Iba con mi familia manejando para ir comer, cuando de repente el Espíritu Santo me indica que me va a dar los puntos importantes del Génesis. El conocimiento es instantáneo y luego sigue la reflexión de Él con uno mismo. Me dijo: “Te voy a dar los puntos claves del Génesis”.
Acto seguido me indica: La Biblia dice: Dios puso a Adán y a Eva en el Paraíso Terrenal. El Espíritu Santo me explica: Esto se refiere a que Adán y Eva eran el paraíso de Dios, puesto que vivían en Su total voluntad. El se recreaba en ellos y ellos en Dios. No se salían de los lineamientos que Dios les había marcado y ellos eran muy felices.
Luego me sigue explicando: Cuando en el Génesis dice: Y Dios puso el árbol del Bien y del Mal en medio del Paraíso se refiere a la voluntad humana. Ellos podían escoger entre el Bien y el Mal… De hecho tenían que pasar una prueba que Dios Padre luego les pondría.
Luego me indica el Espíritu Santo, en donde dice el Génesis: “Y dijo Dios, no tomaréis del fruto prohibido”. Esto se refiere a que Adán y Eva no estaban unidos en matrimonio -“Y Dios los creó hombre y mujer”. El fruto se refiere a los hijos que ellos le iban a dar a Dios para Su Gloria, pero estaba prohibido en esos momentos, por no estar casados y porque NO debían tomar sexo antes de matrimonio.
Sabiendo esto el Demonio (la Serpiente), los tienta.
Primero con el pretexto de decirles: ¡Pues es que no son ustedes acaso los reyes de la Creación! ¿Cómo es que los animales del campo, las aves del cielo y los peces del mar pueden procrear y ustedes no? Entonces la soberbia entra en ellos.
Dios les había dado el conocimiento de todas las leyes del Universo. Conocían todo lo creado. Pero les dijo, “Yo me reservaré el conocimiento de la transmisión de la vida”. Pero esto lo decía para probarlos.
Entonces se lleva a cabo el Pecado Original, que en sí, realmente es un TRIPLE Pecado. Primero, deciden ellos hacerle caso al Demonio y rompen con Dios. Esta es una falta muy grave puesto que habían sido creados en un grado muy alto de perfección: su inteligencia, sus capacidades físicas y mentales y sus virtudes, sobrepasaban por mucho a lo que somos actualmente nosotros; por los defectos que ahora tenemos por el Pecado Original.
Entonces, para hacer una decisión a ése nivel de decir: ‘vamos a hacer caso a la Serpiente porque queremos conocer lo que Dios no nos quiso decir’, implica el ponerse en contra de Dios. Romper con la Voluntad Divina y el CAMBIAR lo mucho que Dios les había concedido ya, por lo poco que el Demonio les estaba proponiendo.
Primer pecado: ponerse en contra de Dios. Segundo pecado del Pecado Original: La Serpiente los incita a tomar sexo. A DELEITARSE CON EL SENTIDO DEL TACTO principalmente. A gozarse mutuamente, a tomar lo prohibido. Disfrutando solamente del placer.
Y el tercer pecado es que les Engaña a que eso es la Procreación. Porque no les EXPLICA realmente como deben hacer para procrear y lo que esto significa en su completa estructura… Y esto para ir en contra de la Orden que Dios Padre dio al terminar la Creación, que dijo: “Creced y multiplicaos”.
El Demonio SIEMPRE va a estar en contra de las Leyes de Dios. Y para protegernos, debemos pedir al Espíritu Santo el Don del Discernimiento, para protegernos de sus asechanzas.
También me explicó el Espíritu Santo que cuando una persona comete un pecado mortal, entonces no puede tener crecimiento espiritual. Sigue viviendo la persona, pero su alma no crece, está estancada. Esto también me lo explicó y me dijo: En la parábola de la vid y el sarmiento Nuestro Señor Jesucristo lo indica.
Si el sarmiento (el alma), se mantiene unido a la vid (la Gracia Divina, la Fuente de Vida), entonces podrá dar fruto (la uva, que son las buenas acciones). Pero si el sarmiento se separa de la vid (por el pecado mortal), se seca y se arroja al fuego (al Infierno).
De aquí hay dos explicaciones: la primera en la que nos dice que hay adultos con almas de niños, porque no han crecido en gracia, ya que hay muchas personas que hacen su primera Comunión y no vuelven a buscar el alimento Divino posteriormente. En cambio hay niños con Almas de adultos, porque asiduamente acuden a los Sacramentos con gran Fe y amor.
Al Demonio eso le pasó: de ser el Arcángel mas bello de la Creación, se pone en contra de Dios por soberbia. Y al retirarle Dios el Amor, se vuelve horrible y además, ya no tiene crecimiento espiritual. Por lo que nos daremos cuenta con lo quo sigue, que lo mismo que le propuso a Adán y a Eva en el pasado, es lo mismo que nos propone con mucha astucia en éstos momentos.
Para el primer pecado, nos propone falsas ideologías, sectas o “nuevas religiones”. Propuestas principalmente por el movimiento “NEW AGE” como son: el ecologismo, el panteísmo, el gnosticismo, la pseudo-ciencia, la astrología, la ufología, la psicología transpersonal, el método de control Mental, la dianética, etc.
Dándonos estas “opciones” nos hace crecer nuestro EGO, para separarnos de Dios.
Para el segundo pecado: las película, revistas, canciones, etc. están llenas de ello –tener sexo antes del matrimonio.
Y para el tercer pecado, el de no procrear. Con astucia nos ha engañado a través de los medios de comunicación diciendo: “La familia pequeña vive mejor”, ya somos muchos y no hay suficientes alimentos, etc. Y todo para ir en contra de la orden de Dios: Creced y Multiplicaos. (Además de promocionar el asesinato de los inocentes)
Dios Padre NUNCA se equivoca. Al hombre es al que le falta FE y CONFIANZA en Dios.
Él puede hacer de un desierto un Vergel y no faltarles nada a aquellos que en Él confían.
Debemos nuevamente unirnos a Su DIVINA VOLUNTAD.
Habla Dios Padre, sobre: El Pecado y sus Causas.
Como ya os he dicho anteriormente, vosotros fuisteis creados por Mi Amor, para compartir Mi Gloria por toda la Eternidad. Era el Amor lo que debía mover todos vuestros actos, los actos de Mis primeros hijos, vuestros padres, Adán y Eva.
El Amor, la pureza, la santidad era lo que prevalecía, era lo que daba una verdadera vida a todo: Yo como centro de la Creación, Yo como único fin verdadero, Yo como proveedor de todas las gracias y bendiciones para con todos Mis Hijos.
La Creación toda y en especial el Género Humano se iba a desarrollar en las virtudes más excelsas de Vuestro Dios, ¿Pero qué pasó?…
El hombre se prefirió a Si mismo, se vio como sor supremo de la Creación, que de hecho lo era. Pero quiso conocer lo que aún no se le había permitido para probar su Fe en Su Dios. Prefirió hacerle caso a Mí Enemigo; quién a merced del engaño, se dejó llevar.
El Pecado radica principalmente, en que la soberbia le indica que él puede lograr todo sin su Dios. El Demonio le exalta su cuerpo, les hace vivir emociones en ése momento, ilícitas. Y el hombre disfruta del poco bien, del mísero bien que le propone Mi Enemigo.
Y lo cambian por el Gran Bien, que era Yo Mismo en sus vidas y en todo lo que poseían.
El Pecado fue el preferirse, el verse a ellos mismos. En no querer ser ya ni hijos de Dios, ni instrumentos de Mi Amor. Ni el querer seguir viviendo y aprovechando la vida de gracia que Yo con todo Mi Amor, les proporcionaba.
Prefirieron abrir puerta a las pasiones desordenadas. Prefirieron hacer su propia historia y no seguir la que Yo con Mí Sabiduría, les había trazado; pero siempre en su libertad, nunca con imposición. Prefirieron exaltar lo mínimo, que era su cuerpo; a lo máximo: que era Mi Presencia, Mi Aliento Espiritual,en ellos.
En ésto radica la esencia del Pecado: en el preferir cualquier otra cosa antes que a los bienes divinos. Ya Mi Hijo Jesucristo se los dijo en pocas palabras: “Moisés les dio 10 Mandamientos. Pero se podrían resumir sólo en dos, Amarás a tú Dios por sobre TODAS las cosas y a tú prójimo como a ti mismo”.
Si lo notáis, la persona en sí no aparece. Os lo explico: primero es Dios. Y luego es la Caridad -Mí Amor- que se debe dar a los demás. Es Mí Amor dinámico en vosotros. Es Mí Amor, que al recibirlo se debe dar a los demás. Es el pensar primero en los demás, antes que en uno mismo.
Si así se actuara, siempre estaríais viendo por los demás. Buscaríais el bien y el crecimiento de los demás, antes que a vosotros mismos. Pero muy importante, observad: éste amor retornaría inmediatamente a vosotros, puesto que los demás se darían a vosotros, ya que vosotros seríais los prójimos de ellos.
Esta es la bella dinámica de Mi Amor: el que os améis los unos a los otros con Mi Amor, como Vuestro Padre os ama.
Mi Enemigo os lleva a la muerte, Yo os llevo a la vida. Mi Enemigo os engaña usando los mismos atributos humanos llevándolos a la soberbia, cuando Yo los he creado con Mi Amor en la Pureza y en la Humildad.
Un ejemplo actual: Yo creé a Adán y a Eva y estaban desnudos y así vivían en el Paraíso. Ellos en su pureza, no sentían ninguna pena de verse así. Yo todo lo creo santo, el Pecado siempre trata de desfigurar Mi obra.
En éstos tiempos se exaltan los valores del cuerpo más que los del alma, porque Mí enemigo quiere usar la obra de Mis Manos, en Mí contra.
Ha utilizado constantemente a lo largo de la historia, las formas bellas con que yo doté a la mujer; para poner a los hombres en pugna, unos contra otros. Buscando poseer esas formas externas, para presumir ante los otros hombres.
¿Qué es lo que realmente pasa aquí? Os explicaré. El Pecado consiste no en las formas bellas de la mujer; ya que Yo vuestro Padre, así las creé y todo lo que sale de Mis Manos es santo.
El Pecado es el adueñarse y hacer ídolo de ese cuerpo humano. Los hombres así enfermos de lujuria; llenan de joyas, perfumes preciosos y telas finísimas a ése ídolo, a ése cuerpo hermoso.
Hijas Mías, no os dejéis engañar por la Serpiente nuevamente. Lo mas hermoso de vosotras, lo puse en vuestro corazón.
Cuando se buscan sólo los valores de la carne, se cae en la idolatría, se cae en el peor de los pecados. Prefieren nuevamente lo poco y mísero; que es una creatura vacía de Mí… A la vida espiritual y a los valores espirituales que viven en esa misma creatura, pero que ya no son explotados y ni siquiera buscados, para proseguir Mi obra, que es la transmisión de Mí Amor y de Mis Virtudes a vuestros descendientes.
La carne ha de envejecer y destruirse. En cambio, el amor y las virtudes crecen, así como se va acercando el final de vuestra misión sobre la Tierra.
¿De que os aprovechan unos pechos hermosos y abundantes de una mujer; si en lugar de daros vida, os van a llevar a la muerte espiritual?
La belleza de los pechos no es mala. Yo así los cree y en las Sagradas Escrituras se exaltan constantemente. Pero siempre como medio, para dar vida. Ya lo decía aquella mujer israelita al gritarle una alabanza a Mi Hijo Jesucristo: “Bendito el vientre que te llevó y los pechos que Te amamantaron”.
¿Qué son más bellos? ¿Unos pechos abundantes de una “artista”, que van a producir muerte espiritual por hacer ídolo de ellos…? ¿O los pechos “caídos” de una madre que se dieron a sus hijos. ¿Qué alimentaron otros seres a los que se les iba a enseñar posteriormente, a AmarMe?
Yo Vuestro Padre, ahora se los digo a ustedes madres:
“Benditos vuestros pechos que dieron amor. Que llenaron de vida a nuevos hijos Míos y que se acabaron por el bello acto de amar. Benditas seréis en Mí Reino por haber transmitido vida corporal; pero sobre todo espiritual, en la Tierra para exaltar Mi Gloria. Y por permitir que Yo siga viviendo en cada uno de vosotros al transmitir Mi Amor y Mis enseñanzas a vuestros hijos.
Vosotras todas Mis hijas, recordad; Yo las he creado para que trasmitierais vida en todos sentidos. Y no Muerte a vuestros hermanos.
Me pertenece, no es vuestra. Es para Mi recreación y no para que los hombres hagan ídolo de vuestro exterior, ya que ello lleva fácilmente a la vanidad y soberbia; el cual es el peor de los pecados del hombre, para con Su Dios.
También os voy a hablar sobre Mí Fidelidad hacia vosotros. Yo os creé en la máxima ternura de Mí Corazón. Yo os creé para amaros eternamente. Yo os creé para derramar sobre vosotros todas Mis Gracias y Dones. Yo os creé para gozar eternamente de Mí Creación Universal.
Desde el primer hombre, a quién creé con Mis Manos Amorosas; a quién centímetro a centímetro amé al estarlo formando con el mayor cuidado, con todo Mi gozo interno, con toda Mí Sabiduría y al que inmediatamente infundí Mí Vida, la Vida de un Dios. Así he de amar hasta el último que nazca.
Mi Amor es inmutable, Mi Amor no ha de cambiar nunca, Yo doy en totalidad.
Sobrevino la falta gravísima del Pecado Original y aunque reprendí a vuestros primeros padres, hice la promesa de la Salvación a través de de la ayuda de Mí Hija, la siempre Vírgen María y así darMe nuevamente a la humanidad, constituyendo Mí Segunda Persona de la Trinidad, Mí Hijo Jesucristo.
Procrearon vuestros primeros padres y aunque puse Mí Ley en su corazón y en el de sus descendientes al infundirles Mí Espíritu en ellos, una gran mayoría la desoyó. Se dieron al pecado en toda su bajeza, con rencor hacia su Dios; con odio a quién había dado todo por Sus hijos y su corazón se marchitó en el amor.
Ya no había tierra fértil para seguir procreando hombres y mujeres a Mí Imagen y Semejanza de Amor que prosiguieran Mí Obra de la Creación y tuvo que sobrevenir el Diluvio. Pero Yo seguía protegiendo a los Míos. Una nueva generación se formó s partir de Noé y su familia.
Pasó el tiempo, pero Mí Ley y Mis cuidados se mantenían, tanto en el hombre como en la Naturaleza entera. Nuevos pueblos se formaron y nuevamente sucedió que algunos se mantuvieron en Mí Ley y otros no.
Y algunos pueblos, nuevamente escucharon a la Serpiente, Príncipe del mundo y se pusieron en Mí contra. Adorando a falsos dioses y dejándose llevar por su concupiscencia y maldad a todo nivel. En pocas palabras animalizándose… Olvidándose de Mí Presencia Real, Verdadera y Santa en sus almas.
Y así es como tuvieron que ser destruídas Sodoma y Gomorra.
Pueblos grandes totalmente vendidos al pecado y a la corrupción. Aunque la maldad predominaba en ése tiempo, Yo no me separaba de ellos. Mandé infinidad de veces Mí Voz y Mis Decretos a través de Mis profetas por la presencia del Espíritu Santo en ellos.
Yo seguía guiando a Mí pueblo, a Mí creación, a Mis hijos. Un padre verdadero nunca olvida a sus hijos a pesar de que no sean todo lo buenos que quisiera. Mí Promesa de salvación por fín se realizó y nazco en la Segunda Persona de la Trinidad, Mí Hijo Jesucristo, entre vosotros.
Ya no es Mí Amor, ni Mí Voz, ni Mí Presencia en Mis profetas, ahora Soy Yo Mismo, vuestro Dios y Señor, vuestro Creador el que baja a la Tierra a convivir entre vosotros,
El que lleva personalmente Su Mensaje de salvación, el que lleva personalmente lo prometido, el amor para todos, el Reino de Amor prometido mucho tiempo antes. Por fin la promesa es realizada, Dios con vosotros. Grandes momentos para la humanidad de ése tiempo y para las futuras generaciones.
Pero aún así, a pesar de que Yo, Vuestro Dios, personalmente baja para convivir con el hombre, con Su creatura amada. Se vé rechazado por muchos y amado por pocos. Y en un acto de desprecio humano hacia su Dios, es eliminado, tratando de eliminar Su Doctrina, Su Amor, a través de la muerte en la Cruz.
Pero Mí Promesa prevalece y así como prometí desde el Principio de los Tiempos, como Su Dios Creador; que los iba a cuidar por siempre, Yo como Dios Redentor lo reitero y prometo que Mí Iglesia va a prevalecer hasta el fin del Mundo.
Y ahora, con la venida del Espíritu Santo, vuelvo a reiterar y a escoger los que han de proseguir Mí Obra de Creación y de Amor. Es el tiempo de la recolección, el grano bueno se separará de la cizaña, para que Mí Promesa prevalezca y Mí Fidelidad hacia todos aquellos que realmente Me aman, se vea coronada con el Amor Supremo de vuestro Dios.
He de seguir guiando a Mis hijos y a Mí Iglesia por toda la vida actual y futura. Un padre nunca se olvida de los suyos. Nunca podrá un Padre verdadero negar a sus hijos amados.
Mí Fidelidad es verdadera, porque fuísteis creados en Mí Amor y con Mí Amor. Y negaros sería negarme a Mí Mismo que Soy la Esencia y Fuente Pura y Santa del Amor. Lo que es Mío y viene de Mí, volverá a Mí.
Así como el imán atrae al hierro y no a los otros metales, aunque todos estén revueltos unos con otros; sólo lo que puede ser atraído, porque es de la misma esencia, será atraído.
Yo os doy muchas ocasiones de reconversión en el amor para que vuestras almas, que quieren volar hacia Mí, puedan quitarse el lastre que las acciones de vuestro cuerpo las van ahogando y deteniendo en su ascensión.
¡Dejad ese lastre de pecado y regresad a Mí! Vosotros no os imagináis lo que sufro cada vez que un alma se pierde, ¡Es una parte de Mí la que se pierde!
El alma es parte de Mí Ser, es Mí Esencia viva y Divina en vosotros. Mí dolor es inimaginable en cada pérdida y Mí Enemigo lo sabe y se burla con cada alma que logra quitarMe.
Todo el Cielo sufre cuando ven que un alma se pierde, porque saben que su Dios sufre y no hay suficientes almas reparadoras que Me consuelen de ésta pena, ni tampoco suficientes oraciones y sacrificios de amor, que impidan que se sigan condenando tantas almas, como las que en éstos tiempos vuestros se están condenando.
Vuestro Dios, Fiel en el Amor, Fiel en Su Palabra, Fiel en Su Promesa; realmente sufre al ver vuestra respuesta con tanta falta de amor hacia Él.
Si Yo permanezco fiel a Mí Palabra, ¿Por qué vosotros Me pagáis así? Vuestro Mundo actual está peor que Sodoma y Gomorra, ¿Estáis esperando la misma suerte que ellos o váis a reaccionar favorablemente como lo hizo Nínive?
Aunque vosotros Me déis la espalda con vuestros pecados, Yo estaré amorosamente esperando vuestra conversión. Aunque Me volvierais a crucificar en la Persona de Mí Hijo, volvería a derramar Mí Sangre hasta la última gota para vuestra salvación. Aunque Me negarais hasta 3 veces como lo hizo Mí Pedro, esperaría vuestro arrepentimiento como el de él y aceptaría vuestra donación total a Mí Amor, como él Me la dió.
Fidelidad de vuestro Dios hacia Su creatura, siempre existirá. Fidelidad de la creatura para con su Dios, ¿la puedo esperar?
Hijos Míos, de Mí todo tenéis y de Mí todo os podéis preveer, pero vuestra salvación depende libremente de vuestra voluntad. Yo no os puedo forzar. Quisiera, porque os amo tanto, pero os respeto.
Tan sólo una pequeña palabra de arrepentimiento, tan sólo un pequeño movimiento de vuestras almas al arrepentimiento y ahí estaré Yo inmediatamente a abrazaros, a llevaros conMigo, a no dejaros ya más escapar de Mí Corazón. Sólo una palabrita, sólo una mirada de reojo en arrepentimiento hacía Mí, deseo.
DádMe, aunque sea, una pequeña grieta y os llenaré de Mí Ser y os volveré hombres y mujeres nuevos en Mí Creación de Amor.
¡PermitídMe sólo una pequeña moción sincera de vuestro corazón y Yo haré el resto!
Hijos Míos de Mí Ser, os amo y bendigo con la esperanza de vuestro fiel retorno, en Mí Nombre, en el de Mí Hijo y en el del Espíritu Santo, Profecía de Amor.
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