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Los post pertenecientes a esta página llevarán la letra ‘F’ seguida por el número de su publicación. Y en ellas, recibiremos la reafirmación de las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia confirmadas por nuestro Señor Único y Trino a través de sus apóstoles y profetas de estos Últimos Tiempos. ¡BIENVENIDOS A LA ESCUELA DEL ESPÍRITU SANTO!
(El primer post se publicó el 22 de Diciembre de 2014 y su título es F1 LA SINFONÍA DE LA CREACIÓN)
En esta Fiesta Solemne de Cristo Rey inauguramos esta nueva página donde a través de las revelaciones divinas, aprenderemos a conocernos más: nuestra verdadera identidad. Como somos y cómo fuimos creados. Para qué fuimos creados y la relevancia de nuestro paso por este mundo.
También sanaremos de nuestras heridas interiores, porque si desgraciadamente nos han faltado los puntales de nuestra personalidad y nuestro ‘yo’ interior está mutilado de una verdadera, sana y completa familia terrenal; aquí descubrirás que no estás solo(a) y que tenemos un linaje celestial y una estirpe única: el verdadero motivo por el cual somos tan envidiados, odiados y por eso mismo, el objetivo a ser destruido por el Maligno.
Cimentados en la roca firme de las Sagradas Escrituras, el Espíritu Santo retoma la tarea de no permitir que recibamos falacias devastadoras dirigidas a destruir nuestra Fe Cristiana, evitando que se distorsionen las enseñanzas y confirmando la Doctrina del Evangelio de Jesús desde que Él Personalmente lo proclamó con su Vida y sus Obras.
En esta página, confirmaremos esa Doctrina Santa que está bañada con la Sangre del Mártir del Calvario y con la sangre de todos los mártires que fueron muertos por defenderla y que siguen dando testimonio en las brutales y diabólicas persecuciones, que están soportando ahora nuestros hermanitos cristianos en el Medio Oriente.
Los Diez Mandamientos no han cambiado y el pecado sigue siendo Pecado. Las leyes del mundo que proclaman lícito lo que Dios ha condenado, no cambian la sentencia Divina y aquí lo confirmaremos en la Palabra de Nuestro Señor Vivo para los vivientes del espíritu. De nuestro Dios Único y Trino que con mano firme y amorosa, nos guía y nos sostiene en esta terrible tormenta que trata de hacer naufragar a la Iglesia de Jesús.
Escuchemos ahora lo que tiene para decirnos nuestro Benditísimo Señor…
Habla Nuestro Señor Jesucristo:
¡Oh! Yo soy para mis pequeños el más amoroso de los padres y el más paciente de los maestros. Y soy feliz cuando puedo tener a mi disposición a alguien que sea dócil y atento. Feliz de ser Maestro y Padre.
¡Es tan difícil que mis criaturas pongan confiadamente su mano en la mía para que Yo las conduzca, las instruya y me digan: “Te amo sobre todas las cosas y con todo lo que soy”!
A todas aquellas pocas que son así, del todo “mías” sin reservas; Yo les abro los tesoros de las revelaciones y de las contemplaciones… Y Me Doy a ellas sin medida.
No le es dado a vuestra capacidad intelectual tan limitada, ni a vuestra espiritualidad embrionaria conocer el Misterio de la Naturaleza de Dios. Más a los espirituales de entre la masa de los que están señalados verdaderamente con mi Sangre, se les desvela con mayor claridad el Misterio; porque mi Sangre es Ciencia y mi predilección Escuela.
Si mi Sangre fuese más amada y venerada, más invocada y creída; se evitarían muchos de los males que os arrastran al Abismo
Vuestra humana pesantez al no poder imaginarlos con vuestros sentidos, ha recurrido a figuras para pensar en el Padre y en el Espíritu Santo, seres incorpóreos de infinita belleza. Tanto es así que difícilmente os dirigís a Ellos con toda la plenitud del pensamiento; para invocarlos como me invocáis a Mí, en quien pensáis como Hombre-Dios. No comprendéis por tanto ni de lejos, el incomparable Misterio de nuestra Trinidad.
Nuestra Trinidad es Luz. Una luz sin límites que brota de sí misma, vive de sí misma y obra en sí misma.
El Universo no es tan grande cuanto Ella Infinita. Su Esencia colma los Cielos, se derrama sobre la Creación, domina los antros infernales. No penetra allí -pues se habría acabado el Infierno- sino que los aplasta con su fulgor que en el Cielo es beatífico, en la tierra confortador y terrorífico en el Infierno.
Todo es Trino en Nosotros: las formas, los efectos y los poderes.
Dios es luz. Una luz vastísima, majestuosa y suave que procede del Padre. Círculo infinito que abraza toda la Creación desde el instante en que pronunció el: “Hágase la luz”, hasta los siglos de los siglos. Porque Dios, que existía desde la eternidad; abraza la Creación desde que ella existe y seguirá abrazando en la forma última: la eterna, después del Juicio, cuanto quede de la Creación. Abrazará a los que son eternos con El en el Cielo.
Dentro del círculo eternal del Padre hay un segundo círculo, engendrado por el Padre; diversamente operante, mas no contrariamente operante, por cuanto la Esencia es una. Ese es el Hijo. Su luz más viva, no da la vida a los cuerpos tan sólo; sino que mediante su Sacrificio, da la Vida a las almas que la habían perdido. Es un expandirse de rayos potentes y suaves que nutren vuestra humanidad y amaestran vuestra mente.
En el interior del segundo círculo, producto de la doble operación de los dos primeros, hay un tercer círculo de luz todavía más brillante y encendida. Es el Espíritu Santo. Es el Amor producido por las relaciones del Padre con el Hijo, trámite entre los Dos y consecuencia de los Dos, maravilla de las maravillas.
El Pensamiento creó la Palabra. Y el Pensamiento y la Palabra se aman. El Amor es el Paráclito. El actúa sobre vuestro espíritu, sobre vuestra alma, sobre vuestra carne; ya que consagra el templo creado por el Padre y redimido por el Hijo.
El templo de vuestra persona, creada a imagen y semejanza de Dios Uno y Trino.
El Espíritu Santo es crisma derramado sobre la creación de vuestra persona llevada a cabo por el Padre. Es Gracia, para disfrutar del Sacrificio del Hijo. Es Ciencia y Luz para comprender la Palabra de Dios. Luz más restringida, no porque sea limitada respecto de los otros; sino porque ES el Espíritu del Espíritu de Dios y porque en su condensación, es potentísima al igual que en sus efectos.
Por esto dije: “Cuando venga el Paráclito os instruirá”. Ni aún Yo, que soy el Pensamiento del Padre hecho Palabra; puedo haceros entender cuanto con un solo destello os puede hacer entender el Espíritu Santo.
Si ante el Hijo ha de doblarse toda rodilla, ante el Paráclito debe inclinarse todo espíritu; porque el Espíritu da vida al espíritu.
El Amor es el que creó el Universo, el que instruyó a los primeros Siervos de Dios, el que impulsó al Padre a dar los Mandamientos, el que iluminó a los Profetas, el que con María concibió al Redentor, el que me puso a Mí en la Cruz, el que sostuvo a los Mártires, el que ha regido a la Iglesia y obra los prodigios de la Gracia.
Fuego blanco, insostenible a la vista y a la naturaleza humana; concentra en Sí al Padre y al Hijo y es la Perla incomprensible, inmensurable, de nuestra eterna Belleza. Fija en la profundidad del Cielo, atrae hacia Sí, a todos los espíritus de mi Iglesia triunfante y aspira para Sí a los que saben vivir del espíritu, en la Iglesia militante.
Nuestra Trinidad, nuestra Naturaleza Triple y Una; está fija con un único esplendor en aquel punto del que se genera todo cuanto existe, en un eterno SER.
Cuando decís: “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”. Vuestra alma se prepara para recibir nuestra Luz.
Estáis viviendo los tiempos profetizados de la Gran Confusión. Estos son los tiempos en los que la Verdad; Mi Verdad, ya no se busca ni se vive. Son los Tiempos en los que el Mal ha lanzado su pestilencia a toda la humanidad y las almas han quedado cubiertas con su humo, impidiendo que Mi Luz llegue a ellas.
Ahora es el tiempo en el que escucháis, ¡”Dios está aquí o está allá! Y esto no se refiere a Mi Omnipresencia; sino a que cada quién ahora está buscando a su propio dios, ya sea en otras religiones, en sectas o haciendo dios a su propio yo.
Ahora son los Tiempos de la Gran Confusión aún para Mi Iglesia; en donde ya para muchos de Mis sacerdotes, Mi Palabra y Mi Verdad no habitan en su corazón. Ahora es el tiempo en el que la sociedad en general, busca lo espiritual que le agrada y que se “adapta” a sus necesidades. O simplemente no sigue ninguna espiritualidad. Ahora es el tiempo en el que la obscuridad ha provocado que el Amor ya no se viva entre hermanos.
Se hacen grupos de personas, pero para buscar más lo económico que lo espiritual. Y al buscar solamente lo material, lo único que se acaba ganando, es la lucha desenfrenada por los bienes; el pleito por ellos y la separación posterior de los integrantes. Lo material NUNCA une a los seres humanos; porque la avaricia acaba destruyendo al prójimo, con tal de aumentar las arcas personales.
Ahora es el tiempo en el que la única ley que se respeta es la personal, de forma que ya no se respeta casi nada, ni a nadie; ni en lo sacro, ni en lo profano.
Hijitos Míos, al estar viviendo en tal confusión y en tales tinieblas para vuestra alma, no podréis avanzar si no Me buscáis de corazón.
Vosotros mismos padres de familia, al no hacerMe vivir en vuestro hogar; estáis criando hijos con vendas en los ojos del alma. No los estáis preparando para que puedan luchar contra las fuerzas del Mal, contra el Error y la Mentira, contra la Impureza y la Falta de Fé. Ya no os importa atender a vuestra tarea como padres y como tutores de Mi Ley.
No los estáis alimentando con el alimento de la Verdad de forma que al no tener bases firmes en las Verdades de Mi Fé; ellos errantes van y buscan lo que pueden, cayendo la gran mayoría de ellos en el Error y así por culpa vuestra; voy perdiendo cada vez más a los que deberían proseguir enseñando y viviendo la Fé de Mi Iglesia, en el Mundo entero.
En estos tiempos de obscuridad, pocos son los que luchan por asomar su cabeza fuera de las Tinieblas del Error. El Maligno ha difundido tanto su Error, porque lo ha “adaptado” a las necesidades de cada quién. Ya no os ofrece sólo una opción para alejaros de Mí; sino astutamente os ofrece todo un menú de opciones, para que toméis lo que más le agrade a vuestras menguadas necesidades espirituales. Y así poco a poco, os irá llevando hacia sus terrenos de muerte espiritual total.
Ahora es cuando el hombre debería luchar más por sus intereses de vida eterna; pero para lograrlo, una sincera humildad necesita su corazón; para ver y aceptar que se está viviendo en el error.
A mucho mal os estáis enfrentando actualmente. Y si no lucháis contra él, con las armas de la Fe y del Amor, os derrotará.
No seáis ciegos e insensatos hijos Míos. Ved como el Mal os está llevando a la pérdida de valores, a la pérdida de lo material y a la degradación total del ser humano. Hay que estar ciegos a la Verdad como para no darse cuenta cómo el Maligno os está destruyendo poco a poco.
¿Acaso no os dais cuenta de que lo que estáis viviendo va en contra totalmente, de lo que Yo os enseñé? ¿Acaso creéis que el Mundo actual es la belleza que Nuestro Padre creó para que vivierais en paz, en amor y en fraternidad? ¿Acaso no os dais cuenta de que ahora el mal cunde por todos lados, en vez del Amor que existió en el Principio de los Tiempos?
Vosotros, sois los que os debéis dar cuenta de que estáis alimentando al Mal y le estáis permitiendo crecer. Y si no lo detenéis ¡YA!, os va a destruir completamente.
¡Abrid ya vuestros ojos del alma, buscándoMe para que os ayude! Sin Mi Amor y sin Mi Poder no podréis vencerlo. Yo os amo infinitamente y deseo todo vuestro bien.
Yo os bendigo en Nombre de Mi Padre, en Mi Nombre y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.
Habla Dios Padre.
Mis pequeños, vosotros no os dais cuenta aún de la maldad tan fuerte con la que actúa Satanás sobre las almas. Vosotros veis la punta del iceberg. Veis una puntita, lo pequeñito que Yo os permito ver; porque si os dejara ver la maldad satánica en pleno, no lo soportaríais.
En cierta forma voy cubriendo vuestra mente, voy cubriendo vuestras capacidades, para que no veáis lo que no quiero que veáis; porque es demasiado fuerte, demasiado crudo para vuestras almas, que son pequeñitas y débiles. Por eso, aunque se va a dar muy fuerte la Purificación con el ataque de Satanás, que no quiere que se venga la unión nuevamente, de todo lo que él desordenó por el Pecado Original. Yo os voy a cuidar, para que no veáis completamente toda ésa maldad satánica que se ha soltado sobre el Universo entero.
En el Antiguo Testamento, podéis constatar vosotros cómo se transmitían Mis Órdenes y Mis Deseos por tradición oral. Se iban transmitiendo de padres a hijos, a nietos; para que siguieran lo que Yo quería que siguiera el pueblo judío cuando ya fue escogido por Mí y ellos aceptaron seguir Mis Órdenes y Mis Mandatos.
En el Antiguo Testamento tenéis la Palabra y la Vida de un Dios entre vosotros con Mi Hijo. Y a través de Él os llegaron nuevamente Mis Deseos, para vuestro comportamiento dentro de vuestra vida espiritual. Esto fue escrito y tenéis el Nuevo Testamento, en el cual vosotros os debéis basar; para que esto lo tuvierais como Palabra Divina y que la siguierais para asegurar vuestra salvación y la de los vuestros.
Os he dicho que estáis a momentos críticos de la humanidad, en donde no se le hace ya caso a la Palabra antigua, ni a la letra moderna. El mismo hombre, actualmente se ha alejado de todo lo que Yo he pedido y está haciendo cada quien su propia doctrina; de acuerdo a su forma de ser, su forma de actuar y que en la mayoría de los casos se sale de lo que Yo os he pedido; para que alcancéis vosotros vuestra perfección.
A tal grado se ha alterado todo, que la misma Iglesia a través de gente infiltrada, gente mala, gente de Satanás; os va a tratar de desviar todavía más en estos momentos. Y será uno de los mayores ataques de Satanás hacia todos vosotros, hacia los fieles de Mi Iglesia que Mi Hijo Jesucristo fundó para todos vosotros.
Pero ahora, a través de todos aquellos que se han infiltrado para llevaros hacia el Mal; lo están haciendo de una forma tan sutil, que vosotros lo estáis aceptando. Y NO lo debéis aceptar.
La Palabra está dada, la Letra está escrita y no os deberéis salir de todo aquello que tengáis en las Sagradas Escrituras. Es Palabra y Letra Divina. Y todo aquel que os quiera llevar por caminos diferentes, no vienen de Mí de vuestro Dios. Y deberéis apartaros de aquellos que no están siguiendo lo que desde el Cielo se os ha regalado; para que vosotros podáis tener derecho a una vida de santidad y con ello, poder vivir Conmigo eternamente.
Tened cuidado Mis pequeños, sed cautos sobre todo en éste tiempo de Gran Confusión; ya que todavía, Satanás va a tratar de dar su último golpe; para hacer que aquellos que se han mantenido en el Bien, lleguen a dudar y separarse de lo que es correcto. Cuidaos Mis pequeños de los ataques de Satanás.
Ahora como vivís, vivís más para el mundo y no os dais perfectamente cuenta de Mi Presencia en todo momento de vuestra vida, por vuestra distracción. Porque no os llenáis de Mí; porque no queréis, recibir toda esa sensibilidad espiritual que os rodea. Pues así como Satanás es muy sutil para llevaros al Error; por eso éstos son los Tiempos de Mi Hija, la Siempre Virgen María.
Porque Ella también es muy sutil; pero en el Amor. Y Ella os va a ayudar con esa sutileza Divina y femenina; a acercaros a Mí, al Amor Verdadero, al Amor que os va a dar Vida en la Tierra y en el Cielo.
Manteneos siempre con Mi Hija, la Siempre Virgen María; para que no claudiquéis, para que no erréis el camino, para que no escuchéis los errores de Satanás. Ella os va a ayudar a recorrer éste camino que os falta, antes de llegar hacia Mí.
Mis pequeños, Ella fue Creada para esta Misión tan grande y bellísima, que es la Redención. Aquellas almas que confíen en Mi Hija; aquellas almas que se dejen llevar de la Mano por Ella; aquellas almas que escuchen en su corazón Su llamado; son almas que están asegurando su pase eterno a un mundo de bellezas, al Cielo mismo. No os separéis en ningún momento de Mi Hija; porque Ella os va a traer hacia Mí, a Mi Santísima Trinidad Mis pequeños.
Ella es todo Amor, es toda Dulzura, es toda Belleza, es toda Docilidad. Y por Su Humildad y Docilidad, se le dio el lugar que tiene ahora, Mis pequeños. Que vosotros debéis agradecer, porque es vuestra Madre también. Madre de todo el género humano. Y acudiendo a Ella; vuestro paso y vuestro trabajo que todavía deberéis llevar a cabo en la Tierra, será fácil y seguro.
Os repito, no os separéis de Ella en ningún momento y atraed a todos vuestros hermanos hacia Ella. Mi Santo Espíritu os ayudará a que a través de Ella, podáis venir a Mí. Porque muchos, muchos hermanos vuestros no confían en Su Persona, no confían en Su Misión, no confían en Quien Ella Es. Y que fue Creada os repito, para que vosotros Sus hijos podáis asegurar vuestra entrada al Reino de los Cielos.
Estáis viviendo los momentos de la Gran Confusión mundial; de confusión espiritual, de confusión humana. Estos son los momentos anunciados desde antiguo y desgraciadamente al estarlos viviendo, muchas almas se van perdiendo; porque se dejan llevar por el camino fácil. Sí, estos son momentos de confusión en donde cada quien está escogiendo lo que ‘cree’ que le conviene.
Mis pequeños, que estos tiempos de gran confusión no os hagan dudar de Mi Presencia junto a vosotros. Yo voy a estar siempre junto a cada uno de vosotros. Pero no solamente os estoy pidiendo eso, quiero estar dentro de vosotros, dentro de vuestro corazón. No Me dejéis afuera de vuestro ser.
DejadMe entrar a vuestro ser y así conviviremos juntos, platicaremos constantemente; escucharéis Mis Consejos que aunque al principio dudaréis de que sea Mi Voz en vosotros, después os acostumbraréis y aprenderéis que ciertamente Soy Yo en vosotros. ME PREGUNTARÉIS Y YO OS CONTESTARÉ. Y así os dejaréis mover más fácilmente por Mí, vuestro Dios; para que todo salga bien en vuestra vida, hasta que REGRESÉIS a vuestra morada, en mi Reino Celestial…