CUMPLIMIENTO
Tiroteo en El Paso, Texas:
Los padres que murieron para salvar a su bebé
Jordan y Andre Anchondo habían ido a Walmart con su bebé de dos meses para comprar materiales escolares para sus otros hijos.
Cuando el atacante ingresó a la tienda y comenzó a disparar, se abalanzaron sobre el bebé para protegerlo. El gesto salvó al pequeño, pero les costó la vida

Jordan y Andre Anchondo se encontraban en la tienda Walmart en El Paso, EE.UU., cerca de la frontera con México, cuando un joven blanco ingresó armado con un rifle de asalto y empezó a disparar contra la gente.
Ambos fallecieron intentando proteger a su bebé de dos meses.
Gracias al escudo que formaron alrededor del niño este sobrevivió al tiroteo masivo, que dejó un saldo de al menos 20 muertos, con heridas menores (fractura en dos dedos), provocadas probablemente por el peso del cuerpo de su madre al caer sobre él.
La pareja, que tenía tres niños, venía de dejar a la hija mayor en un entrenamiento, y había ido al supermercado como muchas otras familias a comprar materiales escolares para el nuevo curso escolar.
Según le contó a los medios Tito Anchondo, hermano mayor de Andre, también estaban buscando ornamentos decorativos para su nueva casa, que tenían previsto mostrar a sus familiares y amigos en una fiesta el sábado.
Fuera del hospital
La noticia del fallecimiento de Jordan se supo el mismo sábado, mientras que la muerte de Andre se confirmó el domingo.
Elizabeth Terry, tía de la joven, le dijo a CNN que cuando sacaron al bebé -Paul- de debajo de su cuerpo, el niño estaba manchado con la sangre de su madre.

Ahora, el pequeño está recuperándose en su casa de una fractura en sus dedos.
“¿Cómo es posible que los padres vayan de compras escolares para morir protegiendo a su bebé de las balas?”, comentó Terry.
Según le dijo al periódico Washington Post Tito Anchondo, Andre había dejado la empresa familiar -un taller de reparación de autos- en 2018 y había establecido su propio negocio, una empresa de venta de piedra y granito para la construcción.
Jordan se dedicaba a cuidar a sus niños.
Día letal
De acuerdo con las autoridades locales, fue uno de los días más mortíferos en la historia de El Paso, una ciudad de 680.000 habitantes vecina de Ciudad Juárez, una de las localidades más peligrosas de México.
Según señaló la policía, Patrick Crusius, de 21 años, fue el único atacante y no se resistió a los oficiales al momento de ser arrestado.
Menos de 24 horas después de este incidente, se produjo otro tiroteo masivo.
Este último tuvo lugar en la ciudad de Dayton, en el estado de Ohio y dejó 9 víctimas mortales, más el tirador que fue abatido, según confirmaron las fuerzas de seguridad.
Tiroteo en Walmart en El Paso, Texas: Qué se sabe de Patrick Crusius, el “supremacista blanco” de 21 años sospechoso del tiroteo que dejó al menos 22 muertos
Camina sembrando muerte de un lado a otro, con una camiseta negra, un pantalón marrón, protectores auditivos y un rifle de asalto.
Patrick Crusius, un joven de 21 años entró el sábado en una tienda de Walmart en El Paso, cerca de la frontera de Estados Unidos con México, y comenzó a disparar contra la gente que estaba allí: decenas de familias y otras personas que habían acudido a comprar materiales para el nuevo curso escolar.
Como resultado, al menos 21 personas murieron y otras 26 resultaron heridas, en uno de los peores tiroteos masivos en los últimos 20 años en Estados Unidos.
El fiscal distrital de El Paso, Jaime Esparza,indicó que la policía trata el caso como “terrorismo doméstico” y el sospechoso ha sido acusado de homicidio premeditado y buscarán la pena de muerte.
“Es un día triste en la historia de El Paso”, aseguró con anterioridad el gobernador del estado, Greg Abbott.
Según informó la policía el joven fue el único atacante y no se resistió a los oficiales al momento de ser arrestado.
De acuerdo con las autoridades, tras su detención, contó que su objetivo era “matar tantos mexicanos como fuera posible”.
Oriundo de la ciudad de Allen, al parecer, el sospechoso viajó durante nueve horas hasta El Paso para perpetrar la masacre.
Las motivaciones
La policía indicó que investigaba “potenciales nexos” del atacante con “grupos de odio” tras la aparición de un “manifiesto” que recurre al lenguaje de “supremacistas blancos”.
“Ahora tenemos un manifiesto de este individuo que indica en cierto grado una conexión con un posible crimen de odio”, afirmó el jefe de policía de El Paso, Greg Allen.
Durante la conferencia de prensa, las autoridades indicaron que el documento estaba cargado de “odio, intolerancia y fanatismo”.
Según el “manifiesto” el ataque fue una respuesta a la “invasión hispana de Texas”.
“Incluso si otros objetivos no inmigrantes tuvieran un mayor impacto, no puedo obligarme a matar a mis conciudadanos”, indica el documento que la policía investiga.
El texto también expresa simpatías hacia el autor de los tiroteos en la mezquita de Christchurch, en Nueva Zelanda, en los que 51 personas murieron en dos ataques consecutivos en marzo.
Otro lobo solitario
Varios conocidos del atacante contaron a medios estadounidenses que solía andar siempre solo en las escuelas y que era una persona muy callada y de pocos amigos.
El Collin College, la escuela donde el sospechoso estudió de 2017 hasta este año, emitió un comunicado en el que también se ofreció a colaborar con las autoridades.
Según contó en un comunicado el representante al Congreso por Texas, Jeff Leach, Crusius se graduó de la Escuela Secundaria de Plano en 2017.
Una cuenta de Twitter con el nombre del sospechoso contiene tuits que incluyen un hashtag “BuildTheWall” (construye el muro, la frase de los seguidores del presidente de Estados Unidos), una foto con pistolas que forman la palabra “Trump” y publicaciones de Paul Joseph Watson, un youtuber de extrema derecha que trabaja con Alex Jones en InfoWars.
Tiroteo en Walmart en El Paso, Texas: cómo fue la balacera cerca de un centro comercial que dejó al menos 22 muertos
La escena se repitió otra vez: el sonido terrible de los disparos, los gritos, las carreras de los que intentaban huir, el llanto y la angustia de los que perdieron a los suyos en los segundos sin lógica de la tragedia.
Un joven blanco de 21 años entró este sábado en una tienda Walmart de El Paso, cerca de la frontera de Estados Unidos con México, y comenzó a disparar contra la gente que estaba allí: decenas de familias y otras personas que habían acudido a comprar materiales para el nuevo curso escolar.
Al menos 22 personas murieron y otras 26, incluidos niños pequeños, resultaron heridas en el peor incidente con armas de fuego que se registra desde noviembre de 2017 en EE.UU.
Los primeros reportes del tiroteo tuvieron lugar cerca de las 10:00 hora local (17:00 GMT), ocurrido en la zona del Cielo Vista Mall, un área muy transitada durante los fines de semana.
El atacante fue detenido en la tienda y las autoridades le atribuyen un documento, publicado en internet, en el que apoya puntos de vista del nacionalismo blanco y racismo.
Según el sitio web de rastreo de tiroteos en EE.UU. Gun Violence Archive, este es la balacera número 250 que se reporta en el país en los 215 días que han transcurrido de 2019.
El ataque tuvo lugar menos de una semana después de que un adolescente armado matara a tres personas en un festival de comida de California.
El tiroteo de este sábado es considerado el octavo más mortal en la historia moderna de Estados Unidos.
Las tiendas de Walmart son algunos de los lugares donde los estadounidenses de más de 21 años pueden comprar armas.
¿Qué dicen las autoridades?
Los investigadores indagan varios cargos con que acusar al sospechoso, incluyendo “crímenes de odio”.
El fiscal federal del Distrito Occidental de Texas, John Bash, declaró que el tiroteo está siendo tratado como un “caso de terrorismo doméstico”.

“Vamos a hacer lo que hacemos con los terroristas en este país, que es aplicar la justicia rápida y definida”, dijo.
Por su parte, el fiscal distrital de El Paso, Jaime Esparza, dijo que al sospechoso se le acusaba de asesinato premeditado y estarían buscando que se le aplique la pena de muerte.
¿Qué se sabe de las víctimas?
Según informó la policía, la tienda se encontraba llena en el momento del incidente, con familias que compraban útiles para el inicio del curso escolar.
“Las edades y género de los muertos y los heridos son variados. No necesito decir que la situación es horrorosa”, dijo el jefe de la policía de El Paso, Greg Allen.
De acuerdo con las informaciones, entre los lesionados algunas personas reportaron heridas leves y otras se encuentran en estado grave.
Las identidades y nacionalidades de las víctimas no se han hecho públicas, aunque el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que entre los muertos hay tres ciudadanos de su país y entre los heridos seis.
De los 26 lesionados, un grupo fue llevado al Centro Médico Universitario de El Paso para recibir atención, y otros al Del Sol Medical Center.
“Esta es una tragedia que nunca, nunca hubiéramos pensado que pasaría en El Paso”, dijo Dee Margo, alcalde de la ciudad, a CNN. “Estoy destrozado”.
¿Qué se sabe del atacante?
La policía no identificó de forma inmediata al sospechoso, pero dijo que era un hombre blanco de 21 años, proveniente de Allen, Texas, y que los oficiales no tuvieron que disparar sus armas para detenerlo.
Medios locales, sin embargo, indicaron que se trataba de Patrick Crusius, de 21 años.
Imágenes de CCTV que se difundieron en redes sociales muestran aparentemente al atacante, un joven con una camiseta oscura, protectores auditivos y blandiendo un rifle de asalto.
“Los informes iniciales del arma (indican que) era un rifle, pero no puedo confirmarlo todavía”, dijo el sargento Robert Gómez, vocero de la Policía de El Paso.
¿Cuáles fueron las motivaciones del atacante?
La policía indicó que investigaba “potenciales nexos” del atacante con “grupos de odio” tras la aparición de un “manifiesto” de supuesta autoría del joven que recurre al lenguaje de “supremacistas blancos”.
“Ahora tenemos un manifiesto de este individuo que indica en cierto grado una conexión con un posible crimen de odio”, afirmó Allen.
Durante la conferencia de prensa, las autoridades indicaron que el documento estaba cargado de “odio, intolerancia y fanatismo”.
Según el “manifiesto” el ataque fue una respuesta a la “invasión hispana de Texas”.
El FBI, por su parte, indicó que se necesitaba un mayor trabajo de investigación para determinar si se trataba de un crimen de odio.
De acuerdo con la televisora CNN, la policía estaba trabajando después del tiroteo para eliminar una cuenta de Facebook y otra de Instagram asociada con el sospechoso.
Durante una conferencia de prensa tras el ataque, las autoridades informaron que estaban valorando presentar cargos por asesinato.
¿Cuáles han sido las reacciones?
“Esta es una tragedia que nunca hubiéramos pensado que pasaría en El Paso”, dijo a CNN el alcalde de la ciudad, Dee Margo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escribió en Twitter que los informes provenientes del área eran “muy malos, muchos muertos” y luego en la noche calificó lo sucedido como un “acto de cobardía”.
“El tiroteo de hoy en El Paso, Texas, no solo fue trágico, fue un acto de cobardía. Me posiciono como todos en este país para condenar el acto de odio de hoy. No hay razones o excusas que justifiquen matar personas inocentes·, escribió.
Sin embargo, el domingo asoció ambos ataques a “enfermedades mentales” de los atacantes.

En un comunicado, el gobernador de Texas, Greg Abbott, consideró que El Paso había sido “golpeado por un acto de violencia atroz y sin sentido”.
“Nuestros corazones están con las víctimas de este horrible tiroteo y con toda la comunidad en este momento de pérdida”, dijo el gobernador.

El candidato presidencial demócrata Beto O’Rourke abandonó un evento de campaña en Las Vegas para regresar a El Paso, su ciudad natal.
Anteriormente, durante su participación en un foro laboral, dijo ante la multitud que el tiroteo hizo añicos cualquier ilusión de que la reforma de armas “vendrá por sí misma” en Estados Unidos.
“Sabemos que hay mucho dolor, mucho sufrimiento en El Paso en este momento”, dijo.

Otros candidatos presidenciales demócratas también respondieron al tiroteo con llamados al control de armas.
El senador de Nueva Jersey, Cory Booker, fue uno ellos y dijo que Estados Unidos parece estar “aceptando la idea de que estos [tiroteos] van a ocurrir con regularidad”.
Walmart, por su parte, afirmó que estaba “en shock por los trágicos eventos” y que estaba trabajando “en estrecha colaboración con las fuerzas del orden”.
Qué dice el manifiesto contra “invasores hispanos” que atribuyen al sospechoso de la masacre en Walmart

Poco antes de que Patrick Crusius se colase en una tienda de El Paso a disparar contra la multitud, un desconcertante documento apareció en la polémica plataforma 8chan.
El sitio, un refugio de libertad para los supremacistas blancos, pronto borró su contenido, pero minutos más tarde, Crusius comenzó su acometida: comenzó a disparar contra los cientos de personas que, según las autoridades, se encontraban en la tienda de Walmart en ese momento.
En el texto, que medios de Estados Unidos le atribuyen desde después de la tragedia, el autor asegura que probablemente moriría ese mismo día, pero lo cierto es que Crusius se entregó poco después a la policía sin resistencia.
Pero antes mató a al menos 22 personas y dejó a otras 26 heridas en el que ya es considerado uno de los peores tiroteos en la historia reciente de Estados Unidos.
El sospechoso le dijo a las autoridades poco después, según la televisora ABC, que su objetivo era “matar tantos mexicanos” como le fuera posible, algo que se desprende del documento que las autoridades de El Paso también le atribuyeron este domingo.
Como resultado, el fiscal de distrito Jaime Esparza indicó que la policía tratará el caso como “terrorismo doméstico” y buscarán la pena de muerte para Crusius.
Antes, las autoridades habían explicado que el documento estaba cargado de “odio, intolerancia y fanatismo” y que podría mostrar una conexión del sospechoso con “grupos de odio”.
“Ahora tenemos un manifiesto de este individuo que indica en cierto grado una conexión con un posible crimen de odio”, afirmó el jefe de policía de El Paso, Greg Allen.
Pero ¿Qué dice el “manifiesto” que ha llevado a las autoridades de Estados Unidos a considerar lo sucedido como “terrorismo doméstico” y un “crimen de odio”?
“Supremacismo blanco”
El “manifiesto” comienza con una declaración de simpatía hacia el autor de los tiroteos en las mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda, en los que 51 personas murieron en dos ataques consecutivos en marzo.
El sospechoso, que presuntamente siguió el mismo modelo del autor de los ataques en Nueva Zelanda de dejar un documento con sus ideas y justificaciones, asegura que el ataque fue una respuesta a lo que llama una “invasión hispana de Texas”.
Texas, como la mayoría de los estados del sur de EE.UU., pertenecieron a México hasta finales del siglo XIX.
También, como el atacante Christchurch, alega a una idea popular entre los supremacistas blancos: que personas extranjeras estaban desplazando a la “gente blanca” de “origen europeo”.

Dicha teoría racial llamada “el gran reemplazo” fue promovida por un escritor francés llamado Renaud Camus y argumenta que las élites en Europa han estado trabajando para “sustituir” a los europeos blancos con inmigrantes del Medio Oriente y el norte de África.
La diatriba de Crusius, de cuatro folios y 2.300 palabras, se titula “La verdad incómoda” y no solo ataca a mexicanos e hispanos, también alega que los “judíos no ocuparán” el lugar de los “estadounidenses blancos”.
Los congresistas demócratas también se llevan parte de las críticas, pues según el atacante, tienen una estrategia para lograr una mayoría permanente para dar cabida a la creciente población hispana.
También culpa a los políticos de ambos partidos por la “podredumbre en Estados Unidos de adentro hacia afuera”, a la vez que se lamenta de que “la enorme población hispana en Texas” volvería al estado “un bastión demócrata”.
En su discurso antiinmigración también repite otra idea común entre los supremacistas: que los inmigrantes les están quitando los empleos a los “nativos” y que liberarse de ellos puede hacer mejor la vida mejor en Estados Unidos.
“Si podemos deshacernos de suficientes de ellos, entonces nuestra forma de vida puede ser más sustentable”, indica.
En uno de los momentos más tensos del manifiesto, el atacante entra en detalles meticulosos sobre los pros y contras de las armas AK-47 y AR-15, sus municiones, el diseño de bala y la “penetración” que tendrían en los cuerpos de sus víctimas.

El sospecho intenta también quitar responsabilidad a los discursos de Trump sobre los inmigrantes y asegura que su posición es anterior al gobierno del actual presidente.
“Mis opiniones sobre automatización, inmigración y demás anteceden a Trump y su campaña para presidente”, indica.
Sin embargo, al igual que el presidente, ataca a los medios de comunicación por difundir “noticias falsas”.
“Los medios de comunicación son famosos por las noticias falsas. Su reacción a este ataque probablemente lo confirmará”, escribió.
Una cuenta de Twitter con el nombre del sospechoso contiene tuits que incluyen un hashtag “BuildTheWall” (Construye el muro, la frase de los seguidores del presidente de Estados Unidos), una foto con pistolas que forman la palabra “Trump” y publicaciones de Paul Joseph Watson, un youtuber de extrema derecha que trabaja con Alex Jones en InfoWars.
El mandatario, que ha sido cuestionado por sus adversarios por inspirar este tipo de actos con sus discursos antiinmigrantes, escribió en Twitter que lo sucedido había sido como un “acto de cobardía”.
Aunque este domingo, como muchos republicanos, atribuyó lo sucedido a supuestas enfermedades mentales de los atacantes.
Otra forma de “terrorismo”
Como ocurrió durante el ataque de Nueva Zelanda, varios analistas han señalado cómo los autores de estos tiroteos han pasado desapercibidos por gobiernos que combaten otro tipos de “actos terroristas”.
Robert Evans, un periodista que estudia el radicalismo en internet, escribió que el manifiesto del tirador de El Paso muestra cómo el “terror” se convierte en parte de un juego y cómo se usan ciertas plataformas, como 8chan, para la radicalización hacia el supremacismo blanco.
Gordon Corera, corresponsal de Seguridad de la BBC, considera también que el tiroteo en El Paso se ajusta a una tendencia creciente y perturbadora de violencia de extrema derecha a nivel internacional.

“Al igual que el ataque en Christchurch, Nueva Zelanda, en marzo, el presunto atacante se ajusta a un perfil particular: un individuo que pudo haber actuado solo pero que visitó un sitio internacional en línea que se vincula con la subcultura del extremismo, en la que otros incitan y fomentan actos violentos”, opinó.
En abril pasado, otro atacante que abrió fuego contra una sinagoga en Poway, California, también publicó una diatriba antisemita en 8chan.
Según datos oficiales, el número de estadounidenses que han muerto desde el 11 de septiembre a manos de este tipo de ataques es mayor que los que han perdido la vida en actos asociados con el “terrorismo internacional”.
Sin embargo, pese a la seguridad y las múltiples campañas internacionales de combate al “terrorismo internacional” que realiza EE.UU., ninguna agencia de ese país se encarga de identificar “organizaciones terroristas” a nivel nacional.
Tampoco existe ningún delito penal asociado a este tipo de actos, lo que hace que a los individuos considerados “terroristas domésticos” se les imputen cargos con base en otras leyes existentes, como “crimen de odio” o violación de leyes relacionadas con armas de fuego o asociación delictuosa.
Tiroteo en Walmart en El Paso, Texas:
Cómo es la ciudad en el centro de la crisis migratoria de Trump donde tuvo lugar uno de los mayores tiroteos en la historia de EE.UU.

El Paso, la ciudad fronteriza entre México y Estados Unidos, volvió a ser noticia este sábado.
Pero esta vez, nada tuvo que ver con las caravanas de migrantes centroamericanos o con las condiciones en las que viven miles de solicitantes de asilos en los centros de detención allí.
La ciudad, epicentro de una crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos, fue escenario de uno de los mayores tiroteos masivos en la historia de ese país.
Al menos 22 personas murieron y otras 26 resultaron heridas en una balacera en una tienda Walmart, a pocos kilómetros de la frontera con México.
De hecho, según autoridades de ese país, seis ciudadanos de su país estaban entre los muertos y siete entre los heridos.
De acuerdo con las autoridades locales, fue uno de los días más mortíferos en la historia de El Paso, vecino de Ciudad Juárez, una de las localidades más peligrosas de México.
Según informó la policía un joven de 21 años fue el único atacante y no se resistió a los oficiales al momento de ser arrestado.
Las autoridades locales no lo identificaron de manera inmediata, pero medios locales y la televisora CBS, socia de la BBC, lo nombraron como Patrick Crusius, quien supuestamente viajó hasta El Paso desde Allen, Texas, a nueve horas de allí.
La policía indicó que investigaba “potenciales nexos” del atacante con “grupos de odio” tras la aparición en las redes sociales de un “manifiesto” anónimo, que supuestamente fue de la autoría del sospechoso y que recurre al lenguaje de “supremacistas blancos”.
“Ahora tenemos un manifiesto de este individuo que indica en cierto grado una conexión con un posible crimen de odio”, afirmó el jefe de policía de El Paso, Greg Allen.
Durante la conferencia de prensa, las autoridades indicaron que el documento estaba cargado de “odio, intolerancia y fanatismo”.
Según el “manifiesto” el ataque fue una respuesta a la “invasión hispana de Texas”
“Incluso si otros objetivos no inmigrantes tendrían un mayor impacto, no puedo obligarme a matar a mis conciudadanos”, indica el documento que la policía investiga.
Texas, como la mayoría de los estados del sur de EE.UU., pertenecieron a México hasta finales del siglo XIX.
El FBI, por su parte, indicó que se necesitaba un mayor trabajo de investigación para determinar la vinculación del sospechoso con el documento.
Pero de confirmarse, la ciudad que ha estado en el ojo de grupos supremacistas blancos por su diversidad étnica, habría sido el escenario donde un nuevo crimen de odio se manifiesta en Estados Unidos.
“Esto nos dice algo sobre el odio y la animosidad que existe en la nación. Y parece que siempre se trata de algunos de estos jóvenes que se están distorsionando irracionalmente lo que está sucediendo en el país”, comentó el senador estatal José Rodríguez.
Una ciudad bordeada por un muro
La ciudad vive alrededor de su frontera: unas barras de acero en forma de muro que dividen un lado del otro.
Al sur está Juárez, uno de los lugares más violentos de México.
Al norte, del otro lado, El Paso crece entre las montañas y las planicies pardas del desierto.

Desde la frontera, muestra la mole de concreto del edificio de Chase, el rascacielos oscuro de Wells Fargo, los techos irregulares de los hoteles de cinco estrellas, los edificios y las escuelas que mezclan nombres en inglés y español…
Cuatro puentes atestados de gente, camiones y carros conectan un país con otro, un mundo con otro, una forma de vida con otra.
No era una de las rutas tradicionales de migrantes: cruzar por Ciudad Juárez solía ser demasiado peligroso, pero desde marzo pasado miles de migrantes comenzaron a llegar hasta allí para pedir asilo.
Desde entonces, las noticias sobre las condiciones en las que Estados Unidos retiene a los solicitantes de asilo en El paso han llamado la atención de medios y organizaciones de derechos humanos.
Trump, que destacó la efectividad del muro desde que se construyó como ejemplo para lo que debía pasar en el resto de la frontera si se creara una valla, implementó allí nuevas medidas para controlar la inmigración ilegal.

Desde marzo, los migrantes que llegan a pedir asilo en El Paso deben esperar en la vecina Juárez hasta que le llegue su turno y en muchos casos, son regresados a México a esperar a su fecha en la corte.
Según cifras de las autoridades mexicanas, unos 4.000 migrantes de todos lados esperan en Juárez por su turno para cruzar a El paso en una lista que, hasta mediados de julio, superaba el número 17.000.
Otros 8.000 han sido retornados de El Paso a esperar en Juárez su turno para que una corte escuche su caso de asilo, como parte de la otra ley conocida como Migrant Protection Protocols (o Remain in Mexico, su nombre no oficial).
Pero los migrantes que llegan no son los que han vuelto a la ciudad una de las más hispanas de Estados Unidos.
Una ciudad “mexicana” en Estados Unidos
El Paso, con una población de 682.000 habitantes, está formada en su gran mayoría por personas que comparten la nacionalidad mexicana y que tienen como lengua el español.
De hecho, es muy común encontrar anuncios en toda la ciudad en la lengua de Cervantes y el inglés no es necesario para comunicarse en casi ningún lugar.
Cada día, miles de personas cruzan los cuatro puentes fronterizos que la separan de Ciudad Juárez para trabajar, estudiar o comprar al otro lado.
La tienda de Walmart donde tuvo lugar el ataque es uno de los lugares donde los mexicanos acuden cada día a comprar productos que son más caros o no hay del otro lado de la frontera.

“Somos una comunidad binacional, dos ciudades profundamente interconectadas ya sea desde un punto de vista lingüístico, como cultural, como económico”, contó a BBC Mundo en una reciente entrevista el alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada.
El Paso, es de hecho, la segunda ciudad más importante a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, solo superada por San Diego y uno de las principales rutas del comercio con México.
Para muchos de los que la habitan, un tiroteo como el que ocurrió allí era impensable.