264 TOMANDO LA CRUZ15 min read

264 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

En el olivar cercano a Cafarnaúm Jesús está reunido con sus apóstoles;

en el anochecer caluroso del verano, en que ha decidido enviarlos a misionar.

Y continúa dándoles instrucciones:

“Al entrar en la casa saludad con mi saludo, que es el más dulce de los saludos.

Decid: “La paz sea con vosotros.

Paz a esta casa” o “la paz descienda sobre esta casa”.

En efecto, vosotros mensajeros de Jesús y de la Buena Nueva,

lleváis con vosotros la paz.

Y vuestra llegada a un lugar,

significa hacer llegar a ese lugar la paz.

Si la casa es digna de la paz, la paz descenderá sobre ella y permanecerá en ella;  

si no lo es, la paz volverá a vosotros.

Pero estad atentos a ser vosotros pacíficos, para tener por Padre a Dios.

Un padre siempre ayuda;

vosotros ayudados por Dios, haréis todo y lo haréis bien.

Puede suceder, es más, sucederá, que una ciudad o una casa no os reciban;

no querrán escuchar vuestras palabras, os expulsarán, se reirán de vosotros,

os perseguirán a pedradas cual profetas molestos.

Entonces tendréis más necesidad que nunca de ser pacíficos,

humildes, mansos, como hábito de vida.

Si no, la ira se impondrá y pecaréis:

escandalizaréis y aumentaréis la incredulidad, de los que se han de convertir.

Sin embargo, si recibís con paz la ofensa

que supone el ser expulsados, escarnecidos, perseguidos;

convertiréis con el más bello de los discursos

que supone el ser expulsados, escarnecidos, perseguidos;

convertiréis con el más bello de los discursos

la silenciosa predicación de la virtud verdadera.

Un día volveréis a encontrar a los enemigos de hoy en vuestro camino,

y os dirán: “Os hemos buscado porque vuestro modo de actuar

nos ha persuadido de la Verdad que anunciáis.

Os pedimos vuestro perdón y que nos acojáis como discípulos.

Porque no os conocíamos.

Pero ahora sabemos que sois santos.

Por tanto, si sois santos, debéis ser mensajeros de un santo.

Ahora creemos en Él”.

15. Y ¿Cómo predicarán si no son enviados? Como dice la Escritura: = ¡Cuán hermosos los pies de los que anuncian el bien! =Romanos 10

De todas formas, al salir de la ciudad o casa que no os hayan recibido

sacudíos hasta el polvo de las sandalias,

para que la soberbia y la dureza de aquel lugar

no se peguen ni siquiera a vuestras suelas.

En verdad os digo que el día del Juicio

Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos dureza que esa ciudad.

Mirad, os envío como ovejas en medio de lobos.

Sed, pues, prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas.

Porque ya sabéis cómo el mundo, que en verdad es más de lobos que de ovejas

me trata a Mí, que soy el Cristo.

Yo puedo defenderme con mi poder.

Y lo haré mientras no llegue la Hora del triunfo temporal del Mundo.

Pero vosotros no tenéis este poder y necesitáis mayor prudencia y sencillez.

Mayor sagacidad por tanto, para evitar por ahora, cárceles y flagelaciones.

Verdaderamente, a pesar de vuestras abiertas declaraciones de querer dar vuestra sangre por Mí,

por el momento no soportáis ni siquiera una mirada irónica o iracunda.

Llegará un tiempo en que seréis fuertes como héroes, contra todas las persecuciones;

más fuertes que héroes.

Con un heroísmo inconcebible para los criterios del mundo,

Tan inexplicable, que será llamado “locura”.

¡No, no será locura!

Será la identificación en virtud del amor, del hombre con el Hombre-Dios,

y sabréis hacer lo que Yo haga.

Para comprender este heroísmo hará falta verlo, estudiarlo y juzgarlo,

desde niveles ultraterrenos, porque es una cosa sobrenatural

que se escapa a todas las restricciones de la naturaleza humana.

Los reyes, los reyes del espíritu serán mis héroes, eternamente reyes y héroes…

En aquella hora os arrestarán, os pondrán las manos encima,

os llevarán ante los tribunales, los jefes y los reyes,

para que os juzguen y condenen por ese gran pecado ante los ojos del mundo

que es el ser los siervos de Dios, los ministros y tutores del Bien, los maestros de las virtudes.

Por ser estas cosas os flagelarán y os castigarán de mil modos, hasta acabar con vuestra vida.

Y daréis testimonio de Mí a los reyes, a los jefes, a las naciones,

confesando con la sangre que amáis a Cristo,

Los presos en Medio Oriente cantan alabanzas, antes de ser ejecutados, igual que Pablo y Silas en prisión…

el Hijo verdadero del Dios verdadero.

Cuando caigáis en sus manos,

no os aflijáis por lo que tendréis que responder ni de lo que habréis de decir.

En aquella hora no debéis tener ninguna pena

aparte de la de la aflicción por vuestros jueces y acusadores

que Satanás desvía hasta el punto de hacerlos ciegos para la Verdad.

Las palabras que habrá que decir se os darán en ese momento.

Vuestro Padre las pondrá en vuestros labios,

porque en aquella hora no seréis vosotros los que habléis

para convertir a la Fe y para profesar la Verdad,

sino que será el Espíritu del Padre vuestro el que hablará en vosotros.

En aquella hora el hermano dará muerte al hermano, el padre al hijo,

los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán.

¡No desfallezcáis ni os escandalicéis!

Respondedme:

¿Para vosotros es mayor delito matar a un padre, a un hermano, a un hijo…

O a Dios mismo?

Judas dice secamente:

–      A Dios no se le puede matar.  

Bartolomé confirma:

–       Es verdad.

Es Espíritu inaprensible.

Y los demás, aunque callen, son de la misma opinión.  

Jesús dice sereno:

–      Yo soy Dios.

Y también Carne soy.

La posesión demoníaca perfecta NO PUEDE reverenciar a Dios, porque Satanás lo odia y a sus instrumentos, es lo que les trasmite…

Judas replica:

–      Nadie pretende matarte.

–      Os ruego que respondáis a mi pregunta

–      ¡Es más grave matar a Dios!

¡Se entiende!

–      Pues bien….

El hombre dará muerte a Dios, en la Carne del Hombre Dios.

Y en el alma de los asesinos del Hombre Dios.

Por tanto, de la misma forma que se llegará a cumplir este delito,

sin el horror de sus autores,

se llegará al delito de los padres, hermanos, hijos, contra hijos, hermanos, padres.

Seréis odiados por todos a causa de mi Nombre.

La Persecución de Domiciano

Pero quien persevere hasta el final se salvará.

Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra.

No por vileza, sino para darle tiempo a la recién nacida Iglesia de Cristo,

de alcanzar la edad adulta. superando la edad del lactante débil e inexperto

en que sea capaz de afrontar la vida y la muerte sin temer a la Muerte.

Aquellos a quienes el Espíritu les aconseje huir huyan, como huí Yo cuando era pequeño.

Verdaderamente en la vida de mi Iglesia,

se repetirán todas las vicisitudes de mi vida de Hombre.

Todas.

Desde el misterio de su formación en la humildad en los primeros tiempos,

a las turbaciones e insidias que le vendrán de los hombres violentos.

O a la necesidad de huir para seguir existiendo;

desde la pobreza y el trabajo infatigable,

hasta muchas otras cosas que vivo actualmente, o que sufriré mañana,

hasta llegar al triunfo eterno.

Aquellos a quienes por el contrario, el Espíritu les aconseja quedarse quédense:

sí, aunque caigan asesinados, vivirán y serán útiles a la Iglesia;

sí, siempre está bien lo que el Espíritu de Dios aconseja.

En verdad os digo que no acabaréis, ni vosotros ni los que os sucedan,

de recorrer los caminos y ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del Hombre.

Porque Israel, por un tremendo pecado suyo, será dispersado,

como cascarilla embestida por un torbellino.

Y diseminado por toda la Tierra;

habrán de sucederse siglos y milenios, uno y otro y otro…,

antes de que sea recogido de nuevo en la era de Arauná el Jebuseo (2 Samuel 24, 16 – 25; 1 Crónicas 21, 15 – 30)

Cada vez que lo intente, antes de la hora señalada,

será nuevamente embestido por el torbellino y dispersado;

porque Israel tendrá que llorar su pecado durante tantos siglos,

cuantas serán las gotas que lloverán de las venas del Cordero de Dios

inmolado por los pecados del mundo.

Mi Iglesia, agredida por Israel en Mí y en mis apóstoles y discípulos;

deberá abrir sus brazos maternos, para tratar también de recoger a Israel bajo su manto,

como hace una gallina con los polluelos que se dispersan.

Cuando todo Israel esté bajo el manto de la Iglesia de Cristo, Vendré.

8. Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?» Lucas 18

Mas éstas son cosas futuras, hablemos de las inmediatas.

Tened siempre presente que el discípulo no es más que su Maestro,

ni el siervo más que su Señor

bástele, pues, al discípulo ser como su Maestro, ya de por sí inmerecido honor.

Y al siervo como su señor, la concesión de lo cual, ya de por sí, es bondad sobrenatural.

Si han llamado Belcebú al Señor de la casa,

¿Qué llamarán a sus siervos?

¿Podrán acaso rebelarse los siervos cuando no se rebela su Señor, ni odia ni maldice,

sino que, sereno en su justicia, continúa su obra,

posponiendo el Juicio para otro momento:

una vez que, habiendo intentado todo para persuadirlos,

haya visto su obstinación en el Mal?

No. Los siervos no podrán hacer lo que no hace su Señor;

antes bien, deberán imitarlo, pensando que ellos también son pecadores,

mientras que Él no tenía pecado

No temáis, por tanto, a los que os llamen “demonios”.

Día llegará en que la verdad será sabida;

entonces se verá quiénes eran los “demonios”, si vosotros o ellos.

No hay nada escondido que quede sin revelar;

nada secreto que no se venga a saber.

Lo que ahora os digo en la sombra y en secreto,

porque el mundo no es digno de conocer todas las palabras del Verbo.

No es digno el mundo todavía,

MATEO 7, 16

ni es hora de hacer extensiva la manifestación

de estas cosas a los indignos.

Cuando llegue la hora de que todo deba ser conocido, decidlo a la luz,

gritad desde los tejados lo que Yo ahora os susurro más al alma que al oído.

Entonces, en efecto, el mundo ya habrá sido bautizado por la Sangre.

Satanás encontrará ante sí, un estandarte, 

por el que el mundo si quiere, podrá comprender los secretos de Dios;

él, sin embargo, no podrá dañar

sino a quien desea su mordisco y lo prefiere a mi beso.

Pero ocho partes de diez del mundo no querrán comprender.

Sólo las minorías tendrán voluntad de saber todo,

para seguir todo lo que es mi Doctrina.

No importa.

Dado que no se puede separar estas dos partes santas de la masa injusta,

predicad desde los tejados mi Doctrina,

predicadla desde lo alto de los montes

por los mares sin confines, en las entrañas de la tierra;

aunque los hombres no la escuchen,

recogerán las divinas palabras los pájaros y los vientos, los peces y las olas,

conservarán su eco las entrañas del suelo para decírselo a los manantiales internos,

a los minerales, a los metales.

Y exultarán todos ellos, porque también ellos han sido creados por Dios,

para ser escabel de mis pies y alegría de mi Corazón.

No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma;

temed sólo a quien puede mandar vuestra alma a la perdición

y reunirla en el Ultimo Juicio con el cuerpo resucitado,

para arrojarlos al fuego del Infierno.

No temáis

¿No se venden dos pájaros por un as?

Y sin embargo, si el Padre no lo permite,

ni uno de ellos caerá a pesar de todas las asechanzas del hombre.

No temáis, pues.

El Padre os conoce.

Como también conoce el número de vuestros cabellos.

¡Vosotros valéis más que muchos pájaros!

Os digo que a quien me confiese ante los hombres

Yo también lo confesaré ante mi Padre, que está en los Cielos;

mas a quien me niegue ante los hombres, también Yo lo negaré ante mi Padre.

Confesar, aquí, significa seguir y practicar;

negar significa abandonar mi camino por vileza, por ternaria concupiscencia,

por mezquino cálculo,

por afecto humano hacia un allegado vuestro contrario a Mí.

Los cristianos que viven el evangelio de San Evangelista: un evangelio que NO EXISTE, pero que ellos han acomodado a su manera de vivir. Con la Palabra de Dios que les gusta, DESECHANDO lo que les disgusta….(Porque se NIEGAN A OIR LO QUE NO LES CONVIENE)

Porque estas cosas sucederán.

No creáis que haya venido a instaurar la concordia en la tierra y para la tierra.

Mi paz es más alta que las paces premeditadas

que tienen la finalidad de poderse uno manejar diariamente en la vida.

No he venido a traer la paz, sino la espada;

la espada afilada para cortar las lianas que impiden salir del fango,

abriendo así los caminos a los vuelos en el mundo sobrenatural.

Así pues, he venido a separar al hijo del padre, a la hija de la madre, a la nuera de la suegra.

Porque Yo soy el que reina y tiene todos los derechos sobre sus súbditos.

Porque ninguno es más grande que Yo en derechos sobre los afectos.

Porque en Mí se centran todos los amores y se subliman;

EL PRIMER MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS

soy Padre, Madre, Esposo, Hermano, Amigo:

así os amo y así debo ser amado.

Cuando digo: “Quiero”, ningún vínculo puede resistir y la criatura es mía.

Yo con mi Padre la he creado, Yo por mí mismo la salvo, Yo tengo derecho a poseerla.

Verdaderamente los enemigos del hombre, además de los demonios,

son los propios hombres;

enemigos del hombre nuevo, del cristiano, serán los de su propia casa,

con sus quejas, amenazas o súplicas.

Pues bien, quien, de ahora en adelante,

ame a su padre y a su madre más que a Mí no es digno de mí;

quien ama a su hijo o a su hija más que a Mí no es digno de Mí;

el que no toma su cruz de cada día, compleja,

formada de resignación, renuncias, obediencia, heroísmos, dolores,

enfermedades, lutos;

de todo aquello que es manifestación de la voluntad de Dios o de una prueba del hombre…

el que no la toma y con ella me sigue no es digno de Mí.

Quien estima más su vida terrena que la vida espiritual,

perderá la Vida verdadera.

Dejándolo TODO, le siguieron…

Quien pierda su vida terrena por amor mío;

la volverá a encontrar, eterna y bienaventurada.

Quien a vosotros os recibe a Mí me recibe,

quien me recibe a Mí recibe a Aquel que me ha enviado;

quien reciba a un profeta como profeta;

recibirá premio proporcional a la caridad ejercida con el profeta;

quien reciba a un justo como justo recibirá un premio proporcional al justo.

Esto es así porque el que reconoce al profeta en el profeta,

es señal de que también él es profeta, es decir, muy santo

porque el Espíritu de Dios lo tiene en sus brazos.

Y quien reconoce a un justo como justo, demuestra que él mismo es justo,

porque las almas semejantes se reconocen.

A cada uno pues, se le dará según justicia.

Quien dé aunque sólo sea un vaso de agua pura a uno de mis siervos,

aunque fuera al más pequeño…

Y son siervos de Jesús todos los que lo predican con una vida santa,.

Y pueden serlo tanto los reyes como los mendigos;

tanto los que saben mucho como los que no saben nada, los ancianos o los niños,

porque a todas las edades y en todas las clases se puede ser discípulo mío. 

Quien dé a un discípulo mío aunque sólo sea un vaso de agua en mi Nombre

y por ser discípulo mío,

en verdad os digo que no perderá su recompensa.

He dicho.

Ahora vamos a orar y luego volvemos a la casa.

Al alba partiréis.

Así: Simón de Jonás con Juan,

Simón Zelote con Judas de Keriot,

Andrés con Mateo,

Santiago de Alfeo con Tomás,

Felipe con Santiago de Zebedeo,

Judas mi hermano con Bartolomé.

San Simón Cananeo y Judas Tadeo, ambos murieron mártires tras predicar la fe por Egipto, Mesopotamia y Persia.

Esta semana será así.

Luego daré nuevas indicaciones.

Vamos a orar.

Y oran en voz alta…

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