Ni el ojo vio ni el oído oyó, lo que Dios tiene preparado para las almas. Y así es.
Hijitos Míos, la Fe puede hacer grandes Milagros. Cuando Yo Caminé sobre la Tierra preguntaba siempre: ¿Crees que Yo pueda hacerlo? En ése momento, si la persona que estaba enferma respondía afirmativamente, se daba el Milagro.
Esto os lo digo Mis pequeños, porque en el presente Yo también estoy actuando a través de vuestra Oración, a través de vuestros deseos por ayudar a vuestros hermanos en su salvación o en su crecimiento espiritual.
Hay tantas almas que necesitan de vosotros, para que vosotros intercedáis y que Yo actúe en ellas en su sanación espiritual y aún física. Tantos hermanos vuestros que están haciendo mucho Mal alrededor del Mundo, porque no han tenido un soporte espiritual bueno desde que nacieron en esta vida y que en lugar de hacer el Bien, han vivido para el Mal.
A diferencia de la pregunta que Yo les hacía directamente a los que se acercaban a Mí pidiéndoMe su sanación, vosotros en estos tiempos Me lo estaréis pidiendo para vuestros hermanos. Y es vuestra Fe la que va a ayudar a que vuestros hermanos se sanen, principalmente en su alma.
Vosotros los que estáis Conmigo, os estáis dando cuenta de la necesidad espiritual que hay a vuestro alrededor. Os estáis dando cuenta de la forma en que Satanás os está atacando y estáis viendo la falta de Fe y de amor hacia Mí, en muchos, muchos de vuestros hermanos.
Al no tener Fe, al no haber nacido en un hogar en donde se les haya enseñado a amarMe, ésas almas no tienen un soporte espiritual firme, como para acercarse a Mí y pedirMe por su sanación de cuerpo, de alma o de ambas.
Muchos hermanos vuestros se están perdiendo. Se están condenando, porque no hay suficiente Oración, porque no hay suficiente amor por vuestros hermanos. Ya se os ha dicho que vosotros os debéis de ayudar como verdaderos hermanos… Pero ciertamente que no lo hacéis.
Es más, a veces hasta les deseáis que mueran, para que ya no os molesten o porque os produjeron algún problema en vuestra vida, les deseáis la muerte. Y no meditáis que si realmente Yo os concediera lo que estáis pidiendo, la gran mayoría de las veces ésas almas se condenarían.
Yo voy más profundo, Yo voy hacia el interior del alma de éstos hermanos vuestros que os causan un Mal. Vosotros actuáis intempestivamente e inmediatamente hacéis vuestro juicio y condenáis a vuestros hermanos.
Yo veo el alma y sé realmente por qué actuó de ésa forma contra vosotros o contra vuestros hermanos y Yo puedo ayudarle en su conversión y en su salvación eterna.
A vosotros mismos os he dado infinidad de veces la oportunidad del arrepentimiento, para que la muerte no os alcance en un estado de grave pecado.
Si Yo os amo de tal forma, en la que no estoy viendo prácticamente vuestros pecados y estoy viendo el cómo os puedo ayudar para que os salvéis, vosotros debéis hacer otro tanto.
Sois Mis hermanos y al ser otros Cristos, debéis hacer todo lo posible para salvar a vuestros hermanos. Es mucho egoísmo de la gran mayoría de vosotros, el no buscar por el Perdón y la Salvación de vuestros hermanos.
Os quedáis solamente sufriendo del mal que os han provocado y no os importa si se pueden condenar, porque vosotros NO los perdonasteis.
Tenéis que ser más humildes, más sencillos, más profundos en el amor. Tenéis también vosotros mismos, que buscar la santidad de vida. Ser como Cristos es buscar el Bien Supremo en cada alma y si no lo tienen, ayudadles a alcanzarlo.
Agosto 02 de 2016
Las palabras que se os están diciendo, ¿vienen de Mí o son del lobo con piel de oveja?
Hijitos Míos, estos tiempos de Purificación será una prueba para vosotros en el sentido de que vosotros viviréis lo que Yo vuestro Salvador, en parte viví.
Vosotros habéis obtenido la recuperación del Reino por Gracia Mía, vuestro Dios y Salvador. Pero una gran mayoría no apreciáis todo lo que Yo hice por vosotros. Ahora os toca Mis pequeños, vivir en Mi lugar, la ayuda que le deberéis dar a vuestros hermanos; para que ellos también puedan tener acceso al Reino de los Cielos.
Yo Me di por todos vosotros. Ahora, vosotros os daréis por muchos de vuestros Hermanos. Os permitiré vivir momentos difíciles, dolorosos ciertamente, no al grado de lo que Yo padecí, pero eso ayudará a que vosotros reflexionéis en todo lo que Yo hice por recuperar vuestro lugar en el Reino de los Cielos.
POCOS, muy pocos de vosotros realmente Me acompañáis en Mis momentos en la Tierra. No necesariamente hablando solo de los Dolorosos; sino sencillamente hablando de los de Mi Vida diaria.
Poco os acordáis de estar Conmigo, de pasar algunos momentos imaginando qué estaría Yo haciendo en tal situación, cómo estaría Yo actuando entre vuestros hermanos de aquél tiempo. Qué les estaría diciendo para llevarlos a la conversión. Tantas y tantas cosas, en las cuales vosotros podéis acompañarMe durante Mi Vida sobre la Tierra.
Os he dicho varias veces, que Yo vivo un Eterno Presente. Lo que Yo hice en aquél tiempo, lo estoy haciendo en éstos momentos.
Cuando vosotros Me tenéis en vuestra mente y Me acompañáis, Me estáis acompañando en ésos momentos, no en el pasado, sino en el presente. Me da una alegría inmensa, cuando vosotros os proponéis caminar Conmigo para compadecerMe, alegrarMe.
Aprender de Mí, tantas y tantas cosas que podéis obtener de Mí, vuestro Dios.
No Me tengáis como al Dios que caminó en aquél tiempo sobre la Tierra. EN ESTOS MOMENTOS Estoy caminando entre vosotros.
Estoy caminando a través de vosotros, porque estoy en vosotros, los que Me habéis permitido vivir en vosotros.
Estoy caminando en vuestros hermanos, porque os he dicho que lo que le hagáis a uno de vuestros hermanos, Me lo estáis haciendo a Mí, bueno o malo.
Estoy padeciendo también, en vuestros hermanos enfermos, necesitados, hambrientos, moribundos. ESTOY PRESENTE EN ELLOS. Y cuando vosotros oráis por ellos, cuando cuidáis de ellos, cuando les ayudáis a ellos, lo estáis haciendo Conmigo.
Yo habito en vosotros, Mi Santo Espíritu habita en vosotros, el Padre está con Nosotros.
Así que la Trinidad Sacrosanta está en vosotros y en cada uno de vuestros hermanos. Por eso Yo estoy Presente en vuestro tiempo, también.
No Soy os vuelvo a repetir, el Dios Salvador del pasado, que Murió, que Resucitó, pero está en los Cielos.
NO. SIGO ESTANDO con vosotros en la Tierra, con cada uno de vosotros. Y esto quiero que lo toméis muy presente en vuestra vida, para que viváis como verdaderos hermanos y os ayudéis los unos a los otros a pasar esta Prueba, que ya ha empezado y que se irá haciendo cada día más difícil.
Vosotros los que estáis Conmigo, habéis tenido toda una preparación que os ayudará a pasar esta prueba fácilmente. Pero hay muchos hermanos vuestros que no tienen ni el cinco por ciento de lo que vosotros tenéis.
Y por ellos quiero que vosotros os deis, para que podáis ayudarlos a que recuperen también el Reino de los Cielos. Éste está abierto para todas las almas, pero no todas responden.
Orad y ayudad a las que realmente quieren estar Conmigo eternamente. Os lo agradeceré inmensamente, Mis pequeños.
Estos son tiempos de gran santidad de parte de los que ayudarán a sus hermanos a estar Conmigo eternamente, porque serán recogidos de la Tierra y otros quedarán para seguir una nueva generación. Pero muchos de ellos, quizá vosotros con vuestra donación y con lo que les deis de Conocimiento, pasarán.
SERÉIS INSTRUMENTOS DE SALVACIÓN DE MUCHAS ALMAS.
Y os lo agradezco, Mis pequeños. Por eso he prometido cuidar de vosotros, para que hagáis mucho por el Reino de los Cielos.
En las Sagradas Escrituras tenéis todo el Conocimiento que necesitáis tener para regresar a Mi Reino, vuestro Hogar. Y para que también os podáis defender de los ataques de Satanás.
En las Sagradas Escrituras se os advierte que en un momento dado, Satanás se iba a encumbrar en los puestos más altos de la Iglesia.
ESTO YA ESTÁ PRESENTE, Mis pequeños y os debéis cuidar.
Por eso, mucho os he insistido en meses anteriores, a pedir el don del Discernimiento, para no ser engañados por aquél que está usurpando Mi Nombre.
Mis pequeños vosotros sois Mis seguidores, Yo Soy Cristo Jesús vuestro Salvador. Mi Padre y Yo junto con el Espíritu Santo, os heMos dejado la Sabiduría del Cielo plasmada en las Escrituras; para que vosotros crecierais y os santificarais siguiéndolas, viviéndolas, amándolas.
Satanás os tiene envidia Mis pequeños, porque vosotros todavía os podéis ganar el Reino de los Cielos, si cumplís con lo que os heMos enseñado y con lo que os pediMos.
Por eso os ataca tanto, porque no quiere que regreséis al Reino Divino que él perdió por su soberbia.
Vosotros sois cristianos, porque seguís la Doctrina que Yo os he dejado. Sois Mis seguidores, como aquellos que Me seguían cuando estuve sobre la Tierra y que a veces, eran multitudes.
Luego, aquellos que fueron adoctrinados alrededor del Mundo, también son Mis seguidores y todos vosotros pertenecéis a Mi rebaño.
También se os advierte, en las Sagradas Escrituras, que el Lobo se iba a infiltrar en el Rebaño y que iba a tergiversar Mis Palabras de Salvación.
Y por eso os he pedido que Me pidáis el Don del Discernimiento; para que podáis vosotros mismos DISCERNIR, que os deis cuenta que si las palabras que se os están diciendo, vienen de Mí o son propias del lobo con piel de oveja.
Os estáis jugando vuestra vida eterna o vuestra condenación eterna, si solamente os estáis fijando en una figura humana que os está dando lo que vosotros queréis escuchar y NO os adentráis en las Verdades que tenéis Escritas y que debéis seguir.
Que debéis vivir, que debéis amar. Fácilmente os va a engañar Satanás y esto es por vuestra negligencia, porque no vais a las Sagradas Escrituras.
Simplemente, os conformáis con lo que se os predica. Pero que son conceptos y palabras alteradas, que llevan una idea diferente a lo que Yo os dejé.
Mis Palabras son de Vida, Mis Palabras son de crecimiento espiritual, las palabras del Lobo con piel de oveja, os llevan a vivir erróneamente vuestra espiritualidad. No es lo que Yo os dejé, no es lo que Mi Padre os dejó también, a través de los profetas en el Antiguo Testamento.
Si vosotros seguís al hombre; el hombre, os llevará posiblemente a la condenación eterna. Si sois seguidores Míos, deberéis buscar la Verdad en las Sagradas Escrituras y vivirlas.
SOIS CRISTIANOS PORQUE ME SEGUÍS A MÍ, CRISTO JESÚS.
No estáis siguiendo a un hombre y a su doctrina. Seguís a un Dios, que bajó del Cielo a enseñaros a vivir la Verdad, a vivir el Amor, a vivir la Alegría, a vivir la Paz que se vive en el Reino de los Cielos.
Hijitos Míos, de los acontecimientos que se os han profetizado que vendrán, os he dicho desde hace tiempo que Satanás es el Autor de las Calamidades que se os sobrevendrán.
Esto lo hace Mis pequeños, para que vosotros estéis preocupados por lo que ha de sobrevenir. Ciertamente lo permito Yo vuestro Padre y vuestro Dios; porque sabéis que de un mal, siempre he de obtener un Bien para vosotros.
Os preocupáis mucho Mis pequeños. Y elucubráis sobre lo que se ha de venir y que os hará perder vuestros bienes materiales, porque es lo que más os preocupa. Y es a donde os lleva Satanás, a que perdáis vuestra atención en lo que principalmente os debe concernir, que es el estado de vuestra alma.
Os he dicho que vuestra alma es la que va a trascender. Vuestro cuerpo y todos vuestros bienes materiales, aquí se han de quedar. Quiero que pongáis vuestra mente abierta a lo que os voy a decir e imaginad los acontecimientos que se han de sobrevenir.
Ciertamente se os van a venir cosas tremendas. Imaginad destrucción, imaginad erupciones volcánicas, inundaciones, caída de un cuerpo celeste que causará tremendos daños a la Tierra.
Imaginad obscuridad y gente corriendo de un lado a otro, gritando ayes de dolor, gritando el nombre de sus seres queridos y no los encuentran.
Imaginad hambre, porque no encontráis con toda esta Tribulación, dónde tomar vuestros alimentos. No tenéis en qué lugar dormir seguros. Os trataréis de ayudar los unos a los otros, pero os faltará hasta lo más indispensable.
Ciertamente Yo, no os trataría así.
Es Satanás el que quiere destruiros. Os tiene envidia, quiere vuestra muerte física y espiritual. Sufriréis, pero llegará un momento en que Mi Santo Espíritu os hará ver la realidad espiritual en vuestro interior.
Con todo ése dolor que tendréis y con la ayuda de Mi Santo Espíritu, os volveréis hacia Mí y pediréis Misericordia, la cual se os dará en forma y en tiempo diferentes de cada uno de vosotros, dependiendo de los pecados, de las faltas cometidas contra Nuestro Sacratísimo Corazón.
Sufriréis y perderéis lo material. Pero luego vendrá el Gran Milagro y ahí es donde entra ya Mi Misericordia y Mi Amor Infinitos sobre todas aquellas almas que hayan sido escogidas para empezar un Nuevo Mundo.
Se abrirán los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas. Toda ésa Tribulación, todo ése Dolor, toda ésa Obscuridad, desaparecerán y un Nuevo Mundo de Paz, de Amor, vendrá a vosotros. Aparecerá ante vuestros ojos, TODO cambiará. El hombre viejo quedará atrás. La Maldad, quedará a vuestras espaldas. No voltearéis hacia atrás.
Todo ése Mundo Nuevo que se os abre, lo tendréis al frente y lo gozaréis inmensamente; porque os repito, una Paz inmensa os invadirá.
Ciertamente, recordaréis el pasado como una lección de vida, para este Nuevo Mundo que os daré, que os hará vivir prácticamente el Cielo en la Tierra. Serán almas purificadas, almas transformadas, una Nueva Vida sobre la Tierra.
Por eso, desde hace mucho tiempo os dije que no os fijarais tanto en los momentos de la Tribulación. Que éstos se tenían que dar y tienen que venir, porque vosotros le habéis abierto vuestro corazón a Satanás y ESTA TRIBULACIÓN SERÁ CAUSADA POR SATANÁS.
Os daréis cuenta qué lo que quería hacer Satanás con vosotros, era vuestra Destrucción. Vosotros os habéis ganado esta Tribulación, porque Me disteis la espalda. Nos hicisteis a un lado de vuestra vida, ya no vivís el amor, ya no vivís como hermanos.
Estáis viviendo en estos momentos, en un Infierno creado por Satanás y que tontamente, vosotros no os queréis deshacer de él volviendo a Mí vuestro Dios, volviendo a Mis Leyes.
Volviendo a la hermandad que os pedí vivierais cuando Regresé al Reino de los Cielos, que os amaráis los unos a los otros.
Satanás os ha llevado a que OS ODIÉIS los unos a los otros. Que os aprovechéis de vuestros hermanos, quitándoles sus bienes, quitándoles la vida, quitándoles la Virtud; DESTRUYÉNDOLOS porque Me saben amar y porque Me quieren seguir.
Os habéis satanizado en mayor o menor grado TODOS vosotros. El Pecado camina por vuestras calles y lo tenéis en vosotros mismos. Y no lo atacáis, no os tratáis de deshacer de él viviendo en las Virtudes, viviendo Mi Amor, viviendo como verdaderos hermanos, como os lo he pedido.
Esta Tribulación va a ser una Prueba Fuerte para vosotros; pero necesaria, para que os deis cuenta quien es Satanás y cómo os había mentido. Cómo os había llevado a vivir una vida de error y que vosotros la consentíais, porque os convenía vivir en los placeres, en la sensualidad, en el pecado.
Permitisteis una vida de pecado a todos niveles de vuestra vida: en la misma Iglesia, en los gobiernos, en la sociedad, en la familia.
El Pecado ha abrazado a todas las formas de vida en el Mundo entero. Vosotros lo consentisteis y ahora, Satanás os dará el “premio” por haberle consentido toda su Maldad… Y viviréis esta Tribulación que os hará llorar, que os hará sufrir y como os he dicho, hasta que no os arrodilléis y Me pidáis perdón, es cuando Mi Misericordia se derramará sobre todos vosotros y se dará ése Nuevo Mundo para las almas que se lo merecerán.
Vosotros sois los autores de la desgracia que se os ha de venir. Hicisteis Mi Amor a un lado de vuestra vida. Mi Amor os protege de las Fuerzas de Satanás, pero os burláis y os burlabais del Amor y de aquellos que lo mantienen sobre la Tierra. YA QUE EL AMOR, ES UNA CORAZA QUE OS PROTEGE.
Os repito, vosotros sois los autores de vuestro mal, pero os estaré esperando. Estaré esperando vuestro arrepentimiento. Estaré esperando que el Amor vuelva a vosotros y que vosotros viváis nuevamente como verdaderos hermanos.
Hijos Míos, hermanos Míos, de vuestro Salvador y Redentor. Sois Míos. Caísteis en el error, pero el Dolor lo va a enmendar.
Orad y arrepentíos ya Mis pequeños. Podéis todavía aminorar algo de los dolores de la Tribulación que ya tenéis sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños. Yo os bendigo y os pido que llevéis Mí Amor a todos los vuestros. Yo os bendigo, como Padre, como Hermano, como Amor y vida y os dejo Mi Paz y Fé profundas en vuestro corazón
Yo os amo infinitamente y os bendigo, en el Nombre de Mí Padre Eterno, en Mí Nombre, Vuestro Salvador Glorioso y en el del Amor Derramado y Purificador del Espíritu Santo.