más ingratos.

De modo que por su inefable generosidad, es nuestra su doctrina, es nuestra su propia Madre, son nuestros su Cuerpo y Sangre, es nuestro su Cielo. Sí, porque después de habérsenos dado por Maestro, por Alimento y por Redención; quiere por toda la eternidad ser Él Mismo y no otro, nuestra recompensa.

¡Oh Generosidad inmensa de tan Generosísimo Corazón!

Medítese unos minutos.

santisssimo

II

¡Qué distante está de corresponder a esta sublime virtud del Sagrado Corazón de Jesús, mi mezquino corazón! El suyo es todo generosidad; el mío es todo egoísmo. Tal vez sirvo a Dios, es verdad; pero midiendo y escatimando mis servicios, por temor de hacer siempre demasiado. Cuando no me obliga algo bajo precepto de pecado mortal, me basta eso quizá para creerme ya desobligado. Me parece que amo ya lo suficiente cuando no agravio o que soy ya el mejor de los amigos cuando no soy un traidor.

¿Qué hago por quien tanto hizo por mí? Cualquier sacrificio se me hace imposible; cualquier respeto humano basta para detenerme. Y cuando me resuelvo a hacer algo por mi Dios, ¿Es desinteresado mi servicio? ¿Qué haría si no me amenazara Él con el Infierno?  ¡Ah! Tal vez el mismo Cielo no tuviera para mí bastantes atractivos.

¡Oh criatura vil, que sólo sirve por temor o por la paga! ¡Oh! diré con la Imitación: “¿Cuándo habrá alguien, ¡Oh Señor!, que se disponga a servirte gratuitamente?”

Yo he de ser, ¡Jesús mío!, yo he de ser. Seré generoso, ¡Oh buen Jesús!, no me limitaré a lo que manda tu Ley, sino que me extenderé a todo lo que yo sepa que sea de tu mayor agrado. Tómalo todo de mí, ¡Oh buen Jesús!: cuerpo, alma, salud, fuerza, libertad, honra, intereses, vida.

De todo esto te hago ofrenda y en TODO, quiero que seas Tú única y exclusivamente servido.

Medítese y pídase la gracia particular.

beautiful_religious_sacred_heart_of_jesus_image_poster-r92d42840982c4217a63063f714c693d5_vks8d_8byvr_512

ORACIÓN Y ACTO DE CONSAGRACIÓN

Rendido a tus pies, ¡Oh Jesús mío!, considerando las inefables muestras de Amor que me has dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo tu Adorabilísimo Corazón; te pido humildemente la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo; para hacerme digno de las gracias y bendiciones que generoso concedes a los que de veras te conocen, aman y sirven.

¡Mira que soy muy pobre, Dulcísimo Jesús! ¡Y necesito de Ti como el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar! Mira que soy muy ignorante, ¡Oh Soberano Maestro! ¡Y necesito de tus divinas enseñanzas, para luz y guía de mi ignorancia! ¡Mira que soy muy frágil! ¡Oh Poderosísimo Amparo de los débiles, y caigo a cada paso! ¡Y necesito apoyarme en Ti para no desfallecer! Sé todo para mí, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria, luz de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad. De Ti lo espera todo, mi pobre corazón. Tú lo alentaste y convidaste cuando con tan tiernas palabras, dijiste repetidas veces en tu Evangelio: Venid a Mí,… Aprended de Mí… Pedid, llamad…

A las puertas de tu Corazón vengo pues hoy y llamo, y pido, y espero. Del mío te hago, ¡Oh Señor! firme, formal y decidida entrega. Tómalo, y dame en cambio lo que sabes me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la eternidad. Amén.

Rezar tres veces:

PATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen

AVE MARIA, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei et Dea Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen

GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen

En recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza; con que se apareció el Sagrado Corazón a Santa Margarita María Alacoque.

jesc3basdeladivinamisericordiaconcedegracia

DÍA SEIS

EL SAGRADO CORAZÓN: MODELO DE MANSEDUMBRE 

ADMIRA hoy alma mía, la suma mansedumbre y benignidad de este Adorabilísimo Corazón. Nunca dejó de mostrarse manso y cariñoso; para que en Él aprendieses tú los atractivos de esta celestial virtud. Con este carácter lo habían retratado ya de antemano los Profetas; con este mismo le vieron después y nos lo retrataron los Evangelistas.

Mira cómo trata a los pobres e ignorantes, cómo recibe a los pecadores, cómo acaricia a los niños. Muy contadas veces se pinta el enojo en su rostro, para darte a entender que si la indignación es buena alguna vez; casi siempre son preferibles la suavidad y la mansedumbre.

¡Con qué dulzura tolera la rudeza de sus primeros discípulos! ¡Con qué palabras tan suaves alienta a la Magdalena! ¡Qué acentos tan delicados emplea con el mismo apóstol traidor! ¡Con que Serena Majestad contesta al interrogatorio de Pilatos!

¡Oh benignidad y mansedumbre del Corazón adorable de Jesús! ¿A quién no enamoran y atraen tan suaves ejemplos?

Medítese unos minutos.

JESÚS_ Cristo ante Pilatos

II

No me canso, ¡Oh Señor!, de admirar en Ti esta delicada virtud. Pero ¡ay! ¡Que a mi corazón se le hace siempre duro y difícil el practicarla!

Mis palabras, mi rostro, mis ademanes; traspasan muy a menudo las reglas de la caridad, que Tú me has impuesto en el trato con nuestros hermanos. El disgusto de mi corazón, rebosa frecuentemente en mis labios. Trato a mis superiores con altivez, a mis iguales con indiferencia, a mis inferiores con dureza. En la prosperidad soy altanero y en la aflicción, ceñudo y malhumorado. Confundo muchas veces la viveza del celo, con los arranques del amor propio.

Dame ¡Oh Señor! la dulce caridad y la afectuosa mansedumbre, distintivo de los Santos. Sea igual y suave y serena mi condición, sin arrebatos ni decaimientos; sin ruidosas alegrías, ni enojosos desalientos. Vean mis prójimos en mi rostro, en mis palabras y acciones; la suavísima imagen de tu mansísimo Corazón.

Dame esas bellas cualidades; para ganarte con ellas, almas que en la tierra te sigan y te amen. Y en el Cielo te gocen y glorifiquen por toda la eternidad.

Medítese, y pídase la gracia particular.

Jesus_ante_Pilato

ORACIÓN Y ACTO DE CONSAGRACIÓN

Rendido a tus pies, ¡Oh Jesús mío!, considerando las inefables muestras de Amor que me has dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo tu adorabilísimo Corazón; te pido humildemente la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo; para hacerme digno de las gracias y bendiciones que generoso concedes a los que de veras te conocen, aman y sirven.

¡Mira que soy muy pobre, Dulcísimo Jesús! ¡Y necesito de Ti como el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar! Mira que soy muy ignorante, ¡Oh Soberano Maestro! ¡Y necesito de tus divinas enseñanzas, para luz y guía de mi ignorancia! ¡Mira que soy muy frágil! ¡Oh Poderosísimo Amparo de los débiles, y caigo a cada paso! ¡Y necesito apoyarme en Ti para no desfallecer! Sé todo para mí, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria, luz de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad. De Ti lo espera todo, mi pobre corazón. Tú lo alentaste y convidaste cuando con tan tiernas palabras, dijiste repetidas veces en tu Evangelio: Venid a Mí,… Aprended de Mí… Pedid, llamad…

A las puertas de tu Corazón vengo pues hoy y llamo, y pido, y espero. Del mío te hago, ¡Oh Señor! firme, formal y decidida entrega. Tómalo, y dame en cambio lo que sabes me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la eternidad. Amén.

Rezar tres veces:

PATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen

AVE MARIA, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei et Dea Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen

GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen

En recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza; con que se apareció el Sagrado Corazón a Santa Margarita María Alacoque.

SagradoCorazon_57ctv

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: