Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, Soy vuestro Dios. Soy el Dios Encarnado. El que ha venido a traeros la Luz de Mi Padre al Mundo, a Mis pequeños, a los que son Míos, a los que siguen y seguirán Mis Enseñanzas. Os vengo a prevenir nuevamente sobre las acciones del Enemigo, del Mal, del Demonio que hizo caer en el pecado a vuestros Primeros Padres.
El mal siempre ha existido en el Mundo desde que éste fue permitido por vuestros Primeros Padres. El mal se enseñoreó y tomó posesión de Mi Creación. Yo os lo di a conocer como Príncipe de éste Mundo, en donde él, desde el Principio; ha combatido al Amor y a Sus Enseñanzas. Yo vine al Mundo a daros Luz, para disipar las tinieblas en las que vuestros antepasados estaban.
Si antes se caminaba prácticamente en la obscuridad, porque no escuchaban a los profetas de la antigüedad, ahora también se camina en las tinieblas por que no han aceptado Mis Enseñanzas.
El juicio que tuvieron las almas de ése tiempo, fue más benévolo que el que tendréis ahora; ya que antiguamente les era más difícil que Mis Mensajes y Mis leyes se difundieran mejor entre los pueblos que existieron en el pasado.
Ahora habéis tenido Mi propia Predicación. Yo vuestro Dios, Personalmente he bajado a la Tierra a ayudaros. Yo os he dejado Leyes y Mandamientos a seguir, para obtener vuestra salvación y la de los vuestros. Os he dado Leyes para producir un nuevo cambio de actitudes, para que Mi Reino de Amor se dé en el Mundo ayudado por vosotros, por vuestra libre y total donación a Mi Voluntad.
Os he dado profetas, os he concedido la guía amorosa de Mi Madre, la Siempre Virgen María. Os he dado todo, hijitos Míos; para crear y producir amor a través vuestro y ¿Qué habéis hecho con todo ello?
Os he indicado que la espiritualidad que debéis acrecentar en vosotros mismos y en vuestras acciones, hará que Mi retorno se dé; porque habréis preparado el terreno para que Mi Amor sea fecundo en los corazones. Y así, cuando retorne Yo vuestro Dios y Salvador al Pueblo Escogido, hallaré la vid fecunda que alabará al Sembrador y a Sus Enseñanzas.
Pero así como Yo trabajo para los Míos, para los que han dejado todo lo del mundo. Han dejado todo lo que os pueda separar de Mis Enseñanzas, de Mi Amor, de la vida de la Gracia; también el Mal trabaja para difundir sus errores.
Os he prevenido de la actuación del mal y de sus secuaces. Os he dicho que el mal tiene también sus seguidores. Que es la cizaña que trata de ahogar al buen grano, que son los que Me siguen.
Os he avisado que desde el Principio, la serpiente antigua iba a tratar de morder el talón de Mi Madre o sean los seguidores de la Verdad. Os he prevenido desde antiguo que el Mal iba a tender sus redes y caerían en ellas los que Me dieran la espalda: los traidores a la Verdad.
Así como Yo os he dado una cultura de Amor, Enseñanzas de Vida Eterna, Enseñanzas de Paz; para que los pueblos todos pudieran vivir en paz, en armonía, en amor fraterno. Así también Mi enemigo y el vuestro; ha procurado crear toda una cultura de odio, de muerte, de obscuridad espiritual, de ataque a todo lo que de su Dios proviene.
Él ha atacado desde el Principio cambiando Mis Leyes, destruyendo la vida desde sus inicios, sembrando el error y la desesperación. Cambiando la vida espiritual que debéis llevar, por vida material que no os dejará nada para la vida eterna. Os hace creer en una vida limitada, en la carne y sus placeres. Y no en una Vida Eterna: espiritual, llena de un amor muy superior al mundano.
Estáis esperando a un personaje específico para atacarlo con vuestras débiles fuerzas espirituales. Pero no habéis crecido lo suficiente como para poderlo enfrentar contra todo su poder.
Estáis esperando a la persona real del Anticristo para poder enfrentarlo y según vosotros, atacar sus enseñanzas negativas al tenerlo ya en forma patente ante vosotros.
Y NO OS DAIS CUENTA DE QUE YA HABÉIS SUCUMBIDO A LA CULTURA DE MUERTE Y DE PECADO QUE ÉL HA DIFUNDIDO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS.
Así como Yo he preparado a los Míos para que Me reconozcan cuando retorne. Así, el Maligno ha preparado a los suyos para que lo acepten, lo sigan y ataquen Mis Leyes de Amor que os he dado.
Ahora es el tiempo de la separación del trigo bueno y la cizaña. Mis hijos han escuchado Mi Voz. La Voz de su Dios, la Voz del Amor, la Voz de la Unión Fraterna y de la Paz de los pueblos; la Voz de la Pureza y de la Gracia, la Voz que las ha de guiar al Nuevo Paraíso, al Reino del Amor Eterno.
Los que son hijos del mal han seguido su voz. La voz del Pecado, la voz de la Impureza, la voz del Libertinaje, la voz de la Guerra entre hermanos y entre los pueblos. La voz de la muerte que se provoca en lo espiritual y en Mis pequeños asesinados en el vientre de sus madres. La voz de la depravación que ya no mide consecuencias. La voz que ataca todo lo bello que vuestro Dios os quiere dar y en lo que ya no queréis creer.
El Mal ha tendido sus redes. Os ha preparado también para que cuando él se muestre al mundo como persona física, también tenga sus seguidores que lo alaben y lo entronicen; para que así el Mal, su depravación, su libertinaje sin leyes de ninguna índole, prevalezcan en vuestro Mundo.
Haced una pequeña reflexión. Tomaos un pequeño tiempo de reflexión y os daréis plena cuenta de ésta verdad.
VOSOTROS CREÍAIS QUE LA PRESENCIA DEL ANTICRISTO IBA A TRAEROS LA MALDAD A PARTIR DE SU APARICIÓN EN ADELANTE
Y no os habéis dado cuenta de que su podredumbre ya estaba diseminada, para preparar a sus seguidores; quienes lo apoyarán para reinar sobre todos vosotros, sobre todo el Mundo.
Os habéis dejado embaucar por sus mentiras. No habéis contraatacado con la vivencia en la virtud y en el amor y ahora habéis permitido que la cizaña cubra prácticamente, todo vuestro planeta. Y habéis así hecho fecundo el terreno para que el Anticristo reine entre vosotros.
Os vuelvo a abrir los ojos de la mente y del espíritu, para que os deis cuenta de lo que pronto acontecerá en el Mundo. Seréis testigos de su aparición personal. Será encumbrado por sus seguidores, por la cizaña. Y tratará de ahogar a los Míos, al buen trigo.
Solamente cuando recapacitéis bien en esta verdad, cuando os deis cuenta de que cada uno de vosotros permitisteis en poco o en mucho, que él pudiera seguir sembrando sus errores entre vosotros y en los vuestros. Cuando recapacitéis de corazón, pidáis perdón y ayuda por vosotros y por toda la vida en la Tierra. Cuando pidáis ayuda para vuestros hermanos caídos y mayor crecimiento espiritual entre los que luchan por el bien.
CUANDO ATAQUÉIS AL MAL CON EL BIEN,
Entonces será cuando estaréis abonando Mi Tierra. En ése momento la virtud y el Amor Me llamarán a Mi Retorno. A salvaros de las garras del Mal y del Error y para salvaros, para la Eternidad.
Hijitos Míos, os vuelvo a recordar esto para que no esperéis hasta el último segundo para recapacitar y hacer un recuento de vuestra vida y de vuestro Mundo. ESTÁIS VIVIENDO MOMENTOS DE CAMBIO
Y de vosotros depende que éstos cambios sean con dolor y muerte. O sean de bienestar y vida.
Recordad que en Mí no hay rencores ni venganzas. Yo sólo quiero vuestro arrepentimiento sincero, para levantaros a la altura de Mi Corazón y permitiros gozar nuevamente de Mi Gracia y de la vida Eterna en Mi Reino de Amor.
ACUDID A MI MADRE, para que Ella os guíe por caminos seguros de Pureza, Verdad y Amor, virtudes que ahora faltan en el Mundo.
Como antes os dije, los que son Míos viven en el Mundo, pero no son del mundo. No os ensuciéis de las cosas del mundo. Sed Míos y Yo os rescataré y os llevaré por caminos seguros de salvación. BuscadMe y Me encontraréis, buscad la Vida y encontraréis la Salvación Eterna. Pedid con verdadero ahínco la virtud de la humildad para que os deis cuenta de lo que actualmente sois. Y también pedid el Don del Discernimiento, para que el Maligno no os pueda engañar más.
Yo os bendigo en el Santo Nombre de Mi Padre, en Mi Santo Nombre y en el Santo Nombre de Mi Espíritu. Y que aquellos que se acojan a la protección de Mi Madre Santísima, queden bajo Su Amparo Eterno.
Habla Dios Padre
Hoy Hijitos Míos, os voy a hablar de un tema muy importante: vuestras acciones. Todos vosotros habéis visto alguna vez lo que pasa cuando se avienta una piedra en un lago: se forman ondas, primero pequeñas y fuertes y hacia el exterior grandes y suaves. Así sucede con vuestras acciones buenas y malas.
Cada alma es como el lago y lo que vuestra voluntad haga, se va a reflejar a las demás almas, a todas, vivas en la Tierra y vivas en el Purgatorio y en el Cielo. Todas vuestras acciones tienen trascendencia; nada se pierde, todo afecta a bien o a mal.
Una buena acción afectará primero a los más cercanos a vosotros y se irá difundiendo hasta lugares y personas a las que vosotros ni siquiera conocéis. Se irradia el bien y vosotros lo habéis constatado alguna vez. Algún acto bueno que hicisteis, sobre todo aquellos que no llevaban alguna intención soberbia, ayuda primero al que la recibe; éste transmite la experiencia a otro u otros y estos toman esta buena acción como enseñanza en sus vidas.
Al hacerla suya y vivirla, la va a transmitir a otros. Y así indefinidamente hasta que en alguno se detenga esa fuerza benéfica por no quererla transmitir, por falta de amor hacia los demás. Es una propagación de Mí Amor, hacia vuestro prójimo.
Lo mismo sucede con las obras malas. Se van propagando, afectan a varios, hasta que el amor existente en alguien que las recibe, las detiene. Estas ondas del bien o del mal también afectan al Purgatorio y al Cielo. Las de mal, detienen y atrasan la salvación y glorificación de muchas.
Estad muy atentos con vuestras acciones porque todo se afecta y os afectáis a vosotros mismos. Porque si observáis bien al lanzar la piedra, al chocar contra una pared o algo sólido; esa onda se regresa hasta el punto de impacto de donde nació la onda y estos sóis vosotros.
LO SÓLIDO CON LO QUE CHOCA LA ONDA ES MÍ JUSTICIA
Y sí os dáis cuenta, Yo no os regreso el mal. Yo no os castigo. El castigo regresa por sí mismo a vosotros. Todo regresa a la fuente de inicio.
Si de vosotros nació algo bueno, una idea, una acción, una ayuda; ella tarde o temprano regresará a vosotros como un bien para vosotros y los vuestros. Pero si vosotros produjisteis un mal, tarde o temprano se os regresará a vosotros y a los vuestros.
Es una ley real, dinámica, justa. Por eso estad atentos con vuestras acciones y procurad que todo lo que de vosotros salga sea bienestar, generosidad, amor y así vuestras vidas se verán colmadas con lo mismo que hagáis.
Vosotros habéis sido constituidos para formar parte de la Creación Divina, para producir frutos de conversión y salvación, para dar gloria a vuestro Dios y Creador. Vuestras obras, todas, deben ser tendientes a que en ellas se manifieste el Espíritu de Dios y para que a través de ellas se manifieste Su Presencia y Su Voluntad, siempre buscando un mayor crecimiento y desarrollo espiritual.
Con la caída en el Pecado Original de vuestros Primeros Padres, empieza la banalidad de los actos humanos. Ese pecado se vuelve el primer acto humano y todos vosotros conocéis el resultado. Las capacidades y la fragilidad humanas, NUNCA se van a poder comparar a Mis Capacidades y a la finalidad amorosa de Mis Obras.
Mientras que Mis Obras siempre son tendientes al Amor; las vuestras, cuando las hacéis u obráis sólo a nivel humano, son tendientes siempre al egoísmo.
Vuestra tendencia actual por tener el alma caída en el pecado, por tener la mancha del egoísmo; es de separación de vuestro Dios, a Su Voluntad y a la búsqueda de la vanagloria personal. Os apropiáis de los Dones recibidos y los utilizáis para vuestros propios intereses, que en la mayoría de los casos son para buscar un reconocimiento mundial, para llenar vuestras míseras pretensiones humanas, para enriqueceros ó para tener poder y control sobre vuestros propios hermanos.
No buscáis el servicio, la caridad, la mejora espiritual y material de vuestros semejantes, ayudados por méritos y dones que NO son vuestros. Tomáis y os apropiáis de los dones de Mi Santo Espíritu para vuestro propio beneficio.
Siempre que el hombre ha tomado Mis Dones para su propio beneficio o para ponerse en contra Mía, de vuestro Dios y Creador, siempre ha sufrido una caída espectacular. Entre éstas caídas está el Pecado Original; otra es la Torre de Babel, que cuando unidos los hombres de ése tiempo, se ponen en Mi contra y resulta la confusión de las lenguas.
Luego, cuando los hombres se van adueñando de tierras y constituyen países, empiezan las guerras de hermanos contra hermanos y siempre con una finalidad egoísta. Ya sea de posesión de más tierras, de posesión de las riquezas que ésos otros pueblos han obtenido con su trabajo. Ya sea por posesión humana, causado por la belleza de una mujer o por tratar de aniquilar tal o cuál pueblo por sentirse superiores en raza o intelecto.
Cuánto mal produce el hombre cuando refleja en sus obras a su propio egoísmo, a su propio yo. Gran cantidad de los que llamáis “avances científicos”, están encaminados a ver por vuestros propios intereses y no los habéis puesto bajo Mi Guía o bajo Mi Protección; evitando con ello lo que a Mí se Me debe: el Primer Holocausto, la consagración de cada acto u obra humana.
Cuando vuestros planes, vuestros ideales, vuestra vida son consagrados y ofrecidos a Mí como debe ser y además aceptando vuestra pequeñez con sincera humildad; sabiendo que aún los más grandes logros humanos SIEMPRE van a ser defectuosos y limitados, como vosotros lo sois por causa del pecado y porque sois niños, en capacidades y en vida interior.
Cuando obráis y aceptáis esto, obtendréis grandes logros; porque Yo vuestro Padre, voy a sustituir vuestras incapacidades, vuestras deficiencias con Mi Amoroso Poder, con Mi Amorosa Sabiduría. Y así entonces obraremos JUNTOS y obtendréis cosas tan grandes que os maravillaréis.
Cuando obráis con vuestras propias capacidades y con tonta vanagloria humana, obtenéis fracaso tras fracaso. Os daré un ejemplo de vuestra época en donde se dio éste egoísmo y ésta vanagloria humana: el trasatlántico Titanic. Según sus ingenieros era una maravilla de la ingeniería humana. Se envanecen a tal grado que declaran: ‘Ni Dios lo podrá hundir’ y obtienen su lección en el primer viaje. (Dios retiró su protección y chocaron con un iceberg)
Lo construyeron para ellos mismos, para envanecerse y además, no solamente no Me tomaron en cuenta para ofrecérMelo y consagrárMelo, puesto que el conocimiento se los dí Yo. Sino que además hasta ponen ésta pequeña obra humana en contra Mía, Me retaron y perdieron.
Esto no quiere decir que Yo voy a estar siempre pendiente a ver si vuestras obras Me las estáis ofreciendo o no. De hecho lo conozco y no lo estoy haciendo con la finalidad de destruir lo que se os olvidó, lo cuál tiene remedio.
Porque vosotros contáis con esa gracia, la de retomar todos vuestros actos del pasado en los cuáles Yo aún no aparecía como Actor principal en vuestras vidas y en éste presente Me podéis ofrecer todo aquello y Yo lo tomaré. Y os lo agradeceré como si lo acabarais de hacer. Y obtendréis las gracias y bendiciones que retuve en ésos momentos pasados por vuestro olvido.
Lo que sucedió con el Titanic no fue olvido, sino soberbia humana y reto directo a Mí, vuestro Dios.
¿OS DÁIS CUENTA DE QUE CADA DÍA OBRÁIS ASÍ ?
Creáis Titanics en vuestras vidas y con vuestras obras diarias. A veces con olvidos y a veces con retos soberbios. Os afanáis en construir grandes obras humanas, deficientes, pequeñas y al no tomarMe en cuenta consagrándoMelas y ofreciéndomelas. Así se quedan, pequeñas y deficientes. Y no producen crecimiento espiritual para los demás ni para vosotros mismos. Y por consiguiente, se desvanecen tanto vuestras obras como vosotros mismos.
No dejáis huella de amor y servicio en vuestro paso por el Mundo, sino de egoísmo y destrucción.
Buscáis sobresalir de entre vuestros semejantes y si sobresalís, a veces quedáis marcados por vuestro mal proceder. Porque buscasteis vuestras propias necesidades y gustos. Vuestro bienestar antes que el de los demás. De ésta forma conocéis los nombres de personajes del pasado y actuales; que han sido muy destructivos al propiciar guerras entre hermanos al hacerlos luchar pueblo contra pueblo o nación contra nación.
Por otro lado podéis ver la vida de semejantes vuestros, que sin buscar vanagloria sino servicio a sus semejantes; poniendo toda su vida y esperanzas en Mi Voluntad. PidiéndoMe ayuda en todo momento al saberse pequeños y limitados; han hecho grandes obras en el Amor divino y en el humano. Porque ha habido primeramente humildad y en seguida caridad.
De aquí surgen nombres de mujeres y hombres grandes entre vosotros, que han dado crecimiento a la humanidad a nivel científico, moral o espiritual. Y al ser reconocidos así, han tenido un reconocimiento mundial que nunca buscaron. En muchos de ellos se les reconoce una verdadera santidad, porque ellos dejan reflejar Mi Presencia interior y no su egoísmo humano.
¿Comprendéis ahora cómo deben ser vuestros actos pequeños y deficientes, a la vista de vuestro Padre? DádMe todo lo vuestro. TODO. Aún lo más pequeño y deficiente. Para que unido a Mi Amor, a Mi Voluntad en los méritos de Mi Hijo Jesucristo; vuestras obras alcancen niveles inconmensurables. Niveles inimaginables a vuestras escasas capacidades.
Entended una vez más de que sois niños y que vuestro conocimiento, aún el de vuestros grandes sabios actuales; es infinitamente inferior al Mío. Y que si os quedáis solos y actuáis solos; vuestros actos seguirán así, infinitamente pequeños y deficientes.
Contáis con Mi Gracia, contáis con Mi Voluntad, contáis con Mi Guía Paterna. TOMADLAS Y APRENDERÉIS A VIVIR OTRA VIDA. Amadlas y aprenderéis a vivir otra vida. Una vida llena de Mi Gloria y una vida llena de Gracias Divinas, porque ya no obraréis solos.
Vuestras obras irán impregnadas de Mi Presencia Divina y así avanzaréis a pasos agigantados en vuestra ascensión espiritual y amorosa hacia Mi Corazón Paterno.
Buscad vuestra fusión a MI Voluntad, a Mi Ser… Y veréis el cambio tan fuerte, tan radical que se dará en vuestras vidas y en el desarrollo integral de todo el género humano. Ya no viváis ni actuéis aislados.
Yo vuestro Dios y Creador, lleno de un inmenso deseo de compartir todo aquello que hacen Mis hijos…
Quiero vivir en vuestras vidas para levantaros…
Y llevaros a la Dignidad en la que fuisteis pensados y constituidos en el Principio.
Venid a Mí y no os arrepentiréis, no desperdiciéis Mis Tesoros infinitos.
Hijitos Míos, Mis pequeños, Mis amados de Mi corazón: Yo vuestro Dios y Creador, he puesto Una Ley en vuestro corazón.
OS HE DADO MIS PRECEPTOS PARA QUE AL SER CUMPLIDOS,
PUDIÉRAIS VIVIR EN LA LIBERTAD EN LA QUE FUISTEIS CREADOS.
Y al daros a Mi Único Hijo, os elevo al rango de hijos del Padre y coherederos de Mi Reino.
Así como Mi Hijo os explicó en el pasado Mensaje, sobre lo que está sucediendo y sucederá en breve en vuestro Mundo; Yo ahora os quiero ayudar a que reflexionéis sobre vuestro comportamiento pasado y presente; para que podáis afectar el futuro, con vuestra mejora de vida espiritual.
Yo vuestro Dios, Dios de todas las generaciones; dí a Mi pueblo escogido Diez Mandamientos a cumplir; haciéndoles hincapié en que si los llevaban a cabo, Yo vuestro Dios, su Dios; los consentiría siempre.
Aún desde el principio Mi Pueblo Escogido fue terco y falto de fé para Conmigo. Aún a pesar de haberles mostrado Mi Poder con grandes prodigios, con los que los iba guiando y protegiendo de los otros pueblos que los querían destruir.
Les di profetas, les di reyes, les di de las mejores tierras… Les di grandes hombres, que fueron muchas veces ejemplo para los otros pueblos. Y aún así Me dieron la espalda. LES DI A MI PROPIO HIJO. Y burlándose de Él, lo mataron.
El Mal ha atacado siempre a Mi Obra. Y en ella sin excepción, os encontráis todos vosotros.
Hoy os quiero recordar algunas cosas y a poneros en guardia; para que os deis cuenta como el Demonio os ha atacado durante todo el tiempo de la Creación, desde que hubo vida humana sobre la Tierra.
Yo os dí Diez Mandamientos que aunque Mi Hijo os dijo que lo ideal sería que se resumieran en dos,
OS LOS DI PARA QUE OS COMPORTARAIS COMO VERDADEROS HIJOS MÍOS AL CUMPLIRLOS.
El Maligno ha atacado Mis Mandamientos y los ha ridiculizado ante todos vosotros. Por lo cual vosotros ya ni los tomáis en cuenta y caéis en la soberbia. Y con ella él os ha tapado los ojos del alma.
Al vivir ciegos espiritualmente, actuáis como seres libertinos, que no queréis aceptar ni seguir ley alguna; con lo cuál habéis permitido que el Pecado se haya implantado fuertemente en el Mundo y sea la causa de que vaya rápidamente a su destrucción total.
Al Primer Mandamiento:
AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS, CON TODO TÚ CORAZÓN Y A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO
el Maligno os envuelve en su mentira para alejaros de Mí. Os endiosa a vosotros mismos, a través del embellecimiento de vuestro exterior, volviéndoos dioses de carne.
Os ha llevado a exaltar a vuestro propio ego, ya en lo físico, ya en lo intelectual. Os ha hecho creer que valéis muchísimo, porque es vuestra belleza exterior y vuestras capacidades intelectuales las que realmente cuentan. Ahora sois bellezas reales. Estatuas labradas vivientes. Hermosuras que van de un lado a otro causando sensación en algunos y envidias en otros. Sois ahora estatuas bellísimas al estilo griego; pero frías como el granito y vacías de Mi Vida Divina en vuestro corazón.
Sois ídolos de carne y hueso. Y que al igual que los ídolos de madera o de piedra que no saben AMAR y no saben ADORAR a su verdadero Dios, así ahora estáis vosotros viviendo en este mundo de falsedad.
Al Segundo Mandamiento:
NO JURARÁS EL SANTO NOMBRE DE DIOS.
El Mal con sus mentiras, os hace jurar por alguien más; ya que tan falsos os habéis vuelto que tenéis necesidad de anteponer Mi Nombre o el nombre de una persona respetable; porque ya vuestra persona ha perdido toda veracidad y respetabilidad.
Al jurar en Mi Nombre o en el de otros, estáis mostrando vuestra inseguridad en vuestro valer. Juráis en mi Nombre porque vuestro nombre, vuestra honra ya no es fidedigna. Ya no es lo suficientemente valiosa como para ser respetada por los demás. El Maligno os ha llevado a la deshonra total. Al fango, al pecado mortal; para que por medio de vuestra caída se deshonre Mi Obra Creadora.
Al Tercer Mandamiento:
SANTIFICARÁS MIS FIESTAS.
Os ha llevado a haceros olvidar lo que el Domingo y lo que las Fiestas de Guardar deben significar para un verdadero hijo Mío.
En la antigüedad era un honor poder acercarse al Arca de la Alianza ó posteriormente, poder ir a la sinagoga. Sólo la gente preparada podía hacerlo. Se preparaban para que su presencia ante Mi Presencia fuera del máximo respeto. Y del máximo gozo al permitírseles conocer Mi Palabra y poder usarla para poder comunicarse más respetuosamente con su Dios.
Esperaban con ansia el Día del Señor: la Fiesta Divina en la que el hombre podía entrar en la Casa de su Señor y su Dios. Aún su vestimenta era la mejor, para presentarse ante su Dios y se purificaban antes de entrar al recinto sagrado. Se interesaban en estudiar Mis Palabras, dadas a través de Mis profetas. Y todo era gozo inmenso, por estar ante Mi Presencia.
Todo el día era consagrado a su Dios. Y ahora, ¿Qué os ha sucedido, Mis pequeños? Os habéis dejado embaucar por el Maligno. Y con sus ataques ha desviado vuestra atención hacia la cosas del mundo en el día que Me pertenece.
Si no salís de “día de campo” con la familia, os sentáis ante el televisor a ver un juego de pelota u os reunís con los amigos a platicar de algún tema de “interés” tomando bebidas alcohólicas, que sólo van a adormilar más vuestros sentidos; para que el Día se pase sin que Me toméis en cuenta.
TOMÁIS MI DÍA COMO VUESTRO DÍA DE DESCANSO TOTAL y Yo que deseo estar con Mi familia terrena en Mi Casa, no lo puedo tener; porque Mi Familia se ha olvidado de su Padre Celestial.
Al Cuarto Mandamiento:
“AMAR AL PADRE Y A LA MADRE”.
El Maligno os ha llevado a la destrucción de la familia. De hecho ya muchos de vosotros vais al Sacramento del Matrimonio con la firme idea de no concebir, lo cual de inmediato anula al Sacramento, ya que se pone en contra de Mi Orden Divina de “Creced y Multiplicaos”.
La soberbia os ha negado tanto, que ya no respetáis las canas de vuestros progenitores.
Se os vuelven carga y los abandonáis; si no en asilos u hospitales, sí en sus hogares y casi nunca los visitáis.
Llega con otros a tal grado su soberbia y su falta de agradecimiento a sus progenitores, que por ser de cuna humilde y que a pesar de que ellos se dieron con gran sacrificio, para darle una carrera al hijo o a la hija; estos al sentirse en mejor posición económica y social, niegan a sus padres.
¡Cuánta maldad ha puesto Mi Enemigo en el corazón del hombre! Oíd bien esto: Aquél que no respete a su padre o a su madre, no merece vivir Conmigo en el Reino de los Cielos.
Para el Quinto Mandamiento: “NO MATARÁS”
El Maligno os ha llevado a destruiros unos a otros de palabra y de obra. De palabra con la crítica, afectando a la honra de vuestros semejantes. Y de obra al matarles cuerpo y alma.
Os habéis vuelto FRATICIDAS, al matar a vuestros hermanos con el mal ejemplo; llevándolos a una vida sin Dios, a una vida en el pecado, a una vida vacía en los vicios y en las drogas.
Matáis a vuestros hermanos al ser cómplices de aquellos que convirtiéndose en instrumentos del mal, producen muerte moral y espiritual por medio de las revistas o publicaciones inmorales y pornográficas. O por medio de programas de televisión y de cine. Y vosotros permitís que vuestros hijos los vean.
Y por último, quizá sean los que menos hay que están pecando contra éste Mandamiento, sean los asesinos que por asaltar, matan a sus hermanos. Por ello os dijo Mi Hijo Jesucristo: “Temed más a aquél que pueda matar vuestra alma”.
Para el Sexto Mandamiento:
“NO FORNICARÁS NI COMETERÁS ACTOS IMPUROS”.
El Maligno os ha llevado a ver con “naturalidad” lo que va en contra de éste Mi Mandamiento, que afecta a la pureza en la que creé al Primer hombre y a la Primera mujer. Os hace creer que el amor consiste en el goce sexual simplemente.
Y así os ha engañado en tal forma, que ahora lo véis tan “normal” en películas y revistas; que aquél que no ha tenido experiencias sexuales prematrimoniales, lo consideran raro, enfermo o anticuado.
Ya os he explicado que no os puedo decir como algunos de vosotros os decís que sois peor que animalitos; ya que ellos siguen un instinto de reproducción natural para mantener la especie. Ellos no piensan si sea bueno o malo. Ellos sólo se guían por el instinto que puse al crearlos.
Vosotros no. YO OS DÍ UN ALMA y con ella la inteligencia y demás capacidades que dá el ser racionales.
La reproducción en el ser humano no se dá por instinto, sino por AMOR y con él, el respeto a la persona amada. Y todo esto con fines de PROCREACIÓN para dar alegría a vuestro Dios. El acto sexual es un acto superfluo y falto de vida, que sólo lleva a cabo el goce corpóreo, pero no en el alma.
Ya que en la gran mayoría de los casos, como ahora lo utilizáis; vais a impedir la vida por medio de los artificios que el Maligno os ha dado para que no prosigáis con Mi Obra Creadora.
Para el Séptimo Mandamiento:
“NO HURTARÁS”.
El modelo de vida que os ha propuesto el Maligno es el de “mientras más tengas, más vales” y así el hombre no respeta ahora la forma de obtener en dinero y las cosas materiales.
APLASTA, DESTRUYE, HUMILLA,
PASA POR SOBRE LO QUE SEA, POR SOBRE QUIÉN SEA, PARA “SER ALGUIEN EN LA VIDA”
Y así el hurto se vuelve la mejor forma. Se le roba al cliente en los mercados alterando las balanzas. Se le roba al pueblo, tomando sus bienes para bien propio. Se le roba al que más tiene por envidia… Se le roba al pacífico por “dejado”.
Se le roba al prójimo en estos tiempos, a todos niveles y en todos los medios posibles.
Para el Octavo Mandamiento:
“NO LEVANTARÉIS FALSOS TESTIMONIOS NI MENTIRÉIS”.
Mi Enemigo, siendo el Padre de la Mentira; la ha enseñado a todos vosotros para conseguir todo lo que en forma deshonesta o injusta, deseéis conseguir.
De hecho, prácticamente no existe sobre la Tierra hijo Mío que no use de la mentira todos los días, para obtener una u otra cosa. Desde el pequeñín hasta el anciano, la mentira grande o pequeña, deshonra sus labios y mancha su corazón.
Contra el Noveno Mandamiento:
“NO DESEARÁS LA MUJER DE TU PRÓJIMO”
Es parecido al Sexto Mandamiento, pero ahora peor puesto que el Maligno contra éste mandamiento; os hace voltear hacia la mujer casada y al dañarla con la seducción, os lleva a la destrucción de la familia.
La mujer seducida por el placer sexual o por la seducción al dinero y las cosas materiales, es arrancada del núcleo familiar por hombres sin escrúpulos, vendidos al Mal.
La falta en la vivencia de Mis Sacramentos y de la Oración os debilita. Debilita vuestra alma y la hace fácil presa de las pasiones de la carne. La falta de oración en la familia, os vuelve vulnerables a los ataques destructivos del Mal.
Y así, el mal ejemplo diseminado a través de los medios de comunicación, hace estragos en las familias. Por querer seguir patrones nefastos transmitidos en los medios de comunicación viniendo de “países desarrollados”, os hacen enlodaros al igual que están ellos.
Cuando tarde recapacitáis del mal en el que caísteis, “por gusto o por conveniencia”; la destrucción familiar se ha dado y desgraciadamente, con la repercusión futura en sus miembros.
Para el Décimo Mandamiento:
“NO CODICIARÁS LAS COSAS AJENAS”
El Maligno os lleva a desear en forma enfermiza multitud de cosas; para crearos un status de vida con el cuál podáis presumir a vuestros semejantes.
Así os lleva en una gran mayoría de veces, a gastar aún del dinero que no poseéis; lo que os llevará a hipotecar vuestros bienes primarios: como casa, coche y a veces es tal el problema en el que caéis; que hasta “vendéis” la vida del cónyuge o de algún hijo o hija, con tal de obtener el bien deseado.
Os llenáis de cosas. Vivís para obtener cosas. Morís por obtener cosas.
Y OS OLVIDÁIS DE BUSCAR AFANOSAMENTE, PARA OBTENER LO MÁS IMPORTANTE PARA EL HOMBRE:
A SU DIOS.
Cuando el hombre aprende a buscar a su Dios y lo llega a poseer, todo lo demás le sale sobrando.
Las cosas del mundo adquieren su propio valor y así se vuelven insignificantes en comparación al Bien obtenido que Soy Yo, vuestro Dios
Hijitos Míos, espero que esta pequeña explicación a Mis Mandamientos os haga reflexionar sobre cómo el Maligno os está atacando actualmente y con ellos os lleve a un cambio de vida, en donde busquéis afanosamente los verdaderos valores que deben vivir en el alma de cada uno de vosotros.
Tratad de vivir más profundamente en Mí y así el Maligno NADA PODRÁ CONTRA VOSOTROS.
Yo os bendigo con la Gracia y los Dones de Mi Santo Espíritu y os lavo con la Sangre Preciosa de Mi Hijo Jesucristo; para devolveros vuestra dignidad, la de ser Mis hijos para toda la Eternidad.
Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el del Espíritu de Amor.
Yo os bendigo en Mí Santísimo Nombre, en el de Mí Hijo, modelo de Gracia y Donación y en el de Mí Santo Espíritu, guía interna que todos lleváis en vuestro corazón.
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