741 ¿Una Mujer Posesa?

IMITAR A JESÚS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

523 La petición a Jesús de que juzgue a una mujer. 

Jesús sale de la casa de Zaqueo.

La mañana está ya avanzada.

Acompañan a Jesús:  Zaqueo, Pedro y Santiago de Alfeo.

Los otros apóstoles ya se han diseminado por los campos,

para anunciar que el Maestro está en la ciudad.

Detrás del grupo de Jesús con Zaqueo y los apóstoles, hay otro grupo, muy…

Variado en fisionomías, edades y ropajes.

No es difícil afirmar que estos hombres pertenecen a razas distintas;

quizás incluso antagonistas entre sí.

Pero los hechos de la vida los han traído a esta ciudad palestina.

Y los han reunido para que desde sus profundidades se remontaran hacia la Luz.

La mayoría son caras ajadas, propias de quien ha usado y abusado de la vida de distintas maneras;

la mayoría, tienen ojos cansados.

Hay miradas a las que la larga costumbre de ejercer el…

Hurto fiscal o una autoridad brutal, las ha hecho rapaces o duras.

De vez en cuando esta antigua mirada emerge de tras un velo humilde y pensativo,

puesto por la nueva vida.

Esto sucede especialmente cuando alguno de Jericó los mira con desprecio…

O farfulla alguna insolencia a cuenta de ellos.

la mirada vuelve a ser cansada, humilde.

Y las cabezas se agachan humilladas.

Jesús se vuelve dos veces a observarlos…

Y viéndolos retrasados y que van aminorando el paso a medida que se acercan…

Al lugar que Él ha elegido para hablar, ya lleno de gente…

Aminora el suyo para esperarlos y…

Les dice:
–              Pasad delante de Mí y no temáis.

Desafiabais al mundo cuando hacíais el mal;

no debéis temerlo ahora que os habéis despojado de él.

Lo que usasteis entonces, para domeñarlo…

La indiferencia ante el juicio del mundo, única arma para que se canse de juzgar;

usadlo también ahora,.

Y él se cansará de ocuparse de vosotros.

Os absorberá, aunque lentamente…

Y os anulará en medio de la gran masa anónima que es este mísero mundo;

al cual en verdad, se da demasiado peso.

Quince hombres obedecen y pasan adelante…

Santiago de Zebedeo yendo hacia Jesús y señalando hacia un rincón templado por el sol;

Dice:
–              Maestro, allí están los enfermos del campo.

Jesús pregunta:
–             Voy.

¿Los otros dónde están?

–               Entre la gente.

Pero ya te han visto y están viniendo.

Con ellos están también Salomón, José de Emaús, Juan de Éfeso y Felipe de Arbela.

Van a la casa de este último y vienen de Joppe, Lida y Modín.

Traen con ellos hombres de la costa del mar y mujeres.

Te estaban buscando…

Porque hay desacuerdo entre ellos en el juicio acerca de una mujer.

Pero hablarán contigo…

Para informarte.

Efectivamente, Jesús pronto se ve rodeado por los otros discípulos y saludado con veneración.

Detrás de ellos están los que han sido recientemente atraídos por la doctrina de Jesús.

Pero no está Juan de Éfeso.

Y Jesús pregunta el motivo de su ausencia.

Santiago informa:

–                 Se ha quedado en una casa lejana de la gente, con una mujer y los padres de ella.

La mujer, no se sabe si está endemoniada o es profetisa.

Dice cosas increíbles, según refieren los de su pueblo.

Pero los escribas que la han escuchado la han juzgado poseída.

Los padres han llamado varias veces a los exorcistas;

pero ellos no han podido expulsar a este demonio con palabra, que la tiene aferrada.

Ahora bien, uno de ellos le dijo al padre de la mujer…

(Es una viuda virgen que se ha quedado en la familia)

“Para tu hija se necesita el Mesías Jesús.

Él comprenderá sus palabras y sabrá de dónde vienen.

He intentado imponerle al espíritu que habla en ella, que se marchara en nombre de Jesús,

llamado el Cristo.

Siempre que he usado este Nombre los espíritus tenebrosos han huido.

Esta vez, no.

Por eso digo que, o es el propio Belcebú el que habla…

Y logra resistir incluso a ese Nombre pronunciado por mí;

o es el propio Espíritu de Dios…

Y por tanto no teme, siendo así que es una cosa sola con el Cristo.

Yo estoy convencido más de esto,

que de lo primero.

Pero para estar seguros, sólo el Cristo puede juzgarlo.

Él conocerá las palabras y su origen”.

Y fue ultrajado por los escribas presentes…

Que dijeron que estaba poseído como la mujer y como Tú.

Perdona si tenemos que decir esto…

Y algunos escribas ya no se han separado de nosotros.

Están de guardia vigilando a la mujer, porque quieren establecer si puede ser avisada de tu llegada.

Porque ella dice que conoce tu cara y tu voz…

Y entre miles te reconocería.

Cuando en realidad está probado que nunca ha salido de su pueblo.

Es más: De su casa.

Desde que hace quince años, se le murió el esposo en la vigilia de la fiesta nupcial.

Y también está probado que nunca has pasado Tú por su pueblo, que es Betlequi.

Los escribas esperan esta última prueba para dejar sentado que está endemoniada.

¿Quieres verla ahora enseguida?

Jesús responde:

–              No.

Tengo que hablar a la gente.

Y aquí entre las turbas, sería demasiado alborotador el encuentro.

Ve a decir a Juan de Éfeso y a los padres de la mujer…

Y también a los escribas;

que los espero a todos al principio del ocaso,

en los bosques que están a lo largo del río, en el sendero del vado.

¡Anda, ve!

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: