33.- PERDONA NUESTRAS OFENSAS I
Cuando Marco Aurelio termina de escribir, llegó Mauro a revisar a revisar a su paciente. Y teniendo reunidos a todos los miembros de la casa, les anunció:
– Bien Marco Aurelio, por disposición de Pedro, ya no seré solamente tu médico, sino también tu maestro. David, -dice dirigiéndose al joven- si hay cristianos catecúmenos que quieran escuchar la enseñanza, ve a llamarlos. Y mientras revisaré a mi querido paciente.
David respondió feliz:
– Voy inmediatamente.
Mauro con gran delicadeza procedió a examinar a Marco Aurelio, que mira sonriente y extasiado a su esposa, que a su vez le sonríe con amor y dulzura.
Para sorpresa de Marco Aurelio, David regresa con una treintena de personas que se distribuyen en la habitación.
Y el tribuno escucha su primera lección particular, en la voz fuerte y sonora de Mauro:
“PERDONA NUESTRAS OFENSAS…”
Dios es Amor. Dios ama. Ama como padre a sus hijos. Como Jesús, Dios-Hombre a sus hermanos. Él, siendo Amor, no puede ser más que Justicia, porque solo quién NO AMA es injusto. Por lo tanto es siempre Justo, tanto en el castigar como en el premiar.
Dios tuvo Misericordia y compasión, desde antes de crear al Hombre, cuya culpa futura no era ignorada por su Creador. Y esto, el haber creado al hombre para darle el Cielo y hacerse una familia con la semejanza divina.
Y haberlo creado conociendo su destino, en el que por su propia voluntad sería un pecador, un rebelde, un prevaricador, un ladrón, homicida, violento, mentiroso, concupiscente, sacrílego, idólatra. Y sobre todo, haberlo creado sabiéndolo capaz de matar a su Verbo.
Que por el hombre tomaría un Cuerpo y por la Humanidad sería herido infinitas veces con sus pecados, desde su venida redentora hasta el fin de los siglos, da la medida exacta de la Infinita Misericordia y Compasión de Dios.
Él miraba en lo eterno a su Verbo. Y su Pensamiento Eterno pensaba en todas las cosas que para el Verbo habría creado y contemplando en lo Eterno la futura Creación, en la cual todo sería creado ‘Bueno’; vio a la Serpiente atacar, corromper, envenenar todas las cosas, llevándoles el Dolor.
Vio al hombre Decaído. Vio a Caín, asesino de Abel; figura del otro Caín (Israel) que asesinaría al nuevo Abel: su Verbo.
Aún el más santo de los hombres, delante de un conocimiento similar; habría, si no odiado; sentir al menos surgir indiferencia por el Ingrato, inútilmente beneficiado, destructor de los bienes recibidos.
Dios, no. Dios sabe todo. Pero su misericordia y compasión no murieron, ni languidecieron. Al contrario, oculto precisamente por este conocimiento eterno; desde la Eternidad fue decretado que, porque el Hombre y los hombres serían pecadores, homicidas de sí mismos en su parte eterna y de sus hermanos.
Para hacerlos de nuevo ‘vivos’, ‘hijos’, ‘coherederos’; era necesario sacrificar al Hijo.
Él sería el Hijo del Hombre. El Adán Fiel y Santísimo. El Abel y el Cordero Inmolado por los Caínes Deicidas. Y de la Primera Culpa (aquella del Edén) y de la Segunda Culpa (la del Templo) vendrá la Redención.
Y Dios será Compasivo y Misericordioso con todos aquellos que con su ‘buena voluntad’, querrán ser hijos de Dios, habiendo acogido con amor a Cristo. Y seguido y practicado los Mandamientos y las enseñanzas de la Palabra Divina.
¡Y EL PERDON FUE PRIMERO QUE EL PECADO!
Dios quería perdonar al hombre y la Promesa de la Redención le fue dada al hombre en el Edén…
El Amor Perfecto e Infinito creó el medio para absolver al Culpable, antes de crearlo. ¡El Perdón es la Venganza de Dios!
¿CÓMO SE APRENDE A PERDONAR?
Para practicar esta enseñanza es necesario comprender, cómo funciona el Perdón.
EL PERDON CONSTA DE SIETE PASOS, DIVIDIDOS EN DOS PARTES.
La primera parte la da el Hombre, NO puede darlos Dios. Porque entra en juego algo de lo que Dios quiso que el hombre fuera el soberano absoluto: la voluntad.
La voluntad es el propio ‘yo’. Es un gran amigo. Un gran tentador. Un gran enemigo y un gran juez.
Es amigo fiel en el hombre bueno. Es amigo hipócrita, en el que NO es bueno; porque después de servir de cómplice para las fechorías que incita, se convierte en juez inexorable y atormenta con reproches crueles. Es un gran enemigo en el hombre inclinado a la soberbia.
Pero la buena voluntad, el gran amigo que lleva al heroísmo espiritual, es lo que se necesita para llevar a cabo los cuatro primeros pasos, en la Primera Parte del Proceso del Perdón.
Como el perdón depende en gran parte del libre albedrío concedido al hombre, por eso al hombre le toca realizar más de la mitad del ejercicio que debe hacerse al perdonar. La palabra clave es: QUIERO.
1°- QUERER PERDONAR.
Independientemente de los sentimientos. Aquí lo que importa es nuestra voluntad.
No debemos mirar el agravio recibido, por grave que sea. Tampoco importa lo que sentimos. Eso es aparte.
Lo único que debemos tener en cuenta es el amor por nuestro Dios y el deseo de imitar a nuestro Salvador.
Debemos ‘forzar’ nuestro ‘yo indignado’ y como dueños de nuestra voluntad, uniéndola a la de Jesús que dijo: “Padre, hágase tu voluntad y no la mía…”, decir: ‘Quiero’. Quiero perdonar.
2°- QUERER RECONOCER NUESTROS SENTIMIENTOS COMO PECADOS.
La Ira. La Furia. El Orgullo lastimado. La Soberbia herida. El deseo de Venganza. El Rencor. El Odio. ¿Qué son?… PECADOS.
CON LOS CUALES ESTAMOS OFENDIENDO A DIOS.
No importa lo que otro nos haya hecho.
Importa lo que nosotros ESTAMOS haciendo. Y esos sentimientos hieren al Amor y ofenden gravemente al Señor. Cuando reconocemos esto, sabemos que es Satanás, el que quiere derrotarnos con el Pecado, para apartarnos de Dios.
3°- QUERER ARREPENTIRSE…
Y pedir humildemente Perdón a Dios.
Al arrepentirnos por el Dolor que hemos causado al Señor, le pedimos perdón.
Y cuando renunciamos a estos sentimientos-pecados, le entregamos nuestra alma herida y nuestro corazón desgarrado, para que Él los sane.
Y con la Reconciliación con Dios, desaparecen las cadenas con las que Satanás nos ha atrapado.
4°- QUERER ROMPER EL PAGARÉ DE NUESTRO DEUDOR.
Orando. Perdonando. Especificando la OFENSA recibida y el NOMBRE DEL OFENSOR.
Pidiendo las bendiciones de Dios, sobre nuestro ‘enemigo.’
Al declarar el perdón al ofensor por el agravio recibido, con esto cancelamos la deuda del culpable con nosotros.
Y oramos por él, para que la Gracia de Dios descienda sobre el que ha pecado contra nosotros. Así devolvemos Bien por mal, al invocar las bendiciones de Dios sobre él.
Y aquí se acaba nuestra intervención
Para los pasos que da el hombre es necesaria la humildad. La fe. El Arrepentimiento y MUCHO VALOR. La entrega es necesaria, porque se requiere Poder, para vencer al Rencor.
Querer doblegar el amor propio herido, es un esfuerzo titánico y MUY doloroso.
Solo cuando lo intentamos por primera vez, lo podemos comprender. Es como dar un salto al vacío. Al llegar a este punto (cuarto paso), solemos quedarnos sin voz.
Y las palabras más angustiosas, son las que debemos OBLIGARNOS a pronunciar.
Cuando logramos vencer la parálisis momentánea y recuperamos la voz, nuestra alma desgarrada brota con cada sílaba.
Para esto es necesario un tremendo esfuerzo de voluntad. Pero, ¡Vaya que vale la pena!
Para los pasos que da Dios, el hombre NO PUEDE intervenir, porque está fuera de su capacidad.
Lo único necesario es la Fe.
¡Y el Gozo que se experimenta es tan maravilloso!
¡Cómo el bienestar que invade todo nuestro ser, al ver como Dios siempre cumple sus promesas!
5°- DIOS ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN Y HACE LO QUE LE PEDIMOS.
Satanás ya NO puede acusar al culpable de habernos ofendido delante de Dios, porque nosotros ya le perdonamos. Y pierde su dominio sobre nosotros y sobre el instrumento que usó para dañarnos.
Tampoco puede acusarnos a nosotros, porque ya fuimos perdonados y NO tiene pecados con qué encadenarnos y torturarnos.
La Misericordia de Dios llega al ofensor para que se convierta y se salve. Y Dios recupera otra oveja perdida. Y a nosotros, con esa misma Misericordia nos llena de Gracia, con la cual regeneramos nuestra propia alma, para que alcance la perfección.
6°- DIOS TOMA NUESTRO CORAZÓN Y NUESTRA MENTE Y SANA LOS RECUERDOS DOLOROSOS.
¡Se olvidan las ofensas!
¡Es como si le hubieran sucedido a otra persona ajena a nosotros y el corazón hubiera sido anestesiado!
DEJAN DE DOLER.
El Amor de Dios es el bálsamo perfecto y santo. Nos fortalece y quita de las manos del ofensor, el arma con la que nos estaba destruyendo.
Al orar por nuestro ‘enemigo’ Dios NO puede resistir la Fuerza del Perdón, que es la Fuerza del Amor Perfecto. Porque éste es amor operante que destruye el Odio y abre las fuentes de la Gracia, haciendo que cada día crezcamos en amor, santidad y perfección, hasta ser verdaderos hijos suyos.
7°- DIOS TOMA TODO NUESTRO SER Y LO LLENA DE AMOR.
Jesús desde la cruz dijo: “Padre, perdónalos… porque NO saben lo que hacen…” Y Él amó a sus asesinos mostrándonos con el ejemplo: EL AMOR AL ENEMIGO.
Es un Don que Dios nos da, después de que ya hicimos nuestra parte.
Él nos hace sentir el amor y la compasión por el alma que yace encadenada por Satanás. Que es el verdadero culpable de nuestro dolor, ya que el hombre pecador es su instrumento para destruirnos.
Con este amor sublime se rompe el círculo que Satanás ha tratado de crear por medio de la Venganza y el Rencor. Dios ama a través de nosotros a esa alma desgraciada, que llena de odio nos aflige y trata de destruirnos.
Y a nosotros nos da la Fortaleza necesaria para soportar las injurias y convertirlas en amor y en alegría, pues la dicha que se siente es incomparable. Y para lograrlo, lo único que es necesario, ES LA DECISIÓN DE QUERER PERDONAR.
Sentir el Poder de Dios en el Perdón Total, es una de las experiencias más sublimes que el Espíritu Santo nos puede dar.
Alcanzar el amor a este grado de virtud, es lo que deifica al alma, porque se ha llegado a la semejanza perfecta con el Salvador.
Entonces es cuando somos y nos sentimos dioses. Hijos verdaderos del Dios Único y Trino, el Altísimo Señor del Universo.
EL PERDON ES EL AMOR PERFECTO.
Jesús es el Hijo del Amor. Y como Hombre vino a instaurar el Amor en la Tierra. El amor es Paciencia y Perdón.
Jesús como Maestro enseñó:
“El holocausto perfecto es amar como a nosotros mismos a los que nos persiguen y nos guardan rencor. Quién haga esto poseerá la Paz.
Está dicho: “los mansos poseerán la Tierra y gozarán de abundancia y de paz. En verdad os digo que el que sabe amar a sus enemigos, llega a la perfección y posee a Dios. A vosotros os ordeno que améis, que perdonéis. Si en el mundo existe el Odio, en vosotros solo debe existir el Amor.”
Un amor para todos.
¡Cuántos traidores encontraréis en vuestro camino! Pero no debéis odiarlos y devolverles mal por mal. De otra manera el Padre os odiará. Antes que vosotros Yo he sido objeto de Odio; se me ha traicionado y sin embargo, SIEMPRE HE PERDONADO.
Es importante el dominio de sí mismos y tolerar las ofensas, que es la manifestación más sublime de la Caridad. Esto solo lo pueden conseguir los que quieren que en su vida, no haya otra ley que la Ley del Amor, que Yo proclamé y practiqué en toda su realidad.
No podéis imaginar lo que significó para Mí, tener a la mesa al Traidor. Haberme dado a él en la Eucaristía. Humillarme ante él, al lavarle los pies. Tener que compartir con él, la Copa Ritual y poner mis labios en donde él había puesto los suyos.
Hay discusión sobre mi modo de haber muerto tan rápidamente. Es verdad que los golpes de la Flagelación enfermaron mi Corazón. Pero también es verdad que estaba enfermo y despedazado por el esfuerzo, de tener que soportar a mi lado al Traidor.
Ya desde la Cena empecé a morir físicamente.
Lo perdoné con mi silencio. Y lo amé al grado de que habría perdonado su Traición; si se hubiese arrepentido y venido a Mí, en lugar de suicidarse. Porque un espíritu vale tanto, que es digno de que se superen cualquier repugnancia y resentimiento.
El valor de un alma es tan grande, que aún a costa de morir por el esfuerzo, se debe perdonar para salvarla.
Y ese será siempre mi más grande dolor: NO HABER PODIDO SALVAR A JUDAS, PORQUE ÉL NO QUISO.
EL INFIERNO ESPERA A LOS QUE NO SABEN PERDONAR.
¿Se os calumnia? Amad y perdonad.
¿Se os golpea? Amad y perdonad. Presentad la otra mejilla a quién os abofetea.
¿Se os roba? Perdonad y regalad lo robado. Dad sin juzgar al culpable. Dios os recompensará y el inicuo pagará su pecado.
Ama a quién te odia. Ruega por quién te persigue. Justifica a quién te calumnia. Bendice a quién te maldice. Haz el bien a quien te hace daño. Sé pacífico con el furioso. Condescendiente con el que te desagrada.
No critiques. No juzgues. Tratad de amar y de haceros amar.
NO penséis en lo que pasó y rogad por los infelices que os han causado daño. PERDONADLOS.
Si perdonáis a los hombres en sus errores, también vuestro Padre de los Cielos os perdonará los pecados. Pero si tenéis rencor y NO perdonáis, tampoco vuestro Padre os perdonará. Si tú perdonas, Dios perdona. Es menester limpiar el corazón para obtener gracias. Debemos augurar al prójimo aunque sea malo, un mayor bien.
El Perdón es rocío en la sed ardiente del culpable. Es una humedad de lágrimas que es consuelo y lluvia de gracias celestiales; que trae consigo la limpieza y jugos vitales espirituales.
Dios perdona todo a quién lo ama con todo su ser. Y el Perdón de Jesús hace dignos de orar y de ser escuchados.
Perdonad al culpable, como Dios perdonó. Amadlo, porque con el dolor que os dio, os ha proporcionado un medio para merecer un premio mayor en el Cielo. Unid a lo que él os proporciona, el Perdón. Y vuestro premio será mucho mayor.
La mirada que se niega al pariente pobre o al amigo que ha caído en desgracia, es igual a un puñal que se ha clavado en medio del corazón. De igual modo la mirada de odio, la de desprecio, que se lanzan al enemigo o al mendigo.
Hay que perdonar y amar al enemigo, aunque la carne se rehúse a hacerlo. El perdón es amor del espíritu. No vengarse, es manifestación y mérito del espíritu. Haced a los demás, lo que queráis que se os hiciese. Y NO hagáis a otros, lo que no queráis para vosotros. ¡Amad! ¡Amad! ¡Amad!
Amad a amigos y a enemigos. Para que seáis semejantes a Mí. Amad por respeto a Mí, que Soy Creador de vuestros enemigos. Quiero que en vosotros exista la perfección del Amor.
Es inútil presentar ofrendas ante el altar, si antes no se han sacrificado en el interior del corazón, todos los rencores por amor a Dios y no se ha llevado a cabo el rito santísimo de saber perdonar.
Antes de presentar la ofrenda, haced la inmolación del amor propio y reconcíliate con tu hermano. Después trae tu ofrenda. Y solo entonces será santo tu sacrificio.
Vestid a los desnudos del espíritu, perdonando a quién os ofende. La ofensa es anti Caridad. La anti Caridad, despoja a Dios. Por eso el que ofende se desnuda y solo el perdón del ofendido lo vuelve a vestir. Porque lo trae hacia Mí y Yo estoy dispuesto a perdonar a quien ha sido perdonado.
Nadie hay que NO haya ofendido a Dios. Yo perdono al que perdona. Se os tratará como tratéis.
Perdonad por tanto, si queréis ser perdonados. Y os alegraréis en el Cielo, por la caridad que hayáis tenido.
EL INFIERNO ESPERA A LOS QUE NO SABEN PERDONAR.
Y pondré en las manos de quién fue generoso, una recompensa mucho mayor. No solo daré lo que disteis, sino mucho más. Cuando vosotros decís: ‘Padre pequé. Perdóname.’ Vosotros sentís cuán dulce es el Perdón.
Así como lo es también para Mí, el perdonar. Pensad en vuestra propia condición. Pensad en que vuestra intransigencia no se cambie en daño, al obligarMe a ser intransigente con vosotros. Sed misericordiosos para obtener misericordia.
Nadie puede considerarse sin pecado para que pueda ser inexorable con el pecador. Es preciso compadecer y perdonar. Porque si la vida del hombre es frágil, mucho más frágil es su bienestar.
No juzguéis el pecado de los culpables. Y NO os alegréis cuando lo estén expiando. PERDONAD PUES, PARA QUE SE OS PERDONE.
Es menester perdonar como Dios perdona. Por más dolor que os produzca, perdonad.
Perdonad siempre a quién os hace mal. Perdonad para ser perdonados; porque también habéis ofendido a Dios y a los hermanos.
El Perdón abre el Reino de los Cielos, tanto al perdonado como al que perdona. Como os comportéis, así seréis tratados.
PERDÓNANOS NUESTRAS OFENSAS, COMO NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN…
Hay deudas materiales, morales y espirituales. Es una deuda material el dinero o la cosa que se restituye, porque se la prestaron a uno. Es una deuda moral la honra ofendida y no reparada; Como el amor pedido y no recibido. Es una deuda espiritual la obediencia a Dios, a quién pedir lo que se quiera siempre es poco. Es obediencia espiritual el amarlo.
El egoísta quiere tener pero no dar. Este es el antípoda del Cielo. Tenemos deudas con todos. ¡Hay de quien no perdona! No será perdonado. Dios NO PUEDE en Justicia, perdonar la deuda que tiene el hombre con Él, Ser Santísimo, si el hombre no perdona a su semejante.
Yo Soy el Cristo Salvador. De Mí está dicho que Soy el que llevará la Justicia entre las naciones. Es verdad. Porque si los ciudadanos de todos los países, hicieran lo que enseño; los odios, las guerras, los atropellos, tendrían fin.
EL INFIERNO ESPERA A LOS QUE NO SABEN PERDONAR.
LA DOCTRINA DEL AMOR Y DEL PERDON.
Compendia el Mandamiento de ser perfectos como el Padre Celestial es Perfecto. Amando a Dios y al prójimo. Y ser justos con el prójimo es todavía más difícil, que ser amantes de Dios. Porque Dios es Bueno y es fácil amar a quién es bueno.
Dios es Consuelo y es fácil amar a quién conforta y consuela. Dios es sostén y es fácil amar a quién sostiene. Dios es Perdón y es fácil amar a quién perdona. Dios es amor y es muy fácil amar a quién ama.
Pero el prójimo; frecuentemente es malvado, injusto, pronto a afligir y a aumentar nuestro dolor con sus incomprensiones, obstinaciones, escarnios y durezas. Fácil a abandonarnos si nos ve agobiados e infelices; cuando no se hace cómplice de quién nos oprime, para tiranizarnos y afligirnos todavía más.
Duro para perdonar cuando se cree injustamente ofendido o perjudicado por nosotros, aunque seamos inocentes. Es durísimo para perdonar, cuando ha sido probada la culpa. Y por todo eso, amarlo es muy difícil.
Pero está dicho: “Amad a aquellos que os odian y seréis hijos del Altísimo.” ¿Por qué? Porque este es el Amor Perfecto. La más grande semejanza e imagen con Dios.
Así como cada hijo asume la vida que el Padre le trasmite con los genes. Y son incancelables en la sangre o en el aspecto. En el carácter, más que en el apellido, la herencia física paterna en el ser. Así se asumen los principales atributos de Dios, aquellos que son su Esencia al asumir la vida misma de Dios.
Viviendo por Él, en Él y para Él. Y convirtiéndonos en verdaderos hijos; no por igualdad de naturaleza y sustancia. Sino por sobre naturalización de la criatura, que así se diviniza por su participación relativa a las acciones de Dios Uno y Trino. Y por semejanza, haciendo lo que Él hace siempre: amando.
El perdón es dulce. Los que perdonan son la réplica más acabada de Dios, puesto que Él perdonó y sigue perdonando.
Así es como el hombre se hace espiritual y debemos imitar a Jesús, porque una de las armas favoritas de Satanás es inocular el Odio y fermentar el rencor. Porque así la carne es terreno propicio para cultivar los vicios satánicos.
El Odio es el antagonista del Amor y en donde está el Odio, está Satanás. El Odio está siempre cubierto por la soberbia y muchas veces se disfraza con la más refinada hipocresía.
Se anida en los corazones vengativos y el corazón que odia, no puede amar a Dios. Y Dios NO puede estar en un corazón que odia.
El perdón es dulce. Los que perdonan son la réplica más acabada de Dios, puesto que Él perdonó y sigue perdonando. Así es como el hombre se hace espiritual y debemos imitar a Jesús, porque una de las armas favoritas de Satanás es inocular el Odio y fermentar el rencor.
Porque así la carne es terreno propicio para cultivar los vicios satánicos.
El Odio es el antagonista del Amor y en donde está el Odio, está Satanás.
El Odio está siempre cubierto por la soberbia y muchas veces se disfraza con la más refinada hipocresía. Se anida en los corazones vengativos y el corazón que odia, no puede amar a Dios. Y Dios no puede estar en un corazón que odia.
Continuará…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
P199 UN NUEVO MUNDO
Amado Pueblo Mío:
Les mantengo en mi Corazón. Mi Pueblo es mirado constantemente por Mí.
No todo cuanto sucede es causa de lo que rodea al hombre, sino es la terquedad humana la que no permite que Mi Palabra penetre en la consciencia del hombre y de esa forma se mantenga en Mi Voluntad, centrándose en Mi Palabra, para que Mi Paz sea vivida en cada uno de Mis hijos en cuerpo, alma y espíritu.
Amado Pueblo Mío, el cuerpo camina por una senda diferente a la senda del alma y del espíritu. Esto no es la Verdad del vivir en Mi Voluntad; quien se mantiene viviendo de esa forma no llegará a alcanzar la plenitud para fusionarse a Mí.
Mi Paz vivida a profundidad en la criatura humana, es el sustento que le mantiene con la vitalidad necesaria para que el cuerpo, alma y espíritu sean llenos por el gran alimento que genera Mi Amor. Y así mueva y unifique todo dentro y fuera del hombre.
La mala relación entre el cuerpo, alma y espíritu, ha causado que la Humanidad viva en el Caos que le lleva hacia la autodestrucción. Y debido a la indiferencia con la que el hombre mira Mi Amor y toma Mis Llamados para que viva correcta y dignamente y mantenga la paz en su vida…, debido a ello es que se refleja por doquier el Caos espiritual en que vive la Humanidad actual.
Mis hijos se engañan a sí mismos, unos debido a que se entregan al Demonio. Otros porque dicen vivir en una constante búsqueda para encontrarse Conmigo, pero esto no es verdad, es un engaño más para suplir el control que el ego humano ejerce sobre cada uno.
Quien me ama depone su ego humano para que la Savia Divina llegue a mantener en Unidad todo su organismo y cada instante sea el agradecimiento más profundo que la criatura humana eleve hacia Nuestra Trinidad.
Cada uno de Mis hijos tiene que aprender a ser noble y humilde para que logre transformar el medio personal en el que vive.
No han comprendido a pesar de Mis insistentes Llamados, que si no mueren a los caprichos personales, ustedes hijos, continuarán siendo los actores del desarrollo del drama de su vida hasta que logren unirse a Mí por un solo instante y comprendan que “YO SOY EL QUE SOY” (Ex. 3,14) y se fusionen a Mí para siempre.
NO CREEN EN MI PALABRA, la que anticipa, anuncia, denuncia y sobre todo: AMA…
Olvidan que el orgullo es castigado por cada uno. A través del camino se encuentran con el resultado del orgullo del pasado. Algunos de Mis hijos padecen gran hambre espiritual, pero NO gustan de alimentarse con el Alimento que Yo les hago llegar para que crezcan y apetezcan más de lo espiritual, que de lo del ‘ego’ humano.
Quien no se encuentre dispuesto y convencido para permitirse vivir en Mi Voluntad, en algún instante desertará.
Mi Voluntad es todo cuanto el hombre necesita para encontrar la Paz.
Amado Pueblo Mío, para buscarMe, en primer lugar tienen que buscar la humildad. Sin humildad, cada reacción que reciban de sus hermanos es una descarga de alto voltaje que NO pueden resistir sus hermanos, proveniente de la acción con la que han actuado ustedes y la explosión causa graves heridas a nivel personal y de sus hermanos.
NO todos mis hijos son elegidos para ser mis mensajeros, NI todos mis mensajeros son Profetas, pero a todos mis hijos AMO con amor Eterno.
Es necesaria la humildad para que se permitan vivir Mi Amor de manera personal y comunitaria. En este Instante, ese impedimento para respetar y amar Mis elecciones, lleva al hombre a ser tomado por la Envidia y transformarse en un VERDUGO, NO sólo de Mis Instrumentos, sino de Mi Voluntad.
Pueblo Mío, te hablo porque no permitiré que vivas con las manos vacías, desconociendo los manantiales de Agua Pura, ignorando el Tesoro que cada uno posee para vivir la Vida Eterna.
Siendo ignorante de cuanto YO le he brindado al hombre para que sea repetidor, no solo de Mi Amor, sino Instrumento de Paz para la humanidad en general.
Pueblo Mío, tienen que comprender utilizando la Inteligencia, que NO deben distraerse de ustedes mismos. En el Instante en que se digan a sí mismos que conocen, en ese instante es cuando desconocen más lo que creen conocer. Ese es el orgullo del ego humano, el que NO logran vencer.
Amados, se conocen a sí mismos con un cuerpo que posee facultades, sin descubrir el alma. Sin desear alcanzar el espíritu, se limitan a sí mismos viviendo de la mente, el pensamiento y el corazón siendo así muy humanos y poco espirituales.
Se han arraigado totalmente a lo mundano impidiendo que Mi Luz Divina les inunde con la Sabiduría de Mi Espíritu Santo, deteniendo así el verdadero Conocimiento que no lo puede vivir el hombre a plenitud, si éste no se unifica con el espíritu para que lo mundano NO lo contamine.
Mi Espíritu da al hombre, lo que el hombre libremente se dispone a recibir.
Pueblo Mío, el cuerpo, alma y espíritu tienen que ser uno. La concordancia entre ellos sublima a la criatura humana y le transforma para que cumpla su verdadera misión en la Tierra: SER MI HIJO A PLENITUD.
Pueblo Mío, dos fuerzas se han enfrentado durante la historia de la Humanidad: El Bien y el Mal.
En este Instante decisivo, es deber de cada uno de mis hijos reconocer la urgencia de ser Instrumento de Mi Paz.
Todos deberían conocerMe para que Me aMen. Precisamente el desconocimiento del Infinito Amor de Mi Padre por la Redención del hombre, ha llevado a que la Humanidad a lo largo y ancho de la historia, tergiverse la Verdad y el propósito de Mi Entrega.
El hombre posee un espíritu inquieto al que no se le ha dado el Alimento de la Verdad. Ante esto el espíritu del hombre ha divagado por diferentes corrientes muy equivocadas, en búsqueda de una mayor espiritualidad, de vivir más acorde a Mi Voluntad, ante la lastimosa instrucción que Mis hijos han recibido…
Y así vivan más del espíritu y menos de la carne. El hombre ha sido limitado y el Mal tomó esa ansia humana para deformarlo, llevándolo a buscar caminos equivocados por donde el Mal ha penetrado y ha logrado crecer hasta el punto en que se encuentra esta generación: DespreciándoMe y pretendiendo arrojarMe de la Tierra, para entregarla al dominio de Satanás.
Amados, cada uno de ustedes posee fuerza espiritual y esta me atrae como un imán, cuando me buscan correctamente.
No Me pueden conocer únicamente por el Intelecto…
No Me pueden conocer únicamente por el Deseo…
No Me pueden conocer únicamente por la Mente o por el pensamiento, NI por la Razón…
Tienen que saber que cada uno de Mis hijos, tiene que mantener unidad en sí mismo para que esa unidad Me atraiga… Y el Magnetismo de ese imán es: Amor, Obediencia, Humildad, Esperanza, Caridad y Fe…
TODO UNIDO es la Fuerza que me atrae.
Amado Pueblo Mío, el Mal se ha unificado. Mis hijos se destruyen a sí mismos ante la necedad de creer ser poseedores de Mi Verdad.
Me Interpretan cada uno a su antojo, NO ME AMAN en espíritu y verdad. Dicen conocerMe cuando Me obedecen en lo mínimo y con el mínimo esfuerzo, siempre y cuando NO afecten sus intereses.
YO NO CASTIGO A LA HUMANIDAD. La Humanidad soberbia se encuentra castigándose a sí misma, aplicando el resultado del mal uso del libre albedrío.
Entregados ante el Mal que les domina, cada uno se transforma a sí mismo en un rebelde hacia La Ley, creando su propia ley que lleva a la destrucción espiritual y física.
La Tierra ha acunado al hombre y el hombre se encuentra en el Instante preciso en que las Profecías, olvidadas e ignoradas, se dan a Cumplimiento.
En este Instante les ofrezco el Arca de Salvación: Mi Madre.
Ampárense en Ella y de su Mano encuentren el verdadero camino, el único camino de salvación y Vida Eterna.
Pueblo Mío, oren por Estados Unidos, la Confusión reina y con ella la Ira del hombre se manifestará en esa nación. La Fuerza del Mal ha tomado la mente de Mis hijos y éstos han reducido la Ley Divina, para que el libre albedrío sea guiado por Satanás. Los eventos naturales paralizarán esta Nación.
Oren hijos Míos, oren, Perú será estremecido padeciendo, el agua penetra en él.
Oren hijos Míos, oren, Chile se estremece. Los Altos Montes muestran su fuerza.
Oren hijos Míos, oren por Italia, de hija ha pasado a negarme. Será estremecida, su territorio se dividirá.
Oren hijos Míos, oren, Mi Iglesia se estremece, Mis fieles serán más fieles y los perseguidores más enemigos de Mi Iglesia.
Amado Pueblo Mío, NO continúen viviendo sin mirar la Bóveda del Cielo, gran conmoción vivirá la Humanidad.
La Guerra es paulatinamente vivida por la Humanidad. En una constante amenaza que llegará a ser la más cruenta lucha de la historia del hombre.
Mi Pueblo padecerá y para ello debe prepararse en la Fe, mediante una constante praxis.
YO enviaré a mi Ángel de Paz a ustedes, para que acompañe a Mi Pueblo; poseyendo Mi mismo Amor dará Esperanza y Fe a los míos.
No olviden que Mi Ángel de Paz se alimenta de amor y donde el Amor sea negado, las puertas son cerradas a Mi Misericordia. La Humanidad debe hacerse merecedora de Mi Ángel de Paz.
Les amo, Mis amados, les amo con Amor Eterno.
“He aquí, en las Palmas de Mis Manos te he grabado, tus muros están constantemente delante de Mí.” (Is 49,16)
Les bendigo.
Su Jesús.
Comentario del Instrumento
Hermanos (as):
Dios no se olvida de nosotros, sus hijos. Conoce nuestras limitaciones y con ellas nos ama, conoce hasta lo íntimo de nuestros pensamientos, pero no todos los pensamientos los consiente si en ellos no se mantiene en primer lugar la Ley Divina. Cuando miro las Manos de Cristo y en Sus Palmas miro esas Llagas, me lleva a estremecer el grande e infinito amor que emana de esa entrega, por la que aun en este instante de gran perdición, Cristo continúa explicitándonos Su Palabra.
Cuando Cristo me dicta este Llamado a vivir más del espíritu que de lo mundano, me ha llevado a mirar en el lugar donde están Sus Llagas, una multitud de nombres… Sé que cada uno sabrá discernir de inmediato qué significa esta Visión. Él nos lleva escritos con nombre y apellidos en la Palma de Sus Manos, y esto hermanos, nos tiene que inundar de Amor Divino.
Los embates no se detienen, pero cada uno de ellos nos acerca más a Cristo, nos lleva a compartir con Él, aunque de forma ínfima, Su Dolor. Esto nos da la firmeza para no dejar de lado a Cristo. Todos nos pueden abandonar, pero Cristo es el Eterno Presente, el Eterno Amor que nunca nos abandona. Y el único al que le desprecian, le ignoran, y, sin embargo, siempre está Presente, pues su amor no tiene fin, siempre se mantendrá a nuestro lado.
Hermano, nada de lo que ocurra en el Mundo, logrará separar a Dios de tu lado, Nada…
Existe algo, sí hermano, solo algo que logrará alejar a Dios de tu lado: tú mismo. Amén.
http://www.revelacionesmarianas.com/
Octubre 23 de 2016
Todos vosotros fuisteis creados por Mi Amor y vuestra alma se alimenta de Mi Amor
Hijitos Míos, Mi Padre Me pidió bajar a la Tierra para serviros. Pero bajé Sencillo, Humilde, Pobre, para que os dierais cuenta que todo aquello a donde os ha llevado Satanás, que son los bienes, superfluos y exagerados de la Tierra, tanto los materiales, como los que vosotros creáis en vosotros, os llenan de soberbia. Esos os apartan de Mí, de Nuestra Santísima Trinidad.
Os enseñé a vivir en la sencillez, a convivir con los pequeños, a buscar la humildad, a buscar los bienes del Cielo. Los bienes del Cielo Mis pequeños, están en aquellas almas sencillas, humildes, pero necesitadas específicamente de Mí, de Mi Amor.
Todos vosotros fuisteis creados por Mi Amor y vuestra alma se alimenta de Mi Amor. Todos vosotros necesitáis crecer en el Amor y por eso Me presenté así: Sencillo, Humilde y les mostré lo que vosotros necesitáis para crecer. Os mostré las bondades que vosotros debéis tener unos con los otros, ayudándoos mutuamente, tanto en lo material, como en lo espiritual.
Vosotros vinisteis a la Tierra, principalmente, a transmitir Amor y a salvar almas, viviendo precisamente, en ese Amor, al ver las necesidades de vuestros hermanos.
Vosotros necesitáis de lo material ciertamente, porque vuestro cuerpo necesita vivir y necesita llevar a vuestra alma a todos lados. Vuestro cuerpo es un vehículo, un vehículo que lleva una riqueza interna, inmensa, que es vuestra alma.
Vuestra alma, tiene que misionar aquí en la Tierra, llevar Mi Amor a vuestros hermanos y salvar tantas almas como pueda durante vuestra vida sobre la Tierra.
Cuando vosotros cuidáis vuestro cuerpo, estáis alargando vuestro tiempo sobre la Tierra para servirMe y para servir a vuestros hermanos. Debéis cuidar vuestro cuerpo, pero no confundir con que tenéis que hacer que vuestro cuerpo sea hermoso, sea agradable a los ojos de vuestros hermanos…
Porque entonces, os llenaréis de soberbia y perderéis la función real de vuestro cuerpo, que es sólo vehículo para llevar lo más grande y lo más bello que tenéis en vosotros, que es vuestra alma: y en vuestra alma Habito Yo, vuestro Dios.
Debéis hacer también bella vuestra alma y, ¿Esto cómo lo lográis? AmándoMe primeramente a Mí vuestro Dios y segundo, transmitiéndoMe a vuestros hermanos. Esa es la vida de los santos, vosotros lo sabéis, tenéis un gran ejemplo entre vosotros.
Conocéis la vida de los santos, vivís la vida de los santos y esto es, llenándoos de Mi Amor y al transmitirlo, la persona que recibe Mi Amor a través de vosotros, os lo agradece. Vive todo el Cielo con vosotros, porque todo el Cielo vive en Mi Amor.
Esa es vuestra función, Mis pequeños. Manteneros sencillos, humildes necesitados de Mi Amor y para eso, vuestra alma necesita buscarMe, ésa es la vida de los santos y vosotros estáis llamados a la santidad.
TODOS vosotros, porque no entra ninguna alma al Cielo, si no es santa y esto quiere decir, purificada de toda la Maldad a donde os ha llevado Satanás.
Vosotros debéis ser santos. Y por eso vine Yo a la Tierra, para enseñaros cómo se debe vivir en la santidad y es: aceptando la Voluntad de Nuestro Padre Dios.
Mis pequeños venid a Mí, Yo Soy vuestro Maestro. Soy el Hijo de Dios Vivo. Venid Mis pequeños, que os puedo llevar a la santidad, para que entréis al Reino de los Cielos.
Hijitos Míos, hay almas fértiles y hay almas estériles, las almas fértiles son las que están Conmigo, son aquellas que dan mucho por la salvación de las almas, son almas que están Conmigo y que saben lo que Yo quiero.
Mis pequeños, Yo vine a la Tierra por Mandato del Padre, vine a serviros. Yo, Todo un Dios Hecho Hombre, vine a servir a la humanidad sufriente, a la humanidad necesitada de Nuestro Amor. Conviví entre los hombres, vi a las almas fértiles y a las almas estériles. Os quiero explicar esto, Mis pequeños:
El alma fértil produce amor, está llena de amor, produce vida espiritual. Son almas amadas de Mi Corazón, porque Yo Soy un Alma Fértil, porque Yo Soy vuestro Dios, Yo Soy Amor, Yo os doy Mi Amor para que vosotros lo transmitáis a vuestros hermanos.
En cambio, hay almas estériles, que NO producen amor. Son almas secas, almas que no quieren vivir de acuerdo a como Yo os he pedido que viváis. Estas almas, son como ésa higuera, que cuando pasaba Yo y vi que no tenía higos, la maldije para que se secara, que muriera, no estaba dando fruto.
Las almas estériles pasan por el Mundo y prácticamente no sirven para nada. Estas almas terminan generalmente condenadas, porque NO hacen nada ni por su propio bien NI por el bien de todas las demás almas.
Las almas fértiles como os dije, son las queridas de Mi Corazón, son las que tienen un lugar muy especial en Mi Corazón y lo tendrán después en el Reino de los Cielos.
Tratad de vivir Mis pequeños, según como Yo os enseñé. Un alma fértil, produce mucha alegría en el Cielo y al final de su existencia en la Tierra, cuando llegan al Cielo son alabadas y bendecidas. Y hay mucha alegría en el Cielo por estas almas que dejaron Mi Bien y Mi Amor en todas las demás.
Un alma fértil deja huella, como Yo también la dejé. Sed pues, Mis pequeños, almas fértiles y con ello aseguraréis vuestra entrada y permanencia en el Reino de los Cielos.
Os he dicho que vuestra Oración es buena, pero es mejor cuando la unís a Mis Oraciones. Yo, cuando estuve en la Tierra, le enseñé a orar a Mis discípulos, no solamente el Padre Nuestro.
La Oración, es el platicar Conmigo y ellos lo hacían y es algo que os pido a cada uno de vosotros: platicar, tomarMe en cuenta en todas vuestras acciones, llevarMe siempre en vuestro corazón.
NO platicarMe solamente cosas malas o innecesarias para vosotros. CompartidMe también lo bueno que hacéis; dadMe también las alegrías que vosotros recibís; llevadMe todo el tiempo en vuestro corazón, para que Mi Vida también, sea la vuestra.
Yo habito en vuestro ser, pero os olvidáis rápidamente que Yo estoy ahí, con vosotros. Soy vuestro Huésped, pero NO Me hacéis caso.
¿Qué sentiríais vosotros, si os invitaran a casa de un amigo vuestro o de una amiga de vosotras, pero NO os hicieran caso? ¿Que nada más a la hora de reunirse a desayunar o a comer, platicaran por un momento, pero después se levantaran de la mesa y el resto del día, ni siquiera platicaran con vosotros?
Os sentiríais mal, o ¿NO?, Diríais: “¿Para qué me invitaron si no me hacen caso? Mejor me regreso a mi casa, a estar con los Míos”.
Y así estoy Yo, en vuestro corazón. Vosotros Me habéis invitado, estáis bautizados, confirmados, hicisteis la Primera Comunión, algunos ya hasta os casasteis. En todos ésos momentos, vosotros Me invitasteis a estar en vuestro corazón.
A veces oráis un momentito en la mañana. Pero el resto del día, Soy ése Invitado al que NO Le hacéis caso y Sufro porque estoy Solo. Estoy Solo en vuestro corazón y es como si vosotros estuvierais en casa de esa amistad que os invitó.
Una casa grande, pero estáis solos. La casa estará muy bonita, pero nadie os platica nada y os sentís solos.
Así estoy Yo vuestro Dios, en muchísimos corazones, SOLO. NO Me invitan para nada, NO Me preguntan qué hacer, NO Me convidan de sus acciones, SOY EL DIOS OLVIDADO. Soy el Dios que está en los corazones Solo.
DadMe pues alegría, Mis pequeños, compartideMe de lo vuestro. Si Yo, os alegro con tantas cosas que os doy y tenéis Mis cuidados en todo momento, dadMe la alegría de convidarMe de vuestro tiempo, quiero que también sea Mi tiempo.
Al estar Yo vuestro Salvador en la Tierra, conocí perfectamente al hombre, vi cómo Satanás os tenía encadenados en el Pecado, en la Maldad.
Fui reuniendo a Mis seguidores y los fui preparando para que pudieran Evangelizar. Ciertamente, la mayoría de ellos eran hombres incultos, pero por Mi Amor, por Mi Sabiduría, por Mi Gracia Divina, los fui transformando y llegaron a ser ese pequeño grupo, los Evangelizadores del Mundo entero. Doce discípulos, pero llenos de la Gracia de Dios.
Eso es lo que quiero hacer con vosotros, Mis pequeños: un Nuevo Mundo, lleno de hombres, mujeres, niños llenos de la Gracia de Dios, con dones, capacidades Divinas, cercanos a lo que tenían vuestros Primeros Padres, para poder proseguir la Obra de la Creación.
Se le dará una nueva oportunidad a la Humanidad de proseguir lo que se le pidió a vuestros Primeros Padres. Todo será purificado, el hombre empezará con una nueva mentalidad, gracias a la acción del Espíritu Santo sobre ellos. Recordarán y agradecerán, grandemente, Mi Sacrificio por cada uno de vosotros, en la Redención.
Va a ser un tiempo muy bello para los hombres, porque su espiritualidad crecerá grandemente y apreciarán todo lo que se ha hecho por vosotros.
Cómo se os ha cuidado gracias a cada momento de Mi Vida, de Mi Donación, de la Redención para abriros nuevamente las Puertas del Cielo. Mucho de lo cual, vosotros habéis desperdiciado y NO habéis agradecido como debierais. Será una generación enamorada de Mi Amor.
Los escogidos viviréis, realmente, el Cielo en la Tierra. El primer tiempo, los primeros años, los viviréis inmensamente felices, porque recordaréis la Purificación y cuál fue la causa de esta Purificación, que en breve tendréis.
El hombre debiera entender que vivir en el Amor es lo más seguro para vosotros y para los vuestros. Al respetar Nuestras Leyes, Nuestro Amor, no tenéis problemas.
Satanás, ciertamente estará encadenado en estos primeros tiempos. El hombre se comportará como es debido por los dones recibidos, pero habrá todavía temor, al recordar el pasado de su Purificación.
El mal surgirá después, por vuestra soberbia. Pero, centrémonos en estos primeros tiempos que la humanidad gozará en este paso, después de la purificación.
Os quiero recalcar, el comportamiento que tendréis, los que pasaréis la prueba de la purificación, es como debisteis haber vivido siempre, totalmente sueltos a la Voluntad Divina de Nuestra Santísima Trinidad.
Lo único que se os pide es Obediencia, es estar íntimamente unidos a Nosotros en la Oración. Y Oración, NO es rezo, Mis pequeños. Oración, es Unión y en esa unión, vosotros sois aconsejados a hacer lo mejor posible en vuestra vida, a manteneros en la santidad, en la cual fuisteis creados.
¿Por qué hacéis las cosas tan difíciles, Mis pequeños? ¡Ser guiados por vuestro Dios! ¿Qué más puede pedir un alma? ¡Ser guiados por la Perfección!, Todo sale bellísimo, todo se da bellísimo, todo a vuestro alrededor es paz, alegría, amor.
Compartís vuestros dones y recibís los dones de vuestros hermanos. Se podría decir que viviríais el mundo perfecto que cada uno de vosotros habéis deseado e imaginado alguna vez.
Eso es lo que viviréis al principio, después de esta Gran Purificación, momentos bellísimos. Los que quedaréis empezaréis este Nuevo Tiempo.
Gozad, ya, dentro de vuestro corazón, esa Gracia Divina de haber sido escogidos para empezar un nuevo Mundo. Son regalos especiales, regalos altísimos que se les conceden a las almas que han sabido trabajar por el Amor.
Grandes Bendiciones caerán sobre vosotros, los que iniciaréis este Nuevo Mundo. Entregaos plenamente, a la Voluntad de Nuestra Santísima Trinidad y así gozaréis, perfectamente, de Nuestros regalos Divinos.
Gracias Mis pequeños, gracias y manteneos en Nuestra Familia, Familia que ve por sus hermanos en una forma desinteresada, honesta y amorosa.
Os vuelvo a repetir esto nuevamente, esto que en múltiples profecías se os dieron desde antiguo y que ya os alcanzaron, sí, ¡Ya estáis viviendo ahora ésas profecías! Id a los Libros Sagrados, leed y ACTUAD lo ahí revelado y no temáis, DIOS ESTA CON VOSOTROS.
Confiad en vuestro Dios, confiad en Mí, que Yo vencí al Pecado, a la Muerte y al Maligno. Uníos a Mí y la Prueba será fácil de pasar, Yo os iré indicando qué hacer, si en Mí confiáis.
Hijitos y hermanos Míos, aprended y tratad de ser UNO Conmigo, como Nosotros somos UNO en Nuestra Santísima Trinidad. Y al permitirNos vivir plenamente en vosotros, eduqueMos, prediqueMos, deMos buen ejemplo, vivaMos por la salvación de vuestros hermanos y muraMos por su salvación eterna. Y así a vuestro regreso, sigaMos unidos eternamente en un solo Amor.
Mi Madre os protege, os guarda y os llena de Su Amor y de Sus Bendiciones.
Yo os Bendigo en el Santo Nombre de Mi Padre, en Mi Santo Nombre y en el Santo Nombre de Mi Espíritu y que aquellos que se acojan a la protección de Mi Madre Santísima, queden bajo Su Amparo Eterno
32.- UNA BODA INESPERADA
Marco Aurelio escuchó al anciano Pontífice, hablar de Jesús y de su Doctrina.
Y lo que escuchó lo cautivó y lo dejó reflexionando… Y aumentó su atracción por Aquel Dios Desconocido que empieza a descubrir…
A partir de aquel día, Alexandra se acercó con menos frecuencia al lecho del enfermo. Y no volvió a hacerlo sola. Pero observaba que él la seguía con la mirada suplicante y vivía pendiente de cada gesto y palabra suya, cual si fuera un favor inestimable.
Vio que sufría y no osaba quejarse por temor de alejarla de su lado. Que para él, solo ella era la felicidad y la salud.
Y ella se siente atraída con los encantos secretos que el amor inspira y que Marco Aurelio ejerce cada vez con más fuerza sobre ella.
Y conforme pasan los días y se acerca a su lecho, ve irradiar en el rostro de él la misma alegría y el gozo que a ella la invaden.
Un día notó en sus ojos, huellas de que había llorado y sintió el deseo de enjugar sus lágrimas con sus besos.
Él se ha vuelto tan sufrido, como si hubiera hecho voto de paciencia. También ve sus esfuerzos para no hacer nada que a ella le desagrade y por esto ella se siente grandemente amada.
Y el sentirse objeto de tanta adoración, la hace sentirse a la vez dichosa y culpable.
El joven patricio le había escrito una carta a Petronio y la contestación fue ésta:
Tito Petronio a Marco Aurelio Petronio.
Salve.
Por favor carísimo. Puesto que te encuentras herido y según dices te están pasando cosas estupendas. (Aunque no especificas cuales) Tu laconismo no necesita explicación. Ya me contarás cuando regrese y nos veamos otra vez.
No podía creerlo cuando leí que ese gigante parto había matado a Atlante con tanta facilidad. Ese hombre vale lo que pesa en oro y solo de él depende el llegar a ser un favorito del César. Pregúntale si es una excepción o si existen más hombres como él, en su país. Sería grandioso contar con él en los juegos públicos.
Agradece a todos los dioses, el que hayas salido vivo de tales manos. Te has salvado ciertamente porque eres patricio e hijo de un cónsul. No das muchos detalles de tu convivencia con los cristianos y del tratamiento que te han dado. A pesar de lo que dices percibo tu estado de inquietud y melancolía y sé que todo es por Alexandra.
Lo interpreto por el laconismo de tu carta. Explícate, porque hay en ella tantos enigmas; que siendo totalmente sincero, tengo que confesarte que no entiendo a los cristianos, ni a Alexandra. Y tampoco te entiendo a ti.
Y no te sorprenda que me intereses tanto. Es que yo intervine en este asunto tuyo, me siento responsable de tu situación y por eso lo considero asunto mío.
Pasando a otro asunto, quiero hacerte partícipe de mi alegría…
Haloto me ofreció por Aurora siete caballos ganadores. ¡Y los rechacé!… ¿Puedes creerlo? Gracias también a ti, porque te negaste a tomarla.
Porque ahora yo estoy saboreando las delicias del verdadero amor y me siento muy feliz.
Contéstame pronto, pues no sé cuándo vuelva a verte. En la cabeza de Barba de Bronce, los proyectos cambian como los vientos de otoño.
En la actualidad, mientras continuamos en Benevento, desea irse directamente hasta Grecia, sin volver antes a Roma. Tigelino le aconseja que haga una visita a la ciudad, aunque sea por poco tiempo, ya que el pueblo anhelante por su persona, (léase pan y juegos) puede sublevarse si Nerón prolonga su ausencia.
Así que no puedo decirte con certeza, que es lo que va a suceder.
Considera sin embargo si no sería preferible para ti, en lugar de permanecer en Roma, una temporada de reposo en tus propiedades de Sicilia. Lo único que te deseo es que recuperes pronto tu salud porque ¡Por Zeus! Ya no sé ni siquiera que es lo que debo desear en obsequio tuyo. Adiós.
Cuando Marco Aurelio recibió esta carta, pensó en no contestarla. Pero luego decidió posponer la contestación, solo un tiempo más.
Ha cambiado mucho. En sus conversaciones con Mauro, Isabel y Lautaro, hay menos orgullo. Está haciendo su efecto lo que escucha en las reuniones que hay dos veces a la semana y que llegan hasta su ventana.
También se aficionó a Bernabé, con quién suele conversar horas enteras, porque en sus conversaciones puede mezclar el nombre de Alexandra y atesora con ansia todas las anécdotas del gigantesco parto.
La vida en la casita es una rutina familiar. La hermana de Alexandra, Margarita es la confidente de la joven y la ha seguido a su ‘destierro’ particular.
Margarita también es gentil con el herido, pero se porta muy reservada y distante y Marco Aurelio lo atribuye a que está sufriendo las consecuencias de su arrebato por Alexandra.
Él no sabe que la joven es una virgen consagrada de la Iglesia Cristiana y por eso su reserva es tan extrema.
Pero un día que lo atendió en lugar de Alexandra, pudo observar con detenimiento su extraordinaria belleza y comprendió lo que Bernabé le platicara el día anterior: las dos heredaron la hermosura de su madre.
Por lo que le parece completamente incomprensible, es que siendo mayor que Alexandra, no haya conquistado el amor de un hombre y no esté casada todavía, pues si él no hubiera conocido primero a la joven que le robó el corazón, seguramente se hubiera enamorado de esta joven tan bella como misteriosa…
Por las tardes, cuando terminan las labores domésticas suelen sentarse juntas a hilar, tejer o escuchar música, mientras otra persona lee partes del Evangelio y toda la familia las reflexiona en oración comunitaria.
Santiago, el hermanito menor de David, juega mucho con un vecinito romano que se llama Fabio y junto con otros chiquillos forman la algarabía del patio.
Marco Aurelio disfruta mucho la armonía y la convivencia con casi todos los miembros de la casa. Sin embargo, a David no lo soporta y disimula la aversión que el joven le inspira.
Y la razón es que está terriblemente celoso por el amor con que Alexandra le trata.
En una ocasión David, estuvo cortando duraznos de uno de los árboles del huerto y también cortó un hermoso racimo de uvas de la vid que da sombra en una de las terrazas y envió a Fabio con el delicioso obsequio para que las entregara a Alexandra.
Y al oír que ella le daba las gracias, se puso pálido.
Y entonces Marco Aurelio habló como todo un descendiente de los Quirites, (nobles romanos) para quién todo extranjero es poco menos que un gusano.
Y en cuanto David se retiró, exclamó enojado:
– ¡Alexandra! ¡Cómo puedes permitir que ese muchacho te haga obsequios! ¿Ignoras acaso que los griegos llaman a la gente de su nación, perros judíos?
Ella lo miró asombrada por semejante estallido y contestó:
– Yo no sé cómo los llaman los griegos. Sólo sé que es cristiano y por lo tanto, hermano mío.
Marco Aurelio se quedó mudo, luego se dominó y le suplicó anhelante:
– Perdóname Alexandra. Para mí tú eres una reina y… yo no… -y volvió el rostro, para que ella no lo viese llorar.
Cuando regresó David, le trató con amabilidad. Y a partir de ese momento se convirtió en su amigo.
Alexandra comprende el considerable esfuerzo que le cuestan estas victorias sobre sí mismo. Y por eso, ella le ama siempre más.
Mientras tanto Marco Aurelio reflexiona y se maravilla en el poder sobrenatural de esa Religión que tiene la virtud de cambiar radicalmente a los hombres. Comprende que hay algo extraordinario en ella, algo que no había sido conocido antes en la Tierra.
Su convivencia entre los cristianos, le ha convencido que es precisamente esta Religión, la que adorna a Alexandra con esa belleza excepcional e inexplicable que en él despertara junto al amor, el respeto. Junto al deseo, el homenaje. Alexandra se ha convertido en un ser único sobre la tierra.
Y con todo lo que le está pasando se siente inclinado a amar a Cristo. Tiene que inclinar la cabeza ante ese Dios que no comprende. Está dispuesto a sometérsele, porque algo se ha despertado en su alma… Y también es el Dios de Alexandra.
La joven observa la evolución que se opera en el alma de Marco Aurelio. Ve la lucha que sostiene consigo mismo, su mortificación, sus dudas. Y cada vez nota más el silencioso respeto que él muestra hacia Cristo. Y ello hace que su corazón se incline hacia él, con una fuerza arrolladora.
En una atracción casi imposible de resistir, hasta que…
Un día que Pedro llegó de visita, Marco Aurelio le llamó y le dijo:
– Vivo asediado por la pena y el sufrimiento. Antes de conoceros me hubiera apoderado de ella y la hubiera retenido por la fuerza. Pero vuestra virtud y vuestra Religión han efectuado un cambio dentro de mí, que me apartan de la violencia.
Yo mismo no entiendo por qué me pasa esto y a vos, que al presente hacéis las veces de padre para Alexandra, os digo: si ella me acepta, dádmela por esposa y os juro que no tan solo no le he de prohibir que confiese a Cristo; sino que yo mismo anhelo iniciarme en los misterios de vuestra religión y os pido: ‘¡Dadme la Luz!’.
Conozco todos los obstáculos, pero yo la amo más que a mi vida y no quiero perderla. Quiero amar lo que ella ama y que nuestra familia sea una familia cristiana. Porque quiero a vuestro Dios, para que sea también el mío. Disipad mis tinieblas. Ved que soy sincero.
Los hombres han dicho: ‘Grecia creó la sabiduría y la belleza. Roma creó el poder y la fuerza…’ ¿Y vosotros los cristianos, qué es lo que traéis? Os pido que reveléis los misterios que necesito conocer. Ilumíname lo que hay detrás de vuestras puertas, ¡Abrídmelas!…
Pedro, cuyo corazón se conmovió ante aquella alma doliente que como ave enjaulada pugna por abrirse paso en demanda de libertad.
Extendió la mano sobre Marco Aurelio, tocándolo sobre la cabeza y dijo:
– Traemos el Amor. ¡Tocad y se os abrirá! La gracia de Dios descienda sobre ti. La Sangre de Jesús lave tus pecados. Yo te Bendigo en Nombre del Redentor.
Hizo el signo de la cruz sobre él. Y aquel descendiente de los Quirites tomó la mano del anciano Galileo y la llevó a sus labios, lleno de gratitud y de reverencia…
Pedro se sintió complacido al ver aquella alma que es tierra propicia para la semilla divina y en su red de pescador lo ingresa como una nueva conquista para Cristo.
Y los presentes regocijados ante aquella inesperada escena, exclamaron al unísono:
– ¡Gloria al Altísimo!
Alexandra está atónita.
Marco Aurelio tiene su rostro radiante de alegría y le dijo desde su lecho:
– Alexandra… ¿Quieres ser mi esposa, la reina de nuestro hogar? ¿Quieres ayudarme a conocer y amar al Dios tuyo, el que desde hoy será también mío y de nuestros hijos? ¿Me amas como yo te amo?
Ella comenzó a llorar de alegría y sus labios temblorosos no pueden pronunciar palabra. Está totalmente anonadada.
El apóstol la incitó:
– Hija mía, ¿No le vas a contestar?
La joven se arrodilló delante de Pedro.
Y dijo con voz llena de humildad, sumisión y turbación:
– Sí. Le amo. Y sí. Quiero ser su esposa.
Marco Aurelio dijo:
– Mientras acabo de sanar, quiero instruirme para ser Bautizado. Luego haremos la boda según las leyes romanas. Y ante el mundo entero, también serás mi esposa. Te juro que te seré fiel, te amaré y te respetaré. Y desde hoy eres dueña de mi vida y de todo lo que me pertenece. – y tomando la mano de Alexandra, la llevó a sus labios, mientras la miraba con adoración…
Alexandra, temblando de felicidad, le contestó:
– También yo te juro serte fiel. Amarte y respetarte todos los días de mi vida. Y mi ser te pertenece, amadísimo esposo mío.
Entonces Pedro tomó la mano de Alexandra y la puso en la de Marco Aurelio.
Y colocando sus manos en la cabeza de ambos jóvenes, declaró:
– Amaos en el Señor y para su Gloria. Yo los declaro unidos en matrimonio: Esposo y Esposa. Y que no separe el hombre lo que Dios acaba de unir. Os Bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y Bendigo los hijos que daréis a Dios con vuestro santo amor.
Los dos jóvenes se miraron llenos de felicidad.
Alexandra se inclinó sobre el lecho, para darle un dulce beso en los labios. Y se sentó a su lado, apretando la fuerte mano masculina entre las suyas…
Los demás los llenaron de parabienes y bendiciones.
Y Pedro comenzó a narrar como Jesús hizo su primer milagro en las Bodas de Caná…
Desde ese día, Marco Aurelio se unió a aquellas reuniones donde fue conociendo a Jesús, el Dios-Hombre que le acaba de entregar el regalo más precioso que él anhelara tanto: el amor de Alexandra, Bendecido por Él.
Al despedirse, Pedro les dijo que les enviaría un evangelizador para darles la instrucción necesaria, pues los tiempos son sumamente graves…
Al día siguiente…
En la Puerta del Cielo, Mauro camina alegremente por el largo pórtico que conduce a los salones donde son instruidos los catecúmenos.
Se encuentra con su colega y amigo Lucano, el compañero en los viajes de Pablo de Tarso.
El médico evangelista y escritor, le saluda:
– La Paz sea contigo, Mauro. ¡Qué alegría verte por aquí!
Mauro contesta sonriente:
– Y también contigo, caro hermano mío. Terminé de dar algunos temas y voy de regreso a Roma. Allá también tengo ministerio.
– ¿Ya no ejerces la medicina?
– Entre los pacientes y las evangelizaciones, transcurre mi vida. ¿Y tú qué haces querido Lucas?
– Estamos iguales. Yo estoy aquí colaborando con Pablo. Aunque le dedico más tiempo a la Palabra, ejerzo poco la medicina. Ahora estoy escribiendo. ¿Qué tema vas a dar?
– Voy a hablar del Perdón…
– ¡Apasionante y bellísimo! Yo voy a hablar del Octavo Sacramento.
– ¡Somos bienaventurados! SER APÓSTOLES ES EL PRIVILEGIO MÁS GRANDE que puede darnos nuestro Señor. Sólo dime cual no es apasionante…
Y los dos se despiden y caminan en direcciones opuestas…
Mientras tanto, en la casa donde está Marco Aurelio, éste se decidió a contestar la carta de Petronio…
Marco Aurelio Petronio a Tito Petronio.
Salve.
Es tu deseo que te escriba lo más minucioso posible: convenido. No puedo asegurarte empero que sea con más claridad, ni que puedas entenderme. Porque yo mismo aún no sé cómo explicarlo.
Te describí mi permanencia entre los cristianos y la forma en que tratan a sus enemigos, entre los cuales tenían derecho de contarnos, tanto a Prócoro como a mí. Te conté la bondad con la que me han tratado y cómo me han atendido.
No, mi carísimo. No me respetaron porque yo fuera hijo de un cónsul. Esas consideraciones carecen de peso entre ellos, puesto que perdonaron a Prócoro a quién insté a que lo enterraran en el jardín. Son personas excepcionales, como el mundo no ha conocido hasta hoy.
Y del mismo modo sus enseñanzas son tan extraordinarias como ellos. Te aseguro que si yo me encontrara en mi casa postrado en el lecho, con un brazo y las costillas rotas atendido por los míos, aun cuando fuesen miembros de mi propia familia; por supuesto hubiera disfrutado de mayores comodidades. Pero no me hubieran hecho objeto ni siquiera de la mitad de los cuidados que ellos me han prodigado.
Y entérate también de esto: Alexandra es como todos los demás. Si hubiera sido mi hermana o mi esposa, no podría haberme atendido con mayor afecto. Y ¿Puedes creerlo?
En medio de estas personas sencillas, habitantes de este pobre aposento, que es a la vez cocina y triclinium, en donde también se encuentra el lecho donde postrado te escribo, soy el hombre más feliz del mundo. Más que en ninguna otra época de mi vida.
Le ofrecí a Alexandra regresarla a la casa de Publio y ella me declaró que en la actualidad, eso es imposible, porque Publio y Fabiola se irán a Sicilia y porque de regresar ella a su hogar, esa noticia tarde o temprano llegaría hasta el Palatino.
Y entonces César podría arrancarla nuevamente de la familia Quintiliano. Pero Alexandra sabe que yo no volveré a perseguirla. Que he dejado atrás las medidas de violencia, que soy incapaz de renunciar a su amor o de vivir sin ella. Voy a llevarla a mi casa bajo el arco de guirnaldas que adornará la puerta. Y sentarla en mi hogar como reina, ama y señora, al convertirla en mi esposa.
Ella ya aceptó. Así que ahora es tu sobrina. En cuanto a los cristianos, aman a sus semejantes… Pero abominan nuestros dioses, nuestra manera de vivir, nuestros crímenes y nuestra corrupta sociedad. Todavía ignoro muchas cosas, pero estoy aprendiendo.
Lo único que sé con precisión, es que donde comienza esta religión, concluye el poder de Roma… Nuestro sistema de vida y la distinción entre conquistadores y conquistados, entre ricos y pobres, señores y esclavos. Concluye el gobierno, el César, la ley y el orden del mundo. Concluye también la muerte.
Y por sobre todo esto, surge la figura de Cristo lleno de una Misericordia jamás conocida y de una Bondad tan infinita, que contrasta con los instintos del hombre y con nuestros propios romanos instintos.
Y para mí, Alexandra vale más que Roma y todo su señorío. Tú sabes cuánto la amo y que no hay nada que yo no haga por su amor. Pues bien, quiero que sepas que soy augustano y de noble descendencia; pero eso no me impide ser también cristiano.
Cuando aprenda más sobre mi nueva religión, te lo comunicaré. ¡Ah! Y por cierto: tú serás el padrino de nuestras nupcias romanas. Cuídate mucho. Adiós.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
31.- LA PUREZA Y LOS ÁNGELES
En los siguientes días…
Fernanda enseñó el misterio que hace posible el ver y oír a Dios: EL VALOR DE LA PUREZA
LA PUREZA
La Pureza es el reflejo de Dios. En donde hay pureza, está el reflejo de Dios, es decir, la Santidad. La Cruz es el asilo, la muralla, la fortaleza de la Pureza. Por eso Jesús, que es la Pureza misma, se clavó en ella, para comunicarnos esta virtud celestial. Está escrito: “Felices los de corazón puro, porque ellos verán a Dios”
En las almas puras está la luz del Espíritu Santo. La Pureza tiene tal valor, que un seno de creatura pudo contener al Incontenible. Porque María Inmaculada tiene la Pureza más absoluta que puede tener una creatura de Dios.
La Inocencia es una virtud que arrastra al alma hacia Dios y atrae a Dios hacia el alma que la posee. La inocencia consiste en la limpieza total del alma. El alma pura es inocente. El alma purificada recupera la inocencia; no de una manera completa, pero sí en la medida necesaria, para continuar en el camino de la ascensión.
La inocencia se conserva entre las espinas y se aja entre el placer y la comodidad.
Desgraciadamente llegará un día, cuando el reino del Mal esté instaurado; en que los niños en su gran mayoría, no tendrán inocencia; la perversión del mundo y la malicia, la profanarán de manera brutal.
Dios ama la inocencia y los hombres no la comprenden. La inocencia está unida al candor y en el candor está la sabiduría. Los corazones puros y crucificados, respiran en el candor y el dolor, que son las azucenas del espíritu. Ellos aplacan la Justicia de Dios, porque en ellos descansa la Misericordia Divina.
Ser puros no quiere decir ser vírgenes. Hay padres y madres que son puros. Y vírgenes que no lo son. Porque aunque conservan la virginidad del cuerpo, son abominables en su interior. La virginidad es inviolabilidad física y también debiera serlo espiritual.
La virginidad perfecta se recupera con el martirio; porque el martirio revirginiza el alma, como si apenas hubiese salido de las manos del Creador.
De la Pureza nace la limpieza de corazón y se desarrolla con la Penitencia. En ella se estrellan los asaltos del Enemigo y es el mejor centinela para mantener el alma alerta. Y bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios. Dios NO se manifiesta a los impuros. Los limpios de corazón ‘ven’ a Dios. La Pureza y la Penitencia abren los ojos del espíritu.
Los limpios de corazón pueden verlo NO solo en la eternidad, sino también aquí en el tiempo de la jornada terrena, con todos los medios que Jesús utiliza para comunicarse y estar siempre con el alma que lo ama.
Y ese contracto es tan real y tan verdadero, que podemos verlo y escucharlo, como lo hacéis ahora conmigo.
Y Él nos ayuda a mantener nuestra voluntad fundida en la voluntad de Dios. Entendemos sus sonrisas y nos gozamos con sus ternuras. Enjugamos sus lágrimas y le amamos hasta el sacrificio. Tenemos los oídos dispuestos y nuestra alegría es Obedecerlo, pues nuestra voluntad debe estar pronta a subir tanto al Tabor, como al Calvario.
La castidad es fruto del Espíritu Santo. La Pureza es la castidad que perdura en medio de las contingencias de la vida. En todas.
Es puro el que NO practica y secunda la libídine y los apetitos de la carne. Es puro el que NO encuentra deleite en los pensamientos, conversaciones o espectáculos licenciosos. Dios nunca se niega a quien por un amor sobrenatural, sabe arrancar de sí, todas las costumbres inveteradas del hombre viejo, para renacer a la pureza de la infancia.
Dios nunca se niega a quien sabe creer y vencer a la carne y las tentaciones. Y Él Mismo da la victoria a quién cree y es puro de corazón.
Alcanzar la revirginización del alma, a través del renacer y permanecer en Jesús debe ser la meta. No basta estar bautizados para estar vivos espiritualmente. Es vital e indispensable permanecer unidos a Dios de una manera real.
En lucha constante contra el Demonio y la carne. Jesús nunca nos deja solos en esta batalla. Es así como alcanzamos la verdadera paz; que debe ser nuestro estado continuo y natural.
Al mundo decaído, la virginidad le parece manía y la castidad es reputada como debilidad y mutilación represiva… La impureza siempre lleva a la triple concupiscencia: orgullo, codicia y sensualidad.
A las almas mancilladas por la corrupción, esto les provoca impulsos de risa.
LA PUREZA DE LA MENTE.
La soberbia no es grandeza sino hinchazón. Y lo que está hinchado parece grande pero no está sano. (San Agustín)
Con el pensamiento se debe buscar y hacer solamente la voluntad de Dios. La inteligencia debe ofrecerse toda, para recibir la Luz de la Sabiduría. No se debe manchar con los apegos humanos a nuestra propia manera de pensar. La razón debe ser doblegada con la Fe y la Humildad, para no oscurecer la Verdad, con el error.
Satanás es experto en manipular la imaginación para convertirla en la peor enemiga del hombre. Porque cuando se apodera de ella, su arma favorita es la DUDA… que es el primer paso para la desesperación y la rebelión.
Y por eso él pone todo su empeño en seducir al hombre con el orgullo, para corromper la pureza de la mente. Porque ésta es indispensable para recibir con humildad la Palabra de Dios y vivirla.
Después de corromper la castidad de pensamiento, enciende en el corazón una tremenda hoguera de pasiones que convierten al cuerpo en un amo implacable. Y cuando se llega a este punto, es imposible mantener la castidad.
Y solo el que es casto de mente, puede mantenerse íntegro y fuerte en la Fe, caminando sin daño por los escabrosos senderos de este mundo corrompido y entregado a Satanás.
LA PUREZA DEL ALMA
El alma se vuelve impura cuando está oscurecida por la más leve sombra de pecado. Un pecado venial mínimo, desfigura su candor y aleja al Espíritu Santo. Sin pureza del alma, es imposible mantener la pureza del corazón que es indispensable para tener a Dios.
LA PUREZA DEL CUERPO.
En el mundo de hoy es muy difícil mantener la castidad, especialmente por todos los errores difundidos y aceptados que desvirtúan y hunden en el caos los valores morales y espirituales. El que se sostiene en las virtudes humanas para mantenerse casto, se traga amargamente su derrota; ante el júbilo incontenible de Satanás, que es el amo virtual absoluto.
Hacia donde quiera que el hombre vuelva su mirada, el Enemigo tiene tendidas sus trampas que hacen casi imposible mantener la castidad. Solo un superhéroe puede hacerlo. Felizmente la solución es la más sencilla del mundo y solo requiere de rodillas fuertes.
El que se mantiene unido en Oración a Dios y Quiere ser Templo vivo de su Espíritu, le basta con pedírselo al Padre. Para que Él Mismo venga a dominar el envase de nuestro cuerpo, para que siga siendo Templo suyo. Y sólo Su Poder puede mantenerlo íntegro.
Cuando Dios toma el control de la situación, vemos con aterradora realidad, el objeto de los planes siniestros de Satanás. Los cuerpos humanos los vemos a través de los ojos de Dios. Y admiramos su belleza, la perfección y el amor increíble del Creador, celebrando la obra de sus manos.
Las pasiones se mantienen a raya. Y la libídine que fue despertada con la fuerza de un volcán, es derretida como el helado que un niño olvidara bajo el ardiente sol. La Tentación es vencida por el Único que puede hacerlo.
Y sólo queda soportar la venganza de un Demonio frustrado y enfurecido que recurre a la descarada agresión, cuando todos sus ardides le han fallado. El que lo conoce bien y NO le tiene miedo, sabe arreglárselas con él y aprende a soportarlo, como se soportan los molestos mosquitos del verano: forman parte del paisaje.
El alma bautizada y consagrada es alma sacerdotal. Y el alma sacerdotal vive en un cuerpo crucificado en el que se marcan invisiblemente los estigmas de la Pasión.
La crucifixión espiritual nos crucifica al mundo y a sus seducciones. No es fácil. Pero tampoco es imposible. El que quiere, puede. Y las cosas que valen la pena, cuestan más. Dios lo vale todo y por eso hay que pagarlo todo.
El destino del cuerpo no es el sepulcro donde será depositado para que se corrompa, sino el Paraíso; donde entrará resucitado, para vivir para siempre. Y el que verdaderamente desea tener un cuerpo bellísimo y sano, lo crucifica en el tiempo; para disfrutarlo inmortal en la Eternidad…
Sólo la Eucaristía y la Oración, hacen que sea posible mantener la Pureza.
LA PUREZA DE CORAZÓN
La Lujuria del corazón es la ambición de las riquezas y del poder.
Y por ella se cometen los peores crímenes…
El corazón es el altar del espíritu y fue formado para recibir el amor de Dios y para devolverlo e irradiarlo. La Pureza de corazón nos hace capaces de amar con el amor sobrenatural y divino.
Todo apego desordenado a nosotros mismos o a las creaturas, ofusca la pureza interior. Se debe amar a Dios y a las almas por amor a Él. El que NO ama a dios, NO PUEDE amar al prójimo.
Sólo el que ama a Dios por sobre todas las cosas, recibe el amor sobrenatural y perfecto, para amar a los hermanos con un amor puro y verdadero que busca su verdadero bien. Sólo el que es puro de corazón puede abrirse a una gran capacidad de amor y vivir plenamente la virtud de la Caridad.
Porque los puros de corazón son los únicos que pueden ver a Dios. Y en su Luz abarcar y amar a todos los hombres. La Pureza Y la Caridad son tan poderosas, que permiten entender, recordar y transmitir sin errores, la Palabra de Dios.
Dios no se comunica con quien no tiene Pureza de corazón; conservada desde el nacimiento o mantenida con un constante trabajo de penitencia y de amor, sustancias espirituales que devuelven al alma a aquella cándida frescura que atrae la mirada de Dios y obtiene su Palabra.
Dios quiso manifestarse a los hombres en una forma nueva y completa, que se inició con la Redención y en el seno purísimo de la Virgen Perfecta.
Al que se crucifica con Jesús, la Santísima Trinidad desciende con sus perfecciones y habita en el alma con sus Tres Personas, manifestando sus características:
El Padre Celestial, siendo Creador nuevamente de la creatura, igual que en el Sexto Día y hace del alma una verdadera hija; digna, a su perfecta semejanza.
El Hijo y Redentor enseñando por Misterios de Gracia sus verdades y su Sabiduría.
E Espíritu Santo, apareciendo entre los hombres en un nuevo Pentecostés y siendo el Consolador que enseña a amar. Y en nupcias espirituales, une al alma con Dios.
Viviendo en un mundo corrupto hay que aprender a vivir en el Cielo, rompiendo totalmente los nexos con el Pecado y respirando solamente a través de Dios. De esta manera, Dios está Vivo y Activo en el alma que se le entrega, haciendo posible que el alma guste desde esta tierra, de los goces celestiales reservados a los que aman a Dios.
Es por eso que Satanás impulsa al hombre a los pecados contra la Pureza, porque a través de la IMPUREZA entra la INCREDULIDAD. Y el cuerpo profanado no puede acoger al Espíritu Santo. Los impuros tienen los oídos cerrados a las voces celestiales.
La Palabra de Dios NO necesita de erudiciones humanas para ser comprendida; sino de Pureza de ánimo y de amor. Los portadores de Dios se visten con la misma vestidura del Hijo: la Pureza.
Pureza de carne, doble pureza de corazón y triple Pureza de pensamiento. Las almas no tienen necesidad de ciencia, sino de Luz. Y sólo la Pureza atrae a Dios.
El alma que NO es pura no puede conocer a Dios y mucho menos amarlo. Su Voz jamás penetra en los oídos que Satanás ha dispuesto para escucharlo a él.
La sensualidad hace su nido en los corazones soberbios y la malicia se infiltra en todas las potencias y en cada uno de los sentidos, haciendo que la lujuria sea como un pulpo con poderosos tentáculos que le impiden al hombre moverse hacia el Cielo. Matando la Fe y destruyendo la Esperanza y la Caridad.
El germen del mal nace con el hombre, Pero Jesús ha puesto a nuestro alcance toda clase de gracias para combatirlo. Sólo el hombre culpable, en vez de huir del pecado, se abraza de él, apartándose de Dios con todo conocimiento y voluntad; tratando de justificarse de mil maneras y queriendo engañarse a sí mismo con la mayor herejía que Satanás le hace tragarse para perderlo: “Dios es Amor y solo Misericordia, si ha dado la vida por nosotros, Él no permitirá que el alma se pierda…
Se olvidan completamente que Dios es también Justicia.
El Infierno se está llenando de sensuales que ya no pueden corregir sus errores, porque la sensualidad es el complemento de todos los vicios.
Con la sal se preservan las carnes de la corrupción…
LOS ÁNGELES
Para las almas vivas, es un glorioso espectáculo y muy consolador, el ver que a la multitud de Demonios que rodean a la inmensa mayoría de los seres humanos, para atormentarlos; también está la portentosa y bellísima presencia de los ángeles, tan llena de Luz y sonriendo tan sobrenaturalmente, que aun siendo sonrisa pueden atemorizar.
Caminan con soltura y majestad. Son jóvenes de ambos sexos. Hermosísimos y vestidos regiamente, con sus vestiduras que parecen tejidas de diamantes y con colores desconocidos en la tierra.
Sus voces de resonancias celestiales, dan paz, fortaleza y consuelo, haciendo vibrar el aire con sus armonías. Y cuando deben volar hacia el Empíreo, abren sus alas nacaradas, de perlas, de llamas, de luz verdeja. Y suben raudos, cantando los hosannas de Belén.
Los ángeles mucho más que nosotros, reflejan la imagen de Dios. Y como son espirituales, son invisibles y están junto a nosotros en gran número. Y no nos damos cuenta si ellos no lo quieren. Esta característica hace muy activa su labor en relación a nosotros. Y cuando se trata de ángeles negros, su actividad es mucho mayor, incesante e incansable.
Los ángeles tienen diversidad de Tareas:
Algunos son centinelas y servidores de Palacio en el Cielo. Otros trabajan activamente en el Reino de Dios y para los hijos de Dios. Otros son custodios del hombre. Otros son anunciadores. Y otros más, serafines adorantes.
Los ángeles NO pueden sufrir por su Dios para aumentar su gloria; ni por su prójimo para obtenerles el bien. Sólo pueden materializarse cuando Dios se los permite. Y los negros, cuando los hombres los hombres los invocan.
Ellos son los amigos de las almas fieles. También son guerreros. En tiempos de Job, el Cielo no estaba poblado más que por los ángeles. Los justos esperaban en el Limbo a Cristo, para volverse ciudadanos del Cielo.
Pero ahora están unidos a ellos, las oraciones de los santos del Cielo y de la Tierra. En una guerra que no es de los pueblos, sino de Satanás contra Dios; los ángeles por el sacrificio de los buenos, luchan para impedir a los Demonios que acaben con la raza humana, dándole la muerte espiritual.
Cada Oración desata un terrible combate.
La Sangre de Jesús no deja de efundirse sobre la Tierra y resplandece testimonio de amor, como un rocío sobre las almas. Los ángeles de cada creyente entrelazan vuelos entre el Cielo y la Tierra, para recoger de los tesoros divinos y llevarlos a cada uno de sus custodiados.
Y ruegan por todas las creaturas, para que adoren al Dios Verdadero.
Adoran jubilando los ángeles de los justos, unidos a las almas de los mismos, que anticipan desde la Tierra la adoración que será eterna.
Adoran esperando los ángeles de aquellos que cristianos no son, a la espera de poder volverse sus custodios en el Signo de la Cruz.
Adoran llorando, los ángeles de los pecadores que han dejado de ser hijos de Dios. Y llorando todavía, suplican la Sangre para que con su virtud redima aquellos corazones.
Adoran finalmente los ángeles de las Iglesias esparcidas sobre la Tierra, llevando a Dios la Sangre elevada en cada Misa en Memorial de Jesús.
La Sangre desciende y la Sangre sube con ritmo incesante.
Y la Sangre derramada en las misas es tomada por los ángeles y llevada al Empíreo, de donde regresará con Gracias y Bendiciones para los hombres.
LA MISION DEL ÁNGEL CUSTODIO
Los hombres llaman del Cielo a las almas creadas. Y Dios, al recto amor que se une para dar a la Tierra y al Cielo un nuevo ciudadano; envía a la Tierra a sus ángeles, que están prontos para volverse custodios de la nueva creatura.
Los dos momentos más dulces en la misión del Ángel Custodio son: Uno cuando la Caridad les dice: ‘Desciende, que ha sido engendrado un nuevo hombre y tú lo debes custodiar como perla que me pertenece’
Y dos, cuando pueden subir con ellos al Cielo. Y éste es más dulce que el primero. Los demás momentos felices, los constituyen las victorias de sus custodiados sobre el mundo, la carne, el demonio.
Pero ¡Cómo tiemblan por nuestra fragilidad, cuando nos toman bajo su custodia! ¡Y como palpitan siempre de gozo, después de cada una de las victorias, porque el Enemigo del Bien está siempre al asecho, tratando de destruir lo que el espíritu construye!
Por eso resulta plenamente gozoso el momento en el que entran con ellas en el Cielo, ya que nada podrá destruir lo que ya ha sido cumplido.
Su alegría más grande es custodiar a un alma viva, porque entonces están adorantes, postrados ante Dios, que palpita en ellas.
Y les resulta dulce responder a quien los interroga sobre el mundo sobrenatural y proporcionarles consuelos a las almas más queridas por Dios y atormentadas por los hombres…
Los ángeles custodios son amorosos, activos, sabios. Están para guiar, guiar e instruir a nuestras almas. Ese buen compañero jamás falta a su deber, ni siquiera cuando el hombre peca y lo disgusta.
Más cuando después el hombre vive en la Gracia del Señor y por Él se afana y le sirve con todas sus fuerzas; entonces sucede lo que le pasó a Jesús, después de la Tentación en el desierto: ‘Los ángeles le sirven’
El Ángel Custodio de Jesús luchó con Él en aquella hora y una vez alcanzada la victoria, llamó a sus hermanos para sostener las fuerzas del Victorioso.
Ellos nos aman y permanecen siempre al lado del custodiado ya sea éste un santo o un pecador. Desde la infusión del alma en la carne, hasta su separación de la misma, permanecen junto a la creatura que el Altísimo les confió.
Por eso hay que ver con los ojos de la Fe, al Ángel Custodio que está al lado de todo hombre y obrar siempre tomando esto en cuenta. Ellos serán nuestros testigos en el Juicio Particular.
La misión del Ángel Custodio no siempre termina con la muerte del custodiado.
Cesa como es lógico, a la muerte del pecador impenitente y esto, con sumo dolor por parte del Ángel Custodio del que no se arrepiente.
Y se transforma en alegría gozosa y eterna, a la muerte de un santo de la Tierra que pasa al Paraíso, sin detenerse en el Purgatorio.
Pero continúa protegiendo con su intercesión al alma que tenía confiada y que de la Tierra pasan al Purgatorio para expiar y purificarse.
Entonces ellos oran caritativamente por las almas ante el trono de Dios; hasta que termina su purgación y pueden llevarlas al Cielo.
Los Ángeles Caídos
Cuando Dios creó a su Arcángel Predilecto, el Cielo entero enmudeció de admiración. Dios quiso a su lado a este maravilloso arcángel, cuando realizó la Creación del Universo.
El más bello de todos los ángeles, espíritu perfecto inferior solamente a Dios, fue llenado de dones: segundo en belleza de todo cuanto existe, una inteligencia privilegiada y poder. Fue puesto al mando de la tercera parte de los Ejércitos Celestiales.
Dirigía los coros angélicos. Y como intermediario entre Dios y los hombres, le fue dado el título de Dominador de las Naciones. En las misiones destinadas a los hombres, él hubiera sido el ejecutor del querer divino y por eso se llamó:
LUCIFER = PORTADOR DE LA LUZ.
En los ángeles también hay Libertad de Arbitrio. En el orden perfecto del Universo, Lucifer abusó de su libertad. En su ser luminoso nació un vapor de soberbia, que él no dispersó: al verse en Dios.
Al verse a sí mismo y compararse con sus compañeros, porque Dios le envolvía con su Luz y se gozaba en el esplendor de su arcángel. Y porque los ángeles le veneraban como el espejo más acabado de Dios, se maravilló. Debía admirar solamente a Dios.
Más en todas las criaturas, se encuentran presentes todas las fuerzas buenas y malas que luchan entre sí, hasta que una de las dos partes vence para proporcionar bien o mal, del mismo modo que en la atmósfera se encuentran todos los elementos gaseosos por ser necesarios y es la manera de usarlos la que determina que sean buenos o nocivos.
Lucifer no era santo hasta el punto de ser todo amor. La medida del amor, Lucifer no quiso completarla y no rechazó la complacencia de sí mismo, que ocupaba en él un espacio en el que no podía haber amor.
De haber sido todo amor, no habría habido sitio en él para la soberbia, a la que también es justo llamar: desorden del entendimiento. Vapor de soberbia que él no dispersó. Al contrario: lo condensó y lo cobijó. Y de esta incubación, nació el Mal.
Lucifer desarrolló la soberbia, la cultivó, la aumentó e hizo de ella, arma y seducción.
Dios había creado a un ministro glorioso y bellísimo.
Y la libre voluntad del ángel creó a SATANAS = ADVERSARIO.
La soberbia es la palanca que derriba los espíritus y los arranca de Dios. Lucifer quiso más de lo que era y de lo que tenía. Él, que ya era tanto; quiso todo.
Y ésta fue la brecha por donde entró ruinosa, su depravación. Siendo ella la causa de que no pudiera comprender ni aceptar al CRISTO-AMOR, compendio del Infinito, Único y Trino Amor.
Y se negó a servir.
Al conocer las futuras maravillas de Dios, quiso ponerse él en su lugar. Con su mente turbada se vio a sí mismo al frente de los hombres futuros, adorado por ellos como poder supremo.
Y conociendo el secreto de Dios y sus designios, decidió que él podía terminar lo que Dios había comenzado y apoderarse del reino que sería la herencia de Jesús. Sedujo a los menos reflexivos de entre sus compañeros, distrayéndolos de la contemplación de Dios como Suprema Belleza.
Y se Rebeló contra Dios.
Lucifer estaba feliz de ser la creatura más maravillosa de la Creación y se sentía seguro de que nadie podría superarlo. Pero cuando Dios hizo su Obra Maestra, creando al hombre a Su Propia Semejanza, su envidia explotó.
Tan celoso estaba, que juró luchar hasta el último día, a fin de volver al hombre contra su Creación. Juramento que ha cumplido puntualmente… La gran Obra de la Creación se encuentra agónica, destruida por el hombre y la Obra Maestra: el hombre, se encuentra a punto del exterminio.
Los demás ángeles que estaban bajo su mando y que fueron débiles en el amor y la fidelidad hacia Dios, también se rebelaron. Y así quedó orquestado el primer golpe de estado de la Historia.
Así se consumó, el PECADO DE LOS ÁNGELES.
Y partir de ese momento, fue su nombre: SATÁN.
Nombre dado por Dios, al Adversario. Al Enemigo Implacable en que se convirtió, el que fuera el más grande de todos los ángeles.
Y una Gran Batalla estalló en el Cielo. Batalla de inteligencia y de voluntad, combatida en la Presencia de Dios y que determinó para la Eternidad, el futuro destino de los ángeles y de los hombres. Fue un hecho histórico de importancia primaria, que incluyó Cielo y Tierra, pues la Historia de la Humanidad está atada y condicionada, a este acontecimiento.
Y Lucifer y los demás soberbios y desobedientes, fueron arrojados para siempre del Paraíso Celestial, por San Miguel Arcángel y sus ángeles.
Cuando los derrotados fueron castigados, Dios los congeló en su rebeldía y les quitó la capacidad de amar, (Dios se retiró de ellos para siempre) pero no la necesidad de ser amados. Y ésta se convirtió en ira.
El amor y la belleza, (atributos de Dios) les fueron quitados y de esta forma quedaron convertidos en Demonios horrorosos.
El gran amor que los animaba se convirtió en Odio y fueron precipitados en el Infierno para ser devorados por la concupiscencia del espíritu… en el Fuego del Rigor de Dios.
“Satanás se disfraza de ángel de luz…” (2 Corintios 11: 13, 14,15)
La palabra de Dios es una espada de doble filo que tiene la gracia sobrenatural de ser verdad en el tiempo y en la eternidad. San Pablo escribió esto en la carta para los corintios de hace dos milenios y por los problemas que estaba enfrentando esa iglesia en particular.
En los últimos mensajes de Jesús, el Señor habla de un falso cristo y una falsa iglesia fomentada por Satanás, hasta el punto de volver realidad las proféticas palabras de San Juan: “El mundo entero yace en poder del Inicuo” (I Juan 5:19)
Satanás no cambia sus métodos, ni sus estrategias y tácticas. A Eva, le disfrazó su verdadera naturaleza y propósitos y ahora hace exactamente lo mismo al extender su influencia, para extraviar a todos los habitantes de la tierra.
A los pueblos de la antigüedad los deslumbró con sus poderes angélicos y los tronos y las potestades se presentaron como “dioses” aterrorizándolos y exigiendo en sus cultos, los sacrificios humanos para satisfacer su ansia de poder y adoración de parte de los hombres.
Actualmente, él y todas sus legiones angélicas, forman las huestes del Ejército del Anticristo y en esta época satánica, en que predomina la apostasía, el materialismo y la incredulidad, ahora se manifiestan a los hombres como “espíritus guías o extraterrestres” en todas las falsas doctrinas inventadas por él para alejar al hombre de Dios.
Según el libro de Enoc, las hijas de Adán eran muy hermosas y tomaron de ellas las que les gustaron. Esta es una explicación a toda la cosmogonía universal de las distintas civilizaciones que nos narran las aventuras de los dioses con las mujeres mortales.
Y ahora siguen haciendo exactamente lo mismo…
Para todas estas experiencias, los ufólogos tienen excelentes historias…..
Su mayor anhelo era apoderarse del Vaticano. La Tercera Parte del Secreto de Fátima, advertía del siniestro complot para apoderarse de la Sede de Pedro. Por eso siguió siendo secreto y sus agentes no permitieron que fuese hecho público.
Ahora lo unico que les falta es remover el último obstáculo: Benedicto XVI. (Esto ya se cumplió, porque la publicación original de este artículo fue el 26 de Marzo de 2012)
Y en una maniobra digna del que fuera el más poderoso de los Arcángeles, ya consiguieron engañar a algunos consagrados para que lo apoyen en su esfuerzo por extraviar a la Iglesia de Jesús y sus agentes también aparentan ser ministros de justicia.
Están secuestrando a la Iglesia de Roma, para modernizarla aparentando ser santos, modernizando a Dios y poniendo la ‘santidad’ al alcance de la depravación del mundo actual; con las reformas necesarias que conculcarán Los Diez Mandamientos y la doctrina original de Jesús.
Con este colosal engaño, arrastrarán las almas de los mismos elegidos que no hayan tenido la precaución de pedir discernimiento al Espíritu Santo, las hundirán en la apostasía mundial y por una equivocada decisión, serán arrojadas junto con él, hasta el Abismo tenebroso del Infierno.
Pues este es realidad, su único y verdadero objetivo: arrebatarle las almas a Dios, para apenar el Corazón del Padre y hacer que los hijos tan odiados, sean tan infelices como él y compartan con él su mismo tormento; en el Infierno que fue creado por Dios, para Satanás y sus ángeles rebeldes.
Dios no quiere la muerte del pecador, pero es la voluntad humana la que decreta su propia sentencia y Dios acepta la decisión de sus hijos…
Y casi lo ha logrado totalmente, pues está por estallar el Cisma en la Iglesia católica que hará a sus cardenales rebelarse contra la autoridad del Papa Benedicto XVI, haciendo un maligno complot para desterrarlo de la sede de San Pedro.
No hay que olvidar que también Judas le hizo un gran servicio a Caifás, al entregar a Jesús por el ‘bien’ del Templo de Jerusalén. Y de esta manera Satanás lo mató y perdió la guerra contra Dios.
Y tanto en sus manifestaciones esotéricas, como en sus complots con los verdaderos miembros de la Iglesia, utiliza su disfraz favorito: “Ángel de luz”….
De esta manera está teniendo cumplimiento, la Profecía de Daniel y el Apocalipsis de San Juan…
HERMANO EN CRISTO JESUS: