Habla Dios Padre,
Queráis o no queráis, lo aceptéis o no lo aceptéis, Yo habito en vuestro corazón. La diferencia en la comunicación entre vosotros y YO, estriba en que os déis plenamente cuenta de ello, lo aceptéis y decidáis libremente el empezar a entablar comunicación Conmigo.
Yo escucho TODOS vuestros pensamientos. Yo escucho plegarias y peticiones. Yo escucho y veo todos vuestros pecados y faltas. Yo vivo vuestra vida, pero no hay reciprocidad. No hay intercambio de palabras ni de pensamientos.
Me tenéis como espectador furtivo, porque para algunos sí existo en su corazón; pero no hay intercambio de pensamientos, porque ellos quieren mandar en sus vidas. Para otros existo, pero Me tienen así, sólo como espectador. Para otros no existo, ni en su corazón ni en su vida y Soy el Dios lejano, el inalcanzable, el que estando tan lejos no puede conocer mí pensamiento ni mis necesidades.
Y para muy pocos, Soy el Dios que habita en ellos, el Padre al que se le tiene la plena confianza de pedirLe consejo y ayuda, el compañero íntimo al que sólo a Él se le pueden confiar ciertos secretos.
Estoy en vosotros, porque así fue dado desde el Principio. Sólo espero el momento en que vuestra Fé y vuestro amor Me permitan empezar a entablar la conversación del Amor con vosotros mismos.
Tratád, buscádMe en el interior de vuestro corazón y al encontrarMe ya no Me dejaréis, porque os colmaré de Mí Amor. Os daré la compañía que necesitáis, os daré el refuerzo a vuestras vidas en el tiempo de la duda y de la perturbación espiritual. Os acompañaré en todas vuestras acciones. Me empezaréis a conocer y Me dejaré alcanzar. Y probaréis manjares exquisitos que no volveréis a dejar de buscar, por nunca antes haberlos paladeado.
Yo Soy Vuestro Dios y os amo entrañablemente. “Haced la prueba y veréis que bueno es el Señor”. Hijitos Míos, Yo vuestro Dios y Padre vuestro, os pido esto.
El que algunos cuantos actualmente, se puedan comunicar Conmigo, no es un don especial; es obligación por el amor que Me tenéis, el poder hacerlo.
Yo os envié a Mi Hijo a recordaros cómo debe vivir en familia en la Tierra y cómo se vive en Familia en el Cielo. El que algunos cuantos se comuniquen Conmigo os debe dar la pauta para que todos vosotros lo hagáis. Yo no Soy un Dios inalcanzable. Y además os pido que no Me veáis como aquellos dioses a los cuáles no se les podía acercar, porque en ése momento quedaban fulminados.
Os pido que no Me veáis como a un Dios que sólo escucha a los “buenos” porque entonces pocos; muy pocos, podrían venir a Mi. Os pido que no Me veáis como a un Dios rencoroso y vengativo; porque entonces iría en contra de los que Mi Hijo os predicó sobre Mí, el Dios del Amor y del Perdón.
Yo Soy vuestro Dios, al que le debéis respeto; al que le debéis agradecimiento por haberos dado el Don de la Vida y que os cuida en todo momento y al que le debéis todo lo que en vosotros está y lo que os rodea. Sí, Me debéis mucho; pero lo único que os exijo, es vuestro amor. Lo menos que un padre exige de sus hijos es algo del amor que él ha volcado sobre ellos, para hacerlos hombres de bien.
Yo Soy vuestro Dios y Mi exigencia que es de Amor. Es que Me deis vuestro pequeño amor; para que Yo os pueda corresponder dándoos nuevamente, mucho más Amor del que recibo.
Lo normal en una familia, es que los hijos se comuniquen con sus padres, se compartan, se entiendan se pregunten unos a otros y esto irá creando una CONVIVENCIA. Al comunicaros Conmigo estáis aceptando crear ésa vida familiar que todos debéis tener. Cuando un alma se comunica Conmigo recibe un gozo extremo.
