735 La Misión de Jesús7 min read

IMITAR A JESÚS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

521 En Tecua.

La parte posterior de la casa de Simón de Tecua no es otra cosa que una plaza;

a la cual hacen de alas los lados de la casa, que es de forma de U:

En los días de mercado, se abre por tres sitios el fuerte enrejado que la separa…

de una plaza pública más grande.

Y muchos vendedores invaden con sus puestos, los pórticos que hay en los tres lados de la casa,

donde les son alquilados los lugares ocupados;

obteniendo así el dueño una utilidad financiera.

Es por esto que Simón de Tecua lleva consigo al anciano, al que le ha proporcionado vestiduras nuevas…

Dignificando su presencia como nuevo administrador del sitio mencionado y presentándolo a todos,

diciendo:

–             De ahora en adelante le pagaréis a él la suma establecida.

Cuando terminan de recorrer todos los pórticos y el ancianito ha sido presentado…

Volviéndose hacia su beneficiario

dice a Elí-Ana:

–              Éste será tu trabajo aquí.

Adentro será lo mismo, con la posada y los establos.

No es difícil ni fatigoso;

pero te demuestra cuánta estima te tengo.

He echado a uno después del otro, a tres que me ayudaban…

Porque no eran honestos.

Pero tú me agradas.

Además te ha traído Él.

El Maestro sabe conocer los corazones.

Vamos donde Él ahora, para decirle que si quiere, la hora es buena para hablar.

Y se marcha, seguido de cerca por el viejito..

La gente va llenando cada vez más la plaza.

El rumor también va aumentando:

Mujeres para las compras;

mercaderes de ganado;

compradores de bueyes para los arados o de otros animales;

campesinos encorvados bajo el peso de cestos de fruta, alabando sus mercancías;

cuchilleros con todo lo que corta y otras herramientas de trabajo, muy bien expuestas encima de esteras…

Y que con una bulla infernal, descargan las segures sobre leños, para mostrar la consistencia de la hoja…

O con un martillo, golpean en hoces que tienen colgadas en caballetes;

para que se vea el perfecto temple de la hoja.

Otros que levantan rejas de arado, con las dos manos las golpean contra la tierra, que se abre herida…

Para dar una prueba de la dureza de la reja, a la que ningún terreno se resiste.

También los que trabajan el cobre:

Con ánforas, cubos, sartenes y lámparas…

Que golpean en el metal sonoro hasta aturdir, para que se vea que es macizo.

Otros se desgañitan ofreciendo muchas lamparillas, de una o más llamas…

Para las próximas fiestas de Kisléu.

Y dominando a todos, monótono y penetrante como lamento de lechuza nocturna;

se escucha el grito de los mendigos esparcidos, en los puntos estratégicos el mercado…

Jesús viene desde la casa, junto con Pedro y Santiago de Zebedeo.

Los otros se han ido por la ciudad, anunciando al Maestro que hablará en la plaza.

La gente lo reconoce en seguida y muchos acuden;

mientras el vocerío se hace menos intenso y el ruido también.

Los enfermos ya han sido curados.

Se han recibido muchas limosnas, que Mateo administra sabiamente.

Jesús ordena dar limosna a algunos mendigos con los que se encuentra…

Y se detiene a saludar a dos hombres.

Los cuales seguidos de sus criados, habiendo acabado las compras, ya estaban para dejar el mercado.

Pero ahora se quedan también ellos, para escuchar al Maestro.

Cuando el Maestro llega al lugar que le fue asignado…

Jesús empieza a hablar:

–               Cada cosa a su tiempo, cada cosa en su lugar.

No se realiza el mercado en sábado, ni se comercia en las sinagogas.

Tampoco se trabaja por la noche, sino que más bien mientras es de día.

Sólo el pecador trafica en el Día del Señor…

Profana con negocios humanos los lugares destinados a la oración…

O se da a la rapiña durante la noche, cometiendo hurtos y delitos…

Igualmente:

El que comercia honestamente…

Se esfuerza en probar a sus compradores la calidad de sus productos…

Y la consistencia de sus instrumentos.

Después de la transacción, el que compra se marcha contento de la buena compra que ha hecho.

Comprobándola luego con un uso efectivo, de lo que le ofrecieron.

Pero si por ejemplo con mucha astucia, el vendedor lograra engañar al comprador…

Y el utensilio o el producto alimenticio le resultase a éste no bueno:

Inferior al precio pagado;

¿No recurriría el comprador a medidas de defensa…

Que irían desde un mínimo de no volver a comprar nunca donde ese vendedor,

a un máximo de recurrir al juez para recuperar su dinero?

Eso sucedería.

Eso sería lo justo.

Y,a pesar de esto…

¿No vemos en Israel al pueblo engañado por los que venden como buenos…

productos en malas condiciones?

¿Que ese pueblo desacredita a quien da buenos productos, siendo éste el Justo del Señor?

Sí, todos lo vemos.

Ayer noche muchos de vosotros vinieron a referir las artes, de los malos vendedores.

Y Yo dije:

«Dejadlos.

Tened firmes vuestros corazones y Dios proveerá»

¿Estos que venden cosas no buenas…

A quienes ofenden?

¿A vosotros?

¿A Mí?

No.

¡A Dios mismo!

La culpabilidad no es tanto del engañado, cuanto del que engaña.

El pecado no ha sido cometido tanto contra el hombre, como contra Dios:

Al tratar de vender cosas no buenas,

para que el que tiene deseos de comprar vaya a las cosas buenas.

Yo NO OS DIGO:

Reaccionad, vengaos.

No son palabras que puedan salir de mi boca.

Sólo digo:

Escuchad el sonido verdadero de las palabras, observad bien, bajo la gran luz…

Las acciones de los que os hablen;

saboread el primer sorbo o el primer bocado que os ofrezcan…

Si oís un sonido áspero, si sus acciones tienen tenebroso aspecto,

si el sabor que os queda en el corazón os turba;

rechazad como cosa NO BUENA, aquello que os ofrecen.

La sabiduría, la justicia, la caridad no son nunca ásperas, turbadoras, ni amantes de actuar en la sombra.

Sé que he sido precedido por discípulos míos.

Ahora os dejo a dos apóstoles míos.

Además ayer noche, con las acciones, más que con las palabras…

He testificado de dónde vengo y con qué Misión.

He realizado milagros entre vuestros ciudadanos enfermos, que fueron atraídos a Mí Presencia…

No hacen falta pues, largos discursos para atraeros hacia mi camino.

Pensad…

Y quered estar en él.

Imitad a los que fundaron esta ciudad en los límites del árido desierto.

Pensad siempre que fuera de mi doctrina, hay aridez de desierto;

mientras que en mi doctrina están las fuentes de la Vida.

Y a pesar de todos los hechos que puedan acaecer, NO os turbéis, NO os escandalicéis.

Recordad las palabras del Señor en Isaías (50, 2; 59, 1)

Nunca será acortada mi mano ni se hará pequeña, para favorecer a los que siguen mis caminos.

De la misma forma que nunca será anulada la mano del Altísimo,

para castigar a aquellos que a Mí me ofenden y causan dolor…

Porque vine…

Y muy pocos encontré para acogerMe;

llamé y pocos respondieron.

Porque, de la misma manera que quien me honra, honra al Padre que me ha enviado;

el que me desprecia desprecia a Aquel que me ha enviado.

Y por la ley antigua del thalión:

El que me repudia será repudiado.

Pero vosotros, que habéis acogido mi palabra, no temáis los oprobios de los hombres,

ni os acongojéis por sus ultrajes;

primero contra y luego contra vosotros porque me amáis…

Yo, aunque parezca Perseguido y vaya a parecer Quebrantado,

Os consolaré y protegeré.

No temáis;

no temáis al hombre mortal, que hoy es y mañana no es sino un recuerdo y polvo.

Temed al Señor, temed con un santo amor, no con miedo;

temed no saberlo amar con medida proporcionada a su amor infinito.

Yo no os digo: Haced esto o aquello.

Sabéis lo que debe hacerse…

Os digo: AMAD.

Amad a Dios y a su Cristo.

Amad a vuestro prójimo como Yo os he enseñado.

Y si sabéis amar, todo lo haréis.

Yo os bendigo, habitantes de Tecua;

ciudad situada en los lindes del desierto…

Pero oasis de paz para el Perseguido Hijo del hombre.

Que mi Bendición permanezca en vuestros corazones y en vuestras casas;

ahora y siempre.

Jesús ha terminado de hablar…

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