Archivos diarios: 11/10/19

R155 EL RELOJ DEL TIEMPO FINAL

Octubre 08 de 2019

LLAMADO DE MARÍA SANTIFICADORA AL EJÉRCITO MARIANO

Amadísimos hijitos de mi Corazón que la Paz de Dios esté con vosotros y mi protección maternal os acompañe, os asista siempre y os libre de todo mal.

Pequeñitos, no temáis a los que matan el cuerpo, temed más bien a aquel que puede matar el cuerpo y el alma.

Que nadie, ni nada, os robe la paz; yo vuestra Madre Celestial estoy con cada uno de mis hijitos fieles; invocadme y vendré en vuestro auxilio a daros mi protección y mi amor.

Os digo, hijitos míos, que la Voluntad de mi Padre muy pronto se hará en el Cielo y en la Tierra.

¡Adelante, hijitos míos, con la misión que Dios os ha encomendado!

Que nada os perturbe, que nada os atemorice, permaneced unidos a Mí y yo os abrigaré con mi Santo Manto y no permitiré que ninguna fuerza del Mal os haga daño.

Rebaño de mi Hijo, los días que se aproximan son de Purificación, el Reloj del Tiempo ha comenzado su cuenta regresiva; agrupaos en torno a Mí, no descuidéis la Oración, no descuidéis el rezo de mi Santo Rosario.

LA ORACIÓN SERÁ VUESTRA FORTALEZA Y VUESTRA COMUNICACIÓN CON DIOS

 ORAD, Orad, orad, porque ya los tiempos son de batalla espiritual;

Cargad cada uno con vuestra cruz y unidla a la Cruz de mi Hijo, para que se os haga más llevadera y podáis sobrellevar los días de pasión que se os avecinan. 

¡Adelante pequeños míos, vosotros sois mi Ejército Militante, que unidos a Mí y a las legiones de Arcángeles y Ángeles, dirigidas por mi amado Miguel, derrotaremos de la faz de la Tierra toda fuerza del Mal!

¡Y allanaremos el camino para el Regreso Triunfal de mi Hijo!

Hijitos, cada día de purificación será una prueba para vosotros; por eso, debéis de estar en gracia de Dios y debéis de permanecer en Oración.

Os digo esto, porque, mi Adversario buscará por todos los medios de hacer perder el Rebaño de mi Hijo.

Acordaos lo que dice la palabra de Dios:

  “Al final de los tiempos, muchos últimos serán primeros y muchos primeros serán últimos” por lo tanto, no os confíeis.

PORQUE TODAS LAS CRIATURAS CREADAS POR MI PADRE, SERÁN PURIFICADAS

Y VUESTRA FE, SERÁ PUESTA A PRUEBA

Ya estáis en los tiempos en que la prioridad debe ser la Oración.

Alimentad vuestro espíritu y vuestro cuerpo, con el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo; pues vienen días en que la Casa de mi Padre, será profanada y el culto diario, será suspendido.

Por lo tanto, aprovechad ahora que todavía el Espíritu de mi Hijo está  entre vosotros.  Sellad con su Preciosísima  Sangre, vuestro cuerpo, alma y espíritu.

Fortaleceos con la Palabra de Dios, que de protección para vuestra mente y revestíos con la armadura espiritual a mañana y noche.

Toda Oración que hagáis, hacedla extensiva a vuestros familiares; orad muy especialmente por aquellas almitas que se hallan más apartadas de Dios.

No olvidéis orar por las almas del Purgatorio, si oráis por ellas, os lo agradecerán y os ayudará a vuestra batalla espiritual.

Cada alma que sale del Purgatorio por vuestras oraciones, obras, ayunos, santas misas y sacrificios; se convierte en intercesora vuestra no sólo en esta Tierra, sino también cuando lleguéis a la Eternidad.

En vuestras oraciones tened siempre presente al Ejército Purgante y Triunfante, ellos esperan que vosotros aquí en la Tierra los tengáis en cuenta, para unirse a vosotros en batalla espiritual.

Hijitos, la Purificación ya comenzó, mi Adversario ha empezado a desplegar sus fuerzas del Mal, para robaros la Paz y traeros división.

Por eso debéis de permanecer unidos a mi Hijo y a Mí en Oración, cuando mi Padre os envíe su Misericordia y separe las ovejas de las cabras y el trigo de la cizaña.

Es ahí, cuando comenzará la Batalla Final que dará fin al reinado de mi Adversario y sus huestes del Mal.

Padres de familia, os hago un llamado, vosotros seréis responsables ante mi Padre, por la pérdida de vuestros hijos.

Si no oráis por ellos, mi Padre y yo, vuestra Madre Celestial, no podremos brindarles protección.

Por eso, orad por vuestros hijos. Y muy especialmente por aquellos que se encuentran más apartados de Dios, para que vuestra Oración los proteja de los ataques que el Enemigo de vuestra alma, lanzará contra vuestros hogares.

Consagraos a mi Corazón Inmaculado vosotros y vuestros hijos; consagradme vuestros hogares y bienes materiales y espirituales; para que mi Adversario no pueda tocaros y no pueda robaros el alma.

Permaneced pues hijitos míos, en unión con Dios y con vuestra Madre, a través de la Oración y muy especialmente a través del rezo de mi Santo Rosario.

Socorreos mutuamente y permaneced en el amor, para que cuando mi Hijo regrese seamos una sola Familia, en el Paraíso que mi Padre os dará como premio por vuestra fidelidad.

Hijitos, estad preparados con vuestras lámparas encendidas con la Oración Y NO TEMÁIS.

Yo, vuestra Madre Celestial NO permitiré que seáis devorados por el Lobo.

Ya es la hora en que debéis de estar en Oración constante y permanecer vigilantes, porque los Acontecimientos que darán inicio al Regreso de mi Hijo, están por desatarse.

La Humanidad vivirá días de Purificación nunca antes vistos en la Tierra.

Las riquezas de los hombres desaparecerán, las economías de los países rodarán por el suelo, las malas notificas serán vuestra compañía y la crisis financiera a nivel mundial, darán comienzo a los dolores para la Humanidad.

La Creación de mi Padre muy pronto cambiará y la Naturaleza se revertirá en contra del hombre.

El astro Sol ya no será el mismo, sus rayos ya no serán benéficos para la humanidad; acordaos que en mensajes anteriores os dije que fuerais buscando refugios en los lugares altos, porque el calor en las ciudades va a ser insoportable.

Los cambios climáticos bruscos harán que la Tierra sólo de malos frutos; el agua va a comenzar a escasear y llegará el momento en que no va a poder ser bebida, porque estará contaminada por lluvias ácidas y por azufre, debido a cambios que sufrirá vuestro sistema solar.

El Flagelo del Hambre asolará naciones enteras, la Tierra se convertirá en un desierto, las naciones poderosas acapararán los pocos alimentos y los países más pobres verán morir de sed y de hambre a sus hijos.

ID GUARDANDO PROVISIONES Y MUCHA AGUA,

PORQUE LOS DÍAS DE ESCASEZ SE ACERCAN.

Vuestro sistema planetario sufrirá grandes cambios que traerá consecuencias nefastas para vuestro planeta.

Preparaos pues hijitos míos, porque la Creación que conocéis, muy pronto sufrirá grandes alteraciones.

Os digo pequeñitos míos, que si la humanidad no vuelve a Dios de corazón y se acoge a su Misericordia,

TENDRÁ ENTONCES QUE CONOCER SU JUSTICIA DIVINA

QUE ES RECTA E INEXORABLE

Y QUE JUZGA A CADA CUAL SEGÚN SUS OBRAS.

Volved a Dios lo más pronto posible y acogeos a su Misericordia, para que podáis soportar el Paso de su Justicia.

Hijitos, EL TIEMPO YA NO ES TIEMPO, en cualquier momento todo comenzará; buscad a mis hijos predilectos y haced una buena confesión.

Alimentaos lo más que podáis del Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, visitadlo en el Sagrario donde está Preso y Solitario, pues vienen los días en que ya no estará entre vosotros.

Os hago un llamado a mis legiones que lleváis mi nombre, a mis guerreros de Oración y a mi ejército militante.  ¡ESTAD PREPARADOS!

  Hijitos míos, el Aviso de mi padre está  cerca, cerca, cerca, el tiempo cada vez será más corto, aprovechadlo Orando.

NO perdáis más el tiempo por ir en busca de las cosas de este mundo; dejad vuestras preocupaciones mundanas y buscad a Dios, porque sólo una cosa es importante:

VUESTRA SALVACIÓN

El pecado del hombre de estos últimos tiempos ha acelerado todos los Acontecimientos, la Copa de la Justicia Divina ya comenzó a derramarse.

La Segunda Venida de mi Hijo a este mundo sin Fe, sin amor y caridad está por cumplirse.

Preparaos pues mis pequeños, formad fortines de Oración con el rezo de mi Santo Rosario, si os es posible hacedlo a mañana y noche para que permanezcáis más protegidos; no olvidéis colocaros la Armadura Espiritual completa dada a mi hijo Enoc.  

Permaneced pues en gracia de Dios, para que cuando lleguen los días de la Prueba, podáis sobrellevarlos con paciencia, ofreciéndolo todo por vuestra salvación, la salvación de vuestros familiares y el mundo entero.

Cuando oréis con mi Rosario, hacedlo extensivo a vuestros familiares.

Ofrecedlo también por los pecadores, por los moribundos, por la Iglesia, el Papa, Cardenales, Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Religiosas y Laicos comprometidos;

Incluid también a las almas del Purgatorio, para que ellas os ayuden e intercedan por vosotros; no olvidéis orar por mis jóvenes y muy especialmente orad por el triunfo de mi Inmaculado Corazón.

Hijitos, alabad y bendecid la gloria de Dios, porque grande es su Amor y eterna es su Misericordia.

No temáis, os lo digo una vez más pequeños míos, nada os pasará si permanecéis unidos a vuestro Padre y Madre celestial.

Hijitos, en cualquier momento todo se desatará,

permaneced en gracia de Dios, para que el llamado de mi Padre no os coja por sorpresa y tengáis que experimentar en vuestras almas el Fuego de la purificación espiritual.

Haced una buena confesión de vuestras faltas, ante mis hijos predilectos; tened en cuenta vuestros pecados de omisión, para que hagáis una buena confesión.

A continuación

OS HAGO UNA LISTA DE PECADOS DE OMISIÓN

Para que los tengáis en cuenta y confeséis lo más pronto posible.

Malos pensamientos contra vuestro prójimo, recibir en la Eucaristía a mi Hijo, sin el debido honor y respeto; no desagraviar a mi Hijo, por todas las comuniones que se hacen al recibirlo en la mano.

Estar distraídos en la Santa Misa, no meditar el Santo Evangelio, vestir indecorosamente  o descomplicadamente para asistir a la Santa Misa.

No prepararse con oración, antes de la confesión y la comunión; ir a la Santa Misa, sólo por cumplir; no hacer el propósito de enmendar las faltas cometidas.

NO destinar el tiempo necesario para la Oración, pasar de largo ante el Sagrario, no orar por los difuntos, no rezar el Angelus, no alabar a Dios y darle gracias al levantarse y al acostarse.

La falta de caridad con vuestros hermanos, no rezar el Santo Rosario con devoción, no leer la Santa Palabra de Dios y meditarla, dudar de la misericordia de Dios, tener poca autoestima.

Abstenerse de comer por espacio de media hora antes o después de recibir la comunión, ser pesimista y negativo.

Orar a las carreras, sin meditar en la oración, comulgar sin escuchar la Santa Palabra de Dios, salir del templo sin terminar el Santo Sacrificio y no recibir la bendición.

Todos estos son pecados de omisión, que se van acumulando y se van volviendo en faltas graves; tened pues muy presente todo esto para que hagáis una buena confesión;

rezad antes de confesaros y comulgaros el acto de contrición y el salmo 51, para que seáis irreprochables ante mi Padre y os de su bendición.

HIJITOS MÍOS, LA CERCANÍA DEL AVISO, LLAMA A LA CONVERSIÓN

Estad pues alerta y vigilantes, porque cuando menos penséis, mi Padre tocará a la puerta de vuestras almas, para despertar vuestras conciencias y mostraros el estado en que os encontráis ante Dios y vuestros hermanos.

Hijitos, mi Padre no sólo quiere mostraros el estado de vuestras almas, sino también el estado en que se encuentran las almas de vuestros antepasados y familiares difuntos en el Purgatorio,

para que cuando regreséis a vuestros cuerpos, oréis por ellos más intensamente y ofrezcáis vuestra purificación por su eterno descanso, para que os ayuden a interceder y batallar con vosotros,

Y así, unidos al ejército triunfante y a vuestra Madre Celestial, derrotemos de la faz de la Tierra al Príncipe de este mundo y sus huestes del Mal. 

Recogeos pues mis pequeños, en Oración y Alabanza, porque la batalla por vuestra libertad ya comenzó; colocaos vuestra Armadura Espiritual a mañana y noche.

Rezad mi Santo Rosario; consagraos a mi Corazón Inmaculado, y la preciosísima Sangre de mi Hijo; orad a todo instante, para que las fuerzas del Mal no puedan haceros daño.

Consagrad a mi Corazón Inmaculado, vuestro descanso nocturno; acordaos que es en la noche, donde el ejército de mi Adversario estará más activo.

No se os olvide sellar vuestros hogares e hijos y familiares y todo cuanto Dios os ha dado, con la Preciosa Sangre de mi Hijo;

no olvidéis la oración de protección de vuestro amado Miguel el conjuro de lo Ángeles y el rezo a vuestro Ángel custodio, tan necesario en estos últimos tiempos.

Los días del aviso están cerca, no temáis mis pequeños, orad y confiad y todo saldrá conforme a la voluntad de mi Padre. 

Alegraos, porque vuestra felicidad os espera en los nuevos cielos y en la nueva tierra.

Ofreced vuestra purificación como ofrenda a Dios, por la salvación de los pecadores.  Vosotros sois el pueblo de Dios,

¡Seguidme y tomadme de mis manos y os llevaré seguros a las puertas de la Jerusalén Eterna!

Os digo, que vuestra purificación será más llevadera, si os depositáis en nuestros dos corazones.

  NO TEMÁIS mis niños, yo la Eterna Pastora, cuidaré de todos vosotros, Rebaño de mi Hijo.

No os asustéis por los días que vienen, acordaos que vuestra oración será vuestra protección y la fidelidad a Dios en las pruebas, será vuestro pasaporte a la nueva creación.

Refugiaos en mi Corazón Inmaculado y mis rayos de luz, os guiarán y protegerán en vuestro paso por el Desierto.

Consagración al Inmaculado Corazón de María Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón y te consagro mi cuerpo y mi alma, mis pensamientos y mis acciones. Quiero ser como tú quieres que sea, hacer lo que tú quieres que haga. No temo, pues siempre estás conmigo. Ayúdame a amar a tu hijo Jesús, con todo mi corazón y sobre todas las cosas. Pon mi mano en la tuya para que esté siempre contigo.

  Dichosos vosotros, porque seréis habitantes de la Nueva Creación; cuantos quisieron estar en estos días, para poder contemplar mañana el rostro de Dios.

¿No os habéis puesto a pensar en todo esto?.  Alegraos y regocijaos en el Señor y en vez de estar tristes, lo que debéis es sentir gozo en vuestro espíritu, por la segunda venida de mi Hijo.

El Reino de Dios muy pronto vendrá a reinar en vuestros corazones; la alegría, la paz y el gozo en el espíritu, ya nadie os lo podrá robar.

Si supierais cuán hermosa es la Jerusalén Celestial, es el regalo más grande que mi Padre os tiene reservado para después de la purificación.

El gozo más grande en esta tierra es nada, comparado con lo que os espera en la nueva creación; ni el ojo vio ni el oído escuchó, lo que Dios tiene reservado para su pueblo fiel.

Hijitos os pido que oréis por vuestros familiares difuntos y antepasados, mi Padre quiere darles el gozo de la vida eterna, a todas aquellas almas que yacen en el purgatorio;

espera que vosotros ofrezcáis por ellas vuestras oraciones, obras, ayunos, penitencias y santas misas, como también vuestra purificación.

Si ofrecéis a mi Padre este ayuno de amor por las almas, ellas os lo agradecerán y se convertirán en intercesoras vuestras en este mundo y cuando lleguéis a la Eternidad.

Orad también hijitos míos, por las almas de los sacerdotes y religiosos en el purgatorio y muy especialmente por aquellas pobres almas más necesitadas de la misericordia de Dios.

 Las santas misas escuchadas con devoción y ofrecidas por las almas, liberan a muchas del Fuego del Purgatorio.

El Rosario de la Misericordia de mi Hijo, ofrecido al Padre por el eterno descanso de las almas, libera también a muchas.

Mi santo Rosario, especialmente los Misterios Dolorosos, si los ofrecéis al Padre por el descanso de las almas, también las libera del Fuego del Purgatorio.

Mi Novena en la advocación de la virgen del Carmelo es poderosa para el rescate y liberación de muchas almas.

 Ayudadme pues hijitos míos a rescatar almas, no solo las que están en el Purgatorio, sino también las que vagan por este mundo sin Dios y sin ley.

No olvidéis la devoción a la Preciosísima Sangre de mi Hijo, ella os librará de muchos males; este regalo que mi Padre os da para estos tiempos, no lo podéis desaprovechar, la Sangre de mi Hijo de nuevo os dará la libertad.

Hijitos, revestíos con el estandarte de la Sangre de mi Hijo, haced su rosario y Getsemaní y las fuerzas del mal serán derrotadas.  Ánimo pues mis pequeños, porque se acerca la hora de vuestra liberación.

No temáis mis niños, la Protección de mi santo Rosario será vuestro escudo en los tiempos de la Gran Prueba.

Si supierais del poder que tiene mi Rosario, seríais más fervorosos en su rezo.

Con cada Avemaría que me hacéis con Fe, yo vuestra Madre, no sólo intercedo por vosotros y vuestras familias, sino que también rescato a muchas almas de caer en el Abismo.

Mi Rosario es terror para los demonios y fortaleza para vuestro espíritu.

Todo lo que me pidáis con Fe en el rezo de mi rosario os lo concederé, si es para bien vuestro y salvación de vuestras almas.

Todo aquel que reza mi santo Rosario tiene la protección de esta Madre, y en la hora de su muerte yo no me olvidaré de esa alma que fue mi devota.

MI ROSARIO DETIENE CALAMIDADES,

CONVIERTE ALMAS,

PROTEGE A LA IGLESIA Y A SU VICARIO,

LIBERA A LAS ALMAS DEL PURGATORIO

Y SALVA A LOS PECADORES DEL FUEGO ETERNO

Mi Rosario es salvación para vuestras almas, es comunicación conmigo y protección permanente para todos aquellos que con Fe meditan los Misterios del Nacimiento, Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de mi Hijo.  

Hijitos, yo vuestra Madre jamás desoigo las almas que hacen mis Avemarías; no sabéis el gozo que siento al veros rezar mi Rosario; hacedlo en cadena y los planes de mi Adversario rodarán por el suelo.

El poder de mi Santo Rosario será vuestra victoria; uníos en Oración y la paz y consuelo de cada día vuestra Madre os dará.

Mientras más rosarios hagáis en cadena, más almas rescatáis y las fortalezas de mi Adversario debilitáis y ninguna fuerza del Mal podrá haceros daño.

Consagradme vuestras familias y vuestros hogares en mi Rosario y yo vuestra Madre no dejaré que se pierdan; así sean los más pecadores.

Tened pues en cuenta lo que os digo

Y HACED MI ROSARIO TODOS LOS DÍAS,

PARA QUE CAMINÉIS EN VICTORIA

¡Adelante mi Ejército Mariano, propagad el rezo de mi Santo Rosario y juntos derrotaremos a mi Adversario y sus huestes del mal.

  Os amo pequeñitos míos, dejaos pues guiar por esta Madre que será vuestro refugio y amparo en los días de prueba que se os avecinan.

 Que mi Protección maternal os acompañe siempre.  Que la gloria de Dios os cubra con su Manto.

Acatad pues las instrucciones que os iremos dando a través de nuestros profetas e instrumentos de estos Últimos Tiempos y os aseguro que la Paz de Dios estará con vosotros.

Gloria a Dios en el Cielo y paz a los hombres de buena voluntad. 

Que mí amor y protección maternal permanezcan en vosotros y os acompañen siempre.

Vuestra Madre que os ama, María Santificadora.

Bendición de María Santificadora: Cúbrenos

Bendición de María Santificadora:  Ampáranos

Bendición de María Santificadora:  Guíanos

Bendición de María Santificadora: Santifícanos y llévanos a la gloria del Padre. Amén.

Rezar las 7 Ave Marías en honor a nuestra Madre Santificadora.

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