¡Qué dicha tan grande recibe el alma cuando se comunica con su Creador! Al comunicarse Conmigo el alma une al Cielo con la Tierra. Al comunicarse Conmigo, el alma recibe Mi Sabiduría y Mis Bendiciones; porque aprende a pedir exactamente lo que ella misma necesita y lo que necesitan sus hermanos. Cuando el alma se comunica Conmigo, se sublima y crece a niveles inimaginables; porque Yo vuestro Dios, hago Vida en ella.
El no comunicarse Conmigo crea separación el alma con su Dios. No hay confianza, no existe una fe firme, no existe la esperanza de saberse escuchados. Si lo veis todo esto a ojos humanos, Me estáis haciendo una verdadera grosería.
¡Yo Soy un Dios vivo! ¡Yo Soy un Padre que desea vehementemente hablar. No, más que eso; platicar con sus hijos, escuchar sus pensamientos y que también escuchen los Míos! NO QUIERO TENER MONÓLOGOS CON VOSOTROS.
Sí, os acercáis a Mí a platicarMe de vuestros planes, de vuestras desgracias, de vuestras necesidades, de vuestras alegrías, etc. Sí, en parte es bello que os acerquéis a Mi con ésa Fe de saber que seréis escuchados por Mi y que obtendréis mucho de lo que pediréis; pero, ¿Por qué no Me dejáis a Mi también platicaros? Yo también puedo hablar, Yo también Me quiero comunicar con vosotros, Yo también tengo deseos y planes que platicarle a cada alma.
Así como en una familia de muchos hijos los padres tienen que platicar con todos ellos para ir entendiendo a cada uno de ellos, puesto que todos son diferentes y cada uno de ellos exige diferente tipo de atención; así Yo también, deseo platicar con cada uno de vosotros.
Yo deseo y necesito que Me escuche cada uno de vosotros, porque cada uno de vosotros tiene diferente misión en la Tierra y debe ser guiado en forma diferente. Por eso debéis acercaros a Mí, no solo a pedir lo que creéis que necesitáis; sino debéis aprender a escucharMe para que Yo os guíe; para que alcancéis la perfección en vuestra misión y en vuestra vida sobre la Tierra.
Ahora entended bien esto: no os estáis comunicando Conmigo por vuestra falta de Fe y de confianza ó por soberbia; por sentiros ser más que Yo y que vuestras obras valen más ó que son más importantes que las Mías. Os hablo fuerte para que entendáis que Mi sensibilidad es grande y para que os deis cuenta que necesito de cada uno de vosotros para que formemos ésa familia en la cuál fuisteis constituidos.
Así que recordad nuevamente, no es don de algunos cuantos, ni bendición para algunos cuantos el poderse comunicar Conmigo; es obligación de amor de cada uno de vosotros el hacerlo. Y esto se da en la Fe y en la confianza que Me tengáis.
Al vivir ya desde la Tierra ésa comunicación de familia, vuestra vida sobre la Tierra la llevaréis más fácilmente y vuestro regreso será de lo más normal. Teméis a la muerte, porque teméis a lo desconocido y Yo Soy el Desconocido. ¡Conocedme y os daréis cuenta de Mi Bondad Infinita! ¡Confiad en Mi Amor!
Hijitos Míos, os pido que siempre os dispongáis a servirMe como Yo Me lo merezco. Yo sí Me merezco todas las acciones de vuestra vida y aún vuestra propia vida. Os he dicho que vosotros no digáis ésa frase de: “yo no me lo merezco”, cuando os regalo algo material o espiritual porque Yo, siendo vuestro Padre os doy las cosas que tenéis, tanto materiales como espirituales por Amor; pero precisamente, porque Soy vuestro Padre y os he dado todo, Yo sí Me merezco que vosotros estéis siempre pendientes de lo que Yo necesite de cada uno de vosotros.
Ciertamente, cada uno de vosotros tiene una misión diferente en la Tierra y por eso os pido que estéis pendientes de lo que Yo os pueda pedir. ¡Cómo quisiera que vivierais así siempre, pendientes de Mis Palabras! Pendientes de todo lo que sea necesario para la vida del Cielo sobre la Tierra y que ése es Mi deseo en vosotros.
