F92 EL CREDO 11
AL TERCER DÍA, RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS
La vida comienza cuando parece que termina…
La muerte, es sólo la dolorosa transición hacia la verdadera Vida.
El hombre fue creado para el Cielo…
Destinado desde un principio a ser el Templo Vivo de Dios, su paso por la tierra es solo la preparación de ese magnífico destino.
El Infierno fue creado para castigo de Satanás y sus ángeles rebeldes a Dios.
Ahora lo comparten los hombres que rechazan la Salvación y la Doctrina de Jesús, por más que se nieguen a creer que existe.
En la noche del Viernes Santo, después de una muerte cuyos tormentos sólo pueden compararse a los del Infierno…
Jesús bajó a él para sacar del Limbo a los que aguardaban el momento de su Triunfo, que les abriría las puertas del Cielo para llevarlos con Él.
¡Cuánto dolor experimentó el Salvador al entrar en aquel lugar tan atroz!
¡Qué espantoso es el Fuego del Rigor de Dios!
¡Qué terrible es perder el Amor para vivir y respirar Odio, que es lo único que palpita en aquel Reino Maldito!
Jesús nos creó una segunda vez.
El pecado mató la Gracia en el hombre y su alma profanada por Satanás, quedó convertida en un cadáver espiritual y su cuerpo vulnerable a la enfermedad.
Dios nos amó hasta el extremo de querer conocer la vida y la muerte de la Tierra, para hacerse Alimento de nuestra debilidad y Sacramento, para permanecer entre nosotros. Se despojó de la Vida para darnos la Vida.
Se despojó de su vestidura de Dios y se cubrió con la nuestra de Hombre. Y aun ésta la perdió por nosotros, después de probar todos sus horrores: Dolores, hambres, traiciones, torturas, fatigas, agonía y muerte…
¡Oh Redención del Hombre, cuánto le costamos!
Reparación y Obsequio ofrecido a su Padre Santísimo….Como Consagrante, Constructor y Víctima, Jesús adquirió el derecho a ser Sacerdote Supremo.
Esto es lo que constituye su Gloria: haber restituido a Dios los Templos Vivos de nuestras almas de nuevo consagradas…
Y de esta Gloria lo revistió el Padre…
Otorgándole el Poder de ser Juez de todas las creaturas que hizo suyas al Precio de un Sacrificio sin Límites, con una Victoria total manifestada el Domingo de Resurrección…
La noche abre paso al amanecer. El cielo va tomando los tintes de un zafiro más claro… En el huerto hay un silencio total.
Las estrellas del cielo, van desapareciendo poco a poco y el tinte azul negro de la noche se difumina, ante el empuje del alba que avanza de oriente a occidente; como la ola de marea alta que cubre la playa mojando la arena y los arrecifes, con el agua y la espuma…
Las estrellas parpadean con su luz cada vez más débil, bajo la luz blanco-verdosa del alba, que baña los olivos mientras la aurora surge victoriosa…
Borrando la oscuridad de la noche precedente, con sus destellos áureos y rosados que se posan sobre el rocío que baña todas las hojas en el huerto…
Los pajarillos se despiertan entre el tupido ramaje de los altísimos cipreses y los setos de laureles, que defienden del cierzo.La puerta del sepulcro de Jesús ha sido reforzada con una gruesa capa de cal, como si fuese un contrafuerte.
Sobre el color blanco opaco del sello del Templo, golpean las largas ramas de un rosal…
Los guardias, fastidiados y temblando de frío; abrumados por el sueño… Custodian el sepulcro en diversas actitudes…
Alrededor de la fogata que hicieron durante la noche, sólo quedan los tizones, la ceniza, las sobras de la cena y los huesitos pulidos que usaron para jugar un juego parecido al dominó, sobre un tablero trazado sobre la tierra de la vereda…
Cuando se cansaron, se acomodaron para dormir un poco o velar…
En el cielo que ilumina una naciente aurora, se dibuja una raya rosada que avanza por el firmamento…
Viene de desconocidas profundidades…
Es un meteoro brillantísimo que desciende cual bola de fuego en un resplandor portentoso, seguido de una brillante estela…Los guardias espantados levantan su cabeza, porque junto con la luz resuena un retumbo armónico que llena todo lo creado…
Es el Aleluya angelical, la Gloria que acompaña al espíritu de Jesús que regresa a su Cuerpo Glorioso…
El meteoro choca contra la inútil piedra que es el sello el sepulcro. Lo destruye… Lo arroja por tierra esparciendo terror y fragor, sobre los guardias que fueron puestos como carceleros del Dueño del Universo.
Y al pegar contra la Tierra provoca un nuevo terremoto, parecido al que sucedió cuando el espíritu de Jesús, salió de su cuerpo Crucificado…
Entra en la oscuridad del sepulcro que se ilumina con esa luz maravillosa e indescriptible…
Y mientras permanece inmóvil, suspendida en el aire…
El espíritu vuelve a entrar en el cuerpo sin vida, que está embalsamado bajo las fúnebres vendas… Es muy lento describir… Pero todo ha sucedido en un instante: El aparecer, descender, penetrar y desaparecer la Luz de Dios; ha sido velocísimo…
El viernes por la tarde, el cadáver de Jesús fue sepultado…
Al alba del tercer día, su Espíritu bajó como un rayo poderoso: destruyó los sellos de los hombres, tan inútiles ante el Poder de Dios.
Derribó la piedra y aterrorizó a los guardias puestos para vigilar al que Es Vida, a quién ninguna fuerza humana puede impedir que lo sea.
Jesucristo con su Fuego Divino, calentó los fríos restos de su cadáver y el Nuevo Adán, se dijo a Sí Mismo: ‘Vive. Lo quiero.’
El «Quiero» del divino Espíritu a su frío cuerpo no recibe contestación.
El «Quiero» lo dice la Esencia a la materia muerta. Sin embargo no se oye ni una palabra.
La carne recibe la orden y obedece…
Bajo el Sudario y la Sábana despierta del sueño de la muerte, vuelve de la «nada» en que estaba. El corazón se despierta…
Da el primer latido… Empuja en las venas el resto de la helada sangre que quedó e inmediatamente crea lo que necesitan las arterias vacías… Lo que necesitan los pulmones inmóviles… Lo que necesita el cerebro…
Llevando calor, salud, fuerzas, pensamiento…
Y su cadáver siente que la Vida vuelve a Él.
Como un hombre que se despierta después de un profundo sueño, Jesús da un gran respiro.
Ni siquiera abre los ojos. Lentamente la sangre vuelve a llenar las venas vacías, vuelve a latir el corazón, da calor a los miembros.
Las heridas se cierran, los moretones desaparecen. ¡Cuán herido estaba Él…! Pero la Fuerza entra en actividad.
Y su Cuerpo es sanado.
Lentamente ha despertado. Ha vuelto a la Vida. Estuvo muerto. AHORA VIVE.
Ahora se levanta. Se quita las sábanas en las que estuvo envuelto. Se libra de los ungüentos. Aparece tal cual ES: la Belleza Eterna. La Perfección Absoluta.Se pone un vestido que no es de esta tierra, se lo tejió su Padre, que es el que teje la delicadeza de os lirios. Está revestido de resplandor. Sus Llagas son sus adornos. No manan sangre, sino Luz.
Esa Luz que será la alegría de su Madre, de los bienaventurados…
Y el terror de los Malditos, de los Demonios en la Tierra y en el Último Día.
Un instante más… Y aparece de pie:
Imponente, brillantísimo con su vestido de inmaterial materia, sobrenaturalmente hermoso y majestuoso. Con esa solemnidad que lo cambia y lo eleva, siendo siempre el mismo… Apenas si el ojo humano tiene tiempo de captar los cambios.
Y ahora nuestro espíritu puede admirarlo…
Han desaparecido todas las huellas de su atroz tormento. Está limpio… Sin heridas, ni sangre. Despide Luz de sus Cinco llagas y la misma Luz brota también de cada poro de su piel.
Cuando da el primer paso al moverse, los rayos que brotan de manos y pies le forman como aureola de luz, desde la cabeza nimbada de una corona que le hicieron las heridas de las que NO brota sangre, sino resplandor, hasta la orla del vestido.
Cuando al abrir sus brazos que tiene cruzados sobre el pecho, descubre una luminosidad vivísima que se trasluce por el vestido encendiéndole a la altura del corazón; se puede apreciar entonces que realmente es la «Luz» que ha tomado cuerpo.
NO se trata de la pobre luz terrena, ni de la de los astros, ni de la del sol; sino de la de Dios…
Todo el brillo paradisíaco se junta en un solo Ser y le da su azul inimaginable por pupilas, su fuego de oro por cabellos, su candidez angelical por vestiduras y colorido…
Y lo que NO puede describir la palabra humana: el inmenso ardor de la Santísima Trinidad…
Que anula con su potencia abrasadora cualquier Fuego del Paraíso absorbiéndolo en Sí, para engendrarlo de nuevo en cada instante del tiempo eterno.
Corazón del cielo que atrae y difunde su sangre, las incontables gotas de su sangre incorpórea…
Los bienaventurados, los ángeles, todo cuanto es el Paraíso: el amor de Dios, el amor a Él. Lo que forma al Jesús resucitado todo es Luz.
Cuando se dirige hacia la salida…
Su magnífico resplandor, permite ver dos luminosidades hermosísimas, que son cual estrellas con respecto al sol.El Ángel de su vida terrestre y el Ángel que lo acompañó en su Dolor, están postrados ante Él y adoran su Gloria.
Sus dos ángeles… Uno para sentirse bienaventurado a la vista del Hombre a quién guardó y que ya no tiene necesidad de su protección angelical.
El otro que vio sus lágrimas para ver su sonrisa… Que vio su lucha, para ver su Victoria; que vio su dolor, para ver su alegría.
Están a cada lado del umbral, postrados en adoración ante su Dios que pasa envuelto en su luz… derramando júbilo con su sonrisa.
Los guardias están allí afuera, semi-desmayados…
Los ojos mortales no ven a Dios, pero sí los puros del Universo…
Toda la Creación Redimida por Él… Todos los seres, ven y admiran al Poderoso que pasa en un nimbo de Luz que es suya, más esplendorosa que un nimbo de luz solar.
Su sonrisa, su mirada que se posa sobre las flores, sobre las ramas de los árboles; que se levanta al cielo… Todo lo reviste de su Belleza llena de gloria.
Sale. Deja su fúnebre gruta.
Vuelve a pisar la tierra que se despierta de alegría y se adorna con el brillo del rocío, con los colores de las hierbas, de los rosales, con las corolas de los manzanos que se abren milagrosamente al primer beso que les da el sol.
La Tierra saluda adorando al Sol Eterno que por ella pasa… Pasa entre los guardias semidormidos, símbolo de las almas en pecado mortal, que NO sienten cuando pasa su Dios…
Es Pascua: ¡El Paso del Ángel de Dios! Su paso de la Muerte a la Vida. Su paso para dar Vida a los que creen en su Nombre. Es la Paz que pasa por el mundo.
Y su pensamiento se dirige hacia la que con su FE y su santidad ha logrado que Dios se Encarnase en su vientre purísimo…
Lo primero que hace al pisar nuevamente la Tierra, es ir a ver a su Madre… Con su vestido de Hombre Glorificado, con su resplandor sin igual y de diamantes.
Ella lo puede tocar porque es la Pura, la Hermosa, la Amada, la Bendita, la Santa de Dios.
El Nuevo Adán va donde la Nueva Eva.
El Mal entró en el mundo por la mujer y por la Mujer fue vencido.
El Fruto Bendito del seno de la Mujer, ha desintoxicado a los hombres del veneno de Lucifer.
Ahora SI QUIEREN, PUEDEN SALVARSE.
Ha salvado a la mujer que quedó tan frágil, después de la herida mortal…
Jesús Resucitado sale al huerto lleno de flores. Los manzanos abren sus corolas para formar un arco sobre su Cabeza de Rey.
Las hierbas se doblan para servir de alfombra a sus pies que vuelven a pisar la Tierra Redimida.
Lo saludan los primeros rayos del sol; el aire abrileño; las nubecillas que pasan y los pájaros.
Es su Dios y LO ADORAN.
Más luminosos y transparentes que el del más esplendoroso diamante, son los fulgores que forman una corona sobre la cabeza del Vencedor.
El rocío le brinda sus destellos.
El cielo se refleja en sus ojos resplandecientes, como dos zafiros bellísimos.
El sol del alegre amanecer abrileño, pinta con sus colores las nubes que son empujadas por una ligera brisa, para que venga a besar a su Rey… Trayéndole los perfumes de los jardines y las caricias de los delicados pétalos de las flores más hermosas, que se rinden adorando a su Creador…
Jesús levanta su mano y Bendice.
Los pajarillos se desgranan en trinos.
El viento en fragancias…
La Tierra en celestiales armonías…
Luego Jesús desaparece…
Dejando a su paso un rastro de gloria e incomparable dicha…
Mientras tanto en el cenáculo, en la habitación de la Virgen…
El aguijón de su Cuerpo Destrozado, redoblaba las plegarias ardientes de su Madre…
Y para consolar su corazón agonizante, Jesús anticipó el Milagro de su Resurrección.
Ella está postrada con el rostro en tierra. Parece un ser abatido, como la flor muerta de sed de que ha hablado.
La cerrada ventana se abre bruscamente… Y con el primer rayo del sol entra Jesús.
María, que se estremeció al oír ruido y levanta su cabeza para ver qué clase de viento hubiera abierto las hojas de la ventana.
Mira a su radiante Hijo: hermoso, infinitamente más hermoso de lo que era antes de su Pasión. Sonriente, Vivo.
Luminoso más que el sol, con un vestido blanco que parece tejido con luz y se acerca a Ella.
María se endereza sobre sus rodillas y juntando sus manos sobre el pecho en cruz, habla con un sollozo que es risa y llanto: «Señor, Dios mío.»
Y se queda extasiada al contemplarlo.
Las lágrimas que bañaban su rostro se detienen. Su rostro se hace sereno, tranquilo con la sonrisa y el éxtasis.
Jesús no quiere ver a su Madre de rodillas como a una esclava…
Tendiéndole las manos de cuyas Llagas salen rayos que hacen más luminoso su cuerpo…
La saluda jubiloso:
– ¡Madre!
NO es la palabra desconsolada de las conversaciones y de los adioses anteriores a la Pasión, NI el lamento desgarrador de su encuentro en el Calvario y en su último suspiro…
Es un grito de Triunfo, de Alegría, de Victoria, de Fiesta, de Amor, de Gratitud.
Se inclina sobre su Madre que NO se atreve a tocarlo…
Le pasa las manos por los codos doblados, la pone de pie, la estrecha contra su corazón y la besa.
¡Oh!, Entonces es que María comprende que NO es sólo una visión…
Que es realmente su Hijo Resucitado…
Que es su Jesús, su Hijo quien la sigue amando como a tal.
Y con un grito se le echa al cuello, lo abraza, lo besa, entre lágrimas y sonrisas. Lo besa en la frente donde NO hay más heridas; en la cabeza que NO está despeinada, NI ensangrentada.
En los brillantes ojos, en las mejillas sanas, en la boca que NO está hinchada.
Luego le toma las manos, besa el dorso y la palma.
Se arrodilla, besa sus pies al levantar la resplandeciente vestidura.
Luego se pone de pie. Lo mira, pero NO se atreve a hacer más…
Entonces Él sonríe y comprende. Entreabre su vestido, muestra el pecho y…
Pregunta Amorosísimo:
– ¿Madre, no besas ésta, que tanto te hizo sufrir y que eres la única digna de besar? Bésame en el corazón, Madre. Tu beso me borrará el último recuerdo de todo lo que fue dolor y me dará la alegría que falta aún a mi júbilo de Resucitado.
Toma entre sus manos el rostro de la Virgen, le apoya sus los labios en la Herida del Costado, de la que manan ríos de vivísima Luz.
El rostro de María se nimba con esa luz, pues está envuelto en sus rayos.
Besa una y otra vez la herida, mientras Jesús la acaricia. No se cansa de besar.
Parece un sediento que bebe de un Manantial y que bebe las linfas la vida misma, que iba perdiendo.
Jesús habla:
– “Ha terminado todo, Madre. Ahora NO tienes más por qué llorar a tu Hijo. La Prueba ha acabado. La Redención se ha realizado. Madre.
Gracias por haberme concebido, alimentado, ayudado en la vida y en la muerte.
Tus plegarias llegaron hasta Mí. Fueron mi Fuerza en el Dolor, mis compañeros en mi viaje por la Tierra y más allá. Conmigo fueron a la Cruz y al Limbo. Fueron el incienso que precedían al Pontífice que fue a llamar a sus siervos para llevarlos al templo queNO muere: a mí Cielo.
Fueron conmigo al Paraíso, adelantándose cual voz angelical al cortejo de los redimidos a cuya cabeza iba para que los ángeles estuviesen prontos a saludarme corno al Vencedor, que regresaba a su Reino.
El Padre y el Espíritu vieron… Oyeron tus plegarias, que tuvieron la sonrisa de la flor más bella; que fueron más melodiosas que el más dulce cántico que en el paraíso hubiera brotado…
Los patriarcas los nuevos santos, los primeros ciudadanos de mi Jerusalén las oyeron y te traigo ahora su agradecimiento…
Madre, al mismo tiempo que el beso y bendición de nuestros parientes, te traigo los de tu esposo de alma: José…
Todo el cielo te canta sus hosannas a ti, Madre mía, ¡Madre santa!
Un hosanna que NO muere, que NO es falaz como el que hace pocos días me brindaron…
Ahora me voy al Padre con mi vestido humano.
El Paraíso debe ver al Vencedor en su vestido de Hombre con el que vencí el Pecado del hombre.
Pero luego volveré otra vez. Debo confirmar en la FE a quien aún NO cree y que tiene necesidad de creer para llevar a otros…
Debo fortificar a los pusilánimes que tendrán necesidad de mucha Fortaleza, para resistir el ataque del Mundo.
Luego subiré al Cielo. Pero NO te dejaré sola. Madre, ¿Ves ese velo?…
En mi Aniquilamiento, quise mostrarte una vez más mi poder con un Milagro, para que te consolase.
Ahora realizo otro. Me tendrás en el Sacramento, real como cuando me llevabas en tu seno…
NO estarás jamás sola. En estos días lo has estado… Este dolor tuyo era necesario a mi Redención. Mucho se le irá añadiendo porque seguirá aumentando el Pecado…
Y llamaré a todos mis siervos para que coparticipen de esta Redención… Tú eres la que Sola harás más que todos los santos juntos. Por esto era necesario también este Abandono. Ahora NO más…
No estoy más separado del Padre. Tú NO lo estarás más de tu Hijo.
Y al tener al Hijo, tienes a nuestra Trinidad.
Cielo Viviente, llevarás sobre la Tierra a la Trinidad entre los hombres y Santificarás la Iglesia.
Tú, Reina del sacerdocio y Madre de los que creerán en Mí.
Luego vendré a llevarte… NO estaré ya más en ti, sino tú en Mí en mi Reino, para que hagas más bello mi Paraíso…
Ahora me voy, Madre. Voy a hacer feliz, a la otra María. Luego subiré a donde mi Padre y de ahí vendré a ver a quien NO cree…
Madre, dame tu beso por bendición. Mi Paz te acompañe. Hasta pronto.”
María le toma la cabeza, como lo hizo tantas veces a lo largo de treinta y tres años… Y lo besa con muchísima ternura y respeto sobre su frente coronada de Luz y ya no de espinas…
Jesús desaparece en el sol que baja a torrentes del cielo matinal y tranquilo.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
R128 EXAMEN DE SOBERBIA
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Mi constante vigilia sobre ustedes, me lleva a Interceder con gran fuerza para que NO se pierdan.
La Humanidad apela constantemente “sus derechos” ante un falso concepto de la libertad.
Esta generación se encuentra hundida en el desamor, en el libertinaje moral, en la falta de fe, en la decadencia social, en la incongruencia de conceptos y normas, en el desafío espiritual, en la acogida de ideologías nefastas, en el aturdimiento mental, en la pérdida de valores y en la negación hacia Dios.
Estas son algunas menciones sobre el desacato humano hacia la Voluntad de Dios, sobre lo que el hombre edifica su transitar en la Tierra en todos los aspectos y sobre las relaciones hacia sus hermanos y la Creación que le rodea.
Hijos, el hombre deambula sobre la Tierra en busca de algo más que le complazca su apetito insaciable, no precisamente de bien, sino hacia lo desconocido…
Hacia lo que le lleva a romper la Ley de Dios y de los hombres, hacia lo que le otorga dominio sobre los demás y la supremacía mundial.
En este proceso la Humanidad decae por el solo hecho de desear ser más que los hermanos y se adentra en la Soberbia Personal que traslada al medio en el que se mueve, llevando sobre sí el constante pensamiento de ser independiente y someter a los demás.
Algunos de Mis hijos no creen en que Mi Hijo y Yo continuemos alertándoles y explicitándoles sobre el obrar y actuar de los fieles hijos de Dios….
En el constante Llamado hacia la Conversión del Pueblo de Mi Hijo, envío esta palabra para que sea un aliciente ante el cual cada uno libremente decida si la acoge y camina a la conversión…
O la rechaza y toma otros medios o se abstrae en lo mundano y se entrega en los malos caminos de perdición.
Mi deber como Madre es NO descansar en Mi Llamado. Mi Corazón arde de Amor por cada uno, hijos, por cada uno. Llegó el instante en que el pensamiento y el objetivo de Mis hijos se ha llegado a centrar en lo que desde antes ha sido el plan de Satanás:
Alejarles de lo Divino para adentrarse en el obrar y actuar del hombre, tomar posesión de lo que es Divino para engañar al hombre y tomar al hombre en sus Garras.
¡Cuántos Llamados Míos!, ¡Cuánto dolor ha vivido la Humanidad por causa del mal obrar y actuar del hombre, que ha mirado con indiferencia la vida y el padecer de creaturas inocentes!
En este instante ante la constante contaminación de la Tierra, el organismo del hombre se ha debilitado siendo más resistente a los medicamentos y las enfermedades surgen con fuerza.
Hijos míos, la Tercera Guerra Mundial NO es una utopía NI les hablo de ello para causarles temor; sino para que se mantengan alerta y guarden mis palabras…
Ya que luego de luchar por el liderazgo mundial, esta Guerra llegará a culminar en una guerra por la posesión del Agua. La contaminación a la que han sometido este preciado líquido, indispensable para la vida, causará que varios países terminen luchando por poseer agua. Ese líquido que desprecian, que dejan perderse como si nada…
Ese líquido hijos, llegará a ser el último motivo de la Tercera Guerra Mundial.
La Locura de esta generación es causa del deseo de poder y de la soberbia (I Jn 2, 16b; II Tim 3, 1-5).
El que posee bienestar desea más y más, el que llega a alcanzar logros profesionales desea lo que los demás no tienen, el que ha adquirido un bien material desea poseer el mejor y mayor bien material para ser admirado…. Y en la relación con Dios NO se proponen crecer y mantenerse más cerca de Él, sino se desea poseer lugares de honor en los grupos de las parroquias o ser de los que se distinguen en el Altar y ser admirados por los hermanos.
Miro que algunos hijos Míos participan en lo que los ojos de los hermanos miran, pero NO es acorde el actuar espiritual con el cotidiano vivir.
Mi Hijo desea que no se mantengan en un lugar para ser admirados, sino que en cada uno de ustedes brille y se dé “ad extra” el ardiente deseo de participar en todo lo que sea el correcto proceder y crecimiento espiritual del hermano.
NO sean piedras de tropiezo para sus hermanos, NO sean portadores de la Envidia espiritual,
NO acuñen la vara con la que luego serán medidos, (cfr. mt 7,2b) NO opaquen al que le sirve a Dios con espíritu generoso. (cfr. sal 50, 12b) Y tengan presente que Mi Hijo da a los humildes y sencillos de corazón (mt 5,3-4) su voluntad para que la den a conocer al resto santo.
Miro cómo los templos arden por el fuego en una rebelión que se inicia contra el Pueblo de Mi Hijo y Su Institución. Mis hijos no se detienen a pensar con el corazón.
No piensan en que forjan su propia destrucción espiritual, un templo se reconstruye, un acto contra Dios es un gran pecado y Yo ruego que se arrepientan antes de que les llegue la noche.
En este instante son tantos los que emiten comunicados sobre el AVISO (1) y Yo les escucho dar falsas interpretaciones de lo que en verdad es el AVISO.Este gran acto de Misericordia para la Humanidad es personal y a la vez de toda la Humanidad.
Personal debido a que cada uno se mirará a sí mismo tal cual es…
Y de la Humanidad porque todos mirarán cómo dos cuerpos celestes al chocar mínimamente a gran distancia de la Tierra, causarán gran luz y fuego que en algunos lugares de la Tierra caerá, instantes antes del AVISO.
Hijos míos, el Aviso NO es garantía de Conversión para toda la Humanidad.
Sino al contrario, los que se rebelen al mirarse ante tantas ofensas cometidas…
Serán más implacables contra el Pueblo de Mi Hijo.
Amado Pueblo de Mi Hijo:
El Terrorismo aumenta, se prepara para acertar en sus indebidos actos. Oren por Italia, España y Portugal.
La Tierra se estremece más, las fallas existentes en las profundidades de la tierra se agitan en cadena y Mis Hijos padecen por los terremotos que aumentan su intensidad.
El Comunismo (2) acecha disfrazado de bien, tomando poder en estos instantes.
El mar se agita y penetra en la tierra, dejando al descubierto el mal que la contaminación ha causado.Ocurrirán fenómenos que llevarán a detener por momentos la navegación aérea y marítima.
Amados míos, NO alimenten la dureza de corazón, (Sal. 95,8-9; Heb. 3,7-9)
A Dios llegan con un corazón de carne, (Ez. 11,18) dejando la soberbia y los juzgamientos tan banales que hacen.Les llamo a mirarme, a caminar junto a Mí para que Yo les guíe a Mi Hijo, teniendo presente que la vida de los Míos es una vida Cristocéntrica. (Cfr. Fil. 1,21).
Cumplan con los Mandamientos y sean portadores de las Bienaventuranzas.
Así multiplicarán los bienes celestiales.
Les amo, les bendigo.
Mamá María
(1) Revelaciones sobre El Aviso, leer…
(2) Revelaciones sobre el Comunismo, leer…14 DE ENERO DEL 2018
Hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Son el Pueblo de Mi Hijo, el Pueblo que es Bendecido al vivir, obrar y actuar en la Voluntad Divina.
¡Cada uno vale la Vida Eterna! De ahí Mi constante Llamado para que reaviven voluntariamente el Amor de Mi Hijo que mora en ustedes y así logren ser instrumentos dóciles en manos del Alfarero Divino.
Caen, tropiezan, se levantan y continúan cometiendo graves errores al negarse a encontrar las Enseñanzas que están implícitas en cada tropiezo, voluntario o no. Es el hombre el que cae y continúa dentro de los mismos errores por NO recapacitar.
NO conocen, no gustan, no apetecen, no ansían el Amor de Mi Hijo, CREEN amar a Mi Hijo. Yo les invito a mirarse interiormente, les invito a mirar sus obras y sus actos…
¡SON TEMPLOS DEL ESPÍRITU SANTO! (Cfr. I Cor. 3,16).
Un grandísimo mal corroe al organismo espiritual del hombre, le debilita, le lleva a ser débil en todos los aspectos de la vida.
Un grandísimo mal lleva a estancarse al hombre en el crecimiento espiritual.
Un grandísimo mal se mantiene oculto para el que lo padece y cuando sale a la vista, ha arrasado con los hermanos, ha destruido, ha separado, ha desunido, ha lastimado a otros hermanos y a quien lo padece…
El hombre que padece este Mal señala a los hermanos, pero NO reconoce su mal actuar o proceder.
Ese es el Gran Mal en el hombre de este Instante. NO desea ser corregido, NO permite que le señalen un error, ya que está para vivir el Evangelio a su conveniencia, pero como los fariseos, señala y no aplica en su vida lo que predica (Cfr. Mt 23,1-3).
ESTE GRANDÍSIMO MAL ES LA SOBERBIA (Cfr. I Jn. 2,16; Prov. 14,3, 11,2).
Es el Mal que al hombre le envenena lentamente, ya que quien lo padece NO acepta que lo padece, porque no lo mira.
COMO MADRE DESEO QUE SE ANALICEN Y RECONOZCAN SI PADECEN ESTE MAL:
¿No se sujetan a ninguna directriz?
¿Imponen su voluntad a pesar de que esto signifique perder a quienes forman su metro cuadrado?
¿No cumplen con lo que exponen ante los demás?
¿Son exigentes con sus hermanos, pero no así con ustedes?
¿Tienen que mantener el primer lugar y llevar el hilo en todo lo que se involucran?
¿Culpan a los demás de los errores que cometen?
¿No pueden pedir perdón y son implacables?
¿Gustan de sentirse amados y admirados, pero no son capaces de amar ni de admirar a un hermano?
¿Son parciales en lo que les conviene?
¿No ceden ante los pensamientos de otros hermanos?…
¡Cuántas páginas detallaría para que se Analicen!… He priorizado lo relacionado al hermano, a la Fraternidad.
Amados hijos, viven con tantas carencias espirituales al NO preocuparse por ser mejores. Cada instante les lleva a engrandecer el “EGO” y a inmunizarse contra el AMOR.
Quien rechaza el AMOR se aleja de la fuente de la Trinidad Sacrosanta.
La Falta de Amor lleva a la Impiedad, al Desasosiego, a las carencias en todos los ámbitos…
Y por ello, quien mantiene esta carencia esencial en la vida; para que deje las cadenas que le impiden poseer un corazón de carne, perdonar o perdonarse…
Tiene que proponerse a un firme propósito de enmienda, para que así logre poseer alas espirituales para surcar las alturas. Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado: El Demonio NO ama el Bien, NO desea que ustedes cambien lo que les ata y les impide caminar.
La Estrategia del Demonio es alimentar el desamor, alimentar la soberbia, la impiedad, el desacato a las normas.
El Demonio se complace en mirarles transgredir la Ley de Dios, se complace en que ustedes se transformen en creaturas que Lastiman, Azotan, que dan Muerte, que Destruyen a sus hermanos.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado: en medio del Hambre, del Dolor, de la Enfermedad, de los Sacrificios, de la Espera, de la Angustia del tropiezo, del Egoísmo de los demás, del Maltrato, de los señalamientos, de la injusticia…
Ustedes tienen aquello de lo que Carecen quienes les Oprimen, alentados por el Mal.
Poseen el Gran Tesoro del Amor, que vence lo que el hombre cree Imposible (Cfr.Col 3,14; I Cor 13,2 y 13).
El Amor hace a lo pequeño, grandioso. A lo aparentemente innecesario, Necesario. A la enfermedad le da alivio; al Sacrificio, su recompensa; a la Angustia, la Calma.
Vence el Egoísmo. Les proporciona el Bálsamo que el Amor Divino Da a quienes le aman… La falta de Amor en este instante es el resultado del continuo rechazo que Satanás injertó en la mente de algunos de Mis hijos hacia el hermano; pero más grave, hacia lo Divino.
Las malas instrucciones y los permisivos e indebidos conceptos de algunas ideologías endurecieron los corazones; para que se manifiesten en contra de todo lo que es el Ben y así el Demonio ha logrado que el hombre enlode lo que es Sagrado.
El Demonio le teme al Bien… Y ustedes al NO obrar NI actuar en el Bien, se transforman en Conductores del Mal. Deben ser conscientes de ello y NO servir para que el Mal se expanda, sino al contrario; sean ustedes quienes expandan el Bien por toda la Creación.
Miro a Mis hijos encontrar contento en los buenos propósitos que se forman en la mente. Esto llega a ser dolorosamente una abstracción espiritual, todo queda en el intelecto y NO lo realizan concretamente…
Al no poseer una fuerte y decidida voluntad para hacer del propósito un pensamiento constante y fuerte, que se concretice en un acto real. Viven en la ambigüedad de la interpretación a su conveniencia.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, Nútranse del Bien, busquen el Bien. Tengan hambre de bien y tengan sed de compartir el bien con sus hermanos.Les he llamado a conocer a Mi Hijo a profundidad. Si NO miran a Mi Hijo en su hermano, NO conocerán a profundidad a Mi Hijo.
Este es el Instante de llevar a la práctica lo que dicta la Sagrada Escritura (Cfr. I Tim. 3,16).
Se encuentran en este Instante, particularmente entregados a lo que el Mal ha tejido para arrastrar a la Humanidad hacia la Pérdida de la Vida Eterna.
Sean fuertes en el Amar como Dios les ama a ustedes…
Y débiles en el amor que enseña el Mundo (Cfr. Jn. 3,16).
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
La Naturaleza AZOTA la Tierra con Fuerza.
La Tierra se estremece fuertemente como si deseara desalojar al Mal.
Estados Unidos continúa su padecer y Europa continúa azotada por el Terrorismo.
Italia y España padecen por el hombre y por la Naturaleza.
El Mar se agita, la barca se agita, la Oración es necesaria.
Amados míos, NO les revelo esta Palabra para que la lean y la olviden,
Sino para que la lleven a la práctica
Y así sean más de Dios y menos de lo Mundano (Cfr. Sant. 1,22).Mi Corazón es Refugio del hombre.
No teman, Yo intercedo por ustedes, les Bendigo.
Mamá María
Comentario del Instrumento
Hermanos:
Nuestra Madre con Su gran Amor sin fin, nos define algunos puntos débiles, que como creaturas de Dios debemos superar.
Nuestra Madre me compartió que la Humanidad se ha abocado a mirar surgir el Mal en todas sus formas, sin contrarrestarlo. Y este contrarrestarlo es ser Portadores del Bien.
Me transmitió la importancia de que la Humanidad sea Consciente, Entienda y Asimile que se ha sublevado en contra de todo lo que significa Dios. Por esto es que en la sociedad se pierden los valores y el respeto.
En las familias no se respetan entre sí los padres e hijos, el Cuerpo Místico de Cristo se Divide, el Comunismo avanza…
La Inmoralidad se posesiona del hombre, las instituciones que representan al Mundo se abocan a querer dominar a la Humanidad y el Caos alcanza todo…
El mar se encuentra embravecido. Permitamos que nuestra Madre tome el timón y nos guíe hacia Su Hijo. Amén.