Archivos diarios: 10/10/20

DOS SACRAMENTOS

Octubre 09 2020

Habla Dios Padre
Hoy hijitos Míos, os voy a recordar la importancia que tienen Mís Sacramentos.

Todos vosotros los conocéis y la gran mayoría aprovecháis unos u otros; pero existen muchos hijos Míos que, o ya no recurren a ellos o simplemente no les interesan.

Mís Sacramentos, como lo sabéis, os conceden una investidura muy grande, una investidura real.

Os preparan, según la forma de vida que os tocó en la Tierra, a regresar a Mí, ataviados con la realeza de la cual sóis partícipes en Mí Reino.

La primera investidura que purificará vuestra alma, es la del Bautismo.

TODOS Mís hijos, sin excepción, deberán poseer ésta investidura. Nadie está exento de mancharse con el Pecado de Orígen y un alma no puede abrirse a Mí Gracia,

y no está debidamente preparada para recibir Mís Enseñanzas y Mí Luz de Sabiduría si no es a través del Sacramento del Bautismo.

El Sacramento del Bautismo os regresa a Mí. Ya os había explicado antes que vuestras almas son parte de Mí Mismo, os estoy dando Mí Plena Vida, sóis Míos,

pero por causa del pecado de vuestros primeros padres, ése pedacito de Mí, en vosotros se mancha y nada puede volver a Mí y fundirse en Mí Amor, si no está debidamente purificado.

La primer purificación se recibe por éste Sacramento el cuál se puede recibir en tres formas: el Bautismo del Agua, el Bautismo de Sangre y el Bautismo de Deseo.

El Bautismo de Agua es el que habéis recibido la mayoría de vosotros y que ya conocéis, los otros dos son muy importantes y en ellos les mostrará como actúa Mí Misericordia.

El Bautismo de Sangre se dá, por ejemplo, en Mís pequeñitos bebés abortados o en aquellos, que perteneciendo a otra religión que no es la Católica,

por inspiración del Espíritu Santo aceptan unirse a Mí Iglesia y que estando en tiempos de persecución y martirio defienden su nueva Fé y ofrecen su sangre unida a la de Mí Hijo

alcanzando con ello Mí Vida Espiritual y Salvación Eterna.

“SU DIOS ES MI DIOS” Uno de los 21 ejecutados por ISIS no era Cristiano Copto. Se volvió Cristiano al ver la inmensa FE de los otros 20 mártires. Como no negó a Jesucristo, también fue decapitado y llegó al Cielo, con boleto express.

Generalmente aquí se trata de adultos que conscientemente ofrecen su sangre por la Iglesia.

En el caso de los bebés abortados, el alma, como os lo he explicado, ya conoce su misión y sabiendo que vivirán sólo una horas o pocos días o solo los primeros meses de gestación,

Me ofrecen su sangre junto con la de Mí Hijo, por la salvación de sus padres primero, que han permitido el aborto y después, por todas las demás almas que lo necesiten.

Nada se pierde en Mí Cuerpo Místico, todo lo tomo para vuestra salvación.

El Bautismo de deseo es el que Yo más uso con Mís hijos que pertenecen a otras religiones.

Deberéis acordaros que todos vosotros sóis Mís hijos, antes que nada. Vuestro lugar sobre la Tierra tiene un propósito definido y ése no lo escogéis vosotros, lo escojo Yo, Vuestro Padre.

Vosotros al aceptarlo, estáis aceptando Mí Voluntad y ya eso Me complace.

Al así obrar Yo Vuestro Dios, no puedo más que derramar Mís Gracias y Bendiciones sobre las almas que así aceptan Mí Voluntad.

Ayúdame Señor Jesús a encontrarte, para conocerte y amarte como debo hacerlo en la eternidad

Todos vosotros, estéis en donde estéis viviendo, sigáis la religión que sea, siempre y cuando busquéis al verdadero Dios siguiendo los Mandatos de Mí Santo Espíritu en vuestros corazones,  estaréis bajo Mí Protección Divina.

Mí Ley está marcada en cada corazón, en TODOS Mís hijos, si la seguís y obedecéis y aunque no tengáis el Bautismo que dejé para Mí Iglesia,

Tendréis la oportunidad con el Bautismo de deseo al fin de vuestras vidas, cuando Yo Me presentaré ante vosotros y os pediré libremente si Me aceptáis como vuestro Verdadero Dios.

Vuestra afirmación confirmará toda vuestra vida y en ése momento todos vuestros actos humanos serán tomados y santificados

y os atraeré hacia Mí para vivir eternamente unidos.

El otro Sacramento del que os quiero hablar hoy es el del Matrimonio.

Este Sacramento reviste una importancia tal que os diferencía de los seres inferiores.

Los animales se guían por el instinto que Yo puse en ellos para la conservación de la especie. 

7. Entonces Yahveh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente. GÉNESIS 2, 

A vosotros os he dado el señorío sobre todo lo creado y así podéis usar de Mís creaturas inferiores para vuestro sustento.

Lográis mejorar la carne, la leche, el rendimiento general en ellos para vuestra subsistencia a través de la sabiduría que os concedí.

Vosotros, Mís hijitos, tenéis un alma, la cuál no existe en los seres inferiores, sóis parte de Mí y Me transmitís a través de vuestros hijos.

Siempre ha sido así. Vosotros provenís de vuestros primeros padres y no habéis seguido ninguna evolución a partir de primates, puesto que el alma no sigue ninguna evolución,

el alma es parte de Mí y nunca la he puesto en animales inferiores.

Cuando vosotros os unís en matrimonio y seguís Mís Designios como antiguamente, en las primeras épocas de la Humanidad,

eran Mís Leyes en sus corazones y ofrecidos a Mí en forma personal y directa, lo que hacía que esos matrimonios estuvieran bendecidos.

Posteriormente Mís Designios, dejados en boca de los profetas, era los que os conducían a mantener el Orden Divino en el Matrimonio.

“Oh Jesús Sacerdote, guarda a tus sacerdotes en el recinto de tu Corazón Sacratísimo, donde nadie pueda hacerles daño alguno; guarda puros sus labios, diariamente enrojecidos por tu Preciosísima Sangre. Entregamos en tus divinas manos a TODOS tus sacerdotes. Tú los conoces. Defiéndelos, Ayúdalos y SOSTENLOS, para que el Maligno no pueda tocarlos. Amén

Con la llegada de Mí Hijo Jesucristo os dejo Mís Designios a través de la Iglesia,

pero son siempre Mís Designios los que se deben de tomar en cuenta primero, para la formación de la familia.

Hay en muchos de vosotros uniones con el sexo opuesto, estáis formando así sólo una unión de seres, carnal no espiritual, porque os estáis uniendo por un amor egoísta sólo viendo vuestra felicidad

y no viendo Mí Obra de Procreación, tanto Divina como humana, en vuestra unión.

El pecado grave que se desprende de tal unión consiste en el no santificar vuestros actos con Mís Deseos Divinos.

Si vosotros recapacitáis bien y honestamente, ya sea en vuestras uniones libres o en vuestras uniones adúlteras, primeramente estáis viendo vuestros intereses, vuestra felicidad, vuestro instinto carnal

y no Me habéis visto a Mí ni a Mís intereses, Mís Preceptos y Mís Leyes, antes que a vosotros.

Nuevamente os ponéis en Mí contra, primero vosotros y luego Yo. Y eso si existe realmente un lugar en vuestras vidas para Mí.

Me alegra saber que de todos los ególatras, YO SOY el mejor de TODOS

Hijitos Míos, Mís Leyes son inmutables, Mís Leyes son eternas, las dí una sóla vez y son para siempre.

No son obsoletas, como muchos pregonan, porque ahora una gran mayoría se ha dejado llevar por el pecado de la lujuria y quieren “adaptar” Mís Leyes a su concupiscencia.

¡No hijitos Míos! MIS LEYES SON Y SERÁN SIEMPRE, PARA SIEMPRE 

Vuestros tiempos cambian, vuestra forma de obrar cambia, vuestros valores cambian, pero sóis vosotros los que cambiáis, no Yo, Vuestro Creador.

El matrimonio cristiano, Sacramento que asegura Mi Vida sobre la Tierra a través de la transmisión de Mi Amor y de mis Enseñanzas de los padres hacia los hijos.

Este Sacramento santificado en las Bodas de Canaán, teniendo a Mi Hija, la Santísima Virgen María como intercesora, hace que éste Sacramento una el Cielo con la Tierra.

Los hijos que provengan de un matrimonio bien realizado por Mi Iglesia, entran a la Tierra con grandes posibilidades de santificación,

puesto que Mis Valores, Mis Gracias, Mis Enseñanzas están casi aseguradas en ellos.

El matrimonio cristiano debiera y debe ser, el núcleo de vida de la Iglesia y de la sociedad.

El matrimonio cristiano debe ser ejemplo de la vida que Mi Hijo os dio sobre la Tierra, los valores que Él os enseñó son y serán inmutables por los siglos de los siglos.

Es Mi propia vida la que se debe vivir en el seno de la familia, debe ser una prolongación del Cielo, al vivir los valores y las virtudes que se viven en el Cielo.

Debe ser principio de vida y transmisión de vida en toda la familia.

Debe ser una copia fiel de la familia por excelencia, que formaron Mi Hijo y Sus Padres, María y José.

La familia, en su núcleo cristiano, debe ser también simiente para mantener la vitalidad de Mi Iglesia.

Si un hijo Mío proviene de una familia en donde prevalezcan las virtudes que Mi Hijo les enseñó y

SI ESE HIJO MÍO ESCUCHA EL LLAMADO DE MI CORAZÓN

PARA DAR SU VIDA PARA EL SACERDOCIO

Tendrán con seguridad un sacerdote virtuoso y estable emocionalmente, quién podrá dar juicios acertados a los problemas cotidianos de las personas que a él se acerquen.

¿Pero qué pasa ahora con los matrimonios cristianos?

Cada vez son menos, las virtudes poco se buscan, la vida espiritual casi no se concibe.

No hay momentos de intimidad espiritual entre los miembros de las familias actuales.

Muchos matrimonios se hacen llamar cristianos porque se casaron en una Iglesia, pero ¿Qué hay de su vida posterior?

Nada o prácticamente nada.

Asisten a Misa, si bien les va, una vez a la semana por cumplir con el requisito mínimo que marca la Santa Madre Iglesia, pero

¿Qué vida de amor y de virtud se lleva en él?

Otros matrimonios cristianos se apagan en el amor porque no hubo suficiente “leña” de virtudes y de aceptación del compromiso hecho Conmigo.

Les importa más su bienestar, su paz, su autonomía, en vez del sacrificio y la abnegación que Yo pido entre los casados.

Otros prefieren ir en Mí contra, se vuelven traidores a Mi Sacramente y a Mis Preceptos y se cambian de religión apostatando a la real y verdadera,

para poder nuevamente casarse y llevar una religión más suave, sin tantos compromisos,

porque en esas otras religiones o sectas, son más “conscientes de la realidad actual” y los invitan a destruir Mi Ley y a ponerse en contra Mía.

Hijos Míos, vuestra concupiscencia y vuestra falta de amor a Mis Preceptos, os hacen cometer graves faltas que sólo os atraerán pecado y dolor futuros.

Os gusta señalar en crítica el mal que hacen vuestros semejantes y no os dais cuenta que estáis obrando igual o peor que el que criticado.

Un antiguo hijo Mío, Enrique VIII, por hacer su voluntad y dejar que su concupiscencia lo doblegara, crea su propia Iglesia, destruyendo en parte Mi Cuerpo Místico, formando así una secta protestante,

¿No hacéis vosotros lo mismo ahora?

Os separáis de Mi Vida de Iglesia aceptando lo que otros os proponen y así estar en Mi contra, en vez de luchar con valor contra vuestra concupiscencia y defendiendo los valores de Mi Iglesia.

Vosotros sabíais que la vida sobre la Tierra no iba a ser fácil, pero Yo os dí Mis Virtudes, el Amor, la guía del Espíritu Santo y de las Palabras

y Ejemplo de Mi Hijo el cuál fue poco aceptado en Su Tiempo.

Sois cobardes hijos Míos y esa cobardía tendrá que ser juzgada en vuestro momento.

No tenéis excusas que valgan, porque Me tenéis a Mí, tenéis las Enseñanzas y Vida de Mi Hijo, Sus Méritos y Su Muerte y Su Resurrección.

Tenéis la guía interna del Espíritu Santo y la ayuda de Mi Hija la Siempre Virgen María.

“ES QUE YO NO QUIERO...”

ES VUESTRO EGOÍSMO, ES VUESTRA SOBERBIA,

ES VUESTRA CARNALIDAD QUE NO HABÉIS LOGRADO VENCER,

POR LA FALTA DE VIRTUD.

Porque no Me buscáis, porque no Soy lo primero en vuestras vidas, como debiera ser, porque no Soy para vosotros vuestro Dios en todo momento,

sino el de conveniencia, el que les resuelve sus problemas para luego seguir siendo los mismos después de obtener el favor.

Así como vosotros Me habéis hecho a un lado de vuestras vidas, así os haré a un lado de la Mía.

Yo deseo un Mundo de virtud y de amor como lo formé en el Principio y aquellos que se han dejado embaucar por la Serpiente, deberán sufrir lo mismo que vuestros primeros padres.

El Día del Juicio ante el Tribunal de Cristo, seremos recompensados. O nuestras obras serán quemadas como la paja. Tal vez recibamos alguna recompensa, QUIZÁS NINGUNA.

Yo no Soy el juez malvado que os imagináis, vosotros mismos os juzgaréis cuando Yo, Vuestro Padre, os presente e vuestro juicio personal vuestra actuación ante la Mía, vuestro proceder, ante Mis cuidados amorosos,

las múltiples ocasiones que puse en vuestras vidas para que recapacitarais ante vuestras múltiples negligencias y sordera a Mi Voz.

Hijos Míos, os amo profundamente, necesito de vosotros. Pero un Padre necesita que el hijo acepte y que pida perdón por el mal hecho.

Yo puedo perdonar todo, acercaos a Mí, volved a la Casa Paterna como el hijo pródigo y ya no pequéis.

Defended los principios básicos de la familia y luchad arduamente contra lo que Mi enemigo os propone.

Mantened la vitalidad de las familias aceptando los hijos que os mando.

Reflexionad y ved que si vuestras familias y el Mundo actual están así, no es por Mi falta de ayuda,

Construyendo la propia CONDENACIÓN

sino por vuestra obstinación en manteneros en el pecado y en la frialdad de corazón hacia vuestro Padre.

Yo exijo Mis derechos, así como vosotros los exigís de vuestros semejantes.

Os he dado demasiado y vosotros os empeñáis en destruir Mi Obra de vida y salvación.

No os dais cuenta que la orden que dí a vuestra naturaleza de “CRECED Y MULTIPLICAOS” está siendo profanada hasta lo más profundo.

Vosotros sabéis que ése es veneno de Mi Enemigo, de vuestro Enemigo, quien no desea vuestra salvación, que os pone en Mi contra.

Aún así, recordad que Mí Misericordia todo lo puede perdonar en un corazón contrito.

Mí Enemigo ha logrado engañaros en forma de seguir Mís Leyes, regresad al buen camino, a Mís Leyes, a Mí Amor.

Mateo 18, 9-10 Marcos 9 41-50

Hay cosas en vuestras vidas que ya no se pueden cambiar, que ya no se pueden remediar.

Acercáos a Mí, a Mí Presencia con espíritu contrito, con verdadero espíritu arrepentido, reconociendo vuestra falta y el dolor tan grande que Me habéis infringido

y confiad en que Mí Misericordia os alcanzará la Paz Eterna.

No dudéis, porque la duda Me causa mucho dolor y además no permite que Mí Misericordia actúe libremente sobre vosotros.

Yo os amo a todos, pecadores y no pecadores y a todos vosotros os quiero de regreso en Mí Reino Celestial,

pero sólo deseo vuestra confianza plena en Mí y vuestro regreso sincero en vuestro actuar con amor, tanto para Conmigo como para con vuestros hermanos

21. El hijo le dijo: “Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo.”

y de ésta forma Me daréis razones poderosas para rescataros, estéis en donde estéis y hubiérais hecho lo que hubiérais hecho.

El Amor todo lo puede, TODO. Confiad en Mí Amor, buscádlo y llevádlo a todos vuestros hermanos.

NO os dejéis llevar por todo aquello que os separe de Mí. Yo Soy Vuestro Dios y Mí Misericordia es Eterna.

Venid a Mí, todos aquellos que habéis sido llamados desde el Principio de los Tiempos, reconoced Mí Presencia en vosotros, seguíd Mí Voz en vosotros y así no fallaréis.

Recapacitad, el tiempo es corto, vivid Mis virtudes, vivid cobijados en Mi Amor. Os amo .

Yo os bendigo con Mí Santo Amor, con el de Mí Hijo y con el del Espíritu Santo.