Debéis estar pendientes Mis pequeños, de lo que Mi Santo Espíritu os dicte dentro de vuestro corazón. Por eso, si vivierais en oración, fácilmente escucharíais la Voz de Dios en vuestro interior. Pero al estar tan distraídos en las cosas del mundo, no estáis actuando para Mí, para vuestro Dios, sino estáis actuando para el mundo. Y se pierden tantas necesidades de Mi Corazón, porque no son escuchadas por vosotros.
Debéis entrar en contacto íntimo Conmigo, con vuestro Dios; para que estéis pendientes en qué Me podéis servir. Yo os he dotado a cada uno de vosotros con diferentes dones, virtudes, capacidades; para que Me sirváis sobre la Tierra; sois Mis emisarios y ésa es una Gracia muy grande que os he concedido.
Al ser emisarios de Dios, vosotros podéis hacer grandes cosas para el Reino de los Cielos. Cada uno de vosotros tiene una misión diferente y cada uno de vosotros sabe hacer, en lo particular, lo que Yo os he pedido o pediré. Algún otro podrá hacer algo similar a lo que le he pedido a uno de vuestros hermanos; pero quien va a hacer lo perfecto, es aquél a quien Yo le he concedido lo necesario para llevar ésa función. Y nada más él, ésa función específica para el Cuerpo Místico de Mi Hijo.
Sois como celulitas especializadas. Y solamente cada uno de vosotros puede realizar la misión para la que vinisteis a la Tierra. Y al deciros “celulitas especializadas” os debéis llenar de un gusto inmenso; porque eso quiere decir que fuisteis escogidos de una forma muy especial para venir a la Tierra y servirMe.
Y es la realidad, Mis pequeños. Cada uno de vosotros sois almas muy especiales para Mí, vuestro Dios. Y que debéis llevar una función o una tarea muy importante para la renovación del género humano, para elevar a ésta humanidad a la santidad en la que fuisteis creados desde un Principio.
Por eso os pido nuevamente que pongáis todas vuestras capacidades, pero sobre todo, vuestra voluntad, con un gusto muy grande de servirme; sirviendo a vuestros hermanos. Porque os repito, sois los únicos que podéis hacer lo que tenéis que hacer y nadie más lo podrá hacer mejor que vosotros. Porque cada uno de vosotros es diferente y a cada uno de vosotros os he dotado de ésas características especiales para hacer ésa tarea especializada que debéis llevar a cabo. Y todo siempre dentro del Amor, que Yo también he puesto en vuestro corazón.
Hijitos Míos, todo va a ser renovado. Os he hablado de lo que padecerán las almas que no están Conmigo. Pero las almas que se han mantenido Conmigo a pesar de los ataques de Satanás que os rodean, gozarán inmensamente el cambio que tendréis aquí en la Tierra. Y las que se hayan ofrecido por la salvación de sus hermanos, gozarán también inmensamente de Mis Bienes en el Reino de los Cielos.
Todo va a ser purificado. Lo que veis ahora, no lo volveréis a ver. Creceréis a unos niveles que ni siquiera imagináis. Pero así tiene que ser, Mis pequeños. Yo Soy vuestro Dios, Soy Omnipotente y Mis Regalos también son inmensos, para aquellas almas que han luchado por mantenerse Conmigo, en Mi Amor, cumpliendo Mis Leyes y Preceptos.
¡Cuánto bien y cuánta alegría tendrán éstas almas! Imaginad un Mundo Nuevo. Es como llegar a otro país más adelantado que el vuestro. Conoceréis muchas cosas nuevas, tanto materiales como espirituales, gozaréis más fuertemente Mi Presencia en vosotros. La misma Naturaleza será diferente y vosotros entenderéis mejor Mi Creación; la cuidaréis, porque ella os cuidará. Habrá una hermandad verdadera entre vosotros. Al menos, en los primeros tiempos de esta Nueva Era por venir.
Algunos de vosotros habéis tenido ya Mi Gracia de sentir fuertemente Mi Presencia en vuestras vidas. Pues tendréis eso y más, porque el alma que Me posee, goza inmensamente de Mí. Y esto es lo más grande que puede tener un alma: poseerMe.
