Hijitos Míos, Yo quiero que mantengáis muy firmemente en vuestro corazón ésa frase que os he dicho y es verdadera: Que os amo infinitamente y que lo que permita en vuestra vida, siempre va a ser para vuestro bien.
A pesar de que todo lo que veáis a vuestro alrededor sea negativo, doloroso, cambiante; deberéis estar seguros que si lo he permitido y que así es, es porque de ahí surgirá un Bien.
Alguna vez os he dicho que cuando veis que un bosque se incendia, que el fuego ha arrasado todo; nueva vida surgirá de ahí y será más bella, porque ésas cenizas sirven para que surja una nueva planta, un nuevo árbol, una nueva vegetación que adornará mejor ése bosque que antes.
Ahora os pido Mis pequeños, que oréis desde lo más profundo de vuestro corazón, porque los acontecimientos que se han de venir ya, éstos servirán para que ésa nueva vegetación en Mi Iglesia, surja. Que se dé una nueva generación en el Amor, porque Mi Amor ya no vive en una gran cantidad de hermanos vuestros.
Ya no hay vida, vida verdadera en los corazones, ya no hay vida verdadera de Amor entre vosotros. Os pido Mis pequeños, que ayudéis también a vuestros hermanos a que abran su corazón, Mi Amor se ha dado para todos vosotros, Mi Amor es eterno y vosotros estáis llamados a ésa eternidad.
Ciertamente deberéis pasar momentos dolorosos, pero benéficos Mis pequeños. Será bueno para todos vosotros, porque os purificaréis y quedaréis limpios ante Mí, vuestro Dios. Os he ido preparando para estos momentos, sois parte del Resto Fiel y por eso Me he dado completamente a vosotros.
Os he escogido para algo muy especial a vosotros y a hermanos vuestros como vosotros, alrededor del mundo. Pero también tenéis una tarea fuerte para estos momentos de la humanidad, en donde deberéis mostrar a vuestros hermanos que Me pertenecéis y que les ayudaréis a recuperar lo que ellos no han podido ganar.
Yo estaré con vosotros no os preocupéis Mis pequeños, Mi Santo Espíritu os irá instruyendo en lo que deberéis hacer y decir. No toméis todo esto con tristeza, con preocupación o con dolor. NO Mis pequeños al contrario, estad alegres porque ya vuestra liberación y la liberación de éste mundo está muy cerca y el Gran Regalo pronto lo veréis.
¿Qué acaso vosotros podéis estar tristes cuando se acerca vuestro cumpleaños o algún aniversario en el que tanto anheláis que se os haga fiesta y que se recuerde entre vuestros amigos?
¿Verdad que no, Mis pequeños? Este va a ser un momento memorable en la historia de la humanidad y vosotros estáis invitados a él.
Es un momento grandísimo, un momento bellísimo y os he escogido a todos vosotros, como invitados principales de éste Acontecimiento. Por eso os pido que viváis felices ya desde ahora. Que aún a pesar de lo que veáis y lo que pase en vuestra vida y alrededor de ella, no os preocupéis.
AyudadMe eso sí, en la salvación de vuestros hermanos y ayudadles a ellos a que lleguen a Mí. Solamente os pido seáis instrumentos dóciles, para que Yo Me muestre plenamente a través de vosotros.
DejadMe Mis pequeños, que Yo os transforme plenamente. Os lo he venido pidiendo por mucho tiempo y ya éste es el momento en que os deberéis soltar plenamente a Mi Voluntad, para que Yo os tome para el Bien de vuestros hermanos y también para el vuestro.
Estáis Conmigo, os he prometido tantas cosas y ya el momento de la Promesa está sobre vosotros; pero ayudad a vuestros hermanos, porque la gran mayoría de ellos no tienen ni idea de lo que se les espera en éstos pocos días por venir.
Gozad Conmigo Mis pequeños, porque estaréis pronto frente a frente con vuestro Dios y Me gozaréis inmensamente, como no os lo imagináis.
Os amo tanto, Mis pequeños. Veo que vuestros corazones se han abierto, veo que vuestra alma anhela ya estar con su Creador y así será Mis pequeños, os daré un regalo inmenso.
El Cielo entero se estremece por lo que ha de suceder, pero también goza con las bellas cosas que les daré a Mis hijos predilectos.
Los hijos siempre confían en los padres, se sueltan completamente a lo que ellos desean. Y este es el momento Mis pequeños, que Yo quiero ver de parte vuestra que vosotros estáis confiando plenamente en Mí. No veáis para otro lado, vedMe a Mis Ojos, sentid Mi Corazón, sentid Mi Compañía, sentid Mi protección y veréis que ésta prueba será sencilla para vosotros.
No así para aquellos que no han querido estar Conmigo, pero ayudadles. Ayudadles, no despreciéis a vuestros hermanos pecadores que no quieren estar Conmigo y que mucho daño han hecho a la humanidad. Los amo y quiero que regresen a Mí.
Mi Gracia se ha de derramar sobre todos vosotros, los que están Conmigo, en breve, para protegeros de los ataques del Mal. Veréis pasar el Mal a vuestro lado y no os dañará. Muchos querrán enloquecer de ver lo que pronto se verá…
Pero no quiero Mis pequeños, que se queden con ésta idea negativa y que sea Yo quien os la diga. Yo quiero que estéis vosotros fundidos a Mi Amor, porque así os lo dije. Que os he dado toda una preparación para vivir en el Amor…
Y deberéis estar ya firmemente asentados en Mi Amor y de ahí nadie os debe sacar, si realmente habéis entendido y vivido lo que Yo os he dicho.
Aunque sea el Mal el que veáis que camine a vuestro alrededor, no le temáis. Porque el Mal no os puede hacer daño, porque estáis Conmigo. Hará daño a aquellos que no están protegidos y a ellos son a los que quiero que vosotros ayudéis con vuestra oración. Porque también hay otros de vuestros hermanos que están desprotegidos.
Y en su necedad, aún sabiendo de esto que os va a suceder, se sienten muy valientes… Y creen que su humanidad y su valentía, los va a proteger contra las fuerzas satánicas, fuerzas muy superiores a ellos.
Sois pequeños, sois débiles ante estas potencias malignas que se desatarán en pleno contra vosotros. Y por eso, desde que un alma llega a la Tierra, Yo la protejo. Mi Gracia está sobre las almas, Mis santos ángeles los protegen.
Tenéis protección de parte de Mi Hija, la Siempre Virgen María y mucha protección de parte de las oraciones de la Comunión de los Santos… Y esto os lo repito Mis pequeños, para que os deis cuenta de que si no tuvierais toda esta protección, os aplastaría fácilmente Satanás.
Y todavía se atreven, ingenuamente o soberbiamente hermanos vuestros, a quererse poner al “tú por tú” contra las fuerzas de Satanás, no tienen ni idea a qué se están enfrentando.
Por eso deseo que vuestra oración les proteja, para que, cuando empiecen a darse cuenta de que sus capacidades humanas no pueden contra esta fuerza de satanás, ellos se arrepientan y vuelvan a Mí y así, tendrán Mi Protección fuerte y segura contra todo lo que se vendrá.
Por lo pronto Mis pequeños, necesito lo que tanto os he estado pidiendo: mucha oración, donación, todo lo que podáis darMe Mis pequeños, para vuestra propia protección y para la de los vuestros.
Será breve la prueba, pero difícil. Sobre todo, difícil para aquellos que se empecinan en mantenerse en el mal.
Venid a Mí, Mis pequeños. Y pedidMe Mi ayuda tanto como la necesitéis, que Yo os la daré de inmediato; porque estaréis actuando junto con Mis santos ángeles en la Tierra para ayudar a los escogidos.
Orad y daos plenamente a Mí. Para que aún aquellas almas que pudieran condenarse, no se condenen. Porque si os unís a los Méritos de Mi Hijo Jesucristo, podréis salvar a muchas almas que son necias, que son sordas a Mi llamamiento y a su conversión.
Orad todo el tiempo. Rezad tanto como podáis. Vivid unidos a Mí en plenitud, día y noche. Dejad que Mi Vida, todo Mi Ser se una al vuestro… Y así Me acompañaréis en ésta Purificación Mundial para el Bien de todos vosotros.
Hijitos Míos porque os amo y os amo infinitamente, este tiempo que tendréis será un tiempo de purificación hacia vuestros pecados pasados. Tendréis ésta oportunidad que Yo os doy, de reparar con el sufrimiento que padeceréis, por vuestros pecados y ofensas que hicisteis a Mi Sacratísimo Corazón.
Yo vuestro Padre, a Mí no Me disteis el lugar que debisteis haberMe dado y ahora tendréis la oportunidad de reparar y de conocer el por qué vais a tener ésta reparación y penitencia de vuestros pecados.
Os voy a dar esta oportunidad Mis pequeños, para que podáis estar a gusto ante Mí ante vuestro Dios. Porque tenéis pecados escondidos, pecados pasados, pero sobre todo omisiones… Porque pudisteis haber dado mucho más de lo que habéis dado y no lo disteis.
Vuestra alma no brilla ante Mí, como Yo quisiera que brillara… Y por eso, ésta oportunidad que os voy a dar de purificación y de arrepentimiento de vuestros pecados, hará que vuestra alma brille. Porque se purificará de todas las faltas que habéis cometido y que no os arrepentisteis de corazón, de ellas.
Ciertamente estabais perdonados, pero muchas veces vuestro arrepentimiento no fue de corazón y caíais y caíais en lo mismo continuamente, porque no poníais de vuestra parte. Si hubiera habido arrepentimiento de corazón alguna vez, no habríais caído tantas veces en el mismo mal.
Por eso agradecedMe, Mis pequeños. El que Yo permita en vuestra vida lo que permitiré, para que vosotros podáis estar ante Mí, como niños pequeños con traje nuevo felices… Felices de que estáis con vuestro Padre, con vuestro Dios y que Le estáis enseñando vuestro trajecito nuevo…
Y gozaréis. Yo gozaré con vosotros, el que tengáis otra presencia bella ante Mí, ante vuestro Dios. Pero sobre todo, ante vuestro Padre, que tanto os ama.
Os pido que dejéis que Mi Amor os posea plenamente, que tome posesión en vosotros, que Mi Amor tenga Su descanso en vuestro ser, así como lo tenían vuestros Primeros Padres…
Que ellos dejaban que Mi Amor reposara en todo su ser… Y ellos, transformados estaban cuando Yo entraba a ellos y vivía plenamente en ellos.
Ciertamente Mi Presencia Divina, siempre está en vosotros. Pero cuando vosotros Me invitáis, se manifiesta más fuertemente… Y así vivían vuestros Primeros Padres, gozándoMe infinitamente… Dejando que Yo gobernara todo su ser y ellos sabían, con todos los dones que Yo les había dado, que Mi Bien siempre los iba a hacer crecer y a gozar infinitamente.
Cuando Mi Amor posee un alma y ésta alma se deja transformar, goza infinitamente. Ése es el primer sentimiento de un alma que se deja mover por Mí. Que se olvida de sí misma, para que Yo sea el Dueño total y absoluto de ella y de su voluntad.
Os he dicho que tenéis el libre albedrío y con esto os estoy dando a entender que podéis actuar libremente… Que si queréis, podéis hacer lo que queráis, sin ni siquiera tomarMe en cuenta a Mí, vuestro Dios, en vuestra vida. Pero las almas sabias las que han sabido apreciar Mis Enseñanzas, Mi Amor, Mi Vida, Mis Bendiciones…
Éstas almas ya no viven bajo su voluntad, sino que se donan a Mí plenamente. Para que sea Mi Voluntad las que las mueva, la aconseje y les dé una nueva vida.
Éstas almas pueden alcanzar la santidad fácilmente, porque el Santo de los Santos está habitando en ellas. Y cuando os pido que os dejéis soltar plenamente a Mi Voluntad, es que os quiero llevar a la santidad. Pero una gran mayoría de vosotros, todavía no aprecia éste pedimento que os hago y Yo no Soy cualquier Persona que os está pidiendo algo…
Soy vuestro Dios el Creador del Universo, que se está haciendo Pequeño y casi viene a imploraros que os dejéis mover por Mí y que sea Mi Amor el que os nutra, el que os posea, el que os guíe, el que os lleve por caminos seguros.
PedidMe Sabiduría Santa, para que vosotros podáis apreciar lo que os estoy pidiendo, que es grandísimo; que algún día entenderéis y os postraréis ante Mí, agradeciendo por lo que Yo os pedía en estos momentos y no entendíais.
Cómo todo un Dios, abajándose a Su creatura y pidiéndoos hasta por favor, lo que vosotros debierais implorarMe y que debierais perseguirMe constantemente para que os lo concediera. Os estoy dando regalos inimaginables.
Por eso os pido Mis pequeños que Me pidáis Sabiduría Santa, para que comprendáis aunque sea un poco, lo que Yo vuestro Dios, en Mi Omnipotencia, en Mi Inmensidad, os estoy pidiendo a vosotros… Pequeñitos, piedrecitas que no valéis nada y que lo que hace que valgáis, es Mi Presencia en vosotros…
Y todos los regalos que Yo derramo en vosotros, para vuestro Bien y el de vuestros hermanos. Aún a pesar de que no Me entendéis, os amo. Os pido seáis sencillos, como niños… Y que Me pidáis, lo que sintáis en vuestro corazón, que es lo que os estará indicando Mi Santo Espíritu que Me pidáis…
PedidMelo para que Yo os lo conceda, porque os quiero hacer felices, como los padres hacen felices a los hijos. Os Bendigo, Mis pequeños y os pido abráis vuestro corazón a Mis intenciones Divinas, porque vosotros sois los que saldréis ganando de todo éste derrame de Bendiciones…
Las Sagradas Escrituras, no os hablan sobre todas las veces que Mi Hijo derramó lágrimas por vuestra salvación, por el perdón de vuestros pecados. Muchas lágrimas derramó por la humanidad…
Muchas lágrimas derramó por el Dolor que Le causabais a Su Corazón. Muchas lágrimas derramó del ver vuestra necedad y vuestro corazón duro como roca… Muchas lágrimas derramó. Porque a pesar de todo lo que estaba haciendo por vosotros, la gran mayoría no iba a entender, ni a desear su salvación.
Este es el tiempo en que ahora derramaréis vosotros vuestras lágrimas, arrepintiéndoos de lo que no supisteis apreciar en la obra de Mi Hijo. Todo un Dios, orando por vosotros. Luchando contra el Mal que Le rodeaba y que os iba a rodear también a vosotros al seguirle… Y ése dolor no es apreciado por vosotros.
Vuestras lágrimas se van a unir a las de Él y es cuando alcanzaréis vuestra salvación. No quisisteis entender por las buenas, por el Amor que se os ofrecía. Pudisteis haber cambiado con vida de paz y de amor, como Él os enseñó… Y no quisisteis apreciar todo esto que se os daba…
Y desgraciadamente sois ésos niños necios, groseros, mal educados, que necesitan el Castigo para entender. Este es el tiempo Mis pequeños, en que os daréis cuenta de todo el Amor que se derramó por cada uno de vosotros, por vuestra salvación eterna.
Viviréis el Dolor. Viviréis los ataques de Satanás. Viviréis el ataque de hermanos vuestros, que os verán buscando el Amor y que os querrán distraer de ése Amor y os querrán llevar hacia la Maldad.
Muchos ataques tuvo Mi Hijo durante Su Vida… Y vosotros los que queréis estar en Mi Amor, también los tendréis en éste Tiempo… Hasta vuestros mismos hermanos y aún aquellos que dicen estar Conmigo; os atacarán por envidia. Por la Maldad de Satanás que habita en sus corazones.
Serán tiempos similares a los que vivió Mi Hijo… Y por eso apreciaréis Su Obra, por eso apreciaréis Su Sacrificio y por eso agradeceréis todo lo que Él Se dio por vosotros, por vuestra salvación y por la de todos. Pero que no todos la han querido aceptar ni agradecer.
Os repito Mis pequeños, agradecedMe ésta oportunidad que os doy, en donde os arrepentiréis de corazón de vuestros pecados y eso hará que os ganéis el Reino de los Cielos y que se os abran las Puertas de las Nuevas Tierras, en donde Mi Amor habitará entre los hombres.
Son Tiempos de Purificación para un Bien inmenso que se os dará, para que vuestras vestiduras se purifiquen, para que podáis entrar a la Fiesta bien vestidos, bien arreglados… Para que podáis gozar en pleno lo que Yo he preparado para Mis verdaderos hijos, que seréis llamados los hijos del Amor.
Algunas almas querrán aprovecharse aún en éstos tiempos y querrán entrar a la Fiesta, pero no irán bien vestidos, porque no habrán purificado su ser y sus vestiduras. Sucias estarán, pero querrán aprovecharse, como se han aprovechado toda su vida de la gente buena y por eso serán sacadas éstas almas de la Fiesta y arrojadas al lugar del castigo…
Porque ya no será el tiempo de la injusticia ni del mal entre los hombres. Estáis ya en el tiempo de la separación del trigo y la cizaña, de la separación del Bien y el mal.
Yo quiero que veáis esto, Mis pequeños, para que vuestro corazón se llene de alegría y no os quedéis con vuestro corazón preocupado por lo que vaya a suceder. Porque así es el hombre, se preocupa por lo que se os va a quitar y quiero que entendáis que lo que se os va a quitar, es lo que os está separando de Mí.
Vuestro corazón es pecador, vuestra mente sucia está, vuestro ser no está de acuerdo a lo que Yo quiero, porque no fuisteis creados para lo que estáis viviendo y lo que sois ahora.
Ciertamente os voy a quitar muchas cosas, pero será todo aquello que os daña, que os está dañando interna y externamente. Yo no puedo aceptar en éstas Nuevas Tierras, en éste Nuevo Mundo que os daré, almas que tengan en su interior impurezas. Graves impurezas que puedan dañar a vuestro ser y que puedan dañar a otros hermanos vuestros.
Seréis purificados y embellecidos, para que podáis estar junto a Mí. Solamente las almas transformadas, las almas purificadas, podrán estar frente a Mí, podrán vivir unas con otras. Podrán gozar de todos los bienes que os voy a dar. Os sentiríais mal, Mis pequeños, si Yo no os purificara y que os presentarais ante Mí.
Os sentiríais avergonzados de no estar limpios, interna y externamente y por eso, por vuestro bien, voy a permitir lo que se va a dar sobre la Tierra y de eso debéis estar gozosos. Que seréis purificados para que pronto estéis ante Mi Presencia y que gocéis plenamente de los regalos inmensos que os voy a dar.
De la nueva vida que viviréis, que no tenéis ni idea de las bellezas que están preparadas para cada uno de vosotros, Mis hijos fieles, Mis hijos buenos, Mis hijos del Amor.
Por eso os pido, que mantengáis alegría santa dentro de vuestro ser y que esperéis con ansia que lleguen ésos momentos. Y que no importa lo que pase en vuestra vida, que el dolor será pasajero. Que el dolor será soportable, porque será un dolor purificador, un dolor que también pasó Mi Hijo por vosotros y que fue un Dolor Redentor.
AgradecedLe a Mi Hijo lo que hizo por vosotros, agradecedMe a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios, que mandé a Mi Hijo para que os liberara. AgradecedLe a Mi Santo Espíritu, que grandes Dones ha derramado sobre vosotros y que todavía derramará, para que gocéis plenamente el regalo que pronto se os dará, por haber perseverado, por haber amado.
Os Bendigo, Mis pequeños, os Bendigo y no temáis, que vuestro Dios está con vosotros.
Confiad en Mí, hijitos Míos, Yo no Me separaré de vosotros en ningún momento. Os daré fuerza física y espiritual para vencer en ésta prueba. Prueba que os hará alcanzar vida de Amor en ésta Nueva Era de Mi Santo Espíritu por venir.
Confiad, que Yo estoy a vuestro lado, para guiaros y en vuestro corazón para amaros y daros fuerza. Fuerza que ha de vencer a las fuerzas del Mal.
Yo os amo y os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el del Amor de Mi Santo Espíritu por venir.
¡Llamadlo, hijitos Míos, llamadlo!