22 NACIMIENTO DEL PROFETA
22 CONOCER A DIOS, ES EMPEZAR A AMARLO
Nacimiento de Juan el Bautista.
Todo sufrimiento se aplaca sobre el seno de María.
En medio de las cosas repugnantes que nos ofrece el mundo de ahora, baja del Cielo, y no sé cómo puede hacerlo, dado que yo soy como una ramita seca a merced del viento,
en estos continuos choques contra la maldad humana, tan discordante con lo que vive en mí, baja del Cielo, digo, esta visión de paz.
Continúa la casa de Isabel.
Es una hermosa tarde de verano, aún clara con un último sol, y de todas formas ya adornada en el cielo por un arco falcado de luna, que parece una coma de plata en una vasta tela azul intenso de fina seda.
Los rosales huelen fuertemente, y las abejas, gotas de oro zumbadoras, dan sus últimos vuelos en el aire quieto y caliente de la tarde.
De los prados viene un gran olor de heno secado al sol, un olor casi de pan, de pan caliente, recién hecho.
Quizás viene también de los muchos lienzos que están tendidos por todas partes para secarse y que ahora Sara está plegando.
María pasea dándole el brazo a su prima. Muy despacito van y vienen, bajo el emparrado semioscuro.
María está pendiente de todo y, a pesar de estar dedicada a Isabel, se da cuenta de que Sara está atareada en doblar un largo lienzo que ha quitado de un seto.
Y dice a su parienta:
– Espérame aquí, sentada.
Y va a ayudar a la anciana sirvienta, estirando la tela para alisarla, y doblándola con cuidado.
Y sonriendo dice:
– Se siente todavía el sol, están calientes – y, para que se sienta contenta la mujer, añade: – Esta tela después de tu blanqueo ha quedado más bonita que nunca. Nadie tiene tanta maña como tú.
Sara se marcha toda contenta con su carga de fragantes telas.
María vuelve con Isabel y dice:
– Otros poquitos pasos.
Te vendrán bien – Y, dado que Isabel está cansada y no le apetece moverse, le dice: – Vamos sólo a ver si todas tus palomas están en sus nidos y si el agua de su pilón está limpia. Luego regresaremos a casa.
Las palomas deben ser las predilectas de Isabel.
Llegadas ante la rústica torrecilla donde ya se han recogido todas las palomas (las hembras están en los nidos; los machos, delante de éstos y no se mueven, pero viendo a las dos mujeres las saludan con su arrullo)
Isabel se emociona. La debilidad de su estado la vence y le produce temores que le hacen llorar.
Se los manifiesta a su prima:
– Si yo muriese…
¡Pobres palomitas mías! Tú no permanecerás aquí.
Si te quedaras en mi casa, no me importaría morirme. He gozado de la máxima alegría que una mujer puede recibir, una alegría que ya me había resignado a no conocer nunca.
Ni de la misma muerte puedo presentarle quejas al Señor, porque Él, ¡Bendito sea!, me ha colmado de su benevolencia. Pero, está Zacarías… y estará el niño:
uno, viejo, que se encontraría como perdido en un desierto sin su mujer; el otro, tan pequeñito, que sería como una flor destinada a morir helada, por no tener a su mamá.
¡Pobre niño, sin las caricias de su madre!…
María dice:
– Pero, ¿Por qué estás tan triste?
Dios te ha dado la alegría de ser madre, y no te la va a quitar cuando llega a su plenitud.
El pequeño Juan tendrá todos los besos de su mamá y Zacarías gozará de todos los cuidados de su fiel esposa hasta la más avanzada ancianidad. Sois dos ramas de un mismo árbol.
No morirá uno dejando al otro solo.
– Tú eres buena y quieres consolarme, pero yo soy muy anciana para tener un hijo…
¡Y ahora que estoy para darlo a luz tengo miedo!
– ¡Oh, no! ¡Está aquí Jesús!
Donde está Jesús no se debe tener miedo. Mi Niño te quitó el dolor cuando era como un capullo recién formado; tú lo dijiste.
Ahora, que cada vez va desarrollándose más y que vive ya como criatura mía;
ahora, que siento palpitar su corazón en mi garganta y es como si tuviera posado en ella un pajarito de nido, con un corazoncito de suave palpitar, alejará de ti todo peligro. Debes tener fe.
– La tengo.
Pero, si yo muriese… no dejes a Zacarías inmediatamente. Sé que piensas en tu casa, pero, quédate un poco, para ayudarle a mi marido en el momento del primer dolor.
– Me quedaré, para complacerme en la alegría de ambos.
Y sólo te dejaré cuando estés fuerte y te sientas aliviada.
Estate tranquila, Isabel; todo irá bien. En tu casa no faltará nada mientras dure tu dolor. Zacarías será servido por la más amorosa de las siervas.
Y tus flores y tus palomas estarán cuidadas y a unas y a otras las encontrarás avivadas y bonitas para recibir cálidamente a la dueña cuando vuelva.
Regresemos a casa ahora, te estás poniendo pálida…
– Sí, me parece que tengo otra vez dolores.
Quizás haya llegado la hora. María, ora por mí.
– Te sostendré con la oración hasta que tus dolores se transformen en gozo.
Y las dos mujeres entran despacio en la casa.
Isabel se retira a sus habitaciones.
María, hábil y previsora, da órdenes y prepara todo lo que puede necesitarse y trata de confortar a Zacarías, que está preocupado.
En la casa que vela esta noche, con voces nuevas, de mujeres llamadas para ayudar, María está en pie, vigilante como un faro en una noche de tormenta.
Toda la casa gravita sobre Ella, que dulce y sonriente, provee a todo; y ora. Cuando no se le llama para esto o aquello, se recoge en oración.
Está en la habitación en que se reunían siempre para las comidas y el trabajo. Con Ella está Zacarías, paseando turbado. Ya han orado juntos.
María luego ha seguido orando; incluso ahora, que el anciano, cansado, se ha sentado en su sillón junto a la mesa y se ha quedado en silencio, soñoliento.
Cuando ve que está dormido del todo — la cabeza sobre los brazos cruzados apoyados en la mesa —, Ella se desata las sandalias para hacer menos ruido, y camina descalza.
Luego, con menos rumor del que puede hacer una mariposa volando por una habitación, coge el manto de Zacarías y se lo extiende encima al anciano con una suavidad tal,
que éste continúa durmiendo bajo el calorcito de la lana protectora del fresco nocturno, que entra a ondas por la puerta, frecuentemente abierta.
Luego sigue orando; cada vez con más intensidad; de rodillas, con los brazos levantados, cuando el quejido de Isabel, que sufre, se agudiza.
María sale con sus pies descalzos al jardín.
Sara llega y la llama con señas.
Luego dice:
– La señora la llama.
María responde:
– Voy.
María va por el lado externo de la casa, sube la escalera… Parece un ángel blanco moviéndose en la noche quieta llena de astros.
Entra en la habitación de Isabel.
y le dice:
– ¡Oh! ¡María! ¡María!
¡Cuánto dolor! ¡No puedo más, María! ¡Cuánto dolor hay que padecer para ser madre!.
María la acaricia con amor y la besa.
– ¡María! ¡María!
¡Deja que ponga mis manos sobre tu vientre!.
María coge esas dos manos rugosas e hinchadas, las pone sobre su abdomen ya algo abultado y las mantiene apretadas con sus manitas lisas y gráciles.
Y ahora, que están las dos solas, habla en tono suave y dice:
– Jesús está aquí, oyéndote y viéndote.
Ten confianza, Isabel. Su corazón santo late con más fuerza, porque está actuando para bien tuyo. Lo siento latir como si lo tuviera entre una mano y otra. Yo entiendo las palabras de mi Niño hechas de latidos.
Ahora me está diciendo: “Dile a la mujer que no tema. Todavía un poco de dolor. Luego, con el primer sol, entre las tantas rosas que esperan ese rayo matutino para abrir sus pétalos sobre su tallo,
su casa tendrá la rosa más bonita, Juan, mi Precursor”.
Isabel apoya también la cara en el vientre de María y llora silenciosamente.
María está un tiempo así, pues parece que el dolor va pasando a una fase de relajación reparadora. Luego indica a todos que estén tranquilos.
Ella permanece en pie, blanca y hermosa bajo el tenue claror de una lámpara de aceite, como un ángel al lado de quien sufre. Ora. La veo mover los labios.
De todas formas, aun cuando no se los viese mover, comprendería que está orando por la expresión arrobada del rostro. El tiempo pasa.
Le vuelve el dolor a Isabel.
María la besa de nuevo y se retira. Baja rápida a la luz de la luna y corre a ver si el anciano duerme todavía. Duerme, gimiendo en el sueño. María hace un gesto de piedad.
Se pone de nuevo a orar. Pasa el tiempo. El anciano sale bruscamente de su sueño y levanta su rostro, confuso, como de quien no recordase bien por qué estaba ahí.
Luego recuerda, hace un gesto y profiere una exclamación gutural, y escribe: «¿No ha nacido todavía?».
María indica que no,
Y Zacarías: «¡Cuánto dolor! ¡Pobre esposa mía! ¿Lo logrará sin morir a cambio?».
María coge la mano del anciano tratando de infundirle ánimo:
– Para el alba, dentro de poco, el niño ya habrá nacido.
Todo irá bien. Isabel es fuerte. ¡Qué bonito va a ser este día — pues está cercana la aurora — en que tu niño va a ver la luz!
¡El más bello de tu vida! Grandes gracias te tiene reservadas el Señor, y tu hijo es su anunciador.
Zacarías menea tristemente la cabeza y señala a su boca muda. Quisiera decir muchas cosas, pero no puede.
María se da cuenta de ello y responde:
– El Señor hará completa tu alegría.
Cree en Él completamente, espera infinitamente, ama totalmente. El Altísimo te escuchará más de lo que pudieras esperar. Él quiere esta Fe tuya total como purificación de tu pasada desconfianza.
Di en tu corazón conmigo: “Creo”. Dilo a cada uno de los latidos de tu corazón. Los tesoros de Dios se abren para quien cree en Él y en su poderosa bondad.
La puerta está entornada y la luz comienza a penetrar por ella. María la abre.
El alba ha puesto toda blanca la tierra aljofarada de rocío. Se percibe un fuerte olor de tierra húmeda y hierba, y los primeros silbos de pájaros se llaman de rama a rama.
El anciano y María salen a la puerta. Están pálidos por la noche pasada en vela; la luz del alba los pone aún más pálidos.
María calza de nuevo sus sandalias y va al pie de la escalera, atenta a ver si se oye algo.
Una mujer se asoma, María hace unos gestos y vuelve. Todavía nada.
Luego va a una habitación y regresa con leche caliente. Se la da a beber al anciano.
Después va donde las palomas, y desaparece de nuevo en esa habitación; quizás es la cocina.
Se mueve aquí y allá, está atenta a todo. Se la ve tan ágil y tan serena, que parece como si hubiera dormido el mejor de los sueños.
Zacarías pasea arriba y abajo nerviosamente por el jardín.
Luego entra otra vez en la misma habitación y, arrodillada junto a su telar, ora intensamente, pues la queja de la sufriente se hace más aguda.
Se curva hasta el suelo para suplicarle al Eterno.
Zacarías vuelve, entra y la ve postrada en ese modo; el pobre anciano llora.
María se levanta y le toma de la mano. Es mucho más joven que él, pero parece Ella la madre de esa vejez desolada sobre la que extiende sus consuelos.
Permanecen así, el uno al lado del otro, bajo este sol que pone rosáceo el aire de la mañana. Estando así, llega a sus oídos el jubiloso anuncio:
– ¡Ha nacido!
¡Ha nacido! ¡Un niño! ¡Oh, padre dichoso! ¡Un niño lozano como una rosa, bonito como el Sol, fuerte y bueno como la madre!
¡Alégrate, padre bendecido por el Señor, que te ha dado un hijo para que lo ofrezcas a su Templo! ¡Gloria a Dios, que ha concedido posteridad a esta casa! ¡Benditos seáis tú y el hijo que te ha nacido!
¡Que su linaje perpetúe tu nombre por los siglos de los siglos, generación tras generación, y permanezca siempre en alianza con el Señor eterno!
María, llorando de alegría, bendice al Señor.
Luego, los dos acogen al pequeñuelo, que le ha sido traído al padre para que lo bendiga.
Zacarías no va con Isabel; coge al niño, que grita como un desesperado. Pero no va donde su esposa.
María sí que va, llevando amorosa al pequeñuelo, el cual se ha quedado callado nada más que María lo ha cogido en brazos.
La comadre, que va tras Ella, se percata de este hecho.
Y entrando en la habitación, lo dice:
– Mujer, tu hijo se ha callado enseguida, cuando Ella lo ha tomado en sus brazos.
¡Mira qué tranquilo duerme! ¡Y bien sabe el Cielo lo inquieto y fuerte que es! ¡Mira, ahora parece un pichoncito!
María deposita a la criatura junto a la madre y acaricia a Isabel, poniendo en orden su pelo gris.
– La rosa ha nacido — le dice con voz suave — y tú vives. Zacarías está dichoso.
Isabel pregunta:
– ¿Habla?
Pero, espera en el Señor. Ahora descansa. Yo estoy contigo.
Dice María:
Mi presencia había santificado al Bautista, pero no había cancelado a Isabel la condena proveniente de Eva. “Darás a luz con dolor” había dicho el Eterno.
Sólo yo, sin mancha y sin haber tenido unión matrimonial humana, quedé exenta de engendrar con dolor.
La tristeza y el dolor son los frutos de la culpa. Yo, que era la Inculpable, tuve que conocer también el dolor y la tristeza, porque era la Corredentora.
Pero no conocí el tormento del generar; no, este tormento no lo conocí.
Y, no obstante, créeme, hija, no hubo, ni habrá jamás tormento puerperal semejante al mío…
de Mártir de una Maternidad espiritual cumplida en el más duro lecho, el de Mi Cruz, al pie del patíbulo del Hijo que se me moría.
¿Qué madre se verá obligada a generar de esa manera? ¿Qué madre se verá obligada a amalgamar el suplicio del desgarro de sus entrañas por los estertores de su Hijo moribundo,
con el suplicio de sentírsele retorcer las entrañas al tener que superar el horror de deber decir:
“Os amo; venid a mí, que soy Madre vuestra” a los que estaban matando a ese Hijo nacido del más sublime amor,
que jamás haya visto el Cielo, del amor de un Dios con una virgen, del beso de Fuego, del abrazo de Luz, que se hicieron Carne, y que del vientre de una mujer hicieron el Tabernáculo de Dios?
– ¡Cuánto dolor para ser madre! – dice Isabel.
– ¡Mucho! Sí, pero insignificante, comparado con el mío.
– Déjame poner las manos en tu vientre”.
¡Ah, si cuando sufrís me pidierais siempre esto! Yo soy la eterna Portadora de Jesús.
Él está dentro de mi pecho, como tú lo viste el año pasado, cual Hostia en el ostensorio.
Quien a mí viene, a Él lo encuentra; quien en mí se apoya, a Él lo toca; quien a mi se dirige, con Él habla. Yo soy su vestidura.
Mi Hijo está ahora más unido a mí que durante los nueve meses de gestación.
A quien a mí viene y apoya su cabeza en mi regazo, todo dolor se le adormece, toda esperanza le florece, toda gracia le fluye.
Yo oro por vosotros. Recordadlo.
La beatitud de estar en el Cielo, viviendo en el esplendor de Dios, no me distrae de mis hijos que padecen en la Tierra. Yo oro. Todo el Cielo ora porque el Cielo ama.
El Cielo es caridad que vive, y la Caridad tiene piedad de vosotros. Pero, aunque sólo estuviera yo, habría suficiente oración para cubrir las necesidades de quien espera en Dios.
Porque no ceso de orar por todos vosotros, santos y malvados, para dar: a los santos, la alegría; a los malvados, el salvífico arrepentimiento.
Venid, venid, hijos de mi dolor. Os espero al pie de la Cruz para distribuir gracias.
67 EL REDENTOR
67 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Están todos en la margen oriental del Jordán, a la altura del vado donde un tiempo bautizaba el Bautista.
Juan dice a Jesús:
– ¡Qué extraño que el Bautista no esté aquí!
Santiago su hermano, observa:
– Y tampoco está en la otra ribera.
Pedro comenta:
– Le habrán echado el guante de nuevo esperando otra bolsa. ¡Son gentuza esos tipos de Herodes!
Jesús dice:
– Vamos a pasar allí y preguntamos.
Así lo hacen.
Y preguntan a un barquero de la otra ribera:
– ¿Ya no bautiza aquí el Bautista?
El hombre responde:
– No. Está en los confines de Samaria.
¡Tan bajo hemos caído! Que un santo tiene que pasar a campo samaritano para salvarse de los ciudadanos de Israel.
– ¿Y por qué os asombráis si Dios nos abandona?
– Yo sólo me asombro de una cosa: ¡Que no haga de toda Palestina otra Sodoma y Gomorra!…
Jesús dice:
– No lo hace por los justos que hay en ella, por los que sin ser todavía del todo justos, sienten sed de justicia y siguen las doctrinas de quienes predican santidad.
– Dos, entonces: el Bautista y el Mesías.
Al primero lo conozco porque yo también le he servido aquí en el Jordán, pasándolo en la barca a algún fiel sin pedir nada, porque él dice que debemos contentarnos con lo justo.
Me parecía justo conformarme con la ganancia por otros servicios. Y me parecía que era injusto el pedir paga por llevar a un alma hacia la purificación.
Me han tomado por loco los amigos, pero en fin… Si yo estoy contento de lo poco que tengo, ¿Quién puede quejarse?
Por lo demás, veo que aún no me he muerto de hambre, y espero que cuando muera me sonría Abraham.
Jesús pregunta:
– Así es, hombre. ¿Quién eres?
– ¡Oh!, tengo un nombre muy grande y me río de ello, porque sólo tengo sabiduría para el remo. Me llamo Salomón.
– Tienes la sabiduría de juzgar que quien coopera con una purificación no debe corromperla con el dinero.
Yo te digo: No sólo Abraham, sino el Dios de Abraham te sonreirá cuando mueras, como a hijo fiel.
– ¡Oh, Dios! ¿Lo dices de verdad? ¿Quién eres?
– Soy un justo.
– Te he dicho que hay dos justos en Israel: uno es el Bautista; el otro, el Mesías. ¿Eres Tú el Mesías?
– Soy Yo.
– ¡Oh, eterna misericordia!
Pero… un día oí a unos fariseos que decían… Bueno, dejémoslo… No quiero ensuciarme la boca. Tú no eres eso que decían de Tí.
¡Lenguas más bífidas que las de las víboras!…
– Soy Yo y te digo: No estás muy lejos de la Luz. Adiós, Salomón, la paz sea contigo.
El hombre está asombrado por la revelación
– ¿A dónde vas, Señor? – y ha asumido un tono completamente distinto.
Antes era un bonachón que hablaba, ahora es un fiel que adora.
– A Jerusalén, por Jericó. Voy a los Tabernáculos.
– ¿A Jerusalén? Pero… ¿También Tú?
– Soy hijo de la Ley Yo también. No anulo la Ley. Os doy luz y fuerza para seguirla con perfección.
– ¡Pero Jerusalén ya te odia!
Quiero decir, los grandes, los fariseos de Jerusalén. Te he dicho que he oído…
– Déjalos. Ellos hacen su deber, lo que creen que es su deber. Yo hago el mío. En verdad te digo que hasta que no sea la hora no podrán nada.
Los discípulos y el barquero preguntan:
– ¿Qué hora, Señor?
Jesús responde:
– La del triunfo de las Tinieblas.
– ¿Vas a vivir hasta el fin del mundo?
– No. Habrá una tiniebla más atroz que la de los astros apagados y que la de nuestro planeta, muerto con todos sus hombres.
Será cuando los hombres sofoquen la Luz que Yo soy. En muchos el delito ya se ha producido. Adiós, Salomón.
– Te sigo, Maestro.
– No. Ven dentro de tres días al Bel Nidrás. La paz a ti.
Jesús se pone en camino.
Seguido por sus discípulos, que van muy pensativos.
Jesús les dice:
– ¿Qué pensáis? No temáis ni por Mí ni por vosotros.
Hemos pasado por la Decápolis y la Perea y por todas partes hemos visto agricultores trabajando en los campos.
En unos lugares, la tierra estaba todavía cubierta por rastrojos y malas hierbas; árida, dura, ocupada por plantas parásitas que los vientos estivos habían llevado y sembrado arrebatando sus semillas a las desolaciones desérticas:
eran las tierras de los perezosos y vividores.
En otros lugares la tierra había sido ya abierta por la reja del arado, y limpiada, con el fuego y la mano, de piedras, espinos y malas hierbas.
Lo que antes era un mal, o sea, las plantas inútiles, he aquí que con la purificación del fuego y del tajo, se había transformado en bien: en abono, en sales útiles para la fecundación.
La tierra habrá llorado bajo el dolor de la hoja que la abría y hurgaba. Y bajo el mordisco del fuego que corría por sus heridas.
Mas reirá más hermosa en primavera diciendo:
“El hombre me torturó para proporcionarme esta opulenta mies que me embellece”. Y éstas eran las tierras de los voluntariosos.
En otros lugares, la tierra estaba ya esponjosa, limpia incluso de cenizas, un verdadero lecho nupcial para el desposorio de la gleba con la semilla y para el fecundo connubio que proporciona tanta gloria de espigas:
éstos eran los campos de aquellos cuya generosidad llegaba hasta la perfección de la operatividad.
Pues bien, igual sucede con los corazones. Yo soy la Reja de Arado y mi palabra es Fuego, para predisponer al triunfo eterno.
Hay quien, perezoso o vividor, aún no me busca, no me requiere, se satisface con su vicio, con las pasiones malvadas, que parecen frondas de hojas y de flores.
Y en realidad son zarzas y espinas que laceran a muerte el espíritu, lo atan y hacen de él haz para los fuegos de la Gehena.
Por ahora la Decápolis y Perea son así… y no sólo ellas. No se me piden milagros porque no se quiere el tajo de la palabra ni la quemazón del fuego.
Pero llegará su hora. En distinto lugar, hay quien acepta este tajo y esta quemazón, y piensa: “Es penoso, pero me purifica y me hará fecundo para el Bien”.
Éstos son los que, si bien no tienen el heroísmo de hacer, dejan que Yo haga. Es el primer paso en mi camino.
Hay, en fin, quienes ayudan con su diligente, diario, constante trabajo a mi trabajo; éstos no es que caminen, sino que vuelan por el camino de Dios;
éstos son los discípulos fieles: vosotros y los otros que están diseminados por Israel.
Mateo:
– Pero somos pocos… contra muchos.
Andrés:
– Somos humildes… contra los poderosos.
Tomás:
– ¿Cómo defenderte si quisieran hacerte algún daño?
Jesús responde:
– Amigos. Recordad el sueño de Jacob.
Él vio una multitud incalculable de ángeles que subían y bajaban por la escalera que le unía con el Cielo.
Una multitud; y no era más que una parte de las legiones angélicas…
Pues bien, ni todas las legiones que cantan “aleluya” a Dios en el Cielo, aunque bajaran y se pusieran en torno a Mí para defenderme, cuando llegue la hora podrían algo.
La justicia ha de cumplirse…
Pedro exclama:
– ¡Querrás decir la injusticia! Porque Tú eres santo y si te hacen algún daño, si te odian, son unos injustos.
– Por eso digo que en algunos el delito se ha cumplido ya.
Quien da vida en su corazón a pensamientos de homicidio es ya un homicida; si de hurto, es ya un ladrón; si de adulterio, es ya un adúltero; si traición, es ya un traidor.
El Padre sabe las cosas, y Yo también, pero Él me deja ir, y Yo voy; para esto he venido.
Mas el grano madurará y será sembrado dos veces antes de que el Pan y el Vino sean dados en alimento a los hombres.
– ¿Se hará un banquete de júbilo y de paz, entonces?
– ¿De paz? Sí. ¿De júbilo? También. Pero…
¡Oh…, Pedro, oh…, amigos, cuántas lágrimas habrá entre el primero y el segundo cáliz!
Sólo después de beber la última gota del tercer cáliz, el júbilo será grande entre los justos, y segura la paz para los hombres de recta voluntad.
– Tú estarás presente… ¿No es verdad?
– ¿Yo?… ¿Acaso falta alguna vez al rito el cabeza de familia? ¿Y no soy Yo la Cabeza de la gran familia del Cristo?

Dijo que Vendría: VINO. Dijo que Moriría: MURIÓ. Dijo que Resucitaría: RESUCITÓ. Dijo que Regresaría: REGRESARÁ.
Simón Zelote, que ha estado siempre callado, dice, como hablando consigo mismo:
– ¿Quién es Este que viene con las vestiduras teñidas de rojo?
Está hermoso con su vestido y camina en la grandeza de su fuerza”. “Soy Yo quien habla con justicia y protege salvíficamente.”
“¿Por qué, entonces, tus vestidos están teñidos de rojo y tus vestiduras están como las de quien prensa la uva?” “Yo solo, por mí mismo, he prensado la uva.
Ha llegado el año de mi Redención”.
Jesús observa:
– Tú has comprendido, Simón.
– He comprendido, mi Señor.
Los dos se miran; los demás los miran asombrados.
Y entre sí se preguntan:
– ¿Pero habla de las vestiduras rojas que lleva Jesús ahora, o de la púrpura de rey con que se adornará cuando llegue la hora?
Jesús se abstrae. Parece como si no oyese nada más.
Pedro toma aparte a Simón y le pide:
– Tú que eres sabio y humilde, explica a mi ignorancia tus palabras.
– Sí, hermano. Su nombre es Redentor.
Los cálices del banquete de paz y júbilo entre el hombre y Dios, y Tierra y Cielo, los llenará Él, por sí mismo, de su Vino, prensándose a sí mismo en el sufrimiento por amor de todos nosotros.
Por eso estará presente, a pesar de que las potestades de las Tinieblas, entonces, hayan sofocado aparentemente la Luz, que es Él.
¡Oh, hay que amar mucho a este Cristo nuestro porque mucho será rechazado!
Hagamos que en la hora del abandono no nos pueda llegar y reprender el lamento davídico: “Una jauría de perros (y entre ellos también nosotros) se ha puesto alrededor de mí”.
– ¿Tú crees?… Pero si nosotros lo defenderemos aun a costa de morir con Él.
– Nosotros lo defenderemos… Pero somos hombres, Pedro,
y nuestra audacia se fundirá aun antes de que le descoyunten a Él los huesos… Sí, nosotros haremos como el agua helada del cielo: un rayo la licúa en lluvia; luego el viento, en el suelo, vuelve a convertirla en hielo.
¡Así nosotros, así nosotros! Nuestra presente audacia de ser discípulos suyos – porque su amor y su cercanía nos condensan en viril intrepidez – se disolverá bajo la acción del rayo agresor de Satanás y de los satanizados.
Y de nosotros ¿Qué quedará entonces? Pero luego, tras la infame y necesaria prueba, la fe y el amor nos harán de nuevo compactos y seremos como un cristal que no teme incisión alguna.
Eso sí, sabremos y podremos esto si lo amamos mucho mientras lo tenemos con nosotros.
Entonces… sí, creo que entonces no seremos, por su palabra, ni enemigos ni traidores.
– Tú eres sabio, Simón. Yo… soy un iletrado.
Me avergüenzo de preguntarle a Él tantas cosas, y me duele cuando siento que son cosas de lágrimas… Mira su rostro: parece como si lo estuviera lavando un llanto secreto.
Observa sus ojos: no miran ni al cielo ni al suelo; están abiertos a un mundo para nosotros desconocido. Y ¡qué cansado y combado es su caminar!
Su actitud pensativa le hace parecer más viejo. ¡Oh, no puedo verlo así!
¡Maestro, Maestro, sonríe; no puedo verte tan lleno de amargura!
¡Te quiero como a un hijo! ¡Te daría pecho mi como almohada, para que durmieras y soñaras otros mundos!… ¡Oh, perdona si te he dicho “hijo”! Es que te quiero, Jesús.
– Soy el Hijo… ese nombre es mi Nombre.
Pero ya no estoy triste. ¿Lo ves? Sonrío porque vosotros sois amigos míos. Ved allí, al fondo, Jericó, toda roja con el ocaso.
Que dos de vosotros vayan a buscar alojamiento. Yo y los demás iremos a esperaros al lado de la sinagoga. Id.
Y todo termina mientras Juan y Judas Tadeo se ponen en camino en busca de una casa hospitalaria.
47.- LA FE VERDADERA Y SOBRENATURAL II
Dios reconoce a sus siervos en aquellos que creen en Él y obedecen su Voluntad.
Los herederos le fueron prometidos a Abraham por su Fe.
Y la herencia nos será dada por nuestra Fe.
Tener la Ley y NO cumplirla porque NO se tiene Fe, ocasiona la pérdida del Reino Celestial.
¿Y cómo cumplir la Ley, si no se cree en las verdades reveladas por Dios?
Cuando Premio y Castigo. Eternidad, Infierno, Paraíso, Resurrección de la Carne y Juicio Divino, son despreciados como cuentos.
Cuándo la duda sobre la existencia de Dios hace olvidar la Ley ¿De qué ayuda sirve conocer el Códice de la Vida?
¿Cuál escudo contra los fomes y las tentaciones queda, si no teniendo la Fe, ya nadie se cuida por vivir la Doctrina?
La Fe de Abraham, fue la Fe Perfecta.
El que tiene Fe no puede perecer. El que tiene Fe, tiene en sí el medio que le impide ofender irreparablemente al Padre.
El que tiene Fe, cree en Jesús como Dios y le cree a Jesús, OBEDECIENDO su Palabra.
El que tiene Fe cree en el Amor que ama y cree que tiene a Dios en sí.
El que tiene a Dios, está vivo espiritualmente y NO puede conocer la Muerte Eterna.
El que tiene Fe, conquista el Reino de Dios para su interior en la jornada terrena.
Y Dios es su Rey, su amigo, su Maestro, su Tesoro, Luz, Camino, Verdad, Vida.
Y en la otra Vida, eterna y beatífica posesión.
Quien cree, invoca al señor y se salva.
Aprende a amar y a vivir en Dios, sirviéndole a la manera de que Él desea ser servido.
Y Él premia y espera a los que de modos diversos y con variedad de misiones, habiendo recibido de Él, los dones necesarios para realizarlas, las llevan a cabo con amor y con alegría.
¿CÓMO SE VIVE LA FE?
Las almas que están alejadas de Dios, están heridas, lloran, sufren y arrastran fardos muy pesados; porque la tiranía de Satanás es muy feroz y muy cruel.
Y la Fe es como un bálsamo que medica a los intoxicados por el dolor.
Como pan que cae en un barril de miel que lo penetra de su dulzura, es el alma que cree firmemente en Él, aunque esté rodeada por el sufrimiento que entraña la lucha que debe sostener en su vida terrena.
NO BASTA CON CREER EN LA EXISTENCIA DE DIOS. “Los demonios también creen y sin embargo tiemblan.”
Hay que Amar y Obedecer su Doctrina.
FE Y ESPERANZA.
El hombre fue creado para amar y adorar a Dios.
El cuerpo humano, es un magnífico Templo Vivo que contiene un altar.
Sobre el altar debe estar Dios. Pero Dios NO está donde hay corrupción.
Por esto el cuerpo del impuro tiene el altar consagrado pero sin Dios, porque en el corazón hay un ídolo: el Placer.
A TRAVÉS DE LA IMPUREZA ENTRA LA INCREDULIDAD.
El que vive entregado a los placeres ha destruido la Fe y por eso es imposible para él, aceptar las verdades reveladas en el Evangelio.
Con la lujuria del cuerpo, se destruye la Fe que Dios ha donado al alma al crearla.
Y por eso el impuro solo cree en lo que puede aceptar y desmenuzar. El Placer, es su dios. El materialismo, su vida. La muerte, su terror.
La lujuria fortalece la incredulidad. Ofusca la Fe, quita la Esperanza y destruye la Caridad.
El impuro NO conoce el amor verdadero y NO sabe amar.
La lujuria nace del corazón y esclaviza al cuerpo. EL ALMA QUE NO ES PURA NO PUEDE CREER. No puede conocer a Dios y mucho menos amarlo.
Porque para conocer a Dios verdaderamente, es preciso santificar el cuerpo que lo recibe.
Para purificar el altar que es el corazón, es preciso subir los escalones de las virtudes y hacer el sacrificio de la carnalidad.
Y desangrar las venas de la lujuria, hasta colocar la Ofrenda: el alma.
Que víctima por el amor, se ofrece a Dios como un sacrificio vivo y santo.
Y que amando a Dios sobre todas las cosas, es capaz de decir: ‘crucifícame Señor, porque te amo y quiero agradecerte que dieras tu vida por mí, ofreciéndote la mía.’
La Fe siempre está unida a la Esperanza.
La Rebeldía contra Dios: el Pecado, mata la Esperanza.
Y los que la pierden se burlan de las verdades eternas.
No tienen Fe y menos Caridad. Es una gran desgracia no creer y no seguir a Dios.
Se pierde la brújula de la vida y el hombre se vuelve ciego, con una ceguera peor que la física y se hacen presas fáciles de la desesperación.
La virtud de la Esperanza consiste en suspirar constantemente por la posesión del Amado.
Trabajando por la Gloria de Dios y tratando de alcanzarlo siguiendo el Camino de la Cruz.
La esperanza ha sido puesta como puente que une la Fe y la Caridad, porque SIN ESPERANZA NO PUEDE EXISTIR LA FE Y SIN ESPERANZA MUERE LA CARIDAD.
Fe presupone Esperanza segura. ¿Cómo puede creer de llegar a Dios, si no se espera en su Bondad?
¿Cómo sostenerse en la vida, si no se espera en la eternidad?
¿Cómo poder persistir en la Justicia, si no nos anima la esperanza de que a cada acción buena nuestra la vea Dios y que por ella nos premie?
El hombre tiene necesidad de esperar para poder amar.
Los desesperados dejan de amar.
El hombre espera para poder creer y cree para amar.
La Esperanza hace dulce la vejez y le quita el terror a la muerte.
La esperanza de ver a Dios hace soportable la vida.
El Mundo NO CREE en Dios y por eso NO tiene Esperanza.
Está sumergido en la ‘Auto idolatría’.
El Mundo NO cree que Dios sea Padre Omnipotente y Amoroso.
El Mundo NO sabe tener humildad para volverse hacia Él, en busca de ayuda; mientras padece atormentado en manos de su Feroz Enemigo.
Si el Mundo supiese lo doloroso que es para Dios, no poder ayudarlos y hacerlos siempre felices, porque la falta de Fe abre un abismo entre Dios y el hombre.
EL PECADO ES UNA BARRERA INFRANQUEABLE PARA QUE LAS ORACIONES PUEDAN SER ESCUCHADAS Y RESPONDIDAS.
Han matado el amor. Donde impera el Egoísmo, NO hay amor.
LA FE Y EL ABANDONO.
Lo único necesario para entender todo, es Dios.
Todo lo que Él quiera darnos es un don al que no tenemos derecho.
La experiencia más maravillosa para un alma, es llegar a ser un confidente de Dios y para llegar a vivirlo, es necesario el Abandono Total y con una Fe Absoluta.
Es la intimidad de los hijos con su Padre. Total y ciegamente abandonados al Padre que obra como Él quiera.
Y los hijos que se dejan conducir, sin intentar saber siquiera hacia donde su Padre los conduce, porque se está plenamente seguro en su Infinita Bondad y en que Él solamente quiere nuestro bien.
El que vigila en aumentar la Fe se convierte en un vencedor y aprende a amar a Dios.
Las pruebas de la vida hacen brillar el oro de nuestra FE.
El alma sabe que Dios le ama y conoce su Poder.
Dios conoce perfectamente al alma que creó y nunca permite pruebas que NO puedan soportar.
Cuanto más se ama, más se obtiene.
Amar es saber esperar y creer, sobre toda medida y sobre toda realidad por más contraria e imposible que parezca, respecto a la promesa recibida.
Los motivos de Dios, parecen a veces crueles y dolorosos…
Pero Daniel nunca hubiese dejado testimonio del Poder de Dios, si Dios no hubiese permitido que fuese arrojado al foso de los leones.
La Fe Perfecta es la que cree contra toda esperanza y la Fe se encuentra más fácilmente en el Dolor, que en la alegría.
Es fácil creer y ser buenos, cuando la vida tiene una fluida placidez. Pero hay que saber perseverar en las Pruebas.
El alma que ama, siempre acepta la Voluntad de Dios en su vida.
Su Fe aumenta aunque las circunstancias parezcan decirle que Dios la ha abandonado y ella sigue amando a pesar de todo.
En el abandono de Dios, el alma enloquece de desesperación, para salvar a otros de sus desesperaciones.
Y es en esos momentos cuando la Fe verdaderamente es el único soporte para resistir. Hay que prenderse del Cielo, por más que parezca lejano.
Con las tres divinas virtudes, todo es más fácil, aún en las desventuras.
Porque el yugo de Dios es un yugo ligero que oprime solo la carne, pero deja libre el espíritu.
Cuando el alma aprende a conocer al Adversario y al mismo tiempo avanza en el conocimiento de Dios, todas las cosas se vuelven muy claras.
Y muy clara es también la pavorosa guerra espiritual en la que estamos envueltos todos.
A Jesús también lo tacharon de loco. Herodes lo vistió como un loco y lo paseó por las calles de Jerusalén, con el vestido blanco que era el símbolo de la locura.
Pero la perfidia de Satanás no se detiene en que los demás nos señalen como desquiciados perdidos.
El tormento más doloroso es cuando se lanza con toda su artillería, para hacernos dudar de nosotros mismos…
Y el alma recibe un tremendo y encarnizado bombardeo de dudas que NO dan tregua.
Y como todos los demás ardides le han fallado, porque el alma resiste todos sus ataques desde el exterior.
Y como NO puede atraparnos de otra manera, empieza a insinuar que están equivocadas en la misión en que están trabajando y que NO es más que un ‘yo’ desquiciado, el que pretende creerse un predilecto de Dios: ‘¿Cómo crees que Dios habría podido fijarse en ti?…’ Por favor. Eres estúpido ¿O qué?…
Y se lanza a fondo con lo que considera nuestras debilidades, tratando de desalentar para seguir adelante.
¡Este es el momento de invocar a la Madre Santísima!
María siempre acude en nuestra defensa y Satanás huye de su Presencia, porque no la soporta…
La Vencedora es nuestra Madre y su protección es invaluable en los momentos del combate.
La alegría y la paz que comunica Jesús a nuestra alma, hacen que se disipe la tormenta y la Fe aumenta después de la tremenda sacudida.
No hay que olvidar que la DUDA es el primer paso para la desesperación.
Y la Fe verdadera es la única salvación y la defensa para los dardos encendidos de Satanás que busca abatir con la Duda.
El que cree con todo, contempla la gloria de Dios.
Hay que pedir que nuestra fe humana, sea fortalecida con LA FE SOBRENATURAL.
LA FE Y EL PODER.
El milagro es la prueba de la Presencia de Dios.
La santidad y los prodigios por el amor de Dios, se unen para convencer a los hombres, de las verdades sobrenaturales contenidas en el Evangelio.
En verdad os digo: “EL QUE CREA EN MÍ, HARÁ LAS MISMAS OBRAS QUE YO HAGO. Y HARÁ MAYORES AÚN, PORQUE YO VOY AL PADRE.”
Dios, para apoyar las enseñanzas del Evangelio, realiza los prodigios y los milagros.
Dios concede este don del Espíritu Santo a quién Él quiere y solo la Justicia lo conserva con una vida santa.
Los milagros acompañan la predicación de la Palabra y su única finalidad es conquistar el alma para Dios.
Porque el milagro nació de la Bondad de Dios, que quiere sanar al hombre de manera integral.
El milagro es siempre prueba de la presencia de Dios y NO puede realizarse donde hay Pecado y NO HAY voluntad de arrepentimiento.
Los milagros son señales para los incrédulos y NO para que los santos se procuren comodidades.
De Dios viene el poder que hace los milagros y convierte al evangelizador en portador de la Bondad de Dios entre los hombres.
Las almas se acercan buscando la salud del cuerpo.
La Palabra que evangeliza, concede la salud completa.
La salud del cuerpo debe ser la preparación, para la búsqueda de la salud del espíritu.
La verdadera Fe NO pide milagros para creer. LA FE VERDADERA CREE, PARA OBTENER MILAGROS.
Dios Está con quién lo ama. Jesús no fue exterminado porque se sujetó a la muerte.
Él es todavía más poderoso y para siempre, desde que Resucitó.
Nuestra santidad amará su Doctrina y debemos ser celosos de nuestra perfección y NO del don que Él nos ha trasmitido
Dios NO obra milagros donde hay incredulidad y odio.
El exceso de carnalidad impide los milagros. El que no tiene la Fe que espera contra toda esperanza, no obtiene milagros.
Porque es la falta de Fe activa, lo que anula los milagros.
Todo es posible para Dios. Él lo único que exige al hombre para actuar, es Fe. El hombre obstruye el Poder de Dios, con su desconfianza.
El Espíritu Santo da una Fe intrépida, capaz de realizar las señales necesarias que convierten en testigos a los verdaderos cristianos y los Milagros suceden dentro de las Pruebas más Dolorosas.
Jesús era amigo de Lázaro.
En lugar de sanarlo, PERMITIÓ que muriera y así el Evangelio nos regala el más Portentoso de los milagros de Jesús.
Las hermanas de Lázaro, esperaron contra toda esperanza y vieron a su hermano resucitado después de cuatro días en el sepulcro. Ante semejante milagro, los humildes se arrodillaron y adoraron a Dios en Jesús.
Los Soberbios aumentaron su Odio y decidieron su Muerte.
No quisieron arrodillarse y por eso lo Crucificaron.
El milagro de la resurrección de Lázaro debió convencer al Mundo, de que Jesús es Dios. Y en lugar de Adorarlo, lo Mataron.
El milagro de la Resurrección de Jesús y el de la Eucaristía, debieron convencer al mundo de las verdades contenidas en el Evangelio: el Mundo sigue obstinado en NO aceptarlo.
Hijitos Míos, ya anteriormente os he hablado sobre la Fé y ahora os quiero hacer comprender unos detalles muy importantes sobre ella para que podáis entender más sobre Mí, vuestro Dios-Salvador.
La Fé es una virtud como todas las demás, perdidas por el Pecado Original y recuperadas al momento de vuestro Bautismo.
La Fé es un Don gratuito que concedo a todos aquellos que quieren ser hijos Míos. Un alma sin Fé es alma sin futuro, un alma que deambula en la Obscuridad.
La Fé, como toda virtud debe ser alimentada, ejercitada, para que crezca fuerte e inmutable. Si no lo procuráis, entonces se debilita y entráis a caminos que os llevan al error.
A través de la Fé podés conocerMe y conocer los designios de Nuestro Padre Dios.
A través de la Fé os podéis explicar todo lo que vuestro Dios ha creado y el porqué de vuestra estancia sobre la Tierra.
A través de la Fé crecéis a niveles inimaginables porque es vuestro mismo Dios el que al dejarlo vivir por la Fé, vive plenamente en vuestro corazón.
Todos aquellos que no han permitido que la Fé crezca y florezca en su corazón, se explican todo a través de la razón.
A diferencia de la Fé, en la cual el Espíritu Santo actúa fuertemente en las almas, en la razón es el conocimiento humano el que actúa. Si vuestro Dios actúa a través de la Fé, el conocimiento es preciso, es verdadero, es Divino. Pero si es la razón la que actúa, el conocimiento, por ser humano; es limitado, es imperfecto y puede ser falso.
Algunos de vosotros que estudiáis Mi Vida y Mis Enseñanzas y luego las enseñáis a vuestros hermanos, grandes o pequeños. SI no estáis actuando en la Fé, que sólo de Mi Santo Espíritu puede provenir, entonces estaréis actuando a través de vuestras LIMITADAS capacidades. Así actuaron los pensadores y filósofos de la antigüedad: la razón, la “justa razón” los guiaba.
Si la razón está basada en la Bondad, el resultado es bueno, pero NO perfecto. Ya que de todas formas se está basando en la razón humana, la cual es imperfecta.
A través de los siglos también han surgido pensadores, que usando sólo la razón, han querido explicar Mi Presencia Divina y Humana en la Tierra… Y como se han basado en sus propias conjeturas, en su propia razón, el resultado es desastroso en muchos casos.
Entended bien esto Mis pequeños: si el hombre por el Pecado Original quedó afectado en su cuerpo y en su alma, ¿Cómo quiere explicar, en su limitado estado, Mí Omnipotencia, Mí Divinidad, Mis Secretos, Mí Ser Ilimitado?
La inteligencia del hombre radica en el alma y si ésta está afectada, entonces está limitada, NO PUEDE dar su máximo. Lo mismo sucede para cuerpo: una persona enferma aún por una simple gripe, no se siente bien. NO QUIERE HACER CASI NADA, está débil. Tampoco podrá dar su máximo.
Entonces, ¿Cómo es posible que pensadores, filósofos o pseudo-teólogos; pretendan DAR A CONOCER COMO ARTÍCULO DE FE, lo que su razón enferma por el Pecado, NO ALCANZA A COMPRENDER de Mí Omnipotencia Infinita?
Cuando la Fé actúa, es Mí Santo Espíritu el que actúa en un alma. Cuando la razón actúa, es la soberbia del individuo la que actúa. Si la Fé está respaldada por Mí Santo Espíritu, la Soberbia Razón ¿Por QUIÉN estará respaldada?…
La Soberbia es la Raíz de todo Mal y de todo Error, porque su “fuente del saber” es Satanás. A través de la soberbia y de la razón afectada por ella, es como se difunde el Error por la Tierra entera.
La Razón afectada por la Soberbia es la que NO os permite aceptar que lo que Yo os enseñé y lo que viví, sea tomado como divino y se Me trate de humanizar, eliminando Mí Divinidad de Mí Vida terrena.
Yo os dí muchas muestras de Mí Divinidad, las cuales están redactadas en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.
Los antiguos profetas, inspirados por Mí Santo Espíritu, Me anunciaron con mucho tiempo de anticipación, Mí llegada a la Tierra.
Ahí se os narra ya desde antiguo, perfectamente de Mí Divinidad junto con Mí Humanidad.
Desde el primer momento de Mí Concepción en María Santísima, episodios divinos van acompañando toda Mi Vida y aún Mí Muerte, cancelada con Mí Resurrección, sigue dando muestras de Mí Divinidad unida a Mí Humanidad.
Estas son Mis Verdades. Éstas son verdades de Fé y ninguna creatura humana tiene derecho de pisotear o alterar lo que pertenece a su Dios.
¡Oh humanidad! ¿Cómo es posible que estéis tan ciegos y le hagáis caso al tartamudo?
Os decís Teólogos, os decís Maestros al enseñar Mí Doctrina…
Y ¿Actuáis con soberbia y limitada capacidad contra las verdades de vuestro Dios?
La Soberbia abre las puertas de vuestra alma al Mal, al Error, a la Mentira y después de hacer vuestras propias deducciones sobre la Vida y Enseñanzas de vuestro Salvador…
Editáis o enseñáis vuestros errores y obligáis a aprenderlos como si fueran artículos de Fé. Vuestra soberbia os hace buscar la grandeza de vuestro nombre sobre la Tierra… Pero tened cuidado, porque éste ya puede estar escrito en lo más Profundo del AVERNO.
Ir en contra de vuestro Dios y de Sus Enseñanzas, afectando la Fé de Mis Hijos, es algo muy grave.
Yo os dije: “Los secretos de Mí Padre se les dará a los más pequeños y así los sabios y entendidos quedarán confundidos” Y también os dije: “Aquél que se haga como uno de éstos niños, entrará fácilmente al Reino de los Cielos”.
La soberbia os hace creer que sóis grandes y que la humanidad necesita de vosotros… Y que SIN vosotros ella se puede perder. Os sentís necesarios. Pero Yo os digo que vuestro Error, vuestra Mentira, vuestra Traición, ya pronto ha de terminar.
Porque las almas que afectásteis, están pidiendo justicia sobre vuestra cabeza. Mucho Mal habéis difundido y lo seguís difundiendo con vuestras “enseñanzas” erróneas. Pero Mí Justicia NO dejará impune éste Mal que Me hacéis…
Estáis echando a la Basura todas Mis Enseñanzas y Negando Mí Divinidad entre vosotros.
¡NECIOS! ¡TONTOS! ¡TRAIDORES!
Vuestro castigo será muy grande y ya OS ESTÁ ESPERANDO.
Mis pequeños, le hablo al Resto de Mí Rebaño, NO os salgáis de Mis Enseñanzas.
Seguíd lo que Yo os enseñé y que se encuentra en las Escrituras. Tapad vuestros oídos a los Errores seductores del Mal. EL Maligno quiere destruir todo lo que de Mí provenga y sólo os podréis proteger de él y de sus mentiras, con la vida en la virtud.
Vida en la Gracia, vida en Mis Sacramentos. Leyendo y viviendo Mis Enseñanzas redactadas en la Sagrada Biblia y Orando mucho por vuestros hermanos caídos en el Error.
Orad mucho también, porque se mantenga la Fé en vosotros y en los vuestros.
Yo os Bendigo en el Santo Nombre de Mí Padre, en el Mío y en el del Amor de Mí Santo Espíritu.
Yo os Bendigo y OS PIDO que llevéis Mí Amor a todos los vuestros.
Hijitos y hermanos Míos, aprended y tratad de ser UNO Conmigo, como Nosotros somos UNO en Nuestra Santísima Trinidad…
Y al permitirNos vivir plenamente en vosotros, eduqueMos, prediqueMos, deMos buen ejemplo, vivaMos por la salvación de vuestros hermanos y muraMos por su Salvación Eterna…
Y así a vuestro regreso, sigaMos unidos eternamente en un solo Amor.
Yo os Bendigo en el Santo Nombre de Mí Padre, en el de Mí Amor Redentor y en el del Amor de Vida de Mí Santo Espíritu.
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LA FE
DEL ALMA HUMILDE ES LA FUENTE DE PODER….
Cuando Jesús resucitó a Lázaro, invocó la ayuda del Padre Celestial, para enseñarnos como la Oración es indispensable para Obtenerlo de manera infalible.
Él agradeció el haber sido escuchado y dio la fórmula de los milagros:
Humildad en la petición + Fe segura que actúa ante un público hostil y expectante + Agradecimiento rápido y anticipado…
Prueba firme de la Fe segura…
COMO ADÁN = Lázaro recibió la Efusión Vital de Dios…
Y LA VIDA RETORNA…
La Potencia del Milagro emanaba de Jesús continuamente…
Él vino a traer a Dios a la Tierra, para llevar a los hombres a Dios y para abrir los diques del Amor que se habían cerrado desde el Pecado.
Y el Amor se ha expandido desde entonces, desde el pequeño mundo de Palestina…
Para envolver toda la Tierra y TODA la Humanidad.
Para el que sabe amar de manera absoluta y perfecta ¿Cómo habrá amado Jesús a la tierra de Nazareth, de donde salió para Evangelizar al Mundo?
Y sin embargo FUE la tierra más hostil y cerrada para sus ríos de Amor y Omnipotencia.
¿Cómo hubiera consolado sus miserias espirituales y físicas y cuánta Luz hubiera dado a los corazones,
SI NO se hubieran Opuesto la Incredulidad y el Odio?…
Nazareth fue el ejemplo de cómo estos dos obstáculos, impiden que la Gracia de Dios se derrame.
La Incredulidad y el Odio rechazaron a la Divinidad, porque voluntariamente querían ser hombres sin Dios.
Los Fariseos negaron a Cristo como Mesías y Mataron al Verbo de Dios.
¿Cómo es posible Matar a Cristo en la actualidad?
Realizando el Deicidio voluntario.
En cada corazón que se niega a reconocerlo, a arrepentirse, a convertirse…
Y despreciando el Precio Infinito que Él Pagó, por todas y cada una de las almas… REHUSÁNDOSE a aceptarlo como Salvador y DECIDIENDO Odiarlo, en lugar de amarlo y amar su Doctrina.
El noventa y nueve por ciento de los hombres vive como los fariseos de aquel tiempo y actúan con los mismos sistemas: niegan que NIEGAN a Dios.
Intereses, soberbia, dureza de corazón, lujuria, avaricia, gula.
Todos los egoísmos son la base de su vida y el código de sus acciones, mientras se golpean el pecho con fervientes apariencias de piedad.
Considerándose ‘buenas personas’, mucho mejores que las demás.
Piden señales y aunque resucitara un muerto, NO lo aceptarían.
Niegan a Dios, negando que lo nieguen. Sofocan la Fe con el Racionalismo y la matan bajo las piedras de su ciencia.
El Mundo es enemigo del alma porque Satanás lo usa como una de sus principales armas para alejar al hombre de Dios, sumergiéndolo en la vorágine de sus seducciones.
Al Mundo se le vence con la Fe.
La Fe que certifica que Jesucristo nuestro Señor es Verdadero Dios y Verdadero Hombre.
Que por Amor nuestro tomó carne en el seno de María y nació NO por obra humana, sino por Esponsales Divinos.
Murió por nosotros sobre la Cruz, para darnos toda su Preciosísima Sangre, pidiendo a cambio solo: CREER, ESPERAR, AMAR…
A ÉL Y EN ÉL.
Jesucristo señaló el camino de regreso al Cielo, con sus huellas ensangrentadas.
Si queremos seguirlo: tendremos nuestro propio baño de sangre.
El que quiera elevarse deberá aprender a: MORIR… AMANDO.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
26.- CORREO EPISTOLAR
Tito Petronio a Marco Aurelio Petronio:
Salve.
Eladio es de mi absoluta confianza envíame con él tu respuesta a esta carta. Cuando me vine para Anzio te dejé sobre una buena pista y lleno de esperanza. Espero que ya hayas calmado tu pasión en brazos de Alexandra, ¡Mi carísimo Marco Aurelio! Que la rubia Afrodita te guíe y que tú seas el spintria (Tiberio llamaba así a los maestros en la lujuria) de esa alba Alexandra que escapa del amor.
Recuerda que el mármol aún el más precioso, no es nada por sí mismo y no adquiere valor hasta que la mano del escultor lo transforma en una obra maestra.
No basta amar. Es necesario saber amar y saber enseñar a amar. La plebe y los animales experimentan placer; pero el hombre verdadero se distingue por su aptitud para hacer de ese placer un arte lleno de nobleza apreciándolo como un don divino.
Y no solo experimentarlo, sino saber compartirlo. Así pues, sé tú el escultor de Alexandra y desea no solo su cuerpo, sino también su corazón. Y ámala.
Con frecuencia pienso en la vanidad, la incertidumbre y el fastidio de nuestra vida. Y me pregunto si no has tomado tú la mejor parte y si la guerra y el amor no son las dos cosas por las cuales vale la pena haber nacido. En la guerra tú has sido afortunado y has sido un valiente guerrero. Y en el amor, conoces la dicha y la agonía…
Si sientes curiosidad por saber lo que ocurre en la corte de Nerón, te diré:
aún lloramos a la pequeña Claudia Augusta. Cantamos himnos de nuestra composición y nuestro dolor aún no se calma. Y podemos exhibirlo en todas las actitudes que enseña la escultura. Todos los augustanos están aquí, incluyendo las quinientas burras de cuya leche se sirve Popea para sus baños.
¡Ay Querido! Nos estamos modernizando tanto en el teatro, que ahora hacemos las cosas con el mayor realismo y Enobarbo se encarga de que las emociones sean siempre más trepidantes en unos escenarios también cada vez más insólitos.
Nos hemos salido del anfiteatro e ignoro que siga la próxima vez. Pienso que nosotros moriremos como bufones o comediantes. Nerón representó una comedia de Afranio el dramaturgo titulada “El Incendio” y entregó a los actores al pillaje de una casa que se incendió a propósito.
A Barba de Bronce esto le produjo un placer enajenante y creció su inspiración y su deleite por la actuación. Esto se tradujo en generosos regalos para todos nosotros, en nombramientos para muchos otros y en que al verlo tan feliz, por fin puedo estar un poco más tranquilo respecto a seguir manteniendo nuestras cabezas en su lugar. Porque otros no han sido tan afortunados:
Salvidieno Orfito, el pobre ni siquiera sospecha que su muerte haya sido decretada ¿Y sabes por qué? ¡Porque alquiló a unos diputados tres habitaciones de su casa cerca del Foro! A Casio Longino, por haber conservado entre sus antiguos retratos de familia, el de Cayo Casio, uno de los asesinos de César ¡Y está ciego! Pero eso no le importa a Nerón, cuando tiene sed de destruir…
¡Sólo por eso no hay salvación para ellos! ¡Pero éste es nuestro mundo!
Vamos a tener una lidia de gladiadores. El actor Dato representó a Edipo y le pedí que me contestara como judío que es, (su verdadero nombre es Nazario), si los cristianos y los judíos son una misma cosa.
Me contestó que los judíos tienen una religión eterna, pero que los cristianos forman una nueva secta que se ha formado recientemente en Judea. Que en tiempos de Tiberio los sacerdotes de Jerusalén, crucificaron a cierto Hombre cuyos prosélitos aumentan diariamente y a quién los cristianos adoran como Dios.
Parece que se niegan a reconocer a otros dioses y especialmente a los nuestros. No se me ocurre que daño les puede suceder si también los adoraran… en fin…
Tigelino me demuestra abiertamente su envidia y su odio… Y yo ni siquiera puedo considerarlo mi adversario. Solo me aventaja en dos cosas: tiene más apego que yo a la vida y al mismo tiempo es un canalla supremo. Y esto lo une más a Nerón.
Ellos acabarán por entenderse perfectamente, junto con Haloto que está lleno de violencia y es el hombre más cruel que el mundo haya conocido jamás. Este trío es el castigo de la humanidad. ¿Cuándo? No lo sé. En realidad poco importa la fecha, pero llegará.
Mientras tanto yo me estoy divirtiendo como nunca. La vida sería muy aburrida si no fuera por nuestro Augusto Mono. Yo comparo la adquisición de sus favores a una carrera en el circo, con la cual la victoria solo halaga el amor propio.
En este aspecto a veces creo que me parezco un poco a Prócoro Quironio. Cuando éste ya no te sirva, mándamelo. Le he tomado gusto a su conversación cínica y sugestiva. Presenta mis saludos a tu divina cristiana… Y dime cómo te encuentras de salud. Háblame de tu amor. Dime cómo estás y cómo te sientes. Adiós.
Marco Aurelio estaba muy deprimido cuando recibió esta carta y la contestó inmediatamente.
Marco Aurelio Petronio a Tito Petronio:
Salve.
No se ha sabido nada de Alexandra. Si no fuese por la esperanza de encontrarla pronto, no recibirías esta carta. Quise comprobar que Prócoro no me engañaba. Me envolví en un capote militar y lo seguí a él y a Dionisio, el esclavo que mandé con él.
Atestigüé la entrega y me regresé, porque sentí el impulso de ir hacia ellos y prometer recompensa a quién entregase a Alexandra. Pero tuve miedo de malograr el trabajo de Prócoro y contra mi voluntad mejor me retiré. Prócoro ha venido varias veces, pero dice que no ha podido encontrarla.
Los cristianos se aman y se ayudan tanto, que va a tardar un poco dar con su paradero. Pero es mejor ir con paso seguro para no cometer errores. En cuanto suceda algo interesante te lo comunicaré. Adiós.
Marco Aurelio, además de sentirse herido en su orgullo; no logra comprender la oposición y la resistencia de Alejandra. Su misma fuga es un enigma que le tortura el cerebro y no encuentra respuesta.
Sabe que Actea ha dicho la verdad y que ella no era indiferente a su amor. Es más, ella aseguró que lo amaba. Entonces ¿Por qué había huido?
Lo único que logra entender es que entre Alexandra y él hay un abismo que los separa y que tiene que ver, con el mundo romano que él conoce y el mundo cristiano en el que ella se desenvuelve.
Pensar en esto lo llena de desaliento y lo único que le queda es renunciar a ella. Y esta idea lo desquicia, porque contra sí mismo y con inmenso dolor, ve que ya no puede vivir sin ella. Y pensar que era correspondido y que ella podía colmar sus más fervientes anhelos, hace que se apodere de él una angustia cruel.
Y mientras su corazón desborda una inmensa ternura que lo envuelve como una poderosa ola y le hace exclamar en medio de las lágrimas:
– ¿Dónde estás amada mía? ¿Por qué te fuiste y me abandonaste con tanta crueldad?…
Se siente verdaderamente enfermo y desgraciado. Anhela su amor tanto… Que hay instantes en que desearía matarla, para así acabar con su sufrimiento. Pero luego se dice a sí mismo, que si le dieran a elegir entre ser esclavo de Alexandra y no volver a verla jamás; preferiría ser su esclavo.
En estas alternativas de tortura, cavilación, incertidumbre y sufrimiento, está perdiendo la salud y su varonil hermosura…
Después de largas semanas de expectativa, un día llegó Prócoro y se presentó ante Marco Aurelio con el semblante muy contrariado.
El joven tribuno se puso pálido y saltando de su asiento, preguntó:
– ¿Qué pasó? ¿No está Alexandra entre los cristianos?
El griego contestó:
– Sí está, señor. Pero también está Mauro y yo no me puedo acercar a donde está ella.
– ¿De qué estás hablando y quién es Mauro?
Prócoro no supo cómo contestar y Marco Aurelio perdió la paciencia. Enojado, repitió la pregunta.
El griego contestó levantando su mano:
– Según parece señor, has olvidado al hombre con el que viajé a Roma. Y en cuya defensa perdí estos dedos, mutilación por la que no puedo escribir. Los ladrones que le arrebataron a su mujer y a su hijo, le hirieron con un puñal. Yo le dejé agonizante en una fonda y le había llorado por muerto. Más ¡Ay! Ahora estoy convencido de que está vivo y en Roma pertenece a la comunidad cristiana.
Marco Aurelio no entiende nada.
Lo único que le queda claro es que Mauro es el obstáculo que lo separa de Alexandra. Y por lo mismo, controlando su ira dijo:
– Si todo sucedió como dices, él debiera estar agradecido y ayudarte ahora.
Prócoro respondió:
– ¡Ah, noble tribuno! Ni los dioses suelen ser agradecidos. Pero por desgracia es un viejo senil y está confundido, porque según supe por sus correligionarios, me acusa de ser cómplice de los ladrones. Y me considera el causante de sus infortunios. ¡Así me paga la pérdida de mis dedos!
– ¡Bribón! Estoy seguro de que las cosas pasaron como Mauro las refiere.
– Entonces sabes más que él mismo, señor. Porque él solo tiene sospechas. Lo cual no le impide vengarse de mí cruelmente. Y ya lo hubiera hecho si conociera mi nombre. En el lugar donde nos encontramos no se fijó en mí. Pero yo lo reconocí de inmediato. Y ahora debo tener más cuidado con lo que hago. Cuando pregunté por él a conocidos suyos, me declararon que era el hombre que había sido traicionado por su compañero de viaje y por eso me enteré de semejante historia.
El tribuno contestó fastidiado:
– ¿Y qué me importa a mí todo eso? Dime que noticias me tienes.
Prócoro replicó:
– Cierto es señor, que a ti no te importa, pero a mí me va en ello la vida. Y en el deseo de que mi sabiduría sobreviva, prefiero renunciar a la recompensa que me has ofrecido, antes que exponerme por el simple lucro.
Entonces Marco Aurelio se le acercó y con mal reprimida cólera, le dijo:
– ¿Quién te ha dicho a ti que la muerte te va a llegar por medio de Mauro, antes que por mis propias manos? ¿Qué sabes tú perro, si dispongo de tu vida y se me antoja enterrarte en mi propio jardín?
Y Prócoro que es un cobarde, miró a Marco Aurelio y comprendió al instante que no es una broma. Una sola imprudencia más y estará perdido…
Y entonces exclamó:
– ¡La buscaré, señor y la encontraré! ¡Te lo prometo!
Hubo un largo silencio.
Y cuando el griego comprendió que la cólera del patricio disminuía, dijo:
– Un tiempo dudaste de la existencia de Félix y te convenciste de que te dije la verdad. Ahora tienes sospechas de que miento acerca de Mauro. ¡Ah! Si ésta fuese una mentira, yo podría mezclarme entre los cristianos sin peligro y si él me hubiese reconocido, no estaría yo hoy aquí. Y entonces ¿Quién te ayudaría a encontrar a la doncella?
Marco Aurelio le ordenó que le dijera detalladamente todo lo que había hecho, en qué había empleado el tiempo y lo que había descubierto.
Pero Prócoro no tenía mucho que contar. Había montado vigilancia y no había rastros de Alexandra.
Y solamente agregó:
– Hay un hombre. Un sacerdote al que ellos llaman Pontífice, que se llama Pedro y que fue discípulo directo de Cristo y ahora es su apóstol. Los cristianos le guardan una gran veneración. Van a tener una reunión muy importante y yo buscaré la forma de asistir y ver si puedo llevarte sin peligro. Es casi seguro que ella también asistirá y nosotros podremos verla.
Los cristianos son personas pacíficas y ordenadas. ¡Y me sorprendí mucho, porque todas las acusaciones que les hacen son calumnias! Ellos no hacen nada de lo que la gente cree. No son licenciosos y todos son muy virtuosos. Su religión no incita al crimen y por el contrario, manda perdonar y amar a los enemigos.
Marco Aurelio recordó lo que Fabiola le había dicho en la casa de Actea.
Y por lo general, le complacieron bastante los informes de Prócoro. Aun cuando los sentimientos que Alexandra le inspira son bastante tormentosos, sintió alivio al oír que la religión que ella profesa no es criminal, ni repulsiva.
Pero al mismo tiempo intuyó que es precisamente el amor reverencial a este Cristo desconocido y misterioso, el que ha levantado una muralla entre él y Alexandra. Y empezó a tener prevenciones contra esa nueva religión.
Pero a Prócoro lo que le interesa es huir de Mauro. De lo que narró a Marco Aurelio la verdad es que fue él, el que traicionó a Mauro. Le robó todo. Lo vendió a unos traficantes y le privó de su familia, vendiéndolos como esclavos. Apuñaló a Mauro y le dejó medio muerto en el campo, creyendo que no sobreviviría al asalto.
Lo que nunca esperó fue que pudiera curarse de sus heridas y llegara hasta Roma. Ahora tiene miedo de encontrarlo de nuevo. Sin embargo más terror le infunde Marco Aurelio… Y comprendió que la persecución y venganza de un poderoso patricio que tiene otro aliado más grande todavía: Petronio, no le deja ninguna alternativa.
Todas estas consideraciones le impulsan a jurar:
– Por Zeus te prometo, ¡Oh, señor! Que iré a averiguar más lo más pronto posible.
Más tarde…
Casi al mismo tiempo que el griego se fue, llegó un correo con una carta de Petronio y Marco Aurelio se metió en la biblioteca a leerla.
Después de romper el sello, extendió la vitela:
Tito Petronio a Marco Aurelio Petronio:
Salve.
Tu caso es muy malo, ‘carísimo’. Con bastante claridad veo que Eros ha perturbado tu cerebro y no piensas en otra cosa, más que en el amor. Por tu contestación a mi carta veo que sigues obsesionado con Alexandra. ¡Por Zeus! Encuéntrala pronto o perderás la razón.
Y por favor ten presente esto: Bernabé, el esclavo de Alexandra es un hombre de una fuerza poco común y por lo mismo será mejor que te lleves a Atlante, cuando decidas rescatarla. No esperes que los cristianos te la entreguen fácilmente. Atlante será un auxiliar muy útil para enfrentarte con Bernabé, cuando trate de defenderla.
No te dejes saquear por Prócoro, pero tampoco economices tratándose de Atlante. De todos los consejos que mi cariño puede darte, éste es el mejor.
Aquí ya dejaron de decir que la Infanta pereció por causa de un maleficio. Desde que nos trasladamos a Nápoles, nos han atacado los remordimientos por los recuerdos de Agripina. Pero ¿Sabes hasta donde ha llegado Enobarbo? Pues a esto: Aún el asesinato de su madre se ha convertido tan solo en un tema para versos y un motivo para escenas trágico bufas.
Antes tenía verdaderos remordimientos y le temía como el cobarde que es. Pero ahora se siente intocable.
Y como ningún dios se prepara a tomar venganza, finge remordimientos para hacer escenas de teatro y ver cómo reaccionan los demás. También representó personajes de tragedia y exigió que las máscaras de los dioses, los héroes y las heroínas, se parecieran a él y a Agripina.
Luego cantó: Panacea en el Parto; Orestes asesino de su madre; Edipo Ciego y Hércules Furioso. Estas son las novedades de nuestro regio histrión.
A veces me parece que de verdad odia a Roma. Busca los aplausos, la admiración y la aprobación de los griegos. Y a cada momento dice:
– ¡Mira lo que son los griegos!
Y su proverbio favorito que repite siempre es: ‘La música no es nada, si se la mantiene oculta.’
En su greco-manía, la plebe aullaba cada vez más y nuestro histrión estaba eufórico. Cierto es que los aullidos y los aplausos se traducen en distribuciones al pueblo de provisiones y regalos: pájaros exóticos por millares. Manjares, bonos pagaderos en trigo, trajes, oro, plata, piedras preciosas, perlas, cuadros, esclavos, fieras domesticadas, naves, islas, tierras, casa, banquetes, billetes de lotería y una nueva exhibición del Bufón Imperial.
Y no deben extrañar los aplausos, pues semejante espectáculo no habrá sido visto nunca antes. Para Nerón lo más importante es su canto y la acogida que le hace el público como artista. Cree que su voz es un don de los dioses y no pierde oportunidad para mostrarla.
Sin embargo tiene dudas de lo que dirá el pueblo romano a causa de su prolongada ausencia por la falta de los acostumbrados juegos y las distribuciones de cereales. Y aun así, vamos a Benevento a la chapucera exhibición que Haloto tiene preparada a nuestra llegada. Y de allí seguiremos hasta Grecia.
Por lo que a mí respecta, pienso que cuando un hombre se halla entre locos, loco se vuelve él también y encuentra cierto encanto en las extravagancias de los insanos. Grecia y el viaje de mil buques, es una especie de entrada triunfal de Baco, entre ninfas y bacantes. ¿Y creerás que yo que tengo buen sentido, me he dejado arrastrar por sus fantasías? Y lo hago porque al menos son grandiosas y exentas de vulgaridad.
Pero Barba de Bronce no logrará sus planes, porque en su fabuloso reino poético de oriental poderío, no ha dejado sitio para la traición, la vileza y la muerte. Y porque entre sus actitudes de poeta, se advierte al detestable cómico, al torpe auriga y al frívolo tirano.
Entretanto estamos matando a todo aquel que en una forma u otra nos causa desagrado. El pobre Salvidieno Orfito ya es solo una sombra. Se abrió las venas hace unos días. El viejo Trhaseas está sentenciado, porque tiene la osadía de ser honrado y tener cara de pedagogo.
Tigelino todavía no alcanza la suficiente autoridad, para condenarme a mí. Me necesitan todavía para el éxito de la expedición a Acaya. Mientras llega para mí ese fatídico momento, he decidido que Nerón no tendrá mi vaso mirrino: ese que tú conoces y que tanto admiras. Si estás cerca de mí te lo daré, pero si estás lejos lo haré pedazos.
Cuídate y llévate a Atlante, de otra forma perderás otra vez a Alexandra. Cuando Prócoro Quironio ya no te sea útil, envíamelo. Cuando encuentres a tu amada, házmelo saber. Adiós.
Lo que Petronio no dijo a Marco Aurelio, fue que Eros también lo había herido profundamente y que al terminar de escribir la carta que el tribuno acaba de leer, compuso unos versos para Aurora en un poema que trató de ocultar, como lo haría un tímido adolescente.
Pero Aurora lo encontrará después, al limpiar la biblioteca y ordenar las cosas de la mesa del escritor, tareas que no permite que nadie más haga. Ella lo adora en silencio y admira su trabajo, atesorando todas y cada una de las palabras que él escribe.
Y cuando lea el pequeño pedazo de pergamino, su corazón estallará llenándola de una alegría tan inmensa que la hará llorar de felicidad…
El orgulloso augustano se niega a reconocer su amor por una esclava y trata de luchar contra su corazón. Está empleando todos los medios para mantener la distancia entre los dos, pero es una batalla que ya tiene perdida, porque finalmente se ha rendido al avasallador sentimiento que lo invade, pues escribió:
Ofrenda a Aurora
En mi mente deifico la figura
De tu porte radiante de belleza
Porque tienes del alba la pureza
Y de flor en capullo la frescura.
Nunca pudo jamás con su hermosura
Competir a tus dones la realeza
De la grácil Helena que grandeza
Y atractivos aunaba en su estructura.
Yo te ofrezco de mi alma la ternura
La ilusión de mi ser, si lo prefieres.
Puedo darte también si acaso quieres
De mi vida la negra desventura.
En mi mente ha quedado bien grabada
La silueta de tu alma y compendiada
De tu faz la exquisita lozanía
Y contento he mirado virgen bella
Que refulges lo mismo que una estrella
En el cielo sutil del alma mía.
El caudal de mi amor será muy tuyo
Incluyendo con él, mi grande orgullo
Que jamás he querido quebrantar
Y anhelante le ofrezco a tu belleza
Todo el ser que me dio naturaleza
Porque quiero saber lo que es amar.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
21.- LA MAGNA OBRA DE LA REDENCION I
Mientras tanto en la Puerta del Cielo…
Leonardo, Adrián, Diego y los demás catecúmenos; escuchan atentos a una bella matrona romana. Alta, de cabellos oscuros, aspecto distinguido, de mediana edad; muy parecida a Fabiola. Su nombre es Plautina.
Su voz resuena clara como una campana, al exponer la Tercera Lección de la Doctrina Cristiana:
LA MAGNA OBRA DE LA REDENCIÓN
“Satanás penetró en el Edén para robarle al hombre, todo lo que Dios le había dado. Y no solo lo despojó de su riquísima herencia, también le mató el espíritu. Y le dio mortales heridas al alma corrompiendo el intelecto, la voluntad, los sentimientos, los instintos, suscitando apetitos culpables, destruyendo la Inocencia y la Gracia, afligiendo al Creador.
El Pecado dejó al hombre obtuso en la inteligencia del discernir el Bien y el Mal y en la Integridad. Como un humo se le había ofuscado la Verdad conocida.
Decaído de hijo adoptivo de Dios al grado de animal razonable, el hombre sentía por instinto que ‘matar’ era malo. Que corromperse en libídines obscenas debía estar mal. Pero no sabía distinguir hasta qué punto era mal el matar y cual la lujuria más abyecta a Dios.
Entonces Dios, después de haber castigado con el Diluvio, dio las primeras normas para ser menos violentos. Llamó a Sí a Moisés y le dio el Decálogo que reúne la Piedad y el Castigo.
Piedad para los débiles y castigo para los burladores que cumplen el Mal con todo conocimiento de causa. El Decálogo con su parte positiva: ‘Harás’. Y negativa: ‘No harás’ crea el Pecado con todas sus consecuencias.
Porque se peca cuando se quiere transgredir y el hombre después de la Ley, ya no tiene más la excusa de decir: ‘No sabía que era pecado.’
El Decálogo es Piedad, Castigo y Prueba. Como prueba era el Árbol que estaba en medio del Edén. Sin prueba no se puede aquilatar la cordura del hombre. Pero sobre los Diez Mandamientos de la Ley Perfecta, está la Perfección de la Ley, con los Dos Mandamientos del amor, dados por el Verbo Docente. Triple Amor a Dios: Amor del corazón, del alma, de la mente.
Porque Adán pecó con el corazón, (concupiscencia de la carne); con el alma, (concupiscencia del espíritu) con la mente, (concupiscencia de la razón); saliéndose del orden por abusar de los dones recibidos y ofendiendo a Dios con los mismos dones que había recibido de Él, para que el hombre pudiera asemejársele y serle causa de gloria.
Con las cosas que pecaron, debió ser reparado el Pecado, cancelada la ofensa y restablecido el orden violado.
Y EL VERBO SE HIZO CARNE PARA HACER ESTO.
Y para restituirnos la Gracia y la Verdad en medida plena, rebosante, inagotable.
Con cuanto pecó el primer hombre, el Hombre-Dios repara.
Y el Amor Encarnado y el Amor Virginal, los dos ofrecidos voluntariamente. Totalmente. Y consumados para que Dios fuese consolado y el hombre salvado.
La muerte de Abel hizo añicos el orgullo de Adán y las escorias expertas de Eva, en el más atroz alumbramiento a las tinieblas.
La muerte de Cristo hizo añicos el Pecado y mostró a la Humanidad el alumbramiento a la Gracia.
Por un solo hombre, el hombre conoció la muerte. Por el Hombre solo, el hombre conoce la Vida. Por Adán, la Humanidad ha heredado la Culpa y sus consecuencias. Por Jesús, Hijo de Dios y de María, la Humanidad hereda nuevamente la Gracia y sus consecuencias.
Todos eran pecadores al menos del pecado hereditario. Ser justos era una grave fatiga, porque la Gracia no estaba en los espíritus. El Templo era un nombre. Los ritos, una representación mímica. La invisible Presencia del Santo de los santos no era creída más que por los simples. Los pequeños entre el Pueblo que tenía el nombre de santo.
Todavía los sacerdotes y rabíes enseñaban que Dios estaba en el Templo: magnífico en su gloria, parlante a sus ministros.
Y es en esta hora que Jesús ha venido.
El Advenimiento de la hora de la Misericordia.
Pero no era solamente Hora de la Misericordia. Era también de Justicia. Justicia para Israel que ya no merecía más, ser el Pueblo de Dios. Otro pueblo debía ser elegido en su lugar: El Pueblo Cristiano.
El fin del Templo había llegado. La Ley Nueva, perfección de la antigua, se imponía; predicada a los hombres directamente por Dios. La Caridad de Dios se mostró en toda su plenitud a los hombres.
Dios es Infinitamente Bueno, Amoroso, Sabio, Paciente. Por estas perfecciones, Él dispuso al Redentor antes de que fuese el Pecado. Él ha puesto al alcance de todos el Cielo.
Y el Cielo es una conquista larga, muy dura, cierta. Solo para aquellos que perseveran en la buena voluntad, hasta el término de la existencia. Dios tiene todo Poder. Y Dios ha tenido misericordia. Y su alegría es comunicarse a los espíritus que anhelan al Dios Desconocido. Que no rechazan al Dios Ignorado que desean conocer.
Él ha amado a sus criaturas hasta dejar el Cielo por ellas.
REDIMIR = RESCATAR. Volver a comprar lo que antes se vendió o empeñó.
MESIAS = REDENTOR.
Si en una balanza se mete un peso desproporcionado al peso equilibrador, la balanza se inclina hacia un lado. Pero si se restablece el equilibrio, las dos partes de la balanza quedan alineadas.
Por el delito de uno, muchos perecieron. La balanza de Dios estaba solamente inclinada hacia la parte de la Justicia. Pero por el Sacrificio de Cristo, la Gracia y la Vida son dadas a todos los que creen en Jesús.
Y de esta manera el equilibrio no solo es restablecido, sino que dado el sacrificio del Hombre-Dios es de un valor infinito e infinitos los méritos del Cristo-Salvador. La balanza de Dios se inclina ahora hacia la Misericordia.
Y Misericordia y Perdón rebosan del plato colmado de la Sangre Divina, que fluye para la salud del mundo. Tanta fluye, cuanto más abundante es el Pecado. Para que la Gracia abundando venciese al Pecado. Y la Vida venza a la Muerte, muriendo para dar la Vida a los espíritus inmortales de los hombres. La Vida, o lo que es lo mismo: el Reino de Dios dentro de los hombres.
EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN DEL VERBO
Pareciese que Jerusalén fuese la más adecuada para el nacimiento del Rey de los Judíos. Pero…
Jerusalén ya no era santa. Llevaba aquel nombre, pero la corrupción llenaba todos sus estratos, porque aunque Dios le había colmado de bienes, había rechazado el más necesario: “El bien de la posesión de Dios.”
Y el Don que hubiera hecho grande a Jerusalén, le fue quitado.
Ni el Nacimiento, ni la Muerte de Cristo tuvieron lugar dentro de sus muros; sino solo el delito de la Condena de Cristo. Contra la cual también las piedras se rebelaron: rompiéndose en su muerte y sacudiéndose obedientes al Querer de Dios y después, cuando Jerusalén fue arrasada…
Verdaderamente solo quién ama con todo su ser, puede conocer el inefable Misterio que es la Encarnación del Verbo…
Siendo María la más santa de las criaturas que había habido en la tierra, emanaba la santidad como un astro encendido del que se escapan etéreos rayos de sobrenatural potencia.
Y Sacerdotisa regia y purísima fue la virgen ardiente de la caridad más pura y fuerte que criatura nacida de hombre, nunca tendrá.
Ella aceptó el ofrecimiento. Y el “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí como su Palabra quiere…” fue el ‘sea la Luz’ de la recreación del hombre, a hijo de Dios y heredero del Reino de los Cielos.
Dios se acercó a los hombres a través de Jesús. Y se hizo hombre para que el hombre pudiera conocerLo y contemplarLe sin temor.
CRISTO. Aquel que diviniza la materia, la glorifica y restituye a Adán a su dignidad original. Cristo reconstruye lo que estaba destruido. El cordero que revirginiza al hombre en la Inocencia y en la Gracia. Por su Caridad Humano-Divina, puede todo.
Pero Él, Perfección, no se ha limitado a enseñar que no hay amor más grande que el de aquel que muere por sus amigos. Él ha muerto. Éste es también el precepto implícito que con su ejemplo, Jesús ha dado.
DIOS QUERIA PERDONAR AL HOMBRE.
Porque lo amaba. Quería devolverle la Inmortalidad, la Posesión del Cielo.
Y prometió en el momento de la sentencia del castigo: “Yo pondré enemistades entre tú y la Mujer. Y entre su raza y la descendencia suya, Ella quebrantará tu cabeza y andarás asechando su calcañal.”
María nació sin la mancha del Pecado Original y amó como criatura alguna, jamás amará. María no conoció el Pecado y por eso es la Vencedora de Satanás.
Cristo viene de la Hora Perfecta. Los siglos la trasmitieron con voz siempre más clara, con pormenores más precisos. La Voz Divina, promesa de un Mesías Redentor y de la Mujer sin concupiscencia, que castigará al Prevaricador, alumbrando al Vencedor del Pecado y de la Muerte.
María: Pacífico Puente, que reúne Cielo y Tierra. La Eva Santa y Verdadera Madre generadora de Vida, de la Humanidad. La Amadísima que con su sola Presencia obtiene misericordia para los pecadores. Su amor perfecto. Su perfecta obediencia. Sacrificio de olor suave que aplaca la ira del Señor.
Arcoíris de Paz. La Corredentora es el dulce astro que resplandece a la Presencia de Dios, para recordarles que Él ha prometido Misericordia a los hombres. Y ha dado a su Hijo para que los hombres tengan Perdón.
El arco iris después del Diluvio fue visto solo por los justos que permanecieron vivos sobre la tierra; pero María en un sobreabundar de misericordia, será vista por muchos que justos no son.
Y su voz, su perfume, sus prodigios, son para justos y pecadores. Y felices aquellos que entre éstos últimos; se conviertan a la justicia, a la fe en Cristo, el cual es salvación.
EL AMOR DE DIOS
El amor de un Padre que sacrifica a su Verdadero Único Hijo, para salvar la vida de sus hijos adoptivos. Y de este amor es del que ha amado Dios. Ha sacrificado a su Unigénito, para salvar a la Humanidad Culpable.
Y Jesús dejó la libertad y la pureza que son la atmósfera del Cielo, privándose de ellos y descendiendo a la cárcel humana; para ayudar al hombre al que ama. Los redimidos por Cristo conocen todo el amor de Dios.
Y Cristo es este amor infinito que Él Mismo ha revelado con su Persona, con su Palabra, con su Ejemplo y sus acciones. Jesús es Verbo y Carne. Con el Verbo instruye. Con la Carne, Redime.
JESÚS ES EL MESIAS
Jesucristo tenía la voluntad libre. Como Dios Y como Hombre. Jesús no prevaricó. No abusó de ésta, su libre voluntad potente, para escapar de la Muerte en la Cruz. Si lo hubiera hecho, hubiera sido más Rebelde que Lucifer. Pero Cristo nunca fue rebelde.
Ninguna cosa, ni siquiera la natural repugnancia humana al suplicio, lo hizo tal. Porque sobre su Voluntad Libre, estaba y puso, la Voluntad del Padre. Y Él, el Perfectísimo Hijo Divino, de Naturaleza igual a la del Padre; no sacó ventaja.
Sino que con reverencial amor, siempre dijo al que lo había generado: ‘Hágase tu Voluntad’ Y Bondadoso y Obediente, ofrece y rinde sus poderes, para ser arrastrado al Sacrificio. Su voluntad libre la usó para ser Perfecto como Hombre, así como era Perfecto como Dios.
Dios no puede pecar siendo la Perfección. Pero su Segunda Naturaleza como Hombre, estuvo sujeta a tentaciones. Y las tentaciones son los medios para pecar, si no son rechazadas. Y duras tentaciones fueron lanzadas contra el Hombre.
Todo el Odio contra Él. Todo el Rencor, el Miedo, la Envidia del Infierno y de los hombres, contra Él. Contra el Fuerte al que sentían Vencedor, aunque tuviera la mansedumbre de un cordero.
Pero Jesús no quiso pecar. Hay que dar el reconocimiento a su Fortaleza. No pecó porque no quiso pecar. Y también por su Perfección en la Justicia contra todas las insidias y los eventos, Él ha confirmado ser el hijo de Dios.
Y la Justicia consiste en practicar el amor con heroísmo de santidad. La santidad de Jesús lo ha convertido en el Santo de los santos, porque como Hombre fue el Héroe que quiso ser: ‘Amen como Yo los he amado’.
Obedecer es el precepto que nos convierte en Cristianos.
JESÚS ES EL REDENTOR
El Hijo de del Hombre fue entregado en manos de los hombres, porque es el Hijo de Dios, pero también es el Redentor del Hombre. Y no hay Redención sin sufrimiento.
Él soportó el sufrimiento en la Carne y en la Sangre, para reparar los pecados de la carne y de la sangre. En lo Moral, para reparar los pecados de la Inteligencia y de las Pasiones. En lo espiritual, para reparar las culpas del corazón. Por todo esto, fue completa.
Y Jesús tomó sobre Sí, todas nuestras miserias y todos nuestros pecados. Los pasados, los presentes y los futuros…
Como si hubiese sido sumergido en un estercolero pútrido, quedó Jesús ante los Ojos del Padre y de Él se horrorizó el Altísimo; porque en ese momento al tomar sobre Sí todos los pecados del mundo acumulados en los siglos, se convirtió en el Pecado y en el Hombre Culpable.
Un diluvio de culpas sobre la Tierra, desde su principio hasta su fin. Un diluvio de maldiciones sobre el Culpable. Sobre la Hostia del Pecado.
Jesús sudó sangre por la agonía de ser el Maldito. Su corazón se trituró con el conocimiento de que en aquella Hora, no era el Verbo de Dios. Era solamente el Hombre. El Hombre Culpable.
Y todos los pecados los ha descontado sobre su Cuerpo Santísimo. Y para que el hombre volviera a revestirse en su alma, de la vestidura de bodas; Él se ha revestido de llagas, moretones, sangre, heridas que traspasaron su Cuerpo.
La Ira de Dios se abatió sobre Él. La Ira por nuestros infinitos pecados, desde el primer pecado hasta el último que será cometido. Y la Justicia ha clavado toda culpa en su Cuerpo Inocente.
Como ciervo perseguido por una turba de arqueros, Él ha sido perseguido por las flechas de Dios, para que toda culpa fuese expiada con su Sangre.
Con las torturas de su cuerpo mortal, extrajo la Maldad de toda la estirpe humana y empapado con su Sangre, nos lavó las culpas de la carne. Por esto fue aprehendido en Jerusalén.
Entregado a los sacerdotes, escribas y fariseos, que lo llevaron a los gentiles para que lo escarnecieran. Después de haber sido abofeteado, insultado, herido, escupido y arrastrado por las calles de Jerusalén como un harapo inmundo.
Y los gentiles, después de haberlo flagelado y coronado de espinas, lo condenaron a morir en una cruz con una muerte infame, como un vulgar malhechor.
El pueblo que lo había honrado con los hosannas el Domingo de Ramos, pidió su muerte y en su lugar, pidió el indulto de un asesino.
Y Dios lo permitió. Porque es el Cordero de Dios que expía por los pecados del mundo. Cargó sobre Sí con todas las culpas y con todos los dolores, para que el hombre fuese sanado. Más tarde llegó la Gloria, pero antes fue el Dolor. Más tarde llegó el derecho a juzgar, pero antes estuvo el deber de expiar.
En medio de un mar de Angustia, de un océano de Dolor; en el que su Madre y las almas-víctimas comparten, murió en un Patíbulo y tres días después por su Voluntad Divina, Resucitó.
Volvió a la Vida Eterna y Gloriosa como Hombre. Y volvió a la plenitud de ser Dios, con el Padre y el Espíritu Santo, después de haber padecido toda clase de afrentas y de ver su corazón atravesado por la Mentira y el Odio.
Entonces fue constituido Fundador del Nuevo Templo, en el que se encuentra la Fuente Santísima del Espíritu Septiforme. Pero antes Jesucristo fue la Víctima Inmolada que purificó la Casa de Dios.
La pareja Jesús-María es la destinada a anular todo lo que hicieron Adán-Eva y devolvieron al linaje humano al punto en que fue creado: reyes ricos en gracias y dones para una regeneración completa. Perfectos en Obediencia, en Amor y en Santidad.
Por una infidelidad de la Mujer, el género humano conoció el Pecado, el Dolor y la Muerte. Por la fidelidad de la Madre Santísima, la Virgen Inmaculada, el género humano ha obtenido la regeneración a la Gracia. Y por Ella, el Perdón; la Alegría Pura y la Vida.
Esta Gracia si bien no anula todas las consecuencias del Pecado Original, y que son el Dolor, la Muerte y los estímulos restantes para dar pena, miedo y batalla. Ayuda fuertemente a soportar el dolor presente con la esperanza del Cielo.
Ayuda a afrontar el miedo de morir, con el conocimiento de la Misericordia Divina. Ayuda a rehacer y domar los estímulos, con las ayudas sobrenaturales por los méritos de Cristo y los Sacramentos instituidos por Él.
Adán quedó mutilado de la Gracia y de la Vida sobrenatural, de la Inocencia, Integridad, Inmunidad, Inmortalidad y Ciencia. Y como cabeza de toda la Familia Humana, ha trasmitido su penosa herencia a todos sus descendientes.
Pero la Humanidad ha sido más afortunada. Por medio de Jesús-Salvador-Redentor, ha obtenido la curación.
Más todavía, la ‘recreación’ en la Gracia: la vida del alma. Y por los sacramentos por Él instituidos, las virtudes que éstos infunden.
Los dones del Espíritu Santo han obtenido también los medios para crecer siempre más en perfección, hasta alcanzar el culmen con la ‘supercreación’ que es la santidad.
Pero ni siquiera el sacrificio del Hombre-Dios que ha restituido la capacidad de amar, conocer y servir a Dios en esta vida y poseerlo con júbilo en la otra. Ha cancelado las cicatrices de las grandes heridas que el hombre se infirió voluntariamente.
Y especialmente de la Triple Concupiscencia que está siempre pronta a rehacerse llaga, si el espíritu no vigila teniendo sujetas las malas pasiones.
El hombre regenerado hijo de Dios por medio de Jesús, conoce esto que Adán no conocía. Conoce a cual inmensidad llega el Amor del Padre, que da a su Unigénito para cancelar con su Sangre, el decreto de condena de la Humanidad decaída por su Progenitor.
Nada de cuanto hay en la Creación debe estar privado de incentivos o de consecuencias buenas.
El mundo odió a Jesús sin motivo alguno. Cuando pensó destruirlo, hizo que el hombre regresara a Dios. La aparente victoria de Satanás, fue su verdadera derrota.
EL PRIMOGÉNITO
Jesús es el ‘Primogénito entre los muertos’ siguiendo el orden divino y humano.
Primogénito siguiendo el orden humano, porque Hijo por parte de Madre de Adán, que nació como debieron nacer todos los hijos de los creados por Dios: con procreación privada de Lujuria y de Dolor.
Por eso se le llama Hijo del Hombre, pues Él fue por línea humana el Hijo Primogénito (vivo en la Gracia) de Adán.
Primogénito del Padre siguiendo el orden divino, porque es el Hijo del Padre Celestial. Generado por Él y NO CREADO por Él. Generar quiere decir producir una vida. Crear quiere decir formar. El artista puede crear una obra; pero solo un padre y una madre, pueden generar una vida.
Nada impedía al Verbo de Dios aparecer entre los hombres, materializando su espíritu como un hombre adulto y amaestrar en la perfección de la Ley, repitiendo un prodigio que ya había realizado antes. (Génesis 18, 1-3)
Pero para la Justicia era necesario un Sacrificio.
Y Él quiso volverse un pequeño germen que madura en un seno de mujer. Y después, un pequeñín que llora y se amamanta para vivir. Pasando por todas las etapas de la vida: niño, adolescente, joven, hombre, al igual que cualquier nacido de mujer.
Y en el nacer y en el morir, fue igual a todos los hombres. Él, Dios; no quiso ser diferente de nosotros, puesto que por amor quiso convertirse en Hombre.
Las únicas diferencias estuvieron en su Perfección Humana y Espiritual, porque Él quiso conservarlas tales. Y en su Pasión que completó de manera tremenda: en el cuerpo, en la mente, en el corazón y en el espíritu, como ninguna criatura lo padeció.
Y Él para Sí lo quiso, aun siendo el Eterno Inocente, que ningún castigo merecía. Jesucristo amó tanto al hombre, hasta el extremo de odiarse a Sí Mismo y derramó toda su Sangre por nosotros.
Y para salvar al hombre, tomó un alma y descendió del Cielo, al seno de la Inmaculada.
El amor materno cuando es justo, es el amor más completo, más perfecto. El más alto de los amores de la Tierra. Para María no era solamente el amor de la madre que ama a la criatura que se forma en ella y que es el fruto del amor de dos criaturas.
María amaba a Dios en su Hijo, que había venido a Ella para hacerse Hombre en su carne. Miraba su vientre inviolado y veía que era la Custodia Viviente de Dios Vivo en Ella.
Sentía palpitar el otro corazón y sabía que era el Corazón de Dios, hecho Carne.
El Corazón de Jesús fue formado por el Espíritu Santo, generador de la Humanidad Santísima del Verbo: Dios conteniéndose a Sí Mismo, en la Perfección de la Perfección de Jesucristo.
El Corazón de Jesucristo formado por los Fuegos de la Caridad y los Lirios de la Purísima, testimonio del sublime aniquilamiento del Verbo, para que se perfeccione a Sí Mismo como Hombre, en la Caridad. ¿Habrá un Trono, un Altar, un Templo, más sagrado y más suyo que éste? Definitivamente, NO.
Él vino para perfeccionar la Ley y volverla clara con sus enseñanzas y practicable con su ejemplo. Él vino y tanto ha amado el Bien y rechazado el Mal, que aceptó morir para que el Bien triunfase en el mundo y en los corazones.
Y el Mal fuese vencido por la Sangre Divina.
Y con su sacrificio y su Redención obtuvo que los santos que NO REHÚSAN SEGUIRLO por el Camino de la Cruz, compartan con Él, la Gloria de la Resurrección. El Apóstol Juan fue el primero en comprender lo que había en el Corazón de Jesús.
Todos los santos son frutos de ese Corazón, del amor por ese Corazón. A los que no se separan de Él, Él los lleva al Cielo como una parte de Sí Mismo.
Jesús con su Muerte destruyó nuestra muerte y nuestras culpas las anuló con su Sangre. Él nos ha rescatado del Mal. Él lo ha dejado impotente para perjudicarnos en la vida futura, clavando nuestros males en la Cruz y filtrando nuestro espíritu a través de Él, para darnos la sanidad.
Y a cada alma en particular deificarla. Y al alcanzar la perfección, compartir con ella la gloria de la Resurrección.
Y la dulce voz de Jesús nos dice:
“Venid, mis brazos están abiertos. Sobre la Cruz me dolía el tenerlos clavados solamente porque no podía estrecharlos en torno a vosotros y bendecirlos. Pero ahora soy libre de atraerlos a mi Corazón. Mi boca tiene besos de Perdón y mi corazón tiene tesoros de Amor.
Dejad las riquezas injustas y venid a Mí, Riqueza Verdadera. Dejad los goces indignos y venid a Mí, Gozo Verdadero. ¡Cómo os sentiréis alegres, de una espiritual felicidad, si confiáis en Mí! Yo soy el Dios de la Paz. De Mí brotan todas las gracias.
Todo dolor en Mí se calma. Todo peso se vuelve ligero. Todos vuestros actos cumplidos en mi Nombre, se revisten de mi Belleza. Yo puedo daros todo si venís a mi Corazón y no de manera humana, sino sobrehumana, eterna, inefablemente dulce. No les digo que no conoceréis el Dolor. Lo he conocido Yo que Soy Dios. Pero les digo su dolor se volverá suave si lo sufres sobre mi Corazón…
Venid, dejad aquello que muere. Aquello que hace daño. Aquello que quiere el Mal. Venid a Mí que os amo. A Mí que sé dar las cosas que no perjudican y no mueren. Ayudadme con vuestra voluntad. La quiero para actuar no porque Yo la necesite. Sino porque es necesaria para vosotros, para merecer el Reino.
Venid. Ayudadme a rechazar al Infierno en el Infierno y a abriros el Cielo.
Yo comencé a consumar mi Sacrificio para vencer a Satanás, al Mundo y a la Carne, a partir del primer acto de mi Voluntad contra las voces de la carne, del mundo y de su Rey Tenebroso.
Morí a Mí Mismo para haceros vivir con mi ejemplo y morí sobre la Cruz para daros la Vida. Destinado a ser vuestro Pontífice Misericordioso, debía por experiencia propia conocer a la perfección las luchas del hombre y permanecer fiel delante de Dios a fin de enseñaros a permanecer fieles.
Recordadlo: YO TE AMO TAL COMO ERES EN ESTE MOMENTO…”
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
F49 LOS MANDAMIENTOS
Hijitos Míos, os he venido pidiendo por mucho tiempo que Me pidáis el Discernimiento Santo. A algunos os lo he dado ya. Pero ahora debéis agudizarlo. Y pedidMe también Sabiduría.
Mis pequeños, Satanás es muy astuto, él os puede engañar muy fácilmente con un manipuleo de palabras y vosotros, escuchando cosas agradables, podréis aceptar pensamientos que son contrarios a Mis Leyes, a Mis Enseñanzas. Tened cuidado con lo que dejáis entrar en vuestra mente y en vuestro corazón.
Lo que Mi Hijo os dio, no es obsoleto. Lo que Mi Hijo os dio, es lo que escuchó de Mí, vuestro Padre. Mis Leyes son eternas y no deben ser modificadas por ningún hombre.
Vuestra naturaleza está caída por el Pecado y eso debéis entenderlo, Mis pequeños.
No podéis acomodar Mis Leyes a vuestros gustos. Vuestra naturaleza caída siempre os va a llevar hacia el Pecado, hacia el Mal. Sólo aquellos que se acercan a Mí, que buscan y porque Me piden Mi Sabiduría Santa os la concedo, para que podáis daros cuenta en dónde están los errores que satanás os envía a través de personajes célebres en vuestro mundo.
Yo estoy por encima de cualquier ser humano. Aquellos que Me sigan, deben mantenerse bajo Mis Leyes, Mis Mandatos. Se deben de nutrir con los Sacramentos que os he dejado. Debéis tomar el Ejemplo de Mi Hijo, que para eso os lo envié, para que vierais en Él, a Quién debíais seguir.
Y así, a pesar de vuestra naturaleza afectada por el pecado, pudierais tener un Ejemplo Santo por Quién vivir y para que vosotros os pudierais santificar en Su seguimiento.
Todo aquél que enseñe cosas diferentes a lo que se os ha dado en el Antiguo Testamento o en el Nuevo Testamento, no vienen de Mí… Y ahí es donde entra el Discernimiento Santo.
Tened cuidado Mis pequeños, por eso habrá mucha diversidad de opiniones. Pero vosotros siguiendo las Mías, estaréis siempre en el camino de la Verdad.
Orad por vuestros hermanos que os quieren engañar, para que Mi Santo Espíritu los haga regresar al buen camino.
Hijitos Míos, la mayoría de vosotros tenéis hijos, tenéis un hogar. Habéis enseñado a vuestros hijos de muchas formas y de muchas cosas; pero en vuestro hogar, desde pequeños conocieron vuestras reglas, de cómo se debían comportar dentro y fuera del hogar.
Yo vuestro Dios, os he puesto también Reglas. Sois Míos, Me pertenecéis porque Yo os he creado. Ciertamente sois libres y si queréis seguirMe, si queréis apoyarMe ayudando a vuestros hermanos a crecer en Mi conocimiento y en Mi Amor, os lo agradeceré. Pero sois libres de hacerlo o no hacerlo.
Vosotros al poner reglas en vuestro hogar, cuando vuestros hijos se salían de ésas reglas, tenían un castigo. Algunos aprendieron a respetar ésas reglas, otros fueron rebeldes; a veces las respetaban o a veces no. Y otros, de a tiro iban en contra de las reglas.
En vuestro mundo sucede algo similar, es vuestro hogar, pero en grande. Muchos hermanos vuestros también se han mantenido fuera de Mis Reglas, son una gran mayoría los que no quieren estar Conmigo ni saber de Mí. Y al estar en contra de lo que Yo os he pedido, reciben sus castigos, igual que como los reciben dentro del hogar.
Muchos de los castigos que reciben vuestros hermanos, ellos mismos se los atraen. Yo como Padre bondadoso, no estoy buscando quién está en contra Mía, para castigarlo inmediatamente. Como os dije: ellos mismos se atraen el castigo.
Porque si no están Conmigo, con Mi Protección, con Mi Amor; quedan desamparados porque ellos mismos así lo quieren y entonces entran en el terreno de Satanás. Y es Satanás el que los castiga.
Sí, Mis pequeños. Os he dicho muchas veces que a Mí Me echan la culpa vuestros hermanos de lo que sucede, ya sea en lo particular, ya sea en lo comunitario o en pueblos o naciones.
Pero sois vosotros mismos los que os ganáis ése castigo por rechazar Mi Gracia, Mi Compañía, Mis Reglas, Mis Mandamientos, Mi Amor.
¿Qué pasó con Sodoma y Gomorra? Me dieron la espalda, ellos mismos se atrajeron el castigo. Ya no era Yo el que vivía en ésos pueblos, era Satanás quien primeramente los llevó a una degradación humana y espiritual.
Porque Satanás sabe cómo Me molesta ver al ser humano, al rey de la Creación, sometido por el Pecado, escogiendo el vivir en lo más bajo.
Y después de que los llevó a lo más bajo, pero sobre todo poniéndolos en contra Mía, causó su destrucción.
Ciertamente, es lo que quiere con vosotros también, en estos tiempos. Llevaros a una destrucción espiritual, humana. Que ya no seáis los hombres que Yo quiero ver en Mi Creación: seres espirituales, que Me respeten, que Me agraden por vuestras buenas acciones, por el amor que propaguéis.
Y ya que os destroza espiritualmente, destruye vuestro cuerpo, vuestro vehículo.
Entended bien esto, Mis pequeños: Satanás no quiere que vosotros os salvéis y que regreséis al Reino de los Cielos, triunfantes; él perdió ésa Gracia y él luchará fuertemente para destruiros. Su Maldad es absoluta.
Entendedlo, estáis viendo cómo ya los climas se han vuelto adversos y, en alto grado, contra vosotros. Los alimentos faltarán. La vida espiritual, que ya falta entre vosotros, hará que vosotros no os sintáis seguros y a gusto de vivir en vuestro mundo. Ya no salís con comodidades y seguros de vosotros a las calles; el temor os agobia, la maldad os acecha.
Estas y muchas otras cosas más, las está provocando Satanás, porque os lo habéis ganado. Ciertamente Yo voy protegiendo a los Míos; porque no se le puede castigar igual al mal hijo que al bueno. Aún el bueno puede errar, pero regresa al bien.
Y el castigo no puede ser igual que a aquél que vive en el mal y no le interesa regresar al bien, se mantiene en el mal y no le importa lo que pueda pasar.
¿ACASO QUERÉIS QUE TODO SE VUELVA MÁS ADVERSO A VUESTRO ALREDEDOR?
Los que estáis Conmigo, seguid adelante orando, dándoos en totalidad, aceptando Mi Voluntad en vosotros. Sabiendo que aunque todo parezca adverso en vuestra vida, siempre surgirá un bien para los que están Conmigo. Soy vuestro Dios Amor y consiento a los Míos; de eso, vosotros estáis seguros.
¿Qué es hacer Mi Voluntad? Mis pequeños, vosotros habéis nacido cada uno en una familia. Ciertamente hay algunos que no han tenido ésa bendición. Pero aquellos que habéis nacido en una familia, tenéis las reglas de familia, la educación que vuestros padres os han dado.
Y ellos han puesto sus reglas que ciertamente, todas debieran estar basadas en el Amor. Pero en sí la voluntad en una familia, primeramente la ponen los padres y ésta se derrama sobre los hijos.
Vosotros habéis absorbido la voluntad de vuestros padres, sus reglas, su educación, sus enseñanzas, eso va marcando vuestra vida. Para mantener en paz, en armonía vuestro hogar, vosotros aceptasteis la voluntad de vuestros padres.
Cuando se rompe ésa armonía, ésa paz; es cuando queréis hacer vuestra voluntad e introducís dentro de vuestro hogar, otras enseñanzas que son adversas a lo que vuestros padres quieren en él.
Vosotros, aunque habéis nacido en un hogar terreno, pertenecéis a Mi Familia, la Familia Celestial.
Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, os he dado también Mis Reglas para que podáis seguir Mi Voluntad y éstas están basadas en los Diez Mandamientos que le di a vuestro hermano Moisés.
Luego Mi Hijo os dio las Enseñanzas que se viven en Mi Hogar. Vosotros, al seguir éstas Reglas y Enseñanzas en el amor, estáis haciendo Mi Voluntad. Si las siguierais y no estuvierais amando, estaríais haciendo Mi Voluntad, pero Yo, que Soy todo Amor, Yo no os he impuesto algo que vaya en contra del Amor.
Mis Reglas, Mis Decretos, las Enseñanzas de Mi Hijo, todo está envuelto en Amor. Vuestro Hogar Celestial se rige en el Amor. Ciertamente aquí en el Cielo ya no se vivirá según los Diez Mandamientos, TODO se rige en el Amor, en el respeto, en la virtud, el Amor lo abarca todo.
Si vosotros empezáis a vivir en el Amor, ya no necesitaréis los Diez Mandamientos, porque ellos os deben llevar hacia el Amor.
Todo lo que Yo os he dado es Amor, Mis pequeños. Todo lo que os pido es Amor. Si realmente en vuestro corazón pensarais en el Amor, vivierais en vuestra vida el Amor, transmitierais el Amor y eso ya sería un Cielo tanto para vosotros, como para aquellos que os rodearan.
Eso es lo que necesito de cada uno de vosotros, que viváis el Amor para hacer Mi Voluntad.
Todos estáis llamados a ello, no es obligación es una necesidad imperiosa para que podáis vivir Mi Hogar, Mis Leyes y Decretos aquí en la Tierra, para que podáis regresar triunfantes y en familia aquí, a vuestra Familia Celestial.
Mis pequeños, Mi Hijo bajó a la Tierra a aceptar Mi Voluntad y a dejarla en vosotros, pero Él también bajó como Médico de cuerpos y almas.
Sí, en las Sagradas Escrituras vosotros podéis leer tantas y tantas curaciones que hizo en el cuerpo, pero siempre deseando que ésas curaciones también afectaran al alma. Pero a muchos de ellos no llegó ésa curación al alma.
Muchos de los que gritaron ¡Crucifícale!, habían recibido curación de cuerpo, pero no quisieron aceptar una curación de alma.
Pedid Mis pequeños, para que vuestros hermanos los que conocéis y los que no conocéis, pero que necesitan curación de alma se abran a ésa necesidad. Que en humildad puedan ellos acercarse a Mi Hijo, que se acerquen a Mí, que se acerquen al Cielo a pedir ésa curación de alma que todos necesitáis para poder salvaros.
Mis pequeños, ¡Cuán distraídos estáis en el mundo, que buscáis solamente las cosas del mundo! Y no buscáis la sanación de vuestra alma.
Hay tantas almas enfermas y de tantas enfermedades: envidia, mentira, lujuria, desamor y tantas, tantas otras causas que hace que vuestra alma se enferme y que no crezca, que dé fruto, que no viva en el Verdadero Amor. Para todas ésas almas Mis pequeños, orad. PedidMe de corazón, su salvacion y su sanación.
Son tantos los vicios, son tantos los pecados que pueden afectar al alma, que si vosotros no estáis atentos, podéis caer en cualquier enfermedad. Pero la peor de todas Mis pequeños, es la soberbia. Porque podéis sentiros grandes.
Os podéis sentir que ya estáis prácticamente salvados porque estáis Conmigo, porque oráis, porque venís a Misa; por tantas situaciones que en vuestra devoción creéis que ya estáis salvados…
Y Mis pequeños debéis tener cuidado, porque si vuestras obras no están llenas de Amor y si realmente no estáis siguiendo lo que se os ha enseñado, en humildad y con amor; podéis caer fácilmente en la soberbia
Y de nada sirve vuestra vida de devoción, si todo no está envuelto en el Amor y en la donación, Mis pequeños.
Orad, orad, para que todas las enfermedades del alma no lleguen a vosotros ni a vuestros hermanos. Pedidle al Médico de cuerpos y almas que es Mi Hijo, que os asista en todo momento.
Pedid continuamente por vuestros hermanos alrededor de la Tierra, porque la enfermedad es mucha y vosotros no pedís por vuestra curación.
Hijitos Míos, el respeto es importantísimo en la vida del cristiano. Si Yo Mismo os he respetado en vuestra individualidad, vosotros debéis hacer lo vuestro con vuestros hermanos.
Sí, con respeto y con libertad, se tienen que dar las reglas dentro de la familia. Se tienen que respetar, porque en la imposición siempre va a haber lucha. Se deben de respetar, porque eso trae paz y armonía en el hogar, como os he dicho, pero todo se debe de explicar a los hijos.
Así como en el hogar se explica y se trata de mantener ésa vida íntima con cada uno de los miembros de la familia, también Yo trato de tener una vida íntima con cada uno de Mis hijos, que sois todos vosotros.
Con respeto os voy guiando, os voy dando hasta en exceso se podría decir, desperdiciáis mucho ciertamente, pero con paciencia y con amor os voy llevando hacia vuestro crecimiento espiritual.
Ciertamente llegará un día en que vosotros seréis tomados por Mi Santo Espíritu de Amor, se os abrirán vuestras capacidades intelectivas y espirituales y entonces se os dará mucho, de lo que habéis estado recibiendo en exceso.
Lo apreciaréis y lo tomaréis y vuestro crecimiento será grande, será excelso, sabréis apreciar lo que viene de Mí, vuestro Dios y lo tomaréis con mucho amor y con más deseos de crecer.
El pobre, cuando está necesitado y de repente tiene alguna fuente de riqueza, quiere más y quiere más porque no lo ha tenido. Así será con vosotros en lo espiritual. Sois pobres espiritualmente, porque no os habéis dado a Mí. Porque no habéis abierto vuestro corazón de par en par a lo que Yo quiero de cada uno de vosotros.
Pero cuando os deis a Mí, cuando Mi Santo Espíritu os dé ésa capacidad y vosotros, en humildad os reconozcáis pobres y necesitados, entonces Me pediréis más y más y más; porque conoceréis las riquezas de Mi Corazón y os querréis llenar de todas ellas.
Y Yo os las daré también con medida, hasta que vea que realmente vosotros estáis dispuestos a recibir los caudales de Mi Corazón.
Tenéis que iros preparando, Mis pequeños, porque quiero derramar grandes bendiciones sobre cada uno de vosotros. No estáis preparados, porque el Amor no queréis recibirlo en plenitud, pedídMelo.
PedídMelo Mis pequeños porque las riquezas ahí están, son infinitas y las quiero para cada uno de vosotros. Os tenéis que preparar en pureza y en santidad, para que podáis recibir ésas capacidades santas de Mi Corazón, que os van a hacer grandes a Mis Ojos y a los de vuestros hermanos.
Yo como Padre vuestro que Soy, os voy tratando de guiar siempre en el Amor.
Os pedimos Mis hijos, que deis a vuestros hijos lo mejor de vosotros. Hay dos cosas que impactan al corazón del hombre: lo bueno, lo amoroso que va marcando la vida del hombre; pero también lo malo, el Pecado y todo lo que ello conlleva.
Así como Yo deseo de vosotros lo mejor para que crezcáis en el amor y tengáis una vida placentera, aún a pesar de todo lo negativo que rodea a las almas durante su vida de misión en la Tierra; vosotros debéis hacer lo mismo con vuestros hijos y procurarles un ambiente de amor, de paz, de crecimiento espiritual.
Porque eso es lo que les va a dar seguridad en su estadía sobre la Tierra y lo que ellos van a poder transmitir a sus hermanos mediante su Evangelización con su propia vida.
El Mal siempre os va a estar acechando, el mal siempre va a querer destruir la espiritualidad buena y santa que Yo quiero dejar en cada una de las almas. Vosotros debéis darles ése soporte espiritual, para que, aún a pesar de las caídas, se puedan levantar.
Aquellos que no tienen una espiritualidad buena, que se haya cultivado, que haya crecido a pesar de las luchas que hay en vuestro alrededor y que se han dejado vencer por los primeros ataques de Satanás, ésas almas están destinadas a perderse.
Luchad pues y dad lo mejor de vosotros a vuestros hijos, a vuestros hermanos, a todas aquellas almas que entran en contacto con vosotros.
Debéis darles ése soporte, hacer que su alma tenga un gran soporte espiritual con el cual defenderse contra todas las acechanzas de Satanás durante la vida del hombre sobre la Tierra.
De vosotros depende, dependen muchas almas. Llegad a ellas a través del ejemplo, llegad a ellas a través de la oración, llegad a ellas a través del buen deseo de mejora hacia ellas.
Sois hermanos todos vosotros, pero también tratadlas como padres, en ése amor que los padres tienen a los hijos.
No temáis y confiad plenamente en Mi Poder.
El mismo Poder que hizo a Mi Hijo vencer y levantarse de la muerte y así como El no fue vencido por la muerte, tampoco lo serán aquellos que en Mí confíen.
Yo Soy el dueño de la vida y de la Muerte y Yo puedo dar la vida y vida en abundancia, a todo aquél que en Mi ponga su confianza.
Yo os bendigo en Mi Santo y Poderoso Nombre, en el de Mi Hijo, ejemplo de Amor y donación a Mi Voluntad y en el de Mi Santo Espíritu, Luz y Vida en Mi Amor
N117 PADRE NUESTRO…
“Otra experiencia muy grande e importante y que nos concierne a todos los seres humanos, nos la dio un día a mi compañera y a mí. Cuando íbamos en el coche manejando y rezando el Santo Rosario. Nos dijo Nuestro Señor:
“Repasen los Mandamientos y pídanme perdón por los pecados que se cometen en cada uno de ellos pero tomándolos ustedes mismos, como si ustedes los hubieran cometido”.
En ése momento no nos dimos cuenta de la magnitud de la petición y empezamos. El primero, Amaras a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo. Nos pusimos a pensar de cuantas formas podemos ofender a Dios en éste Mandamiento y uno decía: ‘Te pido perdón porque yo como padre (o madre) de familia no he enseñado a mis hijos a amarte’…
El otro decía: ‘Yo te pido perdón porque soy de algún movimiento ateo o similar y hago revistas, volantes, revistas o programas de televisión en los cuales blasfemo o ataco a Tú Santo Nombre.’
Y así fuimos recorriendo y recordando todos los pecados que conocemos que se cometen en el mundo entero. Los fuimos presentando ante Nuestro Señor con cada uno de los Mandamientos, como si nosotros los hubiéramos cometido.
Tengo que decirles que cuando íbamos en el Séptimo u Octavo, ya no aguantábamos el peso de tanta Mugre de los pecados que todos cometemos y que le llegan al Cielo a la Santísima Trinidad.
Todos somos responsables de ellos; unos por cometerlos, otros por no orar y evitarlos… Y otros por no reparar y evitarle ese Dolor a Dios.”
Hijitos Míos, Yo Vuestro Padre Celestial deseo que hagáis una reflexión…
Mientras vuestros primeros padres, Adán y Eva, vivían sumergidos en Mí Voluntad, vivían solamente para procurarme bien, obrando según la Ley que Yo había puesto en sus corazones.
Obrando así, ellos vivían en un eterno paraíso, tanto para el cuerpo como para el alma, vosotros lo sabéis. Pero tan pronto como toman ellos para sí mismos su propia voluntad y se apartan de Mi, todo se les vuelve adverso, NO POR MI CULPA. Sino porque dejan entrar los poderes del Mal al mundo.
En ése momento Adán y Eva se vuelven frágiles y pequeños para poder controlar ese Poder del Mal. Ciertamente que son poderes demasiado grandes para ellos y ahora para vosotros, pero son infinitamente inferiores a los Míos.
¿No quisierais hacer la prueba y tratar de volver a vivir sumergidos en Mi Voluntad y en Mi Amor? Pensad y reflexionad. Comparad vuestros tiempos actuales a los que se vivían en Mí Paraíso. ¿Perderíais algo? Yo más bien diría que ganaríais TODO. ¿O es que ya os habéis acostumbrado a vivir en la inmundicia que Mí Enemigo os ofrece?
Pensad bien y reflexionad Mis Palabras, porque vosotros mismos usando vuestra propia voluntad sin tomarMe en cuenta, estáis creando un mundo de Pecado y de Dolor que vosotros mismos os infringís, por vuestra falta de Fé y de Amor hacia Mí.
MEDITAD en vuestras acciones. Todos vosotros habéis visto alguna vez lo que pasa cuando se avienta una piedra en un lago: se forman ondas, primero pequeñas y fuertes y hacia el exterior grandes y suaves. Así sucede con vuestras acciones buenas y malas.
Cada alma es como el lago y lo que vuestra voluntad haga se va a reflejar a las demás almas, A TODAS, vivas en la Tierra y vivas en el Purgatorio y en el Cielo. Todas vuestras acciones tienen trascendencia; nada se pierde, todo afecta a Bien o a Mal.
Una buena acción afectará primero a los más cercanos a vosotros y se irá difundiendo hasta lugares y personas a las que vosotros ni siquiera conocéis, se irradia el bien… Y vosotros lo habéis constatado alguna vez.
Algún acto bueno que hicisteis, sobre todo aquellos que no llevaban alguna intención soberbia; ayuda primero al que la recibe, éste transmite la experiencia a otro u otros y estos toman esta buena acción como enseñanza en sus vidas.
Al hacerla suya y vivirla, la va a transmitir a otros y así indefinidamente hasta que en alguno se detenga esa fuerza benéfica por no quererla transmitir, por falta de amor hacia los demás. Es una propagación, de Mí Amor, hacia vuestro prójimo.
Lo mismo sucede con las obras malas. Se van propagando, afectan a varios, hasta que el Amor existente en alguien que las recibe, las detiene. Estas ondas del Bien o del Mal también afectan al Purgatorio y Cielo. Las de Mal, detienen y atrasan la salvación y glorificación de muchas almas.
Por eso Hijitos Míos, estad muy atentos con vuestras acciones porque todo se afecta y os afectáis a vosotros mismos. Porque si observáis bien al lanzar la piedra, al chocar contra una pared o algo sólido, esa onda se regresa hasta el punto de impacto de donde nació la onda y estos sóis vosotros.
ESTO ES LO QUE SUCEDE CON EL PECADO
Lo sólido con lo que choca la onda es Mí Justicia y sí os dáis cuenta, YO NO os regreso el Mal, YO NO os Castigo; el castigo regresa por sí mismo a vosotros. Todo regresa a la fuente de inicio.
Si de vosotros nació algo bueno: una idea, una acción, una ayuda; ella tarde o temprano regresará a vosotros como un bien para vosotros y los vuestros. Pero si vosotros produjisteis un Mal, tarde o temprano se os regresará a vosotros y a los vuestros.
Es una ley real, dinámica, justa. Por eso estad atentos con vuestras acciones y procurad que todo lo que de vosotros salga sea bienestar, generosidad, amor y así vuestras vidas se verán colmadas con lo mismo que hagáis.
Hijitos Míos, también os quiero hacer un llamado especial. Necesito almas dedicadas a Mí, almas que sean como Yo, en el sentido de que estén prácticamente dadas de pleno a Mí, en oración, en pensamiento, que Me atiendan como Yo os atiendo, Mis pequeños.
Os amo tanto y vosotros sabéis que Conmigo contáis en cualquier momento, porque Soy vuestro Dios. Os conozco hasta en lo más íntimo… Y por eso, quiero almas en las cuales Yo Me pueda apoyar, como Me apoyaba, en un Principio, con vuestros Padres Adán y Eva, en donde Yo era para ellos, todo y ellos platicaban Conmigo, pedían Mis Consejos, Sabiduría, apoyo… Estaban totalmente unidos a Mí.
Yo Soy vuestro Dios y os he dicho que realmente no necesito a nadie para Ser Completo, pero os he creado y os amo. Y el Amor siempre va a crear vínculos; así que, aunque seáis pequeñitos, insignificantes… Al amaros, como Yo os amo, ya con eso crea un vínculo y por eso os cuido en todo momento y trato de que vosotros seáis lo mejor de Mi Creación, pero pocos son los que responden.
Así como Yo creo vínculos con vosotros, quiero también almas que creen vínculos muy íntimos Conmigo, con vuestro Dios. ¿No se os hace esto, un gran honor, Mis pequeños? Leed las Escrituras, ved en la antigüedad cómo había ciertos personajes que creaban vínculos Conmigo y estos se volvían especiales ante el Pueblo.
No siempre bien aceptados, pero el Pueblo tenía una relación también muy especial cuando éstos personajes recibían de Mí, instrucciones y ayuda, para que el pueblo saliera adelante.
Alrededor del mundo, ciertamente tengo almas que han creado vínculos Conmigo y que van a salir a defender al mundo entero contra los ataques de Satanás y contra todo lo que se os vaya a venir. Serán intercesores vuestros ante Mí. Orad por ellos, porque se darán de cuerpo y alma para Mí.
El Amor, al crear vínculos, se vuelve muy fuerte y solamente así se le podrá destruir al Mal. Para vuestras pobres fuerzas humanas, la Maldad de Satanás es poderosísima; pero al crear vínculos de Amor Conmigo, su poder mengua y ya no puede hacer NADA contra todas aquellas almas que quedan protegidas por éste vínculo amoroso.
Cómo quisiera Mis pequeños, que todos respondierais a esta petición. Ciertamente la tendréis en el Reino de los Cielos; pero allá será diferente, porque en éstos momentos, estáis viviendo en Fe y en el Reino de los Cielos ya no habrá Fe, ya estaréis perfectamente unidos a Mí.
Buscad Mis pequeños, en vuestro interior ésa necesidad de Mí. PedidMe ayuda para que, si realmente queréis estar unidos a Mí; Yo os tome, os moldeé y de ésta forma, podamos crear ésos vínculos que serán protección para la humanidad.
La lucha será fuerte, pero no temáis, Mis pequeños. MI AMOR LE DARÁ UNA LECCIÓN A SATANÁS, se dará cuenta de que el Amor siempre será muchísimo más fuerte que el Odio y la Maldad que él posee.
Gozad Conmigo Mis pequeños, ya desde ahora éstos vínculos de Amor, porque os quiero Míos. Quiero que os preocupéis de Mí, vuestro Padre, vuestro Dios, vuestro Creador; como Yo Me preocupo por vosotros, aunque seáis pequeñitos e insignificantes.
Os Pido con esto, a que vayáis teniendo una intimidad grande Conmigo y así prepararos para vivir eternamente en Mi Amor.
Porque escucho vuestros lamentos, escucho el dolor en vuestro corazón que Me llama, porque estáis siendo oprimidos por los gobiernos, por la Maldad de Satanás, por la maldad de aquellos que os rodean; pero tenéis Mi Promesa en las Sagradas Escrituras, de que todos aquellos que os oprimen, que todos aquellos que han hecho trato con el Enemigo, que todos aquellos que trabajan en lo secreto con vuestro Enemigo Satanás, van a quedar al descubierto.
Se conocerán sus acciones, se verá todo lo malo que hicieron, conoceréis perfectamente el mal que os hicieron y el castigo que recibirán. Pero aquí es donde debe crecer vuestra Caridad hacia ellos. Son vuestros hermanos.
Ciertamente, tendrán un castigo por la maldad que cometieron, por los abusos, por las injusticias; PERO MI HIJO TAMBIÉN PAGÓ POR ELLOS y la Caridad consiste en que oréis por ellos.
Que ciertamente, en su Juicio y antes de su Juicio; vergüenza les dará haber quedado al descubierto ante la Humanidad entera, ante el pueblo que oprimieron, ante aquellos que quizá murieron, porque ellos mismos los mandaron asesinar.
Orad por ellos, para que Yo tenga compasión por estos hermanos vuestros, que se mantuvieron viviendo en el Mal y no respondían a Mi Bien, que tanto trataba de llegar a ellos; pero ellos, no lo aceptaban.
Mucho mal cometen hermanos vuestros, que os oprimen, que os quitan lo que es vuestro injustamente. Ciertamente de alguna forma, pagarán primero aquí en la Tierra el mal que cometieron y lo sufrirán también después. Sufrirán…
Pero os vuelvo a repetir Mis pequeños, que esto no os cause gusto. Vosotros no conocéis su historia, no conocéis la educación que les hayan dado sus padres o que posiblemente, hasta hayan evitado hablarles de Mí. De vuestro corazón siempre debe salir Caridad hacia vuestros hermanos, especialmente sobre aquellos que más necesitan de Mi Gracia.
Mi Hijo Vivió en la Tierra, Vivió entre los hombres y sufrió todas éstas injusticias, maldades, represiones, ataques. Tantas cosas que sufrió para salvaros a todos vosotros. Si Él hizo esto por cada uno de vosotros, ¿Acaso no Se merece Él, que vosotros Le ofrezcáis también vuestros dolores?
Vosotros estáis también en la Tierra, para mitigarLe todos los dolores que Él cargó y no solamente los propios, sino los de la humanidad entera, los del Universo entero.
Cuando vosotros ofrecéis, también, vuestros dolores, Le mitigáis a Él todo lo que sufrió por vuestra redención.
AMADLE como Él os ama. AmadLe por su Donación Dolorosa, por cada uno de vosotros. AmadLe por Sus Sacrificios constantes, para rescatar a cada uno de vosotros y a aquellos que viven en grave pecado.
AmadLe, porque Él os ama de una forma infinitamente grande y con un Amor que vosotros no podríais entender porque ha abierto Su Corazón en totalidad por vosotros.
AmadLe para agradecerLe tantos favores; pero sobre todo, por su Donación para vuestra salvación. AmadLe porque Él os comparte Su Amor que es Mi Amor. Y ése Amor, ahora lo tenéis vosotros en vuestro corazón y de esta forma, también vosotros podéis amar y salvar a vuestros hermanos.
AmadLe porque es vuestro Dios, ES Mi Hijo, es vuestro Hermano y de Él habéis aprendido mucho, porque os dejó toda una escuela de Amor. AmadLe, porque a pesar de vuestro pecado, de vuestra indiferencia; del trato tan feo que a veces tenéis hacia Él, Él os sigue amando.
Él es Fiel en Su Amor, a pesar de lo que Le hacéis. AmadLe porque Él es el Amor, porque Él es Mi Hijo, porque Yo Soy Amor y porque QuereMos que todos vosotros, también seáis parte de Nuestro Amor.
Agradeced Mis pequeños de todo corazón, que tengáis un Dios que os ama infinitamente; a pesar de vuestra pequeñez, a pesar de vuestros pecados, de vuestra indiferencia, de vuestro olvido, de vuestros errores.
Pedid Nuestro Amor para todos aquellos hermanos vuestros que NO Lo Buscan, que NO Lo Viven; que Lo rechazan, que no les interesa, que no Le han encontrado Su Valor real, que han confundido lo que es Nuestro Amor, con los amoríos mundanos.
AgradecedNos de todo corazón, a Nuestra Santísima Trinidad, por el Don de la Vida y por tantas bellezas, bendiciones, Gracias, dones, virtudes con que os hemos regalado a lo largo de vuestra vida.
La vida es un regalo para vuestra alma. Podéis aprender tanto de Nosotros, debéis aprender tanto de la Vida del Cielo, pedidle ayuda a vuestros santos ángeles custodios, a los arcángeles, a todos los Coros Celestiales, angelicales, para que os enseñen a amarnos, en Nuestra Santísima Trinidad.
Pedidles a los ángeles del Cielo que os enseñen a respetarNos, a respetar a vuestro Dios, alabarLo, gozarLo, vivirlo. No hay nada más bello para un alma, que tener una convivencia íntima y constante Conmigo, con vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad.
No desperdiciéis Mis pequeños, el Don de la Vida, la Fe, las Virtudes que se os han prestado para vuestra misión en la Tierra. Ahora vivís con un velo ante vuestros ojos; pero no os imagináis lo que es el valor de la FE.
Que es inmenso. Y que gracias a la Fe, vosotros recibiréis grandes regalos cuando os mantenéis unidos y creyentes, aún sin ver.
El Cielo, el regalo que teneMos para vosotros; es un regalo a la Fe que ahora tenéis y que se acabará cuando regreséis al Reino de los Cielos.
La Fe absoluta es vuestra llave de entrada segura al Reino de los Cielos. Cultivadla, que vuestro lugar os espera.
TODO LO QUE YO PERMITA EN MI SACRATÍSIMA VOLUNTAD, ES PORQUE YA OS DÍ LAS ARMAS NECESARIAS PARA SUPERAR LA PRUEBA…
DE VOSOTROS DEPENDE UTILIZARLAS, PORQUE JUNTOS VENCEREMOS
Hijitos Míos, NO TEMÁIS por lo que pasa a vuestro alrededor, Satanás os quiere quitar Mi Paz; que debe habitar plenamente en vuestro corazón, en todo vuestro ser.
Ciertamente la forma en que os va atacando, va minando vuestra Fe, él sabe lo que son las Virtudes y por eso os ataca; para que vayáis perdiendo Fe, confianza, amor hacia Mí, vuestro Dios.
Vosotros os debéis mantener siempre en una Fe absoluta, no le hagáis caso a sus ataques. Porque así como llegan, se deben de ir. Pero si vosotros os apuráis por ellos, os preocupáis por las mentiras que se transmiten; entonces, sí caeréis en sus redes.
Y así de ésta forma, ingenuamente o por temor, podéis cometer graves faltas. Manteneos unidos a Mí, Mis pequeños. Y así unidos de Corazón a corazón, con la Paz que Yo os puedo dar, si Me la pedís; veréis cómo los acontecimientos a vuestro alrededor, que empiezan y crecen, luego caen y se olvidan.
Cuando vosotros ponéis toda vuestra atención en vuestros temores y en algo que acontece a vuestro alrededor, deja el corazón muy grabado en ellos y no se olvidan ésos acontecimientos y eso es lo que debéis quitar de vuestro interior.
(El MIEDO Y LA DUDA, son otras dos de sus armas favoritas. Hay que cubrirse con la Preciosísima Sangre de Jesús y… ¡DESPÁCHENLO POR LA VÍA MÁS RÁPIDA!… ¡Que se largue con quién sí le hace caso!… Y díganle con amor y autoridad: )

“Querido hermanito descarriado, ¡TENGO MUCHO TRABAJO! Si no dejas de molestarme, voy a quitarte la mugre y te daré un buen… ¡BAÑO CON LA SANGRE DE MI SEÑOR!” Y con asombro comprobarán, como sale disparado… maullando como gato de tejabán
Porque si os mantenéis en ésos pensamientos, continuamente iréis perdiendo la Paz, que es tan importante para vosotros, para que os desarrolléis tanto física, mental como espiritualmente en una forma correcta.
Porque si alguien es continuamente atacado, vuestro cuerpo sufre, vuestra alma se llena también de mucho dolor, de preocupaciones… Y así se van minando vuestro cuerpo y vuestra alma, porque no confiáis en Mis cuidados, no confiáis en Mis Palabras y en todo el Amor que Yo derramo sobre vosotros.
El Mal terminará tan pronto como vosotros lo desechéis de vuestra mente y que no le hagáis caso.
Manteneos en oración, en estado de Gracia y veréis cómo Venceréis a Satanás. Estáis en la Tierra para servirMe y no para manteneros preocupados por lo que Satanás pueda hacer con vosotros a través de vuestros hermanos o directamente.
Vuestra misión es más digna e importante que la de estar preocupados, pensando en qué os va a pasar hoy, mañana o al siguiente día. Que vuestra preocupación sea el estar íntimamente Conmigo, salvando almas.
Viviendo en paz y en armonía con la Naturaleza que os rodea. Que esa, Me obedece y está Conmigo.
ORACIÓN, oración continua, Mis pequeños y veréis que ella os traerá la Paz interior que os falta a muchos de vosotros.
Hijitos Míos, ¿Por qué se os hace tan difícil vivir en el bien? En la antigüedad, después del Pecado Original, ciertamente el mundo vivía en tinieblas, vivía en la obscuridad; pero el hombre podía mantenerse en el Bien si así lo quería.
Porque en vuestro interior, habita Mi Santo Espíritu, que es el que os dice lo que es bueno y lo que es malo. Os GUÍA, guía vuestros pasos, guía vuestra vida, si vosotros lo permitís.
Poco meditáis sobre la vivencia de Mi Santo Espíritu en vosotros, poco Le aprovecháis. Podríais hacer tantas cosas perfectas si os dejarais guiar plenamente por Mi Santo Espíritu que habita en vuestro interior.
Como os decía, os falta mucha Fe y al faltaros la Fe, no acudís a Mi Santo Espíritu que habita en vosotros, para que os aconseje; para que os enseñe lo que es la perfección, para que os hable de Mí, para que os hable de Mi Hijo.
Buscáis grandes tesoros y conocimientos raros y antiguos, para sentir que sois mejores a los demás. Y no os dais cuenta de que no debéis buscar por fuera para ser mejores.
Sino debéis buscar dentro de vuestro corazón a Quien os puede dar todo, que es Mi Santo Espíritu.
No desperdiciéis, pues, Su Sabiduría, Su Guía Suprema, para que vuestra vida sea guiada correctamente y no tengáis tropiezos graves ni leves, TENÉIS EL CIELO en vuestro interior porque Yo en Mi Santo Espíritu, estoy Viviendo dentro de vosotros.
Cuando un niño sabe de Mi Presencia en su interior, la aprecia y la hace crecer, nunca más se siente solo. Puede vivir en el mundo correctamente, porque es guiado por Mi Santo Espíritu. Todo le sale mejor que a los demás, porque sabe escuchar la Sabiduría Divina que brota de su interior.
Un alma que se sabe respaldar por Mi Santo Espíritu, tendrá muchos aciertos a lo largo de su existencia, mientras que otros caerán y caerán continuamente; porque querrán hacer todo con sus pobres fuerzas humanas, con sus pocas capacidades.
Porque así es el hombre cuando trata de vivir para sí mismo y confiado en sí mismo, no es nada… Y aquél que se confía en Mí, vuestro Dios; le da lecciones aún a los sabios y entendidos, como dicen las Escrituras. Un alma sencilla pone en vergüenza a los que se creen sabios, humanamente hablando y que no recurren a Mí.
Sed sencillos, para que Yo os pueda dar Mi Inmensidad.
Cuando vosotros os volvéis pequeñitos, sencillos, humildes y cuando abrís vuestro corazón y os unís a Mi Corazón; difícilmente cometeréis faltas graves contra Mi Corazón, contra las Leyes que os he dado, porque así son los niños…
Y por eso Mi Hijo os lo pedía, que fuerais como niños, para que no llegarais a cometer faltas graves que dañaran Mi Corazón. Porque también cuando vosotros cometéis faltas graves, se daña vuestro corazón.
Porque no recibe Mis Gracias en pleno y así vuestra alma se va quedando estéril, sin fuerzas, no crece, no da fruto; porque el pecado grave, os separa de Mí, vuestro Dios.
En cambio, las almas pequeñas, sencillas, que luchan y buscan estar Conmigo; difícilmente cometen éstas faltas graves que os hacen perder la Gracia y que Me traicionan.
No os imagináis, Mis pequeños, el gozo que Me dan las almas que tratan de estar Conmigo y dando mucho fruto. A ésas almas las consiento, las lleno de Mis Bienes, Me dan mucho contento y ellas gozan al saber que estoy gozando.
DadMe, Mis pequeños, muchas alegrías, quitadMe las penas que Me dan tantas otras almas que viven para el Mal, para el pecado, que no respetan los Mandamientos que os he dado, que no aprecian Mi Amor.
Un alma que se dona plenamente a Mí, puede salvar a toda una Ciudad y eso lo sabéis a través de Mi Misericordia; ésa es la fuerza que adquiere un alma al llenarse de Mí, al trabajar para Mí, al vivir Mi Amor.
DejadMe, Mis pequeños, que os consienta, y quitadMe los Dolores que tantas almas Me infligen. Soy un Dios muy Sensible y por eso, vosotros creéis que vuestras faltas pequeñas no hacen tanta mella en Mi Corazón… Y no es así Mis pequeños, Me duelen y mucho.
Esos pecados que decís veniales, siguen siendo pecados y siempre van en contra de Mis Leyes y de Mi Amor.
Tratad pues, de manteneros en la perfección, pedidMe Mi ayuda, para que seáis santos y de ésta forma, ya no dañéis Mi Corazón y así os pueda Yo llevar a altos grados de perfección, para que alcancéis vuestra santidad.
Y al derramarMe Yo en Bendiciones sobre vosotros, empezaréis a entender perfectamente, lo que es vivir unidos Conmigo.
Y entenderéis, el por qué de Mis Alegrías y el por qué de Mis Tristezas. Y Me acompañaréis en ellas; porque entenderéis mejor a vuestro Dios.
Las almas santas comprenden todo esto porque Yo se los permito y por eso ya no se separan de Mí; porque entran en tanta intimidad espiritual en Mi Corazón; que se mantienen Conmigo, para acompañarMe en todo momento, gozando Conmigo, pero también sufriendo Conmigo.
Os invito pues Mis pequeños, a ser de ésas almas íntimas, en las que Yo Me pueda recargar y descansar.
Yo no os estoy castigando. Es vuestra necedad y soberbia que el mismo Maligno suscita en vosotros, quien os castiga.
Escoged, Mi Paraíso o vuestro mundo actual. En vosotros está la decisión.
De Mí sólo puede salir Bien, Paz, Verdad y Amor.
Os bendigo entrañablemente hijitos Míos de Mi Corazón.
Os bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo Jesucristo y en el Divino Amor del Espíritu Santo. Os amo entrañablemente.
P104 MENSAJE NAVIDEÑO 2015
DESPUÉS DE ÉSTA NAVIDAD, EMPEZARÁN LAS GRANDES PRUEBAS
Hijitos Míos, el haberos enviado a Mi Hijo, no fue casualidad. Todo estaba programado para vuestra salvación, porque Yo os lo prometí. Sois Mis hijos y os amo con un Amor que todavía vosotros, no podéis entender.
Llegará el tiempo en que lo conoceréis. Porque las almas que ya están aquí Conmigo, en el Reino de los Cielos, conocen plenamente ya Mis Misterios. Y eso es lo que os mantiene a vosotros en éxtasis eterno en el Reino de los Cielos.
Misterios de Amor, que ahora están velados para vosotros que estáis todavía misionando sobre la Tierra; pero que voy develando poco a poco, a aquellas almas que Me buscan y que quieren estar viviendo íntimamente Conmigo, en su corazón.
Son almas que han abierto su corazón plenamente, para que Mi Corazón se una al vuestro.
Ésas almas, son almas que Me dan toda su confianza y les voy regalando Mis Bendiciones, Mi Conocimiento, Mi Amor. Y empiezan ya a vivir ése éxtasis eterno, que tendréis al final de vuestro tiempo aquí en la Tierra y luego seguirá, por los siglos de los siglos.
Mis pequeños, entended que Yo vuestro Dios, quiero lo mejor para vosotros. Pero a veces, a pesar de que os hablo con Amor, no dais lo mejor de vosotros.
Y así como cuando los niños no entienden la lección y os la tengo que repetir continuamente, os vais por caminos equivocados y os tengo que regañar.
O a veces, daros una nalgadita para que entendáis mejor.
Tendréis momentos difíciles en la Purificación que Yo permitiré, para que vosotros entendáis y os compongáis.
Porque desgraciadamente, sólo así entendéis una gran mayoría de vosotros. Solamente con el castigo entendéis y Yo no quisiera esto Mis pequeños.
El Amor sobrepasa cualquier otra forma de enseñanza, pero vuestra terquedad es muy grande y Yo, no presiono ni impongo. Y por eso, PERMITIRÉ LO QUE SATANÁS HARÁ en vosotros, para querer dañaros y destruiros…
Pero Yo siempre limito su acción destructiva… Y de ahí, siempre saco un bien para vuestro crecimiento espiritual.
Así que entended Mis pequeños, que lo que vendrá; Satanás lo provoca, Yo lo limito y vosotros crecéis…
Va a ser todo para vuestra salvación eterna y para escoger a las almas que son dignas de mantenerse en estos tiempos por venir y empezar un Nuevo Mundo.
Un Mundo de Amor, un Mundo de Pureza, un Mundo de Santidad entre los hombres.
Serán eliminadas, como ya os he dicho, las almas que no quieren seguir Mis Preceptos ni mantenerse en Mi Amor. Es más, que no han querido seguirMe porque les aburre, no les interesa vivir en Mí, no quieren vivir en el Amor. Pedid por ellas.
Pero hay otras por las que os había dicho que no pidieras por ellas, porque ya escogieron a su amo a Satanás.
Seguid adelante Mis pequeños, orando juntos. Recordad que un grupo unido verdaderamente, puede lograr milagros.
Y eso es lo que estoy pidiendo alrededor del Mundo a los grupos que se han unido en Mí y en Mi Amor: que os unáis con Fe, con gran fervor.
Y sobre todo, sabiendo que por ésa Fe que ha crecido en vosotros, Yo voy a ayudaros y a cambiar a este Mundo a Mí conveniencia, para bien de vosotros.
Os amo Mis pequeños y gozad ya desde ahora, lo que os estoy anunciando para vuestro futuro.
Estáis viendo ya cómo vuestro Mundo se convulsiona tanto externamente, con todos vuestros hermanos que no están Conmigo e internamente.
Cómo la misma Tierra se mueve ya en dolores de parto.
Y veis terremotos, volcanes en erupción, trastornos en todo su exterior y en su interior. Y los climas, todos cambiados.
Estos son los signos que se os había dicho que veríais y se seguirán incrementando.
Mi Hija, la Siempre Virgen María, os había dicho que vierais el sol, que iban a haber grandes cambios y estos ya se están dando, lo estáis sufriendo y no entendéis.
Todo esto os debiera llevar a que os arrodillarais y pidierais perdón. No es casualidad que se estén dando todas estas condiciones adversas a vosotros, a vuestros climas benéficos, a los mares, a los campos que os alimentan, que os cuidan.
Recordad Mis Palabras en el Génesis:
TODO FUE CREADO PARA EL BIEN DEL HOMBRE
Y EL HOMBRE DEBIERA CUIDAR A LA NATURALEZA… Y
¿QUÉ ESTÁ PASANDO?
No habéis cuidado a quien os debía alimentar, que es la naturaleza, a vuestro Mundo. Y por eso ahora las situaciones son adversas a vosotros y sufriréis, porque no seguisteis Mis instrucciones.
Mucho mal habéis sembrado a vuestro alrededor. Y ahora, recogeréis lo que sembrasteis, tanto en lo material como en lo espiritual.
Os dejé Mis Palabras en el Antiguo Testamento, Mis Enseñanzas, los Mandamientos. Luego, os envié a Mi Hijo, para que en Persona os guiara, os alimentara con Su Divina Sabiduría.
Os dejó Su Cuerpo y Su Sangre, para que os alimentara y tuvierais fuerzas para vencer la Maldad de Satanás, que os rodea.
Pero para muchos de vosotros, todos estos cuidados Divinos, fueron en balde; no habéis hecho caso.
Es más, habéis pisoteado todas estas Enseñanzas y todo este Bien Divino que se os dio para que vosotros pudierais santificaros y alcanzarais el Reino de los Cielos.
Tantas, tantas almas alrededor vuestro, que han preferido seguir a vuestro Enemigo, Satanás y Me han dado la espalda.
TODO ESTO TIENE UN PRECIO
Y lo sabíais vosotros, los que Me habéis dado la espalda.
Yo nada escondo. Os voy previniendo, os voy educando, os voy persiguiendo para salvaros. Pero las almas necias, las almas que Me han atacado, recibirán su paga y su Castigo Eterno.
Las almas buenas, las que han estado Conmigo, las que entendieron la lección; lección de Amor y de Vida, su premio tendrán. Un premio eterno y bellísimo en el Reino de los Cielos.
Os amo tanto Mis pequeños, porque a pesar de que el ambiente espiritual es adverso a vuestro crecimiento espiritual, vosotros os habéis unido cada vez más a Mí, a Mi Amor, a Mis Enseñanzas, a Mi Perdón y Yo os voy cuidando, porque cuido a los que están Conmigo.
EL TIEMPO DE LA GRAN PRUEBA ESTÁ A LAS PUERTAS.
Seguid adelante y no temáis. Vosotros os habéis dado por Mí. Yo Me di en Mi Hijo, sois Míos y vuestro premio tendréis. Conozco vuestra vida, conozco vuestros problemas y especialmente, los problemas que os ha acarreado el querer estar Conmigo y ya os había anunciado en las Bienaventuranzas, lo que ibais a tener por estar Conmigo, que es el Reino de los Cielos.
Habéis sufrido y ya os había anunciado esto, es un martirio. Un martirio que os están causando aquellos que están con Satanás y os están atacando a vosotros.
Un martirio incruento ciertamente, pero muy doloroso en vuestro interior.
El amor tiene su premio y su ataque también. Vosotros Me escogisteis y escogisteis la mejor parte, estáis Conmigo y no perderé a las ovejas que han seguido al Pastor.
Os amo, Mis pequeños y tened en cuenta que estoy con vosotros y os protegeré de todo Mal, porque vosotros Me escogisteis a Mí, vuestro Dios. Yo Soy Omnipotente y Satanás no os podrá tocar.
Hijitos Míos, ¿Puede acaso un alma estar triste, cuando Yo estoy en ella?
Mis pequeños, un alma estando ante Mi Presencia irradia alegría, paz, amor. Yo quiero que vosotros seáis alegres, seáis sencillos, humildes.
Pero que la alegría sea para vosotros un distintivo, porque, a pesar de las condiciones y situaciones que viviréis, al estar Yo con vosotros, deberéis irradiar Mi Presencia.
Y os vuelvo a repetir, ¿Puede acaso un alma estar triste o atribulada, cuando Yo Vivo en ella? Vosotros deberéis llevar la alegría a vuestros hermanos, esté como esté el ambiente.
Vosotros al estar Conmigo, deberéis vivir como un éxtasis de amor. Y de hecho, lo viven aquellos que están Conmigo. Las almas que les rodean, saben que tiene algo diferente ésa persona que Yo he escogido, ésa alma que camina entre vosotros.
Debéis vivir así, Mis pequeños. En un continuo éxtasis y ése éxtasis os llevará a una alegría inmensa. Trabajaréis con la alegría e irradiaréis paz y amor a vuestros hermanos.
Habrá tribulación contra vosotros, como la tuvieron los primeros cristianos. Ellos eran gente especial, se les conocía porque vivían alegres, unidos, amorosos con todos los demás.
ESTOS SON LOS TIEMPOS EN QUE SE CERRARÁ UN PARÉNTESIS EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD, el Pecado Original lo abrió
Se ha vivido la maldad, ha caído el hombre a niveles infrahumanos. Mucho mal se ha desatado en todo el Mundo y en el Universo entero. Pocos, muy pocos han luchado contra ésa maldad y serán preservados por ello mismo: porque no la dejasteis entrar en vosotros y si entró, inmediatamente hicisteis todo lo posible para volver al estado de Gracia.
Los escogidos vivirán el goce Celestial aun viviendo sobre la Tierra. Ése es Mi regalo Mis pequeños, para las almas que fueron fieles, que escogieron la mejor parte.
PERSEVERAD, falta poco Mis pequeños y Yo estaré con vosotros, para que éste último paso; el paso decisivo para vuestra felicidad en la Tierra y de la felicidad eterna, sea seguro.
Un paso en donde se os probará todavía un poco más. Yo quiero almas fieles, almas en las cuales pueda confiar plenamente, para derramar Mis Bendiciones, Mis Carismas, Mi Amor.
Estáis ya en el camino, no claudiquéis.
Seguid adelante y escuchad Mi Santo Espíritu que habita en vosotros.
Hijitos Míos, seguís siendo niños, pero hay de niños a niños. Niños que buscan el bien y niños maleados, que han sido llevados hacia el mal.
Ser niño ante Mi Presencia, es una garantía de salvación. Y el niño obediente, el niño estudioso, el niño que lleva ya una meta precisa en mente, que predestinado está para cierta misión o trabajo, son niños a los que Yo amo inmensamente
Cómo quisiera, Mis pequeños, que mantuvierais vuestra inocencia, vuestro amor de pequeñitos hacia Mí, hacia vuestra Madre la Siempre Virgen María y sobre todo, hacia vuestros hermanos. ¡Cuánto ejemplo os dan los santos! Y ese es el amor que Yo quiero en vosotros.
Satanás ha atacado fuertemente a la familia. Ha sacado a la familia del bien, de la Fe, del amor. Y ahora, los niños no tienen un sustento fuerte espiritual qué transmitir y en el cuál vivir, que eso es lo más importante.
Y por eso estáis viendo tanto mal a vuestro alrededor, porque Satanás ha destruido a los niños en su inocencia, en su espiritualidad, en el amor de convivencia, que se aprende precisamente desde que son pequeñitos.
Todo esto será purificado, Mis pequeños, todo volverá hacia el Amor, de esto deberéis aprender para que no se vuelva a repetir. El Amor todo lo hace crecer, todo lo purifica, todo lo santifica.
Vuestra vida, debe ser Mi Vida, Yo Soy el Amor en Perfección y vosotros deberéis tomar de Mí para vivir Mi Vida, para transmitir Mi Vida y hacer Vida en donde estéis.
Os repito, Mi Vida es Amor, todo, todo lo creado responde al Amor. Cuando vosotros sois tratados con amor, cambiáis. Podéis estar enojados y queriendo agredir a todos los que se acerquen a vosotros; pero si se os trata con amor, inmediatamente cambiáis.
Vuestra agresión cae a los suelos, porque en lugar de ser agredidos como vosotros agredisteis, se os recibió con amor. Y eso es lo que Yo hacía a través de Mi Hijo en la Tierra.
Los fariseos, escribas, la gente mala que se había satanizado; atacaban a Mi Hijo y Él los recibía con Amor. EN ÉSE MOMENTO LOS DESARMABA, no podían seguir agrediéndoLo.
Así debéis actuar vosotros, Mis pequeños. Vivir en el Amor. Y al vivir en el Amor, todo lo que vosotros digáis, penséis, actuéis, será en el Amor porque lo que lleváis en vuestro corazón, lo daréis en diferentes formas.
POR ESO DEBERÉIS MANTENEROS SIEMPRE UNIDOS A MÍ, QUE SOY EL AMOR.
Sois Mis instrumentos en la Tierra, sois Mis hijos y YO ME DEBO DE MANIFESTAR A TRAVÉS DE VOSOTROS.
Vuestro Mundo tiene que cambiar a través de vuestra actuación. Me debéis dejar actuar a Mí a través de vosotros, para que vuestros hermanos Me conozcan y para que vosotros hagáis un ambiente de amor.
Vuestra vida debe ser amor, recordadlo, Mis pequeños. Llevad Mi Amor y cambiaréis a este Mundo que Satanás ha afectado con su odio y su maldad, el Amor vencerá pero a través de vosotros.
Habla la Santísima Virgen de Guadalupe.
Hijitos Míos, pueblo Mío, Pueblo de México, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Pueblo que Me ama, pueblo que Me sigue, pueblo escogido, en quien he derramado Mi Amor. Pueblo escogido por Nuestro Dios, para mostrar Sus Bendiciones, Su Amor…
Y para que seáis guías en lo futuro, de lo que un pueblo escogido por Dios, debe ser. Pueblo atribulado, pueblo sufriente, pueblo fiel.
Mucho habéis sufrido.
Ciertamente, se os ha acrisolado. Habéis sido atacados en múltiples formas y en diferentes tiempos; pero seguís fieles y eso ha agradado a Nuestro Dios y Señor.
Vuestro pueblo será purificado,
SERÁ ELIMINADA LA MALDAD
que os ha venido atacando desde tiempo atrás.
Satanás será vencido. No sufriréis más y el amor que tenéis en vuestro corazón, se potencializará. Seréis pueblo ejemplo ante el Mundo, de cómo se Le debe amar a Nuestro Dios y a Mí, vuestra Madre.
Nuestro Padre, Nuestro Dios es Sabio y os ha escogido para el bien del Mundo; mientras Satanás ha llevado al Mundo a las Tinieblas, a lo material… Y ha ido eliminando lo espiritual. Vosotros os mantenéis fieles.
Lo espiritual es lo más valioso del alma. Y en vosotros, eso os salvará de todos los ataques que habéis tenido y tendréis de Satanás. Os han tratado de quitar la Fe y el amor hacia Nosotros, pero su tiempo terminó; vuestro amor, la unión que tendréis, los vencerá.
SOIS UN PUEBLO QUE AL SUFRIR, SE UNE.
Y ésa unión os dará una fuerza tremenda contra las fuerzas de Satanás.
Manteneos como hermanos, porque lo sois ante los Ojos de Nuestro Dios. Manteneos unidos en la Santísima Trinidad de Nuestro Dios.
Manteneos bajo Mi Amparo, bajo Mi Manto, que Yo os llevaré por caminos seguros y sobre todo, de Triunfo contra las Fuerzas de Satanás y NO TEMÁIS, Mis pequeños. La Maldad será vencida, el amor que habéis anidado en vuestro corazón, dará mucho fruto.
Sois un pueblo fiel, seréis un pueblo santo. Seréis ejemplo para las naciones de cómo se debe mantener la Fe y el Amor en Quien os ha escogido para ser el pueblo ejemplo de todas las naciones.
Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María de Guadalupe. Estoy con vosotros y venceremos, Mis pequeños.
Gracias por vuestro amor y sobre todo, por permanecer fieles a Mí, vuestra Madre Santísima de Guadalupe.
Habla Nuestro Señor Jesucristo
Hijitos Míos, Yo Jesús vuestro Salvador, cuando mandé a Mis apóstoles a Evangelizar, LES DI PODER SOBRE LAS FUERZAS DEL MAL.
Les di poder para hacer milagros, les di poder en diferentes formas y ellos se alegraron de que iban a poder vencer a Satanás. Y Yo les dije que se alegraran mejor, porque sus nombres estaban en el Libro de la Vida.
Y ahora os lo repito a vosotros Mis pequeños, los que habéis sido escogidos para estos Tiempos, para la gran lucha espiritual que se dará.
Ciertamente se os darán capacidades espirituales superiores, según hayáis sido escogidos para una u otra misión: Sabiduría, Amor, Fe; eso es lo que deberéis pedir, que de hecho, os conozco y os lo daré Mis pequeños.
Pero quiero que vosotros lo meditéis y Le pidáis a Mi Santo Espíritu que os haga reflexionar sobre lo que vosotros pediríais.
La lucha será en lo espiritual principalmente, que ciertamente se reflejará también en lo físico.
Pero A SATANÁS SE LE VENCE CON LA FUERZA ESPIRITUAL,
¿Qué pediríais cada uno de vosotros?
Meditad en esta pregunta, Mis pequeños. Lo que quiero es que reflexionéis…
Y al hacerlo, eso os llevará a que os deis cuenta que lo material no es lo importante en la vida del hombre.
Sino que es lo espiritual lo que os atrae hacia Mí, lo que os hace vivir correctamente durante vuestra existencia sobre la Tierra y, principalmente, es lo que os da la vida eterna.
Por eso le dije a los apóstoles, que estuvieran contentos que sus nombres ya estaban en el Libro de la Vida.
¿Vosotros pensáis así? ¿Creéis que vuestros nombres están en el Libro de la Vida? ¿Os habéis volcado más hacia lo espiritual que hacia lo material? ¿Me habéis buscado a Mí, antes que buscar lo material? Si es así, vuestro nombre está en el Libro de la Vida y eso os debe de alegrar.
Pedid la Guía Santa, Sabia de Mi Santo Espíritu, para que podáis llevar a cabo vuestra misión.
Os repito, os conozco perfectamente a cada uno de vosotros y cada uno de vosotros lleva una misión específica…
Pero a la vez, os uniréis en momentos también, en que Yo os pediré que lo hagáis; para que UNIDOS, POTENCIALICÉIS LA FUERZA ESPIRITUAL PARA VENCER, en tal o cual situación, a las Fuerzas de Satanás.
Satanás también tiene su ejército, Satanás también tiene a los suyos y los ha preparado. Y así como con vosotros, que Yo trabajaré a través de vosotros,
Satanás también trabajará a través de ellos, de vuestros hermanos que han sido escogidos para destruir lo que es Mío y todo lo que viene de Mí.
Os he ido preparando para que sepáis perfectamente que él será vencido por Mi Fuerza y ayudado por vuestra voluntad, ASÍ QUE NO TEMÁIS. Pero confiad, confiad plenamente en Mí, vuestro Dios, el Triunfo está próximo.
Hijitos Míos, cuando bajé Yo a la Tierra, la ley que imperaba era la ley del Talión, el ojo por ojo, el diente por diente. No era el Amor el que habitaba en el corazón de los hombres.
La maldad a donde los había llevado Satanás era la lucha entre hermanos, el aprovecharse los unos de los otros. DESTRUIR, en una palabra.
La ley del Talión: si tú me haces daño, yo te lo voy a hacer también. Aparentemente suena justo, pero Yo bajé a la Tierra para mostraros que no lo era.
Cuando vosotros recibís un mal y actuáis con el ojo por ojo, diente por diente, os lleva a la venganza. Y os pregunto: ¿La Venganza es buena?, ¿La Venganza os va a llevar a la paz?, ¿La venganza os va a producir amor? NO, ¿Verdad?
La venganza solamente va a crear odio, maldad, no va a haber paz y os la pasaréis meditando en cómo regresar la maldad que recibisteis. Y así, la venganza imperará y nunca habrá paz entre vosotros.
En cambio, cuando al recibir un mal, vosotros perdonáis; en ése momento pierde fuerza Satanás, pierde fuerza la maldad y empieza a imperar Mi Amor entre vosotros.
Habéis tenido ya Dos Guerras Grandes, para estos tiempos actuales. ¿Cómo han quedado los pueblos después de ello? Aún después de tantos años que han pasado de ésas guerras, seguís recordando los ataques, la maldad, el odio.
¿Veis, cómo prácticamente, habéis vivido lo que os enseño? Veis cómo la Venganza no os ha llevado a la paz, PORQUE NO SE HA SABIDO PERDONAR.
Satanás os quiere llevar nuevamente a ello. A través de los gobernantes de las naciones, que se han vendido a las Fuerzas de Satanás, a sus Mentiras, a su Maldad. Os quiere llevar nuevamente a que luchéis entre hermanos y así, acrecentar el odio, la maldad que ha sembrado por todos lados.
Si pertenecéis a Satanás, ciertamente avivaréis ésa idea que está implantando en la mente y en el corazón de vuestros dirigentes mundiales: el de producir otra nueva guerra, para que se destruyan entre hermanos.
He ido preparando a los hombres de buena Fe, a los que quieren estar Conmigo, a los que quieren mantener Mi Vida, que es el Amor entre los hombres; para que a través de vuestras oraciones y de vuestra intercesión no se dé esto, a donde os quiere llevar Satanás, que ciertamente, no lo va a lograr.
Os debéis seguir preparando en oración y en vida de Amor. Y como os dije anteriormente, que se note entre los hombres, que vosotros Me pertenecéis. Que viváis en el Amor, que transmitáis el Amor. Que os mantengáis en el Amor internamente. Y sobre todo, que haya paz y alegría entre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
http://www.diospadresemanifiesta.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1352&Itemid=1
P98 ¡ADVERTENCIA MUNDIAL!
Amado Pueblo Mío:
En Mi Amor permanecen todas las criaturas humanas. Ni un instante retiro Mi Misericordia de Mi Pueblo, al que amo con amor eterno. Al que le dispenso y le perdono cuando llega ante Mí, arrepentido con firme propósito de enmienda.
Las flaquezas humanas las miro con dolor, ante Mi gran e infinito Amor por cada uno, sin embargo envío fortaleza para que quienes me suplican que les auxilie para no caer, sean robustecidos no sólo por la fortaleza sino por Mi Amor.
Los hombres deben pedirme para que yo les envíe mi Auxilio. Respeto el libre albedrío que poseen y espero a ser llamado.
En este instante, son más los que Me olvidan que los que Me invitan a su vida, son más los que se mantienen en falsas ideologías que los que Me siguen. Los hombres siguen a las masas y éstas van en contra de Mis Mandatos, debido a que el libertinaje les hace mirar con disimulo y con indiferencia, la crudeza que viven.
MIS HIJOS PADECEN A CAUSA DEL COMUNISMO.
Padecen en varios lugares de la Tierra en donde los hombres no se miran como hermanos sino como enemigos. Quienes tienen poder destierran a sus hermanos, les atormentan y se gozan de ello, siendo esto sólo leves reflejos del padecer que llegará conforme avance esta ideología que luchará para debilitar al resto de la humanidad y a la que Mi Madre llamó a derrotar y no fue obedecida. (1)
No Me tienen presente como deberían, algunos viven una falsa religiosidad sin compromiso, sin actos que les delaten frente a sus hermanos…
Son unos cuantos que viven en la lucha constante para cumplir Nuestra Voluntad Divina… Son unos cuantos los que comparten Mi Palabra y se adentran, en el conocimiento y el cumplimiento de la Sagrada Escritura, ya que desean seguir los pasos de Mis Discípulos y eso precisamente es lo que deseo: que Mis Discípulos de los Últimos Tiempos se mantengan actuando sin detenerse…
Este instante no es para que mis hijos permanezcan estáticos. Sino para que actúen en favor de los que no me conocen y de los que conociéndome, tambalean.
Yo busco la humildad en las criaturas. A una criatura humilde le doy la sapiencia que no posee el docto. Son demasiados los que sintiéndose cumplidores de Mi Voluntad, se atreven a decirme lo que es lícito o lo que creen no es lícito, para que Yo actúe sobre una criatura Mía.
Ignoran que con Mis Primeros Discípulos no terminó la apostolicidad de Mi Iglesia, sino continúa como deber de cada uno de ustedes y han renunciado a continuar con este deber, y al renunciar la mayoría a esta designación, YO envío mi Santo Espíritu para que actúe en las almas de quienes se mantienen dispuestos para tomar Mi palabra como regla de su vida.
¡Tanto ignora el hombre y tanto Me contradice, cuando Yo les pido: “¡Arrepiéntanse y crean”!… Pero el orgullo puede más que reconocer Mi Palabra, la que explicito para bien de toda la humanidad.
Me piden Misericordia y Mi Misericordia se encuentra ante cada uno, pero ¿Con qué responden a Mi Misericordia?
Este es el instante de los instantes y temen Mis advertencias. Pero si no temieran y se enmendaran, ¡Cuántas almas encontrarían la salvación!
Temen a Mis Llamados y a los de Mi Madre para que se conviertan ante los acontecimientos que enfrentan. Pero no enmiendan el camino y aún en medio de este crítico instante, en que los hechos les asedian constantemente. NIEGAN LOS SIGNOS DE ESTE INSTANTE.
Niegan que esta generación, se está abalanzando en contra del Don de la Vida.
DANDO MUERTE a millones de inocentes mediante el aborto voluntario y los asesinatos causados por quienes creen poseer derecho sobre la vida de sus hermanos, al no comulgar la misma fe.
El hombre elimina la inocencia en la Tierra, permitiendo al Enemigo del alma que posea cuanto desea, al entregarse el hombre en la insaciable sed de pecado con que el mal invade a la humanidad; preparándola para que acepten al que se levantará contra Mi Pueblo. (2)
Hijos Míos:
Soy Justo Juez. Mi Justicia se encuentra en estado actual, de lo contrario no sería Dios. Por ello, quienes niegan mi Justicia abren la puerta para que Satanás se apodere de lo que es mío: las almas.
Caminan hacia el abismo, la humanidad ha preparado su propio doloroso futuro, ese que ha forjado con sus propias manos, y acarreará la más pesada cruz que habrá cargado la humanidad.
El amor al dinero les lleva a entrar en pánico y la desesperación se apodera de los hombres. En este instante sienten alivio ante las noticias sobre la economía, aunque esto no durará. Será una leve esperanza para los poderosos, aunque en instantes será nuevamente la agitación y la desesperación.
Hijos, no miran el rumbo que les marcan, porque no me miran y no creen. De lo contrario tendrían claro cuánto les he dicho.
Se encuentran en desesperanza quienes me han desterrado de su existir, no así Mi Pueblo. Éste que sabe que luego de Mi Misericordia, vendrá Mi Justicia y atesora bienes espirituales para ese instante.
Hijos ¡Tanta calamidad que atraen con tanta rebelión. TANTO DOLOR que forjan con sus propias manos. Tanta desesperanza en los corazones aferrados a lo mundano y ¡Tantos corazones ajenos al devenir de la humanidad!
El Maligno infunde temor: Para que no se enteren de cuanto les alerto… Para que nieguen Mis advertencias.. Para que no se preparen y así atraparles en sus garras, utilizándoles para que actúen en contra de sus hermanos, consintiéndolo como si fuera correcto…
Hijos, Mi Corazón sangra por cada uno que se pierde. Y antes de que se pierda, Yo mismo Me presento ante cada uno en busca del arrepentimiento.
Les envío Mis Ángeles para que les muestren el error, pero se encuentran cegados por las modas y la inmoralidad. Y no escuchan ningún llamado, ni logran mirar a Mis Ángeles al encontrarse ensimismados en el pecado.
Pueblo Mío, el Espectro de la Guerra dejará de ser espectro, para ser una dolorosa y temida realidad. Los Pueblos se encuentran agitados, el hombre percibe la cercanía de la guerra ¡Cuánto padecerán, hijos!
¡Cuánto horror llegará en instantes, sin que lo busquen! Habrá hambruna y pestes. El calor será sofocante, aumentado por las armas.
Yo Su Dios no abandonaré a Mi Pueblo. Al que se esfuerza, al que lucha contra sí mismo para no desobedecerme. Al que se aleja de lo mundano, para no entrar en tentación sabiéndose débil y que puede caer. Al que se mantiene atento a la explicitación de Mi Palabra.
Cumplan con Mis Mandamientos. No actúen en contra de Mi Donación en la Eucaristía. Sean cada instante testimonios vivos de cuanto les He Revelado.
Oren Hijos Míos, por Estados Unidos. Padecerá grandemente, será estremecido y azotado por sus enemigos.
Oren hijos Míos, por Colombia. Su suelo será estremecido y su Pueblo, amenazado. Oren hijos Míos, por China. No muestra la verdad sobre su economía, para que la humanidad entre en pánico.
Oren hijos Míos, por Mis Hijos Predilectos. Para que en todo instante se apeguen a Mi Palabra y a Mi Madre…
Las aguas continuarán deseosas de lavar el pecado del hombre.
Amado Pueblo Mío, no esperen a un Dios lejano, Yo Me encuentro en cada uno. Búsquenme en el interior de cada uno y allí donde sólo tú y Yo nos hablamos, Yo tomaré con todo Mi Amor a Mis ovejas, a las que me siguen y a las extraviadas.
Amado Pueblo Mío, que no les encuentren desprevenidos. Cada uno se examinará a sí mismo. Conviértanse con prontitud. (3)
Amados, la oscuridad llegará inesperadamente y el Maligno enviará a sus demonios sobre la Tierra y junto a los rayos y centellas, atormentarán al hombre sin cesar.
PUEBLO MÍO, NO LES ATEMORIZO, LES EXPLICITO LOS ACONTECIMIENTOS.
Ya que ante tanta algarabía no escuchan y ustedes pretenden continuar así. Pero la mano del hombre ha forjado su propio camino.
Mi amor no se detiene. Es una constante emanación de bien para cada uno de ustedes. Sean portadores de Mi Palabra.
“YO SOY EL QUE SOY” (Ex. 3, 14) y le hablaré a cada uno. Les alimentaré como a las aves del campo. Les aliviaré el dolor y calmaré la sed, porque yo soy su Dios.
Les bendigo. Les amo. Su Jesús.
(1) Fátima: el pedido del Cielo desestimado, leer… (2) El anticristo y sus tentáculos, leer… (3) El Aviso, leer…
Comentario del instrumento
Hermanos (as):
En este derroche de Amor Divino, no podemos pasar inadvertidos los constantes signos de alerta con que nuestro Señor Jesucristo y nuestra Madre Santísima nos llaman para que no nos desapeguemos de la realidad.
Oremos para que la soberbia no se apodere de nosotros, ya que la soberbia es como un globo inflado de aire, se mira a sí mismo grande y por sobre los demás, pero en realidad todo ese sentirse alto y por sobre los demás, se reduce al aire que lo ha inflado. Ese aire no permanece para siempre.
Pidamos la humildad para que cuanto Dios nos da, sea para Su Gloria, pues lo nuestro es el pecado y la nada, porque el Todopoderoso hace proezas en los que no son nada.
Cuanto miramos, en este instante, son las señales del acontecer cotidiano del hombre, no lo miramos a simple vista, sino sólo cuando su estabilidad se ve amenazada.
Confiemos en que nunca somos abandonados de la Mano Divina, cuando todo parece perdido, la Trinidad Sacrosanta y nuestra Madre Santísima vienen en socorro de Sus hijos. Por ello, ¡Que no nos derrote lo venidero! Sino que sea motivo de mantenernos en la Voluntad Divina para alcanzar la Vida Eterna. Amén.
LLAMADOS DE LOS ÚLTIMOS TRES MESES
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, oren por Estados Unidos, será azotado por la Naturaleza. Pueblo Mío ora, porque conociendo no atiendes y no conociendo desatiendes. Hijos, oren por Estados Unidos, su suelo será estremecido. Hijos, oren por Japón, es flagelo que no se detendrá. Oren, los volcanes despiertan nuevamente.
Oren por el País del Norte, ahí Mis hijos sufrirán por la rebeldía de su gobernante contra las Leyes de Dios.
Oren hijos Míos, por California y en especial por San Francisco, será fuertemente estremecida. El agua limpiará la tierra de todo el mal que el hombre vertió sobre ella. San Francisco y las costas cercanas, serán azotadas por el estremecimiento de la tierra y por el mar. Padecerán grandemente por esta causa. Algunos que atacan como leones, arremeterán en esos instantes en que este Pueblo padece.
Oren Hijos Míos, por Estados Unidos. Sufrirá grandemente, la tierra se estremecerá. Ora Pueblo Mío, ora. La Tierra se estremece, el agua se levanta para purificar la Tierra. Estados Unidos. Padecerá y su lamento será estremecedor.
Oren hijitos, no desaprovechen el rezo del Santo Rosario. Reciban a Mi Hijo en la Eucaristía. El Suplantador de Mi Hijo, el Anticristo se mueve en el mundo y se presenta ante ustedes sin que le reconozcan.
Oren hijos Míos, por Estados Unidos: el hombre le hará llorar y padecerá ante el gran estremecer de la Tierra. San Francisco padecerá su lujuria.
El Maligno causará un mal a Mis hijos y les causará confusión. La tierra se estremecerá con fuerza.
Hijos amados oren, conviértanse. Oren por Estados Unidos y Colombia, padecerán con gran dolor. Estados Unidos se conmocionará ante la insidia del terrorismo que le herirá. El gran águila, perderá su plumaje. Un Cuerpo Celeste avanza hacia la Tierra, oren.
Oren, hijos Míos, la Guerra no espera, SIENDO UN NEGOCIO POTENCIAL PARA LOS PODEROSOS, no espera. Y Mi Pueblo no se encuentra preparado. El Águila será herida y actuará sin pensar.
Oren, amados Míos por Mis hijos de Estados Unidos, padecerán flagelos constantes. Arrepiéntanse, hijos, busquen la salvación del alma.
La Tierra se estremece y se estremecerá fuertemente, un esperado terremoto se dará pronto, oren por ello.
Oren, amados Míos por Estados Unidos, padecerá en su corazón y en sus miembros. Los volcanes causarán estragos.
Les pido orar fuertemente por Estados Unidos, su nombre será repetido, escuchado y escrito en todo el mundo. La Naturaleza se acerca, ante la desobediencia de este Pueblo hacia Mi Ley y el dolor será llevado por las manos de hombres hacia esa tierra amada por Mí. La opresión en contra de Mis hijos será vivida por los inocentes y Estados Unidos será estremecida y azotada por el terrorismo.
Oren, Hijos Míos, por Estados Unidos, sufrirá grandemente, la tierra se estremecerá. El agua se levanta para purificar la Tierra. La soberbia del hombre le llevará a la Guerra. Los Pueblos se agitarán, CULPARÁN A MI HIJO DE SUS DESVENTURAS, sin mirarse a sí mismos.
Oren por sus hermanos que adoran al dios dinero, no encontrarán reposo. El volcán Yellowstone amenaza a la humanidad. Oren, hijos Míos, los volcanes despiertan como despierta el oso que invernaba.
La tierra se estremece y los mares se agitan, como ha agitado el águila a países pobres e indefensos, causando dolor a inocentes.
Oren hijos, la falsedad se mantiene ante ustedes. Quienes digan que auxilian y defienden a la humanidad, son los mismos que dan poder armamentista a los terroristas que estremecen a los verdaderos hijos de Dios, mediante la crueldad y la Venganza de Satanás.
Oren, Pueblo Mío, oren por Estados Unidos. Padecerá fuertemente a causa de la Naturaleza.
Padecerá en donde sobreabunda el pecado, en donde sobreabunda la indiferencia hacia Mí y de donde he sido arrojado de Mis hijos.
Oren a tiempo y destiempo.
Oren por Mi amado Pueblo Mejicano, pues Mi Madre encontrándose allí; derrama lágrimas ante tanto niño abortado y ante tanta inmoralidad que debería ser vergüenza de Mis hijos.
http://www.revelacionesmarianas.com/luz_de_maria.html
UN MENSAJE DE ADVERTENCIA PARA EL MUNDO Y PARA LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
7.02.2002
Ciudadela Mía, te he llamado con el fin de que anuncies Mi Retorno. Te he llamado para que reveles Mi insondable Misericordia a todos Mis hijos que siguen sentados en la apatía y en su propio mundo de indiferencia. Mis persistentes llamadas al arrepentimiento no se han oído.
Ahora el mundo se arrastra aún más profundamente en el lodo del pecado y en la sombra de la muerte. Mi semilla está muerta por falta de riego. Muchos de Mis pastores Me han fallado, arrastrando tras ellos millones de almas al Abismo y la perdición. ¿Puede alguien decir: “No hemos sido advertidos, no hemos visto ningún signo celestial”?
Y continúan viviendo para sí mismos… Esta generación se ha vuelto muerta a Mi Palabra y prefiere vivir para Satanás que les da todo lo que se opone a Mi Ley de Amor. Libertad e independencia lo llaman ellos, pero en realidad son cautivos del Maligno.
Ahora, cada hombre está equipado para la guerra. La oscuridad gobierna el mundo. Sus corazones, que son viles y están habitados por toda clase de espíritus malignos, están motivados únicamente hacia el Príncipe de las Tinieblas. Yo os he dado a todos, tiempo y ocasiones para libraros de la maldad y la impiedad. Y para reflexionar sobre Mi Benevolencia en estos tiempos de Misericordia.
Por mandato real, he desplegado sin cesar para vosotros en el cielo, prodigios portentosos para reavivar vuestra fe. Pero tantos de vosotros, especialmente en los Estados Unidos, tras haber sido alentados a seguir la senda de las virtudes que conducen hasta Mí y hacia la Vida Eterna, se han vuelto contra Mí y contra Mis enviados, que son los portadores de Mi Palabra. Y, con desdén, Me han rechazado.
Tanto los encumbrados como los humildes han apretado los dientes resueltos a destruir esta Obra. Mi Reino Imperial está a vuestras mismas puertas… Pero ¿Estáis dispuestos a recibirme?
Con generosidad y con regia prodigalidad he dispuesto un banquete de alimento espiritual para reavivar vuestro espíritu. Cuando Yo estaba ahí, esperándoos para alimentaros con Mi Propia Mano, para salvaros de la muerte, vosotros os negasteis a dar un paso al frente.
Considerando, por lo tanto, vuestra reticencia hacia una verdadera metanoia, 1 Y cómo habéis demostrado a cambio, hostilidad hacia Mis avisos; las anteriores escenas de lamentos que se produjeron. 2
No son nada comparadas con las mañanas de duelo que os aguardan. 3 mañanas de duelo que serán provocadas por vuestra propia mano.
Vuestra nación gobierna en completa oposición a toda Mi Ley de Amor, que difiere de vuestros extraños sistemas de leyes; leyes que cometen los crímenes más atroces hasta el punto de poner en peligro no sólo la tierra, sino también la estabilidad de todo el cosmos.
Yo he cedido Mi Cetro tantas veces, incluso a los seres que no existen. 4 Hoy, con dolor veo desde arriba cómo se volverán contra vosotros vuestros designios.
El mundo ya está saboreando los frutos de su propio plato, provocando que la naturaleza se rebele con convulsiones, acarreando sobre vosotros catástrofes naturales, asfixiándose con vuestras propias intrigas.
Os he estado haciendo señas durante años, pero sólo muy pocos han hecho caso. Esta purificación, que cae ahora como un azote sobre ti generación, atraerá a muchos hacia Mí. Y los que desdeñaron Mis avisos regresarán a Mí en su angustia.
Entonces, cuando todas estas cosas se hayan realizado, cuando todo ser que no existía llegue a existir, prenderé fuego a la tierra y la liberaré del azote.
Cuando Dios habla, Su Voz hace temblar la tierra. Mi Reino estará pronto con vosotros, porque Mi divina visitación está al alcance de la mano.
Y todos los que han sido llamados a dar testimonio abiertamente a cada habitante de esta tierra, dejarán ya de estar reprimidos , puesto que la gente estará como una tierra sedienta, anhelando el rocío de Mis Palabras.
Y ellos testificarán las obras del Dios Supremo y Trino, a quien antes no habían conocido ni visto con los ojos de su alma. Suplicad al cielo que este Tiempo de Purificación no sea tan duro para vosotros, como lo fue para Sodoma y Gomorra.
Mi Iglesia será renovada. Agárrate a Mí Vassula, pues he ligado detrás de Mí a muchos de tus opresores. Levanta Mi Cruz por encima de tu cabeza y glorifícame afirmando Mi poder.
1 Arrepentimiento 2 Alusión al 11 de septiembre de 2001. Este suceso fue anunciado 10 años antes, el 11 de septiembre de 1991, advirtiéndonos que debíamos arrepentirnos 3 Ap 11, 18: “Ha llegado el tiempo de destruir a los que destruyen la tierra” 4 Los espiritualmente muertos
24 DE AGOSTO DE 2015 – 8:20 A.M.
LLAMADO URGENTE DE MARÍA ROSA MÍSTICA A LA GRAN NACIÓN AMERICANA
Hijitos, la paz de Dios os acompañe y mi protección maternal esté siempre con vosotros.
De luto se vestirá la gran Nación Americana, no ha querido volver a Dios y sigue haciendo caso omiso a los llamados del Cielo que la llaman a la conversión. Una gran bola de fuego se aproxima por el espacio que castigará el pecado y la maldad de esta nación.
De las entrañas de su tierra el gran Dragón Amarillo despertará y traerá también desolación y luto a esta gran nación.
¡Qué tristeza siento por mis hijitos de esta tierra americana! Sus ciudades costeras sufrirán y la muerte llegará de repente. Todo el poder y tecnología de esta nación no podrá detener la Justa Ira de Dios.
Grandes pruebas vienen para la nación americana. Recogeos en oración Pueblo de Dios que habitáis en ella. Hijitos de otras naciones volved a vuestra tierra, porque las trompetas anunciarán la Purificación de esta tierra americana.
Como Madre de la Humanidad, hago un llamado urgente a su gobernante y a sus legisladores, para que sean abolidas las leyes que atentan contra la vida y la moral cristiana.
Hijitos, la Justicia de Dios que es recta e inexorable, está próxima a castigar vuestra nación. No seáis insensatos, ni os creáis dioses. Respetad la vida como don de Dios y no retéis a mi Señor.
El pecado del aborto, la masonería, la injusticia social, los bajos instintos y todas las leyes que aprueban las relaciones entre parejas del mismo sexo, son una afrenta al amor y misericordia de Dios y son una vergüenza para vuestra nación.
¡Oh Babilonia de estos Últimos Tiempos, si no volvéis a Dios de corazón, os aseguro que desapareceréis de la faz de la tierra! ¡Mi Padre no os soporta más y ya decretó su sentencia contra vuestra nación!
¡Recapacitad oh Nación del Águila!
¡No sigáis quebrantando los Preceptos de mi Padre; para que no tengáis que conocer su Santa y Justa Ira!.
Hago un llamado urgente a mi Ejército Militante aquí en la Tierra para que cuanto antes se lleve a cabo una gran jornada de oración, ayuno y penitencia, por la gran nación americana.
Se ore también por su gobernante y legisladores para que sean abolidas las leyes que van en contra de natura y cese el derramamiento de sangre inocente.
Soy Yo, vuestra Madre, la Rosa Mística quien os lo pide. Atended a mi LLAMADO ANGUSTIOSO, habitantes de la gran nación americana.
porque están próximos a desencadenarse una serie de eventos cósmicos y naturales que traerán desolación y muerte para vuestra nación.
Le pido HUMILDEMENTE a su gobernante que pare la guerra próxima a desatarse, porque ésta será un FLAGELO para su nación.
Los ejércitos de Gog y Magog se unirán como está escrito. Y TERMINARÁN DESTRUYENDO VUESTRA NACIÓN.
No quedará piedra sobre piedra de ella.
Atended a mi llamado hijitos americanos. Confirmad mis palabras con mis instrumentos que viven en vuestra nación; para que no pongáis en duda mi mensaje.
Seguid el ejemplo de los habitantes de Nínive, que se convirtieron por la predicación de Jonás. Haced también vosotros lo mismo y os aseguro que mi Padre que es lento a la Ira y Rico en Misericordia; se abstendrá por vuestra conversión, de enviaros el Castigo.
Que la paz de Dios os acompañe, hijitos de mi gran nación americana.
Os ama vuestra Madre, María Rosa Mística.
¡LLAMADO ANGUSTIOSO DE DIOS PADRE A LA HUMANIDAD!
Hombres de buena voluntad, que la paz de Dios esté con vosotros. El pecado del hombre de hoy está rompiendo con el equilibrio y la armonía que rigen mi Creación. El Universo y el hombre son esencia del Amor de Dios y guardan una estrecha relación. Mi Juicio a las Naciones es necesario, porque al paso que va la humanidad; si no intervengo, el hombre y su tecnología de muerte destruirían mi creación.
A través de toda la historia de la humanidad, nunca existió una generación tan perversa y pecadora, como sucede al presente. El Cosmos se conmociona por el pecado del hombre de estos Últimos Tiempos. Toda mi creación, exceptuando el hombre, guarda equilibrio y armonía.
Es el hombre, mi criatura más amada la que está rompiendo las leyes naturales y espirituales de todo cuanto existe. Os digo, que el pecado de un solo hombre afecta a muchos. Y el pecado de muchos, afecta el equilibrio de la Creación y rompe con la armonía de las cosas creadas.
La Creación es una sola y en ella está incluida la humanidad. La esencia humana es una sola, los seres humanos no son diferentes en su esencia. El hombre es uno solo, creado a Imagen y Semejanza de su Creador. Hay diferentes razas, pero una sola es la unidad, el ser humano.
Entended que sois seres espirituales y que hacéis parte de un Universo que es también espiritual. Por eso, cuando la relación hombre y cosmos se rompe, se afecta el equilibrio y la armonía que rige en el ecosistema.
Todo fue creado con amor y sabiduría y guarda una estrecha relación. Pero el pecado del hombre de hoy, está rompiendo ese equilibrio espiritual y universal, haciendo que el Universo se descontrole.
El hombre es un universo unido al cosmos y todo está sabiamente relacionado por el amor de Dios Padre. Al romperse el equilibrio del amor por parte del hombre, todas las demás criaturas sufren y la creación se descontrola.
Hijos míos, espero que entendáis todo esto y que recapacitéis y toméis conciencia del daño que vuestro desamor está haciendo a mi Creación.
Recapacitad y volved a mí, que soy la vida; arrepentíos de corazón y haced cadenas de oración, ayuno y penitencia a nivel mundial. Imitad al pueblo de Nínive, entonces tendré misericordia de la humanidad y no la castigaré como merecen sus pecados. Acordaos: Hasta el último segundo esperaré al pecador para que se convierta… De lo contrario, será mi Justicia la que se encargue de restablecer el orden y el derecho.
Estáis ya en tiempos de purificación, cada día se irá intensificando más la Prueba. Grandes acontecimientos en el Cielo y en la Tierra anunciarán el paso de mi Justicia. La Purificación para mi pueblo fiel y orante será más llevadera. Los días serán difíciles, pero si confiáis en vuestro Dios y guardáis sus Preceptos, todo pasará como un sueño para vosotros.
Para todos aquellos que me han dado la espalda, ESTOS DÍAS SERÁN SU PEOR PESADILLA.
La tecnología del hombre de hoy no podrá detener el Fuego de mi Justicia. El Cosmos está a punto de sufrir grandes cambios que afectarán la vida en la tierra. El Universo se conmocionará, las estrellas perderán su brillo, el sol y la luna se oscurecerán (Joel 2, 10).
De las entrañas de mi Tierra, dragones de fuego brotarán y mi creación temblará y gemirá como mujer en parto. La tecnología del hombre se revertirá contra él y en su afán de querer detener el paso de mi Justicia, lo que hará será acrecentar los problemas. Lo que está escrito se cumplirá al pie de la letra, porque no sale una palabra de mi boca, sin que regrese a Mí, dando el fruto esperado.
La falta de agua y la carencia de alimentos traerá la guerra entre las naciones. El conflicto armado sólo producirá más desolación y muerte y hará de mi creación un valle de lágrimas. La soberbia del hombre desencadenará muchas desgracias.
¡Pobre de ti Jerusalén, porque serás probada como se prueba el oro en el fuego! ¡Oh reyes de la tierra, de nada os servirán vuestros corceles y vuestras flechas de fuego, de nada servirán vuestros pájaros de acero, vuestra ciencia y tecnología no servirán de nada en el Tiempo de mi Justicia!
Oh naciones impías que no quisisteis acogeros a mi Misericordia, que negasteis mi existencia, que no hicisteis caso a mis advertencias y que despreciasteis a mis emisarios. ¿Por qué os quejáis y lamentáis ahora? No digáis que no estabais avisadas, porque con mucha anterioridad os había anunciado estos tiempos.
¡Ya es tarde para vosotras Babilonias modernas. Tapasteis vuestros oídos a mi Verdad y vuestros hijos se rebelaron contra Mí, siguiendo cada uno los dictámenes de su perverso corazón!. Nadie os escuchará en el Tiempo de mi Justicia, ya no hay marcha atrás.
Mi Justicia todo lo transformará, todo lo purificará. No os destruiré por completo a pesar de vuestros pecados y maldad, dejaré supervivientes como lo hice con Lot y su familia, ellos habitarán mis Nuevos cielos y mi Nueva Tierra y serán mi Pueblo y yo seré su Dios.
La paz, el amor y la armonía, florecerán como cedros del Líbano y mi Voluntad se hará en los Cielos y en la Tierra y no volverá a recordarse el pasado. La noche de mi Justicia ESTÁ CUBRIENDO mi creación y mis criaturas. El celo por mi heredad me devora.
NO PERMITIRÉ LA DESTRUCCIÓN DE MI CREACIÓN. Pues será asolada y casi destruida por el hombre y su tecnología de muerte. Mi Intervención Divina no permitirá que esto suceda. Mi Adversario encarnado y su doctrina de muerte, hará que la inmensa mayoría de la humanidad atente contra mi creación. La soberbia, apostasía, egoísmo, envidia y prepotencia del hombre de hoy, desencadenarán la desgracia.
Después de la desolación y la desaparición de todos los impíos, restableceré mi Creación y será el nuevo paraíso para mis sobrevivientes.
Mi Tierra la heredarán los hijos de Dios; aquellos que permanecieron firmes y fieles en las pruebas. Ellos brillarán como crisoles, yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo.
Me llamarán y responderé a su llamado; seremos una gran familia en el Amor, la Paz y la Armonía.
Por eso os digo: no desfallezcáis Pueblo mío, porque la hora de vuestra Emancipación se acerca. Permaneced fieles a vuestro Dios y os concederé el gozo de una nueva vida. Mis nuevos cielos y mi nueva tierra os espera. La Gloria de Dios aguarda por vosotros. NO TEMAÍS. Los días están cerca en que vosotros veréis al Rey en todo su esplendor.
Dichosos vosotros Pueblo Mío, porque lo que el ojo no vio, ni el oído escuchó, vosotros lo veréis y escucharéis mañana. Mi reinado está cerca, falta poco. Permaneced perseverantes y fieles a vuestro Dios y la corona de la vida os concederé.
¡Ánimo pueblo mío! No desfallezcáis, porque muy pronto descubriréis el verdadero significado que se encierra en la palabra GOZO.
Que mi paz esté con vosotros y permanezca siempre. Soy vuestro Padre. Jesús Yahvé, Señor de las naciones.
Dad a conocer mis mensajes, pueblo mío.
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