F99 EL CREDO 16 (2)25 min read

LA IGLESIA TRIUNFANTE

En el primer día del mes de Noviembre, celebramos la fiesta de Todos los Santos (Iglesia Triunfante). Sí, Iglesia Triunfante, ya que sus miembros han triunfado y lograron su fin. Ellos escucharon la palabra de Cristo y la practicaron.

Ellos murieron en la gracia y amistad con Dios. Algunos pasaron directo al Cielo para ver a Dios Cara a cara…

Pero algunos pasaron primero a la purificación del alma en el Purgatorio. La Santa Iglesia desea que en la fiesta de todos los Santos, tengamos en mente la perseverancia final.

Que tengamos frente a nosotros las vidas ejemplares de estos triunfadores. Y pedir su Intercesión para que algún día nos reunamos con ellos en la alegría del Cielo, la Patria celestial.

Durante la celebración de esta Fiesta debemos renovar nuestro deseo de ser santos porque al Cielo, sólo los santos pueden entrar.

Un día la hermana de Sto. Tomás de Aquino preguntó a éste: “Tomás, ¿qué debo hacer para ser santa?” Sto. Tomás le respondió : “¡Hay que desearlo!” Su hermana le hizo dos veces más la misma pregunta y el santo le respondió con la misma respuesta: “Hay que desearlo”.

Si pensar en la Muerte nos ayuda a NO pecar contra Dios, el deseo de ser santo nos ayuda a practicar las virtudes y estar siempre en el Estado de Gracia.  

Habla Dios Padre
Hijitos Míos, al aconsejaros ser como niños, en cierta forma os estoy pidiendo vivir en la humildad, vivir en el reconocimiento de que sois pequeñitos y que necesitáis en todo momento de Mi ayuda, ayuda Divina, ayuda Sabia, ayuda Santa.Vivís en un mundo en el cual Satanás es el Príncipe de él, es quién ha echado a perder la Creación y vosotros estáis para restituir todo lo caído. Él tiene sabiduría de Arcángel, recordad que él fue uno de los Arcángeles, el más poderoso, el bello en un Principio…

Y cayó por soberbia, creó maldad en su corazón y todo lo bello que tenía quedó a un lado, se puso en Mi contra y perdió, perdió la Santidad.

Ése es el punto Mis pequeños, la Santidad. La Santidad es por la que todos vosotros debéis luchar, NO se nace con la santidad. Yo os creé en un Principio bellos, santos, pero se perdió todo ello por el pecado.

Cuando recibís el Bautismo se os da la Gracia para ir recuperando ésa santidad. Sí, con el Bautismo quedáis limpios, se os da la semillita de la santidad; pero vosotros con vuestro actuar, con vuestro pensar, debéis ir alcanzando la santidad para vosotros mismos y la debéis transmitir a vuestros hermanos. 

Tenéis ésa obligación Mis pequeños, de ser santos para poder recuperar el Reino de los Cielos para Mi Creación, Yo he puesto Mi confianza en vosotros. Sí, ciertamente os he dado una tarea grande, difícil y por eso al ser como niños y NO confiar en vuestras propias fuerzas, inmediatamente debéis acudir a Mí, eso es Sabiduría.

Al acudir a Mí, Yo os puedo proveer de todo lo necesario para que podáis adquirir nuevamente la santidad y podáis hacer santos nuevamente, a todos los que os rodean. Sin Mí, NO podéis adquirir la Santidad.

Sed pues, pequeñitos, humildes, sencillos y en todo momento, que os sepáis necesitados de Mi ayuda, de Mi guía, de Mi Sabiduría, de Mi Amor; para que podáis crecer y llegar  nuevamente a ésos niveles de Santidad en los cuales fuisteis creados en el Principio de los Tiempos.

Amad, amad fuertemente a todos aquellos que han caído en el pecado. Levantadlos, ya sea directa o indirectamente. Directamente con vuestra ayuda, indirectamente con vuestra Oración. Pero vuestra misión pequeños, os repito nuevamente, es la Santidad. Tenéis todo lo necesario y todo lo necesario lo adquiriréis con la humildad, con ser pequeñitos, en acudir a Mí en todo momento, para que Yo os alimente y ése alimento dé fruto y el fruto lo deis a vuestros hermanos.

