N118 TRAICIÓN, PASIÓN Y REDENCIÓN
Son tan pocas las almas que realmente Me quieren. Es tan poco el deseo de salvación que escucho en vuestros corazones. Es tan débil la vida espiritual que ahora se vive en Mí Iglesia, que Me hace derramar nuevamente lágrimas y sudor de sangre, como en el Huerto de los Olivos.
El Mundo vive ahora su Noche Espiritual, como Yo la viví en Mí Pasión. Aún los Míos dormían, aún los Míos Me negaron, aún los Míos Me abandonaron. Pocas fueron las almas piadosas que Me acompañaron todo el tiempo y aún al patíbulo.
Cuanta Oración se necesita, cuántas buenas obras se requieren, cuánto amor falta entre todos vosotros, para lograr nuevamente vuestra salvación.
Hijitos Míos, ¿Acaso no os dáis cuenta que lo qué sucede a vuestro alrededor, es nuevamente Mí Traición y Mí Pasión Dolorosa?
Yo os dije: “Estas cosas de Mí Reino se les dejarán ver a los sencillos y humildes de corazón.” Tratad de introduciros a Mí Corazón, a Mís Intereses de Amor y Salvación, a Mí Vida de Donación y todo fue con una Divina finalidad: ¡Vuestra Salvación!
Durante toda Mí Vida sobre la Tierra Yo me dí en totalidad. No había momento durante el día o la noche en que Yo no Me estuviera ofreciendo por vuestra salvación.
Mí finalidad al estar entre vosotros era y sigue siendo, daros Vida Eterna; con Mí Ejemplo, con Mís Enseñanzas, con Mís Sacrificios, con Mí Sagrada Eucaristía y con Mí Sacrificio Final en la Cruz Bendita.
Todo hablaba de Salvación en Mí, para vosotros. Os enseñé el camino perfecto para llegar a Mí y es el de vuestra completa donación en pensamiento y en obras a Vuestro Dios y Señor. Yo os dije: “No todo el que Me diga, Señor, Señor, se salvará.”
Es muy fácil decir: “Mí Jesús ya murió por mí, ya estoy salvado.”
No es así, hijitos Míos. Yo necesito ahora de vuestras obras, de vuestro ejemplo de ser hijos y hermanos Míos. Yo necesito de donación total de vuestras vidas. También os dije: “Que aquél que Me siguiera, SE NEGARA A SÍ MISMO, tomara su cruz y Me siguiera.”
Con ello quise decir que vosotros mismos tenéis que practicar las mismas obras que Yo hice. Tenéis que ser dinámicos. Yo no tenía casi momentos de descanso y aún esos momentos eran ofrecidos a Mí Padre.
No podéis ser sólo contemplativos, la contemplación de Mí Vida y de Mís Obras, necesariamente os tienen que llevarlos a vivirlas en vosotros.
No podéis manteneros en la retaguardia. Tenéis que dar siempre un paso al frente y mostrarMe ante los demás. Si os hacéis llamar hijos Míos tendréis que hacer Mís Obras en vosotros.
Es Mí Vida en vosotros lo que realmente vale, lo que os debe alentar el seguir adelante en ésta vida que se os ha concedido para servir al Padre y para ser correndentores Conmigo.
¡Esto es lo que sóis, correndentores! ¿No es grandísimo el honor que se os ha concedido?
Recapacitad y reflexionad en éste excelso regalo que se os ha otorgado. No temáis a éstas palabras, puesto que inmediatamente recordáis con ellas todos Mís Sufrimientos. Yo padecí tan fuertes dolores que ningún ser humano los hubiera resistido.
Vuestra corredención Conmigo consiste en aceptar vuestros sufrimientos, vuestras alegrías, vuestra vida diaria, sea lo que sea, os llegue lo que os llegue.
Aceptádlo todo con alegría, sabiendo con toda verdad que en vuestras vidas no existen las casualidades y que todo aquello que os llega a vuestras vidas, Dios Padre lo ha permitido…
Y Él no permite que os sucedan cosas que vosotros no podáis resistir. Vosotros os imagináis que lo que debéis ofrecerme sean siempre vuestros dolores y penas. ¡No hijitos Míos! Yo también tuve muchas alegrías durante Mí Vida con vosotros y ellas también eran fuente de salvación.
TODO…Todo, absolutamente todo lo que sucede en vuestras vidas está guiado y protegido por las Manos Amorosísimas de Mí Padre, NADA se escapa a Su Mirada. Su Providencia todo lo controla y de ésta manera también controla el Mal con que Mí Enemigo os ataca, pero tenéis siempre Nuestra Protección Amorosa.
Os digo éstas cosas para que dejéis de blasfemar o enojaros contra Mí Padre por las cosas negativas que acaecen en vuestras vidas.
Ya os lo he dicho antes, el Mal NO puede salir de Nosotros, sale de Nuestro Enemigo y Nosotros lo controlamos para que su maldad no destruya completamente las obras buenas que han salido de las Manos Creadoras de Mí Padre.
Entended bien éstos Misterios del Cielo.
Cuando os va realmente mal en vuestras vidas, es cuando vosotros os habéis apartado de Nuestros Preceptos, de Nuestra Ley y de Nuestro Amor. Os vendéis a Nuestro Enemigo, os conviene estar con él y aceptáis todas sus proposiciones.
Aceptáis las cosas del mundo que se os ofrecen, sin importaros el daño que podéis causar a vuestros semejantes. Esto os lo digo para representar todos los niveles sociales y puestos que tengáis cada uno de vosotros. Cuando es vuestra soberbia la que manda en vuestras vidas.
Cuando es el desamor a vuestros hermanos lo que impera y sólo os van a acarrear mal futuro, es cuando os habéis apartado de Nosotros y tendréis que padecer lo que el resultado de vuestras obras reclamará.
No hijitos Míos, NO Soy Yo el creador del Mal, es vuestra propia negación a Mí Bien. Muchas oportunidades os damos para vuestra salvación, no las desperdiciéis.
No esperéis a que ésta Noche Espiritual se haga más obscura y esto de penderá de el cambio real y verdadero que cada uno de vosotros haga en su corazón.
No vean a los demás. No critiquen las obras de los demás. No vean el mal que los demás hacen. Vean primero vuestro propio actuar, vuestra propia vida comparada ante la Mía, vuestro amor hacía Mí y hacía los demás.
Cuando vosotros mismos empecéis a cambiar, cuando sea vuestro propio ser el que se vivifique en Mí Gracia; ésta fluirá a través vuestro y se unirá a la de los demás. Y así, poco a poco, las Tinieblas de vuestras vidas y de la noche espiritual del Mundo, se disiparán.
Pero todo tiene que empezar con la luz que logréis producir, primero, en vosotros mismos.
No exijáis nada a los demás, ¡Exíjanse vosotros a vosotros mismos!
Yo bajé a la Tierra a serviros, a darMe completamente por vuestra salvación y aún a pesar del dolor, de la traición, de las maldades que Me hacían continuamente Mis enemigos, Me volvería a dar por cada uno de vosotros. No os imagináis cómo os amaMos, Mis pequeños.
Mi Padre, vuestro Padre… Me concedió esta Gracia, el de bajar a salvaros. Lo más cercano que vosotros podáis vivir y entender, de Nuestro Amor por vosotros aquí en la Tierra, es la donación de un padre por sus hijos, pero hablo de aquellos que realmente aman a sus hijos.
Es un dolor muy fuerte cuando hay la pérdida del hijo, especialmente cuando el hijo vive en la maldad y causando problemas a su alrededor. El hijo siempre será el hijo para los padres y es una unión espiritual muy fuerte… Y se sufre mucho.
Ahora imaginad eso, multiplicado por millones de veces, por cada una de las almas: del pasado, del presente y del futuro… Y Yo Me di por todos y CADA UNO de vosotros.
Ciertamente sólo Yo vuestro Dios, podía soportar ése DOLOR INFINITO de Sufrimiento, de Muerte, de Traición y no estoy hablando solamente de Judas, el que Me traicionó entre los apóstoles.
Estoy hablando de la traición de infinidad de almas: del presente, del pasado y del futuro; que no iban, que no van a cambiar hacia el Bien y ni siquiera tendrán un agradecimiento por Mi Donación a ellos.
Mi Donación fue real por cada uno de vosotros… Me di por miles de millones de almas.
El hombre, es el que acepta y agradece o desprecia y traiciona Mi Donación. Pero Mi Donación se dio y Sufrí, aceptaran o no… Y eso DUELE mucho Mis pequeños. Pero, duele más cuando a pesar de haber hecho todo esto por cada uno de vosotros, TODAVÍA recibo la Traición de infinidad de almas y la falta de agradecimiento de haberMe dado por vosotros.
TODOS vosotros Me seguís traicionando en mayor o en menor grado, porque seguís cometiendo pecados graves o no tan graves. Pero son pecados y estos son traiciones a Mi Amor.
Por eso se os ha dado la Gracia, que al pedirla, dejaréis de atormentar Mi Sacratísimo Corazón. Y esto es, cuando se os dijo que pidierais la transfiguración de cuerpo y alma.
Los apóstoles fueron transfigurados para iniciar su misión Mundial. PORQUE ME AMABAN y comprendían plenamente lo que significa el Pecado, (son espíritus vivos y malvados, generados por nuestra mala voluntad) en ellos difícilmente se daba un pecado grave.
Siendo humanos, ciertamente seguís pecando, pero cuando más os acercáis a la perfección en la Gracia, difícilmente se peca gravemente. Por eso, vosotros los que sabéis amarMe o estáis buscando el amarMe más, pedid vuestra transfiguración.
Para que os acerquéis mucho más a Mi Corazón, para que entendáis todo este Misterio de Amor, para que Me acompañéis en esta Cuaresma y viváis junto Conmigo, todos los dolores, traiciones, Mi Muerte y Resurrección.
Pero, TAMBIÉN LA ALEGRÍA DE LA SALVACIÓN DE INFINIDAD DE ALMAS que respondieron positivamente, Me apoyaron, Me apoyan y Me apoyarán en Mi Donación… Y sobre todo, Me agradecerán o Me han agradecido Mi Donación y vuestra salvación eterna.
No os imagináis Mis pequeños, el gusto que Me da y el ALIVIO que recibo en Mi Corazón, cuando un alma se acerca a Mí, se une Conmigo y con el Amor de Fusión, trata de comprenderMe y Me consuela. Porque son mucho más las almas que no agradecen, que se han olvidado de Mí y que no saben el valor de Mi Donación para su salvación eterna. Para una gran mayoría no les importa y para algunas, no existo ni les interesa el que Yo Me haya dado por ellas.
¡Qué tristeza, Mis pequeños, Ser vuestro Dios y vuestro Creador, en Mi Santísima Trinidad!… ¡TANTO QUE LAS NECESITO! !Y no hay nunca un recuerdo, un agradecimiento; ni siquiera una sonrisa para Mí, vuestro Dios!
Por eso Me acerco cada vez más a las almas que Me aman, para aquellas en las cuales puedo confiar, en las que puedo descansar en su corazón; en aquellas que aceptan de corazón lo que les pido, aunque sea difícil y doloroso para su vida; pero Me dan sus sufrimientos, su amor, su cariño para Aliviar Mis Penas y Dolores.
Os he dicho que Yo Vivo en un eterno presente para vosotros y Me podéis acompañar en todos los momentos de Mi Vida aquí en la Tierra, podeMos compartir, alegrías, tristezas, dolores, triunfos.
Vivid más continuamente Conmigo, Mis pequeños y especialmente más en estos momentos que vendrán de Cambio Universal; mientras más os unáis a Mí, menos doloroso va a ser vuestro cambio.
Vosotros que os habéis acercado a Mí, ¿Cómo os podré olvidar Yo, en vuestros momentos difíciles y dolorosos? Os he dicho que tomaré vuestros dolores… pero quiero que Seamos Uno en todo.
Si vosotros Me acompañáis o Me habéis acompañado alguna vez en Mi Pasión, en Mi Vida, ¿Cómo no voy a estar Yo agradecido y os abandone en los momentos que vendrán de Tribulación para toda la humanidad y en el Universo entero?
Estad seguros que estaré con vosotros, como vosotros estáis Conmigo, continuamente pensando en Mí y acompañándoMe en Mis momentos difíciles. TeneMos que ser un solo Corazón, Mi Amor con vuestro amor, Mi Corazón en vuestro corazón y así, mutuamente Nos apoyareMos.
Soy vuestro Dios, Soy vuestro Salvador, pero necesito de vuestra compañía, porque también Soy Hombre. AcompañadMe, dadMe valor con vuestras palabras. DadMe ánimos por aquellos que no Me los dan, porque Me han traicionado; porque se han olvidado de Mí, porque no Me buscan, porque no Vivo en sus vidas.
Os quiero ver en todo momento en Mi Vida; repasad Mi Vida, desde Mi Nacimiento hasta Mi Resurrección, hasta Mi Ascensión. Así como Me acompañéis y viváis Conmigo continuamente en vuestro pensamiento y en vuestro corazón; así estaré Yo también, animándoos en estos momentos.
Acompañándoos, dándoos ánimo para seguir adelante… Y así, vuestros momentos difíciles tendrán un Consuelo Divino de parte Mía, de parte de vuestro Dios, de parte de vuestro Salvador. SigaMos unidos, Mis pequeños, siendo Uno para el Otro.

SANGRE PRECIOSÍSIMA DE MI SEÑOR JESUCRISTO: FORTALECE, CONSUELA Y ALIVIA EL SUFRIMIENTO, EN EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Hijitos Míos, hace tiempo os expliqué que teníais que cambiar de la espiritualidad infantil a la espiritualidad adulta, esto se da en la madurez del espíritu en vosotros.
En la espiritualidad infantil, vosotros os veis a vosotros mismos, así como sucede con los niños pequeños, no conocen más mundo que ellos mismos, piden y exigen a los padres que les den todo: tiempo, alimentos, jugar con ellos, total atención para ellos: piden, piden, piden.
En la espiritualidad madura, en la espiritualidad adulta, aprendéis a dar. Y es cuando el hombre tiene que decir: “Aquí estoy Padre, ¿En qué te puedo servir?” Estos son tiempos de servicio Mis pequeños, ya debéis olvidar ésa espiritualidad infantil.
A los que he escogido para estos momentos, para cuidar a sus hermanos; debéis vivir plenamente en ésa espiritualidad madura, adulta.
Os he pedido que intercedáis por ellos, que intercedáis por vuestros hermanos continuamente, que ya no os veáis a vosotros mismos. Y de hecho, ya no necesitáis veros a vosotros mismos, porque Yo estoy Presente en vosotros.
Si os veis a vosotros mismos, debéis de verMe a Mí. Y si Me veis a Mí, vuestro Dios en vosotros; os debéis dar a vuestros hermanos, como Yo Me di por ellos y por vosotros también y en todos los tiempos.
La espiritualidad adulta, es la donación de uno hacia los demás, es el ver primero por el bienestar de vuestros hermanos y no por vuestro propio bienestar. Es el darse completamente por el hermano, por sus necesidades físicas, materiales, espirituales. Es el ser Yo, vuestro Jesús; en vosotros, para el bien de vuestros hermanos.
Os he dicho que sois Mi resto fiel, que sois los Cristos de este tiempo y estoy confiando en vosotros para la salvación de vuestros hermanos. Si realmente habéis llegado a ésa espiritualidad adulta, madura, os debéis estar dando cuenta de vuestra responsabilidad; pero también debéis agradecerMe con todo vuestro corazón, con todo vuestro ser, el haber sido escogidos para vivirMe en estos tiempos y para salvar, con vuestra donación a infinidad de hermanos vuestros.
Es una tarea muy bella, sublime. Salvar un alma es lo más grande que un ser puede hacer por otro. Sois hermanos, sois Familia y salvarMe a un hermano vuestro, os acarrea infinidad de Bendiciones.
Levantar a un alma muerta en el pecado, en la maldad y regresárMela convertida y con deseo de salvación, no os imagináis el gozo que Me dais y el gozo que recibe el Cielo.
Hay muchas ovejas perdidas a vuestro alrededor, así como Yo; sois el Pastor que va cuidando de las ovejas, necesito muchas ovejas de regreso al Redil, Mis pequeños.
PedídMe lo que necesitéis: capacidades espirituales, salud física, Sabiduría Divina, lo que Mi Santo Espíritu os indique en vuestro corazón, pedídMelo, Yo no puedo negarle Mis Dones, Mis Regalos a aquellas almas que están trabajando para la salvación de Mis hermanos, que son vuestros hermanos.
No escatiméis, no pidáis poco, os he dicho que exageréis en vuestro pedimento, conozco el poder de Satanás sobre vosotros y sé que necesitáis dones fuertes, desarrollados; para que vosotros podáis vencer a las Fuerzas de satanás y así devolverMe a las almas que necesitan de salvación.
¡SalvadMe almas, Mis pequeños, las necesito, las amo!
Hijitos Míos, os he hablado otras veces de lo que es un Milagro. El Milagro es una petición muy profunda de vuestro corazón a Mi Corazón y Yo no puedo negarMe, porque es vuestro corazón el que lo está pidiendo profundamente, para el bien de un hermano vuestro.
Eso debiera ser la vida del hombre: un milagro, vuestra vida debiera ser un milagro continuo, que es la unión íntima de vuestro ser, de vuestro corazón, con el Mío. Si vosotros os dais cuenta, la vida de las almas santas que conocéis, son almas que no viven, prácticamente, en el Mundo, están distraídas del Mundo; porque están en íntimo contacto Conmigo, con vuestro Dios y Señor.
Para estas almas, el milagro es lo normal en su vida, porque están Conmigo, Me están viendo, viven la profundidad de Mi Amor y lo comparten con sus hermanos. El milagro que se produce, es un acto de Amor, de aquellas almas que viven profundamente Mi Amor; simplemente, lo están transmitiendo a sus hermanos.
Yo Soy Todo Amor y por eso, las personas que se acercaban a Mí, cuando estuve entre los hombres, con sólo tocarMe, tocaban Mi Amor, recibían una efusión de Amor y obtenían el Milagro.