Lo Creado os lo di para que lo gozarais; pero el tenerMe, es mucho más grande que cualquier cosa Creada. Y solamente las almas que Me buscan logran esto, Mis pequeños. Me dejo encontrar por las almas que Me buscan, las ayudo a que Me alcancen y Me gocen.
Pero, ¿Cuántas almas realmente, Me buscan? ¡Son tan pocas! ¡Tanto, que podría darles a las almas buenas! Y de hecho las que son verdaderamente buenas, logran gozar no solamente momentos de Mi Gracia y de Mi Amor; sino que ya viven una vida íntima, continua. Pero hay otras almas que son buenas, pero no Me buscan con ahínco; también Me dejo encontrar, pero no Me doy plenamente a ellas; porque ellas no Me están buscando plenamente a Mí.
Por eso, esta Purificación será apreciada y gozada por las almas que están Conmigo. Las almas que están Conmigo, la Luz del Espíritu Santo les ha dado la Gracia de entender lo que se os dará, están gozando. A pesar de la maldad que se da a vuestro alrededor gozan; porque están viendo cómo el mal se está eliminando… Cómo está siendo vencido poco a poco por Mi Bien en múltiples formas.
Benditas las almas que Me buscan y que quieren ya el cambio. Gozosas están con Mi decisión, porque Yo estaré con ellas; amparándolas de todo mal y buscando solamente su bien. Han sido acrisoladas, han luchado para que Mi Amor se implante en la Tierra, en el corazón de los hombres. Han perseverado y van a lograr lo que llevan en su corazón, que es Mi Presencia en vosotros.
Ciertamente sois Mis elegidas, almas buenas que a pesar de ver la maldad y la lucha entre hermanos, vosotros os mantenéis en Caridad y buscando la hermandad entre los hombres. Buscáis la paz, procuráis la paz a vuestro alrededor; aún a pesar de que veis tanta guerra, maldad y destrucción entre vuestros hermanos.
Vosotros no sois almas distraídas, que no os interesan los acontecimientos malvados que está causando Satanás alrededor de vuestro mundo. Sois almas atentas, para interceder por vuestros hermanos de cualquier afectación de maldad que les esté mandando Satanás en sus vidas.
No os imagináis Mis pequeños, lo que podéis hacer por vuestros hermanos. LO QUE PUEDE HACER UNA ORACIÓN DE INTERCESIÓN POR VUESTROS HERMANOS.
El Amor lo puede todo y estos son tiempos del Amor. El amor que hay en vuestro corazón, va a lograr el cambio que ya necesitáis.
Manteneos cerca de Mi Corazón, para que Yo os cuide; para que os dé Sabiduría y podáis seguir salvando almas y así Me daréis mucho contento. Vosotros sois Mis verdaderos hijos, porque sois hijos del Amor; porque vivís Mi Amor y transmitís Mi Amor a Mis hermanos, a vuestros hermanos, a Mis hijos.
Hijitos Míos, la oración es muralla de contención contra los ataques de Satanás. Mi Hijo os dio el ejemplo de lo que es la Oración en el Nuevo Testamento. Pero en el Antiguo Testamento también; cuando había luchas fuertes contra el pueblo escogido, SE VEÍA LA FUERZA DE LA ORACIÓN, con la que Yo siempre aconsejé a Mi Pueblo que usara para protegerse contra los enemigos.
Ahora estáis teniendo un Enemigo muy fuerte, que ha adquirido una fuerza imponente porque vosotros os habéis alejado de la oración.
Cuando vosotros estáis en la Oración, estáis protegidos en lo individual y también vosotros protegéis a infinidad de hermanos vuestros a través de ella.
Mi Hijo se apartaba de Sus apóstoles y de la gente para estar Conmigo, para estar en oración, para estar en intimidad Conmigo, con vuestro Padre, con vuestro Dios.
DEBÉIS APROVECHAR ÉSTA ARMA TAN PODEROSA CONTRA LOS ATAQUES DE SATANÁS.
Muchos, muchos hermanos vuestros están desprotegidos; porque ya no hacen caso a la oración ni a lo que os pido. Para que vosotros no solamente os protejáis, sino que crezcáis espiritualmente hablando. Porque vosotros en la oración, no solamente os protegéis contra los ataques de Satanás, sino que es alimento para vuestra alma.
Mis pequeños, no os separéis de la oración, enseñadla a vuestros hijos, enseñadla a vuestros prójimos. A todos aquellos que estén en contacto con vosotros, hacedles ver que es necesarísima la oración; para que podáis luchar contra las fuerzas de Satanás y contra su testigo, que pronto aparecerá sobre la Tierra: el Anticristo.
Se dará ya a conocer por todos, existe ya entre vosotros, pero no se ha dado a conocer, porque todavía no es el tiempo que Yo le he permitido. Pero pronto, muy pronto aparecerá y si vosotros no aprovecháis ésta arma tan poderosa de la oración. Y especialmente del Santo Rosario, vosotros sucumbiréis a sus tentaciones, a sus mentiras, a su maldad, protegeos y proteged a los vuestros.
Que Mis Bendiciones caigan sobre todos vosotros, especialmente sobre aquellos que en humildad, se reconocen pecadores y necesitados de Mí. Mi Amor queda con todos vosotros, hijitos míos. Gracias, Mis pequeños.
Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Hijitos Míos, mucho os he venido insistiendo sobre la oración, porque mucho se necesita en éstos tiempos.
Sé de muchos de vosotros, que al momento en que se os pide más oración, inmediatamente ponéis miles de pretextos. Entre ellos decís: Es que yo no puedo ir a la Iglesia a rezar, es que yo tengo que trabajar, es que yo tengo que hacer los quehaceres del hogar, es que yo tengo que hacer la tarea, etc., etc.
Ya en varias ocasiones, os he platicado sobre el valor de la Oración y el cómo hacerla. Yo os pido que os hagáis uno Conmigo.
Yo, vuestro hermano Jesús al encarnarMe, realizaba casi todas las labores que cada uno de vosotros hacéis y no por ello Me separaba del vivir en Oración con Mi Padre. La oración no se tiene que hacer exclusivamente en el templo. La oración es la vida íntima de cada uno de vosotros con vuestro Creador; es vuestra vida unida a la Mía, para que Yo se la pueda ofrecer a Mi Padre; es el tomar en cuenta a Nuestra Santísima Trinidad en todos vuestros actos.
Os explico: Yo dormía igual que vosotros y Mi despertar era ofrecido inmediatamente a Mi Padre. Me levantaba y agradecía el nuevo día y ofrecía Mis acciones a Mi Padre por la salvación de cada uno de vosotros. Mi aseo, Mi desayuno, Mi trabajo en la carpintería, Mi caminar para ir a comprar la madera y lo necesario para Mis trabajos, Mi caminar para ir a entregarlos, la limpieza diaria de Mi lugar de trabajo, la ayuda que le daba a Mi Madre Santísima, la ayuda a los pobres y afligidos de cuerpo y alma, Mis alimentos, Mi tiempo libre y el tiempo que específicamente apartaba para la Oración, Mi tiempo de sueño, etc. Todo, TODO ERA TIEMPO DE ORACIÓN, teniendo siempre a Mi Padre junto a Mí.
Así como cuando vosotros no os despegáis ó no os queréis despegar del ser amado y al estar con él le contáis todas vuestras cosas con tal de agradarle el momento y con la finalidad de que sepa más de vosotros; así debe ser y debe buscarse la compañía con Nosotros. Dos personas que se quieren, buscan pasar el mayor tiempo posible juntos, si no se puede personalmente, al menos lo harán por teléfono ó por alguna otra vía; pero la realidad es que no deseáis separaros de la persona querida.
Mis pequeños, ésa es la oración. Es el caminar perfectamente y si y sin interrupción, “en las buenas y en las malas”, con vuestro Dios. Si os dais cuenta de esto, no necesitaréis entonces de un lugar específico para orar con vuestro Dios. Todos vuestros momentos, en donde estéis y lo que estéis haciendo, pueden ser ocasión de oración. ¿Cuál será entonces la diferencia entre que vuestros momentos puedan ser ó no ocasión de oración? Esto es simple, la diferencia estriba en que Nos toméis en cuenta y Nos ofrezcáis de corazón lo que estéis haciendo ó no.
Todo lo que hagáis, por más pequeño que sea; si Nos tomáis en cuenta, adquiere valores infinitos sea lo que sea, siempre y cuando sea bueno y sea fortalecedor para vuestra alma.
Yo os dije que toda mi Vida sobre la Tierra fue ofrecida para vuestra salvación, para todas las almas y para todos los tiempos y que al Yo iniciar la Obra de la Salvación, vosotros la ibais a seguir. Aquí os quiero explicar algo: no sois vosotros solos los que la seguís, sino Soy Yo en cada uno de vosotros cuando unís vuestra vida a Mi Vida.
Todos vuestros actos aún los que consideráis muy grandes, realmente son muy pequeños; porque pequeños e imperfectos sois. Y si estos no los ofrecéis a través Mío, vuestros actos llegan a Mi Padre como pequeñas e insignificantes obras; pero si vuestros pequeños ó grandes actos los ofrecéis a Mi Padre a través Mío, éstos se vuelven Divinos; porque Yo los tomo, los purifico y los llevo a Mi Padre como si fueran Míos, como si Yo todavía estuviera viviendo sobre la Tierra y como si Yo los hubiera realizado.
Con esto os quiero hacer entender que vosotros así, os hacéis UNO Conmigo y de ésta forma Yo vuelvo a caminar, a trabajar, a gozar, a sufrir, a vivir en plenitud en la Tierra a través de cada uno de vosotros. Yo Me encarno en cada uno de vosotros, si así Me lo permitís… Y en consecuencia, os volvéis corredentores con vuestro Salvador Jesucristo.
Explicado esto, ¿No se os hace ahora extraordinaria vuestra vida? Esto es Oración y esto es Salvación para todos, para restaurar el Reino de vuestro Dios en toda la Tierra.
LlevadMe mis pequeños, a donde vayáis. DejadMe ser vuestro interlocutor. PlaticadMe todas vuestras cosas y aunque Yo ya las sé de antemano, Me gusta que Me las platiquéis, porque con ello Me estáis invitando a hacerlo.
Yo siempre estoy con vosotros. Es más, estoy en vosotros. Pero puedo ser un huésped al que no se le hace caso, ni al que no se le toma en cuenta para nada… O puedo ser el Amigo, el hermano, el padre, el consejero ó simplemente el acompañante, que va a hacer vida con cada uno de vosotros.
Yo os he dado Mi Vida y Mi Muerte para que viváis eternamente, ¿Os puedo pedir que hagáis vida Conmigo, en vuestro corazón; para poder derramar en vosotros todo Mi Amor?
Mis pequeños, Soy vuestro Hermano Jesucristo. Yo vine a la Tierra a serviros y que es lo que debiera hacer todo aquél que se sienta grande en el mundo. Yo Soy vuestro Dios, Soy el más Grande, Soy el Omnipotente. Soy vuestro Dios y Me hice pequeñito para serviros y esto debería ser para vosotros una gran lección y así se los dije a Mis apóstoles y discípulos: Que aquél que quisiera ser grande en el Reino de los Cielos, debia ser servidor y pequeño aquí en la Tierra.
Y esto ¿Qué significa, Mis pequeños? Que vosotros debéis ayudar a vuestros hermanos en todo lo que ellos necesiten. Porque el servir os va a hacer grandes, porque el servir solamente lo pueden hacer aquellas almas que están llenas de humildad y de amor.
Cuando vosotros servís a vuestros hermanos, estáis trabajando para ellos. Os estáis dando para ellos, especialmente cuando lo estáis haciendo de corazón, sin cobrar un centavo por servir. Y el servicio debe ir principalmente en el ámbito de lo espiritual, ayudando a vuestros hermanos a crecer espiritualmente, como Yo vine a la Tierra para hacerlo y a enseñaros cómo hacerlo. Mi tiempo, en totalidad, era para vosotros, para vuestro crecimiento, para vuestra salvación, para todos los tiempos.
Ciertamente, los que vivían en ése tiempo tuvieron Mi Presencia con ellos. Yo fui su Maestro, fui su Guía y Me podían ver y tocar. Pero Mis Enseñanzas para todos vosotros quedaron plasmadas en las Sagradas Escrituras y Me tenéis todavía. Tenéis Mis Enseñanzas y Mi Presencia Viva en vosotros.
Cuando os adentráis en las Sagradas Escrituras, Me sentís; vivís junto Conmigo ésos momentos, estáis compartiendo lo que vuestros hermanos vivieron en ésos momentos. Yo estoy Vivo, aún sigo con vosotros. No Soy un Dios que pasó. No Soy un Dios que estuvo sobre la Tierra. Estoy todavía con vosotros y os sigo dando Mis Enseñanzas y Mi Vida. Y esto es de lo que quiero que os llenéis y que transmitáis a vuestros hermanos. Seguís siendo Mis discípulos, seguís siendo apóstoles. Y vosotros debéis seguir transmitiendo esa Vida, para que nunca termine, hasta el fin del mundo.
Os amo, Mis pequeños. Y quiero que os llenéis de Mis Enseñanzas, para que las sigáis transmitiendo de generación en generación, hasta que venga la última y Nos reunamos todos en el Reino de los Cielos. Hijitos Míos, muchos de vosotros todavía no aprendéis a orar. Creéis que debéis separaros del mundo para estar Conmigo solamente y esto no es así, Mis pequeños. Aunque en las Sagradas Escrituras se os enseña que debéis estar en lo profundo de vuestro corazón y en un cuarto, apartados del mundo para que haya silencio y podáis escucharme.
Pero cuando realmente aprendéis a orar, Soy el Amigo que debéis llevar a todos lados. Yo no os aparto de vuestras obligaciones de estado y no por hacerlas, Me debéis hacer a Mí a un lado.
No, Mis pequeños. Yo os vine a dar la perfección de vuestros actos. Vosotros Me estáis sirviendo con vuestra vida, Yo no os vine a apartar del mundo. Cuando os di el don de la vida, os puse entre otros hermanos, no os puse en un desierto, solos; para que pudierais orar todo el tiempo Conmigo. Estáis viviendo con vuestros hermanos para que con vuestro ejemplo, vosotros los llevéis hacia la perfección y con el ejemplo de ellos, vosotros también crezcáis y aprendáis.
Os he dicho que cada uno de vosotros es como una pieza de un rompecabezas, todos os necesitáis a todos. De todos vuestros hermanos aprendéis y también vuestros hermanos aprenden de vosotros. Estos son los tiempos en que debéis ser ésas piezas importantísimas del rompecabezas. Vosotros deberéis atraer hacia vosotros, muchas, muchas almas que estén a vuestro alrededor; porque vosotros debéis ser ejemplo de vida para ellos, ya que ésa es la mejor forma de aprender, viendo cómo actúan vuestros hermanos.
Si vosotros queréis aprender solamente lo que se dice en un libro, difícilmente lo pondréis en práctica; pero si veis haciendo cosas perfectas a un hermano vuestro, también vosotros querréis hacerlas. Porque todo lo que es perfecto, atrae. Por eso a Mi Hijo, cuando estuvo sobre la Tierra, Él, el Maestro Perfecto, lo seguían las multitudes.
Porque todos vosotros buscáis lo que es bueno, lo que es mejor, vosotros debéis ser, en éste tiempo, lo mejor para vuestros hermanos, porque muchos, una gran cantidad de vuestros hermanos, necesitarán ver a alguien que ha buscado la perfección, para mantenerse en Fe, mantenerse en una confianza plena hacia Mí y buscando el Amor que los va a llevar a Mi Promesa de alcanzar los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas.
Si vosotros no actuáis en vuestra vida diaria, hasta en lo más sencillo de cada día, con amor, con perfección, ¿Cómo podréis lograr que muchos de vuestros hermanos cambien, si no están viendo cómo se debe hacer lo que es perfecto? Buscad pues, Mis pequeños, lo que es Mi Vida en vosotros y llevad a vuestros hermanos necesitados a ésa perfección de vida que os va a asegurar el pasar a los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, donde Yo quisiera que estuvierais todos vosotros.
Satanás os va a atacar fuertemente y esto tenedlo presente, él no soporta que alguien busque la perfección en el Amor y menos en sus dominios. Así que buscad ésa perfección. Pero ante todo buscad Mi Protección Mis pequeños, que contra Mí, no puede nada; si estáis Conmigo, venceréis. Gracias, Mis pequeños.
Habla La Santísima Virgen María,
Hijitos Míos, al ver todos los desastres que estáis teniendo alrededor del mundo; os concentráis en ellos y os quiero repetir nuevamente Mis pequeños, lo que os avisé en todas Mis Apariciones. Yo vuestra Madre, la Siempre Virgen María; os he pedido el rezo del Santo Rosario para que podáis detener los ataques de Satanás.
No estáis queriendo ver la realidad espiritual dentro de toda la problemática que se os está dando en lo humano. Vosotros no queréis ver cómo Satanás os está queriendo destruir, estáis viendo nada más, la vida humana, estáis viendo lo material, cuando debierais estar preparados más en lo espiritual.
Mis pequeños, si Nuestro Padre Dios Me permitió venir en las Apariciones pasadas; fue para prepararos para éstos tiempos que estáis viviendo. Os estaba trayendo Yo éste aviso del Cielo, para que os protegierais contra sus ataques, contra toda la maldad que se está diseminando sobre la Tierra. Pero lo estáis viendo solamente a nivel humano y al verlo así, no oráis.
Veis las cosas como normales; pero cada día se van agravando más estas situaciones que veis como naturales. Las lluvias, las aguas, los mares, van creciendo y destruyendo cada vez más. Los calores, las sequías, también van creciendo y destruyen vuestros alimentos y la vida de muchas personas.
No estáis queriendo ver la realidad ni os estáis protegiendo, seguís haciendo lo que estáis haciendo u os preocupáis solamente de vuestra economía particular y le estáis dando libertad total a Satanás para atacaros. No hay oración, ni en vuestra mente ni en vuestro corazón.
Estáis viviendo una vida totalmente sin preocupación espiritual y dejando que Satanás destruya, tanto lo material como lo espiritual, al ver también que vuestros jóvenes y niños se están yendo por caminos equivocados y vosotros, ni os inmutáis.
¿Queréis llegar al final de toda esta maldad? ¿Queréis dejar a Satanás que se apropie de vuestra vida y de la de los vuestros?
Tenéis que protegeros, Mis pequeños. Tenéis que proteger a los pequeños que tenéis en vuestro hogar.
Regresad a Mí vuestra Madre, Mis pequeños. Dejad que Yo guíe vuestra vida y vuestros actos. Dejad que Yo os aconseje contra la Maldad de Satanás. Pero escuchadMe a Mí, vuestra Madre y no dejéis que solamente ésas falsedades que os rodean, traten de explicar lo que está sucediendo; cuando toda ésa información está manipulada por los esbirros de Satanás.
No, Mis pequeños. Si no os preocupáis en lo personal, de lo que está sucediendo; Satanás os podrá destruir. Tenéis que protegeros y para eso estoy Yo, vuestra Madre. Estos son los tiempos que Nuestro Padre Me ha dado, que Me ha concedido para protegeros. Os veo como almitas inocentes, pequeñitos; distraídos y sin saber qué hacer. Timoratos por los ataques de Satanás y por eso vengo a ayudaros.
Apreciad Mi ayuda de Madre, tomad el Santo Rosario como Yo también lo tomo. Y juntos, en cada Rosario que recéis; rezadlo Conmigo, con vuestra Madre y así venceremos a Satanás Mis pequeños. Os lo aseguro y os lo prometo. Gracias, Mis pequeños.
es espectacular las fraces de su corazon asia nosotros ya que hace reflexionar muchas cosas de la vida enteraes verdad dios esta con nosotros el nos ama por siempre el esta donde quiera solo tenemos que tener fe.Felix Solano desde Cuenca Ecuador sudamerica me podria informar sobre algun curso por este medio grasias.