Son tan pocas las almas que realmente Me quieren. Es tan poco el deseo de salvación que escucho en vuestros corazones. Es tan débil la vida espiritual que ahora se vive en Mí Iglesia, que Me hace derramar nuevamente lágrimas y sudor de sangre, como en el Huerto de los Olivos.
El Mundo vive ahora su Noche Espiritual, como Yo la viví en Mí Pasión. Aún los Míos dormían, aún los Míos Me negaron, aún los Míos Me abandonaron. Pocas fueron las almas piadosas que Me acompañaron todo el tiempo y aún al patíbulo.
Cuanta Oración se necesita, cuántas buenas obras se requieren, cuánto amor falta entre todos vosotros, para lograr nuevamente vuestra salvación.
Hijitos Míos, ¿Acaso no os dáis cuenta que lo qué sucede a vuestro alrededor, es nuevamente Mí Traición y Mí Pasión Dolorosa?
Yo os dije: “Estas cosas de Mí Reino se les dejarán ver a los sencillos y humildes de corazón.” Tratad de introduciros a Mí Corazón, a Mís Intereses de Amor y Salvación, a Mí Vida de Donación y todo fue con una Divina finalidad: ¡Vuestra Salvación!
Durante toda Mí Vida sobre la Tierra Yo me dí en totalidad. No había momento durante el día o la noche en que Yo no Me estuviera ofreciendo por vuestra salvación.
Mí finalidad al estar entre vosotros era y sigue siendo, daros Vida Eterna; con Mí Ejemplo, con Mís Enseñanzas, con Mís Sacrificios, con Mí Sagrada Eucaristía y con Mí Sacrificio Final en la Cruz Bendita.
Todo hablaba de Salvación en Mí, para vosotros. Os enseñé el camino perfecto para llegar a Mí y es el de vuestra completa donación en pensamiento y en obras a Vuestro Dios y Señor. Yo os dije: “No todo el que Me diga, Señor, Señor, se salvará.”
Es muy fácil decir: “Mí Jesús ya murió por mí, ya estoy salvado.”
No es así, hijitos Míos. Yo necesito ahora de vuestras obras, de vuestro ejemplo de ser hijos y hermanos Míos. Yo necesito de donación total de vuestras vidas. También os dije: “Que aquél que Me siguiera, SE NEGARA A SÍ MISMO, tomara su cruz y Me siguiera.”
Con ello quise decir que vosotros mismos tenéis que practicar las mismas obras que Yo hice. Tenéis que ser dinámicos. Yo no tenía casi momentos de descanso y aún esos momentos eran ofrecidos a Mí Padre.
No podéis ser sólo contemplativos, la contemplación de Mí Vida y de Mís Obras, necesariamente os tienen que llevarlos a vivirlas en vosotros.
No podéis manteneros en la retaguardia. Tenéis que dar siempre un paso al frente y mostrarMe ante los demás. Si os hacéis llamar hijos Míos tendréis que hacer Mís Obras en vosotros.
Es Mí Vida en vosotros lo que realmente vale, lo que os debe alentar el seguir adelante en ésta vida que se os ha concedido para servir al Padre y para ser correndentores Conmigo.
¡Esto es lo que sóis, correndentores! ¿No es grandísimo el honor que se os ha concedido?
Recapacitad y reflexionad en éste excelso regalo que se os ha otorgado. No temáis a éstas palabras, puesto que inmediatamente recordáis con ellas todos Mís Sufrimientos. Yo padecí tan fuertes dolores que ningún ser humano los hubiera resistido.
Vuestra corredención Conmigo consiste en aceptar vuestros sufrimientos, vuestras alegrías, vuestra vida diaria, sea lo que sea, os llegue lo que os llegue.
Aceptádlo todo con alegría, sabiendo con toda verdad que en vuestras vidas no existen las casualidades y que todo aquello que os llega a vuestras vidas, Dios Padre lo ha permitido…
Y Él no permite que os sucedan cosas que vosotros no podáis resistir. Vosotros os imagináis que lo que debéis ofrecerme sean siempre vuestros dolores y penas. ¡No hijitos Míos! Yo también tuve muchas alegrías durante Mí Vida con vosotros y ellas también eran fuente de salvación.
TODO…Todo, absolutamente todo lo que sucede en vuestras vidas está guiado y protegido por las Manos Amorosísimas de Mí Padre, NADA se escapa a Su Mirada. Su Providencia todo lo controla y de ésta manera también controla el Mal con que Mí Enemigo os ataca, pero tenéis siempre Nuestra Protección Amorosa.
Os digo éstas cosas para que dejéis de blasfemar o enojaros contra Mí Padre por las cosas negativas que acaecen en vuestras vidas.
Ya os lo he dicho antes, el Mal NO puede salir de Nosotros, sale de Nuestro Enemigo y Nosotros lo controlamos para que su maldad no destruya completamente las obras buenas que han salido de las Manos Creadoras de Mí Padre.
Entended bien éstos Misterios del Cielo.
Cuando os va realmente mal en vuestras vidas, es cuando vosotros os habéis apartado de Nuestros Preceptos, de Nuestra Ley y de Nuestro Amor. Os vendéis a Nuestro Enemigo, os conviene estar con él y aceptáis todas sus proposiciones.
Aceptáis las cosas del mundo que se os ofrecen, sin importaros el daño que podéis causar a vuestros semejantes. Esto os lo digo para representar todos los niveles sociales y puestos que tengáis cada uno de vosotros. Cuando es vuestra soberbia la que manda en vuestras vidas.
Cuando es el desamor a vuestros hermanos lo que impera y sólo os van a acarrear mal futuro, es cuando os habéis apartado de Nosotros y tendréis que padecer lo que el resultado de vuestras obras reclamará.
No hijitos Míos, NO Soy Yo el creador del Mal, es vuestra propia negación a Mí Bien. Muchas oportunidades os damos para vuestra salvación, no las desperdiciéis.
No esperéis a que ésta Noche Espiritual se haga más obscura y esto de penderá de el cambio real y verdadero que cada uno de vosotros haga en su corazón.
No vean a los demás. No critiquen las obras de los demás. No vean el mal que los demás hacen. Vean primero vuestro propio actuar, vuestra propia vida comparada ante la Mía, vuestro amor hacía Mí y hacía los demás.
Cuando vosotros mismos empecéis a cambiar, cuando sea vuestro propio ser el que se vivifique en Mí Gracia; ésta fluirá a través vuestro y se unirá a la de los demás. Y así, poco a poco, las Tinieblas de vuestras vidas y de la noche espiritual del Mundo, se disiparán.
Pero todo tiene que empezar con la luz que logréis producir, primero, en vosotros mismos.
No exijáis nada a los demás, ¡Exíjanse vosotros a vosotros mismos!
Yo bajé a la Tierra a serviros, a darMe completamente por vuestra salvación y aún a pesar del dolor, de la traición, de las maldades que Me hacían continuamente Mis enemigos, Me volvería a dar por cada uno de vosotros. No os imagináis cómo os amaMos, Mis pequeños.
Mi Padre, vuestro Padre… Me concedió esta Gracia, el de bajar a salvaros. Lo más cercano que vosotros podáis vivir y entender, de Nuestro Amor por vosotros aquí en la Tierra, es la donación de un padre por sus hijos, pero hablo de aquellos que realmente aman a sus hijos.
Es un dolor muy fuerte cuando hay la pérdida del hijo, especialmente cuando el hijo vive en la maldad y causando problemas a su alrededor. El hijo siempre será el hijo para los padres y es una unión espiritual muy fuerte… Y se sufre mucho.
Ahora imaginad eso, multiplicado por millones de veces, por cada una de las almas: del pasado, del presente y del futuro… Y Yo Me di por todos y CADA UNO de vosotros.
Ciertamente sólo Yo vuestro Dios, podía soportar ése DOLOR INFINITO de Sufrimiento, de Muerte, de Traición y no estoy hablando solamente de Judas, el que Me traicionó entre los apóstoles.
Estoy hablando de la traición de infinidad de almas: del presente, del pasado y del futuro; que no iban, que no van a cambiar hacia el Bien y ni siquiera tendrán un agradecimiento por Mi Donación a ellos.
Mi Donación fue real por cada uno de vosotros… Me di por miles de millones de almas.
El hombre, es el que acepta y agradece o desprecia y traiciona Mi Donación. Pero Mi Donación se dio y Sufrí, aceptaran o no… Y eso DUELE mucho Mis pequeños. Pero, duele más cuando a pesar de haber hecho todo esto por cada uno de vosotros, TODAVÍA recibo la Traición de infinidad de almas y la falta de agradecimiento de haberMe dado por vosotros.
TODOS vosotros Me seguís traicionando en mayor o en menor grado, porque seguís cometiendo pecados graves o no tan graves. Pero son pecados y estos son traiciones a Mi Amor.
Por eso se os ha dado la Gracia, que al pedirla, dejaréis de atormentar Mi Sacratísimo Corazón. Y esto es, cuando se os dijo que pidierais la transfiguración de cuerpo y alma.
Los apóstoles fueron transfigurados para iniciar su misión Mundial. PORQUE ME AMABAN y comprendían plenamente lo que significa el Pecado, (son espíritus vivos y malvados, generados por nuestra mala voluntad) en ellos difícilmente se daba un pecado grave.
Siendo humanos, ciertamente seguís pecando, pero cuando más os acercáis a la perfección en la Gracia, difícilmente se peca gravemente. Por eso, vosotros los que sabéis amarMe o estáis buscando el amarMe más, pedid vuestra transfiguración.
Para que os acerquéis mucho más a Mi Corazón, para que entendáis todo este Misterio de Amor, para que Me acompañéis en esta Cuaresma y viváis junto Conmigo, todos los dolores, traiciones, Mi Muerte y Resurrección.
Pero, TAMBIÉN LA ALEGRÍA DE LA SALVACIÓN DE INFINIDAD DE ALMAS que respondieron positivamente, Me apoyaron, Me apoyan y Me apoyarán en Mi Donación… Y sobre todo, Me agradecerán o Me han agradecido Mi Donación y vuestra salvación eterna.
No os imagináis Mis pequeños, el gusto que Me da y el ALIVIO que recibo en Mi Corazón, cuando un alma se acerca a Mí, se une Conmigo y con el Amor de Fusión, trata de comprenderMe y Me consuela. Porque son mucho más las almas que no agradecen, que se han olvidado de Mí y que no saben el valor de Mi Donación para su salvación eterna. Para una gran mayoría no les importa y para algunas, no existo ni les interesa el que Yo Me haya dado por ellas.
¡Qué tristeza, Mis pequeños, Ser vuestro Dios y vuestro Creador, en Mi Santísima Trinidad!… ¡TANTO QUE LAS NECESITO! !Y no hay nunca un recuerdo, un agradecimiento; ni siquiera una sonrisa para Mí, vuestro Dios!
Por eso Me acerco cada vez más a las almas que Me aman, para aquellas en las cuales puedo confiar, en las que puedo descansar en su corazón; en aquellas que aceptan de corazón lo que les pido, aunque sea difícil y doloroso para su vida; pero Me dan sus sufrimientos, su amor, su cariño para Aliviar Mis Penas y Dolores.
Os he dicho que Yo Vivo en un eterno presente para vosotros y Me podéis acompañar en todos los momentos de Mi Vida aquí en la Tierra, podeMos compartir, alegrías, tristezas, dolores, triunfos.
Vivid más continuamente Conmigo, Mis pequeños y especialmente más en estos momentos que vendrán de Cambio Universal; mientras más os unáis a Mí, menos doloroso va a ser vuestro cambio.
Vosotros que os habéis acercado a Mí, ¿Cómo os podré olvidar Yo, en vuestros momentos difíciles y dolorosos? Os he dicho que tomaré vuestros dolores… pero quiero que Seamos Uno en todo.
Si vosotros Me acompañáis o Me habéis acompañado alguna vez en Mi Pasión, en Mi Vida, ¿Cómo no voy a estar Yo agradecido y os abandone en los momentos que vendrán de Tribulación para toda la humanidad y en el Universo entero?
Estad seguros que estaré con vosotros, como vosotros estáis Conmigo, continuamente pensando en Mí y acompañándoMe en Mis momentos difíciles. TeneMos que ser un solo Corazón, Mi Amor con vuestro amor, Mi Corazón en vuestro corazón y así, mutuamente Nos apoyareMos.
Soy vuestro Dios, Soy vuestro Salvador, pero necesito de vuestra compañía, porque también Soy Hombre. AcompañadMe, dadMe valor con vuestras palabras. DadMe ánimos por aquellos que no Me los dan, porque Me han traicionado; porque se han olvidado de Mí, porque no Me buscan, porque no Vivo en sus vidas.
Os quiero ver en todo momento en Mi Vida; repasad Mi Vida, desde Mi Nacimiento hasta Mi Resurrección, hasta Mi Ascensión. Así como Me acompañéis y viváis Conmigo continuamente en vuestro pensamiento y en vuestro corazón; así estaré Yo también, animándoos en estos momentos.
Acompañándoos, dándoos ánimo para seguir adelante… Y así, vuestros momentos difíciles tendrán un Consuelo Divino de parte Mía, de parte de vuestro Dios, de parte de vuestro Salvador. SigaMos unidos, Mis pequeños, siendo Uno para el Otro.

SANGRE PRECIOSÍSIMA DE MI SEÑOR JESUCRISTO: FORTALECE, CONSUELA Y ALIVIA EL SUFRIMIENTO, EN EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Hijitos Míos, hace tiempo os expliqué que teníais que cambiar de la espiritualidad infantil a la espiritualidad adulta, esto se da en la madurez del espíritu en vosotros.
En la espiritualidad infantil, vosotros os veis a vosotros mismos, así como sucede con los niños pequeños, no conocen más mundo que ellos mismos, piden y exigen a los padres que les den todo: tiempo, alimentos, jugar con ellos, total atención para ellos: piden, piden, piden.
En la espiritualidad madura, en la espiritualidad adulta, aprendéis a dar. Y es cuando el hombre tiene que decir: “Aquí estoy Padre, ¿En qué te puedo servir?” Estos son tiempos de servicio Mis pequeños, ya debéis olvidar ésa espiritualidad infantil.
A los que he escogido para estos momentos, para cuidar a sus hermanos; debéis vivir plenamente en ésa espiritualidad madura, adulta.
Os he pedido que intercedáis por ellos, que intercedáis por vuestros hermanos continuamente, que ya no os veáis a vosotros mismos. Y de hecho, ya no necesitáis veros a vosotros mismos, porque Yo estoy Presente en vosotros.
Si os veis a vosotros mismos, debéis de verMe a Mí. Y si Me veis a Mí, vuestro Dios en vosotros; os debéis dar a vuestros hermanos, como Yo Me di por ellos y por vosotros también y en todos los tiempos.
La espiritualidad adulta, es la donación de uno hacia los demás, es el ver primero por el bienestar de vuestros hermanos y no por vuestro propio bienestar. Es el darse completamente por el hermano, por sus necesidades físicas, materiales, espirituales. Es el ser Yo, vuestro Jesús; en vosotros, para el bien de vuestros hermanos.
Os he dicho que sois Mi resto fiel, que sois los Cristos de este tiempo y estoy confiando en vosotros para la salvación de vuestros hermanos. Si realmente habéis llegado a ésa espiritualidad adulta, madura, os debéis estar dando cuenta de vuestra responsabilidad; pero también debéis agradecerMe con todo vuestro corazón, con todo vuestro ser, el haber sido escogidos para vivirMe en estos tiempos y para salvar, con vuestra donación a infinidad de hermanos vuestros.
Es una tarea muy bella, sublime. Salvar un alma es lo más grande que un ser puede hacer por otro. Sois hermanos, sois Familia y salvarMe a un hermano vuestro, os acarrea infinidad de Bendiciones.
Levantar a un alma muerta en el pecado, en la maldad y regresárMela convertida y con deseo de salvación, no os imagináis el gozo que Me dais y el gozo que recibe el Cielo.
Hay muchas ovejas perdidas a vuestro alrededor, así como Yo; sois el Pastor que va cuidando de las ovejas, necesito muchas ovejas de regreso al Redil, Mis pequeños.
PedídMe lo que necesitéis: capacidades espirituales, salud física, Sabiduría Divina, lo que Mi Santo Espíritu os indique en vuestro corazón, pedídMelo, Yo no puedo negarle Mis Dones, Mis Regalos a aquellas almas que están trabajando para la salvación de Mis hermanos, que son vuestros hermanos.
No escatiméis, no pidáis poco, os he dicho que exageréis en vuestro pedimento, conozco el poder de Satanás sobre vosotros y sé que necesitáis dones fuertes, desarrollados; para que vosotros podáis vencer a las Fuerzas de satanás y así devolverMe a las almas que necesitan de salvación.
¡SalvadMe almas, Mis pequeños, las necesito, las amo!
Hijitos Míos, os he hablado otras veces de lo que es un Milagro. El Milagro es una petición muy profunda de vuestro corazón a Mi Corazón y Yo no puedo negarMe, porque es vuestro corazón el que lo está pidiendo profundamente, para el bien de un hermano vuestro.
Eso debiera ser la vida del hombre: un milagro, vuestra vida debiera ser un milagro continuo, que es la unión íntima de vuestro ser, de vuestro corazón, con el Mío. Si vosotros os dais cuenta, la vida de las almas santas que conocéis, son almas que no viven, prácticamente, en el Mundo, están distraídas del Mundo; porque están en íntimo contacto Conmigo, con vuestro Dios y Señor.
Para estas almas, el milagro es lo normal en su vida, porque están Conmigo, Me están viendo, viven la profundidad de Mi Amor y lo comparten con sus hermanos. El milagro que se produce, es un acto de Amor, de aquellas almas que viven profundamente Mi Amor; simplemente, lo están transmitiendo a sus hermanos.
Yo Soy Todo Amor y por eso, las personas que se acercaban a Mí, cuando estuve entre los hombres, con sólo tocarMe, tocaban Mi Amor, recibían una efusión de Amor y obtenían el Milagro.
Ciertamente, la Fe influye tremendamente, para recibir el milagro. Fe y Amor, una combinación perfecta para vivir íntimamente Conmigo.
Todo esto os lo he pedido continuamente. Ciertamente, el ya estar Conmigo, el vivir en oración, es Fe y Amor al mismo tiempo.
Estáis llamados, Mis pequeños, a producir milagros, ahora preguntaos ¿Por qué no habéis hecho los milagros que vuestros hermanos necesitan a través vuestro? ¿Os falta Fe u os falta amor o ambas cosas?
Meditadlo en vuestro corazón y con humildad y arrodillados, pedidMe lo que necesitéis. Debéis ser ejemplo ante el Mundo de que Yo habito en vosotros. Es el resultado de tener vida en Mí, es la vida espiritual, que deberéis dar a vuestros hermanos, acompañado por los milagros que produzcáis por Mi Poder Divino.
Cuando entendáis esto, perfectamente y lo viváis, es cuando entenderéis por qué os he repetido tanto que sois los apóstoles de estos tiempos. Mis apóstoles vivían plenamente ésa Fe y ése amor que tanto os pido.
Sé que sois débiles y pequeños, pero también os he repetido muchas veces que debéis ponerMe vuestra pequeñez y vuestra falta de Fe a Mis Pies, para que Yo os transfigure, para que crezcáis a los niveles a los cuales Yo quiero que viváis ya en estos tiempos y que empecéis ya a dar ése ejemplo vivo de que Yo estoy con vosotros y que vosotros Me pertenecéis.
Actuad ya Mis pequeños, el tiempo corre. La Purificación está encima y deberéis estar preparados para ayudar a infinidad de vuestros hermanos a regresar a Mí. Confío en vosotros, SOLTAOS a Mi Gracia, sed humildes y así Me derramaré más fácilmente sobre vuestra alma y sobre vuestro corazón.
Sois Míos, traedMe a muchos más de vuestros hermanos, para que también sean Míos. Porque es mucha la maldad que os rodea y Satanás os lleva a la mentira, a la duda, a la falsedad y por eso vuestra falta de Fe. Sois pequeños en la Fe, tan necesaria para vosotros.
Mis mismos apóstoles, aún a pesar de que Me veían hacer los Milagros, dudaban. Estuvieron tres años Conmigo y aún al final, dudaron. Fue Mi Santo Espíritu el que tuvo que bajar hacia ellos, por intercesión de Mi Madre, la Siempre Virgen María, para que les afirmara en Fe.
San Pedro, Me pidió poder caminar sobre las aguas cuando Yo Me acercaba a la barca y Me vieron caminar sobre ellas, lo pudo hacer unos momentos, la Fe le faltó y se hundió. Prácticamente TODOS, todos ellos en algún momento, Me fallaron en Fe y eso que estuvieron Conmigo, con el Maestro, con su Dios.
Por eso, en las Escrituras también se os dice que benditos aquellos que sin haberMe visto, creen. Y ésas bendiciones son para vosotros. Ciertamente, no he estado con vosotros como estuve con Mis apóstoles y con Mis discípulos; pero creéis, también vuestra Fe es débil, pero creéis.
PedidMe pues, la efusión de Mi Santo Espíritu, para que os afirme en Fe, para que os dé una Fe a prueba de todo.
Y de esta forma, tengáis también la valentía de un amor muy grande por vuestros hermanos para llevarMe a ellos. Tenéis una tarea grande, como la que tuvieron Mis apóstoles y discípulos cuando los mandé a Evangelizar el Mundo entero.
Ciertamente, Mis apóstoles, tuvieron una tarea mayor y mayores fueron las bendiciones que derramé sobre ellos. Vosotros sois Mis apóstoles de estos tiempos y si realmente queréis trabajar para Mí, vuestro Dios, pedidMe lo que les di a Mis primeros apóstoles.
Para vosotros ha pasado mucho tiempo entre ellos y vosotros, para Mí no. Porque Yo no estoy en el tiempo, así que podéis pedirMe lo que ellos tuvieron como si fuera el momento ahora, cuando recibieron a Mi Santo Espíritu en Pentecostés. PedidMe vuestro Pentecostés personal, para que Me podáis servir ayudando a vuestros hermanos en su conversión.
Es una tarea ardua, pero muy bella. Los apóstoles gozaban en su predicación, gozaban haciendo milagros, gozaban transformando vidas, gozaban derrotando a Satanás, gozaban teniéndoMe a Mí junto a ellos.
Entrad pues, en ése gozo, que os tengo reservado a cada uno de vosotros. Compartid Mi Amor y Mi Reino con todos vuestros hermanos. Dejadles gozar lo que vosotros ya estáis gozando al conocer todo lo que os he dado. Ellos llevaron un tiempo de preparación y vosotros también lo habéis tenido.
Seguid pues Mi Obra de Redención y traedMe muchas almas.
Acudid a Nuestra Fuente de Vida y Amor que os puede proveer de todo lo que podáis necesitar para ése cambio en vuestras vidas y en vuestro corazón. El Amor todo lo puede, acudid a Él y no quedaréis defraudados.
Os amo con el Amor que Me concedió Dios Padre y con el Amor que Nos une el Espíritu Santo y os bendigo con el Santo Deseo de que ésta Bendición sea la chispa que encienda vuestra luz interior para producir vuestro verdadero y eterno cambio.
Yo os amo infinitamente y os bendigo, en el Nombre de Mí Padre Eterno, en Mí Nombre, Vuestro Salvador Glorioso y en el del Amor Derramado y Purificador del Espíritu Santo.