Cada jueves de 11:00 p.m. hasta las 3:00 a.m. del viernes es la Hora de Getsemaní. Las siguientes oraciones se deben decir durante ese tiempo:
O cuando se use para tomar fortalezas satánicas, liberación o cualquier otro ataque devastador contra las Huestes del Maligno,
podemos rezarlo cómo deseemos, a la hora que lo necesitemos y con el OBJETIVO que queramos alcanzar.
El Infierno entero SE ESTREMECE cuando tomamos la ofensiva y huyen como cucarachas en un barco que se hunde…
¡Sin saber cómo ESCONDERSE de nuestro ataque devastador!
Vamos a tomar el flagelo nuclear como ejemplo para enseñaros…
Armadura continua y en toda circunstancia:
“Sangre Preciosa de mi Señor Jesucristo, cúbreme y protégeme de todo mal… Amén
Señor yo me uno a la Iglesia Triunfante y Purgante, además de la militante que esté orando en la Tierra para… que cubiertos con tu Sangre Preciosa, te entregamos a TODOS los participantes que nos flagelan con el Peligro Nuclear. Amén
El jueves de cada semana, el Padre Eterno pide que nos unamos a Jesús en su pasión entre las horas 11:00 P.M. y hasta mañana a las 3.00 a.m, Meditando en los Misterios Dolorosos de Jesús.
Para acompañar a Jesús en su Dolor Infinito
La Coronilla de la Misericordia es para apaciguar la Cólera de Dios.
El Rosario al Padre Eterno es para consolarlo y para luchar contra el Anticristo
Escuches la Oración que te presento, a través del Inmaculado Corazón de María Santísima y
por la Sangre Preciosa de Jesús ..
En esta Hora de Getsemaní, como almas víctimas nos unimos a los Sufrimientos Redentores de nuestro Salvador para…
Interceder por todos los involucrados en manejar el Gran Flagelo del la Energía Nuclear, te los entregamos ABBA para que con la Agonía de Jesús en Huerto de Getsemaní…
Sean Bendecidos por Tí y con su arrepentimiento, alcancen tu Misericordia y tu Salvación…
.”Y hágase tu Voluntad en la Tierra, en todo el Universo y en TODA la Creación, como en el Cielo- Amén
Las Oraciones en Latín son más letales para el Maligno, que todas sus bombas nucleares juntas…
Los Guerreros Celestiales….
NO TIENEN NADA QUE TEMER AL ANTICRISTO.
Ésta hora de intercesión la ofrecemos por TODAS las almas que están siendo llamadas a Tu Presencia por las huestes homicidas del Anticristo…
Y por TODOS los gobernantes responsables de sus países y de las vidas de sus súbditos sojuzgados por ellos, así cómo las de los que sus decisiones
afectan en sus vidas, en sus muertes y en sus destinos, como hermanos creados por el Altísimo.
Nos entregamos junto a todos ellos, cubiertos y consagrados con la Sangre Preciosa de Jesús. Amén
De rodillas ante el Crucifijo Agonizante:
ROSARIUM Signum Crucis
Per signum Crucis de inimicis nostris libera nos, Deus noster. In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amen.
Ave María purísima, sin pecado concebida (3v)
OFRENDA…
Yo… (nombre y apellido) Yo, Humanidad. Yo, género Humano. Yo, Germen de Adán. Yo, creatura junto con la Creación.
Yo, Polvo de la Tierra…
Me uno en Oración al Corazón Inmaculado de nuestra Señora, Madre y Reina María Santísima; al Sacratísimo Corazón de Jesús; a Sn José, Padre de Nuestro Señor Jesús y Padre nuestro.
A la Milicia Celestial de Arcángeles y ángeles, dirigidas por San Miguel Arcángel; para repeler toda la maldad de los demonios, sus agentes terrenales y huestes del Mal.
A las benditas almas del Purgatorio, para implorar por todas sus intenciones y las de los consagrados recluidos allí.
El polvo de la tierra implora a Jesús, María y José:
‘salvad las almas y llevadlas a la gloria del Cielo. La Victoria es de nuestro Dios, escrito está.
Yo me Uno con todos los ángeles y santos del Cielo, las pobres almas del Purgatorio y todos los justos de la Tierra; con todas las Misas y oraciones de Alabanza a Dios Uno y Trino que se hayan orado o que se vayan a orar.
Todas las lágrimas, gozos, sacrificios y sufrimientos de cada alma, que alguna vez haya vivido o que vaya a vivir, en la Tierra o en el Universo.
Lo uno todo al Corazón Adolorido de María Santísima a los pies de la Cruz y ofrezco con él a toda la Creación y el Sufrimiento de la Creación a Jesús, por la Conversión de los Pecadores.
Por el Círculo Dorado de la Perfección, la liberación de las almas del Purgatorio, la santificación de los sacerdotes y religiosos,
los Deseos de los Dos Corazones de Jesús y de María, la paz en el Mundo, la regeneración de la Creación, el Universo…
Y mis intenciones…(mencionarlas aquí)
Señor, te entregamos a todos los Reyes de este Mundo, cubiertos con la Sangre de Jesús…
“Oh bienaventurado Ángel de mi Guarda; os confío el cuidado de mi cuerpo, alma y espíritu; combatid conmigo toda fuerza del Mal.
En la batalla espiritual contra el enemigo de mi alma no me desamparéis; de día y de noche permaneced a mi lado; libra mi cuerpo de venganzas, accidentes, violencia, etc.
Protege mi mente, sentidos, pensamientos y potencias de todo dardo incendiario y guarda mi espíritu de caer en pecado. Tómame de la mano y alláname el camino que me lleva a la Gloria de Dios”. Amén.
ARMADURA ESPIRITUAL
Señor Jesús, Yo… (nombre y apellidos) te consagro mi mente con sus potencias, sentidos, pensamientos, memoria, consciente, inconsciente y subconsciente, a tu gloriosa sangre derramada por ti, a mi favor.
Me sello y protejo con tu sangre redentora de todo falso pensamiento, de toda sugestión negativa, de toda falsa imaginación, de todo temor, de todo engaño.
Que tu sangre redentora, Señor Jesús, me limpie, purifique, descontamine y libere y me conceda la gracia de poder tener dominio propio en mi integridad física, psíquica, biológica y espiritual. Amén.
Poderosa Sangre de Salvación, combate al enemigo en mi cuerpo, mente, y espíritu (3 veces esta jaculatoria cuando sintáis ataques fuertes del enemigo).
Sangre Preciosísima de mi Señor Jesucristo, cúbrenos y protégenos de todo mal. Fluye sobre nuestro corazón, para que estemos unidos en Dios como uno solo. Amén
REGINA COELI
Alégrate, Reina del Cielo; aleluya.
R. Porque el que mereciste llevar en Tu Seno; aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo; aleluya.
R. Ruega por nosotros a Dios; aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.
Oración
Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo,
concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la Vida Eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.
I SANTO ROSARIO
A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Misterios Dolorosos.
En cada Misterio:
Te entrego ABBA a todos los Reyes de la Tierra cubiertos con la Sangre de Jesús,
para que Tú te hagas cargo de sus demoníacos planes de reducir la población mundial
con el uso de la Energía Nuclear… Amén
Te entregamos también cubiertas con la Sangre Preciosa de Jesús, a TODAS las almas que están siendo llamadas a Tu Presencia,
para que alcancen tu Misericordia y tu Salvación.. Amén
II CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA
Se reza con el rosario común de diez cuentas
Al Salvador misericordioso.
Oh Querido Jesús, te suplico que derrames Tu Misericordia sobre las almas perdidas. Perdónales su rechazo a Ti y utiliza mi oración y sufrimiento para que puedas, a través de Tu Misericordia, derramar sobre ellos las Gracias que necesitan para santificar sus almas.
Te pido el Don de la clemencia por sus almas. Te pido que abras sus corazones para que vayan a Ti y Te pidan que les llenes con el Espíritu Santo, para que ellos puedan aceptar la Verdad de Tu Amor y vivir Contigo y con toda la familia de Dios para siempre. Amén.
“Oh Padre Eterno, os ofrezco la Preciosa Sangre que mana del Costado de vuestro Divino Hijo Jesús, unido a las Misas celebradas hoy alrededor del mundo,
por todas las santas almas del Purgatorio y por la liberación de las que están en el Umbral. Amén”.
ORACIÓN DE LA MISERICORDIA DIVINA
¡Oh Dios de gran misericordia!, bondad infinita, desde el abismo de su abatimiento, toda la humanidad implora hoy Tu misericordia, Tu compasión, ¡Oh Dios!
Y clama con la potente voz de la desdicha.¡Dios de Benevolencia, no desoigas la oración de este exilio terrenal! ¡Oh Señor!,
Bondad que escapa nuestra comprensión, que conoces nuestra miseria a fondo y sabes que con nuestras fuerzas no podemos elevarnos a Ti,
Te lo imploramos:
Adelante con Tu gracia y continúa aumentando Tu misericordia en nosotros, para que podamos fielmente, cumplir Tu santa voluntad, a lo largo de nuestra vida y a la hora de la muerte.
Que la omnipotencia de tu misericordia nos escude de las flechas que arrojan los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza como hijos Tuyos, aguardemos la última Venida (día que Tú solo sabes).
Y esperamos obtener lo que Jesús nos prometió a pesar de nuestra mezquindad.
Expiraste Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el océano de Tu misericordia inundó todo el mundo.
¡Oh! Fuente de Vida, insondable Misericordia Divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota de Sangre.
PATER NOSTER,
qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Ven Espíritu Santo…
Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu y todo será de nuevo creado y se renovará la faz de la tierra. Amén
AVE MARIA,
gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.
GLORIA
Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
Symbolum Apostolorum
CREDO
in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto,
natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus,
descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos.
Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. Amen.
Dios mío yo creo, adoro, espero y te amo.
Y te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
LAS CINCO DECENAS
cuenta grande
“Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero”
Cuenta pequeña se replica 10 veces:
“Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.”
Jaculatorias
“Oh, Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, confío en Ti“
Rezadas las cinco decenas 3 v.:
“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ¡Misericordia Señor! Ten piedad de nosotros y del mundo entero.”
“Jesús, confío en ti.”
Oración final
Eterno Dios, en quién la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, Míranos compasivamente y aumenta tu misericordia en nosotros.
Que en los momentos difíciles, no nos desesperemos, ni nos desalentemos, pero con gran confianza, nos sometamos a tu Santa Voluntad, que es el amor y la misericordia en sí misma. Amén.
Lléname ahora, Oh Señor, con el don del Espíritu Santo para llevar Tu Santísima Palabra a los pecadores que debo ayudar a salvar en Tu nombre.
Ayúdame a cubrirles, a través de mis oraciones, con Tu Preciosa Sangre, para que así ellos puedan ser atraídos a Tu Sagrado Corazón.
Dame el don del Espíritu Santo para que así estas pobres almas puedan deleitarse en Tu Nuevo Paraíso.
Jesús toma mi dolor, sáname y toma mi cruz”. Amén
Soy alma víctima corredentora y estoy crucificada con Cristo. Señor…
ROSARIO DE LAS LLAGAS DE JESÚS
Se reza con un rosario común
– Oh! Jesús, Redentor Divino, sé misericordioso con nosotros y con el mundo entero.
– Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
– Perdón y misericordia, Jesús mío cúbrenos de los peligros con tu preciosa Sangre.
– Eterno Padre, ten misericordia de nosotros por la Sangre de Jesucristo, tu único Hijo.
En las cuentas del Padrenuestro se dice:
Eterno Padre, yo te ofrezco las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.
Jesús mío, perdón y misericordia: por los méritos de tus Santas Llagas, perdona nuestras ofensas a la Santísima Trinidad.
En las cuentas del Avemaría se dice:
Jesús mío, perdón y misericordia: por los méritos de tus Santas Llagas.
Jaculatoria:
Oh sangre y agua que brotásteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, yo confío en ti.
Al terminar el rosario se dice tres veces:
Preciosísima Sangre de mi Señor Jesucristo, sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús. Amén (3v)
“Sacratísimo Corazón de Jesús,
verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía, Yo consagro mi cuerpo y mi alma para que sea enteramente uno con Tu Corazón que está siendo sacrificado en todos los altares del mundo.
Y dando alabanza al Padre, rogando por la venida de su Reino, recibe este humilde ofrecimiento de mi ser.
Haz de mi como Tú quieras para la Gloria del Padre y la salvación de las almas. Santísima Madre de Dios, nunca dejes que me separe de tu Divino Hijo.
Defiéndeme y protégeme como hijo(a) tuyo (a). Amén”.
Consagración como Almas Víctimas y Corredentoras:
CORONILLA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
Mi amada Madre de la Salvación, por favor obtén para todas las almas, el Don de la Salvación Eterna a través de la Misericordia de tu Hijo, Jesucristo.
Mediante tu intercesión, te suplico que tú ores para liberar a todas las almas que están en esclavitud por Satanás.
Por favor, pide a tu Hijo muestre Misericordia y perdón para aquellas almas que Lo rechazan, que Lo lastiman con su indiferencia y que adoran la doctrina falsa y dioses falsos.
Y que también son engañados por la Bestia.
Te imploramos Madre querida, que pidas por las Gracias para abrir los corazones de las almas que más necesitan de tu ayuda. Amén.
Corazón de María, Modelo sublime de todas las almas hostias, apelando a la Divina Misericordia,
Yo… (nombre y apellido)
Te entrego todos mis sufrimientos para que sean benditos al unirlos a los de Jesús.
Y amparado (a) por tu ternura maternal, también te entrego todo el sufrimiento que nuestros pecados han atraído sobre el mundo entero,
para expiación de nuestros pecados y salvación de todas las almas.
En las cuentas grandes:
Corazón ardiente, Corazón herido en la cruz, Corazón que sangra en la Hostia:
Me ofrezco con todo mi ser, para sufrir contigo y en ti.
Y para consolar al Corazón de Jesús en el sufrimiento de mis hermanos.
En las cuentas pequeñas:
Corazón Inmaculado de María, holocausto perfecto del Divino Amor.
Haz que me hieran las heridas de tu Hijo, que me embriague de su Cruz y de su Sangre y sea crucificado en su Amor.
Jaculatoria:
Corazón de María, morada de la Santísima Trinidad, medianero de todas las gracias, refugio de los perseguidos, esperanza de los pecadores, alegría de los que lloran, fortaleza de los cristianos y alivio de los que sufren;
yo confío en ti.
Al final de la coronilla, repetir 3 veces:
Madre del Corazón doloroso, termina en mi cuerpo lo que falta a la pasión de tu Hijo. Amén
Jesús toma mi dolor, sáname y toma mi cruz”.
Santo Rosario a la Preciosísima Sangre/Letanías
En el Rosario, una inclinación de cabeza es suficiente; pero en la Adoración, la frente toca el suelo, si el devoto puede convenientemente hacerlo.
Y si quieren convertir los tremendos rugidos del León Rugiente,
O los DESLUMBRANTES gruñidos del Dragón de Siete Cabezas…
en PATÉTICOS maullidos lastimerosde gato callejero,
¡ÓRENLO POSTRADOS ASÍ….!
Son sólo veinte minutos…
Cuando le encuentren el gusto de orar así…
¡Sin cojín, es posición de francotirador de misiles espirituales…!
Orando así, Satanás NO PUEDE hacer absolutamente NADA, para estorbarnos y para contraatacar…
¡Lo dejamos paralizado!…
1 – EL ROSARIO
Este fue enseñado a Bernabé después de haber presenciado toda la Pasión de Nuestro Señor, desde Getsemaní hasta la Resurrección.
Jesús se le apareció y le entregó un Rosario para honrar a Su Preciosa Sangre.
Este rosario estaba confeccionado como los demás rosarios, excepto que en vez de diez cuentas, tenía doce cuentas rojas y las cuentas que las separaban eran blancas.
El rosario consiste en cinco misterios relacionados con las Cinco Llagas de Cristo.
SANTO ROSARIO A LA PRECIOSA SANGRE CRISTO
Con el rosario de doce cuentas…
En la Cruz:
– En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
– Oración al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de Tus fieles y enciende en ellos el fuego de Tu amor. Envía Tu Espíritu y todo será creado. Y renovarás la faz de la tierra.
OFRENDA:
Yo me Uno con todos los ángeles y santos del Cielo, las pobres almas del Purgatorio y todos los justos de la Tierra; con todas las Misas y oraciones de Alabanza a Dios Uno y Trino que se hayan orado o que se vayan a orar.
Todas las lágrimas, gozos, sacrificios y sufrimientos de cada alma, que alguna vez haya vivido o que vaya a vivir, en la Tierra o en el Universo.
Lo uno todo al Corazón Adolorido de María Santísima a los pies de la Cruz y ofrezco con él a toda la Creación y el Sufrimiento de la Creación a Jesús, por la Conversión de los Pecadores.
Por el Círculo Dorado de la Perfección, la liberación de las almas del Purgatorio, la santificación de los sacerdotes y religiosos, los Deseos de los Dos Corazones de Jesús y de María, la paz en el Mundo y en el Universo…
Y mis intenciones…(mencionarlas aquí)
“Por las almas de los que están siendo llamados a Tu Presencia, para que alcancen tu Misericordia y tu salvación.
Y por los Reyes de este Mundo y sus planes demoníacos contra la Humanidad, para DESTRUIR tu Creación y desesperarnos con el uso de la energía nuclear…
para que NO LOGREN sus objetivos y SÏ realicen los Tuyos…”
Oremos:
Oh Dios, que instruiste los corazones de Tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que animados y guiados por este mismo Espíritu, aprendamos a obrar rectamente siempre, y gocemos de la dulzura del Bien y de Sus divinos consuelos. Por Cristo Nuestro Señor. Así sea.
CREDO
in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto,
natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus,
descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos.
Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. Amen.
En la cuenta blanca(inclinando la cabeza)
4.- ¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! (3V)
PATER NOSTER,
qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris.
Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amén.
SALVE SAN JOSÉ
Amadísimo Patriarca, humilde y santo padre de Jesús y padre nuestro, derrama sobre la humanidad los rayos de La Llama de la Humildad de tu Justo y Casto Corazón, para cegar la soberbia de Satanás.
Que con su Luz nos reconozcamos muy pecadores y con tu ayuda nos convirtamos de corazón a la Santísima Trinidad.
Ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
En las tres cuentas rojas:
AVE MARIA,
gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen. (3 veces)
GLORIA
Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
Jaculatoria
“Oh, Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, confío en Ti“
“Jesús, confío en ti.”
En la cuenta blanca(inclinando la cabeza)
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
PRIMER MISTERIO:
La Mano derecha de Nuestro Señor Jesús, es clavada.
Oración:
¡Por la Preciosa Llaga de Tu Mano derecha,
y por el dolor causado por el clavo que la atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella, salve a los pecadores del mundo entero y convierta muchas almas! Amén.
L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Sana las Heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! (3V)
PATER NOSTER,
qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris.
Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Ave María,
gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.
En las 12 cuentas rojas:
L: ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
R: ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!(12 veces)
GLORIA
Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
Jaculatoria
“Oh, Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, confío en Ti“
“Jesús, confío en ti.”
En la cuenta blanca(inclinando la cabeza)
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
SEGUNDO MISTERIO:
La Mano izquierda de Nuestro Señor Jesús es clavada.
Oración:
¡Por la Preciosa Llaga de Tu Mano izquierda, y por el dolor causado por el clavo que la atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella, salve almas del purgatorio y proteja a los moribundos de los ataques de los espíritus infernales! Amén.
L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Sana las Heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! (3V)
PATER NOSTER,
es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris.
Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
AVE MARIA,
gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.
En las 12 cuentas rojas:
L: ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
R: ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!(12 veces)
GLORIA
Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
Jaculatoria
“Oh, Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros.
Yo confío en ti
En la cuenta blanca(inclinando la cabeza)
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
TERCER MISTERIO:
El pie derecho de Nuestro Señor Jesús es clavado.
Oración:
¡Por la Preciosa Llaga de Tu Pie derecho y por el dolor causado por el clavo que lo atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella, cubra los cimientos de la Iglesia Católica contra los planes del reino oculto y los hombres malignos! Amén.
L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Sana las Heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!(3V)
PATER NOSTER,
qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris.
Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Ave María.,
gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.
En las 12 cuentas rojas:
L: ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
R: ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!(12 veces)
GLORIA
Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
Jaculatoria
“Oh, Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros.
Yo confío en ti
En la cuenta blanca(inclinando la cabeza)
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
CUARTO MISTERIO:
El Pie izquierdo de Nuestro Señor Jesús es clavado.
Oración:
¡Por la Preciosa Llaga de Tu Pie izquierdo, y por el dolor causado por el clavo que lo atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella nos proteja en todos nuestros caminos de los planes y ataques de los espíritus malignos y sus agentes! Amén.
L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Sana las Heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!(3V)
PATER NOSTER,
qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris.
Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Ave María.,
gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.
En las 12 cuentas rojas:
L: ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
R: ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!(12 veces)
GLORIA
Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
Jaculatoria
“Oh, Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, confío en Ti““Jesús, confío en ti.”
En la cuenta blanca(inclinando la cabeza)
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
QUINTO MISTERIO:
El Sagrado Costado de Nuestro Señor Jesús es traspasado.
Oración:
¡Por la Preciosa Llaga de Tu Sagrado Costado, y por el dolor causado por la lanza que lo traspasó, la Preciosa Sangre y Agua que brotan de ella, sane a los enfermos, resucite a los muertos, solucione nuestros problemas presentes, y nos enseñe el camino hacia Nuestro Dios para la Gloria eterna! Amén
L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Sana las Heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! (3V)
PATER NOSTER,
qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris.
Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Ave María.
gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.
En las 12 cuentas rojas:
L: ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
R: ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!(12 veces)
GLORIA
Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
Jaculatoria
“Oh, Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, confío en Ti“
“Jesús, confío en ti.”
En la cuenta blanca(inclinando la cabeza)
¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.
L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! ( 3 veces )
Dios te salve
María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad… Madre y Reina de toda la Humanidad… Tú que nos alcanzas los dones que nos salvarán…
SALVE, Regina, mater misericordiae, vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Ad te clamamus exsules filii Hevae.
Ad te suspiramus, gementes et flentes in hac lacrimarum valle. Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte.
Et Iesus, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exsilium ostende. O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria. Amen.
Oremos
Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo, te honramos, te alabamos y te adoramos por Tu obra de eterna alianza que trae paz a la humanidad.
Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús. Consuela al Padre Todopoderoso en Su trono y lava los pecados del mundo entero.
Que todos te reverencien, oh Preciosa Sangre, ten misericordia. Amén.
Sacratísimo Corazón de Jesús, Ten misericordia de nosotros
Inmaculado Corazón de María, Ruega por nosotros
San José, esposo de María, Ruega por nosotros
Santos Pedro y Pablo, Rueguen por nosotros
San Juan al pie de la Cruz, Ruega por nosotros
Santa María Magdalena, Ruega por nosotros
Todos los guerreros de oración e intercesores del Cielo, Rueguen por nosotros
Todos los grandes Santos de Nuestro Señor, Rueguen por nosotros
Todas las huestes celestiales Legión Angélica de María, Rueguen por nosotros
LETANÍAS DE LA PRECIOSA SANGRE DE JESUCRISTO
Señor ten piedad de nosotros – Señor ten piedad de nosotros!
Cristo ten piedad de nosotros – Cristo ten piedad de nosotros!
Señor ten piedad de nosotros – Señor ten piedad de nosotros!
Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros!
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros!
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros!
L: ¡OH PRECIOSÍSIMA SANGRE DE JESUCRISTO, SANGRE DE SALVACIÓN!
R: SÁLVANOS A NOSOTROS Y AL MUNDO ENTERO!
Océano de la Sangre de Jesucristo, ¡Libéranos!
Sangre de Jesucristo llena de santidad y compasión, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, nuestra fortaleza y poder, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, alianza eterna, ¡Libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, fundamento de la fe cristiana, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, armadura de Dios, ¡Libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Divina caridad, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, flagelo de los demonios, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, auxilio de los que están atados, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Sagrado Vino, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Poder de los cristianos, ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, defensora de la fortaleza católica ¡libéranos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, verdadera fe cristiana, ¡libéranos!
SANGRE PRECIOSA DE JESUCRISTO, SANGRE SANADORA, ¡SÁLVANOS!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Sangre ungidora, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, fortaleza de los hijos de Dios, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, comandante de los guerreros cristianos, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Sangre de Resurrección ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, bebida de los Ángeles del Cielo, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, consuelo de Dios Padre, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, poder del Espíritu Santo, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, circuncisión de los gentiles, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, paz del mundo, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, luz del Cielo y de la tierra, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, arcoiris en el Cielo, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, esperanza de los niños inocentes, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Palabra de Dios en nuestros corazones, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, arma celestial, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Divina Sabiduría, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, cimiento del mundo, ¡sálvanos!
Sangre Preciosa de Jesucristo, Misericordia del Padre, ¡sálvanos!
L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Lava los pecados del mundo!
L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Purifica el mundo!
L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!
R: ¡Enséñanos y ayúdanos a consolar a Jesús!
ORACIÓN
Oh Sangre Preciosa, salvación nuestra, creemos, esperamos y confiamos en Ti. Libera a todos los que están en las manos de los espíritus infernales, te suplicamos.
Protege a los moribundos de las obras de los espíritus malignos y acógelos en la gloria eterna. Ten misericordia del mundo entero,
y fortalécenos para adorar y consolar al Sagrado Corazón de Jesús. Te adoramos, oh Preciosa Sangre de misericordia. Amén
¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo, sana las Heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! (tres veces)
CONSAGRACIÓN A LA SANGRE PRECIOSA DE JESUCRISTO
(Rezar diariamente meditando)
Consciente de mi nada y de Tu Sublimidad, Misericordioso Salvador, me postro a Tus pies, y Te agradezco por la Gracia que has mostrado hacia mí, ingrata creatura.
Te agradezco especialmente por liberarme, mediante Tu Sangre Preciosa, del poder destructor de satanás.
En presencia de mi querida Madre María, mi Ángel Custodio, mi Santo patrono, y de toda la corte celestial, me consagro voluntariamente, con corazón sincero,
oh queridísimo Jesús, a Tu Preciosa Sangre, por la cual has redimido al mundo del pecado, de la muerte y del infierno.
Te prometo, con la ayuda de Tu gracia y con mi mayor empeño, promover y propagar la devoción a Tu Sangre Preciosa, precio de nuestra redención, a fin de que Tu Sangre adorable sea honrada y glorificada por todos.
De esta manera, deseo reparar por mi deslealtad hacia Tu Preciosa Sangre de Amor, y compensarte por las muchas profanaciones que los hombres cometen en contra del Precioso Precio de su salvación.
¡Oh, si mis propios pecados, mi frialdad, y todos los actos irrespetuosos que he cometido contra Ti, oh Santa y Preciosa Sangre, pudieran ser borrados!
He aquí, querido Jesús, que te ofrezco el amor, el honor y la adoración que tu Santísima Madre, tus fieles discípulos y todos los Santos han ofrecido a Tu Preciosa Sangre.
Te pido que olvides mi falta de fe y frialdad del pasado, y que perdones a todos los que te ofenden.
¡Oh Divino Salvador! rocíame a mí y a todos los hombres con Tu Preciosa Sangre, a fin de que te amemos,
¡oh Amor Crucificado, de ahora en adelante con todo nuestro corazón, y que dignamente honremos el Precio de nuestra salvación! Amén
Bajo Tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, ¡oh Virgen siempre gloriosa y bendita!
La Corredentora con cada uno de los pequeños Cristos y corredentores…
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo. Amén
Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí, no apartes.
Ven conmigo a Todas partes y solo@ nunca me dejes.
Ya que me proteges tanto, como verdadera Madre,
Haz que me Bendiga el Padre +
el Hijo +
y el Espíritu Santo +
Amén.
Mediten y revisen la Oración, que acabamos de Hacer y ¡Dénle las condolencias a Satanás!
Porque así es como TRIUNFAMOS los Guerreros Celestiales…
¿Cuántas almas creen que le acabamos de ARREBATAR con esta jornada de Oración…?
Ahora que la mayoría de los habitantes de nuestra casa, la Tierra que Dios creó, nos encontramos en cuarentena forzada, por los dictámenes de nuestros respectivos gobiernos para nuestra protección por la pandemia del COVID-19,
Podemos meditar y orar siguiendo paso a paso, cada uno de los Acontecimientos en la Vida de nuestro Redentor Santísimo, siguiendo sus Huellas Ensangrentadas en los últimos días de su Pasión, Muerte y Resurrección
Extractados en la Crónica de la Magna Traición y el Deicidio perpetrados, por el Pueblo que NO SUPO RECONOCER A DIOS, en la Persona de su Mesías.
Iglesia de San Lázaro, en Betania Israel
Con la nueva impresión de este post, réplica del original publicado el 24 de Diciembre del año 2012, al final dejamos el enlace para continuar la revelación hasta donde la queráis concluir. (1)
Que la Paz del Señor quede en vuestros corazones y la Luz del Espíritu Santo os ilumine el sendero para acompañar a Jesús y fortalecer nuestras almas con la reflexión divina.
Les agradece y bendice, el equipo de Crónica de una Traición…
SANTUARIO DE LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO
Impulsados por el amor, la rabia y la curiosidad, una multitud se agolpa en el cancel de Bethania. Han venido sin esperar a que se ponga el sol.
Lázaro, que ha sido llamado por un siervo, queda sorprendido por la violación sabática, porque los primeros que llegan son los más intransigentes de los judíos y que dan una respuesta verdaderamente farisea:
– Desde la Puerta de las Ovejas ya no se ve el disco solar y entonces nos pusimos en camino, pensando que sin duda no sobrepasaríamos la medida prescrita; antes de que el sol se oculte, detrás de las cúpulas del Templo.
Una sonrisa irónica se dibuja en la afilada cara de Lázaro. Está sano, de buen aspecto y delgado.
Les responde educadamente, pero con sarcasmo:
– ¿Qué queréis ver? El Maestro respeta el sábado. Está descansando… Todavía no se oculta el sol, para decir que el sábado ha terminado. No voy a perturbarlo.
Muchos peregrinos suplican e insisten en ver a Jesús. Con los hebreos están mezclados los gentiles. Todos observan disimuladamente a Lázaro, como si fuese un ser irreal.
Lázaro soporta la molestia de una fama que no quiso; pero no abre el cancel.
Pacientemente responde a quién le pregunta:
– Lo veréis en la ciudad. Ahora no puedo llamarlo. Idos tranquilos, pero no hagáis que vuestra curiosidad sea estéril. El haberme visto vivo y prueba del Poder de Jesús, Cordero de Dios y el Mesías Santísimo, os lleve a todos al Camino. Estoy contento de haber resucitado.
Y espero que el milagro pueda sacudir a los que dudan y convertir a los paganos. Convenciéndolos a todos de que Uno solo es el Dios Verdadero. Y uno solo el Verdadero Mesías: Jesús de Nazareth, el Maestro Santo.
Un gentil pregunta:
– ¿Pero de veras moriste?
Lázaro responde:
– Preguntadlo a aquellos judíos principales. Vinieron a mi entierro y muchos de ellos estuvieron presentes cuando resucité.
Le llueven las preguntas:
– ¿Qué sentiste?
– ¿Dónde estuviste?
– ¿Qué recuerdos tienes?
– Cuando regresaste vivo, ¿Qué te pasó?
– ¿Cómo te resucitó?
– ¿De qué moriste?
– ¿Te encuentras bien ahora?
– ¿Ya no tienes señales de las llagas?
– ¿Tú eres el resucitado?
– ¿Podemos ver el sepulcro donde estuviste?
Lázaro los mira con caridad y responde:
– Lo soy. Para dar gloria Dios que me sacó de la muerte, para que fuera siervo de su Mesías.
Lázaro pacientemente trata de responder a todos.
Y aunque puede decir que las señales de las llagas se han borrado, no puede responder a lo que experimentó, ni cómo resucitó.
Finaliza diciendo:
– No lo sé. Me encontré vivo en mi jardín, entre los siervos y mis hermanas. Cuando me quitaron el sudario vi el sol, la luz. Sentí hambre, comí. Sentí el placer de la vida y el gran amor que el Rabí tuvo por Mí. Lo demás lo saben mejor que yo, aquellos tres que están conversando y aquellos dos que apenas llegan.
El hombre dice:
– A nosotros los gentiles no nos hablan. Vosotros que sois judíos, id a preguntadles… Tú déjanos ver el sepulcro donde estuviste.
Insisten tanto que cansan a Lázaro y éste se decide.
Da instrucciones a sus siervos y luego se dirige a la gente:
– Id a aquella vereda y os saldré al encuentro, para llevaros a donde está el sepulcro. Aun cuando no hay otra cosa que ver, más que un hueco abierto en la roca.
– ¡No importa!
– ¡Vamos, vamos!
Un escriba pregunta:
– ¡Lázaro, detente! ¿Podemos ir también nosotros? ¿O nos está prohibido lo que permites a los extranjeros?
Lázaro contesta:
– No, Arquélao. Ven también tú. Si el acercarte a un sepulcro no te contamina…
– No. Porque adentro no hay ningún cadáver.
– Pero yo estuve dentro por cuatro días. Por cosas mucho menores, se ha pensado en Israel que hay contaminación. Vosotros decís que queda inmundo el que roza con su vestido un cadáver.
Mi sepulcro todavía despide tufos de cadáver. No obstante que desde hace mucho tiempo ha estado abierto.
– No importa. Nos purificaremos.
Lázaro mira a los dos fariseos que llegaron al último y les pregunta:
– ¿También vosotros queréis venir?
– Sí.
Los lleva a todos al sepulcro.
Un rosal en flor rodea la entrada, pero de nada sirve para suprimir el hedor que sale de la tumba abierta. En la roca, bajo el arco adornado del rosal, se lee:“¡Lázaro, sal afuera!
Los enemigos al verlas, gritan:
– ¿Por qué mandaste esculpir esas palabras? ¡No debías hacerlo!
– ¿Por qué no? En mi casa yo puedo hacer lo que me plazca y nadie puede acusarme por querer esculpir sobre la roca, las palabras del grito divino que me devolvió a la vida, para que jamás se borren.
Y todo el que las lea bendiga el poder misericordioso en el grito del Mesías que me arrancó de la muerte…
Todos los fariseos responden:
– ¡Eres un pagano!
– ¡Un sacrílego!
– ¡Blasfemas contra nuestro Dios!
– ¡Festejas el sortilegio del hijo de Belcebú!
– ¡Ten cuidado, Lázaro!
Lázaro advierte:
– Os recuerdo que estoy en mi casa y que estáis en ella. Que nadie os invitó a venir… Y que vinisteis por fines indignos. Sois peores que estos paganos, los cuales si ven en El que me resucitó a un Dios.
Todos protestan escandalizados:
– ¡Anatema!
– ¡El discípulo es como el Maestro!
– ¡Horror!
– ¡Vámonos de esta cloaca impura!
– ¡Corruptor de Israel!
– El Sanedrín tendrá presentes tus palabras…
Esto es demasiado para Lázaro y grita:
– Y Roma vuestros complots… ¡Largaos de aquí!
El siempre bueno Lázaro se comporta como un hijo de Teófilo y los arroja como si fueran una jauría de perros rabiosos.
Después despide a la gente que se va de mala gana, pues insisten en ver a Jesús.
Los siervos cierran el cancel…
Lázaro está por retirarse, cuando ve que salen de un matorral de mirtos, el escriba Eleazar y el sacerdote Juan…
Que le ruegan:
– No nos eches fuera.
– Nos metimos entre tus plantas para que no nos vieran. Debemos hablar con el Maestro.
– Hemos venido porque sospechan menos de nosotros, que de José y Nicodemo.
– No quisiéramos que nadie nos viera aparte de ti y del Maestro.
Lázaro los invita:
– Venid.
Los lleva a través del jardín hasta una doble barrera de bojes y de laureles.
– Quedaos aquí. Os traeré a Jesús.
El sacerdote Juan suplica:
– Que nadie se dé cuenta.
– No tengáis miedo.
Muy poco tiempo tienen que esperar.
Por la vereda semioscura a causa de las ramas entrelazadas, aparece Jesús con su vestido blanco de lino.
Lázaro también se acerca mientras Jesús saluda a los dos que ante Él se inclinan profundamente.
El sacerdote Juan dice:
– Maestro y tú Lázaro, escuchad. En cuanto se supo que estás aquí, el Sanedrín se reunió en la casa de Caifás. Todo lo que hace es ilegal… ¡No te hagas ilusiones, Maestro!
¡Sé prudente Lázaro!… No os engañe la calma fingida. La aparente somnolencia del Sanedrín. Es algo preparado, Maestro.
Fingen para atraerte y aprehenderte sin que la multitud se agite y se prepare para defenderte. Tu suerte está sellada y no cambiará.
Si es mañana o dentro de un año, el decreto se llevará a cabo. El Sanedrín nunca olvida sus venganzas. Sabe esperar la ocasión propicia y dar el golpe…
Eleazar agrega:
– También a ti Lázaro, quieren quitarte de en medio. Aprehenderte, suprimirte. Porque por tu causa, muchos los abandonan para seguir al Maestro. Tú has dicho con palabras muy exactas, que eres el testimonio de su poder.
Y quieren destruirlo. Ellos saben que las multitudes pronto olvidan. Y dicen que desaparecidos tú y el Rabí, muchos entusiasmos se apagarán…
Jesús exclama:
– ¡No, Eleazar! ¡Echarán llamas!
Juan dice:
– ¡Oh, Maestro! ¿Qué pasará si mueres? ¿Qué es lo que hará que nuestra Fe en Ti arda en llamas? Y aun cuando así fuera, ¿Qué será de nosotros si Tú estás muerto?
Eleazar dice:
– Por favor cuídate. Debemos irnos, Maestro. Ya cumplimos con venir a avisarte. La paz sea contigo.
Jesús los despide:
– Gracias por haber venido. Que nadie os vea. La paz sea con vosotros…
Los dos sinedristas se van.
Y Jesús y Lázaro entran en la casa.
En un resplandecer de blancura y de plata en que ponen una nota menos nívea, los manojos de ramitos de manzano, peral, durazno y de otros árboles frutales que hay en los jarrones.
Y cuyas flores blancas, con un ligero tinte de rosa, derraman su perfume de frescura primaveral.
Sobre las mesas hay una vajilla preciosa: jarras de diferentes tamaños, ensaladeras y salseras, que hacen juego con las copas de plata cincelada.
Hay un aire festivo en la sala del banquete, que ha sido preparada con exquisito cuidado.
Cuando llega el crepúsculo, un último rayo de sol ilumina las palmeras que están afuera y la de un gigantesco laurel, en el que los pajarillos hacen mucha bulla, antes de dormir.
En la sala adyacente, Lázaro muestra a Jesús los rollos nuevos que ha adquirido recientemente.
Jesús comenta con Lázaro, el contenido de esas obras y explica los errores doctrinales que contienen y la diferencia con las verdades fundamentales que Lázaro, rico y culto, ha querido conocer.
Luego los dos pasan a la sala blanca, donde se lleva a cabo la cena, seguidos por los apóstoles. Los últimos en entrar son las hermanas de Lázaro y Maximino.
Jesús se sienta sonriente en su lugar junto a Lázaro y mira a Juan que está en un ángulo de la mesa, que tiene forma de “U”.
A su lado se sienta Lázaro y a su izquierda, su primo Santiago. Tadeo está en el otro ángulo, en donde empieza la mesa larga.
Martha y María, ofrecen las palanganas para la ablución y las toallas.
Luego María hecha vino en las copas y Martha coloca las fuentes llenas de alimentos, conforme los siervos los van trayendo de la cocina; en un ir y venir de exquisitas y variadas viandas.
Las dos hermanas atienden personalmente a todos los comensales, especialmente a los seres más queridos: Jesús y Lázaro.
Pedro, que ha estado comiendo con mucho gusto, observa:
– ¡Ah! ¡Ahora me doy cuenta! Todos los platillos son como si estuviéramos en Galilea. Esto parece un banquete de nupcias. Pero aquí no falta el vino, como faltó en Caná.
María sonríe y no dice nada.
Lázaro explica:
– Fue idea de mis hermanas, sobretodo de María: el presentar una cena en la que el Maestro tuviera la impresión de estar en Galilea.
Después, cuando la cena casi concluye y están en la sobremesa, entretenidos con la conversación, Magdalena sale y Martha pone sobre la mesa, bandejas con flores de higuera y hermosas y suculentas frutas.
Lázaro dice:
– Comed de las últimas frutas de los naranjales libios y los primeros melones de Egipto, cultivados en los solares. Éstas son almendras de nuestra patria. Martha, ¿Y el niño?
Martha contesta:
– Está bien. Noemí lo está cuidando.
Jesús se llena de emoción al recordar Egipto:
– Teníamos algunas plantas en el huerto. Cuando hacía mucho calor, metíamos los melones en el pozo del vecino, que era profundo y frío.
Y era una delicia comerlos por la noche. Todavía recuerdo…
Yo tenía una cabra golosa a la que había que cuidar bien, porque se despachaba plantas y frutas tiernas. -Jesús ha dicho estas palabras con la cabeza un poco inclinada.
La levanta y mira las palmeras que se mueven al suave contacto del viento nocturno y agrega- Cuando veo esas palmeras…
Siempre que veo palmeras, me acuerdo de Egipto. De su tierra amarillenta y arenosa, que con el viento se levanta tan fácilmente. Y de sus pirámides que parecían moverse, en medio del aire enrarecido.
Los altos troncos de las palmeras. La casa donde… pero es inútil hablar de esto. A cada hora su preocupación y con ella su alegría…
Vuelve entrar María Magdalena. Trae una jarra de cuello delgado, que termina en un hermoso pico. Es de alabastro de color amarillo rojizo, como la piel de algunas personas rubias.
Los apóstoles la miran creyendo que trae algún raro manjar.
María pasa detrás de los lechos y llega hasta donde están Jesús y Lázaro.
Destapa la jarra y deja caer algunas gotas sobre su mano, de un líquido que apenas si sale. Un perfume intenso y riquísimo, se esparce por todo el salón.
María no se contenta con lo poco que sale. Se inclina y rompe de un golpe el cuello de la jarra, contra la saliente del lecho de Jesús. Cae al suelo, esparciendo sobre los mármoles gotas perfumadas.
Ahora sí sale bastante.
María se llena la mano y hecha sobre la cabeza de Jesús, el denso bálsamo. Lo extiende con las peinetas que se ha quitado y unge toda su cabellera.
Le acomoda los rizos que toma, mechón por mechón; entre sus dedos. Parece una mamá que peina a su niño. Queda bastante perfume en la jarra.
La cabellera de Jesús ha quedado empapada. Su cabeza rubio rojizo, brilla como si fuera oro bruñido. La luz de la araña que los siervos prendieron, se refleja cómo sobre un casco de bronce pulido. El perfume es embriagador y muy intenso.
Cuando termina, María besa suavemente la cabeza de Jesús. Y después le toma las manos, las embalsama y se las besa.
Entonces, María repite lo que llevada por el amor hiciera en aquel lejano atardecer. Se arrodilla a los pies del lecho, desata las correas de las sandalias de Jesús y se las quita.
Metiendo sus dedos dentro de la jarra, saca el perfume y lo extiende con cuidado sobre los pies desnudos; dedo por dedo, en la planta, en el calcañal, el tobillo y finalmente, sobre el empeine que descubre haciendo a un lado el vestido de lino, hasta que se acaba el bálsamo.
Rompe entonces la jarra y hecha el último resto de bálsamo, sobre los pies de Jesús…
Cuando termina, María besa suavemente la cabeza de Jesús. Y después le toma las manos, las embalsama y se las besa.
Entonces, María repite lo que llevada por el amor hiciera en aquel lejano atardecer. Se arrodilla a los pies del lecho, desata las correas de las sandalias de Jesús y se las quita.
Metiendo sus dedos dentro de la jarra, saca el perfume y lo extiende con cuidado sobre los pies desnudos; dedo por dedo, en la planta, en el calcañal, el tobillo…
Y finalmente, sobre el empeine que descubre haciendo a un lado el vestido de lino, hasta que se acaba el bálsamo. Rompe entonces la jarra y hecha el último resto de bálsamo, sobre los pies de Jesús…
Judas, que hasta ahora había estado silencioso, contemplando con lujuria a la hermosísima mujer y envidioso del Maestro, a quién ungía en la cabeza y en los pies…
Explota su malhumor; pues si los otros habían mostrado un cierto descontento, pero sin mayores consecuencias…
Él, que se había puesto de pie para ver mejor la unción de los pies…
Judas levanta su voz grave en clamorosa protesta:
– ¡Qué estulticia! ¡Basta ser mujer, para ser necia! ¡Qué derroche inútil y pagano! ¿Para qué tanto desperdicio? El Maestro no es un publicano, ni una meretriz para recibir estos afeminamientos. Es una deshonra para Él.
¿Qué dirán los judíos al sentirlo perfumado como un efebo? ¡Y luego no se quiere que los jefes del Sanedrín, nos critiquen de pecado!…
Esas acciones son propias de una cortesana lasciva, ¡Y no hablan bien de ti; pues demasiado recuerdan tu pasado!
El insulto es tal, que todos se quedan asombrados y miran a Judas como si de repente se hubiera vuelto loco.
Martha se pone colorada.
Lázaro, aprieta los puños y los labios.
María Magdalena, está como si estuviese sorda…
Y continúa secando los pies de Jesús, con la punta de su cabellera suelta, que con el ungüento se ha vuelto más pesada y oscura, que en la parte superior.
Los pies de Jesús están lisos y suaves, como si se hubieran cubierto de una nueva piel y María le pone nuevamente las sandalias.
Le besa los pies, indiferente a todo lo que no sea su amor por Jesús.
Mientras tanto, Judas dice retador:
– ¿Me miráis? Todos habéis murmurado en vuestro corazón. Ahora, porque me convertí en eco vuestro y he dicho claramente lo que pensabais; no me dais la razón. Repito lo que he dicho.
No quiero afirmar que María sea la amante del Maestro; pero sí digo que ciertos actos no son apropiados ni a Él, ni a ella.Es una acción imprudente e injusta. ¿Para qué este desperdicio?
Si ella quería borrar los recuerdos de su pasado, podía haberme dado esa jarra y el ungüento… ¡Por lo menos era una libra de nardo puro! Y de gran valor.
Lo habría vendido al menos por trescientos denarios, qué es lo que vale un nardo de tal calidad, para dar el dinero a los pobres que nos asedian. Nunca faltan y mañana encontraremos muchos en Jerusalén.
Maestro, me asombra que Tú permitas de una mujer, tales estupideces. Si tiene riquezas para derrochar; que nos las dé para repartirlas y sería más juiciosa.
Mujer, a ti te lo digo: suspende lo que estás haciendo, pues me parece asqueroso…
María lo mira ruborizada y con reproche. Y está por obedecer…
Pero Jesús le pone la mano sobre la cabeza, que ella ha inclinado para besarle los pies.
Y después hace descender aquella mano sobre su espalda, atrayéndola levemente hacia Sí, como para defenderla mientras…
Jesús dice:
– Déjala en paz. ¿Por qué la reprendes y la molestas? Nadie debe reprobar una obra buena y llenarla del fango que únicamente la malicia enseña.
No sabéis lo que ha hecho. María ha realizado en Mí, una acción de deber y de amor.
Siempre habrá pobres entre vosotros. Ya estoy para irme…
A ellos les podéis continuar haciendo el bien. A Mí, el Hijo del Hombre entre los hombres; no será posible tributarle ninguna honra, porque así lo quieren y porque le ha llegado su Hora.
El Amor ha sido para María, Luz. Presiente que voy a morir y ha anticipado el homenaje a mi Cuerpo Sacrificado por todos vosotros.
Me ha ungido para la sepultura, porque entonces no podrá hacerlo y le dolerá demasiado el no haberme podido embalsamar.
En verdad les digo que hasta el fin del Mundo y en todos los lugares donde será predicado el Evangelio, se recordará este acto profético.
Y de lo que ella ha hecho, tomarán lecciones las almas para darme su amor, bálsamo amado por Cristo.
Y serán heroicos en el sacrificio, pensando que cada sacrificio es embalsamamiento del Rey de reyes… Del Ungido de Dios del Cual la Gracia desciende como este nardo desde mis cabellos, para fecundar el amor en los corazones…
En los cuales el amor asciende en un continuo y abundante reflujo de amor, de mí a las almas mías y de ellas hacia Mí.
Sí. En todo el mundo y durante todos los siglos, quiera Dios hacer de cada hijo suyo otra María, que no se pone a calcular en precios, que no fomenta ningún apego; que no guarda ningún recuerdo, aún el más mínimo del pasado...
Sino que destruye y aplasta, todo lo carnal y mundano. Y se rompe y se esparce, como hizo con el alabastro y con el nardo, por amor a su Señor.
Judas, imita si puedes…
Respétate también a ti mismo. Porque la deshonra no existe aceptando un puro amor con amor puro; sino nutriendo la envidia y el odio, haciendo insinuaciones bajo el impulso de los sentidos…
Ya son tres años, Judas; que te amaestro y todavía no te he podido cambiar. Y la Hora se acerca. Judas… Judas…
María, gracias. Persevera en tu amor. No llores, María, te repito:
“Todo ha sido perdonado, porque has sabido amar totalmente” Has elegido la mejor parte y no se te quitará. Quédate en paz, mi hermosa oveja a quién encontré nuevamente.
Quédate en paz. Que los pastizales del amor, sean en la Eternidad tu alimento.
Levántate. Besa también mis manos que te absolvieron y has bendecido…
¡A cuántos han absuelto, bendecido, curado, hecho bien!
Y sin embargo yo os aseguro que el pueblo, a quien han hecho tantos bienes, está preparándose para torturarlas…
Un silencio pesado se cierne sobre el aire impregnado del fuerte perfume.
Nadie tiene ganas de seguir comiendo…
Las palabras de Jesús los dejan a todos reflexionando.
El primero que se levanta es Judas Tadeo. Pide permiso para retirarse. Santiago su hermano lo sigue y luego Andrés y Juan.
Judas de Keriot pasa por delante de las mesas y se dispone para salir.
La mirada de Jesús sobre el apóstol traidor es indescriptible. Una mirada de llamada, de dolor infinito…
Pero Judas no la acepta.
Entonces Jesús le pregunta:
– ¿A dónde vas?
Judas responde evasivo:
– Afuera…
– ¿Fuera de la habitación o fuera de la casa?
– A caminar un poco.
– No vayas, Judas. Quédate con nosotros…
– Ya se fueron los demás, ¿Por qué yo no puedo salir?
– Tú no vas a descansar como ellos…
Judas no responde y obstinado sale.
Nadie habla.
Pedro, Simón, Mateo y Bartolomé, se miran entre sí.
Jesús se levanta y a través de la ventana lo ve salir de la casa, con el manto puesto y lo llama con voz fuerte:
– ¡Judas, espérame! ¡Debo decirte una cosa!
Y sale detrás de Judas, que sigue caminando pero más despacio. Lo alcanza cerca de la valla del jardín.
Jesús toma a Judas del antebrazo y lo lleva hacia un bosquecillo que tiene plantas llenas de flores.
Jesús dice:
– ¿A dónde vas Judas? Te ruego que te quedes aquí.
Judas responde:
– Tú qué sabes todo, ¿Para qué me lo preguntas? ¿Qué necesidad tienes de preguntar, Tú que lees en el corazón de los hombres? Sabes qué voy a ver a mis amigos. No me das permiso de ir con ellos… Ellos me buscan. Voy.
– ¡Tus amigos! ¡Tú ruina querrás decir! A ella vas. ¡A tus verdaderos asesinos, vas! ¡No vayas, Judas! ¡No vayas! Vas a cometer un crimen. Tú…
– ¡Ah, tienes miedo! ¡Finalmente lo tienes! ¡Finalmente sientes que eres humano! ¡Qué eres un hombre! ¡No más que eso!…
Porque solamente el hombre tiene miedo de la muerte. Dios no, porque sabe que no puede morir. Si te sintieses Dios, sabrías que no puedes morir y no deberías tener miedo.
Porque Tú, ahora que sientes próxima la muerte; la temes como cualquier mortal y buscas evitarla por todos los medios. Y en todas las cosas ves un peligro.
¿Dónde está tu antigua audacia? ¿Dónde tus protestas de estar contento? ¿De estar sediento por realizar el sacrificio?
¡No hay ni un eco de ellos en tu corazón! Creías que nunca llegaría esta hora y por eso te hacías el fuerte, el generoso, decías cosas pomposas.
¡No eres menos que los que tachas de hipócritas!
¡Nos deslumbraste y nos has desilusionado! ¡A nosotros que por Ti dejamos todas las cosas! ¡A nosotros que por tu causa seremos objeto de odio! ¡Tú eres la causa de nuestra ruina!
– ¡Basta! ¡Ve! ¡Ve! No han pasado muchas horas desde que tú me dijiste: “Ayúdame a quedarme. ¡Defiéndeme!” Lo he hecho y ¿De qué ha servido?
Dime una sola cosa; pero antes de decírmela, reflexiona bien…
¿Realmente quieres ir con tus amigos? ¿Los prefieres a Mí? ¿Es ésta tu voluntad?
Judas lo mira desafiante:
– Sí. Lo es. No tengo necesidad de reflexionar, porque desde hace tiempo no tengo más que ésta voluntad.
– Entonces vete. Dios no hace fuerza a la voluntad el hombre.
Jesús le vuelve la espalda y regresa despacio hacia la casa.
Siente la mirada de Lázaro que lo ve desde la misma ventana, donde momentos antes El mirara salir a Judas.
Y el pálido rostro de Jesús, se esfuerza por sonreír al amigo fiel…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
Hijitos Míos, hoy os quiero hablar de la Gracia tan grande que debéis pedir y que para ella vinisteis a la Tierra a servirMe y es la Gracia de llegar a ser otros Cristos.
Esta Gracia es la sublimación de cada alma que baja a la Tierra, es la misión y la vida, por excelencia, que debe tener cada alma, porque así se vive en el Cielo y Mi Reino Celestial se debe de vivir en la misma forma,
transmitiendo a Mi Hijo en cualquiera de Sus facetas o virtudes, viviendo, realmente, el Amor Celestial como El se los manifestó en todas Sus Obras.
La Vida de Mi Hijo se debe manifestar en cada una de las almas que bajan a la Tierra.
Cada alma baja impregnada de Mi Amor, amor que se debe ir desarrollando, primero, con la ayuda y guía de los padres que os ha tocado tener
Y posteriormente, con la ayuda interna que cada uno de vosotros deberá escuchar en su interior,
Para que sea Mi Santo Espíritu el que os lleve a crecer y consumar el amor infinito que Yo puse en cada uno de vosotros para el crecimiento y redención del género humano.
Yo os conozco perfectamente a cada uno de vosotros. Yo os guío a cada uno de vosotros en forma particular.
Ninguno es igual a otro y todos necesitáis unos de otros para vuestro buen desarrollo y desenvolvimiento humano y espiritual.
Yo os creé limitado manteniendo esas necesidades en vosotros y en vuestro prójimo, para que así vivierais en santa humildad,
apreciando con ella que sin la ayuda de vuestros hermanos, no podríais subsistir, ni humanamente ni espiritualmente, por las enseñanzas que transmito a algunos de vosotros.
He puesto Mi Conocimiento parcialmente en cada uno de vosotros para que, con necesidad humilde os acercarais los unos a los otros,
Pero en vez de aceptar con humildad vuestras limitaciones y así pedirlas, os ensoberbecéis con lo que tenéis, que es ilimitado y no permitís que aflore de cada uno de vosotros vuestra humildad
Y preferís comprar y a veces con altanería y desprecio, los bienes que vuestro prójimo os puede dar para completar lo que necesitáis.
Sólo Mi Hijo ha bajado sin tener la limitación de las Gracias Divinas y teniéndolas todas,
las puso a vuestra disposición para que de ellas os sirvierais para vuestro crecimiento espiritual, para vuestro crecimiento en el Amor.
Se quiso humillar haciéndose pequeño y pobre y así enseñaros que hasta El mismo necesitaba de Su prójimo para subsistir humanamente.
Aceptó la ayuda de ricos y pobres y así también, de los desprecios de ricos y pobres.
Tuvo que trabajar de carpintero, para que con Su trabajo ayudara a otros y con la remuneración de Su trabajo ayudara a Su Familia para la subsistencia diaria.
Quiso aceptar todos los acontecimientos que a diario se Le presentaron y que ahora se os presentan a cada uno de vosotros, tanto humanos como espirituales.
Quiso tomar una a una todas las situaciones de la vida para así irlas purificando, santificando y que ellas así se volvieran ocasiones de vida,
de crecimiento espiritual, de ocasión de sacrificio y para intercesión por todas las almas y de todos los tiempos.
Os quiso dar ejemplo de aceptación a Mi Voluntad al permanecer oculto, llevando vida normal como de cualquier ciudadano,
Vida “aparentemente” sin importancia, haciendo cosas normales “sin importancia” para la sociedad
Pero fue una Vida Oculta obediente y vasta para la salvación de todos vosotros, porque El permanecía en Mi en todo momento.
Quiso pasar desapercibido 30 años, como muchos de vosotros pasáis, quizá, toda vuestra vida, bien desapercibidos para el mundo,
pero viviendo profundamente para Mi, haciendo Mi Voluntad.
Quiso santificar cada trabajo, cada vida, ordinaria o importante, cada momento.
En Su Vida Pública trató a gente de todos niveles sociales y económicos y se hizo uno en cada uno de ellos, menos en los soberbios y en el pecado,
pero sí comprendiendo a los pecadores y ayudándolos a salir del abismo, a veces tan profundo en el cuál habían caído por su pecado,
que los mismos conciudadanos deploraban y castigaban, a veces, hasta mortalmente los que así procedían, como en el caso de la mujer adúltera que iba a ser lapidada.
Mi Hijo bajó a llevar salvación en la caridad y en la comprensión por conocer vuestra pequeñez y vuestra debilidad.
Os mostró cómo El mismo fue tentado por el Maligno y le hizo saber como Su tarea en la tierra dependía de Mi, Su Padre,
y de ésta forma tomaba fuerza extraordinaria para vencerlo fácilmente en todas las ocasiones en las que se le presentó.
Cuando arrojaba a los demonios, éstos Lo ponían en evidencia ante el pueblo dándoles a conocer que El era el Mesías, el Hijo de Dios Altísimo y El en lugar de envanecerse, los hacía callar.
La Humildad ante todo, Mi Hijo, Dios en Mi Mismo, el Humilde por excelencia, el Verbo hecho carne, el Amor vivo entre vosotros.
El os enseñó, a través de la vida con Sus discípulos, Mis necesidades de salvación, viviendo y enseñando Mi Sabiduría
y a la vez acompañada con prodigios grandísimos venciendo, hasta lo humanamente imposible, la muerte.
El os enseñó que viviendo Su Vida, Sus enseñanzas, siempre viéndoMe a Mi primero y a Mi Voluntad, podrían lograr todo.
Así se lo confió a Sus discípulos y les dijo: “Id y predicad a todas las naciones y aquellos que Me sigan podrán hacer las mismas cosas que Me han visto hacer y las harán aún mayores.
Este es un privilegio que Mi Hijo os ha dejado y es para todos aquellos que realmente quieran seguir la Vida Divina de Mi Ser Infinito.
Vosotros conocéis la vida de los discípulos cuando, bajando el Espíritu Santo en Pentecostés, los confirma como los verdaderos seguidores de Su Palabra y de Sus Obras.
Vosotros conocéis la predicación de cada uno de ellos y los prodigios que realizaban porque se volvieron otros Cristos.
Vosotros conocéis la vida de los santos de vuestra historia que, sin llegar muchos de ellos a tener una vida de tanto trabajo y tanta donación como la tuvo Mi Hijo y luego Sus discípulos,
han podido también hacer prodigios grandísimos gracias al volverse otros Cristos en alguna de Sus Virtudes.
Vosotros, Mis hijitos, sois limitados, no podéis tener todas las virtudes de Mi Hijo, pero cada uno de vosotros debe desarrollar la que Mi Santo Espíritu os ha otorgado,
haciéndola crecer en humildad, en el servicio desinteresado para con vuestros hermanos, pero interesado en hacer Mi Voluntad.
Esa virtud o virtudes os llevarán a vuestra santificación y ayudaréis a la santificación de muchos de los vuestros al lograr, como muchos lo han logrado,
hacer de la virtud ó el don que poseen, por Mi Gracia, actos heroicos de amor.
Es una misión sublime a la que todos vosotros estáis llamados y que para ello bajasteis a servirMe, la de ser otros Cristos
y poner todos vuestros dones y virtudes al servicio Mío y al de vuestros hermanos, para su salvación eterna.
No bajasteis para hacer vida en lo material efímero y egoísta, sino en los bienes espirituales, que os darán vida eterna y amor infinito por parte de vuestro Dios.
Podéis ser ama de casa ó renombrado cirujano, podéis ser uno de Mis hijos que limpia vuestras calles o encumbrado magnate, etc.
ninguno de vosotros está completo en dones ni en virtudes, porque así lo he querido, para que os deis cuenta de que todos necesitáis de todos
y todos necesitáis de Mi.
NO lo he hecho por egoísmo, lo he hecho para bien vuestro, para que al daros cuenta de vuestras limitaciones,
os cuidarais los unos a los otros, creciendo en amor y en servicio mutuo y para el buen desarrollo de vuestro Mundo.
Entended hijitos Míos, que hasta que no os deis perfecta cuenta de que si no vivís como Mi Hijo os enseñó, hasta que no os volváis otros Cristos según los dones obtenidos en cada uno de vosotros,
MI Reino no se podrá dar sobre la Tierra.
Vosotros deberéis daros cuenta de que debéis cambiar personalmente, aceptando vuestras limitaciones con humildad;
al veros limitados y humildes Me pediréis que Yo venga a vivir libremente en vosotros y así es como se dará el cambio favorable,
cambio que ya muchos ansían y así terminar con la maldad que ahora cubre a vuestro mundo.
Dejad que la luz, Mi Luz, que habita en vosotros, aflore y empiece a encender corazones.
Que vuestro trato de amor hacia los demás deje vivir a Mi Hijo en vuestros actos diarios y por consiguiente, se empiece a destruir el odio y la maldad que ahora vive entre vosotros.
Dad luz de amor, Mi Presencia Viva en vosotros, a vuestros semejantes
Y AYUDADME A HACER NACER NUEVOS CRISTOS,
Después de permitir que en vosotros sea El el que os habite.
TraedMe almas, levantad pecadores con vuestra comprensión y ayuda espiritual, como Mi Hijo lo hacía.
Preparad Mi Reino entre vosotros apartando miedos y egoísmo personal.
¿Acaso le teméis a la luz del día? ¿Acaso le teméis al Amor sincero y verdadero?
¿Acaso no queréis caminar por vuestras calles con confianza y alegría al existir paz y amor entre vuestros semejantes?
¿Acaso no queréis tener trato directo con vuestro Dios y Señor?
¿Acaso no queréis vivir vida de amor fraternal desinteresado en bienes materiales e interesado en el crecimiento de las potencialidades espirituales que Yo os dí?
“Vosotros podréis lograr todo lo que Me visteis hacer y lo haréis mayor cuando, por fin, queráis venir en pos de Mi”,
Os dijo Mi Hijo Jesucristo y lo respaldo Yo, Su Padre y Dios vuestro.
Haced la prueba y Me veréis en los resultados.
Actuad con amor verdadero y desinteresado para con vuestra persona, sólo viéndome a Mi y a los intereses de superación espiritual que deis a vuestros hermanos y os aseguro que podréis lograr todo.
Yo os bendigo en Mi Santísimo Nombre, en el del Amor Redentor de Mi Hijo y en el del Amor y Vivificador de Mi Santo Espíritu.
Acudid a la guía materna de vuestra Madre Santísima para que os lleve a alcanzar la plenitud del Amor y de Mi Hijo Amado.
Y PARA QUE ENTENDÁIS PLENAMENTE ESTA ENSEÑANZA.
Mirad cómo la aprendieron los primeros cristianos, con Mi Sabiduría que mi Apóstol Pablo PREDICÁBAMOS,al ser Portador de Mi Presencia y un dócil Instrumento,
ASÍ INSTRUÍMOS a los romanos que serían mis testigos, en el Coliseum convertido por Satanás en el que sería el más portentoso Altar, para el sacrificio de mis preciosas Almas Víctimas…
En la Iglesia de la santa Cruz, que es el salón porticado en el jardín de la Puerta del Cielo,
Pablo de Tarso está hablando a una multitud de cristianos, de todas las edades:
“Así pues hermanos míos, os ruego encarecidamente por la misericordia que Dios les ha manifestado, los exhorto a que se ofrezcan ustedes mismos como una ofrenda viva.
OFRECED VUESTROS CUERPOS COMO UNA OSTIA O VÍCTIMA VIVA,
SANTA Y AGRADABLE A DIOS.
PORQUE EN ESTO CONSISTE EL VERDADERO CULTO.
No se dejen transformar por los criterios de este mundo, sino más bien renovad vuestros espíritus y dejen que una nueva manera de pensar los transforme internamente,
Para que sepan distinguir cual es la Voluntad de Dios a fin de acertar que es lo bueno, lo más agradable, lo perfecto, que Dios quiere de vosotros.
SACRIFICIO VIVIENTE = CULTO VERDADERO
Los sacrificios eran la base y la forma de la religión antigua. Todo se impetraba y todo se expiaba mediante sacrificios.
Con el sacrificio se intentaba honrar a Dios o aplacarlo, agradecerle por una victoria o sanación.Era la época del sacrificio material, porque no había otro rito, ni otro modo manifiesto, para honrar al eterno y conseguir su ayuda.
La Ley de los libros mosaicos, dice como las hostias de los sacrificios y las oblaciones de flor de harina, aceite, incienso, deben tener sal, pero no levadura, ni miel.
Y deben ser tostadas y trituradas, antes de ser ofrecidas y siempre rociadas de aceite unidas al incienso.
La Ley también dice que de aquellos que pertenecían a la estirpe de Aarón, la estirpe sacerdotal;
estaban excluidos del sacerdocio, los que tenían cualquier defecto físico o enfermedad incurable.
Cuerpo perfecto de construcción y de salud, debía ser el oficiante delante del Creador del hombre.
El Altísimo que había dado al hombre perfección de miembros, de sentidos, de sentimientos
Y para el Cual, el ver la enfermedad y la deformidad que eran el testimonio de la Rebelión del Hombre y del desprecio de Satanás a la obra más preciosa para Dios y por lo mismo también eran desprecio a Dios.
La Benignidad de Dios había indicado la forma de expiar los pecados.
Todos menos uno: el Pecado Original. Éste solo podía ser lavado por una Víctima Perfecta y no existía en la Tierra.
El hombre no había sido instruido por el Verbo Encarnado y faltaba la Víctima Santa para el Sacrificio Perpetuo y Perfecto.
Sintiendo la necesidad de adorar al Dios Verdadero, le hacía oferta de los dones que Él Mismo había dado al hombre.
Recogía los animales y los frutos de la tierra y los consumía en el fuego para que realmente fueran sacrificados.
Pero ¿Eran Sacrificio Viviente?
NO.
Eran sacrificios de animales y productos vegetales.
Ya muertos los primeros y arrancados de la tierra que los nutría, los segundos.
No eran víctimas ‘vivas’ consumiéndose a sí mismas, para honrar a Dios.
Y muy relativo era el sacrificio, aunque fuesen animales de mucho valor material.
En las religiones idolátricas Satanás enseñó a los hombres a adorarlo con sacrificios humanos.
Para el Dios Verdadero se le daba honor y reparación, con la inmolación de los animales que substituían sobre el altar, al verdadero Culpable.
Sacrificio relativo e imperfecto.
Antes del Cristo Cordero, Inmolado para expiar las culpas humanas y aplacar la Ira Divina,
NUNCA un hombre había sido sacrificado al Dios Verdadero, para darle honor y reparación perfecta.
Para que el espíritu del hombre fuese recreado en Gracia y reintegrado a su dignidad de hijo de Dios y coheredero del Cielo,
Para que la Justicia Divina fuera aplacada y el Mal Vencido, se necesitaba una Víctima Perfecta.
UNA VÍCTIMA ÚNICA QUE SIENDO DIOS
COMO EL DIOS OFENDIDO,
PAGASE DE DIOS A DIOS, EL RESCATE DEL HOMBRE,
COMO HOMBRE SANTÍSIMO
Y EXPIASE POR EL HOMBRE PECADOR
Sólo el Hombre-Dios podía aplacar a Dios y redimir al hombre, siendo Verdadero Dios y Verdadero Hombre.
Y EL VERBO SE HIZO CARNE
Jesús se hizo Hombre y Jesús fue Inmolado.
Pero su Sacrificio no fue consumado sobre su carne muerta,
SINO EN UN CUERPO VIVO,
SOBRE EL CUAL FUERON ARROJADOS TODOS LOS TORMENTOS Y EXPIADAS TODAS LAS CULPAS,
POR LAS CUALES EL INOCENTE FUERA GRAVADO, PARA CONSUMIRLAS TODAS.
SACRIFICIO TOTAL
Del espíritu del Cristo, probado por el Abandono del Padre, para reparar la Culpa de Adán, culpable de haber abandonado a Dios y a su Ley.
Del Intelecto Perfecto del Hijo del Hombre, para redimir la soberbia de Adán.
De la Carne Inocente del Cordero de Dios, para reparar la Lujuria de Adán.
Y para que el mundo siempre pecador, tuviese siempre una víctima perfecta, adelantó la Inmolación del Cristo y Pontífice Eterno,
CONSTITUYENDO EL SACRIFICIO PERPETUO:
EL EUCARÍSTICO
En el cual está todavía y siempre, Cristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
Y es consumado y ofrecido en todos los altares de la Tierra…
SACRIFICIO PERPETUO Y SACRIFICIO VIVIENTE
El Nuevo Sacrificio de la Religión Perfecta.
Pero al sacrificio viviente que se consuma sobre los altares, el hombre debe unir su propio e individual sacrificio.
Sacrificio que incluye la parte carnal, moral y espiritual.
Enfermedades, pobreza, trabajo extenuante, por la parte material.
Injusticias, calumnias, incomprensiones, por la parte moral.
Persecuciones por parte de los hombres o abandono de Dios para probar la fidelidad de su siervo, por la parte espiritual.
Y todavía más: fidelidad a la Ley conservando castos, justos y amorosos, los cuerpos, los pensamientos, los sentimientos y los espíritus.
PORQUE ESTO,
MÁS QUE LOS RITOS EXTERIORES,
ES LO QUE CONSTITUYE EL VERDADERO CULTO A DIOS
No la forma solamente, sino la sustancia del Culto a Dios.
Y la sustancia es dada del renovarse.
La sustancia del culto a Dios es dada por un continuo, fatigoso y a veces muy doloroso ascenso hacia la perfección,
para hacer la voluntad de Dios y poder llegar a ser santos y subir a la morada del Padre en la Eternidad.
Esta renovación, esta transformación, este ascenso a la Perfección, se hace con la voluntad humana unida al Espíritu del Hijo, dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo,
de tal forma que con todos sus dones activos, se va haciendo todo lo que Dios propone hacer, en el modo como Dios lo propone, en la medida en que Dios lo señala.
Un continuo renovarse, espiritual y moralmente, para hacerse una humanidad nueva, alcanzando la Fusión Total con Dios, hasta poder decir:
“A FIN DE VIVIR PARA DIOS, ESTOY CRUCIFICADO CON CRISTO.
Y AHORA NO VIVO YO, SINO QUE ES CRISTO QUIEN VIVE EN MÍ.”
La Palabra de Dios es levadura que hace fermentar la harina pura, la Harina de Hostias, para que esa harina con su perfección, sea levadura en la Gran Masa.
Cuando el ama de casa quiere hacer su pan, no toma la harina impura llena de salvado.
Sino toma la harina más pura, la baña de agua y la pone a fermentar para que la levadura la levante y la convierta en un delicioso pan.
Es necesario que las Hostias, en un espiritual Sacrificio,
VENGAN Y SE PONGAN A SÍ MISMAS
“CRUCIFICAME SEÑOR MIO Y DIOS MIO, PORQUE TE ADORO SOBRE TODAS LAS COSAS…”
SOBRE EL ALTAR DEL SACRIFICIO
Dios les pide expiación, reparación, perfección de Caridad, a las víctimas que son las columnas de la Iglesia que sostienen el Templo de Dios
Y que son las estrellas que señalan el Camino que termina en el Corazón de Cristo.
Soldados del Dios Verdadero. Atletas de la Religión Santa.
Sacerdotes y víctimas del tiempo nuevo, que deben salarse con la sal de la voluntad heroica, la cual tuesta y cauteriza, pero fortifica las partes débiles.
ELLAS DEBEN TOSTARSE Y TRITURARSE
EN EL FUEGO DE LA CARIDAD
Y EN LA MUELA DE LA MORTIFICACIÓN,
PARA CONVERTIRSE EN HARINA DE HOSTIAS.
‘Flor de Harina’ rociándose con la santa unción de las virtudes y olorosas por el abundante incienso de la Adoración,
Ofreciéndose, inmolándose, diciendo las perpetuas palabras de Cristo:
“Aquí estoy Padre, para hacer tu Voluntad y no la mía.”
La infamia de la Tierra es tanta, que sube con fuerza sacrílega hasta los Cielos con la fetidez del Infierno.
Hay que purificar la Inmensa Catedral del Creador, para que Dios pueda todavía mirarla con Piedad que salva.
Y es una bendición ser elegidos.
Es un privilegio de Dios, esta función de
Hostias, ‘Redentores’, Continuadores, Completadores de la Pasión de Cristo.
Porque: LAS ALMAS-HOSTIAS-VICTIMAS,
VIVEN LA CRUCIFIXIÓN TOTAL.
El alma que se ofrece a sí misma en una oblación perfecta y crucifica su voluntad, para hacer exclusivamente la Voluntad de Dios.
Y decide amar lo que Dios Ama y hacer lo que Dios hizo:
VIVIR MURIENDO Y MORIR AMANDO
Obedeciendo con una obediencia perfecta.
IMITANDO A JESÚS EN TODO.
Él Mismo personalmente, enseña a caminar paso a paso, siguiendo sus huellas ensangrentadas, por el Camino de la Cruz…
LA CRUCIFIXIÓN MORAL.
ES PRECISO MATAR EL ‘YO’ Y RENUNCIAR A TODO.
Se crucifican los afectos, aún los más legítimos y se abraza totalmente ‘la locura de la Cruz’.
Se mata el respeto humano aceptando el desprecio del mundo.
Y deja de interesar la etiqueta que con burlas y escarnios, se debe soportar: ‘locos y endemoniados’.
Lo único que importa es lo que se es a los ojos de Dios.
Y Él es el que, al cáliz de la amargura que el mundo hace tan cruel, le infunde su divina dulzura.
Recordar al Maestro al que juzgaron igual, es el pensamiento que fortalece y ayuda.
El alma se vuelve profeta y apóstol y corre la misma suerte.
El amor por su Dios le aporta:
la PERSECUCIÓN.
LA CRUCIFIXIÓN FÍSICA
En enfermedades permitidas por Dios, el cuerpo se destruye en lenta agonía que sirve para expiación y redención.
Se crucifica la carne con todas sus apetencias y naturales inclinaciones.
Se doblegan todos los instintos en una sumisión absoluta al espíritu.
Con la ayuda de Jesús, que vive en el interior, el alma logra el total dominio y se obliga a vivir los mandamientos del Evangelio.
La carne gime, pero el espíritu triunfa.
EN UNA CRUCIFIXIÓN AUTÉNTICA
EL CUERPO SUFRE LOS DOLORES FÍSICOS QUE SUFRIÓ JESÚS
En la medida en que Él Mismo con ternura paternal, va imprimiendo su semejanza en el alma que ha sellado como suya y conforme el alma lo va soportando…
Y su semejanza de ‘Redentor’ va siendo grabada con divina precisión.
Las manos y los pies duelen y los clavos se sienten; al igual que las espinas y los azotes de la flagelación.
Hay un dolor soportable, junto con un gozo muy intenso.
Cuando se ha avanzado tanto que Jesús deja que se experimente su dolorosísima agonía,
La Misericordia Divina ayuda a nuestra debilidad y
HACE QUE SEA POSIBLE AMAR EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO
SANTA RITA DE CASIA
En casos excepcionales, esta crucifixión sale al exterior y los estigmas se vuelven visibles.
Por lo general, las almas víctimas no quieren que nadie sepa su secreto
Y pasan inadvertidas en medio del mundo, llevando silenciosamente su martirio interior.
Las almas hostias mueren sobre la Cruz, con el martirio del Amor Total
A esta crucifixión completa contribuyen:
LOS HOMBRES
Que dominados por el mundo no pueden comprender al que vive estas realidades espirituales.
La incomprensión y la soledad se vuelven compañeras inseparables del alma- víctima.
Lo único que la sostiene y la compensa de todas sus amarguras:
es Dios y su amor.
SATANAS
Que en una permisión divina, fustiga con todo su odio y su furia, al que se ha convertido en su mortal enemigo.
En esta batalla, Satanás utiliza a los hombres dominados por él…
Y LOS CONVIERTE EN FLAGELOS HUMANOS
El hombre es el más cruel enemigo del hombre.
Y los primeros enemigos son los propios familiares,
LAS BATALLAS DE LAS VÍCTIMAS SE DESARROLLAN
ENTRE EL PARAÍSO Y EL INFIERNO
El alma se debate en un mar que le lleva oleadas de dolor, de amargura, de angustia, en la oscuridad y la incertidumbre.
De las que solo es rescatada, por la Infinita Bondad de Dios, que vuelve a llenarla de paz y alegría.
Con sus lágrimas y oraciones obtienen gracias de Dios y Él las conforta para que esperen más bendiciones.
Es la Hora de Satanás.
Y las víctimas llevan al culmen su sacrificio hasta el tormento de la Hora Nona.
LOS CRISTIANOS MARTIRIZADOS POR EL ESTADO ISLÁMICO…
Y si es necesario derraman también su sangre en un martirio cruento.
Y permanecen fieles en aquel océano de desolación.
Y dicen junto con Él:
¡Dios mío!… ¡Dios mío!… Llenando de plegarias el Cielo, hasta que el Padre Celestial sienta fundirse en Piedad su Indignación y su Justicia sea aplacada. Una vez más.
DIOS MISMO
Los pecadores muertos a la Gracia no son felices.
Parece que lo sean, pero no es así. Y aunque los momentos de ebriedad por los placeres, no los dejan comprender su estado;
no faltan nunca las horas en las que un reclamo de la vida, les hace sentir su condición de separados de Dios.
Y es entonces la Desolación. Aquella tortura que Dios hace gustar a sus predilectos, para que sean como su Verbo: ‘salvadores’
En la hora crucial, el tormento de los tormentos: LA AUSENCIA DE DIOS.
Dios prepara a su atleta espiritual y en cierta manera lo prueba contra Sí Mismo.
El alma prueba su fidelidad en lo que pareciera el Abandono del que es su propia vida. ¡El Abandono de Dios!
ES EL HORROR MÁS GRANDE DE LA MUERTE
Y si es horrorosa para aquellos para quienes es únicamente ‘prueba’, es demoledor para las almas víctimas, para las que se convierte en una desgarradora realidad.
Porque ellas deben abrevar este cáliz, para perpetuar la Obra Redentora y salvar a los hombres que perecen en la desesperación.
CUANDO ESTO SUCEDE,
SATANÁS ATACA CON PEOR FEROCIDAD Y ATROZ TORMENTO
El alma libra un mortal combate en el que habrá un solo vencedor.
El Espíritu Santo es la única y suficiente Fuerza que sostiene la voluntad para que sobrevenga la victoria.
Y el dolor es compensado con las gracias sobrenaturales, con las cuales Dios consuela a su amada.
El alma de las víctimas que perseveran, jamás se pierde.
Son los verdaderos adoradores en espíritu y en verdad.
Son las esposas-reinas del Esposo-Rey.
Las que conocen sus secretos y guardan una intimidad y una unión tan completa, que el Amado les imprime su Imagen en una semejanza perfecta.
Y el alma sabe que Dios está encima de ella, Invisible pero Presente.
Está protegida, por más que se crea sola, cuando le tocan las desolaciones.
El amor nunca falta sobre las agonías y los sacrificios, de quienes trabajan por la Gloria de Dios y la Redención de las almas.
EL CRISTIANO VERDADERO, SIEMPRE ES UN ALMA VICTIMA.
Todos los cristiano auténticos, son Hostias-vivientes.
Liberados de la esclavitud del pecado; sostenidos por la Gracia, ya no deben conocer la muerte del espíritu, si voluntariamente no se hacen siervos de la Culpa.
Y Dios le ha dado alas a los espíritus liberándolos de las cadenas para que volasen muy alto al encuentro de Aquel que siguieron, conquistados por Jesucristo y por su Doctrina.
Los predestinados a la Gloria son los que no permanecieron sordos a su llamada, ni se detuvieron para seguirlo.
Y con heroísmo emprendieron el camino de la perfección.
No desfallecieron o desconsolaron, ni cuando el amor de predilección del Señor, fue una secuela de pruebas y de penas.
Y no se creyeron menos amados por ello.
Al contrario, supieron convertir las aparentes derrotas, en aplastantes victorias…
Pablo calla…
Un gran silencio se extiende por todo el lugar.
Todos los cristianos meditan en sus palabras. Y se podría oír el zumbido de una mosca.
De pronto, Pablo siente un ligero tirón a su túnica por detrás y voltea.
Hay dos niños y los reconoce: son Cástulo y Fabio.
Pablo se inclina y mira de cerca la hermosa carita llena de inocencia y gravedad.
Los grandes ojos azules de uno y castaños del otro. Los cabellos rizados y oscuros.
Y la túnica blanca con una franja roja en los bordes.
Los dos niños están tomados de la mano. Tienen alrededor de seis años.
Los grandes y hermosos ojos azules de Cástulo parecen hacerse más grandes cuando miran a Pablo con mucha seriedad y con su vocecilla infantil, pregunta:
– ¿Eso que dijiste es solo para los grandes?
Pablo parece reflexionar y responde con gravedad como si estuviera con un adulto:
– No. Pero ¿Has comprendido de lo que hablé?
– Sí. –Resuena la vocecita decidida- Fabio y yo queremos ser hostias.
– Veamos… ¿Qué entendiste de lo que dije?
– Que Dios me quiere tanto, que quiso morir por mí. Y que si yo lo amo a Él, también debo morir por Él.
Que no tengo por qué preocuparme, porque Satanás estará muy enojado… Pero si me hace la guerra le va a ir muy mal, porque Dios me protegerá siempre y me va a llevar al Cielo.
– Es un compromiso muy serio. ¿Comprendes que si lo haces, Dios te lo tomará y tú deberás cumplir?
Cástulo parece elevarse y dice muy firme:
– Sí.
Fabio confirma a su vez:
– Yo quiero ser hostia.
Cástulo insiste:
– Yo amo a Jesús y quiero ser hostia. ¿Dime cómo lo hago?
– Pues, deberán decírselo a Jesús… Vamos a orar.
Y Pablo se arrodilla frente a la Cruz, junto con los dos niños que oran en voz alta…
Y cada uno hace su ofrenda viviente…
En todas las caras se dibuja una sonrisa.
Cástulo resumió en unas cuantas frases, la enseñanza de ese día.
Y todos recordaron porqué Jesús ama tanto a los niños.
Diana también recordó su propia ofrenda cuando era niña…
Con aquellos ejemplos ¿Quién puede mostrarse cobarde?
En la Iglesia de la santa Cruz, que es el salón porticado en el jardín de la Puerta del Cielo, Pablo de Tarso está hablando a una multitud de cristianos, de todas las edades:
“Así pues hermanos míos, os ruego encarecidamente por la misericordia que Dios les ha manifestado, los exhorto a que se ofrezcan ustedes mismos como una ofrenda viva. Ofreced vuestros cuerpos como una ostia o víctima viva, santa y agradable a Dios. Porque en esto consiste el Verdadero Culto.
No se dejen transformar por los criterios de este mundo, sino más bien renovad vuestros espíritus y dejen que una nueva manera de pensar los transforme internamente, para que sepan distinguir cual es la Voluntad de Dios a fin de acertar que es lo bueno, lo más agradable, lo perfecto, que Dios quiere de vosotros.
SACRIFICIO VIVIENTE = CULTO VERDADERO.
Los sacrificios eran la base y la forma de la religión antigua. Todo se impetraba y todo se expiaba mediante sacrificios. Con el sacrificio se intentaba honrar a Dios o aplacarlo, agradecerle por una victoria o sanación.
Era la época del sacrificio material, porque no había otro rito, ni otro modo manifiesto, para honrar al eterno y conseguir su ayuda.
La Ley de los libros mosaicos, dice como las hostias de los sacrificios y las oblaciones de flor de harina, aceite, incienso, deben tener sal, pero no levadura, ni miel. Y deben ser tostadas y trituradas, antes de ser ofrecidas y siempre rociadas de aceite unidas al incienso.
La Ley también dice que de aquellos que pertenecían a la estirpe de Aarón, la estirpe sacerdotal; estaban excluidos del sacerdocio, los que tenían cualquier defecto físico o enfermedad incurable.
Cuerpo perfecto de construcción y de salud, debía ser el oficiante delante del Creador del hombre.
El Altísimo que había dado al hombre perfección de miembros, de sentidos, de sentimientos y para el Cual, el ver la enfermedad y la deformidad que eran el testimonio de la Rebelión del Hombre y del desprecio de Satanás a la obra más preciosa para Dios y por lo mismo también eran desprecio a Dios.
La Benignidad de Dios había indicado la forma de expiar los pecados. Todos menos uno: el Pecado Original. Éste solo podía ser lavado por una Víctima Perfecta y no existía en la Tierra. El hombre no había sido instruido por el Verbo Encarnado y faltaba la Víctima Santa para el Sacrificio Perpetuo y Perfecto.
Sintiendo la necesidad de adorar al Dios Verdadero, le hacía oferta de los dones que Él Mismo había dado al hombre. Recogía los animales y los frutos de la tierra y los consumía en el fuego para que realmente fueran sacrificados.
Pero ¿Eran Sacrificio Viviente? NO.
Eran sacrificios de animales y productos vegetales. Ya muertos los primeros y arrancados de la tierra que los nutría, los segundos.
No eran víctimas ‘vivas’ consumiéndose a sí mismas, para honrar a Dios. Y muy relativo era el sacrificio, aunque fuesen animales de mucho valor material.
En las religiones idolátricas Satanás enseñó a los hombres a adorarlo con sacrificios humanos.
Para el Dios Verdadero se le daba honor y reparación, con la inmolación de los animales que substituían sobre el altar, al verdadero Culpable. Sacrificio relativo e imperfecto.
Antes del Cristo Cordero, Inmolado para expiar las culpas humanas y aplacar la Ira Divina, nunca un hombre había sido sacrificado al Dios Verdadero, para darle honor y reparación perfecta.
Para que el espíritu del hombre fuese recreado en Gracia y reintegrado a su dignidad de hijo de Dios y coheredero del Cielo, para que la Justicia Divina fuera aplacada y el Mal Vencido, se necesitaba una Víctima Perfecta.
Una Víctima Única que siendo Dios como el Dios Ofendido, pagase de Dios a Dios, el rescate del Hombre, como Hombre Santísimo y expiase por el hombre pecador.
Sólo el Hombre-Dios podía aplacar a Dios y redimir al hombre, siendo Verdadero Dios y Verdadero Hombre.
Y EL VERBO SE HIZO CARNE.
Jesús se hizo Hombre y Jesús fue Inmolado. Pero su sacrificio no fue consumado sobre su carne muerta, sino en un Cuerpo Vivo, sobre el cual fueron arrojados todos los tormentos y expiadas todas las culpas, por las cuales el Inocente fuera gravado, para consumirlas todas.
SACRIFICIO TOTAL.
Del espíritu del Cristo, probado por el Abandono del Padre, para reparar la Culpa de Adán, culpable de haber abandonado a Dios y a su Ley.
Del Intelecto Perfecto del Hijo del Hombre, para redimir la soberbia de Adán. De la Carne Inocente del Cordero de Dios, para reparar la Lujuria de Adán.
Y para que el mundo siempre pecador, tuviese siempre una víctima perfecta, adelantó la Inmolación del Cristo y Pontífice Eterno, constituyendo el Sacrificio Perpetuo: el Eucarístico.
En el cual está todavía y siempre, Cristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Y es consumado y ofrecido en todos los altares de la Tierra…
SACRIFICIO PERPETUO Y SACRIFICIO VIVIENTE
“Oh Jesús Sacerdote, guarda a tus sacerdotes en el recinto de tu Corazón Sacratísimo, donde nadie pueda hacerles daño alguno; guarda puros sus labios, diariamente enrojecidos por tu Preciosísima Sangre. Entregamos en tus divinas manos a TODOS tus sacerdotes. Tú los conoces. Defiéndelos, Ayúdalos y SOSTENLOS, para que el Maligno no pueda tocarlos. Amén
El Nuevo Sacrificio de la Religión Perfecta.
Pero al sacrificio viviente que se consuma sobre los altares, el hombre debe unir su propio e individual sacrificio. Sacrificio que incluye la parte carnal, moral y espiritual.
Enfermedades, pobreza, trabajo extenuante, por la parte material.
Injusticias, calumnias, incomprensiones, por la parte moral.
Persecuciones por parte de los hombres o abandono de Dios para probar la fidelidad de su siervo, por la parte espiritual.
Y todavía más: fidelidad a la Ley conservando castos, justos y amorosos, los cuerpos, los pensamientos, los sentimientos y los espíritus.
Porque esto, más que los ritos exteriores, es lo que constituye el verdadero Culto A Dios.
No la forma solamente, sino la sustancia del Culto a Dios. Y la sustancia es dada del renovarse. La sustancia del culto a Dios es dada por un continuo, fatigoso y a veces muy doloroso ascenso hacia la perfección, para hacer la voluntad de Dios y poder llegar a ser santos y subir a la morada del Padre en la Eternidad.
Esta renovación, esta transformación, este ascenso a la Perfección, se hace con la voluntad humana unida al Espíritu del Hijo, dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo, de tal forma que con todos sus dones activos, se va haciendo todo lo que Dios propone hacer, en el modo como Dios lo propone, en la medida en que Dios lo señala.
Un continuo renovarse, espiritual y moralmente, para hacerse una humanidad nueva, alcanzando la Fusión Total con Dios, hasta poder decir: “A fin de vivir para Dios, estoy crucificado con Cristo. Y ahora no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí.”
La Palabra de Dios es levadura que hace fermentar la harina pura, la Harina de Hostias, para que esa harina con su perfección, sea levadura en la Gran Masa.
Cuando el ama de casa quiere hacer su pan, no toma la harina impura llena de salvado. Sino toma la harina más pura, la baña de agua y la pone a fermentar para que la levadura la levante y la convierta en un delicioso pan.
Es necesario que las hostias, en un espiritual sacrificio, vengan y se pongan a sí mismas sobre el Altar del Sacrificio.
Dios les pide expiación, reparación, perfección de Caridad, a las víctimas que son las columnas de la Iglesia que sostienen el Templo de Dios y que son las estrellas que señalan el Camino que termina en el Corazón de Cristo.
Soldados del Dios Verdadero. Atletas de la Religión Santa. Sacerdotes y víctimas del tiempo nuevo, que deben salarse con la sal de la voluntad heroica, la cual tuesta y cauteriza, pero fortifica las partes débiles. Ellas deben tostarse y triturarse en el Fuego de la Caridad y en la muela de la mortificación, para convertirse en Harina de Hostias.
‘Flor de Harina’ rociándose con la santa unción de las virtudes y olorosas por el abundante incienso de la Adoración, ofreciéndose, inmolándose, diciendo las perpetuas palabras de Cristo:
“Aquí estoy Padre, para hacer tu Voluntad y no la mía.”
La infamia de la Tierra es tanta, que sube con fuerza sacrílega hasta los Cielos con la fetidez del Infierno. Hay que purificar la Inmensa Catedral del Creador, para que Dios pueda todavía mirarla con Piedad que salva. Y es una bendición ser elegidos.
Es un privilegio de Dios, esta función de hostias, ‘redentores’, continuadores, completadores de la Pasión de Cristo.
Porque: LAS ALMAS-HOSTIAS-VICTIMAS, VIVEN LA CRUCIFIXIÓN TOTAL.
El alma que se ofrece a sí misma en una oblación perfecta y crucifica su voluntad, para hacer exclusivamente la Voluntad de Dios. Y decide amar lo que Dios Ama y hacer lo que Dios hizo:
VIVIR MURIENDO Y MORIR AMANDO.
Obedeciendo con una obediencia perfecta. IMITANDO A JESÚS EN TODO. Él Mismo personalmente, enseña a caminar paso a paso, siguiendo sus huellas ensangrentadas, por el Camino de la Cruz…
LA CRUCIFIXIÓN MORAL.
ES PRECISO MATAR EL ‘YO’ Y RENUNCIAR A TODO.
Se crucifican los afectos, aún los más legítimos y se abraza totalmente ‘la locura de la Cruz’. Se mata el respeto humano aceptando el desprecio del mundo.
Y deja de interesar la etiqueta que con burlas y escarnios, se debe soportar: ‘locos y endemoniados’.
Lo único que importa es lo que se es a los ojos de Dios. Y Él es el que, al cáliz de la amargura que el mundo hace tan cruel, le infunde su divina dulzura. Recordar al Maestro al que juzgaron igual, es el pensamiento que fortalece y ayuda.
El alma se vuelve profeta y apóstol y corre la misma suerte. El amor por su Dios le aporta: la PERSECUCIÓN.
LA CRUCIFIXIÓN FÍSICA
En enfermedades permitidas por Dios, el cuerpo se destruye en lenta agonía que sirve para expiación y redención.
Se crucifica la carne con todas sus apetencias y naturales inclinaciones. Se doblegan todos los instintos en una sumisión absoluta al espíritu. Con la ayuda de Jesús, que vive en el interior, el alma logra el total dominio y se obliga a vivir los mandamientos del Evangelio. La carne gime, pero el espíritu triunfa.
En una crucifixión auténtica, el cuerpo sufre los dolores físicos que sufrió Jesús, en la medida en que Él Mismo con ternura paternal, va imprimiendo su semejanza en el alma que ha sellado como suya y conforme el alma lo va soportando…
Y su semejanza de ‘Redentor’ va siendo grabada con divina precisión.
Las manos y los pies duelen y los clavos se sienten; al igual que las espinas y los azotes de la flagelación. Hay un dolor soportable, junto con un gozo muy intenso.
Cuando se ha avanzado tanto que Jesús deja que se experimente su dolorosísima agonía, la Misericordia Divina ayuda a nuestra debilidad y hace que sea posible amar el Dolor y el Sufrimiento.
En casos excepcionales, esta crucifixión sale al exterior y los estigmas se vuelven visibles.
Por lo general, las almas víctimas no quieren que nadie sepa su secreto y pasan inadvertidas en medio del mundo, llevando silenciosamente su martirio interior.
Las almas hostias mueren sobre la Cruz, con el martirio del Amor Total.
A esta crucifixión completa contribuyen:
LOS HOMBRES.
Que dominados por el mundo no pueden comprender al que vive estas realidades espirituales.
La incomprensión y la soledad se vuelven compañeras inseparables del alma- víctima.
Lo único que la sostiene y la compensa de todas sus amarguras: es Dios y su amor.
SATANAS.
Que en una permisión divina, fustiga con todo su odio y su furia al que se ha convertido en su mortal enemigo.
En esta batalla, Satanás utiliza a los hombres dominados por él y los convierte en flagelos humanos.
El hombre es el más cruel enemigo del hombre. Y los primeros enemigos son los propios familiares, las batallas de las víctimas se desarrollan entre el Paraíso y el Infierno.
El alma se debate en un mar que le lleva oleadas de dolor, de amargura, de angustia, en la oscuridad y la incertidumbre. De las que solo es rescatada, por la Infinita Bondad de Dios, que vuelve a llenarla de paz y alegría. Con sus lágrimas y oraciones obtienen gracias de Dios y Él las conforta para que esperen más bendiciones.
Es la Hora de Satanás. Y las víctimas llevan al culmen su sacrificio hasta el tormento de la Hora Nona. Y si es necesario derraman también su sangre en un martirio cruento. Y permanecen fieles en aquel océano de desolación.
Y dicen junto con Él:
¡Dios mío!… ¡Dios mío!… Llenando de plegarias el Cielo, hasta que el Padre Celestial sienta fundirse en Piedad su Indignación y su Justicia sea aplacada. Una vez más.
DIOS MISMO
Los pecadores muertos a la Gracia no son felices. Parece que lo sean, pero no es así. Y aunque los momentos de ebriedad por los placeres, no los dejan comprender su estado; no faltan nunca las horas en las que un reclamo de la vida, les hace sentir su condición de separados de Dios.
Y es entonces la Desolación. Aquella tortura que Dios hace gustar a sus predilectos, para que sean como su Verbo: ‘salvadores’
En la hora crucial, el tormento de los tormentos: LA AUSENCIA DE DIOS.
Dios prepara a su atleta espiritual y en cierta manera lo prueba contra Sí Mismo.
El alma prueba su fidelidad en lo que pareciera el Abandono del que es su propia vida. ¡El Abandono de Dios! ES EL HORROR MÁS GRANDE DE LA MUERTE.
Y si es horrorosa para aquellos para quienes es únicamente ‘prueba’, es demoledor para las almas víctimas, para las que se convierte en una desgarradora realidad.
Porque ellas deben abrevar este cáliz, para perpetuar la Obra Redentora y salvar a los hombres que perecen en la desesperación.
Cuando esto sucede, Satanás ataca con peor ferocidad y atroz tormento. El alma libra un mortal combate en el que habrá un solo vencedor. El Espíritu Santo es la única y suficiente Fuerza que sostiene la voluntad para que sobrevenga la victoria.
Y el dolor es compensado con las gracias sobrenaturales, con las cuales Dios consuela a su amada. El alma de las víctimas que perseveran, jamás se pierde.
Son los verdaderos adoradores en espíritu y en verdad. Son las esposas-reinas del Esposo-Rey. Las que conocen sus secretos y guardan una intimidad y una unión tan completa, que el Amado les imprime su Imagen en una semejanza perfecta.
Y el alma sabe que Dios está encima de ella, Invisible pero Presente. Está protegida, por más que se crea sola, cuando le tocan las desolaciones. El amor nunca falta sobre las agonías y los sacrificios, de quienes trabajan por la Gloria de Dios y la Redención de las almas.
EL CRISTIANO VERDADERO, SIEMPRE ES UN ALMA VICTIMA.
Todos los cristiano auténticos, son hostias-vivientes.
Liberados de la esclavitud del pecado; sostenidos por la Gracia, ya no deben conocer la muerte del espíritu, si voluntariamente no se hacen siervos de la Culpa.
Y Dios le ha dado alas a los espíritus liberándolos de las cadenas para que volasen muy alto al encuentro de Aquel que siguieron conquistados por Jesucristo y por su Doctrina.
Los predestinados a la Gloria son los que no permanecieron sordos a su llamada, ni se detuvieron para seguirlo. Y con heroísmo emprendieron el camino de la perfección.
No desfallecieron o desconsolaron, ni cuando el amor de predilección del Señor, fue una secuela de pruebas y de penas. Y no se creyeron menos amados por ello. Al contrario, supieron convertir las aparentes derrotas, en aplastantes victorias…
Pablo calla…
Un gran silencio se extiende por todo el lugar.
Todos los cristianos meditan en sus palabras. Y se podría oír el zumbido de una mosca.
De pronto, Pablo siente un ligero tirón a su túnica por detrás y voltea.
Hay dos niños y los reconoce: son Cástulo y Fabio.
Pablo se inclina y mira de cerca la hermosa carita llena de inocencia y gravedad.
Los grandes ojos azules de uno y castaños del otro. Los cabellos rizados y oscuros.
Y la túnica blanca con una franja roja en los bordes.
Los dos niños están tomados de la mano. Tienen alrededor de seis años.
Los grandes y hermosos ojos azules de Cástulo parecen hacerse más grandes cuando miran a Pablo con mucha seriedad y con su vocecilla infantil, pregunta:
– ¿Eso que dijiste es solo para los grandes?
Pablo parece reflexionar y responde con gravedad como si estuviera con un adulto:
– No. Pero ¿Has comprendido de lo que hablé?
– Sí. –Resuena la vocecita decidida- Fabio y yo queremos ser hostias.
– Veamos… ¿Qué entendiste de lo que dije?
– Que Dios me quiere tanto, que quiso morir por mí. Y que si yo lo amo a Él, también debo morir por Él.
Que no tengo por qué preocuparme, porque Satanás estará muy enojado… Pero si me hace la guerra le va a ir muy mal, porque Dios me protegerá siempre y me va a llevar al Cielo.
– Es un compromiso muy serio. ¿Comprendes que si lo haces, Dios te lo tomará y tú deberás cumplir?
Cástulo parece elevarse y dice muy firme:
– Sí.
Fabio confirma a su vez:
– Yo quiero ser hostia.
Cástulo insiste:
– Yo amo a Jesús y quiero ser hostia. ¿Dime cómo lo hago?
– Pues, deberán decírselo a Jesús… Vamos a orar.
Y Pablo se arrodilla frente a la Cruz, junto con los dos niños que oran en voz alta…
Y cada uno hace su ofrenda viviente…
En todas las caras se dibuja una sonrisa.
Cástulo resumió en unas cuantas frases, la enseñanza de ese día.
Y todos recordaron porqué Jesús ama tanto a los niños.
Diana también recordó su propia ofrenda cuando era niña…
Con aquellos ejemplos ¿Quién puede mostrarse cobarde?
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
Entre los jóvenes que iniciaron el espectáculo principal, que iban desnudos en las carretas y coronados con flores, están los cuarenta y cinco mártires del frustrado banquete del Palacio de Tiberio.
El césar ordenó que fuesen atados a los postes pequeños en el círculo que rodeaba el escenario. La mitad pereció con las fieras. Doce hombres y doce mujeres, fueron tomados en el primer martirio.
Los otros regresaron junto con otros supervivientes, poco heridos y algunos, prácticamente ilesos. Todos fueron incluidos para el espectáculo nocturno.
Nerón estuvo pendiente de ellos y se dio cuenta de que a Joshua las fieras ni siquiera se le acercaron. Es más, parecían huir de él. Como si una invisible presencia, las espantase…
A lo largo del camino del Circo al Palacio de Tiberio. En las vías principales y en todos los jardines imperiales y públicos, han sido colocados postes, como de cinco metros de altura y que ya están listos para ser utilizados.
El sol desciende hacia su ocaso y parece disolverse en los rojizos fulgores de la tarde. El espectáculo ha terminado.
La multitud sale del anfiteatro y se encaminan hacia los jardines. Solamente los augustanos se quedan en el Pódium, esperando a que el César regrese, después de haber cantado su Troyada.
Aun cuando los espectadores no le escatimaron los aplausos, Nerón no está satisfecho, ya que él esperaba un mayor entusiasmo, casi rayano en el frenesí.
Tigelino le hace notar que ya empezó a anochecer y que apenas hay tiempo para iniciar los Juegos Nocturnos.
El César hace un gesto de fastidio, pero luego asiente y les dice a todos:
– Tienes razón. ¡Vámonos!
Y salen hacia los jardines imperiales. Por las calles, puentes, plazas, por todas partes se oyen los gritos:
– ¡Semaxii! ¡Sarmentitii!
En Roma ya se ha presenciado antes el espectáculo de hombres quemados en postes, pero jamás se había contado para tal suplicio con tan enorme cantidad de víctimas.
El César y Tigelino, en su obsesión con exterminar a los cristianos, han decidido usarlos como antorchas para iluminar la noche. Pretextando que es preciso acabar con el contagio que diezma las prisiones y que desde allí se puede propagar por toda la ciudad.
Por eso ha dado la orden de vaciar todos los sótanos, dejando en ellos tan solo un centenar de personas destinadas al espectáculo final.
Por este motivo, por toda la ciudad se ven postes y agujeros alternados. Porque Nerón ha ordenado que por exceso de prisioneros, unos sean antorchas y otros serán crucificados.
Así que al salir a la calle se ven los postes revestidos de una capa de pez. Decorados con flores, mirtos y hiedras, parecen mástiles de buques o astas de banderas plantados en la tierra, junto a los agujeros donde estarán las cruces de los crucificados.
Conforme la noche avanza y empiezan a brillar las estrellas en el firmamento, los condenados son atados a los postes y cerca de cada uno de ellos, se para un esclavo antorcha en mano.
Y cuando se deja oír el toque de las trompetas que anuncia el inicio del espectáculo, se hace un silencio expectante. Luego, se oye el agudo sonido del cuerno y los esclavos prenden los postes.
La paja oculta bajo las flores arde al instante, soltando una llamarada, la cual empieza a ascender y con sus crepitantes lenguas, encienden las ‘Túnicas dolorosas’.
Y en ese momento los cristianos se convierten en teas vivas que se consumen con el fuego y son las antorchas que iluminan toda la ciudad de Roma.
Y sin embargo NO se escucha un solo lamento. NI un solo quejido.
De aquellas gargantas se eleva un canto y una plegaria:
“PATER NOSTER…”
Desde que sonaron las trompetas, también hace su presentación el César, dirigiendo una espléndida cuadriga, tirada por cuatro soberbios corceles blancos.
Viste de auriga, con el color de los rojos, que son sus favoritos. Le siguen otros carros, con todos sus cortesanos y sus músicos disfrazados de faunos y sátiros, tocando sus instrumentos musicales.
Hombres y mujeres ataviados lujosamente y muy alegres.
Alrededor de la cuadriga del emperador, corren hombres que blanden tirsos adornados con cintas. Y otros, tocando tamboriles o esparciendo flores a su paso.
Toda aquella colorida multitud avanza a los gritos de: ¡Evóe!
Y aquello fue un delirante desfile entre las hileras humeantes, de los cuerpos de los cristianos que iluminan la sanguinaria y despiadada fiesta de crueldad…
En el carro de Petronio, van Marco Aurelio y Séneca, inmediatamente después de la cuadriga de Nerón…
El César va acompañado de Tigelino y de Haloto, en cuya compañía se complace grandemente.
Y guiando los caballos avanza a trote lento, mirando los cuerpos que arden y oyendo los gritos de la multitud.
De pie sobre el espléndido carro dorado, escuchando los vítores y aclamaciones de la gente, iluminado por las antorchas humanas que arden sin lamentarse, llevando en la cabeza, la corona de laurel.
Con sus brazos desnudos asidos a las riendas, con una sonrisa sarcástica y sus salientes ojos azules entrecerrados.
Nerón, sostenido por su egolatría, se conduce como una deidad terrible, dominante y poderosa.
A veces se detiene cuando se encuentra con una víctima que por una oscura razón llama su atención, lo observa…
Asoma una maligna sonrisa de satisfacción en su rostro que se contrae con un gesto de placer indescriptible y diabólico.
Luego prosigue su marcha, seguido por su séquito excitado y turbulento.
De vez en cuando saluda al pueblo y recibe los homenajes a su divinidad y a su auto declarado e innegable talento, como el mejor histrión de su época.
Y también el mejor cantante y compositor que las musas hayan inspirado.
Y cuando más saborea su victoria…
Se topa cara a cara con Joshua, que lo mira sonriente desde su patíbulo flameante…
El joven parece el pistilo de un tulipán color naranja y dorado, por las llamas que lo rodean.
Y le dice con voz sonora y triunfante:
– ¡Te dije que el fuego purifica! ¡Gracias! ¡Porque tú eres el instrumento que me lleva a la verdadera Vida! ¡Emperador, abre los ojos y contempla la verdadera gloria!…
El mártir muestra su júbilo en un rostro resplandeciente.
¡Lo más sorprendente es que su magnífico cuerpo luce intacto!
Es una enorme antorcha fulgurante y asombrosa.
Las llamas hacen un marco glorioso a su imponente prestancia varonil…
Nerón se repone pronto del impacto y espolea sus caballos…
Sólo para encontrarse más adelante, con la majestuosa hermosura de Margarita.
También su cuerpo escultural, es lamido por las rojas lenguas de fuego.
Pero la blancura luminosa y alabastrina, se ha vuelto casi transparente y parece fundirse con el fuego que la cubre con un vestido resplandeciente…
Parece un sol refulgente y llameante.
La virgen lo ve desde su flamígero patíbulo.
El fuego parece como si la respetase.
Su negra cabellera ondea con el viento y sus ojos azules lo miran con severidad…
Mientras su voz resuena majestuosa:
– ¡Oh, César! Te lo dije y te lo repito. Satanás es un amo cruel y despiadado. ¡Anda! Sube tú a mi patíbulo, a ver si él te defiende, como mi Señor lo hace conmigo.
¡No eres más que un pobre hombre y tu poder no es más que polvo! Pronto iré al encuentro con mi Señor Jesucristo y mi muerte es gloriosa…
¿Y la tuya? ¿Cómo será la tuya emperador?…
Reflexiona… Cuándo tiemblas a cada paso que das y deben probar tus alimentos, porque ni siquiera puedes comer tranquilo.
¡Oh, César que confías en tu poder tan engañoso! ¡Y sólo eres la marioneta y el esclavo del Homicida por excelencia!…
Margarita lo mira con infinita piedad.
Nerón se queda petrificado y luego espolea con furia sus caballos, como si desease huir…
Da vuelta en una calle que también está llena de postes llameantes.
Y en el colmo de los colmos…
Esa noche, se topa con Oliver, que también es una antorcha viviente.
Como si una fuerza irresistible lo obligase detiene su carro y le es imposible apartar la mirada…
Que se cruza con la del valiente joven que le dice con firmeza:
– El poder siempre tiene un límite dado por Dios. Y esto es para recordarnos que solo somos hombres y necesitamos de Él.
Mira a tus dioses, emperador, ¿Te consuelan? ¿Te perdonan? ¿Te aman?…
Porque Jesús hace todo esto y mucho más…
Y una voz en el poste de enfrente, completa con majestad:
– Los tormentos que se sufren con amor y por amor a Dios nos glorifican.
Recuérdalo César y contempla con detenimiento a los que has querido destruir…
Nerón voltea y reconoce a Iván.
Pero antes de que pueda replicar nada…
Otra voz en el poste de al lado, lo remata:
– Reconoce, ¡Oh, emperador! Que tus dioses NO son dioses.
Eres un hombre aterrado aunque estés lleno de poder y de riqueza.
Nuestro Dios: Jesucristo. Es el Único Dios Verdadero. ¿Qué es tu fuego?…
¡¡¡Míranos!!! Nosotros vamos a la Vida y tú vas hacia el Infierno, donde te espera Satanás y la Muerte Eterna…
Daniel, el joven que tan gravemente hiriera la noche anterior, ha hablado fuerte y sonoro.
Luego eleva su hermosa voz, en un canto al que se unen los demás ajusticiados:
¡ALELUYA!
Los Cielos cantan las Obras del Señor
Y proclama el firmamento
Las Obras de sus Manos
¡Qué bueno es cantar a Dios!
¡Qué agradable y delicioso el alabarle!
Reconstruye el Señor Jerusalén
Reúne a los desterrados de su Pueblo
Sana los corazones destrozados
Y venda sus heridas.
Él cuenta las estrellas una a una
Y llama a cada una por su nombre
Grande es nuestro Dios, todo lo puede
Nadie puede medir su Inteligencia.
Tiende el Señor su Mano a los humildes
Pero humilla hasta el polvo a los impíos
Entonen a Jesús la acción de gracias
En honor a nuestro Dios toquen el arpa.
Porque Él viste los Cielos con sus nubes
Y prepara las lluvias de la Tierra
Hace brotar el pasto de los cerros
Y las plantas que al hombre dan sustento.
¡Glorifica al Señor Jerusalén y a
Jesús ríndele honores, Pueblo amado!
Los reyes de la Tierra y todas las naciones
Príncipes y gobernantes de la Tierra
Jóvenes y doncellas,
Los ancianos junto con los niños
Alaben el Santísimo Nombre de Jesús.
Solo su nombre es sublime
Su Majestad se eleva
Sobre la Tierra y el Cielo
Y ÉL ha dado a su Pueblo Gloria.
Esta es la alabanza de su Pueblo
De los hijos de Dios
Que el Padre ha elegido
¡Amén! ¡Aleluya!
Canten al Señor un canto nuevo
Alábenlo en la Asamblea de sus santos
Alégrese su Pueblo en su Creador
Que los hijos de Dios se alegren en su Rey
Porque Jesús ama a su Pueblo
Y viste de gloria a los humildes.
Alégrense los salvados en su gloria
Y griten de gozo en sus tronos…
¡Aleluya! ¡Grande es nuestro Dios!
¡Grande para siempre, mi Señor Jesús!
El canto resuena triunfal.
Nerón espolea sus caballos y sale disparado, dejando atrás a su séquito, tan estupefacto, como la multitud que lo rodea.
Petronio, los contempla asombrado… Pero hay en su mirada algo diferente…
Luego todos continúan la marcha, tratando de alcanzar a su emperador.
Y lo que había sido montado como un entretenimiento y diversión, para el pueblo romano y su César, se convirtió en un acontecimiento que va pasando de boca en boca…
Con un murmullo de admiración que hizo que muchos se detuvieran ante los postes donde flamean las teas humanas…
Y se preguntasen llenos de sorpresa:
– ¿Cómo es posible que fueran tantos los criminales?
– Y ¿Cómo entre ellos han sido ajusticiados, tiernos niños apenas capaces de caminar?
– ¿Y otros que ni siquiera han salido de la infancia estén en el suplicio, como incendiarios de Roma?
Y de la curiosidad pasan al asombro.
Y gradualmente se llenan de temor.
Miran a los mártires y no comprenden su forma de enfrentar tanto los tormentos, como la muerte misma.
¡Jamás habían presenciado algo semejante!…
Nerón regresó a su palacio y se refugió en sus habitaciones. Se cambió de ropa. Nunca se ponía las mismas vestiduras dos veces. También cambió su collar de rubíes por otro casi igual.
Se siente muy fastidiado…
Después de un rato, oyó llegar a su comitiva y se reunió con ellos, en el banquete de esa noche y que había tenido un preámbulo tan inesperado como desagradable.
El encuentro con los cristianos lo puso de mal humor.
Pero lo disimuló con rapidez y se puso a presidir los festejos que habían sido organizados, para cerrar los Juegos de ese día.
La música, las flores, las viandas, el vino, los perfumes, las danzas… Nada logra distraerlo.
Volvió a cantar su Troyada y a pesar de los atronadores aplausos y las aclamaciones, su ánimo no mejoró.
En vano resuenan ahora en sus oídos, verdaderos himnos de alabanzas.
En vano las vestales le besan su divina mano…
Y Rubria reclinándose en su pecho, le manifiesta una delirante admiración, mientras le contempla con embeleso.
Pitágoras y Esporo, no se cansan de alabarle su ‘genio’ de compositor.
Pero Nerón no está satisfecho y no disimula su fastidio.
Además, le sorprende perturbándole al mismo tiempo, el silencio obstinado que guarda Petronio.
Cualquier frase ingeniosa y lisonjera de sus labios, hubiera sido para él un gran consuelo.
Finalmente, incapaz de contenerse por más tiempo, el César lo llamó y lo invitó a que se sentara junto a él.
Luego, cuando Petronio tomó la copa que el emperador le alargó…
Le ordenó:
– ¡Habla!
El augustano contestó fríamente:
– Guardo silencio, porque no encuentro palabras. Te has excedido a ti mismo.
Nerón replicó impaciente:
– Así me pareció a mí también. Sin embargo esa gente…
– ¿Acaso esperas que esos ineptos sean capaces de comprender la poesía?
– Es que tampoco han sabido apreciar justamente mis méritos.
– Porque has elegido un mal momento…
– ¿Cómo?
– Cuando la ola de sangre obnubila el cerebro de los hombres, es imposible que no distraiga su atención.
Nerón apretó los puños y exclamó:
– ¡Ah! ¡Esos cristianos!… Incendiaron Roma y ahora me injurian en mi arte…
¿Qué nuevos castigos deberé inventar para ellos?
Petronio vio que sus palabras fueron contraproducentes al efecto que él pretendía. Así que para desviar la atención del César, se inclinó hacia él,
Y le dijo al oído:
– Tu canción es maravillosa, pero tengo que hacerte una observación: en el tercer verso de la cuarta estrofa, el metro deja algo que desear…
Nerón se ruborizó intensamente, como si lo hubieran sorprendido en un acto vergonzoso.
Se dibujó una expresión de temor en su mirada…
Y contestó en voz muy baja también:
– Tú lo ves todo. Ya lo sé. Voy a rehacer ese verso. Pero creo que nadie más lo notó. Y tú no lo digas a nadie, si en algo estimas la vida.
Petronio contestó con fingida indignación:
– Condéname a la pena capital. ! Oh, divinidad! Yo no te engaño y no le temo a la muerte.
– No te enfades. Bien sabes que te amo.
– Mala señal. –pensó Petronio.
– Mañana después de la fiesta, voy a encerrarme a pulir ese maldito verso. Porque tal vez aparte de ti; lo pudo haber notado Séneca, Paris o Lucano. Pero pienso librarme pronto de ellos.
Entonces mandó llamar a Séneca y declaró que lo mandaba con Cluvio Rufio y Atico Vestinio a recorrer Italia y las demás provincias, en busca de dinero para terminar la reconstrucción de la ciudad.
¡Y debía tomarlo de donde fuera y como fuese necesario!
Pero Séneca comprendió que el encargo de Nerón era solo una obra de rapiña, pillaje y sacrilegio.
Y se negó rotundamente a participar:
– Es necesario que me retire al campo, señor. A esperar allí la muerte, porque estoy viejo y mis nervios están muy enfermos.
Los nervios iberos de Séneca están más sanos y fuertes que los griegos de Prócoro.
Su salud en general, está un poco quebrantada y ya es solo una sombra, del hombre que un día fuera. Sus cabellos han encanecido por completo.
El mismo Nerón al mirarlo, reconoce que no tendría que esperar mucho tiempo la muerte de aquel hombre.
Y contestó:
– No quiero exponerte a las fatigas de un viaje tan extenso, pero el afecto que siento por ti, me hace retenerte a mi lado.
Así que en vez de ir al campo, te quedarás en tu casa y descansarás allí. Ya pensaré, a ver a quién mando.
Todos están encantados al ver que el César ha recuperado su buen humor y empieza a bromear como siempre.
Y mirando a su alrededor, se queda viendo a Prócoro Quironio…
Y éste se acercó diciendo:
– Aquí estoy. ¡Oh, radiante hijo de Apolo! Me sentía mal, pero tú canto me ha restablecido.
– Te voy a mandar a la Acaya. Tú sabrás hasta el último sestercio, cuanto hay en cada templo.
– ¡Mándame, divinidad! ¡Y los dioses te pagarán un tributo superior a cuanto hayas tenido hasta ahora!
– Bien quisiera. Pero no quisiera privarte de presenciar los próximos Juegos.
– ¡Oh!…-suspiró Prócoro
Los augustanos rieron y exclamaron:
– No señor.
– No prives a este valiente griego de admirar los juegos.
El griego suplicó:
– ¡Oh, hijo de Apolo! Estoy escribiendo un himno en tu honor y desearía pasar unos días en el Templo de las Musas, para implorarles su inspiración.
Nerón exclamó muy divertido:
– ¡Oh, no! Lo que quieres es escapar de los Juegos y no lo conseguirás.
– ¡Te juro, señor, que estoy escribiendo un himno! –dijo Prócoro angustiado.
– Entonces lo escribirás cuando puedas. Pide inspiración a Diana, después de todo, es hermana de Apolo.
Prócoro bajó la cabeza y miró con aire rencoroso a los presentes, que volvieron a reírse.
El César comentó:
– ¿Sabéis que de los cristianos destinados para el día de hoy, apenas se dispuso de la mitad?
Haloto, gran conocedor de todo lo referente al Anfiteatro, meditó un momento y dijo:
– Los espectáculos que se presentan sin armas y sin arte, duran más y son menos entretenidos.
– Ordenaré entonces que les den armas. –contestó Nerón.
Tigelino dijo:
– Eso podría provocar disturbios y al reprimirlos, te acusarán de que eres muy cruel.
Nerón se lamenta:
– Los actos de un hombre pueden ser crueles, a pesar de que él mismo no sea cruel.
Haloto interviene rápido:
– ¡Oh, divinidad! Si esto va a prolongarse y para evitar disturbios, sería conveniente llevar a los cristianos a los tribunales.
Con el edicto que has decretado, por el hecho de confesarse cristianos, de negarse a sacrificar los dioses o a tu altar divino César, podrán ser sentenciados sumariamente.
Si se retractan de su Dios y su religión y aceptan sacrificar a nuestros dioses, otórgales tu perdón.
Y así ya nadie podrá acusarte de crueldad o de que no eres generoso.
Nerón se queda pensativo unos momentos…
Y luego, con su rostro iluminado con una gran sonrisa, dice:
– ¡Estupenda idea! Encárgate de trasmitirla al senado. Te firmaré el ordenamiento de esa nueva ley.
Tigelino muestra en su rostro una sonrisa de triunfo y mira a Petronio con maligna crueldad…
Antes de clavar la puntilla contra su enemigo mortal, en esta noche gloriosa…
Y dice al emperador:
– De esta manera, los nuevos cristianos que sean arrestados, aunque sean de familias patricias, podrán ser condenados por crimen de lesa majestad.
Nerón no puede ocultar su felicidad al declarar:
– Y todos los cristianos serán exterminados junto con su perniciosa religión, que está llena de criminales. –al ver su plan completamente redondeado con una nueva forma de lavarse las manos y poder desentenderse de tan enojoso asunto.
Sabedor del carácter cruel y sanguinario de Haloto, agregó:
– A partir de hoy, tú te encargarás del exterminio de los cristianos y de la aplicación de las leyes contra ellos.
Petronio y Marco Aurelio se miran fugazmente.
Y la fiesta continúa…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
En la Puerta del Cielo se escucha la voz clara y potente.
Es el anciano Pontífice, que dice:
“El hombre cae en un error al considerar lo que es la vida y lo que es la muerte. Una cosa es la vida y otra la existencia. La existencia comienza al nacer: se alimenta, respira, se mueve y obra. Se considera la muerte como la cesación de todos estos impulsos y al despojo que es enterrado en un sepulcro.
La vida empieza cuando el alma es creada en Dios y baja a habitar una carne. Y tiene fin, cuando el Pecado la mata.
El hombre era la perfección de lo creado. Tenía de ángel, el alma y de Dios el hálito divino: el espíritu.
Del animal, la perfecta belleza en todas sus partes: la física y material. Y las pasiones en lo moral. No hay criatura igual.
Era el Rey de la Tierra. La Gracia de Dios estaba en él y poseía las magníficas potencias e los instintos, totalmente sometidos a la soberanía del espíritu.
Su muerte debía ser un dulce sueño sobre la Tierra, con un despertar bienaventurado como rey, con el Padre, en el Cielo.
El hombre existe teniendo la imagen de hombre. Pero cuando mata la vida en el alma, se convierte en un sepulcro ambulante, en el que se pudre la vida…
El alma muere a su destino celestial, pero sobrevive a su Castigo. Los hombres se arruinan por las cosas terrenas. Se condenan, se matan, se perjudican en miles de formas, por cosas caducas que no valen la pena, pero que son grandes solamente ante el pequeño pensamiento terrenal que valora lo terreno.
La muerte es una desgracia por cuanto al dolor que causa la separación de un ser querido.
Pero la muerte es el Misterio que revela nuestro origen y la vida es el escenario que esconde este misterio.
Un escenario vacío en el cual, cada quién traza lo que quiere.
El justo no se acerca a la muerte, cuando vive auténticamente la Doctrina Cristiana y lleva dentro de sí, la Divinidad trasmitida por Jesús.
Se quita a la muerte su horror, cuando se hace de la vida una moneda para conquistar la Vida Eterna.
El hombre fue creado para el Cielo. Ésta que vivimos sobre la Tierra, es la jornada mortal.
Ésta es solamente la formación de nuestro ser futuro de ‘Vivientes Eternos’: La existencia humana es la gestación que nos forma para darnos a luz, en el Reino de la Luz.
Jesús nos ama tal como somos. Él solo espera nuestro arrepentimiento.
Y su Amor misericordioso sigue resucitando a los muertos, mientras todavía hay tiempo. Todo el que invoca el Nombre de Jesús con Fe, humildad y amor, Él acude inmediatamente porque es El Salvador.
La muerte es un justo decreto que pesa sobre todos los mortales y NO debe ser motivo de angustia, más que para los que no creen y están cargados de culpas.
En el Cielo no cuentan los años vividos, sino la intensidad y el modo como se vivieron.
La existencia, es la vida terrenal.
LA VIDA TERRENAL ES PRUEBA
La vida terrenal es destierro del Cielo y es una prueba con relación a la eternidad.
La existencia: la vida en el tiempo, por más larga que sea es menos que un instante.
Así como la tierra es menos que un punto invisible en el espacio, con relación al Universo.
Cualquier golpe por duro que sea, es una prueba para darnos una enseñanza.
No se puede pretender vivir sin respirar el aire, aunque esté contaminado. No se puede pretender superar la Prueba de la vida humana, sin sufrir todas sus consecuencias; que son inevitables desde que el hombre se rebeló contra Dios.
En realidad, todo lo que circunda al hombre en la tierra es una continua llamada, ya sea de la vida o de la muerte. El hombre es la más perfecta e importante de todas las criaturas. Y solo en él hay cosas que no hay en las demás criaturas que lo rodean:
1°- LA ASPIRACIÓN A LA INMORTALIDAD.
La muerte le repugna y no quisiera morir…
Esta repugnancia no se encuentra en los seres inferiores, ¿Por qué?
Porque el hombre fue creado con plenitud de vida. Y la muerte no es sino consecuencia de su rebelión a Dios.
Esto es un hecho transitorio que el hombre lleno de Gracia intuye y cree… Intuición que es transformada en FE.
Fe que hace huir todo temor y muchas veces, verdadero terror de quién oscurecido por la concepción materialista de la vida, NO ve más allá de la tumba, más que el Abismo pavoroso de la NADA.
Éstos suelen decir: ‘Más allá de la tumba, hay solo silencio…’
2°- LA ASPIRACIÓN A LA FELICIDAD.
Este deseo de felicidad es vivo y ardiente en el ser humano…
La busca por doquier. Tanto, que la experiencia de todas las generaciones que le han precedido, no es suficiente para convencerlo de que la felicidad para la que ha sido creado, no la puede encontrar en la tierra.
En vano los hombres la buscan en la tierra, porque el hombre ha sido creado para una felicidad que ninguna cosa terrena puede dar. Y esa hambre insaciable, es de felicidad celestial…
Es la felicidad eterna de la que se siente anhelo.
Es la felicidad de poseer a Dios:LA PLENITUD DE ADORACIÓN SACIADA TOTALMENTE.
El Amor y la alegría poseídos en tal forma, que en la tierra no es posible tenerlos sin morir, como consecuencia de la limitada capacidad humana.
3°- LA NECESIDAD DE LA PAZ.
El hombre busca la Paz.
Necesidad que no puede ser satisfecha en la Tierra, porque esta Paz que él anhela, NO existe en nadie igual a él o alrededor de él.
La Bondad y la Paz, son uno de los principales atributos de Dios.
Jesús es el Príncipe de la Paz. Él ha traído la Paz…
Y si nosotros NO tenemos Paz, es por la perversidad humana, que prefiere el Mal al Bien; el delito a la santidad; la sangre al espíritu.
Dios es Paz.
La paz es un consuelo sobrenatural en la tierra.
La Paz es el Mismo Dios.
Y es una de las cosas más bellas que puede experimentar el alma.
Y por eso Él nos enseñó a saludar a los cristianos, con el saludo con que Él Mismo saludaba… “ Que la Paz del Señor esté contigo..”
Dios es Luz, Dios es Paz, porque Dios es Amor.
Cuando NO amamos, NO podemos sentir su Paz.
Y la vida es una prueba personal en la que la criatura deberá rendir cuentas de sus personales actos.
Toda criatura humana deberá responder ante Dios de lo que hizo con el Don de la Vida.
Porque la muerte no interrumpe o destruye la vida. Continúa activa en el más allá, tanto en el Bien como en el Mal.
Para los elegidos, la perfecciona…
Sucede como el forastero que llega a otra ciudad para él desconocida.
Y pasea por las calles distraído por las grandes novedades que va encontrando. Y los problemas de su vida, vuelven a su memoria. Así es para el que llega al Paraíso.No es que inicie una nueva vida, sino que recuerda las cosas de su vida terrena y las ve bajo una luz totalmente diferente y con un perfil nitidísimo.
Por esto mismo, el interés por las cosas terrenas se ve totalmente modificado por la nueva situación.
Afectos e intereses son vistos con el Conocimiento Total.
La realidad de los acontecimientos humanos adquieren toda su pavorosa visión.
Bastaría con que solo por un instante, todos los hombres en su camino por la tierra pudieran tener una visión del Mundo como es visto desde allá; para que se verificara un cambio radical en las amargas y tristísimas realidades que todos viven…
Pero esto no puede ser posible. Porque la vida en la Tierra es prueba.
Y ya NO sería Prueba si sucediera algo así.
LA FE PERDERIA SU RAZÓN DE SER.
SOLO DANDO EL PASO DE FE, ¡APRENDEMOS A VOLAR!
El orden de la vida humana es que a una carne se funda un espíritu, para volver al hombre igual a Dios, el Cual no es carne, sino Espíritu.
No animal, sino sobrenatural. Cuando la carne muere, en el anochecer de su vida terrenal; es despojada de su revestimiento para desaparecer en la nada de la cual fue extraída.
Y el espíritu retorna a su origen para continuar su vida, según como la haya elegido el hombre en su destino eterno:
Feliz y dichoso, si está vivo.
Condenado, si está muerto por haber hecho de la carne su reina; en lugar de hacer de Dios, el Señor y la vida de su espíritu.
LA VIDA ES PRUEBA.
¿En qué consiste esta Prueba?
Está dividida en tres partes:
1°- Es Prueba de Fe.
En la aprobación y recepción de la fe.
Sin la fe, es imposible agradar a Dios. Por esto; si NO se cree, NO hay salvación.
CREER ES LA CLAVE DE TODO
CREER firmemente en las verdades y misterios revelados. CREER en la Autoridad de Dios Revelador.
CREER en las Palabras del Verbo de Dios.
CREER en la Ley que NO cambia y NO puede cambiar nunca.
Y a la que nadie puede desfigurar, mutilar o alterar. Sin provocar la Ira y el Castigo Divinos.
CREER en los Sacramentos de salvación contenidos en la Iglesia…
2°- Prueba de Humildad y de Obediencia.
Exigidas por la Omnipotencia Divina.
Consiste en que el hombre reconozca que Dios es Supremo Señor y Dueño de Todo y de todos.
Y que a Él se le debe completa sumisión.
Plena y absoluta Obediencia a su Voluntad y a su Ley.
HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR
3°- Prueba de AMOR.
Es exigida por la Misericordia Divina y en ella se encierra TODO.
Correspondiendo Al Infinito Amor de Dios, amándolo con todas las potencias de nuestro ser.
Aceptamos la racionabilidad y cumplimos perfectamente las primeras dos partes.
Los cristianos en el Bautismo, recibimos la Gracia santificante: la Fe, la Esperanza y la Caridad. Virtudes inseparables e indivisibles.
Y con el Amor, LA CAPACIDAD DE AMAR.
Y consiguientemente:
LA DE SERVIR Y OBEDECER.
Amando A Dios con todas las fuerzas, NO es posible dejarse influenciar por la vanidad, la falsedad, los espejismos, las lisonjas y las insidias del Mundo.
Este amor da la claridad para ver, como la vida humana es como una florque se abre por la noche y se marchita al día siguiente.
El Amor nos atrae y nos mueve hacia Él y Él se mueve hacia nosotros.
Del encuentro surgen efectos maravillosos y estupendos para el que decide amarlo y para las almas.
Hay que amarlo hasta consumirnos por Él…
Igual que Él se ha consumido por nosotros.
ÉSTA ES LA UNICA
Y MARAVILLOSA RAZÓN
DE NUESTRA EXISTENCIA Y DE NUESTRA VIDA.
Esta es la razón por la que hemos recibido el Don de la Existencia y Satanás NO lo soporta.
Por eso distorsiona la Misión y busca por todos los medios destrozar este propósito en todas las almas.
Dios ha creado al hombre libre y dotado de inteligencia, para poder discernir el Bien del Mal.
Ha dado una voluntad soberana para que conociendo el Bien, se determine a Él como finalidad suprema de su vida.
Dios no puede coartar la Libertad, porque así nos convertiría en seres inferiores a los brutos…
Porque en las leyes que los rigen, también los ha creado libres.
Los ciegos y los sordos voluntarios, comprenderán esto cuando sea demasiado tarde.
POR ESO HAY QUE IMITAR A CRISTO
Ninguno fue más probado que Él.
Ninguno como Él conoció la soledad, la incomprensión, el abandono. Desde aquellos celestes a los humanos.
Ninguno padeció TODOS los dolores de toda especie, desde que abrió los ojos en la Gruta de Belén.
Dolores que fueron aumentando en amargura e intensidad…
Pero Él nunca reprochó al Padre por este Océano de Dolor que lo circundaba.
Cuando la vida Terrenal es considerada y valorada como ‘PRUEBA’ de Fidelidad a la Fe; Fidelidad a la Ley y Fidelidad al Amor…
La conclusión de esta Prueba, es el Juicio de Dios. Del que NADIE al igual que de la Muerte, puede escapar.
LA VIDA ES UN DON.
La vida siempre es de Dios.
Él la ha dado y el hombre lo olvida con facilidad. Y se olvida de Agradecerlo.
La Hora Terrenal es solo un instante frente a la Eternidad.
Y sobre esto quiere hacernos reflexionar la enfermedad…
Y hacia este fin debe dirigirse la Vida, después de recuperar la salud…
Hay que ocuparse de dar a lo que NO muere, una jornada de Paz.
Si se reflexionara en esto, cuantas presas perdería el Infierno…
Pero por costumbre se hace mal uso de la salud que Él concede y de los años que agrega a la existencia para este fin…
La deshonestidad NO consiste solamente en robar, mentir y perjudicar al prójimo.
Es deshonestidad defraudar a Dios, de aquel respeto amoroso, que es deber del hombre hacia su Creador.
Es deshonestidad usar sus dones para actos malvados.
Todos sus dones y especialmente el Don de la Vida.
Se hace mal uso de la vida que el Padre ha dado. Se hace mal uso del Cuerpo en el cual alienta el alma.
Templo reservado a Dios en el cual reside la mente que debería ser dirigida a comprender la Ley de Dios.
Así como el corazón debería ser ocupado en Amarla y Practicarla.
LA VIDA ES UNA GUERRA
Satanás es la cabeza de sus pérfidas y malvadas legiones.
Habiendo perdido su desafío lanzado contra Dios, juró desde lo más íntimo de su ser, Odio y Guerra a Dios y a la Obra de sus manos…
Después de haber ganado su primera gran batalla contra los Primeros Padres, la primera de una Gran Guerra sin cuartel.
Batalla que aún está en curso y que NO terminará hasta el fin de la vida del último hombre, en el Fin de los Tiempos.
Esta Guerra conducida con riqueza de inteligencia y de potencia, era del todo desproporcionada; pues entre la naturaleza angélica y la naturaleza humana, hay una gran disparidad de fuerzas y de inteligencia.
Esto haría que la naturaleza humana, estuviera por siempre sometida a una extremadamente bárbara tiranía y sin la más mínima esperanza de resistencia alguna, ni en el Tiempo, ni en la Eternidad.
Toda la Humanidad se había hecho culpable porque potencialmente, TODA estaba en Adán y Eva.
Y los hombres en lo personal, tanto en el Tiempo como en la Eternidad, habrían debido sufrir atrozmente por una Culpa de la que personalmente, NO eran responsables.
Y esto Repugnó a la Infinita Justicia Divina.
Y por eso, Ella decretó el Misterio de la Encarnación y Redención Humana.
Dios es un Padre Amorosísimo…
Y cuando la jornada terrena del hombre fue convertida por Satanás en una lucha cruel…
Para que esta Gran Guerra NO fuera dispareja y el hombre NO estuviese solo, Dios puso a su lado a un ángel suyo.
Un Ángel Guardián. Siempre dispuesto y listo para intervenir cada vez que le sea solicitado.
Desgraciadamente la incredulidad hará que muy pocos recurran a él.
¡Cuántas veces el Ángel Custodio está obligado a la pasividad casi absoluta, a causa de esta incredulidad!
Y cuantas veces se ven obligados a retirarse, para NOasistir a la ruina que el hombre hace de sí mismo.
Dios como Padre Bueno y Amoroso, prepara a sus hijos para que emprendan este largo, tremendamente difícil viaje.
Y en nuestro camino por la Tierra, avisando con anticipación las dificultades que el viaje conlleva y los peligros y obstáculos que encontraremos.
Estas advertencias son precisamente porque Él no quiere que perezcamos, bajo las ruinas con las que Satanás sepulta todo lo que toca.
La Tierra está envuelta en una marea de delitos, de blasfemias, de desobediencias a la Ley de Dios y el hombre naufraga en ella…
Los grandes y los pequeños cometen los mismos pecados…
Y esta es la Hora de la Potestad de las Tinieblas, que el hombre espontáneamente ha querido.
Demasiada sangre se esparce sobre la Tierra por quienes han perdidohasta la noción más elemental del Bien y del Mal…
Y son marionetas en manos de Satanás, deslumbrando y extraviando a los débiles.
Los tiranos gobiernan y es su tiranía de la que se sirve el Demonio para angustiar a sus súbditos, llevándolos a desconfiar sobre todo de Dios.
Y los impíos más hostiles se vuelven acusando a Dios y dándole a Él el rencor que debe ser dado a quién ha ocasionado tanto mal:
Satanás y las pasiones malvadas que provoca en los que NO se cuidan…
Los frutos del rechazo de Dios, pueden verse en todo su trágico aspecto.
Y mientras los hombres se deleitan con su hechizante sabor que los lleva a la desesperación y a la muerte, después de haberlos hecho desvariar en el miedo del mañana que los hace enloquecer…
Si se pudiese ver toda la verdad sobre el futuro que se aproxima, ningún hombre que NO esté sostenido por Satanás resistiría.
Por eso hay que apoyarnos en Jesús.
Los hombres pierden a Dios por su culpa y porque así lo quieren…
Cuando la Gracia muere, se pierde a Dios. Y es la Desolación.
Y los pecadores muertos a la Gracia, NO SON felices. Parece que lo sean, pero no es así.
Y esta Humanidad que fue creada por Amor, salvada por el Amor, pero que se ha vendido al Odio, por eso no puede ser feliz.
La falta de amor, es la principal causa de su desdicha.
El Odio rechaza al Amor. Dios es amor. La felicidad está basada en la Paz. Y ésta se encuentra solo en Dios.
¡Trágica y dramática responsabilidad del hombre, que durante su peregrinación terrena, se encuentra siempre en la alternativa de escoger!…
Pues ésta es verdaderamente nuestra Prueba. La lucha interior que necesariamente debemos sostener, es la razón de nuestra presencia en la Tierra. ¿A quién le daremos la victoria?…
La decisión es personal e irrevocable…
Por eso la vida es una guerra de todos los días, para poder pertenecer a Dios.
Hay que luchar como soldados bien armados y seguir luchando con Dios como nuestro Comandante Supremo.
Las batallas parciales no tienen ninguna importancia, SI NO SE GANA LA GUERRA HASTA EL COMBATE FINAL.
El Enemigo es UNO, con muchas caras: el demonio, la carne, el mundo y el dinero.
Cualquier golpe por duro que sea, es solo una prueba. Satanás golpea para distorsionarla misión y el propósito aparente es dejarnos destrozados.
Hay que refugiarse en el Inmaculado Corazón de María y recordar que es solo una Prueba que fortalecerá la virtud…
Jesús ha mostrado como debe ser usada la vida.
Él ha explicado como somos Templos de Dios y como quiere vivir en nosotros.
Pues Él ama vivir en el hombre, más que en templos de piedra y mármol.
IMITAR AL MAESTRO ES EL SECRETO QUE SALVA
Quién quiere seguir a Jesús, no debe tener ansia de la vida, ni miedo por la vida.
Y Jesús enseñará como se conquista la Vida Eterna y cómo hay que vencer a Satanás, en cada una de las trampas que nos tiende.
VIVIR MURIENDO
La vida nace de la muerte.
La muerte de la carne, NO es la muerte material del cuerpo.
Lo que debe morir, es lo animal y satánico infectado en el hombre a través de sus idolatrías.
Y esto no muere mientras la carne está satisfecha y haya en el hombre mentira, orgullo, ira, soberbia, gula, avaricia, envidia y pereza.
Hay que morir diariamente en el sentido metafórico, porque el ‘yo’ humano, no está sino quebrado. Y esto no es muerte, es vida…
El espíritu debe triunfar sobre la muerte de lo ‘humano’ y esto es motivo de júbilo.
La Infinita Misericordia de Dios provee todas las ayudas, para que el espíritu permanezca vencedor con la asistencia del Espíritu Santo.
La vida como Don de Dios, le pertenece solo a Él.
Con la existencia nos ha hecho nacer y nos conserva vivos.
En la vida espiritual, con la Gracia y los Sacramentos, Él da la Vida para convertirnos y hacer de ella un instrumento de recreación del alma y de supercreación en la Deificación del espíritu.
Todo esto sucede cuando la usamos para servirlo.
Todos deberían estar ansiosos de servir a Dios, para volverse dignos de acoger en sí, la infusión vital del Consolador que viene con todos sus dones, pero quiere por trono un espíritu preparado y deseoso de Él.
El mundo rechaza a este Espíritu que hace a los hombres buenos.
Jesús es la Vida. ¡Cuanta Vida hay en Él y da Él! Vida Verdadera. Vida Santa. Vida Eterna. Vida Jubilosa. Con su Palabra, que es la Palabra del Padre y Amor del Espíritu.
Jesús obra para librar a las almas de la Perdición y con su Amor, cancela nuestros pecados, esperando en nosotros. ¿Qué debemos hacer?
Devolverle el amor por el Amor que recibimos de Él y convertirnos en ‘vivientes’
¿QUÉ ES ESTAR VIVOS?
Ser ‘vivientes’ o estar vivos, no quiere decir ser de este mundo: quiere decir pertenecer totalmente al Señor.
Quiere decir poseer la Gracia y tener derecho al Cielo.
‘Vivo’ no es el que respira, come y duerme con el alma muerta: éste es un despojo putrefacto ya próximo a caer, como la rama podrida de una higuera, en la fosa cuyo fondo es el Infierno.
Vivo es aquel que aunque esté agonizante en la carne, porque ‘vive muriendo’ POSEE LA VIDA…
Y ‘muere amando’porque prefiere perderlo TODO, antes que perder a Dios.
Y su única preocupación es: mantenerse vivo, perseverando en no perder a Dios, que es la Vida.
Porque para ser verdadero hijo de Dios es necesario tener el alma y el espíritu ‘vivos’
Dios arde en el deseo de hacer felices a sus hijos. Él quiere abrazarlos y enjugar su llanto. Él quiere saciar el hambre y la sed del corazón, de nuestras almas y de nuestros espíritus.
Él siempre está cercano porque sabe que sus hijos sin Él, son infelices. Él espera encerrado en un poco de Pan, para asumir una forma visible a nuestra pesantez material.
Él desciende del Cielo como un dulce Tesoro, para mantener la Vida en sus hijos; para consolarlos; para sostenerlos y para nutrirlos; cumpliendo el deseo del Padre, que quiere salvar al Género Humano.
Él ha dado su Sangre Santísima, para fortalecernos espiritualmente.
El que se alimenta de Ella y la invoca, se convierte en ‘vencedor’.
Estar vivos en el Señor, es la experiencia más grande en belleza, en alegría, en duración, en esplendor, en libertad y vitalidad.
Usar los sentidos espirituales, guiados por el Espíritu Santo, ES UNA EXPERIENCIA SUBLIME.
‘Vivos’ en Dios Uno y Trino. Vivos en la Eternidad.
Los que lo experimentan comprenden que es mejor sufrir aquí en la Tierra, que en ninguna otra parte…
Y aman la Cruz como el más excelso de los tronos.
Con el ‘alma viva’,SE CONVERSA, CON EL DIOS VIVO Y VERDADERO. El Espíritu santo, obra este prodigio…
El alma en Gracia posee el Amor. Y poseyendo el amor, posee a Dios: el Padre que la conserva. El Hijo que la amaestra. Y el Espíritu Santo que la ilumina. Y así se posee el Conocimiento, la Ciencia, la Sabiduría y la Luz.
Y de esta manera, la Oración se convierte en el Núcleo Vital de nuestra existencia.
Porque ya NO rezamos. Conversamos y sentimos la inefable Ternura de nuestro Abba Santísimo…
Su Palabra desciende a nutrir las almas que se entregan a Él.
Y Jesús es el sacerdote y Guía de los que lo buscan.
Y ellos no perecen en esa búsqueda de la Verdad, en las que muchos se pierden porque se niegan a creer y a amar el Evangelio.
Los ‘vivientes’ del espíritu saben que lo único necesario es:
VIVIR SU PALABRA. CAMINAR SIGUIENDO SU PALABRA.
EL NÚCLEO DE LA VIDA DEL ALMA ES: EL EVANGELIO.
¿CÓMO VIVIR LA VIDA VERDADERA?
Es necesario seguir el Camino del Espíritu, con firmeza y con calma. Ninguna ansia, ningún miedo.
Hay que orar, escuchar, meditar, sufrir, trabajar, reposar siempre con el alma desposándose con Dios…
Él es un Huésped Perfecto.
Sabe conversar y sabe callar, según ve si el que lo hospeda está en condiciones de poderlo o no, escuchar.
Jesús es muy dulce al instruir.
Amorosamente firme al mandar algo.
Perfectamente amorosísimo al consolar.
Y Fortalece nuestras almas, de acuerdo al crecimiento y a las pruebas.
HAY QUE CONFIAR EN ÉL, CIEGAMENTE
Por cuanto más el alma pueda amarlo, siempre es una medida minúscula, respecto a cuanto nos ama Él.
Dios llama para despertar a las almas y que ellas lo acojan. Se muestra afanoso para que lo conozcan y les pide el corazón, para hospedarse en él. Porque el corazón es el más bello Tabernáculo para Él.
Y el alma se estremece de alegría cuando Dios se le acerca y palpita de amor, derritiéndose de dulzura y de arrepentimiento.
Cuando esto sucede, hay que secundar el impulso del alma, dejando toda diligencia por la carne. Hay que poner nuestra carne soberbia de rodillas y amar nuestra alma, dándole la vida con la conversión, que es la Resurrección espiritual.
TRANSFIGURACIÓN
Dios quiere que en la Resurrección Final, también nuestros cuerpos esplendan de Luz y de Belleza sobrenatural y eterna.
Acoger la Vida Divina quiere decir potenciar la propia vida del hombre a obras sobrenaturales.
Y si el alma sabe consagrarse y conservarse llena de Gracia, tal como queda después de que recibe los Sacramentos del Bautismo y de la Confirmación, esta alma es solo un poco inferior a Dios… Y con esto está dicho todo.
Porque poseer la Gracia y nacer, crecer y robustecer el espíritu, nos convierte en dioses, porque la Gracia deifica.
Y esto es lo que Jesús quiere, porque entonces querría decir: que su Sacrificio ha sido coronado por la victoria y realmente Él ha arrancado su imperio al Maligno, relegándolo a su Infierno, porque ya no hay corazones que lo acojan.
Lo sepultaría en su Reino Maldito, sellándolo con una piedra y poniendo sobre ella el Trono de María, su Vencedora…
Para vivir la Vida de la Gracia, primero es necesario nacer de nuevo.
Renunciar a nuestra vida de Pecado y a Satanás, con sus obras de destrucción y de muerte. Y decidirnos a conquistar el Amor y el Reino del Amor.
INMORTALIDAD
Y el Premio justifica el heroísmo…
Las almas que se quieren dar todas al Amor, siempre caen en el desprecio de los demás.
A las almas llamadas a exhalar Amor, les son quitadas todas las cosas de la vida y les son dadas todas las soledades y también las necesidades. Además de luchar con los obstáculos de otros quereres que intentan impedir al espíritu, que se entregue a su Dios.
Pero el verdadero amante NO toma en cuenta lo primero y NO se asusta con lo segundo.
Y pone sobre todo lo que es su necesidad vital:
AMAR A SU DIOS SOBRE TODA LAS COSAS…
Pedro calla. En el aire resuena vibrante, la enseñanza de ese día…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
En Anzio, el emperador con su corte después de la comida fueron a dar un paseo en bote y Popea se las arregló para estar junto a Marco Aurelio.
Luego Nerón quiso que hombres de dignidad consular, remen en homenaje a la Augusta.
El mar está tranquilo y el viento y la brisa son suaves.
El César, sentado junto al timón y vestido con una toga púrpura, cantó un himno en honor a Poseidón, que compuso la noche anterior y al que Terpnum le ayudó a ponerle música.
En otros botes los músicos estuvieron amenizando el ambiente y alrededor nadan un grupo de delfines, como si hubieran sido atraídos por la música.
Y los extraordinarios animales se portaron tan graciosos como si alguien los hubiera invitado a la fiesta.
Plinio está muy feliz.
Cuando llegaron a mar abierto, apareció a la distancia un barco procedente de Ostia y Marco Aurelio fue el primero en descubrirlo…
Entonces la augusta Popea, dijo:
– Es evidente que nada hay oculto a tus ojos. –y súbitamente dejó caer el velo sobre su rostro- ¿Podrías reconocerme así?
Petronio intervino al punto:
– Hasta el mismo sol se hace invisible detrás de las nubes.
Pero ella, coqueta y como en broma, insistió:
– Solo el amor podría cegar una mirada tan penetrante como la tuya. ¿De quién estás enamorado?…-y comenzó a nombrar a todas las damas de la corte, como si intentara descubrir cuál de ellas es el objeto de su amor.
Marco Aurelio contesta negando con calma.
Al final Popea mencionó a Alexandra. Y al mencionarla se descubrió el rostro y le dirigió una mirada inquisitiva y aviesa…
En ese momento, Petronio hizo virar el bote, culpando a un delfín por el violento giro y apartó de Marco Aurelio la atención general, impidiendo una respuesta.
Cuando más tarde los dos descansan a solas en el cubículum…
Petronio, verdaderamente alarmado le implora nuevamente que no ofenda la vanidad de Popea:
– ¡Sería desastroso! ¡Te vi y te conozco! ¿Acaso no comprendes?…
Marco Aurelio contestó decidido:
– El que no comprendes eres tú. Popea solo me inspira aversión y desprecio. ¡Si hubiera dicho algo sobre Alexandra!… Tuve que dominar el impulso de romperle el remo en la cabeza a esa mujer perversa y ruin.
– ¿Por qué crees que hice lo que hice? Tampoco a Nerón le gustó mucho que lo mojara con el viraje. Además, yo sé que Popea no te ama. Ella es incapaz de amar a nadie.
Pero ahorita es una mujer despechada. Su deseo y su capricho nacen de la cólera que siente contra el César; que aún se halla bajo su influencia y parece que es capaz de amarla todavía.
Aun así, es tan perverso con ella, pues no le oculta sus infidelidades, ni su desvergüenza. Ahorita, Popea es más peligrosa que nunca… ¿Cómo quieres que te lo haga entender?
Marco Aurelio concede con desgano:
– Está bien. Te prometo no hacer nada para provocarla. Rogaré a Dios que me ayude a librarme de ella.
– Y mientras lo haces yo te prometo que me mantendré vigilante, aunque con ello me estoy ganando el aborrecimiento de la augusta.
Una semana después…
Bernabé está sacando agua de la cisterna con un cántaro, mientras canta a media voz en el idioma de su país.
Al mismo tiempo mira de vez en cuando hacia el grupo de cipreses, en el jardín de la casa de Acacio. Y sonríe con gran complacencia…
En un banco junto a la fuente, están sentados Marco Aurelio y Alexandra.
Parecen dos blancas y hermosas estatuas; pues ni la más leve brisa agita sus vestidos. El cielo se tiñe de oro y fuego, mientras ellos conversan abrazados tiernamente, en medio de la plácida tarde.
Alexandra le pregunta preocupada:
– Amor mío, ¿No sucederá ninguna desgracia por haber salido de Anzio sin el permiso del César?
Marco Aurelio le contestó muy alegre:
– No, amada mía. El César anunció que se iba a encerrar dos días con Terpnum y Menecrato, para dedicarse a la composición de nuevos cantos. Y pidió que nadie lo molestara.
Esto lo hace a menudo. Y cuando eso pasa, no se preocupa de nada más y no le importa lo que pase a su alrededor…
Alexandra suspiró y dijo:
– Me alegro tanto de que estés aquí. El César…
– ¿A mí que me importa el César cuando estoy junto a ti y puedo contemplarte a mi antojo? Demasiado he sufrido la nostalgia de ti y llevo varias noches que no puedo dormir. A veces la fatiga me vence y caigo en una especie de sopor. No puedo dejar de pensar en ti.
– Yo tampoco amor mío y me sorprendió tanto verte que casi no lo puedo creer…
– Puse postas a lo largo del camino y gracias a eso, pude venir con mayor rapidez, que cualquiera de los correos del César. No sabes el trabajo que me cuesta permanecer lejos de ti. Te amo demasiado, vida mía.
– Y yo presentía que ibas a venir. Te estaba esperando yo también, esposo mío. Sufro mucho por la añoranza de tu ausencia.
Se besan con mucha ternura y con una contenida pasión, bajo el baño de luz que el crepúsculo vespertino colorea con sus últimos destellos.
El plácido encanto de aquella tarde, contribuye al arrobamiento mutuo.
Luego, Marco Aurelio dice:
– ¿Sabes una cosa? Estoy adelantando mucho en el catecumenado y el Obispo Cipriano prometió bautizarme pronto, antes de seguir su viaje a Asia.
– ¿Ya te sientes listo para pedir el Bautismo?
– Estoy aprendiendo a amar a Dios sobre todas las cosas. Y eso, en lugar de disminuir, ha aumentado y perfeccionado mi amor por ti. Antes creía que el amor era un anhelo y una llama que enardecía la sangre. Ahora comprendo que es posible amar hasta con la propia sangre, cuando se anhela derramarla por amor a Él y se desea la muerte que nos da la Vida.
– ¡OH! ¡Vaya que estás adelantado! Ya oigo a un cristiano maduro en ti. Y en relación con nosotros…
– Yo sé que nuestro amor durará en el tiempo y en la eternidad, porque te amaré más allá de esta vida y juntos adoraremos a nuestro Señor. ¡Oh, si ahora solo con verme reflejado en tus ojos, siento esta felicidad! Dime, Alexandra mía, ¿Qué será cuando nuestro amor pueda ser consumado y ame y adore en tu cuerpo, al Dios que encierras en ti?
Alexandra se ruborizó y exclamó:
– Yo también te anhelo igual…
Marco Aurelio la miró sorprendido y halagado…
Y enlazando el delicado talle de la joven, la besa en los cabellos mientras dice:
– ¡Alexandra! Te bendigo y bendigo el momento en que te conocí.
– ¡Te amo, Marco Aurelio mío! –dijo ella suspirando de felicidad.
Incapaz de decir nada más, ante las palabras que la emocionaron mucho, pronunciadas por aquel hombre que ha cambiado tanto y es como un sueño convertido en realidad.
Los últimos reflejos violáceos del crepúsculo, se desvanecen entre los cipreses, dando paso a los destellos argentados de la luna, en una noche admirablemente hermosa.
El tribuno responde emocionado:
– Ahora mismo que me has dicho:‘yo te amo’, estoy seguro de que por medio de la violencia yo no hubiera logrado arrancar de tus labios esas palabras, ni aun usando todo el poder de Roma.
Alexandra sonrió y mirándolo con coquetería repitió:
– Te amo y te anhelo con todo mi ser…
Por toda respuesta, Marco Aurelio le tomó la barbilla y la besó con toda la adoración, la pasión y la ternura que le despierta cuando está junto a ella.
Ella le correspondió, dulcemente apasionada…
Y en la deliciosa caricia, los dos se entregaron su apasionada donación mutua. Sus almas y sus espíritus se fundieron en una exquisita armonía, que los conecta con la maravillosa cadencia del Universo…
¡Oh! Paradisíaca felicidad del amor verdadero… Por unos instantes, todo a su alrededor queda suspendido por la magia que los envuelve…
Pero Marco Aurelio es un verdadero hombre y está consciente de que aun no puede vivir la plenitud de esta entrega, aunque la criatura que vibra de pasión entre sus brazos es su esposa…
Cuando disponga del tiempo para enseñarle a esta mujer maravillosa, todos los secretos deliciosos que encierra el Amor, entonces se deleitará con ella…
Si apresura las cosas, el inminente regreso a Anzio sólo echaría a perder lo que debe ser la experiencia más sublime de sus vidas…
La luna de miel tiene que retrasarse. Por ahora lo más sabio es mantener la cordura sobre los sentimientos…
Y con un supremo esfuerzo de su voluntad, se separó de ella.
Y dijo con cierta angustia:
– Eres mi esposa. Ahora soy tu prometido esposo y quiero que el día que estemos completamente juntos, sea para no separarnos jamás… Aun no te poseo plenamente y ya no puedo vivir sin ti. Si me quedo contigo, estaré desafiando un poder imperial que te dejaría viuda ahora mismo. Y necesito vivir para que con mi consagración a nuestro hogar, formemos la familia que los dos anhelamos. ¿Me comprendes vida mía?
Alexandra lo besó tiernamente en la nariz y le contestó:
– Mejor de lo que crees…. Pienso que Dios tiene sus planes, para permitir todo lo que nos está sucediendo. Y yo soy su sierva y la esposa que te espera y vivirá consagrada para ti. Mi Señor ya vive en ti y lo adoro en ti… Bendita sea su Voluntad en nuestras vidas y en nuestro matrimonio.
Marco Aurelio sonrió aliviado y dijo:
– Si yo preguntara a Séneca porqué enaltece tanto la virtud, creo que no sabría darme una respuesta convincente. Porque ahora sé que yo debo ser virtuoso para no perder a mi Señor Jesús. ¿Cómo no adorarlo, si además me ha dado el tesoro inestimable de tu amor? ¡Cómo quisiera quedarme contigo y no separarme ya nunca de ti! Pero debo volver a Anzio. ¡Estoy impaciente porque este viaje termine ya!
Alexandra lo escucha fijando en él sus ojos azul mar. Están húmedos y a la luz de la luna semejan dos flores perladas de rocío.
Y en aquel instante se sintieron inmensamente felices, pues sus almas están unidas por el poder de la Fe en la misma Religión que hace vibrar su espíritu y su corazón, con la certidumbre plena de que pase lo que pase, no dejarán de amarse y de pertenecerse el uno al otro; porque su amor está santificado por un amor más grande, perfecto y divino…
Marco Aurelio suspiró y dijo:
– Tengo que partir antes del amanecer, para estar en Anzio a tiempo.
Alexandra contestó con resignación:
– Yo tampoco quiero separarme de ti.
Sin mover la cabeza del hombro masculino, Alexandra alzó la mirada pensativa, hasta las altas copas de los árboles que argenta la luz de la luna y añadió:
– Muy bien, Marco Aurelio. Me has hablado de llevarme a Sicilia, en donde Publio desea pasar los años de su vejez…
El tribuno la interrumpe lleno de alborozo:
– ¡Sí, preciosa mía! Nuestras propiedades colindan con la de Petronio. Aquella es una costa deliciosa. Su clima es más suave y sus noches más bellas que las de Roma, son perfumadas y serenas. Allí la vida y la felicidad van de la mano. –y con aire soñador, hizo un esbozo del porvenir, agregando-¡Oh, Alexandra! Por entre las arboledas y los bosques nos pasearemos, en medio de nuestro gozo infinito…
Y veremos crecer nuestra familia, consagrados a la adoración de Dios.
Y ambos soñaron con las perspectivas encantadas del futuro y se abrazaron más estrechamente.
Ella preguntó:
– ¿Visitaremos a los Quintiliano?
– Sí, preciosa mía; serán parte de nuestra familia.
Alexandra le tomó una mano y se la besó.
Marco Aurelio le dijo muy quedo:
– ¡Oh, Alexandra! Yo soy quién debo rendirte homenaje de adoración. –y tomando sus manos, las llevó tiernamente a los labios.
Ella se estremeció, diciendo emocionada:
– ¡Marco Aurelio! Esposo mío… ¡Te amo tanto!
Y por unos momentos ambos escucharon el latir de sus corazones amantes…
Hasta los cipreses inmóviles parecían estar suspendidos en aquella inefable escena de amor…
Que de súbito…
El silencio de la noche fue interrumpido por una especie de trueno, ronco y sordo; que hizo temblar el cuerpo de Alexandra…
Entonces Marco Aurelio se levantó y dijo:
– Son los leones que rugen en el vivarium. –Y la abrazó.
Luego, los dos escucharon con atención:
Al primer bramido siguieron otros…
Se escuchan los rugidos de las fieras que en medio del silencio de la noche, resuenan aterradoras y amenazantes.
Alexandra se sacude con un presentimiento lleno de tristeza, pero Marco Aurelio la estrecha más…
Y trata de tranquilizarla:
– No tengas miedo. Los Juegos están próximos. Los vivares están llenos con muchísimas fieras y esta casa está muy cerca del vivarium. Ven.
Y ambos entran en la casa acompañados por el tétrico rugir de los leones, que va en aumento…
Cada vez más estruendoso y aterrorizante…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
En la Iglesia de la santa Cruz, que es el salón porticado en el jardín de la Puerta del Cielo, Pablo de Tarso está hablando a una multitud de cristianos, de todas las edades:
“Así pues hermanos míos, os ruego encarecidamente por la misericordia que Dios les ha manifestado, los exhorto a que se ofrezcan ustedes mismos como una ofrenda viva. Ofreced vuestros cuerpos como una ostia o víctima viva, santa y agradable a Dios. Porque en esto consiste el Verdadero Culto.
No se dejen transformar por los criterios de este mundo, sino más bien renovad vuestros espíritus y dejen que una nueva manera de pensar los transforme internamente, para que sepan distinguir cual es la Voluntad de Dios a fin de acertar que es lo bueno, lo más agradable, lo perfecto, que Dios quiere de vosotros.
SACRIFICIO VIVIENTE = CULTO VERDADERO.
Los sacrificios eran la base y la forma de la religión antigua. Todo se impetraba y todo se expiaba mediante sacrificios. Con el sacrificio se intentaba honrar a Dios o aplacarlo, agradecerle por una victoria o sanación.
Era la época del sacrificio material, porque no había otro rito, ni otro modo manifiesto, para honrar al eterno y conseguir su ayuda.
La Ley de los libros mosaicos, dice como las hostias de los sacrificios y las oblaciones de flor de harina, aceite, incienso, deben tener sal, pero no levadura, ni miel. Y deben ser tostadas y trituradas, antes de ser ofrecidas y siempre rociadas de aceite unidas al incienso.
La Ley también dice que de aquellos que pertenecían a la estirpe de Aarón, la estirpe sacerdotal; estaban excluidos del sacerdocio, los que tenían cualquier defecto físico o enfermedad incurable.
Cuerpo perfecto de construcción y de salud, debía ser el oficiante delante del Creador del hombre.
El Altísimo que había dado al hombre perfección de miembros, de sentidos, de sentimientos y para el Cual, el ver la enfermedad y la deformidad que eran el testimonio de la Rebelión del Hombre y del desprecio de Satanás a la obra más preciosa para Dios y por lo mismo también eran desprecio a Dios.
La Benignidad de Dios había indicado la forma de expiar los pecados. Todos menos uno: el Pecado Original. Éste solo podía ser lavado por una Víctima Perfecta y no existía en la Tierra. El hombre no había sido instruido por el Verbo Encarnado y faltaba la Víctima Santa para el Sacrificio Perpetuo y Perfecto.
Sintiendo la necesidad de adorar al Dios Verdadero, le hacía oferta de los dones que Él Mismo había dado al hombre. Recogía los animales y los frutos de la tierra y los consumía en el fuego para que realmente fueran sacrificados.
Pero ¿Eran Sacrificio Viviente? NO.
Eran sacrificios de animales y productos vegetales. Ya muertos los primeros y arrancados de la tierra que los nutría, los segundos.
No eran víctimas ‘vivas’ consumiéndose a sí mismas, para honrar a Dios. Y muy relativo era el sacrificio, aunque fuesen animales de mucho valor material.
En las religiones idolátricas Satanás enseñó a los hombres a adorarlo con sacrificios humanos.
Para el Dios Verdadero se le daba honor y reparación, con la inmolación de los animales que substituían sobre el altar, al verdadero Culpable. Sacrificio relativo e imperfecto.
Antes del Cristo Cordero, Inmolado para expiar las culpas humanas y aplacar la Ira Divina, nunca un hombre había sido sacrificado al Dios Verdadero, para darle honor y reparación perfecta.
Para que el espíritu del hombre fuese recreado en Gracia y reintegrado a su dignidad de hijo de Dios y coheredero del Cielo, para que la Justicia Divina fuera aplacada y el Mal Vencido, se necesitaba una Víctima Perfecta.
Una Víctima Única que siendo Dios como el Dios Ofendido, pagase de Dios a Dios, el rescate del Hombre, como Hombre Santísimo y expiase por el hombre pecador.
Sólo el Hombre-Dios podía aplacar a Dios y redimir al hombre, siendo Verdadero Dios y Verdadero Hombre.
Y EL VERBO SE HIZO CARNE.
Jesús se hizo Hombre y Jesús fue Inmolado. Pero su sacrificio no fue consumado sobre su carne muerta, sino en un Cuerpo Vivo, sobre el cual fueron arrojados todos los tormentos y expiadas todas las culpas, por las cuales el Inocente fuera gravado, para consumirlas todas.
SACRIFICIO TOTAL.
Del espíritu del Cristo, probado por el Abandono del Padre, para reparar la Culpa de Adán, culpable de haber abandonado a Dios y a su Ley.
Del Intelecto Perfecto del Hijo del Hombre, para redimir la soberbia de Adán. De la Carne Inocente del Cordero de Dios, para reparar la Lujuria de Adán.
Y para que el mundo siempre pecador, tuviese siempre una víctima perfecta, adelantó la Inmolación del Cristo y Pontífice Eterno, constituyendo el Sacrificio Perpetuo: el Eucarístico.
En el cual está todavía y siempre, Cristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Y es consumado y ofrecido en todos los altares de la Tierra…
SACRIFICIO PERPETUO Y SACRIFICIO VIVIENTE El Nuevo Sacrificio de la Religión Perfecta.
Pero al sacrificio viviente que se consuma sobre los altares, el hombre debe unir su propio e individual sacrificio. Sacrificio que incluye la parte carnal, moral y espiritual.
Enfermedades, pobreza, trabajo extenuante, por la parte material.
Injusticias, calumnias, incomprensiones, por la parte moral.
Persecuciones por parte de los hombres o abandono de Dios para probar la fidelidad de su siervo, por la parte espiritual.
Y todavía más: fidelidad a la Ley conservando castos, justos y amorosos, los cuerpos, los pensamientos, los sentimientos y los espíritus. Porque esto, más que los ritos exteriores, es lo que constituye el verdadero Culto A Dios.
No la forma solamente, sino la sustancia del Culto a Dios. Y la sustancia es dada del renovarse. La sustancia del culto a Dios es dada por un continuo, fatigoso y a veces muy doloroso ascenso hacia la perfección, para hacer la voluntad de Dios y poder llegar a ser santos y subir a la morada del Padre en la Eternidad.
Esta renovación, esta transformación, este ascenso a la Perfección, se hace con la voluntad humana unida al Espíritu del Hijo, dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo, de tal forma que con todos sus dones activos, se va haciendo todo lo que Dios propone hacer, en el modo como Dios lo propone, en la medida en que Dios lo señala.
Un continuo renovarse, espiritual y moralmente, para hacerse una humanidad nueva, alcanzando la Fusión Total con Dios, hasta poder decir: “A fin de vivir para Dios, estoy crucificado con Cristo. Y ahora no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí.”
La Palabra de Dios es levadura que hace fermentar la harina pura, la Harina de Hostias, para que esa harina con su perfección, sea levadura en la Gran Masa.
Cuando el ama de casa quiere hacer su pan, no toma la harina impura llena de salvado. Sino toma la harina más pura, la baña de agua y la pone a fermentar para que la levadura la levante y la convierta en un delicioso pan.
Es necesario que las hostias, en un espiritual sacrificio, vengan y se pongan a sí mismas sobre el Altar del Sacrificio.
Dios les pide expiación, reparación, perfección de Caridad, a las víctimas que son las columnas de la Iglesia que sostienen el Templo de Dios y que son las estrellas que señalan el Camino que termina en el Corazón de Cristo.
Soldados del Dios Verdadero. Atletas de la Religión Santa. Sacerdotes y víctimas del tiempo nuevo, que deben salarse con la sal de la voluntad heroica, la cual tuesta y cauteriza, pero fortifica las partes débiles. Ellas deben tostarse y triturarse en el Fuego de la Caridad y en la muela de la mortificación, para convertirse en Harina de Hostias.
‘Flor de Harina’ rociándose con la santa unción de las virtudes y olorosas por el abundante incienso de la Adoración, ofreciéndose, inmolándose, diciendo las perpetuas palabras de Cristo:
“Aquí estoy Padre, para hacer tu Voluntad y no la mía.”
La infamia de la Tierra es tanta, que sube con fuerza sacrílega hasta los Cielos con la fetidez del Infierno. Hay que purificar la Inmensa Catedral del Creador, para que Dios pueda todavía mirarla con Piedad que salva. Y es una bendición ser elegidos.
Es un privilegio de Dios, esta función de hostias, ‘redentores’, continuadores, completadores de la Pasión de Cristo.
Porque: LAS ALMAS-HOSTIAS-VICTIMAS, VIVEN LA CRUCIFIXIÓN TOTAL.
El alma que se ofrece a sí misma en una oblación perfecta y crucifica su voluntad, para hacer exclusivamente la Voluntad de Dios. Y decide amar lo que Dios Ama y hacer lo que Dios hizo:
VIVIR MURIENDO Y MORIR AMANDO.
Obedeciendo con una obediencia perfecta. IMITANDO A JESÚS EN TODO. Él Mismo personalmente, enseña a caminar paso a paso, siguiendo sus huellas ensangrentadas, por el Camino de la Cruz…
LA CRUCIFIXIÓN MORAL.
ES PRECISO MATAR EL ‘YO’ Y RENUNCIAR A TODO.
Se crucifican los afectos, aún los más legítimos y se abraza totalmente ‘la locura de la Cruz’. Se mata el respeto humano aceptando el desprecio del mundo.
Y deja de interesar la etiqueta que con burlas y escarnios, se debe soportar: ‘locos y endemoniados’.
Lo único que importa es lo que se es a los ojos de Dios. Y Él es el que, al cáliz de la amargura que el mundo hace tan cruel, le infunde su divina dulzura. Recordar al Maestro al que juzgaron igual, es el pensamiento que fortalece y ayuda.
El alma se vuelve profeta y apóstol y corre la misma suerte. El amor por su Dios le aporta: la PERSECUCIÓN.
LA CRUCIFIXIÓN FÍSICA
En enfermedades permitidas por Dios, el cuerpo se destruye en lenta agonía que sirve para expiación y redención.
Se crucifica la carne con todas sus apetencias y naturales inclinaciones. Se doblegan todos los instintos en una sumisión absoluta al espíritu. Con la ayuda de Jesús, que vive en el interior, el alma logra el total dominio y se obliga a vivir los mandamientos del Evangelio. La carne gime, pero el espíritu triunfa.
En una crucifixión auténtica, el cuerpo sufre los dolores físicos que sufrió Jesús, en la medida en que Él Mismo con ternura paternal, va imprimiendo su semejanza en el alma que ha sellado como suya y conforme el alma lo va soportando…
Y su semejanza de ‘Redentor’ va siendo grabada con divina precisión.
Las manos y los pies duelen y los clavos se sienten; al igual que las espinas y los azotes de la flagelación. Hay un dolor soportable, junto con un gozo muy intenso.
Cuando se ha avanzado tanto que Jesús deja que se experimente su dolorosísima agonía, la Misericordia Divina ayuda a nuestra debilidad y hace que sea posible amar el Dolor y el Sufrimiento.
En casos excepcionales, esta crucifixión sale al exterior y los estigmas se vuelven visibles.
Por lo general, las almas víctimas no quieren que nadie sepa su secreto y pasan inadvertidas en medio del mundo, llevando silenciosamente su martirio interior.
Las almas hostias mueren sobre la Cruz, con el martirio del Amor Total.
A esta crucifixión completa contribuyen:
LOS HOMBRES.
Que dominados por el mundo no pueden comprender al que vive estas realidades espirituales.
La incomprensión y la soledad se vuelven compañeras inseparables del alma- víctima.
Lo único que la sostiene y la compensa de todas sus amarguras: es Dios y su amor.
SATANAS.
Que en una permisión divina, fustiga con todo su odio y su furia al que se ha convertido en su mortal enemigo.
En esta batalla, Satanás utiliza a los hombres dominados por él y los convierte en flagelos humanos.
El hombre es el más cruel enemigo del hombre. Y los primeros enemigos son los propios familiares, las batallas de las víctimas se desarrollan entre el Paraíso y el Infierno.
El alma se debate en un mar que le lleva oleadas de dolor, de amargura, de angustia, en la oscuridad y la incertidumbre. De las que solo es rescatada, por la Infinita Bondad de Dios, que vuelve a llenarla de paz y alegría. Con sus lágrimas y oraciones obtienen gracias de Dios y Él las conforta para que esperen más bendiciones.
Es la Hora de Satanás. Y las víctimas llevan al culmen su sacrificio hasta el tormento de la Hora Nona. Y si es necesario derraman también su sangre en un martirio cruento. Y permanecen fieles en aquel océano de desolación.
Y dicen junto con Él:
¡Dios mío!… ¡Dios mío!… Llenando de plegarias el Cielo, hasta que el Padre Celestial sienta fundirse en Piedad su Indignación y su Justicia sea aplacada. Una vez más.
DIOS MISMO
Los pecadores muertos a la Gracia no son felices. Parece que lo sean, pero no es así. Y aunque los momentos de ebriedad por los placeres, no los dejan comprender su estado; no faltan nunca las horas en las que un reclamo de la vida, les hace sentir su condición de separados de Dios.
Y es entonces la Desolación. Aquella tortura que Dios hace gustar a sus predilectos, para que sean como su Verbo: ‘salvadores’
En la hora crucial, el tormento de los tormentos: LA AUSENCIA DE DIOS.
Dios prepara a su atleta espiritual y en cierta manera lo prueba contra Sí Mismo.
El alma prueba su fidelidad en lo que pareciera el Abandono del que es su propia vida. ¡El Abandono de Dios! ES EL HORROR MÁS GRANDE DE LA MUERTE.
Y si es horrorosa para aquellos para quienes es únicamente ‘prueba’, es demoledor para las almas víctimas, para las que se convierte en una desgarradora realidad.
Porque ellas deben abrevar este cáliz, para perpetuar la Obra Redentora y salvar a los hombres que perecen en la desesperación.
Cuando esto sucede, Satanás ataca con peor ferocidad y atroz tormento. El alma libra un mortal combate en el que habrá un solo vencedor. El Espíritu Santo es la única y suficiente Fuerza que sostiene la voluntad para que sobrevenga la victoria.
Y el dolor es compensado con las gracias sobrenaturales, con las cuales Dios consuela a su amada. El alma de las víctimas que perseveran, jamás se pierde.
Son los verdaderos adoradores en espíritu y en verdad. Son las esposas-reinas del Esposo-Rey. Las que conocen sus secretos y guardan una intimidad y una unión tan completa, que el Amado les imprime su Imagen en una semejanza perfecta.
Y el alma sabe que Dios está encima de ella, Invisible pero Presente. Está protegida, por más que se crea sola, cuando le tocan las desolaciones. El amor nunca falta sobre las agonías y los sacrificios, de quienes trabajan por la Gloria de Dios y la Redención de las almas.
EL CRISTIANO VERDADERO, SIEMPRE ES UN ALMA VICTIMA.
Todos los cristiano auténticos, son hostias-vivientes.
Liberados de la esclavitud del pecado; sostenidos por la Gracia, ya no deben conocer la muerte del espíritu, si voluntariamente no se hacen siervos de la Culpa.
Y Dios le ha dado alas a los espíritus liberándolos de las cadenas para que volasen muy alto al encuentro de Aquel que siguieron conquistados por Jesucristo y por su Doctrina.
Los predestinados a la Gloria son los que no permanecieron sordos a su llamada, ni se detuvieron para seguirlo. Y con heroísmo emprendieron el camino de la perfección.
No desfallecieron o desconsolaron, ni cuando el amor de predilección del Señor, fue una secuela de pruebas y de penas. Y no se creyeron menos amados por ello. Al contrario, supieron convertir las aparentes derrotas, en aplastantes victorias…
Pablo calla…
Un gran silencio se extiende por todo el lugar.
Todos los cristianos meditan en sus palabras. Y se podría oír el zumbido de una mosca.
De pronto, Pablo siente un ligero tirón a su túnica por detrás y voltea.
Hay dos niños y los reconoce: son Cástulo y Fabio.
Pablo se inclina y mira de cerca la hermosa carita llena de inocencia y gravedad.
Los grandes ojos azules de uno y castaños del otro. Los cabellos rizados y oscuros.
Y la túnica blanca con una franja roja en los bordes.
Los dos niños están tomados de la mano. Tienen alrededor de seis años.
Los grandes y hermosos ojos azules de Cástulo parecen hacerse más grandes cuando miran a Pablo con mucha seriedad y con su vocecilla infantil, pregunta:
– ¿Eso que dijiste es solo para los grandes?
Pablo parece reflexionar y responde con gravedad como si estuviera con un adulto:
– No. Pero ¿Has comprendido de lo que hablé?
– Sí. –Resuena la vocecita decidida- Fabio y yo queremos ser hostias.
– Veamos… ¿Qué entendiste de lo que dije?
– Que Dios me quiere tanto, que quiso morir por mí. Y que si yo lo amo a Él, también debo morir por Él.
Que no tengo por qué preocuparme, porque Satanás estará muy enojado… Pero si me hace la guerra le va a ir muy mal, porque Dios me protegerá siempre y me va a llevar al Cielo.
– Es un compromiso muy serio. ¿Comprendes que si lo haces, Dios te lo tomará y tú deberás cumplir?
Cástulo parece elevarse y dice muy firme:
– Sí.
Fabio confirma a su vez:
– Yo quiero ser hostia.
Cástulo insiste:
– Yo amo a Jesús y quiero ser hostia. ¿Dime cómo lo hago?
– Pues, deberán decírselo a Jesús… Vamos a orar.
Y Pablo se arrodilla frente a la Cruz, junto con los dos niños que oran en voz alta…
Y cada uno hace su ofrenda viviente…
En todas las caras se dibuja una sonrisa.
Cástulo resumió en unas cuantas frases, la enseñanza de ese día.
Y todos recordaron porqué Jesús ama tanto a los niños.
Diana también recordó su propia ofrenda cuando era niña…
Con aquellos ejemplos ¿Quién puede mostrarse cobarde?
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
Hijitos Míos, os he dicho que Satanás es muy poderoso, vosotros necesitáis de Mi ayuda para poder vencerle.
Ya que si Yo os abandonara porque vosotros no quisierais Mi ayuda y Satanás actuara con todo su poder, con todas sus capacidades… Os destrozaría, física y espiritualmente.
Con esto os quiero decir que es muy superior en capacidades a vosotros. Debéis tener en cuenta que él es un Arcángel. Malo, pero es un arcángel.
O sea, las capacidades de él como Arcángel son muy superiores a vosotros. Ahora, Mis capacidades Divinas en Mí, como Dios y Creador, son infinitamente más grandes, más poderosas que las de él.
Yo y todos aquellos que estén Conmigo, podemos fácilmente destruir las capacidades de Satanás, por eso os envié a Mi Hijo, para que uniéndoos a Mi Amor, a Mis virtudes, a Mis dones, Satanás no os pudiera hacer daño.
Ahora, si Satanás es superior a vosotros, muy superior a vosotros y Yo infinitamente superior a vosotros, ¿De dónde sacáis el querer ser soberbios y creeros mejor que Yo?
Sois tontos, sois pequeños, sois insignificantes. Cuando entráis en soberbia vosotros mismos os estáis destruyendo. Porque, en el momento en que vosotros entráis en soberbia y os creéis mejor que Yo, negáis Mi Presencia en vuestra vida, en toda la Creación, en el Universo entero…
Y en ése momento os estáis creyendo mejor y superiores a Mí. En ése momento, vosotros mismos como os dije, os estáis destruyendo porque os quedáis sin protección. Y entonces Satanás con su poderío muy superior a vosotros, os destroza.
Y es cuando veis Mis pequeños, cómo hay tantas almas destrozadas espiritualmente. Almas que se han dejado embaucar por las Mentiras de Satanás, haciéndoles creer que él las va a llevar a obtener cosas infinitamente más grandes que las de todos vosotros; solamente para engañaros, para sacaros del buen camino.
Cuidaos, porque tan pronto vosotros Me negáis a Mí vuestro Dios, en ése momento os traiciona y os destruye.
Satanás nunca va a cumplir con lo que promete y esto os lo he repetido muchas veces, pero no queréis entender. Y así, muchas almas siguen cayendo en los errores en donde ha caído Satanás.
Primero os enamora con sus capacidades, os hace ver cosas extraordinarias… Y vosotros faltos de humildad, caéis en sus trucos, porque queréis ser superiores a vuestros hermanos. Os llenáis de soberbia y en ése momento, caéis muy bajo…
Porque, al llenaros de soberbia, estáis haciendo a un lado la humildady Yo no puedo tratar con almas que no son humildes.
Las almas soberbias, ellas mismas se destruyen, porque no quieren saber nada de Mí y no acuden por ayuda, porque se creen superiores a Mí ¿Para qué venir a Mí, si ellas son mejores?
Y en ése momento, ésas almas pierden todo. Y al final, Satanás al traicionarlas las destruye y una gran mayoría de ésas almas se condenan eternamente.
PedidMe el Discernimiento Santo, para que os veáis realmente como sois vosotros y en qué posición estáis ante Mis Ojos.
Después de eso, pedidMe humildad, para que podáis cambiar. Reconociéndoos primeramente, que sois como os he dicho: pequeños, sois nada. Solamente sois algo cuando estáis Conmigo.
Sois pequeñitos, sois granitos de arena. Pero cuando os reconocéis así pequeñitos y Me buscáis, es cuando Yo Me derramo inmensamente sobre vosotros, porque amo la pequeñez de los que son Míos,
Porque amo a aquellos que se reconocen pequeños y necesitados de total protección y Sabiduría Mía, a ésos los amo y los tengo cerca de Mi Corazón. Por eso Mis pequeños, sed así, “nada” ante Mis Ojos, para que Yo os vuelva infinitamente grandes para el Reino de los Cielos.
Hijitos Míos, así como en el organismo hay células muy especializadas y hay otras que aparentemente, no tienen una función tan importante; todas las células son importantes para que vuestro organismo funcione correctamente. Debéis entender esto muy bien, Mis pequeños, para que no surjan envidias entre vosotros.
Cada uno de vosotros ha recibido una misióny la debéis cumplir lo mejor posible, tenéis dones para vuestra misión y debéis llevar a cabo vuestra tarea, siempre con alegría y agradecimiento.
Primeramente, porque se os dio el don de la vida, para que actuarais aquí en la Tierra con la misión que se os pidió,siempre con humildad, con alegría y con la perfección, Mis pequeños.
Vosotros no debéis ambicionar ser diferentes a lo que sois, porque Yo os quiero así, como fuisteis creados, para cumplir con la misión en la que estáis.
Quizá vosotros la veáis sencilla, intrascendente, pequeña, que no sobresale; pero cada uno de vosotros debéis entender que si no hicierais lo que debéis hacer, si no llevarais a cabo vuestra misión, el Cuerpo Místico de Mi Hijo que sois todos vosotros, no caminaría correctamente.
Cuando vosotros queréis ser alguien diferente a quien sois, ni hacéis bien lo que debéis hacer ni lo que quisierais hacer, porque no tenéis las capacidades para brincar a otra misión que no se os concedió.
Cuando Mi Hijo os ha dado la Parábola de los denarios, realmente éstos son los dones que recibisteis: uno sería una misión sencilla, dos sería una misión más importante, tres, sería una misión muy particular y como os dije, para cada misión se os dan dones y capacidades especiales para que las llevéis a cabo.
Vosotros mismos os dais cuenta desde la escuela que no podéis con ciertas materias, que aunque quisierais ser los primeros del salón, a veces no lo lográis; sacaréis un 7 o un 8, pero no llegaréis al 10 en ciertas materias, porque no tenéis ésas capacidades.
Yo os quiero donde estáis y en el nivel en el que estáis; sacaréis siempre 10, porque ése es vuestro nivel y así lo haréis bien.
Es más, a los que vosotros estáis envidiando, que tienen capacidades aparentemente superiores a las vuestras; si van a vuestro nivel, estad seguros que no sacarán el 10 o que no lo harán tan bien como vosotros lo haréis; porque tampoco tienen las capacidades para hacer lo que vosotros estáis haciendo.
La vida Mis pequeños, no es competencia. La vida es para que deis lo que Yo os pedí que hicierais,
Para que el Cuerpo Místico se recuperara. El Cuerpo Místico de Mi Hijo, que se ha roto por el Pecado Original, tiene que volver a conformarse y todos vosotros sois importantes para ello.
Yo no os veo como vosotros os veis. Yo os veo a todos iguales, porque os he dado capacidades para que lo que hagáis, lo hagáis perfecto.
Yo, como Padre vuestro, conocéis bien la perfección que pongo en cada una de Mis obras. Veis la perfección en el Universo, de las leyes que he puesto en el Universo, en toda la Creación.
En la Tierra, veis todo lo que he hecho para vosotros, gozáis de la perfección de todo lo creado y aunque el Pecado ha destruido parte de la Creación, seguís viendo cosas bellas, cosas grandes.
Cosas que aún no comprendéis y que ni la ciencia actual puede explicaros. Sois todavía pequeños, no habéis crecido lo suficiente para poder entender lo que Yo os he regalado en la Creación.
Pero Mis pequeños, la Perfección de la Creación es Mi Hija:la Siempre Virgen María. Grandes bendiciones, grandes Gracias, todo Nuestro Amor en Ella: la perfección en la Virtud, la perfección en su Bondad, la perfección en la Humildad.
La Creamos en Nuestra Santísima Trinidad para bien vuestro. Para el bien de la Redención, como figura que debéis seguir, el ejemplo que debéis tomar de Ella. ¡Cuánta Belleza! Belleza Santa, Belleza Pura, Belleza sin igual.
Mis pequeños, el Demonio ha tratado de destruir Su Presencia entre vosotros. La Vida, la Presencia, Su intercesión es necesarísima para el ser humano, es necesarísima para la salvación de las almas.
ELLA, Ella os trae a Nosotros. Por Ella venís a Mi Hijo. Por Ella,muchas almas prácticamente condenadas, se salvan.Por Ella crecéis espiritualmente. Por Ella, muchos pueblos obtienen su salvación. Por Ella, Mi Amor se derrama grandemente a los corazones.
¡Tanto, TANTO obtenéis por Ella, Mis pequeños! Y poco la amáis.Entregaos a Ella Mis pequeños y vuestra santidad estará asegurada.
¡Venid! Mis pequeños a través de Mi Hija. ¡Venid!, Amadla con todo vuestro corazón,como Nosotros la amamos en Nuestra Santísima Trinidad.
Es un Gran Regalo de Amor que os hemos dado. Agradecedlo, apreciadlo, es ésa Perla Preciosa. Llevadla en vuestro corazón y llenaos de Sus Virtudes.
¡Amadla, amadla, Mis pequeños, AMADLA!
Mis pequeños, de entre todas las Virtudes vividas en grado heroico por Mi Hija, la Siempre Virgen María, podrían destacarse Su Docilidad y Su total abandono a Mí, Su Dios.
Estas dos virtudes, adornadas con la Humildad y con el Amor, le dan un Sello especial a Mi Hija. Su alma dócil y abandonada a Mi Voluntad, marcó toda Su Vida desde la niñez.
Es en Ella, Creatura Excelsa, en quién pude deleitarme. Nunca hubo un no ó una duda de parte de Ella.Simplemente aceptaba Mi Voluntad, aunque en ése momento no entendiera Mi Obra en Ella.
Su sencillez era deslumbrante. Y a pesar de ser la Madre del Salvador, la Madre del Hijo de Su Dios, se mantenía en ése apocamiento. No había presunción ni hacia el Cielo ni hacia la Tierra; simplemente era pura sencillez adornada con humildad y con Amor.
Su Vida fue de entrega total a Mi Voluntad. No preguntaba nada, simplemente obedecía, sabiendo que Yo Su Dios, no le podía pedir cosas malas o negativas que fueran en contra de las Virtudes con las que fue dotada.
¡Cuánto Amor en Mi Creatura excelsa! ¡Cuánta donación extrema envuelta en humildad! ¡Cuánta sencillez, lo cuál le valió para que Me derramara con más bendiciones sobre Ella!
Sí, Mis pequeños, en Ella os dejé un gran ejemplo. Un gran ejemplo de vida y donación. Un gran ejemplo de docilidad y Amor. Con almas así Yo puedo hacer grandes obras.
Son en éste tipo de almas en las que Yo puedo derramar Mis Dones y Mi Amor. Y por medio de ellas, salvar infinidad de almas.
Con las almas sueltas totalmente a Mi Voluntad, en las que NO encuentro un “no”, o un “después” o un “¿Por qué a mi?”, Yo puedo hacer llegar muchísimas bendiciones a todo el género humano.
La Vida de Mi Hija María transcurrió en el silencio externo, pero en la comunicación continua Conmigo Su Dios, dentro de su Corazón, de día y de noche. Su Vida era Oración continua.
Solamente de ésta forma las almas pueden llegar a ConocerMe. Es a través del diálogo y del trato continuo, que dos almas pueden llegar a conocer y a entender. Ella lo logró y con ello alimentaba fuertemente a Su Alma.
Esa fuerza espiritual tan grande sólo se puede obtener de Mí y ésta Le ayudó a superar todas las Pruebas que La acompañaron toda Su Vida.
Su paso al Hogar Eterno en Su Dormición, fue un gran premio que obtuvo de Mí. Que a pesar de haber sido preservada del Pecado Original, todas Sus acciones terrenas divinizadas por Su total donación y aceptación de Mi Voluntad, le valieron el título de Bendita entre todas las mujeres y el de ser asunta al Cielo en Cuerpo y Alma.
¡Bendita es Mi Hija de mi Sacratísimo Corazón y Bendito el Fruto que llevó en Su Vientre!
También os quiero hablar sobre el grandísimo favor concedido a Mi Hija Santísima, la Siempre Virgen María: el Santo Rosario.
Todas las culturas antiguas y modernas, tienen y han tenido la necesidad de alabar, agradecer, pedir, ofrecer holocaustos y sobre todo, amar a un dios determinado. El alma tiene ésa necesidad intrínseca: la de buscar y tratar de hallar su espiritualidad, ya que ella tiende a lo eterno, a lo sublime, a lo que no es de la Tierra.
Toda alma encarnada sufre una transformación, está aprisionada por el cuerpo y sus debilidades. Y así el alma, tiene necesidad de concentrarse más en las cosas espirituales para poder vencer los desvíos, pasiones, pecado, a donde el cuerpo la quiere arrastrar.
El alma inteligente, el alma que discierne, el alma buena, va a tender a luchar por mantener ésa espiritualidad con la que bajó. Y así, el esfuerzo por mantenerse en ése estado será grande, porque grandes son los ataques del Maligno por conquistar las almas hacia el Mal.
Por lo tanto, el alma, después de discernir en la Verdad, llega a la conclusión de que no hay otro camino para mantenerse en la salud espiritual, que a través del alimento espiritual, el cuál consiste en la Oración y en la vida de amor.
Mi Hijo Jesucristo, antes de instituir la Sagrada Eucaristía, daba ejemplo grandísimo de lo que la Oración significa y debe también significar para todos vosotros.
Las Sagradas Escrituras os lo exponen y os dicen: “Y Jesús, después de predicar se apartaba para orar al Padre” y también dicen: “Y Jesús se retiró a solas a orar” y en otro pasaje dice: “Jesús pasó toda la noche orando”, etc.
Muchos son los pasajes en los cuáles se os habla del valor de la Oración, tanto como alimento espiritual, como ayuda a prepararse ante las pruebas fuertes y así os lo narran las Escrituras: Cuando iba a dar comienzo a Su Vida Pública, Jesús se apartó a orar y ayunar en el desierto durante 40 días.
Cuando iba a ser apresado os dicen las Escrituras: Y Jesús se retiró, junto con Sus apóstoles, en el Huerto de los Olivos.
Y así y en muchas otras ocasiones, tanto El cómo Mi Hija la Virgen Madre de Mi Hijo, os enseñan cómo Orar a Mí, a Su Padre.
Siempre Su Oración iba dirigida a Mí y podía ser Oración de agradecimiento, Oración de amor, Oración de unión íntima, Oración de petición, Oración de intercesión, como la tenemos en las Bodas de Canaán.
Mi Hija intercediendo por los novios ante Su Hijo-Dios, así como todos aquellos que intercedían por algún semejante para alcanzar sanación y vida, en cuerpos y almas.
Oración de Comunión Divina, la instituir la Sagrada Eucaristía. Su Vida era Oración y así también vosotros debéis alimentar a vuestra alma, con la Oración continuada a vuestro Dios, de Quién todo recibís.
Hijitos Míos, a través de la Oración humilde, sencilla, confiada, podréis obtener todo de Mi; siempre y cuando sea para la obtención y crecimiento de vida espiritual y para el mejor cumplimiento de vuestra misión sobre la Tierra.
Recordad que os he dicho que no desperdiciéis vuestro tiempo de Oración pidiendo cosas materiales superfluas, Yo velo constantemente por vuestras necesidades básicas y de vez en cuando os doy “regalitos extras” para mantener vuestro cuerpo en el mejor estado, para que podáis cumplir vuestra misión.
Cuando bajáis a la Tierra a servirMe y cuando buscáis primero Mi Reino Yo os doy la añadidura, la cuál es la que concierne a vuestro cuerpo y sus necesidades.
La Oración en manos de un alma amorosa, olvidada de sí misma y que sólo vé por Mis necesidades para con vosotros, es poderosísima.
Así lo han entendido los grandes santos, por eso os he dicho que no importa la posición humana que tengáis; son vuestros deseos y vuestros actos los que cuentan, porque son los deseos del alma por servir a su Dios, los que valen.
Ha habido entre vosotros almas encarnadas en reyes, en gente sencilla y hasta en mendigos y la santidad en altos niveles, se ha dado en todos ellos. No es el dinero, ni la posición social la que va a dar poder a la Oración ni a la santidad del alma.
ALFREDO EL GRANDE
Son los actos amorosos del alma, para Conmigo y para con sus hermanos, lo que la va a santificar. Es la vida de oración la que le va dando al alma el triunfo y el premio final. Y así, ahora conocéis de almas que no salieron durante muchísimos años de un pequeño cuarto, por estar postrados en cama y que son ahora grandes santos.
Por el contrario, también conocéis de grandes guerreros defensores de la Fé, que dieron su vida o en batalla o al misionar otras tierras llevando la Palabra de Mi Hijo a sus semejantes y que ahora son grandes santos.
Sin la Oración hijitos Míos, no sois nada. Tenéis lo más grande que os puedo dar: el alma. Pero sin la Oración ella no puede crecer.
Y así existen adultos de cuerpo pero con alma desnutrida, que no ha crecido, porque no le han dado alimento espiritual. Que sólo se han dedicado a buscar la añadidura, esto es sólo lo material.
En cambio, hay niños de cuerpo con alma adulta, madura, robusta; porque han entendido el grandísimo valor de la Oración. La viven, la han puesto en práctica y han dado fruto abundante.
Sólo Yo puedo ver las almas y su desarrollo. Y que sorpresas os llevaríais, si pudiérais vosotros también verlas. Y así veríais el alma de los que consideráis entre vosotros “grandes hombres”, gente “importante” a ojos humanos…
Gente “popular” que conocéis por sus méritos artísticos, deportivos o humanos, en los que su alma está raquítica ó prácticamente muerta. Porque además de no haberle dado vida viviendo y transmitiendo el amor limpio y sincero, le han matado a la Gracia por su vida en el Pecado.
En cambio, podríais ver el alma de gente sencilla “común y corriente” y aún mendiga o haciendo labores despreciables para la gran mayoría de vosotros; que poseen almas bellas, almas grandes, almas heroicas en la virtud.
Esto os debe enseñar a no dejaros llevar pos las apariencias humanas que véis; sino que debéis respetar la vida real, verdadera, la que no alcanzáis a ver perfectamente.
Ya que por lo general, las almas que viven en estado de Gracia y en Oración, vosotros las notáis diferentes, raras a ojos humanos.
Debéis comprenderlas, agradecerlas y apoyarlas, porque gracias a ésas almas de Oración, muchos males son detenidos y aún, anulados. Cuánto Mal se podría detener y destruir si fuerais todos almas de Oración. Viviríais el Cielo en la Tierra, porque el vivir en la Oración, es vivir Conmigo y Yo Soy vuestro Cielo, Yo Soy vuestro Dios.
Mi grande Amor Me ha llevado a daros la Gracia a través de vuestra Madre Santísima, de regalaros el Santo Rosario. Después de la Sagrada Eucaristía, el rezo del Santo Rosario ocupa un lugar grandísimo en Nuestro Corazón.
Es a través del rezo del Santo Rosario y a la devoción de Mi Hija la Siempre Virgen María, que una gran mayoría de los santos que conocéis, alcanzaron ésa santidad que poseen.
Es a través del rezo del Santo Rosario que se han obtenido Gracias inmensas para pueblos enteros y aún para toda la humanidad. Es a través del rezo del Santo Rosario, que el Cielo se ha acercado a la Tierra y así, con la ayuda de su rezo, la Tierra se va a purificar.
No podéis apartar la devoción, el amor grandísimo que le tenéis a Mi Hija Santísima, con el rezo del Santo Rosario. Aquellos que han sido llamados a ser Mis hijos consentidos, Mis hijos en los cuáles Yo puedo confiar más íntimamente, han venido a través del Corazón de Mi Hija Santísima y por consiguiente, a través del rezo de Santo Rosario.
Es tan poderoso su rezo, que será a través de él, que el Maligno será vencido y luego encadenado. Es a través del rezo del Santo Rosario, máximo exponente de la oración, el que muchos de los acontecimientos adversos a la humanidad, se van a aminorar ó a cancelar.
Es a través del rezo y devoción al Santo Rosario, que una gran cantidad de las almas actuales sobre la Tierra, se van a santificar. Es a través del amor al Santo Rosario, que llegaréis a alcanzar al Sumo y Eterno Amor, para toda la Eternidad.
El rezo del Santo Rosario es la oración más completa que existe. Sacrificáis vuestro tiempo en su rezo, para dármeLo a Mí a través de Mi Hija. Hacéis penitencia al rezarlo de rodillas y con toda delicadeza y amor.
Ayunáis a vuestras bajas pasiones, al permitir que sea vuestra alma la que ore en vosotros y así detenéis y obstruís, con vuestra concentración amorosa, las acechanzas del Enemigo.
Ofrecéis holocausto divino, al nombrar varias veces, con amor y respeto, Mi Nombre y el de Mi Hija. Crecéis espiritualmente, con la ayuda de Mi Santo Espíritu, al meditar cada uno de los Misterios del Santo Rosario.
Os volvéis corredentores con Mi Hijo, al acompañarLo y viviendo, cada uno de Sus Momentos, en los Misterios que rezáis.
Me agradecéis profundamente las Gracias que recibís, al daros cuenta del regalo tan grande que habéis obtenido por la vida que os concedí y por todos los méritos de Mi Hijo Jesucristo y de Mi Hija, la Virgen María, para vuestra salvación y para vuestra Gloria Eterna.
Vivís momentos místicos durante su rezo, ya que cuando lo rezáis unidos al Cielo, al Purgatorio y con vuestros hermanos sobre la Tierra, Yo estoy en medio de todos vosotros y si Yo estoy con vosotros, Mi Vida está con vosotros y me manifiesto en vosotros y a vosotros en múltiples formas, como muchos lo habéis constatado.
El rezo del Santo Rosario os envuelve de Cielo aún en la Tierra.
Hijitos Míos, os he dado un gran poder que no debéis desperdiciar, un gran poder al alcance de todas las edades y de todas las condiciones sociales, un gran poder que os alcanzará el Triunfo Final, si lo usáis con respeto, amor y confianza: el poder de la Oración y el del rezo del Santo Rosario.
Uníos fervientemente a Mi Hija, la Siempre Virgen María, para que apoyados en vuestra Madre, salvéis al Mundo,que ahora parece estar más en manos de Mi Enemigo, que en Mis Manos.
Vuestra Oración sincera, humilde, amorosa, hará arder Mi Corazón en Misericordia y sus frutos de protección y de Salvación para todas las almas, los podréis ver de inmediato.
Confiad en Mí, confiad en Mi Amor, confiad en Mi Misericordia, confiad en el poder de la oración.
Yo os bendigo en Mi Santísimo Nombre de Eterno Dios de Amor, en el de Mi Hijo Jesucristo, donación perfecta en el Amor, en el de Mi Santo Espíritu, Voz y Guía del Amor y en el de Mi Santísima Hija, la Siempre Virgen María, donación perfecta al Amor.