188 UN PERDÓN CONCEDIDO
188 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Están todos en un bosquecillo de las cercanías de Hebrón.
Conversan, sentados en círculo, mientras comen.
Judas, ahora que está seguro de que María irá a ver a su madre, ha vuelto a sus mejores disposiciones de espíritu…
Y trata de borrar con mil atenciones el recuerdo de sus malhumores, para con sus compañeros y las mujeres.
Debe haber ido él al pueblo para comprar.
Porque está contando que lo ha encontrado muy cambiado respecto al año anterior:
– «La noticia de la predicación y milagros de Jesús ha llegado hasta aquí.
La gente ha empezado a recapacitar sobre muchas cosas.
¿Sabes, Maestro, que en esta zona hay una propiedad de Doras?
También la mujer de Cusa posee aquí por estos montes, unas tierras y un castillo propio, de su dote.
Se ve que un poco ella y otro poco los campesinos de Doras han preparado el terreno, porque debe haber aquí alguno de los de Esdrelón.
Doras ordenó que guarden silencio, pero ellos… ¡Yo creo que ni ante el tormento callarían!
Ha causado estupor la muerte del fariseo, ¿Sabes?
Así como la excelente salud de Juana, que vino aquí antes de la Pascua.
¡Ah, y también te ha sido útil el amante de Áglae. ¿Sabes que ella se escapó poco después de haber pasado nosotros por aquí?
Bueno pues él ha sido un demonio para con muchos inocentes, para vengarse.
Así que la gente al final ha pensado en ti como en un vengador de los oprimidos y desea tu presencia.
Quiero decir los mejores…
Jesús responde:
– ¿Vengador de los oprimidos?
Sí, lo soy, pero sobrenaturalmente.
Ninguno de los que me ven con el cetro y la segur en la mano, como rey y justiciero según el espíritu de la tierra, juzga con acierto.
Sí, claro que he venido a liberar de las opresiones:
La del pecado – la más grave -, la de las enfermedades y el desconsuelo; como también de la ignorancia y del egoísmo.
Muchos aprenderán que no es justa la tiranía porque el destino lo haya colocado a uno arriba.
Y que más bien, se debe usar de las posiciones privilegiadas para elevar al que está abajo.
Felipe dice con desconsuelo:
– Lázaro lo hace…
Y también Juana; pero son dos contra centenares…
– Los ríos en el nacimiento, no tienen la anchura que presentan en el estuario.
Son unas gotas, un hilo de agua… Pero luego… hay ríos que en la desembocadura parecen mares.
María de Alfeo comenta:
– ¡El Nilo, ¿No?!
Tu Madre me contaba cosas de cuando fuisteis a Egipto.
Siempre me decía: “Créeme: es un mar, un mar verde-azul.
¡Verlo durante las crecidas es realmente un sueño!”.
Y me hablaba de las plantas que parecían nacer del agua y de esa abundancia de hierba que parecía nacer también del agua cuando se retiraba…
– Pues os digo que de la misma forma que el Nilo en su nacimiento, es un hilo de agua…
Y luego se transforma en un verdadero gigante, esto que ahora es sólo un hilito (Juana, Lázaro, Marta)
inclinado con amor y por amor hacia los más pequeños, llegará a ser una multitud:
¡Cuántos!, ¡Oh, cuántos!
Jesús parece como si estuviera viendo a estos que serán misericordiosos para con sus hermanos...
Y sonríe, absorto en su visión.
Juan está junto a Judas,
y le dice en corto…
– ¿¡Creerías que el arquisinagogo quería venir conmigo!?
Pero no se atrevió a tomar por sí solo la decisión:
¿Te acuerdas Juan, cómo nos rechazó el año pasado?
Juan responde:
– Sí…
Pero vamos a decírselo al Maestro.
Le preguntan a Jesús,
y Él responde:
– Entraremos en Hebrón si desean mi Presencia.
Y si nos llaman, nos detendremos un corto tiempo…
Si no, pasaremos sin detenernos.
Así visitaremos también la casa de Juan el Bautista.
¿De quién es ahora?
Judas replica:
– Creo que de quien quiere.
Samay se marchó y no ha vuelto.
Ha quitado el mobiliario y la servidumbre.
Los habitantes de la ciudad, para vengarse de sus vejaciones…
Han abierto una brecha en el muro de protección…
Y ahora la casa es de todos; al menos el jardín.
Cuando termina la comida se levantan, caminan hasta el poblado y se dirigen a la casa de Zacarías…
En la entrada un lugareño les dice que desde que Aglae se marchó, el herodiano abandonó la propiedad.
Y después Shiammay fue asesinado, por algún asunto de mujeres…
Bartolomé comenta:
– ¡Alguna trama podrida de la corte, sin duda!
Y algo masculla Natanael entre dientes.
La casa de Zacarías ahora es punto de reunión, para venerar a su Juan.
Cuando les falta poco para llegar, ven acercarse a un grupo compacto de gente de la ciudad.
Se acercan un poco vacilantes, curiosos y cohibidos.
Pero Jesús los saluda con una sonrisa, lo cual hace que se sientan más seguros.
El grupo entonces se divide, con lo cual deja ver al arquisinagogo irrespetuoso del año anterior.
– ¡Paz a ti!
¿Nos permites detenernos en tu ciudad?
Vienen conmigo mis discípulos predilectos y las madres de algunos de ellos.
El hombre está ruborizado…
– Maestro…
¿Pero no nos guardas rencor, al menos a mí?
– ¿Rencor?
¡No lo conozco, ni sé por qué motivo debería sentirlo
– El año pasado fui violento contigo…
– Fuiste violento con el Desconocido…
Creyéndote en el derecho de serlo.
Luego viste claro y te arrepentiste de lo que habías hecho.
Mira, son cosas pasadas…
Y de la misma forma que el arrepentimiento anula la culpa, el presente anula el pasado.
Ahora, para ti, Yo ya no soy el Desconocido.
¡Qué sentimientos tienes pues, respecto a Mí en este momento?
– De respeto, Señor.
De… deseo de…
– ¿Deseo?
¿Qué quieres de Mí?
– Quiero conocerte más de lo que te conozco.
– ¿Cómo?
¿De qué forma?
– A través de tu palabra y de tu obra.
Nos ha llegado noticia de Tí, de tu doctrina y poder; se ha dicho incluso que contribuiste a la liberación de Juan…
Significa que no lo odiabas, que no tratabas de suplantar a nuestro Juan
Él mismo no ha negado que por Tí, volvió a ver el valle del santo Jordán.
Hemos ido a verlo y le hemos hablado de Tí.
Nos ha dicho:
“No sabéis lo que habéis rechazado.
Debería maldeciros, pero os perdono porque El me ha enseñado a perdonar y a ser manso.
No obstante, si no queréis ser anatemas ante el Señor y ante mí su siervo, amad al Mesías.
Y no dudéis.
Su testimonio es éste:
Espíritu de paz, amor perfecto, sabiduría que supera a cualquier otra, doctrina celestial;
mansedumbre absoluta, poder sobre todas las cosas, humildad total, castidad angelical.
Cuando respiréis paz ante un hombre que se dice Mesías, cuando bebáis amor, el amor que emana de Él.
Cuando paséis de vuestras tinieblas a la Luz, cuando veáis la redención de los pecadores y la curación de los cuerpos, decid:
` ¡Éste es verdaderamente el Cordero de Dios!'”.
Pues bien, nosotros sabemos que tus obras son las que dice nuestro Juan;
por tanto, perdónanos, ámanos, danos eso que el mundo espera de Tí.
– Estoy aquí para esto.
Vengo de muy lejos para dar también a la ciudad de Juan
lo que ofrezco en todos los lugares en que se me recibe.
¿Qué deseáis de Mí?
– Nosotros también tenemos enfermos y somos ignorantes.
Especialmente en lo que concierne al amor y a la bondad.
Juan, en su amor total a Dios, tiene mano férrea y palabra de fuego;
quiere doblegar a todos como un gigante comba un tallito de hierba.
Muchos se desaniman porque el hombre es más pecador que santo.
¡Es difícil ser santo!…
Se dice que Tú no sometes, sino que elevas; que no cauterizas, sino que aplicas bálsamos;
que no trituras, sino que acaricias.
Se sabe que eres paternal con los pecadores, que dominas las enfermedades, cualesquiera que sean;
sobre todo las del corazón.
Los rabíes ya no lo saben hacer.
– Traedme a vuestros enfermos.
Luego reuníos en este jardín que fue elevado a templo por la Gracia que en él habitó…
Y que después quedó abandonado y fue profanado por el pecado.
Los hebronitas se esparcen en todas las direcciones, como golondrinas.
Se queda el arquisinagogo, que atraviesa con Jesús y sus discípulos la cerca del jardín;
para ir a la sombra de una vasta pérgola recubierta de una maraña de rosas y parras, que han crecido según su beneplácito.
Regresan pronto, trayendo a un paralítico recostado en una camilla, a una joven ciega, a un mudito…
Y a otros dos enfermos que vienen apoyándose en los que los acompañan.
– Paz a ti.
Es el saludo de Jesús a cada uno de los enfermos que se acerca.
Luego la dulce pregunta:
– « ¿Qué deseáis que os haga?»
Seguido por el coro de lamentos de estos desdichados,
con que cada uno de ellos quiere narrar su propia historia.
Luego Jesús que estaba sentado, se levanta y va hacia el mudito.
Le moja los labios con su saliva y pronuncia la magnífica palabra « ¡Ábrete!».
Repite la misma palabra mientras moja con su dedo húmedo de saliva los párpados sin abertura de la ciega.
Luego da la mano al paralítico y le dice: « ¡Levántate!».
Por último, impone las manos a los dos enfermos diciendo: « ¡Quedad sanos, en el nombre del Señor!».
Y el mudito, que antes sólo emitía gemidos, dice claramente:
– « ¡Mamá!».
La joven ciega, abre sus párpados y los cierra ante la luz…
Se protege con sus dedos del desconocido sol, llora, ríe y mira, apretando los párpados;
porque no está acostumbrada a la luz, a las plantas, a la tierra, a las personas, a Jesús especialmente.
El paralítico, con movimientos seguros, baja de las angarillas, que los compasivos hebronitas levantan ahora vacías;
para que los que están lejos se den cuenta de que se ha cumplido el milagro.
Los dos enfermos lloran de alegría y se arrodillan ante su Salvador para venerarlo.
La muchedumbre prorrumpe en un frenético clamor de júbilo.
Tomás, que está al lado de Judas, lo mira tan fijamente y con una expresión tan clara,
que éste le responde:
– He sido un estúpido, perdona.
Mientras los Hosananas para el Mesías, inundan el aire en Hebrón…
28.- NÉMESIS
Un hombre como de cuarenta años, alto, atlético. Con un rostro en el que resaltan unos ojos castaños de mirada dulce y bondadosa, examina con delicadeza y movimientos expertos…
Y luego declara:
– Sí, Lautaro. Fui médico militar. La guerra es una buena escuela. La herida de la cabeza es leve. Cuando éste, -señaló a Bernabé- lo aventó contra la pared, el joven extendió el brazo tratando de protegerse y al caer pegó contra la balaustrada y se le desarticuló. Así fue como se fracturó también las costillas, pero por lo mismo, salvó la cabeza y su vida.
El anciano replica:
– Sabemos que eres un buen médico y por eso mandé a buscarte.
Y mientras platican, Mauro empezó a reducir el brazo para entablillarlo…
Y Marco Aurelio se desmayó. Lo cual lo favoreció, pues así no sintió el sufrimiento causado al volver a articular el brazo y la reducción de los huesos rotos. Terminada la operación, Marco Aurelio recuperó el conocimiento y vio delante de él a Alexandra.
Ella está a su cabecera, sosteniendo una palangana, donde Mauro introduce una esponja y humedece la cabeza de su paciente.
Marco Aurelio no puede dar crédito a sus ojos. Creyó estar soñando y después de largo rato, musitó como un suspiro:
– ¡Alexandra!
La palangana tembló en las manos de ella, al escuchar ese llamado. Lo miró con tristeza y le contestó en voz baja:
– ¡Que la paz sea contigo!
Y permaneció allí de pie, mirándolo con compasión y mucha tristeza.
Marco Aurelio a su vez la mira anhelante, extasiado ante ella, deseando grabarse su imagen. Ve su rostro pálido, las hermosas trenzas de negros cabellos, vestida con su ropa de esclava.
Sus ojos bellísimos y preocupados mientras le atienden…
El tribuno la envuelve con una mirada tan intensa, que la hace ruborizar. Mientras la contempla, reflexiona que esa palidez y esa pobreza en que ahora la ve, son obra suya. Que ha sido él, el que la arrancara de una casa en la que ella vivía rodeada de amor y comodidades.
Él le había quitado su bienestar para arrojarla en aquella mísera estancia, vistiéndola con aquella pobre túnica de lana oscura.
Y le dijo emocionado:
– Alexandra… Tú no permitiste mi muerte.
Ella contestó con dulzura:
– Quiera Dios devolverte la salud.
Para Marco Aurelio, que ahora ve todos los agravios que le ha inferido; esas palabras fueron como un bálsamo, que le llegó hasta lo más íntimo del alma. Y si poco antes el dolor le había debilitado, ahora lo desfallece la emoción…
Y una especie de languidez profunda, a la par que inefable, se apoderó de todo su ser, con un gozo incomparable.
Mientras tanto, Mauro después de lavarle la herida en la cabeza, le aplicó un ungüento.
Bernabé se llevó la palangana y Alexandra le dio al herido, una copa con vino medicado para el dolor; sosteniéndole con delicadeza, mientras se la acerca a los labios. Más tarde ella llevó la copa vacía al aposento contiguo.
El ya casi ha recuperado sus facultades y Lautaro, después de hablar con Mauro, se aproximó al lecho y dijo:
– Dios no te ha permitido ejecutar una mala acción y te ha conservado la vida a fin de que reflexiones y te arrepientas. Él ante quien el hombre es solo polvo, te entregó indefenso en nuestras manos… Pero Cristo en quién creemos nos ha ordenado amar aún a nuestros enemigos.
Por eso hemos curado tus heridas y como Alexandra te lo ha dicho, imploramos a Dios para que te devuelva la salud. Más no podemos permanecer consagrados a tus cuidados… Piensa con calma y medita bien si es digno de ti, continuar en tu persecución contra ella.
Ya lo ves: has dejado a esa joven sin tutores y a nosotros sin techo. Pero te perdonamos y te devolvemos bien por mal.
Marco Aurelio preguntó:
– ¿Me abandonaréis acaso?
Lautaro declaró:
– Vamos a abandonar esta casa, para escapar de la persecución del Prefecto. Tu compañero murió. Tú que eres poderoso entre los tuyos, estás herido. De todo esto nosotros no tenemos la culpa, pero puede caer sobre nosotros la cólera de la ley de Roma.
– No temáis que os persigan, yo os protegeré
Lautaro se calló que no se trataba solo de ellos. Sino de proteger a Alexandra de él y de su porfiada persecución personal.
Y solo dijo:
– Señor, tu brazo derecho está sano. Aquí tienes tablillas y un stylus. Escribe a tu casa para que tus sirvientes traigan una litera y te lleven a donde tendrás comodidades que no podemos ofrecerte en medio de nuestra escasez. Vivimos aquí con una pobre viuda que vendrá más tarde acompañada por su hijo. Éste podrá llevar tu carta. En cuanto a nosotros, tendremos que buscar otro lugar…
Marco Aurelio se puso pálido.
Comprendió que lo que quieren es separarlo de ella y que si ahora la pierde otra vez, no volverá a verla nunca. Mil ideas cruzaron por su mente en unos segundos. Necesita evitarlo e influir desesperadamente en Alexandra y en sus guardianes, pero no sabe cómo.
Lo esencial es verla. Gozar de su presencia, aunque solo fuese por unos pocos días y luego decidirá qué hacer.
Y por esto, reuniendo con esfuerzo sus pensamientos, dijo:
– Escúchenme cristianos. Antes yo no os conocía y vuestros hechos me demuestran, que sois gente buena y honrada. A esa viuda que ocupa esta casa, decidle que permanezca en ella. Quédense también ustedes y déjenme que los acompañe.
Este hombre que es médico, sabe que no es posible que me traslade hoy fuera de aquí. Estoy enfermo. Tengo un brazo y las costillas rotas. Debo permanecer inmóvil, al menos unos días. Por consiguiente os declaro que no saldré de esta casa, a menos que me arrojéis por la fuerza… –y aquí se detuvo porque la respiración le faltó.
Lautaro respondió:
– No emplearemos ningún género de violencia contra ti, señor. Deseamos tan solo salvar nuestras vidas.
Marco Aurelio no está acostumbrado a las objeciones.
Frunció el ceño y dijo:
– Permitidme tomar aliento…
Luego de unos instantes, declaró:
– Por Atlante a quién mató Bernabé, nadie ha de preguntar. Él debía partir hoy a Benevento a donde fue llamado por Haloto y todos creerán que se ha ido. Cuando entramos en esta casa, nadie nos vio, a excepción de un griego que estuvo con nosotros.
Les indicaré donde vive ese hombre, tráiganlo aquí. Comunicaré en una carta que también he partido para Benevento. Si el griego dio algún aviso al Prefecto, declararé que fui yo quien mató a Atlante y él, quién me rompió el brazo.
Esto haré. Os lo juro por las sombras de mi padre y de mi madre. Podéis permanecer aquí con la seguridad de que nadie os hará ningún daño. Haced venir a ese hombre, ese griego cuyo nombre es Prócoro Quironio.
Lautaro contestó:
– Entonces Mauro se quedará contigo y te atenderá la viuda.
Marco Aurelio replicó frunciendo todavía más el ceño:
– Fíjate bien anciano, en lo que te estoy diciendo. Yo te debo gratitud y tú me pareces un hombre bueno y honrado, más no me dices lo que verdaderamente piensas. Tienes miedo de que yo haga venir a mis esclavos y se lleven a Alexandra. ¿No es verdad?
Lautaro contestó con acento severo:
– Así es.
– Entonces ten presente esto. Hablaré a Prócoro delante de todos vosotros. Y escribiré a mi casa una carta, donde anuncio mi viaje a Benevento. No me valdré en lo sucesivo de otros mensajeros, más que de ustedes. Tened esto en cuenta y no me irritéis más.
Y Marco Aurelio tiene contraído el rostro por la indignación.
Y luego añadió con exaltación:
– ¿Crees que negaré que mi deseo de permanecer aquí es para verla? Aunque tratara de ocultarlo, eso lo adivinaría un necio. Pero ya no volveré a intentar llevármela por la fuerza. Te diré más: si ella se niega a permanecer aquí, haré pedazos con esta mano que tengo sana, los vendajes que habéis puesto sobre mi cuerpo.
No tomaré alimentos, ni bebidas. Y dejaré que mi muerte caiga sobre ti y tus hermanos. ¿Para qué me has atendido entonces? ¿Por qué no has dado orden de que me maten?
Y al decir estas últimas palabras, tiene el semblante pálido de ira y de agotamiento.
Alexandra al oírlo, está segura de que Marco Aurelio cumplirá lo que dice y se quedó anonadada, ante la amenaza de estas palabras. Ella no quiere que muera. Indefenso y herido, ya no le tiene miedo, sino compasión.
Marco Aurelio ejerció en su suerte una influencia demasiado trascendental y ha intervenido de tal forma en su vida, que nunca podrá olvidarlo.
Días enteros ha pensado en él e implorado de Dios que lo guíe a la Luz y lo convierta. Que le diera una oportunidad para que ella pueda devolverle bien, por el mal que de él recibiera. Perdón y misericordia a cambio de su persecución, ablandándole el corazón y ganándolo para la causa de Cristo. Dándole la gracia de la salvación…
Y creyó que éste era el momento preciso y que sus plegarias habían sido escuchadas.
