F82 EL CREDO 122 min read

«CREO EN DIOS PADRE, TODOPODEROSO…»

Yo Soy un Padre benevolente y bondadoso aún con aquellos que poco o nada se acuerdan de Mí.

Busco estrechar sus corazones al Mío. Espero con paciencia infinita a que sus ojos se posen en los Míos y ése es el momento esperado de Mí corazón. Cuando puedan por fin ver a los Ojos del Amor, es el momento en el cual el alma cambia y por fin encuentra el porqué de su vida.

Todo se desarrolla en el amor pleno de vuestro Dios y Creador. Al fin el alma vive en la libertad en la que fue creada y es así cuando el alma puede volar libremente a los brazos de Su Padre y es cuando, por fin, se realiza según lo deseado por Mí Corazón.

Hijos Míos, busquen Mis Ojos, busquen Mi Vida en la vuestra, busquen Mi Amor. 

Me duele mucho que la gente tenga miedo de venir a Mí, porque es falta de Fe, de Mi sólo puede salir Amor.

Soy fuente de vida, Soy fuente de Amor. A Mí se acercan los sedien­tos de Mí corazón. Las almas han sido creadas en un acto de amor excel­so de Mí Corazón. Todas Mis potencias son vuestras. Sois Mis hijos, el Padre nunca defrauda a sus hijos, El se da por completo a aquellos a los que ama y que se dan en totalidad a Su Creador.

Yo vuestro Padre Celestial busco almas dadivosas, pocas son las que encuentro. ¿Porqué hijos míos NO encuentro respuesta a mis Lamentos? ¿Por qué vuestro cora­zón se cierra, a la Gracia y al Amor?

De Mí proviene TODO, vosotros sin Mí no sois nada. Soy la Fuente de la Vida. Tomadme, tomad de Mí y repartid a todos vuestros hermanos. La Luz del mundo os llama a una entrega total.

Las Tinieblas cubren todo, la Gracia NO se puede ya encontrar en los hombres. Habéis dejado que las Tinieblas omnibulen vuestras mentes. Habéis preferido la facilidad del Mal, al compromiso y felicidad del Bien. 

Tengo que actuar pronto para no ver a Mis ovejas que se pierdan. Necesito de vuestras oraciones, de oraciones de corazón. De oraciones que salgan de corazones honestos en el amor. De corazones que se muevan por el amor al ver el Dolor de vuestros semejantes. Vivan reunidos a vuestra Casa Celestial. Yo vuestro Padre os alimentaré del Alimento del Cielo, que NO tiene fin y da Vida Eterna.

Hijos Míos, cuanto os amo. No llenen sus vidas de pesadumbre y mie­do. Ya os lo he dicho antes, en el Amor no hay temor.

Vivan pues, buscando engrandecerse del Amor de Dios y es el mismo amor el que vencerá.

Así, cuando el Amor Verdadero llene sus corazones, NO habrá cabida para nada más. El Amor y único Amor Verdadero Soy Yo, vuestro Dios, vuestro Creador, El que NO tiene principio ni Fin. El Único valor que existe, sin Mí nada vale, porque Soy el AMOR.

Yo soy un Dios Vivo. Yo estoy entre ustedes. Yo guío a Mi Pueblo según las necesidades que van naciendo entre ustedes.

Yo NO soy un Dios como muchos piensan, sentado allá a lo lejos en Su trono en el Cielo, que NO se da cuenta exacta de lo que pasa con sus hijos en la Tierra.NO hijos Míos, Yo vivo entre ustedes, es más, Vivo en uste­des. Cuando bajasteis a la Tierra, junto con vuestra alma al momento de vuestra concepción, Mi Amor os acompañó… Y os acompaña durante toda vuestra vida en Mi Tercera Persona, Mi Santo Espíritu de Amor.

El Vive realmente en vosotros, El os Guía, El os Aconseja, El os lleva por los caminos de la salvación, El os inculca Mis Preceptos y El ES en una palabra, vuestra conciencia.

El Vive en vosotros y os conoce perfectamente. Y espera pacientemente a que vosotros os deis cuenta de esa Vida Sobrenatural y esos grandes tesoros que son sus dones, que viven dentro de vosotros. Algunos prontamente, otros tardíamente os dais cuenta de ello.

Hijos Míos, ¡Qué Tesoro tan grande he puesto en cada uno de ustedes! Buscáis los tesoros de la Tierra, que NO son NADA en comparación al Grandísimo Tesoro que lleváis cada uno de vosotros en vuestros corazones.
Si de esto os dierais cuenta, la alegría os invadiría.

Viviríais agradeciéndome tanto bien que os he dado y Yo Me complacería y os daría más.Mi Hijo Jesucristo os lo dijo durante Su vida sobre la Tierra: «Buscad el Reino de Dios que vive en vosotros”

Vosotros buscáis oro y piedras preciosas de la Tierra, os peleáis por ellas. Hacéis guerras de pueblos contra pueblos, sólo para acrecentar vuestros bienes materiales y NO os dais cuenta del Tesoro Grandísimo que lle­váis en vosotros mismos: Me lleváis a Mí, Creador del Universo entero. Y vosotros siendo Mis hijos, tenéis también en propiedad TODOS mis bienes.

¿Para qué buscar y pelear por los pequeños bienes de la Tierra, cuando vosotros sois poseedores Conmigo, de TODOS los bienes del Universo?

Recapacitad hijos Míos. Yo os he dado la Fe para que pudierais pasar la Prueba de Amor en vuestra Misión sobre la Tierra.

Esta Fe, si la buscáis y la entendéis, os va a dar la Esperanza ya en vuestro estado espiritual, al terminar vuestra misión, de poseerme en totalidad.

Ahora, vosotros sobre la Tierra podéis PoseerMe y vivir conmigo y po­seer todos mis bienes en una forma parcial. Puesto que vuestro cuerpo es lastre para poder subir plenamente hacia Mí, vuestra alma puesta a Mi servicio por vuestra voluntad, puede vivir plenamente mis gracias y regalos con que Yo vuestro Padre os dono día a día.

Vivan pues en la Oración profunda de vuestros corazones, para que podáis encontrarnos y podáis vivir de esa vida sobrenatural, que es Mi propia vida.

Yo les dije a Mis apóstoles «vosotros no sois de éste mundo” y el Mun­do NO los entendía. Esto es, que cuando lleváis verdaderamente, esa vida interior sobrenatural Conmigo, estaréis viviendo de Mi vida y estaréis gozando del Universo entero…

Y entonces os daréis cuenta de la pequeñez de la Tierra y de sus bienes y los compararéis con la inmensidad infini­ta de los Bienes que vuestro Padre y Creador os ha regalado y NO os ha­béis dado cuenta.

Buscadme y NO os defraudaré, os lo aseguro. Yo Soy vuestro Dios, vues­tro Padre, que tanto os ama.  Si vosotros os acercárais a Mí Vuestro Padre, encontraríais y gozaríais las Delicadezas de Mí Amor. Yo os tenía en Mí Pensamiento y en Mí Amor antes de que fueráis. Ya os amaba, ya os gozaba.

El hecho de saber que cada uno de vosotros iba a nacer, Me llenaba de un amor indefinible. ¡Cuánta alegría en Mí Ser Entero por cada uno de vosotros!

Vosotros gozáis con la venida de un bebé a vuestras vidas, lo esperáis con ansia. La madre lo siente en su vientre sus movimientos, sus pataditas, alcanzan a escuchar sus latidos, se alegran de esa pequeña vida, dentro de su vida.

Si ésa alegría os invade y os llena de un gozo pleno, ¿Qué no sentiré Yo Vuestro Creador, que conozco célula a célula a cada uno de vosotros? Conozco todo lo vuestro y NO sólo la hechura de vuestro cuerpo, sino las reacciones de vuestra alma…

Y cuando con el tiempo, esa alma se vuelca a Su Creador y reconoce en Él todas las cosas que existen y reconoce en Él la ternura y la delicadez que puso en sí para poder ser alguien en el Mundo; Yo gozo con una alegría de naturaleza inimaginable para vosotros.Es ahí cuando gozo en pleno con la hechura de cada una de Mís pequeñas creaciones.

Vosotros gozáis cuando al dar educación, vuestra propia educación, modales y vivencias a vuestros hijos y que con el tiempo, vosotros os veís reflejados en vuestros hijos, vuestro gozo es grande. Porque vuestro prójimo reconoce los rasgos de familia, tanto físicos como de educación y hasta de los modales.

Ahí, en esos pequeños detalles personales se reconoce la procedencia de las personas. Lo mismo y más gozo Yo, cuando veo en vosotros Mí reflejo de bondad, amor, respeto mutuo, donación hacia los demás y todas Mís demás virtudes.

Cuando sóis Mís verdaderos hijos y además lo proclamáis NO sólo de palabra, sino de obra; entonces gozo Mí Creación.

Porque Yo Creé todo para vosotros, cada pétalo de una flor, su textura, su color, su aroma, su belleza general; los amaneceres y atardeceres con sus múltiples facetas de colores y formas; los diferentes frutos de los árboles y plantas con sus diferentes sabores y usos para daros diversidad de alimentos para vuestro cuerpo.

El recreo de vuestra vista en Mís bellezas creadas, el recreo de vuestros oídos en los cantos naturales, en el de vuestros instrumentos musicales y en el de vuestras voces a veces angelicales; el recreo de vuestro olfato al haber creado diversidad de aromas, tanto para gozarlos de la Naturaleza como para poderlos usar vosotros mismos.

El deleite de vuestro espíritu al conocer que fue un Dios Amantísimo y Delicadísimo en extremo, el que Creó todas éstas cosas para vosotros y además os creó todavía más perfectos a cada uno de vosotros, tanto en el cuerpo como en el alma, para gozar Yo mismo también de Mí Creación en vosotros.

Hijitos Míos, si vosotros os imaginárais cuanto os amo, cuanto es Mí deseo de que reconozcáis Quién es realmente Vuestro Padre, el que realmente os dio la Luz, el que os ha mimado aún antes de que naciérais a la vida terrena. 

Si os diérais cuenta realmente del cuidado tan delicado que pongo en cada en la vida de cada uno de vosotros y si Me tuviérais una gran confianza al saber que conozco TODO en vosotros… Y aún así, buenos y malos os amo con locura, correríais a Mí y Me daríais el abrazo amoroso y pleno que tanto deseo de vosotros.

Es tanto Mí Amor por vosotros, que si os presentáis ante Mí con vuestro corazón arrepentido y deseoso de amarme verdaderamente; Yo Me olvido de vuestro pasado, os perdono y vuelvo a crear una nueva vida para cada uno de vosotros en Mí Amor.

Comprended que Mí Amor TODO lo puede restaurar, todo lo puede comenzar nuevamente… Aún cuando os quedaran sólo escasos días de vuestra existencia sobre la Tierra, Yo puedo rehacer toda vuestra vida y podríais entrar gloriosos a Nuestra Casa Celestial.

Es Nuestra, porque vosotros salísteis de Ella y debiera ser vuestro deseo el regresar a Ella y gozar Conmigo por toda la Eternidad.

Nos os sintáis afligidos si habéis cometido faltas tremendas en vuestras vidas, TODO tiene arreglo en Mí Corazón y en Mí Amor. NO hay imposibles para Mí.

Lo que vosotros conocéis, es un conocimiento muy limitado en todos sentidos de vuestras humanas capacidades y nunca podríais, NI siquiera imaginar Mís Capacidades Omnipotentes que existen en Mí para vosotros y para todo lo creado.

Es tanto Mí Amor para aquellas almas que se sueltan a Mí Amor, que al derramarMe en ellas en su libre voluntad hacía Mí, que empiezan a vivir cosas insospechadas a vuestras pequeñas capacidades.

Sois tan pequeños y Me deleito tanto en vuestra pequeñez, que cuando os soltáis a Mí, como bebés desprotegidos buscando los brazos paternos para sentir su seguridad en sus brazos; Yo os tomo y os abrazo contra Mí Corazón y os amo y os gozo porque os siento realmente Míos, ya que os confiasteis por fin a Vuestro Padre y Creador.

Hijitos Míos buenos y malos, grandes y pequeños, de la raza que seáis, de la condición social que seáis, de las ideas espirituales que seáis; TODOS volved a Mí, Vuestro Creador. Yo os necesito para derramar en todos vosotros Mí Amor íntegro que sólo puedo hacerlo cuando Me déis vuestra confianza plena…

Y cuando Me reconozcáis verdaderamente como vuestro Padre, Quién os cuida, Quién vela por vosotros en cada momento de vuestras vidas, Quién os ha amado antes de que fuérais en cuerpo y alma.

Volved a Mí, volved porque NO hay nada más bello y más grande en TODO el Universo que el vivir y compartir plenamente el Amor de Vuestro Padre Dios.

¡Cuánto Amor tengo aún en Mí por compartir con vosotros! ¡Ayudádme a derramarlo sobre vosotros! Dádme vuestro amor, dádme vuestra confianza, dádme vuestro ser y Yo os colmaré hasta niveles inimaginables.Ampliad los horizontes de vuestra alma, dejad que el Espíritu os Guíe y veréis Cielos Nuevos y Tierras Nuevas, os prometo Yo, Vuestro Dios y Creador.

También os quiero hablar sobre la dignidad de ser hijos Míos. Es común entre vosotros decir: El o ella, se merecía tal regalo o bendición de Dios, porque es tan bueno por tantos méritos que ha hecho.

NO hijos Míos, NO son vuestras obras buenas, vuestras obras de misericordia las que os hacen obtener de Mí favores especiales. Todos vosotros por vuestra naturaleza, sóis indignos de Mí por el Pecado, es Mí Amor el que os hace dignos de Mí.

Yo Soy un Dios sencillo, humilde, bondadoso, que dá sin esperar grandes cosas de vosotros, porque conoce vuestra naturaleza. Vosotros NO podéis esperar grandes muestras de agradecimiento de vuestros hijos pequeños, cuando aún ni siquiera saben hablar ni caminar…

Pero, ¿Qué sentís cuando vuestro bebé allegándose a vosotros como pueda, os abraza y os sonríe en un acto de agradecimiento y de amor? ¿No es acaso esa una paga pequeña al tiempo y gasto que habéis invertido en ellos?Pero esa muestra de amor NO se puede comprar ni con todo el oro del mundo; porque se las ha dado un alma pura, sencilla, humilde que NO conoce de comportamientos humanos para ocasiones determinadas.

El bebé o niño pequeño ama, porque sólo actúa según su corazón le indica. NO lo que le indique su mente o la educación recibida, es el agradecimiento de corazón lo que dignifica al hombre con Su Dios.

Vuestras donaciones grandes o pequeñas de vuestro propio ser; ya sean ayunos, sacrificios, penitencias, etc. Nunca van a ser desoídas, ni nunca se van a desperdiciar cuando éstas llegan a Mí, adornadas con el amor de vuestro corazón.

Os dignifica el ser hijos Míos, porque un hijo de Rey lleva sangre Real por el sólo hecho de pertenecer a la Familia Real y venir de su mismo Ser. Todos vosotros sóis hijos de Rey. 

Yo NO he creado almas diferentes, unas para un tipo de gente y otras para otro tipo de gente. Todas las almas que han existido, existen y existirán, han salido de Mí, de Mi Esencia Divina.

Vuestros cuerpos son diferentes porque diversas son las razas existentes en vuestro mundo, diversas son las condiciones sociales y económicas también… Pero las almas todas, provienen de UNA sóla Esencia, la Mía y si Yo Soy Rey, vosotros todos sóis hijos de Rey.

Dignificáos en ésta realidad y agradecédMe con vuestra voluntad libre en el amor, tal favor.

Mí Enemigo y por lo tanto el vuestro, sabiendo que sóis y pertenecéis a Mí Reinado, os quiere denigrar tanto en cuerpo como en alma. Todos vosotros sóis reyes, NO súbditos.…él es el Súbdito y Traidor a Mí Reino y vuestro reino. DEFENDED vuestra dignidad de hijos de Dios, de hijos de del Rey. Comprended vuestra posición real y NO os envilezcáis con las bajezas que el Enemigo y Traidor os propone; mostrádle vuestra realeza y comportáos como Mi Hijo Jesucristo os lo enseñó.

Hijos Míos, sed dignos descendientes de vuestro Padre, el Rey del Universo, uniendoós al verdadero Amor y al verdadero agradecimiento de corazón que todos vosotros recibís por cada momento de vuestra existencia. Yo os amo y os quiero a todos Conmigo de regreso.

No os dejaré nunca sólos a vuestras pequeñas fuerzas de bebés. NO os sintáis poderosos o soberbios ante Mí, vuestro Creador, NI os sintáis merecedores de Mis Bienes por vuestras acciones, ya que ellas mismas Me pertenecen por obligación, puesto que Yo os dí los dones y las capacidades para llevarlas a cabo.

Lo único que Me interesa de vosotros es el amor que pueda salir de vuestra voluntad libre y que sean actos sinceros de vuestro más profundo ser, de vuestro corazón…

Ya sean para agradecerMe los dones que habéis recibido de Mí, como para salvar almas, tanto de la Tierra como del Purgatorio. Actuando así seréis dignos hijos del Rey.

Es Mí Amor el que se derrama sobre aquellos más necesitados, pero es vuestro amor hacia ellos lo que “obliga” a Mí Corazón a no resistir vuestra plegaria.

El amor sincero, el amor salido de un corazón ardiente por la ayuda a sus hermanos, sea cuál fuere su necesidad, es lo que hace ganar ésa gracia de Mí hacia ellos. Es vuestra intercesión amorosa, la que provoca los “milagros” o las bendiciones sobre las demás almas.

Estád atentos, hijitos Míos, a las necesidades de vuestros hermanos, tanto de los de la Tierra, como las del Purgatorio. Todos ellos dependen de la oración de corazón que hacen sus hermanos que se han envuelto en Mí Amor.

Vivíd en Mí, vivíd en Mis Intereses para con los demás. Vivíd Mí Vida sobre la Tierra y así Me dejaréis vivir nuevamente entre vosotros.

LlevádMe a los demás. Llevád Mí Amor, llevádles Mí Comprensión. Llevádles ayuda material y espiritual, llevádles Mí Apoyo. Decídles que Yo nunca abandono y que siempre espero vuestro retorno. Que no duden.

Decídles que Yo perdono aún las más grandes infamias realizadas contra el Amor.

Queráis o no queráis, lo aceptéis o no lo aceptéis, Yo habito en vuestro corazón. La diferencia en la comunicación entre vosotros y yo estriba en que os déis plenamente cuenta de ello, lo aceptéis y decidáis libremente el empezar a entablar comunicación Conmigo.

Yo escucho TODOS vuestros pensamientos. Yo escucho plegarias y peticiones. Yo escucho y veo todos vuestros pecados y faltas. Yo vivo vuestra vida, pero no hay reciprocidad. No hay intercambio de palabras ni de pensamientos. Me tenéis como espectador furtivo…

Porque para algunos sí existo en su corazón, pero no hay intercambio de pensamientos, porque ellos quieren mandar en sus vidas. Para otros existo, pero Me tienen así, sólo como espectador.Para otros NO existo ni en su corazón ni en su vida y Soy el Dios lejano, el Inalcanzable, el que estando tan lejos «no puede conocer mí pensamiento ni mis necesidades.»

Y para muy pocos, Soy el Dios que habita en ellos, el Padre al que se le tiene la plena confianza de pedirLe consejo y ayuda, al compañero íntimo al que sólo a Él se le pueden confiar ciertos secretos.

Estoy en vosotros, porque así fue dado desde el Principio. Sólo espero el momento en que vuestra Fé y vuestro amor Me permitan empezar a entablar la conversación del Amor con vosotros mismos.

Tratád, buscádMe en el interior de vuestro corazón y al encontrarMe ya no Me dejaréis, porque os colmaré de Mí Amor, os daré la compañía que necesitáis, os daré el refuerzo a vuestras vidas en el tiempo de la duda y de la perturbación espiritual, os acompañaré en todas vuestras acciones.

Me empezaréis a conocer y Me dejaré alcanzar y probaréis manjares exquisitos que no volveréis a dejar de buscar, por nunca antes haberlos paladeado.Yo Soy Vuestro Dios y os amo entrañablemente. “Haced la prueba y veréis que bueno es el Señor”.

Si vosotros pudiérais dejarMe actuar plenamente en vuestras vidas, veríais todo vuestro entorno de manera muy diferente. Todo se ve muy diferente visto a través de los Ojos del Amor.

La Sensibilidad de vuestro Dios lo obliga a vivir y a darse a Su creatura, Soy Yo mismo el que Me Doy a cada uno de vosotros en todos los momentos de vuestra vida. Mí Sensibilidad está al pendiente de hasta vuestras pequeñas cosas. Mí Sensibilidad os prepara el camino a la perfección.

Mí Sensibilidad os guía a encontrarMe y así, a encontrar el camino seguro a la Eternidad en el Amor. Mí Sensibilidad sólo puede actuar en el bien, porque Yo Soy el Bien Supremo. Mí Sensibilidad os aconseja a tomar el mejor camino siempre ya que al final de él, encontraréis el regalo prometido. 

Mí Sensibilidad os asegura el perdón de vuestras faltas, cuando os acercáis a Mí con corazón contrito, ya que Yo conozco vuestra pequeñez y os comprendo y alivio vuestras preocupaciones de culpa hacia Mí. No hay Padre más comprensivo sobre la Tierra que Yo, vuestro Padre del Cielo.

Mí sensibilidad acepta un pequeñísimo acto de bondad vuestro hecho a un semejante, o dado a Mí con todo vuestro corazón, como si Me diérais un grandísimo regalo. Mí Sensibilidad hace que todo lo vuestro se multiplique, se aumente en forma descomunal, cuando es vuestro corazón, es vuestro sincero amor el que actúa.

No os imagináis, pequeños Míos, lo que Yo Vuestro Padre, puedo hacer con vuestras pequeñas obras buenas realizadas con un sincero y humilde corazón.

Vosotros decís, a veces, es tan poco lo que puedo darle a Mí Dios, es tan poco lo que puedo hacer por mí prójimo. Yo os digo, si vuestro bien va unido sinceramente a vuestro corazón y va dirigido directamente a agradarMe a Mí, vuestra obra se vuelve inmensa.Mí Hija, la Siempre Virgen María, recibe todas vuestras pequeñas obras, las purifica, las engrandece y Me las presenta como grandes obras, como si fueran realizadas por Mis propias Manos Amorosas.

Hijitos Míos, tenéis un gran poder sobre Vuestro Dios, el don del amor sincero puesto en vuestras oraciones y en vuestros actos. Estas obras van siempre dirigidas perfectamente a Mí Corazón siempre ávido, siempre deseoso de recibir cariñitos de sus hijos, a los que tanto amo.

No os imagináis hijitos Míos, como gozo de ésas caricias que hacéis a Mí Vuestro padre. Me hacen olvidar tanto Mal que recibo de vuestros hermanos que se han olvidado de Mí o que Me han vuelto la espalda.

Cuánto bien os hacéis vosotros mismos con éstos actos de amor a vuestro Dios, ya que cuando Yo recibo vuestras pequeñas acciones llenas de amor, Yo respondo con Mí Amor Omnipotente a vosotros, a TODOS vosotros. Toda la Humanidad recibe de Mis Bendiciones porque Yo por Mí sensibilidad, no puedo limitarMe a unos cuantos, a todos os amo y todos recibís aunque no hayáis hecho méritos, bendiciones por los méritos y por el amor de otros hacia Mí.

Deseo que os déis plena cuenta de que vosotros, los que NO estáis Comigo, estáis recibiendo por la ayuda de vuestros hermanos. Si a pesar de que os portáis mal Conmigo y que os merecíais perder todo y aún lo tenéis, NO es por casualidad o porque “sóis muy listos y que hacéis cosas que Yo no pueda ver”

Estáis recibiendo, porque Mí Amor Sensibilísimo, se reparte a buenos y a malos por la acción de unos cuantos.

Ahora preguntáos sinceramente, ¿Qué pasaría si todos vosotros Me tomárais en cuenta, sabiendo que Yo pago así y que vivieráis según Mis Preceptos de Amor, con total libertad en donar todos vuestros actos, adornados con humildad y amor a vuestro Dios, sabiendo que con ello Me agradaréis sobremanera?Al multiplicar vuestros actos amorosos hacia Mí, Vuestro Dios y Señor y hacia vuestros hermanos, viéndoMe a Mí en ellos, las Bendiciones que toda la humanidad recibiría serían tremendas, fortísimas, inconmensurables y ¿Qué pasaría con ello?

Vosotros os imagináis ya ahora la respuesta: todo cambiaría y así el amor viviría fácilmente y plenamente entre vosotros.

Vosotros mismos podéis destruir todas las fuerzas del mal y todo lo que os aqueja actualmente, al actuar en la absoluta bondad de vuestro corazón hacia Vuestro Dios y hacia vuestros hermanos.

Vosotros tenéis ahora la respuesta y el remedio para terminar con todo lo que os aqueja y todo aquello que es devastador para vuestras almas y para vuestro Mundo.Recibíd Mis Bendiciones, las de Mí Hijo, las de Mí Santo Espíritu y las del Amor infinito de Mí Hija, la Siempre Virgen María.

Os amo, Mis pequeños príncipes y os Bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo Jesús y en el del Espíritu Creador y Consolador

Yo estaré con vosotros hasta el Fin del Mundo. Es Mí Palabra, es Mí Promesa, es Mí Amor Honesto y Sincero. Es Mí Verdad entre vosotros.

LlevádMe y Dejádme vivir entre los vuestros a través de vosotros.

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