M7 ALTAR DE EXPIACIÓN 2

En el TERCER NIVEL DEL PURGATORIO, SE SUFRE EL CALVARIO DE JESUS CON TODO EL RIGOR DE LA JUSTICIA DIVINA
Dicembre 08 de 2019
EL PURGATORIO ES UN ALTAR DE EXPIACION
J.V.: Veo el Corazón de Jesús, grande e irradiando muchísima Luz y Me dice Dios Nuestro Señor:
Hijitos Míos, Mi Amor por vosotros es inmenso, muchas veces os lo he dicho, pero vosotros no meditáis en ello; NO hay Amor más intenso en el Universo, que Mi Amor por vosotros.
Primeramente, el Amor de Mi Padre al crearos también, es inmenso. Mi Donación por vuestra salvación fue puro Amor, Amor para restaurar todo aquello que el Pecado os quitó.
Aquellos que oran, aquellos que entran en su corazón y Me buscan, les permito ir conociendo el Amor que tengo hacia vosotros; ciertamente en una mínima parte de lo que realmente es.
Cuando un alma es tocada por Mi Amor, cambia; cambia radicalmente, porque nunca un alma que está militando, puede llegar a recibir de la Tierra, de aquellos que conviven con ellos,
un amor tan intenso, como el que sale de Nosotros, como el que brota de Nuestro Ser hacia vosotros.
Nuestro Amor es incomprensible para todos vosotros, no podéis entender cómo es posible que Nosotros os ameMos, a pesar de vuestra maldad.
A pesar de vuestros errores, a pesar de vuestros pecados, a pesar de vuestros olvidos, a pesar de vuestras traiciones, a pesar de que no queráis creer y estar con Nosotros.
Como os dije, Nuestro Amor es incomprensible; porque estáis acostumbrados a los amores de la Tierra, que pocas veces son amores salidos de un corazón limpio y sano.
El amor del hombre es traicionero, a veces mentiroso o convenenciero.
Por eso, cuando un alma VIVE Nuestro Amor, cuando se le concede esa vivencia del Amor Divino; no lo puede entender, no lo puede concebir…
Porque en ese momento, uno sabe cómo es uno mismo, uno sabe y conoce sus defectos, maldades, traiciones y NO concibe que Nuestro Amor pueda llegar a ellos.
Porque estáis acostumbrados a recibir amor cuando os portáis bien, cuando hacéis una obra de Caridad, cuando queréis quedar bien ante alguien.
Pero que realmente lo estáis haciendo de corazón y de repente, recibís Nuestro Amor cuando no estáis en la mejor disposición espiritual, como para recibirNos en Nuestra Divinidad.
Sí, ciertamente Nuestro Corazón se derrama sobre el hombre, Nuestro Amor os cambia…
Os cambia radicalmente…
Y de vivir en un mal, como soléis vivir todos vosotros; el alma se queda sumamente tocada por Nuestro Amor, por esos momentos de la realidad Divina a la que estáis llamados a vivir al final de vuestra experiencia en la Tierra.
Cómo quisiera Mis pequeños, que todos vosotros Me llamarais, ME PIDIÉRAIS ESE MOMENTO DIVINO, para que cambiarais.
Ciertamente, Nosotros os conocemos en lo íntimo, en lo personal, en lo profundo. Y permitiMos estos momentos Divinos, para que el alma cambie…
Quizá pueda ser un alma que a ojos humanos sea mala, que se ha desviado de la realidad Divina; pero el hombre NO CONOCE el por qué y el cómo está actuando esa alma y lo que puede dar después de ser tocada con Nuestro Amor.
Les regalaMos a éstas almas un momento de Cielo, para que se den cuenta, de que SÍ EXISTE UN CIELO, de que se vive en él un Amor que no es creíble aquí en la Tierra y que cuando se está en ese momento de Cielo, NO queréis salir de él.
Nuestro Amor os abraza, os llena de una Paz que no podéis comprender, pero que SÍ LA PODÉIS GOZAR.
No queréis saber ya nada más de lo que os rodea, de lo que habéis vivido, de las posesiones que tenéis en la Tierra; simplemente queréis venir Conmigo, con vuestro Dios, al Reino de los Cielos.
Debéis CREER Mis pequeños, debéis VIVIR en la Sabiduría Divina, debéis TENER FE y no tratéis de comprender lo que es incomprensible, aún para aquellos que ya han tenido esa experiencia de Mi Amor.
Simplemente ACTÚAD EN EL BIEN, vivid entre vuestros hermanos amándolos, como Yo os amé y os sigo amando.
Llevad la Paz que Yo os traje a la Tierra. Perdonad, como Yo os perdono y no una sola vez, sino muchas veces, a través de la penitencia, a través de la confesión, a través de vuestro arrepentimiento.
Sed otros Cristos y viviréis eternamente en el Reino de los Cielos.
En una palabra, sed portadores del Amor que Yo os traje del Cielo a la Tierra y con él, cambiad almas.
Transformadlas con vuestra vida, con vuestras palabras, con vuestros buenos deseos, con vuestra Intercesión.
Os he dicho que vuestro Juicio al final de vuestra existencia, será basada en el Amor. ¿Cuánto de Mi Amor dejasteis en la Tierra?
Pero NO podéis dar lo que NO tenéis, por eso debéis dejar que Mi Santo Espíritu entre en vosotros, purifique vuestro interior, saque de vosotros la maldad que lleváis…
Y dejad que el Amor os invada, que venga esa transmutación; que Mi Vida tome vuestra vida y de ésta forma, SÍ podréis dar lo que ya tenéis en vuestro interior, que es Mi Amor.
Ciertamente, Yo no os puedo presionar, Yo no puedo obligaros a que toméis Mi Amor a la fuerza.
El simple hecho de que Me pidáis que Yo entre en vosotros, que Mi Santo Espíritu os transforme; ya ese es un acto de Amor Divino y Yo, inmediatamente, respondo a él.
Ciertamente, es difícil ser un Testigo de Mi Amor entre la maldad que os rodea…
Y por eso, a todos aquellos que son testigos de Mi Amor, que saben que hay que tomar esa Cruz, como Yo la tomé…
Nuestro regalo, en el Reino de los Cielos, será inmenso.
AL SER AMOR EN LA TIERRA,
SERÉIS ODIADOS POR AQUELLOS QUE TRABAJAN PARA SATANÁS
PERO YO ESTOY CON AQUELLOS QUE ME VIVEN
Que Me llevan a cambiar almas que en este momento están tomando Mi Amor, Mi lugar de ser otros Cristos y ciertamente moriréis, pero resucitaréis victoriosos.
VUESTRA MISIÓN ES BELLÍSIMA, MIS PEQUEÑOS
ES CAMBIAR A ESTE MUNDO
DONDE LA MALDAD DE SATANÁS DESTROZÓ LA CREACIÓN DE MI PADRE
Y VOSOTROS, HABÉIS SIDO ENVIADOS PARA RESCATAR A LA CREACIÓN,
EMPEZANDO CON EL HOMBRE
Ciertamente todo tiene que ser restaurado; el hombre y todo lo que fue creado para el hombre. Todo fue creado en un acto de Amor Infinito, de parte de Mi Padre, vuestro Padre.
TODO tiene vida en el Amor y cuando vosotros vivís en el Amor, sin que os deis cuenta, vais dando vida por donde vais caminando.
Dejad pues que Mi Presencia se dé plenamente en vosotros…
Y así como muchos hermanos vuestros, en el momento en el que estuve Yo en la Tierra Me gozaron y ciertamente, otros Me atacaron…
LOS SUFRIMIENTOS SERÁN LOS MISMOS, independientemente de la ACTITUD QUE ADOPTEMOS.
Es el EFECTO en nosotros lo que cambiará…
Porque la Estrategia que seguirá Satanás, ya la PREDETERMINÓ el objetivo que persigue…
Y esto lo confirmaremos en los DESASTRES que ya han sido programados, para TODOS Y CADA UNO de los países que forman parte de su satánico plan infernal…
Y que han sido orquestados para la entronización de su mesías encarnado: EL ANTICRISTO.
Aquí la pregunta ES:
¿Cómo preferís luchar?
Siendo “punching bag“…
Aunque los que actúen así, terminarán siendo aniquilados por su misma TIBIEZA Y COBARDÍA…
O pelear de rodillas ORANDO EL ROSARIO…
ENFRENTANDO AL INFIERNO COMO UN ADVERSARIO REAL, al que Lucifer contemple desde la lona, preguntándose:
¡¿Cómo ¡#$%%&/ le derribásteis?!
Yo en lo personal, prefiero declararle al formidable Arcángel:
– SI NO QUIERES OTRA PEOR, ¡¡¡NO TE METAS CONMIGO!!!
Porque nuestra INTERCESIÓN desde la Cruz, que compartimos con Jesús, por nuestro “FIAT” al llamado para ser “Otros Cristos”…
Garantiza que lo que pedimos DENTRO de la Voluntad Divina, se efectúa “ipso facto”
Y por eso le canto alabanzas a Mamita María, yo sé que para él NO HAY NADA MÁS DEVASTADOR QUE ESTO.
HORA ES VUESTRO TIEMPO, VUESTRA OPORTUNIDAD DE CAMBIAR ALMAS
DE RESTAURAR LO QUE HA SIDO AFECTADO POR EL PECADO
Y AUNQUE SEÁIS ATACADOS, YO OS DEFENDERÉ
Y JUNTOS RESTAURAREMOS TODO LO QUE EL PECADO HA AFECTADO..
Confiad en Mí, vuestro Salvador, conozco bien al hombre, porque estuve entre vosotros, confiad en Mí y hagamos esta gran tarea, Tarea Divina, de restaurar lo que el Pecado afectó.
Contáis Conmigo Mis pequeños, contáis con Mi Vida, con Mis Milagros, con Mi Palabra y Mi Protección.
SoMos Uno, como en la Santísima Trinidad SoMos Uno,
es tiempo de que TODO vuelva al Principio, de que seaMos nuevamente uno en el Amor.
Venid pues Mis pequeños, tomadMe de la Mano, dejádMe que os lleve Yo, a donde vuestros hermanos os necesitan.
Y Yo, vuestro Dios y Salvador estando en vosotros, levantareMos a esas almas abatidas, a esas almas muertas en el pecado y les dareMos nueva vida en el amor por el perdón.
Hijitos, sabéis que en los tiempos de dificultad es cuando brotan las Virtudes.
Les he estado anunciando que tiempos difíciles se vienen. Y con esto espero de cada uno de vosotros la generosidad, tanto en lo espiritual, como en lo humano.
Sabéis perfectamente, porque lo tenéis en las Sagradas Escrituras; que Yo pago al ciento por uno y a veces mucho más Mis pequeños, cuando realmente dais de corazón lo que se necesita.
Os he venido pidiendo por todos aquellos hermanos vuestros, que no están preparados a bien morir; para que por vuestra intercesión, éstas almas se puedan salvar.
No os toca a vosotros en estos tiempos ser jueces, os toca ser almas llenas de Mi Amor, así como Yo, en los momentos difíciles de Mi Pasión.
en ningún momento blasfemé o deseé algún mal contra los verdugos o contra todas aquellas personas que en algún momento, recibieron un bien de parte Mío y luego Me pagaron con traición, blasfemias, y hasta deseándoMe la muerte en la Cruz.
Es tiempo de benevolencia, es tiempo de perdón, es tiempo de demostrar todo el amor que habéis dejado crecer dentro de vuestro corazón, con todas las Enseñanzas que os he dado a nivel mundial.
Os he dicho y repetido muchas veces, que a Satanás se le va a vencer con el Amor y no portándoos de la misma forma en la que él se porta.
Si él os ataca, si os blasfema, si os lleva a sufrir de tantas formas; vosotros no podéis reaccionar de esa misma forma, con grosería, con malos deseos, con destrucción.
VUESTRA RESPUESTA TIENE QUE SER EL PERDÓN, EL AMOR
Y hasta tratar en un momento dado, de entender a aquellas almas que están trabajando en el Mal, porque quizá vivieron en un ambiente de maldad y no de amor, como vosotros lo habéis tenido.
Cada uno de vosotros tenéis un tipo de vida diferente, quizá también tuvisteis problemas en vuestra niñez, en vuestra adolescencia, pero Mi Amor os venció.
Mi Amor en vuestro corazón os llevó por buenos caminos y respondisteis actuando en el Bien, actuando con buenas obras y viviendo en la Paz, que solamente Yo os puedo dar.
Ciertamente, hay otros hermanos vuestros que también llevando una vida difícil cuando eran pequeños o un poco mayores, todo ese dolor, todo eso que sufrieron, lo manifiestan, después, actuando en el mal, actuando contra todos los que les rodean.
Llevando una vida que deja mucho que desear, causando problemas a su alrededor y con muchas personas con las que tratan; éstas no son almas que saben amar, porque no saben primeramente, PERDONAR.
Eso es lo que os pido Yo ahora Mis pequeños, que actuéis como Yo os enseñé, actuando en el Bien,
tratando hasta de querer entender por qué están actuando así, porque son vuestros hermanos. Y procurar dispensarlos, eso es amor, Mis pequeños.
ESO ES LO QUE NO QUIERE VER SATANÁS EN VOSOTROS,
QUE SEPÁIS PERDONAR, QUE SEPÁIS AMAR,
QUE SEÁIS ESOS CRISTOS EN ESTOS TIEMPOS
porque fue satanás el que Me llevó al sufrimiento a la Cruz, a las blasfemias de los que Me rodeaban, golpes, salivazos, todo ese ambiente fue Satanás el que lo ideó y lo puso en el corazón de ese pueblo, especialmente de sus dirigentes.
No seáis como ese pueblo, que no supo amar a su Mesías, que no supo apreciar tantos favores, beneficios, Milagros; pero sobre todo, Mis Palabras evangelizadoras llenas de Amor y de Perdón que les dejé.
No supieron apreciar todo eso, como tampoco supieron apreciar tantos Milagros y maravillas que sus antepasados vivieron durante y después de que fueron sacados de Egipto.
No seáis igual que ellos, pueblo de cerviz dura, de mal corazón,
YO QUIERO EN ESTOS TIEMPOS, OTROS CRISTOS
,
QUIERO EN ESTOS TIEMPOS, ALMAS QUE SALVEN
Y LEVANTEN HERMANOS VUESTROS QUE ESTÁN CAÍDOS EN EL PECADO,
EN LA DESESPERACIÓN Y EN LA MALDAD.
Os vuelvo a repetir, éstos son tiempos de amor; ciertamente, veréis caos a vuestro alrededor; pero todo eso, vosotros los que sí creéis, lo que sí sabéis amar, los que estáis Conmigo,
con vuestra Oración, podréis cambiar mucho de los acontecimientos,
al vivir vosotros en Mi Amor y al ayudar a vuestros hermanos a que también, aprendan a vivir en el Amor.
En ningún momento Me consideréis lejano a vosotros como, a veces dicen por ahí; que Yo Me alejaré y que Mi Hija, la Siempre Virgen María, también se alejará en estos Tiempos de Tribulación.
Ya os había explicado esto antes, de cómo un padre o una madre o un hermano que saben amar, no pueden apartarse en el momento en que el ser querido estará en mayor peligro y tribulación,
especialmente, contra un Enemigo muy superior a las fuerzas que tiene vuestro ser querido.
Estos son momentos en que Satanás utilizará su gran fuerza contra vosotros, para tratar de destruiros.
Vosotros por vosotros mismos, no tenéis capacidades para luchar contra este Ente Maligno, muy poderoso, mucho más poderoso que vosotros;
No sería Amor, de parte Nuestra, apartarNos y dejaros solos, sin protección; por eso, estareMos con vosotros en todo momento.
Acudid a Nosotros, venid y dejad que Nuestro Amor, Nuestro Corazón, os cubran, os protejan, os guíen y dejaos ser amados para que vosotros también, améis a los vuestros, a vuestro alrededor.
Hijitos Míos, al bajar Yo a la Tierra y estar entre vosotros, traje la Luz del Cielo y todos aquellos que Me siguen, que han escuchado Mi Palabra, que la han tomado para sí, para su vida,
para que os guíe, para que seáis también Luz, como Yo lo Soy; estáis destinados también a ayudar a vuestros hermanos, manteniendo esa Luz con vosotros, y anulando la maldad de Satanás.
Una sombra, al momento en que se acerca la luz, desaparece, ya no hay sombra. uando hay luz por todos lados, esta sombra, no se produce.
Satanás es la sombra y, ante Mi Luz, desaparece y todos vosotros, que sois Luz, debéis estar contentos de que Satanás no os atacará.
Ciertamente, se acercará, pero no podrá contra vosotros; porque al momento en que se vaya acercando, Mi Luz en vosotros, hará que desaparezca su fuerza.
No tendrá poder ante vosotros si os mantenéis Conmigo y seguís Mis Pasos entre los hombres.
Mis pequeños, sabéis que estos son tiempos de Obscuridad y de una obscuridad profunda; el poder de Satanás se ha soltado, porque vosotros no lo habéis detenido,
por vuestra falta de Oración, por vuestra falta de dedicación al tratar de manteneros en estado de Gracia, en amor entre los hombres y siendo un ejemplo como Yo fui entre los hombres.
Ahora, se os hace más fácil adaptaros al mundo y confundiros entre los hombres; porque al ser Luz resaltáis y os empiezan a atacar Y ESO ES LO QUE NO QUERÉIS…
Y esto Mis pequeños, ES COBARDÍA, es una cobardía espiritual
Y esto será tomado en cuenta al momento de vuestro Juicio.
Y casi podría deciros que es una apostasía, porque si ya estabais Conmigo y por temor a ser atacados, blasfemados por seguirMe, por estar Conmigo, por hablar de Mi Palabra, por llevar buen ejemplo ante los hombres, Me disteis la espalda,
entonces, NO estáis siendo los Cristos que Yo quiero que seáis en estos tiempos,
Y eso para vosotros serán puntos negativos al momento de vuestro Juicio, porque fuisteis en un momento Luz, pero os visteis a vosotros mismos y no quisisteis ser atacados… Y preferisteis, entonces, ser sombra, y esto Me duele, Mis pequeños.
Los grandes santos han sido Luz y se mantuvieron en esa Luz y por eso fueron asesinados martirizados, desterrados; porque aquellos que viven en la sombra, no pueden y no soportan estar entre aquellos que llevan Mi Luz.
Dichosos debéis sentiros vosotros, los que sois despreciados, atacados, blasfemados o aún asesinados porque sois Luz,
os aseguro que brillaréis inmensamente en el Reino de los Cielos, porque Mi Luz se potencializará allá, porque aceptasteis ser Luz aquí y llevasteis esa Luz ante los hombres.
Manteneos así, Mis pequeños, manteneos llevando Mi Luz.
Ser Luz es vivir en la Pureza, en la Santidad, en un Amor profundo hacia Nosotros en Nuestra Santísima Trinidad.
Ser Luz, es hablar ante los hombres para llevarles la Verdad, es evitar todo aquello que es malo, todo aquello que no os va a llevar a la perfección, todo aquello que destruye la posibilidad de alcanzar la santidad.
Sed valientes y esto os va a asegurar la vida eterna, con una alegría eterna; porque fuisteis los Cristos de este tiempo y Mi Padre, os lo premiará inmensamente.
Ve hijo Mío, cómo de Mi Corazón sale esta Luz tan fuerte, tan poderosa, que baña a toda la humanidad. Es la Luz de Mi Corazón, que quiere tocar vuestro corazón, que quiere que vosotros os purifiquéis y volváis a Mí.
Mis pequeños, el Cielo os espera, no se os dio el don de la vida, para que os mantuvierais siempre en la Tierra; vinisteis a trabajar para la conversión y salvación de las almas, como Yo vuestro Hermano Jesucristo, lo hice.
Ved Mi Corazón que tanto os ama, que sale de Mi Pecho, que se muestra a vosotros y que al verlo vosotros, debierais caer de rodillas,
pero contentos al saber que Mi Corazón todo lo perdona, si es que venís a Mí arrepentidos; porque también os llena de Mi Amor.
No estáis solos Mis pequeños, estos son momentos profetizados desde antiguo, que se tienen que dar y es triste, que todo este mal que se ha desatado, es el que provoca en vosotros el arrepentimiento y la Oración,
porque os he pedido y os he dicho, que vuestro corazón es el que debiera, al estar lleno de Mi Amor, cambiar, crecer y gozar de todas las Gracias, Bendiciones, Dones y Virtudes, con las que Yo, vuestro Dios y Salvador, os regalo, porque estáis Conmigo.
Pero no, desgraciadamente es el dolor, como el que estáis pasando ahora, en toda la Humanidad, el que hace que vosotros, espantados por lo que sucede, volteéis hacia Mí.
Y con temor y no con amor, Me pidaís que se aminoren todos estos desastres, toda esta maldad que os ataca ya, por todos lados.
Mucha de vuestra Oración, es para exigirMe que se dé de inmediato vuestra petición y así, poder volver al mal en el que vivíais.
Me duele tanto ver los corazones, de una gran mayoría de vosotros alrededor del Mundo; porque queréis que Yo detenga la Maldad que os rodea.
Ciertamente hacéis Oración, sacrificios, penitencias, ayunos, veo vuestro corazón arrepentido en esos momentos, y aminoro o hasta elimino la maldad que os aqueja,
Y en lugar de tener un nuevo principio en vuestro ser, en vuestra espiritualidad y volver a Mí limpios y pidiendo un crecimiento espiritual, ¡NO!, hacéis todo lo contrario, volvéis al mal en el que estabais.
No sois almas buenas, no sois almas confiables, no sois almas en las que Yo pueda depositar Mis Bendiciones, Carismas, Virtudes; porque posiblemente, hasta las usaríais para el mal.
No sois almas a las que se les pueda dar el título de ser otros Cristos en estos tiempos, donde Mi Pureza, Mi Santidad, Mi Amor, Mi Sabiduría, Mis Milagros,
Me hacían ser visto como alguien diferente, por llevar una Vida Divina. Yo, vuestro Dios, caminé entre los hombres, algunos Me aceptaron, otros Me despreciaron y, otros más, Me llevaron a la Cruz.
Meditad Mis pequeños, ¿A cuál de estas tres opciones que os doy, pertenecéis cada uno de vosotros? si realmente Me amáis, ¿Estáis arrepentidos de lo que habéis hecho a lo largo de vuestra existencia?,
O ¿Seréis de aquellos que Me siguieron, gozaron de Mis Milagros, pero luego Me despreciaron?
o ¿Seréis de aquellos con una idea firme de llevarMe a la Cruz?
Existen, todavía estas tres categorías; desgraciadamente la primera aquellos que Me aman, que se les puede decir, son otros Cristos en estos momentos de la humanidad, es una población muy pequeña, MUY MUY PEQUEÑA, Mis pequeños.
Es un Dolor muy grande el que Me causáis, a pesar de todo lo que he hecho por vosotros.
Os veo sufrir con todo lo que está pasando y Me duele inmensamente esto, ver cómo Satanás os está atacando de una forma u otra.
Os ataca donde más os pueda herir Y SABÉIS COMO ATACARLO A ÉL Y NO LO HACÉIS. Podría decirse, que es muy simple cómo debiera ser vuestro cambio,
Y es el de regresar a Mí, mantenerse cumpliendo los Mandamientos, llevar una vida como Yo la llevé de ejemplo, de Amor, de ayuda a vuestros hermanos.
Ciertamente, a aquellos que Me siguen, Yo les doy los mismos Dones que Me vieron llevar a cabo y como dicen las Escrituras, aquellos que Me siguen, en estos tiempos,
Yo les daré todavía más; pero os debéis negar a vosotros mismos y, eso, es lo que no queréis la gran mayoría de vosotros.
Queréis seguir gozando lo que el Mundo os da, pero por otro lado no queréis sufrir lo que también, el Mundo os da,
y por eso os acercáis a Mí, para pedirMe que os quite esa parte de sufrimiento, para que se quede la otra parte, que es la de vuestro gozo y a veces, gozo desenfrenado, pecaminoso, cruel.
Vosotros no os queréis a vosotros mismos. Seguís buscando a Satanás, porque él os da esos gozos humanos, aun sabiendo vosotros que son gozos pecaminosos
y luego, queréis venir a Mí, supuestamente arrepentidos, porque no soportáis los dolores del Mundo, que también, vienen de Satanás.
¡No!, Mis pequeños, estáis viviendo un error en vuestras vidas; si estáis Conmigo, es para que hagáis un cambio radical en vuestra existencia.
Dejar todo aquello que es pecaminoso y darle la espalda a todo lo que viene de Satanás.
Ciertamente es difícil, si lo queréis hacer por vosotros mismos; pero si os acercáis a Mí, Yo os ayudaré a levantaros y a poner una coraza firme, gruesa y que repela a Satanás,
Pero es, la debéis poner vosotros con ese cambio radical que no todos queréis hacer.
Queréis venir al Cielo de regreso, os queréis ganar el Cielo asistiendo a Misa los domingos, pero por obligación o por el qué dirán, pero no por amor.
Os queréis ganar el gran premio, que es el Reino de los Cielos, con el mínimo esfuerzo que hacéis. No, Mis pequeños, esto no puede ser así.
Así como Yo Me di en totalidad por cada uno de vosotros, así es como os debéis dar a Mí, vuestro Dios; para que os ganéis Mi Gran Tesoro, Mi Reino Eterno. Queréis mucho, haced también mucho.
Ciertamente, no moriréis de la forma en que Yo morí, pero sí dar todo lo que podáis en cuanto a llevar una vida de acuerdo a como Yo os la enseñé:
una vida de ejemplo, una vida de virtud, una vida de intercesión y sobre todo, una vida de amor, amando a vuestros hermanos, deseándoles, a través de vuestra Oración, de vuestra intercesión hacia Mí, el Bien, para que puedan entrar al Reino de los Cielos.
Hay tanta maldad en el Mundo y ciertamente en el Universo entero también hay mucha maldad, que podéis ayudar a infinidad de vuestros hermanos.
Dejad que Mi Santo Espíritu os guíe y os lleve a conocer la forma más efectiva, para que podáis salvar muchísimas almas.
Os lo pedí en la Cruz, “tengo sed”, y era sed de almas. Y os lo sigo pidiendo. Tengo sed, ya salvé vuestra alma, ahora, dadMe almas a Mí, vuestro Dios.
Os di Vida con Mi Muerte, ahora, que vuestro tiempo sobre la Tierra, el poco o mucho tiempo que os quede, antes de regresar a Mi Presencia,
que sea para salvar almas, que vuestra vida sea de Oración e intercesión y un verdadero amor hacia vuestros hermanos.
¡Cuántas almas, que se han condenado, hubieran querido que un alma hubiera orado por ellas, por su salvación!
Estáis tan distraídos en las cosas del Mundo y desperdiciáis tanto tiempo, que os puedo decir, que ese tiempo desperdiciado, hubiera salvado a muchísimas almas,
si hubierais aprovechado el pedirMe por su salvación.
Entended Mis pequeños, que siendo Yo Persona en vosotros, que así como fue Mi intención bajar a la Tierra, para salvaros a todos,
ahora, si Me lo permitís, puedo Ser Yo en vosotros y ayudaros a salvar almas.
Poneos en el lugar de aquellos que no Me aman, los que Me atacan, los que Me blasfeman, los que han perdido la Fe y el Amor a Mí,
¿No quisierais, acaso, que alguien orara por vosotros para salvaros?
Os vuelvo a repetir, hay muchísimas almas que necesitan que un alma buena, un alma que sea un Cristo en este tiempo, se dé en Oración para salvarlas.
Os he dado mucho; ciertamente, espero, también, mucho de vosotros.
Yo, el Hijo del Hombre y vosotros, Mis pequeños, Mis hermanos, os Bendigo: que la Luz del Espíritu Santo, descienda sobre vosotros, os transforme y os lleve a la Perfección de Mi Padre, a la que estáis llamados todos vosotros.
M7 ALTAR DE EXPIACIÓN 1
EL PURGATORIO ES UN ALTAR DE EXPIACION
Acta de Martirio de Santas Felicidad y Perpetua (año 203 d.C.)
Cartago, 7 de marzo de 203
Las Actas del Martirio de las santas Felicidad y Perpetua (7 de marzo del 203) constituyen un relato altamente significativo; para darnos una idea al menos aproximada, de las exigencias que el Cristianismo comportaba en la vida pública, social y familiar.
El ejemplo que protagoniza Perpetua es una muestra patente de anteponer los dictados de la Fe a los lazos de la sangre y de la familia:
“Fueron detenidos los adolescentes catecúmenos Revocato y Felicidad, ésta compañera suya de servidumbre; además de Saturnino y Secúndulo.
Y entre ellos también Vibia Perpetua, de noble nacimiento, instruida en las artes liberales, legítimamente casada, que tenía padre, madre y dos hermanos; uno de éstos catecúmeno como ella y un niño pequeñito al que alimentaba ella misma.
Contaba veintidós años.
A partir de aquí, ella misma narró punto por punto todo el orden de su martirio (y yo lo reproduzco, tal como lo dejó escrito de su mano y propio sentimiento).
“Unos días antes del arresto, el Espíritu Santo me solicitó que ayunara y pidiera fervientemente QUE EN MI PRUEBA SUPLICARA RESISTIR AL AMOR PATERNO…
Y así lo hice…
Cuando todavía nos hallábamos entre nuestros perseguidores, como mi padre deseara ardientemente hacerme apostatar con sus palabras y llevado de su cariño, no cejara en su empeño de derribarme:
– Padre –le dije-, ¿Ves, por ejemplo, ese utensilio que está ahí en el suelo, una orza o cualquier otro?
– Lo veo –me respondió.
– ¿Acaso puede dársele otro nombre que el que tiene?
– No.
– Pues tampoco yo puedo llamarme con nombre distinto de lo que soy: C R I S T I A N A.
De allí a unos días, se corrió el rumor de que íbamos a ser interrogados.
Vino también de la ciudad mi padre; consumido de pena, se acercó a mí con la intención de derribarme y me dijo:
– Compadécete, hija mía, de mis canas; compadécete de tu padre, si es que merezco ser llamado por ti con el nombre de padre.
Si con estas manos te he llevado hasta esa flor de tu edad, si te he preferido a todos tus hermanos, ¡No me entregues al oprobio de los hombres!
Mira a tus hermanos; mira a tu madre y a tu tía materna; mira a tu hijito, que no ha de poder sobrevivir. Depón tus ánimos, no nos aniquiles a todos; pues ninguno de nosotros podrá hablar libremente, si a ti te pasa algo.
Así hablaba como padre llevado de su piedad, a la par que me besaba las manos, se arrojaba a mis pies y me llamaba entre lágrimas no ya su hija, sino su señora.
Y yo estaba transida de dolor por el caso de mi padre, pues era el único de toda mi familia que no había de alegrarse de mi martirio.
Y traté de animarlo, diciéndole:
– Allá en el estrado sucederá lo que Dios quisiere; pues has de saber que no estamos puestos en nuestro poder, sino en el de Dios.
Y se retiró de mi lado, sumido en la tristeza.
Otro día mientras estábamos comiendo, se nos arrebató súbitamente para ser interrogados.
Y llegamos al foro o plaza pública.
Inmediatamente se corrió la voz por los alrededores de la plaza.
Y se congregó una muchedumbre inmensa. Subimos al estrado.
Interrogados todos los demás, confesaron su Fe.
Por fin me llegó a mí también el turno.
Y de pronto apareció mi padre con mi hijito en los brazos. Y me arrancó del estrado, suplicándome:
– Compadécete del niño chiquito.
Y el procurador Hilariano, que había recibido a la sazón el ‘ius gladii’ o poder de vida y muerte, en lugar del difunto procónsul MinucioTiminiano,
Me dijo:
– Ten consideración a las canas de tu padre; ten consideración a la tierna edad del niño. Sacrifica por la salud de los emperadores.
Y yo respondí:
– No sacrifico.
– Luego ¿Eres cristiana?
– Sí, soy cristiana.
Y como mi padre se mantenía firme en su intento de derribarme, Hilarianodio orden de que se lo echara de allí. Y aun le golpearon.
Yo sentí los golpes de mi padre como si a mí misma me hubieran apaleado. Así me dolí también por su infortunada vejez.
Luego, al cabo de unos días Pudente soldado lugarteniente oficial de la cárcel, empezó a tenernos gran consideración, por entender que había en nosotros una gran virtud.
Y así, admitía a muchos que venían a vernos con el fin de aliviarnos los unos a los otros.
Mas cuando se aproximó el día del espectáculo, entró mi padre a verme, consumido de pena.
Y empezó a mesarse su barba, a arrojarse por tierra, pegar su faz en el polvo, maldecir de sus años y decir palabras tales, que podían conmover la creación entera.
Yo me dolía de su infortunada vejez.
En cuanto a Felicidad, también a ella le fue otorgada gracia del Señor, del modo que vamos a decir:
Como se hallaba en el octavo mes de su embarazo (pues fue detenida encinta), estando inminente el día del espectáculo, se hallaba sumida en gran tristeza, temiendo se había de diferir su suplicio por razón de su embarazo (pues la ley veda ejecutar a las mujeres embarazadas), y tuviera que verter luego su sangre, santa e inocente, entre los demás criminales.
Lo mismo que ella, sus compañeros de martirio estaban profundamente afligidos de pensar que habían de dejar atrás a tan excelente compañera, como caminante solitaria por el camino de la común esperanza.
Juntando, pues, en uno los gemidos de todos, hicieron oración al Señor tres días antes del espectáculo.
Terminada la oración, sobrecogieron inmediatamente a Felicidad los dolores del parto.
Y como ella sintiera el dolor, según puede suponerse, de la dificultad de un parto trabajoso de octavo mes, díjole uno de los oficiales de la prisión:
– Tú que así te quejas ahora, ¿Qué harás cuando seas arrojada a las fieras, que despreciaste cuando no quisiste sacrificar?
Y ella respondió:
– Ahora soy yo la que padezco lo que padezco; mas allí HABRÁ OTRO EN MÍ, que padecerá por mí, pues también yo he de padecer por Él.
Y así dio a luz una niña, que una de las hermanas crió como hija.
Como el tribuno los tratara con demasiada dureza, pues temía, por insinuaciones de hombres vanos, no se le fugaran de la cárcel por arte de no sabemos qué mágicos encantamientos, se encaró con él Perpetua y le dijo:
– ¿Cómo es que no nos permites alivio alguno, siendo como somos reos nobilísimos, es decir, nada menos que del César, que hemos de combatir en su natalicio? ¿O no es gloria tuya que nos presentemos ante él con mejores carnes?
El tribuno sintió miedo y vergüenza, y así dio orden de que se los tratara más humanamente, de suerte que se autorizó a entrar en la cárcel a los hermanos de ella y a los demás.
Y que se aliviaran mutuamente; más que más, ya que el mismo Pudentehabía abrazado la Fe.
Mas contra las mujeres preparó el diablo una vaca bravísima, comprada expresamente contra la costumbre. Así, pues, despojadas de sus ropas y envueltas en redes, eran llevadas al espectáculo.
El pueblo sintió horror al contemplar a la una, joven delicada, y a la otra, que acababa de dar a luz. Las retiraron, pues y las vistieron con unas túnicas.
La primera en ser lanzada en alto fue Perpetua, y cayó de espaldas; pero apenas se incorporó sentada, recogiendo la túnica desgarrada, se cubrió la pierna, acordándose antes del pudor que del dolor.
Luego, requerida una aguja, se ató los dispersos cabellos, pues no era decente que una mártir sufriera con la cabellera esparcida, para no dar apariencia de luto en el momento de su gloria.
Así compuesta, se levantó, y como viera a Felicidad tendida en el suelo, se acercó, le dio la mano y la levantó. Ambas juntas se sostuvieron en pie, y, vencida la dureza del pueblo, fueron llevadas a la puerta Sanavivaria.
Allí fue recibida por cierto Rústico, a la sazón catecúmeno íntimo suyo; como si despertara de un sueño (tan absorta en el Espíritu había estado), empezó a mirar en torno suyo,…
Y con estupor de todos, dijo:
– ¿Cuándo nos echan esa vaca que dicen?
Y como le dijeran que ya se la habían echado, no quiso creerlo hasta que reconoció en su cuerpo y vestido las señales de la acometida.
Luego mandó llamar a su hermano, también catecúmeno.
Y le dirigió estas palabras:
– Permaneced firmes en la Fe, amaos los unos a los otros y NO os escandalicéis de nuestros sufrimientos.
Mas como el pueblo reclamó que salieran al medio del anfiteatro para juntar sus ojos, compañeros del homicidio, con la espada que había de atravesar sus cuerpos, ellos espontáneamente se levantaron y se trasladaron donde el pueblo quería.
Antes se besaron unos a otros, a fin de consumar el martirio con el rito solemne de la paz.
Todos, inmóviles y en silencio, se dejaron atravesar por el hierro; pero señaladamente Sáturo (que era quien los había introducido en la Fe y que se había entregado voluntariamente al conocer su encarcelamiento para compartir así su suerte).
Como fue el primero en subir la escalera y en su cúspide estuvo esperando a Perpetua, fue también el primero en rendir su espíritu.
En cuanto a ésta, para que gustara algo de sufrimiento, Dios PERMITIÓ que sintiese algo del suplicio…
Porque ya fuese piedad o inexperiencia, el gladiador de Perpetua no sabía matar. No tomó el punto justo y solo la hirió.
Perpetua, sintió el dolor y gritó al ser punzada en las costillas.
Lo miró dirigiéndole una dulce sonrisa y dijo al turbado atleta:
– Hermano. Deja que yo te ayude.
Enseguida, ella misma le tomó de la mano y dirigió la espada hacia su garganta.
Y apoyando la punta contra la carótida derecha, dijo:
– ¡Jesús, a Ti me encomiendo! –Y agregó mirando al gladiador- Empuja hermano. Yo te bendigo.
Desviando la cabeza para que la espada penetre fácilmente, ayuda al nervioso gladiador.
Sin duda alguna mujer tan excelsa no podía morir de otra manera. Hasta tal punto el Demonio le temía.
Los santos intrépidos en su amor por Dios, al martirio del corazón se han unido el de la carne.
¡Si así amaron a sus verdugos!… ¿Cómo habrían amado a sus hijos?
Eran jóvenes y felices en el amor a su familia, a sus creaturas.
PERO DIOS DEBE SER AMADO SOBRE TODAS LAS COSAS…

