788 Quién Es el Mesías6 min read

IMITAR A JESÚS ES EL EJEMPLO QUE SALVA 

537a En el Templo en la fiesta de la Dedicación.  

Después de la liberación a la jovencita Jesús ha regresado al Pórtico de los Gentiles,

al mismo lugar donde estaba anteriormente.

Los apóstoles y discípulos comentan sobre lo sucedido…

Pedro dice:

–             ¿Has visto Señor, que muchos judíos llegaron por detrás de nosotros?

He reconocido a algunos de ellos…

¡Ahí están!

Son los que nos espiaban antes.

Mira cómo disputan entre sí…

Tomás propone:

–              Tal vez están estableciendo en quién de ellos ha entrado el diablo.

También está Nahúm el hombre de confianza de Annás.

Reune todas las condiciones…

Es un tipo que se lo merece.

Andrés, cascando los dientes, confirma:

–            Sí.

Tienes razón.

Tú no has visto, porque todo sucedió a tu espalda…

Y estabas mirando a otra parte…

Pero el fuego se dejó ver sobre su cabeza.

Yo estaba cerca de él.

¡He sentido un miedo!…

Mateo explica:

–          Realmente ellos estaban todos juntos.

Pero yo he visto el fuego abrirse encima y lo vi que se cernía sobre nosotros.

Pensé que íbamos a morir…

Temblé, más bien por el Maestro.

Parecía como si estuviera justamente suspendido sobre su cabeza…

Leví, el discípulo pastor, objeta:

–           ¡No, hombre!

Yo lo vi salir de la jovencita…

Y estallar, sobre la muralla del Templo.

Jesús dice:

–            No discutáis entre vosotros.

El fuego no ha indicado una cosa, ni la otra.

Tampoco señaló a nadie.

Fue solo el signo de que el Demonio había huido.

Andrés replica:

–           Pero dijo que no se iría lejos…

–           Palabras de demonio.

¿Quién les hace caso?

No hay que escucharlas.

Alabemos más bien al Altísimo por estos tres hijos de Abraham, curados en su cuerpo y en su alma…

Mientras tanto muchos judíos se acercan y rodean a Jesús.

Ninguno es miembro del Templo.

No hay entre ellos fariseos, saduceos, escribas o sacerdotes, ni siquiera uno…

Uno de ellos, claramente confiesa:

–            ¡Grandes cosas has hecho en esta mañana!

Obras verdaderamente dignas de un Gran Profeta.

¡Los espíritus de los Abismos han dicho de Ti, cosas grandiosas!

Pero no pueden aceptarse sus palabras, si la tuya no las confirma…

¡¡¡Esas palabras nos estremecieron en todo nuestro ser!!!

Estamos temblando de terror por ellas…

Pero también tenemos miedo de un gran engaño;

porque se sabe que Belcebú es un espíritu mentiroso, que está lleno de falsedad.

No quisiéramos equivocarnos ni ser engañados.

belcebu

Dinos pues, ¿Quién Eres?

Dínoslo con tu propia boca, que respira Verdad y Rectitud.

Jesús responde:

–             ¿No os lo he dicho tantas veces?

Hace ya casi tres años que os lo vengo diciendo.

Antes de Mí, os lo dijo Juan de Zacarías, en el Jordán.

Y la Voz de Dios se oyó en los Cielos…

–             Es verdad…

Tienes razón.

Pero nosotros no estuvimos esas veces.

Nosotros…

Tú, que eres justo, debes comprender nuestra congoja.

Quisiéramos creer en Tí como Mesías.

Tú eres un hombre recto.

Debes comprender nuestras ansias.

Porque ya demasiadas veces el pueblo de Dios ha sido engañado por falsos Cristos.

Compréndenos…

Han venido muchos Mesías falsos, queriendo engañar…

Consuela nuestra confusión.

Consuela con una palabra segura nuestro corazón, que tiene esperanza y que espera…

Que espera oír una palabra de seguridad…

Y te adoraremos.

Jesús los mira severamente.

Sus ojos parecen perforar las carnes, atravesar sus cuerpos, desnudar sus almas…

Dejando al descubierto sus corazones…

Luego dice:

–              En verdad, muchas veces los hombres saben decir mentiras mejor que Satanás.

No.

Vosotros no me adoraréis…

Jamás.

Dijera lo que os dijera.

Y aunque llegarais a hacerlo…

¿A quién adoraríais?

–            ¿A quién?

¡A nuestro Mesías!

–           ¿Seríais capaces?

¿Llegaréis a hacerlo?

¿Quién es para vosotros el Mesías?

Responded, para que sepa cuánto valéis.

–            ¿El Mesías?

Pues el Mesías es Aquel que por órdenes de Dios reunirá al Israel disperso…

Lo convertirá en un pueblo victorioso…

Bajo cuyo cetro, estará el Mundo.

Será un Pueblo triunfante sobre todo poder existente…

¿Acaso, es qué Tú no sabes lo que es el Mesías?

–           Lo sé.

Como también vosotros lo sabéis y NO lo sabéis.

El Mesías hará de Israel, la nación Reina del Mundo.

–          Así es.

Dios lo ha prometido.

Toda venganza, toda gloria, toda reivindicación…

Vendrán del Mesías prometido.

El Mesías nos vengará.

Nos hará victoriosos y gloriosos.

Nos devolverá nuestros derechos completos…

TODO vendrá con el Mesías Prometido.

Jesús sentencia:

-–          Escrito está: “No adorarás a otro que no sea el Señor Dios tuyo”

¿Cómo podréis adorarMe, si en Mí sólo podéis ver al Hombre-Mesías?

–            ¿Y qué otra cosa podemos ver en Ti?

–            ¡¡¡¿Qué, qué?!!!…

¿Y con estos sentimientos habéis venido a preguntarme?

¡Raza de víboras taimadas, engañosas y venenosas!

Sois hasta sacrílegos.

Porque si en Mí no podéis ver otra cosa más que el Mesías Humano…

Y me adoráseis.

¡Sois unos idólatras!

Solo a Dios de le debe la adoración.Yahveh

En verdad os digo una vez más, que El que os está hablando ES mucho MÁS…

Que el Mesías que os figuráis con una Misión…

Con las tareas, palacios y poderes, que solo vosotros, faltos de espíritu y sabiduría…

Os habéis inventado y os imagináis.

El Mesías no viene a dar a su Pueblo, un reino como el que creéis…

No ha venido a ejercer venganzas sobre otros poderosos.

Su Reino no es de este Mundo.

Su Poder sobrepuja cualquier otro poder del mundo, que siempre es limitado.

El hombre dice:

–          Nos mortificas, Maestro.

Nos sentimos humillados…

Si eres Maestro y nosotros somos ignorantes…

¿Por qué no quieres instruirnos?

–          Hace tres años que lo estoy haciendo…

Y vosotros estáis cada vez más en las tinieblas porque rechazáis la Luz.

–          Es verdad.

Tal vez lo sea.

Pero lo que fue en el pasado, no quiere decir que suceda en el porvenir…

¿Y qué?

Tú que tienes piedad de los publicanos y de las prostitutas;

que absuelves a los pecadores…

¿No vas a tener piedad de nosotros…

Sólo porque somos de dura cerviz y aunque nos esforzamos…

Nos cuesta comprender lo que Eres?

–          No es que os esforcéis.

Es que no queréis comprender.

No sería culpa alguna, el que fuerais unos idiotas.

Dios tiene muchas luces que alumbran aún la inteligencia más cerrada;

pueden iluminar el intelecto más obtuso…

Obtuso, pero lleno de buena voluntad.

Ésto es lo que os falta.

La que tenéis es opuesta.

Por eso no comprendéis Quién Soy Yo.

Deja un comentario

Descubre más desde cronicadeunatraicion

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo