OFRENDA DE LOS SENTIDOS
PURIFICACION DE LOS SENTIDOS DEL HOMBRE
ORACIÓN DADA POR LA SANTÍSIMA VIRGEN
08 DE AGOSTO 2012
“Oh Padre, oh Hijo, oh Espíritu Santo
dador de Vida, de Misericordia, de Perdón y de Justicia:
mantenme atado a Tu Amor Infinito
para que cuanto deslumbre mi vida, sea opacado por Ti.
Consagro mis pensamientos, mis sentidos, todo mi ser
a Tu Poder, a Tu Misericordia Infinita y a Tu Justicia Divina.
Consciente soy de que constantemente me alejo de Tu Amor
y permito que la vanidad y los sueños
falseen esa fe de la que no doy testimonio.Ven Espíritu Divino, ven con Tu Poder,
renueva todo mi ser y haz que como creatura nueva en Ti,
mi mente y mi pensamiento sean renovados
y mi corazón lata constantemente por mantenerme
siendo uno solo Contigo, Oh Santísima Trinidad.
Perdona las continuas ofensas y apelando a tu Divina Misericordia,
me entrego a la vez a Tu Divina Justicia.
Renuévame por dentro y para que así sea fiel testimonio
de Tu Amor, de Tu Bondad, de Tu Omnipotencia
y te amé por sobre todo”. Amén.“LOS SENTIDOS FÍSICOS DEL HOMBRE TIENEN QUE LLEGAR A COMPENETRARSE CON EL ESPÍRITU.”
1° SEMANA
EL SENTIDO DE LA VISTAMENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
12 DE SEPTIEMBRE DEL 2016
Pueblo Mío, es imprescindible que cada uno de mis hijos inicie un periodo de enmienda espiritual y física.
Los sentidos físicos del hombre tienen que llegar a compenetrarse con el espíritu. Iniciarán con el sentido de la vista por una semana. Cada instante se dedicarán a limpiar el sentido de la vista, hasta que esta sea entregada para agradar a Nuestra Voluntad y el mayor bien del alma.
PRIMER DÍA:
Ofrezco el Don de la vista en este día a los Sacratísimos Corazones de Jesús y de María Santísima, les ofrezco este Don de la vista en este instante para la Gloria Divina y por el bien de las almas.
En cada acto presente de mi mirada,
dame la fuerza para mirar únicamente lo que sea para el bien de mi alma y de mi hermano.
Clamo a Ti Madre Santísima, para que me tomes como Tu discípulo,
guíes mi vida y mi senda sea dirigida al encuentro con Tu Hijo.AL DESPERTAR OFREZCO:
Tengo vista, y con esta miro el bien y el mal desde este instante,
ofrezco mi esfuerzo constante para que este Don sea llevado a ser más espiritual,
priorizando el deseo Divino de mi salvación personal.
Propongo librar mi vista de las ocasiones de pecado,
buscando en todo cuanto miro, el propósito Divino,
encontrando el bien en cada hermano y en cada cosa creada por el Padre Eterno.
No deseo pecar más con el sentido de la vista, la entrego a los Sagrados Corazones
para que, siendo criatura Tuya mi Señor, me levantes del pecado.
No deseo que la vista llegue a provocarme malos pensamientos
ni desestime yo las bondades Divinas que me llevan a permanecer en estado de Gracia.
Sagrados Corazones sean sostén de mi pensamiento para que este sujete mi vista y ella mire el bien
y las cualidades que cada criatura humana posee y se ocultan a mí en su obrar y actuar.
Posea la valentía para oponerme con fuerza y no permitir que mi vista sea utilizada por el mal.
Detengo mi libre albedrío y le sujeto de inmediato y lo entrego a los Sagrados Corazones,
y así moldeen mi vista para que se aleje de las pequeñeces humanas.
Mi vista se limpie en el Agua Purificadora del Amor proveniente de los Sagrados Corazones.
Amén.MEDIODÍA:
Repaso con Nuestra Madre los esfuerzos de la mañana y anoto las debilidades.
ANTES DE DORMIR:
Gracias doy a los Sagrados Corazones de Jesús y María Santísima, a quienes ruego me socorran en este propósito, para ser mejor hijo de Dios.Padre Nuestro, Tres Ave Marías y Gloria.
Su Jesús.
2° SEMANA
EL SENTIDO DEL OÍDOAl escuchar que les llamo a no pecar, tienen que saber que Mi deseo es guiarles para que limpien la memoria… Y encuentren libertad.
Pueblo Mío, es imprescindible que cada uno de mis hijos continúe Purificando el sentido del Oído. Los sentidos físicos del hombre tienen que llegar a compenetrarse con el espíritu.
Continuarán con el sentido del oído, con el sentido de la audición, por una semana.
Cada instante se dedicarán a limpiar el sentido del oído, hasta que este sea entregado para agradar a Nuestra Voluntad y para mayor bien del alma.PRIMER DÍA DE LA SEGUNDA SEMANA:
Ofrezco el Don de la audición, en este día, a los Sacratísimos Corazones de Jesús y de María Santísima.
Les ofrezco este Don de la audición en este instante para la Gloria Divina y por el bien de las almas.
En cada acto presente, mi memoria y mi pensamiento se mantendrán atentos, alertas,
para no acumular lo que mi oído escucha y lleva a retener el pecado,
ofendiendo a los Sacratísimos Corazones.
Dame la fuerza para escuchar únicamente lo que sea para el bien de mi alma y de mi hermano.
Clamo a Ti, Madre Santísima, para que me tomes como Tu discípulo,
guíes mi vida y mi senda sea dirigida al encuentro con Tu Hijo.AL DESPERTAR OFREZCO:
Tengo oídos y con estos escucho el bien y el mal.
Desde este instante ofrezco mi esfuerzo constante para que este Don sea llevado a ser más espiritual,
priorizando el deseo Divino de mi salvación personal.
Propongo librar mi oído de las ocasiones de pecado,
buscando en todo cuanto oigo, el propósito Divino,
recordando el bien que me brindó cada hermano
y escuchando en la Creación la grandeza del Padre Eterno.
No deseo pecar más con el sentido del oído,
lo entrego a los Sagrados Corazones para que, siendo criatura Tuya, mi Señor,
me levantes del pecado.
No deseo que lo que he escuchado continúe provocando malos pensamientos ni desestime yo las bondades Divinas que me llevan a permanecer en estado de Gracia.
Sagrados Corazones, sean sostén de mi memoria y mi pensamiento
para que mi oído me lleve a retener solo el bien. Detengo mi libre albedrío y le sujeto de inmediato y lo entrego a los Sagrados Corazones,
para que me libren de las ocasiones de culpa,
y así moldeen mi oído para que lleve a mi memoria únicamente lo que es para bien de mi alma y para que yo haga el bien a mis hermanos.
Mis oídos se limpien en el Agua Purificadora del Amor proveniente de los Sagrados Corazones.
Amén.
MEDIODÍA:
Repaso con nuestra Madre los esfuerzos de la mañana y anoto las debilidades.
ANTES DE DORMIR:
Gracias doy a los Sagrados Corazones de Jesús y María Santísima, a quienes ruego me socorran en este propósito, para ser mejor hijo de Dios.Padre Nuestro, Tres Ave Marías y Gloria.
Hijos, vengan a Mí, y entréguenme su vida.
Les bendigo.
Les amo, Su Jesús.3° SEMANA
EL SENTIDO DEL GUSTOAmado Pueblo Mío:
Continúen purificando el sentido del gusto. No olviden que el gusto NO solo hace referencia a lo que entra por la boca del hombre, sino también a lo que entra a la mente, a la razón y al pensamiento.
PRIMER DÍA DE LA TERCERA SEMANA:
Ofrezco el Don del gusto, en este día, a los Sacratísimos Corazones de Jesús y de María Santísima.
Les ofrezco este Don del gusto en este instante para la Gloria Divina y por el bien de las almas.
En cada acto presente, mi mente, memoria y mi pensamiento se mantendrán atentos, alertas,
para no acumular lo que el sentido del gusto apetece y lleva al pecado,
ofendiendo a los Sacratísimos Corazones.
Dame la fuerza para liberar mi sentido del gusto y llevarlo a obrar y actuar en lo concerniente al bien de mi alma y de mi hermano.
Clamo a Ti, Madre Santísima, para que me tomes como Tu discípulo,
guíes mi vida y mi senda sea dirigida al encuentro con Tu Hijo.AL DESPERTAR OFREZCO:
Tengo mente y pensamiento, tengo razón para el bien y el mal.
Desde este instante ofrezco mi esfuerzo constante para que este Don sea llevado a ser más espiritual,
priorizando el deseo Divino de mi salvación personal.
Propongo librar mi razón y mi apetencia de las ocasiones de pecado,
buscando en todo, el propósito Divino,
recordando sólo el bien que me brindó cada hermano
y en la Creación la grandeza del Padre Eterno.
No deseo pecar más con el sentido del gusto,
lo entrego a los Sagrados Corazones para que, siendo criatura Tuya, mi Señor,
me levantes del pecado.No deseo que lo que soy continúe provocando malos pensamientos ni desestime yo las bondades
Divinas que me llevan a permanecer en estado de Gracia.
Sagrados Corazones, sean sostén de mi mente, memoria y mi pensamiento
para que mi razón me lleve a retener solo el bien.
Detengo mi libre albedrío y le sujeto de inmediato y lo entrego a los Sagrados Corazones,
para que me libren de las ocasiones de culpa,
y así moldeen este sentido para que lleve a mi memoria únicamente lo que es para bien de mi alma y
para que yo haga el bien a mis hermanos.
Este sentido del gusto apetezca el Agua Purificadora del Amor proveniente de los Sagrados Corazones.
Amén.MEDIODÍA:
Repaso con nuestra Madre los esfuerzos de la mañana y anoto las debilidades.
ANTES DE DORMIR:
Gracias doy a los Sagrados Corazones de Jesús y María Santísima, a quienes ruego me socorran en este propósito, para ser mejor hijo de Dios.Padre Nuestro, Tres Ave Marías y Gloria.
Hijos, vengan a Mí, y entréguenme su vida.
Les bendigo.
Les amo, Su Jesús.
4° SEMANA
EL SENTIDO DEL OLFATOAmado Pueblo Mío:
Continúen purificando el Sentido del Olfato, atendiendo a que el olfato físico es el que proporciona el desarrollo de la consciencia en el hombre que no desespera, sino espera sin decaer.
Asocian el olfato con el paladar y esto NO es correcto.
El Olfato Espiritual lleva a Mis hijos a vivir en la Esperanza de la Salvación, mirando la meta del encuentro final en un éxtasis de amor, que la criatura humana Me ofrece constantemente en la lucha de cada instante.
Mi Pueblo desea lo indebido y por ello se corrompe y NO mantiene la Esperanza ni la Fe en Mi Palabra.
Amados hijos, continúen despertando el Don del olfato. Con la conciencia clara y sumergida en la Esperanza, Mi Pueblo camina dentro de la obediencia.
PRIMER DÍA DE LA CUARTA SEMANA:Ofrezco el Don del olfato en este día a los Sacratísimos Corazones de Jesús y de María Santísima.
Les ofrezco este Don del olfato en este instante para la Gloria Divina y por el bien de las almas.
En cada acto presente, mi mente, mi memoria y mi pensamiento se mantendrán atentos, alertas,
para no acumular lo que el sentido del olfato apetece y lleva al pecado, ofendiendo a los Sacratísimos Corazones.
Dame la fuerza para liberar mi sentido del olfato y llevarlo a obrar y actuar en lo concerniente al bien de mi alma y de mi hermano.
Clamo a Ti, Madre Santísima, para que me tomes como Tu discípulo(a), guíes mi vida y mi senda sea dirigida al encuentro con Tu Hijo.
AL DESPERTAR OFREZCO:
Tengo mente y pensamiento, tengo razón para el bien y el mal.
Desde este instante ofrezco mi esfuerzo constante para que este Don sea llevado a ser más espiritual, priorizando el Deseo Divino de mi salvación personal.
Propongo librar mi razón y mi apetencia de las ocasiones de pecado, buscando en todo, el propósito Divino, recordando sólo el bien que me brindó cada hermano y en la Creación, la grandeza del Padre Eterno.
No deseo pecar más con el sentido del olfato, lo entrego a los Sagrados Corazones para que, siendo criatura Tuya, mi Señor, me levantes del pecado. No deseo que lo que soy, continúe provocando malos pensamientos ni desestime yo las bondades
Divinas que me llevan a permanecer en estado de Gracia.
Sagrados Corazones, sean sostén de mi mente, mi memoria y mi pensamiento para que mi razón me lleve a retener solo el bien. Detengo mi libre albedrío y le sujeto de inmediato y lo entrego a los Sagrados Corazones, para que me libren de las ocasiones de culpa, y así moldeen este sentido para que lleve a mi memoria únicamente lo que es para bien de mi alma y para que yo haga el bien a mis hermanos.
Este sentido del olfato apetezca el Agua Purificadora del Amor proveniente de los Sagrados Corazones. Amén.
MEDIODÍA:
Repaso con nuestra Madre los esfuerzos de la mañana y anoto las debilidades.ANTES DE DORMIR:
Gracias doy a los Sagrados Corazones de Jesús y María Santísima, a quienes ruego me socorran en este propósito para ser mejor hijo de Dios.
Padre Nuestro, Tres Avemarías y Gloria.
HIJOS, VENGAN A MÍ Y ENTRÉGUENME SU VIDA.
No olviden, hijos Míos, que el olfato apetece de los aromas atrayentes, pero NO todo lo que es apetecible al Olfato, es lo debido. El oro brilla, pero el oro no es la felicidad del hombre.
Les amo, Su Jesús.
5° SEMANA
EL SENTIDO DEL TACTOContinuarán elevando los sentidos espirituales con la práctica del sentido del Tacto Espiritual.
El vivir del hombre se asemeja a un círculo que se mantiene en continuo movimiento. Desde dentro de ese círculo se mantienen los sentidos como emanaciones que el hombre emite hacia su entorno, como luces hacia sus hermanos. El corazón, así como en el cuerpo se mantiene latiendo, así los sentimientos buenos o malos se transparentan en cada uno de ustedes.
EL SENTIDO DEL TACTO ESPIRITUAL LO MIRARÁN EN LOS AFECTOS,
Estos los condicionan a lo que reciben de los hermanos, del entorno y de lo que esperan de la vida. Para ser correctos, los afectos tienen que nacer de un corazón nuevo y ese corazón nuevo lo reciben cuando se entregan a Mí, en la Conversión.Hijos, cada uno de ustedes debe impedirse juzgar al prójimo con la auto-justicia propia fundida en la perversión, ya que el hombre normalmente tiende a la mentira y desprecia la verdad, arrastrando los afectos por sobre la conducta.
En este instante, la Humanidad ha sepultado el afecto, sus semejantes son estorbo o bendición, claramente dos caminos: nuevamente el bien o el mal, el amor o el odio, la alegría o la tensión, el aburrimiento o la acción.
Es esta la razón por la que les llamo a renovarse por dentro con espíritu generoso, para que me soliciten que les santifique el obrar y actuar en cada instante, ante el deseo ardiente de vivir en Mi Voluntad.
La voluntad humana equivoca cuanto desea, por esta causa, ante la desobediencia del hombre, los afectos han logrado cegar al hombre, enmudecerle, llevarle a la sordera y han creado una parálisis espiritual.
Hijos Míos, si cada uno NO permite que el entendimiento humano sea iluminado por Mi Espíritu, NO reconocerán ni comprenderán las verdaderas delicias de Mi Reino.
Los afectos del hombre se encuentran en lo bajo del mundo. Han fabricado su propio esquema de cómo es Mi Obrar y Mi Actuar y se han atascado en lo inmediato, en lo visible a sus ojos, despreciando lo de Mi Casa. La transformación de Mis hijos llega a través del conocerMe para que Yo les transforme y Me deseen Conocer en Espíritu y Verdad. Todo alcanza la belleza esperada si sus afectos se mantienen arriba junto a Mí.
EL SABIO ES BENÉVOLO, PACÍFICO, MISERICORDIOSO
Y – ALGO IMPORTANTE -, NO JUZGA.
CONTINÚEN PURIFICANDO EL SENTIDO DEL TACTO Atendiendo a que el tacto físico corresponde a los afectos en el corazón del hombre que no desespera sino espera sin decaer.
Asocian el tacto con el sentir por medio de la percepción concreta de algo y esto NO es correcto.
El Tacto Espiritual lleva a Mis hijos a vivir en la Esperanza de la Salvación, mirando la meta del encuentro final en un éxtasis de amor, que la criatura humana Me ofrece constantemente en la lucha de cada instante.
Mi Pueblo desea lo indebido y por ello se corrompe y no mantiene la Esperanza ni la Fe en Mi Palabra.
Amados hijos, continúen despertando el Don del tacto. Con la consciencia clara y sumergida en la Esperanza, Mi Pueblo camina dentro de la obediencia.PRIMER DÍA DE LA QUINTA SEMANA:
Ofrezco el Don del tacto en este día a los Sacratísimos Corazones de Jesús y de María Santísima.
Les ofrezco este Don del tacto en este instante para la Gloria Divina y por el bien de las almas.
En cada acto presente, mis afectos se mantendrán atentos, alertas, para no acumular lo que el sentido del tacto apetece y lleva al pecado, ofendiendo a los Sacratísimos Corazones.
Dame la fuerza para liberar mi sentido del tacto y llevarlo a obrar y actuar en lo concerniente al bien de mi alma y de mi hermano.
Clamo a Ti, Madre Santísima, para que me tomes como Tu discípulo(a), guíes mi vida y mi senda sea dirigida al encuentro con Tu Hijo.AL DESPERTAR OFREZCO:
Tengo afectos para el bien. Desde este instante, ofrezco mi esfuerzo constante para que este Don sea llevado a ser más espiritual, priorizando el Deseo Divino de mi salvación personal.
Propongo librar mis afectos de las ocasiones de pecado, buscando en todo el propósito Divino, recordando sólo el bien que me brindó cada hermano y en la Creación, la grandeza del Padre Eterno.
No deseo pecar más con el sentido del tacto, lo entrego a los Sagrados Corazones para que, siendo criatura Tuya, mi Señor, me levantes del pecado.
No deseo que lo que soy, continúe provocando malos afectos ni desestime yo las Bondades Divinas que me llevan a permanecer en estado de Gracia.
Sagrados Corazones, sean sostén de mis afectos para queme lleve a retener solo el bien.
Detengo mi libre albedrío y le sujeto de inmediato y lo entrego a los Sagrados Corazones, para que me libren de las ocasiones de culpa, y así moldeen este sentido para que lleve mis afectos únicamente a lo que es para bien de mi alma y para que yo haga el bien a mis hermanos.
Este sentido del tacto apetezca el Agua Purificadora del Amor proveniente de los Sagrados Corazones.
Amén.
MEDIODÍA:
Repaso con nuestra Madre los esfuerzos de la mañana y anoto las debilidades.
ANTES DE DORMIR:
Gracias doy a los Sagrados Corazones de Jesús y María Santísima, a quienes ruego me socorran en este propósito para ser mejor hijo de Dios.Padre Nuestro, Tres Avemarías y Gloria.
HIJOS, VENGAN A MÍ Y ENTRÉGUENME SU VIDA.
No olviden, hijos Míos, que el tacto apetece de los sentimientos atrayentes, pero no todo lo que es apetecible al tacto, es lo debido. El oro brilla pero el oro no es la felicidad del hombre.
CONSAGRACION
Consagración a los Sagrados Corazones
CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Sagrado Corazón de mi adorado Jesús,
manantial de misericordia infinita,
recibe en este día la entrega total de mi ser.
Toma mi vida, la ofrezco a Ti
Sea Tu Corazón Sacrosanto, manantial de gracias,
no sólo para mí, sino para toda la humanidad,
la cual en este momento junto a mí, entrego a Tu protección.
Te entrego mi corazón, para que éste te ame sólo a Ti,
Te entrego mi vista para que yo mire Tu Amor por doquier,
Te entrego mis oídos para que éstos escuchen Tu latir,
Te entrego mi pensamiento para que éste;
resguardado por Ti, sea constantemente himno de adoración,
Te entrego mis manos y mis pies para que sean a Tu semejanza,
Bendición para mis hermanos y hermanas.
Sagrado Corazón de mi adorado Jesús,
hoy te acepto como mi refugio en todo momento de angustia y tribulación,
te acepto como protector y custodio de mi vida sobre todo en los momentos de tentación.
Sagrado Corazón de mi adorado Jesús,
desde hoy me entrego totalmente a Ti.
Te ruego me ampares en esta vida para que nada ni nadie me separe de ti.
Manantial infinito de misericordia, toma posesión de mi ser,
yo a cambio prometo amarte y hago propósito de no ofenderte jamás.
Acoge te ruego, esta mi Consagración a Ti,
y guárdame desde este momento como posesión Tuya. Amén
CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Yo………… me entrego, Madre, a Tu protección y a Tu guía;
no deseo caminar solo en medio de la tempestad de este mundo.
Ante Ti me presento, Madre del Divino Amor, con mis manos vacías,
pero con mi corazón colmado de amor y esperanza en Tu intercesión.
Te ruego me enseñes a amar a la Santísima Trinidad con Tu mismo Amor,
para no ser indiferente a Sus llamados ni indiferente a la humanidad.
Toma mi mente, mi pensamiento, mi consciente e inconsciente,
mi corazón, mis deseos, mis expectativas, y unifica mi ser en la Voluntad Trinitaria,
como lo hiciste Tú, para que la Palabra de Tu Hijo no caiga en terreno árido.
Madre, unido(a) a la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo: sangrante
y despreciado en este instante de oscuridad,
elevo a Ti mi voz suplicante para que la discordia entre los hombres
y los pueblos sea aniquilada por Tu Amor Materno.
SOLEMNEMENTE TE CONSAGRO HOY, MADRE SANTÍSIMA,
TODA MI VIDA DESDE MI NACIMIENTO.
CON PLENO USO DE MI LIBERTAD, RECHAZO AL DEMONIO Y SUS MAQUINACIONES
Y ME ENTREGO A TU INMACULADO CORAZÓN.
TÓMAME DE TU MANO DESDE ESTE INSTANTE
Y A LA HORA DE MI MUERTE,
PRESÉNTAME ANTE TU DIVINO HIJO.
Permite Madre de Bondad, que esta mi consagración,
sea llevada en manos de los Ángeles a cada corazón
para que se repita al infinito en cada criatura humana. Amén.
A54 IGLESIA HUMANA
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Con el inicio del Adviento, cada uno de ustedes debe disponerse a ser parte del sentido espiritual de la Natividad de Mi Hijo.
Hijos, mantengan la llama de la Fe, de la Esperanza y de la Caridad encendidas, para que no falte ese Vino Nuevo del Amor de Mi Hijo en el corazón de ustedes, Sus hijos.
Tomen consciencia de la participación de ustedes dentro del Cuerpo Místico de la Iglesia, de la que es Cabeza Mi Hijo.
Ustedes son las velas que NO se apagan por fuerte que soplen los vientos…
Ustedes son el testimonio del amor que Mi Hijo ha depositado en el corazón de cada uno…
Al iniciar este Adviento Especial, deben renovar la Consagración al Sagrado Corazón de Mi Hijo y a Mi Inmaculado Corazón. (1)
En FE, deben mantener la seguridad de la Protección Divina, la Estrella desde lo alto les guiará en todo instante, si NO apartan la voluntad humana del cumplimiento de la Voluntad Divina.
En este Instante busquen el verdadero Arrepentimiento. Ese que nace desde lo más profundo de ustedes, desde donde nace el verdadero Dolor por las Ofensas cometidas en contra de Dios y del prójimo.
La Humanidad se vuelve contra la Iglesia de Mi Hijo, le señala y le socava.
La falta de Oración en Mis hijos predilectos les impide un verdadero Discernimiento para que llamen Pecado al pecado.
EL PUEBLO DE MI HIJO SE HA DEPRAVADO
Siendo un Potente IMÁN que atrae las Purificaciones sobre la Humanidad, una tras otra.
Como respuesta al mal proceder humano y a la urgencia del despertar de la consciencia del hombre para que sea fiel a Dios Uno y Trino. Y NO fiel a los hombres.
Quien de ustedes coloque su fe en un hombre, ha degenerado y retrocedido a su estado más primitivo, confundiendo lo que es de Dios con lo que es de los hombres.
El hombre de Dios debe rechazar las alabanzas, pues el EGO humano apetece de esos honores e inclina al que los recibe a percibirse diferente y mayor que sus hermanos.
E indispensable para que sus hermanos se salven.
Tanto cae en el error el que recibe honores con vanagloria y se deleita en ellos,
Como el que da honores innecesarios a quien es un hijo de Dios y no dios,
ÚNICO QUE MERECE TODO EL HONOR Y LA GLORIA.
En estos Instantes tan decisivos, sobreabundará la Confusión y algunos de Mis hijos, deseando hacer el bien, harán leña de sus hermanos y les arrojarán al fuego, en medio de indebidos ensalzamientos que corrompen a la criatura humana.
Ante la malicia existente en la Humanidad, el vivir sin arrepentirse de los pecados cometidos endurece el corazón humano.
Y la criatura continúa actuando con mayor frecuencia y fuerza en lo indebido, hasta que el hábito sea parte del cotidiano obrar y actuar del hombre.
Por ello las almas pasan con tanta premura de la Tibieza al Olvido. Y del Olvido a la continua repetición de actos pecaminosos, SIN QUE NADIE LES CORRIJA.
En estos Instantes tan exigentes para quienes deseen permanecer en el Camino de la Verdad, Mi Hijo les ha trazado una serie de normas para que despierten los sentidos espirituales, ya que con esta Formación, el hombre amará lo que es de Dios y despreciará lo mundano. (2)
La Fusión entre el hombre y el Espíritu Santo debe aflorar para que la Humanidad NO sea engañada. Quien rinda honor al hombre caerá con el hombre.
Quienes sean idólatras, rebeldes, los que amenazan, los impíos, los engañadores serán derrotados por Mí.
Como Estrella de la mañana, resplandezco en medio de los humildes que son formados en el Crecimiento del espíritu a la Manera Divina: en Amor, Gracia, Santidad, Verdad, Valor y Paciencia, para que el Trigo brille como si el sol le iluminara.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, el ser cristiano NO es un título, NO es un nombre, NO es una denominación o un reconocimiento,
Es el culmen de la Vida, Muerte y Resurrección de Mi Hijo por la Redención del Mundo.
Mi Hijo les legó el Cielo y es deber de cada uno ganarlo para sí. NO tienen asegurada la Vida Eterna si NO son verdaderos hijos de Mi Hijo y Adoradores de la Voluntad Divina.
Yo tomo la mano del Pueblo de Mi Hijo para llevarles a nacer nuevamente. El hombre debe renacer con un corazón de carne, fiel, colmado de Paz, con sentidos purificados por la Voluntad Divina y consciente del verdadero valor de la Cruz.
Mis hijos NO niegan el esfuerzo, NI el sufrimiento, NI las penas que imponen el cambio de ser un hombre acostumbrado a dar gusto a su “EGO”…
Para ser un hombre que vive en la constante praxis del vivir Los Mandamientos, de amar al prójimo, de vivir una constante lucha contra sus deseos y pasiones. De exigirse un mayor conocimiento de Mi Hijo y de Su Obrar y Actuar para ser mejor y estar más cercano a Mi Hijo.
NO deseo repetidores, sino criaturas conscientes de que para mantenerse en el Verdadero Camino con la FE madura y dispuesta para la Prueba.
Tienen que adentrarse en el Camino de Mi Hijo y aspirar hacia arriba.
Ser conscientes de la Grandeza del ser hijo de Dios y con amor y confianza poder llamarle:
“Padre nuestro que estas en el Cielo…” (Mt. 6,9)
El Pueblo de Mi Hijo NO es un pueblo cualquiera. NO es a la manera mundana, sino es un pueblo que respeta y ama la Palabra Divina y RECHAZA al mundo y sus maquinaciones…
El Pueblo de Mi Hijo NO disimula el Pecado. NI pacta con el Demonio, a sabiendas de que los intereses malvados llevan a la Humanidad a la declaración de una religión única que adorará a Satanás…
Bien saben que el Mal desea prevalecer por sobre la Iglesia de Mi Hijo.
No olviden Adorar a Mi Hijo, NO sólo en el Tabernáculo, sino en cada uno de los actos y obras con que dan testimonio del amor que dicen poseer por Mi Hijo.
¡Son tantos los que se reúnen en los Templos con fines tan distintos a los que verdaderamente pide Mi Hijo!
En este instante los Templos han sido tomados como anfiteatros, Ofendiendo Gravemente al Corazón Sacratísimo de Mi Hijo, al introducir al mismo Gestor del Pecado dentro del Corazón de la Iglesia de la cual soy Madre. Blasfeman con estos actos…
Con temblor y espanto desde la Casa Paterna, las Legiones Celestiales miran a aquellos que reciben a Mi Hijo en pecado grave, gestando su propia Condenación.
¿Es esta la Iglesia Santa de Mi Hijo? ¡NO!
Esta es la iglesia de los hombres, la iglesia de la voluntad humana.
Lloro al mirar el Padecer del Pueblo de Mi Hijo… Es necesaria la Purificación.
Oren hijos, oren por Estados Unidos, su padecer no termina, al contrario, aumenta. El poder usurpa la voluntad del pueblo. Las estaciones se invierten y el suelo se estremece.
Oren hijos Míos, oren por Italia, padece nuevamente. El Pecado sobreabunda, el arrepentimiento es olvidado.
Oren hijos, oren el agua se adentra en la tierra. Oren por Japón.
Oren hijos, oren, Nuevas Alianzas son solo falsas esperanzas. La TRAICIÓNse abre paso, oren por Colombia.
Oren hijos, oren por China, tendrá en Temor a la Humanidad.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
REPAREN, REPAREN LAS OFENSAS GRAVÍSIMAS
CON QUE LA HUMANIDAD OFENDE GRAVEMENTE A MI HIJO.
Se traicionan unos a otros… Reconozcan al que NO ama a Mi Hijo cautivando a otros hombres con palabras falsas. Así actúa Satanás llevando al hombre contra su hermano.
MANTENGAN LA LÁMPARA ENCENDIDA, EL AVISO SE ACERCA…
No tiemblen ante el Mal, tiemblen al ofender a Dios.
Al final, Mi Corazón Inmaculado Triunfará. Les conduciré de Mi Mano ante el Trono Trinitario.
NO TEMAN hijos, NO teman. Sean almas Adoradoras de Mi Hijo,
Ámenle y Reparen por los que le Ofenden.
Como Madre de la Humanidad, entregaré a Mi Hijo, Su Pueblo Santo.
Les Bendigo.
Mamá María.
(1) Consagración a los Sagrados Corazones…
(2) Revelaciones sobre los sentidos espirituales…
Comentario del Instrumento:
Hermanos (as):
Junto al pesebre la Santísima Virgen y San José guardan una total humildad…
Al pie de la Cruz, nuestra Madre guarda una total humildad…
Y a nosotros nos llama a una total humildad…
Nuestra Madre Santísima nos dice que no se regala la Salvación, tenemos que ganarla y para ganarla, tenemos que buscarla y vivirla.
Nuestra Madre con gran humildad nos dice: “lloro…” ¿Por quién llora nuestra Madre? Por cada uno de nosotros. Y esta exclamación de Nuestra Madre tiene que estremecer nuestro corazón.
La Humanidad se desvió del camino que Cristo nos legó. Y en este Instante, debemos retomar ese camino nuevamente. Hemos recibido una total instrucción de parte de nuestro Señor Jesucristo sobre la espiritualidad de los sentidos. No lo veamos como algo más, sino como las Primicias del Amado a Su amada: la Iglesia.
Nuestra Madre tiene la Autoridad dada por la Trinidad Sacrosanta para llamarnos a retomar el Camino. Y si recordamos las Apariciones en donde se nos explicita la Voluntad Divina fielmente, son REVELACIONES DADAS POR NUESTRA MADRE. ¿Son estos hechos significativos para la Humanidad? ¿Son estos hechos tan grandes algo que la Humanidad deja pasar desapercibidos?
María, la Madre de Cristo y Madre nuestra, la Mujer Vestida de Sol que no se mantiene lejos de Sus hijos, sino al contrario, nos da Su Corazón Inmaculado y lucha contra el Mal para retornar en nombre de toda la Humanidad, la Tierra al Creador.
Nos llama a no declinar, sino a mantenernos al lado de Su Hijo y en cada caída, mirando en lo profundo de los ojos de nuestra Madre, encontremos a nuestro Salvador.
Por ello hermanos, adentrémonos en el camino, así como los discípulos de Emaús y reconozcamos a nuestro Salvador, al partir el Pan.
¡Oh santidad perfecta de nuestra Madre, que siendo hechura de la Voluntad Divina ha sido la más humilde de los hijos de Dios!
¡Madre, permítenos tocar la Orla de Tu Manto bendito y no separarnos de Ti! Amén.
73.- POBREZA DE ESPÍRITU
En la Puerta del Cielo, están acelerando la preparación de los catecúmenos.
Regina habla a un grupo de más de quinientos.
Su voz argentina resuena hasta el último rincón de aquel salón:
LA RIQUEZA.
Dios creó el oro y lo dejó en las entrañas de la Tierra, porque quería que fuese útil al hombre con sus sales y para que sirviese de adorno para sus templos.
Pero Satanás ha mordido el corazón del hombre y le inyectó la maldita hambre del oro y la sed de poder.
Arrastrándolo con esto a los sentimientos más abyectos.
Y sembrando mucho mal con su fascinante e inútil esplendor, de este metal que no tiene la culpa.
La mujer por tenerlo se hace coqueta y se entrega a la lujuria…
El hombre por su causa se hace ladrón, usurpador y homicida.
Duro para con su prójimo y para consigo mismo, porque despoja a su alma de su verdadera herencia, para proporcionarse algo efímero.
Y se pierde por unas pocas piedras relumbrosas que a la hora de la muerte tiene que abandonar.
El hombre se desvela más por el oro, que por otras cosas. Los avaros y los codiciosos se ríen que hay un premio y un castigo, para las acciones que se realizan durante la vida.
No reflexionan que por este pecado pierden la Protección de Dios, la Vida Eterna, la alegría. Y que a cambio, lo único que obtienen son remordimientos, maldiciones en el corazón; miedo de estar acompañados, miedo a los castigos humanos.
Miedo que Satanás les inyecta, para no dejarlos disfrutar lo que con sus delitos y su amor al dinero, perjudicaron al prójimo.
Pues lo que se obtiene con delito, se convierte en maldición. Los espera un fin terrible a los que a este punto llevan sus crímenes. Un fin terrible porque es eterno.
La otra vida no es el abismo muerto y sin recuerdos del pasado vivido.
La otra vida es gloria para los justos; espera paciente para los que penan; tormento terrible para los que esperan en la certeza de una maldición eterna. El ansia por las riquezas los hunde en tan tenebroso destino.
No solo se es rico de dinero. Quién logra despojarse de todas las vanidades y se afana por poseer la verdadera sabiduría, logrando desprenderse de los tentáculos de las pobres posesiones terrenas, emprende el vuelo de las elevadas cumbres espirituales.
Jesús dijo que no se puede servir a Dios y al dios dinero, ¡Porque la raíz de todos los males es el afán del dinero y algunos por dejarse dominar por él, se extravían en la Fe y se atormentan con muchos dolores!
Hay otros todavía más duros. No trabajan pero hacen trabajar.
Y acumulan riquezas con el sudor de los demás.
Despilfarran los bienes maliciosamente y fertilizan con el sudor ajeno.
Los que obran así, tienen su hora terrena de triunfo, pero atraen sobre sí la Justicia Divina que vengará a los oprimidos.
Los viciosos no pueden vivir en la pobreza. La codicia empuja al robo.
El avaro nunca está satisfecho y siempre desea más.
El dinero es la cosa más peligrosa sobre la Tierra. Porque muy pocos saben hacer uso de él.
No sirve sino para la materia, el crimen y el Infierno. Muy raras veces el hombre lo emplea para el bien.
Es muy raro encontrar a un rico que no sea injusto y es más fácil desarrollar las virtudes en medio de la pobreza.
El dinero o las mercancías obtenidas con la injusticia, no enriquecen ni sacian.
La amargura de la perversidad humana, crea odio en los miserables, contra los poderosos.
La fiebre satánica de los delirios por las riquezas, conducen a ricos y pobres a su destrucción.
El rico que vive para su dinero, el ídolo más infame de su espíritu en ruinas.
Y el pobre que vive odiando al que envidia y le desea toda clase de males.
No basta no hacer el Mal. Es menester no desearlo, para no acarrearse daño espiritual.
La ambición, la gloria y el poder, son como una burbuja de agua sucia, en la superficie de un desagüe de lavadero: iridiscente pero sucia.
Una sola cosa es necesaria: poseer la sabiduría aún a costa de la vida. La pobreza es un freno en el pecar.
Entre ustedes, los que sean ricos no deben ser altaneros, ni poner su esperanza en lo inseguro de las riquezas. Sino en Dios que nos provee espléndidamente de todo, para que lo disfrutemos, para que practiquen el bien y que se enriquezcan de buenas obras.
Den con generosidad y con liberalidad. De esta forma, estarán atesorando para el futuro, un excelente fondo con el que podrán adquirir la vida verdadera. “Porque donde está tu tesoro, está tu corazón”
Tanto en el bueno como en el malvado, el corazón (o sea, el impulso vital de todas nuestras acciones) está donde está el tesoro que más se quiere.
Cuando se ama a Dios sobre todas las cosas, Él se vuelve el tesoro más precioso y se hace todo por llegar a poseerlo.
Los que tienen la obligación de enseñar la sabiduría a los pobres con su conducta, son los ricos que despojados del afecto por las riquezas materiales, compran para sí el Reino por medio de las Obras de Misericordia para los pequeños y despreciados: los menos afortunados, despojándolos de su abatimiento.
La miseria, al mismo tiempo que envilece al hombre, lo lleva a que pierda la Fe en la providencia que es necesaria, para resistir las pruebas de la vida.
El despego de las riquezas es una escalera que lleva a poseer las riquezas eternas.
Dios no descuida al que deja todo por la verdadera Riqueza y Felicidad:
La de servir a Dios hasta la muerte.
Las cosas que tenemos NO nos pertenecen. Porque Dios nos las concede para administrarlas por un pequeño espacio de tiempo.
Los hombres son los administradores de las migajas de la Gran Creación, pero el Verdadero Dueño es el Padre de los vivientes.
Los ricos son solo los depositarios de estas riquezas que Dios les ha concedido con el fin de que sean distribuidores de ellas para con quien sufre.
Es un honor que Dios hace al hacerlos partícipes de su providencia a favor de los pobres, enfermos, viudas, huérfanos.
Dios no hizo llover comida, vestidos, etc. Sobre el camino de los pobres, porque entonces quitaría al rico el mérito de la caridad para con sus hermanos.
No todos los ricos pueden ser doctos, pero sí pueden ser buenos.
Pobre es quién le falta lo necesario para vivir.
Todos pueden compartir lo que tienen con el que muere de cansancio, de hambre, de frío.
No deben olvidar que en cada ser humano, hay un Cristo pobre o crucificado, que espera la misericordia del que posee más.
LA POBREZA.
LA POBREZA ES UNA REINA VESTIDA DE HARAPOS.
A la vista espanta a la naturaleza, pero el que se abraza a ella, disfruta de la paz y la alegría que solamente Dios puede dar.
Porque a unas manos vacías las llena el Señor, al cual le agrada dar al que no tiene y reconoce que lo que tiene es de Él y se lo devuelve.
Los que tienen la pobreza material, la llevan con toda clase de molestias.
La Providencia existe y los ricos del mundo son sus ministros, porque Dios les concede el honor de ser el único medio para hacer que las riquezas no sean un peligro.
El que logra ver a Cristo que sufre en los necesitados, hace de las riquezas la moneda con la que compra el Cielo.
Los pobres están en Dios. Por eso Jesús quiso nacer pobre y permaneció pobre, a pesar de los ríos de dinero que los óbolos de los ricos le ofrendaron, porque los pobres le aman con todas sus fuerzas.
Los ricos tienen muchas cosas. Los pobres tienen solo a Dios.
Los ricos tienen amigos. Los pobres están solos.
Los ricos tienen muchas consolaciones, los pobres carecen de ellas.
Los ricos tienen diversiones. Los pobres no tienen más que trabajo.
A los ricos se les facilita todo con dinero.
Los pobres tienen además el miedo a la enfermedad y a la carestía, porque es su fin la muerte y la indigencia.
Pero tienen a Dios que es su Amigo y su Consolador. El que los distrae de su penosa vida actual, con esperanzas celestiales.
El rico poco se acerca a Dios, porque piensa que nada le hace falta y todo lo puede con su riqueza.
La pobreza hace al alma humilde al decir: ‘Padre, socórrenos con tu Misericordia.’
Los pobres conservan en su corazón, las joyas de la palabra de Dios: son su Tesoro, su única riqueza y la cuidan como tal.
En el Cielo, muchos asientos los ocuparán los que en la Tierra fueron despreciados como nada y pisoteados como polvo.
La Buena Nueva está destinada principalmente a los pobres, para que tengan un consuelo sobrenatural en la esperanza de una vida gloriosa, después de soportar la triste jornada de la vida humana.
LA POBREZA DE ESPIRITU
Las cosas que hacen rico al hombre son: el oro como riqueza material y los afectos como riqueza moral.
Los bienes hacen acaudalada una vida.
En los afectos se cuentan los lazos de sangre o por matrimonio. Las amistades, la capacidad intelectual, los cargos públicos.
“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.”
Para ser un pobre de espíritu, es necesario poseer la libertad de las riquezas.
Es decir: ser un rico pobre. Estar satisfecho con lo que se tiene, sin envidiar a nadie, ni codiciar nada.
Porque aún el más miserable pordiosero, puede ser pecaminosamente rico en espíritu, por la desmoderada afición a algo o a alguien, convirtiéndolo en pecado.
Porque incluso el amor puede llegar a ser un mal, cuando convertimos en ídolos a la persona amada.
La santa Pobreza de espíritu se despoja de todo, para poder conquistar más libremente a Dios, que es la Suprema Riqueza.
El pobre de espíritu si es rico en bienes materiales, no peca porque tenga dinero, ya que lo emplea para ser santo. Todos le aman y lo bendicen porque es como los oasis en los desiertos que salvan la vida. Sin avaricia alguna dan con alegría, para aliviar la desesperación de los demás.
Si es pobre, se alegra en su pobreza. Come su pan con la alegría del que desconoce el ansia por el dinero y duerme tranquilamente sin pesadillas. Descansado se levanta a su trabajo, que se le hace más llevadero, porque lo lleva a cabo sin ambición ni envidia.
El que llega a la verdadera sabiduría, no busca lo mejor para el cuerpo que perece, sino más bien le da lo peor. Reservando todos los derechos para el espíritu.
Porque Dios NO confía las verdaderas riquezas a quién en la Prueba Terrena, mostró NO saber usar las riquezas materiales.
La Pobreza de espíritu es una de las verdades menos comprendidas.
Para la superficialidad humana, los que se burlan creyéndose sabios piensan que es una estupidez.
El alma entregada a Dios, sabe como guardar el equilibrio justo y pone el espíritu como rey de cuanto hay en el hombre. Con todas sus dotes físicas y morales, sujetas como siervas a este rey.
Cuando el hombre no es espiritual, ni está entregado a Dios, sobrevienen las idolatrías y las esclavas se convierten en reinas, quitan de su trono al espíritu y producen una anarquía que lleva a la ruina y a la destrucción.
La Pobreza de espíritu consiste en tener esa libertad soberana, de todas las cosas que son la delicia del hombre y por las que se llega al impune delito material y moral que frecuentemente escapa a la ley humana.
Y que hace numerosas víctimas que tienen consecuencias trágicas, para la inmensa mayoría de los que lo sufren.
EL POBRE DE ESPIRITU DEJA DE SER ESCLAVO DE LAS RIQUEZAS.
Si no se despoja de ellas y de toda comodidad, sabe usarlas con frugalidad, que es un doble sacrificio y se vuelve pródigo con los pobres. El que comprende las palabras:
‘Haceos amigos con las riquezas injustas’ convierte en su siervo al dinero.
Lo que de otra manera lo conduciría a la lujuria, la prepotencia y la falta de caridad, lo hace que le sirva para allanarle el camino al Cielo.
Camino tapizado con mortificaciones y obras de misericordia para ayudar a sus semejantes; reparando y curando las numerosas injusticias que se llevan a cabo en un mundo que carece de amor y se encuentra plagado de injusticias sociales.
¿Cuántas veces hace esto el generoso que aunque no nade en las riquezas, es capaz de sacrificar ‘sus dos céntimos’, para aliviar una necesidad?
Son ‘Pobres de espíritu’ los que perdiendo lo mucho o lo poco que poseen, saben conservar la paz y la esperanza… y no maldicen, ni odian a nadie. No reniegan de Dios, ni se rebelan contra los hombres.
Pobreza de espíritu es también la humildad que no se hincha y no se ensoberbece proclamándose ‘superhombre’, sino que reconocen el Don de Dios y le agradece por su misericordia al haberlo otorgado.
Conservan la sencillez y admiran al Espíritu, verdadero Autor de la Sabiduría.
Es también generosidad que sabe despojarse aún de los afectos más legítimos y a veces de la misma vida: las riquezas más estimadas por el hombre, para seguir a Dios.
Saben ser mártires para ser generosos en el sentido más completo, porque su espíritu sabe hacerse pobre, para ser rico con la única riqueza eterna: Dios.
Las riquezas se deben amar como un don de la Providencia Divina. Pero nunca se deben amar por sobre el Dador de ellas y de su Voluntad.
Saber desprenderse de ellas y NO maldecir a Dios, si alguien las arrebata.
Zaqueo es la figura evangélica que comprendió perfectamente esto y supo dar su justo valor a la riqueza, para hacerse pobre de espíritu.
El alma que empieza a crecer en el Amor, corta todos los tentáculos que la esclavizan a la tierra.
Y al hacer de Dios su tesoro, el poder de la recta intención hace germinar el deseo justo que empuja a un mayor conocimiento del Bien…
Y a buscar a Dios continuamente, para alcanzarlo con un arrepentimiento sincero y justo, que le da el valor a la renuncia.
Ser pobre de espíritu no es ser estúpido y bobo.
El estafador tal vez se considere muy listo, abusando del que le pone la otra mejilla y le entrega también el manto.
Pero el cristiano que lo hace, es porque comprende que el espíritu está sobre la inteligencia: es el rey de todo cuanto hay en el hombre.
Se está ejerciendo ya la santa Pobreza de Espíritu, cuando somos capaces de conformarnos con lo que poseemos y nos sentimos muy dichosos y afortunados porque nuestra riqueza infinita es Dios.
Y ES cuando podemos sentir la maravillosa libertad que se encierra en las siguientes palabras: “Yo necesito poco para vivir mi existencia. Y lo poco que necesito, lo necesito poco…”
Todas las dotes físicas y morales le deben estar sujetas y ser siervas de este rey.
La criatura filialmente entregada a Dios, sabe tener las cosas en su punto justo, destruyendo todas las idolatrías.
El hombre entiende la pobreza como la falta de dinero, de tierras, de palacios, de joyas.
Son cosas que ama y que le cuesta sacrificio renunciar a ellas y dolor al perderlas.
Pero por una vocación de amor, también sabe despojarse de ellas.
Cuantas mujeres no dejan todo para mantener al esposo o al amante y lo que es peor… Continúan con ellos, por una vocación de amor humano.
Otros, por una idea lo dejan todo: soldados, científicos, políticos, dirigentes de nuevas doctrinas sociales, más o menos justas.
Y se inmolan todos los días por su ideal, vendiendo la vida por la belleza de un ideal y haciéndose pobres por alcanzar ese ideal.
Así también los seguidores de Jesús.
Saben renunciar a las riquezas de la vida, ofreciéndosela a Él, por su amor y por el prójimo. Renuncia mucho más grande que aquella de las riquezas materiales.
La gente del mundo se afana y se aflige por proveerse de objetos que no pueden gozar.
Para practicar la Pobreza de espíritu, se deben desprender de todos los bienes; dando a los familiares lo que les pertenece y lo propio para hacer caridad.
Se debe sacrificar la riqueza de los afectos. Es el oro más puro y valioso que cualquier otro: saber renunciar a la familia, por amor a Dios.
Es fabricar perlas eternas con llanto…
Y rubíes con la sangre que mana por la herida del corazón que es desgarrado, por la separación del padre, de la esposa y de los hijos.
EL DESPOJO TOTAL DE LA POBREZA
El despojo total de la pobreza se efectúa en ‘NO TENER’
Y es similar del ‘NO PERTENECERSE’.
El que decide ser pobre dice: “Me doy. Me entrego. Me vacío. Me nulifico. Todo lo entrego. De todo me despojo: entrego todas las personas, todos los afectos.
Devuelvo al Señor todo cuanto de Él he recibido, con todos sus dones y sus gracias: te doy mi cuerpo, mi alma, mi vida, mis sentidos, mis potencias, mis sentimientos, mis esperanzas, mi inteligencia, mi espíritu y todo mi ser.
Con todas sus palpitaciones hasta mi eternidad.’
Esto es el Despojo de la Pobreza.
En el desprecio de todo adorno y comodidad, hasta llegar a despreciarse a sí mismo, desnudándose de todo olor mundano y vistiéndose solo de Jesús.
Es así como cada día se encuentran más las verdaderas riquezas y se hallan los encantos de la pobreza.
La pobreza y la Obediencia tienen el aroma de lo divino.
El alma unida a Dios, es muy rica con las riquezas y los tesoros que Él siempre tiene consigo. Pero es totalmente pobre y vacía en sí misma.
Es decir: todo lo tiene, sin tenerlo.
Y se queda con su pobreza, aunque esté vestida de perlas.
Porque los pobres de espíritu son los que devuelven los dones al dador de ellos. Los que se renuncian totalmente y mueren a su propia voluntad, para vivir solamente de la Voluntad Divina.
Al alma creada que se da, se le da a ella un Dios Increado, proporcionándole una dicha desconocida por el mundo.
Dios dio al hombre los afectos humanos buenos, para que sean un alivio que lo levante en medio de las fatigas de la vida.
Muchas raíces están trabadas en el ser humano y deben ser separadas.
Y a veces, definitivamente cortadas.
Dios llama y pasa. Con libertad espiritual se viene al servicio de Dios.
Nada debe impedir a quién se entrega.
Dios es tan exigente, como es infinitamente generoso en premiar.
El hombre debe amar a sus seres queridos con el amor perfecto que se obtiene a través del amor a Dios, que sublima todos los amores.
Cuando le amamos a Él sobre todas las cosas, le pertenecemos por entero.
Y Él tiene derecho de posesión total: por Creación y por Redención.
Nadie es más grande que Él, en tener derecho sobre los afectos.
Al cumplir la Voluntad divina con perfección, implica hasta el sacrificio total de cualquier querer o voz de sangre y de afecto.
La riqueza de los afectos, es la que está más ligada al espíritu y arrancarla causa más dolor, que rasgarse la carne.
Los afectos son una riqueza casi viva. Sin embargo por amor a Dios, es necesario dejarlos también a ellos, porque por ese mismo dolor, se expía para salvarlos.
Dios no condena los afectos. Él los ha bendecido con la Ley y los Sacramentos, pero deben ser dejados sobre la Tierra, para conquistar el Cielo, que es la morada verdadera.
Todo cuanto Dios ha creado para el hombre, debe mirarse a través de la lente celestial. Cuanto Dios ha dado debe ser tomado con reconocimiento, pero devuelto con prontitud a su requerimiento.
Cuando el hombre muere, deja todo lo terrenal, incluyendo a los seres queridos.
Y queda totalmente solo frente a Dios, para enfrentar el destino que Él mismo se procuró.
El que decide ser discípulo y dejarlo todo, debe ‘morir’ a las cosas de la Tierra en una muerte mística, pero real.
Es una experiencia desgarradora.
Pero igualmente el alma se queda totalmente sola ante Dios y ‘vive muriendo’.
Haciendo solamente su Voluntad, en la misión que todavía debe cumplir en los días que le es concedido vivir, en el resto de su jornada terrena.
Dios no destruye la riqueza afectiva. La levanta de la Tierra para trasplantarla en el Cielo.
Allá serán reconstruidas eternamente las santas convivencias familiares, las amistades, toda aquella forma de afecto honesto y bendito que Jesús quiso para Sí Mismo y que sabe que preciosas son.
Pero nunca serán más preciosas que Dios y que la vida Eterna.
El amor de la sangre nunca debe hacernos salir del camino de la justicia. Porque sobre Dios NO hay nadie.
Los lazos de sangre se subliman porque con nuestras lágrimas, damos a nuestros familiares la ayuda definitiva para atraerlos hacia el Cielo y hacia Dios, por el camino del sacrificio de los afectos.
Renunciar a la riqueza de un afecto por seguir la voluntad de Dios sin pesares humanos, es la Perfección de la Renuncia aconsejada al joven del Evangelio.
Dios no destruye los lazos familiares. Él los santifica y enseña a amarlos con un amor sobrenatural. Y ¿Cuál amor más alto que tener caridad por las almas enfermas de nuestros familiares?
Se recibe mucha ingratitud; pero también ésta es necesaria para que trabaje el amor que las redime. Y los de casa son los primeros.
No hay que llorar por la carne y la sangre que sufren, al sentir que a quién engendramos, nos rechazan. Nuestro sufrimiento trabaja más que cualquier otra cosa a favor de nuestra alma y la de ellos.
No hay que formarse remordimientos por haber querido ser más de Dios, que de nuestra familia. Porque más que ella es Dios.
Así podemos sentir como nuestros amores se van transformando y se han concentrado en uno solo: Dios.
Con nuestro sufrimiento desgarrador engendramos hijos para Dios.
El alma-victima prueba todos los suplicios: el de la renuncia a los afectos, a las comodidades, a los intereses.
Satanás arrebata todo.
Después vendrá algo mucho más grande y que ciñe con una corona inmortal. Hay que ser como columnas y permanecer firmes y fieles.
Nunca se debe mirar a lo que hemos dejado para seguir a Jesús.
El pasado, los afectos y todo lo que se abandona para caminar por el Camino de la Cruz, son un peligroso lastre que puede arrollarnos en la rebeldía, si volvemos la vista y el dolor nos desgarra.
Así no se puede trabajar en ningún apostolado.
Porque todas estas cosas impiden que el fuego del amor se encienda en nuestro espíritu y son un estorbo para cumplir la misión.
Se debe vigilar porque el corazón viva en una sumisión completa a la Voluntad de Dios que se manifiesta en la suerte que vivimos.
Soportando pacientemente, sin permitir al pensamiento la libertad de un juicio que no sea benévolo con Él.
En otras palabras: no se debe reflexionar en el estado que se tiene, para que no haya rebeliones que matan el amor.
Y Dios dará la fortaleza como Don del Espíritu Santo, que es la renuncia a los que se ama.
La riqueza más grande que el oro y más preciosa que la misma existencia, es la riqueza intelectual: el propio pensamiento.
Los escritores lo donan a las muchedumbres, más ellos lo hacen elástico para acomodarlo a su público. Pero lo hacen por lucro y su verdadero pensamiento no lo dicen nunca.
Dicen aquello que sirve para su tesis, pero su intimidad la guardan celosamente en lo más profundo de su mente; porque son pensamientos de dolor, por penas íntimas o reproches de la conciencia, que es la lejana voz de Dios.
Y esta es la renuncia más grande: la renuncia a la propia manera de pensar, para adquirir la de Dios.
Arrodillando la razón en amorosa sumisión a la Voluntad Divina.
Regina calla…
Ella no sabe cuán pronto deberá dar el más grandioso y estremecedor testimonio de todo cuanto acaba de enseñar…
Una de las cosas que más asombraron al mundo pagano y hacían nuevos y siempre más numerosos prosélitos para la Iglesia; era la calma, la serenidad, la fortaleza de los mártires, durante la hora del martirio.
Solo de Dios puede venir esta inmutable y serena paz.
Pero el martirio del corazón no es menos atroz que el de la carne. Y solo Dios puede comunicar a los desgarrados del corazón, el heroísmo de una resignación que es verdaderamente la cuarta frase del ‘Pater’ vivida con toda la carne y con toda el alma, la inteligencia y el espíritu.
El mundo ciego cambiará esta calma heroica, don del Espíritu Santo, por indiferencia y desamor.
El mundo ensucia todo cuanto toca.
Pero lo sucio no penetra en un bloque de diamante. Se posa encima y después cae con la más pequeña lluvia.
Hay que dejar que los ciegos del mundo no vean.
Los demás para los cuales el Espíritu es Luz, leen el Nombre de Dios en el coraje del mártir y…
HERMANO EN CRISTO JESUS: