P161 ADULTOS ESPIRITUALES
Debéis aceptar lo que Yo quiero en la vida de cada uno de vosotros.
Hijitos Míos, os he dicho que todos vosotros sois hermanos, hermanos mayores, hermanos menores, pero todos sois hermanos. Os decís unos a otros padres e hijos, pero todos realmente sois hermanos. Vuestro Padre Soy Yo, vuestra Madre es Mi Hija, la Siempre Virgen María.
Mis pequeños, estáis en la Tierra para servirMe. Bajasteis del Cielo a la Tierra, para llevar Mi Palabra. Para llevar la vida que se vive en el Reino de los Cielos.
Os preguntaréis ahora, ¿Cómo es esto, si no se Me enseñó en el Cielo? Y os respondo Mis pequeños, recordándoos que todos vosotros tenéis en vuestro corazón, a Mi Santo Espíritu. Y no necesitáis ir a una escuela para que aprendáis a vivir como se vive en el Cielo.
La mejor forma de aprender y de dar ejemplo es, primeramente vivir en estado de Gracia y esto es sin pecado grave. Para que vosotros podáis escuchar fácilmente, a Mi Santo Espíritu que habita en vosotros.
En las Sagradas Escrituras, se os dice cómo. Cómo debéis empezar a tratar de escuchar a Mi Santo Espíritu, puesto que todo a vuestro alrededor es ruido, es distracción.
Os digo que entréis a vuestra alcoba, cerréis la puerta. Y estando adentro sin ningún ruido, entréis en Oración y así empezaréis a escuchar Nuestra Voz.
Se os hace difícil y más, cuando no hay Fe.
Todos vosotros os he dicho que tenéis la obligación de hablar Conmigo, vuestro Dios. Soy vuestro Padre y si no habláis Conmigo, ¿Cómo vais a aprender?
Qué mejor Maestro que Yo vuestro Dios en Nuestra Santísima Trinidad. Estoy Yo con vosotros, Mi Santísima Trinidad está con vosotros, en todo momento os estaMos enseñando u os quereMos enseñar… Pero vosotros debéis estar atentos.
Al principio, haréis lo que os digo. Estad atentos dentro de vuestra alcoba, en donde no haya ruidos, distracciones, que os puedan hacer equivocar Mi Llamado y Mis Palabras. Poco a poco empezaréis a escuchar Mi Voz…
Os parecerá extraño, parece como un pensamiento. Pero en ése pensamiento, hay Palabras que vosotros no soléis usar. Hay frases que vosotros no conocéis o que no las usáis regularmente o nunca.
Poco a poco, iréis reconociendo Mi Voz en vuestro interior. Cada vez más fuerte será ésa Voz, porque vosotros os iréis concentrando, cada vez más, de Mi Presencia en vosotros. Después, podréis salir de vuestra alcoba y a pesar de los ruidos, estaréis escuchando Mi Voz.
Porque sabréis ya, cómo platico con vosotros. Podréis estar rodeados de muchas personas, platicando u oyendo ruidos externos y vosotros estaréis escuchandoMe.
Todo es un ejercicio, Mis pequeños. Pero tenéis que poner de vuestra parte si es que realmente, queréis hablar Conmigo, vuestro Dios, vuestro Creador.
El Amor Infinito que se hace Pequeño para estar con vosotros.
¿No se os hace esto bellísimo? ¡Soy vuestro Dios y Me hago Pequeñito, para atraeros a Mi Corazón! Venid pues, hacia Mí…
Haced estos ejercicios que os pido y poco a poco, Me conoceréis mejor. Hasta que podaMos ya, entablar una conversación a lo largo del día, estéis en donde estéis.
Soy vuestro Padre y quiero hablar con vosotros Mis pequeños, no Me quitéis ése gusto.
El padre quiere saber siempre lo que hacen los hijos y gozan los padres con el actuar de los hijos, con sus éxitos y les ayudan en sus fracasos.
DejadMe Mis pequeños, gozar de vuestra vida y también, dejadMe guiaros en todo momento… Para que estéis siempre Conmigo. Son tan pocas las almas que Me dan este gusto y todos vosotros sois Mis hijos.
DadMe este gusto, Mis pequeños. Y veréis que no os arrepentiréis. Gozaréis inmensamente, cambiará vuestra vida.
Hijitos Míos, os he venido previniendo y preparando durante mucho tiempo, para estos momentos en que la iniquidad de Satanás, será patente entre vosotros.
Vienen ya los Jinetes. Vienen apresuradamente, os quieren atacar. Yo os protegeré, pero recordad Mis pequeños, que lo que Yo permita en vuestra vida y en la de los vuestros, siempre será para un Bien. Aunque al principio no lo veáis así, porque en muchos casos sufriréis; pero al final, será alegría grande entre vosotros.
Un bosque se renueva después de un incendio, las cenizas sirven de abono y crecen árboles más robustos. Así es la Fe, también, Mis pequeños.
Satanás cree que Me podrá vencer, que podrá vencer a los Míos. Pero lo único que logrará hacer, es acrisolarlos.
No temáis Mis pequeños, al acrisolamiento. Duele…
Pero al final, creceréis más y gozaréis todavía mucho más Mi Presencia en vosotros y alrededor de vosotros.
Os he Prometido grandes bellezas, después de la Tribulación que se os avecina.
Se os olvida que estáis en terrenos de Satanás y él ataca a las almas que están Conmigo.
Y tiene un ataque mayor contra vosotros, los que estáis produciendo amor en sus terrenos de Maldad.
Ciertamente a las almas a las que ya ha llevado hacia el Mal y las ha vencido, las destruye.
Ellas, las que han hecho pactos satánicos, que le han dado su alma tontamente por los bienes del Mundo, creen que no les hará daño… Y es todo lo contrario, no les cumplirá y además, las atormentará eternamente.
Vosotros los que estáis Conmigo, seréis acrisolados. Porque el regalo que os voy a dar después de la Purificación, es inmenso… Y realmente, si lo veis con ojos sencillos y honrados, no os mereceríais lo que os voy a dar, porque es inmenso…
Y realmente, pocos son vuestros méritos para que os pudierais ganar este premio que os tengo reservado a los que seréis fieles, a los que pasaréis la Prueba y los que permaneceréis Conmigo eternamente.
Necesitáis ser purificados, para que entréis ya sea al Cielo o a las Tierras Nuevas purificados, dignificados, bellos, en vuestra alma.
Es una predilección muy grande que os doy, por ser hijos Míos. Y el Rey consiente a sus súbditos. Y especialmente si le son fieles. Vosotros no sois Mis súbditos y más que Rey, Soy vuestro Padre y eso es algo muy grande, que os he concedido a través de Mi Hijo.
Por eso, por ser Mis hijos, merecéis todavía, cosas más grandes que el que está al servicio del Rey.
Alegraos pues Mis pequeños, por lo que os tengo prometido y haced todos los esfuerzos que estén de vuestra parte, para alegrar Mi Corazón. Y sobre todo, para que os ganéis todo lo que os tengo prometido.
Os amo, Mis pequeños. Y dejad que Mi Santo Espíritu cambie vuestra alma: la purifique, la santifique, que sea un alma rehabilitada en el Amor.
Dejaos enamorar por Mi Amor. Dejad que Mi Santo Espíritu, os dé la verdadera Vida que vosotros debéis vivir y no ésta que estáis viviendo, que es deplorable a Mis Ojos, por tantos pecados que hay en vuestro corazón.
Reparad, reparad, reparad, por todo aquello que habéis cometido contra Mi Amor y vivid santamente, para que seáis ejemplo ante vuestros hermanos.
Hijitos Míos, os he hablado antes de lo que es la espiritualidad infantil y la espiritualidad adulta. La espiritualidad infantil, sería como los niños pequeños, que esperan en todo momento que los adultos, sus padres principalmente, les concedan todo lo que ellos pidan.
Ciertamente hay necesidades naturales, pero luego, por consentidos piden cosas de más, para sentirse muy consentidos… Y el niño, normalmente, busca que todos estén atentos a él.
Cuando vosotros vais creciendo, aprendéis muchas cosas. Y cuando tenéis más años, que empezáis ya con una vida adolescente y adulta, es cuando empezáis a dar. A responder con lo que aprendisteis desde pequeños. Empezáis a ayudar en vuestro hogar, ayudáis a vuestros padres. Ayudáis, de acuerdo a vuestra edad.
En la espiritualidad, Mis pequeños, es lo mismo. Al principio aprendéis. Y los primeros maestros serán vuestros padres y si tenéis hermanos mayores, también ayudarán a vuestro crecimiento espiritual.
Por varios años recibiréis ayuda, consejos, enseñanzas y así, iréis normando vuestra vida espiritual. Llega un momento cuando ya empezáis a convivir en la sociedad, en que debéis poner en práctica lo que aprendisteis. Y así, es como empieza la espiritualidad adulta, en el dar.
Vosotros recibisteis, pero ya cuando aprendisteis, debéis dar…
Y ésa es la parte más bella del ser humano en su espiritualidad: dar a vuestros hermanos de lo que aprendisteis.
Pero hay muchos hermanos vuestros, que prefieren quedarse en la espiritualidad infantil. Según ellos, necesitan aprender más. Pero están viviendo un egoísmo tremendo, porque realmente usan de pretexto el seguir aprendiendo más, para no dar. Y menos, darse a los demás.
Ésa es una parte todavía, más difícil y os la vino a Enseñar Mi Hijo Jesucristo. Él, se dio completamente por vosotros, Su Vida Pública fue un darse continuamente por los demás.
Él como Dios, podía haber puesto a otras personas para que enseñaran, para que se dieran. Pero precisamente al llevar en Él Mismo ésa Espiritualidad adulta ciertamente Divina, os enseñó con gran Humildad y Sencillez, cómo era el darse.
Lo importante Mis pequeños, que debéis entender en el darse. Es que vosotros Me mostraréis a Mí vuestro Dios, a vuestros hermanos.
Y ¿Esto cómo es? Os preguntaréis. Viviendo en las Virtudes, viviendo en el Amor, haciéndole la vida a vuestros hermanos plácida, bella, llevando paz y amor a vuestros hermanos. Todo esto lo vivió Mi Hijo y son Sus Enseñanzas.
¿Cuándo visteis a Mi Hijo causando alboroto? ¿Cuándo visteis o supisteis en las Escrituras que dijera alguna mala palabra o causara un mal a los que Le rodeaban?
Ciertamente, reprendía a los malos o a los que Lo atacaban, como los fariseos o escribas. Pero no causaba problemas, siempre mantenía la Paz y la enseñaba. Transmitía Vida Espiritual, para que crecieran.
Por eso Le llamaban el Maestro, porque Enseñaba las Verdades del Cielo. Cumplía con lo que se vivía en el hogar y con lo que el mismo gobierno exigía. La pulcritud en Sí Mismo, era de primer orden. No causaba escándalo de ninguna forma, era un Ejemplo.
Eso es llevarMe a vuestros hermanos y ¿Cuántos de vosotros lo hacéis? Meditad esto Mis pequeños, porque vuestra misión en la Tierra, es llevarMe a vuestros hermanos.
Es darse por ellos, para su bienestar físico, material y espiritual. Yo Soy el Proveedor de todo. De lo que deis, nunca se os acabará, porque Yo velaré por vosotros y os daré de lo que necesitéis si lo estáis repartiendo con amor.
Esos son los santos, los que vosotros veneráis. Aprendieron a darse… Y al darse, los que les rodeaban Me veían a Mí en ellos, porque derramaban Virtudes, derramaban Amor, derramaban Paz, derramaban armonía a su alrededor.
Eso es lo que se vive en el Reino de los Cielos. Si vosotros no empezáis a vivir todo esto, ya desde la Tierra, tendréis que pasar un buen tiempo en el Purgatorio, para que aprendáis lo que no quisisteis aprender y dar cuando tuvisteis vida en la Tierra.
No podéis entrar al Reino de los Cielos, si no sabéis producir paz, si no dais amor, si no tenéis una espiritualidad adulta, si no sabéis convivir entre hermanos.
Os lo digo Yo, vuestro Padre y es lógico, espiritualmente hablando. En el Cielo, se vive Mi Paz, Mi Amor, Mi Presencia… Y esta Presencia debe estar en vosotros, ya desde ahora.
Soy vuestro Padre y vuestro Dios y Yo os doy todo lo que necesitaréis para vuestra misión. Pero a veces, pedís vosotros y no os fijáis en lo que pedís. Ciertamente, Yo quiero que pidáis muchas cosas, para que cumpláis correctamente vuestra misión y que deis mucho fruto.
Pero, cuando pedís sin saber lo que estáis pidiendo, no os dais cuenta que a cada petición, a cada regalo que os doy, exijo un compromiso y ahí es donde, la gran mayoría de vosotros, no sabéis cumplir.
Por eso os he aconsejado varias veces, que os dejéis mover por Mi Voluntad, que os olvidéis de vosotros mismos y que dejéis que Yo vuestro Dios, Viva en vuestro corazón, plenamente. Que Yo Guíe vuestra vida, maneje vuestra vida, para que todo os salga correctamente.
Tenéis el libre albedrío, pero no lo sabéis utilizar correctamente, porque siempre queréis imponerMe lo que vosotros creéis que es lo correcto para vosotros, para vuestra misión y vida aquí en la Tierra.
Y el error consiste en que vosotros os dejáis llevar por vuestros gustos, en la mayoría de los casos infantiles. O que no os van a dar ningún bien y posiblemente, hasta os puedan llevar hacia el Mal y destruir vuestra misión y quizá, hasta vuestra salvación eterna.
Vosotros no os imagináis ni podéis medir, las potencias de Satanás en contra vuestra. Os he dicho que si Yo lo dejara actuar en libertad total contra vosotros, os destrozaría. Porque es un arcángel y su poder ahora Maligno, es muy grande.
Por eso, siempre os estoy protegiendo y limito el ataque de Satanás contra vosotros, porque no lo soportaríais.
Pero, a lo que voy y que es muy importante, es que debéis aceptar lo que Yo quiero en la vida de cada uno de vosotros.
Cuando vosotros Me dais vuestro “fiat”, como Me lo dio Mi Hija, La Siempre Virgen María. Yo actuaba en Ella, Mi Hijo y Ella, eran Uno solo.
A donde iba Mi Hijo, Mi Hija iba en Su Corazón; conocía perfectamente qué hacía Mi Hijo, qué Enseñaba, los Milagros que realizaba, los ataques que recibía a su alrededor… Y así, podéis estar Conmigo.
Si vosotros os dejáis mover por Mi Voluntad, que es Perfecta, que es Sabia, que es Omnipotente y que es ilimitada, de esta unión de voluntades, vuestra voluntad y la Mía, ¿Quién creéis que sale ganando?
La respuesta es obvia. Vosotros no sois dioses y menos perfectos. Si Yo os tomo, os puedo llevar a un acto de perfección muy grande…
Pero, solamente si os dejáis mover por Mi Voluntad y sé que eso os cuesta mucho trabajo.
Daos, plenamente a Mi Voluntad. Soltaos, con los ojos cerrados. Yo no os haré ningún daño, todo lo contrario.
Recibiréis grandes Bendiciones de Mí vuestro Dios, porque si vosotros os estáis dando plenamente a Mí, Yo Me daré plenamente a vosotros…
Y os vuelvo a hacer la pregunta:¿Quién saldrá ganando de ésta unión?
P160 ¡PUEBLO MÍO… PREPÁRENSE!
6 DE AGOSTO DEL 2016
Amados hijos, Pueblo Mío:
Mi Bendición es constante hacia todos los hombres. De Mis Manos constantemente emana Misericordia, la que desea ser recibida por quienes la necesitan.
Con dolor, Mi Misericordia regresa a Mí nuevamente, son pocos los que la aceptan.
La Humanidad destierra Mi Amor y esto le ha llevado a poseer un corazón que se endurece más a cada instante.
Mis hijos se miran unos a otros, con desprecio. La lucha de las grandes potencias es una lucha que se ha plasmado en los corazones de la mayoría de sus habitantes.
En este instante, Mi Pueblo es mirado con desprecio. Mi Pueblo del que forma parte todo aquel que Me sigue y desea salvar su alma.
LLEGA EL INSTANTE DEL PADECER, EL INSTANTE QUE YO RETRASÉ…
Llega inexorablemente ante esta generación a la que tanto le ha sido revelado en todas las Apariciones de Mi Madre. Y los hombres no lo reconocen voluntariamente.
Los cimientos de la Tierra serán estremecidos una y otra vez. El agua de los mares emergerá a través de la tierra, llegará a la superficie e inundará ciudades.
¡Cuánto debo evocar, una y otra vez! Mi Pueblo necesita penetrar en las Revelaciones de Mi Madre en varios amados países en donde ha adelantado cuanto viven y vivirán en este instante.
Amado Pueblo Mío:
No guarden en ustedes mi Amor ni el conocimiento que poseen. No guarden la Fe, ni sean tibios.
“YO SOY EL QUE SOY” (Ex. 3,14) Y mantengo mi Amor y mi Protección sobre el que no me niega.
La Humanidad festeja y en medio del descuido, aparece la oscuridad del hombre de corazón de piedra. La impiedad no se hace esperar. La enfermedad y la violencia hacen gala en medio de la algarabía y las naciones reaccionan sin consciencia.
Los mares han sido tomados por los poderosos como de su propiedad y las aguas son contaminadas con constantes bombardeos de naciones que desean amedrentar a otras. Los hombres han olvidado que las aguas de los mares se filtran hacia las profundidades de la tierra y la contaminación es definitiva.
La Tierra, dada para la subsistencia y hábitat del hombre, en este instante se encuentra indiscriminadamente contaminada por una Humanidad sin consciencia, que desea únicamente cumplir sus metas: ser los poderosos que dominan al mundo.
No continúen contaminando las aguas de los mares… Esta agua invade la tierra y mis hijos enferman.
En este Instante amados hijos Míos, se encuentran bajo una amenaza constante. Algunos son conscientes de ello. Otros, sordos y ciegos para estos anuncios, los ignoran y han creado su propia Torre de Babel para no escucharme. Y pronto caerán.
Amados hijos, amado Pueblo Mío, los corazones vibran de emoción llevados por la propaganda de la competitividad, así logran desviar la atención de ustedes de la verdad aterradora que se acerca.
Mis hijos se adentran en novedades que les alejan de Mí. La Confusión llegó a mis hijos y estos se alejan del cumplimiento de Mi Voluntad.
El Mal ha tomado a esta generación libertina para hacer gala de los pecados que más ofenden a Mi Sagrado Corazón y al Inmaculado Corazón de Mi Madre. Satanás cumple su cometido confundiendo a Mi Pueblo, caminan entre la duda y la oscuridad.
¿Buscan la verdad? Acudan a Mi Palabra en La Sagrada Escritura, en Los Mandamientos, en Los Sacramentos, no se alejen de la Oración y de la Contemplación de los Misterios del Santo Rosario.
En los instantes difíciles, la confusión aumenta cuando los fariseos hacen gala de una falsa concepción de la Palabra Divina para extraviar más almas.
No se debatan en una falsa religiosidad, conocen bien los Mandatos de la Casa Paterna. No sean de los que buscan excusas para ofender a nuestra Trinidad.
Para vivir en la Voluntad Divina NO PUEDEN MANTENERSE EN LA TIBIEZA.
Tienen que vivir en el sí, sí. Los tibios serán vomitados de la Boca de Mi Padre (Ap. 3,16).
Una es Mi Misericordia.
Y ella implica condiciones sin las cuales Mi Misericordia es impedida por el mismo libre albedrío del hombre, para actuar en auxilio de mis hijos.
Si esas condiciones no son tomadas en cuenta, no llevan Mi Misericordia a donde el Pecado es tomado cotidianamente, la vida es una constante siembra de ofensas y la Ley Divina se ignora a conveniencia.
Se niegan a concretizar que la vida de cada uno de ustedes es lo que cada uno desea.
Amados hijos, estos instantes serán más difíciles conforme avance el Instante. Las persecuciones a Mi Pueblo serán noticia continuamente.
Noticia a conveniencia de los gobernantes de los países que ocultan, el verdadero objetivo detrás del cierre e invasiones a mis templos.
El hombre, con su alma oscurecida, busca al Demonio. Yo les llamo para que retornen a Mí.
Satanás toma el Caos espiritual del hombre para iniciar con fuerza la anunciada confusión espiritual, para derribar conciencias y confundirlas. Para derribar criaturas de Fe y enlodarlas. Para contaminar a Mis elegidos y atraparlos en sus redes.
Ámenme, aliméntense de Mi Cuerpo y Sangre, recíbanme en la Eucaristía. Recíbanme en la boca, así evitan que Me lleven y Me ofendan los que Me esconden en sus manos para escupirme y ultrajarme en ceremonias dedicadas a Satanás.
Hijos, Pueblo Mío, NO CONTINÚEN PENSANDO QUE EL AVISO NO LLEGARÁ.
SE ENCUENTRA TAN CERCA DE USTEDES COMO MANTIENEN CERCA EL PECADO.
Cada uno de ustedes vivirá instantes de soledad espiritual, Yo permitiré que se miren a conciencia. En esa soledad cada uno se mirará como es verdaderamente. El horror les tomará como presas, la desolación será vivida, no sentida. Sino vivida por cada uno de ustedes.
Es necesario que Mis hijos se miren en el interior, miren su obrar y actuar, para que busquen cumplir los Mandatos Divinos.
Mirarán cómo el Fuego se acerca a la Tierra y esta será estremecida por instantes, el silencio será el flagelo para cantidad de almas.
¡Pueblo Mío, PREPÁRENSE!
Las calamidades son CALAMIDADES. Las persecuciones son PERSECUCIONES.
Las pestes aumentarán y serán más desconocidas. Mi Madre les ha dado la defensa contra las pestes: el Aceite del Buen Samaritano y otros medios para combatir lo que la ciencia no logrará combatir. (*)
Pueblo Mío, con el avance del Terror avanza la Hambruna. Y con la Hambruna avanza la amenaza del hombre que centra su vida en lo material.
Yo auxiliaré a Mi Pueblo, Mi Madre les tomará de su mano.
Los imposibles, son imposibles para el hombre, NO PARA MÍ.
La Guerra se encuentra en su primera fase. Pronto ésta se desencadenará sin compasión y el hombre padecerá a raíz de la ciencia mal empleada.
Amado Pueblo Mío, oren por Rusia, despierta el gigante dormido y hace gala de su poderío. (1)
Amado Pueblo Mío, oren. El que parecía inocente será descubierto. Sus alas se han teñido de sangre dando poder al Terror. Estados Unidos vivirá su propia guerra interna. (2)
Amado Pueblo Mío, oren. La Humanidad mirará hasta dónde el Mal llega: desconoce el amor, la fraternidad, la solidaridad. Desconoce al hombre mismo y se inmola para dar muerte sin piedad. Oren por Brasil.
Amado Pueblo Mío, oren. La Tierra se estremece, se hunde y se transforma geográficamente. La Naturaleza azota con todo su poder a la Humanidad. Eventos no vistos jamás serán vividos por esta generación. (3)
Amado Pueblo Mío, el hombre sin desear convertirse en una criatura Mía, atrae sobre sí la Calamidad.
Oren hijos, oren. La Humanidad vive en el Terror constante. La Paz será desconocida y el temor es el que reina en el mundo. (4)
Hijos míos, les llamo en este Instante a acercarse a Mí con Fe y fuerza.
Les Bendigo, Mi Amor sobrepasa lo que pueden imaginar.
Les amo. Su Jesús.
(3) Profecías sobre la reacción de la naturaleza
Comentario del instrumento
Hermanos (as)
Nuestro amado Señor Jesucristo, nos mantiene en constante espera y nos pide que no durmamos. Lo importante para Su Pueblo es que tomemos con seriedad las Palabras que provienen de Su Casa. Es importante tomar medidas, las que sabemos son necesarias a nivel espiritual para reconciliarse y reencontrarse con Dios.
La falta de la humildad, la falta de conciencia de que el hombre es limitado, el olvido de la necesidad y obligación de buscar a Dios es para el hombre la más grande pesadilla a la que se haya enfrentado jamás.
La humildad con que Zaqueo reconoce sus errores y su decisión al cambio es lo que nos falta. Somos esos “Zaqueos” … Cristo viene a nuestro encuentro, nos dice directamente en qué fallamos y qué nos falta. Nos anuncia hacia dónde vamos con el mal obrar y actuar, pero aun así no hay un detente para una sana corrección.
Cristo y nuestra Madre nos dicen reiteradamente que no respondemos como debemos y que regresemos a los menesteres de un verdadero hijo de Dios. Vemos la modestia a la que la Humanidad es llamada… Y la inmodestia en la que se vive.
¿Hacia dónde vamos?… Ya nos lo ha anunciado el Cielo, pero parece que no existe enmienda cuando continúan tanto Cristo como nuestra Madre, reiterando Su Llamado a la conversión.
¿Hacia dónde vamos?… Cada uno tiene su propia respuesta. Pero Cristo nos da la definitiva: hacia la hecatombe. La Tierra es destrozada y el hombre no atiende ni entiende que cuanto más contamine la Tierra, los mares y el medio ambiente, menor es la posibilidad de vida para la Humanidad.
Hermanos, sabemos que algunas potencias han creado grandes albergues para protegerse de cuanto se avecina, pero un albergue sin la Protección Divina será traspasado como un papel por el agua. Lo que para el hombre es seguridad, ante Dios quizá no lo sea.
Por ello, aboquémonos a ser cada instante mejores en todo aspecto. En nosotros debe aumentar el Amor a Dios, a los hermanos y a nosotros mismos; para que cada instante sea un ascender hacia la Vida Eterna y hacia la seguridad en este instante. Pues no existe nadie, ni nada mayor que Dios y nosotros somos su Pueblo, la niña de sus ojos.
Dios nunca ha abandonado a su Pueblo. Pero le ha dado lecciones para que se enmiende y actúe como es la Voluntad Divina. Nosotros no somos diferentes. Al igual que en el pasado, ya nos ha anunciado que padeceremos y sabemos que ese padecer será muy fuerte, pues la ira domina las mentes de los hombres. Pero Cristo nos llama: ¡Pueblo Mío!… Ese ¡Pueblo Mío! debe resonar en nuestro corazón. No somos desconocidos para Dios, somos sus hijos y Él está a la espera.
Es un cambio. Cada uno sabe cuál es ese cambio que necesita en su vida. Toda buena acción produce bendición, no solo para el que la efectúa sino para los hermanos que también reciben bendición.
Fomentemos en nosotros mismos la paciencia, y entendamos a Dios que nos ama, y en cada paso que damos se encuentra Él que nos llama y nos da lecciones para que crezcamos y seamos mejores hijos. Auxiliémonos unos a otros y fomentemos la unidad. Amén.
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Julio 21 de 2016
Debéis aceptar lo que Yo quiero en la vida de cada uno de vosotros.
Hijitos Míos, recordáis cómo los primeros cristianos se distinguían de entre la demás gente. Vosotros ahora sois los cristianos, Mis Apóstoles de estos tiempos y os debéis distinguir, también, de entre la demás gente.
En aquellos tiempos, se vivía la obscuridad y llegué Yo vuestro Dios, vuestro Salvador y os traje la Luz. En estos tiempos, Satanás se ha encargado de obscurecerMe, vivís en las tinieblas nuevamente.
Y Me debéis vosotros transmitir a vuestros hermanos, dando la Luz que Yo traje y que vosotros, los que Me seguís, tenéis en vuestro corazón.
Ciertamente, son tiempos de Obscuridad. Son tiempos de ataque, son tiempos de Persecución, son tiempos de Envidia de Satanás. Sabe que está ya vencido; pero está dando sus coletazos de ahogado. Quiere destrozar a las almas, quiere destruir lo que Yo creé.
Os he dado toda una Evangelización para la salvación de vuestras almas y ¿Qué habéis hecho con ella, Mis pequeños?
La gran mayoría de los que se dicen Bautizados, realmente ¿Cómo cumplen lo que Yo os enseñé, lo que Yo os dejé en la Tierra, para que vosotros crecierais, fuerais otro Cristo. Que dierais ejemplo, que dejarais Mi Luz, que Me salvarais almas? Esa es la función de un buen seguidor Mío.
¿Cuántas almas habéis salvado? ¿Qué ejemplo estáis dando? ¡Cuánta falta de amor hay en los corazones, Mis pequeños!
Aún de aquellos que se dicen Mis seguidores. Muchos actúan por conveniencia, por apariencia; pero no porque sean veraces en su interior.
Yo Seré vuestro Juez, cuando regreséis al Reino de los Cielos. Conozco el estado de vuestra alma, ¿Cómo estaréis ante Mí, Mis pequeños?
Os he dicho, que Yo quiero salvar a todas las almas. Y por eso Me apoyo en los que estáis Conmigo, los que Me seguís, los que oráis, los que Me amáis y amáis también a vuestros hermanos.
Los que lloráis, al ver cómo vuestros hermanos Me atacan, Me hacen a un lado, Me blasfeman, al ver a aquellos que cometen sacrilegios.
Todo eso Me duele inmensamente, Mis pequeños. Vosotros los que Me seguís, conocéis lo que Me duele todo esto y reparáis. Y os lo agradezco Mis pequeños, de todo Corazón. Y recibiréis Mis Bendiciones ya desde esta vida y luego eternamente, por lo que hacéis por Mi Corazón.
¡Tantas almas que Me causan tanto daño! ¡Y realmente, tan pocas las hay que Me aman y reparan por el daño que Me hace la gran mayoría!
Os amo Mis pequeños, los que estáis Conmigo y sabéis que contáis Conmigo. Os lo he prometido y os lo vuelvo a repetir, que Yo os Protegeré y protegeré a los vuestros; para que ninguno de vosotros se condene.
Pero también os pido por favor Mis pequeños, que salvéis a la mayor cantidad de almas que podáis. Yo Me vine a dar por todos los hombres y de todos los tiempos. Y los quiero a todos de regreso.
Pero por otro lado, se os ha dado el libre albedrío y no todos reaccionan positivamente con él y os dejáis guiar por Satanás más fácilmente.
Ciertamente la Maldad os rodea. Pero Mi Gracia, es mucho más grande y más fuerte que los poderes de Satanás.
Os he dicho que Satanás os quiere quitar la paz y por eso veis a vuestro alrededor tantos desastres, tantos ataques, tanta Maldad. Pero no os dejéis impresionar por lo que Satanás hace a vuestro alrededor.
Os quiere quitar la paz. Pero si vosotros estáis Conmigo, no os preocupéis, mantened la calma, Yo Estoy con vosotros.
Seguid adelante Mis pequeños. Y os pido, nuevamente: dadMe almas, porque eso es lo que Yo os pedí estando en la Cruz cuando ya Me había dado plenamente por vosotros.
Es vuestro tiempo, os toca ahora darMe almas, Mis pequeños. Gracias, confío en vosotros y en vuestra Oración. Gracias, Mis pequeños.
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