Archivos diarios: 31/08/19

N265 ENAMORARSE DE DIOS 4

LO ÚNICO POR LO QUE VALE LA PENA VIVIR,

ES AQUELLO POR LO QUE VALE LA PENA MORIR

Habla Dios Padre 

Hijitos Míos, el Amor, que es Mi Esencia, se os fue dado para que pudierais uniros a vuestro Creador.

El Amor verdadero, el Amor puro, el Amor Santo, todo lo puede y es la fuente del poder Divino y humano. Yo, vuestro Dios, os he dado múltiples bendiciones por medio del Amor. Porque os amo, os procuro.

Habéis recibido Mi Misericordia por medio del Amor. Porque os amo os envié a Mi Hijo. Recibís Mi Reino por medio del Amor. Porque deseo vuestro bien eterno, os busco y os perdono.

El Amor siempre va a mantener joven al alma, el cuerpo se podrá acabar, pero el alma que ama bajo el Orden Divino, se mantiene joven. Mi Amor provoca unión y orden.

Por desgracia, en éste vuestro tiempo, Mi Adversario ha tomado al amor como arma para atacaros. Bajo el estandarte del “amor”, se cometen multitud de pecados que Me afectan fuertemente.

Se habla del “amor”, cuando se debería realmente, hablar de prostitución. El Maligno sabe ocultar bien la verdad y vosotros aprendéis pronto a aprovechar de su mentira.

Os respaldáis diciendo que  se han producido verdaderos sentimientos bellos hacia la persona “amada”, hacia vuestra “pareja” a quien ya no se le puede llamar esposo o esposa puesto que la relación que se está llevando es pecaminosa.

Sí, verdaderamente sí se producen bellos sentimientos, los cuales son frutos del amor, pero como no llevan Mi Bendición ni Mi aprobación, ésos frutos se tornan amargos y se vuelven causa de posible condenación para el alma.

A causa del “amor” que os ofrece el Maligno, muchas almas ahora están en el Infierno.

El “amor” que él os propone ha sido causa de libertinaje, de pérdida de valores, de destrucción familiar, de muerte espiritual. ¿Son acaso éstos los frutos del Amor?

MI AMOR DA FRUTOS DE VIDA, NO DE MUERTE Y DESTRUCCIÓN.

Mi Amor ha mantenido hasta ahora al Rebaño de los que son Míos y a causa del amor que Yo he puesto en su corazón, lo han aceptado y lo han hecho fructificar.  

Mis Enseñanzas, que son las de Mi Hijo, se han mantenido y se mantendrán por los siglos de los siglos.

El “amor” prostituido ha sido la causa de muchos de los graves problemas que ha sufrido la humanidad a lo largo de su historia.

Los celos que se provocan han causado muertes y guerras entre países hermanos y han causado también, separaciones fraternas al haber buscado el “amor” puramente carnal.

Recordad Mis pequeños, que todo llega a un fin y esto ya no puede seguir así.

El Mundo se ha prostituido a tal grado que casi no existe familia que no haya sido afectada o que haya padecido la pérdida del padre, o de la madre por buscar amoríos indebidos.

Jóvenes buscando placeres carnales irresponsables, amoríos aberrantes entre personas del mismo sexo, algunos de Mis consagrados cayendo en tentaciones impuras, destrucción moral y espiritual en los niños.

Y MUCHOS OTROS PECADOS GRAVES QUE SÓLO HACEN QUE MI CORAZÓN SUFRA INDECIBLEMENTE.

Todo esto ha causado el resquebrajamiento de los vínculos del amor verdadero, el que Yo os enseñé a través de Mis profetas en la antigüedad y a través de Mi Hijo Jesucristo.

No sois animalitos para solo dejaros guiar por vuestros sentimientos carnales, sin ver la trascendencia de vuestras acciones.

El daño Me lo hacéis a Mí, porque afectáis a Mi Obra, pero también atrasáis vuestra salvación mundial; porque en vez de hacer crecer el Amor y sus virtudes, sembráis el pecado y sus vicios.

Mi Hijo os ha dicho: “Por sus frutos los conoceréis”.

Los que se han apartado de Mi, por seguir unos amoríos que les produjeron “bellos sentimientos”, no dan fruto.

Se separan de la familia, se apartan de la Iglesia, no son gente digna de confianza, puesto que viven en la mentira.

Muchos de sus actos se vuelven también malos y eso hace que se vayan apartando de un núcleo de personas que no aceptan su forma de vida.

O, ¿Acaso puede un árbol malo dar frutos buenos?

Este falso “amor” también ha llegado a afectar a Mi Iglesia, a Mis sacerdotes y religiosas.

El Maligno se vale de mujeres sin escrúpulos que no respetan Mi Divinidad en ellos, que no respetan su persona consagrada enteramente a Mí.

El Maligno ofrece a ellos éstos falsos sentimientos de “amor” a través de éstas almas perversas y éste “amor” les va a causar envenenamiento de su alma y de sus acciones. Ya no podrá el alma dar su máximo en ellos, puesto que no se puede primeramente, atender a dos amos y segundo, porque Mi Gracia no entra en un corazón en pecado grave.

Por el “amor” a una creatura humana, se desprecia y se traiciona el Amor de vuestro Dios.

Los frutos que da el alma envenenada de Mis sacerdotes y religiosas, no pueden ser fruto de Amor Verdadero, ni pueden ser ejemplo de él, por eso muchos de ellos se vuelven mal ejemplo para Mi Iglesia y para la sociedad.

Hace tiempo os dije: Si vuestros sacerdotes y Mi Iglesia se encuentran en decadencia no ha sido solo por causa de ellos, sino de todos vosotros porque no habéis usado de la Oración fuerte, para protegerlos de los ataques del Mal.

NO LOS CULPÉIS A ELLOS SOLOS, ES CULPA DE TODOS VOSOTROS

Además, recordad la contestación que Mi Hijo dio a los fariseos cuando lo acusaban de ser un demonio, “Si un reino está dividido, ¿Podrá subsistir?”  

  Esto lo podríais aplicar para vuestra sociedad, para vuestra familia y para Mi Iglesia,

¿Si no estáis viviendo Mi Amor Verdadero, Mi Amor que une, Mi Amor que todo lo perfuma con Mis Bendiciones y Mis Gracias, podréis subsistir?

No cerréis vuestros ojos a la realidad que ahora os rodea.

ESTÁIS PERMITIENDO LA CONTAMINACIÓN SATÁNICA QUE HA AFECTADO A VUESTRA ALMA

Porque le habéis permitido que entre a vuestro hogar y como  mayor desgracia, no estáis orando lo suficiente para daros cuenta de que necesitáis de Mi Fuerza para que vosotros  y los vuestros puedan vencer las ocasiones que el Mal os presenta.

La “normalidad” se ha apoderado de vuestra vida  y ésa “normalidad pecaminosa” es la que os está acabando.

Si reflexionáis honestamente esto, os daréis cuenta de queNO SOY YO EL QUE OS TRAE LOS MALES AL MUNDO, ES VUESTRO PROCEDER

Porque con él alimentáis el poder del Mal y le estáis abriendo las puertas de par en par de vuestro Mundo para que os ataque con toda su Furia.

¡Despertad Mis pequeños!, Avivad vuestra alma con Mi Vida, viviendo vida en la virtud y alimentándoos con la Oración y Mis Sacramentos.

Si no os aprovecháis de lo que os doy, pronto podréis sucumbir, pronto vuestra alma estará muy débil o aún muerta a la Gracia, con dificultad para protegerse de los ataques más fuertes  que pronto se sobrevendrán.

Haced un cambio radical de vida para que Yo os pueda elevar a Mi Corazón, Reino Verdadero del Amor.

Hijitos Míos, ¡Cuánta necesidad tiene Mi Corazón de ser amado!

¡DESGRACIADAMENTE NO ES UNA METÁFORA!

¡Cuánto amor desperdiciado sobre la Tierra en falsos amores, en amores pecaminosos!

¡Cuánto tiempo desperdiciado, cuando el tiempo siendo Mío, no lo utilizáis para vuestro Dios, ni le agradecéis el Don de la vida!

¡Cuánta vida desperdiciada, cuando ella debiera de ser totalmente ofrecida a Mí, vuestro Dios y Salvador!

Desperdiciáis vuestra vida en vicios, en corrupción, en maldad, cuando Yo os di la vida para dar vidas a vuestro Dios.

¡Cuánto sufre Mi Corazón al ver ésta humanidad apartada de la Bondad de su Dios!

¡Cuánto pecado, pocas oblaciones, menos sacrificios y esporádicamente, una palabrita de amor!

Mis pequeños, ya es tiempo en que Yo recupere lo que es Mío, ya es tiempo en que vuestro Dios recupere lo que pertenece al Cielo.

Iré pizcando entre los hombres, como se pizcan las uvas, como se pizca el algodón, a aquellos que servirán para Mi Obra futura.

Muchos han sido los llamados, os di vida en el Cielo, os escogí entre las multitudes, se os dio la oportunidad de vivir y ¿Así Me habéis pagado?

Ahora en la Tierra, como os dije, escogeré entre las multitudes y una buena parte será quemada.

Mis pequeños,

CUÁNTO ME DUELE HACER ESTO, PERO EL CORAZÓN DEL HOMBRE, NI SE INMUTA EN MI DOLOR.

Os he puesto tantas oportunidades, os he buscado, como el Padre Amoroso busca una sonrisa y no la he encontrado.

De algunos otros, a regañadientes obtengo un agradecimiento o una palabrita de amor y de muy pocos, brota desde su corazón, desde lo más profundo de su ser, ese agradecimiento puro, santo, que llega a Mí, como holocausto bendito y que aprecio infinitamente.  

¿Por qué sois así, Mis pequeños con el que Es todo Amor? Vosotros mismos os atraéis los males que os aquejan y Me culpáis luego por ello.

Es vuestra maldad la que atrae más maldad; el que anda en la maldad, maldad recibe; el que está lleno de bondad, rechaza la maldad, no se pueden mezclar.

Como el agua y el aceite se apartan y se repelen, así no puede estar la bondad y la maldad.

Yo, como Bien Supremo, os trato de apartar de la Maldad, pero vosotros, queréis manteneros en ella.

Vuestra maldad ahora es repugnante, os quiero levantar, pero vuestras vestiduras, hediondas están, asco dan al Cielo.

Pero aún así Mis pequeños, si tuvierais misericordia para Mí, acercándoos con humildad y arrepentimiento, Yo os cambiaría esas vestiduras y os bañaría con perfumes finísimos.  

Yo mismo Me arrodillaría ante vosotros para cambiaros y arreglaros. ¡Os Amo, Mis pequeños, os Amo con un Corazón Verdadero!

¡Escuchad Mis Palabras, Mis pequeños!

Porque el tiempo se acerca, el Ladrón ya está a las puertas

Y NO TENDRÉIS TIEMPO DE ARREPENTIROS

NI DE CAMBIAR VUESTRO CORAZÓN DE PIEDRA

Sed sinceros con vosotros mismos y ved vuestra posición espiritual ante Mis Ojos. 

¿Qué habéis hecho con vuestra vida? ¿Qué tenéis para ofrecerMe a Mí, vuestro Dios?

Vuestra maldad Me repugna, vuestra indolencia Me hace llorar. Destruís las almas de Mis pequeñitos y gozáis con las porquerías que les obligáis a hacer.

¡OH! humanidad de dura cerviz, no habéis aprendido, y seguís como el Pueblo necio que escogí, pero os Amo y trataré de recuperaros, hasta el final de vuestros días.

Y a vosotros los que os habéis mantenido fieles…

Y SEGUÍS LUCHANDO POR PERSEVERAR

Hijitos Míos, debéis poner vuestra Fe y vuestra confianza en Mí, vuestro Dios, os lo he pedido muchas veces. El hombre falla constantemente y se le tiene que estar recordando su lección.  Cuando Yo os pido algo, es para el bien de la creatura. Cuando Yo doy algo, doy en exceso, si os estoy pidiendo la Perfección, es porque sé que gozaréis inconmensurablemente el Regalo de Mi Amor.

Vuestras escasas capacidades actuales, no pueden entender lo Maravilloso de Mi Amor, tenéis que confiar, como se os ha dicho, aún en la Obscuridad, aún a pesar de vuestra pequeñez.

Todavía no os separáis de lo tangible, debéis aprender a vivir en lo intangible, que es la Fe y esa Fe os va a llevar a lo tangible nuevamente, pero a niveles superiores.

LA FE HACE GRANDES MILAGROS,

LA FE HACE QUE LO PROMETIDO SE VUELVA REALIDAD.

Tenéis en las Escrituras lo que os dijo Pablo, ni el ojo vio, ni el oído oyó lo que nuestro Dios tiene reservado para el hombre.  

Mis pequeños, os vuelvo a repetir, no estáis capacitados para entender Mis Maravillas, pero vuestra Fe os puede llevar por el buen camino.

Daos, daos por completo a Mí, para que Yo os pueda revestir con ése vestido nuevo, con ese vestido de fiesta, con el que gozaréis Mis Maravillas, tengo que transformaros por completo, para que podáis vivir casi como los Ángeles.

Al pediros el desprendimiento de vuestro ser, de vuestros gustos, de vuestra mente, de vuestro corazón, quizá aún hasta de vuestra propia vida, eso logrará que lo intangible se vuelva tangible.

Os quiero regalar Mi Cielo, Mis pequeños, os quiero regalar el Reino, os quiero regalar Mi Vida.

Queréis medirlo, no podréis, Mis pequeños, todo en Mí es Infinito, y a eso estáis invitados, a ganar lo Infinito para vosotros.

Muchos por temor no dan el paso, están tan arraigados a la Tierra, a lo tangible, que sienten temor por soltarse.

SOLO DANDO EL PASO DE FE, ¡APRENDEMOS A VOLAR!

Por eso os decía Mi Hijo, sed como niños, porque el niño confía, si el Padre le dice “suéltate”, se suelta, “lánzate” y se lanza.

No piensa las consecuencias, simplemente ve el amor de su padre o de su madre y así os lo pido, Mis pequeños, ved Mi Amor y ved Mis deseos por purificaros y por perfeccionaros.

Grandes seréis, si así lo pensáis, pero estando en donde os pondré, sabréis que sois pequeños y que gozaréis como niños, porque anhelaréis más de Mi Amor y de Mis cuidados, porque estaréis muy juntitos a Mi Corazón.

Dejaos llevar por Mí, dejad que Yo os aconseje, que Yo os guíe, que Yo vele por vosotros.

DEJADME SER EN VOSOTROS.

Hijitos Míos, la Perfección que os pido, os lleva a la santidad y no hay diferencia de edad en el hombre ni de sexo para alcanzar Mis Promesas. 

Por eso entre vosotros, los que son llamados santos, los tenéis de todas las edades, de todo tipo de vida, de ambos sexos, simplemente fueron almas que entendieron Mi Llamado, aceptaron Mi Llamado, se soltaron a Mi Llamado.

Mientras más estéis arraigados a las cosas del mundo, más se os hace difícil entender Mi Llamado.

Las cosas del mundo hacen que vuestros oídos, vuestro corazón, aún vuestra mente se cierren para NO ESCUCHAR éste Llamado.

Algunos os cerráis a Mi Llamado porque no os conviene, porque estáis tan llenos de las cosas del mundo y no hablo que necesariamente tengáis mucho dinero, sino bienes que os aprisionan, gustos personales por los que lucháis que creéis que son más importantes que lo Mío.

Cuando os pido desprendimiento total, sufrís en dejarlos, pero si lo lográis entraréis a ésa libertad de Mi Amor.

Pero cuando estáis arraigados, tan arraigados a las cosas del mundo, os causa mucho problema apartaros, porque son cosas, muchas de ellas, por las que habéis luchado tanto y que por fin obtuvisteis y que al desprenderos de ellas, creéis que no vais a obtener un bien mayor.

Esa es la falta de Fe, Mis pequeños, esa es la falta de confianza en vuestro Dios, por eso os pido que Me dejéis Ser Padre, Papá en vuestra vida.

Cuando erais pequeños no os preocupabais por los alimentos, por vuestro vestido, por vuestro techo, simplemente aceptabais la vida de cuidados que os daban vuestros padres, confiabais en ellos.

Nunca un niño pequeño se pregunta si tendrán sus padres lo necesario para cuidarlo, simplemente, están atenidos a su amor, que se demuestra en cuidados.

Esa es la problemática, en el hombre al crecer, ya no confiáis en vuestro Dios, ya os hacéis muchas preguntas, dudáis de Mis Palabras y Mis Promesas, ya no consentís Mis Milagros a diario en vuestra vida.

Habláis de Mis Milagros como si fueran coincidencias, como si fuera la suerte ó la casualidad las que está a vuestro lado. No aceptáis que es Mi Providencia y Mi Amor los que os dan todo, los que os proveen de todo.

Confiad, Mis pequeños, confiad y sed como  niños, no os preguntéis hacia donde os llevaré, simplemente, confiad, que Yo os daré lo mejor. 

Escuchad a vuestro Dios, escuchadlo,

PORQUE YA NO HAY TIEMPO, MIS PEQUEÑOS,

SE OS HA TERMINADO EL TIEMPO

Habla el Espíritu Santo

Mis pequeños, sí, ciertamente ya Estoy entre vosotros Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, moviendo a las almas hacia esa Perfección.

Voy buscando a éstas almas, para que al llenarse de Mí, que se llenen de Mi Amor,

Y POR ESE AMOR PUEDAN HASTA ALTERAR LAS LEYES DE LA NATURALEZAA FAVOR DEL HOMBRE Y PARA PROTECCIÓN DEL HOMBRE

CONTRA LAS FUERZAS DEL MAL

Se os ha dicho que un corazón lleno de Amor Puro y Santo puede hacer grandes Milagros, éstos son los corazones que Yo quiero, que vean más por sus hermanos antes que por sí mismos.

Almas desprendidas al servicio de su Dios y no aquellas que buscan su salvación y su protección, evitando el Dolor, evitando las penas, debéis Mis pequeños llenaros de Mi Amor.

Todo está sometido al Amor, os lo vuelvo a repetir y así las almas que viven en perfecta unión Conmigo, en el Amor,

SON INSTRUMENTOS CLAVES PARA ÉSTOS TIEMPOS

PORQUE ACTUARÁN SEGÚN MI MOCIÓN EN SU CORAZÓN

Estarán en íntima comunicación Conmigo y Yo las podré mover para la salvación de todos vosotros y de vuestros hermanos.

Abandonaos y dejad que Yo os mueva, que Yo os guíe, para que podáis luchar contra las Fuerzas del Mal, quien también hará grandes prodigios, pero prodigios aniquiladores,

Prodigios que os llevarán solamente a la sombra, pero que no os dejarán nada bueno, porque por ésos prodigios no les negaréis nada, porque los sentiréis superiores a vuestras capacidades, a vuestras potencias.

PedidMe el discernimiento, para que podáis ver la mentira atrás de todos ésos prodigios y de todos ésos supuestos milagros que hará el que no es.

Buscad en todo a vuestro Dios, buscad Su Bondad Infinita, buscad la vida del espíritu y así no erraréis el camino.

Seguid Conmigo en íntima comunicación en vuestro corazón y Yo os daré lo necesario para servir mejor a vuestro Dios.

Habla Nuestro Señor Jesucristo,

Hijitos Míos, hablar de Amor es hablar de Dios, hablar de Amor es hablar de Cielo, hablar de Amor es darle vida al alma.

Hijitos Míos, Mis pequeños, mucho os he hablado sobre el Amor y aún no he empezado todavía, porque el Amor es Infinito.

Vosotros creéis que ya conocéis bastante de él y posiblemente se os haga cursi o cansado, pero sin el Amor no seríais nada ni podríais crecer como debierais.

El Amor, como os he dicho, es Mi Esencia y él todo lo envuelve.

El Amor es al alma lo que el canto al jilguero, como el estruendoso ruido a la ola, como el suave sonido a la brisa.

Si el alma no recibe amor, si no vive en el amor, si no dá amor, no tiene para que vivir.Aún por más mala que parezca una persona, tiene la necesidad de recibir amor y también lo dará, según su forma de ser, pero no puede prescindir de él.

El Amor y el amar son la vida de todas las almas y el único que no puede entrar en ésta regla, es Satanás.

EL DESPRECIÓ AL AMOR Y AHORA LO ODIA,

PERO LO QUISIERA TENER

Porque sabe lo que vale, sabe la riqueza que el alma posee cuando de él se alimenta.

Y sabe lo que el Cielo significa, porque de ahí salió, pero su soberbia no le permitió ni le permitirá arrepentirse nunca.  

Así su Envidia, hacia cada uno de vosotros, que sois candidatos a vivir eternamente en el Cielo, hace que os ataque con insistencia para haceros caer y así no podáis gozar de lo que él perdió.

Fuisteis creados por Mi Amor. Se os dió una misión de Amor.

Se os protege con Amor durante vuestra estancia sobra la Tierra.

Gozáis de múltiples dones que Yo, el Amor, os concedo; para que al recibir Mi Amor, lo compartáis y cuando lo compartís recibís más y ya al final de vuestro tiempo se os dá el Gran Premio, con Amor.

Si en Mi Ser de Dios, en la Persona del Padre, no existiera el Amor, no habríais existido y ésto es porque el Amor es Creador.

Si en vuestro corazón hay amor, os volvéis creativos y dais, ayudáis, aconsejáis, levantáis almas, gozáis y hacéis gozar.

La felicidad os colma y la Sabiduría habita en vosotros, en una palabra, con el Amor tenéis todo y tenéis derecho a todo lo que es Mío.

Sin Amor no habría razón para que existierais, porque algo que no tiene Amor está como muerto, está estático, no lleva Luz ni Vida, no tiene alegría y vive en el Odio y en la Tristeza.

El alma -si la hubiera- que no poseyera nada de Amor, más le valdría no existir, porque no serviría para nada.

Si hay gozo, si hay alegría, si hay vida, si hay luz, si hay Misericordia, si hay fraternidad, si hay donación, si hay el porqué luchar en el Mundo y muchas otras cosas más, se deben a que existe el Amor.

Y de vosotros, de cada uno de vosotros, dependen éstas y toda una infinidad de cosas bellas para que se mantengan, se produzcan, crezcan y que por fin, inunden la faz de la Tierra.

El triunfo en el Mundo se dará cuando el Amor llene la Tierra, cuando el Amor venza al Odio y a la Muerte, cuando el Amor sea buscado con ahínco, se transmita con gusto y se goce en sincera fraternidad.   

El Amor os unirá a todos, Mis pequeños, pero para lograrlo, cada uno de vosotros debe empezar, en lo particular,

el permitirle entrar en vuestro corazón para que éste os limpie y purifique todo vuestro ser, LUEGO ÉL OS COLMARÁ.

Lo viviréis, lo transmitiréis y así podréis construir, alrededor vuestro, cimientos firmes para que Yo, vuestro Dios, pueda vivir perfectamente en vuestro corazón, en el de vuestros hermanos y en el Nuevo Mundo que habitaréis.

Nuestra nueva casa terrena, Nuestro Nuevo Hogar, la Nueva Jerusalén que habitará entre vosotros, tiene que ser obra de vuestro corazón.

El Amor nunca se impone, así que vosotros, por voluntad propia, Me deberéis construir ése Nuevo Hogar, para que Yo pueda vivir entre vosotros, en la Nueva Jerusalén.

Cuando ése día llegue, cada alma Me conocerá y se dará cuenta, como os dije al principio, que apenas habíais comenzado a conocer lo que es el Amor.  

Gozaréis de cosas indecibles y las gozaréis en todo vuestro ser, como nunca antes la humanidad lo ha experimentado.

(Lenguas…, sonaba como un diálogo muy triste)
Hijitos Míos, ya os había dicho que nunca podrías separar el dolor del amor. El dolor siempre acompañará al amor cuando se da con profundidad, cuando es un verdadero amor.

Mis pequeños, así como Yo Me dí para el Padre, por todos vosotros, en totalidad, Me desprendí de todo para darMe para la Obra del Padre,

TODOS VOSOTROS, LOS QUE AHORA ME SEGUÍS,

DEBERÉIS DESPRENDEROS EN TOTALIDAD

Deberéis dejar todo, todos vuestros sentimientos, vuestra persona, vuestro pensamiento, vuestro pequeño amor a los pies del altar, para que Yo los ofrezca junto con los Míos a Nuestro Padre.

Deberéis desprenderos de todo para que Yo os pueda llenar después.

¡Cuánto os cuesta, Mis pequeños, desprenderos de vuestra naturaleza, de vuestra miseria! Cuando Yo, vuestro Dios, os puedo dar tanto, os puedo llevar a la perfección en el Amor.

No alcanzáis a ver todavía lo que se puede ver desde lo alto. Si vosotros no subís a una montaña, no podréis ver el espectáculo que se ve desde ahí.

Podréis ver algo a los pies de la montaña, cuando ya dejasteis todo, cuando ya aprendisteis a subir a la montaña, con ese desprendimiento total, con esa voluntad totalmente puesta al servicio de vuestro Dios.

Cuando creéis que habéis perdido todo, porque en el trayecto de la subida os fuisteis quitando de todo aquello que fuera carga excesiva para que pudiérais llegar a la cima sin mucha carga y más ligeramente.

Allá arriba en lo alto, ya libres de todo peso terreno, ahí es donde Me encontraréis, en la perfección.  

EN LA PERFECCIÓN DEL AMOR, EN LA PERFECCIÓN DE LA DONACIÓN,

EN LA PERFECCIÓN DEL OLVIDO DE TODO LO TERRENO.

Ahí os quiero, Mis pequeños, en la Cima, en lo Alto, cerca de Mi Corazón, totalmente apartados del mundo, ahí donde sentís la libertad,

La brisa que os envuelve, que os acaricia, ahí donde sentís Mi Amor con ésos espectáculos en el cielo, en las montañas, en la naturaleza, ahí es donde apreciáis cómo toda ésa Obra de Perfección se creó para cada uno de vosotros.

Ciertamente encontraréis en el camino bellezas, halagos, amores, que son bellos, pero que no os llevan a la perfección.

Yo Soy la Perfección y para poder llegar a ella, os vuelvo a repetir, deberéis negar todo aquello que en el camino os vaya produciendo gustos, bellezas, pero que todavía no son perfectos.

Voy buscando almas que quieran llegar a ésa Perfección.

Mis pequeños, gozo infinitamente cuando hay almas dispuestas a dejarlo todo por Mí, para gozar de Mi Perfección. Yo Me derramo sobre ellas y, así como abandonasteis todo, Yo os voy a llenar de todo lo Mío.

Y es así como las almas llegan a la Plenitud, a la Plenitud del Amor de vuestro Dios.

Ciertamente es un sacrificio fuerte, grande, porque el Regalo va a ser inmenso, infinito.

Deberéis dar vuestro máximo y así apreciaréis Mi Regalo. Yo con el alma, el alma Conmigo.
Os quiero ahí, luchad por ello.

Trabajad arduamente con la Oración, con el sacrificio alegre, con la vida en el Amor y en su difusión vivida de corazón, para que Yo ya pueda estar nuevamente con vosotros.

Y sobre todo, desead intensamente para que éste momento ya llegue, porque éste también es un gran deseo de Mi Corazón.

Yo os Bendigo en Nombre de Mi Padre, en Mi Santo Nombre y en el del Amor de Mi Santo Espíritu. Permitidle a Mi Madre Santísima, Reina del Cielo y de la Tierra, que os guíe y os aconseje a vivir en el Amor.

Ella Nos conoce perfectamente, Ella es límpido reflejo del Amor, quién la habita.

Habla la Virgen María

Pequeñitos Míos, así como Soy Madre de Mi Hijo Jesucristo, vuestro Salvador, también Soy Madre de cada uno de vosotros. Os he tenido en mi Vientre, os he tenido en Mi Corazón, os he amamantado y os he dado vida de Mi Vida.

Pero muchos, apenas aprendisteis a caminar, os separasteis de la Familia, de Nuestra Familia.

Fuisteis como el hijo pródigo, que os sentisteis llenos de fuerza, en un principio, porque traíais esa realeza en vuestra mente, en vuestro corazón, en vuestras venas.  Caminasteis primeramente por los caminos del mundo, orgullosos, soberbios, creyéndoos fuertes, porque tenías la fuerza que se os había dado para luchar, para vencer.

Pero ésos caminos fueron debilitando vuestras fuerzas y no quisisteis regresar para tomar del Alimento Divino y así vuestras fuerzas os fueron llevando a la degradación de vuestra persona, de vuestra alma.

Hay algunos entre vosotros, Mis pequeños, que ésa caída os lleva a la humildad, al reconocimiento de vuestro error, a vuestra pobreza espiritual y al llegar nuevamente a Mi Hijo o ante Mí, os levantamos.

Os damos nueva Vida a través del Buen Alimento que solamente puede venir a través de vuestro Dios y así es como rescatamos a ésas almas soberbias que tuvieron que caer para levantarse.

Pero hay otras que su soberbia las mantiene así, caídas, y no desean nada de su Dios ni de Mí, vuestra Madre, quieren seguir viviendo por sus propias fuerzas y esto no se puede, Mis pequeños,

El mundo es demasiado pobre, demasiado bajo y así se lleva muchas almas a la perdición.

Vuestra soberbia nunca va a lograr esa Perfección de la que se os ha venido hablando, la humildad es la que os dice lo que necesitáis.

Entrad pues a ésa humildad que os llevará a pedir, a implorar la ayuda de vuestro Dios. Yo os tomaré, Yo os bañaré de nuevo, Yo os vestiré y os entregaré nuevamente a vuestro Dios,

No seáis necios, Mis pequeños, Soy vuestra Madre y Yo también quiero lo mejor para cada uno de vosotros.

Orad con el corazón, con ése firme convencimiento de que necesitáis ese cambio, aún no vivís en la Perfección, aún no vivís en el Amor en pleno, no os acostumbréis Mis pequeños a la mediocridad.

Levantaos y buscad ésa Perfección que solamente los hijos del Rey pueden tener, pero si preferís la mediocridad, nadie os la quitará.

Sed conscientes de ello, Mis pequeños, es la libertad del hombre la que escoge su crecimiento o su pequeñez.

Os bendecimos en Nuestro Santo Nombre, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Que la Paz y el Amor estén siempre con vosotros y los vuestros y que la compañía y la veneración a Vuestra Madre Celestial os alcance la Vida Eterna.

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