Hijitos Míos, para que Mís Gracias puedan fluir libremente hacia vosotros, vuestra alma se debe de encontrar libre de faltas graves y si es posible, de faltas menores. Me apena ver una gran cantidad de los que se dicen Míos, que no les importa el estado de sus almas.
Viven por vivir. Viven alejados de Mís Preceptos y Mís Leyes, viven al márgen de la Gracia.
¿Qué acaso no sentís el hambre que pongo en vuestro corazón para que la apaguéis con Mí Sacratísimo Cuerpo en Mí Eucaristía? ¿Qué acaso no os sentís avergonzados de mostrarMe y llevarMe en un alma sucia, llena de pecado y pestilencia espiritual? ¿No os sentís acaso asqueados de vuestro proceder para con vuestros hermanos?
Los tratáis como se tratan a las moscas que revolotean sobre un tarro de miel. Os creéis esa miel, os creéis que todo os lo merecéis y que podéis hacer con vuestros hermanos, que os piden alguna ayuda, lo que hacéis con las moscas.
No encuentro muchos corazones contritos. Ya el Mal les ha nublado tanto la mente y vuestros ojos del alma, que ya todo se os hace “normal y natural”. Ya no hay suficiente humildad para reconocer vuestras faltas cometidas contra Mí, ya sean de acción o de omisión.
Ya no hacéis una parada en vuestras vidas aunque sea breve, para recapacitar sobre vuestro actuar de acuerdo a Mí Voluntad. Los confesionarios están vacíos. El pecado ya no es perdonado a través de Mís Ministros, porque a la mayoría de Mís hijos se les hacen obsoletas y antiguas, Mís Leyes y Preceptos.
Si pudiérais ver cuántas almas se pierden por ésta última causa. El Maligno les ha hecho creer que ya no se deben confesar ciertos pecados. Es más, ya no los consideran siquiera pecado.
Aún muchos de Mís Ministros han caído en el error que Mí Enemigo les ha inculcado con astucia y ahora enseñan cosas diferentes a las de Mí Ley. Y así tratan de ganarse personas para sus templos, permitiéndoles hacer cosas que Mí Ley Perpetúa exige. Y ésto sucede no completamente por culpa de ellos; sino por vuestra culpa por no orar suficientemente por ellos para tener sacerdotes santos.
Y no os doy éstas revelaciones para que hagáis leña de Mís sacerdotes; sino para que oréis fuertemente por ellos, porque es algo que os conviene, si no ¿Quién, supuestamente les van a perdonar vuestros pecados?
El Mundo necesita un cambio, el Mundo necesita Amor.
¿No os dáis cuenta del Error en el que estáis inmersos? ¿No os dáis cuenta de que vais directamente al despeñadero? ¿No os dáis cuenta de que Yo ya no valgo nada para la mayoría de vosotros? Yo, Vuestro Dios, apartado de vuestras mentes y de vuestros corazones.
Los Ángeles se entristecen, los Santos oran por vosotros y tratan de consolarMe nuevamente. Mi Agonía en el Huerto, era éste veros a todos vosotros caminar errantes, caminar sin rumbo fijo, caminar vacíos sin amor.
Sin Mí Amor no sóis nada, es Mí Esencia Divina puesta en vuestros corazones, es Mí Vida misma la que late en vosotros y aún así no le hacéis caso. Tenéis Mí Divinidad, Mí Santo Espíritu viviendo en vosotros desde vuestra concepción. Es Mí Vida la que quiere y desea vivir en vosotros.
Ciegos a la Gracia Divina, sordos a Mis Lamentos, no Me dejáis vivir. No Me dejáis actuar. No Me dejáis salvar, porque vuestra mente y vuestro corazón han preferido ídolos del mundo y no la Supremacía y Divinidad de Vuestro Dios y Creador.
¡Oh!, hijos Míos, cuánto mal recibo de la mayoría de vosotros acá en el Cielo. En vez de recibir holocaustos de Amor, piedad Divina, agradecimientos de Corazón; recibo blasfemia, inmundicia, maldad, error, muerte y destrucción de vuestros corazones.
Yo que Me he dado en totalidad, que les he dejado una doctrina de Amor y con ella el Gozo Eterno. Yo que he visto por cada uno de vosotros desde el momento mismo de vuestra concepción; que os he cuidado a pesar del mal comportamiento hacia Mí, Vuestro Dios. Que no os ha faltado lo más necesario para vivir y aún algunos, hasta de sobra han tenido, con la idea de que brotara de vuestros corazones la caridad hacia vuestros hermanos.
Yo, que os he procurado el amor entre vosotros; porque aún siendo malos, he permitido os uniérais en matrimonio y sintiérais el amor de pareja, el amor de hacia vuestros bebés, el gozo de sus sonrisitas. Os he dado la oportunidad de verMe en ellos, que vuestro corazón recapacitara y dedujera de dónde podrá provenir ése amor que sale de vuestro corazón duro hacía ellos…
Y aún así, vuestros corazones se mantienen duros y atacantes a la Fuente Viva del Amor, que Soy Yo.
¿Hasta cuándo hijitos Míos váis a reaccionar? El Maligno se está adueñando de vuestro Mundo, porque se lo estáis permitiendo. Él ESTÁ CAMBIANDO LAS ESTACIONES, LOS CLIMAS Y PROVOCANDO DESASTRES, para destruíros y para destruir todo lo creado…
Y vosotros impávidos como estatuas, sin sentimientos y sin cordura, os la pasáis como espectadores de un mundo que se destruye en el Odio y la Violencia, en el Mal y en la corrupción de cuerpos y almas.
Y no os dáis cuenta de los Signos de los Tiempos anunciados por Mí y por Mis Profetas desde la antigüedad. Mí misma Madre, la Siempre Virgen María, os ha estado llamando en múltiples apariciones a la conversión y hacia un cambio radical de vida en el Amor…
Y ¿Qué hacéis vosotros? Vuestro corazón se ha endurecido como piedra; pero piedra de Mal, que sólo ha servido para construir un templo a la maldad y al error. Ya no se puede contar con vosotros, como piedra firme y digna de construir templos vivos de Amor a vuestro Dios.
Estáis construyendo vuestra propia destrucción, puesto que al idolatrar al Mal, recibiréis como paga las consecuencias del mismo y vosotros las conocéis en las Sagradas Escrituras. Lo que el mal produce y ahora lo estáis viviendo y lo váis a sufrir, es sólo destrucción, el mal es muerte, el mal es odio entre hermanos, el mal es odio hacia Mí, hacia vuestro Dios.
Esto es lo que estáis viviendo porque lo habéis procurado, lo consentís y lo buscáis. Y lo peor de todo, es que luego me lo reclamáis a Mí, siendo que de Mí sólo puede haber bien, amor, unión, vida. ¡No, hijitos Míos! El Mal y vuestra destrucción actual, os la estáis ganando vosotros mismo por haberMe dado la espalda, por haber escogido un ídolo de maldad.
Por haber preferido al mundo y lo malo que hay en él, en vez de tomarMe a Mí, que habito en vuestro corazón, a abrirMe las puertas del mismo y a escuchar Mis Palabras y Mí Vida de Amor.
Aún hay tiempo para vuestro cambio y para salvar a muchas almas de su destrucción y Muerte Eterna. Y eso sólo lo lograréis regresando a Mí, orando Conmigo, viviendo Conmigo, con vuestras penitencias y ayunos, con vuestro amor fraternal, Deberéis dejarMe actuar PLENAMENTE en vuestras vidas, para que brote MÍ YO de vosotros y no vuestra soberbia, vuestra maldad, vuestro egoísmo.
Solamente haciendo a un lado vuestra voluntad caída en el pecado y dejando que Mí Ser fluya a través vuestro, es como se logrará el Gran Cambio.
No esperéis a que los acontecimientos se hagan desesperantes, no esperéis a que no encontréis salida alguna a la solución de los problemas que os aquejen y que serán más graves a medida que el tiempo pase.
El Amor, Mí Amor, no vuestro amor miserable y caído en las garras de la Impureza del Mal, es el único que puede salvaros y salvar a vuestro mundo.
Ved, hijitos Míos, ved como os busco y os procuro bienestar en todo momento. Ved como os quiero salvar de vuestra miseria y de vuestra caída. Ved cuánto os amo y os seguiré amando, aún cuando Me sigáis abofeteando estando clavado en la Cruz de la Salvación.
Mí Sangre aún está fresca y viva, para ser tomada para la purificación de vuestros pecados y de vuestra vida pasada.
Tenéis ahora una gran responsabilidad, vinisteis a la Tierra a servirMe y a traer AMOR a los vuestros… Y no estáis cumpliendo con vuestra promesa. Yo os trato de estrechar íntimamente a Mí Corazón y vosotros Me rechazáis y os queréis apartar de Mí. No aceptáis Mis Caricias y Mis Consentimientos que os doy cuando sóis Míos.
Si el Mal prosigue en vuestro mundo, en vosotros, recordad que no es por Mí culpa; sino porque vosotros lo atraéis a vosotros mismos y a vuestro mundo, porque así lo estáis procurando con vuestras acciones y por vuestra aceptación al Mal.
Vosotros tenéis ahora la respuesta a la pregunta que os estáis haciendo día con día al ver los cambios, en todos los niveles, que os están ocurriendo.
El cambio a todo ello está en vuestra decisión…
O me buscáis a Mí, para que con Mí Amor y con Mí Gracia venga el cambio. U os mantenéis en vuestro error y en vuestro pecado al darMe la espalda y así seguiréis padeciendo lo que el Mal os procura por aceptarlo y alimentarlo.
Hijitos Míos, vosotros os dais cuenta, en las Sagradas Escrituras, cómo es que Yo fundé a la Iglesia y es lo que Yo quiero también en estos tiempos.
¿Quiénes eran los apóstoles? ¿Por qué los escogí así, sencillos, pobres? Era gente buena, sencilla, pobre; para que tuvieran necesidad total de Mi Ser Espiritual. Yo no fui con los ricos, Yo no fui con los sabios; para que se dieran cuenta aún los más grandes, de que toda ésa capacidad que ellos iban a tener, venía de Mi Santo Espíritu, venía de Mis Enseñanzas, venía del Poder Divino de Nuestra Santísima Trinidad.
Yo Jesucristo, caminé en la Tierra y fui escogiendo a los que debían ser los primeros representantes de Mi Iglesia. Y ésa es la sencillez que Yo quisiera que se mantuviera. Porque cuando entran los intereses humanos no solamente en Mi Iglesia, sino a nivel Universal; todo se echa a perder, Mis pequeños. Porque también os dije que no se puede servir a dos amos: o estáis con el mundo o estáis Conmigo.
Cuando os llenáis de los bienes del mundo, Yo ya no existo porque las almas debieran llenarse de lo espiritual. Cuando vosotros estáis Conmigo, vivís realmente la vida espiritual que Yo quiero que todos vosotros viváis, porque ése va a ser vuestro futuro eterno.
Claramente vosotros os podéis dar cuenta cómo está Mi Iglesia, lo que ha sufrido. Cómo están los gobiernos de la Tierra, porque solamente ven por sus propios intereses, lo veis a todos niveles. Cuando alguien tiene superioridad sobre vosotros, se les olvida vivir en la Caridad, en el Amor, en las Virtudes, que son respeto a la persona. Y en ellas Me debéis estar viendo a Mí, vuestro Dios. No hay respeto, no hay vida espiritual y todo se echa a perder.
Mis pequeños, debéis regresar a ésa vida sencilla, a ésa vida que os va a asegurar vivir realmente Mi Vida aquí en la Tierra, Yo Soy vuestro Dios Jesucristo, que os vine a enseñar los valores Divinos, los valores Celestiales.
Vosotros, cuando los realizáis; realmente estáis haciendo Mi parte, aquí en la Tierra ayudando a vuestros hermanos.
Satanás se ha encargado, no solamente a nivel mundo, sino Universo; de echar a perder lo que Yo hice en un Principio perfecto. Y vuestra misión, Mis pequeños; es restaurar todo aquello que está echado a perder por el pecado. Y eso es la falta de la vida espiritual, la falta de las Virtudes, la falta verdadera del Amor entre hermanos.
Esa es vuestra misión, Mis pequeños: restaurar lo que está echado a perder. Pero también vuestro interior está echado a perder. Si lo estáis viendo en vuestros hermanos, lo debéis ver primeramente en vosotros; porque no podéis criticar a vuestros hermanos, sino que primero os debéis criticar a vosotros mismos.
Cuando vosotros estéis libres de culpa, entonces podréis criticar a vuestros hermanos y eso difícilmente lo lograréis… Y especialmente si no estáis Conmigo.
Empezad pues en vosotros mismos, mostrándoles a vuestros hermanos que sois verdaderos hijos Míos, que sois seguidores de Mis Palabras y de Mis Ejemplos. Y luego, ayudados por Mi Gracia empezaréis a crecer en perfección, para que vosotros dejéis también una estela Divina, como Yo la dejé Mis pequeños. Porque vosotros sois Mis seguidores y debéis dejarMe a Mí, entre vuestros hermanos.
Os amo, Mis pequeños y dejadMe vivir nuevamente en vuestra vida, dejadMe seguir salvando almas a través de vuestro ejemplo y de vuestras palabras. DejadMe Ser Dios todavía en estos tiempos, que ya se Me ha rechazado y muy pocos Me buscan, para que Yo los guíe los proteja, los ame y sean Mis verdaderos ejemplos en este mundo.
Yo Soy vuestro Dios y no hay ningún otro Dios fuera de Mí. Mis pequeños, Yo vine a la Tierra a traer el Conocimiento, las Enseñanzas, la Presencia Divina que Me ordenó Mi Padre, vuestro Padre. Yo caminé entre vosotros, Yo os di todo lo que Le he visto a Mi Padre y las Enseñanzas que Él Me dio.
Tuvisteis a un Dios entre vosotros, A UN DIOS, Mis pequeños y os di toda una Doctrina perfecta, Santísima.
Cuando vosotros estáis Conmigo y seguís lo que Yo os di, entráis en perfección; porque lo que Yo os di por ser Divino, es perfecto. Cuando vosotros Me seguís a Mí y seguís exactamente lo que Yo os he pedido, vivís la santidad de vida que Yo os vine a pedir a cada uno de vosotros.
Cada uno de vosotros estáis destinados a vivir en la perfección. Y al vivir así, automáticamente es la santidad del ser humano.
Estos son tiempos de confusión, ya estaban profetizados en las Sagradas Escrituras. Hay muchas sectas o religiones, hay mucha, mucha necesidad espiritual, pero Yo vine a atraer a todos hacia Mí, porque Soy el Perfecto y porque lo que Yo os di es lo Perfecto.
Yo no os pedí ir a buscar el Conocimiento en otras sectas o religiones, porque no tienen la perfección que Yo os di. Yo Soy vuestro Dios y los autores de las otras ideologías religiosas, no son dioses. No son perfectos, no son santos. Entonces ¿Por qué buscáis por otro lado, Mis pequeños? ¿Por qué os rebajáis a buscar en otro lado que no os va a llevar a la perfección ni a la santidad?
Debéis estar conscientes de esta realidad y además, de este Engaño a donde os quiere llevar Satanás. Os quiere quitar lo Mío, lo Perfecto, lo Santo, que son Mis Palabras, Mis Acciones, TODO el Ejemplo que Yo os di durante el tiempo que estuve con vosotros aquí en la Tierra.
Mis pequeños, no os dejéis engañar por esas falsas ideologías. O por esos pensamientos modernos que os llevan a buscar en otras religiones o ideologías religiosas, lo que no vais a encontrar de ninguna forma. Porque os repito, Yo Soy vuestro Dios y aquellos autores no son dioses y no os van a dar lo que Yo os di.
No perdáis lo que ya ganasteis. No busquéis falsedades, cuando tenéis lo perfecto ya en vuestro corazón.
Hijitos Míos, mientras no os pongáis a reflexionar sobre Mís Leyes y Preceptos y que con humildad verdadera veáis dentro de vuestro corazón y comparéis el vuestro con el Mío, con el que os debéis de unir por toda la Eternidad, no podréis avanzar en el crecimiento de vuestras virtudes y de vuestra Gracia de salvación.
Acercáos todos a la Fuente Salvífica de Mí Corazón y de Mí Sangre Preciosa. Arrodilláos ante Vuestro Salvador en la Cruz de la Vida y entregádMe vuestro arrepentimiento y vuestro compromiso de un cambio verdadero.
Y haré de vosotros almas de luz verdadera que se fundirá a la Mía y alumbraremos juntos toda la Eternidad.
La Mujer Vestida de Sol con la Luna bajo Sus pies, vencerá y pisará la cabeza de la Serpiente del Mal, de vosotros depende que esto se retrase o se adelante, hijitos Míos.
Reflexionad y cambiad, es para vuestro bien y para vuestro gozo eterno
Os amo mucho y os deseo en Mí Corazón. Los bendigo en el Nombre de Mí Padre, en el Mío y en el del Espíritu Santo de Amor.
http://diospadresemanifiesta.com/