F103 CREDO 18 (1)16 min read

EL PERDÓN DE LOS PECADOS

YO constantemente envío a la Tierra éste tipo de almas para ayudarles a vosotros en vuestra conversión, en vuestra salvación, en vuestro crecimiento espiritual. Ellos son los Portadores de Mis Virtudes y de Mí Amor.

Como vosotros sabéis, éstas almas tienen que encarnarse igual que vosotros. Y tienen que luchar contra todo lo que el Demonio y el Mundo les ofrecen, igual que a vosotros.

Tienen que sufrir incomprensiones en su niñez y juventud, especialmente en éstos tiempos en los cuáles las familias en general, NO les interesa y hasta luchan por NO permitir que un hijo suyo se vaya de sacerdote.

Esto lo consideran pasado de moda o indigno para sus familias. Qué tristeza se produce en Mí Corazón cuando veo que en las familias que se dicen cristianas, atacan y tratan de quitarle esa idea del sacerdocio a sus hijos.

NO SE IMAGINAN EL DAÑO QUE ME HACEN

NO se imaginan el daño que Me hacen y el daño que se hacen vosotros mismos. Luego os quejáis conmigo de que NO hay operarios pa­ra la mies, cuando sois vosotros mismos quienes lo estáis propiciando.

Luego tenemos que a los pocos operarios de Mi Rebaño, en vez de protegerlos con vuestra Oración, os pasáis el tiempo criticándoles sus vidas.

Ya les dije que son almas escogidas de Mí Corazón. Pero así como a vosotros os tocó un cuerpo defectuoso por el Pecado Original, también a ellos y todos… Tenéis que luchar contra todos los ataques que Mi Enemigo les pone en vuestro camino.La Lucha de un sacerdote contra sus debilidades corporales, es muchísimo mayor que las de vosotros, puesto que el Demonio los ataca muchí­simo más fuerte a ellos por ser Mis ministros y propagadores de la Fe que Mi Hijo les dejó.

Si vosotros fuerais generales de un ejército y tuvierais que atacar al ejército enemigo ¿A quién trataríais de eliminar primero?

Os iríais hacia las cabezas que comandan al otro ejército…

Para que al eliminar a los que dan las órdenes y la estrategia de ataque…

 YA NO pudieran continuar el ataque y así el resto del ejército se tendría que retirar sin rumbo fijo y perderían la batalla…

¿NO lo creen así, Hijitos Míos?

Lo mismo sucede con Mis sacerdotes y los ataques del Maligno.Si vosotros en vez de criticar a Mis sacerdotes, los Protegierais con vuestras Oraciones, Ayunos y Penitencias, tendríais los sacerdotes santos que tanto me pedís.

Hijos Míos, YO necesito de vosotros para proteger a los sacerdotes a través del amor de vuestras Oraciones. Tenéis que daros cuenta que el Mun­do os necesita en la virtud…

Y que sólo viviendo en la virtud, todo se pue­de lograr.

Recapacitad en que para la obtención de los principales Sacra­mentos, se necesita Uno de Mis Ministros y si vosotros NO los cuidáis como piedras preciosas que son realmente, porque son almas escogidas por Mí, vuestro Padre…  

 

NO tendríais esos Sacramentos NI para vuestra vida NI para vues­tra muerte.

Yo constantemente envío almas sacerdotales a la Tierra. YO conozco vuestras necesidades, escucho el Clamor de Mi pueblo y actúo de inme­diato.

Pero ¿Que hacéis vosotros con éstas almas? Muchas son abortadas, mu­chas son «convencidas» por sus padres para que NO tomen el santísimo camino del Sacerdocio…

Y otras son dejadas a la deriva, a merced de Mi Enemigo, Quien las ataca y logra convencerlos a tomar otras ideologías que NO son las Mías…  

Y sólo logran confundir a Mi pueblo y así se pierden o se apartan de Mi cami­no.

Pero todo ésto sucede por vuestra falta de Oración y Penitencia por ellos. NO creáis que porque son sacerdotes ya NO necesitan de oraciones.

Ellos necesitan muchas más que para vosotros.

Y son pocos los sacerdotes que se man­tienen en una vida santa y de ejemplo.  Pero NO os engañéis, Hijos MÍos. SI las cosas están así en Mi Iglesia, es por vuestra frialdad, indiferencia y crítica hacia Mis ministros. Se dice que un pueblo tiene el gobierno que se merece…

Y vosotros, ¿NO os merecéis, lo que tenéis ahora? Recapacitad Y Orad.

La Oración y la Penitencia junto con el Ayuno, tienen un poder absoluto contra Mi Enemigo y sus secuaces… Porque al orar y daros en penitencia por Mis ministros y por vuestros hermano, estais viviendo en el AMOR.

Y mi Enemigo NO puede NADA con quien realmente AMA.  Recordad nuevamente, YO constantemente envío almas sacerdotales a la Tierra.

Pero ¿Vosotros las acogéis como lo que son y fomentáis su Apostolado?

Mis pequeños, la Vocación al Sacerdocio, es una vocación excelsa, Divina. ES Mi Hijo en ellos.

Por eso mismo Mis pequeños, os pido que Oréis fuertemente por ellos…  Hijitos Míos, ciertamente que vuestro amor Me llena, Me complace, Me Gozo en él; especialmente cuando ponéis todo vuestro empeño para lograr que vuestro amor sea continuo hacia Mí…

Pero conozco vuestra Naturaleza Humana, caída en el Pecado. Y por eso, NO os podéis mantener continuamente en el Amor NI buscando el Bien, tanto para vuestros hermanos como para vosotros mismos.

Y éste Bien que vosotros lográis, es el Bien que os va transformando y os va haciendo bellos ante Mí, vuestro Dios.  Ciertamente, algo que me gusta mucho Mis pequeños, es vuestro Arrepentimiento. Recordad las Palabras de Mi Hijo en la Parábola de aquellas ovejitas que se pierde una; deja las noventa y nueve y va en búsqueda de la que se perdió.

Y cuando la encuentra, regresa contento el pastor porque recuperó aquella que estaba perdida.

Vosotros en la vida real, os sucede esto. Y Me gusta mucho Mis pequeños, cuando habiendo caído en el Mal, cuando habéis estado a niveles muy bajos de espiritualidad y que Me causáis mucho Dolor con vuestros pecados…

Al recibir Mi Gracia, que continuamente fluye sobre todo el Género Humano; vosotros os arrepentís, pedís perdón por vuestras faltas y regresáis a Mí.  Con esto Mis pequeños, Me causáis una alegría inmensa. Porque caísteis, os disteis cuenta de vuestro error, os disteis cuenta del Dolor que Me habéis causado y regresáis a Mí arrepentidos y con un deseo grande de NO volver a caer…

Aunque desgraciadamente por vuestra debilidad, caeréis después. Pero éste momento en que os levantáis Mis pequeños, Me gusta mucho; porque habéis aprendido una lección más en vuestra vida…

Quizá ya no caeréis más en ése error, caeréis en otros, pero aprendisteis la lección en este Pecado que habíais cometido, en ésta falta que os separó de Mí.

Acudid a Mí continuamente Mis pequeños, para que Mi Gracia, que continuamente fluye, os llene perfectamente…Y así, tengáis una fuerza de recuperación y de lucha contra los pecados con los que continuamente Satanás os está tentando para que caigáis y os separéis de Mí…

Y él lo que desea, es que os mantengáis ahí, en el Pecado, en vuestra maldad. Que NO os arrepintáis y que os alcance la muerte en ése estado… Y así, os condenéis eternamente.

Tened cuidado porque esto es una realidad, Mis pequeños. Yo siempre estoy esperando que os levantéis, que os arrepintáis y Mi Amor siempre os perdonará, aún por más grave que sea vuestro pecado.

Mi Gracia, que fluye continuamente hacia vosotros, todo lo perdona. Pero vosotros debéis tener un arrepentimiento de corazón, para que realmente se dé ésa Gracia inmensa que necesita el alma, que es el perdón por parte Mía, a través de Mis ministros, los sacerdotes.Manteneos pues alertas, porque se irá agravando cada vez más el ataque de Satanás sobre la Tierra, sobre todos vosotros.

Y por otro lado, la Iglesia sufrirá también graves caídas. Una gran Purificación y encontrar un sacerdote que perdone vuestros pecados, cada vez se va a hacer más difícil.

Por eso deberéis ahora luchar fuertemente contra todo aquello que pueda entrar en vuestro corazón, a vuestra mente y os dañe en forma mortal.

Abrid pues vuestras capacidades para que os unáis perfectamente a Mi Gracia, que fluye continuamente y ya no os alejéis de Mí y así podáis resistir los ataques de Satanás contra vuestra alma,  contra todo vuestro ser.

Y también para con vuestros hermanos que os rodean, cuidadles. Cuidadles sobre todo a aquellos que están alejados de Mí.

Mis pequeños, vosotros los que estáis Conmigo, reconocéis realmente el valor de un sacerdote, especialmente si éste sacerdote es santo.

Si éste sacerdote está donado a Mí y mantiene su sacerdocio limpio, puro y entregado completamente a su misión, que es la Evangelización; pero primeramente evangelizando su propia vida, que él sea un ejemplo ante vosotros y ante vuestros hermanos.

El ser sacerdote Mis pequeños, es una Gracia muy especial que Yo concedo a algunas almas. Satanás conoce el valor de un alma sacerdotal y por eso ataca muy fuertemente a estas almas desde pequeños… Con la idea de destruirlas espiritualmente o desviarlas para que busquen algo más del Mundo, en lugar de darse a Mí, que es la misión más loable que pueda tener un alma sobre la Tierra.

No os imagináis, Mis pequeños, todas las Bendiciones y potencias que tiene un alma sacerdotal. Y aún así, muchas de éstas almas sacerdotales, a pesar de que ya han obtenido Mi Bendición y son sacerdotes ante la comunidad, muchas se desperdician.

Muchas de éstas almas se vuelven pecadoras y traicioneras. Y en parte es porque NO han querido seguir creciendo en Fe y en Oración.

Os hago hincapié Mis pequeños, que el vivir una vida de Oración profunda os va a asegurar el triunfo sobre los ataques de Satanás. Ciertamente podréis caer o tropezar, pero NO os quedaréis ahí.Os levantaréis y Me buscaréis para regresar a Mí y regresar a tener nuevamente vuestra alma limpia.

Pero las almas alejadas de la Oración, de las buenas obras, de la Donación, para ver al hermano crecido espiritualmente. Éstas almas caen fácilmente en los engaños de Satanás.

Y éstas almas sacerdotales engañadas y pecadoras, se vuelven lobos con piel de oveja. Y esto es muy preocupante Mis pequeños, porque éstas almas con piel de oveja, están destruyendo la espiritualidad de muchas almas alrededor del mundo.

Se presentan ante los hombres como si fueran verdaderos sacerdotes, que de hecho lo son por el Sacramento. Pero al decir buenos sacerdotes, quiero decir almas entregadas a Mí y que viven Mis Verdades y Mi Amor correctamente.

Estas almas al contrario, se presentan como si fueran verdaderos; pero su vida y todo lo que sale de ellos es falso y os desvían.

Vosotros los laicos, vais a buscarlos para que se os dé un consejo espiritual, para que se os ayude a salir de algún problema… O simplemente cuando estáis en una celebración de la Eucaristía, en la Misa.

Lo que se dice durante la homilía, éstas almas sacerdotales traidoras, desvían a las almas que les escuchan y poco a poco les van destruyendo su espiritualidad. Las hacen débiles, las apartan de Mi Amor y de las obligaciones que ellas tienen para Conmigo y para la Iglesia. Estas almas NO sirven, son almas traidoras y de las cuales os debéis cuidar, Mis pequeños. NO todos aquellos que ahora se digan sacerdotes… Mi sacerdote, son almas en las cuales podéis confiar plenamente…

Para eso os pido que Me pidáis el don del Discernimiento para que vosotros podáis discernir las Verdades de la Fe.

Y de ésta forma podáis vosotros juzgar si aquél, que se dice ser un verdadero sacerdote, está actuando bajo Mis Verdades o está actuando movido por Satanás, tratándoos de engañar, siendo instrumentos de él.

Os repito, Mis pequeños, tened cuidado. Porque ya se os ha dicho que estáis viviendo momentos difíciles en la Humanidad. Son tiempos de Obscuridad, son tiempos de Negación a Mi Amor y a lo que viene de Mí.

Son tiempos de gran engaño de Satanás hacia las almas, en donde os manipulará de tal forma, que os hará creer que lo malo ya se ha vuelto bueno y que debéis evitar en vuestra vida, todo aquello que venga de Mí, vuestro Dios.

Lo estáis viviendo ya, Mis pequeños. Ya no se puede decir que es algo que vendrá, lo estáis viviendo YA y por eso con mayor razón, os debéis preparar y proteger.

La Oración siempre os asegurará el vivir con seguridad, porque la Oración es la convivencia íntima Conmigo, con vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad.

Si vivís así, en comunicación continua Conmigo, difícilmente os engañará Satanás.Os prevengo Mis pequeños, porque los ataques se irán incrementando. Solamente aquellos que estén Conmigo y que busquen fortalecerse a través de la Oración, estarán protegidos.

Orad por vuestros hermanos, aquellos que llevan una vida muy fácil y muy ligera, porque estarán en peligro fuerte de perderse…

Y sobre todo, orad por aquellas almas sacerdotales, las que son pequeñas todavía, las que están preparándose, las que ya son y las que fueron.

Orad fuertemente por ellas, porque necesitan fuertemente de vosotros, porque necesitan muchísimo de vuestra Oración y de vuestra Donación por ellas.Os amo, hijitos de Mí Corazón, y les pido que vean por Mis ministros. Cuídenlos, protéjanlos en cuerpo y alma, porque así vosotros mismos os estaréis protegiendo, ya que ellos intercederán por vosotros en vida y en muer­te.

Los Bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesús y en el del Amor Fecundo del Espíritu Santo.

Habla Nuestro Señor Jesucristo 

Hijitos Míos, en Mis apóstoles estáis reflejados todos vosotros. Tres años de Evangelización, tres años con el Maestro, tres años con el Santo de los Santos… 

Conviviendo con Él, compartiendo con Él, viendo Mis Milagros, viendo cosas extraordinarias, recibiendo Sabiduría Divina; teniendo lo que ningún hombre sobre la Tierra había tenido, la convivencia directa con su Dios,

Mis Enseñanzas directas hacia ellos, cualquiera de vosotros hubiera querido tener ésa dicha. Los mismos profetas en la antigüedad, habían querido tener ésa dicha del conocerMe.

Y éstos doce hombres estuvieron Conmigo tres años, conociéndoMe, tomando de Mí,  alimentándose de Mí y al final qué sucede, uno Me traiciona, Me lleva hasta la muerte.

Otro Me niega, el que fue cabeza de todos ellos. Los demás corren, huyen al ver que las cosas se ponen difíciles cuando Me atrapan…Y solamente uno se mantiene al pie de la Cruz.

Mis pequeños, ¿Cuál de todos ésos apóstoles sois vosotros?

 ¿También huiréis? ¿También Me Traicionaréis? ¿También Me negaréis? u ¿Os mantendréis Conmigo por siempre?

Reflexionad, Mis pequeños. NO habéis tenido tres años de preparación. Muchos de vosotros tenéis toda una vida, decenas de años conociéndoMe, buscándoMe, tratando de estar Conmigo, ¿Qué habéis hecho de vuestra alma?

¿Qué habéis hecho para estar en la misma posición de Mis apóstoles y discípulos? O sea en la transmisión de Mis enseñanzas. Lo que les di a ellos, ahora lo tenéis vosotros en las Sagradas Escrituras y ésa es vuestra tarea también; al estar Conmigo debéis difundir lo que ellos mismos recibieron y difundieron.

¿Qué habéis hecho? ¿En dónde estáis? ¿Qué cuentas tenéis para darMe? Son momentos de reflexión, son momentos de Juicio Mis pequeños.

Os voy anticipando todo esto para que vuestro momento final sea grato para vosotros y grato para el Cielo. Que no sean momentos vergonzosos cuando os presentéis ante Mí, ante Mi Padre, ante el Cielo entero, que se os vea, se os juzgue.

¿Cómo os sentiréis ante éste Juicio Universal?Y será Universal cuando seáis juzgados en lo particular; porque las almas, TODAS las almas estarán viéndoos. Ciertamente Yo Soy el Juez, pero ellos verán cómo os comportasteis…

Entraréis a la Gloria dichosos de haberMe servido. O tendréis que pasar mucho tiempo en  purificación, porque desperdiciasteis Mi tiempo.

Meditad Mis pequeños, antes de que os alcance vuestra muerte. Meditad y actuad positivamente. Yo Soy un Dios de Misericordia que olvida el pasado y cada vez que vosotros acudís a Mí para el perdón de vuestros pecados, es un renacer para vuestra alma.

 Un principio en el cual podréis hacer grandes cosas para Mí, para vuestros hermanos, para Mi Reino. Volvéis a renacer cuando vuestra alma queda limpia, sana, aliviada de vuestros pecados.

Acercaos a Mis ministros para que alcancéis la purificación de vuestra alma y tengáis ése propósito de renovación, de empezar nuevamente y de hacer lo mejor posible por vuestro Dios en vuestros hermanos…

Y para Mi Reino, que ya se acerca. Meditad, reflexionad… Os amo, Mis pequeños.

BuscadMe y Me encontraréis. Confiad en Mí y juntos restauraremos el Mal, que se introdujo desde el Principio. Yo os necesito como Instrumentos y vosotros Me necesitáis para obtener vuestra Vida Eterna.

Yo os Bendigo en Nombre de Mí Padre, Creador de todo lo bello que véis y de los que NO véis, en Mí Santo Nombre de Redentor del género humano y en Nombre de Mí Santo Espíritu, Dios del Conocimiento y de la Sabiduría Divina y humana.

EL PAPA TAMBIEN NECESITA EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACION… Porque «en la casa del jabonero, el que no cae, resbala…»

http://diospadresemanifiesta.com/

Deja un comentario

Descubre más desde cronicadeunatraicion

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo