316 EL FALSO CRISTIANISMO
316 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Sigue nublado en un lúgubre día que presagia más lluvia sobre toda la comarca del lago Merón.
Fango y nubes.
Silencio y calígine.
El horizonte desaparece entre las brumas.
La cadena del Hermón está sepultada bajo la espesa capa de nubes bajas.
Pero desde este lugar – una llanura alta, situada cerca del pequeño lago;
todo oscuro y amarillento por el fango de mil riachuelos crecidos…
Y el cielo de Noviembre lleno de nubes.
Se aprecia perfectamente este pequeño lago alimentado por el Alto Jordán;
que de él sale luego para ir a alimentar al otro lago; más grande, de Genesaret.
Cae la tarde, cada vez más triste y amenazadora de lluvia…
Cuando Jesús toma el camino que corta el Jordán después del lago de Merón.
Entra luego por una vereda abierta entre los campos, que apenas han recibido la simiente,
Porque la tierra está todavía mullida y oscura como cuando ha sido sembrada recientemente.
Encuentra a dos niños y su rostro se ilumina con una sonrisa…
Se detiene a acariciarlos…
Son un niño de no más de cuatro años y una niña que tendrá unos ocho.
Deben ser niños muy pobres a juzgar por sus míseros vestiditos descoloridos y rotos.
Y su carita triste y flaca.
Jesús no les pregunta nada.
Se limita a mirarlos fijamente mientras los acaricia.
Luego reanuda ligero su paso, hacia una casa que está en el fondo de la vereda.
Es una casa labriega pero de buen aspecto, con una escalera exterior que sube del suelo
a la terraza, en que hay un emparrado, ahora desnudo de racimos y hojas;
solamente queda alguna que otra última hoja ya amarilla, que pende y se mueve con el viento
húmedo de un triste día de otoño.
En el murete de la casa unas palomas zurean,
esperando el agua que el cielo gris y todo nublado promete.
Jesús, seguido por los suyos, empuja la tosca cancela de la albarrada que rodea la casa;
entra en un patio – nosotros diríamos una era – con su pozo.
Y en un ángulo, hay también un horno de paredes más oscuras por el humo que incluso ahora sale
y que el viento empuja hacia la tierra.
Al oír el rumor de los pasos, una mujer se asoma a la puerta de esta edificación.
Al ver a Jesús, lo saluda con alegría y corre a avisar a la casa.
Un hombre maduro y grueso, sale a la puerta de la casa.
Y va enseguida hacia Jesús.
Lo saluda diciendo:
– ¡Qué gran honor verte, Maestro!
Jesús responde con su saludo:
– La paz sea contigo.
Y añade:
«Está anocheciendo y la lluvia se acerca.
Vengo a pedirte alojamiento y un pan para mí y mis discípulos.
– Entra, Maestro.
Mi casa es tuya.
La doméstica está para sacar el pan del horno.
Con mucho gusto te lo ofrezco, con el queso de mis ovejas y los productos de mis campos.
Entra…
Entra, que el viento es húmedo y frío…
Y solícito, sujeta la puerta y hace una reverencia cuando pasa Jesús.
Pero inmediatamente cambia de tono dirigiéndose a alguien que ha visto…
Y dice airado:
– ¿Todavía estás aquí?
¡Vete! ¡No hay nada para ti!
¡Vete! ¿Entendido?
Aquí no hay sitio para los vagabundos…
Y farfulla entre dientes:
«…Y quizás rateros como tú».
Una vocecita llorosa responde:
– Piedad, señor.
Al menos un pan para mi hermanito.
Tenemos hambre…
Jesús, que había entrado en la vasta cocina, alegrada e iluminada con un vivo fuego,;s
sale a la puerta.
Su rostro es ya muy distinto.
Severo y triste, pregunta, no al huésped sino en general:
Parece como si se lo preguntara a la era silenciosa, a la desnuda higuera, al oscuro pozo -:
– ¿Quién tiene hambre?
– Yo, Señor.
Yo y mi hermano.
Jesús está ya afuera.
Ha salido al ambiente cada vez más lúgubre por el crepúsculo y la lluvia inminente.
Y su voz llena de dulzura, dice:
– Pasa.
– ¡Tengo miedo, Señor!
– Ven, te digo.
No tengas miedo de Mí.
De la parte trasera en una arista de la casa sale la pobre niña.
De la mísera tuniquita viene agarrado su hermanito.
Se acercan titubeantes por el susto.
Con una mirada tímida a Jesús;
una de temor al dueño de la casa, que pone ojos amenazadores,
mientras dice:
– Son vagabundos, Maestro.
Y ladrones.
Hace poco he encontrado a ésta fisgando cerca de la almazara.
Hace poco he encontrado a ésta fisgando cerca de la almazara.
Está claro que quería entrar a robar.
¡A saber de dónde vendrán! No son del lugar.
Jesús lo escucha…
Si se puede decir que lo escucha.
Mira muy fijamente a la niña de carita demacrada, de trenzas despeinadas…
(son dos coletas a los lados de ambas orejas, atadas al extremo con una cinta de trapo viejo).
El rostro de Jesús no es severo mientras mira a la pobrecita;
está triste, pero sonríe para animar a la niña:
le pregunta:
– ¿Es verdad que querías robar?
Di la verdad.
La vocecilla infantil, explica:
– No, Señor.
Había pedido un poco de pan, porque tengo hambre.No me lo han dado.
He visto una corteza de pan untada, allí, en el suelo,
cerca del molino del aceite.
Y había ido a recogerla.
Tengo hambre, Señor.
Ayer he conseguido sólo un pan, pero lo guardé para Matías…
¿Por qué no nos han metido en la tumba con nuestra mamá?
La niña llora desconsoladamente y su hermanito también.
– No llores.
Jesús la consuela acariciándola y arrimándola a su pecho.
– Responde: ¿De dónde eres?
– De la llanura de Esdrelón.
– ¿Y has venido hasta aquí?
– Sí, Señor.
– ¿Hace mucho que ha muerto tu madre?
¿No tienes padre?
– Mi padre murió por el sol en el tiempo de la cosecha;
mi mamá, la pasada luna…
Ella y el niño que iba a nacer murieron…
Y el llanto aumenta.
– ¡No tienes ningún pariente?
¡Venimos de muy lejos!
No éramos pobres…
Luego mi padre tuvo que ponerse al servicio de un patrón.
Ahora ha muerto y mi mamá con él.
– ¿Quién era el patrón?
-El fariseo Ismael.
Es intraducible el modo como Jesús repite este nombre.
)- ¿Saliste de allí por propia voluntad o te echó él?
– Me echó, Señor.
Dijo: “Los perros hambrientos a la calle”.
Jesús se vuelve hacia el hombre que sería su anfitrión,
y pregunta:
– ¿Y tú, Jacob?
¿Por qué no has dado un pan a estos niños?
¿Un pan, un poco de leche y un manojo de heno como cama para su cansancio?
El hombre trata de disculparse:
– Pero… Señor…
Tengo justo el pan que necesito…
poca leche… y meterlos en casa…
Éstos son como animales vagabundos.
Si se les pone buena cara luego ya no se marchan…
– ¿Y te falta sitio y alimento para estos dos infelices?
¿Lo puedes decir con verdad, Jacob?
La cosecha abundante, la abundancia de vino, de aceite, de fruta;
que han hecho famosa tu propiedad este año,
¿Por qué te han venido?
¿No te habrás olvidado ya, no?
El año pasado, el granizo había depauperado tus bienes.
Estabas preocupado por tu vida…
Vine y te pedí un pan…
Tú me habías oído hablar un día y me fuiste fiel…
En medio de tu aflicción me abriste tu corazón y tu casa.
Me diste un pan y me alojaste.
¿Qué te dije al salir a la mañana siguiente?
“Jacob, has comprendido la Verdad. Sé siempre misericordioso y obtendrás misericordia.
Por el pan que has dado al Hijo del hombre, estos campos te darán muchos cereales;
Tus olivos estarán llenos de aceitunas, como si soportaran los granos de la arena marina,
tus manzanos, plegados hasta el suelo por su peso”.
Lo has tenido, y eres el más rico de la comarca este año.
¿Y niegas un pan a dos niños!…
– Pero tú eras el Rabí…
– Precisamente porque lo era podía hacer de las piedras pan;
éstos, no.
Ahora te digo: verás un nuevo milagro y te producirá aflicción, una gran aflicción…
Cuando llegue ese momento, dándote golpes de pecho, di: “Me lo he merecido”.
Jesús se vuelve a los niños:
– No lloréis.
Id a ese árbol y coged los frutos.
La niña objeta:
– Pero si está vacío, Señor.
– Ve.
La niña obedece.
Va, y vuelve con el vestidito alzado, lleno de manzanas rojas y hermosas.
– Comed y venid conmigo.
Y mirando a los apóstoles,
agrega:
– Vamos a llevar a estos dos pequeñuelos a Juana de Cusa.
Ella sabe recordar los beneficios recibidos.
Y es compasiva por amor a Quien usó con ella misericordia.
Vamos.
El hombre, confundido y apesadumbrado, trata de arreglar las cosas,
diciendo:
– Es de noche, Maestro.
Te puede venir el agua por el camino.
Entra en mi casa.
Mira, la doméstica va a sacar ya el pan del horno…
Te doy también para ellos.
– No hace falta.
No sería por amor;
lo darías por miedo al castigo prometido.
Y el hombre, señalando a las manzanas que los dos niños hambrientos se están comiendo con avidez,
Que fueron tomadas del árbol antes vacío,
Balbucea:
— Entonces no es éste…
¿No es éste, entonces, el milagro?
Jesús se muestra muy enojado,
al afirmar:
– ¡Oh, Señor!
¡Señor, ten piedad de mí!
¡Entiendo!
¡Tienes intención de castigarme en las mieses!
¡Piedad, Señor!
– No todos los que me dicen “Señor” me tendrán;
Porque el amor y el respeto no se testifican con la palabra; sino con obras.
Tendrás la piedad que tú has tenido.
– Yo te amo, Señor.
– No es verdad.
Me ama quien ama, porque esto es lo que he enseñado.
Cuando me ames como enseño, el Señor volverá.
Ahora me marcho.
Mi techo es hacer el bien, consolar a los afligidos, enjugar las lágrimas de los huérfanos.
Como la gallina extiende sus alas sobre los pollitos indefensos;
así extiendo mi poder sobre los que sufren y viven en el dolor.
Venid, niños.
Pronto tendréis casa y pan.
Adiós, Jacob.
Y no contento con marcharse, indica que cojan en brazos a la niña fatigada.
Andrés la toma y la arropa en su manto.
Y Él toma al niño.
Empiezan a caminar por la vereda ya oscura, con su carga de piedad que ya no llora.
Pedro dice:
– ¡Maestro!
¡Qué gran suerte para éstos el que hayas llegado en este momento!
¡Pero para Jacob!…
¿Qué vas a hacer, Maestro?
– Justicia.
No llegará a conocer el hambre, porque tiene todavía muy llenos los graneros,
pero sí que conocerá la estrechez, porque el trigo sembrado no producirá grano.
Y los olivos y manzanos solamente hojas.
Estos inocentes.
No de Mí, sino del Padre, han recibido pan y casa;
porque mi Padre es también Padre de los huérfanos;
sí, Él, que da el nido y el alimento a los pájaros de los bosques.
Éstos pueden decir y con ellos todos los desvalidos;
los desvalidos que saben permanecer “hijos inocentes y amorosos”,
que en sus pequeñas manos Dios ha depositado el alimento…
Y que, con paterna guía, los conduce a una casa hospitalaria.
Y todo termina así.
Dice Jesús:
“Para todos es la enseñanza de que sé ser el “Señor” con justicia.
A mí no se me engaña, ni se me adula con falaz obsequio.
Quien cierra su corazón a su hermano, lo cierra a Dios, y Dios a él.
¡Oh, hombres,
es el primer mandamiento: Amor y amor.
El que no ama, y se profesa cristiano, miente.
Es inútil frecuentar los sacramentos y los ritos;
inútil la oración, si falta la caridad.
Quedan convertidos en fórmulas, e incluso en sacrilegios.
¿Cómo podéis venir al Pan eterno y saciaros con Él, cuando habéis negado un pan a un hambriento?
¿Vale más, acaso, vuestro pan que el mío?
¿Es más santo? ¡Hipócritas!
Yo me doy a vuestra miseria sin medida.
Y vosotros, que sois miseria, no tenéis piedad de miserias que ante los ojos de Dios,
no son odiosas como lo son las vuestras:
porque aquellas son desventuras, mientras que las vuestras son pecado.
Demasiadas veces me decís: “Señor, Señor” para ganar mi benignidad para vuestros intereses.
Pero no lo decís por amor al prójimo y no hacéis nada por el prójimo en nombre del Señor.
Mirad: colectiva e individualmente,
¿Qué os ha dado vuestra falaz religión y auténtica anti-caridad?
El abandono de Dios.
Y el Señor volverá cuando sepáis amar como Yo he enseñado.
Pero, a vosotros, pequeño rebaño formado por los que sufren siendo buenos, os digo:
“Nunca estáis huérfanos, nunca abandonados.
No existiría Dios, antes que faltarles la Providencia a sus hijos.
el Padre os da todo como “padre”, o sea, con amor que no humilla.
Enjugad vuestras lágrimas.
Yo os tomo y os llevo conmigo porque siento piedad de vuestro abatimiento”.
La criatura más amada es el hombre.
¿Vais a poner en duda que el Padre se mostrará más compasivo con el hombre fiel que con los pájaros?,
¿Con el hombre fiel, Él, que es longánimo incluso con el pecador y le da tiempo y manera de ir a Él?
¡Ah, si el mundo comprendiera lo que es Dios!
Dice María (la Virgen
Mi Jesús ha hablado de la infancia del espíritu, requisito necesario para conquistar el Reino.
Son los detalles los que hacen hermoso el cuadro, los que revelan la capacidad del pintor y la sabiduría del observador.
Quiero que observes la humildad de mi Jesús.
Aquella pobre niña, en su ignorante simplicidad,
no trata de forma distinta al pecador de corazón de piedra y a mi Hijo.
No sabe ni de “Rabí” ni de “Mesías”.
Siendo poco menos que una pequeña salvaje, que ha vivido en los campos,
en una casa donde se despreciaba al Maestro, porque el fariseo Ismael despreciaba a mi Jesús;
no había oído jamás hablar de Él, no lo había visto.
Su padre y su madre, quebrantados por el trabajo insoportable que el cruel patrón exigía,
no tuvieron tiempo ni modo de levantar la cabeza de la gleba que roturaban.
Habrían oído, quizás, mientras segaban el heno o las mieses
mientras recogían la fruta o los racimos;
mientras trituraban la aceituna en la dura muela,
un clamor de ¡hosanna!
Habrían, incluso, levantado un momento su cansada cabeza.
Mas el miedo y el cansancio habrían vencido enseguida esas cabezas bajo su yugo.
Y murieron pensando que el mundo era sólo odio y dolor;
en cambio, el mundo, desde que lo pisaban los santísimos pies de mi Jesús,
era amor y bien.
Siendo sólo los pobres siervos de un despiadado patrón, murieron sin cruzarse siquiera una vez
con la mirada y la sonrisa de mi Jesús;
que daba una riqueza al espíritu por la que los indigentes se sentían ricos,
los hambrientos hartos, los enfermos sanos, consolados los que sufrían.
Pues bien, Jesús no dice:
“Yo, que soy el Señor, te digo: haz esto”.
Conserva su anonimato.
Y la pequeñuela, tan simple que no comprendió
ni siquiera al ver el milagro de un manzano, desnudo incluso de hojas,
que carga una rama suya de manzanas para saciar su hambre,
lo sigue llamando “Señor”, como llamaba a su patrón Ismael y al cruel Jacob.
Se siente atraída hacia este Señor bueno
porque la bondad siempre atrae.
Le sigue con confianza.
Lo ama inmediatamente, instintivamente,
esta pobre criaturita sola en el mundo,
ignorada voluntariamente por el mundo,
por ese “mundo importante de los poderosos y de los que gozan de la vida”
que quiere mantener en la sombra a los inferiores,
para poderlos torturar más a gusto y explotar más acerbamente.
Más adelante sabrá quién era aquel “Señor” que
– pobre como ella, sin casa ni alimento,
sin madre porque todo lo había dejado por amor al hombre
(también a esa pizquita de ser humano que era ella, pobre criaturita niña)
le había dado milagrosos frutos,
queriéndole quitar de sus labios y su corazón
el amargor de la maldad humana
que crea el odio de los desvalidos contra los poderosos,
con un fruto del Padre,
no con un mendrugo de pan ofrecido tarde
y que para ella habría tenido en todo caso sabor de dureza y llanto.
¡Ah, verdaderamente esas manzanas recordaban el huerto del Paraíso Terrenal!
Fruto nacido en la rama para el Bien y para el Mal,
determinaría redención de todas las miserias
– la primera la de la ignorancia de Dios -para los dos huerfanitos;
determinaría castigo para aquel que, conociendo ya la Palabra,
había obrado como si no la conociera.
Sabrá más adelante, de boca de la mujer buena que en Nombre de Jesús la acogió,
Quién era Jesús:
para ella Salvador repetidamente: del hambre, de la intemperie,
de los peligros del mundo, del pecado original.
Pero, para ella, Jesús tuvo siempre la luz de aquel día,
bajo esa luz lo vio siempre: el Señor bueno con bondad de cuento infantil,
el Señor que tenía caricias y dones,
el Señor que le había hecho olvidar que no tenía ni padre ni madre, ni casa ni vestidos,
porque había sido para ella bueno como su padre y dulce como su madre.
Y había ofrecido un nido para el cansancio de los dos,
su pecho y el de otros hombres buenos que estaban con Él,
y abrigo para la desnudez de los dos,
su manto y el de otros hombres buenos que con Él estaban.
Una luz paterna y suave, que no se apagó con el flujo de las lágrimas,
ni siquiera cuando supo que había muerto atormentado en una cruz;
ni siquiera cuando, pequeña fiel de la primera Iglesia,
vio el aspecto del rostro de su “Señor”
con los golpes y las espinas y pensó cómo era El ahora, en el Cielo,
a la derecha del Padre.
Una luz que le sonrió en su última hora de la tierra,
y la condujo sin temor hacia su Salvador.
Una luz que le sonrió una vez más con inefable dulzura en el, fulgor del Paraíso.
Jesús te mira a ti también así.
Míralo siempre como lo veía tu lejana homónima
y siéntete feliz de este amor suyo.
Sé sencilla, humilde, fiel, como la pobre y pequeña María que has conocido.
Ve adónde ha llegado, a pesar de que fuera una pobre ignorantilla de Israel:
al corazón de Dios.
El Amor se le reveló como se ha revelado a ti
y se hizo docta con la verdadera Sabiduría.
Ten fe, vive en la paz.
No existe miseria alguna que mi Hijo no pueda transformar en riqueza;
no hay soledad alguna que no pueda colmar;
como tampoco hay falta alguna que no pueda borrar.
El pasado no existe, cuando el amor lo anula.
Ni siquiera un pasado horrendo.
¿Temerás tú si no temió Dimas el ladrón?
Ama, ama y no tengas miedo de nada.
Mamá te deja con su bendición.
PURIFICACIÓN DE FUEGO 2
PROFECÍAS Y REVELACIONES
Abril 03 de 1998
Habla Dios Padre
Oh, ¡pobre humanidad!
¿Por qué, en estos momentos de desesperación que estáis viviendo,
vosotros no os arrodilláis ni Me pedís perdón?
¿Por qué no volteáis a verMe y Me preguntáis:
¿“En qué Te hemos ofendido”?
Vosotros, en vuestra soberbia, sentís que os merecéis todo
y Me pedís solamente salvación de vuestro cuerpo.
Es mucha vuestra soberbia, es mucha vuestra maldad,
hay mucho rencor en vuestro corazón.
Se os ha dicho que estáis peor que Sodoma y Gomorra,
y recordad que esas ciudades fueron destruidas con Fuego;
ahora os he profetizado que, en estos momentos que estáis viviendo,
también tendréis una purificación similar:
tendréis fuego de debajo de la Tierra y fuego que vendrá de arriba,
y ¿Ni aun así queréis doblar rodilla y pedirMe perdón?
¡Cuánta soberbia!
¡Cuánta maldad hay en vuestro corazón!
Os sentís seguros de vosotros mismos y no acudís a Mí, vuestro Creador.
Sentís que os merecéis todo lo que tenéis y ni siquiera volteáis hacia Mí,
que Soy el que os ha dado todo y de vosotros no recibo ni un agradecimiento,
ni una palabra de cariño o de bondad, y aun así creéis que os merecéis todo y seguís pecando.
Os he dicho que la Purificación vendrá y será muy fuerte, Mis pequeños,
y no terminarán vuestros castigos, que os merecéis por vuestros pecados,
y Me pidáis perdón por lo que habéis cometido.
Os he pedido ser como niños: sencillos, buenos, obedientes, amorosos,
pero Satanás os ha llevado por malos caminos.
La soberbia de vuestros padres ha pasado a los hijos
y los hijos crecen en esa maldad, en esa falsedad,
creyendo que debéis comportaros como vuestros padres se comportan
en el pecado y en la maldad que se vive a vuestro alrededor,
y no veis el Dolor que Me causáis,
estáis solamente atentos a lo vuestro,
pero no queréis entender todo el dolor que producís a Mi Sacratísimo Corazón.
Os he enviado a Mi Hijo, Se dio por vosotros,
Se dio para que entendierais el error en el que vivís.
No agradecéis Su Sacrificio, no aprendéis de Sus palabras,
no copiáis Sus obras de Amor.
Seguís viviendo según vosotros queréis y no como Yo os he mandado,
CUMPLIENDO LOS MANDAMIENTOS QUE OS DÍ
para que éstos normaran vuestra vida.
Vuestra soberbia es tal que ya no os tratáis como hermanos,
ya no vivís para producir amor, ya no hay paz en vuestro corazón;
OS ATEMORIZÁIS DE TODO
Porque no vivís en la Gracia que os da el vivir sin pecado.
Los pecados que tenéis oscurecen vuestra mente,
no os dejan pensar correctamente y no os acercáis al sacerdote,
al ministro que os he dejado para que purifique vuestra alma
y viváis en la paz que solamente Yo os puedo dar.
VUESTRA SOBERBIA,
HAN CRECIDO
A NIVELES NUNCA ANTES DADOS
Y ¿Aun así, queréis que Yo os consienta,
que os quite estas tribulaciones que os habéis ganado por vuestra maldad?
No, Mis pequeños,
vuestra soberbia es tan grande y vuestra necedad malvada que,
EN LUGAR DE PEDIR PERDÓN,
Me reclamáis y Me blasfemáis
porque, ciertamente, reconocéis que os estoy castigando,
pero no hay humildad en vuestro corazón para arrepentiros,
para pedir perdón por el Dolor que me causáis
y por el mal que producís a vuestro alrededor.
Os vuelvo a repetir:
Esto no se terminará hasta que, con humildad y reconociéndoos pecadores,
dobléis rodilla y Me pidáis perdón.
Hijitos Míos, en las Sagradas Escrituras se os profetiza
que el Día del Señor vendrá como el rayo, como el día del Diluvio,
que, a pesar, de que Noé avisó por tanto tiempo,
de que vendría el Diluvio,
muy pocos, salvo su familia, fueron los que entendieron.
Burlas por todos lados,
ataques, hasta que llegó el momento.
Con la Donación de Mi Hijo, os di la Gracia tan grande, de ser, también, hijos Míos
Y NI AÚN ASÍ ENTENDÉIS
¿No os dais cuenta de la dignidad a la que fuisteis elevados,
en el momento de la Cruz,
cuando Mi Hijo, Le pidió a Mi Hija, La Siempre Virgen María, que cuidara de vosotros?
Y no tomáis en cuenta todos estos momentos Santos,
todos estos momentos Divinos,
en los que vosotros, todos vosotros, fuisteis incluidos y, con ello,
obtener una dignidad altísima, de hermanos de Mi Hijo, hijos Míos,
¿Y DESPRECIÁIS TODO ESTO?
EN ESTOS MOMENTOS, EN VUESTRO MUNDO,
ESTÁIS VIENDO Y VIVIENDO
LO QUE SATANÁS HIZO CON TODO LO CREADO.

21. Porque habrá entonces una gran = tribulación, cual no la hubo = desde el principio del mundo = hasta el presente = ni volverá a haberla.
22. Y si aquellos días no se abreviasen, no se salvaría nadie; pero en atención a los elegidos se abreviarán aquellos días.
LAS ESTACIONES SE HAN VUELTO CONTRA VOSOTROS,
LOS CALORES OS HACEN SUFRIR,
LOS FRÍOS OS ENFERMAN,
EL AGUA DESTROZA PUEBLOS Y CIUDADES;
MATA LO QUE OS DEBIERA DAR VIDA.
LOS ANIMALES OS ATACAN,
TODO SE HA VUELTO EN CONTRA VUESTRA,
PORQUE SATANÁS ASÍ LO HA PROVOCADO.
Esto es lo que os ha traído Satanás:
muerte, destrucción, ataque de todo lo creado contra vosotros que,
de ser los reyes de la Creación, en un Principio, ahora sois esclavos.
Habéis caído hasta lo más bajo,
no cuidáis la Creación, no la cuidasteis,
es más, la atacasteis y ahora, se ha vuelto contra vosotros.
Os he profetizado que, en este tiempo,
el fuego consumirá todo aquello que no servirá para el Nuevo Mundo.
El agua, hizo su parte en el Diluvio,
AHORA EL FUEGO
HARÁ SU PARTE EN ESTA PURIFICACIÓN
que dará pie para una nueva generación, renovada, santificada.
Todas las almas creadas habéis tenido la oportunidad de crecer y santificaros,
de volver a tomar vuestra posición de reyes de la Creación,
cuidando de todo lo creado,
pero os aliasteis a Satanás e hicisteis todo lo contrario
que Yo les pedí a vuestros Primeros Padres.
A TODOS AQUELLOS Y A TODO AQUELLO,
AFECTADO POR SATANÁS,
NO QUISISTEIS LUCHAR CONTRA SU MALDAD
Y, ES MÁS, LE DEJASTEIS CRECER,
LE APOYASTEIS Y, DE SER, EN EL PRINCIPIO,
UNA PEQUEÑA VÍBORA,
AHORA ES UN MONSTRUO INMENSO,
QUE YA NO PODÉIS CONTROLAR.
Os prometí estar siempre con vosotros para ayudaros,
pero no Me invocasteis, no pedisteis Mi ayuda,
vuestra soberbia os hizo sentir poderosos
y, con lo que ahora viviréis, os daréis cuenta de que
SI NO ESTÁIS CONMIGO
Vuestra soberbia os llevará al Dolor, a la Desesperación y a blasfemar Mi Santo Nombre;
pocos, MUY POCOS, reaccionarán y pedirán perdón y ésas almas se salvarán
Tuvisteis a Mi Hijo entre los hombres, el Amor vivió entre los hombres
y Lo despreciasteis y Lo seguís despreciando.
Pocos Le habéis dado cabida en vuestro corazón, os salvaréis y gozaréis los Nuevos Tiempos.
Mi Justicia Divina caerá sobre aquellos necios, que,
pudiendo haber tenido todo, que es Mi Presencia Divina en vosotros,
preferisteis la nada de Satanás, porque
MALDAD BUSCÁSTEIS
Os burlasteis de aquellos que Me buscaron durante su vida
y os daréis cuenta de ello, ya tarde,
cuando la condenación os llegue en vuestro Juicio Particular..
Os amo, os amo a todos, porque sois Mis hijos,
fuisteis Creados en el Amor, pero no todos respondisteis a Él.
Habla la Santísima Virgen.
Hijitos Míos, Mi Corazón arde de amor junto con el de Mi Hijo, Jesucristo.
Entended, Mis pequeños, que Nuestro Amor sobrepasa vuestro pecado;
conocemos vuestras flaquezas, vuestras debilidades, vuestros desamores.
Ciertamente, Satanás, con el Pecado Original que cometieron vuestros Primeros Padres,
afectó la Creación entera, afectó la santidad en la que Ellos fueron creados
y vosotros estáis sufriendo ese pecado del inicio.
MIS PEQUEÑOS,
NUESTRO CORAZÓN ARDE DE AMOR POR VOSOTROS
Y QUEREMOS VUESTRA SALVACIÓN ETERNA.
NUESTRO SUFRIMIENTO, EL DE MI HIJO Y EL MÍO,
PORQUE YO LO ACOMPAÑABA EN TODO MOMENTO,
FUE TREMENDO.
NUESTRO AMOR
LO SOPORTÓ TODO POR VOSOTROS,
PERO VOSOTROS NO QUERÉIS ENTENDER,
NO QUERÉIS PONER DE VUESTRA PARTE
PARA ALIVIAR LOS DOLORES QUE DÍA A DÍA NOS CAUSÁIS.
El Padre, Mi Señor y Mi Dios, ha soportado mucho.
Su Amor es inmenso, es infinito,
pero todo tiene un límite y el límite lo marcó con la donación de Su Hijo,
Mi Hijo, Mi Señor y Mi Dios,
y con ello esperando que esta Humanidad se levantara,
bendijera a Mi Padre y Señor Mío, y se volvieran a Él,
pero la Humanidad se sigue volviendo hacia el Mal,
la Humanidad no quiere entender
el daño que le causa a Nuestros Sagrados y Benditos Corazones.
EL DOLOR QUE NOS CAUSÁIS ES INMENSO
Y en vosotros no veMos arrepentimiento en vuestros corazones.
Sois como los niños tercos, necios, mal portados
que necesitan ser castigados para entender
que vais causando mucho mal y que vuestro comportamiento es malo, es nocivo.
Ciertamente la Misericordia de Mi Dios, en Su Santísima Trinidad,
ha sido grandísima porque el Amor lo soporta todo pero,
como os dije, esto ya ha llegado a un límite
y, así como se os concedió Misericordia para regresar al buen camino,
ahora viene el tiempo de Justicia, que ya se os había anunciado
y que habíais ya empezado a padecer poco a poco
porque, aun en la Justicia de Mi Dios y Señor, había Misericordia
para que entendierais que cambiarais hacia el bien,
pero seguisteis de necios y mal portados
escuchando al Maligno antes que a Mi Dios y Señor.
TENDRÉIS QUE PADECER
LO QUE VOSOTROS MISMOS SEMBRÁSTEIS
Preferisteis vivir en un mundo de maldad,
antes que vivir en el Amor que se os daba y se os enseñaba a través de Mi Hijo,
Mi Señor y Mi Dios,
Y AHORA ESA MALDAD
SE VOLVERÁ CONTRA VOSOTROS
Los que buscaron el bien serán protegidos,
porque ellos escucharon a Mi Dios y Señor,
pero aquellos que prefirieron el Mal, serán aplastados por Él.
Me duele deciros esto, Mis pequeños,
pero viene una Purificación Tremenda,
será arrasada esta generación prácticamente en su totalidad,
porque no cumplisteis con lo que se os pidió,
no quisisteis crecer en Amor,
no fuisteis ejemplo de lo que Mi Hijo os dejó, de lo que os enseñó,
para que lo tomarais como vida propia y lo dierais a vuestros hermanos.
La justicia de Mi Señor y Mi Dios ya está sobre vosotros,
los Acontecimientos se irán incrementando por aquí y por allá.
Cada país sufrirá de acuerdo a los pecados que se cometieron en cada lugar;
cada persona sufrirá en forma diferente que sus hermanos,
dependiendo de sus maldades, de sus pecados, de sus errores,
y del mucho o poco amor que tengáis en vuestros corazones.
Los que escuchasteis la palabra de Mi Hijo, y la seguisteis,
seréis protegidos de los Acontecimientos graves,
pero también necesitaréis una purificación especial, limitada,
porque también tenéis pecados que tienen que ser perdonados y purificados
porque de aquí, una nueva generación brotará para empezar un Nuevo Mundo,
con una nueva generación, con un amor probado, acrisolado, santificado.
SERÁN DOLORES FUERTES,
PERO NECESARIOS.
Mucho se os dio y no quisisteis aprovechar todo esto,
generación perversa, generación traidora al Amor de Mi Señor y Mi Dios.
Me duele deciros todo esto, Mis pequeños;
a Mí, como Madre, me duele, porque una madre ama muchísimo a los hijos,
pero sigo las indicaciones que Mi Señor y Mi Dios me da para vosotros.
LOS ACONTECIMIENTOS DE ESTA PURIFICACIÓN ,
Y muchos de vosotros os podréis salvar si, como os dijo Mi Padre y Señor Mío,
Si os arrodilláis y pedís perdón de corazón por vuestros pecados.
Nuestro Dolor es grande,
Dolor de haber soportado vuestras maldades,
vuestras negligencias, vuestros errores, vuestras blasfemias, vuestros sacrilegios.
Y también dolor grande de ver a una gran cantidad de almas de este tiempo,
que se condenarán porque no quisieron vivir en el Verdadero Amor.
Tiempos bellos, tiempos grandiosos, tiempos santísimos vienen como regalo
a las almas obedientes, a las almas buenas, a las almas dóciles,
a las almas que son como niños obedientes.
Agradeced a vuestro Dios y Señor todo esto que está preparando para vosotros,
que sí sabéis amar de corazón, que sí os tratáis como hermanos,
que sí agradecéis las bendiciones de Mi Dios y Señor.
ACERCAOS MÁS, TODAVÍA MÁS,
A LA PROFUNDIDAD DEL AMOR CREADOR
DE NUESTRO PADRE Y SEÑOR NUESTRO.
VIVID EN SU AMOR
Y PODRÉIS SOPORTAR FÁCILMENTE
LA PURIFICACIÓN QUE SE VENDRÁ.
EL AMOR LO PUEDE TODO,
EL AMOR OS HARÁ GOZAR, AUN EN EL SUFRIMIENTO,
PORQUE VUESTROS PADECIMIENTOS
SERÁN PURIFICADORES PARA VOSOTROS

En la Tierra el Amor de Jesús DOSIFICA nuestro calvario, Y ÉL ES EL CIRENEO que nos ayuda a recorrer el Camino Y subir a la Cruz…
Y SALVACIÓN PARA OTRAS ALMAS.
OS AMO, MIS PEQUEÑOS,
ME DUELE EL DECIROS TODO ESTO,
PERO HABÉIS DAÑADO YA DEMASIADO
EL CORAZÓN DE NUESTRO DIOS
EN SU SANTÍSIMA TRINIDAD
Y EL MÍO TAMBIÉN
Os amo, Mis pequeños, os amo con todo Mi Corazón.
http://diospadresemanifiesta.com/
Agosto 1/2004 3:30 PM
No permitiré más injusticias, ni que se mancille mi Nombre y mi Creación;
el tiempo de Dios se ha cumplido ya para los habitantes de la Tierra;
haced cadenas de oración y de sacrificios, para que el castigo no sea mayor,
PUES LA SUERTE
DE LAS 2/3 PARTES DE LA HUMANIDAD
ESTÁ ECHADA..
Si oráis, ayunáis y os vestís de sayal como la ciudad de Nínive,
tendré compasión y no los castigaré como está escrito;
de lo contrario haré llover Fuego del Cielo,
que borrará de la faz de Tierra a la inmensa mayoría.
PORQUE EN SODOMA Y GOMORRA
NO SE VIO LA PUTREFACCIÓN
ESPIRITUAL, SOCIAL Y MORAL
QUE SE VE HOY EN LA TIERRA
Si estas dos ciudades las desaparecí de la faz de la Tierra,
cuanto más no haré hoy con tanta miseria espiritual y tantísimo pecado
QUE ATEMORIZA
HASTA A LOS MISMOS INFIERNOS
¿Queréis la vida?,
Ama, sirve, y perdona.
y lo más importante, obedece
Y escucha la Voz del Señor tu Dios;
de lo contrario acabaré con toda semilla de maldad,
así los justos caigan en la poda.
Me arde el celo por mi Creación.
Me olvidaré de mi misericordia y fidelidad;
para que sea mi Justicia la que restablezca el orden y el derecho.
. Marzo 09 de 2016 – 2:00 P.M.
Hay millones de vacunas letales,
listas para ser aplicadas en la población de estas naciones en vías de desarrollo.
Enfermarse en aquellos días es correr el riesgo de morir.
¡Pueblo mío, se acerca la Hora de la Desolación!
¡Entonad cánticos plañideros, porque el Jinete de la Hambruna, la Peste y la Muerte,
muy pronto enlutará mi Creación!
La Guerra despertará la furia de mi Creación y ésta dejará escuchar su grito lastimero.
Muchas naciones van a desaparecer de la faz de la Tierra,
cuando despierten de las entrañas de mi Creación, los dragones de fuego.
La Guerra estremecerá mi Creación y ésta gemirá con sus últimos dolores de parto;
de oriente a occidente, de norte a sur.
SUS DOLORES, DESPLAZARÁN LOS CONTINEENTES
Y todo estará listo para que dé a luz una Nueva Tierra.
¡Ay de vosotros mortales, porque el Día grande y terrible del Señor se acerca!
¡Despertad y vestíos de sayal;
echaos cenizas en la cabeza y haced penitencia;
para que esos días de Dolor, Desolación y Muerte,
pasen lo más pronto posible!.
Preparaos Pueblo mío,
Abril 09 de 2018 – 12: 50 P.M
Todo está consternado, unos Nuevos Cielos y una Nueva Tierra, ya están en formación
Mi Creación entró en los últimos dolores de parto y su gemir, estremecerá toda la Tierra.
El fuego en cadena de los volcanes, acelerará su parto
y mi Creación entrará en sus últimas contracciones.
Sus dolores y ayes la purificarán y prepararán para el Nuevo Nacimiento.
¡Oh gran Nación del Águila,
prepárate porque el dragón amarillo que yace dormido en tu suelo,
está a punto de despertar!
El fuego de su boca va a estremecerte toda
y vas a conocer el dolor.
Muchas ciudades y poblaciones de esta gran Nación, se vestirán de luto;
el gran dragón amarillo americano, caos y desolación traerá a mi Creación.
Su despertar, despertará a los otros dragones que yacen dormidos
y el fuego en cadena, abrirá las entrañas de mi Creación.
No habrá lugar en la Tierra donde no se sientan sus dolores de parto;
LOS CONTINENTES SE DESPLAZARÁN
Y muchos lugares en la Tierra desaparecerán.
Pueblo mío, me duele y entristece como Padre, tener que daros este aviso;
no lo hago para que entréis en pánico, sino más bien, para que OS PREPARÉIS
y así, podáis sobrellevar los días de tribulación que vienen,
por la transformación de mi Creación.
Cuando la Tierra comience a moverse, conservad la calma, orad y clamad mi Misericordia;
no entréis en temor, porque todo esto escrito está y tiene que cumplirse;
aceptad mi Voluntad con humildad, porque es necesario que esto suceda,
para el renacimiento de unos Nuevos Cielos y una Nueva Tierra.
Orad y confiad en Dios y ni uno solo de vuestros cabellos se os perderá.
Sólo los que oren y confíen, podrán superar esta prueba.
¡Naciones Impías, os está llegando la hora de vuestro castigo!
¡Del cielo, fuego os caerá y el gemir de mi Creación, vuestras entrañas abrirá;
de vosotras, no quedará recuerdo alguno!
Todavía estáis a tiempo, si os arrepentís de corazón y volvéis a Mí,
os aseguro que me abstendré de enviaros el castigo.
Más si persistís en seguir cometiendo vuestras detestables acciones,
OS ASEGURO QUE MÁS CLEMENCIA TUVE
CON SODOMA Y GOMORRA
QUE LA QUE TENDRÉ CON VOSOTROS
Habitantes de la Tierra, mi Creación está en los últimos dolores de parto.
Preparaos porque su gemir y estremecimiento, os va a despertar de vuestro letargo.
Todo está por cambiar,
contemplad cada amanecer, atardecer y anochecer, que aún os quedan;
porque muy pronto todo cuanto conocéis, va a desaparecer.
Una Nueva Creación voy a crear para deleite mañana de mi Pueblo Elegido.
Que vuestra fe y confianza en Dios,
sea la fortaleza que os ayude a superar las pruebas que están por llegar.
No temáis Pueblo mío, orad y confiad

19. Se puso en marcha el Ángel de Yahveh que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás, Éxodo 14
y la sombra de mi Nube os cubrirá y protegerá.
Enero 14 de 2019 1: 40 P.M.
Mi Creación está ya en plena transformación
y su conmoción va a afectar a todas las criaturas.
Muy pronto veréis caer del cielo muchas bolas de fuego, en diferentes lugares de la Tierra;
muchas de ellas, hacen parte de mi Justicia, con la cual voy a castigar a las naciones impías.
El tiempo de mi Misericordia cada vez se agota más,
falta muy poco para la llegada de mi Aviso.
Estad preparado Pueblo mío,
para la llegada de este Gran Acontecimiento que cambiará vuestra vida.
Febrero 16 de 2021 11: 55 AM
Hijos míos, los dragones de fuego ya comenzaron a despertar
y las entrañas de la Tierra en muchos lugares han comenzado a abrirse;
el gemir de mi Creación va a traer dolor, desolación y muerte en muchas naciones.
El dragón amarillo de la gran nación del norte, está a punto de despertar
y el fuego de sus entrañas, enlutará esta nación.
Mi Creación está por gemir como nunca antes lo había hecho,
sus dolores claman justicia,
muchas naciones van a sufrir por los dolores de parto de mi Creación.
NO TEMÁIS PUEBLO MÍO
A LOS DÍAS DE MI JUSTICIA
No entréis vosotros en pánico, cuando mi Creación comience a moverse;
conservad la calma y alabad con cánticos y salmos, la Gloria de Dios
y os aseguro que todo os será más llevadero.
REPARAOS PUEBLO MÍO
Porque los días de transformación y purificación de mi Creación están llegando.
Se acercan los días del castigo de las naciones impías;
estremecer de la Tierra y fuego del cielo
serán el azote con el castigaré estas naciones;
muchas desaparecerán por el rigor de mi Justicia
y no volverá a quedar recuerdo alguno de ellas.
Las Sodomas y Gomorras de estos Últimos Tiempos,
caerán bajo el peso de mi Justicia.
Entonces, sabrán los habitantes de la Tierra, que Yo, Soy el Regente del Universo,
Señor de la Creación. Padre, con todos aquellos que se acogen a mi Misericordia
y Justo Juez, para los impíos.
Estad pues alerta y vigilantes, Pueblo mío, Heredad mía,
porque mi Justicia está por restablecer el Orden y el Derecho en mi Creación
Julio 25 de2010 3:15 P.M.
El pecado del hombre de hoy atemoriza los mismos infiernos;
los matrimonios entre homosexuales y lesbianas, los abortos, los hogares mal vividos,
la juventud perdida y toda la degradación de esta Humanidad ingrata y pecadora,
rompen con el equilibrio de mi Creación y son una afrenta a mi Santo Espíritu.
Os digo, que ni en Sodoma y Gomorra con todo su pecado,
jamás se vio lo que hoy se ve en esta humanidad de estos Últimos Tiempos.
Si a estas dos ciudades las desaparecí con fuego caído del cielo,
cuanto más no haría hoy con tantísimo pecado que hace llorar al cielo.
Mi Creación no soporta más tanto ultraje y pecado;
todas mis criaturas guardan el equilibrio con la cual fueron creadas; es decir:
armonía, equilibrio, paz y común unión con el Creador.
Pero el hombre de hoy con su soberbia, prepotencia y autodivinidad,
está rompiendo el código del amor que rige en la Creación,
destruyendo el ecosistema, lo cual traerá como consecuencia
su propia autodestrucción.
Septiembre 13 de 2010 12:45 p.m
Si continuáis pensando de ese modo se os perderá el alma!.
¡Recogeos y arrepentios insensatos,
porque se acerca la venida de vuestro Dios y Salvador!.
Soy el Dios de la Misericordia, pero también soy el Dios de la Justicia,
que no permitirá que sigáis destruyendo mi Creación
y quebrantando mis Preceptos.
Soy más Padre que Juez;
pero vosotros le disteis la espalda al Dios de la Misericordia;
conoced entonces mi Justicia que es recta e inexorable;
que da a cada cual según sus obras.
Ya el hacha está en la raíz del árbol,
y todo árbol que no de buen fruto, será cortado, talado y tirado al fuego.
Y allí será el llanto y crujir de dientes.
Entonces clamaréis: Señor, Señor, ven a salvarnos;
y Yo os diré: No os conozco hacedores del mal.
Id al fuego eterno. ¡Apartaos de Mí!.
Os anuncio habitantes de la Tierra, que mis días están por comenzar.
Alegraos vosotros los que escucháis mi Voz
y ponéis en práctica mis Preceptos,
porque muy pronto veréis a vuestro Dios y Señor en todo su esplendor.
Octubre 20 / 2010 9:30 A.M.
Pueblo mío: El gran país del norte, junto con sus aliados y otras organizaciones,
esto traería la guerra, la desolación y la muerte de millones de seres humanos
y la destrucción casi total de mi Creación.
Al ser invadida Persia, despertaría a un león dormido,
que se uniría al dragón rojo,
el cual vomitaría fuego sobre el gran país del oso y la estepa;
desencadenándose la Tercera Guerra Mundial,
QUE DURARÍA MINUTOS
por todo el potencial armamentista que hay,
destinado a la destrucción y la muerte.
¡Oh hijas de Sión: llorad y lamentaos, por la perdida de vuestros valientes!
. ¡Entonad cánticos fúnebres y vestios de sayal,
porque mi Creación yace moribunda!.
Las ciudades están desoladas y el humo de la muerte se siente por doquier;
las campanas tañen lastimeras,
anunciando el paso de la desolación.
¡Oh, que desolación;
lo que ayer era verde y florido, en polvo y desierto ha quedado!.
Mi Creación llora desconsolada, al ver tanto infortunio, dolor y muerte.
La radiación y la contaminación acabará con muchos;
mis aves morirán y la vida en el mar se extinguirá;
el hambre se apoderará del resto que quede;
muchos desearán estar muertos, pero la muerte se negará a escucharlos.
El tiempo de la purificación comenzará
y mi pueblo será probado, como se prueba el oro en el fuego.
Octubre 06 de 2011 8:50 a.m.
La tecnología del hombre de hoy no podrá detener el fuego de mi Justicia.
El cosmos está a punto de sufrir grandes cambios que afectarán la vida en la Tierra;
el Universo se conmocionará,
las estrellas perderán su brillo, el sol y la luna se oscurecerán (Joel 2, 10).
De las entrañas de mi Tierra, dragones de fuego brotarán
y mi Creación temblará y gemirá como mujer en parto.
La tecnología del hombre se revertirá contra él
y en su afán de querer detener el paso de mi Justicia,
lo que hará será acrecentar los problemas.
Lo que está escrito se cumplirá al pie de la letra,
porque no sale una palabra de mi boca, sin que regrese a Mí, dando el fruto esperado.
La falta de agua y la carencia de alimentos traerá la guerra entre las naciones,
el conflicto armado sólo producirá más desolación y muerte
y hará de mi Creación un Valle de Lágrimas.
La soberbia del hombre desencadenará muchas desgracias.
¡Pobre de ti Jerusalén, porque serás probada como se prueba el oro en el fuego!.
¡Oh reyes de la tierra, de nada os servirán vuestros corceles y vuestras flechas de fuego,
de nada servirán vuestros pájaros de acero,
vuestra ciencia y tecnología no servirán de nada en el tiempo de mi Justicia!.
http://www.mensajesdelbuenpastorenoc.org/mensajesrecientes.html