Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano Jesucristo. Cuánto dolor Me causa lo que está sucediendo tanto en lo espiritual, como en lo social, en lo moral; todo se ha vuelto un caos alrededor del mundo y especialmente en vuestros corazones.
Os habéis alejado de Mis Leyes, de Mis Mandamientos, de Mi Amor. Si vuestro Corazón esta así, Mis pequeños, esto necesariamente se tiene que reflejar en vuestros actos. Así está escrito en la Santa Biblia, que vosotros habláis y actuáis de acuerdo a lo que lleváis en vuestro corazón.
Estáis viendo como vuestro corazón y el de vuestros hermanos no vive de acuerdo a lo que Yo os he pedido. Vivís ante Mí, en indiferencia, olvido, negligencia, falta de amor, no estáis actuando según Yo os he pedido: que fuerais hermanos, que os amaráis los unos a los otros, que vierais por el bien de vuestro prójimo en todos sentidos, Mis pequeños.
Os he dicho que el bien que vosotros hacéis a vuestro prójimo, es el bien que a Mí vuestro Dios y vuestro Hermano, Me hacéis directamente. No podéis hacer el bien si en vuestro corazón Yo no habito, Mis pequeños. Todo acto bueno, sale bendecido de vuestro ser, porque Soy Yo el que actúo a través de vosotros.
Si no estáis actuando en el bien, es porque vuestro corazón se ha alejado de Mí, vuestro Dios. Si no hay paz en vuestro interior, ¿Cómo la podréis transmitir a vuestros hermanos? Vuestros actos reflejan vuestro interior y así, veis a vuestro alrededor cómo el pecado se ha adueñado de las almas, porque no están actuando de acuerdo a Mi Voluntad y a Mis Leyes.
Y vuestros actos no llevan amor, no llevan paz, no llevan unión, no llevan crecimiento. Os he dicho que no podéis dar lo que no lleváis en vuestro corazón. Ved los actos de vuestros hermanos y sabréis cómo está su interior.
Mis pequeños, el Mal se ha adueñado de toda la Tierra, veis el caos por todos lados. Los gobiernos de la Tierra se aprovechan de su gente, se les engaña, no se vive en la Verdad, sino en la mentira.
Los gobiernos viven coludidos con el mal y aún con el mismo Satanás; buscan su protección para tener el poder sobre la Tierra, sin darse cuenta que esto los llevará a su perdición eterna. No les interesa vivir en la Virtud y en el Amor, en las Enseñanzas que Yo os he dado.
Ciertamente los gobiernos caerán. Todo será aplastado por Mi Ira Divina, Mi Justicia arrasará con los gobiernos que se han aprovechado del poder, que se les dio para gobernar y no lo hicieron en el bien.
Mi Iglesia será traicionada desde su interior, como Judas lo hizo Conmigo Mismo. Preparaos Mis pequeños a este Golpe tan fuerte que tendréis.
Las naciones se volverán unas contra otras; pero después se van a aliar en el Mal con Satanás, para atacar a aquellos que viven en el bien.
Mucho descontrol habrá por todos lados, gritos y llantos. Conoceréis que errasteis, os daréis cuenta del error tan grande que cometisteis al haberos apartado de Mis Leyes y de Mi Amor. Vuestro arrepentimiento de corazón aminorará la Prueba.
Cientos, miles, morirán en segundos. Grandes desastres vendrán del cielo, no sabréis a dónde ir, ni dónde refugiaros. El Mal os perseguirá si acaso estáis en el bien, porque querrá Satanás retomar su reino sobre la Tierra.
Como Príncipe del Mundo, él querrá evitar toda Luz y todo amor que se produzca sobre la Tierra. Será su último ataque en este tiempo de Gran Purificación.
Yo levantaré de entre los muertos a los que tienen que vivir, porque vivieron en la Luz y porque protegieron Mi Santo Nombre entre sus hermanos. La maldad será aplastada. El amor renacerá entre los hombres. El amor purificará la Tierra y al Universo entero.
Mi Vida volverá a renovar todo lo Creado, porque Yo Soy vuestro Dios y Salvador y todas las naciones reconocerán a su Salvador, a su Redentor, a su Dios. Se postrarán ante Mí todas las naciones. Grandes gritos de júbilo se oirán por todos lados, reconociendo Mi Majestad, Mi Poder y Mi Dominio sobre el Mal.
Un nuevo renacer le espera a la humanidad entera y al mismo Universo, con el cual tendréis parte. Conoceréis secretos aún no develados, que se dieron en el pasado; pero por el pecado se restringieron y no se os dieron más. Sin embargo éste es el tiempo de Mi Amor y de Mi Misericordia, en donde conoceréis lo que antes hubo y que se os quitó por el Pecado Original.
Viviréis una nueva vida que no conocéis, con grandes gozos; porque Mi Amor es Infinito y Yo Me doy en forma infinita a las almas que Me buscan, a las almas que protegen Mi Santo Nombre, a las almas que Me transmiten a los suyos y especialmente a sus pequeños.
Ciertamente conoceréis lo que es la Familia Terrena, lo que debe ser una verdadera familia en Dios… Y conoceréis también a vuestra Familia Celestial la cual os apoya, que vive con vosotros e intercede por vuestra santidad.
Mis pequeños, preparaos para la Gran Prueba de Amor y tomadla así, como una prueba en la cual si os apoyáis en Mí, Venceremos. Ciertamente dolor habrá, porque Yo Mismo lo padecí; pero vuestro dolor unido al Mío, os purificará y ayudaréis a esa Purificación que tanto necesita la Creación, por la caída que tuvo por el Pecado Original.
Alegraos, Mis pequeños, porque sois corredentores junto con vuestro Dios. Yo Me di por todos vosotros, aún por aquellos que Me odian, Me blasfeman, Me sacan de su vida. Ahora es vuestro tiempo, en donde Me ayudaréis con vuestra donación, a salvar a infinidad de almas que necesitan de Mi Amor.
Este es el Parto de la Creación. Doloroso, pero es solamente un momento, Mis pequeños e inmediatamente vendrá la Luz y gozaréis el nuevo renacer, como la madre goza a su pequeño que acaba de nacer.
Manteneos Conmigo Mis pequeños, para que no tropecéis. Manteneos en Mis Leyes y sobre todo, en Mi Amor. Acrecentad vuestro amor, dejad que Mi Santo Espíritu ensanche vuestro corazón; porque es el Amor el que hará el cambio en este tiempo y el Nuevo Renacer será en el Amor.
Y vosotros deberéis estar preparados, conociendo y viviendo Mi Amor en pleno, para que podáis acompañarMe en este tiempo por venir. Grandes Bendiciones tendrán aquellas almas que estén Conmigo, que Me obedezcan, que se den a ciegas a Mi Voluntad.
Recordad Mis pequeños, que sois instrumentos insignificantes, pero Yo os voy a hacer almas grandes, almas santas al estar unidos a Mí, vuestro Dios. Mis Bendiciones, Mis Virtudes, Mi Gracia entera bajará, os cubrirá, os transformará, porque seréis la Nueva Estirpe de estos tiempos por venir.
El dolor del parto que tendréis, se olvidará pronto. Serán como escasos segundos que pasaron en el tiempo de la Eternidad, porque el gozo que Yo os daré; será infinitamente más de lo que sufristeis y éste cicatrizará y curará totalmente el dolor pasado.
Confiad en Mí Mis pequeños, en vuestro Hermano Jesucristo que Obedeciendo al Padre, se dio por todos vosotros y Resucitó de entre los muertos.

JESÚS TAMBIÉN CAMINÓ EN FE Y CUANDO NIÑO,TUVO NECESIDAD DE QUE SU MADRE EDUCADA EN EL TEMPLO LO INSTRUYERA
Este es vuestro momento, seréis otros Cristos. Obedeceréis también al Padre y seréis resucitados a un nuevo tiempo, lleno del Amor de la Santísima Trinidad. Os bendigo, Mis pequeños y agradezco vuestra donación a Nuestro Amor.
Hijitos Míos, cómo Me duele ver a ésta humanidad que se sigue manteniendo ciega y sorda a su Señor. El mundo Me arrebata muchas almas y a pesar de que se vive en el dolor, en la amargura, en la duda, en la incomprensión, en el error, no queréis mover un dedo para remediar la situación.
Mi Padre os creó para producir bien, para crear amor entre los vuestros, para ser portadores de Su Paz, para vencer al Mal en el Mundo y así atraer Su reino a la Tierra.
Fuisteis creados para una misión sublime: el poder tener la oportunidad de servir a vuestro Dios en la Tierra, venciendo al Mal y sembrando el Amor, y ¿Qué habéis hecho en cambio?
Todos vosotros debierais ser instrumentos fieles de vuestro Dios, como Yo lo fui durante Mi estancia sobre la Tierra. A pesar de los ataques del mal, Yo vencí al Mundo con la Fuerza de Mi Padre, porque Yo estaba en Él y Él Conmigo.
Sabéis perfectamente de los ataques tan fuertes que tuve de parte de los hombres que Me rodearon y en especial de aquellos que se decían sacerdotes del Señor: los fariseos.
Desde Mi Venida hasta Mi Muerte no fue fácil Mi Vida sobre la Tierra; pero como siempre busqué y tuve la ayuda de Mi Padre, ¡Yo vencí a las fuerzas del Mal!
Luché contra muchos y a pesar de estar prácticamente Solo, vencí a las multitudes con las virtudes y el Amor. Vencí al Demonio difundiendo Paz y Amor, pero siempre respaldado con la Oración, el Sacrificio y el Ayuno.
Mis hijitos, meditad honestamente los acontecimientos que estáis viviendo ahora en vuestro hogar, en vuestra sociedad, en el Mundo entero y después de hacerlo, os quisiera hacer unas preguntas:
¿Estáis viviendo según Yo os enseñé? ¿Estáis propagando la paz y el Amor que os traje de Mi Padre? ¿Vivís en oración continua y en estado de Gracia?
¿Estáis manteniendo la Paz, el Amor y las Virtudes que os enseñé, primeramente en vuestro hogar y luego entre aquellos que os rodean? ¿Estáis siendo verdaderos instrumentos de vuestro Dios a pesar de que se os ataque por ellos?
Desgraciadamente os habéis vuelto muy comodinos y por no tener roces con los que os rodean, preferís volveros como ellos y así os mantenéis; si no malos, sí débiles, por ser tibios a Mis Enseñanzas. Y al no transmitirlas, porque no las vivís; la maldad que existe en el mundo os ataca, os ahoga, os cubre y os mata para la Vida Eterna.
La Maldad que no queréis destruir y que vive en el Mundo, os está acabando.
Mi Padre hablaba del pueblo judío como gente de cabeza dura, difíciles de tratar, traidores, malvados. Lo que iba a ser para ellos una Gracia muy grande al ser el pueblo escogido, ellos desperdiciaron ésta Gracia y cometieron el Deicidio al asesinarMe en la Cruz. Y fue de esta forma, como la Gracia de Mi Salvación y de Mi lucha aquí en la Tierra por salvaros, se pasó a todo el género humano.
Vine por la salvación de todos, no por algunos. Todos habéis venido a la Tierra con una misión y tenéis derecho a la salvación, al gozo eterno y sólo se os pide una cosa: amar. Que os améis los unos a los otros, que busquéis lo que Yo tanto os pedí, amar a vuestros hermanos, no importa quiénes fueran. Son vuestros hermanos, son Creación de Mi Padre; pero el Amor es uno sólo, el que viene de Mí.
No confundáis, y que no os confundan, cuando se habla de amor. El Amor Puro, Santo y Perfecto, es el que viene de Nosotros, de Nuestra Santísima Trinidad, porque Nosotros Somos Dios y Somos Perfectos.
Algo de lo que no venga de Nosotros, puede ser bueno, porque está limitado y es guía humana, no guía Divina. Y por eso no podéis vosotros permitir que se compare lo Divino con lo humano.
Fuisteis Creados por un Dios, fuisteis Redimidos por un Dios, sois guiados por un Dios, por Nuestra Santísima Trinidad… Y todo para buscar vuestro bien, todo para llevaros a la perfección a la que fuisteis Creados. Ciertamente hay bondad en las almas; el hombre puede dar consejos de amor, pero no son perfectos, porque siempre el hombre fallará.
Estos son tiempos en los cuales Mi Amor será también Traicionado; como fue traicionada, por Judas, la incipiente Iglesia, la que Yo formé con los apóstoles. Uno de los escogidos, Judas, traicionó a ésa, Mi incipiente Iglesia y estos tiempos serán iguales, la TRAICIÓN saldrá de Mi misma Iglesia.
Judas permitió que Satanás entrara a su corazón y por eso Me traicionó. Lo mismo sucederá en este tiempo.
Recordad lo que os he dicho, Satanás no se manifiesta como vosotros os imagináis: feo, atacándoos abiertamente, con su poder maligno o con su figura satánica de ángel caído. La forma que mejor le ha ayudado a destruir la espiritualidad humana, ha sido siempre la Mentira.
Aparenta verdad, aparenta estar en Mí, aparenta comprender a la humanidad, comprender al hombre… Pero os desvía, os lleva por caminos erróneos, los cuales Yo nunca permití que se dieran.
Soy vuestro Dios, Yo Me di hasta la última Gota de Mi Sangre por vuestra salvación, os amo verdaderamente y siempre he buscado el Bien de aquellos que Me buscan e insisto en la conversión de aquellos que no Me buscan o que no Me quieren.
Mucho os he pedido que invoquéis a Mi Santo Espíritu para que os conceda el don del Discernimiento, Satanás es muy sutil, os va a dar lo que vuestros oídos quieren escuchar. Se ampara en el alto rango que tiene dentro de la Iglesia para que se le siga, para que os engañe mejor.
Escuchad, Mis pequeños: estáis en peligro inminente, vuestra espiritualidad está siendo destruida, se os está llevando al Abismo; se os está apartando de Mis Leyes y de Mi Amor, si seguís aceptando palabras que alegren vuestros oídos, vuestra condenación es segura.
Cuántas veces no os dije Yo en Mis Predicaciones, que el camino hacia el Reino, era estrecho, pedregoso, difícil y que aquél que os lleva por un camino amplio, de flores, sin dolor, sin penas; al final no encontraréis Mi Reino, encontraréis la perdición de vuestra alma.
Aquellos que encuentran Mi Reino y que lo gozan eternamente, fue porque trabajaron mucho, sufrieron por él. Mi Reino se obtiene con el dolor y, ciertamente, el dolor viene en muchas formas, pero la más importante, es la fidelidad, la Fe en lo que Yo os enseñé.
Regresad a las Sagradas Escrituras, entendedlas a la Luz del Espíritu Santo. Pedid Sabiduría y el Discernimiento Santo para que entendáis lo que Yo quiero de vosotros y rechacéis a donde os está llevando Satanás a través de sus representantes en la Tierra.
La Traición se está dando, tened cuidado. Os quiero de regreso en el Reino de los Cielos. Luchad, como han luchado aquellos hermanos vuestros que se ganaron Mi Reino con la lucha verdadera, alejando la mentira y la maldad que tenéis a vuestro alrededor.
La Oración os dará la Luz a seguir. Cuando tengáis duda acudid a ella, para que Yo os guíe y os lleve como llevé a los Once apóstoles y al que vino después y que llevaron Mi Verdad a todo el Mundo.
Sois Mis apóstoles de este tiempo, sois el Resto Fiel, seguid luchando. Los que realmente Me amáis y que buscáis la Verdad, seguid adelante Yo os protegeré, os guiaré; pero luchad, no os dejéis engañar por aquél que os quiere destruir.
Yo escogí a Doce. A Doce para que llevaran Mi Palabra y Mi Presencia a todos los pueblos de la Tierra. Fueron Doce al final los escogidos; después de que Yo aparté a Judas, al que se le había introducido Satanás. Doce almas santas, almas transformadas, almas llenas de Mi Vida. Ellos llevaron Mi Palabra y Mi Presencia y fueron transformando a todos los pueblos de la Tierra.
Se aumentaron los seguidores de Mi Palabra, llegaron a miles y luego a millones. Hubo un tiempo de crecimiento vivo de Mi Iglesia y ahora estáis regresando a ése principio de la Cristiandad. Sois pocos. POCOS los que estáis quedando al final, acrisolados, probados. Es una tristeza Mis pequeños, porque Yo vuestro Dios Jesucristo, vine a salvaros a todos y quedáis muy pocos al final.
Os he dicho que estáis viviendo ya los Últimos Tiempos de la Humanidad. Tiempos de cambio, tiempos en que se prepara una nueva vida con ésos pocos como os he dicho, acrisolados, fieles.
El hombre dejó entrar la Maldad en su corazón, escuchó a Satanás y Me apartó de su vida. ¡Cuánta tontería del hombre! Hacerle caso al que quiere vuestra destrucción, al que es un ángel caído. A aquel que os devora y quiere solamente vuestra Muerte Eterna.
Os vine a dar una Evangelización de Vida, de Amor, de Perfección, de alegría. El alma busca eso, porque el alma pertenece a Nuestra Trinidad… Y forzasteis al alma a aceptar la Maldad de Satanás. El alma tiende hacia el Bien, el alma busca el Bien; lucha, contra las pasiones del cuerpo, contra el Pecado Original que ha afectado el cuerpo humano.
Pero cuando se acerca el alma a Nuestra Trinidad, el alma vence la maldad, las pasiones, el pecado, el desorden. Y forzasteis al alma a pecar, a hundirse en el fango, en el estiércol del pecado. No respetasteis a vuestra alma ni le ayudasteis a crecer para que regresara a donde pertenece, al Reino de los Cielos.
A cada uno de vosotros, que habéis venido a la Tierra, se os dio como Misión hacer crecer vuestra alma en el Amor
Y esto era simple, seguir lo que Nuestra Santísima Trinidad os habíaMos dado en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento: vida de amor, de respeto, de hermandad… Y preferisteis destruir vuestra alma.
Ciertamente viviréis la maldad acrecentada, cuando se le suelte el poder a Satanás y os daréis cuenta del error que cometisteis, la gran mayoría de los que ahora vivís.
El resto fiel, los pocos que quedarán protegidos de la Maldad de Satanás y que iniciarán un Nuevo Tiempo sobre la Tierra; también sufrieron caídas en algún momento; también escucharon a Satanás, porque él sabe mentir en forma muy convincente para que el hombre le siga. Pero este resto fiel, se levantaba y luchaba para estar Conmigo, vuestro Dios, vuestro Salvador.
Este resto fiel ha sufrido y a veces mucho, por permanecer en Mí, por ser ejemplo vivo de Mi Presencia en su alma Este resto fiel tiene que ser consentido por Mi Amor y por eso iniciará este resto fiel, un Nuevo Mundo después de la Gran Purificación Universal, que ya estáis viviendo y que pronto tendrá su máximo en realización.
Os he dicho que este año será de muchos cambios.
Preparaos, los que estáis Conmigo. Manteneos como os habéis mantenido, fieles a Mi Voluntad, fieles a Mi Amor, fieles a Mis Designios y los que no estáis Conmigo preocupaos, porque si no estáis Conmigo, no tendréis un apoyo en quien os proteja de las fuerzas negativas, malignas, destructivas, que se vendrán contra todo lo Creado y que ha sido afectado por las fuerzas de satanás.
Tuvisteis mucho tiempo para que reflexionarais sobre vuestra vida de error y que volvierais al buen camino, pero preferisteis manteneros en el mal. Todavía os doy con estos avisos, oportunidad de reflexión y de arrepentimiento.
Entended que no es una amenaza todo esto, sino es Mi Misericordia Infinita sobre cada una de las almas creadas. Fuisteis creados cada uno de vosotros, para amar y ser amados. Ciertamente, cometisteis un error en preferir la Maldad en vuestro corazón, pero Mis Brazos están abiertos. Mi Corazón arde en Amor por vosotros, los que escogisteis, tontamente, el camino del Mal.
Ved cómo os amo a pesar de cómo Me tratáis, de cómo Me trataron durante Mi tiempo en la Tierra, los que Me asesinaron: escribas y fariseos. Así Me estáis tratando vosotros, los que negáis querer regresar a Mí. Arrepentíos, porque el dolor que tendréis si no lo hacéis, será inmenso y en muchos casos de entre vosotros, ETERNO.
Entended y arrepentíos antes de que sea demasiado tarde. Os amo, Mis pequeños. Sois Míos, pero vosotros no queréis ser de vuestro Dios.
De cualquier manera Mis pequeños, os sigo esperando. Estoy con vosotros, os sigo llamando y Soy paciente para vuestra respuesta. Siempre estaré esperando por vuestro regreso, Soy vuestro Padre y vuestro Dios y siempre espero al hijo pródigo. Os Bendigo, Mis pequeños, os Bendigo y no temáis, que vuestro Dios está con vosotros. Gracias, Mis pequeños.