F91 EL CREDO 1026 min read

DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS…

Jesús baja a los Infiernos y al Purgatorio

Visión de Ana Catalina Emmerich

Symbolum Apostolorum

Latín

Credo in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et   terrae, et in Iesum Christum, Filium Eius unicum, Dominum nostrum, qui   conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio   Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus, descendit   ad ínferos, tertia die   resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris   omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam   catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis   resurrectionem, vitam aeternam. Amen.

Español

Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo,   su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y   gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen; padeció bajo el   poder de Poncio Pilato; fue crucificado,   muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al   tercer día resucitó de entre los muertos; y subió a   los cielos; está sentado a la derecha del Padre, y desde allí ha de venir a juzgar   a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la Comunión de los Santos, el perdón de   los pecados,   la resurrección de la carne y la vida   eterna. Amén

Descendió a los infiernos: «Como Hombre, su Cuerpo murió.

Pero siendo el Primogénito Viviente de los vivientes: Dios Vivo, con su alma y su espíritu vivos; porque el Pecado jamás lo tocó…

Y Es la Sabiduría y la Gracia mismas… 

Y como ser espiritual que era, fue y predicó a los espíritus que estaban presos».

18. “Pues también Cristo, para llevarnos a Dios, murió una sola vez por los pecados, el Justo por los injustos, muerto en la carne, vivificado en el espíritu. 19. En el espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados, 20. en otro tiempo incrédulos, cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el Arca, en la que unos pocos, es decir ocho personas, fueron salvados a través del agua;21. a ésta corresponde ahora el bautismo que os salva y que no consiste en quitar la suciedad del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia por medio de la Resurrección de Jesucristo, 22. que, habiendo ido al cielo, está a la diestra de Dios, y le están sometidos los Angeles, las Dominaciones y las Potestades. (1 Pedro 3, 18-22)    

Cuando Jesús dando un grito, expiró… Y yo vi su alma celestial como una forma luminosa penetrar en la tierra, al pie de la Cruz.

Muchos ángeles, entre los cuales estaba Gabriel, la acompañaban.

Vi su divinidad unida con su alma pero también con su cuerpo suspendido en la cruz. No puedo expresar cómo era esto, aunque lo vi claramente en mi espíritu.El sitio adonde el alma de Jesús se había dirigido, estaba dividido en tres partes. Eran como tres mundos y sentí que tenían forma redonda, cada uno de ellos separado del otro por un hemisferio.

Delante del limbo había un lugar más claro y hermoso; en él vi entrar las almas libres del purgatorio antes de ser conducidas al cielo. La parte del limbo donde estaban los que esperaban la redención, estaba rodeado de una esfera parda y nebulosa y dividido en muchos círculos.

Nuestro Señor, rodeado por un resplandeciente halo de luz; era llevado por los ángeles por en medio de dos círculos: en el de la izquierda estaban los patriarcas anteriores a Abraham. En el de la derecha, las almas de los que habían vivido desde Abraham hasta san Juan Bautista.

Al pasar Jesús entre ellos no lo reconocieron; pero todo se llenó de gozo y esperanza… Y fue como si aquellos lugares estrechos se expandieran con sentimientos de dicha.

Jesús pasó entre ellos como un soplo de aire; como una brillante luz; como el refrescante rocío. Con la rapidez de un viento impetuoso llegó hasta el lugar cubierto de niebla, donde estaban Adán y Eva…

Les habló y ellos lo adoraron con un gozo indecible y acompañaron a Nuestro Señor al círculo de la izquierda: el de los patriarcas anteriores a Abraham.

Este lugar era una especie de purgatorio. Entre ellos había malos espíritus que atormentaban e inquietaban el alma de algunos.

El lugar estaba cerrado pero los ángeles dijeron: «Abrid estas puertas.»

Cuando Jesús triunfante entró; los espíritus diabólicos se fueron de entre las almas llenas de sobresalto y temor.

Jesús, acompañado de los ángeles y de las almas libertadas, entró en el Seno de Abraham.

Este lugar me pareció más elevado que las partes anteriores y sólo puedo comparar lo que sentí, con el paso de una iglesia subterránea a una iglesia superior. Allí se hallaban todos los santos israelitas. En aquel lugar no había malos espíritus.

Una alegría y una felicidad indecibles entraron entonces en estas almas, que alabaron y adoraron al Redentor. Algunos de éstos fueron a quienes Jesús mandó volver sobre la tierra y retomar sus cuerpos mortales para dar testimonio de Él…

50. Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu. 51. En esto, el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron.52. Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. 53. Y, saliendo de los sepulcros después de la resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos. (Mateo 27, 50-53)

Este momento coincidió con aquel en que tantos muertos se aparecieron en Jerusalén.

Después vi a Jesús con su séquito entrar en una esfera más profunda: una especie de Purgatorio también; donde se hallaban paganos piadosos que habían tenido un presentimiento de la verdad y la habían deseado.

Vi también a Jesús atravesar como libertador, muchos lugares donde había almas encerradas. Hasta que finalmente, lo vi acercarse con expresión grave al centro del Abismo.

El Infierno se me apareció bajo la forma de un edificio inmenso, tenebroso; cerrado con enormes puertas negras con muchas cerraduras. Un aullido de horror se elevaba sin cesar desde detrás de ellas.¿Quién podría describir el tremendo estallido con que esas puertas se abrieron ante Jesús? ¿Quién podría transmitir la infinita tristeza de los rostros de los espíritus de aquel lugar?

La Jerusalén celestial se me aparece siempre como una ciudad donde las moradas de los bienaventurados tienen forma de palacios y de jardines llenos de flores y de frutos maravillosos.

El Infierno lo veo en cambio, como un lugar donde todo tiene por principio la Ira Eterna, la Discordia y la Desesperación.

Prisiones y cavernas, desiertos y lagos llenos de todo lo que puede provocar en las almas el extremo horror, la eterna e ilimitada desolación de los condenados.

Todas las raíces de la corrupción y del terror producen en el Infierno el Dolor y el Suplicio que les corresponde en las más horribles formas imaginables.

Cada condenado tiene siempre presente este pensamiento: que los tormentos a que está entregado son consecuencia de su crimen, pues todo lo que se ve y se siente en este lugar no es más que la esencia, la pavorosa forma interior del Pecado descubierto por Dios Todopoderoso.

Cuando los ángeles con una tremenda explosión, echaron las puertas abajo; se elevó del Infierno un mar de imprecaciones, de injurias, de aullidos y de lamentos.

Todos los allí condenados tuvieron que reconocer y adorar a Jesús y éste fue el mayor de sus suplicios.

En medio del Infierno había un Abismo de tinieblas al que Lucifer encadenado, fue arrojado.  Y negros vapores se extendieron sobre él.

Es de todos sabido que será liberado durante algún tiempo, cincuenta o sesenta años antes del año 2000 de Cristo.

 Las fechas de otros acontecimientos fueron también fijadas, pero no las recuerdo; pero sí que algunos demonios serán liberados antes que Lucifer para tentar a los hombres y servir de instrumento de la Divina Venganza.

Vi multitudes innumerables de almas de redimidos elevarse desde el Purgatorio y el Limbo detrás del alma de Jesús, hasta un lugar de delicias debajo de la Jerusalén celestial.

Vi a Nuestro Señor en varios sitios a la vez, santificando y liberando toda la creación.

En todas partes los malos espíritus huían delante de Él y se precipitaban en el Abismo. Vi también su alma en diferentes sitios de la Tierra. La vi aparecer en el interior del sepulcro de Adán debajo del Gólgota, en las tumbas de los profetas y con David.

A todos ellos revelaba los más profundos misterios y les mostraba cómo en Él se habían cumplido todas las profecías.

Esto es lo poco de que puedo recordar sobre el descendimiento de Jesús al Limbo y a los Infiernos y la libertad de las almas de los justos.

Pero además de este Acontecimiento, Nuestro Señor desplegó ante mí su eterna misericordia y los inmensos dones que derrama sobre aquellos que creen en Él.

El Descendimiento de Jesús a los infiernos es la plantación de un Árbol de Gracia destinado a las almas que padecen…  La redención continua de estas almas, es el fruto producido por este Árbol en el jardín espiritual de la Iglesia en todo tiempo.

La Iglesia Triunfante debe cuidar este árbol y recoger los frutos para entregárselos a la Iglesia Militante que no puede recogerlos por sí misma…

Cuando en el día del Juicio Final llegue el dueño del árbol nos pedirá cuenta y no sólo de ese Árbol, sino de todos los frutos producidos en todo el Jardín.

¿CÓMO ES EL INFIERNO?

Es un lugar sobre el que los sacerdotes no predican más, porque dicen que la gente se asusta o se burla.  Si siguen creyendo en él, menudo favor hacen a los fieles al:

NO RECORDARLES QUE EXISTE…  

QUE NO ESTÁ VACÍO…  

Y QUE ES PARA SIEMPRE.

TESTIMONIO DE SANTA FAUSTINA KOWALSKA (Religiosa polaca canonizada en el año 2000)

Según un fragmento del relato de su diario:

“Hoy he estado en los Abismos del Infierno, conducida por un ángel. Es un lugar de grandes tormentos, ¡Qué espantosamente grande es su extensión!

Los tipos de tormentos que he visto:

El primer tormento que constituye el Infierno, es la pérdida de Dios.

El segundo, el continuo y eterno remordimiento de conciencia.

El tercero, es que la condición y aquel destino no cambiarán  jamás.

El cuarto tormento, es el Fuego que penetra al alma sin destruirla. Es un sufrimiento terrible,  ya que es un fuego completamente espiritual, encendido por la Ira Divina.

El quinto tormento, es la oscuridad permanente. Un horrible y sofocante olor. Y a pesar de la oscuridad, los demonios y las almas de los condenados se ven unos a otros. Ven todos el mal de los demás y el suyo propio.

El sexto tormento, es la compañía constante de Satanás.

El séptimo tormento, es una desesperación tremenda, el odio a Dios, las imprecaciones, las maldiciones y las blasfemias.

Estos son los tormentos que todos los condenados padecen juntos, pero esto no  es el extremo de los sufrimientos.

Hay torturas especiales destinadas para cada alma en  particular.

Éstos son los tormentos de los sentidos. Cada alma padece sufrimientos terribles e indescriptibles, relacionados con la forma en que ha pecado.

Hay cavernas y horribles calabozos; abismos de tormento donde una forma de agonía difiere de otra.

Habría muerto a la vista de aquellas terribles torturas, si no me hubiera sostenido la omnipotencia de Dios.

El pecador debe saber que será torturado por toda la eternidad, en esos mismos sentidos que suele usar para pecar…

Estoy escribiendo esto por orden de Dios, para que ninguna alma pueda encontrar una excusa diciendo que no hay ningún infierno o que nadie ha estado allí y que por lo tanto nadie puede decir cómo es.

Yo, Sor Faustina por orden de Dios; he visitado los Abismos del Infierno para que pudiera hablar a las almas sobre él y para testificar sobre su existencia…

Cuando regresé, apenas podía recuperarme del miedo. ¡Cuán terriblemente sufren las almas allí!

Por consiguiente, oro aún más fervorosamente por la conversión de los pecadores. Y suplico continuamente por la misericordia de Dios sobre ellos.

Oh mi Jesús, preferiría estar en agonía hasta el fin del mundo, entre los mayores sufrimientos, antes que ofenderte con el menor de los pecados”.

Sí. El Infierno existe y NO está vacío. Quien lo sabe mejor que nadie, es Satanás.

Nuestra Madre Santísima dijo santa Faustina:“Yo dí al mundo el Salvador  y tú debes hablar al mundo de su Gran Misericordia…  Y preparar al mundo para su Segunda Venida.

 Oh, qué terrible es ese día. Establecido está ya. Es el Día de la Justicia, el Día de la Ira Divina. Los ángeles tiemblan ante ese día.

Habla a las almas de esa gran misericordia, mientras aún sea el tiempo para conceder la misericordia. Si ahora tu callas, en aquel día tremendo responderás por un gran número de almas.”Yo, Sor Faustina, por orden de Dios, estuve en los Abismos del Infierno, para hablar a las almas y dar testimonio de que el Infierno existe.

Los demonios me tenían un gran odio, pero por orden de Dios tuvieron que obedecerme.

Lo que he escrito es una débil sombra de las cosas que he visto.

He observado una cosa: la mayor parte de las almas que allí están, son las que no creían que el Infierno existe.

EL CÍRCULO DE LA PERFECCIÓN

Hijitos Míos, os voy a explicar algo que muchos de vosotros NO conocéis.

En el Cielo hay diferentes niveles de gozo, en el Purgatorio, hay diferentes niveles de purgación, en el Infierno, hay diferentes niveles de dolor, de castigo.

Y todo esto os lo digo, Mis pequeños, por aquellos que se creen no valer nada y creen que su vida aquí sobre la Tierra no sirvió para nada.

Estáis muy equivocados Mis pequeños, si os concedí el don de la vida, es porque así lo decidí Yo, en Mi Sabiduría Eterna y puse toda Mi confianza en vosotros para que Me ayudarais a que las almas se mejoraran en su nivel de crecimiento espiritual, de amor…

Para que su gozo fuera aumentando día a día y aún para que las almas del Infierno NO sufrieran tanto.

Sí, son cosas que NO conocéis o en las que NO reparáis.

Mucho se necesita de cada uno de vosotros, de vuestras oraciones, de vuestra donación, de vuestra intercesión.

Ciertamente las almas del Cielo están gozando ya de Mi Presencia y por sus méritos propios. Pero una manera Mis pequeños de agradecer lo que recibisteis de vuestros padres, de vuestros antepasados, de vuestros amigos, de vuestros hermanos, es el agradecimiento.

Por ello y vuestra intercesión de amor hacia ellos, las Misas que ofrecéis, los sacrificios, las oraciones, todo lo que hacéis, también llega a ellos a través de la Comunión de los Santos…

Y ellos van subiendo de gozo por vosotros, ellos se van acercando a Mí hasta la fusión total del alma Conmigo, con su Dios así su gozo será tremendo y gracias a vosotros, Mis pequeños.

Las almas del Purgatorio también necesitan de vuestras oraciones, de vuestra donación, de vuestros sacrificios, de vuestros ofrecimientos, de vuestros agradecimientos…

Y así, las almas que estaban en niveles bajos, sufriendo mucha purificación, les iréis ayudando a que pronto puedan salir del Purgatorio, a que pronto encuentren el verdadero significado del Amor y se puedan unir ya a Mí, eternamente.

Las almas en el Infierno, también tienen niveles de dolor. En Mi Misericordia, Yo, pido que ésas almas NO sufran tanto, os lo pido a vosotros, os lo pido a las almas santas que se dan cuenta de ello.

Ciertamente han negado el Amor, ciertamente NO quieren saber de Mí, pero aún en Mi Misericordia, porque son hijos Míos, no deseo que sufran y por eso permito que estén en un nivel de menos dolor cuando vosotros lo pedís, dándoos cuenta del dolor que tendrá un alma eternamente.Cuando vosotros, Mis pequeños, ofrecéis vuestros actos diarios, vuestra cruz de cada día, el ofrecimiento de vuestras obras, TODO.

Todo lo que hacéis a diario por Mí y por vuestros hermanos, todo eso es tomado para que entre en la Comunión de los Santos y así todos vosotros os ayudéis a estar más cerca del Amor.

Estad siempre pendientes de todo esto Mis pequeños, para que vuestra vida tenga un mayor sentido, para que realmente os deis cuenta de que NO estáis en la Tierra solamente para sufrir, como muchos dicen.

Sino que cada uno de vosotros trae una misión específica y ésa misión es la salvación de las almas y su mejora en la purificación y en la santificación.

Así vosotros, en vuestras oraciones estáis ayudando a las almas del Cielo, a las del Purgatorio, a que las del Infierno NO sufran tanto, vosotros pedís a ésos tres niveles y también pedís por vosotros mismos. Las almas del Purgatorio ofrecen su purificación también por las del Cielo y por vuestra salvación, almas de la Tierra. Y las almas del Cielo piden por todos vosotros, almas del Purgatorio y almas de la Tierra.

Mis pequeños, no despreciéis todas las bendiciones que se derraman sobre vosotros y éste conocimiento que os doy para que mejoréis vuestro estado espiritual…

Y ofrezcáis más concientemente vuestra vida, vuestra cruz, vuestras alegrías, sufrimientos, todo lo que tenéis, para la salvación de todas las almas.

Os necesito a cada uno de vosotros, no despreciéis todo lo que Yo he puesto en vosotros y sobre todo, Mi confianza, en cada uno de vosotros. 

Hijitos Míos, el Don del Perdón es muy importante y lo debéis hacer muy importante en vuestra vida…

Y es tan importante, que si no fuera por él, vosotros mismos NO hubierais adquirido la redención de vuestros pecados y que Yo abriera nuevamente el Cielo para todas las almas.

Gracias a Mi Misericordia, os concedí el Perdón, el perdón del Pecado Original. El perdón es misericordioso y siempre debe estar a flor de piel en vosotros.

Ninguno de vosotros sois perfectos, ninguno de vosotros debéis dejar de dar éste don a vuestros hermanos, cuando yerran o cuando vosotros erráis.

Mis pequeños, gracias a este don, vosotros quedáis purificados y podéis ayudar a vuestros hermanos a rehacer su vida.

Sí, os lo digo así, porque cuando existe algún problema y entra la soberbia y vosotros NO queréis ni dar, ni recibir perdón, vosotros mismos vais decayendo espiritualmente, vuestra alma se va marchitando, sufrís y hacéis que los demás sufran.

Debéis aprender a perdonar y a ser perdonados, se necesita mucha humildad para ello, Mis pequeños y agradecimiento de parte de vuestros hermanos y también de parte vuestra.

Yo os enseñé a perdonar, perdonándoos el Pecado Original. Mi Hijo os enseñó a perdonar después de lo que hicieron con Él…

Él iba perdonando y por ése dolor, por esa donación que Él tuvo hasta la última gota de Su Sangre, Él os perdonó y os sigue perdonando.

Por eso os pido Mis pequeños, que si realmente Me amáis y seguís la doctrina de Mi Hijo, debéis aprender a perdonar y a ser perdonados…

Y así vosotros entraréis a niveles espirituales altos, vuestra alma estará siempre tranquila y dejaréis también tranquila el alma de vuestros hermanos.

EL INFIERNO ESPERA, A LOS QUE  NO SABEN PERDONAR...

Porque muchos de vosotros os quejáis de que os va mal, tanto en lo material como en lo espiritual, como que pareciera que Mi Divina Providencia no os alcanza y estáis muy equivocados, Mis pequeños.

Mi Misericordia, Mi Amor, Mi Perdón y Mi Providencia, siempre está sobre cada uno de vosotros. La diferencia la da, en que muchos de vosotros NO seguís Mis Mandamientos y el Primer Mandamiento os dice que Me amaréis por sobre todas las cosas, sobre todas las cosas.

Mis pequeños, Yo Soy el Primero y el Último, el Alfa y el Omega, vivís y todo vive y todo es creado por Mí. Por eso os he dado a conocer que Me pertenecéis en totalidad y cuando os apartáis de Mí, es cuando os va mal.  Con vuestro libre albedrío vosotros podéis estar Conmigo o podéis estar en contra Mía, si vosotros os separáis, os separáis de todo lo que Yo os pueda dar.

Cuando os separáis con vuestro libre albedrío, es porque  NO queréis tenerMe, ni en vuestro corazón ni en vuestra vida.

Cuando a un amigo de repente os peleáis con él, os apartáis de él, lo negáis, lo rechazáis, ciertamente no tendréis ya lo bueno que él os podía dar. En cierta forma pasa así Conmigo…

Yo Soy vuestro amigo, Soy vuestro Padre y vosotros sois Mis hijos y esto es más doloroso, Mis pequeños.

Porque os estáis apartando de la Familia a la que pertenecéis, Me estáis arrancando el Corazón y Yo, aún a pesar de que Me negáis, os sigo cuidando, os sigo proveyendo.  Ciertamente NO igual que a los hijos verdaderos, a los que Me aman y a los que están Conmigo, pero Sí os sigo cuidando.

Pero por otro lado, como NO queréis tener Mi Gracia, Mi protección, Mis cuidados, Satanás entra en vuestra vida y os empieza a atosigar, empieza a atacaros y os da a conocer lo que es “su mundo verdadero” que es maldad, destrucción, dolor, preocupación, lágrimas.

Cuando estáis fuera de Mí, conocéis el mundo satánico y conocéis su ambiente y es cuando vosotros mismos creéis que Yo Soy el causante de todo ello y NO es verdad, Mis pequeños.

Negasteis Mi Gracia, negasteis Mi protección, estáis negando Mis Leyes, NO queréis nada de Mí, NO queréis nada del Amor, entonces ¿Cómo queréis tener el Amor en vuestra vida, si vosotros mismos NO lo llamáis ni lo procuráis?.

Meditad esto, Mis pequeños, antes de que habléis mal en contra Mía.

Esto os lo vuelvo a repetir, porque sois muy dados a echar la culpa a otros cuando NO os dais cuenta del estado real de vuestra alma.

Meditad, Mis pequeños éstas palabras y regresad a Mí, que os espero con los brazos abiertos y sobre todo con Mi Perdón Misericordioso para vuestra alma.

Porque la soberbia en mayor o en menor grado os destruye. Corrompe vuestra alma, la corroe, destruye vuestro cuerpo, os destruye  espiritualmente… Os destruye como seres humanos.

Mis pequeños, la soberbia os va a quitar la Sabiduría que pueda llegar a vosotros. Mi Sabiduría la que Yo os doy para que vosotros norméis correctamente vuestra vida, la soberbia la destruye. NO la deja trabajar, NO os deja vivir.

Cuando vosotros vivís en la soberbia, actuáis como si fuerais los reyes de la creación, creéis que os merecéis todo y que todos los demás deben estar a vuestros pies. NO aceptáis en ningún momento vuestros yerros…

Creéis que todo lo que hacéis es perfecto y eso va causando malestar a vuestro alrededor, imprudencia, maldad. Así como los que viven en el estado alcohólico, creen que todos los demás actúan incorrectamente y que ellos son los que están bien.

La soberbia es igual, creen que todos están mal y ellos están bien. NO hay en ningún momento humildad para reconocer vuestros yerros, aún vuestra mente queda obscurecida por ésta maldad que os trae la soberbia.

En la soberbia NO actuáis correctamente, NO actuáis en libertad, NO actuáis como debierais actuar, como Mi Hijo os enseñó.

En la soberbia NO hay crecimiento espiritual, NO hay crecimiento de vida, DESTRUÍS y os destruís a vosotros mismos.  Se empiezan a separar de vosotros vuestros hermanos, porque ellos sí saben ver que estáis actuando en el error, cuando vosotros mismos NO veis ése error en vuestra vida.

Mis pequeños, debéis entrar en vuestro corazón y pedir ayuda. Sí, es muy difícil para las almas llenas de soberbia, entrar en su corazón y aceptar que están errando.

Pero cuando vosotros aceptáis que la Luz del Espíritu Santo os puede ayudar y empezáis a tener ésas luces de humildad, de aceptación de vuestro error, es cuando podréis empezar a mejorar.

También os pido a vosotros Mis hijos que estáis Conmigo, que oréis por éstas almas. Porque están cegadas a la realidad, a la Verdad; a la verdad de su vida, que destruye y NO ayudan en nada para la mejora del Reino.

Todos debéis buscar que Mi Reino ya se dé entre vosotros y Mi Reino debe estar lleno de Virtud. No cabe en Mi Reino la soberbia. Ya que precisamente por soberbia se perdió el Paraíso.  Por eso la soberbia es el peor pecado y la peor falta que puede caber en el alma del hombre, porque es destructiva y os puede destruir en totalidad.

No dejéis que Satanás que es el Padre de la Soberbia, entre en vosotros, en vuestra vida. Debéis tener mucho cuidado con lo que hacéis, en lo que pensáis…

Porque si NO os mantenéis en la Oración viviendo en las virtudes, fácilmente podéis ser presa de éste tremendo pecado en vuestra vida y para vuestro desarrollo espiritual.

Cuando la soberbia entra en vosotros, en ése momento empieza la decadencia del hombre, la decadencia de ésa alma, NO crece y NO deja crecer a las demás almas.

Tened mucho cuidado Mis pequeños, en NO caer en éste mal en éste grave pecado, pecado tan destructivo. Acercaos siempre a Mí a través de Mi Santo Espíritu, para que os aconsejemos, para que viváis la realidad que es la del Amor y la humildad.

Teniendo la Humildad Mis pequeños, tendréis todas las demás virtudes; porque ellas pueden crecer en tierra fértil, humilde, sencilla, amorosa, necesitada.

El humilde sabe que necesita de Mí. El soberbio Me niega porque se siente satisfecho, se aparta de Mí, de Mi fuente de Gracia.

Ayudad a vuestros hermanos en la Oración a darse cuenta de su error, pero vosotros deberéis ser muy humildes para reconocer que también vosotros necesitaréis de Mi ayuda para aconsejar a vuestros hermanos.

Vivid siempre así, sencillos, humildes y fácilmente alcanzaréis la perfección.

Hijitos Míos, la mayoría de vosotros tenéis tinacos en las azoteas de vuestras casas, estos tinacos mantienen en su interior varios cientos de litros de agua. Son recipientes que albergan ésta agua que luego utilizaréis para vuestros servicios particulares o para otras cosas. A través de las tuberías, de las mangueras, se transporta el agua para limpiar vuestra persona. limpiáis vuestro hogar, alimentáis a las plantas, a los animalitos, limpiáis vuestro coche, limpiáis vuestra ropa.

Éste líquido precioso os va sirviendo para purificar todo lo que tenéis y es a través de los diferentes conductos que tenéis, vais utilizando ésta agua para hacer uso necesarísimo de todo lo que necesitáis para vuestra vida diaria.

Mis pequeños, Yo Soy ése Tinaco de Gracia. Yo, habitando en el Cielo os voy proporcionando a vosotros Mi Gracia.

Vosotros debéis ser ésos conductos, ésas mangueras que vayan transmitiendo Mi Gracia, Mis virtudes, Mi Amor a vuestros hermanos y así Mi Presencia os debe ir purificando tanto a vosotros como a vuestros hermanos.  

Vosotros sois ésos conductos que he escogido para que viváis sobre la Tierra, para que vayáis haciendo las obras que Yo necesito que se hagan, para ir purificando Mi Reino que está sucio, que está mal habitado, que está lleno de podredumbre, de basura.

 Vosotros debéis ir limpiando, como buenos conductos que debéis ser, todo lo que esté apartado de Mi Gracia, apartado de Mi Pureza, apartado de Mi Belleza.

Es vuestra obligación limpiar el Mundo, para eso estáis sobre la Tierra, Mis pequeños… Para purificar todo… Como el agua purifica, limpia y arrasa todo lo que es sucio.

 Sí, vosotros debéis estar sobre la Tierra, para eliminar toda suciedad, pero empezando con vosotros mismos, para que Mi Gracia pueda fluir libremente a través vuestro… Y vosotros seáis ésos conductos limpios, santos, que deberán limpiar todo aquello que está sucio a vuestro alrededor.

POR FAVOR, AYUDADME…AYUDADME A SALVAR ALMAS QUE ESTÁN PRECIPITÁNDOSE

EN LOS ABISMOS DEL INFIERNO

Sed conductos pues, con los que Yo Me pueda enorgullecer Mis pequeños, para que podáis ir limpiando todo lo que está a vuestro alrededor y así ya todo limpio, prepare el Regreso de Mi Hijo.

Yo os Bendigo ahora y por siempre, en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo,
Salvador vuestro y en el del Espíritu de Amor y Vivificador.

Mí Santa Hija, la Siempre Virgen Maria, os cuidará y os guiará para aplastar la Cabeza de la Serpiente del Mal.

Dejaos llevar por Sus Palabras de Amor y Salvación. Su ternura es excelsa.

Hijitos Míos,

¡Cuánto os amo!

Yo os amo y os Bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en del Amor de Mi Santo Espíritu.

La Tremenda SEÑAL, plasmada en una sencilla tilma de fibra de maguey, que tiene medio milenio de existencia y  QUE FULGURA EN LA BASÍLICA DEL TEPEYAC,..

http://diospadresemanifiesta.com/ 

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