APOCALIPSIS 13 (Biblia de Jerusalén)
11.Vi luego otra Bestia que surgía de la tierra y tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como una serpiente.
12.Ejerce todo el poder de la primera Bestia en servicio de ésta, haciendo que la tierra y sus habitantes adoren a la primera Bestia, cuya herida mortal había sido curada.
13.Realiza grandes señales, hasta hacer bajar ante la gente fuego del cielo a la tierra;
14.y seduce a los habitantes de la tierra con las señales que le ha sido concedido obrar al servicio de la Bestia, diciendo a los habitantes de la tierra que hagan una imagen en honor de la Bestia que, teniendo la herida de la espada, revivió.
15.Se le concedió infundir el aliento a la imagen de la Bestia, de suerte que pudiera incluso hablar la imagen de la Bestia y hacer que fueran exterminados cuantos no adoraran la imagen de la Bestia.
16.Y hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente,
17.y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre.
18.¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra de un hombre. Su cifra es 666.
LA BESTIA SEMEJANTE A UN CORDERO
Hijos predilectos, hoy recordáis mi segunda aparición, ocurrida en la pobre Cova de Iria en Fátima, el 13 de junio de 1917.
Ya entonces os predije lo que estáis viviendo en estos tiempos.
Os anuncié la gran lucha entre Yo, la Mujer vestida del Sol, y el enorme Dragón Rojo que ha llevado a la humanidad a vivir sin Dios.
Os predije también el astuto y tenebroso trabajo realizado por la Masonería, para alejaros de la observancia de la Ley de Dios y haceros de ese modo víctimas de los pecados y de los vicios.
Sobre todo, como Madre os he querido advertir de los grandes peligros que hoy amenazan a la Iglesia, a causa de los muchos y diabólicos ataques que se llevan a cabo contra Ella, para destruirla.
Para alcanzar este fin, a la Bestia Negra que sube del mar, acude en ayuda desde la tierra, una bestia que tiene dos cuernos, semejantes a los de un cordero.
El cordero en la Sagrada Escritura, siempre ha sido el símbolo del sacrificio. En la noche del Éxodo es sacrificado un cordero y con su sangre, son rociados el dintel y las jambas de las casas de los hebreos, para sustraerlos al castigo que en cambio, alcanza a todos los egipcios.
La Pascua hebrea recuerda este hecho cada año con la inmolación de un cordero, que es sacrificado y consumido.
Sobre el Calvario, Jesucristo se inmola por la Redención de la humanidad; se hace Él mismo nuestra Pascua y se convierte en el verdadero Cordero de Dios que quita todos los pecados del mundo.
La bestia tiene en la cabeza dos cuernos semejantes a los del cordero.
Al símbolo del sacrificio, está íntimamente unido el del Sacerdocio: los dos cuernos. Un cubrecabeza con dos cuernos llevaba el Sumo sacerdote del Antiguo Testamento.
La Mitra con dos cuernos, llevan los Obispos de la Iglesia, para indicar la plenitud de su Sacerdocio.
La bestia negra semejante a una pantera indica la Masonería. La bestia con dos cuernos, semejante a un cordero, indica la Masonería infiltrada dentro de la Iglesia; es decir la masonería Eclesiástica, que se ha difundido sobre todo entre los miembros de la Jerarquía.
Esta infiltración masónica dentro de la Iglesia, ya os ha sido predicha por Mí en Fátima, cuando os anuncié que Satanás se introduciría hasta el vértice de la Iglesia.
Si el objetivo de la Masonería es el de conducir a las almas a la perdición, llevándolas al culto de falsas divinidades. El fin de la Masonería Eclesiástica en cambio, es el de destruir a Cristo y a su Iglesia construyendo un nuevo ídolo: es decir, un falso Cristo y una falsa Iglesia.
Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente, es el Verbo Encarnado, es Verdadero Dios y Verdadero Hombre; puesto que une en su Persona Divina la naturaleza humana y la naturaleza divina.
Jesús en el Evangelio, ha dado de sí mismo la más completa definición, diciendo ser la Verdad, el Camino y la Vida.
Jesús es la Verdad, porque nos revela al Padre, nos dice su Palabra definitiva, lleva a su perfecto cumplimiento toda la Revelación Divina.
Jesús es la Vida, porque nos da la misma vida divina con la Gracia merecida por Él, con la Redención. E instituye los Sacramentos como medios eficaces que comunican la Gracia.
Jesús es el Camino, que conduce al Padre por medio del Evangelio que nos ha dado, como camino a recorrer para alcanzar la salvación.
Jesús es Verdad, porque es Él –Palabra Viviente– fuente y sello de toda la Revelación Divina.
Entonces la Masonería Eclesiástica obra para obscurecer su Divina Palabra, por medio de interpretaciones naturales y racionales. Y con el pretexto de volverla más comprensiva y aceptada, la vacía de todo contenido sobrenatural.
Así es como se difunden los errores por todas partes dentro de la misma Iglesia Católica.
A causa de la difusión de estos errores; hoy muchos se alejan de la verdadera fe, volviendo realidad la profecía que os ha sido hecha por Mí en Fátima: “Vendrán tiempos en los que muchos perderán la verdadera FE”
LA PÉRDIDA DE LA FE ES APOSTASÍA.
La Masonería Eclesiástica actúa de una manera astuta y diabólica, para conducir a todos a la apostasía.
Jesús es Vida porque da la Gracia.
La Masonería Eclesiástica tiene como propósito JUSTIFICAR EL PECADO. Presentarlo no ya como un mal, sino como un valor y un bien.
Por lo cual se aconseja realizarlo como un modo de satisfacer las exigencias de la propia naturaleza, destruyendo la raíz de la cual podría nacer el arrepentimiento y se dice que ya no es necesario confesarlo.
Fruto pernicioso de este maldito cáncer que se ha difundido por toda la Iglesia, es la desaparición en todas partes de la confesión individual. Las almas son llevadas a vivir en el pecado, rechazando el Don de la vida que Jesús ha ofrecido.
Jesús es el camino que conduce al Padre por medio del Evangelio.
La Masonería Eclesiástica favorece la exégesis que dan de él interpretaciones racionalistas y naturales; por medio de la aplicación de los varios géneros literarios de manera que el mismo, queda lacerado en todas sus partes.
Al final se llega a negar la realidad histórica de los milagros y de Su Resurrección.
Y se pone en duda la Divinidad misma de Jesús y su Misión Salvífica.
Después de haber destruido al Cristo histórico, la bestia con dos cuernos semejante a un cordero, trata de destruir al Cristo Místico que es la Iglesia.
La Iglesia instituida por Cristo es una sola: la Santa, Católica, Apostólica, Una, fundada sobre Pedro.
Como Jesús, también la Iglesia fundada por Él que constituye su Cuerpo Místico, es verdad, vida y camino.
La Iglesia es verdad porque a Ella sola Jesús ha confiado la custodia en su integridad, de todo el depósito de la Fe.
Lo ha confiado a la Iglesia Jerárquica; es decir, al Papa y a los Obispos unidos a Él.
La Masonería Eclesiástica trata de destruir esta realidad con el falso ecumenismo, que lleva a la aceptación de todas las Iglesias cristianas, afirmando que cada una de ellas posee una parte de la verdad.
Cultiva el designio de fundar una Iglesia ecuménica universal formada por la fusión de todas las confesiones cristianas, entre las cuales estaría la Iglesia Católica.
La Iglesia es vida, porque da la Gracia y Ella sola posee los medios eficaces de la Gracia, que son los Siete Sacramentos.
Es vida especialmente, porque a Ella sola ha sido dado el poder de generar la Eucaristía, por medio del Sacerdocio Ministerial y Jerárquico.
En la Eucaristía, Jesucristo está realmente Presente con su Cuerpo Glorioso y su Divinidad.
Entonces la Masonería Eclesiástica trata de atacar de muchas maneras engañosas, la piedad eclesial hacia el Sacramento de la Eucaristía.
De ésta, sólo valoriza el aspecto de la Cena, tiende a minimizar su valor sacrificial, trata de negar la Presencia Personal y Real de Jesús en las Hostias Consagradas.
Por esto se han ido suprimiendo gradualmente todos los signos externos que son indicativos de la Fe en la Presencia Real de Jesús en la Eucaristía; como las genuflexiones, las horas de adoración pública y la santa costumbre de rodear el Tabernáculo con luces y flores.
La Iglesia es camino porque conduce al Padre por medio del Hijo, en el Espíritu Santo, por el camino de la perfecta unidad.
Como el Padre y el Hijo son Uno, así debéis ser una sola cosa entre vosotros.
Jesús ha querido que Su Iglesia sea signo e instrumento de la unidad de todo el género humano.
La Iglesia logra estar unida, porque ha sido fundada sobre la piedra angular de su unidad: Pedro y el Papa que sucede al carisma de Pedro.
Entonces la Masonería Eclesiástica trata de destruir el fundamento de la unidad de la Iglesia, con el ataque astuto e insidioso contra el Papa.
Ella urde las tramas del disentimiento y de la contestación al Papa; sostiene y premia a aquellos que lo vilipendian y lo desobedecen; propaga las críticas y las oposiciones de Obispos y teólogos.
De esta manera se demuele el fundamento mismo de su unidad y así la Iglesia es cada vez más lacerada y dividida.
Hijos predilectos, os he invitado a consagraros a mi Corazón Inmaculado y a entrar en este mi refugio maternal, sobre todo para ser preservados y defendidos contra esta terrible insidia.
Por esto en el acto de consagración de mi Movimiento Yo os he solicitado renunciar a toda aspiración a “hacer carrera”. Así podéis sustraeros a la más peligrosa y fuerte insidia usada por la Masonería, para asociar a su secta secreta a tantos hijos míos predilectos.
Os llevo a un gran amor a Jesús Verdad, haciéndoos valientes testimonios de fe. A Jesús Vida, llevándoos a una gran santidad. A Jesús Camino, pidiéndoos ser en la vida sólo Evangelio vivido y anunciado al pie de la letra.
Luego os conduzco a un gran amor a la Iglesia.
Os hago amar a la Iglesia–Verdad, haciéndoos fuertes anunciadores de todas las verdades de la fe católica; mientras os oponéis, con fuerza y coraje a todos los errores.
Os hago Ministros de la Iglesia–Vida, ayudándoos a ser Sacerdotes fieles y santos. Estad siempre disponibles a las necesidades de las almas. Prestaos con generosa abnegación al ministerio de la Reconciliación.
Y sed llamas ardientes de amor y de celo hacia Jesús Presente en la Eucaristía.
Que en vuestras iglesias se vuelva a tener con frecuencia la Hora de pública Adoración y Reparación al Santísimo Sacramento del altar.
Os transformo en testimonio de la Iglesia–Camino y os hago instrumentos preciosos de su unidad. Por esto os he dado como segundo compromiso de mi Movimiento, una particular unidad con el Papa.
Por medio de vuestro amor y de vuestra fidelidad, el designio divino de la perfecta Unidad de la Iglesia volverá a resplandecer en todo su esplendor.
De ese modo, a la tenebrosa fuerza que hoy ejerce la Masonería Eclesiástica para destruir a Cristo y a su Iglesia; Yo opongo el fuerte esplendor de mi ejército sacerdotal y fiel, para que Cristo sea amado por todos, escuchado y seguido. Y su Iglesia sea cada vez más amada, defendida y santificada.
Sobre todo en esto resplandece la victoria de la Mujer vestida del Sol y mi Corazón Inmaculado tiene su más luminoso triunfo.”
Extracto del Libro A MIS HIJOS PREDILECTOS, del padre Stéfano Gobbi
Amados hijos de mi Corazón Inmaculado:
Mi Hijo Jesucristo, no es amado por la humanidad como una vez lo fue. La indiferencia ante Su Existencia se ha transformado en una aversión de todo lo Que Él ES, de todo lo que Él representa y todo lo que Él prometió. Esto me causa mucho dolor y tristeza.
A medida que la Apostasía crece y se extiende; Él, Jesucristo, será condenado por todas las naciones. Hasta aquellas que le aman y que siguen Sus Enseñanzas, serán incapaces de declarar su lealtad a Él, sin tener que sufrir el ridículo, la burla y la calumnia.
Los que son leales a Él, no serán capaces de proclamar la Verdad a menos que dediquen tiempo en oración; rogándole a Él a que les ayude a hacer frente a la oposición que van a tener que enfrentar todos los días.
Con el fin de seguir siendo fieles a Jesucristo, debéis amarlo incondicionalmente. Amarlo verdaderamente es una gran bendición y es también un Regalo de Dios. Para aquellos cuyo amor por mi Hijo se ha debilitado, os pido que recitéis esta Oración: “Oh Jesús mío, Salvador del mundo, dame Amor para amarte más y adoración, para adorarte eternamente.”
Queridos hijos, si la humanidad contemplara la Majestad de mi Hijo, Quien se sienta en el Trono Celestial, al lado de la mano derecha del Padre Eterno; agacharían sus cabezas llenos de vergüenza y remordimiento.
Mi Hijo amado Jesucristo, es adorado, honrado y recibe en abundancia, gran amor por los ángeles y los santos en el Cielo.
En la Tierra hay muy poco respeto mostrado a Él, Quien sufrió una muerte terrible para salvar a la raza humana del Pecado.
Cómo lloran los Cielos en este momento en la historia, mientras todo intento por extinguir en la Tierra de cada símbolo que representa a mi Hijo está siendo hecho en todas partes. No contentos con desterrar la exposición pública de las Santísimas Cruces, pronto será ilegal declarar que vosotros seguís a a Jesucristo.
Muy poca tolerancia se mostrará a los Cristianos que permanecen fieles a la Palabra y que siguen el camino hacia Dios. Incluso aquellos siervos consagrados que manifiestan servir a Jesucristo, serán demasiado débiles para defender el Cristianismo y serán obligados a aceptar estas leyes.
En muchos casos los traidores de entre ellos, facilitarán la abolición de la Cruz y de la Verdad del Cristianismo. Con el tiempo, todos ellos adorarán una doctrina falsa, junto con otras religiones que no provienen de Dios. Debido a que elegirán el camino del error, por su propia voluntad… Esto significa que ellos se negarán a aceptar la Misericordia de Dios y se condenarán a sí mismos a la Oscuridad.
No teman. Perseveren durante las pruebas que llegarán. Todos los cristianos enfrentarán muchos desafíos.
Cuando quieran vivir sus vidas totalmente cristianas y pidan orientación, tendrán que atestiguar la retorcida Apostasía, la cual será exhibida a ustedes, por los Judas Traidores a la Iglesia de Mi Hijo.
Aquellos que serán asignados pronto, en las altas esferas de la Iglesia de mi Hijo en la Tierra, no serán de Dios. Ellos no estarán al servicio de mi Hijo y cambiarán muchas doctrinas y leyes dentro de la Iglesia.
No sería posible introducir tales cambios tan radicales y en tantos formatos, en un tiempo tan corto. Pues tan apresurados traerán esos cambios, con muchos libros nuevos, misales y cartas, que vosotros sabréis entonces que tales obras han llevado años de preparación.
Éste será uno de los primeros signos donde podéis estar seguros de que ésta veloz intrusión y retorcida doctrina habrá sido creada con sumo cuidado.
Mucha gente no reconocerá estos cambios en la Iglesia y aquellos que lo hagan; aplaudirán los cambios, porque ellos aliviarán la culpabilidad que sentirán a causa de sus pecados.
Finalmente se sentirán descargados, ya que ahora esto significará que ya podrán proclamar abiertamente su aceptación de todas las cosas que ofenden a Dios.
Ya que, si la Iglesia declara el pecado como una cosa natural y parte de la naturaleza humana; entonces significará ciertamente, que el pecado ya no importa más.
El Amor será substituido con el humanismo. Entonces, al proclamar la importancia de ocuparse de la pobreza y del hambre del mundo, ellos se sentirán santos a los Ojos de Dios.
Cuando mi Hijo sea negado públicamente y cuando Su Palabra sea tergiversada; se pondrá sumo cuidado en los grandes actos de caridad que se hagan públicamente. Esto desviará la atención, lejos de la realidad QUE SE DESARROLLA EN EL SENO, DENTRO DE LA IGLESIA;
QUE SERÁ SUPLANTADA POR LA FALSA IGLESIA.
Ello creará regocijo y finalmente la Verdadera Palabra de Dios ya no será más discutida.
Cuando todas las religiones sean llevadas bajo un mismo techo y donde la opinión del paganismo sea tratada con gran respeto; entonces la gente tendrá miedo de levantarse y declarar la Verdad.
Porque cuando se atrevan a hacerlo, serán acusados de blasfemia.
El día se aproxima rápidamente, cuando os declaréis ser un verdadero Cristiano y cuando recordéis a la gente la Palabra de Dios; entonces, seréis acusados de herejía.
La Verdad será tergiversada y la Palabra de Dios será presentada al revés. Nada estará en orden. Y nada tendrá sentido en las nuevas reglas pronto a ser introducidas en la Iglesia de mi Hijo.
Es importante que a pesar de la censura que se derrame sobre vosotros… Debéis permanecer siempre fieles a la Palabra de Dios.
Vuestra Bienamada Madre Madre de la Salvación