Hijitos Míos Mis pequeños, en las Escrituras se os enseña que el máximo Conocimiento, que es la Sabiduría, se le da a los pequeños y NO a los sabios y entendidos. Pero, ¿Por qué a los pequeños? Porque ellos aceptan lo que se les da, sin poner interrogantes.
El niño acepta de corazón, porque confía. Porque cuando se le da algo al niño, se siente amado y esa confianza hace que acepte la enseñanza y lo hace de corazón.
Cuando se da algo obligado o se utiliza el dolor o el castigo para la enseñanza, el niño lo rechaza y trata de olvidarlo. Porque ese conocimiento cuando lo vuelve a retomar, lo recordará con dolor y por el castigo que recibió, cuando le fue enseñado eso.
El niño que es amado y él se siente amado, va a recibir con agrado lo que se le enseñe y se va a quedar muy grabado en el corazón. Cuando vosotros enseñáis con alegría, con amor, con el ejemplo; ese niño crecerá alegre, contento, seguro, porque todo vino en el amor. Todo ese conocimiento se le dio en el amor y así vivirá siempre, en el amor.
Mi Hijo os Enseñó todo en el Amor. Entonces, ¿Por qué Le rechazáis?
Cuando vosotros leéis sobre Su Vida diaria, Su Vida en el Mundo, debierais gozar cada palabra, cada frase; porque todo os lo dio en Amor, para que vosotros aprendierais también, a amar perfectamente.
Para que vosotros gozarais el momento en que Él gozaba también, al Enseñar a los hombres de ese tiempo y de todos los tiempos, porque lo que enseñaba, iba envuelto de Amor.
Las Palabras en las Sagradas Escrituras, os deben llevar a una gran alegría, a llenaros de amor y a vivir plenamente agradecidos de todo lo que se os da.
Entended que sois muy pequeñitos. Y a pesar de que sois insignificantes NO solamente vosotros en lo individual, sino vuestro Mundo, en comparación al Universo entero, seguís siendo nada. Y aun así, Mi Hijo bajó a estar entre vosotros.
Yo vuestro Padre, en el Antiguo Testamento enviaba profetas, para también dejaros Sabiduría, para que la siguieran en aquél tiempo y también, en este tiempo.
Amaos los unos a los otros, es una Orden Divina, es un pedimento Divino, es una obligación entre todos vosotros. Si queréis paz a vuestro alrededor, paz en vuestros hogares, paz en la sociedad, paz en los gobiernos, paz en vosotros mismos.
Si queréis vivir esa Paz, dejad que Mi Santo Espíritu entre en vosotros y os repito, pedidLe que saque de vosotros, todo aquello que os está quitando la Paz. De vosotros depende el cambio. Si os he pedido que seáis perfectos, como Yo Soy Perfecto, entonces deberéis dejar que Mi Santo Espíritu os transforme.
Vuestra transformación tiene que venir a través de Mi Santo Espíritu, NO la podréis lograr por vosotros mismos.
Hijitos Míos, vosotros os quejáis de los acontecimientos en vuestra vida y de los que suceden a vuestro alrededor. Ciertamente, fuisteis creados para vivir en Mi Amor, pero vosotros mismos os apartáis de Mí. El alma puede vivir llena de Mi Amor, aun a pesar de que todo lo que esté a su alrededor sea adverso a él.
Y esto, ¿Cómo se logra, Mis pequeños? os preguntaréis: estando en Mí, dejando que Yo, vuestro Dios, haga Mi Voluntad en vosotros. ¿Acaso no os sentíais vosotros protegidos y hasta contentos, cuando vuestros padres os ayudaban a hacer cosas difíciles para vosotros,cuando erais pequeños, ya fueran de la escuela, ya fueran pequeños trabajos dentro del hogar o algo que vosotros necesitabais?
Cuando ellos salían a ayudaros, vosotros, os sentíais consentidos, protegidos, amados y por ello, vivíais en el amor.
Vais creciendo y vais escogiendo otros caminos, muy diferentes a aquellos que os van a llevar a Mi Amor, que es el Verdadero Amor. Y empezáis a hacer cosas que NO son buenas, que son desagradables a Mis Ojos.
Y en ese momento, vosotros os sentís abandonados, os sentís señalados en cierta forma, sentís Mi Repudio en vuestro interior, hacia el pecado cometido. Y eso lo permito, para que os deis cuenta que Yo estoy con vosotros y Conozco hasta lo más íntimo que hagáis, porque Vivo en vosotros, Soy vuestra vida interior.
Vosotros podéis escoger el vivir en la alegría como os dije, a pesar de las adversidades a vuestro alrededor, si hacéis el bien. Y aún a pesar de que sucedan cosas adversas, si Me las ofrecéis, estaréis haciendo el bien y estaréis contentos también.
Todo depende de vuestra actitud de vida. Si vuestra actitud es positiva y va de acuerdo a las Enseñanzas que os dejé, vosotros mismos estaréis haciendo vuestro propio ambiente de paz, de amor, de armonía.
Pero si lo que estáis haciendo, NO os va a traer paz primeramente a vosotros mismos, entonces NO viviréis felices, porque NO estaréis viviendo Mi Amor.
Entended que vosotros vivís también, de Mi Amor. Cuando vosotros os apartáis de Mí y queréis hacer vuestra propia vida con vuestras propias fuerzas, con lo que vosotros habéis escogido del Mundo para vivir y que NO siempre es lo correcto, entonces tendréis dificultades; una gran mayoría de las cosas que hacéis, os saldrán mal y es por vuestra culpa.
No Me echéis la culpa a Mí, Yo quiero que vosotros viváis en el Bien. Pero vosotros vais delineando vuestro futuro con vuestros actos y con vuestra cercanía a Mí, vuestro Dios. Si Me rechazáis de vuestra vida, estáis rechazando al Amor.
Estáis rechazando al que os puede dar alegría, paz, armonía en vuestra vida. ¿Cómo queréis tener alegría y amor, cuando Me estáis rechazando a Mí, que Soy la Fuente de ello y de muchísimas cosas más?
Entended esto Mis pequeños, para que Satanás NO os confunda y os lleve a rechazarMe y a maldecirMe. Porque desgraciadamente, muchos de vosotros habéis llegado a hacerlo, cuando Yo Soy Inocente de vuestros actos y de vuestros deseos.
Entended esto Mis pequeños, vosotros los que habéis sido fieles a Mí, a Mis Enseñanzas y las habéis transmitido, habéis sido Luz en el Mundo. Transmitisteis lo que dejasteis entrar a vuestro corazón, que fue Mi Luz, Mi Sabiduría, el trato amable y bello que Yo os dejé de Ejemplo.
Vosotros los que sois Luz, pertenecéis a la Luz y al final de vuestra misión en la Tierra, regresaréis al Reino de la Luz. Vosotros pertenecéis a Él, vosotros pertenecéis a la Luz. Vosotros dejasteis que la Luz de Mi Vida, entrara en vosotros y así renacierais a vuestra Verdadera Vida.
Os he dicho que Yo os doy libertad de actuación y así vive el hombre desde el principio, desde pequeños. En total libertad os voy dejando actuar, pero siempre cuidándoos de que NO os salgáis de donde pertenecéis. Llega el momento, en que debéis dar más de vosotros y de esta forma, seréis preparados para llevar a cabo la misión que os he de encomendar a cada quien.
El hombre tiene la libertad de tomar la decisión de servirMe o de rechazarMe. Pero Yo también tengo esas dos opciones, de abrir las Puertas del Reino de los Cielos a los que quisieron seguirMe o cerrarlas a los que NO quisieron seguirMe.
Recordad esto, Mis pequeños. Os he dado libertad, pero esa libertad tiene compromisos y también, tiene un premio o un castigo. Ciertamente, que Yo quiero que todos estéis Conmigo, que viváis transmitiendo vida de amor.
Cuando vosotros transmitís cosas bellas, cuando vivís en Mí y lo compartís con vuestros hermanos, vuestros hermanos están recibiendo esas cosas bellas, agradables para su vida, os dan las gracias, os dan alegrías, os llenan a vosotros también de cosas agradables, porque vosotros estáis dando cosas agradables.
A lo que voy Mis pequeños, es que viviendo en Mí, vosotros al dar cosas bellas vais a gozar, pero también seréis retribuidos con el agradecimiento y regalos de vuestros hermanos a los cuales ayudasteis de una u otra forma. ¿Acaso no os gusta vivir mejor así?
Que al contrario, estar peleando, estar sufriendo, estar afectando la vida de los demás, que os va a traer muchos problemas y conflictos en vuestra vida; en donde la paz, la alegría y el amor, NO existirán cuando vosotros escogéis ese camino errado, camino de grosería, de dolor, de maldad.
Si vivís en el bien y lo compartís, recibiréis también un bien. Pero si vosotros tratáis a vuestros hermanos con un mal, NO esperéis recibir un bien. Si os tratan mal, si NO desean vuestra presencia entre con ellos, entre los que vosotros convivís, NO recibiréis cosas buenas, porque vosotros NO las habéis dado.
Esa es la naturaleza humana, que siempre va a haber algún alma o varias, que estén enfermas de maldad y aún a pesar del bien que reciban, responderán con un mal. Yo ahora os hablo de la mayoría de aquellos hermanos vuestros que responden con el bien a un bien recibido.
Dad pues, buenas cosas a vuestros hermanos y recibiréis un bien, por eso os he dicho que vosotros mismos sois los que cambiaréis al Mundo. Sabéis que Yo NO os puedo obligar a vivir en el bien, tiene que salir desde lo más profundo de vuestro corazón.
Si queréis un bien a vuestro alrededor, en vuestra vida, en vuestro trabajo, en donde estéis; dad primeramente ese paso que vuestros hermanos necesitan ver en vosotros, producid el bien y recibiereis otro.
El amor que se debe difundir sobre toda la Tierra, debe salir primero de cada uno de vosotros. Empezad pues Mis pequeños a cambiar al Mundo, para que Mi Hijo pueda regresar entre vosotros. Y esto se dará cuando ya todos vosotros, viváis en el Verdadero Amor, que Mi Hijo Mismo os Enseñó.
A los primeros cristianos, se les reconocía por la alegría, por el amor, por el respeto que se tenían unos a otros y que lo tenían hacia las demás personas también, porque estaban llenas de Mi Amor, porque habían tomado Mis Palabras al pie de la letra.
Las comunidades que se formaban, eran comunidades de amor, convivían como verdaderos hermanos; pero hermanos en Mí, en Cristo Jesús y NO se aprovechaban los unos de los otros, eran guiados por Mi Santo Espíritu.
Ahora son tiempos de Confusión, de Maldad, porque NO habéis querido que se dé la Luz en el Mundo, porque vosotros mismos la habéis desechado de vuestro corazón. No queréis vivir en lo correcto porque le sacáis provecho a la maldad que está diseminada por todos lados.
Satanás se ha encargado de ir destruyendo los valores en los cuales debéis vivir. Ciertamente los conocéis, pero NO los tomáis como medio de vida, NO queréis luchar contra la Maldad que se ha impuesto entre vosotros. Algunos añoráis el bien en el cual vivíais o quisierais vivir; pero NO hacéis gran cosa en imponer con amor, lo bello que tenéis en vuestro corazón.
Esto os lo digo Mis pequeños, porque conozco vuestro corazón. Lo que estáis viviendo ahora, es un renacer a la Luz, es un renacer a las buenas costumbres, es un renacer a la vida en paz de los hombres. Queréis vivir en donde se viva la justicia, donde se viva el respeto entre unos y otros, en donde se viva el amor que debéis vivir, para vivir contentos.
Satanás os está atacando fuertemente, NO quiere que produzcáis amor, NO quiere que tengáis Paz interior. Porque un alma que tiene Paz interior, es muy poderosa. Porque al tener Paz, seguiréis buscando lo que os da esa paz y la Paz, solamente puede venir de Mí. O sea, que si tenéis Paz, produciréis cosas grandes que afectarán el reino de Satanás aquí en la Tierra.
Os he dicho Mis pequeños, que todos vosotros estáis llamados a ser santos. Todas las almas creadas deben regresar a Mí santificadas y puede decirse que es una obligación de todos vosotros.
Os he dicho que la santidad se logra llevando a cabo Mi Voluntad en vuestra vida. Es un trabajo de todos los días y más que nada, es un trabajo en el cual vosotros debéis detener vuestro propio “yo” ante los acontecimientos pecaminosos que os ponga Satanás en vuestra vida.
Satanás os va a poner tentaciones. La tentación en sí puede no ser mala, lo que hace mala a la tentación, es la aceptación de vosotros; que Me hagáis a un lado de vuestra vida, que Me saquéis de vuestro corazón, de vuestra mente y dejéis que eso que os está proponiendo Satanás, lo hagáis propio y con eso dañáis Mi Corazón Sacratísimo.
En las Sagradas Escrituras, se os dice que no es malo lo que entra en el hombre, sino lo que sale de él y es a lo que Me refiero, Mis pequeños. Pueden entrar muchas cosas a vosotros, pero ahí es donde entra vuestra capacidad de detener la maldad.
Vosotros podéis dejarla salir y entonces, NO solamente os afectaréis vosotros, sino que afectaréis a los que os escuchen u os vean. O podéis detener lo que Satanás os haya propuesto y de esta forma, es cuando os empezáis a fortalecer y vais alcanzando la santidad poco a poco.
Todos vosotros debéis detener la Maldad de Satanás y de esta forma lo iréis venciendo. Y esto ¿Por qué? Mis pequeños os preguntaréis; porque Mi Gracia está ya trabajando en vosotros. Porque Mi Gracia está actuando, porque vosotros Me habéis escogido a Mí y NO a Satanás.
Porque Mi Gracia ya os está transformando y os está llevando a la santidad, a la que Yo quiero que vosotros lleguéis.
Por eso os repito, la santidad se logra venciéndoos a vosotros mismos, dejando que Mi Gracia actúe en vosotros, a favor de vosotros y a favor de vuestros hermanos; porque NO daréis mal ejemplo, NO diréis cosas indebidas, NO haréis algo que los demás tomen y puedan caer en falta grave.
Venceos, Mis pequeños, tenéis Mi Gracia, podéis vencer a Satanás fácilmente. Sed almas sacramentales, almas que se estén alimentando constantemente de Mí y Yo haré Mi parte en vosotros. Poned de vuestra parte, Mis pequeños.
Y gozad desde ahora Mi Promesa de que vosotros llegaréis a la santidad; pero porque os estáis venciendo a vosotros mismos y NO estáis permitiendo que los ataques de Satanás, pasen a través de vosotros y vosotros los transmitáis a vuestros hermanos. Sois Míos, sed Míos en todo momento.
Yo NO os creé para que vivierais aislados, os creé para que vosotros os compartierais los unos a los otros, de los dones, de las capacidades, carismas, sabiduría, inteligencia, conocimiento en general…
Y así, ayudándoos los unos a los otros, os dierais cuenta de que os necesitáis y de esta forma, NO por conveniencia sino por amor, os cuidaríais los unos a los otros.
Cada quien tiene las capacidades de hacer algo mejor que el hermano que está junto a vosotros y por eso os compartís y a la vez recibís.
Y especialmente en estos tiempos, en que la situación será difícil a vuestro alrededor, porque no todos pensarán como Yo os he ido educando.
Muchos os atacarán por la forma de pensar, porque estos hermanos vuestros se habrán dejado llevar por los consejos de Satanás, más liberales, pecaminosos, opuestos a todo lo que Yo os he enseñado.
Estar Conmigo exige un gran esfuerzo de parte vuestra, especialmente ahora. Lo estáis viendo a vuestro alrededor, cómo se ha vuelto más permisivo el hombre en hacer cosas a las cuales, Yo ya las había declarado como pecaminosas.
Ahora las están etiquetando como algo pasadero, algo con lo cual vosotros podéis y hasta debéis vivir. Ya el Pecado no es pecado, ya es permisible hacer ciertas cosas, que no solamente os van a afectar espiritualmente, sino que os llevan a una decadencia espiritual general.
Cuando los altos dirigentes en la Iglesia que Yo fundé, se permiten estos liberalismos, empieza la gente a confundirse y caen, porque es más fácil hacer el mal que luchar por mantenerse en el bien.
Satanás es muy astuto, os conoce perfectamente, sabe cuáles son vuestras caídas naturales al pecado y os presenta el pecado en forma en que vosotros NO os asustéis y lo permitáis en vuestra vida, a pesar de que sabéis que está prohibido, que hay Leyes Divinas que NO permiten que se hagan esos actos que os llevan a una situación de pecado en el fondo.
Por eso os he dicho que el Resto Fiel es muy pequeño, porque son pocos, MUY POCOS los que realmente están tratando de mantenerse en la Pureza y buscando su santidad, a pesar de que el ambiente es contrario, es adverso a lo que quieren mantener en su alma.
Manteneos pues Mis pequeños en la lucha, en la lucha espiritual, evitando que el Pecado penetre en vosotros. NO dejéis que entre en vosotros y destruya vuestra mente y vuestro corazón.
Dejadlo fuera, luchad porque no entre en vosotros, Yo estaré a vuestro lado y os ayudaré para que Satanás NO pueda envolver a vuestra alma en el pecado y os lleve a la perdición eterna.
Ora, orad por vuestros hermanos que han dejado que la tentación entre en su alma y en su vida y están causando también mucho mal entre sus hermanos.
Sed pues vosotros, ejemplo fiel de que estáis cumpliendo con Mis Mandatos, con Mis Leyes. Y estáis viviendo o estáis tratando de vivir en Mi Amor.
Mi Amor purificará todo. Dejad pues que primeramente, os purifique a vosotros y Él Mismo, os dará la Fuerza para luchar contra los ataques de Satanás. Os he dicho que Satanás NO puede contra Mi Amor. Dejad pues, que Mi Amor penetre en todo vuestro ser y de esta forma, tendréis un Escudo Poderosísimo contra los ataques de Satanás.
Hijitos Míos, imaginad que vosotros tenéis un gran tesoro, una figura de porcelana hecha con una gran exquisitez, bellísima, frágil y que la cuidáis como lo que es, un gran tesoro. Ciertamente que querréis enseñarla a vuestras amistades…
Pero quizá la tengáis bajo un capelo o la tengáis protegida por cristales, para que no la toquen. Que solamente se vea a través de ellos, para evitar que se pueda romper alguna pequeña parte delicada de esa obra tan exquisita.
Mis pequeños, vosotros tenéis algo todavía más precioso que esa estatuilla de porcelana y es vuestra alma.
Vuestra alma es delicadísima, preciosa, llena de detalles bellos que Yo he puesto en ella. Vuestra alma NO la podéis enseñar a todos… NO os podéis abrir de par en par y platicarle a cualquiera esos detalles íntimos de vuestra alma.
Porque quizá, algunos de ellos os puedan traicionar en un futuro, sabiendo lo que tenéis en vuestro corazón. Me refiero a esos detalles que por pudor espiritual, NO decís a cualquiera.
O también, aquellos momentos en que flaqueasteis, que pecasteis y que sabiendo esos detalles, aquellas personas a las cuales les abristeis vuestro corazón, os puedan atacar después y dar a conocer esas intimidades que solamente Yo, vuestro Dios y el alma, deben conocer.
Mis pequeños, vuestra alma es valiosísima. Vuestra alma como os dije, está llena de dones, de cualidades, de carismas. Está adornada con piedras preciosas, con colores bellísimos, algo que NO conocéis todavía y que se dará a conocer cuando lleguéis al Reino de los Cielos.
Porque así conoceréis a las almas allá arriba, al verlas adornadas con todas las bellas cosas que hicieron durante su misión aquí en la Tierra.
Cuando vosotros sois atacados por Satanás, si vosotros permitís el ataque, vuestra alma va perdiendo su brillo, va perdiendo su belleza. Se va carcomiendo por la Maldad que permitisteis entrar en vuestra alma y ese fulgor que Yo le di, lo va perdiendo cuando vais perdiendo la inocencia… Y vais permitiendo que la Maldad se vaya apoderando de todo vuestro ser.
Satanás conoce el valor de un alma y por eso trata de muchas formas a lo largo de vuestra existencia, que vosotros perdáis vuestra alma, para que NO entre al Reino de los Cielos.
Muchas tentaciones tenéis a lo largo de vuestra vida. Es un camino difícil el que tenéis que recorrer para terminar vuestra misión que le encomiendo a cada alma. Pero todo ese trabajo, todo ese caminar, os va llevando a crecer en valores muy altos…
O por lo contrario, a destruir vuestra alma y de esta forma, os condenéis eternamente.
Así como vosotros NO dejáis que toquen esa escultura de porcelana, por su delicadeza; así debierais vosotros evitar a todos aquellos que se acerquen a vosotros y que os puedan dañar en vuestra alma.
Si hay alguien que os va a llevar hacia el pecado, os va a alejar de Mis Leyes, os va a alejar del Amor que debéis producir, deberéis evitar a esas almas a que estén con vosotros. Porque ellas, en lugar de ayudaros a crecer ante Mis Ojos en el Bien, será todo lo contrario, os estarán llevando hacia el Mal.
Pedid el Espíritu de Discernimiento, si no lo tenéis todavía, para que podáis discernir si aquellas personas que se acercan a vosotros debéis mantenerlas en vuestra vida o las debéis evitar, para que no destruyan la delicadeza, la pureza, la santidad de vuestra alma. Pero orad por ellas, para que se puedan salvar.
Estad conscientes Mis pequeños, de que vosotros sois débiles y convenencieros. Porque se pueden acercar almas a vosotros, que NO son buenas para vuestro crecimiento espiritual, pero las aceptáis.
Puede ser por su belleza externa, puede ser por el dinero o los bienes que tengan… O por múltiples situaciones que vosotros tomáis como aceptables y por conveniencia, las consecuentáis. Y en lugar de llevaros hacia un Bien, os van a llevar hacia un Mal, porque estáis prefiriendo los bienes de este Mundo.
Estáis prefiriendo valores que os van a llevar a la condenación y NO estáis protegiendo a vuestra alma, con lo que estas almas os están dañando.
Os repito cuidad, cuidad vuestra alma, es preciosísima ante Mis Ojos. Yo la creé y lo que Yo creo, es perfecto. No dejéis que NADIE toque vuestra alma, que la eche a perder, que os destruya, que os pueda llevar a la Condenación.
Así como esa estatuilla es una obra perfecta, es una obra de arte… Vuestras almas, también lo son. No dejéis que Satanás la destruya, a través de los que se acerquen a vosotros o de lo que vosotros en lo personal, permitáis que entre y dañe vuestra alma.
Confiad en Mí, hijitos Míos. Yo NO Me separaré de vosotros en ningún momento. Os daré fuerza física y espiritual para vencer en ésta prueba.
Prueba que os hará alcanzar vida de Amor en ésta nueva era de Mi Santo Espíritu por venir. Confiad, que Yo estoy a vuestro lado, para guiaros y en vuestro corazón para amaros y daros fuerza, fuerza que ha de vencer a las fuerzas del mal.
Vuestra misión Mis pequeños, os lo he dicho, es la de producir Paz y Amor entre los hombres. Para eso se os dio el Don de la vida.
Yo iré preparando los corazones, a través de Mi Santo Espíritu. Para que vosotros con vuestro ejemplo, con vuestras palabras, con vuestras enseñanzas; podáis ir cambiando almas y a otras las iréis enseñando, como Mi Hijo lo hacía.
Os Bendigo Mis pequeños, para que Mi Paz, Mi Amor, la Luz del Santo Espíritu estén en vosotros… Y de esta forma os guieis en la Verdad, a pesar de que vivís ahora, en un Mundo de Error y de Maldad.
Yo os amo y os Bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el del Amor de Mi Santo Espíritu por venir.