Mi Hijo Jesucristo durante Su Vida Pública, os dio muestra de lo que la Iglesia, Mi Templo, el lugar santo en donde Yo habito, junto con El en la Sagrada Eucaristía, debe ser. Recordaréis cómo con celo santo, corrió a los vendedores del Templo diciéndoles: «Mi Casa es Casa de oración y vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones».

Hijitos Míos, todos los que os consideráis Mis verdaderos hijos, deberéis tener ése celo por Mi Casa, por Mi Templo, tanto como edificio material, así como Mi Templo en vuestro ser, en vuestro corazón.

Mi Casa, como edificio material, alberga Mi Presencia viva en el Tabernáculo. Todo el edificio, así se vuelve santo, porque es Santísimo lo que está albergando.  Vuestra presencia dentro de Mi Templo debe ser de perfecto recato, de perfecta devoción, de perfecta Fé, de perfecto respeto en vuestro vestir y en vuestros modales. ¡Estáis ante la Presencia Santa y Divina de vuestro Dios!

NO estáis entrando al mercado, NO estáis entrando a un lugar público en el que podáis platicar de vuestros acontecimientos cotidianos o de vuestras experiencias sin valor espiritual con vuestros vecinos ahí reunidos.

Estáis en un lugar santo, privado, en el que es vuestro Dios el que os escucha, porque es Mi Corazón abierto el que os está esperando para escuchar vuestros pensamientos amorosos, vuestros deseos de agradecimiento, vuestros deseos de reparación, vuestra compañía en Mi Sagrada Eucaristía, la Santa Misa.

Está Mi Presencia viva para tener un coloquio secreto entre vuestro corazón y el Mío. Es Mi divina Presencia entre vosotros, Mis pequeñitos, como en los tiempos antiguos cuando Mi Hijo os llevó Mi Vida y Mi Presencia a través de El Mismo. Aquí, en Mi Templo, Me volvéis a tener real y verdaderamente entre vosotros. Yo estoy realmente Presente en la Sagrada Eucaristía. Os escucho, os consuelo, comparto con vosotros alegrías y tristezas.

Yo os espero con verdadera ansia y deseos grandes de que os acerquéis con confianza de niños, sin preguntaros nada, simplemente aceptando Mi Presencia ahí, delante de vosotros.

Es ésa confianza de niño la que más Gracias arranca a Mi Corazón deseoso de dar. Es ésa confianza sincera y llena de Fé la que produce los milagros, es ésa confianza amorosa la que más repara a Mi corazón adolorido por causa de tantos pecados y faltas de Fé que existen actualmente en el Mundo.

El santo celo lo deben de vivir y hacer vivir enseñándolo a sus pequeños y a sus semejantes, pero NO sólo con palabras sino con vuestro ejemplo. Mi Casa es Casa de Oración, no de reunión social.

Vosotros todos, venís a verMe a Mí, a vivir momentos divinos Conmigo, NO debéis venir a Mi Casa a platicar con vuestro amigo o pariente, al que tenéis tiempo de no verle. Yo Soy el Primero y el Único Dios Verdadero y Mi Presencia es Sagrada.

Me ofendéis cuando entráis a Mi Templo y os ponéis a platicar de vanalidades o a criticar la vestimenta de vuestros semejantes u os ponéis a reír de tonterías.

Si vosotros pudiérais ver cómo los ángeles del cielo suben y bajan continuamente a postrarse en adoración ante los Tabernáculos de la Tierra, os daría vergüenza ver vuestra Frialdad y vuestra Tibieza al no saberos comportar dignamente ante Mi Presencia Divina en el Tabernáculo.

Mi Hijo os prometió quedarse con vosotros hasta el fin del Mundo y lo ha cumplido. ¿Por qué vosotros pagáis tan infamemente éste Prodigio de Amor? Cuántos quisieran tener lo que vosotros tenéis y NO lo tienen NI lo tuvieron.Hijitos Míos, Me merezco todo el respeto posible de parte de Mis sacerdotes y de todos Mis fieles hijitos. El ambiente que se debe sentir dentro de una Iglesia, dentro de un Templo, debe ser santo, lleno de vida espiritual, lleno de respeto a vuestro Dios y a vuestros hermanos.

SE DEBE SENTIR MI PRESENCIA, al darse el respeto debido dentro del Templo.

Mis Iglesias y Templos deben ser lugares santos en los que todos vosotros Mis pequeños, entren a llenarse de Gracias y Bendiciones que Yo vuestro Dios, derramaré sobre todos vosotros al venir a Mí y que con sincero deseo y Fé absoluta. Me pidáis lo que necesitéis.

Yo Soy Fuente de Vida, Yo Soy Fuente, de Amor y a Mi se acercan todos los que Humildemente se reconocen pequeños y necesitados de su Dios.Además de Mis Templos e Iglesias como construcciones materiales, existe Mi Templo Divino en vuestro ser. YO realmente habito en vosotros y si en Mi Templo material os pido respeto, presencia y modales dignos para estar frente a vuestro Dios, lo mismo en lo espiritual os pido, para Mi Templo en vuestro corazón.

El celo que pido para vuestro corazón deberá, también, ser un celo santo y éste se deberá dar, tanto en vuestra vida de relación para con vuestros semejantes, como para la vida interior que deberéis tener Conmigo.

MI Presencia viva se debe transparentar a través de vuestros actos todos, el respeto hacia vuestros semejantes, la ayuda mutua, las conversaciones, vuestra intercesión ante Mí. Todos deberéis ser Mi Hijo nuevamente, que camina en presencia vuestra.

La Vida de Mi Hijo que es la Mía, es la que debe de ahora en adelante, hacerse patente en vuestras vidas. Ya NO debe ser vuestro egoísmo, vuestra soberbia vuestra vanagloria, vuestra decadencia por el pecado, lo que salga a relucir de un alma que fue creada por Mi en total santidad y amor.

Ya es el tiempo en que deberéis crecer y daros cuenta de que vuestro Dios necesita de un crecimiento mayor en sus hijos, de una madurez espiritual más alta, para poderles dar responsabilidades mayores.

El tiempo que viene, es tiempo de vida en el amor hacia Mí y hacia vuestros hermanos. Debéis prepararos para entrar en una época santa, en una era del Amor Supremo de vuestro Dios donde el respeto, la donación total, libre y soberana de vuestra voluntad, se vuelque a la Voluntad Amorosa de vuestro Dios.

Es la humildad y vuestra sed por Mi Divinidad la que os deberá acercar a Mí. El alma que se acepta pequeña y sedienta, vendrá a apagar su sed a Mi Fuente Divina, a Mi Corazón abierto de Amor por todos vosotros.

iSois Míos! Os amo infinitamente y os necesito volcados plenamente a Mi Voluntad para así consentiros y daros los regalos más grandes que aún vuestras capacidades NO alcanzan a vislumbrar.

Os quiero consentir, hijitos Míos, llevadMe amorosamente en vuestro interior. TenedMe respeto santo en vuestros pensamientos, platicadMe íntimamente y copartidMe todo lo vuestro.

Todo lo sé, todo lo escucho, pero NO es lo mismo que Yo habite como ser solitario en vuestro corazón, al que Yo habite como vuestro amigo, como vuestro Padre, como vuestra compañía perfecta ya que cuando así lo hacéis, Mi gozo se vuelve grandísimo…

Y al compartidMe vuestra vida, Yo os comparto la Mía y juntos hacemos un Cielo divino aquí en la Tierra.

Buscad ése celo santo en Mi Templo, en Mis sacerdotes, en vuestros semejantes y en vuestro interior y así Yo Me podré manifestar perfecta y libremente en todos vosotros. Y así como Mi Presencia en el Tabernáculo santifica a todo el edificio, Mi Presencia en vosotros cuando Me dejáis vivir plenamente, también os santifica.También quiero hablaros, sobre Mi Iglesia. La gran mayoría de vosotros sabéis lo que las fuerzas del Demonio han tratado de hacer contra Ella a través de los siglos. Ha habido guerras en la que los pueblos apartados de la cristiandad, trataron de destruir los Lugares Santos y a todos aquellos que seguían Mis Enseñanzas y NO pudieron.

Ha habido Papas que vendían puestos dentro de Mi Iglesia, buscando así primero lo material, antes que lo divino y NI aún así Mi Iglesia fue destruida.

Y además, a pesar de la materialidad de éstos hijos Míos, guías de Mi Iglesia de ésos tiempos, cuando Mí Santo Espíritu tenía que dar algún Mensaje o guiar a Mi Iglesia en la Fé, para bien de toda la cristiandad, lo hacía a través de aquellos que eran guías o cabezas de Mi Iglesia, aunque aparentemente NO  fueran lo más idóneo para guiarla.

Han habido épocas de una casi total destrucción de la Fé y del derrumbamiento de Mi Iglesia y entonces he hecho que a través de pequeñas almas escogidas, den ejemplo de Mi Poder sobre las poderes del mal y de su influencia negativa sobre las almas. Así tendremos a una Juana de Arco, a un San Francisco de Asís, a una Santa Teresa y a muchas otras más almas «raras» en su tiempo, quienes haciéndose instrumentos sencillos y donadas a Mi Voluntad, han dado ejemplo de Mi Poder y cuidado espiritual sobre Mi iglesia.

Mi Hijo os lo prometió, «los poderes del infierno no prevalecerán sobre Ella», así es y así será. Ha sufrido obscuridad por vuestra falta de espiritualidad y la volverá a sufrir. Ahora, de hecho la estáis viviendo y ésta ha sido causada par vuestro poco o nulo interés en preservar, cuidar, alimentar lo que es Mío.

Yo Soy vuestro Dios, Soy vuestro Padre y debéis cuidar lo que es Mío y si sois Mis verdaderos hijos, deberéis cuidar lo que a vosotros, también, os pertenece. Porque Mi Casa, Mi Reino, Mi Iglesia, os pertenecen también a cada uno de vosotros y si dejáis que el ladrón tome posesión de lo que es vuestro ¿A dónde iréis?

La Iglesia es de institución DIVINA y por ser así, las fuerzas del Mal con su influencia, NO pueden predominar sobre Ella. El Mal puede obscurecer vuestros sentidos espirituales para que NO vayáis a obtener el alimento de vida por parte de Mis ministros.Quienes aún a pesar de sus errores humanos, el Don DIVINO que he depositado en ellos, les confiere la Gracia de poder alimentaros con Mis Enseñanzas, con la Oración, con Mis Sacramentos.

Mi Iglesia es de institución Divina y ella os provee de vida. De Mi Vida aún a pesar de que os desarrolláis en un mundo que pertenece al Mal y que está al acecho para destruir todo lo que venga de Mí.

Por más que las fuerzas del Mal quieran atacar a Mi Iglesia, NO podrán destruirla, porque todo Mi Poder se encuentra en Ella y a ella debéis acudir para obtener lo que os haga falta durante vuestra estadía sobre la Tierra.

Ella es vuestra maestra, os guía a través de Mis Enseñanzas. Os da vida espiritual a través de los Sacramentos. Os da seguridad en Mí, para que vosotros mismos os convirtáis en otros Cristos y de ésta forma podáis seguir transmitiéndoMe, primero en vuestra familia, luego ante la sociedad y después ante el Mundo.Mi Iglesia es de Institución Divina y vive en cada uno de vosotros, por eso a la Iglesia NO la hace el edificio hermoso, cual tabernáculo majestuoso que alberga el Cuerpo de Mi Hijo.

Mi Iglesia es constituida por Mi Santo Espíritu, quién habita también en vosotros. El le dá Vida. El la Guía. El provee de Dones y Gracias para que prevalezca. El la guarda de las ataques del Maligno. El la llevará a su Triunfo a través de las almas puras.

La Iglesia es de origen espiritual, NO material. Por ello, la Iglesia la constituís todos vosotros, por llevar al “Instrumento Espiritual”, por excelencia, a Mi Santo Espíritu, dentro de vosotros.

Por ello, la Iglesia se desarrolla en la reunión de almas, unidas bajo una sola intención, la alabanza a su Dios y ello proviene del corazón de las personas y NO del edificio construido a tal efecto.También Mi Hijo os lo dijo: «Dónde dos ó más estén reunidos, ahí estaré Yo.» Con esto Mi Hijo os quiere asegurar la unidad entre lo Divino y lo humano. NO importa el lugar de la reunión, cuando dos o más se reúnan en Mi Nombre, ahí estaremos Presentes en Nuestra Santísima Trinidad.

¿Ahora os dais cuenta del poder tan grande que tiene la Oración? ¡Hacéis presente a vuestro Dios cuando os reunís con sagrada intención de amarNos, de buscarNos, de alabarNos! Ante las almas sencillas y dispuestas a estar ante Nuestra Divina Presencia, NO podemos negarNos.

Podrán destruir los templos. Podrán cerrar los edificios bellísimos construidos para albergar el Santo Cuerpo de Mi Hijo. Podrán impedir la reunión de almas baja el techo de las Iglesias o Catedrales…

Pero NUNCA podrán impedir que Mi Iglesia subsista, porque «donde dos o más estén reunidos para amar a su Dios y para alabar Mi Santo Nombre, ahí estareMos presentes». Os digo esto, porque vendrá un tiempo NO lejano, en que se os quitarán vuestros templos, los edificios materiales.­Pero Mi Iglesia seguirá viva, cómo se dio con los primeros tiempos de la Cristiandad, con la reunión de almas, de vuestras almas con vuestro Dios.­

Así que no temáis hijitos Míos, a los ataques, cada vez mayores del Mal, porque Yo estaré con vosotros hasta el fin de los siglos. Yo seguiré suscitando almas religiosas, almas que mantengan la vitalidad de Mi Iglesia, almas que den vida al enseñaros Mis Verdades y Mis deseos de salvación.

Yo haré crecer a Mi Iglesia, en cada uno de vosotros, tanto como me lo permitáis. Vosotros sois Mi Iglesia, Sois y deberéis seguir siendo los depositarios de Mis Leyes de Amor y de Mis Verdades, para que sigan subsistiendo de edad en edad.

DádMe vuestra vida y Yo os colmaré de Mi Vida.Los acontecimientos que estáis viviendo NO son nuevos, ya estaban anunciados en la Sagrada Biblia. El momento culminante de Mi Misericordia se acerca a pasos acelerados, vuestras Oraciones para lograr el Advenimiento de Mi Reino han surtido efecto benéfico sobre ésta humanidad. Todo será renovado en Mi Amor.

 Os lo he remarcado en Mis Mensajes y en los Evangelios, en el Amor no hay temor. Antes de hacer uso de Mi Santa Justicia, agotaré los recursos de Mi Santa Misericordia. Los que son Míos, los que han tomado Mis Mensajes como cambio y medio de vida, NO deben temer a los Acontecimientos…

 Éstos se tienen que dar para protegeros contra la Furia destructora que Mi Enemigo quiere usar contra todo lo que es Mío, contra toda la Creación, contra todas las almas.

Voltead a un lado y a otro y veréis cómo NO ha respetado nada, os ha engañado. Y si véis más en lo profundo, veréis que nada de Mi Creación, de Mis Leyes y preceptos, nada ha sido respetado, NI aún Mi Santa Iglesia, de la cuál se va a apropiar por un tiempo.  Todo lo que os digo NO es nuevo. Mis Profetas se los preanunciaron y si os habéis acercado a estudiar con profundidad espiritual Mis Palabras y las Enseñanzas de Mi Hijo Jesucristo, ahí encontraréis todo lo que ahora os explico.

Vivan en la Oración continuada, de día y de noche y velen, como os lo dijo Mi Hijo en los Evangelios: “Velen porque NO sabéis cuando el ladrón llegará,” y os puedo asegurar que el ladrón ya está. Velad por lo más preciado que tenéis, que es vuestra alma y del estado de Gracia en el que la debéis mantener.

Vivid en la alegría de corazón sabiendo que Me estáis sirviendo, que Me estáis ayudando, que Me estáis amando y que por tales motivos, la Gloria os está esperando para daros a unos el 30%, a otros el 50% y a otros el 100%, de acuerdo a lo que recibisteis y cómo lo trabajasteis.

Ofrecedme ya desde ahora vuestra vida y vuestra muerte, que NO es otra cosa que el principio real de una nueva vida. Yo no Me separaré de vosotros en ningún momento, aunque todo se vuelva obscuro exteriormente.Voltead a vuestro interior y encontraréis Mi Luz, Mí Compañía, Mis Palabras de Aliento, Vuestro Sostén de Vida y Vuestra Compañía Protectora, en el momento del paso final de vuestras vidas, momento anhelado de Mi Corazón, momento en el cuál Me haréis feliz por poderos tener nuevamente a Mi lado.

Y ahora para toda la Eternidad, en donde, Yo Vuestro Dios, Me derramaré en gozo, alegría y regalos hacia vuestra alma, ahora triunfante.

Mi Iglesia también será renovada. El humo del Infierno la ha nublado, su santidad está opacada, muchos de Mis Ministros Me han traicionado. Orad por ellos, porque su culpa tendrá que ser purificada y el dolor que han de sufrir, será mayor que lo que normalmente es para un alma mortal.

La sangre de los mártires de estos últimos tiempos, logrará la purificación de Mi Iglesia y así se podrá nuevamente ofrecer el Sacrificio Santo y Sublime en toda su plenitud, en la Era del Amor por venir.  Os ha tocado vivir momentos de cambio muy importantes, os he escogido a todos vosotros para vivir éstos momentos. Entrad en oración profunda y dadme vuestra voluntad para que Yo, obrando en vosotros, Me acompañéis a renovar el Mundo entero…

Y así se complete por fin, Mi promesa del Padre Nuestro: “Venga a nosotros Tú Reino”. Podré nuevamente vivir con Mis creaturas y ellas reconocerán a Su creador y Me seguirán y se dejarán cuidar por el Supremo Pastor.

Por eso espero con ansia eterna el gozo de Mi Triunfo. Compartidlo Conmigo ya desde ahora. No os fijéis en los sucesos intermedios de purificación, aunque sí, orad y ofreced sacrificios y penitencias, por la salvación propia y la de vuestros hermanos.

Sino ved el Nuevo Mundo que os espera y el gozo que Me daréis. Seréis un nuevo Pueblo, Mi Pueblo escogido y Yo seré Vuestro Dios, el Único Dios, para todos los vivientes en ése tiempo.¡Saltad de alegría! ¡Tocad los tambores y cítaras, porque el Triunfo se acerca! Vivid postrados en agradecimiento a Vuestro Dios y Señor porque ha tenido, nuevamente, Misericordia para con Su Pueblo.

Llevad ésta alegría santa a vuestros hermanos y hacedlos entrar en Mi Corazón con la ayuda de vuestro ejemplo de vida para Conmigo. Llevadme continuamente en Vuestro Corazón para que Yo os instruya sobre el proceder que deberéis tener en cada uno de vuestros momentos futuros.

Dejaos llevar libremente por Mi Amor y Mi Voluntad. Yo os guiaré por senderos de Luz y no permitiré que tropecéis en las Tinieblas. Yo, Vuestro Dios, os estaré acompañando en todo momento y os daré fortaleza y sabiduría para sobrellevar estos últimos momentos de ésta etapa de la Historia que terminará.

Vivid con la alegría del niño que espera la promesa del regalo que pronto se le dará. Vivid en la sencillez y en la confianza y NO os preocupéis de lo material, eso pasará. El Nuevo Mundo traerá nuevas formas de vida, bellísimas, santificadas por Mi Corazón. Lo que es de ahora, lastre y basura será en lo futuro. Las nuevas riquezas del hombre, serán las verdaderas riquezas de Vuestro Dios, las que habéis olvidado, las que habéis hecho a un lado, las que NO habéis cultivado. Un Mundo de Santidad y de Amor os espera, como NO lo ha habido antes NI lo habrá jamás, hasta que entréis en el Reino de los Cielos.

Bellezas inimaginables os esperan, Cielos Nuevos, Tierras Nuevas, el Amor en Su Plenitud; vida de éxtasis tendréis, porque viviréis Conmigo en éste Nuevo Paraíso Terrenal.

Agradecedme ya desde ahora los contentos que os daré. Santa será vuestra alegría y vuestro gozo será colmado al vivir plenamente para Vuestro Dios y Señor.

¡Yo Soy Vuestro Dios y Señor, Creador de Todas las cosas visibles e invisibles y no hay otro dios fuera de Mí! ¡Yo Soy el Alfa y el Omega! ¡Yo Soy el AMOR!

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo y en el del Paráclito de Amor. Recibid las bendiciones de Mi Hija, la Siempre Virgen María y del Señor San José y de todo el Cielo.
“Benditos sean los que escuchan la Voz del Pastor y la siguen, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Yo os amo y os bendigo en Mi Santo Nombre, en la Presencia Divina y Real de Mi Hijo en la Sagrada Eucaristía y en el Amor que todo perdona y que todo lo une» de Mi Santo Espíritu.

Dejaos guiar por Mi Hija, la Siempre Virgen María, quién aceptó siempre con celo bendito Mi Presencia en Su Vida.

Yo os Bendigo en Mi Santo Nombre, en el del Amor donado de Mi Hijo Jesucristo y en el del Amor Inspirador de Mi Santo Espíritu

 Habla Nuestro Señor Jesucristo
Hijitos Míos, en la Iglesia como institución Divina, Yo dejé todo Mi Poder. Al mismo Pedro Yo le dije “todo lo que ates en la Tierra, atado quedará en el Cielo, lo que desates en la Tierra, desatado quedará en el Cielo”, con esto Yo le daba a entender Mis pequeños, que Yo confiaba en los ministros de la Iglesia.

Ciertamente la pasión humana, el error humano, aún permanece en los ministros; pero para todos vosotros laicos, el juicio hacia ellos, NO se debe dar. Es la oración y es el cuidado hacia ellos lo que debe predominar. Ellos tendrán que dar cuentas ante Mí vuestro Dios, por la Misión tan grande que Yo le he dado al Sacerdocio.

Mis pequeños, es en la Iglesia en donde Yo he dejado Mi Poder. Poder para perdonar los pecados, poder para levantar al pecador a través de las Bendiciones reales y grandiosas que recibís de ella a través de los ministros.

Sí Mis pequeños, Yo estoy Presente con ellos, en la Sagrada Eucaristía. Cuando ellos Me traen en la Transubstanciación, Yo Me hago Presente con sus palabras y por sus manos. Por el Poder que Yo les dejé a ellos, Yo les obedezco.Esto es una realidad Mis pequeños, Yo, vuestro Dios, Omnipotente y Eterno, Me hago pequeñito y obedezco a los ministros de Mi Iglesia para venir a la Tierra en cada Misa.

Yo Mismo, a través de ellos, os voy levantando a través de las Bendiciones que ellos os den, Yo Mismo, a través de Mi Santo Espíritu, les voy dando las palabras, les voy dando el conocimiento, para que vayan educando a los fieles, a todos vosotros.

Yo Mismo voy santificando a las almas, a través del conocimiento de las Escrituras y del buen ejemplo que deben dar Mis ministros.

Yo Soy el Alma de la Iglesia, la Santísima Trinidad Somos el Alma de la Iglesia. Es una realidad que todos vosotros debéis aceptar y agradecer.  Dios con vosotros en todo momento, NO estáis apartados del Cielo, el Cielo baja para todos vosotros y está con vosotros en la Iglesia, en el conocimiento que se da a través de Ella a través de Mis ministros, en el consejo de los buenos sacerdotes, en el amor que se transmite a través de todos ellos.

Sabiendo todo esto y teniendo conocimiento de todo esto, Satanás ataca constantemente a Mis ministros, a los fieles, a la institución, a su unión, a su unión que ellos mismos, -Mis ministros-, tienen con el Cielo.

Vosotros como fieles, debéis mantener ésta unión y debéis mantener la Vitalidad de la Iglesia actuando según Mis Mandamientos y según los Mandamientos de la Iglesia, de ésta forma mantenéis ésa vida del Cielo aquí en la Tierra.

Ayudad pues a vuestros ministros, que son tan fuertemente atacados por Satanás y sus secuaces. Orad mucho, para que NO se den los “Judas” de éste tiempo, que siempre habrá desgraciadamente.Vosotros pedid el espíritu de Discernimiento, para que os dejéis guiar por la santidad que Yo voy suscitando, entre los fieles, a través de Mis ministros.

NO dudéis de todo esto, Mis pequeños y NO critiquéis, porque vosotros NO sabéis juzgar correctamente. Simplemente, agradeced, orad, daos por vuestros sacerdotes, por vuestros hermanos y mantened la Vitalidad de la Iglesia con vuestros buenos actos y transmitiendo todo lo que Yo os di.
Gracias, Mis pequeños.

Yo os Bendigo y os pido que llevéis Mí Amor a todos los vuestros.

Yo os Bendigo como Padre, como Hermano, como Amor y vida y os dejo Mi Paz y Fé profundas en vuestro corazón

Yo os amo infinitamente y os bendigo, en el Nombre de Mí Padre Eterno, en Mí Nombre, Vuestro Salvador Glorioso y en el del Amor Derramado y Purificador del Espíritu Santo.

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