Ciertamente, la Fe influye tremendamente, para recibir el milagro. Fe y Amor, una combinación perfecta para vivir íntimamente Conmigo.
Todo esto os lo he pedido continuamente. Ciertamente, el ya estar Conmigo, el vivir en oración, es Fe y Amor al mismo tiempo.
Estáis llamados, Mis pequeños, a producir milagros, ahora preguntaos ¿Por qué no habéis hecho los milagros que vuestros hermanos necesitan a través vuestro? ¿Os falta Fe u os falta amor o ambas cosas?
Meditadlo en vuestro corazón y con humildad y arrodillados, pedidMe lo que necesitéis. Debéis ser ejemplo ante el Mundo de que Yo habito en vosotros. Es el resultado de tener vida en Mí, es la vida espiritual, que deberéis dar a vuestros hermanos, acompañado por los milagros que produzcáis por Mi Poder Divino.
Cuando entendáis esto, perfectamente y lo viváis, es cuando entenderéis por qué os he repetido tanto que sois los apóstoles de estos tiempos. Mis apóstoles vivían plenamente ésa Fe y ése amor que tanto os pido.
Sé que sois débiles y pequeños, pero también os he repetido muchas veces que debéis ponerMe vuestra pequeñez y vuestra falta de Fe a Mis Pies, para que Yo os transfigure, para que crezcáis a los niveles a los cuales Yo quiero que viváis ya en estos tiempos y que empecéis ya a dar ése ejemplo vivo de que Yo estoy con vosotros y que vosotros Me pertenecéis.
Actuad ya Mis pequeños, el tiempo corre. La Purificación está encima y deberéis estar preparados para ayudar a infinidad de vuestros hermanos a regresar a Mí. Confío en vosotros, SOLTAOS a Mi Gracia, sed humildes y así Me derramaré más fácilmente sobre vuestra alma y sobre vuestro corazón.
Sois Míos, traedMe a muchos más de vuestros hermanos, para que también sean Míos. Porque es mucha la maldad que os rodea y Satanás os lleva a la mentira, a la duda, a la falsedad y por eso vuestra falta de Fe. Sois pequeños en la Fe, tan necesaria para vosotros.
Mis mismos apóstoles, aún a pesar de que Me veían hacer los Milagros, dudaban. Estuvieron tres años Conmigo y aún al final, dudaron. Fue Mi Santo Espíritu el que tuvo que bajar hacia ellos, por intercesión de Mi Madre, la Siempre Virgen María, para que les afirmara en Fe.
San Pedro, Me pidió poder caminar sobre las aguas cuando Yo Me acercaba a la barca y Me vieron caminar sobre ellas, lo pudo hacer unos momentos, la Fe le faltó y se hundió. Prácticamente TODOS, todos ellos en algún momento, Me fallaron en Fe y eso que estuvieron Conmigo, con el Maestro, con su Dios.
Por eso, en las Escrituras también se os dice que benditos aquellos que sin haberMe visto, creen. Y ésas bendiciones son para vosotros. Ciertamente, no he estado con vosotros como estuve con Mis apóstoles y con Mis discípulos; pero creéis, también vuestra Fe es débil, pero creéis.
PedidMe pues, la efusión de Mi Santo Espíritu, para que os afirme en Fe, para que os dé una Fe a prueba de todo.
Y de esta forma, tengáis también la valentía de un amor muy grande por vuestros hermanos para llevarMe a ellos. Tenéis una tarea grande, como la que tuvieron Mis apóstoles y discípulos cuando los mandé a Evangelizar el Mundo entero.
Ciertamente, Mis apóstoles, tuvieron una tarea mayor y mayores fueron las bendiciones que derramé sobre ellos. Vosotros sois Mis apóstoles de estos tiempos y si realmente queréis trabajar para Mí, vuestro Dios, pedidMe lo que les di a Mis primeros apóstoles.
Para vosotros ha pasado mucho tiempo entre ellos y vosotros, para Mí no. Porque Yo no estoy en el tiempo, así que podéis pedirMe lo que ellos tuvieron como si fuera el momento ahora, cuando recibieron a Mi Santo Espíritu en Pentecostés. PedidMe vuestro Pentecostés personal, para que Me podáis servir ayudando a vuestros hermanos en su conversión.
Es una tarea ardua, pero muy bella. Los apóstoles gozaban en su predicación, gozaban haciendo milagros, gozaban transformando vidas, gozaban derrotando a Satanás, gozaban teniéndoMe a Mí junto a ellos.
Entrad pues, en ése gozo, que os tengo reservado a cada uno de vosotros. Compartid Mi Amor y Mi Reino con todos vuestros hermanos. Dejadles gozar lo que vosotros ya estáis gozando al conocer todo lo que os he dado. Ellos llevaron un tiempo de preparación y vosotros también lo habéis tenido.
Seguid pues Mi Obra de Redención y traedMe muchas almas.
Acudid a Nuestra Fuente de Vida y Amor que os puede proveer de todo lo que podáis necesitar para ése cambio en vuestras vidas y en vuestro corazón. El Amor todo lo puede, acudid a Él y no quedaréis defraudados.
Os amo con el Amor que Me concedió Dios Padre y con el Amor que Nos une el Espíritu Santo y os bendigo con el Santo Deseo de que ésta Bendición sea la chispa que encienda vuestra luz interior para producir vuestro verdadero y eterno cambio.
Yo os amo infinitamente y os bendigo, en el Nombre de Mí Padre Eterno, en Mí Nombre, Vuestro Salvador Glorioso y en el del Amor Derramado y Purificador del Espíritu Santo.
N117 PADRE NUESTRO…
“Otra experiencia muy grande e importante y que nos concierne a todos los seres humanos, nos la dio un día a mi compañera y a mí. Cuando íbamos en el coche manejando y rezando el Santo Rosario. Nos dijo Nuestro Señor:
“Repasen los Mandamientos y pídanme perdón por los pecados que se cometen en cada uno de ellos pero tomándolos ustedes mismos, como si ustedes los hubieran cometido”.
En ése momento no nos dimos cuenta de la magnitud de la petición y empezamos. El primero, Amaras a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo. Nos pusimos a pensar de cuantas formas podemos ofender a Dios en éste Mandamiento y uno decía: ‘Te pido perdón porque yo como padre (o madre) de familia no he enseñado a mis hijos a amarte’…
El otro decía: ‘Yo te pido perdón porque soy de algún movimiento ateo o similar y hago revistas, volantes, revistas o programas de televisión en los cuales blasfemo o ataco a Tú Santo Nombre.’
Y así fuimos recorriendo y recordando todos los pecados que conocemos que se cometen en el mundo entero. Los fuimos presentando ante Nuestro Señor con cada uno de los Mandamientos, como si nosotros los hubiéramos cometido.
Tengo que decirles que cuando íbamos en el Séptimo u Octavo, ya no aguantábamos el peso de tanta Mugre de los pecados que todos cometemos y que le llegan al Cielo a la Santísima Trinidad.
Todos somos responsables de ellos; unos por cometerlos, otros por no orar y evitarlos… Y otros por no reparar y evitarle ese Dolor a Dios.”
Hijitos Míos, Yo Vuestro Padre Celestial deseo que hagáis una reflexión…
Mientras vuestros primeros padres, Adán y Eva, vivían sumergidos en Mí Voluntad, vivían solamente para procurarme bien, obrando según la Ley que Yo había puesto en sus corazones.
Obrando así, ellos vivían en un eterno paraíso, tanto para el cuerpo como para el alma, vosotros lo sabéis. Pero tan pronto como toman ellos para sí mismos su propia voluntad y se apartan de Mi, todo se les vuelve adverso, NO POR MI CULPA. Sino porque dejan entrar los poderes del Mal al mundo.
En ése momento Adán y Eva se vuelven frágiles y pequeños para poder controlar ese Poder del Mal. Ciertamente que son poderes demasiado grandes para ellos y ahora para vosotros, pero son infinitamente inferiores a los Míos.
¿No quisierais hacer la prueba y tratar de volver a vivir sumergidos en Mi Voluntad y en Mi Amor? Pensad y reflexionad. Comparad vuestros tiempos actuales a los que se vivían en Mí Paraíso. ¿Perderíais algo? Yo más bien diría que ganaríais TODO. ¿O es que ya os habéis acostumbrado a vivir en la inmundicia que Mí Enemigo os ofrece?
Pensad bien y reflexionad Mis Palabras, porque vosotros mismos usando vuestra propia voluntad sin tomarMe en cuenta, estáis creando un mundo de Pecado y de Dolor que vosotros mismos os infringís, por vuestra falta de Fé y de Amor hacia Mí.
MEDITAD en vuestras acciones. Todos vosotros habéis visto alguna vez lo que pasa cuando se avienta una piedra en un lago: se forman ondas, primero pequeñas y fuertes y hacia el exterior grandes y suaves. Así sucede con vuestras acciones buenas y malas.
Cada alma es como el lago y lo que vuestra voluntad haga se va a reflejar a las demás almas, A TODAS, vivas en la Tierra y vivas en el Purgatorio y en el Cielo. Todas vuestras acciones tienen trascendencia; nada se pierde, todo afecta a Bien o a Mal.
Una buena acción afectará primero a los más cercanos a vosotros y se irá difundiendo hasta lugares y personas a las que vosotros ni siquiera conocéis, se irradia el bien… Y vosotros lo habéis constatado alguna vez.
Algún acto bueno que hicisteis, sobre todo aquellos que no llevaban alguna intención soberbia; ayuda primero al que la recibe, éste transmite la experiencia a otro u otros y estos toman esta buena acción como enseñanza en sus vidas.
Al hacerla suya y vivirla, la va a transmitir a otros y así indefinidamente hasta que en alguno se detenga esa fuerza benéfica por no quererla transmitir, por falta de amor hacia los demás. Es una propagación, de Mí Amor, hacia vuestro prójimo.
Lo mismo sucede con las obras malas. Se van propagando, afectan a varios, hasta que el Amor existente en alguien que las recibe, las detiene. Estas ondas del Bien o del Mal también afectan al Purgatorio y Cielo. Las de Mal, detienen y atrasan la salvación y glorificación de muchas almas.
Por eso Hijitos Míos, estad muy atentos con vuestras acciones porque todo se afecta y os afectáis a vosotros mismos. Porque si observáis bien al lanzar la piedra, al chocar contra una pared o algo sólido, esa onda se regresa hasta el punto de impacto de donde nació la onda y estos sóis vosotros.
ESTO ES LO QUE SUCEDE CON EL PECADO
Lo sólido con lo que choca la onda es Mí Justicia y sí os dáis cuenta, YO NO os regreso el Mal, YO NO os Castigo; el castigo regresa por sí mismo a vosotros. Todo regresa a la fuente de inicio.
Si de vosotros nació algo bueno: una idea, una acción, una ayuda; ella tarde o temprano regresará a vosotros como un bien para vosotros y los vuestros. Pero si vosotros produjisteis un Mal, tarde o temprano se os regresará a vosotros y a los vuestros.
Es una ley real, dinámica, justa. Por eso estad atentos con vuestras acciones y procurad que todo lo que de vosotros salga sea bienestar, generosidad, amor y así vuestras vidas se verán colmadas con lo mismo que hagáis.
Hijitos Míos, también os quiero hacer un llamado especial. Necesito almas dedicadas a Mí, almas que sean como Yo, en el sentido de que estén prácticamente dadas de pleno a Mí, en oración, en pensamiento, que Me atiendan como Yo os atiendo, Mis pequeños.
Os amo tanto y vosotros sabéis que Conmigo contáis en cualquier momento, porque Soy vuestro Dios. Os conozco hasta en lo más íntimo… Y por eso, quiero almas en las cuales Yo Me pueda apoyar, como Me apoyaba, en un Principio, con vuestros Padres Adán y Eva, en donde Yo era para ellos, todo y ellos platicaban Conmigo, pedían Mis Consejos, Sabiduría, apoyo… Estaban totalmente unidos a Mí.
Yo Soy vuestro Dios y os he dicho que realmente no necesito a nadie para Ser Completo, pero os he creado y os amo. Y el Amor siempre va a crear vínculos; así que, aunque seáis pequeñitos, insignificantes… Al amaros, como Yo os amo, ya con eso crea un vínculo y por eso os cuido en todo momento y trato de que vosotros seáis lo mejor de Mi Creación, pero pocos son los que responden.
Así como Yo creo vínculos con vosotros, quiero también almas que creen vínculos muy íntimos Conmigo, con vuestro Dios. ¿No se os hace esto, un gran honor, Mis pequeños? Leed las Escrituras, ved en la antigüedad cómo había ciertos personajes que creaban vínculos Conmigo y estos se volvían especiales ante el Pueblo.
No siempre bien aceptados, pero el Pueblo tenía una relación también muy especial cuando éstos personajes recibían de Mí, instrucciones y ayuda, para que el pueblo saliera adelante.
Alrededor del mundo, ciertamente tengo almas que han creado vínculos Conmigo y que van a salir a defender al mundo entero contra los ataques de Satanás y contra todo lo que se os vaya a venir. Serán intercesores vuestros ante Mí. Orad por ellos, porque se darán de cuerpo y alma para Mí.
El Amor, al crear vínculos, se vuelve muy fuerte y solamente así se le podrá destruir al Mal. Para vuestras pobres fuerzas humanas, la Maldad de Satanás es poderosísima; pero al crear vínculos de Amor Conmigo, su poder mengua y ya no puede hacer NADA contra todas aquellas almas que quedan protegidas por éste vínculo amoroso.
Cómo quisiera Mis pequeños, que todos respondierais a esta petición. Ciertamente la tendréis en el Reino de los Cielos; pero allá será diferente, porque en éstos momentos, estáis viviendo en Fe y en el Reino de los Cielos ya no habrá Fe, ya estaréis perfectamente unidos a Mí.
Buscad Mis pequeños, en vuestro interior ésa necesidad de Mí. PedidMe ayuda para que, si realmente queréis estar unidos a Mí; Yo os tome, os moldeé y de ésta forma, podamos crear ésos vínculos que serán protección para la humanidad.
La lucha será fuerte, pero no temáis, Mis pequeños. MI AMOR LE DARÁ UNA LECCIÓN A SATANÁS, se dará cuenta de que el Amor siempre será muchísimo más fuerte que el Odio y la Maldad que él posee.
Gozad Conmigo Mis pequeños, ya desde ahora éstos vínculos de Amor, porque os quiero Míos. Quiero que os preocupéis de Mí, vuestro Padre, vuestro Dios, vuestro Creador; como Yo Me preocupo por vosotros, aunque seáis pequeñitos e insignificantes.
Os Pido con esto, a que vayáis teniendo una intimidad grande Conmigo y así prepararos para vivir eternamente en Mi Amor.
Porque escucho vuestros lamentos, escucho el dolor en vuestro corazón que Me llama, porque estáis siendo oprimidos por los gobiernos, por la Maldad de Satanás, por la maldad de aquellos que os rodean; pero tenéis Mi Promesa en las Sagradas Escrituras, de que todos aquellos que os oprimen, que todos aquellos que han hecho trato con el Enemigo, que todos aquellos que trabajan en lo secreto con vuestro Enemigo Satanás, van a quedar al descubierto.
Se conocerán sus acciones, se verá todo lo malo que hicieron, conoceréis perfectamente el mal que os hicieron y el castigo que recibirán. Pero aquí es donde debe crecer vuestra Caridad hacia ellos. Son vuestros hermanos.
Ciertamente, tendrán un castigo por la maldad que cometieron, por los abusos, por las injusticias; PERO MI HIJO TAMBIÉN PAGÓ POR ELLOS y la Caridad consiste en que oréis por ellos.
Que ciertamente, en su Juicio y antes de su Juicio; vergüenza les dará haber quedado al descubierto ante la Humanidad entera, ante el pueblo que oprimieron, ante aquellos que quizá murieron, porque ellos mismos los mandaron asesinar.
Orad por ellos, para que Yo tenga compasión por estos hermanos vuestros, que se mantuvieron viviendo en el Mal y no respondían a Mi Bien, que tanto trataba de llegar a ellos; pero ellos, no lo aceptaban.
Mucho mal cometen hermanos vuestros, que os oprimen, que os quitan lo que es vuestro injustamente. Ciertamente de alguna forma, pagarán primero aquí en la Tierra el mal que cometieron y lo sufrirán también después. Sufrirán…
Pero os vuelvo a repetir Mis pequeños, que esto no os cause gusto. Vosotros no conocéis su historia, no conocéis la educación que les hayan dado sus padres o que posiblemente, hasta hayan evitado hablarles de Mí. De vuestro corazón siempre debe salir Caridad hacia vuestros hermanos, especialmente sobre aquellos que más necesitan de Mi Gracia.
Mi Hijo Vivió en la Tierra, Vivió entre los hombres y sufrió todas éstas injusticias, maldades, represiones, ataques. Tantas cosas que sufrió para salvaros a todos vosotros. Si Él hizo esto por cada uno de vosotros, ¿Acaso no Se merece Él, que vosotros Le ofrezcáis también vuestros dolores?
Vosotros estáis también en la Tierra, para mitigarLe todos los dolores que Él cargó y no solamente los propios, sino los de la humanidad entera, los del Universo entero.
Cuando vosotros ofrecéis, también, vuestros dolores, Le mitigáis a Él todo lo que sufrió por vuestra redención.
AMADLE como Él os ama. AmadLe por su Donación Dolorosa, por cada uno de vosotros. AmadLe por Sus Sacrificios constantes, para rescatar a cada uno de vosotros y a aquellos que viven en grave pecado.
AmadLe, porque Él os ama de una forma infinitamente grande y con un Amor que vosotros no podríais entender porque ha abierto Su Corazón en totalidad por vosotros.
AmadLe para agradecerLe tantos favores; pero sobre todo, por su Donación para vuestra salvación. AmadLe porque Él os comparte Su Amor que es Mi Amor. Y ése Amor, ahora lo tenéis vosotros en vuestro corazón y de esta forma, también vosotros podéis amar y salvar a vuestros hermanos.
AmadLe porque es vuestro Dios, ES Mi Hijo, es vuestro Hermano y de Él habéis aprendido mucho, porque os dejó toda una escuela de Amor. AmadLe, porque a pesar de vuestro pecado, de vuestra indiferencia; del trato tan feo que a veces tenéis hacia Él, Él os sigue amando.
Él es Fiel en Su Amor, a pesar de lo que Le hacéis. AmadLe porque Él es el Amor, porque Él es Mi Hijo, porque Yo Soy Amor y porque QuereMos que todos vosotros, también seáis parte de Nuestro Amor.
Agradeced Mis pequeños de todo corazón, que tengáis un Dios que os ama infinitamente; a pesar de vuestra pequeñez, a pesar de vuestros pecados, de vuestra indiferencia, de vuestro olvido, de vuestros errores.
Pedid Nuestro Amor para todos aquellos hermanos vuestros que NO Lo Buscan, que NO Lo Viven; que Lo rechazan, que no les interesa, que no Le han encontrado Su Valor real, que han confundido lo que es Nuestro Amor, con los amoríos mundanos.
AgradecedNos de todo corazón, a Nuestra Santísima Trinidad, por el Don de la Vida y por tantas bellezas, bendiciones, Gracias, dones, virtudes con que os hemos regalado a lo largo de vuestra vida.
La vida es un regalo para vuestra alma. Podéis aprender tanto de Nosotros, debéis aprender tanto de la Vida del Cielo, pedidle ayuda a vuestros santos ángeles custodios, a los arcángeles, a todos los Coros Celestiales, angelicales, para que os enseñen a amarnos, en Nuestra Santísima Trinidad.
Pedidles a los ángeles del Cielo que os enseñen a respetarNos, a respetar a vuestro Dios, alabarLo, gozarLo, vivirlo. No hay nada más bello para un alma, que tener una convivencia íntima y constante Conmigo, con vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad.
No desperdiciéis Mis pequeños, el Don de la Vida, la Fe, las Virtudes que se os han prestado para vuestra misión en la Tierra. Ahora vivís con un velo ante vuestros ojos; pero no os imagináis lo que es el valor de la FE.
Que es inmenso. Y que gracias a la Fe, vosotros recibiréis grandes regalos cuando os mantenéis unidos y creyentes, aún sin ver.
El Cielo, el regalo que teneMos para vosotros; es un regalo a la Fe que ahora tenéis y que se acabará cuando regreséis al Reino de los Cielos.
La Fe absoluta es vuestra llave de entrada segura al Reino de los Cielos. Cultivadla, que vuestro lugar os espera.
TODO LO QUE YO PERMITA EN MI SACRATÍSIMA VOLUNTAD, ES PORQUE YA OS DÍ LAS ARMAS NECESARIAS PARA SUPERAR LA PRUEBA…
DE VOSOTROS DEPENDE UTILIZARLAS, PORQUE JUNTOS VENCEREMOS
Hijitos Míos, NO TEMÁIS por lo que pasa a vuestro alrededor, Satanás os quiere quitar Mi Paz; que debe habitar plenamente en vuestro corazón, en todo vuestro ser.
Ciertamente la forma en que os va atacando, va minando vuestra Fe, él sabe lo que son las Virtudes y por eso os ataca; para que vayáis perdiendo Fe, confianza, amor hacia Mí, vuestro Dios.
Vosotros os debéis mantener siempre en una Fe absoluta, no le hagáis caso a sus ataques. Porque así como llegan, se deben de ir. Pero si vosotros os apuráis por ellos, os preocupáis por las mentiras que se transmiten; entonces, sí caeréis en sus redes.
Y así de ésta forma, ingenuamente o por temor, podéis cometer graves faltas. Manteneos unidos a Mí, Mis pequeños. Y así unidos de Corazón a corazón, con la Paz que Yo os puedo dar, si Me la pedís; veréis cómo los acontecimientos a vuestro alrededor, que empiezan y crecen, luego caen y se olvidan.
Cuando vosotros ponéis toda vuestra atención en vuestros temores y en algo que acontece a vuestro alrededor, deja el corazón muy grabado en ellos y no se olvidan ésos acontecimientos y eso es lo que debéis quitar de vuestro interior.
(El MIEDO Y LA DUDA, son otras dos de sus armas favoritas. Hay que cubrirse con la Preciosísima Sangre de Jesús y… ¡DESPÁCHENLO POR LA VÍA MÁS RÁPIDA!… ¡Que se largue con quién sí le hace caso!… Y díganle con amor y autoridad: )

“Querido hermanito descarriado, ¡TENGO MUCHO TRABAJO! Si no dejas de molestarme, voy a quitarte la mugre y te daré un buen… ¡BAÑO CON LA SANGRE DE MI SEÑOR!” Y con asombro comprobarán, como sale disparado… maullando como gato de tejabán
Porque si os mantenéis en ésos pensamientos, continuamente iréis perdiendo la Paz, que es tan importante para vosotros, para que os desarrolléis tanto física, mental como espiritualmente en una forma correcta.
Porque si alguien es continuamente atacado, vuestro cuerpo sufre, vuestra alma se llena también de mucho dolor, de preocupaciones… Y así se van minando vuestro cuerpo y vuestra alma, porque no confiáis en Mis cuidados, no confiáis en Mis Palabras y en todo el Amor que Yo derramo sobre vosotros.
El Mal terminará tan pronto como vosotros lo desechéis de vuestra mente y que no le hagáis caso.
Manteneos en oración, en estado de Gracia y veréis cómo Venceréis a Satanás. Estáis en la Tierra para servirMe y no para manteneros preocupados por lo que Satanás pueda hacer con vosotros a través de vuestros hermanos o directamente.
Vuestra misión es más digna e importante que la de estar preocupados, pensando en qué os va a pasar hoy, mañana o al siguiente día. Que vuestra preocupación sea el estar íntimamente Conmigo, salvando almas.
Viviendo en paz y en armonía con la Naturaleza que os rodea. Que esa, Me obedece y está Conmigo.
ORACIÓN, oración continua, Mis pequeños y veréis que ella os traerá la Paz interior que os falta a muchos de vosotros.
Hijitos Míos, ¿Por qué se os hace tan difícil vivir en el bien? En la antigüedad, después del Pecado Original, ciertamente el mundo vivía en tinieblas, vivía en la obscuridad; pero el hombre podía mantenerse en el Bien si así lo quería.
Porque en vuestro interior, habita Mi Santo Espíritu, que es el que os dice lo que es bueno y lo que es malo. Os GUÍA, guía vuestros pasos, guía vuestra vida, si vosotros lo permitís.
Poco meditáis sobre la vivencia de Mi Santo Espíritu en vosotros, poco Le aprovecháis. Podríais hacer tantas cosas perfectas si os dejarais guiar plenamente por Mi Santo Espíritu que habita en vuestro interior.
Como os decía, os falta mucha Fe y al faltaros la Fe, no acudís a Mi Santo Espíritu que habita en vosotros, para que os aconseje; para que os enseñe lo que es la perfección, para que os hable de Mí, para que os hable de Mi Hijo.
Buscáis grandes tesoros y conocimientos raros y antiguos, para sentir que sois mejores a los demás. Y no os dais cuenta de que no debéis buscar por fuera para ser mejores.
Sino debéis buscar dentro de vuestro corazón a Quien os puede dar todo, que es Mi Santo Espíritu.
No desperdiciéis, pues, Su Sabiduría, Su Guía Suprema, para que vuestra vida sea guiada correctamente y no tengáis tropiezos graves ni leves, TENÉIS EL CIELO en vuestro interior porque Yo en Mi Santo Espíritu, estoy Viviendo dentro de vosotros.
Cuando un niño sabe de Mi Presencia en su interior, la aprecia y la hace crecer, nunca más se siente solo. Puede vivir en el mundo correctamente, porque es guiado por Mi Santo Espíritu. Todo le sale mejor que a los demás, porque sabe escuchar la Sabiduría Divina que brota de su interior.
Un alma que se sabe respaldar por Mi Santo Espíritu, tendrá muchos aciertos a lo largo de su existencia, mientras que otros caerán y caerán continuamente; porque querrán hacer todo con sus pobres fuerzas humanas, con sus pocas capacidades.
Porque así es el hombre cuando trata de vivir para sí mismo y confiado en sí mismo, no es nada… Y aquél que se confía en Mí, vuestro Dios; le da lecciones aún a los sabios y entendidos, como dicen las Escrituras. Un alma sencilla pone en vergüenza a los que se creen sabios, humanamente hablando y que no recurren a Mí.
Sed sencillos, para que Yo os pueda dar Mi Inmensidad.
Cuando vosotros os volvéis pequeñitos, sencillos, humildes y cuando abrís vuestro corazón y os unís a Mi Corazón; difícilmente cometeréis faltas graves contra Mi Corazón, contra las Leyes que os he dado, porque así son los niños…
Y por eso Mi Hijo os lo pedía, que fuerais como niños, para que no llegarais a cometer faltas graves que dañaran Mi Corazón. Porque también cuando vosotros cometéis faltas graves, se daña vuestro corazón.
Porque no recibe Mis Gracias en pleno y así vuestra alma se va quedando estéril, sin fuerzas, no crece, no da fruto; porque el pecado grave, os separa de Mí, vuestro Dios.
En cambio, las almas pequeñas, sencillas, que luchan y buscan estar Conmigo; difícilmente cometen éstas faltas graves que os hacen perder la Gracia y que Me traicionan.
No os imagináis, Mis pequeños, el gozo que Me dan las almas que tratan de estar Conmigo y dando mucho fruto. A ésas almas las consiento, las lleno de Mis Bienes, Me dan mucho contento y ellas gozan al saber que estoy gozando.
DadMe, Mis pequeños, muchas alegrías, quitadMe las penas que Me dan tantas otras almas que viven para el Mal, para el pecado, que no respetan los Mandamientos que os he dado, que no aprecian Mi Amor.
Un alma que se dona plenamente a Mí, puede salvar a toda una Ciudad y eso lo sabéis a través de Mi Misericordia; ésa es la fuerza que adquiere un alma al llenarse de Mí, al trabajar para Mí, al vivir Mi Amor.
DejadMe, Mis pequeños, que os consienta, y quitadMe los Dolores que tantas almas Me infligen. Soy un Dios muy Sensible y por eso, vosotros creéis que vuestras faltas pequeñas no hacen tanta mella en Mi Corazón… Y no es así Mis pequeños, Me duelen y mucho.
Esos pecados que decís veniales, siguen siendo pecados y siempre van en contra de Mis Leyes y de Mi Amor.
Tratad pues, de manteneros en la perfección, pedidMe Mi ayuda, para que seáis santos y de ésta forma, ya no dañéis Mi Corazón y así os pueda Yo llevar a altos grados de perfección, para que alcancéis vuestra santidad.
Y al derramarMe Yo en Bendiciones sobre vosotros, empezaréis a entender perfectamente, lo que es vivir unidos Conmigo.
Y entenderéis, el por qué de Mis Alegrías y el por qué de Mis Tristezas. Y Me acompañaréis en ellas; porque entenderéis mejor a vuestro Dios.
Las almas santas comprenden todo esto porque Yo se los permito y por eso ya no se separan de Mí; porque entran en tanta intimidad espiritual en Mi Corazón; que se mantienen Conmigo, para acompañarMe en todo momento, gozando Conmigo, pero también sufriendo Conmigo.
Os invito pues Mis pequeños, a ser de ésas almas íntimas, en las que Yo Me pueda recargar y descansar.
Yo no os estoy castigando. Es vuestra necedad y soberbia que el mismo Maligno suscita en vosotros, quien os castiga.
Escoged, Mi Paraíso o vuestro mundo actual. En vosotros está la decisión.
De Mí sólo puede salir Bien, Paz, Verdad y Amor.
Os bendigo entrañablemente hijitos Míos de Mi Corazón.
Os bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo Jesucristo y en el Divino Amor del Espíritu Santo. Os amo entrañablemente.