Se acercó a Lautaro con serena dignidad. Con tanta majestad, que el anciano presbítero comprendió que una Voluntad más alta, es la que habla por su boca, cuando ella tranquilamente declara:
– Permanezca él entre nosotros, Lautaro. Con él nos quedaremos hasta que Cristo le devuelva la salud completa.
Lautaro confirma muy respetuoso:
– Sea como tú lo dices.
Marco Aurelio, que en todo ese tiempo no había apartado la vista de Alexandra, quedó impactado.
La obediencia reverente del anciano, ¿A qué? ¿A quién?… Le causó una impresión avasalladora. Alexandra apareció ante sus ojos como una especie de sacerdotisa, en medio de los cristianos. Por un momento irradió una Presencia, que la iluminaba toda.
Y él se sintió subyugado a la emanación de aquella Presencia, aquella especie de Luz invisible que se percibió en la doncella. Y al amor que hasta ese momento le había arrastrado hacia ella, se unió algo así como un temor reverencial. Y su pasión le pareció por mi primera vez, algo rayano en la insolencia.
Jamás hubiera creído que las relaciones que hay entre ella y él, tomarían un giro de ciento ochenta grados. Ahora no es ella la que depende de su voluntad. Es él, el que está en aquel lugar, quebrantado y enfermo.
Ha dejado de ser una fuerza ofensiva y conquistadora hasta quedar indefenso, entregado por completo a la merced y a los cuidados de la joven. Para su índole altiva y dominante, con cualquier otra persona que no fuera Alexandra, esto hubiera sido una tremenda humillación.
Pero en lugar de sentirla, creció su admiración, su respeto y su reconocimiento hacia la que ahora es su dueña absoluta.
Desea manifestarle su gratitud desde el fondo de su corazón, junto con todos los sentimientos que él alberga y que jamás mujer alguna le había inspirado. Pero con todo lo que ha pasado está extenuado y no le es posible hablar.
Con la mirada le expresa todo y también el inmenso júbilo que lo invade, porque va a permanecer a su lado. Va a poder verla y tenerla cerca. Su único temor es perder más tarde, lo que por fin ha conquistado.
¡Todo es tan sorprendente! Y lo más inusitado es la timidez. Pues cuando ella se acercó a darle de beber, no se atrevió ni siquiera a tocar su mano. Y ella lo notó.
Por primera vez se analizó a sí mismo y vio que era tiránico, insolente, corrompido hasta cierto punto y en caso necesario, también era inexorable e implacable. La vida militar le había dejado con su disciplina, unos resabios de justicia, de religión y de conciencia suficientes, para discernir que no puede ser ruin, con quién le está dando una lección de magnanimidad y de bondad tan regios.
Cuando se enoja es muy impulsivo y en su furia puede arrasar como un huracán. Pero ahora se siente dominado por una ternura insólita, está enfermo y desvalido. Lo único que le importa es que nadie se interponga entre él y Alexandra.
Advirtió también con asombro que desde el momento en que ella se puso de su parte, todos se rindieron. Es como si estuvieran confiados en que son protegidos por un poder sobrenatural.
Marco Aurelio le pidió nuevamente a Lautaro que fuesen a buscar al griego y él mandó a Bernabé. Después de tomar el domicilio, éste tomó su manto y salió apresuradamente.
Prócoro fue despertado por la esclava, que le anunció que una persona pregunta por él y desea verlo con urgencia. El griego se levantó, se aseó rápido y fue a ver quién lo busca. Y se quedó petrificado…
Mudo por el asombro, mira al colosal parto.
Bernabé declaró:
– Prócoro Quironio, tu señor Marco Aurelio te ordena que vengas conmigo a donde se encuentra él.
Más tarde, Prócoro y Bernabé cruzaron la entrada y el primer patio. Llegaron al corredor que conduce al jardín de la casita y entraron en ella. La tarde está nublada y fría.
En la semipenumbra, Marco Aurelio adivinó, más que reconocer a Prócoro, en aquel hombre encaperuzado.
El griego vio en el extremo de la habitación junto a una ventana, un lecho y al tribuno acostado en él. Se le acercó y sin mirar a ninguno de los presentes, le dijo:
– ¡Oh, señor! ¿Por qué no has…?
Pero Marco Aurelio le cortó en seco:
– Silencio y escucha con atención. – Y mirando a Prócoro fijamente; de manera enfática y pausada; como queriendo significar al griego que cada una de sus palabras es una orden, agregó- Atlante se arrojó sobre mí intentando robarme y en defensa de mi vida, yo le maté. ¿Entiendes? Estas gentes curaron las heridas que recibí en la lucha.
Prócoro comprendió al punto.
Y sin demostrar duda ni asombro, levantó los ojos hacia lo alto y exclamó:
– ¡Pérfido malhechor! Pero yo te advertí señor, que desconfiases de él porque era un pícaro. ¡Ah! Pero ¡Caer sobre su benefactor, sobre un hombre tan magnánimo…!
Marco Aurelio lo miró interrogante y con una entonación muy especial, le dijo:
– ¿Qué has hecho hoy?…
– ¿Cómo? ¿Qué?… ¿No te he dicho señor, que hice voto por tu salud?
– ¿Nada más?
– Me preparaba a venir a visitarte, cuando este buen hombre llegó a mi casa y me dijo que enviabas por mí.
– Aquí tienes una tablilla. Con ella irás a mi casa. Buscarás a Dionisio, mi mayordomo y se la darás. En esa tabla le comunico que he partido para Benevento. De tu parte le dirás que me fui esta mañana, llamado por una carta urgente de Petronio –y aquí recalcó- He ido a Benevento, ¿Entiendes?
– Te has ido, señor. Esta mañana te despedí en la Puerta Capena. Y desde el momento de tu partida se apoderó de mí tal nostalgia, que si tu magnanimidad no viene a endulzarla, he de llorar hasta morir.
Marco Aurelio, aunque enfermo y habituado a las artimañas del griego, no puede reprimir una sonrisa. Está contento de que Prócoro le haya comprendido inmediatamente.
Así que dijo:
– Entonces también escribiré, que te enjuguen las lágrimas. Dame la vela.
Prócoro se adelantó unos pasos hacia la chimenea y tomó una de las velas que ardían junto a la pared. Pero mientras hizo esto, se le cayó el capuchón y la luz le dio de lleno en la cara.
Mauro saltó de su asiento. Y poniéndosele al frente, le preguntó:
– ¿Nicias, no me reconoces?
Y había en su voz una entonación tan terrible que todos se volvieron a mirarle, asombrados.
Prócoro alzó la vela y se le cortó la respiración. Horrorizado la dejó caer al suelo y empezó a gemir:
– ¡Yo no soy…! ¡Yo no soy…! ¡Perdón!
Mauro se volvió a los cristianos allí reunidos y les dijo:
– ¡Éste es el hombre que me traicionó! ¡Y que nos arruinó a mí y a mi familia!
La historia la saben todos, hasta Marco Aurelio.
Prócoro gimió:
– ¡Perdón! ¡Oh, señor Marco Aurelio! ¡Sálvame! Yo he confiado en ti. Ayúdame… tu carta… yo la entregaré… Por favor, señor…
Pero el patricio que conoce muy bien al griego, declaró:
– ¡Entiérrenlo en el jardín! Otro puede llevar la carta.
Prócoro escuchó esta sentencia de muerte y mira aterrado las manos de Bernabé, que lo ha tomado por el cuello mientras él se arrodillaba diciendo:
– ¡Por vuestro Dios! ¡Tened piedad de mí! ¡Seré cristiano!¡Mauro! ¡Hazme tu esclavo pero no me mates! ¡Ten piedad!…
Un silencio denso siguió a estas palabras…
Mauro cerró los ojos y aspiró profundamente. Se vio el esfuerzo que hizo para dominarse. Oró en silencio y después de una larga pausa, dijo:
– Nicias… ¡Qué Dios te perdone como yo te perdono los crímenes que cometiste contra mí! Yo te bendigo e imploro de Dios que te bendiga con tu conversión.
Y Bernabé soltó al griego diciendo:
– ¡Que el Salvador tenga piedad de ti, así como yo ahora!
Prócoro se desplomó en el suelo y miró a todos lados aterrorizado, sin poder creer lo que está sucediendo.
Lautaro dijo:
– Vete. Arrepiéntete para que Dios te perdone, como nosotros te hemos perdonado.
Prócoro se levantó sin poder hablar. Se aproximó al lecho de Marco Aurelio. Éste acaba de condenarlo a pesar de haber sido su cómplice.
Y los demás, que son los ofendidos, le perdonaron y le dejan ir. Esta idea estará fija en su mente más tarde.
Y sin poder asimilar lo sucedido, le dijo a Marco Aurelio con voz quebrantada:
– Dame la carta, señor…Dame la carta.
Y tomando la carta que el tribuno le alargó, hizo una reverencia a todos. Y salió despavorido.
Cuando se sintió a salvo en la calle, se preguntó una y otra vez:
– ¿Por qué no me mataron?
Y no encuentra una respuesta a esta pregunta.
Marco Aurelio está tan asombrado como Prócoro.
Que esas gentes le hayan tratado de aquella manera, en lugar de tomar venganza por el asalto que él mismo había perpetrado a su hogar. Y le hubieran curado sus heridas con solicitud, es algo que atribuye en parte a la doctrina que todos ahí profesan.
Pero la conducta que han tenido con Prócoro, es algo que está totalmente fuera del alcance de su comprensión, porque rebasa los límites de la magnanimidad a que puedan llegar los hombres.
Y aturdido se pregunta al pensar en los crímenes que Prócoro había cometido: ¿Por qué no mataron al griego?
Habrían podido hacerlo con absoluta impunidad. Bernabé lo habría enterrado en el jardín. O podía tirarlo por la noche al río Tíber, ya que durante ese período de asesinatos nocturnos, algunos cometidos por el mismo César en persona; el río arroja por las mañanas cuerpos humanos con tanta frecuencia, que nadie se preocupa por averiguar de dónde proceden.
En su concepto, los cristianos tienen no solo el poder, sino el derecho de matar a Prócoro. Porque la venganza de una ofensa personal y más siendo tan grave como la que recibiera Mauro, le parece no solo natural, sino totalmente justificada. El abandono de tal derecho, le parece totalmente inconcebible. ¡Y no logra entenderlo!
Lautaro había dicho que se debía amar a los enemigos, pero nunca había visto la aplicación de esta teoría que le parece imposible. Y todavía no logra asimilar lo que ha ocurrido. ¡Ni siquiera entregaron al griego al tribunal!
Prócoro le infirió a Mauro el más terrible agravio que un hombre puede hacer a otro. El solo pensamiento de que alguien matase a Alexandra y vendiese a sus hijos como esclavos ¡Le subleva el corazón como una caldera!
¡Él…! ¡No existe tormento que no fuera capaz de aplicar en satisfacción de su venganza! ¡La crucifixión le parece poco! ¡Aunque Prócoro muriese un millón veces, nunca pagaría lo que hizo!
Pero Mauro ha perdonado.
Bernabé, que ha matado a Atlante en defensa propia; le había perdonado.
La única respuesta es:
Los cristianos al abstenerse de matar a Prócoro, le han dado una prueba de bondad tan grande, que no tiene paralelo en el mundo. También han demostrado el amor por sus semejantes que les lleva a olvidarse de sí mismos; de las ofensas recibidas, de su propio bienestar o infortunio.
Porque viven solo para su Dios. Y lo más sorprendente es que después de que Prócoro se fue, en todos los semblantes parece resplandecer una íntima alegría. Y hay una paz tan contagiosa, como Marco Aurelio no la había experimentado jamás.
Lautaro se aproximó a Mauro, le puso la mano en el hombro y dijo:
– Demos gracias al Altísimo, porque Cristo ha triunfado una vez más.
Mauro levantó la cara y sus ojos reflejan una serena bondad. ¡Y su rostro irradia la misma extraña Presencia, que el de Alexandra cuando le permitió quedarse!
Marco Aurelio, que solo conoce el placer o la satisfacción nacidos de la venganza, lo mira con curiosidad; sin poder evitar pensar, que aquello es una locura.
Y en lo profundo de su corazón sintió un indignado asombro, cuando vio a Alexandra posar sus labios de reina sobre las manos de aquel hombre. Y le pareció que el orden del mundo está totalmente trastornado.
Lautaro declaró que aquel era un día de grandes victorias.
Y cuando Alexandra regresó a llevarle una bebida caliente, Marco Aurelio la tomó de la mano y le dijo:
– ¿Entonces tú también me has perdonado a mí?
Alexandra lo miró con compasión y dijo:
– Somos cristianos y no nos está permitido guardar rencor en nuestro corazón.
Marco Aurelio la miró con una mayor admiración…
Y dijo:
– Alexandra, Quienquiera que sea tu Dios, le rindo homenaje solo porque es tu Dios.
– Le alabarás desde el fondo de tu corazón, cuando lo conozcas y hayas aprendido a amarle.
Marco Aurelio cerró los ojos, pues se siente demasiado débil. Ella se fue y regresó más tarde para ver si él dormía. Pero al sentirla, Marco Aurelio abrió los ojos y le sonrió.
Alexandra puso su mano sobre su rostro mientras le dice suavemente:
– Duerme y descansa.
Marco Aurelio experimentó y se dejó dominar por una sensación de dulcísimo bienestar. Pero luego se sintió más penosamente mal.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
D24 VIERNES SANGRIENTO EN PARÍS
FRANCIA HERIDA EN SU CORAZÓN
ATAQUE TERRORISTA EN PARIS DEJA MÁS DE 130 MUERTOS Y 350 HERIDOS (99 EN ESTADO GRAVE)
EN MÚLTIPLES ATENTADOS
Tenemos que estar conscientes que lo que se interpreta como ‘Castigos del Cielo’… En realidad es como ha sucedido desde tiempos inmemoriales y la Biblia lo confirma con lo ocurrido al Pueblo de Israel, cada vez que se alejaba de Dios:
DIOS RETIRA SU PROTECTORA BENDICIÓN
Y EL HOMBRE DEBE ‘SABOREAR’ LA AMARGURA QUE SIGNIFICA, NO TENERLO A ÉL.
El Pueblo de Israel, entibió su FE… Y ‘olvidó a su Dios’. Dios retiró ‘su Protección’… Y SATANÁS EJERCIÓ SU PODER…
Y Nabucodonosor llevó a cabo varias campañas sobre Siria y Judá.
Un intento de invasión a Egipto en 601 a. C. tuvo algunos contratiempos, causados por diversas rebeliones en el área del Levante incluyendo Judá. Nabucodonosor terminó con las rebeliones, capturando Jerusalén el 587 a. C. y llevando al rey Jeconías a Babilonia. Cuando el faraón Apries intentó nuevamente una invasión a Palestina, en el 589 a. C. Judá y otros estados de la región se rebelaron.
Un segundo asedio de Jerusalén ocurrió en 587/586 a. C., finalizando con la destrucción del Templo que construyó Salomón y la ciudad. Y coronando todo con la deportación de muchos ciudadanos hebreos a Babilonia. Estos hechos se describen en los libros bíblicos de Reyes, Jeremías y Crónicas. Después de la destrucción de Jerusalén, Nabucodonosor sostuvo un asedio sobre Tiro (585-572 a. C.) que terminó con un compromiso, donde la ciudad aceptaba la autoridad de Babilonia.
Completando así la subyugación de Fenicia. Y luego de atormentar Egipto, Nabucodonosor se dedicó a adornar la ciudad de Babilonia, construir canales, acueductos y reservas.
El Señor permitió a Nabucodonosor ‘Ser el flagelo, para que el Pueblo Elegido recuperara la cordura…‘ Y el tirano asirio conquistó Jerusalén, destruyó el Primer Templo y esclavizó al Pueblo de Israel, por 400 años. En otras palabras: ‘Dios permitió que Satanás y los enemigos de Israel hicieran de las suyas’.
Y AL NO DETENER A LOS ENEMIGOS DE ISRAEL, Satanás ‘flageló al Pueblo de Dios.’
Nabucodonosor es más ampliamente conocido a través de su descripción en la Biblia, especialmente en el Libro de Daniel; que discute varios eventos de su reinado en adición a su conquista de Jerusalén:
En el segundo año de su reinado, Nabucodonosor sueña con una gran imagen hecha de varios materiales (oro, plata, bronce, hierro, y barro cocido) que es destruida totalmente. El Profeta Daniel lo interpreta de modo que representa el auge y la caída de los poderes mundiales (Daniel Capítulo 2).
Durante otro incidente, Nabucodonosor levanta un enorme ídolo de oro para ser venerado durante una ceremonia pública en el llano de Dura. Cuando tres judíos, Ananías, Misael, y Azarías (Sedrac, Mesac, y Abed-nego) rehusaron formar parte de tal acto. El rey los mandó a ser lanzados a un horno ardiente. Pero al momento de ser arrojados, fueron salvados por un ángel y surgieron ilesos (Daniel Capítulo 3).
Otro sueño, esta vez de un árbol inmenso; es interpretado por Daniel el profeta. El sueño anunciaba el destino del rey viviendo junto a las bestias y comportándose como éstas (Daniel Capítulo 4).
Mientras presumía sobre sus logros, Nabucodonosor es humillado por Yahvé.
El rey pierde la cordura y vive en la selva como un animal durante siete años (algunos lo consideran como un ataque de locura llamado zoantropía clínica). Después de esto, su cordura y postura fueron recobradas.
En la actualidad, el Cielo alerta a la humanidad, NO PARA ATEMORIZARNOS; sino para que comprendamos el instante tan difícil, que estamos viviendo toda la humanidad.
El hombre se ha alejado de su Creador. Y una humanidad sin Dios, es tomada por el Mal para crear más mal. Por lo tanto tenemos que trascender la oración y ser hijos conscientes. Y llevar a la práctica el obrar y actuar Divinos, ya que el Cielo mismo se duele ante el padecer de los inocentes.
Estos actos que nos avergüenzan; a la vez nos deben llevar a no cerrarnos… A NO NEGAR LOS MENSAJES, para que algunos NO continúen predicando, que todo está bien en el mundo.
PROFECÍAS
Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María
04.01.2015 La tierra se estremece ante la prontitud de Mi Segunda Venida. Se estremece ante el hombre que no la reconoce, se estremece ante el terrorismo que causará devastación: oren por Inglaterra, Francia y España.
26.02.2015 Yo les invito a orar por Francia, el dolor llega a ella.
09.03.2015 Les llamo a orar por Francia, sufrirá en manos del terrorismo.
19.04.2015 Oren, amados Míos, por Francia, padecerá fuertemente el odio de sus hermanos.
26.06.2015 Oren hijos Míos, por Francia, arderá en desdichas.
28.06.2015 Oren hijos Míos, oren por Francia e Inglaterra, padecerán el peso de la mano del terrorismo.
30.09.2015 Oren amados Míos, oren por Francia; padecerá con gran dolor.
La Santísima Virgen a Luz de María
05.03.2015 Oren por Francia, el terror llega a esa Nación.
30.06.2015 Oren, hijos Míos, por Francia, padecerá grandemente.
17.09.2015 La ambición del hombre, unida al ateísmo, la ira y la soberbia, llegará a Francia. Las noches de risas serán oscuridad de lamento.
08.10.2015 Amados hijos, oren por Francia, será estremecida por el terrorismo.
Comentario de Luz de Maria
01.08.2015 Somos alertados: nuestra Madre me confió que atacarán Francia en algún instante y esos extranjeros llegarán hasta Paris, esto debido al mal proceder del hombre.
CRONOLOGÍA DE LA MATANZA TERRORISTA EN PARÍS
AVIONES FRANCESES BOMBARDEAN INFRAESTRUCTURA PETROLERA DE ESTADO ISLÁMICO EN SIRIA
Reuters – mar, 10 nov 2015
PARÍS (Reuters) – Aviones de combate franceses bombardearon instalaciones de extracción de petróleo en el este de Siria con el objetivo de debilitar las fuentes de financiación de Estado Islámico, dijo el Ministerio de Defensa galo el martes.
“Los dos ataques tuvieron como objetivo plataformas petroleras en el sureste de la región de Deir ez-Zor”, informó un comunicado. La finalidad es debilitar la capacidad financiera de Estado Islámico interrumpiendo la explotación de recursos petroleros, en zonas bajo control de este grupo terrorista“, añadió el documento.
Los bombardeos tuvieron lugar el domingo y el lunes por la noche.
(Reporte de John Irish; Traducido en la Redacción de Madrid; Editado en español por Ana Laura Mitidieri)
ATENTADO TERRORISTA EN PARÍS
-Al menos 10 terroristas con fusiles armados han protagonizado al menos seis ataques simultáneos: los más importantes, uno con varias explosiones en las cercanías en el Stade de France, mientras se disputaba un partido entre Francia y Alemania. Otro en la sala de fiestas Bataclan, en el distrito 10 de la capital francesa. El tercero en un restaurante del barrio de La Roquette. La cifra exacta de muertos está entre los 120 y las 140 víctimas.
Ahora mismo, el recuento es de 127 muertos y 180 heridos de los cuales un tercio se encuentran en estado crítico. Por lo que la cifra puede cambiar. De ellos, 85 muertos y 68 heridos han sido en la Sala Bataclan, con aforo para 1500 personas; donde se celebraba un concierto del grupo Eagles of Death Metal. Los terroristas entraron en el recinto y se hicieron con más de un centenar de rehenes, lo que precipitó una operación policial posterior.
No se ha reportado ningún español entre los muertos, sí 1 entre los heridos. El número de terroristas: 10. A falta de más datos sobre la investigación, 7 de ellos se habrían inmolado con cinturones explosivos; 3 de ellos en las proximidades del Stade de France, 4 en la Sala Bataclan y un octavo fue abatido en cerca del boulevard Voltaire antes de hacer explosionar un artefacto.
Otros dos huídos están siendo buscados por las autoridades francesas. Todos utilizaron fusiles Kalashnikov (rifles cuernos de chivo). La autoría: el Estado islámico se ha hecho responsable de la matanza en un comunicado”
“Ocho hermanos portando cinturones explosivos han apuntado a objetivos en el corazón de la capital francesa que habían sido escogidos previamente al detalle: el Stade de France durante un partido contra Alemania con el imbécil de Hollande en el palco; el Batackabm donde centenares de personas estaban juntos en una fiesta de pervesión, así como otros objetivos en los distritos 10,11 y 18.
Francia y aquellos que siguen su camino, deben saber que siguen siendo principales objetivos del Estado Islámico por haber insultado al Profeta y por haber golpeado a los musulmanes en el Califato con sus planes; que como se ha comprobado, no les han ayudado en sus heridas y olorosas calles. Este ataque es solo el ‘comienzo de una tormenta’ y UNA ADVERTENCIA a aquellos que les gusta impartir lecciones por el mundo.
Aunque durante las primeras horas la autoría era ambigua y nadie la había reclamado, Francois Hollande ya señaló a primera hora al Estado Islámico, como perpetrador de la masacre: “Seremos implacables’, ha aseverado el presidente francés en declaración oficial de este sábado por la mañana.
Testigos cuentan cómo los terroristas entraron al grito de ‘Ala es grande’ en la sala de fiestas; mientras que según Sky News, un sospechoso arrestado en Paris ha confesado a la Policía que pertenece al Estado Islámico.
Francia ha declarado el estado de emergencia, ha cerrado las fronteras y pide a sus ciudadanos que se mantengan en sus casas.
ACTUALIZACIÓN:
El número de terroristas: 7 han muerto inmolados con cinturones explosivos o abatidos por las fuerzas de seguridad. Según el fiscal de París, 3 equipos de terroristas se coordinaron para perpetrar los ataques en la capital francesa. Al menos otros dos, huyeron y están siendo buscados por las autoridades francesas. Uno de los atacantes de la sala de fiestas Bataclan, ha sido identificado por la policía como un ciudadano francés ya conocido por su radicalismo.
Fuentes oficiales también aseguran que en el lugar de los atentados se ha encontrado un pasaporte que corresponde a un refugiado sirio, que habría entrado en la UE a través de Grecia.
Los terroristas que asaltaron la sala Bataclan de la capital francesa, hicieron alusiones a Siria a Irak durante su ataque. Todos portaban cinturones con explosivos y armas de origen ruso. Hay además, 3 detenidos en Bélgica por su posible participación en los atentados (uno de ellos estaba ayer en Paris), desconocidos para los servicios de inteligencia franceses.
La autoría: el Estado islámico se ha hecho responsable de la matanza en un comunicado”
“Ocho hermanos portando cinturones explosivos han apuntado a objetivos en el corazón de la capital francesa que habían sido escogidos previamente al detalle: el Stade de France durante un partido contra Alemania con el imbécil de Hollande en el palco. El Batackabm donde centenares de personas estaban juntos en una fiesta de pervesión, así como otros objetivos en los distritos 10,11 y 18.
Francia y aquellos que siguen su camino, deben saber que siguen siendo principales objetivos del Estado Islámico por haber insultado al Profeta y por haber golpeado a los musulmanes en el Califato con sus planes que, como se ha comprobado, no les han ayudado en sus heridas y olorosas calles.
Este ataque es solo el comienzo de una tormenta y una advertencia a aquellos que les gusta impartir lecciones por el mundo. Testigos cuentan cómo los terroristas entraron al grito de ‘Ala es grande’ en la sala de fiestas, mientras que según Sky News, un sospechoso arrestado en Paris ha confesado a la Policía que pertenece al Estado Islámico.
La cifra exacta de víctimas: ahora mismo, el recuento es de 139 muertos y 352 hospitalizados de los cuales unos 99 se encuentran en estado grave, por lo que la cifra puede cambiar. De ellos, 85 muertos y 68 heridos han sido en la Sala Bataclan, con aforo para 1500 personas, donde se celebraba un concierto del grupo Eagles of Death Metal.
Los terroristas entraron en el recinto y se hicieron con más de un centenar de rehenes, lo que precipitó una operación policial posterior. Francia ha declarado el estado de emergencia, ha cerrado las fronteras y pide a sus ciudadanos que se mantengan en sus casas.
November 13 2015 6:52 PM
Al parecer, el Estado Islámico y sus seguidores están propagando toda la información sobre el atentado bajo el hashtag #باريس_تشتعل (Arde París). Es el mismo que se utilizó el pasado mes de enero durante los atentados de Charlie Hebdo.
Cronología de la matanza terrorista en París: 129 muertos y 352 heridos en ataques en cadena La mayor parte de las muertes (al menos 89) se han producido en la sala de conciertos Bataclan, donde los terroristas han detonado varias granadas. Hay 352 personas heridas (99 críticas). Han sido seis ataques: además de la sala Bataclan, ha habido fallecidos en ataques suicidas en el entorno del estadio de Saint-Denis, donde disputaban un amistoso Francia y Alemania.
Al menos siete terroristas han muerto inmolándose: tres en el asalto a la sala Bataclan, otros tres en el Estadio de Francia y un séptimo cerca del bulevar Voltaire. Hollande ha confirmado que ha sido obra de Estado Islámico, que poco después ha reivindicado la matanza.
15.11.2015 – 00:02h París se convirtió la noche de este viernes y madrugada del sábado en escenario del terror. Al menos 139 personas han muerto y unas 352 (99 críticas) han resultado heridas en varios ataques simultáneos contra locales de ocio y el estadio de fútbol de Saint Denis. El presidente francés, François Hollande, declaró el estado de Emergencia y este sábado, confirmó que “Es un acto de guerra de Estado Islámico”.
Todo comenzó a las 21.20 del viernes en la calle Carrillon en el décimo distrito, con una explosión a la que siguió un hombre armado que a cara descubierta, abrió fuego contra los comensales de los restaurantes Le Carrillon y Le Petit Cambodge. Al mismo tiempo, en la calle Charonne en el undécimo distrito, dos hombres armados abrieron fuego; también a cara descubierta, contra la terraza del café La Belle Équipe. “Ha disparado más de cien balas”, contaba un testigo. También se produjo un pequeño tiroteo en el mercado mayorista de Les Halles.
Son los peores ataques terroristas sufridos por Francia en toda su historia y el público no fue consciente de lo que ocurría (creyendo que eran fuegos artificiales, según han relatado los testigos) Hasta que las fuerzas de seguridad evacuaron del Stade de France a Hollande, que estaba presenciando el encuentro.
El partido se terminó de jugar (2-0 a favor de Francia) Y después los espectadores se concentraron en el césped a la espera de que las autoridades les permitieran abandonar el recinto, algo que ocurrió poco después de forma ordenada.
F11 EL DON DE LA VIDA
Mensaje de Dios Padre a J.V.
Hijitos Míos, hoy os quiero hablar sobre el Don de la Vida. Yo Soy la Vida y os la he transmitido a vosotros. Y por ser Mis hijos tenéis ésa misma tarea de amor: la de transmitirla a los vuestros. Esta la podéis transmitir en dos formas, la vida física o carnal y la espiritual. Y aunque son inseparables para el ser humano, éstas se desarrollan en diferente grado una de la otra, de acuerdo a la calidad del alimento que se le dé a cada una de ellas.
El que está Conmigo produce vida, tanto física como espiritual. Nadie que diga estar Conmigo Me niega la producción de vida y menos aún, LA DESTRUYE. NADIE tiene el derecho a quitar la vida a un semejante.
Pero sí, TODOS tenéis el derecho de producirla junto Conmigo, de una forma u otra. Este fue Mi Mandato desde el Principio de la Creación y lo será hasta el Final: Creced y Multiplicaos.
Yo os he dado éste Don. Y éste además, debe de ir envuelto de Mi Esencia Divina, el Amor. Por ello toda vida que se produzca, deberá estar planeada, actuada y ofrecida en el amor, al Amor; que Soy Yo, vuestro Dios. Todo ha salido de Mí y todo debe volver a Mí. Pero vuestro libre albedrío caído en el pecado, ahora Me traiciona más que nunca por haber aceptado los consejos del Maligno y Me está quitando muchas almas.
Ahora vuestra vida se reduce a la búsqueda del goce pasajero de la carne con “vuestra pareja”, sin querer aceptar las obligaciones de un matrimonio sacramental, en lo moral, en lo social y en lo Divino. Os vais animalizando. Y vais brincando de “pareja en pareja” sin buscar el constituir una familia; mientras que otros más, aparentemente se unen bajo Mis Leyes con el Sacramento del Matrimonio; pero éste dura demasiado poco ya que lo que los ha unido ha sido la carne y no el alma.
Habéis reducido vuestros intereses al goce carnal, porque no os habéis preparado espiritualmente para formar una familia mediante los lazos fortísimos del amor verdadero que se produce en aquellas almas que viven en la oración continua. Esto es, que viven cumpliendo con Mis Leyes y confiando en Mi Voluntad, para preservar Mi Vida de Amor sobre la Tierra a través de vuestros hijos.
Al principio os dije que la vida que producís, que engendráis, puede ser física o espiritual. Lo ideal es que se den ambas en el mismo individuo y en el mismo nivel. Ahora Yo os pregunto: ¿Si el padre de familia no provee del suficiente alimento para sostener a su familia, se criarán sanos y fuertes sus hijos? La respuesta es NO.
Y vosotros lo sabéis perfectamente, ya que de una forma u otra habéis tenido la experiencia, ya sea personal o lo que habéis visto en fotos o en películas; de lo que sucede en los países en donde la producción de alimentos es raquítica. La desnutrición de los niños y aún de los adultos es horrenda. Ahora, con éste ejemplo triste pero real, podréis comprender lo que os voy a decir enseguida.
Son tantos ahora Mis hijos en todo el Mundo y principalmente entre la juventud, que no han sido alimentados correctamente a nivel espiritual. Ellos se encuentran raquíticos y muy débiles espiritualmente. Ellos van creciendo y formarán “familias” a su moda. Ya que por la falta de ésos valores espirituales, Mis Leyes y Decretos no entran a formar nada en su vida.
Y Mi Presencia en sus vidas será, prácticamente nula. ¿Qué van a poder transmitir ellos a sus hijos? Quizá podrán alimentar sanamente a sus cuerpos; pero ¿Podrán alimentar correctamente a su alma?
Sed realistas. Nadie puede dar lo que no tiene o que no ha aprendido. ¿Os dais ahora cuenta hacia dónde se dirige la “nueva generación” La generación que ha sido deformada por Mi Enemigo y el vuestro?
No hay valores y no hay Dios en una gran mayoría de Mis hijos actuales. Se están procreando, sí. Pero muchos fuera del Matrimonio y muchísimos fuera de Mis Leyes y de Mis Preceptos. Se les enseña una vida fácil y sin complicaciones, sin responsabilidades, sin futuro: SIN DIOS.
Su Dios son ellos mismos. Su ley es la del más fuerte, la del más “listo” para aprovecharse de los más “débiles”. Su amor, el placer de la carne sin responsabilidades. Y si procrean hijos. No muestran amor ni por ellos ni por su madre, “Castigando” así a la familia: porque la esposa se embarazó sin su permiso. ¡Este es vuestro Mundo actual!
¿Entendéis ahora Mi preocupación de Padre por vosotros, Mis pequeños? Los engaños del Maligno han surtido su efecto y os ha llevado a la deshumanización casi total y a la destrucción espiritual tanto personal, familiar, como mundial. Y aun así no os queréis dar cuenta de que vais al despeñadero que os llevará a la Muerte Eterna.
El mismo Maligno os ha llevado al convencimiento casi total de que Yo no existo; para que no os sintáis culpables por vuestra irresponsabilidad espiritual ante los vuestros. Y por otro lado, también os ha convencido de que él no existe; para que no sintáis remordimientos por vuestro mal proceder.
Y ha sido tan fuerte su influencia, que hasta muchos de Mis ministros así lo pregonan. Todo esto da por resultado un pensamiento casi unánime actual: Si no hay Dios, no hay nadie que me pueda reprochar mi mal proceder y si no hay demonio ni infierno. No hay por qué preocuparse de un posible castigo.
Os han hecho creer en una vida fácil, en donde podéis hacer lo que vuestros instintos desviados y vuestra mente descontrolada, por no tener las “limitaciones” que os ponen las virtudes que os concedo, quieran hacer. Y así se producen día a día innumerables pecados cada vez mayores; contra Mí, vuestro Dios.
Cuánta tristeza causáis a Mi Corazón. Sois Mis hijos; pero vuestro ser, vuestra alma, ya no sirve. Y si os dejo seguir actuando vais a producir peores acciones que Me afectarán todavía más y también a vosotros mismos. ¡ESTÁIS A UN MOMENTO DEL CAOS MUNDIAL!
Caos espiritual y caos material.
Los que os han manipulado con mentiras a llevaros al momento en el cual ahora vivís; os están preparando el “toque final”. Os harán hacer creer que lo que ahora actuáis y pensáis es lo correcto y que no os deben preocupar ni las Leyes Divinas ni las terrenas; sólo el vivir y seguir vuestros propios instintos es lo que está bien y es lo que vale.
La inmoralidad total llegará y esto para algunos, los hará sentirse completamente “libres” por un tiempo; hasta que Yo vuelva a tomar el mando mundial. Cuando esto suceda os permitiré daros cuenta de que os dejasteis engañar y cómo vuestro mal proceder os llevó a revolcaros en el lodo que sólo pertenece al Demonio y a sus secuaces.
Voy a explicaros brevemente porqué se está dando cada vez más entre vosotros éstas situaciones aberrantes de relaciones entre hombres con hombres, mujeres con mujeres.
Mis pequeños, el hombre cuando se ha apartado de Mí, que ya no acepta Mis Leyes y Mi Amor en su corazón; tampoco respeta a su prójimo. Os he dicho que os ha engañado el Demonio, que os ha llevado a una vida fácil: sexo fácil, negocios fáciles, formas fáciles de vivir.
Cuando Mi Hijo os dijo que aquellos que quisieran seguirle tendrían que llevar una Cruz como la de Él, porque mantenerse en Mis Leyes, mantenerse en las enseñanzas que os dio Mi Hijo, es una lucha continua. Una lucha contra el mundo y atrás de esto es Satanás quien os desvía de Mis Leyes y de Mis Preceptos.
Entonces los jóvenes van creciendo, empiezan a tener un ataque, un bombardeo de ideas contrarias a todo aquello que se os enseñó dentro de Mis Leyes y Decretos. Las relaciones humanas se vuelven pecaminosas, aún nefastas para la vida natural del hombre.
La vida espiritual afectada ya desde su nacimiento, porque sus padres no les enseñaron a vivir en Mí, va cambiando su niñez, su adolescencia. Y así apartados totalmente de Mí, tomando consejos de todo aquél que os rodea ó del ejemplo que ven a través de los medios de comunicación, afectados ya por el veneno de Satanás. Su escuela es ésta: escuela satánica, escuela de destrucción moral y espiritual, que la llevan a cabo en su vida.
No conocen el trato que se deben de dar como hermanos. No conocen ya la finalidad de lo que puede ser un noviazgo limpio, para llevarlos a una relación definitiva en el matrimonio para la procreación. Procreación que seguirá dando vida, pero Mi Vida entre vosotros y así al no tener una relación limpia, una relación santa desde pequeños. Una relación que os va a llevar a una vida de procreación santa, se van peleando mujeres y hombres, porque se están viendo como objetos de placer
A ver qué le saca uno al otro. Se van llenando de problemas internos, de vacíos existenciales, de cruda moral y existencial. El pecado los va agobiando. La misma sociedad, al ver su suciedad en el trato entre ellos, los va apartando, el odio se apodera de su corazón y entonces sienten que ya los del sexo opuesto no los entienden
Y SOLAMENTE SE ENTIENDEN ENTRE ELLOS, LOS DEL MISMO SEXO
Además de que Satanás enciende entre vosotros, una chispa de atracción irresistible.
Y así es como se van llevando a cabo éstas relaciones aberrantes.
Porque el Amor, Mis Leyes, Mis Consejos que debieran de guiarlos, salen sobrando en su vida. Se guían por el instinto, pero ya por un instinto afectado por el pecado y así terminan relacionándose y viviendo hermanos vuestros del mismo sexo y cayendo en un abismo de podredumbre mayor. Por eso veis ahora entre vosotros éstas situaciones aberrantes que día a día se dan más y más.
Y todo porque el Amor, el Verdadero Amor, Mi Amor y Mis enseñanzas ya no viven en el corazón del hombre.
Orad mucho, Mis pequeños y dad mucho ejemplo de Mi Amor en vosotros. Guiad a todas aquellas almas con las cuales Yo os pondré en contacto para que las podáis ayudar.
Hacedles entender que fuera de Mí, no encontrarán respuesta a sus preguntas. Que si no están Conmigo, todo será aberrante en su vida, todo les saldrá mal; porque no Seré Yo el que guiará sus pasos y sus metas. Porque no confían en Mí. Porque no Me conocen.
NO CONOCEN A SU PADRE y no Me tienen confianza para venir a Mí.
Orad, orad por vuestros hermanos, aún los podéis levantar. NO ES SU CULPA QUE ESTÉN ASÍ.
ES SATANÁS. Es Satanás, quien está haciendo su obra en vosotros, en vuestros hermanos; para impedir Mi Obra Santa y Viva entre vosotros.
Hijitos Míos, orad intensamente por vuestros jóvenes y por todos aquellos a los que véis alejados de Mis Leyes, de Mis Decretos y de Mi Amor.
Recordad que la oración profunda, la oración de intercesión hecha con amor por los vuestros; por los caídos en las garras del Mal, puede hacer más que todos los discursos que podáis pronunciar.
LA VIDA, LA SALVACIÓN ETERNA DE UNA GRAN MAYORÍA DE MIS HIJOS, ESTÁ EN VUESTRAS MANOS
¡AyudádMe por favor, a salvar a Mis hijos descarriados! No dejéis que el Maligno Me siga quitando almas.
Hijitos Míos, a todos vosotros a los que he permitido en éstos tiempos de gran pecado y obscuridad espiritual conocer Mis designios y Mis necesidades de salvación; por medio de todos los Mensajes que a través de Mis profetas actuales os estoy dando en todo el Mundo. Y que los habéis aceptado con Fe y con amor os pido que seáis Mis Arcas de salvación para con vuestros hermanos, para con vuestro prójimo. En vosotros recae una responsabilidad muy grande pero muy bella, la cuál será premiada por toda la Eternidad
Cuando vosotros acudís al Sacramento del Matrimonio, con él preserváis Mi Vida sobre la Tierra.
Vosotros podríais decir ‘ es nuestra vida, vida humana, la que uniéndoos se va a preservar.’ Pero no Mis pequeños, vosotros tenéis dos tipos de vidas: la vida humana que os he dado en vuestro cuerpo y la vida espiritual que es Mi Vida Divina en vosotros. Una se complementa con la otra, una necesita de la otra.
No podéis vivir solamente vida humana, porque estáis matando prácticamente la vida espiritual interna, Mi Vida en vosotros. Y tampoco podéis vivir pura vida espiritual, porque estaríais afectando vuestra vida humana. Os vuelvo a repetir, una necesita de la otra y viceversa.
Cuando vosotros acudís al Sacramento del Matrimonio, vais a transmitir doble vida: tendréis vuestros hijos. Y a vuestros hijos los tenéis que alimentar en doble vida. Daréis alimento al cuerpo y daréis alimento al alma. Por el Pecado Original tenéis que proteger al cuerpo contra las inclemencias del tiempo, tenéis que alimentar a vuestro cuerpo y protegerlo de enfermedades. Tendréis que tener una casa, para que seáis protegidos contra los ataques del clima y aún contra los ataques de hermanos vuestros que viven en el Mal.
De ésta forma y de otras formas estaréis protegiendo al cuerpo; pero tenéis la parte espiritual, que es una realidad en la cual vivís y que para eso estáis sobre la Tierra, que es para alimentar a vuestra alma contra los ataques de Satanás.
Si vosotros no le dais alimento a vuestro cuerpo, el cuerpo enferma, se debilita y muere. Si no le dais alimento al alma, SATANÁS HARÁ PRESA FÁCIL DE ÉSA ALMA. Le irá minando su salud y también la destruirá si no tiene con qué protegerse.
Es vuestra obligación Mis pequeños, preservar ambas vidas aquí en la Tierra. Vosotros mismos deberéis empezar ANTES del Sacramento del Matrimonio a prepararos. A estar listos física y espiritualmente para trasmitir ambas vidas. Debierais prepararos perfectamente en éstos dos ámbitos, antes de acudir al Sacramento.
Ésa debe ser primeramente la obligación de los padres y luego vuestra propia obligación; la de mantener saludable vuestro cuerpo, puro, santo. Y también vuestra alma llena de Mí, llena de vuestro Dios, llena de Mi Sabiduría Divina; para que podáis transmitir a vuestros hijos las Enseñanzas que os dio Mi Hijo. Para que podáis vivir Mi Amor, que ya debe estar implantado en vuestro corazón antes del Matrimonio
PARA QUE ÉSE AMOR OS MANTENGA SIEMPRE UNIDOS Y MANTENGA UNIDA A VUESTRA FAMILIA
Y sobre todo, protegida contra los ataques satánicos.
Ciertamente vuestra economía puede ser alta. Hasta os puede sobrar de los bienes de la Tierra; pero si espiritualmente no estáis bien ¿De qué os van a servir los bienes de la Tierra en abundancia? No estaréis llevando a cabo la función por la que vinisteis a la Tierra: transmitir ambas vidas, pero sobre todo la vida espiritual. Porque la vida humana se terminará aquí, cuando seáis llamados de regreso a vuestra Casa Celestial.
LA VIDA ESPIRITUAL SERÁ PERPETUA ¿Cómo os estáis preparando y cómo estáis preparando a los vuestros en vuestra familia? Vosotros los solteros, los que estáis creciendo, adolescentes, jóvenes ¿Cómo os estáis preparando, para realmente llegar al Sacramento del Matrimonio, física y espiritualmente? ¿Estáis dejando de alimentaros en el cuerpo o en el alma? ¿O en ambos?
Por eso son tantos fracasos actualmente, porque no estáis preparados. No sabéis realmente la finalidad del Sacramento del Matrimonio. Y como no estáis preparados principalmente en lo espiritual, Satanás hace presa fácil de vuestras almas débiles y no tenéis soporte espiritual, ni a veces físico; para mantener un matrimonio.
Ciertamente ésta vida, la vida que Yo os he dado para que os mantengáis bajo Mi Gracia y bajo Mi Amor, es difícil; porque tenéis que luchar contra las fuerzas satánicas. Satanás está atacando fuertemente al Sacramento del Matrimonio, porque él sabe que de ahí se va a perpetuar la vida, tanto física como espiritual.
Os he dicho hace poco tiempo, que él iba a atacar más fuertemente a las familias bien constituidas. Aquellas que sí estaban ya preparadas en lo físico y en lo espiritual; pero su ataque va a ser más poderoso; va a tratar de dividiros y destruir con ello la vida espiritual sobretodo.
Porque al momento que os separáis, en ése momento no solamente afectáis a vuestra prole, a vuestra descendencia; sino que posiblemente hasta escándalo daréis al entablar relaciones con hermanos vuestros fuera del Matrimonio y caeréis en adulterios, que afectará el comportamiento de vuestros hermanos.
Orad más, Mis pequeños. Acercaos a los Sacramentos, vivid vida pura y santa. ESTÁIS REALMENTE EN UNA BATALLA. Una batalla que podéis ganar fácilmente cuando estáis Conmigo, cuando dejáis que Mis Potencias vivan en vosotros. Ésa es la vida espiritual, Mi Vida en vosotros y así las fuerzas satánicas no os afectarán.
Tendréis caídas porque vuestra humanidad es débil, pero estando Conmigo; os levantaré tantas veces como acudáis a Mí. Seguid en la lucha Mis pequeños. Seguid en la lucha y siempre tomad Mi Mano, para que Yo os mantenga cerca de Mí, también en Mi Corazón y os dé la Fuerza que necesitaréis para cumplir vuestra misión.
Y sobre todo, para que dejéis un ejemplo santo y bueno aquí en la Tierra; tanto para vuestra descendencia, como para vuestros hermanos alrededor de la Tierra.
Queridos hijitos Míos, deseo haceros meditar sobre ésta problemática espiritual que padecéis en alto grado actualmente, pero que es un problema humano muy antiguo.
El amor verdadero entre vosotros, os cuesta muy caro. Aún a pesar de que vuestra relación conyugal esté bendecida por el Sacramento del Matrimonio, los problemas que os causa Satanás, para que no produzcáis amor y vuestras mismas debilidades humanas; llegan a poner a prueba muchas veces, a un matrimonio.
Por medio de la bendición sacerdotal, los cónyuges reciben infinidad de regalos espirituales; los cuales los habilitan para poder dar tarde o temprano, frutos buenos; ya sea en hijos buenos y educados en ejemplo de vida, en la responsabilidad de procrear a los hijos en lo físico y en lo espiritual, etc., Estos frutos buenos os asegurarán el Premio Eterno.
El respetar el Sacramento del Matrimonio necesariamente producirá vida, bienestar, respeto, amor, virtudes varias, santidad, etc. Todo ello, algo de ello o poco de ello; pero algo bueno saldrá de un matrimonio bendecido y al que se le respeta por venir de Mí, vuestro Dios. Ya que como os he dicho, EL PRIMER COMPROMISO QUE HACÉIS AL CASAROS, ES CONMIGO.
Por el contrario, en una relación pecaminosa; en amoríos prohibidos, en relaciones que no están unidas por el amor verdadero y bendecido por Mí; sino unidos por la pura atracción sexual. Por una atracción de puro deseo carnal, también os costará caro mantenerla. Pero con el inconveniente de que los problemas normales que existen en una relación humana, se os multiplicarán.
Así también los problemas sociales, económicos, morales, etc., éstos se harán demasiado pesados para poderse llevar en lo personal; ya que como estaréis viviendo en pecado mortal, Mi Gracia y Mis Bendiciones no os podrán alcanzar y así, ellas NO os podrán ayudar a aligerar vuestra carga.
Por otro lado, espiritualmente hablando no podréis dar frutos buenos, ni buen ejemplo, ni vida bendecida por Mí. No os verán como almas virtuosas, ni produciréis amor ejemplar. Seréis señalados y en ocasiones os pondrán en ridículo y hasta rechazados de lugares en donde vuestra presencia cause escándalo.
Os llenaréis de dolor ante ello, lo cual se tornará en rencor y ataque contra vuestros hermano. Pero tendréis que aceptar tarde o temprano que el error y ése castigo terreno, OS LO HABÉIS ATRAÍDO VOSOTROS MISMOS
Y LO TENDRÉIS QUE PAGAR CON CRECES.
¿Veis ahora la diferencia entre obrar en el bien y el vivir a espaldas de Mis Leyes y de Mi Amor?
Obrad en el bien, aunque os cueste y grandes bendiciones os atraeréis, tanto para vosotros mismos como para los vuestros. Obrad en el mal y maldiciones y malestares os atraeréis, tanto hacia vosotros como hacia aquellos a los cuales afectasteis por vuestro mal comportamiento.
Como os dije, obrar en el mal también os costará mucho; pero no tendréis ningún tipo de recompensa, aunque creáis al principio que sí estáis gozando. Porque tarde o temprano, ése gusto, ése “dulce”, se os volverá amargo y doloroso. ¿Valdrán la pena unos momentos de placer a cambio de años o de una eternidad de dolor?
Meditad todo esto Mis pequeños, para que os encontréis en buen estado espiritual cuando sea vuestro regreso al Reino del Amor.
Por eso hijitos Míos, os quiero hablar de algo muy importante para vuestra vida, que son los Sacramentos. Los Sacramentos son signos Santos, indelebles, que le dan vida al alma, cualquiera de ellos, dan vida al alma.
Mis pequeños, quiero hablaros del Sacramento Matrimonial. En éste Sacramento, además de que os doy vida a vosotros como cónyuges, quedáis bendecidos por Mí, por vuestro Padre y vuestro Dios, COMO COPARTÍCIPES DE LA VIDA. Vosotros también daréis vida y aquí, quiero que pongáis mucha atención, Mis pequeños: el Sacramento del Matrimonio es básicamente para dar vida.
En éstos tiempos, los jóvenes y aún algunos adultos jóvenes que se acercan al Sacramento del Matrimonio, ni llevan vida dentro de ellos, ni producen vida después de obtener el Sacramento. La vida que dais primero es hacia los hijos, la concepción. Si en el Matrimonio no vais con la idea de concebir, no hay Sacramento, lo sabéis. Porque el Sacramento es para producir vida humana, pero ésa vida humana tiene que ir complementada con la vida espiritual.
Mis pequeños, ¿Cuántos de vosotros, realmente, vais con ésa idea al Sacramento del Matrimonio? ¿A darMe hijos? ¿Pero hijos completos, en cuerpo y alma? ¿Hijos, que ellos a la vez, van a producir más hijos para Mí?
Y quiero recalcaros esto de hijos, Mis pequeños. Porque realmente tienen que ser hijos Míos, no tanto hijos vuestros, vosotros sois copartícipes en Mi Creación, pero os voy a dar ésa Gracia, de ser también vivificadores, como es el mismo Sacramento. Aquellos padres que no producen vida, vida espiritual; están echando a perder a Mis hijos a los que ya concibieron en cuerpo, pero los dejaron abandonados en lo que es más importante, el alma.
Un hijo que tenéis, no es solamente carne que se va a mover aquí en la Tierra. Mis pequeños, el cuerpo viene comandado por el alma. Si el alma no tiene una vida buena, una vida santa; ése niño no tendrá ésa vida santa que Yo necesito que se tenga para proseguir y restaurar Mi Reino sobre la Tierra. Cuando vosotros no estáis produciendo vida, la misión que lleváis a cabo no se está complementando bien, no se está cumpliendo bien.
Tened pues cuidado cuando os acercáis al Sacramento del Matrimonio, si vosotros no estáis yendo con la idea de producir vida corpórea, pero sobre todo, vida espiritual, no os acerquéis al Sacramento, porque haréis más mal que bien. No estaréis produciendoMe hijos, verdaderos hijos completos, hijos con los que Yo pueda contar posteriormente para tomarlos y proseguir Mi Obra sobre la Tierra.
Tened mucho cuidado, porque en lugar de producir vida, estaréis produciendo muerte. No solamente para el bebé que vosotros concibáis; sino para vosotros mismos, porque seréis juzgados por ello. Mis pequeños, se os ha dado una coparticipación bella, grande, importantísima, que es la de transmitir vida espiritual y si no lo habéis hecho; entonces sobre vosotros será el juicio también de esas pequeñas almitas a las que echasteis a perder y quizá hasta se hicieron malas, porque vosotros mismos no les disteis bases para que pudieran ser hijos verdaderos de Dios.
Hijitos Míos, cuando vosotros al hacer a un lado la vida espiritual de los hijos, imaginad que es como si no les enseñarais a manejar. Tenéis ahí el automóvil; el automóvil os puede llevar a muchos lugares, os ahorra tiempo, mejora vuestra vida. Cuando a un hijo no le enseñáis a amarMe, no le enseñáis a acercarse a Mí, para tomar de Mis dones, de Mis Gracias, de Mis Virtudes. Le estáis limitando.
Yo quiero derramar infinidad de Gracias sobre los seres humanos, sobre sus almas; para que se desarrollen espiritualmente, para que den mucho de sí. Pero vosotros mismos los limitáis, no les dais lo necesario para llegar a Mí. NO ME CONOCEN. No saben cómo pedirMe, no saben cómo alimentarse, los habéis limitado y muchas veces no solamente eso, también los asesináis en vida.
Sí, MATÁIS A ÉSAS ALMAS, porque no les estáis dando vida. Satanás es muy astuto, él a va a tomar ésas almas que vosotros no ayudasteis a crecer, no les enseñasteis a defenderse, no les ayudasteis a ver la Luz; él se acercará, las engañará y las matará. Por eso os volvéis instrumentos de Satanás, cuando no les dais vida a ésas almas en vuestros hijos.
Atesoráis muchas cosas del mundo, muchos bienes, les dais a vuestros hijos de lo material. tendrán muchos viajes, posesiones, conocimiento del mundo; pero de lo más importante no les habláis, no les dais ejemplo, no les ayudáis. Estáis asesinando a ésas almas.
Es mucha responsabilidad Mis pequeños, el tener un hijo. Si no estáis preparados para dar vida, no os acerquéis al Sacramento del Matrimonio, el dar vida a un alma es importantísimo. Es una Gracia especial que Yo concedo, pero para ello tendréis que acercaros a Mí; estar Conmigo, dejar que Yo a través de Mi Santo Espíritu os infunda el conocimiento.
Sí Mis pequeños, os tengo Yo que infundir el conocimiento, porque cada alma lleva su misión y vosotros como padres debéis guiarlos, debéis estar en oración íntima. Debéis reconocer que son Mis hijos, antes que ser vuestros. Debéis darles ésa guía espiritual, para que ellos puedan encontrar su misión y llevarla a cabo santamente.
Santamente, os vuelvo a repetir. Porque no es lo mismo vivir en el mundo y para el mundo haciendo lo que un alma quiera; que vivir para Mí, para su Dios; santamente y llevando a cabo su misión como es debido.
Éstas son las almas que van alumbrando el mundo, son las almas a través de las cuales Yo voy dando Luz en medio de las tinieblas. Éstas son las almas que ayudarán a salvar a infinidad de almas, a las que sus padres no les dieron Luz, que no las llevaron por caminos de bien, que nada más atesoraron bienes del mundo, pero no atesoraron Mi Amor.
¿En qué situación estáis vosotros, Mis pequeños? ¿Qué habéis hecho con Mis hijos, que permití nacieran en vuestra familia? ¿Cómo les habéis ayudado a crecer? ¿Están ellos preparados para poder vencer al mundo, vencer a Satanás y poder salir airosos en la batalla? ¿Los habéis preparado para que ellos puedan llegar a la meta final, con muchos bienes; trayéndoMe las manos llenas de regalos, porque ellos supieron qué hacer en su vida?
Meditad todo esto Mis pequeños, porque es una grave responsabilidad el procrear un bebé. No es darle vida, al cuerpecito. Es darle vida al cuerpecito y a una alma. No destruyáis a Mis hijos, no destruyáis a Mis bebés. No destruyáis a las almas que van a ayudaros a salvar a otras muchas almas y abrir las Puertas del Cielo a muchas que están muertas a la Gracia, que no saben qué tomar de Mí, que no saben cómo acercarse a Mí.
Llenaos de Luz primeramente vosotros padres, para que podáis transmitir ésa Luz a vuestros hijos. Mi Vida en vosotros es Luz, llenaos de Mí, llenaos de las Palabras de Mi Hijo y traedMe a vuestros hijos a Mi Presencia. Enseñadles a conducir su vida correctamente. Yo os bendigo en Mí Santísimo Nombre, en el de Mí Hijo, modelo de Gracia y Donación y en el de Mí Santo Espíritu, guía interna que todos lleváis en vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.
http://www.diospadresemanifiesta.com/
N50 “EL OBJETIVO DE SATANÁS”
DEBÉIS DEJAR AL PADRE OBRAR ¡YA!
Publicado el 03/08/2014 por Y María del Getsemaní
Escucha pequeña,
Después de La Semana Santa Mayor; Mi Pasión, Muerte y Resurrección os vinieron las Gracias Especiales de Pentecostés, La Santísima Trinidad, El Buen Pastor.
Lo último –que es el último Refugio– es Mi Sangre Preciosa; que os habéis sellado con Ella los Míos y a los que con vuestros ofrecimientos, Consagraciones, rogaciones y protecciones habéis sellado.
No hay protección más allá de ella.
Si hasta a Mi Sangre Sagrada habéis dejado derramar, no os va a quedar sitio seguro para estar a Mi sombra
Y os enfrentaréis a la Justicia Divina sin ninguna justificación.
Sólo os queda confiaros en los santos de cada día* (Calendario Litúrgico Católico 2014 )
Para que roguéis su intercesión por vosotros ante La Trinidad Celestial, ¿Lo comprendéis?
Porque os habéis agotado la esperanza y no habéis querido.** “Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.” (Apocalipsis 6:7-8)
Mis pequeños deben consagrarse y protegerse diariamente a Mi Sangre Preciosa que es lo único que os mantendrá sanos y a salvo en estos tiempos***. (Me recuerdan el pasaje de la Justa Ira de El Señor sobre Egipto y lo último fue marcar las puertas con la Sangre del Cordero Sacrificado:“La sangre será vuestra señal en las casas donde moráis. Cuando yo vea la sangre pasaré de largo ante vosotros, y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando yo hiera el país de Egipto.” (Éxodo 12:13)
Ya moráis en Mi Corazón Sacratísimo, Mis Ovejas. Pero os protegeréis os lo repito, cada día y cubriréis con ella a vuestras familias y esperaréis en Gracia, la Venida en Gloria y Majestad de vuestro Santo Señor, ¿Lo comprendéis? ¿Lo haréis como os lo solicito?
Mis Hijitos:
ES TIEMPO DE QUE DEJÉIS OBRAR A EL PADRE CELESTIAL y que vosotros os protejáis unos a otros. Pero ya no esperéis que más hermanos vuestros regresen. Tenéis que estar confiados en las protecciones que por vuestra amante intercesión tienen vuestros hermanitos, hijos y familiares; pero DEBÉIS DEJAR AL PADRE OBRAR, ¡YA!
Genocidio en Gaza
…La guerra de Israel contra Gaza ha causado la muerte de más de 1700 palestinos y de 63 soldados israelíes, la destrucción de miles de viviendas y la ruina de una economía ya de por sí debilitada.
El número de víctimas…de los cuales un 30% son niños…
Hay centenares de miles personas sin luz; no hay agua, ni comida; más de 1.300 familias lloran sus muertos y los hospitales no dan abasto para atender a los heridos. Otro tanto perdieron sus casas por la fuerza de los bombardeos. Pareciera que no hay lugar donde la población civil pueda sentirse segura…
Año de El Señor 2014
Y María Del Getsemaní
30 DE JULIO DEL 2014
Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Sufro infinitamente por cuanto viene para ustedes…
Sufro por esta generación poseída por el Mal…
Sufro al mirar a Mis hijos cómo se deleitan al quitarse la vida unos a otros…,
Sufro lo indecible al mirar a Mis hijos tomar los cuerpos de sus hermanos y exhibirlos como trofeos de guerra…
EN VERDAD QUE TODO ESTÁ ANUNCIADO Y ASIMISMO EL HOMBRE HA LOGRADO SUPERAR LA MISMA MALDAD DE SATANÁS.
Este enemigo del alma ha vertido todo su odio sobre el hombre y el hombre lo duplica y lo triplica, dando muerte únicamente por gozo.
Asimismo Satanás ha llevado a la mente, al pensamiento y al corazón del hombre este deseo, esa sed de sangre de sus hermanos.
EL OBJETIVO DE SATANÁS PARA ESTOS ÚLTIMOS TIEMPOS ES DESTRUIR AL HOMBRE
Y LO ESTÁ LOGRANDO SIN ACTUAR ÉL DIRECTAMENTE, YA QUE EL HOMBRE ESTÁ TRABAJANDO POR ÉL.
¡TANTO QUE HE ANUNCIADO A LA HUMANIDAD LAS PETICIONES DE LA TRINIDAD SACROSANTA!…
Y LAS HAN OLVIDADO Y DESECHADO.
En este instante todo aquello que yo pedí y anuncié en Nombre de la Trinidad Sacrosanta, al ser negado; se vuelve en contra de la misma humanidad.
Ustedes miran de lejos los acontecimientos que se suscitan en Medio Oriente, en África, en China y en otras Naciones; olvidando que el horror y espanto se van esparciendo Y EL TERRORISMO, como un gran tentáculo de Satanás, esparce su odio por otras Naciones.
PRONTAMENTE LA HUMANIDAD VERÁ CON ASOMBRO CÓMO EL ODIO DE LA CRIATURA POSEÍDA POR LA DUREZA DE CORAZÓN Y POR EL ODIO A SUS HERMANOS,
ES CAPAZ DE LLEGAR HASTA LO INIMAGINABLE.
Se suscitarán dolores inimaginables alrededor del mundo, mientras los grandes políticos de las grandes potencias se reúnen para conversar sobre la economía de sus Naciones, dejando de lado la vida del ser humano, que es lo más sagrado…, ya que para ellos el hombre representa economía y no amor ni caridad ni perdón.
No se le reconoce al hombre como Templo del Espíritu Santo, sino como un objeto más del cual se sirven los grandes y poderosos del mundo; para llevar a cabo sus planes funestos.
Hijos amados:
Sufro infinitamente por aquellos inocentes que son torturados y sufren a causa del Terrorismo…
Sufro por esas mujeres que están siendo objeto de violación y de tortura…
Sufro por esas niñas y niños inocentes, que en este instante están siendo abusados y a la vez borrados de la faz de la Tierra.
EL HOMBRE NO HA COMPRENDIDO AÚN
QUE EL PRINCIPAL OBJETIVO DE SATANÁS ES TERMINAR CON LA INOCENCIA…
Y LO HA LOGRADO.
Les llamo a orar, les llamo a recibir a mi hijo en el Sacramento de la Eucaristía y les llamo principalmente a que esa oración se transforme en una acción conjunta para que eleven la voz y así se terminen las injusticias contra el ser humano.
Esta es Mi Petición de Madre, aunque sé que el horror crecerá cada día más y llegará a las Naciones más inocentes.
Sé que la Guerra está a un instante del hombre y ninguna potencia dudará en utilizar sus armas para lograr la victoria.
En Babel el hombre luchaba y se esforzaba para construir una torre y alcanzar a Dios. En este instante el hombre lucha para hundirse cada vez más y ser un secuaz más de Satanás.
LA IGLESIA DE MI HIJO DEBE ALZAR ENÉRGICAMENTE LA VOZ Y DARSE A ESCUCHAR,
Y DEBE PROTESTAR EN CONTRA DE LAS INJUSTICIAS AL QUE EL SER HUMANO ESTÁ SIENDO SOMETIDO CONSTANTEMENTE.
Se guarda silencio ante las vejaciones a las que es sometido todo inocente. Se guardan respetos humanos para no interferir con Naciones poderosas.
La Iglesia de Mi Hijo debe actuar a semejanza de Mi Hijo y llamar cada cosa por su nombre.
Mi Hijo entregó Su Sangre en la Cruz por toda la Humanidad y en este instante el hombre tiene sed de sangre de inocentes para satisfacer a Satanás.
Se lanza contra la mujer, ya que Satanás sabe que por una Mujer, POR ESTA MADRE será vencido nuevamente y encadenado en los Abismos por mil años y más.
Pero antes de que esto suceda, la Iglesia de Mi Hijo debe comprender y ser consciente de que Mi Hijo la ha delegado para ser Mensajera de Amor.
Con tristeza miro cómo unos debaten contra otros; cómo unos de Mis hijos critican a otros; cómo utilizan la tecnología para negar Mi Palabra, perdiendo así el tiempo que es oro y no llamando y convocando a todos a la unidad.
TODO YA ESTÁ ANUNCIADO, EL HOMBRE SE ENCUENTRA VIVIENDO LA GRAN TRIBULACIÓN,
SÓLO QUE ÉSTA ESTÁ INICIANDO Y NO SE HA GENERALIZADO.
La gran peste ya ha abarcado a Europa y se expandirá, siendo otro flagelo consecuencia del desamor y de la ira del hombre.
UNA MADRE BUSCA SIEMPRE EL PERDÓN PARA SUS HIJOS, pero al mirar que éstos no atienden sus llamados,
debe pedirle a SU HIJO QUE DESCIENDA CON SU JUSTICIA;
PARA QUE DETENGA TANTA MASACRE QUE LACERA CONTINUAMENTE MI CORAZÓN.
Amados Míos:
Los invito a orar por Medio Oriente.
Los invito a orar por Estados Unidos, presa del terrorismo de sí mismo.
Los invito a orar por Japón.
No desechen Mis pedidos, continúen creciendo y multiplicando el amor hacia Mi Hijo.
AMEN POR AQUELLOS QUE NO AMAN. CREAN POR AQUELLOS QUE NO CREEN.
Sé que Mi Ejército es pequeño, Mi Ejército de almas de amor. Pero unidas a San Miguel Arcángel y a todos los Coros Celestiales, al final el hombre le entregará la Tierra a su Creador.
NO SE ENGAÑEN, AMADOS MÍOS.
DEBEN MANTENER UNA ORACIÓN DE PRAXIS Y ELEVAR LA VOZ
EN NOMBRE DE MI HIJO Y EN NOMBRE DE ESTA MADRE SUFRIENTE Y DOLIENTE.
Les amo, Mi bendición va con ustedes continuamente, pero deben tomar consciencia de que Mi Hijo es Misericordia y Justicia a la vez.
Les bendigo, les amo, queden en la Paz de Mi Hijo.
Mamá María.
3 DE AGOSTO DEL 2014
Amado Pueblo Mío, les bendigo.
El hombre no deseó mirarse más allá de donde alcanza con la vista. Por voluntad humana se confinó a vivir de lo inmediato y de lo que puede percibir con sus sentidos.
El hombre no deseó ir más allá, al Templo interior a encontrarse con su Jesús, a excepción de esas almas que han demostrado que Yo me mantengo al alcance de la mano de Mis hijos, a la espera de que se acerquen a Mí.
Mi deseo es que mis hijos vivan conscientes del Espíritu que anima cuanto ha sido creado; en especial el hombre al que le doté de cuanto necesita para llevar a evolucionar en él, las potencias del alma.
La humanidad al caminar atropelladamente sin rumbo ni sentido, llegará a encontrarse en un estado habitual de sufrimiento; una tortuosa senda en la que anticipadamente sabía que se llegaría a encontrar, si no obedecía a los cambios que Mi Madre le había solicitado.
Amados Míos:
LOS HOMBRES LUCHAN POR UN PODER TERRENAL, esto denota claramente que no Me han comprendido…
El hombre continúa siendo de la carne, con las limitaciones que esto implica…
DEBEN NACER DEL ESPÍRITU, VIVIR ESPIRITUALMENTE…
SÓLO ASÍ NO SE OCUPARÁN DE ATESORAR TESOROS EN LA TIERRA, CON ACTIVIDADES INFRUCTUOSAS, ALEJÁNDOSE DE MÍ.
Yo espero a cada uno con paciencia, con Divina Paciencia.
Y miro a los Míos siendo negligentes al incumplir los Mandamientos de Mi Casa, actuando en contra de su propia naturaleza y en contra de Mi Espíritu.
Hijos, pierden la razón con suma facilidad; rebasando extremos casi imposibles para Mí de narrar, YA QUE ME CRUCIFICAN SIN CLEMENCIA.
Hijos, son esclavos de la ira, de la inconsciencia, de la deshumanización, del provecho personal y de la indiferencia con la que miran el padecer ajeno y no se conmueven.
La humanidad ha malinterpretado su permanencia en la Tierra, sintiéndose equivocadamente dueña absoluta. Se mantiene en reiteradas guerras y divisiones, inquisiciones y odio; bajo lo cual no encontrará jamás la paz, ni comprenderá la Verdad de la permanencia en la Tierra.
NO VINE PARA CONDENAR SINO PARA SALVAR;
EL HOMBRE CON SU LIBRE ALBEDRÍO ES QUIEN SE CONDENA O ENCUENTRA LA SALVACIÓN QUE YO LE OFREZCO.
Ante el hombre individualizado, el desenlace no será otro que el que conocen.
ME APRESURO PARA NO PERDERLOS A USTEDES QUE CREEN EN MÍ.
El hombre ha perdido el amor, éste se encuentra desterrado de la Tierra
Y quienes se mantienen en Mi Amor lo encierran como un tesoro; para no perderlo ante los hombres que se abalanzan contra las criaturas humanas que lo poseen.
Amados, el hombre ha llegado a odiar Mi Amor y a quienes viven en Mi Amor; tanto es así que el hombre se rebela ante la mínima señal de amor ante él.
El vivir sumido en el materialismo ha llevado a la Humanidad a no desear ser amada, sino despreciada.
¡CUÁNTOS DE AQUELLOS QUE DIERON Y CONTINÚAN DANDO LA VIDA POR MÍ, DIERON Y DAN TESTIMONIO DE ELLO!
El hombre sin amor, despreciando el amor, mirará a su prójimo como enemigo; así sea su padre, madre, hermano, hijo, esposo o esposa. Quien no reconoce el amor, no Me conoce.
TODA LA CREACIÓN SE ESTREMECE ANTE LA INDIFERENCIA HUMANA,
Han creado una barrera. El hombre se alberga así en la insensibilidad, al mirar los acontecimientos sin sentimiento alguno.
LA TIERRA CLAMA A MÍ ANTE TANTO DOLOR QUE EL HOMBRE DERRAMA SOBRE ELLA;
El hombre es desconocido ante la Creación por no vivir en Mi Voluntad, sino por vivir al contrario de Mis Mandatos.
Oren por Medio Oriente, de ahí nacerá la Guerra que se expanderá por la Tierra.
Oren hijos, por Estados Unidos, PROPICIA EL DOLOR y éste regresará en su contra.
Oren por Japón, la tierra se estremece.
Oren por Chile.
HIJOS, USTEDES VISÍTENME EN EL SAGRARIO,
ALIMÉNTENSE DE LA EUCARISTÍA, OREN A MI MADRE EL SANTO ROSARIO,
SEAN MI MISMO AMOR AUNQUE POR ELLO DEBAN PONER LA OTRA MEJILLA.
No les abandonaré. Mi Pueblo no será abandonado por Mi Casa. Enviaré Mi mismo Amor a protegerles, a congregar a Mi Pueblo.
Les examinaré a cada uno en particular (1) y luego alejaré la luna para que el hombre en medio de las tinieblas no se cause más daño.
Únanse en Mi Amor, no me desconozcan. Congréguense en Mi Nombre, Mi Iglesia debe ser amparo para los débiles e inocentes, así como lo hice Yo.
ENVIARÉ MIS LEGIONES POR MIS FIELES,
NO LES ABANDONO.
EL INQUISIDOR DE MI PUEBLO PREPARA SU PRESENTACIÓN ANTE LA HUMANIDAD. (2)
Conózcanme para que no sean confundidos.
Sean instrumentos de unidad, no causen división, sean mi mismo corazón. Sólo así serán partícipes de la culminación de Mi Voluntad.
Luego del crisol llega el nuevo día, en el que resplandecerá Mi Amor en plenitud sobre una Tierra Nueva.
Mi Paz sea en cada uno de ustedes, hijos Míos.
Su Jesús.
P34.- CREEMOS EN DIOS, PERO…
¿LE CREEMOS A DIOS?
XVI.BENDITA LA COMPASIÓN POR VUESTROS HERMANOS EN DESASTRE Y CALAMIDAD
Publicado el 16/10/2013 por Y María del Getsemaní
(HABLA DIOS PADRE)
Hay algo, Criatura muy Mía que a veces olvidan, que viven sin ello, que en este siglo vuestro han descartado como cosa del pasado, como algo anticuado y cuya palabra pronunciada ya es extraña a vuestro vocabulario: y es la palabra Compasión.
Se os ha olvidado lo qué es y cómo ejercerla, pero Yo os la voy a recordar.
Han inventado palabras nuevas que se ajusten a lo que ahora pretendéis ser. Pero creedlo Mis Pequeños, no sois distintos a todos los hombres de todos los tiempos.
Con tecnología avanzada o sin ella; sois lo mismo que todos Mis demás hijitos que han tenido existencia sobre la superficie de la tierra.
Todo lo que debéis ser, es seres de compasión unos por otros, por todos: por la viuda, por el huérfano, por el ancianito, por el enfermo, por la mujer en necesidad.
Unos debéis ver por el bien de los demás, como lo que sois: verdaderos hermanos hijos del mismo Padre Dios.
Ninguno es ajeno a vosotros. No es distinto ni lejano a vuestra familia el que sufre calamidad en país extraño; sino que es el mismo corazón, que es el Mío. ¿Lo podéis comprender, Mis Pequeños?
Ya no os conmovéis cuando oís que hay guerra en un continente que lo consideráis ajeno al vuestro. Cuando una inundación arrasó con un pueblo o cuando un tornado barrió con una comunidad. Eso, ahora no les importa, no les interesa, no les conmueve.
Si no les llega al corazón la tragedia del hermano, si habéis perdido compasión unos por otros,
¿Cómo os definís como Hijos Míos?, ¿Qué es lo que os hace similares a Mí, sino es el Amor mismo? ¿Os lo habíais preguntado Mis Niños, Mis Pequeños?
¿Qué hacéis unos por otros?
¿Qué parte de vuestro diario vivir está dedicado a la compasión de unos por otros, a las santas obras de caridad?
¿Cuándo fue la última obra desinteresada que hicisteis por vuestros hermanos con la cual habéis cambiado una miradita de desesperanza, a alegría y agradecimiento?
¿Cuándo fue que un pobre os bendijo por la ayuda que recibieron de parte de vosotros?
Pensadlo, meditad en ello; porque Pequeños, no importa cuánto os golpeáis el pecho y cuánto proclaméis que Me amáis; si no os conmovéis y hacéis lo que está a vuestro alcance por aliviar el sufrimiento de vuestros hermanitos en calamidad; de nada os servirán vuestras palabras, ¿Lo comprendéis?
Yo no soy Padre que gusto que Me reciten Mi Evangelio, sino de que lo practiquen y de que sean El Evangelio mismo encarnado; como lo fue, como lo es Mi Amadísimo Hijo Jesucristo, ¿Lo podéis comprender?
Si hasta ahora os habéis limitado a hablar de Mi Hijo; ahora os exhorto Mis Pequeños, a que lo imitéis.
¿Qué no veis a Mi Santo Papa Francisco cómo él mismo encarna –hacer carne, Mis Niños, eso es lo que “encarna” quiere decir– el mismo Evangelio,
Y vosotros creeréis que Yo Me conformaré con una religiosidad mediocre en estos tiempos en que no hay más que Hijos de Dios e hijos del mal.
Esa religiosidad mediocre no os será suficiente para llevaros hasta el Final Glorioso; sino que os quedaréis por el camino porque aún cargáis con el fardo del mundo y tenéis una mano libre para vuestro Dios,
Pero la otra fuertemente asida al mundo orando por ser excepción y que la purificación no pase por vuestras casas.
Os lo repito: Dedicaos con ambas Manos a Mí y dejad de preocuparos por lo terrenal que es lo que la paja al fuego.
Dejad ya esa religiosidad aparente y mediocre en la que más os ocupáis de lo que tenéis, que de lo que debéis ser. ¿Lo comprendéis?
Vosotros sois ya Mi Resto Fiel y Santo, pero el camino se angosta a cada momento y vosotros os debéis ajustar a ello. No creáis que sois excepción.
Tenéis Mi Santa Protección, pero debéis hacer con conciencia estas obras de amor que tanto requieren Mis hijitos en estos tiempos
en que el amor se ha enfriado y son pocos, muy pocos, los que extenderán una mano hermana en ayuda. Si no lo hacéis vosotros, Mis Pequeños, ahora ¿Quién lo hará?
¿Dejaréis que vuestros hermanitos en necesidad caigan en desesperación porque nadie los ayuda? ¿Y cuándo claman por ayuda al cielo; Yo, Vuestro Padre, toco vuestros corazones para que vayáis prestos en su ayuda
y si vosotros no lo hacéis, Mis Pequeños creen que no los escucho?
Y no es así. Pero si Mis ovejas no responden al llamado y no acuden al auxilio de Mis ovejas…
Os lo ha dicho Mi Amadísimo Hijo Jesucristo, y os lo repito: No hay regalo más grande para el Cielo que ayudar a una ovejita en necesitad y traerla de regreso al Padre. ¿Qué no veis que entre más estén en aprietos, más agradecidas son al ser rescatadas? Y es la oportunidad de que regresen a Mí y sean salvas.
Pero si voltean y no encuentran ninguna mano hermana que las lleven a pastos más elevados, ¿Hacia dónde irán?
¿Dejaréis que se llenen de rencor y que la desesperanza las fulmine?
Os lo digo: vosotros sois en la tierra, Mi Santa Voz y Mi Mano que auxilia. Y no los dejéis sin ello, que de vosotros depende el futuro de muchas de Mis ovejitas. ¿Lo comprendéis, Mis Niños de Mi resto fiel?
Vuestro Padre que os Ama, Dios Altísimo
MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA (fragmento)
16 DE NOVIEMBRE DEL 2013
Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Mis hijos fieles cargarán una pesada Cruz, cada cual ha tomado su Cruz para seguir a Mi Hijo, en Ella encontrarán el verdadero camino, ése que Mi Hijo transitó para donarse y redimir a toda la humanidad.
Mis hijos se donan por sus hermanos, Mis hijos dan su vida por sus hermanos, cumpliendo así el primer Mandamiento y amando por sobre todo a Dios Padre.
El dolor es parte del transitar del hombre y cuando este dolor es ofrecido y llevado con paciencia, se transforma en purificación y gozo para el espíritu.
La humanidad se acerca a instantes fuertes de sufrimiento, debido a la arrogancia, al orgullo y a la impiedad de la que es objeto el hombre; al alejarse de Su Centro han logrado que el enemigo del alma se posesione de los corazones, llevándoles a ser criaturas insensibles.
No Me miren a Mí, miren a Mi Hijo, ofreciéndose en la Cruz por ustedes.
Yo permanecí al pie de la Cruz por cada uno y así en este instante, Mis hijos fieles deben permanecer al pie de la Cruz, signo de Redención y de Gloria.
Amados Míos, éstos son instantes violentos, en los que se mueve esta generación; la violencia se apodera del hombre y éste reacciona simplemente por impulso. Ustedes reflexionen y dispónganse al bien aunque dejen el camino regado con sus lágrimas.
FORTALÉZCANSE CON EL CUERPO Y LA SANGRE DE MI HIJO, ALIMÉNTENSE EN LA EUCARISTÍA, VISITEN A MI HIJO EN EL SAGRARIO Y NÚTRANSE EN EL ESPÍRITU,
PARA QUE SEAN CAPACES DE ENFRENTAR CON FE Y SIN TITUBEAR TODO CUANTO SE ACERCA.
Ustedes hijitos, no se dividan; auxíliense unos a otros. Donde un hermano sufre, los demás sufren. Pero recuerden que llegará el instante en que no podrán auxiliarse como ahora, ya que la sucesión de hechos no permitirá que los pueblos se auxilien unos a otros. (Por eso se requierirán los cristianos con Fe Verdadera y Sobrenatural, para hacer milagros)
Amados Míos, céntrense en el amor fraterno, obedezcan los Mandamientos, congréguense y minístrense unos a otros. No permanecen solos, Mi Hijo mora dentro de cada uno, el Espíritu Santo les dará discernimiento si ustedes acallan las voces mundanas.
Amados hijos, éstos son instantes agónicos y el mal ha iniciado una encarnizada batalla por las almas. Mis Legiones Celestiales se mantienen en la Tierra, combatiendo por aquellos que suplican a Mi Hijo Su auxilio Divino.
Yo les bendigo. Mi vientre es arca de salvación, permanezco al lado de cada uno, dentro del Corazón de aquéllos que así Me lo permiten.
Mis Legiones les invitan a unirse a ellas y combatir el mal con el bien, el desamor con el amor, la injuria y la calumnia con la comprensión y el perdón. Ustedes son el Pueblo de Mi Hijo y Mis Hijos amados.
Tengan presente en todo instante el obrar y actuar de MI HIJO Y ACTÚEN COMO EL MISMO ACTÚA, SEAN MISERICORDIOSOS.
LES BENDIGO, HIJOS, Y LES CUBRO CON MI MANTO MATERNO.
http://revelacionesmarianas.com/luz_de_maria.htm
¡MI DESPERTAR DE CONCIENCIAS SE APROXIMA Y MUCHOS SIGUEN DORMIDOS, POR MÁS QUE LOS LLAMO NO QUIEREN DESPERTAR!
17 DE NOVIEMBRE DE 2013 – 2:15 P.M.
LLAMADO DE DIOS PADRE A LA HUMANIDAD
MUCHAS NACIONES VAN A SUFRIR POR LA TRANSFORMACIÓN DE MI CREACIÓN;
La tierra ha comenzado su ciclo de purificación y serán aquellas naciones donde más pecado y maldad hay, las que serán azotadas por el llanto de mi creación. Los vientos arrecian, los mares se agitan y el interior de la tierra ha comenzado su ebullición. Los continentes se moverán unos más que otros y sus habitantes ayes dejarán escuchar.
¡AY! ¿QUIÉN PODRÁ RESISTIR EL PASO DE MI JUSTICIA?
El hombre de sincero corazón que escucha mi voz y cumple mis preceptos; ese será como la casa construida en la roca, nada lo derrumbará. Pero aquellos que son como hojas al viento; aquellos de doble ánimo, que no son ni fríos, ni calientes; esos cuya fe es endeble, van a caer como castillos de arena.
¡Despertad pueblo mío, porque se acerca la hora de mi justicia; no dilatéis más vuestra conversión, porque el tiempo ya no es tiempo!
Mi justicia está en camino y no conoce de misericordia. Os digo hijos de Adán, que vuestro pecado y maldad, la ha despertado.
¡Pobres de vosotros, los que andáis apartados de mí, los que seguís dándome la espalda y no la cara, porque el paso de mi justicia no va a dejar huella de vosotros!
¡NACIONES ENTERAS VAN A DESAPARECER!
¡Sólo el llanto, dolor y caos, se escuchará por doquier! De nada servirá lamentarse en el tiempo de mi justicia, porque nadie os escuchará. ¡Corred, corred, venid a poner vuestras cuentas en orden con vuestro amo, porque los jinetes justicieros han comenzado a derramar sus copas y convertirán mi creación en un valle de lágrimas!
Prestad atención a mis palabras y ponedlas en práctica; acordaos, estarán dos en el campo; a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán. Estarán dos mujeres moliendo juntas; a una se las llevarán y a otra la dejarán. (Mateo 24, 40-41).
Mi despertar de conciencias se aproxima y muchos siguen dormidos, por más que los llamo no quieren despertar. La venda de pecado no los deja ver, ni escuchar mis angustiosos llamados. Os digo: si no aprovecháis estas últimas campanadas de misericordia, os vais a perder eternamente.
Todo aquel que se presente ante mí, sin el traje apropiado, no podrá entrar en mi banquete. De nuevo os digo: El que quiera salvar su vida la perderá, más el que la pierda por mí, la encontrará. Porque muchos son los llamados y muy pocos los elegidos.
¡Reparad, reparad, para que cuando os presentéis ante mí, seáis irreprochables! Amad y perdonad a vuestros hermanos y no debáis a nadie nada, más que amor.
La noche de mi justicia se está acercando. Recapacitad y retomad cuanto antes el camino de la salvación, para que mañana no tengáis de qué lamentaros.
Vuestro Padre Yhavé, Señor de los Ejércitos, Señor de las Naciones.
Dad a conocer este mensaje a toda la humanidad.
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MENSAJES DADOS A MARIA DE LA DIVINA MISERICORDIA (fragmentos)
Jueves 7 de noviembre de 2013 a las 18:35 hrs.
Mi amadísima hija, el tiempo para el nuevo comienzo está cerca. MIENTRAS LA GRAN TRIBULACIÓN CONTINÚA SINTIÉNDOSE, MUCHOS ACONTECIMIENTOS SE LLEVARÁN A CABO.
Los enemigos dentro de Mi Iglesia, sin ningún sentimiento de vergüenza, tratarán de decir que una nueva iglesia secular del mundo, la que da la bienvenida a todos los pecadores y a todas las religiones, es aprobada por Dios.
Si dicen que el pecado es natural y que sólo un Dios justo y equitativo perdonaría todos los pecados, entonces esto es cierto.
Pero si creéis que la vida eterna es su derecho natural y que no necesitarán arrepentirse primero, entonces están negando la Verdad.
Amo a cada uno de ustedes. Yo nunca sería cruel, poco compasivo, despiadado, abusivo, ni dañaría a ninguno de los hijos de Dios.
Sin embargo, nunca abriría la puerta de Mi Reino a cualquier pecador, a menos que muestren verdadero remordimiento por sus malas acciones.
Cuando los guío hacia la salvación, abro todas las puertas, para que pueda darles la bienvenida en el último día. Muchas puertas se están abriendo ahora, pero pocos están entrando a ellas.
Ninguno de ustedes entrará en Mi Reino, a menos que obedezcan Mi Palabra dada a ustedes en los Santos Evangelios. Su fe debe ser pura. Su amor por los demás debe ser genuino y su obediencia a Mi Palabra, ganará para ustedes el Don de la vida eterna.
TODOS LOS TRASTORNOS QUE ESTÁN A PUNTO DE PRESENCIAR SERÁN TESTIMONIO DE LA VERDAD DE LAS PROFECÍAS DADAS A MI AMADO JUAN EN EL LIBRO DEL APOCALIPSIS.
Cuando vean a la Iglesia entrar en unión con el mundo secular, sabrán que ha llegado el momento para que Mi Misión reúna almas en todo el mundo.
Su Jesús
Jueves 26 de septiembre de 2013 a las 17:55 hrs.
Mi queridísima hija, Mi Mano de Justicia ha caído sobre el mundo y castigaré a aquellos quienes hieren a Mis hijos, en cuerpo y alma. Ustedes deben temer Mi Ira así como aceptar Mi Misericordia.
Intervendré en sus naciones con el fin de detener que se intensifiquen las guerras y si tengo que destruir ciudades para detener que el mal se extienda, entonces lo haré.
Conforme la maldad del hombre se propaga como un virus, cortaré aquellas almas en dos y las aniquilaré. Cómo los pecados malvados de aborto, guerra, asesinato y el engaño de aquellos quienes ayudan en la propagación del pecado me enferman. Pagarán el precio por esto ahora.
Aquellos en posiciones políticas, quienes controlan la disponibilidad del aborto, serán los primeros en ser castigados. Esperen ahora conforme ustedes verán cómo ellos sufrirán por las atrocidades las cuales consienten ante Mí. Aquellos grupos, quienes traman la desaparición de la población mundial a través del aborto, morirán en agonía por Mi Mano.
Se hará justicia sobre ellos finalmente, ya que ya no les permitiré infligir tal maldad sobre Mis hijos. Sus arrogantes afirmaciones, de que están actuando en interés humano, serán silenciadas, ya que se han separado ellos mismos de Mí y ahora tendrán poco tiempo para redimir sus almas.
Aquellos que tienen la responsabilidad de enseñar a Mis hijos la Verdad de los Evangelios necesitarán prestar atención a esta Promesa. Los levantaré cuando digan la Verdad, pero los lanzaré al Abismo, cuando profanen la Sagrada Eucaristía.
Y mientras los mentirosos los convencerán de la necesidad de cambiar la Verdad y los persigan, no será nada como la oscuridad, la cual arrojaré sobre toda la Tierra. Entonces habrá llanto y rechinar de dientes, pero nadie los oirá.
Ya no verán, ni oirán nada, sino que sentirán el dolor de aquellas almas a quienes destruyeron debido a la apostasía, la cual ayudaron a impulsar hasta que envolvió las almas de aquellos siervos sagrados que ustedes instruyen.
TEMAN MI IRA, YA QUE DESCENDERÁ SOBRE USTEDES REPENTINAMENTE
Y para entonces les será demasiado tarde. Nunca verán Mi Rostro. Les estoy dando a los líderes de todos aquellos quienes controlan Mis Iglesias en la Tierra esta advertencia final.
Fracasar en defender la Palabra de Dios o mantener la Sagrada Eucaristía resultará en muerte y desesperanza.
No les permitiré el tiempo para destruir las almas quienes han sido reservadas para cierto uso por Mis enemigos.
Su Padre, Dios Altísimo
Miércoles 25 de septiembre de 2013 a las 12:15 hrs.
Mi niña, LA CRUCIFIXIÓN DE LA IGLESIA DE MI HIJO EN LA TIERRA HA COMENZADO EN VERDAD Y TODAS LAS SEÑALES HAN COMENZADO A SER VISTAS.
Al igual que mi Hijo fue clavado en la Cruz, solo uno de Sus apóstoles se quedó con Él hasta el final y así también, pocos de Sus discípulos en la Tierra, se atreverán a ser vistos defendiendo Su Cuerpo Místico en la Tierra, conforme es saqueado, perseguido y luego aniquilado.
Muy pocos de aquellos quienes juraron lealtad a mi Hijo observaron Su flagelación o caminaron junto a Él en la subida al Monte Calvario. Yo solo tuve cuatro discípulos leales – mi prima María; Marta; María Magdalena y Juan – para sostenerme y ayudarme en mi agonía mientras tuve que presenciar la terrible tortura de mi Hijo. Muchos seguirán las instrucciones de mi Hijo, a través de estos santos Mensajes para el mundo;
pero solo unos pocos serán lo suficientemente valientes para proclamar abiertamente la Palabra de Dios durante la Crucifixión de la Iglesia de mi Hijo en la Tierra.
Mi dolor en este momento es grande ya que todo lo que fue predicho por mí, durante las apariciones en La Salette y Fátima, está ahora desplegándose ante todos ustedes; pero muchos de ustedes están ciegos.
Aquellos de ustedes quienes han dedicado horas ante mí en mis santísimos santuarios deben venir y pedirme a mí su Madre, que abra sus ojos a la Verdad. Deben pedirme que consagre sus corazones y almas a mi Hijo, de lo contrario, ustedes también lo negarán.
Su amada Madre, Madre de la Salvación
http://jesusalahumanidad.com/Mensajes-Recientes.php
3.- CONQUISTADO POR EL PODER
La primavera está en todo su esplendor. Es la primera Pascua, después del retiro en el desierto.
Jesús entra en el recinto del Templo de Jerusalén, con Pedro, Andrés, Juan, Santiago de Zebedeo, Felipe y Bartolomé. Una multitud de peregrinos llegan de todas partes. En el primer patio hay una verdadera feria.
No existe el menor recogimiento en el lugar sagrado. Quién corre. Quién llama. Quién contrata a los corderos; grita y maldice por el precio excesivo. Quién empuja a los pobres animales que balan en los corrales improvisados con cuerdas o estacas. Y son custodiados por los mercaderes. Palos, balidos, blasfemias. Insultos a los criados que se descuidan en juntar o en separar a los animales y a los compradores que regatean el precio o que se van. Y mayores insultos en los que a sabiendas, se han llevado algún cordero.
El Templo también funciona como banco financiero. Y junto a los cambistas, hay otro griterío por los abusos en el cambio en el valor monetario, que cada quién impone a su capricho; pues según el cliente, es lo que le cobran.
Dos pobres viejecillos miran una y otra vez su bolsillo, con el dinero obtenido con tanto trabajo y sacrificio. Van de uno a otro cambista y terminan por regresar con el primero; que decide vengarse porque lo dejaron y aumenta la usura en el cambio.
Luego van con los vendedores de corderos que entregan a los viejos medio ciegos, al más flaco. Entran en el Templo…
Y al poco rato regresan empujando al pobre animalillo, que ha sido rechazado por los sacrificadores.
Llantos, súplicas, malos gestos, palabrotas; van y vienen sin que el vendedor se conmueva:
– Para lo que queréis gastar galileos, el que os he dado es muy hermoso todavía. ¡Lárguense! O dad otros cinco denarios por uno mejor.
El anciano suplica:
– ¡En Nombre de Dios! ¡Somos pobres y viejos! ¿Acaso quieres impedir que celebremos la Pascua, que tal vez sea la última? ¿No te basta lo que pediste por un pequeño animal?
Inconmovible, el mercader exclama:
– ¡Lárguense apestosos! Allá viene José el Anciano y me honra con su preferencia.
El vendedor deja a los afligidos viejos y saluda al recién llegado:
– ¡Dios sea contigo! ¡Ven, escoge!
José de Arimatea es un fariseo muy majestuoso; entra en el corral y toma un soberbio ejemplar. Luego pasa indiferente frente a los pobrecitos que gimotean a la entrada del corral. Casi los empuja cuando pasa con el gordo cordero que va balando.
También Jesús ha hecho su compra y es Pedro, el que lleva un cordero de regular tamaño. Pasan cerca de los viejecillos, que temerosos e indecisos lloran, mientras la gente los empuja y son insultados por el vendedor.
Jesús es muy alto. Mide un poco más de dos metros y llega junto a ellos, cuyas cabezas apenas si le llegan a la altura del pecho. Se acerca y poniendo su mano en la espalda de la mujer, le pregunta:
– ¿Por qué lloras, mujer?
Ella mira muy sorprendida y admirada a este joven alto y majestuoso, que parece un rabí y que viste una túnica y un manto blanquísimos; porque nadie se preocupa de la gente, ni de defender a los pobres contra la avaricia de los vendedores…
Y le dice la razón de su llanto.
Cuando termina la transacción entre José y el mercader; Jesús se dirige a éste último:
– Cambia este cordero a estos fieles. No es digno del altar. Así como tampoco es justo que te aproveches de dos viejecitos, tan sólo porque son débiles e indefensos.
El hombre se sorprende y recorriéndolo con la mirada de arriba abajo, dice con desprecio:
– ¿Y Tú quién eres?
Jesús contesta:
– Un justo.
– Tu modo de hablar y el de tus compañeros, te denuncian como Galileo. ¿Acaso puede haber un justo en Galilea?
Jesús dice con seriedad:
– Haz lo que te digo y sé justo.
El hombre ríe con burla:
– ¡Oíd! ¡Oíd! ¡Al galileo defensor de sus iguales! ¡Nos quiere enseñar a nosotros los del Templo! –al decir esto remeda la cadencia del hablar Galileo, que es más melodioso que el judío.
La gente se reúne. Otros vendedores y cambistas, se unen para defender a su compañero en contra de Jesús.
También intervienen algunos rabíes que lo interrogan con un gran sarcasmo:
– ¿Eres tú doctor?
Jesús contesta muy serio:
– Tú lo has dicho.
– ¿Qué enseñas?
La hermosísima voz de tenor de Jesús resuena en el aire, como una trompeta:
– Enseño esto: a hacer de la Casa de Dios, Casa de Oración y no lugar de usura y de mercado. ¡Esto es lo que enseño!
Todos quedan paralizados por el miedo; pues Jesús parece un arcángel airado. Sus bellísimos ojos azules, parecen dos zafiros centelleantes. Y con santa Ira camina impetuoso, entre banco y banco; volcando las mesas y las mesitas. Y todo cae al suelo con gran estrépito de monedas que rebotan y maderos quebrados.
El aire se llena de gritos de ira, de pavor, de aprobación. Enseguida arranca de las manos de los mozos que cuidan los animales, las cuerdas con las que guardan los bueyes, las ovejas y los corderos. Y forma con ellos un duro látigo, en el que los lazos sueltos se convierten en flagelo. Lo levanta y le da vueltas por arriba y por abajo sin consideración alguna. ¡Y sin ninguna piedad!
Al golpear sacude cabezas y espaldas. Los fieles se separan admirando lo que pasa.
Los culpables son perseguidos y huyen dejando en el suelo, el dinero y los animales; en medio de una gran confusión de piernas, cuernos, alas. Hay quién corre; quién vuela… todo en medio de mugidos, balidos, aleteos de palomas y de tórtolas. Y a este alboroto se unen las risas y burlas, con que los fieles siguen a los usureros que escapan dando alaridos que sobrepasan los berridos y balidos de los corderos, que están siendo degollados en otra parte del Santuario.
Israel es una teocracia y el Templo, su principal sede de gobierno. Con toda esta barahúnda, acuden los sacerdotes, junto con los fariseos y los rabíes con sus discípulos.
Jesús está en medio del patio. Ha regresado de perseguir a los culpables y todavía tiene el látigo en la mano.
Es una estampa prodigiosa, poder contemplarlo en toda su majestuosa belleza masculina; airosa y triunfante; poderosa como un rey…
Y las preguntas llueven al mismo tiempo:
– ¿Quién eres?
– ¿De qué escuela provienes?
– ¿Cómo te permites hacer esto, turbando las ceremonias prescritas?
– Nosotros no te conocemos, ni sabemos quién eres.
Jesús los escudriña a todos como si los traspasara con su mirada. Ellos la sienten y parecen encogerse. Jesús al contrario… Se yergue más majestuoso todavía y adquiere toda la grandeza del Hombre-Dios…
Y declara con voz poderosa:
– Yo Soy el que puedo. Todo lo puedo. Destruid si queréis este Templo Real y Yo lo levantaré para alabar a Dios. Yo no turbo la santidad de la Casa de Dios, ni sus ceremonias. Vosotros sois la que la turbáis, permitiendo que su morada se convierta en sede de ladrones y mercaderes. Mi escuela es la Escuela de Dios. La misma que Israel tuvo cuando le hablaba el Eterno, por medio de Moisés. ¿No me conocéis?… ¡Me conoceréis! ¿No sabéis de dónde vengo?… ¡Lo sabréis!
Y volviéndose al pueblo, sin preocuparse más por los sacerdotes. Alto, vestido de blanco, con el manto abierto y cayéndole sobre la espalda.
Majestuosísimo como un Rey y con los brazos abiertos como un orador en lo más emocionante de su discurso, dice:
– ¡Oíd, vosotros de Israel! En el Deuteronomio está escrito: establecerás jueces y magistrados en todas las puertas…y ellos juzgarán con justicia al pueblo, sin inclinarse por ninguna de las partes. No tendrás respetos personales, ni aceptarás donativos. Porque los donativos cierran los ojos de los sabios y alteran las palabras de los justos. Con justicia seguirás lo que es justo, para vivir y poseer la tierra que el Señor Dios Tuyo te habrá dado.
¡Oíd, vosotros de Israel! En el Deuteronomio está escrito: no prestarás a interés, ni dinero ni semillas, ni cosa alguna a tu hermano. Podrás hacerlo con el extranjero; pero a tu hermano no prestarás con interés, de lo que tiene necesidad. Esto ha dicho el Señor.
¡Ved ahora qué injusticia para con el pobre se comete en Israel! No triunfa el justo, sino el fuerte. Y ser pobre, ser pueblo, quiere decir ser oprimido. ¿Cómo puede el pueblo decir: “Quién nos juzga es justo” si ve que no lo respetan los que deberían hacerlo? ¿El violar los Mandamientos de Dios, es acaso respetarlo? ¿Por qué razón los sacerdotes en Israel tienen posesiones y aceptan donativos de publicanos y pecadores, los cuales los hacen para tener de su parte a los sacerdotes; así como éstos los reciben para tener una mayor riqueza?
Dios es la herencia de los sacerdotes. Para ellos Él, el Padre de Israel; es más que Padre y les provee de comida como es justo. Pero no más de lo justo. Él no prometió a los servidores del Santuario bolsas de dinero, ni posesiones. En la Eternidad tendrán el Cielo porque fueron justos; como lo tendrán Moisés y Elías, Jacob y Abraham. Pero sobre esta tierra no deben tener más que el vestido de lino y una diadema de oro incorruptible: Pureza y Caridad.Y que el cuerpo sea siervo del espíritu, que es siervo de Dios Verdadero. Y que no sea el cuerpo quién sea señor del espíritu y contrario a Dios.
Se me ha preguntado con qué autoridad hago esto.
Y ellos ¿Con qué autoridad profanan los Mandamientos de Dios y a la sombra de los muros sagrados permiten usura contra sus hermanos de Israel, que han venido por obedecer un Mandamiento Divino? Se me ha preguntado de qué escuela provengo y yo he respondido: “De la Escuela de Dios”. Así es Israel. Yo he venido a traerte a esta escuela santa e inmutable. Quien quiera conocer la Luz, la Verdad, la Vida. Quien quiera volver a oír la Voz de Dios que habla a su pueblo, que venga a Mí. Como habéis seguido a Moisés a través del desierto, ¡Oh, vosotros de Israel! Seguidme a Mí que os llevaré a través de un desierto más desolado al encuentro de la Verdadera Tierra Prometida. Por el mar abierto de los Mandamientos de Dios, os llevaré a ella y levantando mi señal, os curaré de cualquier mal.
Ha llegado la Hora de la Gracia. Los Patriarcas murieron esperándola, la predijeron los Profetas y fallecieron con esta esperanza. Los justos soñaron con ella y murieron confortados con este sueño. Ha llegado la Hora.
¡Venid! El Señor está por juzgar a su Pueblo y para hacer misericordia a sus siervos. Así como lo prometió por boca de Moisés.
El largo discurso termina y la gente agolpada alrededor de Jesús, lo ha escuchado con la boca abierta. Después comenta las palabras del nuevo Rabí. Y van y vienen preguntas.
En un nutrido grupo de fariseos, sacerdotes y Doctores de la Ley; que están tan estupefactos, que se han quedado paralizados al igual que todos los que presencian la insólita escena…Está el escriba Sadoc y sus discípulos.
Y entre sus asombrados oyentes, hay uno que se pregunta a sí mismo:
– ¿Acaso es el Mesías?
Y su corazón palpita con violencia ante el pensamiento que cruza como un relámpago:
– ¡Sí! ¡Es el Mesías! Sólo el Mesías sería capaz de hablar así a los poderosos de Israel. ¡El Rey prometido ha llegado!
Y un frenético anhelo de seguirlo y conseguir ser su discípulo, se agiganta dentro de sí y lo domina por completo. Y jala a su compañero de una manga y lo arrastra consigo.
Mientras tanto, Jesús se dirige al Patio de los Israelitas, seguido por sus amigos.
Tres días después…
Jesús llega con sus seis discípulos a una casita que está en la orilla de la ciudad, entre la campiña y los olivos, bañada por la luz del atardecer.
Un anciano campesino, propietario del olivar, que es conocido de Juan, le dice:
– Juan, hay dos hombres que esperan a tu amigo.
Juan inquiere:
– ¿Dónde están? ¿Quiénes son?
– Están esperando en la cocina y… y… en el fondo del huerto, hay otro que es todo llagas. Hice que se quedara allí, porque…mucho me temo de que esté leproso. Dice que quiere ver al profeta que habló en el Templo.
Jesús dice:
– Vamos primero con éste. Diles a los otros que si quieren venir, que vengan. Hablaré con ellos en el Olivar.
Y avanza al lugar que señaló el anciano.
Pedro pregunta:
– ¿Y nosotros que hacemos?
– Venid si queréis.
Un hombre todo embozado está pegado a la barda que sirve de apoyo a una zanja, la más cercana al sembradío. Cuando ve que Jesús se acerca, grita:
– ¡Atrás! ¡Atrás! –Descubre su tronco, dejando caer el vestido y gritando- ¡Piedad! ¡Piedad!
Si la cara está cubierta de costras, el tronco es un entretejido de llagas. Unas, son hoyos profundos. Otras parecen quemaduras de color rojo. Y otras más, blanquizcas y transparentes como si tuvieran un vidrio blanco.
Jesús lo mira con infinita compasión:
– ¡Eres leproso! ¿Para qué me quieres?
El hombre suplica:
– ¡No me maldigas! ¡No me tires piedras! Me han contado que la otra tarde te manifestaste como Voz de Dios y Portador de su Gracia. Me han dicho que Tú has afirmado que al levantar tu Señal, sanas cualquier enfermedad. Por favor, ¡Levántala sobre mí! ¡Vengo de los sepulcros… desde allá! Me he arrastrado como una serpiente entre los espinos del riachuelo para llegar sin ser visto. He esperado el atardecer para hacerlo, porque en la penumbra no se distingue lo que soy. Me he atrevido. Encontré al buen amo de la casa que no me mató y sólo me dijo: “Espera junto a la barda” Por favor te lo pido, ten piedad Tú también.
Los seis discípulos, el dueño del lugar y los dos desconocidos, se quedan paralizados y muestran claramente su repudio.
Jesús empieza a caminar para acercarse al enfermo.
Y el leproso, grita:
– ¡No! ¡Alto! ¡No más adelante! ¡No más!… ¡Estoy infectado!
Pero Jesús avanza. Lo mira con tanta piedad que el hombre se pone a llorar y se arrodilla con la cara casi sobre el suelo y solloza:
– ¡Tu Señal! ¡Tú Señal!
Jesús sonríe lleno de majestad y dice:
– Será levantada a su Hora. Pero Yo te digo: ¡Levántate! ¡Cúrate! ¡Lo quiero! Y sé para Mí, testigo en esta ciudad que debe conocerme. ¡Levántate, te lo mando! Y no peques más en gratitud a Dios.
El hombre se levanta poco a poco; parece emerger de la alta hierba, como de un sudario, en una tumba…
¡Y está curado!
Grita:
– ¡Estoy limpio! ¡Oh! ¿Qué debo hacer yo ahora por Ti?
– Obedecer la Ley. Ve al sacerdote. Sé bueno en el porvenir. ¡Ve!
El hombre trata de arrojarse a los pies de Jesús; pero se acuerda de que todavía está impuro según la Ley y se detiene. Entonces se besa la mano y envía con ella un beso a Jesús, llorando de alegría.
Los otros están petrificados. Jesús le sonríe al curado y lo bendice. Le vuelve la espalda y regresa con los demás.
Su maravillosa sonrisa los hace volver en sí al decirles:
– Amigos, era solamente una lepra de la carne. Pero vosotros veréis caer la lepra de los corazones. –Volviéndose hacia los dos desconocidos, pregunta- ¿Sois vosotros los que me buscabais? Aquí estoy. ¿Quiénes sois?
El más alto le dice:
– Te oímos la otra tarde en el Templo. Te buscamos por la ciudad. Uno que dijo ser pariente tuyo, nos dijo que estabas aquí.
Jesús pregunta:
– ¿Por qué me buscáis?
– Para seguirte si quieres. Porque has dicho palabras de verdad.
– ¿Seguirme? ¿Pero sabéis a donde debo ir?
– No Maestro. Pero ciertamente que a la gloria.
– Sí. Pero no a una gloria de la tierra; sino a la que tiene su asiento en el Cielo y que se conquista con la virtud y los sacrificios. ¿Por qué queréis seguirme?
– Para tener parte en tu gloria.
– ¿Según el Cielo?
– Sí. Según el Cielo.
– No todos pueden llegar; porque Mammón asecha a los que desean el Cielo, más que a todos los demás. Y sólo el que sabe querer con todas sus fuerzas, resiste. ¿Por qué seguirme, si seguirme significa una lucha contra el Enemigo que es Satanás?
– Porque así lo quiere nuestro corazón que ha quedado conquistado por Ti. Tú eres Santo y Poderoso. Queremos ser tus amigos.
Jesús exclama:
– ¡Amigos! –calla un rato y suspira.
Luego mira fijamente al que siempre ha estado hablando.
Es un judío joven, elegantemente vestido y que ahora ha dejado caer el capucho de su manto hacia atrás, descubriendo su cabeza rapada.
Y Jesús le pregunta:
– ¿Quién eres tú, que hablas mejor que uno del pueblo?
– Soy Judas de Simón. Soy de Keriot, pero estoy en el Templo. Soy sacerdote y fariseo. Hijo de Simón, sacerdote fariseo de la treceava de las veinticuatro castas sacerdotales. Soy de la tribu de Leví. Espero y sueño con el Rey de los Judíos. Te he visto que eres Rey en la Palabra y en el gesto. Tómame contigo.
– ¿Tomarte?… ¿Ahora?… ¿Inmediatamente?… ¡No!
El ‘NO’ de Jesús es rotundo y cortante. Los apóstoles lo miran sorprendidos ante una actitud insólita y que generalmente es dulce y amorosa de su Maestro…
Judas pregunta extrañado:
– ¿Por qué Maestro?
– Porque es mejor pesarse a sí mismo, antes de emprender un camino muy pendiente.
– ¿No te fías de mi sinceridad?
– ¡Tú lo has dicho! Creo en tu impulso, pero no creo en tu constancia. Piénsalo bien, Judas. Por ahora me voy, pero regresaré para Pentecostés. Si estás en el Templo podrás verme. ¡Pésate a ti mismo!… –se vuelve hacia el otro desconocido- Y tú ¿Quién eres?
el hombre contesta un poco turbado:
– Otro que te vio. Querría estar contigo. Pero ahora siento miedo.
Jesús contesta con firmeza y dulzura:
– ¡No! La presunción es ruina. El temor puede ser obstáculo, pero si procede de la humildad, es ayuda. No tengas miedo. También tú piénsalo y cuando regrese…
– Maestro, ¡Eres tan Santo! Tengo miedo de no ser digno. No de otra cosa. Porque de mi amor no recelo.
– ¿Cómo te llamas?
– Tomás. Y de sobrenombre, Dídimo.
– Recordaré tu nombre. Vete en paz.
Jesús los despide y entra en la casa con los seis discípulos.
Juan pregunta:
– ¿Por qué has hecho tanta diferencia entre los dos, Maestro? Ambos tenían el mismo impulso.
Jesús contesta:
– Amigo. Aunque el impulso sea el mismo, éste puede tener diferentes orígenes y producir diversos efectos. Ciertamente los dos tienen el mismo impulso. Pero no son iguales en el fin. El que parece menos perfecto lo es más, porque no tiene el acicate de la gloria humana. Me ama porque… me ama.
Pedro interviene:
– Nosotros hemos dejado todo por Ti.
– Lo sé Pedro. Por eso os amo más. Pero también vendrá Judas.
– ¿Quién?… ¿Judas de Keriot?… ¡Ese!… ¡No me agrada! Es un elegante y apuesto señorito, pero… prefiero… ¡Me prefiero a mí mismo!
Todos lanzan una carcajada, con la salida de Pedro. Éste aclara:
– No hay porqué reírse. Quise decir que prefiero ser un Galileo franco, burdo, ignorante, pescador; pero sin malicia… él tiene…no sé… ¡Ea! El Maestro entiende lo que yo pienso.
Jesús dice:
– Sí entiendo. Pero no hay que juzgar. Tenemos necesidad de…
Lo interrumpen unos golpes que tocan a la puerta. Cuando la abren, Tomás entra y se arroja a los pies de Jesús.
Y le suplica:
– Maestro… no puedo esperar hasta tu regreso. Déjame contigo. Estoy lleno de defectos; pero tengo un amor único, grande y verdadero que es mi tesoro. Es tuyo y es para Ti… ¡Por favor deja que me quede Maestro!
Jesús le pone la mano en la cabeza y dice:
– Quédate, Dídimo. Ven conmigo. Bienaventurados los que son sinceros y tenaces en el querer. Vosotros sois benditos. Para Mí sois más que parientes; porque sois hijos y hermanos, no según la sangre que perece; sino conforme al querer de Dios y al querer vuestro espiritual. Ahora declaro que no tengo ningún pariente más cercano a Mí, que el que hace la Voluntad de mi Padre y quiere el bien. Levántate amigo. ¿Ya cenaste?
Tomás contesta:
– No, Maestro. Caminé unos cuantos metros con el otro que vino conmigo. Después lo dejé y me regresé diciéndole que quería hablar con el leproso curado… Lo dije porque pensé que él desdeñaría acercarse a un impuro y no me equivoqué. Pero yo te buscaba a Ti; no al leproso…Quería pedirte que me aceptaras.
– ¿Vives lejos?
– Estoy alojado cerca de la Puerta Oriental.
– ¿Estás solo?
– Estaba con parientes. Pero te oí en el Templo y me quedé para buscarte.
Jesús sonríe y dice:
– ¿Entonces nadie te espera?
Tomás contesta muy feliz:
– No, Maestro.
– Siéntate, Tomás y come con nosotros. Somos pobres y la cena la compartiremos con amor.
Después de que terminan de cenar, Jesús le pregunta:
– Tomás, ¿Estarías dispuesto a hacerme un favor?
– Ordena, Maestro. Estoy para servirte.
– Mañana al rayar el alba, el leproso saldrá de los sepulcros, para buscar quién le avise al sacerdote. Es caridad que tú vayas antes a ese lugar y digas en voz alta: “Tú que ayer fuiste curado, ven fuera. Me manda Jesús de Nazareth, el Mesías de Israel. El que te sanó.” Con esto harás que el mundo de los muertos vivientes conozca mi Nombre y arda de esperanza. Y que a la esperanza se una la fe para que lo cure. Después, él vendrá a ti. Harás lo que te diga que tienes que hacer. Y lo ayudarás en todo como si fuese tu hermano. Le dirás también: “Cuando hayamos cumplido con tu purificación, el Maestro te espera en el camino a Jericó; junto al río. Para decirnos en qué debemos servirlo.”
– ¡Así lo haré! ¿Y el otro?
– ¿Quién?… ¿Iscariote?
– Sí, Maestro.
– Para él persiste mi consejo. Déjalo que decida por sí mismo. Y por largo, muy largo tiempo; evita aún el encontrarlo. En cuanto al leproso, déjame decirte como es; para que nadie trate de engañarte. Es alto, delgado, de piel oscura, como de sangre mezclada. Ojos profundos y muy negros, bajo unas cejas blancas. Cabellos blancos y encrespados. Nariz larga y labios gruesos. En la frente tiene una cicatriz antigua que le ha quedado.
Felipe comenta:
– Entonces es un viejo, si está todo blanco.
Jesús refuta:
– No Felipe. Sólo es un poco mayor que yo. La lepra lo hizo canoso. Oremos…
Jesús se levanta y da gracias al Padre. Luego todos se retiran a descansar.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONOCELA
28.- NÉMESIS
Un hombre como de cuarenta años, alto, atlético. Con un rostro en el que resaltan unos ojos castaños de mirada dulce y bondadosa, examina con delicadeza y movimientos expertos…
Y luego declara:
– Sí, Lautaro. Fui médico militar. La guerra es una buena escuela. La herida de la cabeza es leve. Cuando éste, -señaló a Bernabé- lo aventó contra la pared, el joven extendió el brazo tratando de protegerse y al caer pegó contra la balaustrada y se le desarticuló. Así fue como se fracturó también las costillas, pero por lo mismo, salvó la cabeza y su vida.
El anciano replica:
– Sabemos que eres un buen médico y por eso mandé a buscarte.
Y mientras platican, Mauro empezó a reducir el brazo para entablillarlo…
Y Marco Aurelio se desmayó. Lo cual lo favoreció, pues así no sintió el sufrimiento causado al volver a articular el brazo y la reducción de los huesos rotos. Terminada la operación, Marco Aurelio recuperó el conocimiento y vio delante de él a Alexandra.
Ella está a su cabecera, sosteniendo una palangana, donde Mauro introduce una esponja y humedece la cabeza de su paciente.
Marco Aurelio no puede dar crédito a sus ojos. Creyó estar soñando y después de largo rato, musitó como un suspiro:
– ¡Alexandra!
La palangana tembló en las manos de ella, al escuchar ese llamado. Lo miró con tristeza y le contestó en voz baja:
– ¡Que la paz sea contigo!
Y permaneció allí de pie, mirándolo con compasión y mucha tristeza.
Marco Aurelio a su vez la mira anhelante, extasiado ante ella, deseando grabarse su imagen. Ve su rostro pálido, las hermosas trenzas de negros cabellos, vestida con su ropa de esclava. Sus ojos bellísimos y preocupados mientras le atienden…
El tribuno la envuelve con una mirada tan intensa, que la hace ruborizar. Mientras la contempla, reflexiona que esa palidez y esa pobreza en que ahora la ve, son obra suya. Que ha sido él, el que la arrancara de una casa en la que ella vivía rodeada de amor y comodidades. Él le había quitado su bienestar para arrojarla en aquella mísera estancia, vistiéndola con aquella pobre túnica de lana oscura.
Y le dijo emocionado:
– Alexandra… Tú no permitiste mi muerte.
Ella contestó con dulzura:
– Quiera Dios devolverte la salud.
Para Marco Aurelio, que ahora ve todos los agravios que le ha inferido; esas palabras fueron como un bálsamo, que le llegó hasta lo más íntimo del alma. Y si poco antes el dolor le había debilitado, ahora lo desfallece la emoción… Y una especie de languidez profunda, a la par que inefable, se apoderó de todo su ser, con un gozo incomparable.
Mientras tanto, Mauro después de lavarle la herida en la cabeza, le aplicó un ungüento. Bernabé se llevó la palangana y Alexandra le dio al herido, una copa con vino medicado para el dolor; sosteniéndole con delicadeza, mientras se la acerca a los labios. Más tarde ella llevó la copa vacía al aposento contiguo.
El ya casi ha recuperado sus facultades y Lautaro, después de hablar con Mauro, se aproximó al lecho y dijo:
– Dios no te ha permitido ejecutar una mala acción y te ha conservado la vida a fin de que reflexiones y te arrepientas. Él ante quien el hombre es solo polvo, te entregó indefenso en nuestras manos… Pero Cristo en quién creemos nos ha ordenado amar aún a nuestros enemigos. Por eso hemos curado tus heridas y como Alexandra te lo ha dicho, imploramos a Dios para que te devuelva la salud. Más no podemos permanecer consagrados a tus cuidados… Piensa con calma y medita bien si es digno de ti, continuar en tu persecución contra ella. Ya lo ves: has dejado a esa joven sin tutores y a nosotros sin techo. Pero te perdonamos y te devolvemos bien por mal.
Marco Aurelio preguntó:
– ¿Me abandonaréis acaso?
Lautaro declaró:
– Vamos a abandonar esta casa, para escapar de la persecución del Prefecto. Tu compañero murió. Tú que eres poderoso entre los tuyos, estás herido. De todo esto nosotros no tenemos la culpa, pero puede caer sobre nosotros la cólera de la ley de Roma.
– No temáis que os persigan, yo os protegeré
Lautaro se calló que no se trataba solo de ellos. Sino de proteger a Alexandra de él y de su porfiada persecución personal.
Y solo dijo:
– Señor, tu brazo derecho está sano. Aquí tienes tablillas y un stylus. Escribe a tu casa para que tus sirvientes traigan una litera y te lleven a donde tendrás comodidades que no podemos ofrecerte en medio de nuestra escasez. Vivimos aquí con una pobre viuda que vendrá más tarde acompañada por su hijo. Éste podrá llevar tu carta. En cuanto a nosotros, tendremos que buscar otro lugar…
Marco Aurelio se puso pálido.
Comprendió que lo que quieren es separarlo de ella y que si ahora la pierde otra vez, no volverá a verla nunca. Mil ideas cruzaron por su mente en unos segundos. Necesita evitarlo e influir desesperadamente en Alexandra y en sus guardianes, pero no sabe cómo. Lo esencial es verla. Gozar de su presencia, aunque solo fuese por unos pocos días y luego decidirá qué hacer. Y por esto, reuniendo con esfuerzo sus pensamientos, dijo:
– Escúchenme cristianos. Antes yo no os conocía y vuestros hechos me demuestran, que sois gente buena y honrada. A esa viuda que ocupa esta casa, decidle que permanezca en ella. Quédense también ustedes y déjenme que los acompañe. Este hombre que es médico, sabe que no es posible que me traslade hoy fuera de aquí. Estoy enfermo. Tengo un brazo y las costillas rotas. Debo permanecer inmóvil, al menos unos días. Por consiguiente os declaro que no saldré de esta casa, a menos que me arrojéis por la fuerza… –y aquí se detuvo porque la respiración le faltó.
Lautaro respondió:
– No emplearemos ningún género de violencia contra ti, señor. Deseamos tan solo salvar nuestras vidas.
Marco Aurelio no está acostumbrado a las objeciones. Frunció el ceño y dijo:
– Permitidme tomar aliento…
Luego de unos instantes, declaró:
– Por Atlante a quién mató Bernabé, nadie ha de preguntar. Él debía partir hoy a Benevento a donde fue llamado por Haloto y todos creerán que se ha ido. Cuando entramos en esta casa, nadie nos vio, a excepción de un griego que estuvo con nosotros. Les indicaré donde vive ese hombre; tráiganlo aquí. Comunicaré en una carta que también he partido para Benevento. Si el griego dio algún aviso al Prefecto, declararé que fui yo quien mató a Atlante y él, quién me rompió el brazo. Esto haré. Os lo juro por las sombras de mi padre y de mi madre. Podéis permanecer aquí con la seguridad de que nadie os hará ningún daño. Haced venir a ese hombre, ese griego cuyo nombre es Prócoro Quironio.
Lautaro contestó:
– Entonces Mauro se quedará contigo y te atenderá la viuda.
Marco Aurelio replicó frunciendo todavía más el ceño:
– Fíjate bien anciano, en lo que te estoy diciendo. Yo te debo gratitud y tú me pareces un hombre bueno y honrado, más no me dices lo que verdaderamente piensas. Tienes miedo de que yo haga venir a mis esclavos y se lleven a Alexandra. ¿No es verdad?
– Así es. –contestó Lautaro con acento severo.
– Entonces ten presente esto. Hablaré a Prócoro delante de todos vosotros. Y escribiré a mi casa una carta, donde anuncio mi viaje a Benevento. No me valdré en lo sucesivo de otros mensajeros, más que de ustedes. Tened esto en cuenta y no me irritéis más.
Y Marco Aurelio tiene contraído el rostro por la indignación. Y luego añadió con exaltación:
– ¿Crees que negaré que mi deseo de permanecer aquí es para verla? Aunque tratara de ocultarlo, eso lo adivinaría un necio. Pero ya no volveré a intentar llevármela por la fuerza. Te diré más: si ella se niega a permanecer aquí, haré pedazos con esta mano que tengo sana, los vendajes que habéis puesto sobre mi cuerpo. No tomaré alimentos, ni bebidas. Y dejaré que mi muerte caiga sobre ti y tus hermanos. ¿Para qué me has atendido entonces? ¿Por qué no has dado orden de que me maten?
Y al decir estas últimas palabras, tiene el semblante pálido de ira y de agotamiento.
Alexandra al oírlo, está segura de que Marco Aurelio cumplirá lo que dice y se quedó anonadada, ante la amenaza de estas palabras. Ella no quiere que muera. Indefenso y herido, ya no le tiene miedo, sino compasión. Marco Aurelio ejerció en su suerte una influencia demasiado trascendental y ha intervenido de tal forma en su vida, que nunca podrá olvidarlo.
Días enteros ha pensado en él e implorado de Dios que lo guíe a la Luz y lo convierta. Que le diera una oportunidad para que ella pueda devolverle bien, por el mal que de él recibiera. Perdón y misericordia a cambio de su persecución, ablandándole el corazón y ganándolo para la causa de Cristo. Dándole la gracia de la salvación…
Y creyó que éste era el momento preciso y que sus plegarias habían sido escuchadas. Se acercó a Lautaro y le dijo con serena dignidad; con tanta majestad, que el anciano presbítero comprendió que una Voluntad más alta, era la que hablaba por su boca.
– Permanezca él entre nosotros, Lautaro. Con él nos quedaremos hasta que Cristo le devuelva la salud completa.
– Sea como tú lo dices. –dijo el anciano respetuoso.
Marco Aurelio, que en todo ese tiempo no había apartado la vista de Alexandra, quedó impactado.
La obediencia reverente del anciano, ¿A qué? ¿A quién?… Le causó una impresión avasalladora. Alexandra apareció ante sus ojos como una especie de sacerdotisa, en medio de los cristianos. Por un momento irradió una Presencia, que la iluminaba toda. Y él se sintió subyugado a la emanación de aquella Presencia, aquella especie de Luz invisible que se percibió en la doncella. Y al amor que hasta ese momento le había arrastrado hacia ella, se unió algo así como un temor reverencial. Y su pasión le pareció por mi primera vez, algo rayano en la insolencia.
Jamás hubiera creído que las relaciones que hay entre ella y él, tomarían un giro de ciento ochenta grados. Ahora no es ella la que depende de su voluntad. Es él, el que está en aquel lugar, quebrantado y enfermo. Ha dejado de ser una fuerza ofensiva y conquistadora hasta quedar indefenso, entregado por completo a la merced y a los cuidados de la joven. Para su índole altiva y dominante, con cualquier otra persona que no fuera Alexandra, esto hubiera sido una tremenda humillación. Pero en lugar de sentirla, creció su admiración, su respeto y su reconocimiento hacia la que ahora es su dueña absoluta.
Desea manifestarle su gratitud desde el fondo de su corazón, junto con todos los sentimientos que él alberga y que jamás mujer alguna le había inspirado. Pero con todo lo que ha pasado está extenuado y no le es posible hablar. Con la mirada le expresa todo y también el inmenso júbilo que lo invade, porque va a permanecer a su lado. Va a poder verla y tenerla cerca. Su único temor es perder más tarde, lo que por fin ha conquistado.
¡Todo es tan sorprendente! Y lo más inusitado es la timidez. Pues cuando ella se acercó a darle de beber, no se atrevió ni siquiera a tocar su mano. Y ella lo notó.
Por primera vez se analizó a sí mismo y vio que era tiránico, insolente, corrompido hasta cierto punto y en caso necesario, también era inexorable e implacable. La vida militar le había dejado con su disciplina, unos resabios de justicia, de religión y de conciencia suficientes, para discernir que no puede ser ruin, con quién le está dando una lección de magnanimidad y de bondad tan regios.
Cuando se enoja es muy impulsivo y en su furia puede arrasar como un huracán. Pero ahora se siente dominado por una ternura insólita, está enfermo y desvalido. Lo único que le importa es que nadie se interponga entre él y Alexandra. Advirtió también con asombro que desde el momento en que ella se puso de su parte, todos se rindieron. Es como si estuvieran confiados en que son protegidos por un poder sobrenatural.
Marco Aurelio le pidió nuevamente a Lautaro que fuesen a buscar al griego y él mandó a Bernabé. Después de tomar el domicilio, éste tomó su manto y salió apresuradamente.
Prócoro fue despertado por la esclava, que le anunció que una persona pregunta por él y desea verlo con urgencia. El griego se levantó, se aseó rápido y fue a ver quién lo busca. Y se quedó petrificado.
Mudo por el asombro, mira al colosal parto.
Bernabé declaró:
– Prócoro Quironio, tu señor Marco Aurelio te ordena que vengas conmigo a donde se encuentra él.
Más tarde, Prócoro y Bernabé cruzaron la entrada y el primer patio. Llegaron al corredor que conduce al jardín de la casita y entraron en ella. La tarde está nublada y fría.
En la semipenumbra, Marco Aurelio adivinó, más que reconocer a Prócoro, en aquel hombre encaperuzado.
El griego vio en el extremo de la habitación junto a una ventana, un lecho y al tribuno acostado en él. Se le acercó y sin mirar a ninguno de los presentes, le dijo:
– ¡Oh, señor! ¿Por qué no has…?
Pero Marco Aurelio le cortó en seco:
– Silencio y escucha con atención. – Y mirando a Prócoro fijamente; de manera enfática y pausada; como queriendo significar al griego que cada una de sus palabras es una orden, agregó- Atlante se arrojó sobre mí intentando robarme y en defensa de mi vida, yo le maté. ¿Entiendes? Estas gentes curaron las heridas que recibí en la lucha.
Prócoro comprendió al punto. Y sin demostrar duda ni asombro, levantó los ojos hacia lo alto y exclamó:
– ¡Pérfido malhechor! Pero yo te advertí señor, que desconfiases de él porque era un pícaro. ¡Ah! Pero ¡Caer sobre su benefactor, sobre un hombre tan magnánimo…!
Marco Aurelio lo miró interrogante y le dijo:
– ¿Qué has hecho hoy?
– ¿Cómo? ¿Qué?… ¿No te he dicho señor, que hice voto por tu salud?
– ¿Nada más?
– Me preparaba a venir a visitarte, cuando este buen hombre llegó a mi casa y me dijo que enviabas por mí.
– Aquí tienes una tablilla. Con ella irás a mi casa. Buscarás a Dionisio, mi mayordomo y se la darás. En esa tabla le comunico que he partido para Benevento. De tu parte le dirás que me fui esta mañana, llamado por una carta urgente de Petronio –y aquí recalcó- He ido a Benevento, ¿Entiendes?
– Te has ido, señor. Esta mañana te despedí en la Puerta Capena. Y desde el momento de tu partida se apoderó de mí tal nostalgia, que si tu magnanimidad no viene a endulzarla, he de llorar hasta morir.
Marco Aurelio, aunque enfermo y habituado a las artimañas del griego, no puede reprimir una sonrisa. Está contento de que Prócoro le haya comprendido inmediatamente.
Así que dijo:
– Entonces también escribiré, que te enjuguen las lágrimas. Dame la vela.
Prócoro se adelantó unos pasos hacia la chimenea y tomó una de las velas que ardían junto a la pared. Pero mientras hizo esto, se le cayó el capuchón y la luz le dio de lleno en la cara.
Mauro saltó de su asiento. Y poniéndosele al frente, le preguntó:
– ¿Nicias, no me reconoces?
Y había en su voz una entonación tan terrible que todos se volvieron a mirarle, asombrados.
Prócoro alzó la vela y se le cortó la respiración. Horrorizado la dejó caer al suelo y empezó a gemir:
– ¡Yo no soy…! ¡Yo no soy…! ¡Perdón!
Mauro se volvió a los cristianos allí reunidos y les dijo:
– ¡Éste es el hombre que me traicionó! ¡Y que nos arruinó a mí y a mi familia!
La historia la saben todos, hasta Marco Aurelio.
Prócoro gimió:
– ¡Perdón! ¡Oh, señor Marco Aurelio! ¡Sálvame! Yo he confiado en ti. Ayúdame… tu carta… yo la entregaré… Por favor, señor…
Pero el patricio que conoce muy bien al griego, declaró:
– ¡Entiérrenlo en el jardín! Otro puede llevar la carta.
Prócoro escuchó esta sentencia de muerte y mira aterrado las manos de Bernabé, que lo ha tomado por el cuello mientras él se arrodillaba diciendo:
– ¡Por vuestro Dios! ¡Tened piedad de mí! ¡Seré cristiano!¡Mauro! ¡Hazme tu esclavo pero no me mates! ¡Ten piedad!…
Un silencio denso siguió a estas palabras…
Mauro cerró los ojos y aspiró profundamente. Se vio el esfuerzo que hizo para dominarse. Oró en silencio y después de una larga pausa, dijo:
– Nicias… ¡Qué Dios te perdone como yo te perdono los crímenes que cometiste contra mí! Yo te bendigo e imploro de Dios que te bendiga con tu conversión.
Y Bernabé soltó al griego diciendo:
– ¡Que el Salvador tenga piedad de ti, así como yo ahora!
Prócoro se desplomó en el suelo y miró a todos lados, aterrorizado, sin poder creer lo que está sucediendo.
Lautaro dijo:
– Vete. Arrepiéntete para que Dios te perdone, como nosotros te hemos perdonado.
Prócoro se levantó sin poder hablar. Se aproximó al lecho de Marco Aurelio. Éste acaba de condenarlo a pesar de haber sido su cómplice. Y los demás, que son los ofendidos, le perdonaron y le dejan ir. Esta idea estará fija en su mente más tarde. Y sin poder asimilar lo sucedido, le dijo a Marco Aurelio con voz quebrantada:
– Dame la carta, señor…Dame la carta.
Y tomando la carta que el tribuno le alargó, hizo una reverencia a todos. Y salió despavorido.
Cuando se sintió a salvo en la calle, se preguntó una y otra vez:
– ¿Por qué no me mataron?
Y no encuentra una respuesta a esta pregunta.
Marco Aurelio está tan asombrado como Prócoro. Que esas gentes le hayan tratado de aquella manera, en lugar de tomar venganza por el asalto que él mismo había perpetrado a su hogar. Y le hubieran curado sus heridas con solicitud, es algo que atribuye en parte a la doctrina que todos ahí profesan. Pero la conducta que han tenido con Prócoro, es algo que está totalmente fuera del alcance de su comprensión, porque rebasa los límites de la magnanimidad a que puedan llegar los hombres. Y aturdido se pregunta al pensar en los crímenes que Prócoro había cometido: ¿Por qué no mataron al griego?
Habrían podido hacerlo con absoluta impunidad. Bernabé lo habría enterrado en el jardín. O podía tirarlo por la noche al río Tíber, ya que durante ese período de asesinatos nocturnos, algunos cometidos por el mismo César en persona; el río arroja por las mañanas cuerpos humanos con tanta frecuencia, que nadie se preocupa por averiguar de dónde proceden.
En su concepto, los cristianos tienen no solo el poder, sino el derecho de matar a Prócoro. Porque la venganza de una ofensa personal y más siendo tan grave como la que recibiera Mauro, le parece no solo natural, sino totalmente justificada. El abandono de tal derecho, le parece totalmente inconcebible. ¡Y no logra entenderlo!
Lautaro había dicho que se debía amar a los enemigos, pero nunca había visto la aplicación de esta teoría que le parece imposible. Y todavía no logra asimilar lo que ha ocurrido. ¡Ni siquiera entregaron al griego al tribunal!
Prócoro le infirió a Mauro el más terrible agravio que un hombre puede hacer a otro. El solo pensamiento de que alguien matase a Alexandra y vendiese a sus hijos como esclavos ¡Le subleva el corazón como una caldera! ¡Él…! ¡No existe tormento que no fuera capaz de aplicar en satisfacción de su venganza! ¡La crucifixión le parece poco! ¡Aunque Prócoro muriese un millón veces, nunca pagaría lo que hizo!
Pero Mauro ha perdonado. Bernabé, que había matado a Atlante en defensa propia; le había perdonado. La única respuesta es:
Los cristianos al abstenerse de matar a Prócoro, le han dado una prueba de bondad tan grande, que no tiene paralelo en el mundo. También han demostrado el amor por sus semejantes que les lleva a olvidarse de sí mismos; de las ofensas recibidas, de su propio bienestar o infortunio. Porque viven solo para su Dios. Y lo más sorprendente es que después de que Prócoro se fue, en todos los semblantes parece resplandecer una íntima alegría. Y hay una paz tan contagiosa, como Marco Aurelio no la había experimentado jamás.
Lautaro se aproximó a Mauro, le puso la mano en el hombro y dijo:
– Demos gracias al Altísimo, porque Cristo ha triunfado una vez más.
Mauro levantó la cara y sus ojos reflejan una serena bondad. ¡Y su rostro irradia la misma extraña Presencia, que el de Alexandra cuando le permitió quedarse!
Marco Aurelio, que solo conoce el placer o la satisfacción nacidos de la venganza, lo mira con curiosidad; sin poder evitar pensar, que aquello es una locura. Y en lo profundo de su corazón sintió un indignado asombro, cuando vio a Alexandra posar sus labios de reina sobre las manos de aquel hombre. Y le pareció que el orden del mundo está totalmente trastornado.
Lautaro declaró que aquel era un día de grandes victorias.
Y cuando Alexandra regresó a llevarle una bebida caliente, Marco Aurelio la tomó de la mano y le dijo:
– ¿Entonces tú también me has perdonado a mí?
Alexandra lo miró con compasión y dijo:
– Somos cristianos y no nos está permitido guardar rencor en nuestro corazón.
Marco Aurelio la miró con una mayor admiración… Y dijo:
– Alexandra, Quienquiera que sea tu Dios, le rindo homenaje solo porque es tu Dios.
– Le alabarás desde el fondo de tu corazón, cuando lo conozcas y hayas aprendido a amarle.
Marco Aurelio cerró los ojos, pues se siente demasiado débil. Ella se fue y regresó más tarde para ver si él dormía. Pero al sentirla, Marco Aurelio abrió los ojos y le sonrió.
Alexandra puso su mano sobre su rostro mientras le dice suavemente:
– Duerme y descansa.
Marco Aurelio experimentó y se dejó dominar por una sensación de dulcísimo bienestar. Pero luego se sintió más penosamente mal.
HERMANO EN CRISTO JESUS: