Hijitos Míos, las delicadezas de Mí Corazón son excelsas. Yo os cuido y os protejo como joyas preciosas. Sóis regalos de Mí Señor hacia Mí, Su Sierva. El Mal os quiere destruir.
Yo, Vuestra Madre Santísima, tengo la Tarea Divina de rescataros de la inmundicia y del Pecado que el Maligno os está inculcando. Su Bestialidad MUY PRONTO se mostrará a lo máximo, PERO NO TEMÁIS, Yo estaré con vosotros.
Yo Soy la Mujer Vestida de Sol que aplastará la cabeza de Satanás, él lo sabe y por eso ataca con furia a todo lo que es Mío y a los Míos.
Pero el Poder que viene de lo alto Me ha dado toda la Fuerza para vencerlo, NO TEMÁIS, Yo estoy con vosotros. Él os ha estado tratando de engañar a través de todos los tiempos. Los errores en los que la humanidad ha caído por escucharlo, son ya demasiados y están llevándoos a la perdición de vuestros cuerpos y almas.
El Mal no respeta ni respetará nada. Yo, Vuestra Madre Celestial, os he de guiar a lugares seguros. Deberéis profundizar en la Oración, no le déis un valor superfluo a ella, es poderosísima.
Vuestra oración la cuál Yo tomaré, la purificaré y la levantaré en ofrenda, junto con la oración de Mí Hijo para ayuda vuestra, de los vuestros y de todos vuestros hermanos que vivís ahora éstos momentos de cambio.
No temáis, la Fuerza y el Poder de Vuestro Dios y Señor está con Nosotros.
La Sabiduría Eterna se mostrará y os mostrará vuestra pequeñez. Yo deseo llevaros a una santidad digna del Nuevo Reino, dejáos mover por Mí Ayuda y Mí Voluntad, que es la de Mí Señor y Mí Dios.
Hijitos Míos Yo Vuestra Madre, deseo hijos purificados en el Amor y para ello deberéis vivir en él. Apacentád el Rebaño de Mí Hijo, con vuestra propia vida volcada a los intereses celestiales. Varios de vosotros seréis nuevos guías de la Iglesia de Mí Hijo.
Dejád que la Gracia de Mí Esposo, el Santo Espíritu, fluya a través vuestro. Sus Potencialidades son máximas, son de Amor y Perfección. Un Nuevo Reino de Perfección se acerca y deberéis daros cuenta de que sóis pequeños y de que no podéis alcanzar esa perfección por vosotros mismos…
Necesitáis fuerza y guía de lo alto y para eso llego Yo, Vuestra Madre y Maestra, para guiar y educar la Nueva Estirpe del Amor.
Seréis Nueva Estirpe, Nación Consagrada a Vuestro Dios y Señor, por quién se vive y por quién viene la Salvación a todos los pueblos de la Tierra. Viviréis eternamente agradecidos al ver las maravillas de Su Corazón, a la pequeñez del vuestro. Seréis colmados por Su Amor. Dejáos conducir y no os arrepentiréis.
Almas volcadas en la Virtud Yo deseo. Almas volcadas en la Voluntad Divina Yo busco. Almas donadas al Amor, Yo espero ver, para poderlas conducir hasta la Presencia Real de Nuestro Dios y Señor.
Abandonáos perfectamente, como Yo Me abandoné a Mí Señor; con Fé, con Confianza, con Humildad y ya sabéis lo que Él hizo con Su Sierva, el regalo máximo de Su Amor que se desarrolló en Mí Vientre Virginal.
Vuestra pequeña donación, de corazón y en plena confianza, será coronada con las riquezas del Amor de Vuestro Dios, las cuales no tienen par sobre la Tierra y son omnipotentes e inigualables.
Bendecid en todo momento a Vuestro Dios, alabádLo, agradecédLe porque os ha permitido vivir estos momentos de cambio, en los cuáles veréis Su Misericordia y Su Amor en pleno, en vuestras vidas…
Y veréis maravillas a vuestros ojos que os harán ruborizar y humillar ante Su Poderío Divino. Sóis pequeños, comprendédlo; la Gracia sólo se puede manifestar en almas humildes. Vivíd la pequeñez del hijo que apenas dá los primeros pasos y que necesita la ayuda de sus padres para ser guiado.
La gran mayoría de vosotros, apenas estáis dando los primeros pasos, dejáos guiar por Vuestra Madre para que Yo pueda hacer de vosotros joyas preciosas a los Ojos de Nuestro Padre y Me pueda enorgullecer de haberos preparado en el Amor y en la total donación de vuestra voluntad.
Yo Soy Vuestra Madre, la Mujer Vestida de Sol con la Luna bajo Sus pies que vencerá a la Serpiente Antigua con la ayuda de Mis hijos: vosotros, Mis pequeños.
Son 12, SON EL GRUPO DE LOS DOCE como así se dicen, los que ahora manipulan al Mundo entero. Son los de la casta farisaica y los entrenados por ellos, los que manipulan la historia de los pueblos.
Sí, Mis pequeños. Os dije que era éste el tiempo de denunciar los errores y las maldades de Satanás en el Mundo.
Los Bienes del Cielo son ahora pisoteados, ultrajados, atacados sacrílegamente por estos personajes y esto ya no puede seguir así.
Vuestro Dios os ama y El constantemente ve por Sus creaturas, aunque vosotros no le hagáis el caso que El merece.
Estos 12 personajes, que se encuentran en los países más poderosos o en los que en la actualidad pueden afectar más al género humano, tienen la consigna de sembrar el terror y la destrucción a todos los niveles.
Estos son 12 personajes, varios de ellos muy conocidos entre vosotros, por los que debéis orar muy fuertemente.
No os quiero dar nombres. Pero ya podéis imaginaros algunos de ellos, para que no entréis en una “cacería de brujas”.
Lo que Yo os pido es mucha oración, ayunos, sacrificios por ellos; porque son tan hijos de Dios como lo sois vosotros.
Son gente que se dejó engañar por las infames promesas del Maligno, por los espejismos de poder y de gloria, mundanos. Son gente que prefirió el oro del mundo a las riquezas sobreabundantes del Cielo. Por ello, Mis pequeños, nuevamente, os imploro oración, ayuno, penitencia…
Porque ellos mismos no se han dado cuenta del Engaño en el que están y que por estar cegados por las promesas de poder que les ha ofrecido el Demonio, no se imaginan el golpe tan fuerte que van a recibir cuando el mismo Maligno…
Ya que los haya utilizado, los traicione.
Son gente que vosotros veis como malos, porque están provocando guerras, destrucción de todo tipo, sobre todo de la espiritual. Son gente de mucho poder, que la Soberbia del Mal ha hecho que ellos se sientan como dioses, con las facultades de dar vida o muerte cuando ellos quieran.
Sí, se han vuelto “odiosos” ante vuestros ojos humanos, porque han desestabilizado todo. Han provocado tales irregularidades que ya nada se ve normal ni cae dentro de parámetros conocidos con anterioridad. Ya no podéis hablar de seguridad en la calle, en los bancos, en la familia, en los gobiernos…
Ni en Mi propia Iglesia, os han llevado a ése caos de inseguridad humana con la finalidad de que os olvidéis de vuestro Dios por estar pensando solo en cómo resolver vuestros problemas mundanos.
Reconoced que estáis luchando contra un ser muy inteligente que os está queriendo destruir y su mayor triunfo ha sido el de haber destruido la Fé que ya varias veces os he dicho, que pase lo que pase NUNCA perdáis la Fé y la confianza en vuestro Dios; porque de El, sólo Bien puede salir.
Lo único que frena a vuestro Padre a derramar Sus Bendiciones sobre cada uno de vosotros, es el estado de Gracia de vuestra alma y la confianza que depositéis en El.
Mis pequeños, estáis en estos momentos en la Guerra más Sanguinaria que ha tenido la historia de la humanidad… Y no es la muerte de cuerpos lo que le preocupa a vuestro Dios, sino la muerte de almas.
Esta es una lucha espiritual en dónde os estáis presentando ante vuestro Enemigo SIN ARMAS. Os ha desarmado previamente con su Astucia, al quitaros a vuestro Dios de vuestro corazón, de vuestra vida, de vuestros principios, de vuestra conciencia. Estáis ante él como corderitos… Y él como inmenso Dragón dispuesto a devoraros.
Se ríe ante vosotros. Se burla de vuestro Dios.
Se creé muy Inteligente, más que vuestro Dios, porque le está quitando a Sus creaturas y las está devorando fácilmente.
Porque estáis cayendo en el pecado, en sus trampas, con una facilidad tal;
Que ya no tiene que trabajar mucho para convenceros de vivir a espaldas de vuestro Dios.
Porque os habéis apartado de las Leyes y Decretos de vuestro Dios. Porque no vivís ya en el Amor que os enseñó Mi Hijo, porque no queréis vivir más según la vida en la Gracia y en la Virtud Cristiana.
El Gran Dragón, la Serpiente Antigua os va a devorar fácilmente, si no os acercáis nuevamente a vuestro Dios.
¡Despertad antes de que os devore! Os habéis vuelto carnada y no Arpón.
Ya no tenéis agallas para defender lo vuestro.
Pero eso sí, cuando ya veis que perdéis vuestras cosas, es cuando habláis de vuestro Dios, pero no con la humildad que debierais sino con queja y blasfemia, porque creéis que El es el que os manda el Mal y porque habéis perdido la comodidad que teníais.
No recapacitáis que ha sido vuestra mala vida y vuestras malas acciones, las que os han separado de El y de Su Amor.
Hijitos Míos, Yo como Madre vuestra estoy intercediendo por cada uno de vosotros. Estoy de rodillas ante la Trinidad Divina. Sufre Mi Corazón al ver a las almas duras, a las almas que no quieren entender; aquellas que ven en los acontecimientos algo normal que tiene que suceder.
Oro por cada una de vuestras necesidades actuales y futuras, voy velando por vuestra vida espiritual. Aunque se os quite lo material, tenéis un potencial tremendo dentro de lo espiritual al vivir unidos a Mí Esposo, el Santo Espíritu de Amor, Él os va a dar la seguridad de obtener lo que necesitáis en lo físico y en lo espiritual.
El poder creativo viene de vuestro Dios y si estáis con Él, nada os faltará, pero deberéis hacer vuestra parte.
En cada familia, todos los hijos tienen una tarea por hacer, según su edad, según su educación, según su crecimiento.
A cada uno de vosotros se os dará una misión, que pronto se os revelará para que actuéis según la moción de Mí Espíritu, de Mí Esposo, del que es todo Amor.
Dejaos mover, dejaos llevar. Él necesita de las almas dóciles, necesita del abandono total de vuestra voluntad hacia Él.
Seréis movidos por el Poder Divino para vencer las Fuerzas del Mal. Entendedlo así, Mis pequeños: seréis coautores de grandes bendiciones para la humanidad.
Pero entended que todo esto se dará en vuestro corazón, si humilde se encuentra, si dadivoso se da; no pongáis trabas a lo que Mi Esposo quiera hacer a través vuestro.
Yo vuestra Madre, La Siempre Virgen María, siempre estuve dispuesta en totalidad a Nuestro Dios. Siempre tuve en Mi Corazón el “Hágase”, la donación total de Mi Ser a Mi Dios, a Nuestro Creador, a la Vida, al Amor.
Ciertamente en la Creación hizo Él todo, Él es el Dueño de todo; pero en el “Hágase” le permitimos que Él vuelva a hacernos. El Pecado afectó la obra de la Creación, Él nos dio ése regalo de creación; pero en el “hágase” nosotros nos regalamos a Él. Es un acto bellísimo del alma, darse a Nuestro Dios.
En el “hágase”, vosotros os dais perfectamente a Él, para que Él haga en vosotros y con vosotros, Su Voluntad.
Mis pequeños, Yo os di el ejemplo para que se lograra ésa transformación y ved en Mí lo que logré en el “Hágase”, “HÁGASE Tu Voluntad Mi Padre, Mi Señor, Dueño Mío”, Él tiene todo poder sobre Mí.
Vosotros vivís todavía en la penumbra de la Gracia, por eso Yo, vuestra Madre os llevo hacia la Luz, os instruyo y os digo qué hacer en presencia de Nuestro Padre y Nuestro Dios.
Si Yo os pido Mis pequeños, que de vuestros labios y de vuestro corazón salga ésa frase que Yo Misma dije “Hágase Tu Voluntad”, “hágase lo que Tú quieras, Mi Señor y Mi Dios, en Mí”, es porque la Madre siempre quiere lo mejor para los hijos y Yo, con esto os estoy aconsejando qué va a ser lo mejor para vosotros.
Si vivís en la penumbra es porque todavía no tenéis en totalidad la Luz en vuestro interior, la vida Divina en pleno. En el “Hágase”, vosotros dejaréis a un lado la penumbra, la obscuridad, la duda y entonces entrará la Verdad y la Luz en pleno a habitar en vosotros.
Tendréis un cambio radical. Un cambio de vida, como no os lo imagináis; porque Nuestro Padre y Nuestro Dios siempre va a buscar en nosotros la perfección. Os va a llevar hacia todo aquello que es Santo, Perfecto, Divino. Vosotros gozaréis de ésos Gozos del Cielo y todo porque vosotros os regalaréis a Él.
Mis pequeños, daos cuenta cuántos regalos os ha dado a lo largo de vuestra vida… Os ha dado tanto, meditad esto: os ha dado lo material, os ha dado lo espiritual, os cuida en todo momento ¿Acaso, Nuestro Padre y Nuestro Dios no merece un regalo grande?
¿Un regalo de agradecimiento a tanta bondad que se ha derramado en cada uno de vosotros? Y el regalo que Él espera es éste: “Hágase Tu Voluntad en totalidad en mí”.
Regaladle pues vuestro ser, vuestra vida, vuestra voluntad y Él os transformará. Y seréis verdaderos hijos de la Luz, porque Él es la Luz, Él es la Divinidad Perfecta, Él es el Santo de los Santos… Y cuando Él entra en un alma, os lleva la Perfección. Ya no tendréis confusión, conoceréis lo que es Perfecto y os enamoraréis de ello.
Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. El Amor Me Creó, Su Amor Me envolvió, Su Amor Me dio la vida y por Su Amor, Yo di la Vida al que Es Vida.
Mis pequeños hijitos Míos, la Verdadera Vida, la Vida de Nuestro Dios, Su Amor, cuesta. Cuesta mucho, Mis pequeños, pero al final gozáis inmensamente, porque servir a Nuestro Dios es lo más grande que pueda tener un alma, un ser creado.
PedidLe a Mi Santo Espíritu de Amor, a Mi Esposo, que abra vuestras capacidades para que entendáis lo que es el Verdadero Amor de Nuestro Dios y Creador, de Nuestro Padre.
Porque son bellezas inmensas que cuando las entendáis, cuando Él permita que vosotros las entendáis: lloraréis de alegría, porque es cuando entenderéis lo que es vuestra creación.
Todo el empeño y todo el Amor que salieron de Sus Manos Creadoras y de Su Corazón Infinito fue para daros vida, para que fuerais expansión de Su Amor.
Cada uno de vosotros lleváis ésa llama de Amor en vuestro interior, que es Su llama de Amor, que es Su Vida Divina en vosotros. Es un tesoro grandísimo que cada uno de vosotros lleváis en vuestro interior.
Vosotros, debéis engrandecer ésa llama chiquita, incipiente; para volverla una llamarada, una hoguera de amor. Y así es cuando gozaréis y entenderéis lo que es verdaderamente el Amor de Nuestro Dios; pero vosotros no habéis puesto vuestro empeño en lograrlo.
Ciertamente para alcanzar ése estado de Amor, debéis poner mucho de vuestra parte y se sufre Mis pequeños. Satanás os atacará, vuestros mismos hermanos os atacan, porque no entienden por qué un alma tiene que buscar el Amor de Nuestro Dios y llenarse de Él.
Os verán raros. Os atacarán porque no sois como ellos, que viven en la tibieza y en la mediocridad y no fuisteis creados para eso.
Vuestros Primeros Padres eran perfectos y debéis alcanzar nuevamente ésa perfección. PERO DEBÉIS LUCHAR PARA ELLO. Ahora no sois ni la sombra de lo que eran ellos antes del Pecado Original.
Con su perfección humana, tenían capacidades inmensas; porque cuando Nuestro Dios regala a un alma Sus Bendiciones, DA. Da como nadie da y vosotros estáis llamados a regresar a ésa situación en la que vivían vuestros Primeros Padres.
Y cuando lleguéis a ése momento, gozaréis inmensamente las Bondades de Nuestro Padre y Nuestro Dios.
Pero para llegar a ello, debéis luchar contra el Mundo.
Debéis luchar contra la Maldad de Satanás, que se ha desatado fuertemente contra vosotros.
DEBÉIS LUCHAR CONTRA VUESTRO PROPIO ‘YO’ que es el que primero os ataca.
Debéis luchar contra vuestra falta de Fe.
Venid aquí, Mis pequeños, venid aquí, junto a Mí, dejad que Yo os cubra bajo Mi Manto, que os acerque a Mi Corazón.
Éste Corazón que tanto ama a Nuestro Dios, éste Corazón que fue creado para amar al Redentor, éste Corazón que tanto aprendió por la Luz del Espíritu Santo. Venid acá Conmigo, Mis pequeños, que mucho tengo para enseñaros.
Que tengo mucho para compartir con vosotros, que mucho tengo que hablar del Amor con todos vosotros que queráis venir a Mí. Soy vuestra Madre, Soy vuestra Maestra, Soy parte del Amor, del Amor de la Santísima Trinidad.
Mis pequeños, todos vosotros los elegidos por Nuestro Dios, los elegidos por Mi Hijo, sois obreros. Sois obreros que iréis reconstruyendo todo el edificio que se ha caído.
Todos vosotros vais poniendo cimientos, vais poniendo ladrillos, vais levantando paredes. Vais levantando nuevamente el Edificio de la Fe y del Amor, el edificio de las Virtudes alrededor del Mundo.
Veis ahí la torre de Babel construida para retar a Nuestro Dios… Y cayó y cayeron los hombres. Ahora, entre vosotros, los escogidos por Nuestro Dios, deberéis levantar el nuevo edificio de la Jerusalén Celestial.
Los Cielos Nuevos, las Tierras Nuevas se darán precisamente a través de vosotros y la Reconstrucción del Reino.
Habéis reconstruido vuestro propio yo. Vuestra persona ha sido reconstruida por las Virtudes, por la Vida de Mi Hijo que se os dio. Vuestro edificio va creciendo, se va volviendo firme, tenéis puestos los cimientos fuertes, en Mi Hijo.
Ahora deberéis también vosotros, a través de vuestra Oración y a través de vuestro ejemplo de vida ir ayudando a otros a que también vayan poniendo ésos ladrillos, esas murallas que sostendrán la Fe de muchos en los tiempos difíciles… Y quedarán para mayor Gloria de Dios en lo futuro.
Almas fuertes, almas valerosas, almas santas que serán ejemplo para las próximas generaciones. Que lucharon la Batalla Fuerte de la Fe y vencieron. Porque vuestros cimientos, vuestro edificio estaba bien construido, estaba sobre roca firme y vencisteis.
Manteneos pues construyendo para vosotros y para vuestros hermanos. Yo vuestra Madre estoy entre vosotros y vengo a ayudar a este mundo en su renovación, en su purificación, en su salvación. Me he ganado la Maternidad de todos vosotros por la Sangre Preciosa de Mi Hijo y por Su orden amorosa en la Cruz.
Su Amor es Mi Amor, Su Vida es Mi Vida y Yo, obedeciéndoLe y de todo Corazón; empecé ahí Mi obra Maternal para todo el género humano. Mientras Él moría en la Cruz, Yo nacía como Madre para todos los hombres.
Voy intercediendo por cada uno de vosotros alrededor del mundo. Por todos vosotros, aún por aquellos que no buscan la vida espiritual de Mi Hijo, aún a aquellos que se han dejado llevar por otras filosofías.
Por aquellos, principalmente que están enfermos por el pecado, porque así como Mi Hijo dijo que venía por los enfermos y no por los sanos. Yo estoy siguiendo ésa obra de venir por aquellos que están alejados de la Gracia, de la vida espiritual. Por los que viven en el error y en el pecado.
Ciertamente están más enfermos aquellos que viven en soberbia, que no hay humildad en sus corazones, que siguen sus propias ideas espirituales erróneas; por estar guiadas por Satanás. Ideadas por el Maligno para separarlos de la Realidad Divina.
Yo vengo con la Luz que trajo Mi Hijo para la salvación de las almas. He ido recorriendo todos los pueblos de la Tierra, en apariciones, para que conocierais a vuestra Madre y para recordaros las Palabras de Mi Hijo.
Sigo trayendo la Vida de Mi Hijo a todos los pueblos. Intercedo fuertemente por aquellos que viven en el error. Le arrebato a Satanás almas, gracias a la donación y a la oración de muchos de vosotros Mis pequeños, que habéis entendido vuestra obra aquí en la Tierra.
Ciertamente hay almas que se donan, que viven para el Amor de Mi Hijo, que han entendido el valor del sufrimiento y lo unen al de Mi Hijo, como remedio de salvación para muchos pecadores y para la salvación de almas que tienen su corazón endurecido por el pecado.
Son Mis tiempos. Tiempos de vuestra Madre, que viene a interceder por cada uno de vosotros, por la humanidad entera. La Misericordia de Mi Hijo se está derramando sobre toda la humanidad. Estos son tiempos de vida y no de muerte.
Sí, muerte veréis a vuestro alrededor, pero NO quiere decir con ello muerte espiritual. Muchas almas se van a salvar gracias a vuestra intercesión y gracias a que verán de cerca ésos momentos de destrucción, se arrepentirán antes de su muerte física.
Nuestro Padre Dios permite los Desastres para que el hombre se dé cuenta que es insignificante. Porque llegáis a un grado de soberbia que os creéis superiores a vuestros hermanos y a veces, aún superiores a Nuestro Dios.
Y no Le buscáis porque sentís que no necesitáis a nadie, que vuestras capacidades, vuestra inteligencia es más que suficiente para vivir en éste mundo. Además de que no creéis en una Vida Eterna.
Estos momentos difíciles que se están dando en la humanidad, tiempos de destrucción física, serán tiempos de salvación espiritual; porque veréis tan fuerte los acontecimientos, que es cuando reconoceréis que solamente un Poder Superior os puede sacar adelante y salvaros.
Y ahí es donde muchas almas regresarán a Nuestro Dios, al ver la Naturaleza manipulada por Satanás, atacándoos.
Os quiero recalcar esto, que ya se os había explicado, sobre la Naturaleza, manipulada por Satanás. Nuestro Padre, en Su Santísima Trinidad, es Bondad Infinita, es Amor Puro, es Santidad Perfecta y de Él no puede salir la destrucción que estáis viendo a vuestro alrededor…
Él permite lo que Satanás provoca para destruiros… Pero de ése ataque satánico, Nuestro Padre lo maneja de tal forma, para que de un Mal Infernal, salga un Bien Celestial.
Muchas almas se salvan frente a los acontecimientos graves y es por eso que os pido Mis pequeños, no juzguéis a Nuestro Dios, que es Bondad Infinita.
Y sí, os pido, os protejáis de Satanás y protejáis a vuestros hermanos de sus Garras, de su Maldad, de su Destrucción Espiritual, viviendo la vida en el Amor que os vino a enseñar Mi Hijo y que Yo os he venido a recordar a través de todas Mis apariciones alrededor de todo el mundo.
Apariciones que Nuestro Padre Dios ha permitido que Yo tenga para salvaros. Para recordaros que hay un Mal, que hay Pecado, que hay Leyes Divinas que debéis seguir.
Recordaros que os está esperando una Eternidad, que puede ser de Felicidad o de Dolor; según vuestro actuar aquí en la Tierra, según hayáis vivido en lo espiritual. No porque no creáis lo que YA ESTÁ Escrito y que ES, desaparecerá.
Vuestra necedad no puede destruir lo que es una realidad. Mi Hijo os vino a recordar todo lo que Nuestro Padre Dios creó, os dio y se vive en el mundo espiritual, no porque no lo creáis esto no es.
Falta Fe en el Mundo, falta vida espiritual y Satanás se encargó de destruir toda ésa riqueza que debiera anidar en el corazón del hombre.
Venid a Mí, Mis pequeños. Venid con vuestra Madre, para que os tome de la mano y para que os lleve por caminos seguros, porque estos van a ser tiempos de gran tribulación, en donde podréis tomar por caminos errados y entonces caeréis en las Garras de Satanás.
Estando Conmigo, Mis pequeños, os aseguraré un camino seguro y de salvación para vuestras almas.
Mientras, orad. Orad intensamente por todos aquellos que no creen en Mi Presencia, que no aceptan la tarea que Mi Hijo Me ha encomendado, que no Me dan Mi lugar como Madre del Salvador de todos los hombres. Orad por ellos y orad por vosotros mismos.
Los Tiempos de Tribulación se pueden acortar por el amor que produzcáis; por vuestro ofrecimiento, por vuestros sacrificios, por vuestra penitencia, por vuestra respuesta a vuestro Dios.
Yo estaré velando por cada uno de vosotros. La Madre nunca se separa de Sus hijos, pase lo que pase… Y así estaré Yo, velando por cada uno de vosotros.
Venid a Mí, vuestra Madre, cuando ya no soportéis la carga, cuando fatigados estéis, cuando las lágrimas se asomen a vuestros ojos, cuando queráis interceder por vuestros hermanos, cuando no entendáis lo que se os presenta. Yo Soy vuestra Madre y os iré guiando y educando, pero siempre en el Amor y en la Virtud.
La Lucha se inicia para vencer al Mal y para preparar el Reino de Mí Hijo. Confiad hijitos, confiad en Vuestra Madre. Una madre guía, protege y hasta dá su vida por sus hijos. Vivíd en Mí como Yo vivo en Mí Señor.
La Corona del Triunfo será puesta en vuestra cabeza, para coronar vuestra ayuda en el cumplimiento de la Palabra y en la ayuda a la llegada del Reino.
Tomad las armas de la pureza de alma y corazón. Tomad las armas de la oración, del ayuno y de la penitencia, las cuáles, respaldadas con una Fé adulta, con una confianza de niños y con un amor sincero en vuestro Dios.
Orad fuertemente por ésos 12 y sus secuaces, para que al orar así, el Maligno pierda fuerza sobre ellos y le devolváis el Mundo a vuestro Dios, quién lo volverá un vergel en dónde gozaréis los Nuevos Cielos y las Nuevas Tierras.
¡Decid, BASTA! Cambiad vuestra vida y la de los demás con la oración en el Amor y el resto lo hará vuestro Dios, mediante Mi intercesión como Madre vuestra y Madre de todo el género humano.
Venid a Mí, ya desde ahora, para que os vaya aconsejando en lo que haréis con vosotros mismos y con vuestros hermanos. Venid con esa Paz en vuestro corazón, Paz que os ayudará abriros plenamente a la Voluntad de vuestro Dios.
Os vuelvo a repetir Mis pequeños, Yo, como vuestra Madre, como vuestra Maestra y vuestra Guía os pido, os recomiendo que os deis a Nuestro Dios y no os vais a arrepentir.
Como Yo no Me he arrepentido por el Regalo tan grande que Me hizo después del “Hágase”: Ser la Madre del Salvador.
“Gracias Padre, gracias en Tu Divina y Santísima Trinidad por lo que haz hecho con ésta Tu Sierva y te pido que lo hagas ahora con todos Mis hijos.”
Que la Paz de vuestro Dios en Su Santísima Trinidad quede en cada uno de vosotros. Gracias, Mis pequeños.
Mí Dios y Señor, Padre de todo lo creado, os bendiga. Que Mí Hijo, Bendición de Mí Dios y Señor, a Mí Corazón y a Mí Vientre Virginal, os bendiga. Y que Mí Esposo, el Santo Espíritu del Amor, la Sabiduría, la Palabra, el Amor, también os bendiga.
Y recibíd también de Mí, Vuestra Madre Celestial, Mis Bendiciones y Mí Ternura. Y preparád vuestra voluntad a una libre donación para ser guiados al triunfo de la Verdad y del Amor.
Yo os bendigo en Nombre de Mi Padre, en Nombre de Mi Hijo, en Nombre de Mi Esposo, el Santo Espíritu de Dios. Y en Mi Nombre: María, la Sierva del Señor.