PODEROSO SANTO ROSARIO 316 min read

Habla la Santísima Virgen María

Hijitos Míos Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y os acompaño, os protejo, os guío. 

Yo Soy Escudo contra toda la Maldad que os quiera atacar y destruir.

Sí Mis pequeños, la Maldad ha tomado un gran poder sobre la Tierra, pero Yo estoy aquí cuidándoos, cuidando al rebaño de Mi Hijo,

Cuidando a aquellos que Le son fieles, que quieren seguir Sus Pasos, que quieren aprender de Sus Palabras, que se quieren llenar de Su Amor.

Mis pequeños, ciertamente hay mucha maldad pero os protejo, para que vosotros seáis Luz en estos momentos de tinieblas. 

Yo os iré guiando e iréis vosotros llevando la Luz del Amor, la Luz del Evangelio.

La Luz de cada Palabra que Mi Hijo dio, es Luz para las almas de vuestros hermanos; pero desgraciadamente y lo tengo que decir así, es Luz para aquellos que quieren escuchar.

Porque hay tantas almas que han cerrado su corazón, que no quieren saber nada de su Dios y estas almas, con esa actitud, están destruyendo su futuro.

Mis pequeños, son días difíciles, días de maldad, días en los que el Enemigo trata de burlarse del Amor de Nuestro Dios y Señor, pero no podrá.

Así, como ahora estáis vosotros reunidos, también, voy reuniendo grupos alrededor del Mundo y esto va creando una fortaleza.

Un Rosario, que es lo que os he pedido que hagáis y es lo que hará que Mi Corazón Inmaculado venza al Enemigo. 

Son Mis tiempos, este es el Tiempo que Me concedió el Padre desde el Génesis; son Mis tiempos para pisar la cabeza de Satanás.

Son Mis tiempos para Vencerlo; son Mis tiempos, en donde el Amor.

El Amor que Me llena de Mi Dios en Su Santísima Trinidad, vencerá la maldad y será encadenada esa Maldad de Satanás.

Os he pedido, en todas Mis Apariciones, el rezo del Santo Rosario. 

Es una invocación hacia Mi Corazón, es una invocación que Yo hago a Mi Dios, vuestro Dios.

Y con eso voy ganando Gracias, Bendiciones, para todos vosotros.

Cada vez que repetís Mi Nombre, Satanás pierde fuerza, él no soporta escuchar Mi Nombre, Mi Nombre sencillo: María. 

Cuando vosotros lo hacéis de corazón, Satanás va perdiendo fuerza y es por eso que os lo he pedido alrededor del Mundo,

para que Yo, siendo vuestra Madre, vuestra Guía y Protectora, vayaMos, entre todos, venciendo a esta Serpiente Antigua, llamada Satanás.

Os tenéis que unir Mis pequeños. Y qué mejor que a través de las cuentas del Santo Rosario,

ellas os dan protección pero, también vida y crecimiento espiritual.

Cuando vais meditando los Misterios, dejáis que Mi Esposo, el Santo Espíritu de Dios, os dé lecciones de Amor, lecciones de la Vida de Mi Hijo, lecciones que os van a santificar, Mis pequeños.

Cuando realmente vivís el Santo Rosario, estáis viviendo la Vida de Mi Hijo, la estáis meditando y le dais un gozo inmenso.

 Y así entre los dos, os vaMos cuidando y os vaMos santificando.

Vivir unidos al Santo Rosario, os va dando un camino seguro para llegar al Reino de los Cielos, pero no llegáis como todas las almas que no lo quieren rezar,

sino como os dije: llegáis santificados, llegáis con un Amor inmenso hacia vuestro Dios, Mi Jesús, Mi Hijo y hacia Mí, vuestra Madre, la Siempre Virgen María.

Es tanto el Amor que os teneMos Mis pequeños, es tanto el Amor y rezar el Santo Rosario, es una forma en que vosotros Nos dais vuestro amor.

Y así, Nos compartiMos el Amor los unos a los otros, viviMos el Cielo en la Tierra.

Por eso os pido nuevamente Mis pequeños, que recéis el Santo Rosario, con el mayor fervor posible, entregados totalmente a la meditación.

Que cada una de vuestras palabras salga de vuestro corazón y que llegue directamente al Corazón de Mi Hijo y al Mío. 

Meditad, meditad cada Misterio.

Antes de que empecéis el Misterio, nombradlo y llevadlo a vuestro corazón, poneos en el preciso lugar y en ese preciso momento de la Vida de Mi Hijo y de la Mía, acompañadNos.

¿Qué haríais vosotros en esos momentos? ¿Cómo viviríais vosotros esos momentos de cada Misterio? 

Recordad que para Nosotros no hay tiempo y si vais a estar con Nosotros, estaréis en ese tiempo.

A momentos, alabaréis el Santo Nombre de Mi Hijo en Su Nacimiento.

A momentos, Me agradeceréis a Mí, vuestra Madre, haber sido la Madre del Salvador.

A momentos, Me acompañaréis con Mi Hijo en momentos de Gloria o en momentos dolorosos.

El Santo Rosario, no es para rezarse rápido y sin sentido, es para que os acerquéis a la Vida de Mi Hijo y a Mi Vida, Mis pequeños. 

El Santo Rosario os debe acercar a Nuestra Vida: una Vida salvífica, una Vida de Amor, pero también de Dolor y a una Vida de Triunfo.

A eso os lleva el Santo Rosario, Mis pequeños. Triunfaréis junto con Nosotros, con la Resurrección de Mi Hijo, con Su Ascensión y Mi Asunción.

Vosotros como os dije, estaréis preparados para también, tener vuestra Gloria, en el Reino de los Cielos, por haber sido fieles al Santo Rosario. 

Mis hijos, Mis hijos verdaderos están Conmigo y se unen a Mí en el Santo Rosario.

No os separéis de él, invitad siempre a las almas del Cielo, del Purgatorio, uníos a las de la Tierra y a las del Universo entero,

NO ESTÁIS SOLOS Mis pequeños, ¡No estáis solos! 

Con tu Rosario Madrecita, convertido en la Red Divina de la salvación, te entrego con cada Ave María, LAS ALMAS DE…

Juntos vencereMos a la maldad y dareMos camino para la nueva realidad, que pronto se ha de manifestar a la Tierra y al Universo entero.

¡El Triunfo, el Triunfo de Mi Hijo, el Triunfo del Amor de la Santísima Trinidad!, también, vuestro triunfo, por ser fieles al Amor.

J. V. dice: Veo a la Santísima Virgen y de Su Corazón sale mucha Luz.

Hijitos Míos, Mi Hijo, Mi Dios y Señor, Me ha dado Su Corazón,

Yo Soy Su Madre, sufriMos juntos la Pasión, Su Muerte y gocé inmensamente Su Resurrección.

La Luz que sale de Mi Corazón, llega a todas las almas, toca a todas las almas, pero no todas reciben esta Luz de igual forma.

Aquellas almas que han sido tocadas anteriormente por Mi Hijo, que han recibido Su Luz y  han cuidado esa Luz en su corazón,

al ser tocados por Mi Luz, aumentan de Gracia, aumentan su amor por Mi Hijo y por Mí. Y gozosos están, porque saben lo que esto significa, Mis pequeños.

Os preguntaréis qué significa y es el Retorno de Mi Hijo, es la Luz de Salvación, es la Luz transformadora que al salir de Nuestros Dos Sagrados Corazones,

purificará todo aquello que ha sido afectado por el pecado, que ha sido afectado por Satanás, que ha sido afectado por el error que vosotros Mis pequeños, habéis dejado entrar a vuestro corazón.

(Se dirige a J.V.) Ciertamente Mi pequeño, no ves Mi Rostro, es tanta la Luz que sale de Mí, que no te permite verMe bien.

Pero entended Mis pequeños, es Luz de Amor, que brota inmensamente, de una Madre que os ama infinitamente.

¡Cómo quisiera que esta Luz que proviene de Mi Dios y Señor, os transformara, para que Yo os pudiera tomar y regresaros al redil de Mi Hijo!

Porque ciertamente hay almas que, a pesar de recibir esta Luz transformadora y purificadora, no hace mella en su corazón, no hace mella en su alma, no hace mella en su arrepentimiento.

NO buscan ser mejores, no toman en cuenta todo lo que Mi Dios y Señor ha hecho por ellos y tampoco, toman en cuenta lo que Yo trato de hacer con sus almas.

Los cristianos que viven el evangelio de San Evangelista: un evangelio que NO EXISTE, pero que ellos han acomodado a su manera de vivir. Con la Palabra de Dios que les gusta, DESECHANDO lo que les disgusta….(Porque se NIEGAN A OIR LO QUE NO LES CONVIENE)

Almas necias, almas pecadoras, almas que no quieren dejar entrar esta Luz en su ser y ser transformados, para que puedan gozar de los bienes que Nuestro Dios y Señor tiene preparados para todos vosotros.

A ese grado llega Satanás a destruir las almas, a convencerlas de que NO deben recibir la Luz de Mi Hijo, ni la Luz que sale también, de Mi Corazón de Madre Amorosa.

Es un dolor muy grande el que Nos producen estas almas.

Ya no son portadoras de Amor, ya no son portadoras de Vida, son almas que se han dejado tomar plenamente, por Satanás y mucho mal causan a otras almas.

Por eso viene esta Purificación Universal, para que no sean afectadas tantas almas que aún dudan, que todavía no tienen bien cimentadas las Virtudes, el Amor, la vida íntima con Mi Dios y Señor.

Estas almas malas, son como un cáncer que va destruyendo almas buenas; almas que pueden dar mucho, pero no están muy convencidas de la vida de la Gracia que de Mi Dios y Señor, brota.

Os amo tanto Mis pequeños, y Satanás sabe que éstos son Mis tiempos en que voy a recuperar la mayor cantidad de almas; para que no se condenen.

Y por eso Me ataca tanto, ataca Mi Santo Nombre, ataca a las Iglesias, ataca todo aquello que lleva Mi Presencia. 

Soy su enemiga y trata de evitar que esta Luz Amorosa, que esta Luz de Madre que os ama tanto, llegue a vuestros corazones

y os pueda mover hacia el camino de la felicidad, que se da cuando volvéis a recibir, en vuestro corazón, la Gracia de Nuestro Dios.

Orad Conmigo, Mis pequeños, ¡Os he pedido tanto el rezo del Santo Rosario! 

Orad Conmigo para que juntos, rezando el Santo Rosario, podaMos vencer a las fuerzas de Satanás, que se han desatado a unos niveles altísimos y por eso, estáis viendo tanto mal alrededor vuestro.

Con el Santo Rosario, podeMos y quiero recalcar esto, PODEMOS, porque Yo estaré siempre con vosotros, destruir las fuerzas de Satanás, doblegarlo, humillarlo, que esto es lo que más le duele a él, por su soberbia.

Él se siente vencedor, pero será vencido por una Mujer y por todos aquellos que aman a esta Mujer, que Soy Yo, Mis pequeños.

No os separéis de Mí, juntos oremos, sirvaMos a Nuestro Dios.

En la Cruz, Mi Hijo pedía almas, acompañadMe, Mis pequeños, a dárselas.

Vivió y murió por vosotros, vivió y murió por las almas y de todos los tiempos.

Vivió y murió para ver una transformación y de esta forma, regresara la humanidad a ser como al Principio, antes del Pecado Original.

Oremos juntos Mis pequeños, para que, al vencerlo, no pueda seguir moviendo a tantas almas al error y a la maldad, como las tiene ahora;

Y al perder fuerza, muchas almas se liberen de esa maldad que les está quitando su libertad, que les está llevando por caminos de obscuridad-

Y que no les permite ver la Luz que emana de Nuestros Corazones Sacratísimos.

AcompañadMe, y ayudadMe a salvar estas almas que, aparentemente, no sufren, pero Satanás las engaña a tal grado y les promete tantas cosas,

que ciertamente no se las va a cumplir, pero que serán atormentadas eternamente si no se las quitaMos.

Confiad, pues, Mis pequeños, en esta oración tan sencilla, pero tan poderosa, que es el rezo del Santo Rosario.

Recordad, la sencillez y la Humildad, cuando están ante los Ojos de la Santísima Trinidad, se vuelven armas poderosísimas contra la soberbia de Satanás.

Seguid siendo Mis pequeños hijitos, obedientes, amadísimos de Mi Corazón, que Me ayudáis a darLe almas a Mi Hijo.

QuitémosLe esa sed que Le agobia tanto en la Cruz, dándoLe las almas que Él quiere, porque Se dio por todas.

Visión: Veo a San Miguel Arcángel, está luchando contra muchos demonios, se ve hasta pequeño ante esos demonios tan poderosos, pero no pueden contra él.

Se ven de formas feas, no les alcanzo a ver una forma exacta, pero se ven como cosas negras, algo grandes, sin formas exactas, pero no lo pueden vencer.

Hijitos Míos, la batalla es fuerte en los Cielos y vosotros estáis sintiendo esta fuerza de Satanás entre vosotros.

Sabed que estáis siendo protegidos contra la fuerza total de Satanás.

San Miguel, junto con los Ejércitos Celestiales, lucha contra esas fuerzas satánicas; él puede vencerlos, pero vosotros sois muy pequeños y débiles

porque os falta una vida más profunda en la Oración, que con ella podéis vencer más fácilmente a los demonios y a todo aquello con lo cual os quieren llevar a la perdición de vuestra alma.

Estad atentos también, Mis pequeños, como se os ha pedido antes, en mantener una devoción muy grande por las benditas ánimas del Purgatorio. 

Ellas tuvieron ya su tiempo sobre la Tierra, padecieron lo que vosotros estáis padeciendo, conocen lo que el pecado produce en el hombre, en su alma, en todo su ser;

conocen la afectación que su pecado causa en el Cielo y lo que su pecado causa con la relación entre hermanos.

Ahora están en tránsito de purificación para poder llegar al Cielo, cuando estén purificadas y aptas para gozar eternamente el regalo que Mi Dios y Señor tiene preparado para cada una de ellas. 

Ciertamente ellas, como se os ha enseñado, no pueden orar por ellas mismas y necesitan de vuestras oraciones, vuestra donación, vuestros sacrificios,

para que vosotros podáis acelerar ese tránsito y que puedan gozar ya las delicias del Reino de los Cielos, pero mucho se os ha olvidado pedir por ellas,

En el Purgatorio tenemos que APRENDER a AMAR HASTA ALCANZAR LA SANTIDAD, completamente SOLOS, sin la ayuda Divina…

son pocas las almas que les ayudan a que su purificación sea más rápida.

Sabéis, porque se os ha explicado, que ellas, cuando ya entren al Reino de los Cielos, os ayudarán en vuestra lucha propia y contra Satanás para que lleguéis prontamente al Reino de los Cielos.

Tenéis esa lucha doble, el venceros a vosotros mismos, el vencer vuestras pasiones, el vencer vuestras debilidades que os llevan a pecados graves y menos graves,

pero también ciertas almas sufren de ataques más fuertes de parte de estos enemigos del Bien y por eso, Mis pequeños, debéis estar preparados continuamente para poder vencer sus tentaciones

y poder vencer toda la maldad que ellos provocan a vuestro alrededor y también en vosotros mismos, desviándoos de diversas formas para que no os mantengáis en el camino del Bien.

La oración es imprescindible, Mis pequeños, para que se vayan agudizando vuestros sentidos, porque Satanás cada vez se vuelve más sutil para engañaros y llevaros hacia el mal.

 Ahí debéis poner más atención, en esa sutileza maligna que os puede afectar gravemente a vosotros y a vuestros hermanos.

Del Cielo tenéis mucha ayuda, siempre y cuando la pidáis, porque también a muchísimos de vosotros se os olvida que estaMos Nosotros prestos a ayudaros

en cualquier forma y en diferentes momentos de vuestra existencia, pero queréis hacer todo con vuestras pobres capacidades espirituales. 

Sufrís mucho y podría decir que por vuestra culpa, porque os apartáis de la Gracia de Mi Dios y vuestro Dios al no pedir continuamente Su ayuda.

El Cielo entero tiene como misión, también, el ayudaros en todo momento y esa ayuda es constante.

Sabiendo que vosotros no acudís continuamente a Nosotros, la tenéis, pero en casos especiales y aun graves, poco os acordáis de que estaMos para serviros. 

La Comunión de los Santos es imprescindible ya, en estos momentos que se avecinan, no podéis caminar solos.

Has visto, Mi pequeño, esa fuerza de satanás luchando contra San Miguel, él puede vencerlos, pero vosotros, os repito, no podéis estando solos, tenéis que estar conscientes de esto, Mis pequeños. 

La unión espiritual en la Comunión de los Santos os dará la fuerza para poder vencer lo que traéis vosotros en vuestro interior y todo aquello que pueda atacaros en el exterior.

Orad, ayunad, sacrificaos para poder vencer las fuerzas de Satanás.

Ya no son tiempos fáciles los que estáis viviendo, se vendrán tiempos muy difíciles que aun los mismos ministros de la Iglesia no podrán vencer, si no se acercan más a Mi Hijo y a Mí, vuestra Madre.

Debéis tomar en cuenta estos Consejos que os doy, Mis pequeños, la lucha es fuerte y vosotros sois débiles.

Mantened esa Humildad y dejaos guiar por la Sabiduría Divina para que satanás no os venza, ni a vosotros ni a vuestros hermanos en la Tierra y en el Universo entero.

Mí Dios y Señor, Padre de todo lo creado, os bendiga; que Mí Hijo, bendición de Mí Dios y Señor, a Mí Corazón y a Mí Vientre Virginal, os bendiga y que Mí Esposo, el Santo Espíritu del Amor, la Sabiduría, la Palabra, el Amor, también os bendiga

y recibíd, también de Mí, Vuestra Madre Celestial, Mis Bendiciones y Mí Ternura y preparád vuestra voluntad a una libre donación para ser guiados al triunfo de la Verdad y del Amor.

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