IMITAR A JESÚS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
536c Llegada a Betania con los apóstoles ya reunidos.
Jesús camina adelante del grupo apostólico, al encuentro del resto con el que se reunirán en Bethania.
Después de haber hablado por primera vez sobre el organismo que en el futuro, será la Iglesia;
Jesús ha quedado sumergido en sus pensamientos…
Y no sale de ese estado hasta que al llegar a los linderos de Bethania,
ve a los otros apóstoles que han venido por el otro camino.
Prosiguen unidos hacia la casa de Lázaro.
Juan anuncia que ya los esperan, porque los criados los han visto.
Luego Juan le dice
– Maestro, supe que Lázaro está muy grave…
Jesús contesta:
– Lo sé.
Por eso os he dicho que estaremos en la casa de Simón.
Porque no he querido alejarme sin saludarlo otra vez.
Siempre atrevido, incluso en los mejores momentos…
Judas de Keriot dice:
– ¿Pero por qué no lo curas?
Sería muy justo.
A tus mejores siervos los dejas morir.
No comprendo…
– No hay necesidad de que lo comprendas antes de tiempo.
– Sí.
No hace falta.
No la habrá.
Dices bien.
Pero, ¿Sabes qué cosa dicen tus enemigos?
Que curas cuando puedes, no cuando quieres.
Que proteges cuando puedes…
¿No sabes que el viejo de Tecua ya murió?
¿Y qué lo mataron?…
Porque murió asesinado.
Todos preguntan sorprendidos:
– ¿Muerto?
– ¿Quién?
– ¿Eli-Ana?
– ¿Cómo?
Pedro pregunta:
– ¿Y cómo lo sabes tú?
Judas contesta:
– Por casualidad lo supe hace poco, en la casa donde estuve.
Dios sabe que no miento.
Parece que fue un ladrón que bajó de Adomín disfrazado de mercader…
Y que en vez de pagar el lugar, lo mató…
Varios exclaman:
– ¡Pobre viejo!
– ¡Qué vida tan infeliz!
– ¡Qué muerte tan triste!
– ¿No dices nada, Maestro?
Jesús dice:
– No tengo nada que añadir…
Fuera de que el anciano sirvió al Mesías hasta su muerte.
¡Ojalá se pudiera decir esto de todos!
¡Y así fuera el final de todos!
Pedro pregunta a Tadeo:
– Respóndeme, hijo de Alfeo:
Pero no será como tú afirmabas…
¿O sí?
Tadeo contesta:
– Puede ser.
Un hijo que por odio arroja de casa a su padre.
Por un odio de esta naturaleza…
Un hijo, por odio a su padre y por añadidura:
Por un odio de esta clase…
Puede ser capaz de todo.
Se vuelve a Jesús y agrega:
– Hermano mío, muy verídicas son tus palabras:
“Y el hermano se levantará contra su hermano y el padre contra sus hijos.”
Jesús confirma:
– Y quién hiciere así, creerá haber servido a Dios.
Pues lo verán como servicio a Dios los que obren así.
Ojos ciegos, corazones endurecidos, espíritus sin luz.
Y con todo, aún así los deberéis amar…
Felipe exclama:
– Pero, ¿Cómo vamos a amar a quién nos trate así?
Ya será bastante si no reaccionamos.
Y si soportamos con resignación sus acciones…
– Yo os daré un ejemplo que os enseñará…
A su tiempo y si me amareis, haréis lo que Yo haré…
Jesús calla y se queda absorto…
Perdiéndose en un pensamiento íntimo suyo.