Fuisteis escogidos para ser otros Cristos vivientes.
Mis sacerdotes, mis queridos ministros de Mi Amor. Los necesito tanto para que a través de vosotros se cumpla Mi obra de salvación, pero cuanta frialdad y cuanto desamor encuentro en la mayoría de ellos. Me duele decirlo, Me duele muchísimo ver que Mis sacerdotes, ministros supremos, Me estén fallando.
Yo ya lo veía desde el principio de la Cristiandad, Mis mismos apóstoles estaban llenos de defectos, pero aún así los tomé para ser mis primeros Obispos. Reconozco vuestra flaqueza, pero aún así os amo y os necesito.
Tenéis que acercaros más a Mi Corazón. Os habéis desviado de vuestro ministerio, habéis hecho de vuestra vida consagrada reflejo de carne y vicio en muchos de vosotros. Os he dado más que a la mayoría de Mis creaturas y así os habré de pedir, en la Justicia y en el Amor.
Vosotros fuisteis escogidos para ser otros Cristos vivientes, transmitiendo virtud, transmitiendo Verdad, transmitiendo Amor, viviendo Mis enseñanzas y siendo un ejemplo fiel de vuestro primer y máximo maestro: vuestro Salvador, Cristo Jesús.
Hijos Míos, Mis consagrados, todavía hay tiempo. Volved a la virtud, apartaos de la Tierra y de cuanto mal hay en ella.
No os dejéis ensuciar vuestras sagradas túnicas sacerdotales. Habréis de presentármelas cuando vuestro tiempo de servicio toque a su fin. La Balanza está esperando sobrepesar ambos lados.
Vuestra concupiscencia os aparta de Mí. ¿Qué me vais a entregar al final? Muchas almas se lleva Mi Enemigo por la frialdad de vosotros, Mis consagrados. Vuestro compromiso es muy grande, pero también os doté de bellísimos dones y ¿Qué habéis hecho con ellos?
También vosotros os habéis dejado arrastrar por el mundo. Vuestra misión es excelsa ¡Comprendedlo, EXCELSA!
Yo perdono aún al pecador más obstinado, siempre y cuando se acerque con espíritu contrito, vosotros lo sabéis. ¿Por qué entonces vosotros no os acercáis a Mí? ¡Dejad el mundo y sus obras de una vez por todas!
Vosotros sois Míos. Vuestra misión es del Cielo, NO de la Tierra. Vuestro tiempo es totalmente Mío y para Mí, en la salvación de vuestros hermanos. Vivid la pureza del cuerpo y del alma, hijitos Míos. Apartaos de todo aquello que os lleve a la impureza, eso daña mucho Mi corazón.
No hijitos Míos, no estáis actuando completamente de acuerdo a vuestra Suprema Misión. No os hagáis tontos. Vuestra vida debe ser de virtud y de ejemplo. Muchísimas almas se pierden por vuestro mal ejemplo, vosotros lo sabéis.
Nuevamente os lo repito, OS NECESITO. No Me fallen por favor, por el amor a Mis almas, por el amor a Mis creaturas.
El tiempo se acerca, el Tiempo de la Tribulación ya está. ¿Qué haréis vosotros cuando Yo Mismo y vuestros hermanos van a necesitar más de vosotros? Sólo la vida en la virtud os mantendrá con la Fe y la Fortaleza necesarias, para ayudarme a salvar almas en la tribulación.
Os doy Mi Espíritu Santo. Os doy Mi perdón de corazón, pero tratad de vivir en el Camino que os he trazado desde hace 2000 años. OS NECESITO Y EL MUNDO OS NECESITA.
Llevad a las almas a la salvación. Sed buen ejemplo de virtud y amor y venced vuestro egoísmo y vuestras pasiones. Vosotros Me pertenecéis por completo, no lo olvidéis. La Justicia será más severa con vosotros, pero el Amor será más agradecido por igual.
Sed perfectos como vuestro Padre es perfecto y santos, como vuestro Cristo lo es. Os bendigo hijos Míos, en Mí Nombre, en el de Mí Hijo y en el del Santo Espíritu de Amor.
Hijos Míos, ahora os quiero hablar sobre Mis ministros, vuestros sacerdotes. Ellos son almas escogidas de Mi Corazón, en los que he puesto multitud de dones para la transmisión de Mis Gracias a todos sus hermanos que sois vosotros.
A ellos les he cuidado desde antes de su concepción en la Tierra. Son almas especiales con las que Yo regalo a Mi Iglesia para transmitirle Mi propia vida a través de los Sacramentos. Son almas muy cercanas a Mi Corazón.
Yo constantemente envío a la Tierra éste tipo de almas para ayudarles a vosotros en vuestra conversión, en vuestra salvación, en vuestro crecimiento espiritual. Ellos son los portadores de Mis Virtudes y de Mí Amor.
Como vosotros sabéis, éstas almas tienen que encarnarse, igual que vosotros. Y tienen que luchar contra todo lo que el Demonio y el Mundo les ofrecen, igual que a vosotros.
Tienen que sufrir incomprensiones en su niñez y juventud; especialmente en éstos tiempos en los cuáles las familias en general, no les interesa y hasta luchan, por no permitir que un hijo suyo se vaya de sacerdote.
Esto lo consideran pasado de moda o indigno para sus familias. Qué tristeza se produce en Mí Corazón cuando veo que en las familias que se dicen cristianas, atacan y tratan de quitarle, esa idea del sacerdocio a sus hijos.
No se imaginan el daño que Me hacen y el daño que se hacen vosotros mismos. Luego os quejáis conmigo de que no hay operarios para la mies, cuando sois vosotros mismos quienes lo estáis propiciando.
Luego tenemos que a los pocos operarios de Mi rebaño, en vez de PROTEGERLOS CON VUESTRA ORACIÓN os pasáis el tiempo criticándoles sus vidas.
Ya les dije que son almas escogidas de Mí Corazón, pero así como a vosotros os tocó un cuerpo defectuoso por el pecado original; también a ellos y todos tenéis que luchar contra todos los ataques que Mi Enemigo les pone en vuestro camino.
La lucha de un sacerdote contra sus debilidades corporales, es muchísimo mayor que las de vosotros; puesto que el DEMONIO LOS ATACA MUCHO MÁS FUERTE A ELLOS, por ser Mis ministros y propagadores de la Fe que Mi Hijo les dejó.
Si vosotros fuerais generales de un ejército y tuvierais que atacar al ejército enemigo ¿A quién trataríais de eliminar primero?
Os iríais hacia las cabezas que comandan al otro ejército, para que al eliminar a los que dan las órdenes y la estrategia de ataque, ya no pudieran continuar el ataque.
Y así el resto del ejército se tendría que retirar sin rumbo fijo y perderían la batalla ¿No lo creen así, Hijitos Míos?
Lo mismo sucede con Mis sacerdotes y los ataques del Maligno.
Si vosotros en vez de criticar a Mis sacerdotes, LOS PROTEGIERAIS CON VUESTRAS ORACIONES, AYUNOS Y PENITENCIAS, tendríais los sacerdotes santos que tanto me pedís.
Hijos Míos, Yo necesito de vosotros, para proteger a los sacerdotes a través del amor de vuestras oraciones. Tenéis que daros cuenta que el mundo os necesita en la virtud. Y que sólo viviendo en la virtud, todo se puede lograr.
Recapacitad en que para la obtención de los principales Sacramentos, se necesita uno de Mis Ministros y si vosotros no los cuidáis como piedras preciosas que son realmente; porque son almas escogidas por Mí, vuestro: Padre.
NO TENDRÍAIS ESOS SACRAMENTOS, ni para vuestra vida ni para vuestra muerte.
Yo constantemente envío almas sacerdotales a la Tierra. Yo conozco vuestras necesidades, escucho el clamor de Mi pueblo y actúo de inmediato. Pero ¿Que hacéis vosotros con éstas almas?
MUCHAS SON ABORTADAS.
Muchas son “convencidas” por sus padres para que no tomen el Santísimo Camino del Sacerdocio.
Y otras son dejadas a la deriva, a merced de Mi Enemigo; quien las ataca y logra convencerlos a tomar otras ideologías que no son las Mías.
Y sólo logran confundir a Mi pueblo.
Y así se pierden o se apartan de Mi Camino. Pero todo esto, sucede por vuestra falta de oración y penitencia por ellos.
No creáis que porque son sacerdotes ya no necesitan de oraciones. Ellos necesitan muchas más, que para vosotros. Y son pocos los sacerdotes que se mantienen en una vida santa y de ejemplo.
Pero no os engañéis Hijos Míos. si las cosas están así en Mi Iglesia; es por vuestra frialdad, indiferencia y crítica hacia Mis ministros.
Se dice que un Pueblo tiene el gobierno que se merece y vosotros: ¿No os merecéis, lo que tenéis ahora? Recapacitad Y orad.
LA ORACIÓN Y LA PENITENCIA, JUNTO CON EL AYUNO;
TIENEN UN PODER ABSOLUTO CONTRA MI ENEMIGO Y SUS SECUACES.
Porque al orar y daros en penitencia por Mis ministros y por vuestros hermano, estais viviendo en el AMOR. Y mi Enemigo NO PUEDE NADA, con quien realmente ama.
Recordad nuevamente, Yo constantemente envío almas sacerdotales a la Tierra. Pero ¿Vosotros las acogéis como lo que son y fomentáis su apostolado?
Os amo, hijitos de Mí Corazón. Y les pido que vean por Mis ministros. Cuídenlos, protéjanlos en cuerpo y alma. Porque así vosotros mismos os estaréis protegiendo, ya que ellos intercederán por vosotros en vida y en muerte.
También os quiero participar de las Gracias que se obtienen al buscar el Agua Viva.
Mi Hijo os dijo: “Yo Soy el Agua Viva, el que se acerque a Mi ya no tendrá sed”. Él es el Agua Viva. Él es en MÍ y Yo Soy en El. El que se acerca a El, se acerca a Mi vuestro Dios, vuestro Padre, vuestro Creador.
El que toma de esa Agua Viva Me encuentra a Mi. Reconoce en Su Presencia, Mi Presencia. EL Y YO SOMOS UNO…
Y somos indivisibles por el Amor que produce el Espíritu Santo. Este deseo de Amor que nace de Nuestra Esencia es la que nos unifica en la Trinidad Divina.
Todo se mueve, todo se dá, todo vive en Nuestra Divina Trinidad. El Agua Viva es la Vida que se produce en el Amor de la Trinidad. El Agua Viva es el producto de Nuestra Unión. El Agua Viva es el Amor Consustancial de las Tres Divinas Personas en las cuáles nos constituimos.
El Agua Viva es el encuentro que la creatura debe tener en Nuestra Trinidad Divina.
Todo aquél que tiene sed espiritual encuentra alivio al buscar Nuestra Esencia y Nuestra Esencia es la del Amor.
Si a Nosotros, en Nuestra Trinidad Divina y Perfecta Nos une el Amor, la creatura y todo cuanto existe, debe unirse a Nosotros en la misma forma, EN EL AMOR. Yo os he enviado a Mi Hijo a la Tierra, a mostraros Mi Esencia y Mi Ley. Y Su Presencia ante los vuestros, se mostró siempre bajo la Mirada de Mi Amor.
Toda Su Vida fue de Amor. Sus Enseñanzas fueron de Amor. La recuperación de las almas a la Gracia, se desarrolló en el Amor. SU DONACIÓN fue siempre buscando el Amor. Su Servicio a todos vosotros, se desarrolló y se desarrolla siempre, bajo el respeto en el Amor.
No quiso ser gravoso a nadie. Pero por el contrario Se dio a todos, sin nunca verse a Sí Mismo. No Le importaba Su cansancio, con tal de dar ayuda a todos aquellos que buscaban su Agua Viva. O sea, SU AMOR.
Aquél que recibía Amor de Mi Hijo, sentía el deseo de no separarse de El. Su Presencia, Su Vida, Sus Enseñanzas, Su Donación, Sus Milagros, producían sed Divina.
Y la única forma de apagar ésa sed, era siguiéndoLo y llenándose con Su Palabra y Sus Enseñanzas.
La Vida de Mi Hijo no ha terminado, VIVE AÚN EN VOSOTROS Y CON VOSOTROS, en la Sagrada Eucaristía y en Sus Enseñanzas.
Aquél que busca, aquél que le interesa conocer ésa Agua Viva, llenarse de ella, apagar su sed. Sed que nace por la moción de Mi Santo Espíritu en vosotros, busca estar ante Su Presencia.
La actitud clave para apagar vuestra sed es el buscar, es el moverse voluntariamente hacia la Fuente Eterna; es el desear conocer la Vida, el Amor, las Enseñanzas de Mi Hijo.
Yo os quiero dar todo Mi Amor, pero necesito de vuestra voluntad libre. De vuestra voluntad que deseé de corazón, llenarse de Mi Gracia. Y así ella satisfaga vuestra necesidad espiritual al reconocer su valor en vosotros.
Cuando reconocéis el valor de Mi Sabiduría a través de la Palabra y de las Enseñanzas que os dejó Mi Hijo Jesucristo, entonces es cuando vuestra alma vuela hacia Mí; afanosa de llenarse de Mi Perfecta Sabiduría y cuando la alcanza, desea penetrar más en ella.
Sabiduría que no tiene límites. Sabiduría que apaga vuestra sed momentáneamente, pero que os produce más sed; porque es tan vasta, que al probarla; deseáis conocer más.
Mi Sabiduría no tiene límites y os dá satisfacción a vuestras dudas espirituales. Pero al alcanzar el conocimiento buscado, se os abre otro deseo más, otra duda más…
Y así, otro horizonte nuevo se os presenta y nace en vosotros un nuevo deseo de conocer más sobre Mi Sabiduría.
Y así Mi Sabiduría se vuelve como el dulce en el niño pequeño; sabe sabroso al paladar y no desea terminarlo.
Mi Sabiduría es el Agua Viva que debéis buscar. Y cuando voluntariamente la vais encontrando, no deseáis dejarla. Porque se vuelve agradable su conocimiento a vuestra alma.
Y así como vuestra alma, por venir de Mi es infinita; Mi Sabiduría al ser también infinita, no tendrá límites y vuestra satisfacción espiritual será eterna.
Buscad hijitos Míos, Mi Sabiduría. Acercaos a la Fuente de Aguas Vivas, que son las Enseñanzas y el Amor que Mi Hijo os dejó. Cuando realmente busquéis con el deseo de aprender más sobre Mi Amor, os extasiaréis al encontrar cómo Mi Amor ha sido desde antes de que existierais.
Cómo Mi Amor ha creado todo. Y se os dará el Conocimiento poco a poco, sobre Mis Verdades; sobre Mis Misterios, sobre Mi Amor Oculto. Y así vuestra sed en lugar de apagarse, se acrecentará.
Buscad y encontraréis… Y hallaréis ésa Fuente inagotable que es Mi Sabiduría Divina. Sabiduría que está esperando ser derramada sobre aquellas almas que libremente Me buscan. Que libremente y con deseos profundos de su corazón, desean introducirse al Mío. Deseos profundos de agradar a vuestro Dios.
Cuando amáis a otro ser, buscáis; preguntáis lo que le gusta a ella ó a él, para poder regalárselo y así vivir juntos ésa alegría que se produce. Se consienten mutuamente, buscan lo que los pueda unir más. Buscan los gustos que se tengan en común para platicar de ellos y compartir con ellos el amor que los une.
ASÍ DEBÉIS OBRAR CONMIGO. BUSCADME.
Interesaos por Mis intereses. Compartid Conmigo los vuestros. Tratad de igualar algún momento de la vida de Mi Hijo sobre la Tierra, con algún momento que os colme en vuestra propia vida.
Buscad agradarMe y Yo os colmaré de Santa Alegría. Os haré beber de Mi Agua Viva y no permitiré que se apague vuestra sed; sino que la acrecentaré, para compartir eternamente con vosotros Mis Tesoros escondidos en Mi Divina Sabiduría.
Por eso, los que han alcanzado vida santa ya sobre la Tierra, se vuelven “raros” ante los ojos de los demás. Porque Mi Divina Sabiduría los ha llevado a alcanzar una vida sobrenatural; mucho más alta, que la vida que se desarrolla sobre la Tierra.
Les alcanzo el Cielo para que lo vivan ya desde ahora, sobre la Tierra.
Buscad hijitos Míos, YA desde ahora ésa perla rara. Y así aprenderéis ya, a dejar los bienes del Mundo; para alcanzar los bienes eternos que Mi Sabiduría os dá, al crear Sed de Amor en vuestros corazones.
Aquél que encuentra la Fuente de Agua Viva, encontrará el Tesoro enterrado que vive en su corazón; bajo la Presencia Divina de Mi Santo Espíritu.
Y al encontrarLo, encontraréis el Reino Eterno. La Sabiduría Divina que os ha acompañado desde que fuisteis concebidos; pero que no habéis buscado por falta de interés: el interés de poder vivir Mi Cielo ya desde vuestra vida sobre la Tierra.
Buscad en vuestro interior y encontraréis la respuesta a vuestras múltiples necesidades espirituales.
TODO LO TENÉIS EN VOSOTROS MISMOS.
No tenéis necesidad de buscar en otros lados la Verdad, ya que Ella habita en vosotros.
Buscad ésa Agua Viva en vosotros mismos con la ayuda de la vida en la Gracia y en la vida en los Sacramentos que Mi Hijo instituyó.
Y ahí, en vuestro interior, encontraréis Mi Presencia y Mi Sabiduría Eterna.