233 EL SECRETO DE LA FORTALEZA
233 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
247 LA MEDITACION Y la Oración Mental
Las estrellas todavía iluminaban el firmamento y aún no había movimiento de pobladores;
cuando la comitiva apostólica dejó atrás la tierra de Nazareth.
Conforme avanza la mañana y el sol ilumina el panorama, el grupo se va adelantando cada vez más…
Entran en una cañada entre dos colinas verdes y muy bien cultivada;;
que el rocío las conserva brillantes y frescas, al contacto con el sol.
Luego siguen por unos valles que acometen el monte por caminos difíciles, pedregosos, estrechos.
Y suben y bajan, perdiendo horizontes, recuperándolos de nuevo, hasta que llegan a un valle profundo;
por una bajada inclinadísima, por la que como dice Pedro, sólo las cabras se sienten contentas.
A continuación se internan en el bosque para atravesarlo.
Y bajar al valle donde está el camino que los llevará a Judea.
Santiago de Zebedeo pregunta a Jesús:
– ¿Dónde vamos a detenernos, Señor mío?
Jesús responde:
– En Belén de Galilea.
Pero durante las horas más calurosas haremos una pausa en el monte que domina Meraba.
Así tu hermano se sentirá otra vez dichoso al ver el mar.
Y Jesús sonríe al recordar, cómo su discípulo amado se elevó en contemplación;
transformándose en apóstol de la Luz…
luego concluye:
– Nosotros los hombres podríamos haber avanzado más…
Pero detrás vienen las discípulas.
Aunque jamás se lamentan, no debemos cansarlas en exceso.
Bartolomé admite:
– Jamás se lamentan, es verdad.
Nosotros somos más propensos a hacerlo.
Pedro comenta:
– Y sin embargo…
Están menos acostumbradas que nosotros a esta vida.
Tomás interviene:
– Tal vez por eso lo hacen con más gusto.
Jesús dice:
– No, Tomás.
Lo hacen de buen grado y por amor.
Mi Madre y todas, son mujeres de hogar.
Ni mi Madre ni las otras mujeres como María de Alfeo, Salomé y Susana, dejan así con gusto la casa;
para ir por los caminos del mundo y con la gente
Ni tampoco Martha y Juana -cuando venga-, porque no están acostumbradas a estas fatigas…
No lo harían gustosas, si el amor no las impulsase.
Respecto a María Magdalena;
Solo un poderoso amor le puede dar fuerzas para soportar este tormento.
Judas replica:
– ¿Por qué se lo impusiste, si sabes que es tortura?
No es buena cosa, ni para ella ni para nosotros.
– Es necesario….
Ninguna otra cosa podría persuadir al mundo de su indudable conversión;
que es una demostración clara.
María quiere convencer al mundo de que ha cambiado.
Su separación del pasado ha sido perfecta.
Es completa.
– ¡Eso habrá que verlo!
Todavía es pronto para afirmarlo.
Una vez que uno se ha acostumbrado a un tipo de vida…
Difícilmente se separa del todo.
Nos hacen volver a él amistades y nostalgias –
Mateo le pregunta;
– Entonces,
¿Tú sientes nostalgia de tu vida de antes?
– ¿Yo?…
¡No! ¡Claro que no!
Soy un hombre que ama al Maestro…
Y tengo en mí, medios que me sirven para perseverar en mi propósito.
Pero, ella es una mujer.
¡Y qué mujer!
Luego, aunque estuviese muy firme;
no es nada agradable tenerla con nosotros.
Si nos encontramos con rabíes o sacerdotes y grandes fariseos;
pensad que no será placentero el momento.
De antemano me siento enrojecer de vergüenza.
Jesús dice:
– No te contradigas Judas.
Si realmente has roto los puentes con e1 pasado, como pretendes decir,
¿Por qué te duele tanto, el que una pobre alma nos siga para completar su transformación en el Bien?
– Por amor, Maestro.
Yo también lo hago todo por amor. por Ti.
– Entonces perfecciónate en este amor tuyo.
Un amor, para serlo verdaderamente, jamás debe ser exclusivista.
Cuando uno sabe amar sólo un objeto y no sabe amar ningún otro, amado por el objeto de su amor;
demuestra que no está en el verdadero amor.
El amor perfecto ama, con las debidas gradaciones, a todo el género humano, a los animales y plantas;
¡A toda la Creación!
Porque todo lo ve en Dios.
Ama a Dios como conviene y ama todo en Dios.
Mira que el exclusivismo en amor, es muchas veces egoísmo.
Sabe por tanto, llegar a amar también a los demás por amor.
Un amor para ser tal, jamás debe ser posesivo, ni exclusivista;
porque eso no es amor, es Odio.
Debes amar a todos los niveles y con todas las fuerzas.
– Sí, Maestro.
Entretanto, el objeto del contraste de opiniones va con las otras mujeres, al lado de María;
sin pensar que es la causa de todo ese debate.
Llegan a Yafia.
La dejan atrás
Ninguno de sus habitantes ha dado muestras de desear seguir al Maestro, ni tratan de detenerlo. .
Prosiguen…
Los apóstoles inquietos, por la indiferencia del lugar…
Y Jesús tratando de calmarlos.
El valle se extiende y ellos continúan en dirección oeste.
Al fondo se ve el pueblo de Meraba, dispuesto al pie de otro monte.
Y también aquí, se muestran indiferentes.
Los únicos que se acercan a los apóstoles, mientras sacan agua de una fuente que está pegada a una casa…
Son unos niños.
Jesús los acaricia y les pregunta cómo se llaman.
Los niños por su parte, también le preguntan su nombre…
Quién es, a dónde va y qué hace.
Se acerca también un mendigo semiciego, viejo, encorvado…
Y alarga la mano para pedir una limosna…
Que efectivamente, la recibe.
Luego siguen el recorrido de su travesía…
Están al sur del promontorio del Carmelo donde no se ve el mar;
porque la cadena que es más alta que el monte donde están, oculta su visión.
Se reanuda la marcha con la subida de otro monte, el que cierra el valle;
en el que vierte las aguas de sus riachuelos…
Ahora reducidos a un hilo de agua o sólo a piedras resecas por el sol.
Pero el camino es bueno.
Se abre primero entre bosques de olivos, luego bosques de otros árboles;
que entrelazan sus ramas formando una galería verde por encima.
Llegan a la cima, coronada por un susurrante bosque de fresnos,
buscando un lugar para descansar y alimentarse.
Encuentran un manantial, donde pueden refrescarse…
Y pasar algunas horas en la sombra susurrante del aireado bosque. El grupo se divide:
Y todos se han entregado a alguna actividad…
Alguien decide dormir y eligen la manera más cómoda para lograrlo.
Alguien conversar en voz baja, para no perturbar a los demás.
Alguien decide contemplar un panorama y buscan el lugar apropiado…
Los de más edad se duermen cansados.
Las mujeres se han retirado detrás de una cortina flotante de madreselvas en flor…
Y se refrescan en otro minúsculo manantial, derivado del más grande.
Juan se aleja de sus compañeros y va junto con Simón, al punto más alto posible, para ver mejor el panorama.
Jesús se aparta, adentrándose en una zona frondosa, para orar y meditar. ;
Mientras tanto la virgen María, con Marta y Susana están hablando de su casa, ya lejana.
Y María dice que querría tener esa hermosa mata toda en flor, como revestimiento de su gruta.
La Magdalena, que se había soltado el pelo porque no podía resistir su peso, se lo recoge de nuevo,
y dice:
– Voy con Juan…
Ahora que está con Simón, a mirar con ellos el mar.
La Virgen agrega:
– También yo voy.
Las dos se levantan.
Martha y Susana se quedan con las otras Marías:
Salomé y la madre de los primos de Jesús, que están durmiendo.
Para llegar a donde los dos apóstoles, deben pasar cerca de la zarza que Jesús ha elegido para retirarse en oración.
María en voz baja, dice:
– Mi Hijo encuentra su descanso en la Oración.
La Magdalena le responde:
– ¡Oh, ahora entiendo!
Pienso que será indispensable para Él retirarse para mantener ese maravilloso dominio que tiene.
Y que el mundo somete a dura prueba.
¿Sabes Madre?
Hice lo que me dijiste.
Cada noche me aíslo para poder restablecer dentro de mí, la calma que turban demasiadas cosas.
Y luego me siento mucho más fuerte.
– Por ahora te sientes fuerte.
Más adelante te sentirás bienaventurada.
Créelo, María: tanto en la alegría corno en el dolor, en la paz como en la lucha;
nuestro espíritu necesita zambullirse enteramente en el océano de la Meditación,
para reconstruir aquello que el mundo y las diversas vicisitudes debilitan y derriban.
Y para crear nuevas fuerzas para subir cada vez más.
En Israel se hace uso y hasta abuso de la oración vocal.
No quiero decir que sea inútil, ni que Dios la deteste;
pero sí digo que siempre es mucho más útil para el espíritu la elevación mental a Dios,
Porque es más útil al corazón elevarse a Dios con la mente, en la Meditación.
En la que se contempla su Divina Perfección y nuestra miseria…
O la de tantas pobres almas; no para murmurar de ellas,
sino para compadecerlas, comprenderlas y amarlas; agradeciendo al Señor que nos ha sostenido para no pecar.
O nos ha perdonado, para no dejarnos caídas.
Y para mostrarnos gratas con el Señor, llegamos realmente a ORAR.
O sea, a amar.
Porque la oración, para que sea realmente oración, debe ser amor.
Si no, es un farfullar de los labios, en los que el alma está ausente.
Con la Meditación, nos sumergimos en Dios y en sus Obras de Amor…
Y así llegamos a orar realmente con amor.
Y con nuestro ofrecimiento…
– ¡No! ¡Eso no!
– Por qué?
– Porque me parece que sería un ofrecimiento sacrílego por mi parte ofrecerle mi corazón…
¡No puedo!…
– ¿Por qué?
– ¿Pero es lícito hablar con Dios teniendo los labios todavía sucios de muchas palabras profanas?
Yo, en mis horas de recogimiento, que hago como me has enseñado tú, mi dulcísima apóstol;
hago violencia a mi corazón, que querría decirle a Dios:
“Te amo”…
– No hagas eso, hija, no lo hagas.
Tu corazón, ante todo, ha sido consagrado de nuevo por el perdón del Hijo,
Y el Padre no ve sino este perdón.
Pero, aunque Jesús no te hubiera perdonado todavía…
Y tú, en ignorada soledad;
que puede ser tanto material como moral,,
gritaras a Dios:
“Te amo, Padre. Perdona mis miserias, porque me duelen por el pesar que te causan”…
CREE, CREE, cree María, que el Padre Dios por su parte te absolvería…
Y le sería grato tu grito de amor.
Y… abandónate al amor. No le hagas violencia.
Abandónate, abandónate al amor sin oponerle resistencia;
antes al contrario, deja que el amor adquiera la violencia de un fuego devorador.
El fuego consume todo lo material, pero no destruye nada de aire, porque el aire es incorpóreo.
Al contrario: lo purifica de los detritos minúsculos que en él esparce el viento y lo hace más ligero).
Aún más; permite que en ti se convierta en un incendio devorador.
Así es el amor para el espíritu: consume antes la materia del hombre, si Dios lo permite;
mas no destruye el espíritu, sino que acrecienta su vitalidad.
El incendio ardiente del amor consume todo lo que es material y tu espíritu aumentará su vitalidad.
Y se hará puro y ágil para subir a Dios.
¿Ves ahí a Juan?
Es realmente muy joven y con todo, es un águila.
Es el más fuerte de todos los apóstoles.
Porque ha comprendido el secreto de la FORTALEZA y la formación espiritual:
La meditación amorosa.
Él es un muchacho, yo…
– Mira a Zelote.
No es jovencillo.
Ha vivido su vida y sufrió mucho en el Valle de los leprosos.
Ha luchado, ha odiado; lo confiesa con sinceridad.
Pero APRENDIÓ A ORAR y ha aprendido a Meditar.
Y créeme, también él ha llegado muy alto.
¿Ves? Ambos se buscan porque se sienten iguales y se comprenden.
Han alcanzado la misma edad perfecta del espíritu y con el mismo medio: la Oración Mental.
Por ella, el muchacho se ha hecho viril en el espíritu.
Por ella, el otro ya mayor y cansado, ha vuelto a una fuerte virilidad completa.
Y ¿Sabes de otro que sin ser apóstol, adelantará mucho y se elevará mucho más alto
por su tendencia natural a la Meditación que ya lo está formando…. ?
¿Y desde que se hizo amigo de Jesús se ha convertido en él, en una grande necesidad espiritual?
– ¡Mi hermano Lázaro!…
¿Mi Lázaro?…
¡Oh, Madre, tú que sabes tantas cosas, porque Dios te las muestra,…
Dime cómo me tratará Lázaro la primera vez que me vea?
Antes guardaba silencio con desdén.
Pero lo hacía porque yo no admitía que me hicieran observaciones.
He sido muy cruel con mis hermanos…
Ahora lo comprendo.
Ahora que sabe que puede hablar…
¿Qué me dirá?
Temo una abierta recriminación suya.
Ciertamente me recordará todas las penas que he causado.
Quisiera presentarme ante él inmediatamente.
Pero tengo miedo.
Antes iba y no me inquietaba siquiera el recuerdo de nuestra madre muerta, ni sus lágrimas;
vivas aún sobre los objetos que usó, lágrimas vertidas por mí, por mi culpa.
Mi corazón era cínico, altanero, desvergonzado, cerrado a cualquier voz que no fuera “maldad y pecado”.
Pero ahora yo no tengo ya, la perversa y malvada fuerza del Mal y tiemblo…
¿Qué me hará Lázaro?
¡Oh, Madre! Tengo miedo
Fui muy cruel con mis hermanos.
Dímelo, tú que sabes muchas cosas porque Dios te las muestra, con tu vista espiritual.
¿Qué me va a hacer Lázaro?
María responde dulcemente:
– Te abrirá los brazos.
Es como si lo estuviera viendo…
Y te gritará más con el corazón que con los labios:
‘¡Hermana mía, amada!’
Ha avanzado tanto en Dios, que procederá de este modo.
No tengas miedo.
No te dirá nada del pasado. te está esperando en Bethania…
Y se le hacen muy largos los días de su espera.
Te está esperando a ti, para estrecharte contra su corazón;
para saciar su amor de hermano.
Para gozarse con la respuesta de sus plegarias…
Si quieres gustar la dulzura de haber nacido del mismo seno, no tienes que hacer nada más, que quererlo como él te quiere.
– Lo querría aunque me reprendiera.
Me lo merezco.
Lo amaré aunque me eche en cara todo.
Me lo merezco.
– No. Te amará y nada más.
Sólo te querrá. Sólo esto.
Han llegado a donde están Simón y Juan.
Además de reposar y comer, también deleitan la vista, porque el panorama es bellísimo.
Donde hay un nudo de cadenas montañosas y donde la cadena del Carmelo;
en la que se pueden ver las más bellas tonalidades del verde, termina,,;
Haciendo un incomparable remate frente al oceano.
Allí brilla el mar, abierto, ilimitado, que se extiende con su velo movido por leves olas hacia el norte,
para bañar las orillas que, desde la punta del promontorio formado por el ramal extremo del Carmelo,
suben hasta Tolemaida y las otras ciudades.
Y se pierde en una ligera niebla hacia la región siro-fenicia.
Ya han llegado donde Juan y Simón, que están hablando de los futuros viajes.
Ambos se ponen en pie, en signo de reverencia, cuando llega la Madre del Señor.
Y Ella dice:
– También nosotras venimos a alabar y glorificar al Señor,
por la magnífica belleza en las obras de su Creación.
Simón pregunta:
– ¿Habías visto antes el mar, Madre?
– Sí.
Lo he visto.
Y en esa ocasión estaba menos tempestuoso que mi corazón.
Menos salado que mí llanto.
Mientras huía a lo largo del litoral de Gaza, hacia el Mar Rojo.
Con mi Niño entre los brazos y el miedo de Herodes pesando sobre mí, en la espalda.
Yo y José también nos sentimos felices.
De todas formas, la Bondad del Señor, en mil modos;
nos había aligerado el exilio en Matarea.
También lo ví cuando regresamos.
Entonces estaba la primavera en la tierra y en mi corazón.
La primavera del regreso a la patria.
Jesús movía sus manitas, feliz de ver cosas nuevas.
Y María se sumerge en sus recuerdos, para deleite de sus oyentes.
Su conversación sigue mientras a me cesa la capacidad de ver y oír.
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PODEROSO SANTO ROSARIO 3
Habla la Santísima Virgen María
Hijitos Míos Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y os acompaño, os protejo, os guío.
Yo Soy Escudo contra toda la Maldad que os quiera atacar y destruir.
Sí Mis pequeños, la Maldad ha tomado un gran poder sobre la Tierra, pero Yo estoy aquí cuidándoos, cuidando al rebaño de Mi Hijo,
Cuidando a aquellos que Le son fieles, que quieren seguir Sus Pasos, que quieren aprender de Sus Palabras, que se quieren llenar de Su Amor.
Mis pequeños, ciertamente hay mucha maldad pero os protejo, para que vosotros seáis Luz en estos momentos de tinieblas.
Yo os iré guiando e iréis vosotros llevando la Luz del Amor, la Luz del Evangelio.
La Luz de cada Palabra que Mi Hijo dio, es Luz para las almas de vuestros hermanos; pero desgraciadamente y lo tengo que decir así, es Luz para aquellos que quieren escuchar.
Porque hay tantas almas que han cerrado su corazón, que no quieren saber nada de su Dios y estas almas, con esa actitud, están destruyendo su futuro.
Mis pequeños, son días difíciles, días de maldad, días en los que el Enemigo trata de burlarse del Amor de Nuestro Dios y Señor, pero no podrá.
Así, como ahora estáis vosotros reunidos, también, voy reuniendo grupos alrededor del Mundo y esto va creando una fortaleza.
Un Rosario, que es lo que os he pedido que hagáis y es lo que hará que Mi Corazón Inmaculado venza al Enemigo.
Son Mis tiempos, este es el Tiempo que Me concedió el Padre desde el Génesis; son Mis tiempos para pisar la cabeza de Satanás.
Son Mis tiempos para Vencerlo; son Mis tiempos, en donde el Amor.
El Amor que Me llena de Mi Dios en Su Santísima Trinidad, vencerá la maldad y será encadenada esa Maldad de Satanás.
Os he pedido, en todas Mis Apariciones, el rezo del Santo Rosario.
Es una invocación hacia Mi Corazón, es una invocación que Yo hago a Mi Dios, vuestro Dios.
Y con eso voy ganando Gracias, Bendiciones, para todos vosotros.
Cada vez que repetís Mi Nombre, Satanás pierde fuerza, él no soporta escuchar Mi Nombre, Mi Nombre sencillo: María.
Cuando vosotros lo hacéis de corazón, Satanás va perdiendo fuerza y es por eso que os lo he pedido alrededor del Mundo,
para que Yo, siendo vuestra Madre, vuestra Guía y Protectora, vayaMos, entre todos, venciendo a esta Serpiente Antigua, llamada Satanás.
Os tenéis que unir Mis pequeños. Y qué mejor que a través de las cuentas del Santo Rosario,
ellas os dan protección pero, también vida y crecimiento espiritual.
Cuando vais meditando los Misterios, dejáis que Mi Esposo, el Santo Espíritu de Dios, os dé lecciones de Amor, lecciones de la Vida de Mi Hijo, lecciones que os van a santificar, Mis pequeños.
Cuando realmente vivís el Santo Rosario, estáis viviendo la Vida de Mi Hijo, la estáis meditando y le dais un gozo inmenso.
Y así entre los dos, os vaMos cuidando y os vaMos santificando.
Vivir unidos al Santo Rosario, os va dando un camino seguro para llegar al Reino de los Cielos, pero no llegáis como todas las almas que no lo quieren rezar,
sino como os dije: llegáis santificados, llegáis con un Amor inmenso hacia vuestro Dios, Mi Jesús, Mi Hijo y hacia Mí, vuestra Madre, la Siempre Virgen María.
Es tanto el Amor que os teneMos Mis pequeños, es tanto el Amor y rezar el Santo Rosario, es una forma en que vosotros Nos dais vuestro amor.
Y así, Nos compartiMos el Amor los unos a los otros, viviMos el Cielo en la Tierra.
Por eso os pido nuevamente Mis pequeños, que recéis el Santo Rosario, con el mayor fervor posible, entregados totalmente a la meditación.
Que cada una de vuestras palabras salga de vuestro corazón y que llegue directamente al Corazón de Mi Hijo y al Mío.
Meditad, meditad cada Misterio.
Antes de que empecéis el Misterio, nombradlo y llevadlo a vuestro corazón, poneos en el preciso lugar y en ese preciso momento de la Vida de Mi Hijo y de la Mía, acompañadNos.
¿Qué haríais vosotros en esos momentos? ¿Cómo viviríais vosotros esos momentos de cada Misterio?
Recordad que para Nosotros no hay tiempo y si vais a estar con Nosotros, estaréis en ese tiempo.
A momentos, alabaréis el Santo Nombre de Mi Hijo en Su Nacimiento.
A momentos, Me agradeceréis a Mí, vuestra Madre, haber sido la Madre del Salvador.
A momentos, Me acompañaréis con Mi Hijo en momentos de Gloria o en momentos dolorosos.
El Santo Rosario, no es para rezarse rápido y sin sentido, es para que os acerquéis a la Vida de Mi Hijo y a Mi Vida, Mis pequeños.
El Santo Rosario os debe acercar a Nuestra Vida: una Vida salvífica, una Vida de Amor, pero también de Dolor y a una Vida de Triunfo.
A eso os lleva el Santo Rosario, Mis pequeños. Triunfaréis junto con Nosotros, con la Resurrección de Mi Hijo, con Su Ascensión y Mi Asunción.
Vosotros como os dije, estaréis preparados para también, tener vuestra Gloria, en el Reino de los Cielos, por haber sido fieles al Santo Rosario.
Mis hijos, Mis hijos verdaderos están Conmigo y se unen a Mí en el Santo Rosario.
No os separéis de él, invitad siempre a las almas del Cielo, del Purgatorio, uníos a las de la Tierra y a las del Universo entero,
NO ESTÁIS SOLOS Mis pequeños, ¡No estáis solos!

Con tu Rosario Madrecita, convertido en la Red Divina de la salvación, te entrego con cada Ave María, LAS ALMAS DE…
Juntos vencereMos a la maldad y dareMos camino para la nueva realidad, que pronto se ha de manifestar a la Tierra y al Universo entero.
¡El Triunfo, el Triunfo de Mi Hijo, el Triunfo del Amor de la Santísima Trinidad!, también, vuestro triunfo, por ser fieles al Amor.
J. V. dice: Veo a la Santísima Virgen y de Su Corazón sale mucha Luz.
Hijitos Míos, Mi Hijo, Mi Dios y Señor, Me ha dado Su Corazón,
Yo Soy Su Madre, sufriMos juntos la Pasión, Su Muerte y gocé inmensamente Su Resurrección.
La Luz que sale de Mi Corazón, llega a todas las almas, toca a todas las almas, pero no todas reciben esta Luz de igual forma.
Aquellas almas que han sido tocadas anteriormente por Mi Hijo, que han recibido Su Luz y han cuidado esa Luz en su corazón,
al ser tocados por Mi Luz, aumentan de Gracia, aumentan su amor por Mi Hijo y por Mí. Y gozosos están, porque saben lo que esto significa, Mis pequeños.
Os preguntaréis qué significa y es el Retorno de Mi Hijo, es la Luz de Salvación, es la Luz transformadora que al salir de Nuestros Dos Sagrados Corazones,
purificará todo aquello que ha sido afectado por el pecado, que ha sido afectado por Satanás, que ha sido afectado por el error que vosotros Mis pequeños, habéis dejado entrar a vuestro corazón.
(Se dirige a J.V.) Ciertamente Mi pequeño, no ves Mi Rostro, es tanta la Luz que sale de Mí, que no te permite verMe bien.
Pero entended Mis pequeños, es Luz de Amor, que brota inmensamente, de una Madre que os ama infinitamente.
¡Cómo quisiera que esta Luz que proviene de Mi Dios y Señor, os transformara, para que Yo os pudiera tomar y regresaros al redil de Mi Hijo!
Porque ciertamente hay almas que, a pesar de recibir esta Luz transformadora y purificadora, no hace mella en su corazón, no hace mella en su alma, no hace mella en su arrepentimiento.
NO buscan ser mejores, no toman en cuenta todo lo que Mi Dios y Señor ha hecho por ellos y tampoco, toman en cuenta lo que Yo trato de hacer con sus almas.

Los cristianos que viven el evangelio de San Evangelista: un evangelio que NO EXISTE, pero que ellos han acomodado a su manera de vivir. Con la Palabra de Dios que les gusta, DESECHANDO lo que les disgusta….(Porque se NIEGAN A OIR LO QUE NO LES CONVIENE)
Almas necias, almas pecadoras, almas que no quieren dejar entrar esta Luz en su ser y ser transformados, para que puedan gozar de los bienes que Nuestro Dios y Señor tiene preparados para todos vosotros.
A ese grado llega Satanás a destruir las almas, a convencerlas de que NO deben recibir la Luz de Mi Hijo, ni la Luz que sale también, de Mi Corazón de Madre Amorosa.
Es un dolor muy grande el que Nos producen estas almas.
Ya no son portadoras de Amor, ya no son portadoras de Vida, son almas que se han dejado tomar plenamente, por Satanás y mucho mal causan a otras almas.
Por eso viene esta Purificación Universal, para que no sean afectadas tantas almas que aún dudan, que todavía no tienen bien cimentadas las Virtudes, el Amor, la vida íntima con Mi Dios y Señor.
Estas almas malas, son como un cáncer que va destruyendo almas buenas; almas que pueden dar mucho, pero no están muy convencidas de la vida de la Gracia que de Mi Dios y Señor, brota.
Os amo tanto Mis pequeños, y Satanás sabe que éstos son Mis tiempos en que voy a recuperar la mayor cantidad de almas; para que no se condenen.
Y por eso Me ataca tanto, ataca Mi Santo Nombre, ataca a las Iglesias, ataca todo aquello que lleva Mi Presencia.
Soy su enemiga y trata de evitar que esta Luz Amorosa, que esta Luz de Madre que os ama tanto, llegue a vuestros corazones
y os pueda mover hacia el camino de la felicidad, que se da cuando volvéis a recibir, en vuestro corazón, la Gracia de Nuestro Dios.
Orad Conmigo, Mis pequeños, ¡Os he pedido tanto el rezo del Santo Rosario!
Orad Conmigo para que juntos, rezando el Santo Rosario, podaMos vencer a las fuerzas de Satanás, que se han desatado a unos niveles altísimos y por eso, estáis viendo tanto mal alrededor vuestro.
Con el Santo Rosario, podeMos y quiero recalcar esto, PODEMOS, porque Yo estaré siempre con vosotros, destruir las fuerzas de Satanás, doblegarlo, humillarlo, que esto es lo que más le duele a él, por su soberbia.
Él se siente vencedor, pero será vencido por una Mujer y por todos aquellos que aman a esta Mujer, que Soy Yo, Mis pequeños.
No os separéis de Mí, juntos oremos, sirvaMos a Nuestro Dios.
En la Cruz, Mi Hijo pedía almas, acompañadMe, Mis pequeños, a dárselas.
Vivió y murió por vosotros, vivió y murió por las almas y de todos los tiempos.
Vivió y murió para ver una transformación y de esta forma, regresara la humanidad a ser como al Principio, antes del Pecado Original.
Oremos juntos Mis pequeños, para que, al vencerlo, no pueda seguir moviendo a tantas almas al error y a la maldad, como las tiene ahora;
Y al perder fuerza, muchas almas se liberen de esa maldad que les está quitando su libertad, que les está llevando por caminos de obscuridad-
Y que no les permite ver la Luz que emana de Nuestros Corazones Sacratísimos.
AcompañadMe, y ayudadMe a salvar estas almas que, aparentemente, no sufren, pero Satanás las engaña a tal grado y les promete tantas cosas,
que ciertamente no se las va a cumplir, pero que serán atormentadas eternamente si no se las quitaMos.
Confiad, pues, Mis pequeños, en esta oración tan sencilla, pero tan poderosa, que es el rezo del Santo Rosario.
Recordad, la sencillez y la Humildad, cuando están ante los Ojos de la Santísima Trinidad, se vuelven armas poderosísimas contra la soberbia de Satanás.
Seguid siendo Mis pequeños hijitos, obedientes, amadísimos de Mi Corazón, que Me ayudáis a darLe almas a Mi Hijo.
QuitémosLe esa sed que Le agobia tanto en la Cruz, dándoLe las almas que Él quiere, porque Se dio por todas.
Visión: Veo a San Miguel Arcángel, está luchando contra muchos demonios, se ve hasta pequeño ante esos demonios tan poderosos, pero no pueden contra él.
Se ven de formas feas, no les alcanzo a ver una forma exacta, pero se ven como cosas negras, algo grandes, sin formas exactas, pero no lo pueden vencer.
Hijitos Míos, la batalla es fuerte en los Cielos y vosotros estáis sintiendo esta fuerza de Satanás entre vosotros.
Sabed que estáis siendo protegidos contra la fuerza total de Satanás.
San Miguel, junto con los Ejércitos Celestiales, lucha contra esas fuerzas satánicas; él puede vencerlos, pero vosotros sois muy pequeños y débiles
porque os falta una vida más profunda en la Oración, que con ella podéis vencer más fácilmente a los demonios y a todo aquello con lo cual os quieren llevar a la perdición de vuestra alma.
Estad atentos también, Mis pequeños, como se os ha pedido antes, en mantener una devoción muy grande por las benditas ánimas del Purgatorio.
Ellas tuvieron ya su tiempo sobre la Tierra, padecieron lo que vosotros estáis padeciendo, conocen lo que el pecado produce en el hombre, en su alma, en todo su ser;
conocen la afectación que su pecado causa en el Cielo y lo que su pecado causa con la relación entre hermanos.
Ahora están en tránsito de purificación para poder llegar al Cielo, cuando estén purificadas y aptas para gozar eternamente el regalo que Mi Dios y Señor tiene preparado para cada una de ellas.
Ciertamente ellas, como se os ha enseñado, no pueden orar por ellas mismas y necesitan de vuestras oraciones, vuestra donación, vuestros sacrificios,
para que vosotros podáis acelerar ese tránsito y que puedan gozar ya las delicias del Reino de los Cielos, pero mucho se os ha olvidado pedir por ellas,

En el Purgatorio tenemos que APRENDER a AMAR HASTA ALCANZAR LA SANTIDAD, completamente SOLOS, sin la ayuda Divina…
son pocas las almas que les ayudan a que su purificación sea más rápida.
Sabéis, porque se os ha explicado, que ellas, cuando ya entren al Reino de los Cielos, os ayudarán en vuestra lucha propia y contra Satanás para que lleguéis prontamente al Reino de los Cielos.
Tenéis esa lucha doble, el venceros a vosotros mismos, el vencer vuestras pasiones, el vencer vuestras debilidades que os llevan a pecados graves y menos graves,
pero también ciertas almas sufren de ataques más fuertes de parte de estos enemigos del Bien y por eso, Mis pequeños, debéis estar preparados continuamente para poder vencer sus tentaciones
y poder vencer toda la maldad que ellos provocan a vuestro alrededor y también en vosotros mismos, desviándoos de diversas formas para que no os mantengáis en el camino del Bien.
La oración es imprescindible, Mis pequeños, para que se vayan agudizando vuestros sentidos, porque Satanás cada vez se vuelve más sutil para engañaros y llevaros hacia el mal.
Ahí debéis poner más atención, en esa sutileza maligna que os puede afectar gravemente a vosotros y a vuestros hermanos.
Del Cielo tenéis mucha ayuda, siempre y cuando la pidáis, porque también a muchísimos de vosotros se os olvida que estaMos Nosotros prestos a ayudaros
en cualquier forma y en diferentes momentos de vuestra existencia, pero queréis hacer todo con vuestras pobres capacidades espirituales.
Sufrís mucho y podría decir que por vuestra culpa, porque os apartáis de la Gracia de Mi Dios y vuestro Dios al no pedir continuamente Su ayuda.
El Cielo entero tiene como misión, también, el ayudaros en todo momento y esa ayuda es constante.
Sabiendo que vosotros no acudís continuamente a Nosotros, la tenéis, pero en casos especiales y aun graves, poco os acordáis de que estaMos para serviros.
La Comunión de los Santos es imprescindible ya, en estos momentos que se avecinan, no podéis caminar solos.
Has visto, Mi pequeño, esa fuerza de satanás luchando contra San Miguel, él puede vencerlos, pero vosotros, os repito, no podéis estando solos, tenéis que estar conscientes de esto, Mis pequeños.
La unión espiritual en la Comunión de los Santos os dará la fuerza para poder vencer lo que traéis vosotros en vuestro interior y todo aquello que pueda atacaros en el exterior.
Orad, ayunad, sacrificaos para poder vencer las fuerzas de Satanás.
Ya no son tiempos fáciles los que estáis viviendo, se vendrán tiempos muy difíciles que aun los mismos ministros de la Iglesia no podrán vencer, si no se acercan más a Mi Hijo y a Mí, vuestra Madre.
Debéis tomar en cuenta estos Consejos que os doy, Mis pequeños, la lucha es fuerte y vosotros sois débiles.
Mantened esa Humildad y dejaos guiar por la Sabiduría Divina para que satanás no os venza, ni a vosotros ni a vuestros hermanos en la Tierra y en el Universo entero.
Mí Dios y Señor, Padre de todo lo creado, os bendiga; que Mí Hijo, bendición de Mí Dios y Señor, a Mí Corazón y a Mí Vientre Virginal, os bendiga y que Mí Esposo, el Santo Espíritu del Amor, la Sabiduría, la Palabra, el Amor, también os bendiga
y recibíd, también de Mí, Vuestra Madre Celestial, Mis Bendiciones y Mí Ternura y preparád vuestra voluntad a una libre donación para ser guiados al triunfo de la Verdad y del Amor.
EL SANTO ROSARIO
CÓMO ORAR EL SANTO ROSARIO CON PODER.
EL ROSARIO ES EL ARMA PERFECTA Y LETAL.
Porque cuando lo ORAS, CON PERFECTA ENTREGA Y DEVOCIÓN…
CON EL SANTO ROSARIO, MAMITA MARÍA NOS TOMA DE LA MANO Y NOS CONDUCE HASTA JESÚS…
Jesús CONOCE muy bien el Poder de Intercesión de María y por eso antes de ir al Getsemaní, FUE A PEDIRLE a su Madre Santísima que Orara por Él…
Pues Él sabía que estaba a punto de Iniciar su Pasión Dolorosísima…Y así fue.
Aún con el Cielo Cerrado, María le consiguió al Ángel del Getsemaní.
ROSARIUM Signum Crucis
Per signum Crucis de inimicis nostris libera nos, Deus noster. In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amen.
Desde que te arrodillas ante un Crucifijo, te persignas y haces la TRIPLE Invocación:
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
(María llega inmediatamente y se arrodilla a orar junto contigo)
OFRENDA:
Yo me Uno con todos los ángeles y santos del Cielo, las pobres almas del Purgatorio y todos los justos de la Tierra; con todas las Misas y oraciones de Alabanza a Dios Uno y Trino que se hayan orado o que se vayan a orar.
Todas las lágrimas, gozos, sacrificios y sufrimientos de cada alma, que alguna vez haya vivido o que vaya a vivir, en la Tierra o en el Universo.
Lo uno todo al Corazón Adolorido de María Santísima a los pies de la Cruz y ofrezco con él a toda la Creación y el Sufrimiento de la Creación a Jesús, por la Conversión de los Pecadores.
Por el Círculo Dorado de la Perfección, la liberación de las almas del Purgatorio, la santificación de los sacerdotes y religiosos, los Deseos de los Dos Corazones de Jesús y de María, la paz en el Mundo y en el Universo…
Y mis intenciones…(mencionarlas aquí)
LAS TRES ORACIONES
NOVENA DE CONFIANZA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Oh Señor Jesucristo, yo confío… (Hacer la petición)
Mírame solamente Jesús, y luego haz lo que Tu Sacratísimo Corazón te inspire. Que tu Sagrado Corazón decida. ¡Yo cuento con Él! ¡Yo confío en él! ¡Yo me entrego a Su Misericordia! Señor Jesús, Tu no me defraudarás. Sagrado Corazón de Jesús, yo confío en Ti. Sagrado Corazón de Jesús, yo creo en Tu Amor por mí. Sagrado Corazón de Jesús, que venga tu reino.
¡Oh! Sagrado Corazón de Jesús, yo te he pedido muchas gracias, pero imploro ardientemente esta. Tómala, ponla en Tu Sagrado Corazón. Cuando El Padre Eterno la vea, cubierta con Tu Preciosa Sangre, no la rechazará. Ya no será mi plegaria, sino la tuya, oh Jesús. Oh Sagrado Corazón de Jesús, yo pongo mi confianza en Tí. Que jamás sea confundido. Amén.
ACORDAOS (De San Bernardo)
Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado por esa confianza a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, oh Madre de Dios, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.
INVOCACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate; sé nuestro auxilio contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes y Tú, Príncipe de la milicia Celestial, lanza al infierno con el divino Poder, a Satanás y a los demás espíritus malignos, que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
CREDO in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus, descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. AmenPATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Ave María, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen. (3 veces)
GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
Escuchas la Enunciación del Misterio y lees la Palabra de Dios…
Contemplas el Misterio:
Te imaginas la escena del Evangelio y te metes dentro de ella como si fueras un personaje más: – un pastor que adora al Niño y le lleva una bota de vino; – un caminante que asiste al Bautismo de Jesús; – un invitado de las Bodas de Caná; – un discípulo que le mira desde lejos, cobarde, llorando al verle morir, sólo, junto a su Madre, en la Cruz, – uno que se asombra viendo a Pedro hablar muchas lenguas el día de Pentecostés,
Guardas unos segundos de silencio:
DIOS HABLA BAJITO.
Déjale que te hable en el silencio de tu corazón. A lo mejor te quiere decir algo y si NO lo dejas, ¿Cómo vas a escucharlo?
Luego, en cada Misterio, mientras procuras seguir contemplando la escena y rezas:
PRIMER MISTERIO
OFRECIMIENTO…
PATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Ave María, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen. (10 veces)
GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
JACULATORIA
Oh María Madre mía, sé nuestro amparo y protección en estos días de Purificación. Corazones de Jesús, María y José, dadnos la salvación y llevadnos a la gloria del Padre. Amén.
INVOCACIÓN DE FÁTIMA
Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores, por el Santo Padre y en reparación de las injurias hechas al Inmaculado Corazón de maría. Jesús, perdónanos nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén
Dios mío yo creo, adoro, espero y os amo y os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman. Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente, os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los Tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es ofendido; por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María os pido por la conversión de los pobres pecadores.Y así sucesivamente con los siguientes Misterios…
Culminación (Cuando regresamos a la Cruz y recorremos una vez más las primeras cuentas)
PATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre, virgen purísima antes del Parto; en tus manos encomendamos nuestra FE para que la ilumines… Llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, virgen purísima en el Parto; en tus manos encomendamos nuestra Caridad, para que la inflames… Llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, virgen purísima después del Parto; en tus manos encomendamos nuestra Esperanza para que la alientes… Llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad. Virgen Concebida sin la Culpa Original. Dios te salve, Reina y Madre de misericordia; vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando, en este Valle de Lágrimas. ¡Ea! pues Señora, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y muéstranos a Jesús, Fruto Bendito de tu Vientre, ¡Oh Clemente, oh Piadosa, Oh Dulce Virgen María!¡Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las Divinas Gracias y Promesas de Nuestro señor Jesucristo. Amén
SALVE Regina, mater misericordiae, vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Ad te clamamus exsules filii Hevae. Ad te suspiramus, gementes et flentes in hac lacrimarum valle. Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte. Et Iesus, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exsilium ostende. O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria. Amen.
¡Oh Soberano Santuario! Madre del Verbo Eterno, libra Virgen del Infierno a los que rezan tu Rosario. Emperatriz Poderosa, de los mortales Consuelo; ¡Ábrenos Virgen el Cielo, con una muerte dichosa y dános pureza de alma; ya que eres tan Poderosa.
Mi corazón en amarte, eternamente se ocupe y mi lengua en alabarte Madre mía de Guadalupe.
GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. AmenLAS LETANÍAS LAURETANAS
(En las letanías podemos encontrar alguna Advocación especial según nuestra necesidad particular, por ejemplo Consoladora de los Afligidos y pedirle que nos ayude con el Dolor o la pena que está abrumando nuestro corazón. Y así sucesivamente…)
Señor, ten piedad R. Ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. R. Ten piedad de nosotros.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, R. Ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios, R. Ten piedad de nosotros.
Santa María, R. Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen, R. Ruega por nosotros
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,Madre del Creador, R. Ruega por nosotros
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente, R. Ruega por nosotros.
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la Sabiduría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística, R. Ruega por nosotros
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,Puerta del Cielo, R. Ruega por nosotros.
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas, R. Ruega por nosotros.
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN FINAL
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo. Y por la gloriosa Intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
UN PLAN DIVINO Y PERFECTO 3
Ha pasado casi un año, desde que María está en su hogar paterno. La casa santa de sus padres que guarda recuerdos tan queridos…
En la siguiente primavera, Ella está en su habitación. Junto a una de las paredes está la cama.
Junto a la otra pared, hay un anaquel con una lámpara de aceite, rollos de pergamino, una exquisita labor de costura que es un recamado muy elaborado, cuidadosamente doblada.
Junto a la puerta, que está abierta y que da al huerto, tiene una cortina que el viento mueve ligeramente.
María está sentada sobre un banco, tejiendo un lino muy blanco y delicado como la seda.
Sus manos trabajan rápidamente con el huso. Su hermoso rostro juvenil, está levemente inclinado y muestra una sonrisa muy dulce.
Un silencio profundo reina en la casita y en el huerto. Se siente mucha paz y hay mucho orden.
Todo está muy bien arreglado. El ambiente humilde por su apariencia y por sus muebles, tiene algo de austero y majestuoso, por su gran limpieza y el cuidado con el que están dispuestas todas las cosas.En el pequeño jarrón que está junto a la lámpara, hay unos ramos de flores, de durazno y de peral, con sus colores blancos, ligeramente teñidos de rosado.
María empieza a cantar en voz baja y luego levanta más la voz. Es una alabanza que vibra dentro de su habitación de doncella y en la que repercute la palabra: ‘Yehové’ con una entonación que rememora los cantos del Templo.
Deja el huso y el hilo y junta sus manos sobre el pecho, sigue cantando con adoración y su rostro se enciende como si estuviera animado con un hermoso fuego.
En sus ojos brillan las lágrimas y una sonrisa celestial se dibuja en sus labios perfectos. El canto se torna en plegaria:
“Señor Dios Altísimo, no te demores más en mandar a tu Siervo para que traiga la paz a la tierra. Acelera el tiempo propicio y la virgen pura y fecunda para que venga tu Mesías.
Padre, Padre santo, concédele a tu sierva ofrecer su vida a este fin. Concédeme morir tras haber visto tu Luz y tu Justicia en la Tierra, sabiendo que la Redención se ha cumplido.
¡Oh, Padre Santo, manda a la Tierra el Suspiro de los Profetas! Envía el Redentor a la tierra y que pueda servirlo a tu sierva. Que cuando cese mi día se me abra tu Casa por haber sido abiertas sus puertas por tu Cristo para todos aquellos que en ti hayan esperado.
Ven, ven, Espíritu del Señor. Ven a los fieles tuyos que te esperan. ¡Ven, Príncipe de la Paz!…”.
Y la ardiente petición prosigue.
María está cómo absorta en su alabanza…
De pronto la cortina se mueve, como impulsada por el viento y una luz blanca, como de perlas fundidas, ilumina toda la habitación…
Se materializa lentamente una figura radiante y bellísima. Parece un cuerpo humano que tiene unas formidables alas, pero que emana pura luz.En su rostro admirable se dibuja una sonrisa y el ángel se prosterna ante una María que se pone de pie asustada y se pega hacia la pared.
Una voz dulce, con arpegio celestial le dice:
– Dios te guarde, ¡María llena de Gracia!
María se estremece y baja la mirada.
Su turbación aumenta al ver al portentoso personaje postrado ante ella, como a un metro de distancia, con las manos cruzadas en el pecho y mirándola con una veneración infinita.
María se ruboriza violentamente y luego palidece.
Su rostro expresa sorpresa y un asombro absoluto y aprieta sus manos sobre su pecho.
El Angel dice:
– No, no temas. María. El Señor está contigo. Eres bendita entre todas las mujeres.
Pero María tiembla involuntariamente, ante el portentoso ser que continúa arrodillado ante Ella.
El Ángel insiste:
– ¡No tengas miedo María! Yo soy Gabriel el Ángel de Dios. Mi Señor me ha enviado a ti. No tengas miedo, porque el Señor te ama y porque has hallado gracia ante Dios.
Concebirás ahora y darás a luz a un Hijo, a quién pondrás por nombre “Jesús”. Será grande. Será llamado Hijo del Altísimo y realmente lo será.
El Señor Dios le dará el trono de David su padre y reinará para siempre en la Casa de Jacob. Y su reino no tendrá fin jamás.
Comprende, ¡Oh, santa Virgen! A quien ama el Señor; Hija de Él bendecida, llamada a ser Madre de su Hijo.
Comprende qué Hijo vas a engendrar.María contesta con voz trémula:
– ¿Cómo puede suceder esto si yo no conozco ningún hombre? ¿Acaso el Señor Dios ya no acepta más la oferta de su sierva? ¿Es que ya no quiere que sea virgen por amor a Él?
– ¡María! Serás madre no por obra de varón. Eres la Virgen Eterna, la santa de Dios. El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el Poder del Altísimo, te cubrirá con su sombra.
Por esto el que nacerá de ti, será llamado Santo e Hijo de Dios. Todo lo puede nuestro Señor Dios.
Isabel la estéril, en su vejez ha concebido un hijo que será el Profeta de tu Hijo, el que le preparará el camino.
El Señor le ha quitado el oprobio y su memoria permanecerá en el pueblo unido a tu nombre, como el nombre de su hijo al de tu Hijo santo hasta el final de los siglos.
Los pueblos os llamarán bienaventuradas, por la Gracia del Señor que llegó a vosotras y a ti especialmente; que por medio de ti, se derramará sobre ellos.
Isabel se encuentra en su sexto mes de haber concebido y su pesantez la llena de alegría. Y más se regocijará cuando conozca la tuya. Para Dios nada es imposible María, tú la llena de Gracia.
¿Qué debo contestar a mi Señor? No te llenen de confusión las ideas que en ti se levantan. Él cuidará de tus intereses, si pones en Él tu confianza.
¡El mundo, el Cielo y Dios Eterno… esperan tu respuesta!
María cruza sus manos sobre su pecho, se inclina profundamente y dice:
– He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según su palabra.
El Espíritu de Dios desciende sobre la doncella que inclinada, acaba de dar su respuesta afirmativa.
El Ángel resplandece de alegría…
Y se postra con adoración…
Luego su luz se va diluyendo, hasta que desaparece y se queda la Virgen sola en un éxtasis sublime…
La cortina ya no se mueve y en la habitación se encierra el Misterio santo.
María revela:
Desde muy pequeña me había consagrado a Dios y el Espíritu Santo me había mostrado la causa del Mal en el mundo.
Me dijo del dolor del Padre cuando Eva pecó. Cuando se envileció, ella, creatura de gracia, al nivel de una creatura inferior.
Decidí ofrecer a Dios mi pureza y mi amor, para consolarle del dolor de aquella herida y tenía intención de conservar mi cuerpo puro, al conservarme yo pura; en mis pensamientos, deseos y contactos humanos.
Sólo para El reservaba yo el palpitar de mi amor; sólo para Él, la razón de mí ser. Pero si no existía en mí el ardor de la concupiscencia, si existía el sacrificio de no ser madre.
Quise borrar de mí las huellas de Satanás. No sabía que yo no tuviera ningún pecado, ¡Cómo podía imaginarlo siquiera! Nunca pensé que yo era la Doncella de Israel.
Sabía que ya se había cumplido el tiempo del que hablaron los profetas y mi oración más ferviente era poder servir a la Virgen Escogida y así poder ser la esclava del Mesías.
Por eso las palabras del Ángel, estremecieron mi alma de júbilo, cuando comprendí la Misión a que Dios me llamaba:
SER LA MADRE DEL REDENTOR.“HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR. HÁGASE EN MÍ, SEGÚN TU PALABRA”
Al pronunciar aquellas palabras, felicidad y dolor estrecharon mi corazón, cuando se abrió como un lirio, para proporcionar la sangre que alimentaría en mi seno al Germen del Señor.
Dios me había pedido que fuera virgen. Obedecí.
Al amar la virginidad que me hacía pura, como la primera mujer antes de conocer a Satanás.
Dios me pidió que fuera esposa. Obedecí.
Poniendo el matrimonio en aquel prístino grado de pureza que existió en el pensamiento de Dios, cuando creó a los primeros seres humanos.
Convencida de ser destinada a vivir sola en el matrimonio y a que los demás despreciasen mi esterilidad santa.
Entonces Dios me pidió que fuese Madre. Obedecí.
Creí que era posible y que esa palabra venía de Dios; porque al oírla, la paz se derramaba dentro de mí.
Y me llené de gozo. Gozo de ser Madre. Gozo porque creí poder hacer feliz a Dios, al arrancar la espina que Eva clavó en su Corazón, al llenarlo de dolor y de amargura con su Desobediencia. ¡Por su soberbia, su lujuria y su incredulidad!YO ANULE EL NO DE EVA, CUANDO DIJE “SI”
Sí. Sí. Sí. SIEMPRE SÍ A LOS QUERERES DE DIOS.
Volví a subir las etapas por las que Eva bajó.
Eva buscó el Placer, el Triunfo, la Libertad.
Yo acepté el Dolor, el Aniquilamiento, la Esclavitud.
Me convertí en la Esclava de Dios, en el cuerpo, en el alma, en el espíritu. Dije sí para los tres, segura de que Dios cumpliría sus promesas y remediaría las humillaciones de los que murmurarían contra mi estado.
Y así desafié la opinión del mundo y el juicio del esposo.
Mi fuerza era Dios y le confié sin vacilar mi vida, mi honor, mi futuro: todo, sin reserva alguna.
Sabía que ÉL socorrería mi dolor de esposa que se ve tratada como culpable y de Madre que engendra un Hijo para el Patíbulo.Y abracé mi destino con una punzada de dolor que fue creciendo de hora en hora, conforme sentía crecer en mi seno a mi Creatura Divina.
¡Oh, felicidad bendita que invadía toda mi alma, al saber que había arrancado del Corazón de Dios, la amargura de la Desobediencia de Eva!
¡Oh, dicha gloriosa de ser el Puente del Perdón y la Paz, entre Dios y el Hombre!
Cuando cesó el éxtasis que me llenaba de inefable alegría y regresé a la tierra, mi corazón estaba envuelto por las rosas del Amor Divino.
Y el primer pensamiento que me punzó el corazón y se me clavó como la espina de una rosa, fue el pensar en José.
Yo lo amaba, era mi santo y providente custodio desde que lo quiso Dios, por medio de la palabra de su sacerdote. Desde que me convertí en su prometida, pude conocer y apreciar la santidad de este Justo.
Junto a él había sentido como desaparecía mi soledad de huérfana y dejé de extrañar mi permanencia en el Templo.
Era tan bueno como el padre que había perdido y cerca de José me sentía segura, era como si él también fuese sacerdote.
Toda duda había desaparecido y sabía que no tenía que temer nada, por parte de José. Más segura que un niño en los brazos de su mamá, así estaba mi virginidad confiada a José.
Y ahora, ¿Cómo iba a decirle que ya era yo Madre?
Buscaba las palabras para darle la noticia y no las encontraba.
No quería enorgullecerme del Don de Dios y no podía de ninguna manera, justificar mi maternidad sin decir: ‘El Señor me ha amado entre todas las mujeres y a mí su sierva, me ha hecho Madre.’
Tampoco podía engañarlo ocultándole mi estado.Yo oraba al señor y el Espíritu del que estaba llena me dijo:
– “Cálmate. Déjame que Yo te justificaré ante tu esposo”
¿Cuándo? ¿Cómo? No se lo pregunté. Me confié a Él de una manera absoluta. Jamás el Eterno me había dejado sin su ayuda. Su mano me había sostenido, protegido, guiado hasta aquí y sabía que lo haría, una vez más…
Sabía que Él me defendería y haría resplandecer la verdad.
Aquella noche mi confianza humana llegó a la perfección… Podía hacerlo porque Dios estaba en mí. Porque Dios era mío en mi Hijo. ¡Oh, qué alegría! No por gloria mía…
Ser una sola cosa con Dios; poder amarlo con una total unión y así poder decirle: ‘Tú, Tú que estás en mí, ayúdame a hacer todas las cosas con tu divina perfección.’
Si Él no me hubiera dicho: “Cálmate” Me habría atrevido a poner mi rostro en el suelo y decir a José: ‘El Espíritu ha venido a mí y en mí, está el Germen de Dios’
Y José me habría creído. Porque me quería y porque como todos los que no mienten jamás, no hubiera imaginado que yo mintiese.
Pero obedecí el divino mandato y por largos meses a partir de aquel momento, sentí la primera herida que me sangraba el corazón.
El primer dolor de mi suerte de Corredentora.Esa misma tarde al anochecer, María termina de orar. Su rostro está encendido con una luz que parece como si también la transfigurara. La boca sonríe, pero el llanto brilla en la mirada azul de sus ojos.
Luego se levanta y va hasta la cocina. Prepara un tazón con leche caliente, pan, verduras y una manzana. Es una cena frugal que come muy despacio.
Oye que tocan a la puerta y va a abrir.
Entra José y la saluda. Él se quita el manto y la acompaña hasta la cocina. Le entrega unos huevos y un par de racimos de uvas.
Ella lo invita a cenar y le sirve un tarro de leche, una manzana, aceitunas y queso.
Y los dos se sientan frente a la mesa.
José le cuenta cómo pasó el día. Le habla de sus sobrinos y le pregunta a Ella como está. La trata con mucho amor y un gran respeto. También le promete traerle unas flores nuevas para su jardín, que un centurión romano le va a traer por un trabajo que le hizo.
Y José dice muy contento:
– Cuando llegue la luna nueva, las trasplantaré aquí. Tienen hermosos colores y un perfume muy grato. Las vi el verano pasado, porque solo en verano florecen. Te perfumarán toda la casa. Luego las podaré cuando la luna sea propicia.
María sonríe con dulzura:
– Muchas gracias José. Eres muy bueno conmigo.
– Es lo menos que puedo hacer, por la esposa más buena, bella y santa.
– José, también yo tengo algo qué decirte. Hoy recibí la noticia de que nuestra parienta Isabel, la mujer de Zacarías, está por tener un hijo…
José la mira asombrado y pregunta:
– ¿A esa edad?
María responde sonriente:
– ¡A esa edad! Todo lo puede el Señor. Ahora ha querido proporcionar a nuestros parientes, esa alegría.
– ¿Cómo lo sabes? ¿Estás segura de la noticia?
– Vino un mensajero. Es uno que no dice mentiras. Quisiera ir a su casa para servirle y decirle que me congratulo con ella, si tú me lo permites…
– María, tú eres la Señora y yo el siervo. Todo lo que hagas está bien hecho. ¿Cuándo quieres partir?
– Lo más pronto posible. Estaré ausente por algunos meses.
– Y yo contaré los días esperándote. Ve tranquila. Cuidaré de la casa, del huerto y del jardín… Yo te acompañaré.
Y me sentiré más tranquilo si no vas sola por el camino. Después me harás saber cuándo regresas y yo iré por ti.
– Eres muy bueno José. El Señor te lo pague con bendiciones y aleje de ti el dolor. Es lo que siempre le pido.
– Avísame cuando estés lista para irnos.
– Así lo haré.
Y los dos castos esposos se sonríen.
José se levanta, se pone su manto y se despide de María.
María lo ve irse con un suspiro de aflicción, levanta los ojos al Cielo y regresa a su habitación para seguir orando…
La semana siguiente…
Al amanecer, José llega con dos borriquillos y los dos emprenden el camino hacia la campiña, para tomar el camino que lleva hacia Belén.
Al atardecer, entran en el poblado y llegan hasta una de las casas más hermosas. Rodeada por árboles frutales y un extenso huerto-jardín.
José se despide:
– Tú sabes que urge que regrese. Aquí te dejo María y espero con ansia tu llamado.
María responde:
– Lo sé. Vete con Dios José. Yo daré tus saludos a los parientes.
Y José monta en el borriquillo del que se ha bajado la Virgen y se va.
María se queda con el otro que está cargado con su baúl y se acerca a la puerta de hierro. Ve un extraño objeto que sirve para llamar y tira de la cuerda; pero lo hace con tanta delicadeza que apenas y se oye.
Entonces una vecina que los ha visto llegar, se acerca y tira de la cuerda con mucha fuerza varias veces, haciendo sonar el acero con estrépito, mientras dice:
– Así se hace mujer, si no nunca te van a oír. Ten en cuenta que Isabel ya está vieja y Zacarías también. Y ahora, además de sordo está mudo… ¿Sabes? Los siervos también son viejos…
Aparece el jardinero llevando en la mano un rastrillo y María entra, mientras le da las gracias a la mujer.
Luego dice al siervo:
– Soy María, hija de Joaquín y de Anna de Nazareth. Prima de vuestros patrones… El hombre, mientras hace pasar el asno comenta:
– ¡Gran felicidad y suma desgracia hay en esta casa! El Cielo ha concedido un hijo a la estéril, ¡El Altísimo sea alabado! Pero Zacarías volvió mudo del Templo de Jerusalén hace ya seis meses. Se hace entender por señas o escribiendo.
¿Has tenido noticia de ello? ¡La patrona tanto que te ha deseado en esta alegría y en este dolor! Siempre habla de ti con Sara y dice: ‘¡Si estuviera aquí conmigo mi pequeña María! ¡Si hubiera estado todavía en el Templo! ¡Hubiera dicho a Zacarías que la trajese!
Pero el Señor quiso que se casase con José de Nazareth. Sólo Ella puede darme consuelo en esta aflicción y ayudarme a pedir a Dios porque Ella es muy buena. En el Templo todos la extrañan.’ ¡Sarah! ¡Sarah!… Mi mujer está un poco sorda…
En lugar de Sarah se asoma sobre la escalera que está al lado de la casa, la anciana Isabel. Tiene la cara llena de arrugas, el pelo casi blanco… Es un contraste extraño con su notoria vejez, su estado patente de gravidez, a pesar de la ropa amplia que la cubre.
Se lleva la palma de la mano a la frente, para ver mejor y reconoce a María.
Levanta los varazos al Cielo y exclama:
– ¡Oh! –con admiración y gozo.
Y baja lo más rápido que puede a encontrarse con María, la doncella amada.
Y ésta cuyos movimientos siempre son moderados, corre como un cervatillo y llega al pie de la escalera, al mismo tiempo que Isabel.
Las dos se abrazan llorando de gozo.
Isabel se separa con un ‘¡Ah!’ lleno de admiración y gozo y tal vez un poco de dolor.
Se pone las manos sobre su vientre abultado. Baja la vista, palidece y se sonroja alternativamente.
María y el siervo extienden sus manos para sostenerla, porque vacila cómo si se sintiese mal.
Pasa como un minuto y luego Isabel, cómo si se hubiese rejuvenecido; se inclina profundamente.
Levanta un rostro radiante, mira a María con una sonrisa de gran veneración y exclama:
– ¡Bendita tú entre todas las mujeres!… ¡Bendito el Fruto de tu vientre!… ¿Cómo es posible que haya sido digna tu sierva, de que vinieras a mí, tú; la Madre de mi Señor?
Sí. Ante el sonido de tu voz, el niño ha saltado en mi seno jubiloso…
¡Y cuando te abracé, el Espíritu del señor reveló cosas altísimas a mi corazón!
Eres Bienaventurada porque creíste que Dios puede hacer lo que la inteligencia humana cree que no es posible.
Bienaventurada tú, que por tu Fe harás que el Señor cumpla las cosas que te prometió y las que predijo a los Profetas, para estos tiempos.
¡Bendita tú, por la salud que engendras para la estirpe de Jacob!
Bienaventurada tú, porque trajiste la santidad a mi hijo que lo siento moverse y saltar como un cabritillo jubiloso, porque se siente liberado del peso de la culpa.
Llamado a ser el Precursor, santificado desde antes por la Redención del Santo que se está desarrollando en ti.
María, con dos lágrimas que resbalan como perlas, de sus bellos ojos… Y que ríen a Isabel que está llena de júbilo, con el rostro y los brazos levantados al cielo,
En la misma actitud que tomará tantas veces su Hijo, exclama:
– Magnificat ánima mea Dóminum,
et exsultávit spíritus meus
in Deo salvatóre meo,
quia respéxit humilitátem
ancíllae suae.
Ecce enim ex hoc beátam me dicent
omnes generatiónes,
quia fecit mihi magna,
qui potens est,
et sanctum nomen eius,
et misericórdia eius in progénies
et progénies timéntibus eum.
Fecit poténtiam in bráchio suo,
dispérsit supérbos mente cordis sui;
depósuit poténtes de sede
et exaltávit húmiles,
esuriéntes implévit bonis
et dívites dimísit inánes.
Suscépit Ísrael púerum suum,
recordátus misericórdiae,
sicut locútus est ad patres nostros,
Abraham et sémini
eius in sæcula
Glória Patri, et Filio,
et Spirítui Sancto.
Sicut erat in princípio,
et nunc et semper,
et in sæcula sæculórum. Amen.Al final, en el versículo: “Ha socorrido a Israel, su siervo etc.”, recoge las manos sobre el pecho y se arrodilla muy curvada hacia el suelo adorando a Dios.
El siervo, que prudentemente se había alejado cuando comprobó que Isabel no se sentía mal y que siguió hablando con María; regresa del huerto acompañado de un imponente anciano, que tiene la cabeza y la barba totalmente blancas y con grandes gestos y sonidos guturales, saluda desde lejos a María.
Isabel dice:
– Viene Zacarías. –y toca por la espalda a María que se ha quedado absorta en su plegaria…
Agrega:
– Mi Zacarías está mudo. Dios lo castigó por no haber creído. Luego te lo contaré. Ahora espero que Dios lo perdone porque viniste, tú, la Llena de Gracia.
María se yergue y va al encuentro de Zacarías. Se inclina ante él, profundamente hasta la tierra… besando la orla de su blanca vestidura.
Zacarías hace los gestos de bienvenida y todos juntos entran a la casa.
Reciben a María con grandes demostraciones de afecto y le ofrecen leche recién ordeñada y panecillos.
Llevan el cofre de María a la habitación de los huéspedes y María responde a todas las preguntas que Zacarías escribe sobre una tableta encerada.
María es cuestionada sobre José y cómo se encuentra, siendo su prometida.
Es evidente que a Zacarías le es negada toda luz sobrenatural acerca de la gravidez de María y de su condición de Madre del Mesías.
Isabel se acerca a su marido y poniéndole con amor una mano sobre el hombro; le dice:
– María también es Madre. Alégrate por su felicidad.
No añade más. Mira a María y la Virgen también guarda silencio. No le invita a que diga nada más.
Isabel comprende y se calla.
Cuando al día siguiente están a solas, Isabel dice a María:
– En el Templo, todos te echan de menos y están tristes. En la Fiesta pasada, cuando fui con Zacarías por última vez a Jerusalén, para dar gracias a Dios por haberme dado un hijo; oí de tus maestras estas palabras: “Al Templo parecen faltarle los querubines de la Gloria; desde que la voz de María ya no resuena entre estas paredes.”
María se ruboriza y sonríe…
María revela:
“PORQUE PARA DIOS, NADA ES IMPOSIBLE.”
Esto me dijo el Ángel al referirse al sexto mes de embarazo de mi prima, que había concebido un hijo en su avanzada edad.
Yo solamente comuniqué a José, la necesidad de ir a atender a Isabel en el tiempo que faltaba para el parto y después durante el puerperio.
“Partió apresuradamente…” dice el Evangelio.
Y lo hice porque quería ayudar materialmente a Isabel, mujer valerosa de fe firme y entrega confiada en la Voluntad de Dios; a la que con su don quitó la humillación de la esterilidad; pero a la que al quedar encinta en edad no apropiada, tenía un gran sufrimiento físico.
Dios provee aun en las cosas más pequeñas a quién en ÉL espera.
El don de Dios nos debe hacer siempre mejores y yo no podía ser egoísta. Hice a un lado mis propias labores y me fui a hacer las de Isabel. No me dio miedo no tener tiempo después para preparar la llegada de Jesús.
Sabía que Dios es el Dueño del tiempo y que la caridad nunca retrasa; así como también sabía del grave daño que el egoísmo causa a nuestra alma.
Con grande amor y alegría, acudí presurosa a la casa de mi prima. Dios santificó mi intención y pre santificó al Bautista, pues al saludarnos, al mismo tiempo que se quitaron los sufrimientos físicos a Isabel, quedó llena del Espíritu Santo…
Y los movimientos del bebé, fueron el primer discurso del Precursor, ya que hizo comprender a su santa madre, el Misterio que se encerraba en mí.Dios le descubrió nuestro secreto. Y yo di al Señor la Alabanza que era justo darle, porque no podía negar la Gracia que me había sido concedida: ser la Madre de su Verbo.
Los meses fueron transcurriendo y conversábamos mientras tejíamos.
¡Cuánta paz había en aquella casa!
Si no hubiera venido a mi mente el recuerdo de José y el pensamiento de que mi Niño era el Redentor del Mundo, hubiera sido feliz.
Pero la sombra de la Cruz y el eco fúnebre de las voces de los profetas, me perseguían a través de los siglos y eran un martirio que no se apartaba de mí.
Mi nombre: MARÍA. (Estrella, pero también Amargura)
Y la amargura se mezclaba en mi corazón, con las dulzuras que Dios vertía en él.
EL SANTO ROSARIO 3
CÓMO ORAR EL SANTO ROSARIO CON PODER.
EL ROSARIO ES EL ARMA PERFECTA Y LETAL.
Porque cuando lo ORAS, CON PERFECTA ENTREGA Y DEVOCIÓN…
Orando juntamente con María, nuestra petición se potencializa con la Intercesión de Ella Y DIOS CONCEDE LO QUE LE ESTAMOS PIDIENDO…
Por más imposible que parezca.
De acuerdo a nuestro crecimiento espiritual, la Intercesión lo refleja en nuestras oraciones y con la ayuda del Espíritu Santo, nos llenamos de sabiduría para actuar y para pedir.
MARÍA NOS PROPORCIONA LA PROTECCIÓN NECESARIA Y EL CAMINO SEGURO PARA REGRESAR AL CIELO…
Con el Rosario fortaleces las defensas de tu alma y las de los que amas… Superando todos los obstáculos que Satanás pone en nuestro camino, para impedir que nos reunamos con nuestro Padre Celestial.
Con el Amor y las Gracias que Dios derrama en nuestra alma, vamos sanando nuestras heridas del corazón y SALTAMOS sobre las trampas puestas por el León Rugiente, para matarnos espiritualmente:
Tentaciones que tocan astutamente nuestro ‘ego’ y el NO querer soltar las piedras y resentimientos de nuestra carga emocional. Así como los apegos fortísimos, materiales y emocionales, por las cosas y las personas de este mundo.
Sabiendo todo esto; Cuando te dispones a Orar, hay una Conmoción en el mundo espiritual que es verdaderamente impresionante. Primero, todas las Huestes Infernales ponen en movimiento sus tácticas, para que NO lo hagas y te surgen interrupciones y obstáculos, que de NO ser tan trágicos; serían casi cómicos.
Si les haces caso, ellos conseguirán su objetivo y tú te pondrás a hacer otra cosa, en lugar de Orar.
PERO CUANDO LO DECIDES, te aíslas para Orar y con la práctica, aprendes a lanzarle misiles devastadores al Reino de las Tinieblas… aún enmedio de tu trajinar diario.
Y también el Cielo se Alerta para actuar inmediatamente…
Jesús CONOCE muy bien el Poder de Intercesión de María y por eso antes de ir al Getsemaní, FUE A PEDIRLE a su Madre Santísima que Orara por Él…Pues Él sabía que estaba a punto de Iniciar su Pasión Dolorosísima…Y así fue.
Aún con el Cielo Cerrado, María le consiguió al Ángel del Getsemaní.
GUERREROS EN ACCIÓN
ROSARIUM Signum Crucis
Per signum Crucis de inimicis nostris libera nos, Deus noster. In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amen.
- En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R.Amén. - Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. - Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo
R. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que por el anuncio del ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su Pasión y su Cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Y haces la TRIPLE Invocación:
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
(María llega inmediatamente y se arrodilla a orar junto contigo)
Acto de Contrición…
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío,
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; porque eres infinitamente bueno y digno de ser amado.
Propongo firmemente nunca más pecar,
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos,
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos,
en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita,
que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me dareis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio,
hasta el fin de mi vida.
Amén.
OFRENDA:
Yo me Uno con todos los ángeles y santos del Cielo, las pobres almas del Purgatorio y todos los justos de la Tierra; con todas las Misas y oraciones de Alabanza a Dios Uno y Trino que se hayan orado o que se vayan a orar.
Todas las lágrimas, gozos, sacrificios y sufrimientos de cada alma, que alguna vez haya vivido o que vaya a vivir, en la Tierra o en el Universo.
Lo uno todo al Corazón Adolorido de María Santísima a los pies de la Cruz y ofrezco con él a toda la Creación y el Sufrimiento de la Creación a Jesús, por la Conversión de los Pecadores.
Por el Círculo Dorado de la Perfección, la liberación de las almas del Purgatorio, la santificación de los sacerdotes y religiosos, los Deseos de los Dos Corazones de Jesús y de María, la paz en el Mundo y en el Universo…
Y mis intenciones…(mencionarlas aquí)
LAS TRES ORACIONES
NOVENA DE CONFIANZA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Oh Señor Jesucristo, yo confío… (Hacer la petición)
Mírame solamente Jesús, y luego haz lo que Tu Sacratísimo Corazón te inspire. Que tu Sagrado Corazón decida. ¡Yo cuento con Él! ¡Yo confío en él! ¡Yo me entrego a Su Misericordia! Señor Jesús, Tu no me defraudarás. Sagrado Corazón de Jesús, yo confío en Ti. Sagrado Corazón de Jesús, yo creo en Tu Amor por mí. Sagrado Corazón de Jesús, que venga tu reino.
¡Oh! Sagrado Corazón de Jesús, yo te he pedido muchas gracias, pero imploro ardientemente esta. Tómala, ponla en Tu Sagrado Corazón. Cuando El Padre Eterno la vea, cubierta con Tu Preciosa Sangre, no la rechazará. Ya no será mi plegaria, sino la tuya, oh Jesús. Oh Sagrado Corazón de Jesús, yo pongo mi confianza en Tí. Que jamás sea confundido. Amén.
ACORDAOS (De San Bernardo)
Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado por esa confianza a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, oh Madre de Dios, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.
INVOCACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate; sé nuestro auxilio contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes y Tú, Príncipe de la milicia Celestial, lanza al infierno con el divino Poder, a Satanás y a los demás espíritus malignos, que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
CREDO in Deum Patrem omnipotentem,
Creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus, descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. AmenPATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Ave María, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen. (3 veces)
GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
¿QUÉ ES LO QUE SUCEDE CUANDO REZAMOS EL ROSARIO,
MEDITÁNDOLO CON EL EVANGELIO?
NO hay que olvidar que estamos viviendo una Guerra Espiritual encarnizada y mortal…
Escuchas la Enunciación del Misterio y lees la Palabra de Dios… Contemplas el Misterio:
Te imaginas la escena del Evangelio y te metes dentro de ella como si fueras un personaje más: – un pastor que adora al Niño y le lleva una bota de vino; – un caminante que asiste al Bautismo de Jesús; – un invitado de las Bodas de Caná; – un discípulo que le mira desde lejos, cobarde, llorando al verle morir, sólo, junto a su Madre, en la Cruz, – uno que se asombra viendo a Pedro hablar muchas lenguas el día de Pentecostés,
Guardas unos segundos de silencio:
DIOS HABLA BAJITO. Déjale que te hable en el silencio de tu corazón. A lo mejor te quiere decir algo y si NO lo dejas, ¿Cómo vas a escucharlo?
Luego, en cada Misterio, mientras procuras seguir contemplando la escena y rezas:
PRIMER MISTERIO
OFRECIMIENTO…
PATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Ave María, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen. (10 veces)
GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
JACULATORIA
Oh María Madre mía, sé nuestro amparo y protección en estos días de Purificación. Corazones de Jesús, María y José, dadnos la salvación y llevadnos a la gloria del Padre. Amén.
INVOCACIÓN DE FÁTIMA
Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores, por el Santo Padre y en reparación de las injurias hechas al Inmaculado Corazón de maría. Jesús, perdónanos nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén
Dios mío yo creo, adoro, espero y os amo y os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman. Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente, os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los Tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es ofendido; por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María os pido por la conversión de los pobres pecadores.Y así sucesivamente con los siguientes Misterios…
Culminación (Cuando regresamos a la Cruz y recorremos una vez más las primeras cuentas)
PATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre, virgen purísima antes del Parto; en tus manos encomendamos nuestra FE para que la ilumines… Llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, virgen purísima en el Parto; en tus manos encomendamos nuestra Caridad, para que la inflames… Llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, virgen purísima después del Parto; en tus manos encomendamos nuestra Esperanza para que la alientes… Llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad. Virgen Concebida sin la Culpa Original. Dios te salve, Reina y Madre de misericordia; vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando, en este Valle de Lágrimas. ¡Ea! pues Señora, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y muéstranos a Jesús, Fruto Bendito de tu Vientre, ¡Oh Clemente, oh Piadosa, Oh Dulce Virgen María!¡Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las Divinas Gracias y Promesas de Nuestro señor Jesucristo. Amén
SALVE Regina, mater misericordiae, vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Ad te clamamus exsules filii Hevae. Ad te suspiramus, gementes et flentes in hac lacrimarum valle. Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte. Et Iesus, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exsilium ostende. O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria. Amen.
¡Oh Soberano Santuario! Madre del Verbo Eterno, libra Virgen del Infierno a los que rezan tu Rosario. Emperatriz Poderosa, de los mortales Consuelo; ¡Ábrenos Virgen el Cielo, con una muerte dichosa y dános pureza de alma; ya que eres tan Poderosa.
Mi corazón en amarte, eternamente se ocupe y mi lengua en alabarte Madre mía de Guadalupe.
GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. AmenLAS LETANÍAS LAURETANAS
(En las letanías podemos encontrar alguna Advocación especial según nuestra necesidad particular, por ejemplo Consoladora de los Afligidos y pedirle que nos ayude con el Dolor o la pena que está abrumando nuestro corazón. Y así sucesivamente…)
Señor, ten piedad R. Ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. R. Ten piedad de nosotros.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, R. Ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios, R. Ten piedad de nosotros.
Santa María, R. Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen, R. Ruega por nosotros
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador, R. Ruega por nosotros
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente, R. Ruega por nosotros.
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la Sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística, R. Ruega por nosotros
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,Puerta del Cielo, R. Ruega por nosotros.
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas, R. Ruega por nosotros.
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN FINAL
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo. Y por la gloriosa Intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén
Oración Intercesora, Ejemplo:
“Amadísimo Padre Celestial, Tú que Eres infinitamente Bueno, Infinitamente Poderoso, Infinitamente Misericordioso, escucha la oración que te presento a través del Inmaculado Corazón de María y por el Poder de la Sangre Preciosísima de Jesús:
En este momento me uno a tu Hijo Jesucristo en el momento cuando te dijo “Padre Perdónalos porque no saben lo que hacen”. A La Iglesia Purgante, a la Iglesia Triunfante y a todos mis hermanitos mártires que están derramando su sangre en el mundo entero y sufriendo Persecución por amarte.
Te entrego TODA MI ABSOLUTA MISERIA y por favor Llénala con tu Santidad. Uno mi pobre FE a la de todos ellos y REALIZO en el Nombre Santísimo de Jesús…
Un Bautismo de Deseo Y DE SANGRE sobre TODAS las almas que están siendo llamadas ante Tu Presencia por los efectos de la Gran Tribulación, EN… (Nombra el lugar)
Y EN EL UNIVERSO ENTERO…
(También puede ser UN MILAGRO, UNA SANACIÓN o cualquier otra cosa que te haya inspirado el Espíritu Santo. Las palabras variarán de acuerdo a las instrucciones que recibas del Señor)
Te pones de pie, adoptas una postura de crucificado y dices con autoridad…
Todo esto LO DIGO Y LO HAGO en el Nombre de Jesús
(mientras bendices en el aire y piensas en lo que sea por lo que estás intercediendo)
Y con el +Poder del Padre, +del Hijo y +del Espíritu Santo… AMÉN
Te vuelves a arrodillar, te postras y continúas…
Y te las entrego ABBA SANTÍSIMO bañadas con la Sangre Preciosísima de Nuestro Redentor Santísimo para que alcancen Tu Misericordia y se salven, al Paso de tu Justicia sobre la Nación de…
Te doy las Gracias porque sé que me haz escuchado y las almas que acabas de recibir, se acuerden de mí en sus oraciones y me alcancen de Tí la Fortaleza y todo lo que me hace falta, en los embates con que nuestros Enemigos pretenderán exterminarme.
YO TE ADORO Y CONFÍO CIEGAMENTE EN TÍ. Y me abandono totalmente en tus brazos, porque sé que Tú me AMAS, me Proteges y me Guías.
Te Bendigo por TODO LO QUE PERMITES EN MI VIDA…
Gracias ABBA… POR ESCUCHARME Y CONCEDERLOGracias Mamita María por prestarne Tu Vida de Oración, Ayuno y Penitencia, mientras me acostumbro a caminar con tu Virtud y aprendo a ADORAR a nuestro Dios, como tú lo haces.
Gracias Jesús por sostenerme en la Premura de estos Últimos Tiempos, ayudarme a comportarme como tu verdadero hermano y AYUDARME A ORAR COMO TÚ LO HACES.
Gracias Espíritu Santo por estar en mí y EDUCARME, para ser un digno hijo de Dios.
POR AYUDARME A SENTIR UN AMOR APASIONADO
POR TU SANTÍSIMA TRINIDAD Y ENSEÑARME A SER
UN VERDADERO GUERRERO CELESTIAL
“Hágase tu Voluntad en la Tierra y en todo el Universo, como en el Cielo… AMÉN”
(Esta Oración de Poder la insertas, al principio del Misterio que el Señor te indique…)
Lunes y Sábados:
LOS MISTERIOS GOZOSOS
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Primer misterio:La Anunciación y Encarnación del Hijo de Dios en las purísimas entrañas de la Virgen María.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
[Al final de cada misterio suele decirse:]
Dios te salve, María, Hija de Dios Padre; Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo; Dios te salve María, Esposa del Espíritu Santo. Templo y sagrario de la santísima Trinidad, no permitáis, Señora, que ningún cristiano viva ni muera en pecado mortal ni venial. Amén.
Segundo misterio: La Visitación de María Santísima a su prima Santa Isabel
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Tercer misterio: El nacimiento del Niño Jesús en el pobre y humilde portal de Belén.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Cuarto misterio: La Purificación de la Virgen María y Presentación del Niño Jesús en el Templo.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Quinto misterio: El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Jueves:
LOS MISTERIOS LUMINOSOS
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Primer misterio: El bautismo de Jesús en el río Jordán.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Segundo misterio: Jesús y María en las bodas de Caná.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Tercer misterio: Jesús anuncia el Reino de Dios e invita a la conversión.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Cuarto misterio: La transfiguración de Jesús en el monte Tabor.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Quinto misterio: La institución de la Eucaristía.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Martes y Viernes:
LOS MISTERIOS DOLOROSOS
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su Resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
Primer misterio: La oración de Jesús en el huerto de Getsemaní.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Segundo misterio: La flagelación de Jesús, atado a la columna.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Tercer misterio: Jesús es coronado de espinas.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Cuarto misterio: Jesús con la cruz a cuestas, camino del Calvario.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Quinto misterio: La crucifixión y muerte de Jesús.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Miércoles y Domingos:
LOS MISTERIOS GLORIOSOS
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén
Primer misterio: La Resurrección del Señor.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Segundo misterio: La Ascensión del Señor al cielo.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Tercer misterio: La venida del Espíritu Santo sobre el Colegio apostólico.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Cuarto misterio: La Asunción de Nuestra Señora al cielo.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Quinto misterio: La coronación de la Virgen María como Reina del universo.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
GUERREROS EN ACCIÓN
CÓMO ORAR EL SANTO ROSARIO CON PODER.
EL ROSARIO ES EL ARMA PERFECTA Y LETAL.
Porque cuando lo ORAS, CON PERFECTA ENTREGA Y DEVOCIÓN…
CON EL SANTO ROSARIO, MAMITA MARÍA NOS TOMA DE LA MANO Y NOS CONDUCE HASTA JESÚS…
San Pablo NOS hace esta advertencia:
NO tenemos aquí una morada estable, sino que buscamos una que hemos de poseer algún día (Hebr. 12, 14).
MARÍA NOS PROPORCIONA LA PROTECCIÓN NECESARIA
Y EL CAMINO SEGURO PARA REGRESAR AL CIELO…
Con el Rosario fortaleces las defensas de tu alma y las de los que amas… Superando todos los obstáculos que Satanás pone en nuestro camino, para impedir que nos reunamos con nuestro Padre Celestial.
Con el Amor y las Gracias que Dios derrama en nuestra alma, vamos sanando nuestras heridas del corazón y SALTAMOS sobre las trampas puestas por el León Rugiente, para matarnos espiritualmente:
Tentaciones que tocan astutamente nuestro ‘ego’ y el NO querer soltar las piedras y resentimientos de nuestra carga emocional. Así como los apegos fortísimos, materiales y emocionales, por las cosas y las personas de este mundo.
Sabiendo todo esto; Cuando te dispones a Orar, hay una Conmoción en el mundo espiritual que es verdaderamente impresionante. Primero, todas las Huestes Infernales ponen en movimiento sus tácticas, para que NO lo hagas y te surgen interrupciones y obstáculos, que de NO ser tan trágicos; serían casi cómicos.
Si les haces caso, ellos conseguirán su objetivo y tú te pondrás a hacer otra cosa, en lugar de Orar.
PERO CUANDO LO DECIDES, te aíslas para Orar y lanzarle misiles devastadores al Reino de las Tinieblas…
También el Cielo se Alerta para actuar inmediatamente…
Jesús CONOCE muy bien el Poder de Intercesión de María y por eso antes de ir al Getsemaní, FUE A PEDIRLE a su Madre Santísima que Orara por Él…
Pues Él sabía que estaba a punto de Iniciar su Pasión Dolorosísima…Y así fue.
Aún con el Cielo Cerrado, María le consiguió al Ángel del Getsemaní.
ROSARIUM Signum Crucis
Per signum Crucis de inimicis nostris libera nos, Deus noster. In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amen.
Desde que te arrodillas ante un Crucifijo, te persignas y haces la TRIPLE Invocación:
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
(María llega inmediatamente y se arrodilla a orar junto contigo)
OFRENDA:
Yo me Uno con todos los ángeles y santos del Cielo, las pobres almas del Purgatorio y todos los justos de la Tierra; con todas las Misas y oraciones de Alabanza a Dios Uno y Trino que se hayan orado o que se vayan a orar.
Todas las lágrimas, gozos, sacrificios y sufrimientos de cada alma, que alguna vez haya vivido o que vaya a vivir, en la Tierra o en el Universo.
Lo uno todo al Corazón Adolorido de María Santísima a los pies de la Cruz y ofrezco con él a toda la Creación y el Sufrimiento de la Creación a Jesús, por la Conversión de los Pecadores.
Por el Círculo Dorado de la Perfección, la liberación de las almas del Purgatorio, la santificación de los sacerdotes y religiosos, los Deseos de los Dos Corazones de Jesús y de María, la paz en el Mundo y en el Universo…
Y mis intenciones…(mencionarlas aquí)
LAS TRES ORACIONES
NOVENA DE CONFIANZA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Oh Señor Jesucristo, yo confío… (Hacer la petición)
Mírame solamente Jesús, y luego haz lo que Tu Sacratísimo Corazón te inspire. Que tu Sagrado Corazón decida. ¡Yo cuento con Él! ¡Yo confío en él! ¡Yo me entrego a Su Misericordia! Señor Jesús, Tu no me defraudarás. Sagrado Corazón de Jesús, yo confío en Ti. Sagrado Corazón de Jesús, yo creo en Tu Amor por mí. Sagrado Corazón de Jesús, que venga tu reino.
¡Oh! Sagrado Corazón de Jesús, yo te he pedido muchas gracias, pero imploro ardientemente esta. Tómala, ponla en Tu Sagrado Corazón. Cuando El Padre Eterno la vea, cubierta con Tu Preciosa Sangre, no la rechazará. Ya no será mi plegaria, sino la tuya, oh Jesús. Oh Sagrado Corazón de Jesús, yo pongo mi confianza en Tí. Que jamás sea confundido. Amén.
ACORDAOS (De San Bernardo)
Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado por esa confianza a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, oh Madre de Dios, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.
INVOCACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate; sé nuestro auxilio contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes y Tú, Príncipe de la milicia Celestial, lanza al infierno con el divino Poder, a Satanás y a los demás espíritus malignos, que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.CREDO in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus, descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. Amen
PATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Ave María, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen. (3 veces)
GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen¿QUÉ ES LO QUE SUCEDE CUANDO REZAMOS EL ROSARIO,
MEDITÁNDOLO CON EL EVANGELIO?
NO hay que olvidar que estamos viviendo una Guerra Espiritual encarnizada y mortal…
Escuchas la Enunciación del Misterio y lees la Palabra de Dios… Contemplas el Misterio:
Te imaginas la escena del Evangelio y te metes dentro de ella como si fueras un personaje más: – un pastor que adora al Niño y le lleva una bota de vino; – un caminante que asiste al Bautismo de Jesús; – un invitado de las Bodas de Caná; – un discípulo que le mira desde lejos, cobarde, llorando al verle morir, sólo, junto a su Madre, en la Cruz, – uno que se asombra viendo a Pedro hablar muchas lenguas el día de Pentecostés,
Guardas unos segundos de silencio:
DIOS HABLA BAJITO. Déjale que te hable en el silencio de tu corazón. A lo mejor te quiere decir algo y si NO lo dejas, ¿Cómo vas a escucharlo?
Luego, en cada Misterio, mientras procuras seguir contemplando la escena y rezas:
PRIMER MISTERIO
PATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Ave María, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei et Mater Nostra, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen. (10 veces)
GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
JACULATORIA
Oh María Madre mía, sé nuestro amparo y protección en estos días de Purificación. Corazones de Jesús, María y José, dadnos la salvación y llevadnos a la gloria del Padre. Amén.
INVOCACIÓN DE FÁTIMA
Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores, por el Santo Padre y en reparación de las injurias hechas al Inmaculado Corazón de maría. Jesús, perdónanos nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén
Dios mío yo creo, adoro, espero y os amo y os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman. Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente, os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los Tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es ofendido; por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María os pido por la conversión de los pobres pecadores.Y así sucesivamente con los siguientes Misterios…
Culminación (Cuando regresamos a la Cruz y recorremos una vez más las primeras cuentas)
PATER NOSTER, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre, virgen purísima antes del Parto; en tus manos encomendamos nuestra FE para que la ilumines… Llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, virgen purísima en el Parto; en tus manos encomendamos nuestra Caridad, para que la inflames… Llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, virgen purísima después del Parto; en tus manos encomendamos nuestra Esperanza para que la alientes… Llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad. Virgen Concebida sin la Culpa Original. Dios te salve, Reina y Madre de misericordia; vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando, en este Valle de Lágrimas. ¡Ea! pues Señora, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y muéstranos a Jesús, Fruto Bendito de tu Vientre, ¡Oh Clemente, oh Piadosa, Oh Dulce Virgen María!¡Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las Divinas Gracias y Promesas de Nuestro señor Jesucristo. Amén
SALVE Regina, mater misericordiae, vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Ad te clamamus exsules filii Hevae. Ad te suspiramus, gementes et flentes in hac lacrimarum valle. Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte. Et Iesus, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exsilium ostende. O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria. Amen.
¡Oh Soberano Santuario! Madre del Verbo Eterno, libra Virgen del Infierno a los que rezan tu Rosario. Emperatriz Poderosa, de los mortales Consuelo; ¡Ábrenos Virgen el Cielo, con una muerte dichosa y dános pureza de alma; ya que eres tan Poderosa.
Mi corazón en amarte, eternamente se ocupe y mi lengua en alabarte Madre mía de Guadalupe.
GLORIA Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. AmenLAS LETANÍAS LAURETANAS
(En las letanías podemos encontrar alguna Advocación especial según nuestra necesidad particular, por ejemplo Consoladora de los Afligidos y pedirle que nos ayude con el Dolor o la pena que está abrumando nuestro corazón. Y así sucesivamente…)
Señor, ten piedad R. Ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. R. Ten piedad de nosotros.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, R. Ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios, R. Ten piedad de nosotros.
Santa María, R. Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen, R. Ruega por nosotros
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,Madre del Creador, R. Ruega por nosotros
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente, R. Ruega por nosotros.
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la Sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística, R. Ruega por nosotros
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,Puerta del Cielo, R. Ruega por nosotros.
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas, R. Ruega por nosotros.
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN FINAL
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo. Y por la gloriosa Intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
F68 LA POTENCIA INFINITA DEL ALMA
Hijitos Míos, ciertamente que el Mal está cubriendo al Mundo entero, el Mal está en todos lados y aún dentro de vuestro corazón.
Todo se está dando en grandes proporciones, Satanás está moviendo ahora al Mundo y os está causando muchos males. Veis mucho mal en todas las situaciones de vuestro vivir, ya NO sabéis a dónde ir, qué hacer, si debéis cambiar de vida, de trabajo o de lugar.
Muchos estáis entrando en la desesperación y todo esto a donde os está llevando Satanás, es para que perdáis la Fe, la confianza en que Yo os cuido, que os protejo y con sus engaños, él se pondrá a vuestras órdenes para aparentar que os puede sacar de la Tribulación que estáis ahora viviendo.
Mis pequeños, Yo como Padre vuestro y que Me preocupo por vuestra vida, por vuestra salvación, os tengo que aconsejar. Os he venido diciendo que todo esto que estoy permitiendo en vuestra vida, es para Purificación de vuestros pecados y para prepararos para el Regreso de Mi Hijo.
Tenéis que confiar en Mí, Mis pequeños. Os conozco perfectamente y sabéis que si Yo permito algo en vuestra vida, va a ser para un bien posterior. En estos momentos de la Historia, el bien posterior va a ser el Retorno de Mi Hijo a la Tierra.
Os he explicado también, que todos vosotros habéis vivido en el pecado en mayor o en menor proporción. Todos habéis vivido el Pecado, lo habéis permitido en vuestra vida y en la de los vuestros.
No os comportáis como verdaderos hijos Míos, como hermanos de Mi Hijo Jesucristo, que fue tajante en el Bien y en el mal a tal grado, que os dejó en las Sagradas Escrituras Sus Palabras, diciendo que debe ser SÍ a lo que es bueno y NO a lo que es malo y NO permitir medianías
Y vosotros, ya os volvisteis muy flácidos, porque os conviene ésa flacidez en las Leyes y Mandamientos que se os han dado.
Vivís en la conveniencia y no en la rectitud total. Y por eso, lo que Estoy Permitiendo en vuestras vidas en estos momentos, va a ser para Purificar vuestra mediocridad.
Sí Mis pequeños, suena fuerte, pero tomadlo así. Soy vuestro Padre, os amo y NO os quiero ver ya mediocres. Al Reino de los Cielos se entra en perfección, en santidad.
El Reino que os voy a dar en la Tierra, los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, también se empezarán con almas que NO admitan mediocridad.
Os amo y he ido preparando grupos alrededor de la Tierra para empezar ésos Nuevos Cielos y ésas Nuevas Tierras, con almas de las cuales Yo esté Orgulloso.
Así que, os pido de todo corazón y entended Mi Posición de Padre que os ama infinitamente, que aceptéis lo que Yo permita en vuestra vida…
QUE VUESTROS SUFRIMIENTOS ME LOS AGRADEZCÁIS, PASE LO QUE PASE
Porque van a ser purificadores, os van a llevar a la perfección, os van a llevar a la santidad de vida, quedará atrás la mediocridad en la que habéis vivido… Y seréis almas en las que Yo pueda confiar para empezar un Nuevo Mundo.
Un Nuevo Mundo de almas capaces de crear al menos al principio, una humanidad que Me Respete por Quien Soy. Que respete las Leyes y Mandamientos que se os han dado, que se respete la Palabra de Mi Hijo de los Evangelios, que se respete a Mi Hija, la Siempre Virgen María, al señor San José, al Cielo entero.
Pertenecéis al Cielo, respetad pues al Cielo. Son vuestros hermanos, ES VUESTRA FAMILIA y por eso quiero empezar un Nuevo Mundo con almas que amen a sus hermanos de los Cielos, del Purgatorio, de la Tierra.
Vivid pues como Yo quiero que viváis, amándoos los unos a los otros, como os lo pidió Mi Hijo.
Conozco vuestro sufrimiento, conozco vuestros dolores, pero ¿Acaso ellos se pueden comparar con los de Mi Hijo, con lo que sufrió por cada uno de vosotros, por vuestra salvación? NO podríais soportar ni la décima parte de lo que Mi Hijo sufrió por vosotros.
Así pues, aceptad con amor, con respeto a Mi Palabra y a Mis Órdenes, lo que Yo permita en vuestra vida.
Ciertamente lloraréis, sufriréis, os desesperaréis; PERO CONFIAD, confiad porque todo será para vuestro bien.
Hijitos Míos, vais a entrar a un Tiempo que va a ser un Parteaguas para la Humanidad entera… Y éste tiempo de Purificación, dividirá vuestro mundo el de antes y el Mundo que vendrá.
Tendréis la Presencia del Espíritu Santo en vosotros, creceréis a niveles espirituales altísimos… Pero desgraciadamente, el cuerpo aún quedará corrompido por el Pecado Original y éste afectará vuestra alma nuevamente.
Tendréis un tiempo bellísimo de Gracia, de Bendiciones y de mucho Amor. Lo prometido en antiguo se os dará en éste Nuevo Tiempo. Lo gozaréis Mis pequeños, pero os debéis preparar para ello y os debéis dejar mover por Mi Voluntad, Mis pequeños.
Ya os había dicho hace tiempo y os he repetido que la Purificación se tiene que dar, que los momentos de la Purificación se darán y aunque vosotros los veáis fuertes y difíciles, Yo estaré con vosotros para que los podáis sobrellevar y Me los podáis ofrecer.
Ciertamente, sufriréis como Mi Hijo sufrió, pero sufrió por el bien vuestro. Este Tiempo de Dolor, de Sufrimiento, os llevará hacia un bien, un bien espiritual.
Habrá podría decirse, una mutación de cuerpo y alma. Una Renovación de lo que ahora sois y lo que seréis. Os acercaréis más a la hechura de vuestros Primeros Padres y empezaréis a gozar lo que ellos eran en ése tiempo, antes del Pecado Original.
Yo Soy un Dios Bondadoso, Yo Soy un Dios Amorosísimo y consiento a los que están Conmigo, por eso las almas que queden en éste tiempo, en éste Nuevo Tiempo por empezar, serán almas escogidas, almas agradecidas, almas buenas, almas en las cuales Yo pueda confiar para empezar un Nuevo Tiempo.
Es Mi regalo de Padre hacia Mis hijos escogidos. Ciertamente NO todos los que NO lleguen a pasar a éste Nuevo Tiempo van a condenarse, son semillas que no sirvan para tener una buena cosecha, pero NO por eso voy a permitir que ésas semillas se quemen eternamente.
Orad por ellas, Mis pequeños. Os amo mucho, vosotros entendéis lo que Yo como vuestro Padre Dios, necesito que hagáis por vuestros hermanos. Vosotros NO estáis aquí para juzgar, simplemente para ayudar.
Obviamente que Yo podría hacer todo el trabajo Solo, pero Somos Familia y Yo quiero que vosotros entendáis ésa realidad, de que sois familia con el Cielo y la Familia siempre va a estar viendo por el bien de todos los que están en casa y principalmente, por los que salieron de casa y que NO siguieron con las reglas que se dan dentro de ella.
Os unirá más a Mi Amor Mis pequeños, el que actuéis como Familia y que actuéis por el bien de vuestros hermanos que se han apartado de Mi Amor, de Mis Leyes y de todo lo que os he pedido para que llegarais a la santificación de vuestras almas.
NO os imagináis cuánto Amor derramo sobre cada uno de vosotros, pero vosotros NO os imagináis siquiera lo que es éste Derrame de Amor.
Vosotros sois limitados, Yo Soy un Dios Omnipotente, entonces Mi derrame de Amor es Inmenso, es Inconmensurable y de esto debierais estar vosotros agradecidos, porque estáis recibiendo mucho más allá de lo que siquiera imagináis.
Cuando Yo escojo a un alma, Yo Me derramo en Bendiciones, en cuidados, en cariños; muchos detalles os regalo a lo largo de vuestra vida, porque os he escogido. Cuando ésa alma escogida se da cuenta de que ha sido escogida, lo que quiero de ella, es que también se derrame sobre Mí.
También que Me llene de su amor ciertamente limitado, pero es todo, todo vuestro amor aunque sea pequeñito, pero Me lo daréis en totalidad y eso para Mí es inmenso Mis pequeños; porque os estáis dando en totalidad, Me estáis dando todo lo que vosotros sois.
Cuando Yo escucho de un alma que Me ofrece eso: “tuyo soy, Mi Señor” y se da en totalidad a Mí, a Mí Me dais un gusto inmenso. Sois Mis hijos consentidos, son los hijos por los cuales gozo y Me derramo en Bendiciones, en cuidados.
Ciertamente también os pido, os pido mucho, porque son las almas en las cuales puedo confiar. Las almas que se dan a Mí, ciertamente son acrisoladas, pasan por momentos difíciles y lo hago Mis pequeños y os pido disculpas por ello, porque quiero saber qué tanto puedo confiar en vosotros.
Porque hay almas que cuando están en los momentos álgidos y difíciles, se apartan de Mí. Me niegan, NO quieren saber de Mí, les da miedo seguir siendo Mías, por eso os acrisolo dos, tres, cinco, muchas veces; para ver si realmente estáis confiando plenamente en Mí, sabiendo que todo lo que pasa en vuestra vida viene de Mí y que nada es casualidad.
Porque a pesar de toda ésa problemática que Yo permito en vuestra vida, Me la ofrecéis, seguís adelante.
Y sobre todo os seguís ofreciendo en el “aquí estoy mi Señor, hágase en mí, lo que Tú quieras” como Mi Hija, la Siempre Virgen María dijo y aceptó junto con el señor San José, ése Mi Amor que los ponía a prueba y ahora os seguirá poniendo a prueba.
Cuando aceptáis de corazón y Yo conozco perfectamente vuestro interior, es cuando voy confiando en las almas.
NO temáis Mis pequeños, en el acrisolamiento amadMe más, porque estoy poniendo a prueba a las almas que más amo.
Entendedlo, Mis pequeños, porque os amo, os preparo y veo qué tan fuerte es vuestro amor hacia Mí.
Y cuando pasáis la prueba Mis pequeños, después de uno o varios acrisolamientos…
Sé con quién realmente cuento, para que vosotros podáis llevar tareas más delicadas, más amorosas, más llenas de vida espiritual, para el bien de todas las almas que estén a vuestro alrededor.
Os repito, en la tribulación alegraos, además de que Yo estoy siempre con vosotros, esperando también vuestra respuesta, esperando el “aquí estoy, Mi Señor” con toda humildad, pero sobre todo, con todo vuestro amor.
Ciertamente, todos vosotros sois muy pequeños y podríais decirMe que vuestra Oración es tan pequeña, que NO alcanzaría a salvar a un alma, pero eso es cuando entra soberbia en vosotros, Mis pequeños.
El que es humilde, diría: “me uno, Mi Señor a Tu Oración”, para que juntos podamos salvar almas y así, vuestra Oración se hace inmensa, porque Yo estuve entre vosotros, Yo os enseñé a Orar, os enseñé a Confiar en Mí, os enseñé a Vivir en Mí.
Vuestros actos ya NO deben ser vuestros actos, sino Nuestros actos, vuestra vida debe ser Nuestra vida.
Empezaréis a ver más Acontecimientos de la Purificación y cada vez más difíciles, más funestos y vosotros deberéis actuar en el “Nosotros”. Vosotros estaréis orando Conmigo, estaréis actuando Conmigo, estaréis salvando Conmigo a las almas y aún a vuestra propia alma.
Vosotros ya no deberéis caminar solos, caminaréis Conmigo y vuestros deseos serán los Nuestros, serán para que salvemos a infinidad de almas.
No os imagináis, Mis pequeños, cuántas almas están por condenarse si vosotros NO oráis por ellas.
Vosotros como os he dicho, NO estáis aquí para juzgar. Ni aunque conocierais el actuar de alguno de vuestros hermanos, NO conocéis su interior y menos conocéis el momento en el que pueda entrar en el arrepentimiento.
Imaginad que estáis vosotros en un barco y estáis salvando a las personas de un naufragio, vosotros debéis salvar a TODAS, NO podéis escoger a aquél porque era rico o al otro porque trabajaba muy bien en el barco.
A ése otro, lo dejaréis porque ése era un polizón y también a ése otro, porque se portaba mal y era grosero. NO, Mis pequeños, vosotros NO sois jueces.
Vosotros debéis actuar con el corazón en vuestra mano, porque todo lo que hagáis de bien por vuestros hermanos, lo tendréis de regreso para vosotros.
Nuevamente os recuerdo, seréis juzgados en el Amor, ¿Cuánto estáis haciendo para llevar amor a vuestros hermanos que tanto lo necesitan? ¿Cuántos salvaréis de aquellos que se podrían haber condenado?
Éstas almas, conocerán ya después de su muerte, quién fue el que las salvó y vosotros gozaréis eternamente por lo que hicisteis por vuestros hermanos; porque vuestros hermanos Me agradecerán a Mí y pedirán que os llene de Bendiciones
Y esto vosotros NO os lo podéis imaginar, porque es una vida de Cielo y lo que se pide en el Cielo, es inmenso, porque es a nivel espiritual.
Vosotros ahora estáis “encarcelados” en un cuerpo y vuestras capacidades espirituales NO se pueden manifestar en totalidad, vuestras capacidades espirituales están detenidas por vuestro cuerpo, siendo inmensas cuando salís de él.
Pedidle a Mi Santo Espíritu, que os haga entender esto Mis pequeños. Que entréis en ésa vida espiritual, para que podáis entender y comprender mejor lo que os quiero explicar, para que vosotros hagáis inmensidades con vuestros hermanos.
La vida de un alma vale muchísimo, es parte de Mí, SALVADLA os lo ruego. Salvadlas, pedidMe lo que necesitéis Mis pequeños, Yo os puedo dar lo que necesitéis, lo que os falte, para que crezcáis espiritualmente a niveles altísimos y podáis ayudar a vuestros hermanos.
Mientras más os deis por los demás, más santos seréis ante Mis Ojos y Yo necesito la santificación de las almas, os necesito santos, porque viviréis en un Santo lugar, que es el Reino de los Cielos.
Hijitos Míos, en las Escrituras se os habla de que NO podéis entrar a la fiesta o sea, al Reino de los Cielos, si NO estáis bien arreglados, si vuestras ropas NO están limpias y puras.
Y por eso he Creado el Purgatorio, para que vosotros seáis purificados en él; pero ciertamente ahí conoceréis todo el daño que Me hicisteis y el que le hicisteis a vuestros hermanos.
Ciertamente, tendréis la oportunidad en el tiempo que Yo decida para purificaros y para que os ganéis la entrada al Reino de los Cielos.
La estancia para algunos, será muy dolorosa. Otros, vivirán en la esperanza, en la alegría de saber que en cualquier momento, estarán Conmigo para siempre.
Mis pequeños, poco os acordáis del Sufrimiento de las ánimas del Purgatorio, poco hacéis para aliviar sus penas. Si realmente os amarais como decís que lo hacéis, debierais tener NO solamente el alma de vuestros seres queridos; sino también de todos vuestros hermanos de todo el Mundo, continuamente en vuestros pensamientos. Y sobre todo, en los momentos en que podéis lograr para ellos, un alivio a sus dolores y penas.
Habréis escuchado una o varias veces, del Sufrimiento que tienen las almas allí, en ése Lugar de Purificación. Para que entendáis un poco esto, os quiero decir que así como vuestra alma cuando está en vuestro cuerpo vivo, no puede gozar todo el gozo que Yo le puedo dar, porque vuestro cuerpo NO soportaría tanto gozo.
De igual manera, vuestra alma NO podría vivir el Sufrimiento de purificación que se sufre en el Purgatorio estando en vuestro cuerpo, porque moriríais inmediatamente, os estoy hablando a nivel espiritual.
Cuando vuestra alma sale de vuestro cuerpo, vuestras potencias cambian, se engrandecen, se vuelven también infinitas; porque si vosotros salisteis de Mí, si Yo os creé a Imagen y Semejanza Mía, también vuestra alma es infinita y vuestras potencias también.
Por eso NO entendéis perfectamente, cuando os hablo de Amor; porque estoy hablando de un Amor a nivel espiritual, con potencias que vuestra mente humana y vuestras capacidades humanas, NO pueden ni sentir ni imaginar, porque vuestro cuerpo limita las potencias del alma.
Esto os lo digo para bien, ya que es Mi Amor el que se debiera manifestar en vosotros; pero cuando es de Purificación es lo mismo, vuestra alma está libre ya de vuestro cuerpo y está en el Purgatorio, las penas, la purificación que tendréis ahí es a nivel alma, o sea, con vuestras potencias ya libres Y EL DOLOR ES INMENSO.
Os digo esto para que entendáis la gravedad y el dolor tan grande que se vive en el Purgatorio; donde ciertamente hay una esperanza de salir de ahí y que también ésa esperanza ya a ciertos niveles, va minimizando el dolor del padecimiento de purificación que tenéis.
De igual manera, quiero que entendáis el Dolor que se vive en el Infierno. También es infinito como os dije, ya que vuestra alma es infinita y son dolores que vosotros NO imagináis que puedan existir, porque vuestras capacidades se ven minimizadas por vuestro cuerpo…
Pero también, si el alma llega al Cielo, a vuestro Hogar, Mi Reino, también tendréis un gozo que en éstos momentos NO os podéis imaginar.
Ciertamente he dado a conocer estos gozos y estos sufrimientos a almas que escojo, pero ni aún ellas os pueden explicar. Ciertamente, son gozos y dolores tremendos, porque los viven a nivel espiritual y por eso NO los entendéis.
Quedaos pues con esta explicación de que vuestra alma, fuera de vuestro cuerpo tiene Gozos y Dolores indecibles, inimaginables para vuestras pobres potencias humanas.
Amad pues y haced todo lo posible por vuestros hermanos que sufren indeciblemente en el Purgatorio y uníos también, a las alegrías tremendas, inimaginables, que vuestros hermanos están gozando en el Reino de los Cielos.
Y pedidles a unos, ayuda para NO seguir cayendo en faltas y que hagan que vuestra alma tenga que ser purificada más tiempo en el Purgatorio y a vuestros hermanos en el Reino de los Cielos, pedidles que os ayuden a lograr llegar a donde Yo, vuestro Padre y vuestro Dios os espero, para que viváis eternamente Conmigo.
Imaginad un recipiente pequeño y lo llenáis con ese tipo de algodón que se puede compactar y con fuerza, llenáis ese pequeño bote con ese algodón. Ciertamente va a caber, pero está apretujado en ese recipiente.
Ese recipiente es vuestro cuerpo, vuestra alma para que lo entendáis, sus potencias están apretujadas dentro del cuerpo.
Cuando vosotros morís, vuestra alma sale del cuerpo, como sale también ese algodón del envase. Y al abrir el envase, todo ese algodón se expande y entonces, os dais cuenta de la inmensidad de algodón que estaba adentro de ese pequeño envase. Se vuelve algo grandísimo y no os imagináis cómo podía caber tanto en ese pequeño envase.
Así está vuestra alma y así es Mis pequeños, para que entendáis mejor, vuestra alma al liberarse del cuerpo se expande y al expandirse, tiene más recepción de lo bueno y de lo malo.
Llega a Mí y entiende infinidad de cosas que antes NO entendía… Y por eso también vuestro sufrimiento es mayor, porque es mucha la naturaleza del alma. Ya salió del cuerpo y así como veis muy grande el volumen de esa masa de algodón ya expandido, así será vuestra alma también.
Esto es para que entendáis por qué se sufre tanto o porqué se goza tanto cuando vuestra alma ya está fuera de vuestro cuerpo.
Al final del Rosario Papá Dios se complace en el Grupo de Oración y nos dice:
Hijitos Míos, por eso os he dicho que el Resto Fiel es pequeño, porque son pocos los que están Conmigo. Vosotros escogisteis la mejor parte y Yo estoy con vosotros, ¿Cuántos hermanos vuestros alrededor del mundo, Me buscan o se reúnen porque quieran vivir Mis Palabras, Mis enseñanzas y Mi Amor?
Son tan pocos con los que cuento y Me agrada que vosotros estéis orando y buscándoMe continuamente, por eso repito: El Resto Fiel es pequeño, porque a pesar de que Yo Me di por todos, muy pocos respondieron.
Sigan actuando así y seréis dignos hijos del Rey.
Os amo, Mis pequeños príncipes. Mí Hija, la Siempre Virgen María, os lleva en Su Corazón y os protege bajo Su manto.
Os bendigo, Mis pequeños, seguid orando, os amo, Mis pequeños, el tiempo ya está sobre vosotros, en cualquier momento se empezarán a manifestar fuertemente todos los momentos de la purificación, pero NO TEMÁIS, NO temáis, Yo estoy con vosotros.
Yo os Bendigo ahora y por siempre, en MÍ Santo Nombre, en el de Mí Hijo,
Salvador vuestro y en el del Espírítu de Amor y Vivificador.
R98 EJÉRCITO DE AMOR
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Hace algún tiempo, Mi Hijo os dijo que Satanás iba a caminar por vuestras calles y nadie lo iba a poder detener.
El Mal esta ya por todos lados Mis pequeños, porque lo dejasteis crecer. Os ha quitado la paz, vuestra paz interior, paz en la familia, paz en vuestro trabajo.
Las mismas autoridades se han aliado con Satanás, con el Mal que os está atacando por todos lados. Las autoridades protegen al Mal que os acecha.
Os causan temores, pánico, os quitan la paz de múltiples formas, os amenazan, os asaltan y asesinan aún en pleno día, secuestran a vuestros seres queridos.
Y todo esto para causar Terror, que es una de las estrategias de Satanás, contra vosotros, Mis pequeños.
Mi Hijo os vino a traer la paz. El tener paz en vuestro corazón es indicativo de que Mi Hijo vive con vosotros y vosotros con Él. Y estáis confiados en lo que Mi Hijo os pida.
Vuestra vida ya no se desarrolla alrededor de Mi Hijo, porque ya no tenéis paz en vuestro corazón.
Estáis pensando solamente en los ataques de la maldad, que está a vuestro alrededor. Y no tenéis tiempo de pensar en el regreso de vuestra alma, hacia Quien os puede dar verdaderamente la paz en vuestro interior.
Por eso estoy Yo aquí, Mis pequeños, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María.
Y sabéis que estos son Mis tiempos, porque esto iba a suceder.
Y el Padre Me dio estos Tiempos para protegeros contra esta Maldad que os rodea, que os ataca, que os destruye. Y que estáis viviendo alrededor del mundo.
Sois muy necios Mis pequeños, se os han dado todas las formas necesarias, para que volváis a la paz.
Goliath fue vencido por una piedra y vosotros podéis vencer a Satanás fácilmente. Os lo revelé en todas Mis apariciones.
Y esto es, rezando el Santo Rosario, viviendo en estado de gracia. Lo cuál os iba a llevar a uniros y a destruir la Maldad que os está acechando.
Pero preferís buscar por otros medios cómo destruir esa maldad y actuáis de la forma incorrecta, que es atacando el Mal con Mal.
Y se os ha dicho que nunca vais a poder vencer al Mal con el mal, porque a Satanás solamente se le vence con el bien.
Si NO volvéis a Dios, si NO volvéis a la Oración, si NO volvéis a los Sacramentos, NO recuperareis la Paz que Satanás os ha quitado. Y además, el Mal crecerá si NO lo detenéis ¡YA!, Mis pequeños.
Debéis regresar al rezo del Santo Rosario. Uníos en grupos y fácilmente venceréis.
Os falta FE. Os falta fe para CREER que con esto que os pido, venceréis al Mal. Pero probad, Mis pequeños. Soy vuestra Madre y os estoy protegiendo.
Pero vosotros tenéis que poner de vuestra parte también. Y debéis poner FE en todo lo que hacéis.
Si NO volvéis a la Oración, si NO tomáis esta arma que se os ha dado para estos Últimos Tiempos, para vencer a Satanás, todavía PADECERÉIS COSAS PEORES. Entended ya de una vez, Mis pequeños. Yo os cuido, pero tenéis que poner de vuestra parte.
Hijitos Míos, florecitas Mías, Soy vuestra Madre. Estoy reuniendo a todos Mis hijos, a Mis verdaderos hijos que siguen los preceptos y Voluntad del Padre. Vosotros tenéis un corazón puro, porque Yo os he preservado.
Porque ésa ha sido Mi voluntad y el Padre Me lo ha concedido. Porque habéis caminado por el Fango y NO os habéis contaminado.
Necesito de los corazones de Mis pequeños que confiadamente se abandonen a Mí, para que Me entreguen su voluntad, para que Me tomen de la mano y se dejen guiar dócilmente. Para así salir triunfantes de la Gran Prueba.
Necesito de vuestros corazones en donde pueda vivir plenamente Mi Hijo, para que sean Luz para la humanidad, que inminente y duramente, va a ser atacada y probada.
Necesito que ustedes sean Luz para sus hermanos, que estarán confundidos y en Tinieblas, que sean guías para su camino…
NO os preocupéis cuando los Acontecimientos vengan, porque Yo estaré con vosotros. NO os soltéis de Mi mano porque con la otra tomaréis a vuestros hermanos, que aún habitan en las Tinieblas.
Permaneced en continua vida de Oración para que seáis fortificados por la Gracia de vuestro Dios.
Habéis sido preservados del Mundo porque así Yo lo he pedido a vuestro Padre Dios. Y ahora, os he tomado como Mis pequeños grandes guerreros, para que Me ayudéis contra la Lucha Infernal que en breve se manifestará con su máxima potencia.
Recordad que los que son pequeños, se hacen pequeños por donarse a la Voluntad de vuestro Dios. A ellos, enfrentar los Acontecimientos de la Purificación, se les hará sencillo y sin temor.
Apartad el MIEDO de vuestro corazón y NO os dejéis envolver por él. Porque vosotros como Luces preciosas que he escogido, como los preciosos corazones que he escogido, deberán ser ejemplo pleno de Nuestro Creador.
Avanzad presurosos y NO desperdicies ni un solo momento más de vuestra vida. Muchas almas claman por su salvación y pocas oraciones puedo Yo recoger de la Tierra.
Uníos perfectamente a la Vida de Mi Hijo, para que vuestra pequeñez se engrandezca y vuestras oraciones se multipliquen.
Somos una Familia y tenemos que ver por todos aquellos que necesitan de salvación, velad por ellos. Entended Mi preocupación de Madre Amorosa y Fiel a la voluntad de Nuestro Dios, Yo Soy Vuestra Madre Santísima y vosotros Mis pequeños.
Habéis sido escogidos por Mi Corazón para que Mi Amor se manifieste perfectamente en vosotros. Acercaos tiernamente a Mi Corazón, introducíos en la profundidad de Mis necesidades amorosas para con vuestros hermanos.
Y vivid en toda la obediencia a Nosotros, para que podáis ser perfectos mensajeros del Amor y la Paz, que Yo reflejo en Nuestra Santísima Trinidad.
Permaneced fieles a Mis inspiraciones. Y vivid confiados plenamente a lo que Yo, vuestra Madre os indicaré.
Yo Soy la Siempre Virgen María, Madre del Verdadero Dios y del Verdadero Hombre.
Las Fuerzas del Mal nunca prevalecerán sobre las del Bien. Y Yo estoy aquí para guiar al Ejército Vencedor, al Ejército de Amor, a Mi Ejército formado por pequeñas almas como las vuestras.
Yo os Bendigo hijitos Míos y el Amor de Mi Corazón se desborda plenamente sobre vosotros.
Y así tomados de la mano y unidos en un solo Corazón, os presentaré a vuestro regreso a la Divinidad y a la Santísima Trinidad, para que gocéis con Nosotros bellezas inigualables por toda la Eternidad.
Hijitos Míos, cantad, cantad al Señor con todo vuestro corazón.
Gritad vítores y alabanzas a Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad.
Así alaban todas las almas que en el Cielo están a Nuestro Dios, Nuestro Creador, vuestro Salvador, al Dios Amor.
Mis pequeños, el Cielo alegre está, las almas en el Cielo gozan de estar ante la Presencia de Nuestro Dios.
Ese deseo debiera existir en cada uno de vosotros, vuestro corazón debiera estar unido, perfectamente, con la Vida del Cielo.
Si vosotros os dierais plenamente cuenta, si hubierais entendido todo lo que se os ha explicado y que habéis hecho a un lado, desearíais estar ya en el Reino de los Cielos.
Yo como Madre vuestra, os llevo a cada uno de vosotros a desear ésos momentos; pero por vuestra falta de Fe y vuestra falta de Oración, NO os adentráis en vuestras realidades futuras.
Mis pequeños, todos estáis llamados a regresar al Reino de los Cielos. Pero también sabéis que para lograrlo, se os exigen ciertas cosas. La vida en la Gracia es importantísima.
Vuestro deseo de AMAR como os enseñó Mi Hijo, es primordial.
El hecho de desear la Vida Celestial Mis pequeños, es ya un gran paso para vosotros. Porque vosotros ciertamente habéis entendido, que estáis de paso por la Tierra y habéis crecido en Fe. Y ésa Fe, es la que os está indicando que volveréis al Reino de los Cielos.
Por eso vuestro regreso es un regalo a vuestra Fe, pero también un esfuerzo grande de haberos mantenido sirviendo a Nuestro Dios. NO os imagináis Mis pequeños, cuántas almas se pierden o cuántas almas NO desean siquiera vivir y desear ése futuro espiritual que tanto se os ha explicado.
Hay un vacío tan grande en tantas almas. Cuánto tiempo desperdiciado, cuánto amor desperdiciado, cuánta donación de Mi Hijo desperdiciada.
Almas, que pudieron haber ganado un lugar muy especial en el Reino de los Cielos y Satanás fácilmente las desvió.
Y prefirieron seguir viviendo para el Mundo, que luchar por el Reino de Mi Hijo aquí en la Tierra.
Cuánto Dolor de Mi Hijo en Su Pasión Dolorosa pero, básicamente causado por éste desperdicio de Su Bondad, de Su Donación.
Almas que NO aprecian todo lo que se hizo por ellas, almas que NO CREEN aún a pesar de que se les ha explicado tantas veces a lo largo de su vida. Almas tercas prefiriendo vivir en el Mal, en el Mundo, en la Ignorancia, para NO tener obligaciones, para NO tener que pagarle a Mi Hijo, a Nuestro Dios, por Sus Bondades.
Cuántos corazones viviendo en la necedad de NO QUERER y mantenerse tan alejados de la realidad Divina.
Ciertamente la Misericordia Divina de Nuestro Dios, les dará oportunidades de conversión, de arrepentimiento. Les dará deseos en su corazón, para buscar lo bello que se les ha enviado desde el Cielo. Y aún así, muchas almas NO responderán.
Poneos, por un momento en el lugar de Mi Hijo. Vosotros, como seres humanos, ciertamente NO entendéis plenamente el Sacrificio de Mi Hijo, pero podéis sentir en vuestro corazón, algo de ello. Poneos por un momento en el lugar de Mi Hijo, Es el Amor en pleno que se da en totalidad para salvar almas.
Sentid vosotros en vuestro corazón, lo que Mi Hijo vivía. Vosotros mismos diríais que es una ingratitud tremenda el que NO respondáis a tanta Bondad.
Vosotros mismos os enojaríais por tantas almas que NO os agradecerían vuestra donación de amor, vuestro sacrificio total. Eso lo podéis comprender bien, porque en algún momento de vuestra vida os habéis dado por algún semejante y NI las gracias recibisteis de ellos a los favores que les concedisteis.
Ahora imaginad eso, lo que hizo Mi Hijo por vosotros, multiplicado por miles de millones de veces.
Ciertamente Él NO se va a enojar, pero fue una gran Tristeza en ésos momentos de Su Donación, el ver cómo en ése momento y en lo futuro, muchas almas NO iban a responder a tanto Amor.
Os pido Mis pequeños, que oréis por ésos hermanos vuestros que NO han comprendido tanto Bien que Mi Hijo os dio con Su Donación. Orad para que vosotros también, entendáis en plenitud tantas Bondades, tanto Sacrificio, tanto Amor, tanto Dolor que Le costó a Mi Hijo salvaros.
No dejéis de orar Mis pequeños, por todos aquellos hermanos vuestros que NO quieren entender o NO les interesa conocer y aceptar el Bien que os trajo Mi Hijo a la Tierra con Su Donación. Es Puro Amor, Mis pequeños.
Mataron al Amor los jefes del pueblo de Israel y vosotros seguís matando al Amor por NO querer aceptar todo el Tesoro Celestial que os trajo a la Tierra.
Llorad vuestros pecados. Pedid que se os abran vuestras capacidades espirituales para que podáis entender éste Misterio de Amor, en el cual poco meditáis y poco provecho le sacáis. Llorad acompañando a Mi Hijo en los momentos que Él lloró por vosotros, por vuestra salvación.
Él es vuestro Hermano, Él es vuestro Dios, acompañadLo y pedidLe que os perdone, pero que os dé la Gracia de entender las Bendiciones de todo un Dios hacia los seres humanos.
¡Oh!, Mis pequeños, cuánto gusto Me dais los que veo reunidos, buscando el Amor de Nuestro Dios, a Quien tanto Le debemos. Y sobre todo, a Quien tanto debemos amar por Su Bondad, por Su Misericordia, por Su Perdón.
Mis pequeños, Yo os cuido y os llevo por caminos seguros, pero NO los queréis, buscáis caminos de peligro. Satanás os ha desviado a tal grado, que NO buscáis la seguridad de vuestra vida.
NO buscáis que vuestra alma NO se pierda y sobre todo, que seáis ésas almas en la Tierra, deseosas de vivir la Vida del Cielo.
Cuando Nuestro Padre, Nuestro Dios, os dio el Don de la vida, también puso toda Su Confianza en vosotros.
Esto tenéis qué meditarlo, meditad éstas Palabras en lo más profundo de vuestro corazón Mis pequeños, para que os deis cuenta de lo que vale vuestra vida, para que os deis cuenta de lo que valen éstas Palabras. Todo un Dios, el Creador de todo lo que veis y de lo que no veis, os dio el Don de la vida.
Un Don maravilloso y además, CONFIÓ plenamente en vosotros para que Le sirvierais, ¿En qué Mis pequeños? Simplemente, en amar. EN PRODUCIR AMOR. Esto Mis pequeños, lo tenéis qué meditar una y mil veces.
El tener el Don de la Vida y, además, haber sido escogidos por vuestro Dios, es una Gracia muy grande y que no habéis meditado como es debido, porque si entendierais perfectamente bien esto, caeríais de rodillas.
O postrados ante ésta realidad, ante ésta Gracia tan grande, que cada uno de vosotros posee, con la que habéis sido regalados por vuestro Dios, el Don de la Vida.
El hecho de que tengáis vida, os da derechos más grandes que aquellas almas que NO han bajado a la Tierra a servir a Nuestro Dios.
Con vuestro actuar correcto aquí en la Tierra, podéis ganar un lugar mucho más cercano a Nuestro Dios en el Reino de los Cielos cuando regreséis y seáis juzgados por Él.
O desgraciadamente, también podréis ser juzgados por el Mal que cometisteis y vuestra alma quizá se pierda eternamente. Pero ahora os quiero hablar de lo bello, Mis pequeños.
El hecho de tener el Don de la Vida, os da mayores responsabilidades, podéis hacer tantas y tantas cosas que NO PUEDEN HACER las almas en el Cielo y que NO han sido escogidas todavía para servir en la Tierra aquí, a Nuestro Dios.
Lo primero que podéis hacer Mis pequeños, al producir el Amor que se vive en el Cielo, es ERRADICAR LA MALDAD que os rodea y que está también dentro de vosotros.
Ciertamente con el Pecado Original vuestro ser quedó dañado, pero contáis con el Amor que os ha otorgado Nuestro Dios. Y al POTENCIALIZARLO en vosotros, podéis erradicar ése Mal de vuestro interior y el que os rodea.
Ciertamente ésta es una lucha continua, NO quiere decir que un día específico en el que hayáis tenido éxito, ahí ya terminó vuestra misión y que ya NO necesitaréis luchar contra la Maldad de Satanás. No, Mis pequeños.
Satanás se desquita, Satanás es muy Malo y tratará de haceros caer. Pero seguís contando con la Gracia de Nuestro Dios y con Mi Gracia también Mis pequeños y con los cuidados de las almas del Cielo.
Vosotros, CADA UNO de vosotros, que estáis misionando en la Tierra, estáis llamados a la santidad y ésta se logra viviendo plenamente para vuestro Dios.
Nuevamente, si vosotros meditáis ésta Palabra “plenamente”, NO debiera haber distracciones en vuestra vida.
Si enamorados estuvierais del Amor de vuestro Creador y vuestro Dios, NO debiera caber ninguna otra idea o pensamiento diferente, sino el de Nuestro Dios en vuestra vida.
Eso es vivir en la plenitud del Amor en el servicio a vuestro Dios.
Ciertamente, sois creaturas imperfectas por el Pecado Original, pero vuestro premio en el Reino de los Cielos, se dará por vuestra lucha en manteneros en el Bien, en el Amor, en el servicio hacia vuestro Dios y el tratar de evitar todo aquello que daña a vuestra alma.
Es una lucha continua y eso es lo que le da el valor a las almas.
Nuestro Dios es el Juez y la Purificación que HA LLEGADO para todos vosotros y para el Universo entero, es para eliminar a las almas débiles. A las almas que contaminan en el Mal a otras almas, a las almas que NO son ejemplo de bondad, de Amor, de respeto, de vida en la Virtud.
Hay tantas almas que causan tanto mal a almas buenas. Les quitan su inocencia, les quitan el deseo de servir a Nuestro Dios y a sus hermanos, les quitan el deseo de crecer y buscar la perfección. Las destruyen a tal grado, de hacerles creer que lo que les están enseñando éstas almas malas, es lo que deben hacer.
Satanás es el Rey de la Mentira y las almas contaminadas, son almas que NO tuvieron la Sabiduría necesaria para apartarse del Mal antes de que fueran tan dañadas, que ya NO pudieran salir de él.
Mis pequeños, sabéis que son Mis tiempos. Son los Tiempos de la gran lucha, de la Mujer contra la Serpiente. De vuestra Madre Celestial, contra las potencias del Mal. Satanás tiembla ante Mi Presencia. Satanás espera el desenlace final.
En su soberbia, todavía creyendo está que Me vencerá, lo cual no va a ser así. Pero todavía tratará de destruir a muchas almas que NO han buscado una protección espiritual contra sus ataques, cada vez más fuertes.
Venid a Mi Mis pequeños para que os cubra bajo Mi Manto, como la gallina protege a sus polluelos, así estoy Yo ahora Mis pequeños. Protegiendo a aquellas almitas sabias, que supieron entender las Palabras de las Escrituras, amaron el Amor de Nuestro Dios y el Mío. Y desean de todo corazón mantenerse en Nosotros eternamente.
Las almas que luchan, para engrandecerse en el Amor de Nuestro Dios, al final obtendrán su Premio Eterno. Un premio bien ganado, porque NO es una lucha fácil la que ahora tenéis sobre la Tierra.
Satanás ha tomado mucha fuerza y la santidad de estos tiempos, es más grande que la de otros tiempos, porque NUNCA había tomado tanta fuerza Satanás sobre la Tierra.
NO os separéis de Mí, Mis pequeños. Estando Conmigo, seguros estaréis y permaneceréis. Mi Corazón se queda con vosotros y en vosotros.
Mí Dios y Señor, Padre de todo lo creado, os bendiga; que Mí Hijo, bendición de Mí Dios y Señor, a Mí Corazón y a Mí Vientre Virginal, os bendiga y que Mí Esposo, el Santo Espíritu del Amor, la Sabiduría, la Palabra, el Amor, también os bendiga y recibíd, también de Mí, Vuestra Madre Celestial, Mis Bendiciones y Mí Ternura,
Y preparád vuestra voluntad a una libre donación para ser guiados al Triunfo de la Verdad y del Amor.
74.- EL INCENDIARIO
Cuando regresó el buen tiempo, se anunció que los Juegos proseguirán.
El día del espectáculo, millares de espectadores llenaron el Circo desde muy temprano.
El César llegó pronto acompañado por sus cortesanos y las vestales.
Para el inicio fue anunciado un combate entre cristianos, a los cuales ataviaron como gladiadores y provistos de toda clase de armas que usan los verdaderos gladiadores, tanto para atacar como para defenderse.
Pero sucedió algo inesperado para los asistentes:
Los cristianos arrojaron al suelo de la arena, escudos, redes, tridentes y espadas. Se arrodillaron a orar y a cantar sus himnos.
Y los del público se indignaron.
Entonces el César ordenó que soltaran los perros molosios y éstos los destrozaron muy rápido.
Cuando los despojos que quedaron, fueron retirados de la arena y los animales saciados, también fueron sacados.
El espectáculo tomó una faceta diferente.
Fue una serie de cuadros mitológicos, idea del propio César.
Y así la concurrencia pudo ver a Hércules cumpliendo con los Doce Trabajos y ardiendo con la túnica de Neso.
Marco Aurelio se estremeció ante el pensamiento de que hubiesen dado el papel de Hércules a Bernabé.
Pero fue evidente que lo tienen reservado para algo más impactante y aún no ha llegado el turno al fiel servidor de Alexandra, porque el que arde en la pira es otro cristiano, desconocido para el joven tribuno.
A Prócoro, el César no le perdonó la asistencia y tuvo que ver a varios conocidos suyos en la siguiente representación.
El anciano que diera a Prócoro el significado del signo del pescado y que le puso sobre la pista de Alexandra, representó a Dédalo y su hijo desempeñó el papel de Ícaro.
Ambos fueron levantados por un ingenioso mecanismo y enseguida lanzados a la arena hasta una gran altura.
El joven cayó tan cerca del pódium del César, que la sangre salpicó no solo los adornos exteriores, sino también la púrpura que cubre el frontis del palco imperial.
Prócoro cerró los ojos y no vio la caída. Pero oyó el sordo golpe del cuerpo al rebotar en el suelo y cuando abrió los ojos, vio que la sangre le había salpicado sus finas vestiduras.
Y estuvo a punto de desmayarse otra vez.
Los cuadros cambian rápidamente: las sacerdotisas de Cibeles, Las Danaides, Dirce, Pasifae, etc.
Son jovencitas muy tiernas todavía y la gente aplaude al verlas partidas por la mitad, destrozadas y descuartizadas por las bestias desbocadas.
La plebe aplaude delirante las nuevas ideas de Nerón, quién se siente muy ufano y feliz, con las aclamaciones que recibe.
Y se recrea en su ingenio y su crueldad, disfrutando aquellas escenas sangrientas y las postreras convulsiones de sus víctimas.
Luego se suceden otros cuadros, tomados de la historia de la ciudad.
Después del martirio de las vírgenes, representaron el espectáculo de Muscio Escévola cuya mano atada a un trípode sobre una hoguera todos vieron achicharrarse…
Pero Sergio permaneció sin dar un solo gemido, con el rostro levantado al cielo y extasiado en la Oración… No se dio cuenta cuando lo degollaron.
Luego arrastraron su cadáver al Spolarium y se dio la señal para el intermedio.
Y empezó el banquete. Bebidas refrescantes, carnes, dulces, vino, queso, aceitunas, pan y fruta.
El pueblo devora y aclama la munificencia del César. Satisfecha el hambre y la sed, dio principio la distribución de billetes de lotería.
Y empezó una verdadera batalla campal.
Entre la plebe se amontonan, se dan golpes y pisotones. Saltan sobre las graderías, se lanzan objetos, hay gritos, maldiciones, insultos y blasfemias.
Lo cual se explica: porque el que resulte ser uno de los afortunados ganadores de un número privilegiado, pronto se convertirá en dueño de una casa con jardín, de un esclavo, de un espléndido y valioso traje, de una joya…
O de una fiera que se puede vender al Anfiteatro y se convierte así en un premio en efectivo.
A veces es tal el motín, que se hace necesaria la intervención de los pretorianos.
Y sucede que tienen que sacar a personas con las piernas o los brazos fracturados.
Y hasta hay quién ha llegado a morir, aplastado en medio de estos tumultos.
Nerón se divierte mucho con estas trifulcas.
Cuando comenzó el intermedio, también él pasó a un salón, donde le esperaba un espléndido banquete y lo disfrutó acompañado de sus cortesanos favoritos.
Mientras tanto una multitud de esclavos, empezó a cavar hoyos en hileras a corta distancia unos de otros, en la mitad de la extensión de la arena.
Y los dispusieron de tal forma, que la última quedó a unos cuantos pasos del pódium imperial.
En la otra mitad de la arena se dispuso que unos grupos de cristianos, fueran arrojados a los leones.
Los preparativos al nuevo suplicio se hacen con gran celeridad.
Terminado el intermedio, se abrieron todas las puertas.
Y hacen entrar a empellones y golpes de flagelo, a otros grupos de cristianos desnudos llevando cruces.
Tanto éstas como las víctimas, están adornados con flores.
Los verdugos extienden a las víctimas y empiezan a clavar manos y pies.
Se oye el resonar de los martillos, que repercuten por todo el Anfiteatro.
Taladrando los maderos, los oídos y los corazones.
Como éste es un martirio lento, en el que la muerte puede durar días, Nerón decretó que les quebrasen las piernas.
Entre las víctimas se encuentra Lautaro.
Los leones no lo mataron la primera vez, así que éste es su segundo martirio: la Crucifixión.
Cuando supo el suplicio que los esperaba, había dicho a los cristianos:
– ¡Demos gracias a nuestro Redentor, que nos ha concedido el privilegio de compartir sus tormentos de una manera total!
¡Alabemos al Padre que con esto nos convierte en sus verdaderos hijos!…
Y mientras los verdugos continúan clavando a sus indefensas víctimas, nuevamente el canto brota de aquellas criaturas martirizadas.
Todos escuchan asombrados el himno que se levanta jubiloso:
¡Aleluya!
Aclamen al Señor, Tierra entera
Sirvan a Jesús con alegría
Lleguen a Él sus cantos de gozo.
Sepan que Jesús es Dios Todopoderoso
Él nos creó. A ÉL pertenecemos.
Somos su pueblo y ovejas de su aprisco.
Entren por sus puertas dando gracias
Avancen por sus atrios entre himnos
Denle gracias y bendigan el Nombre de Jesús.
Porque el señor es Bondadoso
Su amor dura por siempre
Y su fidelidad por todas las generaciones.
Mi alma suspira y se consume
Por estar en los atrios del Señor
Mi corazón y mi carne lanzan gritos
Con anhelo de ver al Dios Viviente.
Felices los que habitan en tu casa
Y te alaban sin cesar
Dichosos los que en Ti encuentran sus fuerzas
Y les gusta subir hasta tu Templo.
Dios es nuestra defensa y fortaleza
Él da Perdón y Gloria
¡Jesús, oh, Dios de los Cielos
Feliz el que en Ti pone su confianza!
Las risas y los gritos de la multitud se fueron callando al escuchar aquel coro insólito que los deja desconcertados y perplejos.
Ellos han venido para contemplar las agonías de una muerte en medio de un suplicio atroz.
Y lo único que se oye además de los martillazos, es aquel himno glorioso…
Cuando todas las cruces han sido levantadas, el canto termina y solo queda un gran silencio.
La gente no sabe cómo reaccionar ante lo que está presenciando.
Hasta el mismo César está un poco descontrolado y juguetea nervioso con su collar de rubíes, mientras su semblante no logra ocultar un aire de inquietud…
El crucificado que está frente a él, es Lautaro, que lo mira fija y severamente…
Mientras dice con voz fuerte y sonora:
– Yo veo los Cielos abiertos, pero también está abierto el profundo Abismo Infernal…
Al que serás arrojado por tu maldad. ¡Oh, Perverso! ¡Ay de ti!…
¡Arrepiéntete de tus crímenes! ¡Matricida! ¡Ay de ti!…
El César se estremeció.
Los augustanos, al escuchar esta injuria lanzada al rostro del ‘divino’ Amo del Mundo, en presencia de millares de espectadores, contuvieron el aliento…
Y el público se paralizó.
Para desgracia de Nerón, Lautaro NO había terminado…
Y su voz aumentó su potencia:
– ¡Ay de ti! ¡Asesino de tu padre, de tu esposa, de tu hermano!
¡Ay de ti, Anticristo! ¡El Abismo y los Infiernos están ya abiertos bajo tus pies! ¡Arrepiéntete!…
Y enseguida pronuncia la tremenda profecía:
¡Ay de ti, porque morirás temblando de terror, por no poder escoger tu propia muerte.
Pues tu propio pueblo te sentenciará con el suplicio de los parricidas y serás condenado por toda la eternidad!…
¡Ay de ti, genocida cruel! ¡Asesino perverso! ¡Has colmado la medida y también para ti ha llegado la hora de tu horrendo castigo!
¡Satanás te espera y pagarás tus crímenes y tu maldad contra los inocentes!
Ya está sobre tu cabeza la espada de la Justicia Divina…
¡Perderás tu imperio más pronto de lo que imaginas!…
Una flecha silva en el aire y se clava en el pecho de Lautaro.
Uno de los arqueros del emperador obedeció la orden de Tigelino, para callar la voz del sacerdote cristiano.
Lautaro dice:
– Señor Jesús… Recibe mi espíritu… te…
Su cabeza cae sobre su pecho y el mártir expira…
Nerón se ha puesto de pie, temblando de indignación.
Hace una señal a Tigelino…
Las fieras son soltadas y empieza una nueva carnicería.
Después de un largo silencio en el Pódium, que nadie se atreve a romper…
Prócoro dice al César:
– Señor. El mar es hermoso y apacible. Vámonos a Acaya. Allí te aguarda la gloria de Apolo.
Las coronas y los triunfos te están esperando. El pueblo te adorará y los dioses te glorificarán como su igual…
Mientras que aquí, ¡Oh, señor!… –sus palabras se vuelven ininteligibles, porque un violento temblor lo invade y le impide continuar.
El emperador contestó:
– Partiremos cuando hayan terminado los Juegos.
Sé que aún hay muchos que piensan que los cristianos son víctimas inocentes y lo dicen.
No puedo alejarme porque después todo mundo repetirá eso. ¿Qué es lo que temes?
Nerón dijo estas palabras frunciendo el ceño y mirando fijamente al griego.
Pero su sangre fría es solo aparente. También a él le infundieron pavor las palabras de Lautaro.
Y al regresar al Palatino, las recordará con vergüenza, con rabia y con miedo.
Babilo que es muy supersticioso y que ha escuchado este diálogo, miró a su alrededor…
Y dijo con voz misteriosa:
– Divinidad, escucha las palabras de este viejo. Hay algo peligroso en esos cristianos.
Sus sacerdotes también son augures y ….
La Deidad que adoran les da una muerte extraordinaria, pero puede ser también una deidad vengativa y…
Nerón replicó al punto:
– No he sido yo quién dispuso los Juegos, sino Tigelino.
Al escuchar la respuesta de Nerón,
Tigelino dijo desafiante:
– ¡Ciertamente! Yo fui. Y también Haloto. Y me río de todos los dioses cristianos.
Babilo es una vejiga llena de supersticiones y este valiente griego, es capaz de morirse de miedo ante una gallina que erice las plumas en defensa de sus polluelos.
Nerón replicó con sequedad:
– Así es en efecto. Pero de ahora en adelante, ordena que les corten la lengua a esos cristianos.
Haloto confirmó:
– El fuego les pondrá restricción, ¡Oh, divinidad!
Prócoro gimió:
– ¡Ay de mí!
Pero el César, a quien la insolente confianza de Tigelino le ha dado nuevos bríos, empezó a reír…
Y dijo señalando al viejo griego:
– ¡Mirad a este descendiente de Aquiles!
Y verdaderamente el aspecto de Prócoro es lamentable.
Sus escasos cabellos se han vuelto completamente blancos. La expresión de su cara es de terror.
Ha perdido el control y está como aturdido y fuera de sí.
Se queda sin contestar a las preguntas que le hacen.
Luego se encoleriza y se vuelve tan insolente, que los augustanos dejan de lanzarle puyas.
Finalmente grita desesperado:
– ¡Haced de mí lo que queráis, pero yo no iré más a los Juegos!
Nerón lo miró un instante…
Y volviéndose hacia Tigelino, le ordenó:
– Cuida de que este estoico, se halle cerca de mí en los jardines. Deseo ver qué impresión causan nuestras antorchas, en su ánimo.
Prócoro se llenó de terror ante la amenaza que palpita en la voz del emperador.
Y dijo con un hilo de voz:
– ¡Oh, señor! No podré observar nada, porque de noche no veo.
Nerón replicó con una sonrisa mordaz:
– No te preocupes. Estará la noche tan clara, como el día.
Y volviéndose hacia los augustanos empezó a hablar de las carreras que piensa organizar cuando terminen los Juegos.
Petronio se acercó a Prócoro y dándole un golpecito en el hombro, con su bastoncito de marfil…
Le preguntó:
– ¿Recuerdas que te dije que no resistirías?
En lugar de contestar, el griego miró al astrólogo…
Y alargando su mano temblorosa hacia un vaso de vino,
Le dijo:
– Quiero beber.
Pero no pudo llevarlo a los labios.
Entonces Babilo le tomó el vaso y mientras lo ayuda a que pueda beber…
Le pregunta al griego con curiosidad y temor:
– ¿Acaso te están persiguiendo las Furias?
Prócoro dijo temblando:
– No. Pero tengo delante de mí a la Noche.
– ¿Qué dices? ¿De qué noche estás hablando?
– De unas Tinieblas impenetrables que me envuelven, me arrastran y me llenan de pavor.
– No te entiendo.
– Jamás pensé que serían castigados con tanta crueldad…
– ¿Lo sientes por ellos?
– ¿Por qué derramar tanta sangre? ¿Acaso no oíste lo que dijo ése desde la Cruz? ¡Ay de nosotros!…
Babilo contestó en voz baja.
– Sí, lo oí. ¡Pero ellos son incendiarios!
– ¡No es verdad!
– Y enemigos de la raza humana.
– ¡No es verdad!
– Y envenenadores del agua.
– ¡No es verdad!
– Y asesinos de infantes.
– ¡No es verdad!
Babilo lo miró con asombro y exclamó:
– ¿Cómo? ¡Tú mismo lo dijiste delante de todos! Los acusaste y los entregaste en manos de Tigelino.
– Por eso es que ahora la noche me rodea y la muerte viene hacia mí.
¡MENTÍ! Por momentos creo que en realidad ya he muerto… Y también vosotros moriréis.
– ¡No! Son ellos los que están muriendo. Nosotros estamos vivos. Pero dime ¿Qué es lo que ven al morir?
– Ven a Cristo y ven el Cielo donde Él Reina.
– Su Dios. ¿Cómo es su Dios?
Prócoro, en vez de contestar…
Le pregunta a su vez:
– ¿Oíste las palabras del César? ¿Qué clase de antorchas van a arder en los jardines?
– Esas antorchas se preparan envolviendo a las víctimas en ‘túnicas dolorosas’ empapadas en pez y atándolas a los postes a los cuales les prenden fuego.
¡Son antorchas humanas! Quiera el Dios de los cristianos no mandar nuevas desventuras sobre la ciudad.
– ¡Oh, no! Es una pena terrible.
– Oye. ¿Pero en dónde estabas tú?… Hicieron eso el primer día de los Juegos.
– Estuve enfermo. Prefiero presenciar ese castigo, pues en él parece que no hay tanta sangre.
Y Prócoro se estremece con violencia al recordar…
Mientras tanto, los demás augustanos también hablan de los cristianos…
Haloto dijo:
– Son tantos, que bien podrían promover una guerra civil, si se llegaran a armar… Pero mueren como ovejas.
Tigelino replicó mordaz:
– ¡Que intenten morir de otra manera!
Petronio replicó:
– Os estáis engañando a vosotros mismos. Ellos están armados.
Haloto y Tigelino dijeron al mismo tiempo:
– ¡Qué locura!
– ¿De qué?
Petronio contestó:
– De Paciencia.
Lucano preguntó:
– ¿Es una nueva clase se arma?
Petronio los miró a todos y sentenció:
– Ciertamente. Más ¿Podéis decir vosotros, que los cristianos mueren como vulgares delincuentes?
¡NO! Mueren como si los criminales no fueran ellos, sino quienes los han condenado a muerte.
Es decir: nosotros y todo el pueblo romano.
Tigelino respondió con desprecio.
– ¡Qué desvarío!
Petronio le replicó:
– ¡Hic Abdera! (El más tonto de los tontos)
Pero muchos, sorprendidos ante la justicia de esta observación, se miraron unos a otros con asombro…
– ¡Es verdad! ¡Petronio lo ha precisado perfectamente!
Trhaseas dijo:
– ¡Hay algo tan maravilloso en su muerte! Todo es tan original…
Babilo exclamó:
– ¡Os digo que ven a su Divinidad!
Entonces algunos augustanos se volvieron hacia Prócoro…
Y le dijeron:
– ¡Eh viejo, tú que los conoces bien!
– Dinos ¿Qué es lo que ven?…
El griego derramó el vino en su túnica, pues el vaso se le soltó.
Y respondió azorado:
– ¡La Resurrección!
Y comenzó a temblar de tal manera, que todos los que le rodean, soltaron la carcajada…
No había oscurecido aun cuando la gente empezó a acudir a los jardines.
Después de que terminó el espectáculo del Circo, el César llegó hasta la Gran Fuente que está en la entrada de los jardines…
Bajó de su carro con Tigelino de un lado y Prócoro del otro.
Y haciendo una señal a toda su comitiva, se mezcló entre la multitud.
Fue acogido con aplausos y aclamaciones.
Los pretorianos lo rodearon inmediatamente, formando en torno a él un círculo que se llenó de animación, con sus cortesanos y con el pueblo.
El César decidió hacer su recorrido a pie y avanzó hacia donde ya habían empezado a arder, las antorchas humanas de ese día.
Deteniéndose delante de cada una de ellas, empezó a hacer algunas observaciones acerca de las víctimas.
Y a burlarse del griego en cuyo semblante se refleja una desesperación sin límites.
Por último se detuvo frente a un poste decorado con hiedras, mirtos, rosas rojas y blancas.
Las llamaradas envuelven a la víctima y ondean con el suave viento de la noche…
Luego, éste se hace más fuerte y deja al descubierto a un hombre de barba entrecana.
Al verlo, Prócoro lanza una exclamación de sorpresa…
Cae al suelo y se retuerce como una serpiente herida y luego se hace un ovillo.
Finalmente escapa de su boca un grito desgarrador, que está lleno de terror y angustia…
Las palabras brotan incontenibles:
– ¡Mauro! ¡Mauro!…
El hombre parece como si despertase de un ensueño…
Es Mauro el médico.
Quién al oírle le mira con infinita compasión, desde lo alto del mástil flameante.
Frente a él está su verdugo: el hombre que le traicionó, le robó a su familia y le entregó en manos de sus asesinos.
Y al que después de haberle perdonado todo esto, también lo entregó en manos de sus perseguidores.
La víctima arde en aquel poste embetunado.
El culpable de todos sus agravios y su verdugo, está a sus pies, llamándolo…
Prócoro volvió a gritar:
– ¡Mauro! En el Nombre de Jesús, por favor te lo suplico: ¡Perdóname!
Se hizo el silencio alrededor.
Y un estremecimiento recorrió a todos los espectadores de esta dramática escena.
Y todos los ojos se clavan expectantes en el mártir.
Mauro movió su cabeza asintiendo…
Y dijo con voz resonante y fuerte:
– Sí, Nicias. Yo te perdono… y te bendigo…
Y ruego a Dios que Él también te perdone… y te bendiga… Y te lleve a la Luz…
‘Pater Noster’…
Mauro regresa a su éxtasis, mientras repite la Oración Sublime…
Y su rostro vuelto hacia el cielo se vuelve radiante, con una luz más luminosa que la del fuego que lo rodea…
Y las llamaradas lo envuelven nuevamente, escondiéndolo a las miradas fascinadas…
Prócoro cayó con el rostro en tierra y lloró con un llanto inconsolable.
Después de unos momentos se levantó y su semblante se ha transformado.
Alza su mano derecha y grita con una voz tan potente…
Que casi todos los reunidos en aquel parque lo escuchan:
– ¡Pueblo Romano! ¡Os juro por mi muerte!…
¡Que están pereciendo aquí, víctimas inocentes!
¡AHÍ TENÉIS AL INCENDIARIO!
Y señaló a Nerón…
Sobrevino un silencio sepulcral y los cortesanos quedaron paralizados.
Prócoro siguió parado, firme y acusador…
Todos los ojos se clavaron en el augustano erguido, con el brazo extendido y tembloroso.
Y el dedo señalando al César…
Inmediatamente se sucedió un tumulto.
El pueblo con el ímpetu de un huracán, se precipitó hacia el viejo queriéndolo tocar…
Y se oyeron distintos gritos simultáneos:
– ¡Arréstenlo!
– ¡Ay de nosotros!
– ¡El Dios de los cristianos se vengará!
– ¡Matricida!
– ¡Asesino!
– ¡Incendiario!
– ¡Que los dioses te castiguen!
Todo esto entre una tempestad de silbidos, gritos y maldiciones.
Y airadas injurias repetidas y dirigidas al César.
Inmediatamente los pretorianos se apretuaron, formando una valla protectora alrededor de Nerón.
Mientras la multitud se precipitó sobre los demás integrantes del séquito imperial…
El desorden creció y todos corrieron hacia diferentes lados.
Algunos de los postes que ya se habían quemado por completo, empezaron a caer esparciendo chispas alrededor.
Y aumentando más la confusión…
Un turbión del pueblo arrastró a Prócoro hasta el fondo del jardín.
Los postes consumidos siguieron cayendo en medio de humo, chispas y olor a madera y a carne quemados.
Hasta que todo quedó sumido en la oscuridad.
La multitud alarmada, intranquila y sombría, empezó a retirarse.
Y la noticia corrió como reguero de pólvora, retorcida y exagerada…
Decían algunos que el César se había desmayado.
Otros, que había confirmado la acusación del griego, cayendo en contradicciones y confesando todo.
Otros más, que cayó gravemente enfermo.
Y otros, que lo habían sacado custodiado de los jardines, en carro y que estaba como muerto.
Y aquí y allá, empezó a haber voces de simpatía a favor de los cristianos:
– Si no fueron ellos los incendiarios de Roma,
– ¿Por qué desplegaron en su contra, tanta injusticia y tanta crueldad?
– ¿Por qué hacerlos víctimas de tan horrendas torturas y derramar tanta sangre?
– ¿No se encargarán los dioses de vengar a los inocentes?
– ¡Y cómo apaciguar la justa cólera del Dios de los cristianos!…
La compasión se desbordó hacia los niños que todos vieron morir con tan bárbara ferocidad.
Y esta compasión se transformó en ultrajes al César, a Haloto y a Tigelino….
Los más crueles agentes de Nerón.
Y también se desató otra ola de interrogantes:
– ¿Quién es esa Divinidad que les da esa fortaleza tan increíble?
– ¿Cómo es ese Dios, que los hace enfrentar los tormentos de la forma que lo hacen?
– Y ¿Cómo le hacen para morir así?
– ¿De dónde sacan esa serenidad y esa alegría?
Y volvieron a sus casas sumergidos en una profunda reflexión…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
71.- LAS TEAS HUMANAS
Entre los jóvenes que iniciaron el espectáculo principal, que iban desnudos en las carretas y coronados con flores, están los cuarenta y cinco mártires del frustrado banquete del Palacio de Tiberio.
El césar ordenó que fuesen atados a los postes pequeños en el círculo que rodeaba el escenario. La mitad pereció con las fieras. Doce hombres y doce mujeres, fueron tomados en el primer martirio.
Los otros regresaron junto con otros supervivientes, poco heridos y algunos, prácticamente ilesos. Todos fueron incluidos para el espectáculo nocturno.
Nerón estuvo pendiente de ellos y se dio cuenta de que a Joshua las fieras ni siquiera se le acercaron. Es más, parecían huir de él. Como si una invisible presencia, las espantase…
A lo largo del camino del Circo al Palacio de Tiberio. En las vías principales y en todos los jardines imperiales y públicos, han sido colocados postes, como de cinco metros de altura y que ya están listos para ser utilizados.
El sol desciende hacia su ocaso y parece disolverse en los rojizos fulgores de la tarde. El espectáculo ha terminado.
La multitud sale del anfiteatro y se encaminan hacia los jardines. Solamente los augustanos se quedan en el Pódium, esperando a que el César regrese, después de haber cantado su Troyada.
Aun cuando los espectadores no le escatimaron los aplausos, Nerón no está satisfecho, ya que él esperaba un mayor entusiasmo, casi rayano en el frenesí.
Tigelino le hace notar que ya empezó a anochecer y que apenas hay tiempo para iniciar los Juegos Nocturnos.
El César hace un gesto de fastidio, pero luego asiente y les dice a todos:
– Tienes razón. ¡Vámonos!
Y salen hacia los jardines imperiales. Por las calles, puentes, plazas, por todas partes se oyen los gritos:
– ¡Semaxii! ¡Sarmentitii!
En Roma ya se ha presenciado antes el espectáculo de hombres quemados en postes, pero jamás se había contado para tal suplicio con tan enorme cantidad de víctimas.
El César y Tigelino, en su obsesión con exterminar a los cristianos, han decidido usarlos como antorchas para iluminar la noche. Pretextando que es preciso acabar con el contagio que diezma las prisiones y que desde allí se puede propagar por toda la ciudad.
Por eso ha dado la orden de vaciar todos los sótanos, dejando en ellos tan solo un centenar de personas destinadas al espectáculo final.
Por este motivo, por toda la ciudad se ven postes y agujeros alternados. Porque Nerón ha ordenado que por exceso de prisioneros, unos sean antorchas y otros serán crucificados.
Así que al salir a la calle se ven los postes revestidos de una capa de pez. Decorados con flores, mirtos y hiedras, parecen mástiles de buques o astas de banderas plantados en la tierra, junto a los agujeros donde estarán las cruces de los crucificados.
Conforme la noche avanza y empiezan a brillar las estrellas en el firmamento, los condenados son atados a los postes y cerca de cada uno de ellos, se para un esclavo antorcha en mano.
Y cuando se deja oír el toque de las trompetas que anuncia el inicio del espectáculo, se hace un silencio expectante. Luego, se oye el agudo sonido del cuerno y los esclavos prenden los postes.
La paja oculta bajo las flores arde al instante, soltando una llamarada, la cual empieza a ascender y con sus crepitantes lenguas, encienden las ‘Túnicas dolorosas’.
Y en ese momento los cristianos se convierten en teas vivas que se consumen con el fuego y son las antorchas que iluminan toda la ciudad de Roma.
Y sin embargo NO se escucha un solo lamento. NI un solo quejido.
De aquellas gargantas se eleva un canto y una plegaria:
“PATER NOSTER…”
Desde que sonaron las trompetas, también hace su presentación el César, dirigiendo una espléndida cuadriga, tirada por cuatro soberbios corceles blancos.
Viste de auriga, con el color de los rojos, que son sus favoritos. Le siguen otros carros, con todos sus cortesanos y sus músicos disfrazados de faunos y sátiros, tocando sus instrumentos musicales.
Hombres y mujeres ataviados lujosamente y muy alegres.
Alrededor de la cuadriga del emperador, corren hombres que blanden tirsos adornados con cintas. Y otros, tocando tamboriles o esparciendo flores a su paso.
Toda aquella colorida multitud avanza a los gritos de: ¡Evóe!
Y aquello fue un delirante desfile entre las hileras humeantes, de los cuerpos de los cristianos que iluminan la sanguinaria y despiadada fiesta de crueldad…
En el carro de Petronio, van Marco Aurelio y Séneca, inmediatamente después de la cuadriga de Nerón…
El César va acompañado de Tigelino y de Haloto, en cuya compañía se complace grandemente.
Y guiando los caballos avanza a trote lento, mirando los cuerpos que arden y oyendo los gritos de la multitud.
De pie sobre el espléndido carro dorado, escuchando los vítores y aclamaciones de la gente, iluminado por las antorchas humanas que arden sin lamentarse, llevando en la cabeza, la corona de laurel.
Con sus brazos desnudos asidos a las riendas, con una sonrisa sarcástica y sus salientes ojos azules entrecerrados.
Nerón, sostenido por su egolatría, se conduce como una deidad terrible, dominante y poderosa.
A veces se detiene cuando se encuentra con una víctima que por una oscura razón llama su atención, lo observa…
Asoma una maligna sonrisa de satisfacción en su rostro que se contrae con un gesto de placer indescriptible y diabólico.
Luego prosigue su marcha, seguido por su séquito excitado y turbulento.
De vez en cuando saluda al pueblo y recibe los homenajes a su divinidad y a su auto declarado e innegable talento, como el mejor histrión de su época.
Y también el mejor cantante y compositor que las musas hayan inspirado.
Y cuando más saborea su victoria…
Se topa cara a cara con Joshua, que lo mira sonriente desde su patíbulo flameante…
El joven parece el pistilo de un tulipán color naranja y dorado, por las llamas que lo rodean.
Y le dice con voz sonora y triunfante:
– ¡Te dije que el fuego purifica! ¡Gracias! ¡Porque tú eres el instrumento que me lleva a la verdadera Vida! ¡Emperador, abre los ojos y contempla la verdadera gloria!…
El mártir muestra su júbilo en un rostro resplandeciente.
¡Lo más sorprendente es que su magnífico cuerpo luce intacto!
Es una enorme antorcha fulgurante y asombrosa.
Las llamas hacen un marco glorioso a su imponente prestancia varonil…
Nerón se repone pronto del impacto y espolea sus caballos…
Sólo para encontrarse más adelante, con la majestuosa hermosura de Margarita.
También su cuerpo escultural, es lamido por las rojas lenguas de fuego.
Pero la blancura luminosa y alabastrina, se ha vuelto casi transparente y parece fundirse con el fuego que la cubre con un vestido resplandeciente…
Parece un sol refulgente y llameante.
La virgen lo ve desde su flamígero patíbulo.
El fuego parece como si la respetase.
Su negra cabellera ondea con el viento y sus ojos azules lo miran con severidad…
Mientras su voz resuena majestuosa:
– ¡Oh, César! Te lo dije y te lo repito. Satanás es un amo cruel y despiadado. ¡Anda! Sube tú a mi patíbulo, a ver si él te defiende, como mi Señor lo hace conmigo.
¡No eres más que un pobre hombre y tu poder no es más que polvo! Pronto iré al encuentro con mi Señor Jesucristo y mi muerte es gloriosa…
¿Y la tuya? ¿Cómo será la tuya emperador?…
Reflexiona… Cuándo tiemblas a cada paso que das y deben probar tus alimentos, porque ni siquiera puedes comer tranquilo.
¡Oh, César que confías en tu poder tan engañoso! ¡Y sólo eres la marioneta y el esclavo del Homicida por excelencia!…
Margarita lo mira con infinita piedad.
Nerón se queda petrificado y luego espolea con furia sus caballos, como si desease huir…
Da vuelta en una calle que también está llena de postes llameantes.
Y en el colmo de los colmos…
Esa noche, se topa con Oliver, que también es una antorcha viviente.
Como si una fuerza irresistible lo obligase detiene su carro y le es imposible apartar la mirada…
Que se cruza con la del valiente joven que le dice con firmeza:
– El poder siempre tiene un límite dado por Dios. Y esto es para recordarnos que solo somos hombres y necesitamos de Él.
Mira a tus dioses, emperador, ¿Te consuelan? ¿Te perdonan? ¿Te aman?…
Porque Jesús hace todo esto y mucho más…
Y una voz en el poste de enfrente, completa con majestad:
– Los tormentos que se sufren con amor y por amor a Dios nos glorifican.
Recuérdalo César y contempla con detenimiento a los que has querido destruir…
Nerón voltea y reconoce a Iván.
Pero antes de que pueda replicar nada…
Otra voz en el poste de al lado, lo remata:
– Reconoce, ¡Oh, emperador! Que tus dioses NO son dioses.
Eres un hombre aterrado aunque estés lleno de poder y de riqueza.
Nuestro Dios: Jesucristo. Es el Único Dios Verdadero. ¿Qué es tu fuego?…
¡¡¡Míranos!!! Nosotros vamos a la Vida y tú vas hacia el Infierno, donde te espera Satanás y la Muerte Eterna…
Daniel, el joven que tan gravemente hiriera la noche anterior, ha hablado fuerte y sonoro.
Luego eleva su hermosa voz, en un canto al que se unen los demás ajusticiados:
¡ALELUYA!
Los Cielos cantan las Obras del Señor
Y proclama el firmamento
Las Obras de sus Manos
¡Qué bueno es cantar a Dios!
¡Qué agradable y delicioso el alabarle!
Reconstruye el Señor Jerusalén
Reúne a los desterrados de su Pueblo
Sana los corazones destrozados
Y venda sus heridas.
Él cuenta las estrellas una a una
Y llama a cada una por su nombre
Grande es nuestro Dios, todo lo puede
Nadie puede medir su Inteligencia.
Tiende el Señor su Mano a los humildes
Pero humilla hasta el polvo a los impíos
Entonen a Jesús la acción de gracias
En honor a nuestro Dios toquen el arpa.
Porque Él viste los Cielos con sus nubes
Y prepara las lluvias de la Tierra
Hace brotar el pasto de los cerros
Y las plantas que al hombre dan sustento.
¡Glorifica al Señor Jerusalén y a
Jesús ríndele honores, Pueblo amado!
Los reyes de la Tierra y todas las naciones
Príncipes y gobernantes de la Tierra
Jóvenes y doncellas,
Los ancianos junto con los niños
Alaben el Santísimo Nombre de Jesús.
Solo su nombre es sublime
Su Majestad se eleva
Sobre la Tierra y el Cielo
Y ÉL ha dado a su Pueblo Gloria.
Esta es la alabanza de su Pueblo
De los hijos de Dios
Que el Padre ha elegido
¡Amén! ¡Aleluya!
Canten al Señor un canto nuevo
Alábenlo en la Asamblea de sus santos
Alégrese su Pueblo en su Creador
Que los hijos de Dios se alegren en su Rey
Porque Jesús ama a su Pueblo
Y viste de gloria a los humildes.
Alégrense los salvados en su gloria
Y griten de gozo en sus tronos…
¡Aleluya! ¡Grande es nuestro Dios!
¡Grande para siempre, mi Señor Jesús!
El canto resuena triunfal.
Nerón espolea sus caballos y sale disparado, dejando atrás a su séquito, tan estupefacto, como la multitud que lo rodea.
Petronio, los contempla asombrado… Pero hay en su mirada algo diferente…
Luego todos continúan la marcha, tratando de alcanzar a su emperador.
Y lo que había sido montado como un entretenimiento y diversión, para el pueblo romano y su César, se convirtió en un acontecimiento que va pasando de boca en boca…
Con un murmullo de admiración que hizo que muchos se detuvieran ante los postes donde flamean las teas humanas…
Y se preguntasen llenos de sorpresa:
– ¿Cómo es posible que fueran tantos los criminales?
– Y ¿Cómo entre ellos han sido ajusticiados, tiernos niños apenas capaces de caminar?
– ¿Y otros que ni siquiera han salido de la infancia estén en el suplicio, como incendiarios de Roma?
Y de la curiosidad pasan al asombro.
Y gradualmente se llenan de temor.
Miran a los mártires y no comprenden su forma de enfrentar tanto los tormentos, como la muerte misma.
¡Jamás habían presenciado algo semejante!…
Nerón regresó a su palacio y se refugió en sus habitaciones. Se cambió de ropa. Nunca se ponía las mismas vestiduras dos veces. También cambió su collar de rubíes por otro casi igual.
Se siente muy fastidiado…
Después de un rato, oyó llegar a su comitiva y se reunió con ellos, en el banquete de esa noche y que había tenido un preámbulo tan inesperado como desagradable.
El encuentro con los cristianos lo puso de mal humor.
Pero lo disimuló con rapidez y se puso a presidir los festejos que habían sido organizados, para cerrar los Juegos de ese día.
La música, las flores, las viandas, el vino, los perfumes, las danzas… Nada logra distraerlo.
Volvió a cantar su Troyada y a pesar de los atronadores aplausos y las aclamaciones, su ánimo no mejoró.
En vano resuenan ahora en sus oídos, verdaderos himnos de alabanzas.
En vano las vestales le besan su divina mano…
Y Rubria reclinándose en su pecho, le manifiesta una delirante admiración, mientras le contempla con embeleso.
Pitágoras y Esporo, no se cansan de alabarle su ‘genio’ de compositor.
Pero Nerón no está satisfecho y no disimula su fastidio.
Además, le sorprende perturbándole al mismo tiempo, el silencio obstinado que guarda Petronio.
Cualquier frase ingeniosa y lisonjera de sus labios, hubiera sido para él un gran consuelo.
Finalmente, incapaz de contenerse por más tiempo, el César lo llamó y lo invitó a que se sentara junto a él.
Luego, cuando Petronio tomó la copa que el emperador le alargó…
Le ordenó:
– ¡Habla!
El augustano contestó fríamente:
– Guardo silencio, porque no encuentro palabras. Te has excedido a ti mismo.
Nerón replicó impaciente:
– Así me pareció a mí también. Sin embargo esa gente…
– ¿Acaso esperas que esos ineptos sean capaces de comprender la poesía?
– Es que tampoco han sabido apreciar justamente mis méritos.
– Porque has elegido un mal momento…
– ¿Cómo?
– Cuando la ola de sangre obnubila el cerebro de los hombres, es imposible que no distraiga su atención.
Nerón apretó los puños y exclamó:
– ¡Ah! ¡Esos cristianos!… Incendiaron Roma y ahora me injurian en mi arte…
¿Qué nuevos castigos deberé inventar para ellos?
Petronio vio que sus palabras fueron contraproducentes al efecto que él pretendía. Así que para desviar la atención del César, se inclinó hacia él,
Y le dijo al oído:
– Tu canción es maravillosa, pero tengo que hacerte una observación: en el tercer verso de la cuarta estrofa, el metro deja algo que desear…
Nerón se ruborizó intensamente, como si lo hubieran sorprendido en un acto vergonzoso.
Se dibujó una expresión de temor en su mirada…
Y contestó en voz muy baja también:
– Tú lo ves todo. Ya lo sé. Voy a rehacer ese verso. Pero creo que nadie más lo notó. Y tú no lo digas a nadie, si en algo estimas la vida.
Petronio contestó con fingida indignación:
– Condéname a la pena capital. ! Oh, divinidad! Yo no te engaño y no le temo a la muerte.
– No te enfades. Bien sabes que te amo.
– Mala señal. –pensó Petronio.
– Mañana después de la fiesta, voy a encerrarme a pulir ese maldito verso. Porque tal vez aparte de ti; lo pudo haber notado Séneca, Paris o Lucano. Pero pienso librarme pronto de ellos.
Entonces mandó llamar a Séneca y declaró que lo mandaba con Cluvio Rufio y Atico Vestinio a recorrer Italia y las demás provincias, en busca de dinero para terminar la reconstrucción de la ciudad.
¡Y debía tomarlo de donde fuera y como fuese necesario!
Pero Séneca comprendió que el encargo de Nerón era solo una obra de rapiña, pillaje y sacrilegio.
Y se negó rotundamente a participar:
– Es necesario que me retire al campo, señor. A esperar allí la muerte, porque estoy viejo y mis nervios están muy enfermos.
Los nervios iberos de Séneca están más sanos y fuertes que los griegos de Prócoro.
Su salud en general, está un poco quebrantada y ya es solo una sombra, del hombre que un día fuera. Sus cabellos han encanecido por completo.
El mismo Nerón al mirarlo, reconoce que no tendría que esperar mucho tiempo la muerte de aquel hombre.
Y contestó:
– No quiero exponerte a las fatigas de un viaje tan extenso, pero el afecto que siento por ti, me hace retenerte a mi lado.
Así que en vez de ir al campo, te quedarás en tu casa y descansarás allí. Ya pensaré, a ver a quién mando.
Todos están encantados al ver que el César ha recuperado su buen humor y empieza a bromear como siempre.
Y mirando a su alrededor, se queda viendo a Prócoro Quironio…
Y éste se acercó diciendo:
– Aquí estoy. ¡Oh, radiante hijo de Apolo! Me sentía mal, pero tú canto me ha restablecido.
– Te voy a mandar a la Acaya. Tú sabrás hasta el último sestercio, cuanto hay en cada templo.
– ¡Mándame, divinidad! ¡Y los dioses te pagarán un tributo superior a cuanto hayas tenido hasta ahora!
– Bien quisiera. Pero no quisiera privarte de presenciar los próximos Juegos.
– ¡Oh!…-suspiró Prócoro
Los augustanos rieron y exclamaron:
– No señor.
– No prives a este valiente griego de admirar los juegos.
El griego suplicó:
– ¡Oh, hijo de Apolo! Estoy escribiendo un himno en tu honor y desearía pasar unos días en el Templo de las Musas, para implorarles su inspiración.
Nerón exclamó muy divertido:
– ¡Oh, no! Lo que quieres es escapar de los Juegos y no lo conseguirás.
– ¡Te juro, señor, que estoy escribiendo un himno! –dijo Prócoro angustiado.
– Entonces lo escribirás cuando puedas. Pide inspiración a Diana, después de todo, es hermana de Apolo.
Prócoro bajó la cabeza y miró con aire rencoroso a los presentes, que volvieron a reírse.
El César comentó:
– ¿Sabéis que de los cristianos destinados para el día de hoy, apenas se dispuso de la mitad?
Haloto, gran conocedor de todo lo referente al Anfiteatro, meditó un momento y dijo:
– Los espectáculos que se presentan sin armas y sin arte, duran más y son menos entretenidos.
– Ordenaré entonces que les den armas. –contestó Nerón.
Tigelino dijo:
– Eso podría provocar disturbios y al reprimirlos, te acusarán de que eres muy cruel.
– Los actos de un hombre pueden ser crueles, a pesar de que él mismo no sea cruel.
Haloto interviene rápido:
– ¡Oh, divinidad! Si esto va a prolongarse y para evitar disturbios, sería conveniente llevar a los cristianos a los tribunales.
Con el edicto que has decretado, por el hecho de confesarse cristianos, de negarse a sacrificar los dioses o a tu altar divino César, podrán ser sentenciados sumariamente.
Si se retractan de su Dios y su religión y aceptan sacrificar a nuestros dioses, otórgales tu perdón.
Y así ya nadie podrá acusarte de crueldad o de que no eres generoso.
Nerón se queda pensativo unos momentos…
Y luego, con su rostro iluminado con una gran sonrisa, dice:
– ¡Estupenda idea! Encárgate de trasmitirla al senado. Te firmaré el ordenamiento de esa nueva ley.
Tigelino muestra en su rostro una sonrisa de triunfo y mira a Petronio con maligna crueldad…
Antes de clavar la puntilla contra su enemigo mortal, en esta noche gloriosa…
Y dice al emperador:
– De esta manera, los nuevos cristianos que sean arrestados, aunque sean de familias patricias, podrán ser condenados por crimen de lesa majestad.
Nerón no puede ocultar su felicidad al declarar:
– Y todos los cristianos serán exterminados junto con su perniciosa religión, que está llena de criminales. –al ver su plan completamente redondeado con una nueva forma de lavarse las manos y poder desentenderse de tan enojoso asunto.
Sabedor del carácter cruel y sanguinario de Haloto, agregó:
– A partir de hoy, tú te encargarás del exterminio de los cristianos y de la aplicación de las leyes contra ellos.
Petronio y Marco Aurelio se miran fugazmente.
HERMANO EN CRISTO JESUS: