N147 PRODIGIOS SATÁNICOS
Hijitos Míos, os he dicho que vosotros fuisteis creados para el Bien y aún todo aquello que os traerá un mal y que Yo permita en vuestra vida, éste se traducirá en un Bien de alguna forma.
Yo Soy un Padre amoroso, Yo Soy el Protector de vuestra alma. Yo Soy vuestro Protector cuando realmente os dejáis proteger, porque como os he dicho, Yo no os puedo forzar. Si queréis ser protegidos os Protegeré. Os guiaré, os cuidaré. Avanzaréis, creceréis, seréis educados y Me lo agradeceréis, Mis pequeños.
Si realmente queréis contar Conmigo en todo momento, creceréis mucho Mis pequeños. Pero si vosotros queréis caminar solos, queréis hacer vuestra voluntad y no la Mía, muchos tropezones daréis. Caeréis continuamente y muchas heridas tendréis, porque el hombre que camina sin su Dios, camina a ciegas. Vosotros no sabéis lo que caminaréis, Yo sí.
Así pues Mis pequeños, manteneos junto a Mí. TomadMe la Mano, dejadMe que Yo os guíe, que Yo os lleve a la Perfección. Sí, Yo quiero vuestra perfección. Ya no quiero que seáis solamente buenos, quiero que seáis perfectos, porque os voy a dar un Reino donde todo es perfecto.
Ciertamente habéis ido creciendo en etapas, no os fui presionando. Subisteis primeramente de la Maldad, en los tiempos pasados. Luego os fui pidiendo poco a poco, para que os dierais cuenta de cómo debierais vivir a través de los Mandamientos.
Enseguida os he mandado a Mi Hijo, para que ya fuerais viendo con un Maestro. Con un Maestro Divino, cómo debíais comportaros. Por eso, después de haber tenido al mejor Maestro que un alma puede tener, ahora es cuando os puedo pedir la Perfección.
Tuvisteis primero los Mandamientos para ser buenos. Después tuvisteis la Presencia de Mi Hijo para ser perfectos. Se os ha dado un Tiempo para que buscarais ésa Perfección… Pero por lo visto no entendisteis la lección y por eso los tiempos están así.
Habéis despreciado al Maestro, habéis hecho a un lado las lecciones. Quisisteis volver nuevamente a lo vuestro. Quisisteis nuevamente saliros de las Leyes, de los Mandamientos, de las Ordenes… De todo aquello que os iba a llevar por el buen camino y de la superación. Pero no quisisteis entender. Eso lo podéis ver claramente, Mis pequeños.
Si vosotros mismos, a vuestros hermanos los castigáis por lo que hacen cuando se salen de las leyes y causan daño; eso es lo que os sobrevendrá a vosotros. Tenéis que comprenderlo y lo agradeceréis.
Si realmente sois humildes, entenderéis que os habéis hecho a vosotros mismos un grave daño y a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios, UN GRAN DAÑO. Un gran daño a Mi Corazón, a todo lo que he hecho por vosotros. A todo aquello que se hizo por vosotros… A tal grado de Sacrificar a Mi Único Hijo por vosotros y ni aún así entendisteis.
Ahora es Mi Tiempo. NO es venganza Mis pequeños. Ahora el Padre tiene que entrar en acción, para no perder al hijo. Cuando un padre ve que el hijo se puede perder por andar en malos caminos, tiene que detenerlo a tiempo para que no muera o tenga graves problemas o graves accidentes…
Ya éste es el momento en que debo deteneros. Ya llegó el momento Mis pequeños, en que viene vuestro Juicio, ver cómo habéis tomado todo lo que se os dio.
Se os dio un Mundo para que lo cuidarais… Se os dio una sociedad de hermanos para que crecierais juntos, avanzarais y alcanzarais santidad. Se os dio la oportunidad de unir el Cielo con la Tierra, tuvisteis tantas y tantas cosas y preferisteis hacer pactos con el Enemigo.
Me traicionasteis a Mí, vuestro Dios. Yo que os he dado todo, que he cuidado de vosotros, que he cuidado vuestra vida, que os he provisto de todo, en lo material y en lo espiritual y hacéis pacto con aquél que solamente os quiere dañar.
Os ha quitado todo. Produce guerras, destroza vuestro corazón, destroza vuestra alma, os destroza espiritualmente.
¿Por qué, Mis pequeños?, ¿Por qué Me hacéis esto a Mí, vuestro Dios, que Me he dado por completo por vosotros?
Meditadlo y veréis que no os estoy mintiendo ni estoy inventando nada, es una realidad que estáis viviendo y es una realidad en la que Me habéis tratado más como enemigo que como vuestro Padre.
Mis pequeños, aceptad lo que se os venga de Purificación, os lo habéis ganado, aceptadlo de corazón, con la cabeza baja. Humildemente, porque os merecéis el castigo. Lloraréis, pero Yo como Padre Bondadoso, estaré ahí para enjugar vuestras lágrimas. Os acompañaré en vuestro llanto. Os levantaré cuando ya hayáis entendido la lección.
Y cuando Yo escuche de vuestros labios y de vuestro corazón el deseo de recuperar todo lo bueno que no quisisteis tomar, que desdeñasteis… Ahí estaré, Mis pequeños. Yo nunca abandono al hijo y menos a aquel que arrepentido, vendrá a Mí a pedir perdón por su mal proceder.
Sed honestos, sed humildes y Me ganaréis nuevamente. Caminaréis nuevamente Conmigo, con vuestro Dios. Yo Seré vuestro Padre, vosotros seréis Mis hijos, Yo seré vuestro Guía y os protegeré de todo peligro. Os daré lo mejor de Mi Casa, la mejor comida, la mejor bebida, el mejor cuidado; pero debéis entender que no podréis entrar a vuestro Hogar, hasta que no estéis purificados.
Ahora estáis sucios, habéis manchado vuestra alma, vuestro corazón y vuestra mente. Debéis purificaros, aceptad pues con humildad el castigo de purificación y ofrecedlo de corazón.
Mi Hijo sufrió peores cosas por vosotros. Ofreced el sufrimiento que tendréis, que no será tan fuerte como el que Mi Hijo llevó por vosotros.
No perdáis la paz en vuestro corazón. Por eso os pedía que no os involucrarais en los acontecimientos, porque eso os iba a ir quitando la paz en vuestro corazón y sería más difícil después discernir, entre los males espirituales y los males de la Tierra.
Sois tan distraídos, os dejáis llevar por tantas cosas Mis pequeños, que no os concentráis en lo que verdaderamente vale para vuestra vida y para la de vuestros hermanos. Debéis ir a lo profundo, no quedaros nada más en lo superficial.
Ver lo que realmente afecta a un alma, ver lo que realmente la puede llevar a la condenación o a la salvación eternas. Eso es lo que sí vale y es a donde que quiero llevar y quiero que entendáis, Mis pequeños.
Debéis pedir ésa vida íntima, ése discernimiento santo y sabio, para que podáis entender lo que Yo quiero que entendáis, para que podáis mover almas hacia la salvación y no solamente con vuestras palabras, sino con vuestro ejemplo.
Que cuando os vean, Mis pequeños, vuestro ejemplo sea santo. Yo estaré en vosotros y por el simple hecho de que os vean, sentirán ése impulso de santidad y ése deseo de conversión. Sabéis que existe ésta Gracia y la han tenido hermanos vuestros. PedídMela, que Yo os la daré.
Porque muchos, quizá no tendrán la oportunidad de estar con vosotros en lo personal, pero os podrán ver a lo lejos o podrán veros de alguna forma. Por el simple hecho de poder veros, les podrá ayudar a su conversión.
Mis pequeños, que la Oración, vuestra oración sea continua, sea íntima, sea universal, sea poderosa. Que estéis continuamente Conmigo, con vuestro Dios. Sois muy pequeños y distraídos y vuestra Oración es muy distraída, pero al ofrecerMe vuestra vida, al estar unidos Yo puedo hacer que vuestros actos pequeñitos se vuelvan poderosísimos.
Uníos, uníos, uníos a la Vida de Mi Hijo, Él os conoce perfectamente como humanos. Como Humano que Él también fue y Es, por eso os comprende. Un Dios Verdadero, un Hombre Verdadero está con vosotros; os toma de la mano, comprende vuestros errores y os levanta.
Vuestras caídas no deben ser largas, Mis pequeños. Inmediatamente reconoced vuestro error y pedid ayuda para levantaros. Mi Amor es demasiado grande para veros enlodados, cubiertos de estiércol, en donde os quiere ver Satanás.
Un padre no puede ver al hijo así, caído, abatido, vencido, anulado. Un padre hará todo lo posible por levantar al hijo, darle dignidad de hijo. Yo estoy con vosotros para ello, Mis pequeños, Yo no os quiero ver vencidos, ¡Levantaos!, Sois Mis hijos y eso no lo soporta Satanás, por eso os quiere ver vencidos a todos vosotros.
Destruidos, llenos de pecado, con deseo de que ya no os podáis levantar, para llevaros con él eternamente. No fuisteis creados para ello Mis pequeños, vosotros sí tenéis la oportunidad del arrepentimiento; él no quiso tomar ésta oportunidad por su soberbia.
No seáis soberbios como él, para que no os perdáis eternamente. Tenéis la Gracia, el arrepentimiento. Pedid la humildad, cultivadla y estaréis salvados.
Entended ésta lección Mis pequeños, venid Conmigo os amo, os amo Mis pequeños.
Habéis perdido la confianza en Mí, vuestro Dios. Satanás os ha llevado por tantos caminos fáciles, por tantos caminos en los cuales veis sus “milagros”, sus “portentos”, sus “bendiciones” tan fáciles de obtener, que habéis escogido sus caminos.
Me estoy refiriendo a lo que es la brujería, satanismo y todas ésas corrientes en las cuales vosotros buscáis y él os cumple rápidamente con tal de obtener también rápidamente, vuestra alma con él.
Os gana fácilmente. Vosotros creéis que hay bondad atrás de todo ello. Vosotros creéis que os está respondiendo para agradeceros el que estéis con él y que tendréis sus favores por largo tiempo. Que tendréis todo lo de éste mundo, prescindiendo de Mí y pronto os dais cuenta de lo que perdéis por confiar en él.
Empezáis a tener problemas graves, tribulaciones de las cuales veis difícil una respuesta. Se os hace todo tan problemático, porque él es Inteligente que aún lo que hacéis él os hace enloquecer, os llena de problemas. Lo que antes fue fácil de obtener, después se os hace difícil salir de ello.
Os encierra en un laberinto imposible de salvar. Así es Satanás. Os engaña, os atrae, os muestra primeramente la manzana jugosa, sabrosa al paladar y después conocéis el veneno. Os duele, os destroza, os mata. Muchos han caído en sus mentiras y seguís, seguís cayendo en sus trampas…
Y todo porque no queréis seguir lo que Yo os pido: una vida recta, una vida en la virtud, una vida santa, una vida en el Amor. ¿Por qué se os hace tan difícil esto Mis pequeños, si el seguirlo os va a traer bienestar; os va a traer paz a vuestro corazón, os va atraer paz y seguridad en todo lo que andéis?
Satanás siempre va a ser Traicionero. Os va a coquetear, él os conoce muy bien, él sabe qué es lo que más os gusta y por ahí os va a atraer y os dará aromas finos, sabores bellos y agradables, miradas exquisitas.
Todo va a ser agradable para vuestros sentidos. Os va a fascinar y así, cuando estéis ya en ésa fascinación que poco tiempo os durará, os cortará la cuerda y caeréis al Abismo de donde difícilmente saldréis; así es Satanás.
Venid a Mí, Mis pequeños. Os he dicho en las Escrituras que el que tiene que venir Conmigo deberá tomar su cruz; que Me siga, pero Yo le ayudaré. Mi Puerta es angosta, la de Satanás es ancha. Conmigo trabajaréis, con él será fácil obtener todo en un principio.
Al final del camino, Conmigo gozaréis, tendréis paz, reiréis, os alegraréis en el Reino de los Cielos. Y con él, al final tendréis todo lo contrario: lloraréis amargamente, veréis la desilusión. Lo que tanto os prometió, no lo cumple Mis pequeños; él es tramposo y mentiroso, no cumple.
Solamente os atrae, os hace caer, os pone en contra Mía y ya que ve que Me traicionasteis, que estáis en mal Conmigo; os abandona y os sentís abandonados por Mí y por él. Os sentís totalmente solos, abatidos, muertos a la Gracia en una palabra.
Pero aún así Mis pequeños, tenéis Mi Bendición, tenéis Mi Perdón, tenéis Mi Misericordia. Cuando os sintáis así, a pesar de vuestra traición acudid a Mí. GRITADME y allí estaré Yo, en un momento Llegaré, os tomaré de la mano y os salvaré.
Confiad en Mí Mis pequeños. Confiad, porque Yo nunca os abandonaré. Os he dicho que el Mal divide, ésa es una de sus tácticas, porque sabe que en la unión radica vuestra fuerza. Así como en la Trinidad Nosotros estamos unidos, vosotros debéis estar unidos a Nosotros.
Ésa es vuestra posición en éstos tiempos, unir y aprender cómo se une en el Amor, no en la crítica. En la Oración, no en la crítica. En la intercesión, no en la crítica. Sí, Mis pequeños, la crítica generalmente os va a llevar a la destrucción del hermano.
Ciertamente no estaréis a gusto con el pensar, con el actuar, con algún o algunos de vuestros hermanos alrededor del mundo. Pero vuestra posición, como hijos Míos y colaboradores del Reino. Colaboradores de Mi Hijo en la Redención; co-redentores de Mi Hijo que no despreció a ninguna alma, ni criticó a ninguna alma, vuestra posición es salvar.
El Demonio os lleva a ello Mis pequeños, a la crítica que destruye, a la crítica que hace que vuestro corazón se llene de ideas malsanas, a la crítica que os lleva a matar a vuestros hermanos mentalmente o de corazón. Y se os dijo en las Escrituras a través de Mi Hijo, que aquello que el corazón desea ya es un pecado.
Porque es un deseo que sale del interior y ése deseo aunque todavía no es acto realizado, ya va en vías del acto, por el pensamiento.
Os quiero llevar a la perfección, entendedlo Mis pequeños. Todos, todos vosotros mientras estéis en la Tierra, aún los más malos de vuestros hermanos; por Mi Gracia y por Mi Amor, pueden salvarse.
Sabéis que existen los Milagros, porque Mi Amor es Excelso, es Misericordioso y por un Milagro pueden darse mucho más conversiones, que por lo contrario, ¿Qué pasaría de realizarse lo que vuestro corazón, afectado por la crítica malsana, quisiera?
Así pues Mis pequeños, desead que en vuestro corazón siempre haya benevolencia para con vuestros hermanos, aún con los más mal portados.
El Amor lo puede todo, por eso os pido nuevamente que los acontecimientos no os desvíen del camino, no endurezcan vuestro corazón, no os lleven a pensamientos malsanos.
Que en todo momento confiéis en Mí vuestro Dios, porque Yo puedo modificar o cancelar los acontecimientos cuando realmente los deseos buenos salen de corazones santos, corazones que se han volcado a Mi Voluntad.
Corazones en los cuales Yo puedo descansar y confiar, porque se han vuelto otros Cristos que están en la Tierra salvando almas. Que están viendo realmente por la salvación de sus hermanos.
Que están buscando la salvación de sus hermanos y no están esperando el momento de la venganza o de la muerte del hermano, para gozar aunque sea internamente de su desaparición porque le molesta su presencia aquí en la Tierra.
Sed compasivos y misericordiosos. Vosotros no conocéis la historia de vuestros hermanos, los dolores que pudieron haber padecido de pequeños, una educación malsana, amistades equivocadas, no podéis juzgar la vida de vuestros hermanos.
Os vuelvo a repetir, vuestra posición es de Cristos salvadores. Espero entendáis esto, Mis pequeños. El Amor os perfeccionará, hacedle caso a Mi Amor en vuestro corazón, porque si os llenáis de venganza y de rencor, Mi Corazón y Mi Amor no estarán reinando en vuestro interior.
Soy Padre de todos vosotros. Todos vosotros habéis recibido la misma oportunidad de venir a Mí, vuestro Dios. En algún tiempo de vuestra vida, en algún momento de vuestra existencia Yo estaba ahí. Os llamaba, os llamé y os sigo llamando…
Pero Me enfrenté a corazones cerrados, oídos sordos, bocas blasfemas, a mentiras graves, historias absurdas que el mismo hombre construye. Tanto mal hacía Mi Presencia y a Mi llamado. Yo insistía y Me hacían a un lado.
Todos tuvisteis la oportunidad de llegar a Mí, de tomar de Mí Mis Bendiciones. Tomar de Mí, Mi Amor, Sabiduría Santa, vida grandiosa para el alma.
Y Me seguisteis haciendo a un lado de vuestra vida. No os quisisteis acercar a Mí y ser ésas almas perfectas que Yo necesito para que Mi Reino se dé sobre la Tierra y ¿Qué quisisteis hacer, Mis pequeños?
Más que caminar solos, sin Mi guía amorosa y Sabia. ¿Qué os habéis ganado? Lo que estáis viviendo: hambre espiritual que no sabéis saciar, destrucción de cuerpos y almas, vida satánica entre vosotros, eso es lo que estáis viviendo Mis pequeños.
Es una realidad. No estáis viviendo en paz, no hay armonía santa entre vosotros, no hay amor fraterno, NO Soy Yo el primero en vuestra vida. Sois vosotros mismos, vuestros bienes. Lucháis por tener más, más y más…
Y ése cúmulo de bienes materiales os traen preocupación y temor, porque otros os los arrebatan y os causan males por los bienes que vosotros adquiristeis; bienes del mundo, pero nada espiritual. Y cuando vienen los problemas graves, no sabéis a quién acudir, porque Yo no estoy en vuestra vida.
Vuestros mismos padres ya no os enseñaron a confiar en Mí. No Me conocéis y por ello mismo no acudís a Mí, porque no sabéis de Mi Amor y de Mi Omnipotencia Divina. No sabéis que Yo lo puedo todo y que puedo destruir el Mal si os acercáis a Mí, que Soy el Bien Supremo.
Todo esto os lo habéis ganado por vivir solamente para vuestro bienestar material y habéis sacado al Verdadero Bien, al que debisteis haber alimentado, que es el Amor en vuestro corazón.
Ya no amáis a vuestros hermanos, ya no os dais a vuestros hermanos. Os habéis vuelto egoístas y malos, ya no compartís con el corazón, de vuestros bienes con vuestros hermanos. Solamente vivís para vosotros mismos y el mismo Satanás os ataca quitándoos vuestros bienes, para que no viváis en paz. Una paz artificial que os dan los bienes de la Tierra.
Cuando realmente Me tenéis a Mí en vuestro corazón, viene una Paz verdadera, una Paz Divina, una Paz que sobrepasa a cualquier situación que podáis vivir en la Tierra.
Cuando estáis Conmigo adquirís una fuerza inmensa, con la cual podéis luchar o aún aceptar todo aquello que os venga de repente y os quite vuestra estabilidad emocional.
Cuando estáis Conmigo aprendéis a aceptar los acontecimientos que os rodean y que suceden en vuestra vida. Los aceptáis, porque aceptáis Mi Voluntad en vuestra vida y seguís en Paz.
Pero cuando no Me tenéis en vuestro corazón, ni aceptáis ni perdonáis. Y así, vuestra estabilidad emocional y digo emocional, porque no la tenéis espiritual, queda alterada. Todo a vuestro alrededor se vuelve un caos y vosotros mismos no podéis encontrar el por qué de todo ello y os desesperáis.
Cuando estáis Conmigo, Mi Paz queda en vuestro corazón, pase lo que pase. Sabiendo que si Yo lo he permitido, siempre será para vuestro bien. Pero cuando no Me tenéis en vuestro corazón no confiáis en Mí, vuestro Dios.
Lucháis con todas vuestras fuerzas humanas y seguís perdiendo más y más. Y quizá hasta podáis enloquecer, porque no encontraréis salida y resolución a vuestros problemas. Todo se vuelve una vorágine.
Sufrís y vuestro sufrimiento se va haciendo cada vez mayor y mayor. Veis que los que están a vuestro alrededor no os apoyan y si os apoyan, solamente será para poder quitaros de los bienes que adquiristeis, por los cuales sufristeis por adquirirlos y ahora sufrís, porque os los están quitando.
Ved la diferencia entre aquellas almas que Me buscan, que según vosotros pierden su tiempo porque Me buscan a Mí vuestro Dios. Y vosotros os creéis muy listos e inteligentes porque estáis atesorando bienes de la Tierra y no perdéis vuestro tiempo en buscarMe a Mí, vuestro Dios.
Tarde os dais cuenta de que estabais en el error. Tarde os digo, porque mientras aquellos que Me buscaron viven en paz y en armonía, viven envueltos de Amor, son Mis hijos predilectos de estos tiempos; vosotros en cambio, aún a pesar de estar rodeados de lujo, dinero, bienes materiales, no tenéis paz en vuestro corazón.
Existen temores grandes en vuestro interior. No tenéis vida real. Sufrís de todo. Sufrís, hasta pensando en quien os va a quitar vuestros bienes terrenales.
Por eso os digo nuevamente Mis pequeños, se os quitará todo para que os quedéis solamente con vuestra alma ante Mi Presencia. Os quiero llevar a vuestro interior. Os quiero llevar hacia donde es realmente la persona, vuestra alma es lo que vale en vosotros.
Habéis puesto demasiado valor en vuestro exterior, en vuestro cuerpo, en vuestras posesiones. Y vuestra alma ha sufrido vejaciones, no la habéis alimentado, no ha crecido porque la habéis hecho a un lado.
Por eso vosotros los que NO habéis entendido Mi Palabra a través de Mi Hijo, Mis Enseñanzas. NO habéis atendido a Mis llamados de Amor y de conversión. Se os quitará todo, para que recapacitéis con la ayuda de Mi Santo Espíritu.
Y así encontréis vuestro verdadero valor. Que lo teníais todo el tiempo en vuestro interior, el tesoro grandísimo que es vuestra alma y todos los dones que pueda poseer, cuando Me son pedidos.
Ahora sí atenderéis a Mi llamado, cuando empecéis a daros cuenta de qué es lo que os quería robar Satanás, al llevaros al error, a la maldad, a buscar solamente los bienes del mundo, las posesiones inútiles de la Tierra.
Cuando os deis cuenta de ello Mis pequeños, es cuando empezaréis a entender Mi Amor hacia vosotros. Cuánto os he cuidado, por cuanto tiempo he visto por vosotros y vosotros, ni os enterabais ni os importaba Mi Presencia real en vuestra vida.
Agradeced pues, Mis pequeños, que se os quitara aquello que os está causando un lastre en vuestra vida. Un lastre para que pudierais crecer, un lastre para que pudierais santificaros, un lastre para que pudierais llegar hasta Mí y llamarMe “Padre”.
Espero Mis pequeños, que entendáis todo esto. Que pidáis el discernimiento santo, para que entendáis por qué tendréis sufrimiento, por qué tendréis falta de todo lo material; pero tendréis en abundancia los Bienes espirituales.
Este será tiempo para que recuperéis vuestra dignidad de hijos de Dios. Éste será tiempo para que la familia nuevamente se una. Éste será tiempo para que llaméis nuevamente a vuestros hermanos del Cielo, de la Tierra, del Purgatorio; para que os unáis como verdadera Familia y os ayudéis los unos a los otros.
Cuando os llenéis nuevamente de los Bienes Celestiales, cuando les deis su verdadero valor. Cuando los busquéis como vuestro único alimento para crecer en la dignidad en la que fuisteis creados, entonces se os devolverá lo material.
Mientras tanto, os pido Yo vuestro Dios que vayáis sacando de vuestra vida todo aquello que os aleja de Mí, porque así el cambio que Yo enviaré a la Tierra, será menos doloroso.
Y sobre todo, porque al pedirMe el cambio en vuestra vida ya habréis entendido la finalidad de vuestra existencia como seres humanos y como hijos predilectos de éstos tiempos, que sois todos vosotros.
Y a vosotros, hijos Míos que habéis entendido desde un principio, que escuchasteis Mi llamado y lo seguisteis con facilidad, con amor. Que buscasteis siempre estar más cerca de Mí, que soportasteis el peso de las calumnias, blasfemias y mofas de vuestros hermanos…
Sois Mis Cristos, sois Mis hijos predilectos, sois vosotros los que iréis adelante, guiando el Rebaño y sobre quienes Me apoyaré para hacer grandes obras en toda la Tierra.
Poco se os dio y vosotros lo multiplicasteis. Ahora mucho se os dará, porque confío en vosotros. Mucho conoceréis de Mí y así como quisisteis saber más, ahora seréis consentidos de Mi Amor y de Mi Sabiduría Santa. Conoceréis grandes secretos del Amor, grandes milagros obraréis en Mi Santo Nombre…
Protegeréis a vuestros hermanos, porque Mi Poder se dará plenamente en vosotros. Porque se os probó en la confianza y vosotros salisteis bien librados. Sois Mis hijos predilectos, gozad Conmigo Mis pequeños, por todo lo que Yo haré en vosotros para vuestro propio Bien y para el de vuestros hermanos.
Yo Soy un Dios Justo y Bondadoso. Aquél que Me ha buscado recibirá más, porque puso empeño en buscarMe a Mí y todo lo que viene de Mí.
Aquél que no Me buscó y no le importé a lo largo de su vida, podrá recibir su salvación si así Me lo pide, pero NO son almas en las que pueda Yo confiar.
Vosotros los elegidos de Mi Corazón, pedidMe. PedidMe lo que queráis para el Bien de Mi Reino, para vuestro propio Bien espiritual, para el Bien de vuestros hermanos. Porque ya para estas alturas, Mi Corazón reina en vuestro interior.
Ciertamente, en muchos casos he tenido que quitar mucho de vuestro interior para purificarlo, pero así lo aceptasteis y os lo agradezco. Para otros fue más fácil el cambio, porque Me aceptasteis como niños y no tuve que sacar casi nada de vuestro interior que impidiera el desarrollo de Mi Gracia en vosotros mismos.
El caso es que os disteis, Me regalasteis vuestro ser, Me regalasteis vuestra voluntad. Luchasteis contra vosotros mismos por apartaros del mundo y de todo aquello que os pudiera apartar de Mí. Benditos seáis Mis pequeños, sois hijos de Mi Corazón y Mi Amor pleno está en vuestro interior.
Vosotros seréis llamados verdaderamente hijos Míos y Mis Bendiciones se derramarán abundantemente en vosotros. Yo estaré con vosotros en éstos momentos difíciles, pero salvíficos. Me ayudaréis grandemente para éste cambio que se tiene que dar y os lo agradezco.
Ciertamente habéis sido preparados, sin embargo todavía podríais claudicar por la intensidad de los acontecimientos. Pero no os preocupéis, Mis pequeños. Cuando estéis en lo álgido del Problema, de la Persecución o de lo que os toque vivir…
Siempre acudid a Mí. PedidMe lo que necesitéis y os lo daré, Mis pequeños. Venceréis en Mi Santo Nombre y ejemplo daréis a vuestros hermanos.
Recibid Mis Bendiciones, recibid Mi Amor, recibid Mi Presencia Divina en vuestro ser y gozadMe. GozadMe Mis pequeños y llevad vuestro gozo a vuestros hermanos. Yo os Bendigo en Mi Santísima Trinidad.
Os Bendigo, Mis pequeños. Os Bendigo y no temáis, que vuestro Dios está con vosotros. Gracias, Mis pequeños.
Yo os bendigo en Mí Santo Nombre Creador, el de Mí Hijo Salvador y en el de Mí Santo Espíritu Consolador.