– Ahora soy yo la que sufro, pero en la arena del circo será Otro Quien sufrirá por mí, ya que yo sufriré por Él.
Y ELLOS AMARON ASÍ
Se arrancaron las entrañas y el corazón, al separarse de sus pequeños, pero la Fe no muere.
Ellos creen en la otra vida firmemente y saben que ésta es para quién sabe ser fiel y persevera hasta el fin.
Ley en la Ley, es el Amor Han dado la vida hasta el Sacrificio Total por amor a su Dios y porque quieren que los más caros a su corazón lleguen al Reino.
Y PARA GUIARLOS,
TRAZARON CON SU SANGRE,
UNA SEÑAL QUE VA DE LA TIERRA AL CIELO,
¡QUE ESPLENDE Y QUE LLAMA…!
¿SUFRIR? ¿MORIR? ¿QUÉ COSA ES?
ES UN INSTANTE FUGAZ
No es nada aquel instante de dolor con respecto al futuro que los espera.
¿Las fieras? ¿La espada? Son benditas, porque son las que dan la Vida…
¡Oh fortísimos y beatísimos mártires! ¡Oh de verdad llamados y escogidos para gloria de nuestro Señor Jesucristo!
El que esta gloria engrandece, honra y adora, debe ciertamente leer también estos ejemplos, que no ceden a los antiguos, para edificación de la Iglesia, a fin de que también las nuevas virtudes atestigüen que es uno solo y siempre el mismo Espíritu Santo el que obra hasta ahora.
Y a Dios Padre omnipotente y a su Hijo Jesucristo, Señor nuestro, a quien es claridad y potestad sin medida por los siglos de los siglos. Amén.”
Estas dos mujeres, la una rica e instruida y la otra humilde y sencilla sirvienta, jóvenes esposas y madres, que en la flor de la vida prefirieron renunciar a los goces de un hogar, con tal de permanecer fieles a la religión de Jesucristo,
¿QUÉ NOS ENSEÑAN A NOSOTROS?
Ellas sacrificaron un medio siglo que les podía quedar de vida en esta Tierra y llevan más de 17 siglos gozando en el Paraíso eterno.
¿Qué renuncias nos cuesta nuestra religión? ¿En verdad, ser amigos de Cristo nos cuesta alguna renuncia?
Cristo sabe pagar muy bien lo que hacemos y renunciamos por El.
Aquí es necesario puntualizar tres cosas:
1.- El Bautismo era solicitado por los catecúmenos cuando estaban dispuestos a morir con el Martirio y se sentían preparados con el Amor de Fusion y de Coparticipación para ser Otros Cristos.
2.- Conocían perfectamente lo que significaba SER TEMPLOS VIVOS DEL ESPÍRITU SANTO y por eso la contundente declaración de Felicidad.
3.- También CONOCÍAN la experiencia que representa la PRESENCIA PALPABLE DEL DIOS VIVIENTE, dentro de sí mismos y su Bautismo fue recibido con un Baño de Sangre.
Ahora es ABBA Personalmente el que nos invita a ESTE PRIVILEGIO y que en el Purgatorio desaparece su mérito; porque lo que lo hace plausible es la FE y el Libre Albedrío…
Dos componentes que en el Purgatorio ya no son admisibles, porque en el Juicio Particular adquirimos el CONOCIMIENTO TOTAL y cuando “sabemos” ya no tiene sentido y mérito como Prueba…
Porque aunque el PURGATORIO ES UN ALTAR DE EXPIACION dónde sólo se expían las culpas propias y…

En el Purgatorio sufrimos el Getsemaní y el Calvario SIN PALIATIVOS, TAL COMO LO SUFRIÓ JESÚS, por nuestra NEGATIVA TERRENAL a cooperar en La Redención
YA NO PODEMOS SER CORREDENTORES
Habla Dios Padre
Hijitos Míos, hoy os quiero hablar de la Gracia tan grande que debéis pedir y que para ella vinisteis a la Tierra a servirMe y es la Gracia de llegar a ser otros Cristos.
Esta Gracia es la sublimación de cada alma que baja a la Tierra, es la misión y la vida, por excelencia, que debe tener cada alma, porque así se vive en el Cielo y Mi Reino Celestial se debe de vivir en la misma forma, transmitiendo a Mi
Hijo en cualquiera de Sus facetas o virtudes, viviendo, realmente, el Amor Celestial como El se los manifestó en todas Sus Obras.
La Vida de Mi Hijo se debe manifestar en cada una de las almas que bajan a la Tierra.
Cada alma baja impregnada de Mi Amor, amor que se debe ir desarrollando, primero, con la ayuda y guía de los padres que os ha tocado tener
Y posteriormente con la ayuda interna que cada uno de vosotros deberá escuchar en su interior, para que sea Mi Santo Espíritu el que os lleve a crecer…
Y consumar el amor infinito que Yo puse en cada uno de vosotros para el Crecimiento y Redención del género humano.
Yo os conozco perfectamente a cada uno de vosotros.
YO OS GUÍO A CADA UNO DE VOSOTROS EN FORMA PARTICULAR
NINGUNO ES IGUAL A OTRO Y TODOS NECESITÁIS UNOS DE OTROS
PARA VUESTRO BUEN DESARROLLO Y DESENVOLVIMIENTO HUMANO Y ESPIRITUAL
Yo os creé limitados, manteniendo esas necesidades en vosotros y en vuestro prójimo, para que así vivierais en santa humildad.
Apreciando con ella que sin la ayuda de vuestros hermanos, NO PODRÍAIS SUBSISTIR, ni humanamente ni espiritualmente, por las Enseñanzas que transmito a algunos de vosotros.
He puesto Mi Conocimiento parcialmente en cada uno de vosotros para que, con necesidad humilde os acercarais los unos a los otros;
Pero en vez de aceptar con humildad vuestras limitaciones y así pedirlas, os ensoberbecéis con lo que tenéis, que es limitado. Y no permitís que aflore de cada uno de vosotros vuestra humildad…
Y preferís comprar a veces con altanería y desprecio, los bienes que vuestro prójimo os puede dar para completar lo que necesitáis.
Sólo Mi Hijo ha bajado sin tener la limitación de las Gracias Divinas y teniéndolas todas, las puso a vuestra disposición para que de ellas os sirvierais para vuestro crecimiento espiritual, para vuestro crecimiento en el Amor.
Se quiso humillar haciéndose pequeño y pobre…
Y así enseñaros que hasta Él mismo necesitaba de Su prójimo para subsistir humanamente.
Aceptó la ayuda de ricos y pobres y así también, de los desprecios de ricos y pobres.
Tuvo que trabajar de carpintero, para que con Su trabajo ayudara a otros y con la remuneración de Su trabajo ayudara a Su Familia para la subsistencia diaria.
Quiso aceptar todos los acontecimientos que a diario se Le presentaron y que ahora se os presentan a cada uno de vosotros, tanto humanos como espirituales.
Quiso tomar una a una. todas las situaciones de la vida para así irlas purificando, santificando..
Y que ellas así se volvieran ocasiones de vida, de crecimiento espiritual, de ocasión de sacrificio y para intercesión por TODAS las almas y de TODOS los tiempos.
Os quiso dar ejemplo de aceptación a Mi Voluntad al permanecer oculto, llevando vida normal como de cualquier ciudadano, vida “aparentemente” sin importancia, haciendo cosas normales “sin importancia” para la sociedad.
Pero fue una Vida Oculta obediente y vasta para la salvación de todos vosotros, porque El permanecía en Mi en todo momento.
Quiso pasar desapercibido 30 años, como muchos de vosotros pasáis quizá, toda vuestra vida; bien desapercibidos para el mundo, pero viviendo profundamente para Mi, haciendo Mi Voluntad.
Quiso santificar cada trabajo, cada vida ordinaria o importante, cada momento.
En Su Vida Pública trató a gente de todos niveles sociales y económicos y se hizo uno en cada uno de ellos, menos en los soberbios y en el pecado.
Pero sí comprendiendo a los pecadores y ayudándolos a salir del Abismo, a veces tan profundo en el cuál habían caído por su pecado,
que los mismos conciudadanos deploraban y castigaban, a veces hasta mortalmente los que así procedían, como en el caso de la mujer adúltera que iba a ser lapidada.
Mi Hijo bajó a llevar salvación en la caridad y en la comprensión por conocer vuestra pequeñez y vuestra debilidad.
Os mostró cómo El mismo fue tentado por el Maligno y le hizo saber como Su tarea en la Tierra dependía de Mi, Su Padre.
Y de ésta forma tomaba fuerza extraordinaria. para vencerlo fácilmente en todas las ocasiones en las que se le presentó.
Cuando arrojaba a los Demonios, éstos Lo ponían en evidencia ante el pueblo dándoles a conocer que El era el Mesías, el Hijo de Dios Altísimo.
Y El en lugar de envanecerse, los hacía callar.
La Humildad ante todo, Mi Hijo, Dios en Mi Mismo, el Humilde por excelencia, el Verbo hecho carne, el Amor vivo entre vosotros.
El os enseñó a través de la vida con Sus discípulos, Mis necesidades de salvación, viviendo y enseñando Mi Sabiduría y a la vez acompañada con prodigios grandísimos venciendo, hasta lo humanamente imposible: LA MUERTE.
El os enseñó que viviendo Su Vida, Sus enseñanzas, siempre viéndoMe a Mi primero y a Mi Voluntad, podrían lograr todo.
Así se lo confió a Sus discípulos y les dijo: “Id y predicad a todas las naciones y aquellos que Me sigan podrán hacer las mismas cosas que Me han visto hacer y las harán aún mayores.
ESTE ES UN PRIVILEGIO QUE MI HIJO OS HA DEJADO
Y ES PARA TODOS AQUELLOS QUE REALMENTE QUIERAN SEGUIR
LA VIDA DIVINA DE MI SER INFINITO
Vosotros conocéis la vida de los discípulos cuando, bajando el Espíritu Santo en Pentecostés, los confirma como los verdaderos seguidores de Su Palabra y de Sus Obras.
Vosotros conocéis la predicación de cada uno de ellos y los prodigios que realizaban porque se volvieron otros Cristos.
Vosotros conocéis la vida de los santos de vuestra historia que, sin llegar muchos de ellos a tener una vida de tanto trabajo y tanta donación como la tuvo Mi Hijo y luego Sus discípulos,
HAN PODIDO TAMBIÉN HACER PRODIGIOS GRANDÍSIMOS
GRACIAS AL VOLVERSE OTROS CRISTOS EN ALGUNA DE SUS VIRTUDES
Vosotros, Mis hijitos, sois limitados, no podéis tener todas las virtudes de Mi Hijo, pero cada uno de vosotros debe desarrollar la que Mi Santo Espíritu os ha otorgado,
haciéndola crecer en humildad, en el servicio desinteresado para con vuestros hermanos, pero interesado en hacer Mi Voluntad.
Esa virtud o virtudes os llevarán a vuestra santificación y ayudaréis a la santificación de muchos de los vuestros al lograr, como muchos lo han logrado, hacer de la virtud ó el don que poseen, por Mi Gracia, actos heroicos de amor.
Es una misión sublime a la que todos vosotros estáis llamados y que para ello bajasteis a servirMe,

En la Tierra el Amor de Jesús DOSIFICA nuestro calvario, Y ÉL ES EL CIRENEO que nos ayuda a recorrer el Camino…
la de ser otros Cristos y poner todos vuestros dones y virtudes al servicio Mío y al de vuestros hermanos, para su salvación eterna.
No bajasteis para hacer vida en lo material efímero y egoísta sino en los bienes espirituales, que os darán vida eterna y amor infinito por parte de vuestro Dios.
Podéis ser ama de casa ó renombrado cirujano, podéis ser uno de Mis hijos que limpia vuestras calles o encumbrado magnate, etc. ninguno de vosotros está completo en dones ni en virtudes,
porque así lo he querido, para que os deis cuenta de que todos necesitáis de todos y todos necesitáis de Mi.
NO lo he hecho por egoísmo, lo he hecho para bien vuestro, para que al daros cuenta de vuestras limitaciones, os cuidarais los unos a los otros, creciendo en amor y en servicio mutuo y para el buen desarrollo de vuestro Mundo.
Entended hijitos Míos, que hasta que no os deis perfecta cuenta de que si no vivís como Mi Hijo os enseñó, hasta que no os volváis otros Cristos según los dones obtenidos en cada uno de vosotros,MI Reino no se podrá dar sobre la Tierra.
Vosotros deberéis daros cuenta de que debéis cambiar personalmente, aceptando vuestras limitaciones con humildad;
al veros limitados y humildes Me pediréis que Yo venga a vivir libremente en vosotros y así es como se dará el cambio favorable, cambio que ya muchos ansían y así terminar con la aMldad que ahora cubre a vuestro mundo.
Dejad que la luz, Mi Luz, que habita en vosotros, aflore y empiece a encender corazones.
Que vuestro trato de amor hacia los demás deje vivir a Mi Hijo en vuestros actos diarios y por consiguiente, se empiece a destruir el odio y la maldad que ahora vive entre vosotros.
Dad luz de amor, Mi Presencia viva en vosotros, a vuestros semejantes y ayudadMe a hacer nacer nuevos Cristos, después de permitir que en vosotros sea El el que os habite.
TraedMe almas, levantad pecadores con vuestra comprensión y ayuda espiritual, como Mi Hijo lo hacía. Preparad Mi Reino entre vosotros apartando miedos y egoísmo personal.
¿Acaso le teméis a la luz del día? ¿Acaso le teméis al Amor sincero y verdadero? ¿Acaso no queréis caminar por vuestras calles con confianza y alegría al existir paz y amor entre vuestros semejantes?
¿Acaso no queréis tener trato directo con vuestro Dios y Señor? ¿Acaso no queréis vivir vida de amor fraternal desinteresado en bienes materiales e interesado en el crecimiento de las potencialidades espirituales que Yo os dí?
“Vosotros podréis lograr todo lo que Me visteis hacer y lo haréis mayor cuando, por fin, queráis venir en pos de Mi”, os dijo Mi Hijo Jesucristo y lo respaldo Yo, Su Padre y Dios vuestro.
Haced la prueba y Me veréis en los resultados.
Actuad con amor verdadero y desinteresado para con vuestra persona, sólo viéndome a Mi y a los intereses de superación espiritual que deis a vuestros hermanos y os aseguro que podréis lograr todo.
Mis sacerdotes, mis queridos ministros de Mi Amor.
Los necesito tanto para que a través de ellos se cumpla Mi obra de salvación, pero cuanta frialdad y cuanto desamor encuentro en la mayoría de ellos.
Me duele decirlo, Me duele muchísimo ver que Mis sacerdotes, ministros supremos, Me estén fallando.
Yo ya lo veía desde el principio de la Cristiandad, Mis mismos apóstoles estaban llenos de defectos, pero aún así los tomé para ser mis primeros Obispos. Reconozco vuestra flaqueza, pero aún así os amo y os necesito.
Tenéis que acercaros más a Mi Corazón.
Os habéis desviado de vuestro ministerio, habéis hecho de vuestra vida consagrada reflejo de carne y vicio en muchos de vosotros.
Os he dado más que a la mayoría de Mis creaturas y así os habré de pedir, en la justicia y en el amor.
Vosotros fuisteis escogidos para ser otros Cristos vivientes, transmitiendo virtud, transmitiendo verdad, transmitiendo amor,
Viviendo Mis enseñanzas y siendo un ejemplo fiel de vuestro primer y máximo maestro, vuestro Salvador, Cristo Jesús.
Hijos Míos, Mis consagrados, todavía hay tiempo. Volved a la virtud, apartaos de la Tierra y de cuanto mal hay en ella.
No os dejéis ensuciar vuestras sagradas túnicas sacerdotales. Habréis de presentármelas cuando vuestro tiempo de servicio toque a su fin. La balanza está esperando sobrepesar ambos lados.
Vuestra concupiscencia os aparta de Mí. ¿Qué me vais a entregar al final?
Muchas almas se lleva Mi Enemigo por la frialdad de vosotros, Mis consagrados. Vuestro compromiso es muy grande, pero también os doté de bellísimos dones…
Y ¿Qué habéis hecho con ellos? También vosotros os habéis dejado arrastrar por el Mundo.
Vuestra misión es excelsa ¡Comprendedlo, EXCELSA!
Yo perdono aún al pecador más obstinado, siempre y cuando se acerque con espíritu contrito, vosotros lo sabéis. ¿Por qué entonces vosotros no os acercáis a Mí? ¡Dejad el Mundo y sus obras de una vez por todas!
Vosotros sois Míos, vuestra misión es del Cielo, NO de la Tierra; vuestro tiempo es totalmente Mío y para Mí, en la salvación de vuestros hermanos.
Vivid la pureza del cuerpo y del alma hijitos Míos, apartaos de todo aquello que os lleve a la impureza, eso daña mucho Mi corazón.
No hijitos Míos, no estáis actuando completamente de acuerdo a vuestra Suprema Misión.
No os hagáis tontos, vuestra vida debe ser de virtud y de ejemplo. Muchísimas almas se pierden por vuestro mal ejemplo, vosotros lo sabéis.
Nuevamente os lo repito, os necesito, no Me fallen por favor, por el amor a Mis almas, por el amor a Mis creaturas.
El tiempo se acerca, el Tiempo de la Tribulación ya está,
¿Qué haréis vosotros cuando Yo mismo y vuestros hermanos van a necesitar mas de vosotros?
Sólo la vida en la virtud os mantendrá con la Fe y la Fortaleza necesarias para ayudarme a salvar almas en la tribulación.
Os doy Mi Espíritu Santo, os doy Mi perdón de corazón, pero tratad de vivir en el camino que os he trazado desde hace 2000 años. Os necesito y el mundo os necesita.
Llevad a las almas a la salvación. Sed buen ejemplo de virtud y amor y venced vuestro egoísmo y vuestras pasiones.
Vosotros Me pertenecéis por completo, no lo olvidéis. La Justicia será más severa con vosotros, pero el Amor será más agradecido por igual.
Sed perfectos como vuestro Padre es perfecto y santos como vuestro Cristo lo es.
Os bendigo, hijos Míos, en Mí nombre, en el de Mí Hijo y en el del Santo Espíritu de Amor.
Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo, en el de Mi Santo Espíritu de Amor y en el Nombre de Mi Hija Santísima, la Siempre Virgen María, Madre del Redentor y Madre vuestra por siempre
Acudid a la guía materna de vuestra Madre Santísima para que os lleve a alcanzar la plenitud del Amor y de Mi Hijo Amado.
M6 OFRENDA VIVIENTE 2
Noviembre 28 de 2019
Habla nuestro Señor Jesucristo
Hijitos Míos, hoy os voy a explicar el valor que tiene el Sufrimiento.
Mi Padre, al crear todo lo que conocéis u lo que no conocéis, todo lo hizo perfecto, todo lo que de Él sale es perfecto y así creó todo.
Cuando Él creó a los ángeles, también los creó perfectos, también les dio libre albedrío, él cuál utilizaron algunos para fallarLe.
Fué la soberbia la que causó la falla angelical y ésta también causó falla en vuestros Primeros Padres y al fallarle a Nuestro Padre, entraron a la Creación, la muerte, el pecado, el dolor.
Toda la Creación se vió afectada por ésta caída en el mal y desde el Principio del Tiempo, se les profetizó a vuestros Padres,
que padecerían dolor en el trabajo y en el parto, queriendo con ello indicar los momentos más importantes que tenéis como hombre y mujer.
La vida de Adán y Eva transcurría, en el Principio, muy bella, muy santa, sin preocupaciones de ninguna especie.
Todo lo tenían, todo lo sabían, pero Nuestro Padre tenía que probar la fidelidad de sus hijos, porque el Reino sólo se le dá a aquellos que Le son fieles, a pesar de todo lo que suceda.
Ellos fallaron y todo se alteró, pero como la falla ocurrió a niveles altísimos de espiritualidad, sólo alguien que pudiera abarcar ésos niveles, podría alcanzar a recuperar todo lo perdido por el Pecado Original,
Pecado horrible y tremendo, pecado difícil de entender aún ahora en éste tiempo, porque se produjo en una esfera espiritual muy alta y ahora no entendible por vosotros,
porque estáis bajo la influencia del Pecado Original y de sus repercusiones.
Mi Padre Me crea para poder cubrir la falla producida por la primera pareja creada.
El dolor y la muerte, que NO fueron creación de Mí Padre, tenían que ser vencidos, pero sólo una Persona lo podía hacer, Yo Jesús, Dios Encarnado.
Como Dios hubiera podido restaurar todo lo espiritual, pero hubiera quedado a nivel invisible.
Pero Me quise encarnar para restaurar también, la naturaleza caída; la carne, la cuál fue creada santa, y ahora ya estaba afectada por el Pecado.
Me hice hombre y tomé carne, pero no carne afectada por el Pecado, sino carne pura y santa, creada, ex profeso, para que vuestro Dios se encarnara.
Y por ello creamos, en forma especial y divina, a la Santísima Virgen María, Mi Madre carnal, vuestra Madre espiritual.
Yo, vuestro Dios, Me quise encarnar para padecer las causas del pecado. Padecí el dolor desde el principio de Mí Gestación.
Sufrí el dolor de la persecución, sufrí el dolor del frío al nacer, sufrí el dolor de caídas y tropezones desde pequeño, sufrí el dolor del ayuno y la sed.
Sufrí el dolor del calor y de los desprecios. Sufrí el dolor del ataque verbal de Mis enemigos.
Sufrí el dolor del rechazo de casi todo un pueblo, al que Yo le había ayudado tanto.
Sufrí el dolor pasado, presente y futuro de todos los pecados que se cometían. Sufrí el dolor de la Pasión infame y sufrí la muerte.
Acepté pasar por todo tipo de dolores para que Yo pudiera reparar y acompañar a cada uno de vosotros en vuestro peregrinar y que de Mi tomarais fuerzas para seguir adelante en vuestra misión terrena.
Todos éstos dolores y aún la Muerte, Yo los vencí.
Yo, el Hombre-Dios, vencí al Dolor y a la Muerte.
Y CON MÍ SACRIFICIO DIVINO,
REPARÉ, EN MÍ Y EN CADA UNO DE VOSOTROS
LOS DOLORES Y LA MUERTE, QUE TAMBIÉN PADECERÍAIS
Yo, vuestro Dios y Hombre, quise daros el ejemplo y la fortaleza que deberíais tener en vuestro caminar terrestre.
De hecho al encarnaros, ya os habíais donado a tomar Mis Pasos para proseguir la Redención comenzada por Mí.
El Pecado Original fue muy grande y como afectó a toda la Naturaleza y a los descendientes de Adán y Eva,
cada uno de vosotros al ser sus hijos, el amor hacia ellos y el perdón hacia ellos, debe ser restaurado “por su familia”.
Todos vosotros sóis familia de Adán y Eva, todos sóis hermanos y al estar todos afectados por su Error, por vuestra caridad y por vuestro perdón hacia ellos, debéis ayudarlos a encontrar paz espiritual.
Ser comprensivos y tener una gran caridad para perdonar, aún a la mayor agresión física o espiritual que se pueda tener, son virtudes muy grandes; por ello Yo os la quise enseñar, vividas por Mí mismo.
Se Me Traicionó, se Me Flageló en cuerpo y en alma y se Me asesinó por disgusto de unos cuantos y que manipularon a todo un pueblo.
Yo sufrí por vosotros y aún por el Pecado Original que cometieron vuestros Primeros Padres; el cuál como Dios, NO Me afectaba,
pero que sí Me afectaba al veros a cada uno de vosotros sufriendo por su causa, porque os amo infinitamente.
QUISIMOS EN NUESTRA SANTÍSIMA TRINIDAD,
DAROS LAS ARMAS ESPIRITUALES NECESARIAS PARA AYUDAROS A PROTEGEROS
Y A PROTEGER A OTROS EN VUESTRA MISIÓN TERRENA
Debido a la complejidad espiritual del Principio y que no podríais entender a nivel humano, el deseo de encarnarMe, era, también para enseñaros todo en forma simple.
Yo os vine a enseñar como con el dolor aceptado y ofrecido, como holocausto a vuestro Creador,
se podía ir destruyendo el mal y sus consecuencias, que habían entrado a la Creación por insidias del Demonio y por la aceptación de Adán y Eva.
El dolor aceptado y ofrecido, del cuál vosotros no tenéis culpa directa de que exista, pero que sí aceptásteis padecer antes de vuestra concepción,
AL UNIRLO A LOS DESEOS DIVINOS QUE YO TOMÉ PARA OFRECER A MÍ PADRE
VA RESTAURANDO TODO LO AFECTADO
Y llegará el tiempo en que por vuestra ayuda, donación y entrega de vuestra vida a Mí Vida Humana y Divina, restaurará todo lo afectado y se logrará el Triunfo definitivo del Mí Amor.
Todo se deberá restaurar con vuestro amor unido al Mío.

En la Tierra el Amor de Jesús DOSIFICA nuestro calvario, Y ÉL ES EL CIRENEO que nos ayuda a recorrer el Camino…
Sóis víctimas de un mal que no cometísteis, pero que está afectando a lo que vuestro Dios creó con Amor infinito.
ES VUESTRO AMOR, QUE UNIDO AL MÍO PARA RESTAURAR LO PERDIDO
Y PARA DAR ALEGRÍA A NUESTRO PADRE
LO QUE HACE QUE LAS ALMAS BAJEN A SER CORREDENTORAS CONMIGO.
Tomáis del dolor que afecta al Mundo, sin que vosotros lo hayáis causado, para levantar a la dignidad del Principio, a vuestros Primeros Padres.
Tomáis el dolor y aceptáis la muerte con dolor, para que al uniros a Mis Dolores y a Mí Muerte, todo quede envuelto con Amor
y así se venza el Odio y la Maldad con los que envolvió a Nuestra Creación el ángel caído del Principio, Satanás.
El mal que él ha diseminado, fácilmente es vencido por el Amor de vuestro Dios y que habita en cada uno de vosotros.
DE ELLO DEBÉIS DAROS CUENTA Y DEBÉIS ENTREGAROS A VUESTRO DIOS,
PARA QUE ÉL OS TOME COMO SUS INSTRUMENTOS LLENOS DE AMOR,
PARA QUE, A TRAVÉS VUESTRO, SE DIFUNDA SU AMOR
El Dolor siempre es una bendición y lo permito en cada uno de vosotros y lo aumento, en las almas preparadas para recibirlo, con mayor intensidad.
El dolor debiera ser una dádiva a vuestro Creador, para que con el Amor que habita en vosotros, se anulara y se fuera destruyendo de toda la Tierra,
pero como ya no lo aceptáis, porque el Maligno os ha hecho creer que debéis pasar por éste mundo sacándole todo el provecho posible, en lo material
Y obteniendo todo el goce posible para vuestro cuerpo y sus pasiones desordenadas,
entonces Yo escojo almas en las que puedo confiar y les regalo con el dolor, el cuál nunca lo doy más allá de lo que podréis soportar.
Si ahora hay más dolor en el Mundo que antes, es debido a que los pecados actuales son mayores. Yo os voy dando el dolor para que lo unáis a Mis Dolores y juntos los podamos vencer.
Muchas almas se quejan del dolor y tratan de quitárselo lo más pronto posible, sin darse cuenta de que al aceptarlo y ofrecerlo,
EL REGALO CON EL QUE YO PREMIO A ÉSAS ALMAS,
AFECTADAS POR ÉL, QUE BIEN PODRÍA DECIR, “BENDECIDAS POR ÉL”
ES DESCOMUNAL

Nos llama a tomar su Cruz y a seguirle, porque Él sufrió por nosotros dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas. San Pablo escribe: a) Ga 2,20: «yo estoy con Cristo en la Cruz, y no soy yo el que vive sino que Cristo vive en mí». Para alcanzar la identificación con Cristo hay que abrazar la Cruz.
Daos cuenta, hijitos Míos, de que al uniros a Mis Dolores, estáis consintiendo una vida de Redención y al uniros a Mí, vuestro Dios Encarnado, alcanzáis Gozos Divinos.
SI OS ESTOY PIDIENDO ACEPTAR DOLOR JUNTO CONMIGO,
TAMBIÉN OS ESTOY INVITANDO A TENER GOZOS DIVINOS, JUNTO CONMIGO
Se os enseñó desde un principio, el valor del sacrificio y de la penitencia, donación libre y voluntaria, para uniros Conmigo, para ir destruyendo poco a poco, con la maldad del mundo.
Mí Madre, en Sus Apariciones, os lo ha recordado –Oración, Penitencia y Ayuno–, pero pocos, muy pocos, lo han aceptado y muchos, menos lo han comprendido.
Os vuelvo a repetir, el dolor debiera ser donación y a la libre donación Yo la pago, mucho mejor que al dolor que envío y es aceptado.
Las comodidades, con las que el Maligno os ha envuelto con maña infernal, os han ido quitando éstas dos bendiciones, la donación libre y amorosa y la aceptación con amor, a la Voluntad de Nuestro Padre.
Al renegar al dolor, os váis sumiendo más a las consecuencias del Mal.
No sóis lo suficientemente sabios como para entender hacia donde os lleva el Mal, ni tampoco sóis lo suficientemente humildes, como para aceptar lo que vuestro Dios os pide PARA AYUDAROS.
Quiero que entendáis esto con más claridad.
Yo Soy vuestro Dios y a Mí, personalmente no Me afecta el pecado, pero sí Me afecta en Mí Corazón, a Mí Amor, por vosotros, al veros caídos y arrastrados en el fango del mal.
Si Yo os estoy dando todas estas explicaciones, es para ayudaros y para que juntos restauremos un mal cometido en el pasado.
Somos familia y con amor, debemos restaurar lo que otros han destruído y que, además, han puesto su salvación en juego.
Yo Soy vuestro Hermano Mayor y sé lo que es bueno en Nuestra Familia y por ello os guío y os protejo en innumerables formas, con tal de regresaros a Nuestro Reino Celestial.
Diciendo a Jesús: “Padre Santísimo te entrego…(lo que nos esté aniquilando) Te doy gracias por esto que permites en mi vida y te alabo con todas y cada una de mis lágrimás, UNIDAS A LAS DE MARÍA MI MADRE SANTÍSIMA… ¡ABRÁZAME Y AYÚDAME! Señor mío y Dios Mío, TE AMO, SOBRE TODAS LAS COSAS… Te ofrezco TODO por el Círculo Dorado de la Perfección y por mis hermanitos del Purgatorio que estén más necesitados de tu Misericordia… Amén”
Y el AMOR de Jesús nos da el Consuelo y la Fortaleza… Y EL SUFRIMIENTO CASI DESAPARECE, cuando su Amor nos envuelve y su Sabiduría nos invaden…
Yo os he dado el ejemplo de vida y así como Yo vencí al Dolor y a la Muerte con Mí Donación a Mí Padre, ahora os aconsejo hacer lo mismo.
No dudéis ni temáis a lo que os pido y enseño, como tampoco dudéis del gozo con el que os voy a premiar para toda la Eternidad.
Recordad, el dolor es una bendición y así lo debéis entender, aceptar y ofrecer.
Yo Soy un Dios de Amor y trato de dar lo mejor Mis hijos y hermanitos. Al dolor ya a la muerte nunca los podréis esquivar y los padecéis desde que sóis concebidos.
Ellos son parte de la naturaleza humana, pero la parte divina que habita en vosotros, vuestra alma los debe utilizar para que os podáis unir a Mí, vuestro Dios y Redentor
y para poderMe ayudar en la restauración de todo lo afectado por el pecado QUE EL MAL HA DESTRUIDO.
El Amor, tomando como instrumento al mismo mal producido –al dolor y a la muerte–, logra la vida nuevamente.
Yo Soy la Vida y así lo demostré al vencer a la muerte. Aquellos que se unen perfectamente a Mí, también la adquieren, para sí y para otros.
Hijitos y hermanos Míos, vuestra tarea aquí en la Tierra, es divina y la cumplís perfectamente cuando os unís a Mí, en la transmisión de la vida, que es el amor;
en la aceptación y en ofrecimiento del dolor que os dá la naturaleza humana, en el holocausto final, vuestra muerte, unida a Mí Muerte de Cruz, para daros Vida Eterna.
Yo he vencido al Mundo y sus falsedades y el que está Conmigo, también lo logra.
Hay males con los que os agrede el Enemigo, a ésos Yo los quito, como los quité cuando viví entre vosotros. Os repito, Yo no permito más allá de lo que el alma pueda soportar.
Por los dolores o penalidades que provoca el Maligno, sí debéis pedirMe que los quite, porque ellos sí os pueden llevar a una Muerte Eterna.
PedídMe por todos vuestros hermanos afectados por los males que el Demonio produce a través de sus instrumentos, como son los brujos, los espiritistas, los que pueden lograr conjuros y posesiones satánicas.
Así mismo, pedídMe por la recuperación de todos los vicios que afectan cuerpo y alma y por todas aquellas “enfermedades del corazón”, que causan problemas a los demás, por tener un corazón de piedra.
YO OS DÍ MÍ EJEMPLO.
YO OS DÍ LA FORMA DE AYUDAR A VUESTRO PRÓJIMO
YO OS DÍ LA FORMA DE LUCHAR CONTRA LOS ESPÍRITUS INMUNDOS
Todo lo tenéis en las Sagradas Escrituras, pero no lo queréis tomar de ahí y preferís seguir padeciendo tontamente, uniéndoos cada vez más en las trampas del Mal.
Si no tenéis vida en la Gracia y de acercamiento a vuestro Dios, no podréis vencer al mal. ¿Cómo queréis vencer al mal con las armas del mal?
Si él os está causando un mal, por medio de sus instrumentos, los brujos y gente satánica; en vez de buscar Mí ayuda os hundís más;
buscando, supuestamente, resolver el problema que os causaron, aprovechando sus mismos “remedios”, o sea, la ayuda de otros brujos.
Si a la lógica humana esto suena ilógico, a Mí lógica Divina esto es una tontería y traición.
Hijitos Míos, Mi Cruz sigue siendo escándalo para unos y amor para otros.
Sí, Mis pequeños, todavía muchos de vuestros hermanos se escandalizan al ver la Cruz; quieren ver triunfo, quieren ver Gloria, quieren ver Paz, quieren ver alegría.
Y NO SE DAN CUENTA QUE LA CRUZ OS DA TODO ESO Y MÁS
PERO NO SABÉIS APRECIAR LA CRUZ
QUE ES EL SUFRIMIENTO QUE TODOS VOSOTROS DEBÉIS PASAR
COMO YO TUVE QUE PASARLA POR VUESTRA SALVACIÓN
La Cruz os da alegría a tal grado, de que Yo Me abracé a Ella por la alegría de saber que al ofrecerMe por vosotros os iba a abrir las Puertas del Paraíso.
Mis pequeños, debéis aprender también vosotros a dar alegría a través del Sufrimiento…

El sufrimiento de los males fisicos y morales, ES LA OFRENDA más digna que puedes hacer a Aquel que nos ha salvado sufriendo
Dar alegría a través del servicio a vuestros hermanos, aún a pesar de que vosotros estéis cansados y sufráis; o NO estéis tan preparados como creéis que debéis estar.
Mis pequeños, todo se vive en el amor; cuando vosotros aprendéis a vivir en el amor, es más fácil vivir los sufrimientos, las penurias, vuestras penas de todo tipo; porque vosotros estaréis uniéndoos a Mí, vuestro Dios y Salvador.
Os he dicho que os amarais los unos a los otros Y LA CRUZ ES ESO MIS PEQUEÑOS, es amor de unos para otros, la Cruz no debe ser escándalo;
LA CRUZ DEBÉIS VERLA COMO SALVACIÓN,
COMO GLORIFICACIÓN, COMO VIDA PARA TODOS VOSOTROS
Uníos a Mí a través de vuestras cruces de cada día.
Vuestras pequeñeces se van a hacer grandes cuando os unáis a Mí, vuestro Salvador, NO desperdiciéis vuestros momentos…
OFRECEDME TODO, MIS PEQUEÑOS
Vosotros tenéis una Cruz de cada día, que no os podéis apartar de ella ni la podéis negar, porque la Cruz viene por el Pecado que se cometió por vuestros Primeros Padres.
Vosotros debéis padecer vuestra Cruz y qué mejor cuando os unís a Mí, vuestro Dios.
Ahora os causa penurias, tenéis dolores, tenéis sufrimientos; pero vendrá el tiempo en que os daréis cuenta de lo que vosotros hicisteis al haber ofrecido vuestra vida junto con la Mía en la Tierra.
Cuando lleguéis al Reino de los Cielos gozaréis inmensamente el haberos ofrecido a Mí y haber unido toda vuestra vida, toda vuestra cruz a la Mía.
BuscadMe y Me encontraréis. Confiad en Mí y juntos restauraremos el Mal, que se introdujo desde el Principio. Yo os necesito como instrumentos y vosotros Me necesitáis para obtener vuestra vida eterna.
Gozad pues, desde ahora, Mis pequeños, ésos grandes momentos que tendréis Conmigo cuando lleguéis al Reino de los Cielos.
Y GOZAD MI CRUZ Y AGRADECED LA VUESTRA
Porque muchas almas, muchas almas se van a poder salvar a través de vuestros ofrecimientos y de vuestro amor.
Yo os bendigo en Nombre de Mí Padre, Creador de todo lo bello que véis y de los que no véis, en Mí Santo Nombre, de Redentor del género humano y en Nombre de Mí Santo Espíritu, Dios del Conocimiento y de la Sabiduría Divina y humana.
M5 DESDE UN PÚLPITO ETERNO
Sermón del Santo Cura de Ars
Vengo por Dios. ¿Para qué subiría hoy al púlpito, queridos hermanos?, ¿Qué voy a decirles?
Que vengo en provecho de Dios mismo. Y de vuestros pobres padres; a despertar en ustedes el amor y la gratitud que les corresponde.
Vengo a recordarles otra vez aquella bondad y todo el amor que les han dado mientras estuvieron en este mundo.
Y vengo a decirles que muchos de ellos sufren en el Purgatorio, lloran y suplican con urgencia la ayuda de vuestras oraciones y de vuestras buenas obras.
Me parece oírlos clamar en la profundidad de los fuegos que los devoran: «Cuéntales a nuestros amados, a nuestros hijos, a todos nuestros familiares cuán grandes son los demonios que nos están haciendo sufrir.
Nosotros nos arrojamos a vuestros pies para implorar la ayuda de sus oraciones.

Los sufrimientos en el Purgatorio expían nuestros propios pecados, PERO YA NO TIENEN MÉRITOS DE CORREDENCIÓN, porque éstos se terminan con la muerte…
¡Ah! Cuéntales que desde que tuvimos que separarnos, hemos estado quemándonos entre las llamas! ¿Quién podría permanecer indiferente ante el sufrimiento que estamos soportando?»
. ¿Ven, queridos hermanos? ¿Escuchan a esa tierna madre, a ese dedicado padre, a todos aquellos familiares que los han atendido y ayudado?,
«Amigos míos – gritan – líbrennos de estas penas, ustedes que pueden hacerlo».
Consideren, entonces, mis queridos hermanos:
a) la magnitud de los sufrimientos que soportan las almas en el Purgatorio; y b) los medios que ustedes poseen para mitigarlos: vuestras oraciones, buenas acciones y, sobre todo, el santo sacrificio de la Misa.
Y no quieran pararse a dudar sobre la existencia del Purgatorio, eso sería una pérdida de tiempo. Ninguno entre ustedes tiene la menor duda sobre esto.
La Iglesia, a quien Jesucristo prometió la guía del Espíritu Santo, y que por consiguiente no puede estar equivocada y extraviarnos, nos enseña sobre el Purgatorio de una manera positiva y clara.

El Amor aumenta con la Purificación. Cuando aumenta el Amor; disminuye el rigor de la Justicia Ofendida y aumenta el deseo para fundirnos con la Esencia Divina.
Y es, por cierto y muy cierto, el lugar donde las almas de los justos completan la expiación de sus pecados antes de ser admitidos a la gloria del Paraíso, el cual les está asegurado.
Sí, mis queridos hermanos, es un artículo de fe: Si no hacemos penitencia proporcional al tamaño de nuestros pecados, aún cuando estemos perdonados en el Sagrado Tribunal, estaremos obligados a expiarlos…
En las Sagradas Escrituras hay muchos textos que señalan que, aun cuando nuestros pecados puedan ser perdonados,
el Señor impone la obligación de sufrir en este mundo dificultades, o en el siguiente, en las llamas del Purgatorio.
Miren lo que le ocurrió a Adán. Debido a su arrepentimiento Dios lo perdonó, pero aún así lo condenó a hacer penitencia durante novecientos años, esto supera lo que uno podría imaginar.
Y vean también: David ordenó, contrariando la voluntad de Dios, el censo de sus súbditos, pero luego acicateado por remordimientos de conciencia, vio su propio pecado
y arrojándose sobre el piso, rogó al Señor que lo perdonase. Dios, conmovido por su arrepentimiento, lo perdonó, en efecto.
Mas, a pesar de ello, le hizo saber que debería elegir entre tres castigos que le había preparado debido a su iniquidad: plaga, guerra o hambruna.
Y David dijo: «Prefieron caer en manos del Señor (ya que muchas son sus gracias) que en las manos de los hombres».
Eligió la plaga, que duró tres días, y se llevó a setenta mil súbditos suyos.
Si el Señor no hubiera detenido la mano del Angel, que se extendía sobre toda la ciudad, ¡Jerusalén hubiese quedado despoblada!
David, considerando los muchos males causados por sus pecados, suplicó a Dios que le diera la gracia de castigarlo solamente a él y no al pueblo, que era inocente.
Consideren, también, el castigo a María Magdalena; tal vez esto ablande un poco vuestros corazones;

En el Purgatorio tenemos que APRENDER a AMAR HASTA ALCANZAR LA SANTIDAD, completamente SOLOS, sin la ayuda Divina…
¿Cuál será el número de años, mis queridos hermanos, que tendremos que sufrir en el Purgatorio, nosotros que tenemos tantos pecados y que, so pretexto de habernos confesado, no hacemos penitencia ni derramamos ninguna lágrima?
¿Cuántos años de sufrimiento debemos esperar para la próxima vida en el Cielo?
Cuando los Santos Padres nos cuentan los tormentos que se sufren en tal lugar, parecen los sufrimientos que soportó Nuestro Señor Jesucristo en su pasión,
¿Eso les describirá sensiblemente las torturas que estas almas padecen?
Sin embargo, es cierto que si el más leve de los tormentos que padeció Nuestro Señor hubiese sido compartido por el género humano, este hubiese fenecido bajo tal violencia.
El fuego del Purgatorio es el mismo fuego que el del Infierno, la única diferencia es que el fuego del Purgatorio no es para siempre.

En el Purgatorio sufrimos el Getsemaní y el Calvario SIN PALIATIVOS, TAL COMO LO SUFRIÓ JESÚS, por nuestra NEGATIVA TERRENAL a cooperar en La Redención
¡Oh! Quisiera Dios, en su gran misericordia, permitir que una de estas pobres almas entre las llamas apareciese aquí rodeada de fuego y nos diese ella misma un relato de los sufrimientos que soporta;
esta iglesia, mis queridos hermanos, reverberaría con sus gritos y sollozos y, tal vez, terminaría finalmente por ablandar vuestros corazones.
«¡Oh! ¡Cómo sufrimos!», nos gritarían a nosotros; «¡Sáquennos de estos tormentos. Ustedes pueden hacerlo!.
¡Si sólo experimentaran el tormento de estar separados de Dios!… ¡Cruel separación!
¡Quemarse en el fuego por la justicia de Dios! ¡Sufrir dolores inenarrables al hombre mortal!,
¡Ser devorados por remordimientos sabiendo que podríamos tan fácilmente evitar tales dolores!…
¡Oh hijos míos!, gimen los padres y las madres, ¿Pueden abandonarnos así a nosotros, que los amamos tanto?

En el Purgatorio YA NO CRECEMOS ESPIRITUALMENTE, eso sólo lo podemos lograr mientras estamos encarnados
¿Pueden dormirse tranquilamente y dejarnos a nosotros yacer en una cama de fuego?
¿Se areven a darse a ustedes mismos placeres y alegrías mientras nosotros aquí sufrimos y lloramos noche y día?
Ustedes tienen nuestra riqueza, nuestros hogares, están gozando el fruto de nuestros esfuerzos, y nos abandonan aquí, en este lugar de tormentos,
¡Dónde tenemos que sufrir por tantos años!… Y nada para darnos, ni una Misa…
USTEDES PUEDEN ALIVIAR NUESTROS SUFRIMIENTOS, ABRIR NUESTRA PRISIÓN
Pero nos abandonan. ¡Oh! qué crueles son estos sufrimientos…
Sí, queridos hermanos, la gente juzga muy diferentemente en las llamas del Purgatorio sobre los pecados veniales, si es que se puede llamar leves a los pecados que llevan a soportar tales penalidades rigurosas.
Qué desgraciados serían los hombres, proclamaron los Profetas, aún los más justos, si Dios no los juzgara con Misericordia.
Si Él ha encontrado manchas en el sol y malicia aún en los ángeles, ¿Qué queda entonces para un hombre pecador?
Y para nosotros, que hemos cometido tantos pecados mortales y sin hacer prácticamente nada para satisfacer la Justicia de Dios, ¿Cuántos años serán de Purgatorio?
«Dios mío», decía Santa Teresa, «¿Qué alma será lo suficientemente pura para que pueda entrar al Cielo sin pasar por las llamas purificadoras?».
En su última enfermedad, gritó de pronto:
«¡Oh justicia y podeer de mi Dios, cuán terribles son!».
Durante su agonía, Dios le permitió ver Su Santdad como los ángeles y los santos lo veían en el Cielo, lo cual la aterró tanto que sus hermanas, viéndola temblar muy agitada, le dijeron llorando:

Y es por eso que el Señor ha tomado mi vida por todos. Tengo que pensar continuamente en la reina Ester que fue arrancada de su pueblo para interceder ante el rey por su pueblo. Yo soy una pobre e impotente pequeña Ester, pero el rey que me ha escogido es infinitamente grande y misericordioso. ¨
«Oh, Madre, ¿Qué sucede contigo?, seguramente no temes a la muerte después de tantas penitencias y tan abundantes y amargas lágrimas…»
No, hijas mías – replicó Santa Teresa – no temo a la muerte, por el contrario, la deseo para poder unirme para siempre con mi Dios».
«¿Son tus pecados, entonces, lo que te atemorizan, después de tanta mortificación?», «Sí, hijas mías – les dijo – temo por mis pecados y por otra cosa más aún»,
«¿Es el juicio, entonces?»,
«Sí, tiemblo ante las cuentas que es necesario rendir a Dios, quien en ese momento no será piadoso,
Y hay aún algo más cuyo solo pensamiento me hace morir de terror».
Las pobres hermanas estaban muy perturbadas: «¿Puede ser el Infierno, entonces?».
«No, gracias a Dios eso no es para mí, oh, mis hermanas, es la Santidad de Dios, mi Dios, ¡Ten piedad de mí! Mi vida debe ser puesta cara a cara con la del Mismo
Señor Jesucristo. ¡Pobre de mí si tengo la más mínima mancha! ¡Pobre de mí si aún hay una sombra de
pecado!». «¡¿Cómo serán nuestras muertes?!», gritaron las hermanas.
¿Cómo serán las nuestras, entonces, mis queridos hermanos, que quizás en todas nuestras penitencias y buenas acciones, nunca hemos purgado un solo pecado perdonado en el tribunal de Penitencia?
¡Cuántos años y centurias de castigo nos tocarían! ¡Cómo nos gustaría no pagar nada por nuestras faltas, tales como esas pequeñas mentiras que nos divierte,
pequeños escándalos, el desprecio a las gracias que Dios nos concede a cada rato, las pequeñas murmuraciones sobre las dificultades que nos manda el Señor!
No, queridos hermanos, nunca nos animaríamos a cometer el menor pecado, si pudiéramos comprender lo mucho que esto ofende a Dios y cuánto merece ser castigado aún en este mundo.
Dios es justo, queridos hermanos, en todo lo que hace; y cuando nos recompensa por la más mínima buena acción, nos da con creces lo que podríamos desear.
Un buen pensamiento, un buen deseo, es decir, el deseo de hacer alguna buena obra aún cuando no estemos capacitados para lograrlo. Nunca nos deja sin recompensa.
Pero también, si se trata de castigarnos lo hace con rigor, aún las faltas leves, y por ellas seremos enviados al Purgatorio.
Esto es verdad, pues vemos en las vidas de los santos que muchos de ellos no fueron directamente al Cielo, primero tuvieron que pasar por las llamas del Purgatorio.
San Pedro Damian cuenta que su hermana debió pasar varios años en el Purgatorio por haber escuchado una canción maliciosa con cierto beneplácito de su parte.
Y se dice que dos religiosos se prometieron uno al otro que el primero en morir le contaría al otro sobre el estado en que se hallaba.
Dios permitió a uno morir primero y que se apareciera a su amigo. Le contó a este que había permanecido quince años en el Purgatorio por haberle gustado demasiado hacer las cosas a su manera,
Y cuando su amigo estaba felicitándole por haber permanecido allí tan poco tiempo, el fallecido replicó: «Yo hubiera preferido ser desollado vivo durante diez mil años seguidos en lugar del sufrimiento de las Llamas».
Un sacerdote contó a uno de sus amigos que Dios lo había condenado a permanecer en el Purgatorio durante varios meses por haber demorado la ejecución de un proyecto de buenas obras.
Así que, querido hermanos, ¿Cuántos hay entre quienes me escuchan que tengan faltas similares que reprocharse a sí mismos?
¡Y cuántos, en el curso de ocho o diez años, han recibido de sus padres, o de sus amigos, el encargo de oir misa, dar limosnas, compartir algo!,
¡Cuántos hay que por temor de encontrar que ciertas cosas deberían hacerse, no quieren tomarse el trabajo de considerar la voluntad de esos padres o amigos;
estas pobres almas están aún detenidas en las llamas, porque nadie ha querido cumplir con sus deseos!
Pobres padres y madres, que se sacrifican por la felicidad de sus hijos y de sus herederos. Tal vez ustedes hayan sido negligentes con su propia salvación para aumentar sus fortunas,
Y así sabotean las buenas obras que se les encargó en los testamentos… ¡Pobres padres! ¡Cuán ciegos estuvieron en olvidarlos!
Ustedes me dirán, quizás, «Nuestros padres vivieron buenas vidas, y eran buena gente. Necesitarían muy poco de esas llamas».
Alberto el Grande, un hombre cuyas virtudes brillaron tanto, dijo sobre esta materia que él un día reveló a un amigo,
que Dios lo había llevado al Purgatorio por haberse entretenido en cierta autosatisfacción envanecida sobre su propio conocimiento.
Lo más asombroso es que aún habría santos allí, aún aquellos que fueron beatificados, haciendo su pasaje por el Purgatorio.
San Severino, Arzobispo de Colonia, apareció ante un amigo suyo largo tiempo después de su muerte y le contó que estuvo en el Purgatorio por haber postergado para la noche las oraciones que debió decir a la mañana.
¡Oh! ¡Cuántos años de purgatorio habrá para aquellos cristianos que no tienen el menor inconveniente en diferir las oraciones para algún otro día con la excusa de tener trabajos más urgentes!
Si realmente deseamos la felicidad de tener a Dios, debemos evitar tanto las pequeñas faltas como las grandes, ya que la separación de Dios es un tormento tan asustante para todas estas pobres almas…
M4 EL PECADO Y… 5
“EL MARAVILLOSO SECRETO DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO”
Ahora quisiera referir un testimonio muy significativo que nos ha contado María.
Le habían pedido que se informara sobre una mujer cuyos parientes la creían perdida, pues había vivido una vida muy mala y estaba totalmente inmersa en el pecado. Fue víctima de un accidente: se había caído del tren que en su marcha, la había arrollado y matado.
Un alma dijo a María que esa mujer se había salvado del Infierno porque, en el momento de la muerte había dicho a Dios: “Tú haces bien en retomar mi vida, porque así ya no podré ofenderte”, y eso ha cancelado todos sus pecados.
Y esto es muy significativo, porque un solo acto de humildad, de arrepentimiento en la hora de la muerte, nos salva. Eso no significa que esa mujer no haya pasado por el Purgatorio; pero se salvó del infierno merecido a causa de su conducta.
– María, quisiera preguntarte en el momento de la muerte ¿Se da un tiempo en el que el alma tiene la posibilidad de dirigirse a Dios antes de entrar en la eternidad; un tiempo si se quiere, entre lo muerte aparente y la muerte real?
– Sí, el Señor da a cada alma algún instante para que se arrepienta de sus pecados y se decida si acepta o no acepta llegar a Dios. En ese breve tiempo se ve como en un fìlme la propia vida.
Yo conocía a un hombre que creía en los preceptos de la Iglesia, pero no en la vida eterna; un día se enfermó gravemente y entró en coma.
Entonces él se vio en una sala con una pizarra en la que estaban escritas todas sus acciones: tanto las buenas como las malas; luego la pizarra desapareció, también las paredes de aquella sala y todo era infinitamente bello.
Luego se despertó del coma y decidió cambiar de vida.
Este episodio es semejante a tantos otros refrendos en el libro “La vida más allá de la vida”: la experiencia momentánea de la luz sobrenatural es tal que esas personas no pueden vivir más cómo vivían antes.
– Entonces, María, ¿En la hora de la muerte, Dios se revela con la misma intensidad a todas las almas?
– A cada alma se le da el conocimiento de su propia vida y también del sufrimiento futuro, pero esto no es igual para todos. La intensidad de la revelación del Señor depende de la vida de cada alma.
– María, ¿El diablo tiene el poder de atacarnos en el instante de nuestra muerte?
– Si, pero el hombre tiene también la gracia de resistirlo y de rechazarlo, porque si el hombre no quiere, el demonio no puede hacer nada.
– María, ¿Qué consejos darás a quien quisiera hacerse santo ya en esta tierra?
– Ser humildísimo. No debe ocuparse de sí mismo. Debe huir del orgullo, que es la trampa más peligrosa que tiende el Maligno.
– María, ¿Podrías decirnos si se puede pedir al Señor de hacer su propio Purgatorio en la tierra para no hacerlo después de la muerte?
– Oh, sí. He conocido un sacerdote y una muchacha, los dos estaban enfermos en el hospital. La muchacha decía al sacerdote que ella pedía al Señor de poder sufrir en la Tierra tanto cuanto fuera necesario pare ir directamente al Cielo.
Y el sacerdote respondió que él no se atrevía a pedir eso.
Junto a ellos había una religiosa que escuchaba toda la conversación. Luego la muchacha murió antes y poco después murió también el sacerdote.
Él se apareció a la religiosa diciéndole: “Si hubiese tenido igual confianza que esa muchacha, también yo hubiese ido directamente al Paraíso ‘´.
– Gracias por este hermoso testimonio, María.
Ahora María me pide 5 minutos de descanso pues tiene que dar de comer a las gallinas.
La vuelvo a ver en seguida y continuamos con nuestras preguntas
– Sí, por cierto que es difícil describirlos. Pero, dime, ¿Jesús no va al Purgatorio?
– Ningún alma me lo ha dicho. Es la Madre de Dios quien va. Una vez pregunté a un alma del Purgatorio si debía ir ella misma a buscar a las almas de las que pedían noticias.
Me respondió que no: es la Madre de Misericordia quien da noticias. Ni siquiera los santos van al Purgatorio; en cambio los ángeles están allí: San Miguel… y cada alma tiene cerca a su Ángel Custodio.
– ¡Qué estupendo, los ángeles están con nosotros! Pero, ¿qué hacen los ángeles en el Purgatorio?
– Alivian y consuelan. Las almas pueden verlos.
– ¡Oh, qué bello! María, si continuas a hablarnos de los Angeles casi me haces venir el deseo de ir al Purgatorio. Otra pregunta: tú sabes que hoy, mucha gente cree en la reencarnación, ¿Qué dicen las almas sobre este tema?
– Las almas dicen que Dios nos da una sola vida.
– Pero algunos sostienen que una sola vida no es suficiente para conocer a Dios y para tener el tiempo de convertirse verdaderamente, y piensan que eso no sea justo. ¿Qué le respondes a tales personas?
– Todas las almas tienen una Fe interior; aun si no son practicantes, ellas reconocen a Dios. No existe nadie que no crea totalmente.
Cada hombre tiene una conciencia para reconocer el bien y el mal, una conciencia dada por Dios y un conocimiento interior, ciertamente de grados diversos como sea, sabe distinguir el bien del mal. Con tal conciencia cada ser humano puede llegar a la bienaventuranza.
– ¿Qué pasa con las personas que se suicidan? ¿Alguna vez te visitó una de esas almas?
– Las almas que vienen a mí son sólo almas del Purgatorio. Por lo tanto, hasta hoy, nunca encontré el caso de un suicida que se haya perdido; eso no significa que no las haya.
Pero algunas almas me dicen que con frecuencia son más culpables aquellos que han estado alrededor de ellas, porque han sido negligentes o han difundido calumnias.
A este punto pregunté a María si las almas se arrepienten de haberse suicidado, y María me respondió que si, pero me dijo que con frecuencia, el suicida es una persona enferma.
Con todo, las almas se arrepienten porque apenas ven las cosas a la luz de Dios, comprenden, en un solo instante, todas las gracias que les estarían reservadas a ellas durante el tiempo que aún les quedaba por vivir,
Y ven todo el tiempo restante (meses o años), y todas las almas que hubiesen podido ayudar ofreciendo el resto de su vida a Dios;
Y lo que a ellas les causa mayor dolor por su pasado es ver el bien que hubiesen podido hacer y que, en cambio, no hicieron porque abreviaron su vida.
Pero, si la causa del suicidio fue una enfermedad, el Señor, sin duda, no lo tiene en cuenta.
– María, quisiera preguntarte si almas de personas de otras religiones, por ejemplo judíos, han venido a visitarte
– Sí, y están en la felicidad. Quien vive bien su Fe está en la paz; pero es a través de la Fe católica que se gana mucho más para el Cielo.
– ¿Existen religiones que son malas para las almas?
– No, pero ¡hay tantas religiones en la tierra!. Los más cercanos a la Fe Católica son los ortodoxos y los protestantes. Hay muchos protestantes que recitan el Rosario; pero las sectas son muy, muy malas. ¡Hay que hacer de todo para salir de ellas!
– María, ¿Hay sacerdotes en el Purgatorio? (Aquí veo que María alza los ojos al Cielo como para decir: “¡Ay de mí!…”).
– Sí, hay muchos. Esos no han colaborado para tener respeto por la Eucaristía y entonces toda la Fe sufre. Con frecuencia están en el Purgatorio por haber descuidado la Oración, y su Fe ha disminuido; pero es también cierto que muchos de ellos han ido directamente al Paraíso.
Un encuentro inolvidable para mí fue aquel con un sacerdote cuya mano derecha era negra. Le pregunté la causa: “Hubiera tenido que bendecir más”, me dijo.
“Di a todos los sacerdotes que encuentres que deben bendecir mucho más: ellos pueden dar numerosas bendiciones y conjurarían las fuerzas del Mal”.
– Bien, ¿Y qué le dirías a un sacerdote que quisiera vivir verdaderamente según el corazón de Dios?
– Le aconsejaría de rezar mucho al Espíritu Santo y de recitar cada día el Rosario.
– María, ¿Hay niños en el Purgatorio?
– Sí, pero para ellos el Purgatorio no es muy largo ni muy penoso, porque a ellos les falta el pleno discernimiento.
– Pienso que algunos de ellos han venido a encontrarte. Tú nos contabas la historia de aquella niñita… el alma más pequeña que has visto; era una niñita de 4 años. Pero ¿Por qué estaba en el Purgatorio?
– ¿Por qué? Esta niñita había recibido de sus padres, como regalo de Navidad, una muñeca. Tenía una hermana melliza, que también había recibido una muñeca.
Y he aquí que esa niñita de 4 años había roto su muñeca y entonces a escondidas, sabiendo que nadie la veía, fue a poner esa muñeca rota en el lugar de la de su hermana,
Y al hacer así el cambio, sabiendo muy bien en su corazoncito, que habría ocasionado muchísimo dolor a su hermana; se daba cuenta que eso era un engaño y una injusticia. Por esta causa pasó por el Purgatorio.
Sí, los niños con frecuencia tienen una conciencia más viva que la de los adultos, y es preciso sobre todo luchar contra la mentira; ellos son muy sensibles.
– María, ¿Cómo pueden los padres ayudar en la formación de la conciencia de sus hijos?
– Sobre todo con el buen ejemplo: es lo más importante; y luego con la oración. Los padres deben bendecir a sus hijos e instruirlos bien en las cosas de Dios.
– Lo dicho es muy importante. ¿Te han visitado almas que, sobre la tierra, practicaban perversiones? Pienso, por ejemplo, en el campo de la sexualidad.
– Las almas que he conocido (todas del Purgatorio), no se han perdido, pero deben sufrir mucho para purificarse. En todas las perversiones está presente la obra del Maligno. En modo particular en la homosexualidad.
– ¿Qué consejo darías a todas esas personas que son tentadas por la homosexualidad, que tienen en ellos esas tendencias?
– Les diría de rezar, rezar mucho, para tener la fuerza de alejarse. Sobre todo hay que orar al Arcángel san Miguel, pues es él por excelencia, quien combate contra el Maligno.
– ¡Oh, sí el Arcángel san Miguel! ¿Y cuáles son las tendencias del corazón que pueden conducir a la pérdida de nuestra alma, a la pérdida definitiva de nuestra alma, es decir al infierno?
– Es cuando no se quiere ir hacia Dios, es decir cuando se dice decididamente: “¡Yo no quiero!”
Te agradezco por esta aclaración. Y aquí te quisiera contar que, sobre este argumento, he interrogado a Vicka, una de las videntes de Medjugorje, que me decía también ella que al Infierno (¡y ella al infierno lo ha visto!), van únicamente aquellos que deciden de ir allí, y no es Dios quien los manda.
Al contrario, El suplica al alma de acoger Su Misericordia. El pecado contra el Espíritu Santo del que habla Jesús, y que por tanto no es perdonado, es el rechazo radical de su misericordia, y eso en plena luz y en plena conciencia.
Yo señalo que Juan Pablo II lo explica muy bien en su encíclica sobre la Misericordia; pero también en esto podemos hacer mucho, por medio de la Oración, por las almas que están en peligro de perderse.
– María, ¿Tendrías algún testimonio al respecto?
– Un día me encontraba en el tren. En mi compartimento había un hombre que no terminaba de criticar a la Iglesia, a los sacerdotes y hasta de ofender a Dios. No cesaba de maldecir, y yo le dije: “Usted no tiene el derecho de decir todo eso, ¡No está bien!”.
Llegada a mi estación, mientras bajaba los dos peldaños de la escalerita, dije sencillamente a Dios: “¡Señor, que esta alma no se pierda!…”.
Algunos años después el alma de este hombre vino a visitarme y me contó de haber estado a la orilla del Infierno y de haberse salvado sólo por la oración que yo había hecho en aquel momento.
Sí, es extraordinario ver como tan solo un pensamiento, un impulso del corazón, una sencilla oración por alguien, pueda impedirle de caer en el infierno, porque es el orgullo que hace ir al Infierno.
Y el infierno es eso: es el obstinarse a decir NO a Dios; pero nuestras oraciones pueden suscitar en quien muere, un acto de humildad. Y sólo un impulso de humildad por mínimo que sea, tiene tanta fuerza como para hacemos evitar el Infierno.
– Un alma me contó: “No habiendo observado las leyes de tránsito, me maté a causa del golpe, mientras iba en motocicleta en Viena”. Le pregunté: “¿Estabas preparada para entrar en la eternidad?”.
“No lo estaba, agregó, pero Dios da dos o tres minutos para que se puedan convertir a cuantos pecan contra de él con insolencia y presunción. Y sólo quien lo rechaza es condenado”.
El alma continuó con su comentario interesante e instructivo: “Cuando uno muere en un accidente, las personas dicen que era su hora. Es falso: eso se puede decir sólo cuando una persona muere no por su culpa.
Pero según los designios de Dios, yo hubiera podido vivir aún treinta años; entonces hubiese transcurrido todo el tiempo de mi vida”. Por eso el hombre no tiene el derecho de exponer su vida a un peligro de muerte, salvo en caso de necesidad.
Un médico vino un día a lamentarse que debía sufrir por haber acortado la vida de sus pacientes con inyecciones para que no sufrieran más.
Dijo que el sufrimiento, soportado con paciencia, tiene para el alma un valor infinito; se tiene el deber de aliviar los grandes sufrimientos, pero no el derecho de acortar la vida con medios químicos.
En otra ocasión vino una mujer. Confesó: “He debido sufrir treinta años de purgatorio porque a mi hija no la he dejado ir al convento”.
– María, ¿No te parece increíble que alguno pueda llegar al punto de decir NO a Dios en el momento de la muerte, cuando lo ve?
– Bien, por ejemplo un hombre me dijo que no quería ir al Cielo; ¿Y saben por qué? Porque según él, Dios permite los injustos y las injusticias… Yo le dije que esto lo hacen los hombres y no Dios.
Me respondió: Espero no encontrar a Dios, después de la muerte, porque entonces le romperé la cabeza con un hacha”.
El tenía un odio profundo contra Dios; pero Dios deja al hombre su voluntad libre; podría impedir esta voluntad, pero no, quiere dejar a cada uno su libre elección.
Dios da a cada uno, durante la vida terrena y en la hora de la muerte, muchas gracias para convertirse, aun después de una vida transcurrida en las tinieblas; pero si se pide perdón sin cálculo, ciertamente podemos salvarnos.
– Jesús dijo que es difícil, para un rico, entrar en el Reino de los cielos. Tú, personalmente, ¿Has visto a veces casos de este género?
– Sí, si hacen buenas obras, pero obras de caridad, si viven el Amor, entonces pueden llegar a ser como los pobres.
– Y ahora, María, actualmente, ¿Te visitan las almas del Purgatorio?
– Sí, dos o tres veces por semana.
– Quisiera saber qué piensas sobre las prácticas de espiritismo; por ejemplo cuando se llaman a los espíritus de los difuntos, se hacen girar las mesas, etc.
– ¡No es bueno!. Con frecuencia es el diablo quien hace mover las mesas. ¡Oh, si, es importante decirlo! Hay que hacer saber esto a la gente; pues hoy, por desgracia, estas absurdas prácticas espiritistas aumentan cada vez más…
– Ahora, te ruego, acláranos, ¿Existe una diferencia entre lo que tú vives con las almas de los difuntos y las prácticas de espiritismo?
– No es lícito llamar a las almas. Yo no busco su venida; vienen por sí solas, con el permiso de Dios.
En el espiritismo, en cambio, se evocan a los espíritus, se los llaman. Pero es el demonio quien viene, fingiendo ser el alma de ése o de aquél. A veces se presenta bajo falsas apariencias, sin ser llamado.
– Tú, personalmente, ¿Has sido alguna vez engañada por falsas apariciones? Por ejemplo, por el diablo que se hace pasar por un alma del Purgatorio para hablarte?
– Sí, una vez un alma vino a verme y me dijo: “No recibas al alma que vendrá después de mí, porque te pedirá demasiados sufrimientos. Eso no está a tu alcance. Nunca podrás hacer lo que te ha de pedir “. Entonces quedé turbada.
Me acordé de lo que me había dicho mi párroco que había que acoger a cada alma con generosidad, y yo estaba por cierto, habituada a la obediencia.
De repente pensé dentro de mí: “¿Acaso no podría ser el demonio quien esté aquí ante mi, y no un alma del Purgatorio? ¿No será el demonio que se ha camuflado?…”.
Dije entonces a aquel hombre: “Si eres el diablo, ¡Vete de aquí”. En seguida pegó un fuerte grito y huyó.
Y efectivamente, el alma que vino luego de él era un alma que tenía mucha necesidad de mi ayuda y era en verdad importante que viniese a verme y que yo la escuchase.
– Cuando el diablo aparece, ¿El agua bendita lo hace huir siempre?
– Lo molesta mucho y con frecuencia huye.
– En la actualidad, María, eres muy conocida, sobre todo en Alemania, en Austria y aun por toda Europa, gracias también a tus conferencias y a tu libro.
Pero en los comienzos vivías del todo escondida. ¿Cómo es que, de la noche a la mañana, la gente ha reconocido que tu experiencia sobrenatural era auténtica?
– ¡Oh! Fue cuando las almas comenzaron a pedirme que suplicara a sus familias para que restituyeran un bien mal adquirido.
A este propósito, María me contó varios testimonios. Sería demasiado largo referirlos. Pero muchas veces, diversas almas han venido a verla para decirle:
“Ve a mi familia, en tal pueblo (y ese pueblo ella no lo conocía), para decir a mi padre, a mi hijo, a mi hermano que restituyan tal propiedad, tal suma de dinero, tal objeto que, en tal lugar y en lo de fulano, me he procurado de mal modo.
Y así yo seré liberada del Purgatorio cuando ese bien sea restituido”.
Entonces María refería todos los detalles de ese campo, de aquella suma de dinero, de tal objeto, de aquel vestido así y así, y las personas quedaban sorprendidas viendo que ella conocía todos esos particulares,
porque algunas veces las mismas familias no estaban al corriente de que aquel bien hubiese sido mal adquirido por sus parientes.
Fue por tales hechos que María comenzó a ser muy conocida.
– María, ¿existe un reconocimiento oficial de la Iglesia con respecto al carisma que ejerces hacia las almas del Purgatorio, y también hacia aquellos que son alcanzados con tu apostolado?
– Mi Obispo me ha dicho que, hasta que no haya errores teológicos, yo debo continuar: Mi párroco, que es al mismo tiempo mi guía espiritual, confirma también él estas cosas.
– Te quiero hacer una pregunta, que puede parecer indiscreta. Tú has hecho tanto por las almas del Purgatorio que sin duda alguna, cuando te toque morir, miles de almas te escoltarán hasta el cielo.
Imagino que tú ciertamente no habrás de pasar por el Purgatorio, ¿No es así?
– ¡Oh!. No creo que iré al Cielo sin Purgatorio, porque yo he tenido más luz, más conocimiento, y por tanto mis culpas son más graves. Pero espero igualmente que las almas me ayudarán a subir al Cielo.
– Si, por cierto. Y tú, María, ¿Estás contenta de tener este carisma, o bien es para ti una cosa pesada y fatigosa todos esos continuos pedidos por parte de las almas?
– No, no me lamento de las dificultades, porque sé que puedo ser de mucha ayuda para ellas; puedo ayudar a tantas almas, y soy feliz de poder hacerlo.
– María, te agradezco, también en nombre de los lectores, por esos hermosos testimonios. Pero consiénteme de hacerte una última pregunta, Para que podamos conocerte mejor, ¿Podrías contarnos, en pocas palabras, algo de tu vida?
– Cuando era niña, quería entrar en un convento. Mi madre me decía que esperara a que tuviese 20 años. No quería casarme. Mi madre me hablaba mucho de las almas del Purgatorio y, ya, desde cuando frecuentaba la escuela, esas almas me han ayudado mucho.
Entonces yo me decía que debía hacerlo todo por ellas. Terminada la escuela, pensé ir al convento. Entré en las Hermanas del Corazón de Jesús, pero, luego me dijeron que era demasiado débil de salud para poder permanecer con ellas.
En verdad, cuando era pequeña, había tenido una pulmonía y una pleuritis.
La Superiora confirmó que yo tenía vocación religiosa, pero me aconsejó que entrara en una orden más fácil y esperara algunos años más.
Yo, en cambio quería ingresar en una orden claustral y en seguida. Después de otros dos intentos, la conclusión fue la misma: era demasiado débil de salud.
Entonces me dije que para mí entrar en el convento no era la voluntad del Señor. He sufrido mucho moralmente, y me decía: “El Señor no me ha mostrado lo que quiere de mí”.
Esta espera duró para mí hasta la edad de 25 años, es decir hasta el momento en que Dios me ha confiado esta tarea de orar por las almas del Purgatorio. ¡Me había hecho esperar 8 años!.
En mi familia éramos 8 hijos. Yo trabajaba en casa, en nuestra estancia, desde los 15 años. Luego fui a Alemania, como doméstica en la familia de un campesino, y después he trabajado aquí, en la estancia de Sonntag.
A partir de los 25 años, cuando comenzaron las visitas de las almas, he tenido que sufrir mucho por ellas. Ahora estoy mejor físicamente.
Habla su confesor y director espiritual.
Habiendo leído, recientemente, un informe sobre María Simma enviado por el Padre Alfonso Matt (director espiritual de la vidente) al Obispo de su Diócesis, considero útil agregar, para los lectores, estas otras breves noticias.
María Simma (la segunda de ocho hijos), ha nacido el 5 de febrero de 1915 en Sonntag (Vorarlberg) en Austria, de una familia pobrísima. El padre, José Antonio (18 años mayor que su esposa, Luisa Rinderer), por varios años se ganó la vida como cuidador y campesino de su hermano.
Durante la primera guerra mundial fue cartero, luego obrero vial y bracero, luego jubilado. Con su mujer y sus ocho hijos fue a vivir en una vieja casa que había recibido en herencia de un buen anciano, maestro carpintero.
A causa de la gran pobreza de la familia, los hijos, desde muy jóvenes, trabajaron y se ganaron el pan: los varones como obreros y las muchachas como niñeras.
María Simma desde su juventud fue muy piadosa y frecuentó asiduamente los cursos de instrucción religiosa organizados por su párroco.
Luego debió alejarse de su pueblo para trabajar en varios lugares. Quería hacerse religiosa pero, como ya sabemos, el Señor ha tenido otros proyectos sobre ella.
En el informe del párroco se lee que ella “consagró su virginidad a la Virgen e hizo esta consagración a María en favor sobre todo de los difuntos”;
SE OFRECIÓ A DIOS, HACIÉNDOLO CON VOTO “COMO ALMA VÍCTIMA,
VÍCTIMA DE AMOR Y DE EXPIACIÓN”.
El párroco refiere que en varias ocasiones, y por diferentes modos, ella se ofreció como víctima para ayudar a los difuntos, con sufrimientos voluntarios a veces terribles, gracias a los cuales abrevió las penas de innumerables almas.
Además de los sufrimientos ofreció a Dios continuas oraciones, misas y penitencias.
Desde la muerte de su padre, acaecida en 1947, vive sola en la casita paterna y para proveer a las necesidades de la vida, continúa, a pesar de la edad a cultivar su huertita. Vive así en pobreza, ayudada por la gente caritativa.
No pide nada, todo lo hace gratuitamente; y si alguno le deja ofrendas, las envía íntegramente a la Curia, para la celebración de misas, para obras caritativas y sobre todo, para las Misiones.
Formas de ayudar a las almas del Purgatorio.
El párroco, en su informe, hace resaltar que la acción desarrollada por María Simma no es sólo ayudar ella misma, a los difuntos, como siempre lo hizo, sino también hacerse celosa promotora de la ayuda de los vivos a las almas del Purgatorio y a los moribundos.
En todos sus encuentros con la gente, y también en las páginas de su diario, siempre indicó, con insistencia, los medios de ayuda, pedidos también por las mismas almas:

En el TERCER NIVEL DEL PURGATORIO, SE SUFRE EL CALVARIO DE JESUS CON TODO EL RIGOR DE LA JUSTICIA DIVINA
misas, Rosarios, ofrecimiento de los sufrimientos, Vía Crucis, obras caritativas; entre estas, sobre todo, ayuda a las Misiones que, a decir de las almas, son de grandísima eficacia para los difuntos.
Se indican luego medios menores de ayuda que suscitan nuestra sorpresa y curiosidad. Y por eso quiero referirlos, en parte, textualmente:
“El encender velas ayuda a las almas: ante todo porque esa atención de amor les da una ayuda moral: luego porque las velas son benditas y disipan las tinieblas en las que se hallan las almas.
Un niño de 11 años de Kaiser, pidió a María Simma que orase por él. Estaba en el Purgatorio porque, el día de los fieles difuntos, apagó en el cementerio las velas encendidas en las tumbas y robó la cera para diversión.
Las velas benditas son de mucho valor para las almas.
El día de la Candelaria, María Simma debió encender dos velas por un alma, mientras soportaba por ellas sufrimientos expiatorios”.
“Echar agua bendita mitiga los sufrimientos de los difuntos. Un día María Simma pasando echó agua bendita por las almas. Una voz le dijo: “¡Mucho más aún!”.
“Todos los medios no ayudan a las almas de la misma manera. Si durante su vida alguno tiene poca estima por la Misa, no le aprovechará mucho cuando estará en el Purgatorio.
Si alguno no tuvo corazón durante su vida, recibe poca ayuda.
Quienes pecaron difamando a los demás deben expiar duramente su pecado.
Pero quien en vida haya tenido un buen corazón, recibe mucha ayuda”.
“Un alma que había descuidado de asistir a Misa, pudo pedir ocho Misas para su alivio, porque durante su vida mortal había hecho celebrar ocho Misas por un alma del Purgatorio”.
El párroco refiere que María Simma insiste mucho en que se rece para ayudar a los moribundos.
“Según lo que dicen las almas del Purgatorio”, escribe el párroco, “muchas van al Infierno porque se ora demasiado poco por ellos…
María Simma un día vio muchas almas suspendidas en vilo entre el Infierno y el Purgatorio”.
He aquí algunas instrucciones:
”Las almas del Purgatorio se preocupan mucho de nosotros y del Reino de Dios (es siempre el párroco que escribe). Tenemos la prueba por ciertas advertencias que ellas dieron a María Simma”.
Las instrucciones que siguen (continúa el párroco) han sido tomadas de sus anotaciones: “De nada sirve lamentarse de los tiempos que vivimos. Es necesario decir a los padres que ellos son los principales responsables.
Los padres no pueden ofrecer un peor servicio a sus hijos que consentir a todos sus deseos, dándoles todo lo que quieren, simplemente para que estén contentos y no griten.
El orgullo puede así echar raíz en el corazón de un niño.
Más tarde cuando el niño comienza a ir a la escuela, no sabe recitar un Padrenuestro ni hacer la señal de la Cruz de Dios, a veces, no sabe absolutamente nada.
Los padres se disculpan diciendo que esto es tarea del catequista y de los maestros de religión”.
Donde la enseñanza religiosa no comienza desde la más tierna edad, la religión no perdura después.
“Eduquen a los niños a la renuncia. ¿Por qué hoy se da esta indiferencia religiosa, esta decadencia moral?
¡PORQUE LOS NIÑOS NO HAN APRENDIDO A RENUNCIAR!
Ellos con el tiempo se volverán descontentos y hombres sin discreción que toman parte en todo, quieren tener todo a profusión.
Esto provoca tantas desviaciones sexuales, las prácticas antinatalistas y el crimen del aborto. Todos estos hechos claman al Cielo venganza.
Quien desde niño no ha aprendido a renunciar se vuelve egoísta, sin amor, tirano.
Por este motive hoy existe tanto odio y falta de caridad. ¿Queremos ver tiempos mejores? Se comience por la educación de los niños”.
“Se peca de manera espantosa en contra del amor hacia el prójimo, sobre todo con la murmuración, el engaño y la calumnia. ¿Por dónde comienzan? En el pensamiento.
Hay que aprender esas cosas desde la infancia y tratar de ahuyentar inmediatamente los pensamientos contrarios a la caridad.
Se combatan rápidamente los pensamientos contra la caridad; y no se llegará a juzgar a los demás sin caridad”.
‘”Para todo católico el apostolado es un deber. Algunos lo ejercen con la profesión, otros con el buen ejemplo.
No pocos se lamentan que muchos se corrompen por las conversaciones contra la moral y contra la religión. ¿Por qué entonces se calla?
Los buenos deben también defender sus convicciones y declararse cristianos…
Todo cristiano debería ponerse a buscar el Reino de Dios y esforzarse en hacerlo crecer; pues de lo contrario los hombres no estarán en condiciones de reconocer el gobierno de la Providencia.
La preocupación del alma no tiene que ser sofocada por aquella exagerada del cuerpo…”
Me gusta terminar aquí esta pincelada.
Hojeando el informe del párroco (a quien quisiera decirle gracias de corazón), pudimos también husmear entre las páginas del diario de María: hay en ellas una sabiduría que no viene del mundo, sino de las almas que la instruyen…
Pues bien, les digo que para mí ha sido un gran placer conocer a María Simma, una mujer cuya vida ha sido donada totalmente.
Cada segundo, cada hora de su vida tiene por cierto un peso de eternidad,
No solo para ella misma, sino para tantas, tantas almas, conocidas o no, que ella, en varios modos y con tanto amor, ayudó a liberarse del Purgatorio y a alcanzar la felicidad eterna en el Cielo.
M4 EL PECADO Y… 4
Lo creamos o NO, no hay formulas mágicas que nos permitan ELUDIR EL PURGATORIO.
Si NO nos graduamos en vida, para cumplir SATISFACTORIAMENTE el Supremo Mandamiento del Amor, que nos legó Jesús…
LO QUE NO APRENDIMOS EN VIDA,
LO APRENDEREMOS EN EL PURGATORIO..
LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO
Entrevista de Sor Emmanuel Maillard a María Simma.
Maravillosas revelaciones recibidas por una humilde mujer sobre las Benditas almas del Purgatorio.
María Simma era una anciana mujer que vivió hasta el día de San José del año 2004 en las montañas austriacas. Desde temprana edad ella recibió de Dios el don de recibir la presencia swobrenatural de las almas del Purgatorio, que acuden a ella en busca de Oración y ayuda para acortar su tiempo de expiación.
Emmanuel Maillard muy reconocida por aquellos que conocen la aparición de María en Medjugorje, tuvo la oportunidad de realizarle un reportaje en su humilde casa en la montaña, el cual fue documentado en un hermoso libro.
Extractamos aquí algunas partes importantes de este libro titulado “EL MARAVILLOSO SECRETO DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO”
Sor Emmanuel y María Simma” (prácticamente la totalidad del libro está reflejada en nuestro artículo).
María Simma tuvo desde niña un especial interés por las almas del Purgatorio. Y fue esa la misión que Dios le dio para esta vida cuando tuvo la edad de 25 años.

En el Purgatorio sufrimos el Getsemaní y el Calvario SIN PALIATIVOS, TAL COMO LO SUFRIÓ JESÚS, por nuestra NEGATIVA TERRENAL a cooperar en La Redención
Adecuadamente asistida por su confesor y director espiritual y bajo el cercano seguimiento del Obispo del lugar, María vive una vida donde la Presencia sobrenatural se vuelve cotidiana.
Las almas se presentan a ella buscando ayuda, y también dando testimonio de sus sufrimientos, su vida en la tierra y su deseo profundo de llegar cuanto antes a estar en la Presencia de Dios en forma definitiva.
Los conocimientos que las almas del Purgatorio le refieren son una hermosa y fuerte confirmación de toda la Doctrina sobre la que se funda la Iglesia Católica y una invitación a todos nosotros a vivir una activa y sincera práctica de los sacramentos.
Pero por sobre todo, María Simma nos invita a una práctica cotidiana del amor como la puerta más importante para la salvación de nuestra alma.
EL AMOR CURA Y CUBRE MUCHOS DE NUESTROS PECADOS,
A LA HORA DE NUESTRO JUICIO PARTICULAR.
Descubra en este testimonio muchas de las confirmaciones que su corazón estaba buscando, ya que Jesús y María se expresan a través de las palabras de María Simma, invitándonos a una conversión sincera y profunda, basada en el amor por Dios y por todos nuestros semejantes.
Nuestra Santa Iglesia florece en las palabras de esta humilde mujer, cuyo amor por Dios la ha llevado a grandes y constantes sacrificios.
Un alma humilde puede obrar muchos milagros, ya que agrada a los ojos del Creador, que la toca con la gracia y la convierte en un instrumento de evangelización. Eso es en breves palabras, María Simma.
El reportaje de Sor Emmanuel
(Los comentarios y las preguntas son realizadas por Sor Emanuel)
Sor Emmanuel:
– María, ¿Puedes contarnos ahora cómo fuiste visitada, la primera vez, por un alma del Purgatorio?
María Simma:
– Sí, fue en el año 1940, de noche, a las 3 o 4 de la madrugada. Oí a alguno que iba y venía en mi cuarto. Esto me despertó. Miré para ver quien pudiese haber entrado en mi cuarto.
– ¿Tuviste miedo?
– No, yo no soy nada miedosa. Cuando yo era pequeña, mi madre me decía que era una niña del todo especial, porque nunca tenía miedo.
– ¿Y entonces, esa noche? ¡Cuéntanos!
– Oh, vi que era un extraño. Iba y venía lentamente. Le pregunté con tono severo:
– “¿Cómo has entrado aquí?, ¿Qué has perdido?”.
Pero él continuaba caminando en mi cuarto, de aquí para allá, como si nada fuese.
Entonces le volví a preguntar:
– “¿Qué haces?”.
Y puesto que continuaba a no querer responderme, me levanté de un salto para aferrarlo, pero no toqué más que el aire.
Y el hombre había desaparecido…
Entonces regresé a la cama, y de nuevo comencé a sentir que iba y venía.
Me preguntaba por qué veía allí a ese hombre, y por qué no podía aferrarlo.
Me levanté de nuevo para asirlo y para hacer que desistiese de caminar. Nuevamente me topé con la nada.
Quedé perpleja. Volví a acostarme. No volvió otra vez, pero aquella noche no conseguí dormir.
Al día siguiente, después de misa, fui a ver a mi director espiritual y le conté lo sucedido.
El me dijo:
– “Si todo eso recomienza, no preguntes: “¿Quién eres?, sino, ¿“Qué quieres de mí?”.
La noche siguiente el hombre regresó. Era el mismo.
Y yo le pregunté:
– “¿Qué quieres de mí?”.
Me respondió:
– “Haz celebrar tres misas por mí y yo seré liberado”.
Entonces comprendí que era un alma del Purgatorio.
Mi padre espiritual me lo confirmó. Me aconsejó de no rechazar jamás a las almas del Purgatorio, y de acoger con generosidad sus pedidos.
– Y después, ¿continuaron las visitas?
– Sí, durante algunos años venían tres o cuatro almas solamente, sobre todo en el mes de noviembre. Luego no vinieron más.
– ¿Y qué te piden estas almas?
– Muchas veces piden de hacer celebrar misas y de asistir a esas misas; piden de recitar Rosarios, y también de hacer el Vía Crucis.
– A este punto se nos plantea una pregunta, que es fundamental:
¿QUÉ ES EXACTAMENTE EL PURGATORIO?
María responde:
– Diría que es una invención genial por parte de Dios. Y aquí quisiera proponerles una imagen toda mía. Supongan que un día se abre una puerta y aparece un ser extraordinariamente bello, de una belleza tal, nunca vista sobre la tierra.
Aquí quedan fascinados, trastornados por este SER de luz y de belleza, tanto más que él demuestra estar locamente enamorado de ustedes (lo que nunca se hubiesen imaginado);
Se dan cuenta que también él tiene un gran deseo de atraerlos a sí, de abrazarlos; y el fuego del amor que quema ya en sus corazones los empuja seguramente a precipitarse entre sus brazos.
Pero ustedes se dan cuenta, en ese preciso instante, de que hace meses que no se lavan, que huelen mal, que se sienten horriblemente feos; tienen la nariz que chorrea, los cabellos grasosos y pegoteados, horribles manchas de suciedad sobre la ropa, etc., etc.

En el Purgatorio tenemos que APRENDER a AMAR HASTA ALCANZAR LA SANTIDAD, completamente SOLOS, sin la ayuda Divina…
Entonces se dicen a sí mismos:
– “¡No, no es posible que yo me presente en este estado!. Es preciso que antes me lave, me duche, y luego, rápidamente, regrese a verlo…”.
Pero he aquí que el amor nacido en sus corazones es tan intenso, tan fuerte, tan abrasador, que este atraso debido a la ducha es absolutamente insoportable.
Y el Dolor mismo de la Ausencia, aunque dure sólo pocos minutos, causa un ardor atroz en el corazón. Y, ciertamente, este ardor es proporcional a la intensidad de la revelación del Amor: ES UNA LLAMA DE AMOR…
Pues bien, el Purgatorio es exactamente esto. Es un atraso impuesto por nuestra impureza, un atraso antes del abrazo de Dios, una Llama de amor que hace sufrir terriblemente; una espera, o si quieren, una nostalgia, del Amor. Es precisamente esta Llama,
Esta ardorosa nostalgia la que nos purifica de todo lo que aún es impuro en nosotros.
Me atrevería a decir que el Purgatorio es un lugar de deseo, del deseo loco de Dios, de Dios que ya ha sido reconocido y visto, pero al cual el alma todavía no se ha unido.
Las almas del Purgatorio hablan con frecuencia con María sobre ese gran deseo, de esa sed que tienen de Dios,
Y CÓMO ESE DESEO ES PARA ELLAS PROFUNDAMENTE DOLOROSO;
ES SIN DUDA, UNA VERDADERA AGONÍA.
En la práctica el Purgatorio es una gran crisis, una crisis que nace de la falta de Dios.
Sobre esto he querido que María nos precisara un punto fundamental:
– María, ¿las almas del Purgatorio prueban alegría y esperanza en medio de sus sufrimientos?
– Sí, ningún alma quisiera volver del Purgatorio a la Tierra, porque ellas ya tienen un conocimiento de Dios infinitamente superior al nuestro…
Y no podrían nunca más decidirse a regresar a las Tinieblas de este mundo. He aquí entonces, la gran diferencia entre los sufrimientos del Purgatorio y los de la Tierra:
En el Purgatorio, aunque sea terrible el dolor del alma, la certeza que se tiene de vivir con Dios es tan fuerte e indestructible, que el gozo de esta certeza supera aun el dolor.
Y por nada del mundo esas almas quisieran volver a vivir sobre la Tierra donde al fin de cuentas, nunca se tiene seguridad de nada.
– María, ¿ahora podrías decirnos si es Dios quien envía un alma al Purgatorio, o si en cambio, es el alma misma quien decide de ir allí?
– Es el alma misma quien quiere ir al Purgatorio para purificarse, antes de entrar en el Paraíso.
Pero aquí es preciso decir también que el alma, cuando está en el Purgatorio, adhiere perfectamente a la voluntad de Dios.
Por ejemplo, se complace del bien y desea nuestro bien; experimenta tanto amor por Dios y también por quienes aún estamos en la Tierra.
Estas almas están perfectamente unidas al Espíritu de Dios o, si quieren, a la Luz de Dios.
– María, ¿en el momento de la muerte, se ve a Dios en plena luz, o en manera confusa?
– En manera aún confusa; con todo, hay una claridad tal, que basta ciertamente, para tener nostalgia. ¡Es verdad! Es una luz resplandeciente, en relación a las Tinieblas de la Tierra.
Pero todavía es nada con respecto a la Luz que el alma conocerá en el Cielo. Del resto, a tal propósito, podemos hacer una confrontación con las experiencias de las que se habla en el libro “La vida más allá de la vida”: muchísimas de esas personas que, de un estado de pre-muerte (por coma, paro cardíaco, etc.),
han entrevisto ALGO del más allá, quedaron tan fascinadas de esa luz; que para ellas ha sido una verdadera agonía retornar a la común existencia sobre la tierra, después de aquella experiencia.
– María, ¿puedes decirme cuál es el papel de la Virgen con respecto a las almas del Purgatorio?
– Sí, viene frecuentemente para consolarlas y decirles que han hecho bien tantas cosas, y les da coraje.
– ¿Hay días especiales en los cuales ella las libera?
– Si, sobre todo el día de Navidad, el día de Todos los Santos, el Viernes Santo; las libera también el día de su Asunción y en el de la Ascensión de Jesús.
– Pero, María, ¿Por qué se va al Purgatorio? ¿Cuáles son los pecados que conducen con frecuencia a las almas al Purgatorio?
– Son los pecados contra la caridad, contra el amor hacia el prójimo: la dureza del corazón, la hostilidad, la calumnia. Sí, todas estas cosas. Sé que la maldición y la calumnia se cuentan entre las culpas más graves que necesitan una larga purificación.
María al respecto, nos ofrece un ejemplo que la ha impactado mucho, y es un testimonio que quiero contarles.
Se trata de un hombre y de una mujer; de ellos se le pidió se informase si estaban en el Purgatorio. Con gran asombro de quienes se lo habían pedido, la mujer ya estaba en el Paraíso y el hombre en el Purgatorio.
Pero en realidad esa mujer había muerto después de un aborto, mientras que el hombre iba con frecuencia a la iglesia y llevaba una vida, aparentemente, bastante digna y piadosa.
Entonces María se informa nuevamente, pensando que podría haberse equivocado. Pero no, era tal cual: en realidad. Los dos murieron contemporáneamente, pero la mujer se había arrepentido sinceramente de lo que había hecho, y había sido muy humilde…
En cambio el hombre, aunque religioso, juzgaba todo y a todos, siempre se lamentaba, hablaba mal de la gente, y criticaba. Por eso su purgatorio era muy largo.
Y María concluyó: “Nunca se debe juzgar según las apariencias”.
Otros pecados contra la caridad son por cierto, todos nuestros repudios hacia algunas personas que no amamos; nuestro rechazo en hacer las paces, en perdonar, y todos los rencores que encerramos en el corazón.
LA FALTA DE PERDÓN
Al respecto María nos reveló un testimonio que nos hace reflexionar. Es la historia de una persona que ella conocía muy bien. Esta persona había muerto. Era una mujer y se encontraba en el Purgatorio, padeciendo sufrimientos atroces.
Y cuando esa alma visitó a María, ella le preguntó el porqué.
Y el porqué era que ella tenía amiga con la cual surgió una enemistad muy grande; y esa enemistad había sido causada por ella misma.
Y a pesar de todo, había conservado su rencor por años y años; y cuando su amiga, en varias circunstancias, había venido a pedirle de hacer las paces, de reconciliarse, ella la rechazaba.
Y cuando cayó gravemente enferma, había continuado a tener cerrado su corazón, a rechazar la paz que se le proponía. Y hasta en el lecho de muerte, aquella amiga había venido a suplicarle de hacer las paces; pero aún en su lecho de muerte ella había rechazado reconciliarse.
Por ese motivo se encontraba aún en un Purgatorio muy doloroso, y por eso había venido a pedir ayuda a María.
Este testimonio sobre la gravedad de conservar el rencor es muy significativo.
Por lo que se refiere a las palabras, nunca se dirá bastante acerca de cómo una palabra de crítica, una palabra malévola pueda realmente matar.
Y también cómo una buena palabra pueda curar.
– Entonces, María, ¿Puedes decirnos quienes son los que tienen mayores posibilidades de ir directamente al Paraíso?
– Son aquellos que tienen un corazón bueno, un corazón bueno hacia todos. LA CARIDAD CUBRE UNA MULTITUD DE PECADOS.
Sí, es San Pablo quien nos lo dice.
– Y ¿Cuáles son los medios que podemos emplear sobre la Tierra para evitar el Purgatorio e ir derecho al Paraíso?
– Debemos hacer mucho por las almas del Purgatorio, porque son ellas quienes, a su vez, nos ayudan. Hay que tener mucha humildad: ésta es el arma más grande contra el Maligno. La humildad elimina el mal.
A este punto no resisto al deseo de referir un bellísimo testimonio del Padre Berlioux (que ha escrito un hermoso libro sobre las almas del Purgatorio), con relación a la ayuda ofrecida por estas almas a aquellos que las ayudan con oraciones y sufragios:
“Se cuenta que una persona muy amiga de las almas del Purgatorio había consagrado toda su vida a sufragar por ellas. Habiendo llegado la hora de su muerte, fue asaltada con furor por el demonio que la veía a punto de escapársele.
Parecía que el Abismo entero, confederado contra ella, la rodease con sus cohortes infernales. La moribunda luchaba desde hacía tiempo entre los esfuerzos más penosos…
Cuando todo de un golpe vio entrar en su casa una multitud de personajes desconocidos, pero resplandecientes de belleza, que pusieron en fuga al demonio y, acercándose a su lecho, le dirigieron palabras de aliento y de consolación totalmente celestiales.
Emitiendo entonces un profundo suspiro, y llena de alegría, gritó:
– ¿Quiénes son ustedes? ¿Quiénes son los que me hacen tanto bien?.
Aquellos buenos visitantes respondieron:
– “Nosotros somos habitantes del Cielo, que tu ayuda ha encaminado a la felicidad, y como reconocimiento, venimos a ayudarte para que cruces el Umbral de la Eternidad y te libres de este lugar de angustia… Y te introduzcas en las alegrías de la Ciudad Santa”.
Con estas palabras una sonrisa iluminó el rostro de la moribunda. Sus ojos se cerraron y ella se durmió en la paz del Señor. Su alma, pura como una paloma, presentándose al Señor de los Señores, encontró tantos protectores y abogados entre las almas que ella había liberado…
Y reconocida digna de la gloria, entró allí triunfalmente, en medio de los aplausos y las bendiciones de quienes había liberado del Purgatorio”.
¡Ojalá que también nosotros, un día, podamos tener la misma suerte!
Entonces hay que decir que las almas, sí, las almas liberadas por nuestra plegaria, son sumamente agradecidas.
Les aconsejo, pues, que hagan la experiencia; las almas nos ayudan, conocen nuestras necesidades y nos obtienen muchas gracias.
– Entonces María, ahora pienso en el buen ladrón, en aquel que estaba crucificado junto a Jesús… Y me gustaría saber que hizo para que Jesús le prometiese que ese mismo día, estaría con él en el Paraíso.
– El aceptó humildemente su sufrimiento diciendo que era algo justo. Alentó al otro ladrón a aceptar también él su condición. Él tenía el temor de Dios, es decir, era humilde.
Otro hermoso ejemplo, que nos contara María Simma, demuestra cómo un gesto de bondad puede rescatar, en poquísimo tiempo, una vida de pecado.
Escuchémoslo narrado con sus mismas palabras:
– “Conocía a un joven de unos veinte años. Vivía en un pueblo vecino al mío. Este pueblo había sido duramente golpeado y destruido por una serie de aludes que mataron un gran número de habitantes. Era en el año 1954.
Una noche ese joven se encontraba en la casa de sus padres. Imprevistamente un terrible alud se abate precipitando cerca de su casa. El oye gritos desgarradores…
Gritos lastimeros que invocan:
– “¡Ayúdennos! ¡Sálvennos! ¡Vengan a socorrernos!… ¡Somos arrollados por los aludes!… “.
De inmediato el joven se levantó y se precipitó para socorrer a esas personas. Pero su madre, que había oído los gritos, le impidió pasar.
Cerró la puerta y dijo:
– “¡No, otros deben socorrerlos, nosotros no!. Afuera es demasiado peligroso. No quiero que haya un muerto más”:
Pero él, puesto que había sido impactado por esos gritos y quería verdaderamente socorrer a esa gente, empuja a su madre,
Y dice:
– “¡Sí, yo voy! ¡No quiero dejarlos morir así!’. – Y salió.
Pero también él, a lo largo del trayecto, fue embestido por un alud y murió…
Dos días después de su muerte, él vino a visitarme de noche y me dijo:
– “Haz celebrar tres misas por mí, así seré liberado del Purgatorio”.
Yo fui a dar cuenta de ello a su familia y a sus amigos.
Ellos quedaron muy sorprendidos al oír que, solamente con tres misas, se libraría del Purgatorio.
Alguno de sus amigos agregó “Yo no hubiera querido estar en su lugar en la hora de la muerte. ¡Si hubiesen visto todas las fechorías que cometió!… “.
Pero ese joven, con posterioridad, me declaró:
– “Yo he cumplido un acto de amor puro poniendo a riesgo mi vida y donándola por aquellas personas. Y es gracias a esto que el Señor me ha acogido tan rápidamente en Su Cielo. Es verdad, la caridad cubre una multitud de pecados”.
En este episodio se ve cómo un solo acto de amor desinteresado ha sido suficiente para purificar a ese joven de una vida de fechorías.
Y el Señor ha aprovechado de ese instante de amor para llamarlo a Sí.
María en efecto, ha dicho que este joven quizás nunca hubiese tenido en su vida la ocasión de realizar un acto de amor tan fuerte. Y quizás se hubiese convertido en un hombre malvado.
El Señor, en Su Misericordia lo ha llamado a Sí justo en el mejor momento, en el momento más puro a causa de ese acto de amor.
Ahora he aquí otro episodio que demuestra cómo el Señor acepta y valoriza también un simple acto de bondad:
– El alma de una mujer se presentó, un día, con un balde en mano. “¿Qué haces con ese balde?”, le pregunté. Es la llave de mi Paraíso, respondió radiante. No he orado mucho durante mi vida; raramente iba a la iglesia pero una vez, antes de Navidad, he limpiado gratuitamente toda la casa de una pobre anciana.
Ha sido mi salvación”. ESTA ES LA PRUEBA QUE TODO DEPENDE DE LA CARIDAD. Es también importante, cuando se está a punto de la muerte, abandonarse a la Voluntad del Señor.
María me narró el caso muy hermoso de una madre de cuatro hijos que estaba por morir.
En vez de rebelarse y de inquietarse ella dijo al Señor:
– “Acepto la muerte, en el momento que tú lo quieras, y pongo mi vida en tus manos. Te confío mis hijos y sé que tú encargarás de ellos”.
María me dijo que,
A CAUSA DE ESTA INMENSA CONFIANZA EN DIOS,
ESA MUJER FUE DIRECTAMENTE AL PARAÍSO
SIN PASAR POR EL PURGATORIO.
Verdaderamente se puede decir que el amor; la humildad y el abandono a Dios son tres llaves de oro que nos hacen entrar directamente en el Paraíso.

En el Purgatorio tenemos que APRENDER a VENCER a nuestros espíritus inmundos generados por nuestros PECADOS, especialmente al MONSTRUO DE NUESTRO EGOÍSMO…
– María, ¿podrías decirnos cuáles son los medios más eficaces para facilitar la liberación de las almas del Purgatorio?
– EI medio más eficaz es la Misa.
– ¿Por qué la Misa?
– Porque es Cristo quien se ofrece por amor nuestro. Es la Ofrenda del Mismo Cristo a Dios, la más bella de las ofrendas. EI sacerdote es el representante de Dios y ES el Mismo Dios que se Ofrece y se sacrifica por nosotros.
La eficacia de la Misa por los difuntos es tanto mayor cuanto más grande ha sido la estima que ellos tuvieron por la Misa cuando eran todavía en vida.
Si en esas Misas han orado con todo el corazón y si han asistido también durante la semana, según el tiempo disponible, ellos sacarán grande provecho de las misas celebradas por ellos.
También en esto se recogerá lo que se ha sembrado.
Además de ir nosotros, no nos olvidaremos de invitar a nuestros hijos a que asistan a estas Misas, y, si posible, invitemos a los muchachos de las escuelas.
Ningún padre, ninguna madre, ningún catequista puede poner en el corazón del niño lo que Nuestro Señor personalmente le da en gracias, durante la Misa y la Comunión.
Agregaré que un alma del Purgatorio ve muy bien el día de sus funerales: si se reza verdaderamente por él o si, simplemente, se hace acto de presencia para mostrar que está allí.
Ellas dicen que las Lágrimas no sirven para nada para ayudarlas. En cambio sirve mucho la Oración.
Con frecuencia esas almas lamentan el hecho de que las personas asisten a su sepultura, pero NO elevan una sola plegaria a Dios; derraman muchas lágrimas, pero eso es inútil.
Con relación a la Misa, quisiera citarles un hermoso ejemplo narrado por el santo Cura de Ars a sus parroquianos:
– “Hijos míos, un buen sacerdote había tenido la desgracia de perder un amigo muy querido. Por eso rezó mucho por la paz de su alma. Un día Dios le hizo saber que su amigo estaba en el Purgatorio y sufría terriblemente.
Este santo sacerdote pensó que no podía hacer algo mejor que ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa por su querido difunto.

El Amor aumenta con la Purificación. Cuando aumenta el Amor; disminuye el rigor de la Justicia Ofendida y aumenta el deseo para fundirnos con la Esencia Divina.
En el momento de la Consagración, tomó la Hostia entre sus manos y dijo:
– “Padre Santo y Eterno, en tus manos divinas está el alma de mi amigo en el Purgatorio y en mis pobres manos de ministro tuyo, está el Cuerpo de Tu Hijo Jesús. Pues bien, Padre Bueno y Misericordioso, libra a mi amigo y yo te ofrezco a Tu Hijo junto con todos los méritos de Su Gloriosa Pasión y Muerte”.
Este pedido fue escuchado.
De hecho, en el momento de la elevación, él vio que el alma de su amigo subía al Cielo resplandeciente de gloria. Dios había aceptado la Ofrenda”.
Por eso hijos míos, concluyó el santo Cura de Ars: “cuando queramos liberar a nuestros seres queridos que están en el Purgatorio, hagamos lo mismo.
Ofrezcamos al Padre, por medio del Santo Sacrificio, a Su Hijo, junto con todos los méritos de Su Pasión y Muerte, así no podrá rechazarnos nada”.
Otros medios muy eficaces para ayudar a las almas del Purgatorio son el Ofrecimiento de nuestros sufrimientos, nuestras mortificaciones y el sufrimiento voluntario, como por ejemplo el ayuno, las privaciones, etc.
Y naturalmente, también los sufrimientos involuntarios como las enfermedades, los lutos, los abandonos…
– María, tú fuiste invitada, muchas veces, a sufrir por las almas del Purgatorio para liberarlas. ¡Puedes decirnos qué has vivido y probado en esos momentos!
– La primera vez un alma (era una mujer) me preguntó si quería sufrir tres horas, en mi cuerpo, por ella; y agregó que luego yo podría retomar mi trabajo.
Yo me dije: “Si es sólo por tres horas, quiero aceptar”. Esas tres horas me parecieron que durasen como tres días, tan terribles eran los sufrimientos.
Pero al final, miré el reloj y vi que habían pasado sólo tres horas.
El alma luego me dijo que, habiendo aceptado sufrir con amor esas tres horas, le había ahorrado veinte años de Purgatorio.
– María, ¿Por qué, una vez llegados al Purgatorio, NO SE PUEDEN ADQUIRIR MÉRITOS y en cambio, mientras se está en la tierra SIEMPRE se los pueden adquirir?
– Porque en el momento de la muerte los méritos se terminan.
Mientras uno vive en la Tierra puede reparar el mal que ha cometido antes. Las almas del Purgatorio tienen una santa envidia por esta posibilidad nuestra.
Hasta los ángeles son celosos de nosotros, porque tenemos la posibilidad de “CRECER” mientras estamos sobre la tierra.
PERO MUCHAS VECES
LA APARICIÓN DEL SUFRIMIENTO EN NUESTRA VIDA NOS HACE REBELAR
Y TENEMOS DIFICULTAD EN ACEPTARLO Y VIVIRLO BIEN.
– Entonces, ¿cómo vivir el sufrimiento para que pueda dar frutos?
– Los sufrimientos son la Prueba más grande del amor de Dios. Y si se ofrecen bien, pueden ganar muchas almas.
– Pero ¿Qué hacer para recibir los sufrimientos como un don, y no (como se hace con frecuencia) como una punición o un castigo?
– Hay que ofrecerlo todo a la Virgen Santa, pues Ella sabe mejor que nadie quién necesita esta o aquella ofrenda para ser salvado.
Quisiera referir aquí un testimonio que María me ha contado a propósito del SUFRIMIENTO. El hecho ocurrió en el año 1954.
Una serie de avalanchas muy desastrosas se abatieron sobre un pueblito cercano al de María, causando gravísimos daños. Otros aludes se habían precipitado en dirección al pueblito de María. Pero aquí sucedió que los aludes se detuvieron ante el pueblito en modo ciertamente milagroso, sin causar algún daño.
Las almas dijeron a María que en ese pueblito había vivido y muerto una mujer que durante treinta años, estuvo enferma y había sido cuidada muy mal; había sufrido terriblemente durante todos esos años, ofreciendo todos sus dolores por el bien de su pueblito.
Las almas revelaron a María que, GRACIAS AL OFRECIMIENTO DE AQUELLA MUJER, EL PUEBLITO SE HABÍA SALVADO. Ella había ofrecido sus sufrimientos durante 30 años y los había soportado con paciencia.
María nos dice que, si aquella mujer hubiese gozado de buena salud, no hubiese podido proteger a su pueblito.
Agrega que con el sufrimiento, pacientemente soportado, se pueden salvar más almas que con las oraciones.
NO TENEMOS QUE VER SIEMPRE EL SUFRIMIENTO COMO UNA PUNICIÓN.
PUEDE SER ACEPTADO COMO EXPIACIÓN, no sólo para nosotros mismos, sino sobre todo para los demás.
Jesucristo era Inocente. Y fue Él quien sufrió más que todos, para expiar por nuestros pecados.
Sólo en el Cielo sabremos totalmente lo que hemos obtenido por medio del sufrimiento soportado pacientemente, en unión con los sufrimientos de Cristo.
– María, ¿Se da una cierta rebeldía por parte de las almas del Purgatorio a causa de sus sufrimientos?
– NO, ellas quieren purificarse y comprenden que los sufrimientos son necesarios.
– ¿Cuál es el valor de la contrición y del arrepentimiento en el momento de la muerte?
– La contrición es importantísima. Los pecados como sea, son perdonados, pero
QUEDA LA CONSECUENCIA DEL PECADO.
Si se quiere obtener la indulgencia plenaria en el momento de la muerte; esto es, ir derecho al Cielo, el alma tiene que estar libre de toda atadura.
M4 EL PECADO Y… 3
Habla Dios Padre
Hijitos Míos, mucho mal se debate sobre el mundo en estos momentos. Mucho mal habéis atraído hacia vuestra vida y hacia la existencia de la Tierra, porque le abristeis vuestro corazón al Mal y rechazasteis el Bien.
Mucho mal se os avecina está ya a las puertas, porque negasteis Mis Leyes y aceptasteis la muerte espiritual en vuestro corazón.
La maldad ha existido desde la Traición del Ángel malo hacia Mí, su Dios; pero la maldad siempre ha sido vencida por la bondad, la cual sólo puede salir de Mí, vuestro Creador.
La maldad no puede subsistir si no es alimentada y así como en la antigüedad, en los pueblos del mal ejemplo, Sodoma y Gomorra, en donde sí se le alimentó, se le vivió y no quisieron además, escuchar a los profetas,
ahora estáis pasando por lo mismo; pero con la diferencia de que no solamente no escuchasteis a los profetas, sino que no escuchasteis AL PROFETA: a Mí Hijo Jesucristo, quien os llevó personalmente Mí Palabra.
ÉL OS DIO LA PAUTA A SEGUIR
COMO NUNCA ALGUNA NACIÓN LA TUVO ANTERIORMENTE
ÉL VINO A VENCER AL MAL EN LA TIERRA
Y OS ENSEÑO LA FORMA DE VENCERLO.
Os vino a enseñar la forma de evitar una hecatombe como la que tuvieron Sodoma y Gomorra, pero no le habéis escuchado.
Os he dicho que el Demonio siempre ha sido muy Traicionero, os seduce para que le abráis vuestro corazón con falsas promesas,
Y ya que os ganó, os pisotea llevándoos al fango del Pecado y al final se burla de vosotros, por vuestra debilidad y por vuestra ceguera,
¡SÍ, POR VUESTRA CEGUERA!
Porque él mismo me reconoce como a su Dios, reconoce Mí Poder y de todo ello os trata de separar.
Sí, él en su Maldad absoluta, reconoce en Mí la Infinidad de Mí Amor y vosotros que os sentís buenos, ¿Qué?
Vosotros, a los que he escogido, a los que he cuidado, a los que he guiado, ved cómo Me estáis pagando.
El Demonio es la maldad absoluta y ningún bien se puede esperar de él y así lo han experimentado los que lo han seguido; los seduce con las cosas del Mundo, lo siguen y terminan en el Fuego Eterno, ¿Es esto lo qué queréis?
¡Qué ciegos y qué necios sois Mis pequeños! El mundo entero está sufriendo los embates del Mal de muchas formas y ¿No os dais cuenta de ello? ¿Puede acaso salir todo este mal de Mí Corazón?
Sois pequeños y no queréis crecer, no queréis madurar,
¿Os tengo que repetir lo mismo muchas veces para os percatéis del grave problema que estáis viviendo?
No hay país, no hay pueblo, no hay nación que se esté salvando de padecer algún tipo de desastre o problema grave.
Coqueteasteis con la Serpiente y ahora viene por su paga.
Quisisteis ganar al mundo en vez de ganar a vuestro Dios y
AHORA EL MUNDO, SIN DIOS, SE VENDRÁ SOBRE VOSOTROS
Pero a pesar de todo, debéis vivirla junto con vuestro arrepentimiento.
Os dije, el Maligno es la maldad absoluta y sólo Mí Amor y Mí Misericordia lo pueden detener, pero debe nacer ese pedido de lo profundo de vuestro corazón, después de que hayáis aceptado esta verdad en vosotros mismos.
Ya no es tiempo de ser convenencieros, o Soy Yo en vuestra vida o es Mí enemigo; no hay cabida para dos en un corazón sincero.
Ahora es el tiempo de la siega, de la separación del trigo y de la cizaña. ¿Qué seréis, de la separación del trigo y de la cizaña?
El trigo se convierte en alimento de vida para muchos y se cuida para siempre; la cizaña, por el daño que causa a lo que es bueno, se le separa y se le quema, para detener su mal.
¿Qué sois vosotros? También os preguntó Mí Hijo. Sed fríos o calientes, pero no tibios, porque os vomitaré de Mí Boca.
De tal forma, también los tibios seguirán el camino de la cizaña, porque no dan fruto; sólo se aprovechan de los demás y siempre buscan su propia conveniencia, eso no es amor.
Pronto, MUY PRONTO, Mí Santo Espíritu iluminará a toda la Tierra, como respuesta a la Oración de los justos.
Mí Misericordia se derramará sobre todas las naciones y todos los pueblos conocerán el estado de su alma.
Así sabréis de qué lado estáis; ésta será una gran oportunidad para todos vosotros, para que conozcáis hasta dónde os ha llevado Mí Enemigo y de seguir así, hasta dónde os llevará si persistís en seguirlo.
Yo os amo infinitamente Mis pequeños y como Padre amoroso, guío vuestros pasos.
Sí, os doy algunas nalgaditas para que enderecéis el camino y así evitaros un accidente grave; pero si os soltáis de Mí Mano y corréis voluntariamente hacia el precipicio, Yo nada puedo hacer.
SI CON LOS LLAMADOS DE LA NATURALEZA NO REACCIONÁIS

En la Tierra el Amor de Jesús DOSIFICA nuestro calvario, Y ÉL ES EL CIRENEO que nos ayuda a recorrer el Camino…
Y ALCANZÁIS LA SALVACIÓN POR LAS ORACIONES DE MIS PEQUEÑOS CRISTOS
LA PURIFICACIÓN DE VUESTROS PECADOS EN EL
NIVEL MÁS PROFUNDO DEL PURGATORIO, SERÁ DOLOROSÍSÍMA
¡PORQUE AHÍ TAMBIÉN EXISTE UN CAMPO DE BATALLA!
DONDE DEBERÉIS LUCHAR SOLOS CONTRA VUESTROS PROPIOS DEMONIOS
Y APRENDER A VENCERLOS
CON VUESTRA PROPIA DETERMINACIÓN

En el Purgatorio tenemos que APRENDER a AMAR HASTA ALCANZAR LA SANTIDAD, completamente SOLOS, sin la ayuda Divina…
¡¿ES ESO LO QUE QUERÉIS?!
Ahora estáis viviendo la PURIFICACIÓN con un tiempo de reparación, un tiempo para lograr el arrepentimiento y el perdón de vuestros actos pasados.
Un tiempo en el cual podéis quedar nuevamente limpios ante Mí, vuestro Señor, ¡Aprovechadlo!
Grandes acontecimientos se avecinan para toda la Humanidad, ¿Estáis capacitados para soportarlos todos?
Solamente aquellos que vivan en Mí y para Mí, podrán soportar la Prueba.
Estos son Mis últimos Llamados de atención, por mucho tiempo he tratado de haceros entender lo difícil de lo que viviréis; por favor, no desperdiciéis más tiempo.
Porque cuando os llamo, Os molesto según vosotros, vuestra vida. No os dejo proceder con la libertad que vosotros habéis escogido para actuar, haciendo a un lado Mis Leyes.
Le creísteis a Satanás, os engañó y ahora veréis el resultado de haberMe dado la espalda.
Ciertamente, conozco vuestra pequeñez, vuestra falta de Sabiduría, vuestra falta de amor hacia Mí, pero aún así estoy dispuesto siempre a perdonar cada una de vuestras tonterías.
VENID A MÍ VOSOTROS, LOS QUE ESTÁIS AGOBIADOS CON VUESTRO PECADO,
SOBRE TODO, VOSOTROS, LOS QUE YA HABÉIS ENTENDIDO LA LECCIÓN
Y QUE OS HA HECHO VER MI SANTO ESPÍRITU, VUESTRO ERROR,
Prefiero vengáis ahora, arrepentidos, para que Yo os pueda perdonar en éstos momentos previos a la Tribulación…
Y no cuando ya estéis en ella y os sea más difícil encontrar a un sacerdote que os pueda perdonar vuestras tonterías,
Porque será difícil encontrar alguno en los momentos álgidos de la Tribulación.
No os imagináis, Mis pequeños, el Dolor que Me causáis por vuestros pecados, pero también el dolor que Yo veré en vuestra purificación particular.
Hay pecados graves que llevan mucho tiempo para ser purificados en vuestra alma; ciertamente, Yo os perdono cuando confesáis ésos pecados graves,
PERO LA PURIFICACIÓN EN VUESTRA ALMA TARDA MUCHO TIEMPO
TANTO EN LA TIERRA, COMO EN EL PURGATORIO
Aunque ciertamente os ayudará a que podáis entrar al Reino de los Cielos, limpios y orgullosos de haber dejado atrás un pasado que Me causaba mucho Dolor.
Ojalá entendierais y sintierais ése Dolor que Me causáis por vuestras faltas; sobre todo, cuando Me hacéis a un lado de vuestra vida.
Tratad de entender esto, Mis pequeños, imaginad que salís a la calle, nadie os hace caso, vais a donde trabajáis y lo mismo, nadie os hace caso y a todos lugares a donde vais, nadie os hace caso.
Tarde o temprano de alguna forma, trataréis de que os vean, de que os hagan caso o hasta podríais enloquecer,
porque parecería que fuerais un fantasma entre los hombres, en donde nadie os ve… Y además,
QUE NO QUIEREN TENER NINGÚN TIPO DE TRATO CON VOSOTROS
Y ESO ES LO QUE YO SIENTO, MIS PEQUEÑOS
Y es terrible ésta sensación de Ser un Ser olvidado, cuando además Yo estoy velando continuamente por vosotros, os cuido del poder de Satanás y os doy nueva Vida.
Meditad esto Mis pequeños, porque si esto Me lo estáis haciendo a Mí, vuestro Dios; vosotros lo padeceréis en el Purgatorio.

En el Purgatorio sufrimos el Getsemaní y el Calvario SIN PALIATIVOS, TAL COMO LO SUFRIÓ JESÚS, por nuestra NEGATIVA TERRENAL a cooperar en La Redención
DadMe vuestro Amor y quitadMe la soledad con la que Me habéis tratado por tanto tiempo.
También debo advertiros que estáis envueltos en mentira, los gobiernos os ocultan infinidad de cosas, os manipulan de muchas formas.
La mentira la tenéis aún dentro de vuestros hogares, vosotros mismos la utilizáis también y de ésta forma, estáis viviendo una vida de error y de falsedad.
Mi Hijo os decía que aquello de lo que se hablaba en la noche, al siguiente día en la luz del día, se daría a conocer, para que nada quedara oculto.
Vivís vidas ocultas, tenéis vidas ocultas; pero ocultas en lo incorrecto, en la mentira, no dejáis ver la realidad de vuestro interior, la realidad de vuestros actos, la realidad de vuestra vida.
A Mí, vuestro Dios, no Me podéis esconder nada, Yo os creé y os conozco perfectamente, escucho vuestro pensar, conozco vuestras intenciones antes de que las podáis realizar.
Os conozco perfectamente, pero respeto vuestro libre albedrio y os permito actuar y solamente os ayudo cuando vosotros Me lo pedís, si no, Yo os dejo vivir vuestra vida.

El sufrimiento de los males fisicos y morales, ES LA OFRENDA más digna que puedes hacer a Aquel que nos ha salvado sufriendo
Vuestro Mundo es mentira, Mis pequeños. Podríais tener cosas bellísimas y no estar sufriendo como ahora sufrís.
Pero los que tienen el mando de las naciones y que lo han tenido por mucho tiempo, os han mantenido a un nivel muy mediocre porque Satanás no quiere que vosotros gocéis lo que Yo creé para vosotros.
Os he regalado infinidad de cosas para que vosotros estuvierais viviendo una vida muchísimo mejor que la que estáis viviendo actualmente,
Pero repito, Satanás manipulando a los gobiernos de la Tierra, no permite y no ha permitido, que vosotros gocéis lo que Yo voy permitiendo que conozcan algunas almas.
Y éstas, puedan transmitir ése conocimiento a altas jerarquías y lo llevaran a cabo para vuestro bien, para vuestro bien mundial.
¡Cuántas cuentas tendrán que dar los gobernantes de la Tierra, los que han pasado por los pueblos, los actuales y los que vendrán!
Mi Justicia será severa, porque muchos hermanos vuestros han sufrido y siguen sufriendo,
porque no permitieron los gobernantes que se dieran a luz los beneficios que les podrían haber ayudado a todos vosotros a tener una vida mucho mejor.
Muchas almas Me gritan, Me blasfeman, porque según ellas las tengo en el olvido y padecen situaciones muy malas, muy negativas y dolorosas;
cuando, en la realidad Yo ya os había dado las mejoras tecnológicas para que no sufrierais
Y vivierais en condiciones mucho mejores que lo que ahora tenéis.
Pero los gobiernos de la Tierra no permitieron que salieran a la luz éstos regalos que Yo permitía, a través de hermanos vuestros,
que se conocieran y que con ellos vivierais mejor y Me agradecerías de corazón el habéroslos dado.
ASÍ QUE VOLTEAD MIS PEQUEÑOS, HACIA VUESTROS GOBERNANTES
Y PEDIDLES CUENTAS A ELLOS, PORQUE ELLOS HAN DETENIDO LA MEJORA EN EL MUNDO
PORQUE ESCUCHARON A SATANÁS, QUE OS ODIA,
QUE NO QUIERE QUE VOSOTROS GOCÉIS DE MIS BIENES
Vuestros gobernantes tendrán que pagar por el dolor de infinidad de almas porque quisieron escuchar a Satanás y no a Mí, vuestro Dios.
El Pecado Original afectó vuestra pureza, vuestra santidad.
Y pensar que no se comete algún pecado es soberbia y esto es obra de Satanás.
Mientras estéis con vida, cualquier pecado, por muy grave que sea, es perdonable.
Debéis estar siempre muy pendientes, de que no perdáis Mi Presencia en vuestro ser,
Buscad siempre Mi Vida y que Satanás no os la pueda quitar.
Mis pequeños, Soy vuestro Dios y os amo con todo Mi Corazón. Vosotros los que Me conocéis escucharéis Mi Voz como os dijo Mi Hijo: que las ovejas escuchan la voz del Pastor y Le siguen.
VOSOTROS, A PESAR DE QUE OIGÁIS QUE SE DIGA POR AQUÍ O POR ALLÁ ESTÁ EL MESÍAS
SABRÉIS QUE ESA NO ES MI VOZ,
COMPRENDERÉIS PERFECTAMENTE EL ENGAÑO A DONDE OS ESTÁ QUERIENDO LLEVAR SATANÁS
PORQUE ESTOS SON TIEMPOS CRÍTICOS, SON TIEMPOS DE CAMBIO..
Estáis ahorita a momentos del Gran Cambio Espiritual y aún material, que se dará en vuestro mundo y en el Universo entero.
Os He dicho que grandes bellezas se os están preparando.
Mi Amor Infinito os premiará a todos vosotros, los que habéis luchado por mantener Mi Vida dentro de vosotros y Mi Vida en el mundo a través de lo que vosotros hacéis.
Vosotros sois Mis verdaderos Hijos en estos tiempos. Mi Hijo Jesucristo, realmente se ha implantado en vuestro ser y por eso Él os decía que fuerais vosotros los Cristos de este tiempo y todo aquel que Me sigue, que escucha Mi Voz, que sois las verdaderas ovejas,
Estáis verdaderamente transmitiendo la Vida de Mi Hijo y así iré reuniendo el Rebaño de Mi Hijo, para que podáis pasar a los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas que tanto os he prometido.
Por eso os pido que os mantengáis en vida espiritual y alimentándoos correctamente a través de los Sacramentos, a través de una verdadera vida de Amor y así aseguraréis vuestro futuro espiritual en las Nuevas Tierras que os daré,
en donde viviréis como verdaderos hermanos, amándoos los unos a los otros. Viviréis Vida de Cielo aquí en la Tierra.
Mi Amor se derramará sobre cada uno de vosotros y si ahora lloráis con lo que está pasando y pasará, después gozaréis y hasta danzaréis de gusto por tantas bellezas que os daré y que Me agradeceréis grandemente porque ellas sobrepasarán vuestras expectativas.
Confiad pues, Mis pequeños, en Mi Amor y todos los gozos que os daré porque será el premio para todos aquellos que se han mantenido confiados por vuestra Fe en lo que Yo os he pedido.
Yo estoy con vosotros, Mi Hijo está con vosotros, el Espíritu Santo está con vosotros, Mi Hija la Siempre Virgen María y el Señor San José están con vosotros, el Cielo entero está con vosotros, las Benditas Ánimas del Purgatorio están con vosotros.
¿Qué más protección queréis Mis pequeños? Es una realidad, el que todos Nosotros os estemos cuidando.
¿Por qué desconfiáis? ¿Por qué dudáis? Manteneos en el Bien y Mi Gracia y Mi Amor os estará protegiendo en todo momento.
Orad profundamente y dejad que Mí Santo Espíritu, en vuestro interior, os guíe. Quitad toda soberbia y egoísmo de vuestro corazón, para que Mí Amor os llene.
Os repito, no puede en un corazón sincero, haber cabida para el bien y para el mal,
O ESTÁIS CONMIGO O ESTÁIS CONTRA MÍ.
Yo os Bendigo en Mi Santo y amoroso Nombre, en el de Mi Hijo, Verbo Encarnado por Quién habéis conocido Mi Pensamiento y en el del Espíritu de Amor, en la moción de los corazones abiertos a Mi Amor.
Yo os bendigo y os envío a Mi Santo Espíritu para que de El toméis la Sabiduría y la Fortaleza que necesitaréis en el tiempo inmediato por venir
Habla Nuestro Señor Jesucristo
Hijitos Míos, SOY EL OPROBIO DE LOS HOMBRES
YO EL SANTO DE LOS SANTOS, ¡AHORA SOY EL PECADOR!
¡ME HE CONVERTIDO EN PECADO!
PARA RESCATAROS A VOSOTROS DE SU TIRANÍA
MI PADRE SE HA HORRORIZADO DE MÍ Y SIENTO COMO SE SEPARA…
DEJÁNDOME A CADA INSTANTE CON UNA SOLEDAD CADA VEZ MÁS ATERRADORA
Estoy aquí en el Huerto de los Olivos, orando y sufriendo. Os veo a todos vosotros, veo a todos vuestros hermanos en todos los tiempos, veo el bien y veo el mal de las almas y Mi sufrimiento es atroz.
Le he pedido a Mis apóstoles que oraran Conmigo y Me han dejado abandonado, se quedaron dormidos.
Sigo orando, Me sigo dando por vosotros y el Mundo está dormido. No se dan cuenta de los Acontecimientos que ya están sobre vosotros.
Sigue cada quien viviendo su vida despreocupadamente y Yo sigo arrodillado, sudando Sangre por vosotros. ¡Tanto es Mi Dolor, porque os amo tanto!
Vosotros no comprendéis aún todo el Amor que os teneMos. No os podéis imaginar cuánto amaMos a la creatura, lo comprenderéis cuando dejéis vuestro cuerpo y regreséis ante Nuestra Presencia…
Y ya sea en los Cielos, en el Purgatorio o en el Infierno, es cuando comprenderéis cómo os amaMos.
Nuestro Amor Divino es incomprensible para el hombre, no hay amor humano que pueda parecerse en lo mínimo al Amor que os teneMos.
Por eso no lo apreciáis y no entendéis cuando os digo: velad y acompañadMe, como le pedí a Mis apóstoles.
¡Os lo he pedido tanto! Y ni siquiera Me pedís que os comparta este sentimiento de Amor y de Sufrimiento que tengo por cada uno de vosotros…
Y Me sigo dando y Me sigo Ofreciendo, Mi Vida TODA, es para vosotros.
Mi Amor es vuestro amor, ¿Por qué os tengo que repetir tantas veces esto, Mis pequeños? Ni estáis velando ni orando.
Estáis en el Mundo, estáis desperdiciando todas Mis Bondades, Mi Donación total y absoluta por cada uno de vosotros.
La noche ya os alcanzó, igual que llegó el momento en que el Hijo del Hombre fue entregado en manos de Sus asesinos.
Padeceréis también, para que recordéis éstos momentos en que Yo oré por cada uno de vosotros y Le pedí al Padre por vuestra salvación, por el perdón de vuestras faltas, por vuestra redención.
Me di por cada uno de vosotros, ¿Os daréis ahora por Mí, Mis pequeños? ¿Ofreceréis vuestros sufrimientos, que estáis ya padeciendo…
Y algunos padeceréis todavía peores, para aliviar Mis Dolores en el Huerto?
Yo he aliviado vuestros dolores y os he abierto las Puertas del Paraíso, ¿Me daréis vuestra vida? ¿Me daréis vuestra muerte? ¿Me daréis vuestros padecimientos? ¿Me daréis vuestro dolor?
Soy vuestro Dios, pero también Soy Hombre, no tuve a los apóstoles, a Mis elegidos, en ésos momentos, ¿Os tendré a vosotros ahora en éstos momentos?
AcompañadMe, Mis pequeños, ni una hora pudieron orar Conmigo, ¿Me daréis vuestro tiempo, Me acompañaréis en éstos momentos obscuros y de dolor de la humanidad, recordando los que Yo tuve?
No os separéis de Mí, Mis pequeños, que Yo nunca Me he separado de vosotros, estáis en Mi Corazón, porque os vi desde ése tiempo en el Huerto y os he mantenido muy cerca de Mi Corazón,
ORANDO POR VOSOTROS, POR ESTA HUMANIDAD,
POR EL DOLOR QUE ME CAUSAN VUESTROS PECADOS,
PERO SOBRE TODO, POR LA INDIFERENCIA DEL HOMBRE HACIA SU DIOS Y SALVADOR.
DadMe vuestro tiempo, reparad el tiempo que no Me pudieron dar Mis apóstoles.
Yo, como Hermano vuestro que caminé sobre la Tierra, por vosotros y para vosotros, que os dejé el conocimiento del Cielo, que os dejé Bendiciones, Gracias especiales, pero sobre todo Mi Presencia,
Os voy cuidando y os prometí que Yo estaría con vosotros hasta el Fin del Mundo.
Pero, ¿Qué es estar con vosotros? Yo camino, ciertamente, a la par con todos aquellos que Me buscan, pero estar con vosotros y vosotros Conmigo, es la unión del Amor.
El Amor no desaparecerá de la Tierra, porque es el Alimento del Universo.
En Nuestra Santísima Trinidad, es el Amor el que Nos une, todo fue creado en el Amor.
Estáis creados para vivir en el Amor, llenaros de él y transmitirlo.
Es Mi Amor el que prevalecerá hasta el fin del mundo y luego eternamente, pero ¿Cuántos realmente están tratando de mantener Mi Verdadero Amor sobre el mundo?
Sufrís tantas caídas, pero os levantáis y os podéis levantar cuando estáis Conmigo y os apoyáis en Mí.
Y esa es la desgracia que tienen infinidad de almas: que al no estar apoyadas en Mí, no pueden levantarse; porque si no Me conocen, si no se han acercado a Mí, si no se les enseñó nada de Mí, ¿Cómo van a poder levantarse?
Y ciertamente, estas almas que no tuvieron apoyo espiritual correcto desde pequeños, en un gran porcentaje son tomadas por Satanás y las desvía.
Al principio, Satanás les va a dar un cierto apoyo y creerán que ése es el apoyo real que deben tener en sus vidas, buscarán más de todo aquello que Satanás les promete y les facilita…
Y así muchísimas almas de vuestros hermanos, van cayendo en una obscuridad tremenda, de la cual no pueden salir, porque no Me conocen, os repito.
Por eso es tan valiosa vuestra Oración, porque vuestra oración y la de todos aquellos que oran con el corazón, se difunde por la Comunión de los Santos, vuestra Oración es tomada para la salvación de las almas.
Ciertamente, vosotros no sabéis para qué es tomada vuestra oración, vuestros sacrificios, vuestra penitencia, vuestros ayunos, comuniones, Misas, pero todo esto tiene un valor grandísimo para la salvación de las almas de otros,
Para rescatarlos de errores o de grandes problemas que vosotros tenéis sobre la Tierra. O para ayudaros en situaciones problemáticas personales.
Vuestra oración unida a Mí, es una energía curativa para las almas, Mi Amor es derramado sobre las almas necesitadas y de hecho, todos vosotros siempre seréis almas necesitadas, porque no sois perfectos y aunque estéis buscando la perfección,
siempre estaréis necesitados porque sois débiles y aún para alcanzar vuestra perfección, necesitáis de la Oración también de hermanos vuestros, del Cielo, del Purgatorio y de la Tierra, para que alcancéis vuestras metas de perfección espiritual.
Nunca va a salir sobrando la oración, siempre necesitaréis de ella, por eso os repito tanto y tanto sobre la oración, su necesidad, su valor, es el alimento del alma y, sobre todo, es el medio de comunicación para Conmigo, con vuestro Dios.
¡Cómo quisiera que entendierais bien esta realidad tan necesaria para vuestra vida espiritual!, y sobre todo, que no os separarais de ella.
Necesitáis de ella, porque a través de ella os repito, os comunicáis Conmigo por Fe, entráis en contacto íntimo, en donde recibís Mis Consejos, Mi ayuda.
Vuestras dudas quedan disipadas, porque Yo os daré Luz para que podáis resolver vuestros problemas terrenos;
pero para ello debéis tener primeramente Fe, para saber que contáis Conmigo y que cuando os acercáis a Mí, os puedo responder,
PORQUE MUCHOS NO CREÉIS QUE YO,
VUESTRO PADRE Y VUESTRO DIOS EN MI SANTÍSIMA TRINIDAD,
ME PUEDA COMUNICAR CON EL HOMBRE.
Se les hace fantástico, increíble, no creen que todo un Dios se abaje hacia el hombre, pero es una realidad, Mis pequeños.
Nuestra Gracia, generalmente la obtendrán mejor los humildes y sencillos, los que no se cuestionan ésta realidad, que simplemente la toman y actúan en ella.
Sed sencillos, sed humildes, sed confiados y pedidMe Fe, para que aprovechéis todas Mis Gracias y crezcáis en santidad, como quiero que crezcan todas las almas.
Gracias, Mis pequeños.
Yo os bendigo en Nombre de Mí Padre, Creador de todo lo bello que véis y de los que no véis, en Mí Santo Nombre, de Redentor del género humano y en Nombre de Mí Santo Espíritu, Dios del Conocimiento y de la Sabiduría Divina y humana.
M4 EL PECADO Y… 2
MI APRENDIZAJE SOBRE EL PECADO
Deuteronomio 18 – Biblia de Jerusalen
Amonestación contra costumbres paganas
9. Cuando hayas entrado en la tierra que Yahveh tu Dios te da, no aprenderás a cometer abominaciones como las de esas naciones.
10. No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique adivinación, astrología, hechicería o magia,
11. ningún encantador ni consultor de espectros o adivinos, ni evocador de muertos.
12. Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para Yahveh tu Dios y por causa de estas abominaciones desaloja Yahveh tu Dios a esas naciones delante de ti.
13. Has de ser íntegro con Yahveh tu Dios.
14. Porque esas naciones que vas a desalojar escuchan a astrólogos y adivinos, pero a ti Yahveh tu Dios no te permite semejante cosa.
Éxodo 20 – Biblia de Jerusalen
Los Diez Mandamientos
1. Entonces pronunció Dios todas estas palabras diciendo:
2. «Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre.
3. No habrá para ti otros dioses delante de mí.
4. No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
5. No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian,
6. y tengo misericordia por millares con los que me aman y guardan mis mandamientos.
7. No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso.
8. Recuerda el día del sábado para santificarlo.
9. Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos,
10. pero el día séptimo es día de descanso para Yahveh, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad.
11. Pues en seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahveh el día del sábado y lo hizo sagrado.
12. Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar.
13. No matarás.
14. No cometerás adulterio.
15. No robarás.
16. No darás testimonio falso contra tu prójimo.
17. No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.»
Durante los siguientes tres años, estos dos pasajes bíblicos adquirieron su plena relevancia, en el ministerio al cual había sido llamada.
Al año siguiente de mi conversión, conocí al que sería mi director espiritual por casi catorce años y su oración, su sabiduría y su santidad; me guiaron en el escabroso sendero por el que me llevaba la Voluntad Divina.
En la parroquia a la que pertenecía, él ayudaba al párroco con las misas matutinas y presidía las asambleas de oración que los lunes de cada semana seguían después de la Misa de 7pm. y supervisaba los diferentes ministerios y los grupos de evangelización que se habían formado.
En todo ese tiempo, el ministerio de sanación y liberación era conducido por Jesús a través de mi indigna persona.
Y de esta forma asistí a más de quinientas liberaciones.
Lo que había aprendido en la casa de Alfonso era esto:
La confesión frecuente y la Eucaristía diaria, además del Rosario meditado con lecturas bíblicas, rezado en grupo por los demás…
Y con maravillosas alabanzas, cantadas con fervor y adoración a la Santísima Trinidad, a María y al Espíritu Santo; eran el baluarte de nuestro grupo de guerreros oradores por la Liberación.
Siempre cuando había oportunidad, le preguntábamos al Señor en cada caso en particular; que era lo que ÉL quería hacer y Él nos señalaba con instrucciones precisas, cuantos días de ayuno y oración requeríamos y nos mostraba la estrategia a seguir.
Porque cada liberación era única, así como cada persona era diferente; como únicas y diferentes eran también las almas que requerían nuestra ayuda y distintos los pecados cometidos…
Así como los espíritus que estaban atormentando a los individuos.
LA INFESTACIÓN SATÁNICA
Nuestras batallas más duras y más llenas de espectacularidad, eran contra las posesiones por los pecados de idolatría y el espíritu de Lujuria.
Llegué a presenciar combates que en comparación, lo sucedido con David era como un juego de niños.
Y varias veces los que terminábamos experimentando algo similar a los efectos especiales de la película Matrix, éramos los guerreros que tratábamos de liberar al que sufría la esclavitud por el Maligno.
Lo más penoso, eran las venganzas.
Porque el Infierno es experto en desquitarse de lo que considera agravios insultantes… Y más infligidos por una ‘perra y estúpida mujercilla’, como me llamaban a mí.
Porque como machistas, son maestros y nadie los supera.
Yo aprendí a lidiar con todo eso y le entregaba todos los inconvenientes que surgían, al Señor.
Pero en una ocasión en que fue especialmente dolorosa y terrible la venganza que tuve que soportar…
Como la paciencia no es mi atributo principal, renegué y me porté como toda una mocosa majadera, en el apogeo de su berrinche.
Le reclamé a Jesús:
– ¿Por qué tengo que hacer el trabajo de tus obispos? Yo no tengo la culpa que ellos no quieran sufrir, ni boxear…
O andar de toreros espontáneos con las huestes de horrorosos diablos, que pululan por todas partes, atormentando a los que no quieren entender las consecuencias de sus pecados.
Jesús me miró tan, pero TAN TRISTE…
Que yo me sentí como el microbio más patético y despreciable que pudiera existir.
Y sentí tanto arrepentimiento que me postré llorando, le pedí perdón y le prometí que ya no me volvería a portar mal con Él.
Qué siempre cumpliría con mi ministerio, en donde quiera y como fuera; tan sólo por hacerlo feliz a ÉL.
Pero me sentía tan desconsolada, que le dije a Jesús:
– Señor. ¿Por qué no les abres a todos, los ojos espirituales; para que contemplen la realidad de su situación con respecto al pecado?
Y Él me contestó muy serio:
– ¿Quieres que se mueran de un infarto?
Su Infinito Amor y su Infinita Paciencia, también nos protege de nosotros mismos.
Pero mientras tanto le destrozamos su Sacratísimo Corazón, con todas nuestras estúpidas frivolidades.
Recuerdo que en una ocasión, la lucha era totalmente feroz en una liberación muy especial; para la cual Jesús nos había prevenido de manera muy particular y donde había demonios muy poderosos por el incesto, la perversión y el satanismo juntos.
En aquellos días, Jesús todavía no me había prohibido usar pantalones, que era una de mis prendas favoritas.
Y yo, ya había adquirido experiencia y la voz ya no me temblaba, cuando de apabullar a Satanás se trataba.
Y si alguien ajeno hubiese entrado a nuestro recinto de combates, hubiera visto como la que parecía suspendida del techo era yo…
Pues era sostenida alrededor de mi cuerpo por una mano invisible y horrorosa que abarcaba casi toda mi cintura, que en aquel entonces medía alrededor de 66 cm.
La intención era estrellarme contra el piso, mientras todos mis compañeros tenían su propio combate particular; pues llegó un momento en que no había nadie que pusiera almohadones debajo de mí.
Y el esclavizado por las huestes infernales, parecía estar dormido tranquilamente, sobre la colchoneta que teníamos en la estancia.
Con una serenidad que sólo el Espíritu Santo es capaz de proporcionar, le grité a Lucifer:
– ¿Vas a matarme? ¿Ya le pediste permiso a Jesús, Señor de la Vida y de la Muerte? Porque te advierto que te voy a costar muy cara. Y el castigo que ya te dieron, no será nada comparado con el que te voy a proporcionar yo.
¨¡POR LA SANGRE PRECIOSÍSIMA DE JESUCRISTO LES ORDENO:
¡¡¡SI NO SE LARGAN TODOS EN ESTE MISMO INSTANTE, LAMENTARÁN EL DÍA QUE ENTRARON A POSEER A ESE HIJO DE DIOS!!!
¡¡¡¿Entendieron?!!! ¿O quieren que se los explique con palitos y bolitas? Anda, ¡LÁNZAME! ¿Crees que te tengo miedo? ¡Mira!… -Y comencé a cantar el Magníficat con un gozo inefable…
Más o menos a la mitad del Himno, todo quedó suspendido como por encanto.
Y se hizo un silencio sepulcral.
De repente me descendieron del techo con una suavidad muy delicada. (Como soy ciega y sorda espiritual, no estoy segura. Ahora que lo pienso, tal vez fue mi Ángel de la Guarda)
Y cuando todo terminó, todos parecíamos boxeadores de peso mosca que hubieran luchado quince rounds con un gigantón de peso completo.
Hacer feliz al Señor era lo único que me importaba y el costo era lo de menos.
Esa vez duré tres días en cama, hasta con fiebre; pero todos estábamos muy contentos.
La única huella extraordinaria de lo que había pasado, fue una quemadura con la forma de una mano gigantesca, que por el frente mostraba la silueta perfecta de un pulgar alargado con una uña tremenda.
El Maligno me había levantado más de tres metros en el aire como si fuera una muñeca de trapo…
Y alrededor de mi costado se veía la palma y casi toda la parte central y baja de mi espalda, mostraba cuatro dedos enormes que se llenaron de un montón de pequeñas ampollas que parecían burbujas. (Como los empaques que protegen los electrónicos cuando los compramos)
Mi hermana me curó con la pomada amarilla que se utiliza para las quemaduras y los siguientes quince días, tuve que dormir cuidadosamente recostada sobre el lado que no había sido lastimado, hasta que mi lesión sanó.
Lo más extraño, es que mi blusa de seda blanca que me gustaba tanto, ¡Estaba intacta!
Con cada liberación, siempre aprendía una nueva lección sobre las consecuencias de nuestra ligereza en el pecar.
Combatir con Satanás era magistral y en cada ocasión aumentaba nuestro adiestramiento y el caudal de conocimientos que nos hacía comprender más el sufrimiento humano…
Y nuestra participación directa e involuntaria por nuestra ignorancia, con los pecados que todos cometemos.
Y que sin la extraordinaria capacitación que yo estaba recibiendo de manera tan insólita, jamás hubiera comprendido y asimilado en toda su pavorosa dimensión:
La terrible realidad de lo que significa verdaderamente el Pecado y lo que se esconde detrás de él.
No hay pecados triviales. Por eso Jesús insiste tanto en que seamos santos y perfectos.
El pecado nos deforma y nos enferma, también físicamente.
Aparte de separarnos de Dios y permitir a Satanás que ejerza un dominio completo sobre nuestros pensamientos y nuestros sentimientos.
Terminando con un control tiránico e implacable, sobre nuestra conducta.Si todos los hombres reflexionaran en esto, se vaciarían los gimnasios y se llenarían las iglesias. Porque es mucho más importante la belleza y la salud del alma, que la del cuerpo.
A éste se lo comerán los gusanos, pues estamos sujetos a la corrupción de la tumba.
Pero las del alma, nos acompañarán por toda la Eternidad y regenerarlas en el Más Allá, está mucho más que complicado.
Y ES AQUÍ Y AHORA, MIENTRAS ESTAMOS ENCARNADOS; CUANDO PODEMOS EJERCITARLAS.
Pero el materialismo imperante nos ha vuelto ciegos a todo esto. Y la gran apostasía nos impide reconocer estas verdades.
Por ejemplo el odio y la falta de perdón, son los causantes directos de casi todas las formas de cáncer.
Cada enfermedad tiene su raíz en el pecado correspondiente. Y así podría seguir con una lista interminable…
Nómbrenme un pecadillo que para ustedes pueda ser aparentemente insignificante y yo les relataré una historia vivida en nuestras evangelizaciones.
Puedo contarles innumerables vivencias reales; algunas con desarrollos tragicómicos, que les ilustrarían de innumerables y maravillosas maneras, todo lo que estoy tratando de exponerles.
Yo casi lloro de impotencia, cada que escucho a un sacerdote decir:
– ‘Las verdaderas posesiones son muy raras. Hay que hacer un estudio muy minucioso y luego determinar el tratamiento psicológico o psiquiátrico que se debe aplicar al paciente.’
Y esto lo han dicho también, algunos teólogos reconocidos a nivel mundial.
Cuando los oigo decir esto pienso:
“este pobre iluso, jamás se ha topado con Satanás en su pavorosa realidad. Sólo lo proclama por su conocimiento intelectual y su formación teológica…
Tal vez habrá visto las muestras de los pobres esclavizados y una que otra manifestación sobrenatural…Pero, ¡No lo conoce nadita! Porque si lo conociera, ¡Jamás diría eso!
También la infestación satánica me enseñó, por qué en el Antiguo Testamento los judíos tenían tantas ceremonias para purificarse.
Por ejemplo, cuando los leprosos eran curados o cuando alguien agonizaba y por cualquier motivo tenían que tocar al muerto; entonces tenían que subir al Templo de Jerusalén y hacer sus ritos especiales, porque se habían contaminado.
En una liberación muy especial, se me aclaró el misterio.
La lepra infestaba al cuerpo por los pecados de impureza; así como sucede ahora, con las ETS y la plaga del Sida.
Y también comprendí que los pecados cometidos por el difunto, eran espíritus vivos que se metían en el alma del pobre mortal, que estaba auxiliando al que había fallecido.
Porque antes del Sacramento del Bautismo, por causa del Pecado Original; Satanás tenía acceso total a cualquiera de las almas que quería infestar.
Ya que el Sacramento del Bautismo, funciona como una coraza protectora, contra todos los ataques infernales; a menos que la resquebrajemos, con nuestra ligereza en el pecar.
Por eso me encuentro totalmente pasmada, con los que quieren ‘Modernizar la Iglesia’.
Me encantaría saber la respuesta de los que a ultranza y contra lo que sea, quieren que; por ejemplo el Adulterio de un segundo matrimonio, sea aceptado y los contrayentes no estén excluidos de la comunidad eclesial…
Y RECIBAN LA COMUNIÓN, porque ellos anhelan y tienen derecho a alimentarse del Manjar de Nuestro Dios Sacramentado.
¡¡¡Por Dios!!!
¿Y qué piensan hacer con la CATERVA DE DEMONIOS generados por todos los pecados derivados de esta situación particular?
¿A dónde se van a ir o cómo los piensan expulsar o en qué los van a convertir? ‘¿Hay alguien que quiera explicarme esto?
Porque una cosa es muy clara, ellos (Los espíritus demoníacos) por su propia voluntad, no van a abandonar la presa humana que les sirve de casa.
El Antiguo Testamento, especifica claramente todas las situaciones que podían contaminar el alma y los rituales a seguir para limpiarla.
Si esto sucedía con los pobres hebreos que eran el Pueblo Elegido, imaginen por un momento lo que pasa en nuestra actualidad con los cristianos light
que acomodan la Sagrada Escritura a su conveniencia y cometen ‘pecados comprensibles’ dada su situación muy particular.
Y con los tibios que están reacios a comprometerse; pues no quieren complicarse la vida, como les sucede a los pobres ‘loquitos y delirantes carismáticos del Espíritu santo’…
Porque piensan que con una rodilla doblada ante el altar del paganismo, pueden vivir cómodamente sin perder nada de lo que es más preciado para ellos.
Y sin renunciar al egoísmo placentero que les permite disfrutar de la Fe que ya se fabricaron y que nada les exige.
Y con la otra rodilla doblada ante el altar del Santísimo, ya se ganaron un Cielo que un Dios amoroso y comprensivo no les puede negar, porque asisten religiosamente a Misa los domingos y…
¿¡Para que meterse en complicados fanatismos!? ¡Qué por cierto hacen lucir bastante mal a los pobres chiflados carismáticos, que están determinados a embrollar la vida de los demás; sólo porque no comparten sus trastornadas ideas!
LA VIDA ES CORTA Y HAY QUE GOZARLA…
Que al fin y al cabo, cuando sea el momento preciso, ellos pedirán perdón por sus pecados y ¡Asunto solucionado! Fueron más astutos que nadie, se pasaron de listos y ya se sienten capaces de enseñarle el Padre Nuestro al señor Cura… ¿O NO?
Lamentablemente solo la estupidez de los soberbios puede presumir así.
Lucifer les demostrará en el Abismo Pavoroso del Infierno, las fallas de todos sus ‘comodísimos’ argumentos.
Y para los modernísimos ateos y satanistas: los pobres ilusos y estúpidos cristianos, no somos más que una caterva de idiotizados seguidores de un pobre perdedor…
Que también terminamos siendo perdedores.
Y dicen: Allá ellos con sus ideas extravagantes, porque en la New Age están todas las verdaderas respuestas… Y en… etc, etc, etc.
Y de esta magnífica forma, los que hemos descubierto la Verdad contenida en Jesucristo, que ahora más que nunca mantiene su vigencia,
Y que está teniendo el más poderoso cumplimiento de todo lo que contiene el Libro del Apocalipsis; terminamos aislados completamente…
¡Hasta dentro del círculo interior de nuestra propia familia!
Nuestra angustia aumenta porque ninguno de los que amamos, está dispuesto a hacernos el menor caso y siempre, casi salen huyendo cuando nosotros empezamos a hablar de Dios…
PARA ENTENDER MEJOR TODO ESTO
¿Se han fijado que en todos los pasajes del Evangelio donde Jesús sana a un enfermo o libera a un endemoniado, termina exhortándole: ‘Vete y no peques más’?
¿Y que en los diferentes exorcismos realizados por Jesús y narrados por los Evangelistas, también el Maestro Divino hace una clara distinción entre demonios y ‘espíritus inmundos’.?
Bueno, pues la diferencia es la siguiente:
Los demonios son los ángeles creados por Dios que pecaron, perdieron la batalla con San Miguel y sus legiones y fueron sentenciados y castigados por Dios.
Fueron arrojados del Cielo, hasta los Abismos del Infierno, que fue creado por su causa.
Son los ‘ángeles caídos’ que ahora andan sueltos entre nosotros; aumentando el botín de almas incautas e irresponsables, a las que están arrastrando consigo hasta el Reino Maldito de Satanás.
LOS ‘ESPÍRITUS INMUNDOS‘ DEL EVANGELIO
SON NUESTROS PECADOS
Los ‘espíritus inmundos’ los generamos nosotros con nuestros pecados realizados sin arrepentimiento y con lo que consideramos ‘defectillos’ que no tienen mayor importancia y que nos esforzamos muy poco para erradicar.
Por ejemplo la falta de perdón y la amnesia repentina que nos ataca cuando rezamos el Padre Nuestro y nos topamos con la frase: ‘Perdona nuestras ofensas, COMO nosotros perdonamos…’
Esa incómoda palabrita, contiene la clave de toda nuestra relación con Dios…
Cuando Dios nos creó, lo hizo pensando en un templo vivo para que lo contuviera a Él.
Con el Pecado, Satanás le robó su templo viviente del Espíritu Santo y… ¡Adivinen en templo de quién nos convirtió!
Por eso es tan indispensable la CONVERSIÓN. Y por eso el Cielo insiste tanto en ello.
También es otra de las poderosas razones, por la que castiga tan duramente la idolatría…
Y son tantos los católicos ‘creyentes’ que saliendo de Misa se van a las clases yoga, a las sesiones curativas del reiki y la acupuntura, a sus clases de artes marciales o de meditación cristiana yogística, etc.
Y decoran su casa con los principios del feng shui y las hermosas esculturas de las hadas, los dioses paganos como los budas panzones para la buena fortuna…
O las esculturas griegas y romanas, que sólo tienen para ‘admirar el arte clásico’.
Y tantas creaturas hermosas y fantásticas que en razón de un arte decorativo, ni siquiera imaginan el imán que significan para lo Maligno
y lo que verdaderamente constituye el no deshacerse de todas estas posesiones.
Trataré de explicárselos más claramente haciéndoles una comparación con la gestación de un bebé humano.
Cuando el diablo nos pone una tentación, nosotros con nuestra voluntad decidimos si vamos a convertirla en un pecado.
Y cuando la ejecutamos, es algo muy similar al coito de un hombre con una mujer.
En el apareamiento humano, si las condiciones han sido las favorables, se realiza la concepción de lo que primero es un diminuto embrión y culmina con el desarrollo de un ser completo y perfecto, después de nueve meses de gestación: un bebé.
¡El milagro de la vida! Realizado por el ejercicio de la procreación humana.
Cuando ejecutamos el pecado, en nuestro cuerpo espiritual que tiene iguales y MÁS PODEROSAS potencias que el cuerpo físico y en esto no hay distinción sobre si somos masculinos o femeninos;
TAMBIÉN GENERAMOS UN NUEVO SER.
Y en este caso con la falta de arrepentimiento y el abuso repetido de un pecado consentido y deseado por el placer amargo que produce:
el ‘ESPÍRITU INMUNDO’ que hemos engendrado, continúa creciendo hasta convertirse en un monstruo gigantesco,
que termina dominándonos por completo con un vicio que no podemos refrenar y esclavizándonos en nuevas aberraciones.
¿¡Pavoroso!?…
Yo que los conocí de diversas formas, me da escalofrío sólo de pensarlo.
EL PECADO ES UN SER VIVO Y MALIGNO
QUE ESTÁ ADHERIDO A NOSOTROS,
DENTRO DE NUESTRA ALMA
Y del que solo podemos desprenderlo con la poderosa vivencia de la CONVERSIÓN.
Pues, sólo EL PODER DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE JESÚS puede arrancarnos de su tóxica influencia.
El Sacramento del Bautismo y de la Reconciliación, pueden liberarnos, para recibir la acción sanadora del Espíritu Santo en todo nuestro ser…
Mientras estamos vivos y encarnados en esta tierra.
Ya que espiritualmente, cuando no hay arrepentimiento, somos como la medusa de la mitología griega:
Nuestro corazón es un nido de pavorosas serpientes,
QUE SEGUIRÁN VIVAS Y NOS PROCLAMAN ACUSÁNDONOS,
como pertenencia exclusiva de Satanás, sin que Dios pueda hacer nada para reclamarnos como posesión suya.
Esto puede aclararnos un poco, el aumento de la MALDAD que nos rodea y que cada vez devora nuestra sociedad con formas más siniestras de pecar.
Hace veinte años, pasé un período intensivo de seis meses, en los que tuve experiencias todavía más increíbles, pero de las que sólo les sintetizaré esto:
Después de la separación muy dolorosa que hubo entre mi esposo y yo, por la última de sus novias. Yo pasé una temporada con una de mis hermanas, que vivía en lo que entonces todavía era una ranchería, anexa al aeropuerto de la ciudad de Guadalajara.
Estaban la tropa de todos mis sobrinos y sus parientes y amigos que no rebasaban los diez años.
Para no hacérselos largo, terminé formando un grupito de niños a los que estaba evangelizando en el salón de la Iglesia.
Yo estaba muy feliz, por tres razones:
1.- Era la primera vez que daba catequesis evangelizadora para chiquitos y pensé que ya iba a disfrutar unas vacaciones de mis correrías en el Ring Celestial.
2.- Pensé que por fin iba a descansar de las sorpresas.
Porque como me sucedió la primera vez: todos mis encontronazos con Satanás, eran como los espontáneos de las corridas de toros, todo sucedía de improviso y en el momento más inesperado.
Haciendo una analogía, porque no se me ocurre otra: de repente me encontraba vestida de torero y enfrente de una bestia fenomenal.
¿Qué se puede hacer? El Padre Tiberio me lo había dicho claramente:
‘Dios te favoreció con ese carisma y debes trabajarlo. No busques ese tipo de oraciones; pero tampoco las niegues. Deja que Jesús obre, como a Él le plazca. Sólo comunícamelo y yo ofreceré las misas y las oraciones por ti.’
3.- Por algo Jesús amaba tanto a los niños.
Ellos no se entrampan en inquisiciones incrédulas y razonamientos escépticos. Aceptan todo y se abrieron a Jesús con una confianza maravillosa…
Y Dios se manifestaba a ellos de forma increíble.
Con estas angelicales criaturitas, todo iba a salir perfecto y sin sobresaltos.
¡Tremenda equivocación! Aquí también mi dolor fue atroz.
En una ocasión, estábamos hablando del perdón y una chiquita de ¡Nueve años! Se convulsionó delante de todo mi grupo y yo me quedé aterrada.
Por primera vez no sabía qué hacer. Mi clase de doctrina se había convertido de pronto en lo que tanto temía.
Pero los niños ejercitaron los dones que el Espíritu Santo les había regalado.
Y yo aprendí otra lección, en mi larga carrera evangelizadora.
Lo que sucedía era que esta pequeñina, había quedado huérfana de su madre a los cuatro años y desde entonces, tenía cinco años soportando que tanto su padre como su abuelo paterno,
la usaran como a una mujer adulta; desfogando en ella todos sus más bestiales instintos.
Y habían profanado su inocencia de forma brutal.
La infestación diabólica también se produce a través de la violación, (por eso tantas violaciones terminan en locura y suicidio)
Y los diablos que los perversos le trasmitieron, se manifestaron espantosamente.
Afortunadamente Jesús salvó la situación y mi equipo de exorcistas fue toda la tropa infantil, que enfrentó todo con una lógica increíble…
Uno de los niños me dijo:
– Oye Rosita, el diablo está muy enojado porque Jesús está con nosotros, ¿Verdad?
Y todos los demás corearon:
– ¡¡¡SÍ!!! Se enojó muchísimo y por eso tumbó a Daniela.
Ya no hubo preguntas.
Otro día, un espíritu de femineidad se manifestó abiertamente a través de un pequeñín de cinco años, que además de ser sacudido; hizo una demostración de amaneramiento homosexual, verdaderamente pasmoso.
Y esta es una gran revelación para los que no comprenden la homosexualidad infantil; pues DEBERÍAN REVISAR SU CONCIENCIA, en lugar de juzgar y condenar a los pobrecitos homosexuales. (¿Recuerdan Éxodo 20, 5?)
Y mi equipo de pequeños exorcistas, que con los diferentes dones recibidos comprendió lo que sucedía, la lógica infantil llegó a la misma conclusión.
Habían visto al diablo cuando lo perturbó.
Después de un cuidadoso interrogatorio, me enteré que a los pequeñines, las visiones les eran mostradas en caricaturas.
Y así veían todas las diabluras de Satanás, en una forma comprensible y sin que los aterrorizara.
Pues así como no podemos ver a Dios como realmente es, sin morir de la impresión; lo mismo sucede con su Arcángel Caído.
Y a cada ser humano le concede verlo, en la proporción de su resistencia y según la misión que deba realizar.
Las únicas personas que lo han conocido en todo su majestuoso horror, tengo entendido que fueron María Valtorta y Sor Faustina Kowalska.
Esta vez, terminado el episodio; los chiquillos oraron como si nada nos hubiera interrumpido y todo continuó con absoluta normalidad.
Me maravillaba que los niños aceptaran con más sencillez y sin espantarse, lo que hubiera escandalizado a un adulto.
En esta ocasión, la razón era por herencia: su abuela era una de las brujas no oficiales y reconocidas del pueblo. (Recuerden Éxodo 20, 5)
Lo más triste fue constatar que en mi grupo que ya había crecido hasta casi noventa participantes, el 80% de los niños, había sufrido algún tipo de agresión sexual y abuso físico.
También aprendí las muchas maneras en que podemos infectarnos espiritualmente, con infestaciones espirituales más espeluznantes que el Sida y el Ébola, principalmente a través del desenfreno sexual.
EN EL MOMENTO DEL APAREAMIENTO, los demonios cambian de casa.
Y si por ejemplo hay un marido o una esposa novel que cediendo a una tentación, deciden echarse una ‘canita al aire’ de la que nadie se va enterar, pues han tomado todas las precauciones.
Si el incauto que jamás ha pecado con la idolatría, se une a alguien que realiza trabajos de amarres amorosos, magia blanca, brujería o practica la adivinación por medio del tarot y ha tenido por simple curiosidad, una unión homosexual…
Después del devaneo amoroso, no va a comprender la fascinación que repentinamente siente por una sexualidad gay oculta en el closet o peor todavía, por el Ocultismo.
Y tampoco puede resistir a un impulso nuevo y desconocido, que lo arrastra a pecados más nefandos todavía.
¿EMPIEZAN A CAPTAR LA IDEA?…
Pero narrarles todo esto ahora, no lo soportarían. Primero digieran todo esto.
Después por influencia de los niños, acudieron también los padres y se abrió otro grupo de evangelización para ellos. Pero esa es otra historia…
Cuando todo esto sucedía, mis hijos eran pequeños y sólo escuchaban el teléfono descompuesto de los rumores y comentarios que todas estas cosas suscitaban en la familia y con las cuales mi madre, estaba en absoluto desacuerdo.
Para concluir, recientemente mis hijos me han llevado a las últimas producciones cinematográficas sobre el tema y me preguntaron:
– “Oye mamá. ¿Los exorcismos que tú viviste se parecen a esto?
Y se quedaron pasmados cuando les contesté:
– “El exorcista, el Exorcismo de Emily Rose, el Conjuro y el Rito; son como una sola película ingenua de animados de Walt Disney, frente a las cosas que me ha tocado presenciar. Si se las contara todas, difícilmente las creerían.”
Si ustedes amados hermanitos en Cristo, estuviesen en mi lugar y le hubieran propinado a Satanás, las soberanas palizas que ambos nos dimos mutuamente; pero en las que Mi Virgencita Adorable, mi amoroso Papá José y mi incomparable San Miguel Arcángel; siempre lo hicieron huir derrotado,
teniendo que soltar a sus presas a pesar de todas sus estratagemas…
Si hubiesen palpado como yo su odio mortal y hubiesen soportado sus criminales agresiones físicas y espirituales, que casi me costaron la vida en diversas ocasiones…
Díganme:
¿Estarían dispuestos a descuidarse con los más ‘mínimos pecados veniales’ para que él pudiese atraparlos finalmente y vengarse a placer de todas las injurias que por vuestra culpa considerara haber recibido?
Medítenlo…
Sin Jesús, soy la persona más cobarde de la Tierra y casi me desmayo de terror, de sólo imaginarlo…
Y ¡No estoy dispuesta a ser atrapada por él, ni con la puntita de la más pequeña de sus espeluznantes garras!
Lo conozco muy bien y sé de lo que es capaz.
Por eso nadie me saca del Corazón Inmaculado de María Santísima y del Sacratísimo Corazón de Jesús.
Resguardadita desde allí, estoy dispuesta a volver a vivir todas las experiencias aterradoras y espeluznantes que ya viví tantas veces.
Fortalecida por el Amor de Mi Señor… ¡Veremos de qué cuero salen más correas!
Después de todo lo que Jesús me ha enseñado y me ha llevado a vivir… He comprendido que emprender el camino de la santidad, es la única alternativa.
Otra cosa que comprendí, es que el Sacramento de la Reconciliación, es un poderoso ministerio de sanación interior y de liberación, sencillamente maravilloso.
Ese poder celestial otorgado solamente a los sacerdotes funciona de una forma increíble, aún de manos del sacerdote más pecador.
¡Así de maravilloso es nuestro Dios!
Si tuviesen visión espiritual, verían como los espíritus inmundos salen disparados como balas, en cuanto el bendito sacerdote dice: ‘Ego te absolvo…’
Y formarían una valla inexpugnable para proteger a nuestros poderosos, benditos y santos sacerdotes, que sólo por haberse consagrado a Dios, son los trofeos favoritos de Satanás.
Y deben sostener unas guerras titánicas, tan solo por mantenerse fieles al Señor.
No se le pueden pedir peras al olmo. A pesar de todos mis esfuerzos, soy solamente una aprendiz de santa. Pero busqué una solución y la encontré como anillo al dedo:
En mis oraciones, le he pedido a Jesús que el pecado me duela físicamente, cómo una advertencia para irme a confesar inmediatamente.
Y me lo ha concedido.
También le he suplicado al Padre Celestial, que me preste de su Santidad, cuando le entrego mi absoluta miseria.
Es la única manera de cumplir el requisito de ‘Sed perfectos como mi Padre Celestial es Perfecto.’
M4 EL PECADO Y… 1
Estamos repitiendo la enseñanza de este testimonio, para que entendamos claramente lo que nos espera en el Tercer Nivel del Purgatorio, si NO NOS CONVERTIMOS antes de la llegada del Aviso.
Y también comprendamos ¿POR QUÉ EN EL NIVEL MÁS BAJO DEL PURGATORIO NO LLEGAN LAS ORACIONES?
Y REFLEXIONEMOS lo que verdaderamente ESTÁ SUCEDIENDO EN ESTE LUGAR ESPECÍFICO DEL PURGATORIO.
Y sobre todo, ¡¡¡Cuán equivocados están algunos exorcistas, respecto a las posesiones diabólicas!!!
Y amadísimos hermanitos, ¡¡¡ANTES DE QUE LES ACONTEZCA UN ATAQUE DE PÁNICO, POR LO QUE ABBA VA A REVELARNOS EN LOS PRÓXIMOS POST!!!
Recordemos que Su Amor Infinito nos está protegiendo y fortaleciendo interiormente y mantengámos la calma, sobre todo cuando vayamos a recibir los sacramentos de la Confesión y la Comunión…
Para comprender plenamente lo IMPORTANTÍSIMO QUE ES LA CONVERSIÓN y para ayudarnos a reflexionar seriamente en el tremendo peligro que significa la TIBIEZA y el modernísimo CRISTIANISMO LIGTH…
Voy a compartirles dos testimonios que espero que al menos los pongan a pensar en la manera cómo están viviendo su religiosidad cristiana y apliquen las reformas necesarias, si quieren hacer más perfecta su unión con Dios.
Por la IGNORANCIA ESPIRITUAL, de la que adolecemos la inmensa mayoría de las personas; no comprendemos plenamente la inmensa TRAGEDIA que significa el Pecado.
Para darnos una idea, basta meditar con verdadera contemplación los Misterios Dolorosos del Rosario y horrorizarnos con el Infinito Sufrimiento de nuestro Redentor.
En 1980, yo tenía 28 años; un día de otoño hubo un congreso carismático y el padre Emiliano Tardiff era uno de los conferencistas, Dios en su Infinita Bondad tocó mi corazón y me convertí.
Después de mi conversión en la plaza de toros, el Señor me llevó a un curso de Evangelización de un mes; éramos 356 catecúmenos y desde el momento en que llegamos el sacerdote que nos recibió, nos advirtió que no podíamos faltar a ninguna plática; porque el que lo hiciera no recibiría la imposición de manos.
Había un pastorcito para cada dos bancas y todas nuestras dudas nos las aclaraban ellos.
Fue un adoctrinamiento completo desde el conocimiento más primario de la Doctrina Cristiana.
En la banca que estaba adelante de mí, había un joven como de unos 23 años que luego se casó con la joven que lo acompañaba y que se llamaba David.
Durante la segunda semana, un viernes y un sábado; David ya no fue al seminario y luego volví a verlo el lunes siguiente, con un parche negro en uno de sus ojos azules, que le hacía lucir como si fuera un pirata;
él explicó que el sacerdote le había dado permiso para faltar, por razones médicas.
Conforme avanzábamos en el conocimiento de nuestra religión, iban creciendo mis expectativas con respecto al Dios Maravilloso que estaba descubriendo y me iba enamorando más de Él.
Hasta que llegó el día más esperado de mi vida.
Finalizamos el retiro y en la misa de consagración en la que el obispo, además de los sacerdotes que nos habían evangelizado, nos impusieron las manos en la cabeza y recibimos el Bautismo en el Espíritu Santo.
Yo miraba fascinada el despliegue asombroso de los dones bellísimos del Espíritu Santo, en un maravilloso Pentecostés, que se volvía a realizar en aquella tarde de finales de Enero.
Veía a mi alrededor, como unos hablaban y cantaban en lenguas; otros profetizaban o describían visiones celestiales; otros más, interpretaban lo que se hablaba en lenguas…
Y muchos lloraban de felicidad por la Presencia Tangible de Dios, en aquella fiesta celestial.
Todos alababan y bendecían y el obispo se mostraba muy satisfecho.
Cuando llegó mi turno, primero el sacerdote y después el obispo, pusieron sus manos en mi cabeza y oraron por mí…
Y yo… NADA.
No tuve ninguna manifestación extraordinaria de absolutamente nada. En mi interior, yo me sentía muy decepcionada.
Lentamente regresé a mi lugar, me senté y sin poder evitarlo comencé a llorar en silencio.
Aunque trataba de pasar inadvertida y que nadie se diera cuenta de lo que me sucedía, no pude refrenar las lágrimas que brotaban de mis ojos y que casi me ahogaban.
Aunque con mi pequeño manto de encaje casi cubrí todo mi rostro, mi pastorcita me había seguido; se sentó junto a mí, me abrazó y me preguntó qué sucedía…
Me sentí como una niña que hubiera sido invitada a una gran fiesta infantil, todos disfrutaron de un banquete maravilloso y recibieron muchos regalos. Menos yo.
Con voz entrecortada por el llanto le contesté:
– Teresita, Jesús no me quiere. A mí no me regaló nada.
Ella sonrió y dijo:
– No digas eso. A ti te dio regalos más preciosos que los que son aparatosos.
– Pero yo esperaba verlo o cuando menos oírlo.
– Muchos que reciben esos carismas, pronto se olvidan de ÉL o son incapaces de seguirlo por el Camino de la Cruz.
– No. A mí no me dieron nada. Creo que soy la única de todo el grupo que tiene las manos vacías. ¡Mira a todos los demás!
Mi pastorcita tenía visión y profecía, además de muchos otros dones y me dijo:
– Tienes el don de la Fe.
Yo seguía desilusionada y nada me consolaba.
Y contesté con mi franqueza de siempre:
– ¿Eso para qué me sirve? ¿Acaso no todos la tenemos? Por eso venimos aquí.
– La que Dios te acaba de dar, la vas a necesitar mucho en tu ministerio. Los dones que recibiste no pueden verse; pero son los más importantes de todos.
También te darán muchos otros carismas con los cuales vas a servir poderosamente al Señor. Ahorita no puedes comprenderlo. Pero algún día lo harás…
Ven vamos a orar al Sagrario, para dar Gracias.
No muy convencida la acompañé y oramos.
En ese momento no tenía la más remota idea de que cada uno de esos maravillosos ‘dones’, eran los ‘Talentos’ de la parábola y que teníamos una gran responsabilidad sobre cada uno de ellos.
EL MILAGRO DE DAVID
Álvaro Ramírez dijo en una ocasión:
“La FEG ha dado para todo”. Cierto. En 64 años de vida ha servido para hacer grilla estudiantil, tener diputados y pistoleros, defender al sistema político mexicano, protestar contra Vietnam, reivindicar el nacionalismo, pero también el socialismo científico, solicitar precios bajos en los boletos del pasaje urbano,
secuestrar y reprimir, hacer negocios chuecos, pelearse a muerte entre los mismos compañeros y tener dos víboras con dos cabezas: una dentro de la UdeG (Universidad de Guadalajara) y otra fuera.
Y fue entonces cuando la FEG, (Federación de Estudiantes de Guadalajara) empezó una guerra sucia contra la naciente y opositora FER, (Federación de Estudiantes Revolucionarios) que convirtió nuestra bella ciudad, en un campo de batalla donde estallaban balaceras, un día sí y el otro también, en los lugares más inesperados.
En una de esas balaceras, David fué herido por una esquirla en la cabeza y tuvo que ser operado. Dios lo sanó de una manera milagrosa, de otra bala que quedó alojada muy cerca del corazón y constituyó una emocionante experiencia, que no estaba planeada y a la que llamamos “La bala fugitiva”.
Después de este breve preámbulo, volvamos al día cuando lloré porque según yo, había salido con las manos vacías de dones celestiales.
Al terminar la ceremonia y la santa Misa de Acción de Gracias, tuvieron lugar los testimonios.
Y el párroco de la Iglesia, tomó el micrófono y dijo:
– ¿Recuerdan cuando les dije que el que faltara a una plática, ya no iba a recibir la imposición de manos? Bueno, pues un día se me acercó un joven que me dijo: ‘Padre, pasado mañana me operan del cerebro y yo quiero pedirle permiso de faltar el Viernes y el Sábado. El Lunes me presentaré de nuevo, si Ud. Me lo permite.’
Yo pensé, “este cuate está loco, ¿Cómo va a venir después de dos días de haber sido operado del cerebro?” Para no hacer polémica, lo autoricé.
¡Y grande fue mi sorpresa cuando lo ví el lunes con su parche en el ojo, muy dispuesto a seguir con la evangelización! Ahora se queda con ustedes David…N, para contarles como le fue.
Entonces al costado del altar, donde se leen las lecturas; subió mi compañerito de la banca de adelante y muy sonriente con su parche de pirata, empezó así:
– Hermanos, primero déjenme contarles la historia de mi conversión. –y las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas- Desde hace varios años, mi mamá era muy devota del Espíritu Santo. En la casa tenía un grupo de Oración de carismáticos y cada semana se reunían para orar.
Le encantaba la música y tocaba varios instrumentos; cuando tocaba el piano, ella compuso un canto que se escucha en todas las misas y dice: ‘Entre tus manos, está mi vida Señor…’ ¿Lo conocen? Bueno, pues mi santa madre lo compuso.
Soy integrante de la FEG y voy a hablarles con mi léxico antiguo.
Mi mamá estaba con todos sus beatos, cucarachas de iglesia embelesados con sus cantos religiosos que me molestaban tanto y luego llegaba yo quemando llanta…
Y entraba a la casa como una tromba, diciendo ‘Abran paso, bola de…!”#$%&/ No me estorben.’ Seguido por mis amigos, que eran igual que yo.
Mi mamá se ponía de todos colores, pero no me decía nada; sólo se le llenaban sus ojos de lágrimas.
Se apartaban todos asustados aunque ya me conocían y nadie hablaba una palabra.
Yo entraba hasta la habitación donde teníamos las armas y salía con mis compinches armados hasta los dientes, a hacer lo que teníamos que hacer.
Imagínense el contraste, después que yo me iba ellos seguían orando y mi madre nunca se cansó de repetirme con dulzura: ‘Hijo, recapacita. Está en juego tu salvación. Mira…’
Aunque trataba de no faltarle al respeto, ¡Cómo me fastidiaba su insistencia! Lograba zafarme como podía y siempre que quería hablarme de Dios, yo salía huyendo.
Pero un día se enfermó y se puso muy grave. Cuando estaba agonizando, yo me incliné sobre su lecho y ¡Cómo me arrepentí de todo lo que yo le había hecho!
Pero para mi desgracia o mi bendición en este caso, era más terca que yo.
Y me tiró de pechito:
– David, de esto ya no me voy a levantar. El Señor me está esperando. Si me amas, quiero que me jures delante de Dios, que vas a ir al Congreso de Septiembre en la plaza de toros.
Mira este es tu boleto. Ya te lo compré. ¡Júramelo niño mío, júramelo! Es lo único que me detiene para ya descansar en paz. David, ¿Me lo juras?…
Hermanos, díganme ¿Cómo se le niega algo a una madre, en un momento así? Aunque yo no tenía ni la más remota intención de cumplirlo, se lo juré. Y ella partió para siempre.
Cuando llegó la fatídica fecha, yo estaba renuente y le daba vueltas al boleto con ganas de tirarlo a la basura.
Pero algo muy fuerte me detenía y finalmente me decidí: “Voy a ir. Entro a la plaza y me salgo como bala. Yo creo que con eso ya cumplí… Y me voy a olvidar de todas estas chingaderas…”
Y como lo pensé lo hice. Llegué, entregué el boleto, entré a la plaza y estaba llena hasta el tope. Oí los cantos y me senté más o menos a la mitad del graderío.
Y cuando oí los cantos, me acordé de mi mamá y de todas las cosas que ella me decía y que yo no quería oír.
Y dije: ‘Bueno. Me quedo un poquito más.’ Me quedé mirando la arena y las graderías… ¡Caray! Está más lleno que cuando hay corridas…’
Entonces cuando menos lo esperaba, la gente había desaparecido, como si una nube la hubiera cubierto…
Y pensé: ‘¡Diablos! Ya estoy imaginando cosas. Estos chiflados ya me contagiaron de sus delirios’
Pero en ese mismo instante, ví a una persona delante de mí. Y cómo yo estaba sentado y agachado; sólo le veía los pies y la parte baja de una túnica blanquísima.
Observé y ví que a pesar de que traía unas sencillas sandalias, se podía mirar los agujeros de dos llagas rojas y brillantes, como si las acabaran de abrir.
Empecé a levantar la mirada muy despacio y solamente llegué hasta la cintura, porque ya no pude seguir…
Mi cabeza me estallaba…
¡No puede ser que yo esté mirando a…! ¡OH NO! ¡Esto no es posible! ¡Porque yo…! ¡Porque yo soy…! ¡Yo soy…! ¡Oh, No! ¡Yo soy…!
Y una Voz hermosísima y llena de dulzura completó lo que yo tenía atorado en la garganta…
Mientras me extendía dos manos varoniles que también tenían dos llagas impresionantes…
Y en los dedos fulguraban dos argollas matrimoniales de fino oro.
A estas alturas, la voz de David era un ronco sollozo entrecortado que sin vergüenza alguna, continuó mientras seguía llorando:
Era Jesús de Nazareth.
Y me dijo firmemente y con ternura:
– ERES UN ASESINO. Lo sé. Pero también eres mi hijo y aún así, TE AMO. Y TODOS TUS PECADOS YA LOS PAGUÉ EN LA CRUZ. Estoy aquí, ante ti; por las oraciones y los sufrimientos de tu madre.
Yo no fui capaz de levantar el rostro y nunca le miré la cara. Sentía una vergüenza que me es imposible describírselas.
Entonces Él, extendió la mano derecha hacia mí y me ofreció la argolla que pareció más deslumbrante todavía, mientras me decía:
– Si tú me aceptas esta Alianza, se hará efectiva la Redención que pagué por ti. Y vendrás a mi Reino donde ya se encuentra tu madre Conmigo.
Lo único que pude hacer fue extender mi mano izquierda, mientras Jesús me deslizaba la alianza en mi dedo anular y luego Él se ponía la otra en su dedo anular.
Se despidió diciéndome:
– ‘Ve al sacerdote y confiésate. Y esta Alianza es un Pacto de Amor entre tú y Yo’.
Cuando desapareció, ya no pude controlar mis lágrimas.
A pesar de que todos los sacerdotes que estaban confesando afuera y alrededor de la plaza de toros, tenían unas colas enormes para oír confesiones, no sé como encontré uno que se estaba desocupando y duré confesándome ¡Cuatro horas!
DESTINOS ENTRELAZADOS
En nuestra Misa de Consagración, habíamos renunciado a todo: al Pecado y a sus consecuencias.
Renovamos las promesas de nuestro Bautismo y ofrecimos nuestra vida a Dios, para que fuese Cristocéntrica.
Nos consagramos al Inmaculado Corazón de María y al Sacratísimo Corazón de Jesús.
Y salimos del retiro decididos a vivir el Evangelio, con Dios como nuestra máxima prioridad.
Sin que yo me diera cuenta, Jesús había tomado el control de mi vida y empecé un sendero espiritual tan extraordinario como incomprensible…
Pero los caminos de Dios, no son nuestros caminos.
Pasaron seis meses y quedé integrada en una comunidad de oración carismática, que tenía una familia que estaba totalmente entregada al servicio de Dios.
Todos los días había servicios.
Los más jóvenes evangelizaban y dirigían a los grupos de niños o menores de 17 años.
El matrimonio mayor dirigía a los adultos y la señora pastoreaba a las señoras y el padre a los varones.
La Eucaristía era diaria y nos esforzábamos por mantenernos en gracia.
Los martes, nos reuníamos todos. Después de rezar el Rosario hacíamos Oración Comunitaria y de Alabanza. Leíamos la Biblia y aprendíamos a conocer y a amar a Nuestro Señor Único y Trino.
Todo esto no tiene nada de extraordinario para cualquiera recién convertido o para aquel que se mantiene practicando verdaderamente la Fe Católica.
Yo me sentía muy feliz.
Mi vida había cambiado completamente y Jesús se convirtió en el centro de ella, desde aquella tarde en la plaza de toros.
Estaba enamorándome de un Dios Vivo que me estaba revelando cosas maravillosas y le daba sentido a todo lo que me sucedía.
Por primera vez en mucho tiempo, volví a tener muchas ilusiones y agradecimiento por todos los dones que había recibido en mi vida:
mis niños, mi matrimonio tan desdichado; pero que era el bastión de mi familia. Mi trabajo que era gratificante en muchos sentidos, además era joven y estaba saludable.
Conocí a Jesús y nada se comparaba con eso.
Todas mis desgracias habían quedado atrás… Y por primera vez sentía que la pasión de estar enamorada verdaderamente, me embriagaba completamente…
Y lo más maravilloso: ¡Podía amarlo sin cometer adulterio! Porque Amar a Dios, es una experiencia sublime.
De esta forma transcurrió el tiempo y un martes que estábamos rezando el Rosario en la sala donde eran las reuniones, la dueña de la casa se acercó y me dijo que fuera con ella a la cocina.
A todos los demás les dijo que siguieran rezando el Rosario con más fervor y cantaran muchas alabanzas a la Virgen María.
Y que no pararan de orar hasta que ella les dijera. Que si era necesario, repitieran el Rosario hasta completar los Quince Misterios.
Yo la miré sorprendida; pero no comprendí la urgencia, hasta que en la cocina ella me dijo:
– Esto es muy inusual; pero Jesús le ordenó a Alfonso… que te integres al grupo que está orando con ellos. Uno de los muchachos va a venir por ti. Yo voy a regresar a seguir invocando y alabando a nuestra Madrecita.
– Está bien. – contesté sin comprender nada.
Me quedé mirando el jardín que se podía contemplar desde la ventana. Y esperé…
CÓMO APRENDÍ LO QUE VERDADERAMENTE ES EL PECADO
Esa misma tarde al llegar, había visto que por la puerta del jardín trasero habían introducido a alguien que al parecer estaba enfermo y que era sostenido por dos de los hijos de Alfonso.
Pero para mí no fue algo extraño; porque sabía que en el grupo también se hacían oraciones de sanación.
Lo que no sabía, es que las enfermedades y el pecado tienen una relación tan estrecha; que el ministerio de Sanación y el de Liberación, no pueden ser separados.
Tampoco sabía en qué consiste exactamente una Oración de Liberación…
Pero estaba a punto de descubrirlo a la manera de Jesús de Nazareth.
¿¡Cómo!?… Eso de los hechizos y embrujamientos eran sólo para los ignorantes y descerebrados que creían en eso. Yo me consideraba una mujer inteligente y racional.
Pero una vez más, en mi vida; mi mundo y mi mentalidad estaban a punto de cambiar…
Era una casa muy grande de dos plantas y muchas recámaras.
En la más alejada de la planta baja y que estaba separada del resto de la casa por un enorme jardín, se habían reunido Alfonso y sus cuatro hijos mayores, además de otros cuatro varones que luego supe que eran familiares y amigos del grupo de oración.
El más jovencito del grupo vino por mí y me dijo:
– Rosita no te preocupes. Veas lo que veas y oigas lo que oigas, no te asustes. Sólo obedece las indicaciones de mi papá.
Este extraño preámbulo, no me preparó para lo que encontré al cruzar el umbral de aquella habitación…
Mientras tanto ese mismo martes, para David las cosas también estaban a punto de cambiar.
Ese mediodía; el hijo mayor de Alfonso, había ido a una diligencia a Casa Cornelio, el centro medular de la Renovación Carismática y que se encuentra a un costado del Colegio Anáhuac en la colonia Chapalita, acompañado de tres de los jóvenes del grupo de oración.
Cuando terminaron, venían de regreso por la av. López Mateos y cuando iban a llegar al semáforo que está justo en la esquina del Templo de la Santa Cruz…
Jesús le dijo al que venía manejando:
– ‘Cuando cruces esa calle, oríllate y estaciónate allí.’
Acostumbrados a obedecer en el grupo de Oración, nadie hizo preguntas y quedaron justo, junto al templo.
No habían pasado ni cinco minutos, cuando con el cambio de señales y los automóviles que venían por la calle Manuel Acuña dieron vuelta.
En un Grand Marquiz último modelo, venía manejándolo David y se topó cara a cara con los jóvenes. Inexplicablemente, también se orilló y se detuvo a saludarlos.
Entonces Jesús tomó al hijo de Alfonso y le dijo en primera persona a David:
– Dale tu portafolio a tu compañero y regresa aquí Conmigo.
Sin replicar, David obedeció de inmediato.
Dirigiéndose al hombre joven que estaba sentado en el asiento del copiloto, le entregó el maletín y se despidió arrojándole también las llaves del lujoso automóvil, mientras le decía:
– Termina tú el trabajo. Esto se acabó para mí. Diles que ya no cuenten conmigo.
Regresó y los muchachos ya le habían hecho un lugar enmedio, en el asiento trasero.
Y en cuanto David entró al auto, se desmayó.
Cuando llegaron a la casa y que fue cuando yo los vi entrar, a los pocos minutos empezamos el rezo del Santo Rosario como lo hacíamos siempre.
Mientras tanto en el ring de los combates celestiales, (La habitación que les estaba describiendo anteriormente) empezó la lucha para liberarlo.
Se manifestaron todos los espíritus que no se los voy a enumerar, porque tendría que decirles los pecados de David y eso no me está permitido.
Solo les voy a decir los principales y que armaron un circo fenomenal: Homicidio, Odio, Venganza, Destrucción, Violencia, etc, etc, etc.
Cuando el combate estaba en su punto álgido, se manifestó la Tríada Infernal: Lucifer, Satanás y Belzebú.
En el grupo, esto nunca había sucedido, que se presentara la élite corporativa suprema del Infierno.
Y de momento, todos quedaron sorprendidos.
Lucifer dijo triunfante:
– Ya paren esta farsa. Este perro inmundo es mío y no me lo podrán quitar, porque primero los mato a todos. He venido por él y no me iré sin él. Ha sido mío desde siempre y nadie me lo puede quitar. NADIE.
Tengo demasiadas pruebas de su adhesión a mí y hay muchas almas, por las vidas truncadas por él en mi reino, que me permiten poseerlo y reclamarlo. Díganle a ESE, (Jesucristo) que esta vez no me ganará.
Como todos tenían visión y profecía, yo no sé cómo lo verían; porque el Rey del Averno suele ser verdaderamente Pavoroso.
Por un momento todos se quedaron congelados, mientras después de toda la refriega, David estaba suspendido horizontalmente, como a dos metros sobre el piso.
Entonces Jesús le dijo a Alfonso:
– ‘Entre las jóvenes mujeres que están rezando el Rosario, está mi hija Rosa María. Llámala, ella hará que se vayan‘
Rosa María, (o sea yo) estaba del todo ignorante de todas éstas espeluznantes experiencias y sólo había desempacado unos cuantos carismas que le regalara Jesús:
Entre ellos el Amor, la Oración, el Don de Ciencia Infusa y por supuesto, la FE.
Cuando fui advertida de que viera lo que viera y oyera lo que oyera, no me asustara; lejos estaba de imaginar lo que iba a ocurrir, al cruzar aquella puerta…
Literalmente me quedé paralizada y con la boca abierta por el asombro más absoluto.
¡No podía creer lo que estaba mirando!
Como si lo que sucedía fuera lo más ordinario del mundo y como si alguien hubiera tocado el botón de pause, detuvieron un segundo sus movimientos…
Y todos me miraron con una cálida sonrisa de bienvenida.
Alfonso me miró con sus ojos dulces y bonachones y me dijo:
– Bienvenida Rosita. Jesús quiere que dirijas esto. Anda…
Sin que pudiera salir un sonido de mi garganta, pensé: ‘¡¡¡QUÉ!!!… ¿Qué yo dirija qué cosa…?’
Y mis ojos miraban estupefactos a un hombre levitando horizontalmente casi dos metros en el aire, mientras otros dos hombres colocaban gruesos almohadones sobre el piso y otros cuatro trataban de sujetarlo por las extremidades.
El jovencito que me había conducido, traía un recipiente con Agua Bendita y estaba listo para aspergiarla.
Alfonso sostenía la Biblia abierta y me volvió a invitar:
– Expúlsalo. Ordénale que se vaya y que deje libre a este hijo de Dios.
El hombre que levitaba tenía vuelta la cabeza hacia la pared y convulsionaba en el aire.
Cuando logré comprender lo que se me estaba pidiendo, sentí como si mis piernas se hubiesen vuelto de gelatina.
Pero traté de obedecer.
Y con un hilo de voz tembloroso por el susto, logré articular:
– En el Nombre de Jesús te ordeno que salgas de este hombre que no te pertenece.
Exactamente igual que en la película del Exorcista, aquel rostro humano dio un giro sobrenatural y me gritó con una voz cavernosa y aterradora:
– ¡¡¡¿Quién eres tú, miserable perra humana para ordenarme a mí; si yo SOY un Ángel?!!!
A estas alturas, mis piernas se habían vuelto de chicle y no me derrumbé, porque creo que Dios me sostuvo.
Aquella cara contorsionada por un odio sobrenatural, no me impidió reconocer al hermoso David, mi compañero de evangelización.
Y su voz grave y armoniosa, definitivamente no era la suya.
Ahora estaba cargada por una Fuerza misteriosa y escalofriante, que fue como una bofetada en pleno rostro.
Me volví a mirar con desamparo a Alfonso y le pregunté angustiada:
– ‘¿Qué le contesto?’
Alfonso era un gran profeta y Jesús lo tomó contestándome en primera Persona:
– ‘Dile que eres hija de Dios redimida con mi Sangre. Y por MI AUTORIDAD, TE TIENE QUE OBEDECER.’
(En este momento fue cuando desenvolví el carisma del Discernimiento)
Era la primera vez que veía el don de profecía en esta modalidad, pero reconocí de inmediato que Era Mi Señor el que me estaba hablando.
También comprendí que Dios no estaba jugando y que el momento era muy grave.
Eran demasiadas emociones para contabilizarlas todas.
Me limité a obedecer y logré decir con una voz un poco más segura, las palabras que me habían sido dictadas.
En respuesta, la contorsión aumentó.
En un segundo, seis hombres luchaban para contener a uno solo.
Sólo el más jovencito oraba en lenguas, aspergiando el agua bendita; recibiendo en respuesta con una rabia infinita:
– ‘Detente maldito. ¡Me estás quemando!’
Y Alfonso leía serenamente y con fuerza, el capítulo 14 del profeta Isaías.
Entonces comprendí que los almohadones eran para que David no se lastimara y ellos NO estaban luchando contra él…
Intentaban protegerlo de sí mismo, pues Lucifer estaba decidido a matarlo.
Recordando al dulce joven que había dado testimonio en la parroquia salesiana, me sentí invadida por una fuerza guerrera y le grité:
– ¡¡¡BASTA!!! ¡En el Nombre de Jesús Y CON LA AUTORIDAD DE SU SANGRE PRECIOSA, TE ORDENO que salgas inmediatamente de él!
¡¡¡LARGO DE AQUÍ!!! Él pertenece a Jesús y tú no tienes nada con nosotros.
Esto yo no lo hice sola, porque no lo sabía.
Creo que el Espíritu Santo, me estaba graduando como exorcista de diablos.
Y las palabras y la fuerza con las que salieron, me sorprendieron a mí misma.
Lucifer me miró con unos ojos centelleantes de una rabia que no olvidaré jamás…
– ¡Eso crees! Me voy. Pero volveremos a encontrarnos y me las pagarás… – recitó una serie de amenazas y blasfemias, cada una más pavorosa que la anterior.
Y envolviéndonos en una nube sulfurosa, salió haciendo restallar un trueno tan fuerte; que fue como si un rayo hubiese caído en la habitación.
David se desplomó.
Y hubiese sufrido un severo golpe, si no hubiera sido por los ocho hombres que lo recibieron en el aire como si hubiese sido un balón de futbol americano lanzado desde lejos…
Y la colchoneta en la que lo depositaron con suavidad.
El insólito episodio terminó cuando David dando un gran suspiro, abrió sus grandes ojos claros y preguntó:
– ¿Qué pasó? Después que me detuve a hablar con ustedes en el semáforo de la av. López Mateos ya no sé qué sucedió…
Había vuelto a ser, el joven risueño que yo conocía.
Hicimos una oración de Acción de Gracias…
Y después del intercambio de impresiones sobre lo que había sido una experiencia sobrecogedora,
David nos dijo:
– Esto que les voy a platicar, es altamente confidencial. Después de la Evangelización, he estado luchando mucho para romper con todo mi pasado y no puedo. Me han cercado por todos lados…
Y de la mafia gangsteril de la FEG me dijeron, que solo se sale con los pies por delante. El que entra, se queda para siempre.
Aunque estuve evitándolo mucho tiempo, ya no pude… Estuve orando muy angustiado.
Y esta mañana tuve una entrevista con un alto dirigente del Gobierno Federal y me dieron una encomienda, respecto a un próximo candidato a… Ya traía la paga, las armas y el Plan… (¿?) Se quedó asombrado, porque son varios millones de dólares lo que le entregué.
Sólo era cuestión de ejecutarlo. Le había estado orando al Señor que NO QUERÍA HACERLO, ¿Pero cómo podía evitarlo? Me doblego o me matan.
Y también van a matar a mi esposa…
Por eso cuando los vi y vi a Jesús que era ÉL dándome la instrucción, agarré el valor y ya vieron lo que sucedió…
El epílogo de esta historia, es que David fue a la Cd. de México a hablar con su jefe: ‘El Pelacuas’.
Jesús le había dicho que confiara en Él y que hiciera las cosas correctamente.
Cuando se entrevistó con el Pelacuas, le platicó todo: su conversión, la bala fugitiva, la liberación. Y que lo único que deseaba, era poder seguir las Huellas de Jesús y que ya no lo molestaran.
El Pelacuas, (Pueden buscarlo así en la red y verán su tremenda historia) Le contestó que nadie había salido de la organización, más que con los pies por delante y en un ataúd; pero que estaba bien.
Que le admiraba el coraje para enfrentarlo y salirle con semejante embajada.
Los de la FEG eran los que habían pagado los gastos médicos carísimos, en el Hospital Santa María Chapalita y él estaba enterado de todos los detalles.
Pero verlo frente a él y tener los pantalones PARA DEFENDER LO QUE CREÍA, eran otra cosa. Que tan solo por eso, había ganado su respeto… Y daría órdenes, para que nadie se metiera con él.
Pero si se enteraba que andaba de ‘bocón’… ya sabía lo que le esperaba a los traidores.
Sé que el ‘Pelacuas’ ya murió. Lo asesinaron en la Cd. De México.
Las últimas noticias que tuve de David, son que él y su esposa habían tenido una niña. Que él andaba evangelizando en las cárceles y que había pasado una temporada en las Islas Marías, donde seguía siendo un apóstol poderoso entre los presos.
Pero volviendo al día de la Liberación de David…
Después de una oración de alabanza y acción de Gracias por el favor recibido, todos nos reintegramos a nuestras ocupaciones diarias.
Y a partir de aquel día, quedé integrada al Ministerio de Liberación que ministraba en aquella bendita casa los viernes…
Y donde fui testigo de muchos milagros maravillosos del Amor de Jesús.
M3 EL TERCER NIVEL
Habla la Santísima Virgen María
Hijitos Míos, Inmaculada Concepción, significa Pureza, Santidad, un Amor Total a Nuestro Dios y Señor.
¡Cómo quisiera veros, Mis pequeños, en esa misma situación Divina, que Me concedió Nuestro Dios y Señor! A Mí, a Su Sierva.
¡Pureza, Pureza!, Mis pequeños, es lo que falta ahora en el Mundo, Satanás, se ha dedicado a destruir los corazones, a destruir vuestras almas, a ensuciarlas.
Si vosotros pudierais ver vuestra alma, cuando está sucia por el pecado, especialmente el de la impureza, os asquearíais.
El alma, cuando está pura, cuando está en estado de Gracia, es una belleza.
Vosotros mismos gozaréis, con vuestra alma, cuando esté en estado puro, en un estado en el cual vosotros os podáis presentar ante vuestro Dios y Creador, ante Mi Hijo vuestro Salvador y ante Mi Esposo, el Espíritu de Amor.
Cuando el alma está impura, vosotros mismos os tratáis de esconder, porque os avergonzáis de vuestro estado.
Satanás se ha dedicado a corromper vuestra mente, vuestro corazón, para llevaros a la impureza en la que ahora vivís.
Os ha hecho creer que muchos pecados ya no lo son, que ya todo es normal.
Y eso, os va llevando a que vosotros no cuidéis del estado de vuestra alma y no solamente eso Mis pequeños, porque lo que tenéis en vuestra mente y en vuestro corazón, tarde o temprano se manifiesta en acciones
Y por eso, estáis viendo tanta maldad a vuestro alrededor, sobre todo de actos impuros.
¡Tantas, tantas almas, que hay en el Purgatorio para purificarse de este grave pecado!
Cuando llegáis ante la Presencia de Mi Hijo, para ser juzgados, os dais cuenta plenamente de lo que es la Pureza cuando veis a Mi Hijo, cuando Me veis a Mí y cuando veis el estado de vuestra alma.
OS AVERGONZÁIS, no queréis estar ante Nuestra Presencia, a pesar de que estáis viviendo en ese momento un Amor intenso.
Nosotros no os rechazaMos, el alma misma se aparta por vergüenza, porque no puede estar ante Nuestra Presencia Pura, Santa, Inmaculada.
Por eso Mi Padre y Señor en Su Santísima Trinidad, permitió esta Advocación en Mi Persona; para que Yo os enseñara lo que vosotros debéis tener en vuestra alma; para que vosotros buscarais esa Perfección Angelical.
VIVIENDO EN LA PUREZA, VIVIENDO EN LA HUMILDAD,
VOSOTROS ASEGURÁIS LA ENTRADA AL REINO DE LOS CIELOS
Todo pecado es impuro y si estáis en estado de pureza, podéis entrar fácilmente al Reino de los Cielos.
PedidMe en este día Mis pequeños, que Yo os lleve a esa Pureza, para que seáis santificados, para que podáis entrar fácilmente al Reino de los Cielos.
Un alma no puede entrar al Reino de los Cielos, si está impura. Venid a Mí, Yo os puedo llevar a esa Pureza, Mis pequeños.
Venid a Mí Soy vuestra Madre la Siempre Virgen María, en Mi Advocación de Pureza, la Inmaculada Concepción.
Venid, venid Mis pequeños, el Reino de los Cielos es vuestro, de él salisteis y a él regresaréis.
Manteneos en los Sacramentos, manteneos en una vida profunda Sacramental, Yo os llevaré ante Mi Hijo, os cuidaré durante vuestro caminar en la Tierra.
Os ayudaré a que alcancéis la santidad a la que estáis llamados todos.
Os ayudaré a que alcancéis la perfección de vuestros actos y pensamientos,
Para que estéis ante la Presencia de Nuestro Dios en esa sencillez del niño pequeño, que son una belleza ante Nuestros Ojos por su pureza.
Habla Nuestro Señor Jesucristo
Noviembre 07 2019 1: 20 p.m
Mis Amados Hijos, los pecados de impureza sexual, están llevando a la condenación eterna a muchas almas.
Las relaciones entre parejas del mismo sexo, son una afrenta al Amor y Misericordia de Dios.
Muy pronto el mundo va a estar gobernado por dirigentes y sociedades lésbicas y homosexuales, que se encargarán de imponer su cultura, doctrina y costumbres a como dé lugar.
En el tiempo del Nuevo Orden Mundial, estas sociedades perseguirán, encarcelarán, torturarán y desaparecerán, a todos aquellos que sean cristianos o que no estén de acuerdo con su ideología, o doctrina.
Hijos míos, una nueva aberración sexual está tomando fuerza en este mundo pecador; os hablo del llamado bestialismo o zoofilia, que consiste en la relación sexual de seres humanos con animales.
Miles de impuros y depravados, hombres y mujeres, están teniendo relaciones sexuales con animales y los están adoptando como sus parejas.
¡MALDITOS TODOS aquellos que abusan de una criatura irracional, para satisfacer sus instintos sexuales, porque en verdad os digo, que la paga que recibirán será la Muerte Eterna!
Esta aberración de hombres y mujeres, teniendo sexo con animales, despertará una enfermedad incurable, peor que el sida, la sífilis, o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual.
Se podrirán en vida y no habrá droga ni medicina que pueda curarlos.
Muchos animales, especialmente perros y gatos, se les viene dando un trato como si fueran seres humanos; da tristeza ver cómo le niegan el amor, el cariño y el afecto a un ser humano, por dárselo a un animal.
Los animales debéis de cuidarlos y protegerlos, darles cariño, pero nunca personalizarlos y tratarlos como si fueran seres humanos.
Muchas parejas hoy en el mundo, prefieren adoptar un animal, que procrear un hijo.
Esto causa gran tristeza en el Cielo y va en contra de la Voluntad Divina que los creo hombre y mujer, los bendijo y les dijo: creced y multiplicaos. ( Génesis 1. 27, 28 )
Hijos míos, siento gran tristeza al ver la descomposición social, moral y espiritual en que yace la inmensa mayoría de esta humanidad ingrata, QUE YA TOCÓ FONDO.
Lo que viene para ella será la Justicia Divina con todo su peso y su rigor.
Por el incremento de la maldad y el pecado existentes en este mundo de hoy, la Justicia de Dios os llegará más rápido de lo que está prescrito en su Santa Palabra.
¡Pobres de aquellos que siguen pecando y pecando, porque la Justicia Divina los va a desaparecer de un soplo!
HIJOS INGRATOS, VENID A VISITARME,
PORQUE ESTOY POR PARTIR
No tengáis miedo, acercaos y platiquemos juntos; depositad en Mí, todos vuestros trabajos, fatigas, penas y necesidades, que Yo, los cargaré por vosotros y haré que vuestras cargas os sean más livianas y llevaderas.
No me dejéis Solo, porque me duele la Soledad en que me encuentro por vuestra ingratitud. Os estoy esperando en el silencio de mis Sagrarios. ¡No tardéis!
Hijitos Míos, dicen las Escrituras, que si vosotros supierais a qué hora va a llegar el ladrón a vuestro hogar para robaros, estaríais preparados para defenderos y defender lo vuestro, defender vuestros bienes, defender vuestra familia.
Y Yo os digo, el Ladrón ha entrado a vuestro hogar y os ha robado lo más grande que tenéis, que es la Sagrada Eucaristía.
Mis pequeños, NO HABÉIS CUIDADO LO MÁS GRANDE QUE TENÉIS.
Y además, ni siquiera os preocupa ir a tomar ese Regalo tan grande que Yo os dejé y que tanto Me costó, Mis pequeños.
Tenéis la Sagrada Eucaristía, tenéis Mi Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad entre vosotros y lo desperdiciáis inmensamente.
Llegaréis a conocer este Misterio de Amor, cuando estéis en el Reino de los Cielos; pero si os portasteis mal, no gozaréis de este Gran Amor.
Sobre todo os lo digo por los que se condenan, porque han desperdiciado Mis Sacramentos, han desperdiciado Mi Vida entre vosotros, han desperdiciado Mis Verdades, han desperdiciado Mi Amor.
Me duele tanto Mis pequeños, que haya almas, muchas almas, que no les interesa Mi Presencia entre vosotros: no tomarMe, no desearMe, no buscarMe, no querer crecer en la perfección del Amor, tenéis todo.
DAOS CUENTA QUE LA VIDA ES COMO UNA PREPARACIÓN
PARA UN VIAJE ETERNO
Aquí en vuestra vida, día a día os vais preparando y debéis de ir buscando qué es lo que vais a necesitar para la Vida Eterna y esto es el Amor, básicamente el Amor.
Yo os dejé todo lo necesario para que vosotros os llenarais de él; pero no solamente es tenerlo, sino darlo como alguna vez os lo heMos dicho: el Amor es dinámico.
Aquél que ha abierto su corazón y que heMos puesto Nuestro Amor en vuestro corazón, es tanta la alegría que vosotros adquirís, que no soportáis tanto, tanto gozo e inmediatamente, lo dais a vuestros hermanos,
Pero ¿Cuántos de vosotros realmente estáis viviendo esta alegría, en estos momentos en la Tierra? Son pocos, muy pocos los que han permitido que Nuestro Amor Viva en vuestro corazón.
Mis pequeños, estáis viendo cosas tremendas a vuestro alrededor.
Satanás, os he dicho ya antes, que causa todo esto para distraeros, solamente estáis buscando en cómo cuidar vuestras posesiones materiales,
PERO EL MAYOR TESORO QUE TENÉIS, NI SIQUIERA VEIS POR ÉL
Os ha robado el Ladrón Nuestro Amor, os ha robado la Vida que os heMos dejado para vuestra perfección espiritual
Y vosotros, por estar preocupados por las cosas del Mundo, habéis dejado que él se fuera. Y ni siquiera os disteis cuenta de ello.
Mis pequeños, más tarde lloraréis porque no lo cuidasteis, no cuidasteis este gran Tesoro que con él podríais haber crecido inmensamente y dejasteis que el Ladrón os lo robara.
Cuántos de vosotros realmente, buscáis ese perfeccionamiento; pero sobre todo, cuántos de vosotros tomáis lo más seguido posible, Mi Cuerpo en la Sagrada Eucaristía,
en donde Yo pueda habitar en vosotros, guiaros, protegeros, perfeccionaros; para que en esta preparación para vuestro viaje, que dura un tiempo determinado para cada quien,
os lleve precisamente a esa Puerta de entrada en el Reino de los Cielos y podáis vosotros gozar eternamente, pero ya con una preparación previa que adquiriste en vuestra vida terrena.
El Amor lo es todo Mis pequeños, todo se mueve en el Amor, la vida es Amor. Yo, en Mi Santísima Trinidad SoMos Amor, todo fue creado en el Amor
Y SI VOSOTROS NO TENÉIS ESE BOLETO DE ENTRADA AL REINO DE LOS CIELOS
TENDRÉIS QUE ADQUIRIRLO CON MUCHÍSIMO DOLOR EN EL PURGATORIO
ANTES DE PODER PASAR AL REINO DE LOS CIELOS

En el Purgatorio sufrimos el Getsemaní y el Calvario SIN PALIATIVOS, TAL COMO LO SUFRIÓ JESÚS, por nuestra NEGATIVA TERRENAL a cooperar en La Redención
Y OS PUEDO DECIR QUE DUELE, DUELE MUCHÍSIMO PASAR UN TIEMPO AHÍ
Dad ahora lo que podáis para purificaros en todo lo que podáis, porque necesitaréis estar limpios de corazón y sobre todo, haber movido almas también, hacia el Amor.
Os dejé una Escuela, os dejé Mi Vida, os dejé Mis Palabras, os dejé Mis Milagros, os dejé TODO, Mis pequeños.
Dejaos pues llenar por la Sabiduría Divina y por Nuestro Amor, para que vuestra vida realmente os prepare, para esa entrada lo más pronto posible al Reino de los Cielos.
Os he dicho que lo más bello que le podréis desearle a alguien, es desearles la muerte; pero suena raro y difícil de entender por aquellos que no están viviendo realmente, en el Amor.
Vivir en el Reino de los Cielos es lo máximo que puede tener el alma; pero vosotros pensáis tanto en la vida de la Tierra, que nada más estáis buscando en guardar lo vuestro.
Y en ese guardar incluye vuestra vida terrena y lo vuelvo a repetir, sólo vuestra vida terrena sin buscar nada de lo espiritual.
Dejad pues Mis pequeños, TODO aquello que no os permite volar hacia el Cielo, que será vuestro Hogar Eterno.
Meditad Mis pequeños, meditad vuestra vida, meditad cuánto realmente habéis dado de amor a los hombres y cuánto habéis dejado entrar a vuestro corazón, el Amor que os queremos dar.
El Ladrón sigue acechando y vosotros no estáis protegiendo Mis Regalos, Mis Riquezas, para que no se las lleve.
Vuestro Amado, Jesús Sacramentado
Habla Dios Padre
Hijitos Míos no exijáis a vuestros hermanos lo que vosotros mismos no estáis haciendo. Todo cambiará cuando vosotros en lo personal cambiéis.
Vosotros, sois muy dados a ver la maldad que existe en los corazones de vuestros hermanos, pero no estáis viendo la maldad que vosotros producís.
Esta Maldad que vosotros producís en vuestro interior por vuestras experiencias de vida os hacen daño, ya sea en lo personal, cuando buscáis el pecado que os va a traer satisfacción personal.
O cuando buscáis el pecado que va a hacer daño a algún hermano vuestro.
Todo nace en el corazón del hombre, en su interior y por propia voluntad.
Todos habéis caído en ello, Mis pequeños. Y es de lo que vosotros os debéis arrepentir y además DEBÉIS DETENER YA, todo ese mal que tanto daño os hace, como personas y en comunidad.
Os he pedido que si queréis que todo esto cambie y se mejore, os arrodilléis y Me pidáis perdón, pero esto debe salir desde lo más profundo de vuestro corazón.
Tiene que nacer en el Amor, en Mi Amor, que lo dejéis entrar en vuestro corazón.
Os he dicho que todo lo que vosotros hagáis basados en Mi Amor y protegidos por él, todo lo podréis detener y cambiar.
Satanás, continuamente, os está atacando.
Os pone tentaciones, para ir destruyendo vuestra espiritualidad; pero, también os va llevando a cambiar en vuestro interior los conceptos del Amor, lo que Yo os he dado, lo que tanto Le costó a Mi Hijo enseñaros.
Si vosotros no estáis atentos en vuestra vida, si no permanecéis en Oración continua, Satanás, fácilmente os destroza en lo espiritual.
Primeramente os distrae de las cosas importantes de la vida, os lleva por otros caminos que generalmente son pecaminosos.
O a veces sin ser pecaminosos, os separa de Mí y de la misión que vosotros debéis llevar para salvar vuestra alma y la de vuestros hermanos.
Ciertamente, podéis estar haciendo cosas que a ojos humanos no son malas, pero os distraen tanto, os embebéis tanto en ésas cosas “importantes” de vuestra vida,
que desperdiciáis el tiempo espiritualmente, en el que pudisteis haber orado para salvar a una o a muchas almas.
SI VOSOTROS NO ESTÁIS ATENTOS EN VUESTRA VIDA,
A LO QUE ESTÁIS HACIENDO O EN LO QUE PODÉIS HACER
Satanás se aprovecha de ello y os lleva por caminos de distracción o de maldad, para que no produzcáis nada bueno para el Cielo.
POR ESO, LA ORACIÓN ES TAN IMPORTANTE, MIS PEQUEÑOS,
¡OS LO PIDO TANTO!
Y casi os podría decir que os la exijo, por vuestro bien y por el bien de vuestros hermanos, para que Satanás no os distraiga u os tome, como instrumentos, para hacer el mal.
No os queréis dar cuenta de estas realidades:
VIVÍS EN UN MUNDO AFECTADO FUERTEMENTE POR LA MALDAD DE SATANÁS
HABÉIS LIBERADO SUS POTENCIAS
PORQUE OS HABÉIS APARTADO DEL AMOR
DE LAS VIRTUDES, DE LA VIDA EN LA GRACIA, DEL ALIMENTO SACRAMENTAL
Vosotros mismos os habéis quitado la armadura y habéis tirado las armas con las que podíais luchar contra Satanás,
OS HA ENGAÑADO y ahora, os está destrozando.
Por eso, tantas almas caen al Infierno y muchas otras también, al Purgatorio y tardan mucho en salir de ahí, porque no viven en la Oración, porque no hay arrepentimiento, porque no hay unidad, porque no hay amor hacia Mí.
Meditad todo esto Mis pequeños, porque estáis en una lucha real, en un combate espiritual tremendo.
Vuestra vida eterna, depende de vosotros, de que entendáis todo esto que os explico, para vuestro bien.
Hijitos Míos, ¡Ay, de aquellos que están con Satanás!
Se sienten prepotentes, se sienten protegidos; cuando realmente, son los más desprotegidos de la Tierra.
Se han confiado al poder de Satanás, se han confiado al dinero, ―en la mayoría de los casos lo han robado―, se han confiado en el poder de amigos de ellos, que están igual o peor en su alma, porque han hecho también trato con Satanás.
En esto os podéis dar cuenta Mis pequeños, cómo estos hermanos vuestros, que por estar Satanás, pierden la sabiduría, no piensan correctamente.
Y por el simple hecho de que se estén amparando y confiando en los cuidados y en el poder de Satanás, con eso os podéis dar cuenta perfectamente, de que son almas trastornadas.
Son almas que tarde o temprano, van a sucumbir, porque SATANÁS LOS HA ENGAÑADO, LOS TRAICIONARÁ y los llevará a una Perdición Eterna.
Estos hermanos vuestros se dejaron llevar por lo superfluo, por lo pecaminoso, por lo económico; por todo aquello contrario a las Virtudes, que Yo os he pedido que tengáis y que concedo a todos los Míos.
SATANÁS OS LLEVA A LOS VICIOS, A LA DEPRAVACIÓN, A SER PEOR QUE ANIMALES
PORQUE LOS LLEVA A HACER COSAS PEORES A LAS QUE HACEN LOS ANIMALES.
A los animales Yo les di un instinto y no se salen de él; pero el hombre hace a un lado Mis Cuidados, los Dones, las Bendiciones con que Yo os regalo, para que vosotros podáis llevar a cabo vuestra Misión aquí en la Tierra.
Pero como os decía, estos hermanos vuestros, al dejarse mover por Satanás, los lleva a errores gravísimos y vais viendo cómo van desatinando en su vida, quedando en ridículo ante los demás y terminan muriendo para Satanás.
Vuestra obligación de cualquier manera Mis pequeños, es ORAR por todos.
Si el buen ladrón se convirtió al final de su existencia, también algún hermano vuestro que esté viviendo en el pecado lo podrá hacer.
Mi Misericordia es Infinita, ciertamente Mi Justicia, también lo es.
Aquellos que han vivido en el bien, tendrán una recompensa grande en el Reino de los Cielos.
Aquellos que, en lo espiritual no han cumplido correctamente, ellos tendrán también su castigo.
O ESTÁIS CONMIGO O ESTÁIS CONTRA MÍ, NO HAY MEDIANÍAS
Ciertamente, os he pedido orar por aquellos hermanos vuestros que están en el error; su libre albedrio decidirá su futuro eterno.
Lo que os quiero dejar claro Mis pequeños, y ya os lo he dicho varias veces, es que Soy Todo Amor y por más malos que seáis, os doy la oportunidad del arrepentimiento para que regreséis a Mí.
Las almas afectadas por Satanás no les permite pensar ni discernir, todo esto que ahora os estoy diciendo y Satanás envuelve a estas almas a tal grado, que no las deja regresar a Mí.
Ciertamente estas almas, si en algún momento se arrepienten, SU PURIFICACIÓN EN EL TERCER NIVEL DEL PURGATORIO va a ser muy pesada.

En el Purgatorio sufrimos el Getsemaní y el Calvario SIN PALIATIVOS, TAL COMO LO SUFRIÓ JESÚS, por nuestra NEGATIVA TERRENAL a cooperar en La Redención
Yo Soy un Dios Justo que premio a las almas que se lo merecen, pero castigo también a las almas que se lo merecen.
Os voy dando muchas oportunidades a lo largo de vuestra existencia, para regresar a Mi.
Ciertamente, podéis entender Mi Bondad hacia vuestros hermanos y hacia vosotros mismos, porque muchos de vosotros habéis sido levantados del fango, por Mi Misericordia Infinita
Y siendo así, vosotros sí Me podréis entender, entender Mi Amor; porque sí fuisteis levantados del fango…
Perfectamente sabéis cómo estabais antes y por eso os pido a vosotros los que fuisteis levantados, que Oréis por aquellos que están. como vosotros estabais antes.
QUIERO A TODAS LAS ALMAS DE REGRESO
Muchas se podrán salvar por las oraciones de vosotros, a los que os he pedido intercesión para su salvación.
La Sangre Preciosa de Mi Hijo alcanza para TODAS las almas creadas, NO La desperdicies.
Os he dicho que el tiempo es breve, los momentos cada vez se harán más difíciles, pero no os preocupéis Mis pequeños, velo por todos vosotros.
HACEDLE ENTENDER ESTO A TODOS VUESTROS HERMANOS
HABLADLES ABIERTAMENTE DE LO QUE SE VIENE
NO IMPORTA QUE SE ASUSTEN
PERO QUE REGRESEN A MÍ
Que pongan en paz su alma, que pidan el perdón de sus pecados, pero lo importante es que regresen a Mí.
Soy vuestro Dios y Creador, si sois parte de Mí y Me Amo a Mi Mismo, Me duele que una parte de Mí se condene o sea que se vaya con el Mal.
Imaginad que estáis sufriendo una enfermedad grave, que va carcomiendo vuestros músculos, vuestros huesos; vosotros os preocupáis, os duele, porque vuestras carnes están muriendo.
Es un ejemplo burdo, pero entendible, de lo que pasa con las almas.
Soy todo Bondad, todo sale de Mí, las almas son algo muy cercano a Mí, POR ESE AMOR QUE ME TENGO A MÍ MISMO, quiero que todo vuelva a Mí, pero en vuestro libre albedrio vosotros decidís.
Al mantenerse con aquél que os ha engañado, ésas almas que son parte de Mí, se condenan.
¡SOIS PARTE DE MÍ, ENTENDEDLO!
Y Me duele perder esa parte Mía, que Yo os regalé para que fuerais vosotros, por eso os quiero a todos de regreso, porque quiero recuperar Mi Ser Divino.
Orad mucho Mis pequeños, para recuperar la mayor cantidad de almas posible y que regresen a Mí, a Mi Ser.
Porque cuando pedís Mi Gracia para mejorar, primero Me debéis pedir la Virtud de la Humildad para reconoceros pecadores; porque si no hay Humildad, no podréis escudriñar profundamente en vuestro corazón.
Desgraciadamente, en estos momentos de la Humanidad, a donde os ha llevado Satanás.
Os ha hecho creer que muchos de los pecados que se cometen, ya no tienen por qué confesarse; que NO son pecados graves o simplemente, que NO son ya pecado.
Esto es muy grave Mis pequeños, porque hay muchas almas que llegan ante Mí, después de cumplir su Misión sobre la Tierra…
Y LLEGAN MUY DAÑADOS ESPIRITUALMENTE
Y NO SE PUDIERON ARREPENTIR DE LO QUE DEBIERON HABERSE ARREPENTIDO
Porque Satanás los engañó y no pidieron perdón por esas faltas cometidas, porque no creyeron que Me ofenderían a Mí, vuestro Dios.
Satanás se ha encargado de esto, de haceros creer que no necesitáis el perdón de vuestros pecados, de parte de Mis ministros, los sacerdotes.
ELLOS SON LOS ÚNICOS QUE OS PUEDEN PERDONAR VUESTROS PECADOS
Y ESPECIALMENTE, SI SON GRAVES
Pero si vosotros creéis u os ha hecho creer Satanás de que no necesitan el Perdón de parte de uno de Mis ministros,
Vosotros llegareis, a Mí con muchas cargas pecaminosas muy fuertes,
Y vuestra Vida Eterna puede estar en peligro.

MUERTE. ESPIRITUAL. MUERTE. FÍSICA. MUERTE. ETERNA. El que inocentemente peca, inocentemente se condena.
Ciertamente hay sectas, que no os hablan del pecado. Hay también hermanos vuestros en algunos países, donde NO se les puede hablar de pecado a los pequeños; el pecar es una realidad humana.
El Pecado Original afectó vuestra pureza, vuestra santidad. Y pensar que no se comete algún pecado es soberbia y esto es obra de Satanás.
Mientras estéis con vida, cualquier pecado por muy grave que sea, es perdonable.
El pecado creáis o no creáis que no es realmente pecado, porque así os lo han enseñado, ofende y HIERE a Mi Corazón.
Es la Ofensa a Mi Persona, lo que tiene que ser purificado y si morís con pecados fuertes, no digamos mortales, porque esos os llevan a la Muerte Eterna,
Pero pecados que molestan mucho a Mi Corazón y por no creerlos pecados, no pedisteis el perdón de ellos, ni hicisteis nada para que se os borraran, al estar ante Mí, en vuestro Juicio Particular,
Tendréis que pagar, por cada uno de ellos y así podréis pasar muchísimo tiempo, purificándoos en el TERCER PURGATORIO de esas faltas, que no creíais que dañaban a Mi Corazón.

En el Purgatorio sufrimos el Getsemaní y el Calvario SIN PALIATIVOS, TAL COMO LO SUFRIÓ JESÚS, para recuperar la SEMEJANZA DIVINA y por el tiempo en que se tarden nuestros pecados en ser aniquilados…
OS HE DICHO QUE SATANÁS ES MUY ASTUTO,
Y QUIERE VUESTRA DESTRUCCIÓN O AL MENOS, VUESTRO DOLOR,
COMO OS ACABO DE EXPLICAR.
Si estáis cerca de Mí, y habéis buscado el manteneros, lo mejor posible, en vuestro estado de alma, ciertamente no os podrá vencer, porque Yo estoy en vuestro corazón,
Pero entonces buscará la forma de que no entréis pronto al Reino de los Cielos y utiliza entonces esta otra forma de engañaros, haciéndoos creer que ciertos pecados, no son pecado y así al estar frente a Mí,
Y POR NO HABER PEDIDO EL PERDÓN DE ESOS PECADOS,
PORQUE NO LOS CONFESASTEIS,
ENTONCES PASAREIS MUCHÍSIMO TIEMPO PURIFICÁNDOOS
EN EL TERCER NIVEL DEL PURGATORIO
DE ESA FORMA SE DESQUITA DE VOSOTROS
Y OS CAUSA MUCHO DOLOR
Satanás es un ser Horrendo, lleno de Maldad, que siempre va a buscar de alguna forma DESTRUIROS, QUITAROS POR ENVIDIA el estado de Gracia, la alegría, Mi Presencia en vosotros.
Debéis estar siempre muy pendientes, de que no perdáis Mi Presencia en vuestro ser, buscad siempre Mi Vida y que Satanás no os la pueda quitar.
Yo os bendigo y os envío a Mi Santo Espíritu para que de El toméis la Sabiduría y la Fortaleza que necesitaréis en el tiempo inmediato por venir.