M1 LA PENA DE DAÑO19 min read

Como una gran mayoría de los creyentes nos consideramos  ‘más o menos buenos’ y midiendo con la regla inevitable a los que nos rodean, pensamos que como el Infierno definitivamente no nos corresponde.

Sabemos que existe el Purgatorio (los teólogos dan unas referencias muy vagas y bastante confusas) y esperamos llegar allí, como una parada importante pero transitoria, porque nuestra meta definitiva queremos que sea el Cielo.

Nuestro viaje no lo planificamos nosotros y con mayor razón necesitamos estar informados del LUGAR de nuestro sorprendente aterrizaje…

Cuando el inevitable Despertar de Conciencias con el que el Padre Celestial cambiará nuestras prioridades y nos plante ‘Cara a Cara’ con Dios.

Para tener cuando menos una idea de ¿CÓMO ES EL LUGAR? a donde tan resignadamente nos hemos dispuesto a estar, con nuestra salvación asegurada.

¿QUÉ PODEMOS ESPERAR?

Este punto es ineludible, para cualquier destino que esté preparado para nosotros y que curiosamente es una frase con qué los teólogos definen una característica principal, tanto del Purgatorio como del Infierno. 

El Catecismo católico lo precisa así:

PENA DE DAÑO

La teología católica llama pena de daño a la privación de la VISIÓN BEATÍFICA, que consiste en gozar de la Presencia de Dios.

VISIÓN BEATÍFICA

Para asimilar en toda su dimensión lo que encierran estas dos palabras, vamos a meditar lo sucedido a quienes lo han vivido.

CASO UNO: A Jesús en Getsemaní. 

«Y Jesús no puede verlo, porque la Luz le ha sido retirada…

Cómo el ataque mental es unilateral y no hay defensa por parte del agraviado… Sólo es posible una respuesta….

Jesús redobla sus plegarias de alabanza y adoración… Tratando de ignorar la presencia de Satanás…

Pero Lucifer aumenta su crueldad:
–           Ahora estás solo… ¡Completa y absolutamente solo! El Altísimo te ha entregado al ludibrio de una plebe feroz y no te ha concedido ni siquiera, su consolación divina. ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! –Lanza una carcajada escalofriante-  ¡Vas a estar Tú Solo! ¡Solo y solo! Yo voy a estar cerca de Ti y me voy a encargar de destruirte.

La plegaria que siempre había sido para Él una caricia de su Padre, voz que llegaba hasta Él y a la que respondía con amor y con palabras paternales…

Ahora está muerta y es inútil enviarla, a un Cielo que le ha cerrado sus puertas…

Es entonces cuando prueba toda la amargura del Cáliz:

EL SABOR DE LA DESESPERACIÓN

Esto es lo que pretende Satanás: Llevarlo a la desesperación, para convertirlo en su esclavo.

Jesús se abate y llora postrado sobre la hierba…

EL ABANDONO DEL PADRE… 

¡Es el asfixia del alma! Es el ser sepultado vivo en esta cárcel que es el Mundo; cuando no se puede sentir que entre nosotros y Dios, haya ningún lazo de unión.

Es como estar encadenados. Es sentirse amordazado, lapidado por nuestras propias oraciones que caen sobre nosotros cuajadas de agudas puntas y llenas de fuego.

Es chocar de plano contra un Cielo cerrado en que no penetran ni voz, ni mirada de nuestra angustia. Aherrojados. Es lo mismo que ser ‘Huérfanos de Dios’

Es la locura, la agonía, la duda de haber sido objeto de un colosal engaño…

Y  el ‘Sabor de la desesperación’, nos paraliza completamente con la SOLEDAD más absoluta.

Lucifer continúa atormentándolo más encarnizado todavía:

–       ¿Ya es tarde? No, no es demasiado tarde. ¿Qué ya vienen los hombres armados? No importa. Sé que te preparas para ser manso. Te equivocas. Una vez te enseñé a triunfar en la vida. No has querido escucharme y ahora ves que estás vencido…  Ahora escúchame. Hoy  que te enseño a triunfar sobre la muerte.

Jesús quiere vencer la desesperación y a Satanás, que es su origen y es cuando empieza a sudar sangre…

Su sufrimiento y su abatimiento son tan intensos, que se convierten en una agonía en aumento, hasta llegar el momento en que suda sangre, por el tremendo esfuerzo que hace para vencerse a sí mismo y resistir el peso que se le ha impuesto…

Con un brillo mortal en sus diabólicos ojos, el Arcángel Caído se ha dado cuenta de esta decisión y hace una mueca de Odio Homicida…

Pero sonríe malignamente  y cambia la estrategia…

Entonces se burla de Jesús:

–          ¿No sabes decir palabras de mando? Yo te las sugeriré, estoy aquí para esto. Brama y amenaza. Escúchame. Di palabras de mentira. Pero triunfa. Di palabras de maldición. Di que te las sugiere el Padre.

¿Quieres que simule la voz del Eterno? Lo haré. Lo puedo hacer todo. Soy el rey del mundo y del Infierno. Tú eres sólo el Rey del Cielo. Por eso yo soy más grande que Tu. Pero todo lo pongo a tus pies si Tú lo quieres.

¿La Voluntad de tu Padre? ¿Pero cómo puedes pensar que Él quiera la muerte de su Hijo? ¿Piensas que pueda forjarse ilusiones sobre su utilidad? Tú ofendes a la Inteligencia de Dios. 

Ya has redimido a los que pueden redimirse con tu santa Palabra. No hace falta más. Cree que quien no cambia por la Palabra, no cambia por tu Sacrificio. Cree que el Padre te ha querido probar…  Pero le basta tu obediencia. No quiere más.

¡Le servirás mucho más viviendo! Puedes recorrer el mundo. Evangelizar. Curar. Elevar. ¡Oh feliz destino! ¡La Tierra habitada por Dios! Esta es la verdadera redención.

Rehacer de la Tierra el Paraíso terrestre en el que el hombre vuelve a vivir en santa amistad con Dios y oiga su Voz y vea su Semblante.

Un destino aún más feliz que el de los Primeros. Porque te verían a Ti: verdadero Dios, verdadero Hombre.

¡La Muerte! ¡Tu Muerte! ¡El tormento de tu Madre! ¡La mofa del mundo! ¿Por qué? ¿Quieres ser fiel a Dios? ¿Por qué? ¿Él te es fiel? ¡NO! ¿Dónde están sus ángeles? ¿Dónde su sonrisa?

¿Qué es lo que tienes ahora por alma?…  Un andrajo desgarrado, debilitado, abandonado.

Decídete…  Dime: ‘Sí’.

Jesús lo trata como si no estuviera.

Ora de nuevo, en pie con los brazos en cruz…

Después, de rodillas como antes, curvado el rostro sobre las florecillas. Piensa. Calla…

Es la Tercera Hora de su Batalla… 

Es la Locura, Es la Desesperación, Es la Agonía, Es la Muerte…

Enseguida gime y solloza tan fuertemente…  Tan abatido sobre los calcañares, que está casi prosternado.

Llama al Padre, cada vez con más congoja…

–          ¡Oh! ¡Es demasiado amargo este cáliz!… ¡No puedo!… ¡No puedo!…  Está por encima de lo que Yo puedo. ¡Todo lo he podido! Pero no esto… ¡Aléjalo, Padre, de tu Hijo! ¡Piedad de mí!… ¿Qué he hecho para merecerlo?… 

Satanás prosigue implacable:

–          ¿Oyes? Los sicarios salen del Templo… Decídete. Líbrate. Sé digno de tu Naturaleza.

Eres un sacrílego porque permites que manos asquerosas de sangre y libídine te toquen: Santo de los santos…

Eres el primer sacrílego del mundo. Dejas la Palabra de Dios en las manos de los puercos, en la boca de los puercos…

Decídete. Sabes que te espera la muerte. Yo te ofrezco la vida, la alegría. Te devuelvo a tu Madre. ¡Pobre Madre! ¡Tan sólo te tiene a Ti! Mírala como agoniza…

Y con maligna crueldad, le proporciona imágenes mentales del Calvario de María… mientras prosigue con Odio infinito…

Y Tú te preparas para hacerla agonizar aún más. ¿Pero qué clase de hijo eres? ¿Qué respeto tienes a la Ley? Tú no respetas a Dios. No respetas a la que te ha generado. Tu Madre… Tu Madre… Tu Madre…”.

Jesús aspira profundamente… y LEVANTA SU CABEZA…  Jesús vence a la Desesperación…

LA VENCE SOLO CON SUS FUERZAS HUMANAS, PORQUE QUIERE VENCERLA.

Solamente con sus fuerzas de Hombre, porque en estos momentos, no es más que el hombre. No es más que un hombre solo, a quién Dios no ayuda más…

Cuando Dios ayuda es fácil soportar aún al Mundo, como si fuera un juego de niños… Pero cuando no, aún el peso de una flor produce cansancio.

Jesús ahora llora con movimientos y suspiros de un agonizante. Levanta su rostro y es una máscara de sangre…

Se incorpora un poco y alzando su mano derecha, grita:

–         ¡NADA!… ¡NADA!… ¡FUERA!… ¡LÁRGATE SATANÁS!… ¡LA VOLUNTAD DEL PADRE!… ¡ESA!… ¡ESA SOLA!… ¡TU VOLUNTAD, PADRE!

La tuya, no la mía… ¡Inútil! No tengo más que un Señor: el Dios Altísimo y Santísimo. Una Ley: la Obediencia. Un Amor: la Redención.

No. No tengo más Madre. No tengo más vida. No tengo más divinidad. No tengo más Misión. ¡Inútilmente me tientas! ¡Oh, Demonio! Con mi Madre, con la Vida, con mi Divinidad, con mi Misión.

Tengo por madre a la Humanidad y la amo hasta morir por ella. La vida la devuelvo a quién me la dió y me la pide: el Supremo Dueño de todo ser viviente.

Afirmo la Divinidad al ser capaz de esta expiación. La Misión la realizo con mi Muerte. No tengo más, fuera de hacer la Voluntad del Señor mi Dios.

¡Lárgate Satanás!  ¡Retrocede, Satanás! Yo soy de Dios.

Después, con su respiración entrecortada, no pronuncia más que: ¡Dios!  ¡Dios! ¡Dios!

Lo llama con cada latido de su corazón. Y parece que con cada latido brotara la sangre. Los vestidos en la espalda la absorben y se oscurecen.

La tela, estirada sobre los hombros, se embebe de sangre y adquiere de nuevo un tono oscuro, a pesar del intenso resplandor de la luna llena que todo lo envuelve.

Y después de esta Oración, la marea de todo el Dolor del mundo se vuelca sobre Él. Lo prensa. Lo aplasta. Lo abate.

Materialmente es una piltrafa de hombre. Una pobre cosa inclinada sobre el suelo, con el rostro contra la tierra, sobre la hierba fresca, única piedad sobre su fiebre  de agonizante.

Espiritualmente es un alma torturada. Un pensamiento aterrorizado. Un corazón aplastado por el Abandono del Padre, por su rigor.

Por el conocimiento de la tortura que lo espera… Por el sufrimiento de verse befado, odiado, calumniado. Rodeado de curiosidad malsana que no se convertirá en bien, sino en mal.

Padeciendo las mentiras de los hipócritas fariseos que lo llaman Maestro y que le hacen preguntas, no porque acepten su inteligencia; sino para tenderle trampas.

Las de los que han sido curados y se convertirán en enemigos suyos en la sala del Sanedrín, en el Pretorio…

Las de Judas, que culminarán cuando en un beso de amistad, lo señalará a los soldados. Las de Pedro, que mentirá por temor humano. ¡Cuántas mentiras que le hieren a Él, que es la Verdad!

Sufrimiento supremo al pensar que ante el valor infinito de su sacrificio; Sacrificio de un Dios, muy pocos se salvarán.

Todos los que en el correr de los siglos, preferirán la muerte a la Vida Eterna. Y que de este modo convierten su Sacrificio en algo estéril.

También a éstos los tiene presentes. Y a sabiendas de ello, se dirige hacia la muerte…

Pasan algunos minutos indescriptibles…

Luego, cobrando nuevas fuerzas, dice:

–      Pero, Padre mío, no escuches mi voz si pide algo contrario a tu Voluntad. No recuerdes que soy Hijo tuyo, sino sólo servidor tuyo. Lo dije la Primera y la Segunda vez. Vuelvo a decirlo la Tercera: “Padre, si es posible pase de mí este cáliz. Pero, hágase tu Voluntad, no la mía”.

¡Largo de aquí Satanás! Yo soy de Dios…

Jesús el Vencedor acaba de vencer, la extrema tentación del Tentador.

Y el Corazón se ha quebrado con el esfuerzo. El sudor se ha convertido de gotitas, en regueros de sangre. Pero, el Héroe Supremo se ha convertido en el Vencedor…

Jesús ha vencido a la Muerte. Él y sólo ÉL. No Satanás.

La Muerte se vence aceptando la muerte.

AGONIA EN EL GETSEMANI

CASO DOS: 

EXPERIENCIA MÍSTICA DE LUZ DE MARÍA SOBRE EL AVISO 

De modo muy particular, el Señor me ha dado a comprender que vendrá un cometa que se acercará a la tierra, toda la humanidad lo verá, esto hará a muchas personas acercarse por pánico a la confesión, pero no por arrepentimiento.

Va a aparecer una señal en el cielo, “UNA CRUZ” por varios días, las personas de Fe sentirán la necesidad de confesar sus pecados, de arrepentirse, los demás dirán que es provocado por el hombre y se levantaran en contra de la Iglesia Católica, diciendo que es un ardid para atemorizar a la humanidad.

En medio de esta confusión y de un terremoto, vendrá el AVISO, del cual Nuestro Señor me permitió vivir una parte en la Cuaresma del año 2008, el día miércoles santo, la que describo a continuación:

Sentí en mi ser una angustia, como de algo que se acercaba y no sabía que era… como un susto, algo angustiante, que yo no sabía que era, pensé que algo iba a suceder, era algo que hacía que mí corazón palpitara aceleradamente.

Así pasé como unos 20 minutos, después la angustia fue creciendo, hasta que comencé a sentir como que el alma se me salía, porque poco a poco sentí una soledad espantosa que me iba llenando no solo el ser espiritual sino mi cuerpo físico.

Hasta que sentí una soledad terrible, la angustia me hacía caminar de un lado a otro, porque cada vez la soledad era más grande, yo era totalmente consciente de que me estaba quedando sin Dios en mi ser, mi alma estaba desolada, angustiada, yo caminaba buscando consuelo y no lo encontraba.

La soledad, el vacío era cada vez más grande, hasta que llegó el momento en que sentía enloquecer, ¡Mi alma se quedó sin Dios!

Y como una película comenzaron a desfilar dentro de mí, todos los pecados, quizás los más grandes que cometen los hombres: sentí o mejor dicho estaba viviendo, porque yo lo sentía como propios, los vivía,

Sentí lo que pasa por la mente, por el corazón, por el interior de las personas que se quitan la vida, viví esos momentos anteriores que padecen los que se quitan la vida,

viví lo que siente un niño cuando está siendo abortado, viví los abusos de los seres humanos que son ultrajados, viví la drogadicción, la prostitución, toda clase de pecados comenzaron a desfilar uno a uno dentro de mi alma,

era una desesperación terrible, yo sentía en mi mente que no podía salir de la casa, porque estaba abandonada de Dios, estaba viviendo “LA AUSENCIA TOTAL DE DIOS”,

Es un espantoso vacío, que nada lo llena, “aquí los hombres pecan y se arrepienten, pero no se siente el peso, la OFENSA que causa el Pecado, porque se tiene la Presencia de Dios”

Yo caminaba desesperada viviendo aquel Abandono de Dios, tan terrible…

Y en eso me acordé que mi esposo sí tenía a Dios y me fui a buscarlo a su habitación y le dije, ¡Por favor impóngame las manos sobre la cabeza, necesito que me pase a Dios, porque me abandonó!

Mi esposo asustado no sabía qué hacer, y me preguntaba ¿Qué te sucede? Y yo le decía desesperada, no tengo a Dios se me fue, por favor pásemelo; mis lamentos realmente eran de lo profundo de mi ser y él me decía ¿Qué rezo? Y yo le decía lo que sea, pero páseme a Dios!…

Esto fue en verdad desolador, amargo.

El oró, pero el vacío seguía, creo que fui tentada por el Demonio a salir de mi casa, tomar el auto y buscar a uno de los sacerdotes, pero yo dentro de mí sabía que si salía de mi casa, podía ser fatal.

Entonces, me tiré al suelo con los brazos extendidos en cruz y suplique a Dios que regresara a mí, en ese momento. Entonces ¡Mí alma me habló!

Yo sabía que era mí alma. Y me dijo unas palabras, que yo fui repitiendo conforme ella me las decía y sentí que el Espíritu Santo me estaba llenando.

Me fui sintiendo invadida por una Paz que jamás antes había experimentado, una paz que me saturó, que me fusionó, sentía el pecho rebosante hasta algo físico me quedó, una Presencia que hoy la siento todavía y abarca todo mi pecho.

Así será el AVISO, por eso, las personas que están en pecado se volverán como locas y el Demonio que estará esperando, las inducirá a quitarse la vida, para llevárselas como su botín antes que llegue la Hora de la Misericordia.

“el AVISO será para los que no están con Dios el momento terrible, insoportable en que se terminarán de entregar en manos del Demonio” que con sus legiones demoníacas cercaran a las almas,

para recriminarles el pecado en que viven y para decirles que no tendrán Perdón de Dios.

Para los que están tibios, será el momento del arrepentimiento, de gracia, porque al comprender el error pedirán perdón y se convertirán.

Y para los que están en Gracia será ese quedar llenos de la Presencia del Espíritu Santo.

Sabemos que después del AVISO, los que no creen, le darán una significación científica, para que la humanidad continúe en el error y el pecado crecerá y habrá Persecución.

Desde este día mi vida no es la misma, Dios en el AVISO nos dará conciencia del pecado; ese día jamás lo olvidaré, lloré en esos momentos en que no sentía a Dios.

No podía ni pensar porque la Ausencia de Dios superaba todo, solo sentía el vacío y vivía en mi carne los pecados que llegaban unos tras otros, aumentando la angustia y la soledad.

En este momento en que escribo y cuando hablo de ello lloro. Lloro porque el solo recuerdo me duele tanto, que siempre le pido a Nuestro Jesús no me vuelva a hacer pasar por eso, porque creo que no lo resistiría más.

Esa es mi experiencia personal sobre el AVISO, la trascripción de esta vivencia, de este padecer con Jesús.

Él me ha dicho que “ESTO SENTIRÁN LAS ALMAS EN EL AVISO

Y QUE ES SOLO UNA GOTA DE LO QUE EL VIVIÓ EN GETSEMANÍ POR NUESTRAS CULPAS”

Se repite una experiencia similar en donde Luz de María recibe un mensaje de nuestra Madre Santísima, anunciando la proximidad del AVISO, aquí su relato:

Mi experiencia del AVISO que tuve con el mensaje de Mamá María hace poco fue similar a la anterior, solo que aquella vez fue con tal intensidad que pasó frente a mí cada pecado, con su grado de ofensa a Dios, con el dolor que causa a Dios y con el recargo que tiene hacia toda la humanidad.

FUE UN ABANDONO DE DIOS TOTAL, no solo a nivel personal, sino en ese momento sentí el Dolor del Cosmos en general, al mirar a Dios alejado de Su Creación por la voluntad humana.

En ese momento Jesús me hizo sentir que así se sentiría en el AVISO expresamente

EL ABANDONO DE DIOS, NO POR EL QUERER DE DIOS

Sino porque en ese momento será Dios que atendiendo al querer del hombre de hacer uso de su libre albedrío, le complacerá una vez más.

Las dos vivencias son muy similares, solo que la de la Cuaresma sé que provenía de la Santísima Trinidad y la intensidad fue mucho más fuerte, aunque en esencia la misma y esta del mensaje anterior provenía del Dolor de Nuestra Madre,

Que comprendo, que son uno solo, porque la Madre Santísima es el recinto Trinitario; por eso el alejarse de Dios, es alejarse de la Madre.

Las dos vivencias han sido muy fuertes, pero más la primera aunque ninguna quisiera que se repita!

Quizás por estas vivencias misericordiosas, es que trato y lucho de cuidarme de caer en pecado y me confieso cuanto puedo y me duele Ofender a Nuestro Jesús, porque no quisiera me encontrara Ofendiéndole.

Por lo que me ha dicho Jesús, con el Aviso, que es totalmente interior en el sentir, habrá una parte también que va a ser a nivel cósmico, porque todo el Cosmos quiere Purificarse, ya que ha sido contaminado por el Pecado del hombre.

La Creación, que está en total concordancia con la Santísima Trinidad, quiere liberarse de la contaminación que el hombre le ha cargado.

Así que se bien que como Nuestro Señor nos da siempre tres, la tercera vez que pasaré por esto será en el AVISO y ruego al Cielo esté preparada para esta gracia.

Después de las dos vivencias sobre el AVISO, aunque como digo la primera supera la que compartí con el mensaje de Mamá María, siempre la visión y la vivencia es como si fuera la primera vez y quizás porque la del 2008 fue un sentir a nivel cósmico, la de ahora fue más en el plano humano.  

Cuando miro a Jesús y me habla, para mí cada vez es como la primera y la vivo con tal intensidad al igual con Mamá María, cada revelación es como si fuera la primera, es un total enamoramiento Divino.

Jamás uno podrá acostumbrarse, por lo menos yo no, a mirar a gustar a vivir el Amor Trinitario y el Materno. En cada ocasión es en verdad la primera.

Esto es lo que a mí Jesús me ha permitido vivir referente a esta gracia para la humanidad, entonces habrá su parte visible para todos, con la Señal en el Cielo primero,

Luego he visto la Luz Santísima sobre la Humanidad que vendrá a sacar las tinieblas que cubren con tanto pecado la Tierra y el Cosmos,

TOCARÁ LA CONCIENCIA DEL HOMBRE Y DIOS SE RETIRARÁ POR UNOS MOMENTOS,

Esta fuerza Divina chocará visiblemente con la Tierra y se mirará en el Cielo y la Tierra temblará…https://www.revelacionesmarianas.com/aviso.html

Deja un comentario

Descubre más desde cronicadeunatraicion

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo