Archivos diarios: 6/12/17

N207 LA FUERZA DEL UNIVERSO

Hijitos Míos, hoy les quiero hablar de la Santidad.

La Santidad es una gracia inherente al alma. El alma nació santa, porque es parte de Mí. Yo vuestro Padre, os la dono y vosotros, con vuestra voluntad y con vuestro deseo de servirme, la hacéis crecer con las virtudes.

Os concedo el don de la vida y al bajar a la Tierra se empieza a manchar por la culpa del pecado original.

Yo os lleno de talentos tanto para el servicio de vuestras almas para lograr vuestra salvación y santificación, como para la de vuestros hermanos.Cuando entre vosotros os hablan sobre los santos, os imagináis que nace uno cada determinado tiempo y creéis que la santidad es solamente para esas almas especiales.

No es así, hijitos Míos. Sí, es verdad que de tiempo en tiempo envío un alma especial para levantar Mi Iglesia y de ahí se les conoce como profetas, doctores de la Iglesia, Santos Teólogos.

Pero los que vosotros conocéis por los relatos históricos, la gran mayoría son almas santas cuya misión es el engrandecimiento y el conocimiento de las leyes de Mi Iglesia, pero NO olvidéis que la Iglesia, también sois todos vosotros.

Ahora les hablo de los niveles de actuación en Mí Iglesia. Los estratos altos en Mi Iglesia, los que llevan el conocimiento profundo y la práctica del mismo,

Empezaría con los representantes de Mis Apóstoles y entre­ ellos hay multitud de santos; pero luego siguen los que aceptando con a­mor y gratitud Mis Enseñanzas, las proclaman con su ejemplo de vida a to­dos niveles.

Es aquí en donde ya estoy hablando de todos vosotros, sin im­portar que seáis padres o madres de familia, solteros o casados, que ten­gáis cualquier tipo de profesión o forma de vida.

NO importa en donde os encontréis actuando a diario; vosotros, como otros tantos hijos Míos, estáis llamados a la Santidad.

Pero ¿Qué es la Santidad? Vosotros la mayoría os imagináis que para ser santo hay que encerrarse en un convento, hacer penitencias fortísimas, ayunos que matan, golpearse con ca­denas.NO, hijitos Míos, eso NO es realmente la santidad, ayuda pero no la da.

El santo es aquél, que cumpliendo con Mi Palabra, la pone en prác­tica con un verdadero Amor, se sirve de Mi Palabra llevada hasta vosotros con el ejemplo de Mí Hijo Jesucristo, para el crecimiento y ayuda espiri­tual y material de vuestro prójimo.

El santo es aquél que llevando su vida cotidiana, muchas veces sin ni siquiera ser un tipo de vida extraordinario, sino de lo más normal posible; une su vida, sus méritos, su amor y su cruz sin quejarse, a los méritos, vida y ejemplo de Mí Hijo Jesucristo.

Cuando vosotros unís vuestros pequeños actos a los de Mí Hijo y ac­tuáis con un sincero corazón, sois santos.Nadie, escuchad atentamente, NADIE que se una completamente a la vida y méritos de Mi Hijo, que Me ofrezca su vida y sus pequeños o grandes lo­gros y sufrimientos, será apartado del Triunfo Final.

De vuestra santifi­cación y de vuestro reinado en Mi Casa Celestial, porque si os unisteis en vida terrena a Mí Hijo en todos vuestros actos, también gozaréis unidos a la vida de Triunfo  Celestial con Mi Hijo, por toda la Eternidad.

Ahora podréis comprender lo fácil que es llegar a ser santo.

Os vuelvo a recordar, vuestra alma fue donada por Mí primeramente santa, puesto que como es parte de Mí, siendo Yo el Santo de los Santos, vuestra alma nació santa.Luego es puesta a prueba, por vuestra propia decisión y a Mi servicio, para salvación de todas las almas, tanto terrenas como del Purgatorio.

Y al final de vuestra Misión me la deberéis entregar nuevamente santa, como Yo os la concedí; porque NO se puede volver a unir a Su Creador si NO lleva la misma pureza y estado de virtud en la cual primeramente, se cedió a vosotros.
Así que para que Me la po­dáis regresar pura y digna de vuestro Creador, la mejor forma es a través de la santidad de vuestras vidas.

«Sed Santos, como Vuestro Padre Celestial es Santo”, os lo dijo Mi Hijo. Uníos a Sus Méritos y lo lograréis.También os quiero hablar de la Paz Espiritual. La Paz de espíritu es un regalo muy grande que concedo a los que están en Mí, los que Me buscan, los que confían plenamente en Mí. Yo Soy la Fuente Pura de la Paz.

Todo aquello que os produzca paz espiritual viene de Mí, ésa es la diferencia que marca a Mis elegidos con aquellos que marca Mí enemigo.

Los escritos, libros, pláticas, películas, acciones humanas que os dejen ésa paz interior, vienen de Mí, Vuestro Dios.

Todo aquello que os deje incertidumbre, miedos o temores, agresión, violencia, duda interna, caos espiritual, NO viene de Mí, viene de nuestro Enemigo.

Hijos Míos, les he indicado anteriormente que nunca los dejo solos, tienen la Luz de Mí Santo Espíritu y tienen la guía y las Palabras de Mí Hijo en las Sagradas Escrituras.Les he indicado también, que pidan por intercesión de Mï Hija la Siempre Virgen María, el Don del Discernimiento al Espíritu Santo.

El les ha de indicar el camino a tomar, que ver y que NO ver que oír y que NO oir, que hablar y que NO hablar.

Mi Enemigo es muy sutil con la mentira y el engaño. Es mucho más astuto que vosotros cuando NO contáis con la protección del Discernimiento de Mí Espíritu, él os puede embaucar fácilmente y os puede hacer creer que estáis obrando bien, cuando en realidad a Mis Ojos, vuestra acción es deplorable.

Sólo actuando a través del Don del Discernimiento, podréis protegeros de ése ataque Maléfico y si lo lográis, vais a obtener inmediatamente la Paz espiritual.Vivir en paz es un tesoro muy grande porque os permite avanzar espiritualmente mucho más que aquél que NO la vive, ya que al NO vivir en paz, sus preocupaciones los sacan de una verdadera concentración espiritual, que se debe a Mí.

Vivir en paz es vivir en alegría, puesto que no hay temores a su alrededor. Vivir en paz es poder transmitirla a los demás, es ir dando confianza a vuestros semejantes con vuestra forma de vida, al proyectarme a través vuestro.

Vivir en Paz es vivir en la virtud, ya que no se podrán vivir plenamente las demás virtudes, cuando que si no hay Paz, quiere decir que hay desconfianza en Quién produce ésa paz.

Vivir en Paz es vivir parte del Cielo en vosotros, él cuál podéis atraer a la Tierra para vosotros y para vuestros semejantes.Vivir en Paz es vivirMe a Mí a vuestro Dios, ya que Yo en Mi Hijo Jesucristo, llevaba y sigo llevando esa Paz a todos aquellos a los que se le acercaban y que ahora se siguen acercando a El.

Hijitos Míos, busquen afanosamente vivir ésa Paz que como os digo, sólo puede venir de Mí.

Rechacen todo aquello que moleste vuestra alma, vuestro espíritu; porque ésos son ataques a vosotros. A vuestra integridad espiritual.

NO se puede vivir en Mí, hablar de Mí, transmitirme a Mí si NO lleváis Paz espiritual. La Paz va en íntima unión con la confianza. Si se Me tiene confianza absoluta, se tiene Paz verdadera.Yo los invito a vivir esa Paz interior, vivan sumergidos en Mi Amor. Mi Amor todo lo puede, todo lo da, todo en él es vida, alegría, felicidad absoluta; se esté en donde se esté, se haga lo que se haga.

Al llevarMe a Mí, vuestro Dios y Creador en vuestro corazón, llevaréis todo lo existente y prácticamente NO necesitaréis nada externo para sentir ésa felicidad y estar colmados.

Cualquier experiencia que tengáis de Mi Amor os mostrará que NO hay nada en la Tierra igualable a vivir Mí Experiencia.

Estas os las concedo de vez en vez, en el curso de vuestras vidas para que aprendáis a valorar los bienes del Cielo en comparación con los de la Tierra.Os saco de un “apuro imposible” y os dejo ver que fui Yo el que os lo concedió porque va acompañado de una Paz muy especial.

Os doy visiones maravillosas y os dejo con una Paz y un regocijo inimaginables.

Os doy alguna ayuda espiritual a algún problemita que tengáis y aunque algunas veces NO os retiro el problemita, porque Veo que lo necesitáis para vuestro crecimiento espiritual o para la purificación de vuestras almas…

Sí en cambio, os dejo una gran Paz y una gran aceptación en confianza hacia Mí y os hago sentir y saber que Yo vuestro Padre, comparto el problema y estoy con vosotros.Hijos Míos, busquen la Paz a toda costa y ésta la recibiréis cuando aceptéis tener en vuestro corazón una confianza plena en Vuestro Padre que os ama como nadie os puede amar en la Tierra ni en el Cielo.

Yo os conozco en totalidad desde antes de crearos, vosotros provenís de Mí, ¿No os acordáis? Un padre en la Tierra sólo conoce parte del actuar y pensar de sus hijos, Yo os conozco en totalidad porque vivo en vosotros.

Conozco todas vuestras acciones y pensamientos, aún los más pequeños y escondidos y Me encanta, cuando teniendo plena confianza en Mi, Me los compartís y ése secretito queda entre vosotros y Yo. Y nadie, pero nadie más se enterará si así lo deseáis.

Mi Amor crece con cada acto de confianza y de amor que vosotros Me deis. ¿Por qué vivir separados de Vuestro Dios y Creador, cuando Yo vivo tan íntimamente unido a vosotros?Tengan plena confianza en Mí, compartan todo lo vuestro Conmigo y así Yo también lo haré con vosotros y entonces empezaremos una vida a Dos, vosotros y Yo en uno sólo.

Juguemos a tener secretitos íntimos, vosotros Conmigo, compártanme vuestros problemitas íntimos: como por ejemplo un amor infantil, el pensamiento de amor hacia el novio o hacia la novia, el primer besito dado con un verdadero amor a quién se ama de corazón.

Juguemos a amar, a vivir en la alegría, a inventar salvación para con vuestros semejantes, aunque sean desconocidos y estén al otro lado del mundo.

Vivamos unidos en el amor y en la confianza y con ello “llevaremos” ambos, Paz a vuestros hermanos y “moveremos” al Mundo entero a vivir el Amor del Cielo.Unidos lograremos todo, hijitos Míos. Yo en vosotros actuando libremente, al donarme con una verdadera confianza, vuestra voluntad y vuestro amor.

Os amo con toda Mi Omnipotencia. El mostrarme como Soy, sencillo, amoroso, humilde, Me complace tanto que Mí Corazón exulta alegría extrema y más cuando encuentro corazones que acepten y comprendan lo que os doy.

Que Mí Paz y Mí Amor esté siempre con todos vosotros y os provea de ésa confianza en Mí, que tanto anhelo.

Todos vosotros deberíais ser Mis prisioneros, los prisioneros de Mí Corazón y al ser prisioneros de Mí Corazón, ahí es donde encontraréis vuestra verdadera libertad.La libertad NO se encuentra donde la mayoría de vosotros estáis, se encuentra en Mí, Vuestro Padre.

Cuando realmente Me poseéis, es en ése momento cuando realmente podéis actuar libremente, porque es en el Amor donde se puede actuar sin fronteras de ninguna especie.

Nada detiene al Amor. Cuando el Amor desea actuar NADA se puede interponer porque él en sí, tiene todo el poder inimaginable para el Ser.

Vosotros lo sabéis por experiencia, que cuando hay un gran amor entre dos seres, cosas maravillosas o hechos extraordinarios se llevan a cabo, humana y espiritualmente.Vosotros decís: Es que era imposible que sucediera y sucedió. Hijos Míos, NO seáis ciegos. El amor es la Fuerza del Universo y esa fuerza se encuentra contenida en Mí Corazón.

Vosotros habláis de imposibles, mientras Yo hablo de normalidades, vosotros habláis de milagros, Yo hablo de Amor.

En el Amor se puede encontrar todo lo que menos os podáis imaginar. El Amor es una fuerza pura y santa, una fuerza Poderosísima que NO se puede contener.

Ni millones de bombas nucleares podrían igualar la potencia de Mí Amor. Hijos Míos, vuestra pequeñez os impide ver la realidad. Confiad en las palabras que Vuestro Dios os regala y NO sólo eso, confiad en que Vuestro Dios os ama con ésa Fuerza que NO tiene límites, que NO hay poder alguno que Lo contenga.

El Amor, Mí Amor, todo lo puede. Mis Hijos los santos lo han palpado en una mínima parte y se han quedado extasiados ante el poder incontenible del Amor.

Extraviáis vuestros intereses al buscar cosas nocivas para vuestro corazón, sin daros cuenta que sólo una cosa vale para Vuestro Dios y es el amor Creador, como para amar a vuestros semejantes.

NO hay otra cosa que valga más para Mí. Yo os doy todo, Yo me doy enteramente a vosotros. Yo os doy Mí Vida y vosotros debéis continuarMe.Vuestro Mundo, y digo “vuestro”; porque NO es el Mundo que Yo creé para vosotros. Ahora está lleno de odios, de Maldad, de corrupción; de peligros para vosotros y para vuestros hijos.

Vuestro Mundo tiene que cambiar y tiene que ser nuevamente Mío. Un Mundo lleno de alegrías. Un Mundo lleno de amor, un Mundo lleno de benevolencia, un Mundo lleno de hermandad y de Paz.

Un Mundo donde se adore nuevamente al verdadero Dios, al verdadero Amor.

Hijitos Míos, Yo Vuestro Padre necesito de vosotros. Necesito de un Cambio verdadero en vosotros.  Estáis rodeados de las mentiras que Mi Enemigo os ha colmado. La Mentira y con ella la muerte espiritual, se ha adueñado de todos vosotros. Ya NO podéis ver la Luz Verdadera.

Os estáis ahogando en vuestras iniquidades y hallaréis la Muerte Real en cuerpo y alma, si NO volvéis a Mis Brazos Protectores.

Sólo necesito vuestro sí, vuestro arrepentimiento de corazón. Introduciros a vuestros corazones donde Me encontraréis: la Fuente de la Verdad, la Luz de Mí Amor.

Aunque viváis externamente rodeados de Tinieblas, podréis vivir libremente en vuestro interior viéndoMe a Mí y siguiendo los designios de Mí Corazón en los vuestros.Necesito que viváis la realidad de los Acontecimientos. El Tiempo es corto pero suficiente para vuestra salvación.

Con Mi Amor se puede lograr en segundos, lo que NO se pudo lograr en años y Me refiero a vuestra salvación eterna.

Yo nunca fuerzo vuestra voluntad. Pero sí os pondré infinidad de ocasiones como ésta, para que reflexionéis y entendáis que Vuestro Dios os ama.

Y que detiene el Poder Infinito y Poderosísimo de Su Amor; hasta que vosotros libremente, lo queráis aceptar.Yo os Amo como nadie os puede amar, porque Yo Soy Vuestro Padre y conozco todas las fibras íntimas de vuestro ser y todos vuestros pensamientos. Y os amo por cada célula por las que estáis constituídos.

Porque de célula en célula os ví crecer y os amé infinitamente. Porque sóis vosotros TODOS, salidos de Mis Manos amorosas, de Mí Tierno Corazón.

LA FELICIDAD  es una Gracia que debéis pedir a menudo, tanto para vosotros mismos como para vuestros hermanos.

La Felicidad es un Don de Mí Corazón para con aquellos que se han donado a Mí Voluntad. La Felicidad llena a las almas dadivosas de amor.

Y cuando sientes al Dios Vivo y Resucitado, en el alma viviente por el Espíritu, es imposible estar triste…

La Felicidad es el emblema de todos aquellos que siguen Mís Caminos. La Felicidad la produce la plenitud en Mí Amor.

La máxima Felicidad la alcanzaréis cuando os encontréis en Mí Reino. Pero ya desde ahora podéis gozar de ella en cierto grado.

Los que son Míos, NO tienen días buenos ni días malos, porque TODO lo saben Ofrecer y lo saben compartir con Mí Corazón.

Y aceptan Mí Voluntad y Mí Providencia en sus vidas. Y al así aceptarlo, sus vidas transcurren felices, puesto que saben que el actuar así produce Mí Felicidad.

Realmente, lo que debéis de buscar afanosamente es el hacerMe felíz a Mí, Vuestro Padre.

Yo os he dado TODO, os he colmado de bienes espirituales y materiales y os he dado todo lo necesario para ser felices, aún a pesar del Mundo que os rodea.

El que es Mío se desenvuelve libremente… Y camina libremente aún entre las Tinieblas actuales que cubren al Mundo; porque ellos llevan Mí Luz, llevan Mí Amor, llevan Mí Felicidad por el hecho de saber que están a Mí Servicio Divino.Si vosotros aceptárais vuestras vidas, vuestras relaciones con vuestros hermanos se harían más provechosas, puesto que Me transmitiríais a Mí a ellos.

Y al así hacerlo, estaríais cumpliendo con vuestra principal función de estar sobre la Tierra, que es la de llevar Mí Amor a los demás y salvarMe almas con vuestra voluntad puesta a Mí Servicio.

Al tomar Yo vuestra voluntad, la uno a la Vida de Mí Hijo y alcanzo grandes Gracias para vuestro recreo espiritual y para vuestra salvación.

La Felicidad era el distintivo de los primeros seguidores de Mí Hijo. La gente a su alrededor los reconocía por ése Don. La gente de éste tiempo debiera también de tener éste distintivo, para que os reconocieran a pesar de vuestro mundo convulso y falso.

La Felicidad Santa sólo la llevan aquellos que Mé miran en todas sus obras, Me ven en todos los acontecimientos de sus vidas y gozan el hacerlo.

Hijitos Míos, pídanMe ésa Felicidad Santa para que Me puedan reconocer en vosotros… Y así déis presencia viva de Mí Vida en vosotros.

NO TEMÁIS a los Acontecimientos que os acechan.Yo Vuestro Padre con todo Mí Poder y Providencia, os estoy Protegiendo y estoy Guiando por el buen camino.  

Vosotros lo sabéis, que el Camino para llegar a Mí Reino es escabroso y angosto. Pero también sabéis que la Felicidad Eterna que os tengo preparada, NO tiene comparación con nada de lo que actualmente vosotros conocéis.

Mí Omnipotencia lo es también para daros el regalo eterno. Vale la pena una y mil veces transitar el camino difícil, pero seguro de Mí Vida, para que alcancéis para vosotros y para vuestros hermanos la Salvación Eterna en el Amor.

NO despreciéis el Dolor que os aqueje en vuestras vidas y acéptenlo con prontitud y felicidad. Puesto que Yo lo permito y velo por vuestras vidas y por todo lo que os He puesto alrededor, incluyendo vuestras familias.La Felicidad máxima en vuestro ser, debe ser el de procurarMe felicidad a Mí Vuestro Dios, a través de vuestras vidas y vuestras acciones con vuestros semejantes, donados con un infinito amor.

Vivid el estado de Gracia que os he regalado a través del Sacramento de la Penitencia.

Y coronen ésta Felicidad de pureza en vuestra alma, con Mí Presencia Real y Santísima, de la Sagrada Eucaristía.

Reparad en éstos bienes inmensos que os he regalado, para que empecéis a vivir en la Tierra la Felicidad que os he creado para resto de vuestras vidas espirituales.Compartid y ayudad a vuestros semejantes a alcanzar la felicidad, Mí Felicidad. Mi Redil se ensanchará y Yo os bendeciré con grandes regalos de Mí Corazón.

Volved a Mí Hijos Míos, volved a Mí que os amo tanto. Os Bendigo con el Poder Absoluto de Mí Amor y espero vuestra respuesta de corazón. Vuestro Padre Celestial.

Os amo y bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo Jesucristo y en el del Autor de Todas las Gracias, el Santo Espíritu de Amor.

Acudid a Vuestra Madre Celestial y a Su Santísimo Esposo, San José, quienes tuvieron la Felicidad Extrema de recibir y cuidar a Mí Hijo sobre la Tierra. Os amo a todos, os amo, hijitos Míos.

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