N216 DONACION Y PODER
27 DE ABRIL DEL 2018
Amado Pueblo Mío:
LES MIRO COMO REFLEJO DE MI CAMINO HACIA EL CALVARIO...
EN MI CRUZ ENCUENTRAN LA VERDAD DE MI AMOR
Y LA GLORIA DE QUIENES CONFORMAN MI CUERPO MÍSTICO…
EN LA EUCARISTÍA ME RECIBEN.
EN ELLA ME ENCUENTRO PRESENTE, VIVO Y PALPITANTE, POR AMOR… (Cfr. Mt 26,26-28).
Mi Pueblo debe vivir en constante comunión, para que en medio de las tribulaciones, las raíces de la fraternidad les lleven a ser “Uno” conmigo.
En este instante en donde el Dolor, las Tragedias, la Insensatez, los Conflictos, la Decadencia de la sociedad en todos sus ámbitos y la misma estrechez de la razón del hombre; han llevado a Mis hijos a deleitarse en los placeres que les proporciona el Mal…
Viven de los engaños del Mal para que sucumban como adoradores del Mal.El rumbo de la Humanidad alejada de Mí y devorándose a sí misma, es muestra del sometimiento voluntario hacia el Demonio.
El instante de las penurias NO pasará con rapidez, ya que la esperanza del Mal es robar el mayor número de almas.
Grandes y nefastas confusiones espirituales han surgido y continuarán surgiendo con mayor frecuencia para que Mi Pueblo se entregue totalmente al Mal.
NO deben caminar sin conocerMe para que NO sean llevados a las Tinieblas cuando ustedes creen caminar hacia Mí.NO Soy el Dios acusador ni vengativo, soy Misericordia y Perdón.
Por ello Mi Padre envió a sus hijos los Mandamientos, para que los acaten y los cumplan.
Mi Ley es el Amor y el Amor es cumplimiento y el cumplimiento es Obediencia y la obediencia es amor.
Quien Me Ama, cumple los Mandamientos, NO los quebranta NI los aminora a su conveniencia. (Cfr. Jn 14,21-26)
Perdono y Amo, amo y perdono para que Mis hijos se arrepientan…Y con un firme propósito de cambio de vida, sean dignos de recibirMe y de alcanzar Mi Misericordia y la Vida Eterna.
El hombre se ha alejado de Mí. YO NO me alejo de mis hijos, les Llamo constantemente.
Lejos de Mí NO encuentran el bien, sino la falsedad del Demonio y sus maquinaciones, en donde NO distinguen el Bien del Mal.
Se encuentran a gusto pensando que todo lo perdono sin necesidad del arrepentimiento y el firme propósito de enmienda del hombre…

La esclavitud del Pecado, se exalta en los vicios; que somos incapaces de controlar y que fué por lo que nuestro Redentor Santísimo, vino a rescatarnos…
Esta NO ES Mi Misericordia, sino el LIBERTINAJE humano en su total expresión.
Permanezcan atentos, hijos Míos, para que el Mal NO les confunda más. Les llamo constantemente a permanecer Alerta en este instante en el que el mundo aparenta paz…
Bien conocen hijos Míos, LO que de este Instante ya les he alertado.
Pueblo Mío, deben ser firmes en la FE, por ello les llamo a NO ser tibios.

Los cristianos que viven el evangelio de San Evangelista: un evangelio que NO EXISTE, pero que ellos han acomodado a su manera de vivir. Con la Palabra de Dios que les gusta, DESECHANDO lo que les disgusta….(Porque se NIEGAN A OIR LO QUE NO LES CONVIENE)
Oren y lleven a la práctica esa Oración. NO sean indiferentes ante el padecer de sus hermanos.
Oren hijos Míos, oren por Costa Rica.
Oren hijos Míos, oren por Nicaragua, Mi Pueblo padece.
Oren hijos Míos, oren por Argentina, los hombres agitan el Espectro de la Violencia. (1)
Oren hijos Míos, oren por Guatemala, despierta el fuego y lleva el padecer.El Comunismo (2) NO se ha alejado de la Humanidad, sino se ha disfrazado para continuar en contra de Mi Pueblo.
AMADO PUEBLO MÍO PERSEVEREN, NO DECAIGAN
Mi Mano se mantiene sobre cada uno. NO se encuentran solos, aun cuando NO me sientan, YO VIVO en mi Pueblo.
Sean pacientes, Mi Ángel de Paz llegará a consolarles (3)LES MIRO Y ME MIRO REFLEJADO EN USTEDES…
MI CRUZ NO ES MUERTE, ES RESURRECCIÓN Y VIDA EN ABUNDANCIA.
CADA ORACIÓN, CADA FRASE DE MI PUEBLO, ES ESCUCHADA EN MI CASA.
Les Bendigo con Mi Amor.
Su Jesús
(1) Profecías para Argentina, leer…
(2) Revelaciones sobre el Comunismo, leer…
(3) Revelaciones sobre el Angel de Paz, leer…
Comentario del Instrumento:
Hermanos, Nuestro Señor me permitió una Visión: Me mostró un cielo azul, totalmente despejado. En un instante el Cielo se abre y aparece nuestra Madre Santísima. Miré claramente cómo de las palmas de Sus Manos salen rayos de luz hacia quienes padecen en la Tierra por ser fieles a Su Hijo.
Esos rayos provenientes de las Manos de Nuestra Madre, llegan directamente al corazón de esos hermanos y sintiendo el Amor de nuestra Madre son abstraídos de lo que les rodea y la Paz les inunda el alma.
Miré a otros hermanos que se encontraban detenidos sin continuar el camino de Dios y los rayos provenientes de nuestra Madre les llegaban al corazón y la FE se fortaleció en ellos.
Luego Nuestra Madre pronunció:
“AL FINAL MI CORAZÓN INMACULADO TRIUNFARÁ.” Amén.
https://www.revelacionesmarianas.com/
Habla Nuestro Señor Jesucristo
Hijitos Míos, podría resumir en una palabra toda Mi Predicación aquí en la Tierra y ES AMOR. Suena fácil. ¿Creéis que todos realmente, lo habéis vivido?En cierta forma, Sí. Pero realmente el Amor Puro, el Amor Santo, POCOS, muy pocos lo conocen.
El Amor, Virtud Excelsa que os abre todos los caminos para llegar a Mí.
Aquél que verdaderamente ama, está Conmigo.
Aquél que se deja mover por Mi Santo Espíritu desde su interior, porque Él habita ahí en vosotros.
Y habita para GUIAROS, para guiaros en el Amor. Ése, ES el que está Conmigo. Os exige mucho, pero es lo que Yo os vine a Enseñar, Mis pequeños.
En el Amor Verdadero, vosotros tenéis que luchar contra vosotros mismos; porque así como tenéis las Virtudes, también tenéis infinidad de vicios, de defectos, de Maldad que lleváis en vuestro corazón,
Y NO porque Yo os las haya puesto ahí, sino porque vosotros lo habéis tomado del Mundo y el Mundo es Satanás.
¡Qué difícil es para vosotros vivir plenamente en el Amor! Porque éste exige el vivir todas las Virtudes.
El Amor, el Verdadero Amor, se da… Y eso, es lo que muy pocos logran llevar a cabo, el darse por sus hermanos.
Por todo el bien que necesitáis, estáis en el Mundo y necesitáis las cosas del mundo; pero también necesitáis lo espiritual, porque estáis trabajando para esa vida espiritual que produce la salvación de las almas.
Vivir en el Amor, es asegurar vuestra entrada en el Reino de los Cielos, pero actualmente ¿Quién piensa en ello?
Satanás se ha encargado de ir desvalorizando la vida del hombre, apartándoMe de vosotros al ir quitándoMe méritos a Mí, vuestro Dios y a hacer a un lado a Mi Madre, la Siempre Virgen María.
Os ha quitado todo aquello que puede frenar vuestras pasiones, que os puede ayudar a vivir en la Virtud, principalmente, en el Amor.
Él NO soporta ver el Amor en el alma de los hombres y menos ver Mi Amor como cuando Yo estaba en la Tierra, enseñándoles a los hombres a vivirlo.
En Satanás TODO ES MALDAD, es el opuesto del Amor. Y eso es lo que estáis viviendo ahora Mis pequeños, todo lo opuesto al Amor. Vivís en un Error continuo, NO vivís para el Cielo.
Si sois realistas, si realmente os dais cuenta de lo que estáis viviendo, NO estáis viviendo de la forma en que todos vosotros quisierais: pleitos, robos, maldad por todos lados, egoísmos, luchas fraternas aun dentro del mismo hogar.Y luchas fraternas entre los pueblos. Gobiernos opresores, injusticias por todos lados, todo tipo de maldades a todos niveles.
Meditad esto y veréis cómo Satanás, ha manipulado todo vuestro mundo y aún a vosotros mismos:
¿Acaso encontráis fácilmente a vuestro alrededor, almas que vivan virtuosamente? ¿Qué vivan el Amor Virtuoso, que es el que Yo os vine a Enseñar?
Podréis encontrar amores aparentes, pero que llevan a otro camino; NO llevan el camino del crecimiento espiritual; sino se busca un amor aparente para sacarle provecho al prójimo.
Vosotros mismos a veces, actuáis de esa forma. Aparentáis amor, aparentáis amistad, pero para aprovecharos de vuestros hermanos…Y cuando realmente necesitan de vosotros, de que os deis porque se tiene una necesidad grande, ahí YA NO queréis ayudar a vuestros hermanos, porque ya implica donación; vuestra donación personal, vuestro tiempo.
NO os queréis dar verdaderamente, por vuestros hermanos. Quizá deis algo de lo material y ciertamente ayuda, porque estáis necesitados de lo material.
Pero esa es una donación fría, sale de vuestro corazón, porque veis la necesidad en el hermano.
Pero tratáis a veces, de NO ver ya a ese hermano vuestro, para que NO os pida más y de esta forma, limitáis vuestra donación.
El dar como os dije es bueno, pero el DARSE es mejor…Y ESO, es lo que os vine a Enseñar.
Yo Me di en todo momento, Yo prediqué, Me cansé, SUFRÍ porque Me hostigaban los fariseos, Me hostigaba la Iglesia de ese tiempo. Me atacaban para deshacerse de Mí, porque les hacía ver sus errores, su maldad.
NO era bien visto por ellos, porque su soberbia NO permitía que el Hijo del carpintero supiera más que ellos y jalara a muchas más personas para escuchar Mis predicaciones.
El Amor mueve al hombre, el Amor cierra heridas, el Amor produce vida. Por eso vine Personalmente, Obedeciendo a Mi Padre Dios a traeros Vida, pero Vida Infinita. Es difícil para vosotros el vivir verdaderamente en el Amor, porque en el Amor, debe haber Pureza y Santidad, debe haber DONACIÓN y muy pocos cumplís con este tipo de Amor.
Ciertamente hay almas buenas, hay almas que están buscando su santidad, se dan y dan a sus hermanos lo que necesitan.
Por otro lado, está la Maldad del hombre que recibe el bien del alma que está buscando su santidad; porque vive en los vicios, en la maldad y entra el aprovecharse del hermano que está buscando el ayudarles.
Hay desamor por lado del que recibe.Por eso os he pedido Mis pequeños, que Le digáis a Mi Santo Espíritu que os dé el Don del Discernimiento y de Sabiduría; para que cuando deis, realmente ayudéis a crecer a vuestros hermanos en el bien.
Porque a veces en ese deseo de hacer el bien, acaba en un mal; porque el que recibe, se aprovecha de la bondad del que está dando.
Y esa es la eterna lucha Mis pequeños, el Bien que proviene de Mí y el Mal que proviene de Satanás en múltiples formas.
Os pido que siempre tengáis vuestro corazón abierto hacia vuestros hermanos, como Yo lo tuve hacia todos los que en ese tiempo, ayudaba y que sigo ayudando. Y lo sabéis.
Yo NO Me he apartado del hombre, os sigo ayudando en múltiples formas; pero vosotros debéis ser Instrumentos Míos,…
Ser esos Cristos que os he pedido tantas veces que seáis, para que sigáis ayudando a vuestros hermanos a crecer espiritualmente.
A recibir Mi Vida Espiritual a través de vosotros y a ayudarles también, a tener ese alimento para el cuerpo y que está representado en las Sagradas Escrituras en las formas de pan y peces, que Yo les di en aquél tiempo.
Cuando deis, DAD de corazón y se os regresará al ciento por uno, cuando vuestra dádiva sea salida de un corazón sincero, de un corazón santo que deseé ayudar a un hermano necesitado.
Dad, porque vuestros hermanos necesitados, necesitan de vuestra ayuda. DAD, desinteresadamente y recibiréis más.El Amor es desinteresado. SI NO, estaríais actuando en la Maldad, NO estaríais actuando en el Amor.
Que vuestra vida Mis pequeños, sea vida de Amor pleno, de Amor Santo, de una Donación parecida a la Mía. Y digo parecida, porque difícilmente daréis lo que Yo os enseñé, pero que sea parecida.
Y lo que hagáis, hacedlo para agradar al Padre vuestro Dios, vuestro Creador. Y al agradarLe a Él, Me estaréis agradando a Mí, porque estaréis haciendo lo que Yo, como Cristo, os Enseñé.
Mis pequeños, el Cielo es vuestro Hogar Verdadero, Mi Palabra es la Verdad Absoluta. Mi Ejemplo, debe ser vuestra vida diaria entre los hombres. Tenéis todo, estáis llamados a la Perfección.
Cuando fuisteis creados, fuisteis creados en el Amor, fuisteis creados para servir al Amor, que soMos Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad. Pero NO es el servir como humanamente vosotros lo conocéis,
Es un servicio Santo, es un servicio que Nos hacéis a Nosotros, como Dios. Y al hacerlo, os da una gran felicidad, pero la gran mayoría de vosotros, NO habéis llegado a ese punto.
Todos vosotros tenéis una Misión en la Tierra, todos vosotros debéis servir a vuestro Dios y servir al hombre.
Cuando vosotros servís con el deseo de ayudar, con el deseo de dar plenamente de lo que tenéis, con el Don que se os ha dado, con ello producís una gran satisfacción, primeramente en vuestros hermanos…Y Nos dais a Nosotros una gran satisfacción también, porque eso es amor, porque eso es Donación, porque eso es vida en la Gracia, Mis pequeños.
Y a eso estáis llamados, a dar de lo que tenéis, pero darlo con amor y darlo en perfección.
NO hacer lo que tenéis que hacer y a ver cómo sale. NO Mis pequeños, debéis actuar en perfección y para ello, debéis pedir la Sabiduría Santa.
Ciertamente, os debéis preparar para aumentar vuestras capacidades intelectuales en la carrera o en lo que debéis hacer en la Tierra para vivir, para ganar vuestro sustento.
Pero mientras más os encarguéis de crecer en capacidades para servir a vuestros hermanos y especialmente ayudados con Nuestra Sabiduría…Entonces vosotros seréis perfectos en lo que estáis haciendo, porque lo haréis para servir a vuestros hermanos.
Y al hacerlo Nos estaréis dando a Nosotros una gran alegría, porque vosotros exhalaréis ese Amor que solamente viene de Nosotros.
En la antigüedad, se les daban los puestos altos, específicamente el de rey o monarca, a aquellos que tenían las capacidades para guiar al pueblo.
Debían servir al pueblo, debían ayudar al pueblo, porque ellos tenían las capacidades que Nosotros les diMos para servirles.
Y aquí hay algo importante, MUY IMPORTANTE, Mis pequeños.
Cuando escogeMos a un alma y la llenaMos de Dones, de capacidades, de Carismas; esa alma debe servir, porque se le ha dado más…
Y ciertamente, se le pedirá más.
Cuando vosotros tenéis mucho de algo, recordad que también se os pedirá mucho.
Y ahí es donde entra la Parábola de los Talentos.
Si se os dio uno, Nos deberéis regresar más de uno; si se os dieron diez, si se os dieron veinte, treinta, cincuenta, cien, deberéis regresarNos lo que se os dio y más,
Y así es como entraréis al Reino de los Cielos, dando de lo que obtuviste gratuitamente, porque los Dones, Carismas, Capacidades espirituales, NO se obtienen en la escuela.
Se obtienen a través de Nuestra Gracia, de Nuestra elección hacia el alma.
Vuestra posición cuando tenéis mucho, será de Humildad y de Donación. Ciertamente, sabéis que sois los mejores en cierta materia o tenéis alta capacidad para ayudar a vuestros hermanos. Ciertamente de eso vivís; pero cobraréis lo justo...
Y aquí, es donde entra el Amor.
Cuando estuve en la Tierra entre los hombres, Yo como Dios daba salud a aquellos hombres… ¿Cuánto podría Yo cobrar si lo pasarais a estos tiempos?
Almas con tantos problemas que Satanás les causaba. Personas con enfermedades gravísimas o muertas…
¿Cuánto podría Yo cobrar por resucitar a un muerto, al que tanto amaban?Es Amor. ES AMOR LO QUE YO DABA, junto con los Milagros. Yo buscaba realmente la trasformación espiritual, junto con la sanación física.
Ciertamente, en este tiempo falla tanto el amor, falla tanto la donación; os queréis enriquecer con los dones que NO SON son vuestros; pero recordad la frase que os di:
“De acuerdo a los dones que habéis recibido, al que más tiene, más se le dará”
Siempre y cuando se utilicen esos Dones envueltos en el Amor, que También viene de Nosotros.
Ahora buscáis una satisfacción económica y NO os importa a vosotros como profesionales en diferentes áreas, dejar en bancarrota a la persona a la que le estáis dando o haciendo el favor.
Simplemente os queréis llenar vuestros bolsillos de un dinero que está causando mucho dolor.
Disteis salud física, los que sois médicos; pero estáis dejando en una pobreza humana al que creéis que ayudasteis plenamente.
Para eso os he dejado Mis Parábolas, os he dejado los Evangelios, os he dejado Mi Vida; para que de ahí tomarais el Alimento Espiritual que todos necesitáis.
Recordad Mis pequeños, cualquiera que sea vuestra posición o vuestra forma de vida… Al final de vuestra existencia os presentaréis ante Mí, vuestro Dios y seréis juzgados… Y NADIE se escapará de este Juicio.
Ahora gozaréis de ese dinero que obtuvisteis sí, con vuestro trabajo, pero NO justamente NI con amor.
Insistís en que estudiasteis mucho para poder llegar al nivel profesional en el que estáis, pero NO recordáis que a todos os estaMos cuidando, que como Dios os cuidaMos,
Y que bien podríais vosotros perder la vista, perder vuestras manos, vuestras capacidades, la salud y de todo aquello por lo cual os sentíais mejor que los demás.
Que os enorgullecíais por tener esas capacidades, que NO cualquiera tenía sí, en ese momento.Sí las seguiréis teniendo, pero NO las podréis utilizar nunca más, para rendir Gloria a Quién os las ha dado…
NO pensáis en Nuestra Divina Providencia que os cuida de todo, de todo mal que pueda llegar a vosotros, para que sigáis sirviendo a vuestros hermanos… Y así, dándoNos Gloria a Nosotros, vuestro Dios.
Meditad Mis pequeños, meditad sobre vuestra pobreza espiritual.
Os sentís grandes pero esa grandeza al final de vuestra existencia, os va a hacer temblar ante Mi Presencia, en vuestro Juicio.
Se os dio mucho y ¿Qué hicisteis con todo eso que se os dio? ¿Fuisteis justos en vuestro actuar con vuestros hermanos, al ayudarles con vuestras capacidades para que ellos se sintieran mejor?
Como os dije, los que sois médicos, los que estáis actuando en las leyes; a todos aquellos que servís directamente a vuestros hermanos… Sí, les ayudáis a salir de un problema…
Pero los dejáis hundidos en otro: los dejáis esclavizados con el cobro que les estáis haciendo por vuestro trabajo.
Meditad Mis pequeños, os vuelvo a repetir, SED JUSTOS con lo que cobráis a vuestros hermanos. Sed perfectos en el trabajo que les hacéis y con lo que les ayudáis a salir de sus problemas.El amor que pongáis en ayudarles a vuestros hermanos, se os regresará al ciento por uno en el Reino de los Cielos.
Pero SI NO actuáis en el Amor, si solamente veis para vuestros pobres intereses mundanos; el Dolor Mis pequeños, será grande para con vosotros.
Mucho se os ha dado, MÁS se os pedirá.
Por todo esto, permitidMe insistiros en el valor de la Oración. Se os ha dicho que tendréis que pasar lo mismo que Yo pasé aquí en la Tierra, cuando estuve entre vosotros:Mis momentos de Angustia, Mis momentos de Abandono…
Mis momentos de Dolor, Mi Muerte y Resurrección…
(EL CALVARIO DE LA HUMANIDAD)
Todo esto se os vendrá, de alguna forma…En medio de las Catástrofes que tendréis cada quien en lo particular, a nivel social y en vuestra propia patria…
Van a ser momentos de Confusión, de Dolor, de Abandono, de Soledad, de Temor…
Y AHÍ es donde entra la ORACIÓN Mis pequeños.
(Donde ofrecemos nuestro sufrimiento y el padecimiento de nuestros hermanitos en desgracia, como Oblación Unida a nuestro Redentor Santísimo, en una Crucifixión Mística que le dará TODAS las almas que OFREZCAMOS, para SALVARLAS.
De esta forma la Venganza de Satanás, la REVERTIREMOS EN SU CONTRA… Porque la Alabanza enmedio del dolor y las lágrimas, ES EL SECRETO DE LA ORACIÓN DE PODER…
En cada Misterio, usando la Intercesión y la ORACIÓN DE PODER…
Veremos espiritualmente como toda la Maldad y los Desastres con los que Satanás espera que sea la ruina y desesperación de la Humanidad, la transformaremos en Victoria para Nuestro Abba.
Satanás se quedará frustrado y con las manos vacías… Su fabuloso Botín de Almas, se le esfumará en el rostro, como estalla una pompa de jabón…
Y sus Huestes Infernales serán Totalmente DERROTADAS)
Os he dicho que lo que estáis viendo alrededor vuestro ahora, cambiará. NO lo veréis igual después.
TODO CAMBIARÁ…Especialmente, porque estáis acostumbrados a lo material. Estáis acostumbrados a vivir de acuerdo a vuestra cultura y pensamientos… Pero TODO ha de cambiar y todo cambiará para vuestro bien.
Estáis viendo que lo que estáis viviendo ahora, NO os está dejando paz interior NI exterior. NO os está dejando la vida como decís: a gusto. Hay muchos temores a vuestro alrededor.
Satanás os ha quitado esa paz interior y os cuidáis de todo. Dudáis, os tratáis de proteger cuando realmente, NO hay cómo protegerse. (La única forma es la Divina: con el Rosario de la Preciosísima Sangre)
Satanás os engaña. Satanás os lleva a dudar de todo y de todos. NO confiáis en vuestros hermanos y eso hace que vosotros mismos os separéis los unos de los otros.

Cuando Dios nos ama y nos conoce…. Y nosotros LO CONOCEMOS A ÉL... el resultado es la Respuesta Inmediata…
Y vuelvo a insistir, van a ser esos momentos en donde la Oración va a tener su Tarea Fuerte en vosotros. Pero para esto la Fe, la Fe en Nuestra Santísima Trinidad es imprescindible.
Sin Fe, tampoco puede haber una oración real y profunda. Sin Fe, difícilmente os podréis comunicar con Nosotros, porque NO CREÉIS, porque sentís que Nosotros NO soMos necesarios para vuestra vida, NI en la material NI en la espiritual.
La Fe y la Oración os tienen que llevar a un abandono total, a una vida sin temores, a una vida, os lo voy a decir así: de niños.
Os lo he repetido muchas veces, que los niños NO se preocupan por el qué va a suceder.
Ciertamente tienen temores; pero NO están preocupados por sus alimentos o en dónde van a vivir.
Ellos confían en que SI están sus padres cerca de ellos, Tienen Todo.
Ellos NO necesitan una casa grande o una casa pequeña para sentirse abrigados y protegidos.
Ellos necesitan a sus padres, ellos lo son Todo. Cuando el niño es pequeño, cuando el niño está confiado plenamente en el amor de los padres, podrá estar bajo un árbol; pero si están abrazados de sus padres, NO necesitan más.
Podrán estar bajo tablas, un techo que medio los proteja; pero si están cobijados y junto a ellos sus padres, nada temen, NO LES FALTA NADA.
¿Cuándo vais a entender Mis pequeños, que esa es la actitud que debéis tener vosotros para con Nosotros? La de un Abandono total.
Y al NO hacerlo así, Nos molesta esa forma de actuar vuestra. Porque quiere decir que NO confiáis en Nosotros, en Nuestra Verdad, en Nuestras Promesas, en Nuestro Amor…Y eso, Sí es doloroso para Nosotros como Dios; porque creéis que NO os estamos cuidando, que NO os veMos, que NO veMos por vuestras necesidades particulares.
Nuevamente, es la falta de Fe, vuestra falta de Fe hacia Nosotros, lo que hace que vosotros no tengáis lo que necesitáis.
La Fe, se os ha dicho, produce milagros, pero si vosotros no estáis viviendo en esa Fe absoluta, de un abandono tal que produzca el milagro, no lo obtendréis.
Los Milagros se desarrollan en la Fe Absoluta y en eso falláis inmensamente, Mis pequeños. Y Satanás lo sabe…
Por eso, se os dan estos Mensajes previos a la Purificación Mundial, para que NO os dejéis llevar por ésas Dudas que os mete Satanás en estos momentos difíciles.
Debéis entender Mis pequeños, que Satanás os quiere destruir y ciertamente es mucho más poderoso que vosotros.
Pero en el momento de la Prueba, de la Tribulación; si vosotros os dejáis mover plenamente por Nuestra Voluntad, ya Satanás NO podrá hacer NADA contra vuestro bien.
Os vaMos a guiar y os vaMos a llevar hacia el Bien que Nosotros, como Protectores vuestros. NecesitaMos de vuestras almas, de vuestro ser.Entended que sois Nuestros Instrumentos…
Sin Nosotros, vosotros NO valéis nada.
Os necesitaMos, sois pequeñitos…
VALÉIS, porque Nosotros en Nuestra Santísima Trinidad,
Os estaMos moviendo hacia un Bien que NO podríais hacer vosotros,
SI Nosotros, NO viviéraMos en vosotros. Para vencer a las Fuerzas de Satanás y esto va a ser indignante y humillante para Satanás. Ser vencido por vuestra NADA…
Por vuestra pequeñez, unidos a Mi Madre, la Siempre Virgen María.
Son los momentos de Mi Madre, son los momentos de vuestra pequeñez, los que van a hacer el cambio.
Los que van a lograr el Triunfo contra ésas Fuerzas de Satanás, que las siente poderosas, que las siente invencibles…Y vuestra pequeñez lo va a vencer a él. El Soberbio, será humillado por vuestra pequeñez.
¿Os dais cuenta del valor tan grande que tenéis en estos momentos del Gran Cambio?
Os necesitaMos, Mis pequeños.
Pero para eso necesitáis dejaros mover por Nosotros, por Nuestra Divinidad, por Nuestro Poder Divino…
Para aplastar el poder de Satanás que ha menguado inmensamente, por su Pecado de Soberbia.Son momentos de Oración, son momentos de entrar en vuestro corazón, para que os mantengáis en paz.
Para que os mantengáis escuchando Nuestra Sabiduría Divina, para que sepáis moveros por Nuestra Voluntad, para que hagáis lo correcto.
Pero si vosotros NO confiáis en Nosotros, si NO os dejáis mover por Nuestra Voluntad y por Nuestra Sabiduría…
Y NO tenéis esa paz que necesitaréis para poder pensar tranquilamente, lo que debéis hacer…Y sobre todo saber escucharNos, para dejaros mover por Nosotros. NO lograréis salir adelante.
Son momentos de Cambio. Momentos Tremendos que solamente las almas escogidas, las almas que pidan ser movidas por Nuestra Voluntad, podrán salir adelante.
Un alma desesperada, un alma nerviosa que NO sabe escuchar, está condenada a su fracaso. Si NO tenéis paz interior y en cambio, tenéis un desorden espiritual interior sin Oración, NO lograréis salir adelante, porque NO sabréis escuchar…
NO os dejaréis mover por Nuestra Voluntad.
Entended Mis pequeños, que es Nuestro Amor el que os quiere llevar hacia el triunfo de vuestra misión. Es el Amor el que os va a dar vuestro premio final y será empezar un Nuevo Mundo con almas obedientes, con almas sanas y santas.
La Oración, que es esa comunicación íntima, profunda con Nosotros, es la que os va a asegurar vuestro triunfo.
Practicad pues Mis pequeños, pedid ayuda a Mi Santo Espíritu a través del Discernimiento, para que sepáis escuchar Nuestra Voz, para que os dejéis mover por Nuestra Voluntad, para vuestro Bien.
Todo esto es para vuestro Bien, Mis pequeños. Nosotros SoMos vuestro Dios, en Nuestra Santísima Trinidad y NO necesitaMos de nada, ni de nadie para Ser Perfectos.Vosotros sois los que vais a salir ganando al estar con Nosotros. Fuisteis creados por Nosotros, para vuestro Bien.
Nosotros SoMos los Creadores, vosotros sois los receptores de Nuestra Gracia, si vosotros queréis aceptarla o queréis negarla, no Nos quita nada ni Nos da nada de parte vuestra.
Ciertamente, Nos da Dolor por vuestra desobediencia, por vuestra tontería. Nosotros SoMos Inmutables, SoMos el Todo y quereMos compartiros Nuestra Perfección, porque os amamos.
Sed, pues, dóciles a Nuestras peticiones, sed esos hijos obedientes, pequeños, que se dejan mover por sus padres, porque confían en ellos.

En el Hospital General del Centro Médico Nacional (CMN) La Raza de la Cd.México, durante una operacion a corazón abierto de una niña, el 19 de Septiembre de 2017
Todo lo que veáis a vuestro alrededor que se caerá, que se destruirá, procurad que NO haga cambiar vuestro interior. Manteneos en paz y en confianza plena, porque Nosotros estaMos observando todo lo que pasa.
Y sabeMos, perfectamente, lo que sucederá y os estaMos cuidando, para que se dé en vosotros lo mejor, para que podáis empezar un Nuevo Mundo en perfección.
PedidLe a Mi Madre, la Siempre Virgen María, os acompañe en todo momento y os enseñe a orar, os enseñe a que vosotros sepáis dirigiros a Nosotros, en confianza plena.
Mi Amor queda en vosotros.Yo, el Hijo del Hombre y vosotros Mis pequeños, Mis hermanos, os Bendigo: que la Luz del Espíritu Santo, descienda sobre vosotros, os transforme y os lleve a la Perfección de Mi Padre, a la que estáis llamados todos vosotros.
Mi Madre os protege, os guarda y os llena de Su Amor y de Sus Bendiciones.
Yo os bendigo en el Santo Nombre de Mi Padre, en Mi Santo Nombre y en el Santo Nombre de Mi Espíritu y que aquellos que se acojan a la protección de Mi Madre Santísima, queden bajo Su Amparo Eterno
Que Mi Amor os cubra, os proteja y os llene de Bendiciones para que vayáis preparando el camino de regreso a vuestro Dios y Salvador entre los hombres. Yo os bendigo en Nombre de Mi Padre, en Mi Santo Nombre y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.
53.- EN LA ESCUELA DEL SUFRIMIENTO II
Pablo continúa la lección en la Escuela de Apolonio:
EL SUFRIMIENTO REDENTOR
Redimir quiere decir rescatar a las almas de la tiranía de Satanás.
Jesús vino para restablecer en la naturaleza humana, el orden tan terriblemente turbado por el Pecado Original.
Jesús unió la Naturaleza Divina a la Humana, para dar a la Divinidad la debida satisfacción y reparación por parte de la Humanidad.
Y para dar nuevamente a la Naturaleza humana y degradada por el Pecado, su primera dignidad.
Y esto ha exasperado terriblemente en Satanás la sed del Odio, de Envidia y de Celos hacia el hombre.
Por todo esto, no se puede justificar el mal que los hombres hacen, aún empujados por Satanás. Porque el hombre ya es libre y las Redención ha establecido el Orden y el equilibrio trastornados.
Exactamente por medio de la Redención, al hombre le son proporcionados los medios necesarios para enfrentarse y superar las tentaciones.
Si el hombre complaciente, da oídos a la voz del Mal, lo hace bajo su responsabilidad.
Porque voluntariamente rechaza los frutos de la Redención; camina sobre una pendiente peligrosa en la que fácilmente resbala, descendiendo de precipicio en precipicio, hasta el fondo del Abismo.
El sufrimiento es el alma del Amor.
Al presente me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes, así completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia.
Es ley natural que el sufrimiento de un órgano se refleje y repercuta en todos los demás órganos del cuerpo. Así también la Redención iniciada en la Encarnación y consumada en la Cruz, se completa en todos los miembros del Cuerpo Místico, con el sufrimiento, hasta el Fin de los Tiempos.
Nuestras acciones humanas nunca son solo personales. Sus consecuencias buenas o malas NO son solo personales, sino que repercuten positiva o negativamente en todo el Cuerpo Místico, del que cada uno somos miembros.
Por eso el cristiano, nunca es más cristiano que cuando sufre. Porque con su sufrimiento se une más a Cristo y completa el Misterio de la Redención y triunfa en el Dolor, en la Humillación y en la Persecución.
No se debe tener miedo de sufrir por amor a la Justicia y a la Verdad.
Por mí, no quiero sentirme orgulloso de nada, sino de la Cruz de Cristo Jesús nuestro Señor. Por Él, el Mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo, y llevo en mi cuerpo, las señales de Jesús.
María fue educada en el Templo. Era erudita en las Sagradas Escrituras y como Esposa del Espíritu Santo, poseía la Luz. Al aceptar la Maternidad Divina, sabía muy bien lo que iba a ser de Ella.
María fue la verdadera sacerdotisa del Calvario, porque en la cima, se ofreció a sí misma junto con el Cordero de Dios.
La víctima se destruye. La víctima se consume. Ella debió destruir su Corazón de Madre y sacrificó e inmoló cada uno de sus sentimientos, repitiendo su ‘FIAT’ y junto con Jesús: ‘No se haga mi voluntad, sino la tuya’ Solo un amor sobrenatural es capaz de tal prodigio.
María como SACERDOTISA ha testimoniado a Dios y a los hombre la más grande prueba de su amor que consiste NO solo en sacrificar la propia vida, sino también la de AQUEL a quien más se ama.
Debéis grabar en vuestra mente y comprender en vuestro corazón, que el Misterio de la Cruz se renueva incesantemente, pues en el Santo Sacrificio de la Misa, junto con Jesús se renueva la Pasión.
Y las almas-víctimas somos inmoladas en unión con Jesús y con María, ofreciéndonos al Eterno Padre.
Estamos presentes en el Ofrecimiento en unión con Cristo; disponiéndonos para aceptar, sufrir y ofrecer: dificultades, incomprensiones, insultos, ofensas y todo nuestro sufrimiento en general; tal y como Jesús lo ha hecho.
Y somos las lámparas vivientes delante de sus altares.
Hay que estar dispuestos a proseguir en el Camino de la Cruz, sin olvidarnos de que Él va adelante.
Él ya no puede sufrir físicamente. Pero moral y espiritualmente, Jesús tiene un sufrimiento infinito.
¿Quién puede comprender y narrar sus sufrimientos? Creerlo insensible ante la ceguera de muchos y a los Pecados contra Él, quiere decir NO conocerlo. Se redime con Él, en la medida en que se sufre. No se debe tener miedo. Hay que escuchar su Voz.
Hay que agradecerle el privilegio de haber sido escogidos para una misión grandiosa. Él permite la Persecución para habituarnos a NO buscar apoyo en creatura alguna, sino solamente en Él.
Satanás hace de todo para desanimar, para cansar y abatir. ¡No hay que ceder! Su Rugido puede sobresaltar, pero si nosotros como almas-víctimas sabemos usar los medios que Jesús ha puesto a nuestra disposición, podemos convertir el rugido en un maullido lastimero.
Se sufre, sí. Pero el sufrimiento es levadura de perfección para el alma y de salvación para los demás.
Hay momentos en que es imposible explicar lo que se sufre. Se siente en el alma un completo desamparo, como si se estuviese muy lejos de Dios. El cuerpo se encuentra sin fuerzas y sin ánimo para nada.
Es como si estuviésemos atrapados entre las muelas de un molino. ¡Harina de hostias! ¡El Infierno nos odia y nos combate! Pero no hay nada que temer. Si Jesús está con nosotros ¡Quién contra nosotros!
Los sufrimientos físicos, morales y espirituales, son fermentados por el Espíritu Santo y trasmutados en Luz, amor y Gracias para muchas almas que sin coparticipación en la Pasión, estarían eternamente perdidas.
Los sufrimientos deben ser aceptados con humildad y abandono, para que Dios los transforme en Gracias para salvar a otras almas y fortalecer el Cuerpo Místico que es la Iglesia.
Ningún discípulo es más que su Maestro. Y si Jesús sufrió tanto para redimir a los hombres, el que sigue la estela del Maestro ¿Sufrirá menos?
Amar el sufrimiento nos permite llevar a cabo la Misión que Dios nos ha encomendado.
Recordad que la vida de la víctima no tiene satisfacciones humanas, sino sobrenaturales. Jesús Víctima Suprema no tuvo durante los treinta y tres años de vida terrenal, tantas injurias cuantas recibió, durante las pocas horas que van desde el Getsemani hasta el Gólgota en su Muerte.
Pero fueron precisamente aquellas horas, las que hicieron de Él, el Redentor. Por ahora, solo en Él debemos esperar consuelo. Finalizada la Prueba, tendremos la dicha de leer en el Libro de la Vida, los nombres de los salvados con nuestro sufrimiento. Y unidos a Jesús, estaremos en la Paz.
El no querer sufrir es falta de amor a Dios. Y acarrea un gravísimo daño a nuestro espíritu. Y corremos el peligro de matar nuestro espíritu, por un infame egoísmo espiritual, que es la trampa más solapada de Satanás para destruirnos.
Conviene pagar las deudas con Divina Justicia en el tiempo y no en la Eternidad.
Es mejor aprender a amar en la Tierra, con la ayuda del Espíritu Santo, que en el Purgatorio, donde la Ausencia de Dios, es el Supremo Tormento.
El que llega a amar a Dios con un amor total y absoluto, comparte con Jesús bebiendo de su cáliz, la gota o el sorbo de amargura que la Predilección de Dios tenga a bien concederles.
Es una señal de su amor privilegiado y la da a quién es generoso y sabe hacer renuncias y penitencias, para completar la Obra de la Redención.
Dios es Bueno. Él también sufre por tener que llevarnos por el Sendero del Sufrimiento, que Él caminó primero.
Sufrió al separarse de Sí Mismo y esforzándose por ser Hombre, con todas las miserias y angustias que el ser humano lleva consigo: nacer, tener frío, hambre, cansancio, padecer sarcasmos, calumnias, afrentas, odios, asechanzas, traiciones y morir derramando la Sangre con una muerte brutal, para darnos el Tesoro de la Salvación.
Esto es lo que sufre Dios para salvarnos. El Padre celestial contempla consternado la manera tan infame con que el hombre desprecia la Salvación y pisotea la Sangre de su hijo.
Ningún hombre, por más difícil que sea su sendero que lleva al Cielo, caminará por una vereda tan amarga, fatigosa, llena de dolor, como la que va caminando el Hijo del Hombre, al venir del Cielo a la Tierra y de la Tierra al Sacrificio que abre las Puertas del Cielo.
Él busca corazones que le ayuden a soportar la amargura de la Pasión. Jesús sufrió el cansancio corporal de Evangelizar sin detenerse. El cansancio moral de buscar amor en los corazones, sin encontrarlo más que en muy pocos. Él NO es insensible al rencor y lo lastiman los que lo odian sin motivo, con las conjuras para matarlo y las traiciones de los que fingen ser sus amigos y son espías de los enemigos.
En el eterno Presente de Dios, los que se dicen cristianos pero NO le aman, toman los diferentes papeles de los integrantes del drama, que relata el Evangelio. Pues aún entre los que dicen amarlo hay nuevos Judas que lo venden por los denarios de los ídolos y del Racionalismo. Él fecundó con su Sangre las Tablas de la Ley.
El camino que nos traza lleva sus huellas ensangrentadas. Nuestras almas las hace puras y fuertes, al lavarlas con su Sangre. Él Mismo nos hace capaces de obedecer los Mandamientos que nos exige, para llegar a Él.
Si no olvidamos que en nuestro sufrimiento está Él y también su Sufrimiento que es Infinito, lograremos darle besos y sonrisas, junto con nuestras lágrimas, unidos a una voluntad heroica, de amarlo hasta el sacrificio y la muerte si fuera preciso.
La Pasión de Jesús es un mar dolorosísimo, en el que se lavan los pecados de todo el mundo. Y un mar de Odio satánico en el que se trata de sumergirlo a Él y a todos los que son amados por Él, para aniquilar todo su trabajo de Maestro.
El hombre que no está totalmente sumergido en el amor de Dios, por más fuerte que sea, termina por doblegarse ante el sufrimiento y pierde su combate con Satanás.
COMO APRENDER A SUFRIR
En el Paraíso nos espera la felicidad total y absoluta. Y si los que están allá, pudieran formular un deseo, sería solo el de volver a la Tierra, para centuplicar en tiempo y en intensidad, los sufrimientos.
Las almas-víctimas en lo que les falta por vivir, deberán sufrir mucho, pero será un sufrimiento fecundo, de mucho bien y bastantes méritos.
Y no le agradecerán nunca a Dios lo suficiente, por el gran don que han recibido por su elección, porque a este don está ligada la salvación de muchas almas. ¡Qué felicidad por el puesto que les han asignado para el Plan Divino de la Salvación!
Por larga que sea la existencia y áspera la Prueba, siempre serán desmesuradamente inferiores en extensión y profundidad, respecto a la eternidad y la beatitud que nos esperan.
Por fuertes que sean las causas y los agentes que nos hacen sufrir hay que pensar que Dios nos ha dado agentes y causas de fuerza y de victoria, infinitamente más grandes que los que nos atacan y nos afligen: la Gracia, los Sacramentos, la Palabra Evangélica.
Breve. Siempre breve es la Prueba terrena, respecto a la Eternidad. Y relativos son el sufrimiento y la Cruz, respecto al gozo celestial e infinito, como todas las cosas que vienen de Dios, para aquellos que ya están en el conocimiento de Dios, como hijos suyos y herederos.
Igualmente, siempre serán relativas las humillaciones terrenas respecto de aquella gloria que se manifestará en los elegidos, cuando Dios se comunicará a ellos en una medida plena y perfecta en su grandeza, belleza, conocimiento, fuego de amor.
Su Luz y todos sus atributos y bienes que Él tiende a comunicar en forma relativa, proporcionada al viviente, conforme crece en la vida sobrenatural, vaciándose de sí mismo y de todas las cosas, para recibir a Dios, mientras todavía está sobre la Tierra.
El Reino de Dios es Eterno como su Rey. En la eternidad se conoce una sola palabra: Hoy.
También nosotros debemos conocer solo esta palabra, para medir el tiempo del Dolor: Hoy. ¿Por cuánto sufro? Por hoy. Al Presente. Para las criaturas espirituales, no hay otra cosa que aquello que es de Dios.
También en el Tiempo. Hay que prepararse desde aquí a calcular el tiempo, como lo poseeremos en el Paraíso: ‘Hoy…’
Pablo hace una pausa y Oliver se adelanta. Cómo es un hombre joven y alto, camina con seguridad y los cristianos ya lo conocen y reconocen en él, porque también es un gran profeta, el Instrumento que está siendo impulsado por el Espíritu Santo…
Pablo a su vez también vislumbra la Majestuosa e inconfundible Presencia que irradia el joven y todos esperan anhelantes…
La expectación NO se ve defraudada. Los cristianos comprenden cuando Oliver eleva la voz y empieza a hablar:
Hijitos Míos, cuánto agradezco éstos momentos que pasáis frente a Mi Presencia, ante la Sagrada Eucaristía, ante Mi Sagrada Presencia.
Cuánto gozo estos momentos en los cuales comparten conmigo sus gozos, sus sufrimientos, sus necesidades. Yo de antemano conozco vuestras necesidades y vuestros pensamientos, pero cuando os tomáis la molestia de venir ante Mí a compartirlos, NO puedo más que volar hacia vuestras almas y abrazarlas con un amor tan grande que no las dejo expresarse, sobre todo cuando es el arrepentimiento sincero el que os trajo ante Mí.
Vivo entusiasmado en pensar y esperar los momentos en los cuales os acercaréis a Mí y Yo os tomaré y os haré aliviar de vuestras peticiones. Cómo disfruto esos momentos íntimos del alma hijitos míos, pero son tan pocos los que se acercan y Me tienen esa confianza de Padre, de hermano, de amor.
De Mí sólo obtendrán Paz, Gozo y Alivio a vuestras necesidades. Por favor hijitos Míos, compártanme sus vidas, puesto que ellas también Me pertenecen..
La gran mayoría de vosotros os imagináis que La Redención por todo Mi pueblo se realizó solamente en los últimos tres años de Mi Vida. O sea, en Mi Vida Pública, en Mi Vida de enseñanza. NO hijitos Míos, vuestra Redención se llevó a cabo desde Mi Concepción en el vientre de Mi Madre, la Santísima Virgen María. Desde ése preciso momento Mi Abandono a Mi Padre fue Total.
Yo tenía que crecer como vosotros, sufrir penas y privaciones como vosotros, rechazos y dolores como vosotros, muerte como vosotros. ¿De qué hubiera servido una redención como la esperaban los fariseos? Ellos esperaban a un juez poderoso, adulto, que llegara a exterminar al pueblo romano quienes los tenían sojuzgados.
De haber sido así, mi función hubiera sido sólo de libertador, usando sólo la fuerza humana y exterminando de la misma forma como todos los pueblos lo hacían y los actuales lo siguen haciendo. Hubiera pasado a la Historia como el Gran Libertador del pueblo judío, lo cuál sólo significaba fuerza, poder, inteligencia para la guerra.
¡El Mesías!, el Esperado, el Hijo de Dios, tenía que ser como Su Padre ¡Lleno de virtudes¡ lleno de Gracia, lleno de Amor, lleno de HUMILDAD.
Acatando la voluntad de Mi Padre, Me humillé, Me hice como vosotros, como sois vosotros menos en el Pecado, para que fuera realmente un ejemplo a seguir. Ya que de una u otra forma, con Mi Ejemplo, vuestras vidas se ven asemejadas a la Mía de la otra forma NO. Como guerrero y libertador sólo sería ejemplo para unos cuantos, un muy limitado número de hombres, hombres de armas.
Yo crecí en perfecto abandono a Mi Padre, aceptando la “cárcel” de Mi Cuerpo, el cuál NO debía mostrar Mi verdadera Identidad como Dios. Solamente cuando “Me perdí” de la caravana en Mi Niñez y Me encontraron Mis padres enseñando a los sacerdotes en el Templo, fue la única vez que mostré Mi identidad como Dios, por Mi Sabiduría y por la respuesta que dí a Mis padres al decirles: ¿Por qué Me buscaban, acaso no saben que tengo que hacer las cosas de Mi Padre?
Palabras que NO comprendieron de inmediato pero que después entendieron muy bien. Después de esto se Me ordena una vida normal y oculta, con sus cruces de cada día, con las delicias de los Amores que Mi Padre Celestial Me daba todos los días, con la vida de Oración continua y profunda que llevaba con El, pidiéndole en todo momento por vuestra salvación y para todos vuestros hermanos de todos los tiempos.
Yo veía a cada uno de vosotros reflejados en la gente de ése tiempo. No creáis que porque Mi Venida fue hace 2,000 años la condición humana ha cambiado, NO hijitos Míos. Las causas del Pecado son las mismas, lo refinado en el pecar ahora en vuestro Tiempo, es peor. El Demonio ha utilizado las mismas tretas y mentiras para hacer caer al género humano en el pecado, desde que se le quitó la Gracia que tenía, por su pecado y se volvió malo.
El ya no puede crear formas nuevas para hacer caer al género humano, porque por su Pecado ya quedó limitado para siempre, Les puede dar otra cara, otra presentación; pero la esencia del pecado es la misma, por eso Yo os levanto de vuestros pecados ya desde hace 2,000 años.
Mi Abandono al Padre fue siempre total y la única vez que Le dije algo diferente fue, cuando en Mi Pasión Dolorosa, en el Huerto de los Olivos, Le digo: “Si es posible aparte de Mi éste Cáliz, pero no se haga Mi Voluntad sino la Tuya”. Yo veía los atroces sufrimientos que iba a pasar en los tormentos recibidos por los verdugos. Verdugos que eran presa del mismo demonio y que se Vengaban de su Dios, haciéndolo sufrir como Hombre.
Pero mi Dolor más grande era que Mi Redención que duró 33 años, no los 3 que siempre os imagináis, NO IBA A SERVIR PARA MUCHAS ALMAS. Mi Redención, para muchos de Mis hijos, iba a quedar totalmente fuera de los intereses de su vida. El haber venido a la Tierra para salvarlos o el NO haber venido, para ellos les iba a dar igual. ¡Cuánta ingratitud! Os creéis dioses, cuando apenas sois pequeñas creaturitas tratando de empezar a caminar, pobres hijitos Míos.
Treinta y tres años sufrí por vosotros y muchos de vosotros os quejáis de los dolores, ofensas, malos tratos, desprecios que se os dan en vuestras vidas, en vuestra misión que tenéis para salvar almas, por las que bajasteis a la Tierra. Actualmente vuestra Tierra es un desierto y campo de batalla en donde el Mal se va posesionando cada vez más de Mi Obra de Creación y de la vida de amor que Yo puse en cada uno de vosotros.
El malo os quiere destruir por que sois Míos, como Me quiso destruir a través de los verdugos que Me azotaron y Me rebajaron a piltrafa humana. Mi Fuerza reside en lo espiritual y la vuestra, también. Podrán destruir el cuerpo, pero NO el alma si realmente estáis Conmigo, como Yo lo estaba con Mi Padre.
De ésta forma vuestro “real cuerpo” que es el alma, resucitará gloriosa después de que hayáis aceptado y llevado a cabo con amor y abandono, vuestra Misión. La misión que a cada uno de vosotros se os designó para salvar una o millares de almas.
No os deis por vencidos, hijitos Míos. El Mal se revuelca en Odio por destruir Mi Obra y NO PUEDE NADA contra aquellos, que permaneciendo en Mí y en Mi Madre, serán la Nueva Estirpe del Nuevo Pueblo de Dios en la Tierra. Acercaos a Mí en vuestras tribulaciones y en vuestras cruces y sabed que Yo ya antes sufrí por vosotros y conozco vuestro Dolor y vuestras debilidades y sólo Yo os puedo comprender perfectamente, porque os conozco desde antes de que nacierais.
Mi Vida de Amor y de abandono se va dando perfectamente en aquellas almas que se confían a Mí y que toman de Mí la Fuerza necesaria para seguir adelante. Aún cuando sintáis que vuestras fuerzas os abandonan y queráis apartar vuestra cruz de sufrimiento, recordad Mi subida al Monte Calvario, cuando Yo llevaba la Cruz a cuestas.
Mi debilidad era extrema, puesto que había perdido muchísima sangre por la Flagelación, estaba en ayunas y no Me habían dejado dormir en toda la noche los verdugos porque se la pasaron dañándoMe físicamente en forma brutal, de una u otra forma. La fiebre por la infección tan grande ocasionada por las heridas de la Flagelación, era muy alta y aún así tomé Mi Cruz. La abracé con cariño, ya que por ella, por Mi Muerte en ella, YO os iba a poder dar vida a todos vosotros.
Con esto os quiero dar a entender, Mis hijitos que no reneguéis a la Cruz que cada uno de vosotros tenéis. Vuestro sufrimiento se acrecienta según vuestro grado de olvido a Mi Voluntad, a la Voluntad del Padre. O se disminuye cuando os abandonáis a Mi Voluntad y tomáis de Mí, Fuerza y Vida Divina para vencer vuestras flaquezas humanas.
No os agobiéis más, hijitos Míos, en vuestro abandono” en el aceptar Mi Voluntad y en el Interceder y ofrecer con amor verdadero, vuestros dolores y sufrimientos espirituales por aquellos que os causan un Mal. Encontraréis vuestra paz interior, porque entonces estaréis, verdaderamente actuando como Yo, vuestro Hermano Mayor que os dio la Luz, el Camino a seguir y la vida Eterna; gracias al aceptar con amor, el abandono a la Voluntad de Nuestro Padre Dios.
Venid todos a Mí, corderitos Míos, que Yo os preparo los pastos verdes y reconfortantes de Mi Reino de Paz, que recibiréis por haberos hecho uno Conmigo.
“Aquí estoy Señor, para hacer Tú Voluntad”. Esta frase, hijitos Míos, es la frase que sale del corazón de todos aquellos que ya Me encontraron.
Esta frase es la frase de la reciprocidad en el Amor. Nadie que reciba y acepte Mi Amor se mantiene estático, porque el Amor es dinámico. Esta frase es la que realiza la separación o la unión conmigo, vuestro Dios. Aquél que NO se ha dejado llenar de Mí, NO PUEDE darse a su Dios ni a sus hermanos. Pero aquellos que se han olvidado de sí y Me dejan a Mi tomar el lugar privilegiado de sus vidas y en su corazón, ya han aprendido a ser verdaderos hijos Míos.
“Aquí estoy Señor, para hacer Tú voluntad”, ha sido la frase de los antiguos y modernos profetas y de todos aquéllos hermanos vuestros a los que la Iglesia ha nombrado santos por sus méritos ejemplares. Fue también la frase que separó al Antiguo, del Nuevo Testamento, cuando fue expresada por Mi Madre Santísima, que quien estando llena del Espíritu Santo, aceptó con docilidad Su Misión.
Al EncarnarMe en Ella, Yo mismo aceptaba Mi Misión, aunque Yo ya había aceptado la Voluntad de Mi Padre desde el momento en que se llevó a cabo el Pecado Original, donándoMe para la Salvación de todo el género humano.
Esta frase marca la División entre la soberbia con la humildad. De la total Donación con el Egoísmo. Entre el ver la necesidad del hermano, con el verse a sí mismo. Gracias a ésta frase se han dado los grandes cambios en vuestra historia, marcados por Mis pequeños quienes se han donado como Instrumentos de Mi Amor. Yo NO puedo actuar en un alma si antes NO ha aceptado el que Yo haga Mi Voluntad en ella.
Sólo las almas valientes, las almas que tienen sus ojos puestos en Mí, en Mis necesidades, que son las vuestras. Las almas que buscan su perfección en el Amor, las almas donadas hasta al martirio, las almas escogidas que han aceptado su misión perfectamente, son las que pueden decir sin titubear, ésta frase.
Son almas que se dan en totalidad, sin poner restricciones ni condiciones de alguna especie. Simplemente se dan completamente a su Dios, porque han sabido amar y confiar perfectamente en su Dios, sabiendo que a pesar de que en la donación puedan suceder cosas NO muy agradables a su comodidad humana, saben que su Dios estará en todo momento guiándolas y cuidándolas y también saben, que el premio prometido a ésas almas, será MUY grande en el Reino de los Cielos.
Cómo quisiera escuchar, NO de vuestros labios, sino de vuestro corazón, ésta frase de parte de todos vosotros. SI así sucediera, vuestro Mundo cambiaría radicalmente, sería un mundo como nunca lo habéis imaginado, un mundo en donde vuestro Padre Dios habitaría perfectamente y proveyéndoos de Sus regalos excepcionales os satisfarían.
La muerte, el dolor, la corrupción, el Pecado y todas sus consecuencias desaparecerían, porque vuestro Dios NO puede habitar y reinar en donde el Mal habita. Por eso, al decir de corazón ésta frase, es vuestro Dios en Nuestra Santísima Trinidad, los que inmediatamente entramos a habitar ésa alma y así su Cielo comienza desde ésta vida.
No hay alma que se haya arrepentido de haberse donado con ésta frase tan hermosa: “Aquí estoy Señor, para hacer Tú Voluntad”, porque Yo vuestro Dios, también respondo a vuestra frase con Mi frase, “Si, gracias, hijito Mío y aquí estoy Yo, Tú Dios, para habitar en ti”. Desde ése momento el alma recibe el Gran Tesoro que todas las almas anhelan desde que son creadas, el ser tomadas plenamente por su Dios. No hay nada más grande que un alma anhele, que el ser consumida por el Amor de su Creador.
Esto no lo entendéis ahora muy bien, porque tenéis un cuerpo, pero cuando vuestra alma se separe de él, lo entenderéis perfectamente, cosa que ya entendíais antes de bajar a servirMe. El deseo del alma en el Cielo, antes de que os encarnéis para tener una misión en la Tierra, es la de hacer Mi Voluntad. Pero es la carne, ya afectada por el Pecado Original, la que os hace cambiar de opinión por las múltiples tentaciones que el Maligno os pone.
Por ello debéis luchar afanosamente para hacer y triunfar a vuestra alma sobre el cuerpo con sus pasiones desordenadas, para que logréis alcanzar nuevamente el grado de espiritualidad que teníais antes de bajar a la Tierra y podáis retomar la Donación que prometisteis a vuestro Dios, para hacer Su Voluntad. Por eso, el alma que ya puede decirle a su Padre “Aquí estoy Señor, para hacer Tú Voluntad”, es un alma que ya ha alcanzado nuevamente su vida espiritual, su vida primaria, su vida de Cielo, que ya luchó contra las Fuerzas del Mal y sus Tentaciones y Triunfó.
Esta frase, hijitos Míos, es la voz de triunfo que sale de los corazones que aprendieron a escoger la mejor parte, que aprendieron a seguir a su Dios y NO al Mundo; que aprendieron a base de caídas y que saben que el Único que puede devolverles su dignidad espiritual Soy Yo, vuestro Dios. Rogad, hijitos Míos por vuestro crecimiento y por vuestro triunfo personal, para que podáis alcanzar la Vida que os tengo prometida, tanto para vosotros como para vuestros hermanos. Para que tan pronto escuche de vuestro corazón el “Aquí estoy Señor, para hacer Tú Voluntad” Yo, inmediatamente vuele a hacer morada en vuestro corazón.
Que Mi Padre en Su Infinita Bondad, os Bendiga. Que Mi Santo Espíritu os Guíe por la senda del Abandono confiado y amoroso y Yo os Bendigo y os cubro con Mis Méritos para que alcancéis la plenitud y la perfección de vuestra Misión. Yo os Bendigo en Nombre de Mi Santísimo Padre, en Mi Santísimo Nombre y en el Santísimo Nombre de Mi Espíritu de amor.
La experiencia sublime de ser tomado plenamente como un Istrumento para que Jesús manifestase su Presencia Santísima, llena de tal júbilo a Oliver, que lágrimas de agradecimiento y de éxtasis, corren por el rostro del joven cuando el Amoroso Dios de los cristianos ha derramado sus Bendiciones…
Pablo y todos los cristianos dan las gracias y el apóstol retoma el Tema sobre el que estaba hablando…
“Hermanos, todos los dichosos que ya hemos sido capaces de pronunciar esas benditas palabras: ‘Aquí estoy señor, para hacer Tu Voluntad…’ y hemos sentido la Grandiosa Majestad que la Presencia del Señor imprime en nuestra alma, cuando toma posesión de ella, al imprimirnos delicadamente Su Imagen y Semejanza que nos convierte en verdaderos hijos.
Y nos declaramos listos para proseguir con nuestra sagrada misión de ‘pequeños cristos y corredentores’, es cuando experimentamos la Transfiguración particular que nos identifica con Jesucristo, nuestro Dios Único y Trino…
Porque ES ÉL, el que nos convierte en apóstoles, profetas y mártires…
Yo por mi parte, estoy crucificado con Cristo y ahora no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Todo lo que vivo en lo humano se hace vida mía por la Fe en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí. También nosotros los apóstoles pasamos hambre, sed, falta de ropa y malos tratos, mientras andamos de un lugar a otro.
Trabajamos con nuestras manos hasta cansarnos. La gente nos insulta y los bendecimos. Nos persigue y todo lo soportamos. Nos calumnian y entregamos palabras de consuelo.
Hemos llegado a ser como la basura del mundo, como el deshecho de todos hasta el momento. Nos preocupamos en toda circunstancia por no dar a otros ocasión de tropiezo, ni de criticar nuestra misión. Al contrario, en todo demostramos ser auténticos ministros de Dios.
Somos muy perseverantes. Soportamos persecuciones, necesidades, angustias, azotes, cárcel, motines, fatigas, noches sin dormir y días sin comer. En nosotros pueden ver pureza de vida, conocimiento, paciencia, bondad, actuación del Espíritu Santo y Amor sincero.
En nosotros está la Verdad y la Fuerza de Dios. Luchamos con las armas de la Justicia, tanto para atacar como para defendernos. Unas veces nos honran y otras nos insultan.
Recibimos tantas críticas, como alabanzas. Pasamos por mentirosos aunque decimos la verdad.
Por desconocidos, aunque nos conocen. Nos dan por muertos y vivimos. Se suceden los castigos y todavía no hemos sido ajusticiados.
Nos creen afligidos y permanecemos alegres.
Tenemos apariencia de pobres y enriquecemos a muchos. Parece que no tenemos nada y todo lo poseemos.
¿No han aprendido nada en el estadio? Muchos corren, pero uno solo gana el premio. Corran pues de manera que lo consigan.
Como los atletas que se imponen un régimen muy estricto, solamente que ellos lo hacen por una corona de laureles perecederos, mientras que nosotros lo hacemos por una corona que no se marchita.
Y así como yo, sabiendo a donde voy, doy golpes pero no en el vacío. Castigo mi cuerpo y lo someto, no sea que después de predicar a los otros, venga yo a ser eliminado. Yo no quiero sentirme orgulloso de nada, sino de la Cruz de Cristo, nuestro Señor.
Alégrense en el Señor en todo Tiempo. Les repito: alégrense. Y den a todos muestras de un espíritu muy comprensivo. El Señor está cerca. No se inquieten por nada.
En cualquier circunstancia recurran a la Oración y a la súplica, junto a la acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la Paz de Dios que es mucho mayor de lo que se puede imaginar, les guardará su corazón y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Y estimen como la mayor felicidad el tener que soportar diversas pruebas.
Ya saben que al ser probados en nuestra Fe, aprendemos a ser constantes. Procuren pues que esa constancia perfecta se verifique con hechos, para que de ahí salgan perfectos e irreprochables, sin que les falte nada. Y demuestren su Fe con su manera de actuar.
Que la Paz del Señor, esté con todos vosotros…
Pablo ha terminado de hablar.
Marco Aurelio, que ha escuchado desde el principio y Oliver, se acercan al grupo que rodea a los apóstoles.
Oliver se aproxima a Pedro y le dice en voz baja que lo busca el tribuno.
Entonces Pedro va al encuentro de Marco Aurelio.
Éste le relata todo lo sucedido en Anzio y su Bautismo recibido de manos del Obispo Leonardo. Sus peripecias en la búsqueda de Alexandra y el motivo por el que ha venido a buscarlo.
Finaliza diciendo:
– Roma está ardiendo por mandato del César. Y solo Dios sabe que calamidades faltan, pues Nerón está loco. Y yo no puedo abandonarte aquí a una destrucción cierta. Por favor, ven con nosotros a Sicilia. –suplica Marco Aurelio arrodillándose ante el anciano Pontífice.
Pedro le responde:
– Que te bendiga el Señor por tus deseos. Pero ¡No has oído decir que Cristo me repitió por tres veces: “Apacienta mis corderos” Si tú a quién nadie ha confiado la custodia de mi persona, me dices que no me abandonarás a una destrucción cierta, ¿Cómo puedes querer que yo abandone al Rebaño del Señor, en el Día del Desastre?
Toma a tu esposa y a los tuyos y vete a Sicilia. Tu camino apenas empieza. Y debes madurar para que des fruto. Te lo repito: No caerá uno solo de tus cabellos. Ten Fe. Parte con mi bendición y la Paz de Cristo, esté contigo y los tuyos.
Pedro los bendice y los despide.
Y prosigue en la reunión de los cristianos, donde comparte con los obispos, las últimas noticias recibidas y las decisiones pertinentes que deberán tomar…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
N123 LA GRAN BATALLA
Hijitos Míos, los que Me estáis siguiendo; vosotros, los que sois las ovejas obedientes que siguen al Pastor, vosotros Me conocéis. Soy vuestro Dios, he bajado a la Tierra para que las ovejas Me sigan y las ovejas son aquellas almas buenas que han dejado entrar Mi Amor a su corazón y han tomado Mis Enseñanzas como forma de vida.
Voy reuniendo el Rebaño, vosotros entendéis lo que es el Rebaño y a dónde os voy a llevar. Pero hay tantas almas de hermanos vuestros que no se quieren dejar guiar por Mí, por vuestro Dios que os ama tanto y que Me di en totalidad para que vosotros Me conocierais, Me amarías y os apartarais del mundo.
¡Tanto que he hecho por vosotros, los que no estáis Conmigo! Me di por todos y especialmente por las almas enfermas; porque las almas sanas, las ovejas que se han enamorado de la Voz de su Pastor, ciertamente no necesitan tanto de Mí; porque ya Mi Amor está en ellas. Pero vosotros, los que no estáis Conmigo, debéis regresar.
Soy el Buen Pastor y os quiero llevar también a ésos lugares bellos a los que pertenecéis, pero Satanás os ha llevado por caminos de distracción y de mentira y creéis que pertenecéis al mundo; porque vosotros creéis en lo que palpáis, pero no tenéis la Fe de aceptar aquello que no veis.
Cuánta maldad hay en vuestro corazón, pero es una terquedad tonta que os puede llevar al Dolor Eterno. Sigo buscando a la oveja perdida y os pido a vosotros, que sois las ovejas escogidas, que os dejéis llevar por Mi Voz y por Mis deseos. Que oréis por ésas ovejas que no quieren entender, no quieren llegar a ésos pastos verdes, a ésas aguas limpísimas que gozaréis grandemente.
Éstas almas quieren vivir todavía entre cerdos, siguen ensuciando su alma, actuando como Satanás les ha enseñado a actuar. Viven para la carne, viven destruyendo su mente, su cuerpo, su corazón, su alma. Estas almas cegadas están con la Maldad de Satanás.
Éstos son los tiempos anunciados en las Escrituras, los Últimos Tiempos de gran prueba. Tiempos de la gran lucha espiritual entre los Poderes del Cielo contra los de la Tierra, contra la Maldad de Satanás.
Debéis entender Mis pequeños ya, que estáis en la Gran Batalla y solamente uno vencerá, que es Mi Poder Divino y esto es un hecho, Mis pequeños. Porque Satanás no tiene el Poder Divino que Yo como Dios, tengo; él fue creado por Mí, Yo no fui creado por él.
Vosotros, los que vivís en el error, entended esto y dejad que Mi Sabiduría Divina os haga entender ésta realidad.
Os estáis dejando guiar por aquel que en un tiempo fue bueno, pero Me negó. Me atacó y ahora hace que vosotros ataquéis también a Mi Santo Nombre y a Mi Creación. No tenéis Sabiduría suficiente para entender que estáis en Mi contra, como también él se puso en Mi contra y ved ahora cómo está.
Él es siervo, Yo Soy Amo.
Vosotros, los que vivís en el mundo y estáis llenos de sus bienes; os creéis poderosos y también tenéis a vuestro servicio a muchos sirvientes. Y esto os lo digo para que podáis entender en analogía, lo que Soy Yo vuestro Dios y lo que es Satanás: ES UN SIRVIENTE y un sirviente malo.
Entended esto para que os dejéis guiar por Mi Sabiduría Divina, pero se necesita que primero haya humildad en vuestro corazón; que entendáis que los bienes de éste mundo no os van a dar el Cielo Eterno. Debéis apartar de vuestra mala vida todo aquello que os está separando de Mí, de Mi Amor, empezando con vuestra soberbia.
Si vosotros no buscáis la humildad que os va a salvar, estaréis propiciando que vuestra vida termine en el Mal, en el Error, en el Dolor. Mucho mal causáis vosotros, los que os cubrís con las riquezas de la Tierra; que éstas no son nada ante Mí, vuestro Dios.
Hasta el más pequeño en el Reino de los Cielos, es más rico por Mis tesoros que cualquiera de los hombres poderosos de la Tierra.
Sois nada, porque no hay amor en vuestro corazón. Solamente queréis sobresalir ante el mundo. Que se os reconozca como poderosos de los bienes de la Tierra…
Pero ya os he hecho conocer sobre lo que es la Tierra, ante el Universo.
Buscad la verdadera riqueza, que es el Reino de los Cielos. Y al decir el Reino de los Cielos, pertenecéis al Universo entero, que no lo podéis medir, porque Yo vuestro Dios, Soy Omnipotente.
Satanás os ha engañado tanto, que solamente os hace poderosos de la Tierra, que es un granito perdido en el Universo. Yo Soy el Creador del Universo y a aquellas almas que están Conmigo, les pertenece la Creación entera, que es el Universo entero.
Si seguís buscando los bienes de la Tierra, os encadenaréis a ella y os llevará a vuestra perdición eterna.
Os creéis muy listos, pero es claro que sois demasiado tontos, porque no tenéis lo que Yo os puedo dar si estáis Conmigo. Vosotros mismos os estáis destruyendo, estáis buscando solamente bienes superfluos, que solamente os servirán por un tiempo y luego perderéis.
En cambio, las almas que se dejan guiar por Mi Sabiduría Divina, han vivido para tener derecho a gozar de Mis riquezas, que es toda la Creación visible e invisible, que esto es infinitamente más que lo que vosotros buscáis con los bienes de la Tierra.
Os repito, qué tontos sois. Os creéis muy listos, pero vuestra tontería os llevará a vuestra condenación eterna. Os amo y porque os amo os reprendo y os hago ver ésta realidad que estáis viviendo. Hombres poderosos de la Tierra, sois Mis hijos, enmendad el camino y regresad a Mí; vuestro Dios, Creador, Omnipotente y Eterno.
Hijitos Míos, estoy ante vosotros, con Mi Corazón abierto, Mi Corazón traspasado, Mi Corazón Amoroso. ¿Por qué el hombre no se acerca a Mí, a pesar de que Mi Corazón amor destila en cantidades sobreabundantes, para traeros Gloria, para traeros Perdón, para atraeros a Mi Misericordia?
Mi Corazón abierto está, Mis brazos abiertos de par en par. ¡Es tanto el Amor que quiero derramar sobre vosotros! Mi Amor, Mi Puro Amor, puede transformar la Tierra entera y debe transformarla, pero el hombre debe aceptarlo.
¡Sufro, Mis pequeños al ver cómo paso desapercibido por tantas almas cuando Yo a todas las tengo en Mi Corazón! Pasan, Me ven. Ven Mi Sufrimiento solamente, algunos se apiadan, otros se horrorizan, otros desprecian, pocos aman, menos de ellos agradecen y Mi Corazón sigue esperando, sigue esperando a las almas.
Mi Misericordia se derrama sobre todos vosotros y Mi Corazón sigue esperando.
¿Hasta cuándo el hombre se dará cuenta de Mi grandiosidad, de Mi Sacrificio, que por él obtuvisteis vuestra libertad, que por él sois llamados hijos de Dios, que por Él se abrieron las Puertas nuevamente del Cielo, para que regresarais a él?
¡Cuánta ingratitud del hombre! ¡Cuánta maldad todavía en su corazón! ¡Cuánta iniquidad! Tanta, que muchos de vuestros hermanos quisieran CrucificarMe de nuevo, deshacerse de Mí, no saber de Mi Amor ni de Mi Sacrificio. El hombre quiere caminar solo. No quiere saber de Dolor, pero tampoco de Amor.
¡Cuánta ingratitud del hombre que Me sigue dejando en la Cruz, abandonado! Sin querer compartir Mis Méritos, sin unirse a la Vida de su Redentor. ¡Qué ingratitud la del hombre, que ni siquiera el Amor que tanto costó, lo quiere tomar para sí, ni para sus hermanos!
¡Qué ingratitud la del hombre, de seguir escupiendo a su Salvador, aún sufriente en la Cruz! Con sus actos deplorables a diario, rehusando la Gracia. Rehusando la Gracia que Yo os puedo alcanzar.
Mis pequeños, Mi Corazón abierto está, para recibiros a todos vosotros; para recibir vuestras peticiones, para recibir vuestras palabritas de aliento, para recibir vuestro amor.
Mi Corazón deseoso está de derramarse sobre vuestros corazones, de transformarlos, de vivificarlos, de llevarlos a la Gracia extrema de la Santidad. Mi Misericordia, antes que Mi Justicia, quiere derramarse sobre todos vosotros; levantar aún a aquél que muerto a la Gracia está.
Darle nueva vida al leproso, levantar al oprimido, llevar al bueno a misionar entre sus hermanos. ¡Cuánto dolor, Mis pequeños, cuánto dolor de éste Corazón tan dadivoso! ¡DejadMe Amaros, dejadMe llevaros hacia la Gracia, hacia la Vida Celestial! Acercaos a Mí, Fuente de Sabiduría, Fuente de Amor, Fuente de Perdón.
En la Cruz está la Vida, no la muerte, como muchos la quieren ver y así dejarMe ahí. La Cruz os abrió la puerta a la Vida, vuestra Vida real, Celestial y eterna. Os quiero ahí, Mis pequeños, junto a Mí, bebiendo de éste Cáliz, pero adquiriendo Vida. ¡Llenaos de Mi Vida! Servid a vuestros hermanos, no Me dejéis morir con vuestro olvido, con vuestro desprecio.
Mis hijitos, Mis pequeños, Yo he sufrido y Me he dado por vosotros, Me di en la Tierra por cada uno de vosotros, Me sigo dando a través de Mi vivencia a través de los corazones, en la Sagrada Eucaristía, en los Sacramentos, estoy Vivo entre vosotros.
Y en los acontecimientos que están por sucederse, Mis pequeños, ved Mi Misericordia y ved Mi Amor. Que la tristeza, la desesperación, no nublen vuestra mente ni vuestro corazón; ved lo que hay detrás de todo ello, Mis pequeños y alegraos.
Así como en un nacimiento hay dolor, pero atrás de ese dolor hay vida, hay renacimiento, hay promesa… Aquí habrá lo mismo, Mis pequeños. Atrás de estos acontecimientos, veréis la Mano de vuestro Dios, guiándoos, llevándoos. Conoceréis la Misericordia de vuestro Dios, conoceréis Su Sabiduría.
Conoceréis Su Justicia, pero Su Amor cubrirá todo y deberéis entenderlos así. Deberéis poner vuestra comprensión en todo esto que vaya a suceder a nivel mundial. Nada sucede si no lo permite el Padre.
Mis pequeños, Yo como Hijo del Padre que acepté Su Divina Voluntad, os pido os unáis Conmigo. Os unáis a Mi Vida, a Mi Pasión, a Mi Muerte y a Mi Resurrección. Algo similar sucederá en éstos tiempos, Mis pequeños, necesitáis ésta renovación.
Se os ha dicho que no podéis negar que estáis viviendo momentos peores que los de Sodoma y Gomorra, en cuanto a los pecados que está cometiendo la humanidad. Eso no es grato a los Ojos de Nuestro Dios. No se puede mantener un Reino Divino con el pecado que cometen los hombres.
Se os va a preparar para que podáis purificaros de vuestra humanidad, de vuestro pecado, de vuestra separación a la Voluntad de vuestro Dios. Por eso os digo que dentro del aparente mal que veréis, atrás vendrá un Bien infinitamente superior, del cual gozarán aquellas almas que acepten su preparación; que acepten el cambio, que acepten la Voluntad de Nuestro Dios y Padre en Su Santísima Voluntad.
Yo, como Hijo perteneciente a la Trinidad, Me mantengo como Hijo. Aceptando la Voluntad de Mi Padre, pero también Soy Dios y puedo daros lo que necesitéis para estos momentos de cambio. No quiero usar la palabra “tribulación”, porque eso crea desesperanza en el corazón del hombre.
Va a ser un cambio benéfico. Deberéis ver todo esto positivamente. Si hay humildad en vuestro corazón, reconoceréis que necesitáis ese cambio; no podéis seguir siendo mediocres, veletas, pecadores contra el Amor de vuestro Dios. Ya es tiempo de tomar el Amor y las Enseñanzas que os hemos dado, para que sean vuestra vida; para que hagáis una nueva vida en vosotros, para que renovéis junto con Nosotros, toda la Creación.
Vosotros deberéis dar ése paso, ése paso difícil para el hombre, soltarse a Nuestra Voluntad, la negación del “yo”. Sed hijos, sed siervos, aunque se os ha levantado de niveles de servidumbre a hijos de Dios. Pero os digo sed siervos, para que haya humildad en vuestro corazón y no os sintáis dioses, como os quiere hacer ver el Demonio.
La soberbia os está acabando. La soberbia os está llevando al Abismo y no os queréis dar cuenta de ello, porque el pecado que envuelve a ésta humanidad, os está endulzando el paladar. Pero ahora la amargura de la Purificación, os va a hacer entender cómo estabais viviendo.
Agradeced a vuestro Dios, a Mi Padre, a vuestro Padre, éstos momentos. Llevadlos con abnegación, con respeto, con agradecimiento… Aceptadlos de corazón y agradeced vuestro cambio espiritual, junto con vuestro cambio físico; para que podáis vivir esos momentos grandiosos que se os darán.
Alegraos, aún dentro de esto que vaya a suceder, alegraos Mis pequeños. Nuevamente alegraos, para que podáis transmitir ésta alegría y ésta confianza a vuestros hermanos. Que no sientan todo perdido, sino que vean en vosotros esa Luz en el nuevo camino que se os dará.
Alumbraréis el camino seguro por el que tendrán que caminar vuestros hermanos y vosotros mismos. Llevadlos con confianza, dadles lo que ya se os ha dado a vosotros: confianza en el Amor.
DejadMe Vivir como fue en Mi Resurrección. ¡Implorad Mi Amor para vuestros hermanos! ¡Implorad Mi Sangre Purificadora sobre ellos! ¡Salvad a vuestros hermanos, que inertes están a Mi llamado, inmersos en el mundo, que los está sepultando! ¡Mis Llagas, Sangrantes están para todos vosotros y son Vida!
Acercaos a Mí, escuchad Mis Palabras, aprended de Mí. DejadMe ser nuevamente vuestro Salvador, El que os purifique, El que os enseñe, El que os salve, El que os santifique. DejadMe cubriros con Mi Sangre, Sangre que os dará Vida, para que ésa Vida dé mucho fruto y ésa Vida reclame más Vidas.
Orad, interceded, daos Conmigo en la donación total de vuestro ser para la conversión total de vuestros hermanos, para la salvación de éste mundo, que al Abismo; que al Abismo están cayendo, no lo dejéis perderse, no los dejéis en el abandono. ORAD, orad, acompañadme. Subid a la Cruz Conmigo. Reparad, tomad de Mí y salvad todas las almas que podáis.
Velad, velad vuestro sueño, porque el Dragón Infernal se acerca. Protegeos, entrad en Mi Corazón, no os apartéis de Él y alimentaos con Mi Sangre, con Mi Amor. Y así protegidos estaréis. NO OS SEPARÉIS DE MÍ, no os separéis de Mí.
Hijitos Míos, cuando Yo caminaba y predicaba sobre la Tierra, que Me di por vosotros los hombres para que conocierais a Mi Padre y Su Amor, el Amor en Nuestra Santísima Trinidad; os hablaba de las Revelaciones Divinas, pero también os preparaba para lo que pudiera venir.
Después de Mí hubo muchos sufrimientos y ha habido muchas tribulaciones, persecuciones, destrucciones. Pero estando Conmigo, pasáis todo ello. Ciertamente tendréis aflicciones, dolores y penurias todavía más grandes por venir, para que se dé la Purificación de la Tierra.
Ciertamente los mares crecerán, los volcanes vomitarán su magma, los ríos se desbordarán, los vientos huracanados destruirán poblaciones, el hambre cundirá por la Tierra, el dolor y el llanto se oirán por todos lados, las pestes se darán, las enfermedades os envolverán, todos pasaréis tribulación y dolor.
Pero Mis pequeños, a pesar de que los Cielos aparezcan cerrados, ya no necesitaréis del Cielo que vuestros ojos ven, puesto que Yo os dije que Mi Reino estaba en vuestro corazón, que no buscarais a vuestro alrededor, si el Tesoro Grande lo teníais en vuestro interior.
Y así, aquellos que Me tengan en su corazón, que vivan Mi Reino en su interior; las tribulaciones, pestes, dolores, hambres, persecuciones, no les dañarán; porque tendrán una Fuerza Inmensa que les dará Mi Vivencia en su corazón.
Estando Conmigo Mis pequeños, tenéis Mis Potencias y las utilizaréis para el bien de vuestros hermanos, para vuestra propia protección, para la de los vuestros, para que la Tribulación no os haga sucumbir, que no os desesperéis. Por eso todo esto os lo he dicho tiempo antes, para que os fuerais preparando, para que vosotros mismos fuerais probando las mieles de Mi Gracia en vuestra vida y en la de vuestros hermanos.
Tantas cosas que os he dicho, Mis pequeños; tantas promesas que tenéis de Mí, vuestro Dios y vuestra alma no se mueve a la conversión, ¿Qué esperáis pues entonces, Mis pequeños?, ¿Qué esperáis para vuestro futuro inmediato?. Estáis ya sufriendo de Tribulación, hermanos vuestros alrededor de la Tierra están padeciendo lo que os he profetizado y se padecerán todavía cosas aún mayores.
Tenéis tiempo pues, Mis pequeños para entrar en vuestro interior y dejarMe a Mí, vuestro Dios Reinar y dejarMe mover vuestra vida para vuestro bien, para vuestro desarrollo espiritual. DejadMe Mis pequeños, obrar plenamente y veréis cómo estando Conmigo, todo cambia.
Aún a pesar de que estéis junto a un hermano, al que le pueda estar sucediendo lo mismo; tendréis diferentes puntos de vista para realizar un mismo objetivo. Vosotros actuaréis con Sabiduría y él se dejará llevar por su humanidad; vuestro hermano se desesperará y vosotros mantendréis la paz si estáis Conmigo, muchos serán los frutos.
Ayudaréis al desvalido, al desvalido espiritual en los tiempos de prueba. Y la Paz os dejará a vosotros discernir perfectamente el qué hacer o el qué no hacer, mientras que vuestros hermanos se dejarán llevar por la desesperación y podrán cometer graves errores para su vida futura.
Empezad por vuestro cambio interior, dejándoMe Vivir a Mí, vuestro Dios y veréis cómo irá cambiando vuestra vida y la de los vuestros. Con todos aquellos con los que entréis en contacto, les ayudaréis y vosotros gozaréis porque les ayudasteis a vivir con Mi Vida en vosotros.
Mis pequeños, Yo os prometí que cuando dos o más estuvieres reunidos en Mi Nombre, Yo estaría entre vosotros. Soy Jesús, vuestro Dios. Y vengo cumpliendo Mi Promesa. Estoy entre vosotros, estoy con vosotros Y EN VOSOTROS.
Sí, Mis pequeños pedid. Pedid, todo lo que podáis. Es vuestro corazón lleno de Amor, de Mi Amor, el que os hace pedir. Hay tantos que viven en el Mundo que no saben pedirme, no saben acercarse a Mí con Confianza, con Fe; sabiendo que Yo Soy El Omnipotente, que puedo daros todo… Yo os doy Vida y doy Vida a otros por vuestras peticiones de Amor.
Tened siempre esa Confianza de saber que seréis escuchados, especialmente cuando actuáis en el Amor, cuando actuáis para servir a vuestros hermanos. Así le dije a Mis Apóstoles: el que quiera ser el primero, que sea el último; porque el primero servirá a los demás.
Vosotros estáis en ésa posición, sirviendo. Sirviendo a vuestros hermanos. Vosotros sí podéis ver las necesidades de vuestros hermanos porque tenéis corazón generoso, estáis viendo ya los problemas que el Mundo tiene.
El Amor es el que os hace ver esas necesidades; el velo se os ha quitado de vuestros ojos, estáis viendo las necesidades de vuestro Dios en el Mundo, por eso, Mis pequeños, os hemos dado todas éstas Bendiciones, para que podáis ayudar a vuestros hermanos.
Yo como Médico de Cuerpo y Almas, os doy también ésta Gracia de levantar a vuestros hermanos en cuerpo y alma, aliviarlos en cuerpo y alma, porque ésa es vuestra Misión de Amor: Ayudar a levantar a vuestros hermanos a su Salvación Eterna.
Y aliviarles sus sufrimientos con vuestras oraciones, con vuestra donación, con la Vida que Yo pondré en vosotros, para que la transmitáis.
Pedidme, pedidme lo que queráis para vuestros hermanos y para vosotros mismos; siempre en ese crecimiento de Fe, en ese crecimiento de Amor, en ese crecimiento en las Virtudes, como Mi Madre, La Siempre Virgen María, La Llena de Gracia, La Purísima y Santísima. A través de Ella, también conseguiréis todo de Mí.
Gracias Mis pequeños, gracias POR CREER, OBEDECER Y AMAR. Y manteneos en Nuestra Familia, Familia que ve por sus hermanos en una forma desinteresada, honesta y amorosa.
Porque mientras más os adentráis en Mí, es cuando más os dais cuenta de cómo vuestros hermanos, alrededor vuestro, cercana o aún distantemente necesitan un cambio, necesitan ser evangelizados.
Ciertamente, cuando vosotros vivís en vosotros mismos, gozando vuestra propia vida, de vuestro crecimiento espiritual y no queréis daros cuenta de vuestro alrededor, vivís en forma muy egoísta; porque son tantos y tantos de vuestros hermanos alrededor del mundo que necesitan de Mí a través de vosotros; que si realmente Me amaráis y los amarais, haríais algo para que Mi Reino, Mi Palabra, Mi Conocimiento y Mi Amor se difundieran entre todos vosotros.
No todos vosotros podréis ir a misionar a otros pueblos o a otros países. Pero debéis ser como ésa piedrecilla que se lanza en el estanque, que va formando ondas a su alrededor.
Si vosotros, realmente ya estáis transformados, si vosotros realmente ya os habéis soltado totalmente a Mi Voluntad, muchas veces ni os daréis cuenta de lo que estáis haciendo con vuestros hermanos; porque solo con vuestro ejemplo, vuestras palabras correctas, vuestra educación Cristiana, saldrá por vuestros poros y transformará a vuestros hermanos.
Mi Presencia en vosotros es lo que hace el cambio en muchas almas. Ahora, cuando tengáis que dar alguna palabra de aliento, de crecimiento, de amor, Yo debo estar Presente en todo ello para transformar las almas de vuestros hermanos.
Y si no es posible que vuestra presencia esté ante vuestros hermanos; os he dicho que vuestra oración, vuestro solo pensamiento, vuestra comprensión hacia ellos, hará el cambio.
Por eso, vuestra vida tiene que ser como la Mía: oración en todo momento, día y noche. Yo os daré la forma en que no os separéis de Mí; pero manteneos Mis pequeños, con ésa necesidad: sentir en vuestro interior lo que Yo sentía al estar entre vosotros, veros pequeños, necesitados de una transformación.
Que ése deseo no tenga fin en vuestro corazón. Son tantas, tantas las almas necesitadas y tan pocos los que desean trabajar por ello. PedidMe, PedidMe a Mí, vuestro Hermano y vuestro Dios que os dé las capacidades para que podáis estar entre vuestros hermanos trasformándolos.
Ciertamente experimentaréis capacidades extraordinarias, milagrosas, si realmente estáis viviendo para Mí. Y así iréis de un lugar a otro, movidos por Mi Santo Espíritu para que podáis dar mucho fruto. Todas ésas almas Me agradecerán su cambio a través de vosotros.
DejadMe a Mí, que Yo vuestro Dios os transforme y os lleve a donde necesito que estéis, para la ayuda de vuestros hermanos.
Que Mi Amor os cubra, os proteja y os llene de Bendiciones para que vayáis preparando el camino de regreso a vuestro Dios y Salvador entre los hombres.
Yo os bendigo en Nombre de Mi Padre, en Mi Santo Nombre y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.
A37 SACRIFICIO DIVINO
Hijitos Míos, estoy en la Cruz. Estoy clavado en la Cruz. Sufro. Y no solamente por los dolores en el cuerpo; sufro, por vuestros pecados. Pero también Me da alegría ver como Mi Sufrimiento, no fue en vano.
Veo las almas buenas alrededor del mundo, almas buenas que van a creer en Mí, almas buenas que van a luchar y hasta dar su vida por defender lo que Yo os estoy dando hasta este momento: hasta Mi última Gota de Sangre. Mi Muerte, pero también Mi Resurrección.
Estas almas buenas Me dan mucha alegría, a pesar de este dolor tan grande que tantas y tantas almas, en verdad Me están causando y Me causarán.
Es mucho el Dolor y mucha la alegría, es Mi Vida, Mi Vida por vosotros. Cuando lleguéis al Reino de los Cielos, entenderéis lo que esto significa: que todo un Dios, Yo vuestro Hermano, Cristo Jesús, Me dé por vosotros.
Vosotros en la Tierra apreciáis la amistad de un amigo; apreciáis mucho, cuando ese amigo os ayuda con detalles grandes y bellos. Se da en lo económico, se da hasta en su persona por ayudaros, defendiéndoos frente a un ataque.
Tantas y tantas formas en las que responde un amigo. Y vosotros apreciáis mucho esa amistad.
Habéis menospreciado Mi Donación como Dios, hacia vosotros, Yo Soy más que el mejor amigo que tengáis en la Tierra; sobrepaso sus cuidados, su respuesta en todo lo que haya hecho en vuestra vida.
Soy vuestro Dios y os conozco desde antes de que bajarais a la Tierra. Me di por cada uno de vosotros. He gozado vuestros momentos bellos. He sufrido cuando habéis sufrido dolores físicos, morales, espirituales.
Pero así como las alegrías en Mi Ser son inmensas, infinitas porque Soy el Infinito; también Mis Dolores, los que Me causáis, son Dolores inmensos, infinitos. Os agradezco Mis pequeños, los que estáis Conmigo, las alegrías que Me dais, porque sigo sufriendo aquí en la Cruz por vosotros.
Vosotros estáis pensando en Mí y eso aminora los Dolores de Mi Sufrimiento, de Mi Donación. Y sobretodo, los ataques tan fuertes de los escribas y fariseos que querían terminar con Mi Vida a toda costa.
Sí, ciertamente todavía hay escribas y fariseos entre vosotros. Y no Me refiero exclusivamente a los del pueblo judío, sino de todos los pueblos que Me quieren borrar nuevamente, de la faz de la Tierra.
Os gusta hacer vuestra voluntad y Me hacéis a un lado, os creéis sabios y perfectos y no es así. Queréis hacer vuestra propia vida y os dejáis guiar en vuestro libre albedrio, por la ley humana. Pero sin virtudes, sin valores; simplemente lo que vuestro instinto os marque.
No os dais cuenta que tenéis un alma. Que El Espíritu Santo habita en vosotros, que no podéis ser animales. Sois Mis hermanos, sois creaturas de Dios. Vuestra dignidad es inmensamente más alta que la de cualquier animal, no os podéis dejar llevar solamente por vuestros instintos.
Tenéis un alma que debe tender a Mí y debe moderar vuestros actos. Ciertamente tenéis instintos, pero también tenéis virtudes, que eso no lo tienen los animales, ni otras creaturas creadas. Vosotros sois los reyes de la Creación, porque el Creador Vive en vosotros.
Yo Me he dado por vosotros, para levantaros nuevamente a esa dignidad en la que fuisteis creados.
Ciertamente el Pecado Original os llevó a niveles bajísimos y esto es para que os deis cuenta hasta dónde puede caer un alma, cuando se aparta de Nosotros, de Nuestra Santísima Trinidad.
Ciertamente os animalizáis, cuando dais la espalda a Nuestra Gracia, a Nuestro Bien. Vuestra dignidad es muy grande y debéis respetarla. La debéis buscar, os debéis dejar guiar por Nuestra Gracia, por Nuestra Presencia en vosotros y con ella os debéis santificar.
Un animal no puede hacer nada de esto, la santidad es solamente para el hombre. Dejaos guiar plenamente por Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, porque siempre os dareMos lo mejor. Y sobre todo, os dareMos los dones que nadie os puede dar, dones que solamente Nosotros los podemos crear y regalar a cada uno de vosotros.
Esto le da mucha envidia a Satanás, perdió todo con su Traición. Y en forma similar llevó a vuestros Primeros Padres, a que se apartaran de Mí. Cortaron la Savia Divina que los alimentaba. Satanás hizo lo mismo y por envidia, él los llevo hacia la separación de Mí.
Actualmente Mis pequeños, vosotros ya tenéis una Evangelización de un poco más de 2000 años. Una Evangelización Divina. Cuando nacisteis ya había Luz en el Mundo: Mi Luz Divina, que se debió haber transmitido de generación en generación, desde que llegué a la Tierra a daros esta Vida Divina; para que hicierais de vuestro Mundo, un Cielo.
Pero Satanás os siguió atacando y preferisteis manteneros en el Mal. Preferisteis seguir viviendo bajo vuestros instintos animales e hicisteis a un lado la dignidad Divina.
Una dignidad que tiene vuestra alma y que debe estar perfectamente conectada a Mí vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad.
Habéis desperdiciado oportunidades inmensas, infinitas; vuestro mundo está en decadencia, cuando debiera ser ya una Joya que iluminara los Cielos del Universo.
La Tierra recibió a su Creador. La Tierra recibió Educación Divina. La Tierra vivió los Milagros de su Redentor. la Tierra fue purificada con la Sangre de su Dios, ¿Qué más podría pedir una persona, una creatura, una Creación?
Yo Soy El Todo, Soy vuestro Dios y la Tierra fue escogida para algo grande. Teníais ya la Luz para que el Universo entero volteara a veros y la desperdiciasteis.
Tuvisteis la Luz y preferisteis las Tinieblas, por eso os repito: estoy aquí en la Cruz, viendo la Obscuridad a donde la gran mayoría de vosotros habitantes de la Tierra, habéis llevado Mi Gracia, Mis Enseñanzas, Mi Presencia.
Porque preferisteis al que ES toda Maldad, Odio, Desamor, Guerra, Destrucción y Me Duele… Me duele mucho que la gran mayoría os dejéis guiar por el que os quiere destruir.
Y aquí Me tenéis abandonado en la Cruz, sufriendo por vosotros, llamándoos nuevamente a que regreséis a Mí.
Me ofrezco día a día, en las Misas Me doy por vosotros… Y son tan pocos los que escuchan Mis lamentos. Lamentos de Amor que os quieren volver a la santidad de vida y ganar lo que os prometí os daría, en Mi Predicación Terrena.
Ciertamente hay alegría en Mi Corazón al ver a las pocas almas que Me aman, que Me buscan, que oran Conmigo, que aprenden de Mí, que Me comparten sus alegrías y tristezas. Aquellas almas son las que ven en Mí, su Luz y su Guía. Aquellas almas que sufren, cuando sienten vacío en su corazón cuando las pongo a prueba; para así ver y comprobar que realmente, Me queréis.
Las pruebo con una soledad Divina y cuando veo que el alma se desespera, que no sabe qué hacer al no sentirMe en su corazón, Me hace llorar de felicidad… Porque es cuando veo que el alma Me ama, que no puede apagar su sed, si no Me tiene a Mí su Dios, su Creador, su Salvador.
¡Benditas estas almas que Me dan alegría!, Las consiento en la Tierra y las consentiré inmensamente en el Reino de los Cielos, por esa alegría tan grande que Me dais; de sentirMe necesario para vuestra vida, para vuestra misión, para vuestro gozo, mientras estáis en la Tierra.
Hijitos Míos, los primeros cristianos llevaban consigo Mi Gracia y Mi Amor en sus corazones y era tal el aprecio de estas Gracias, que se les había otorgado, que les infundía una gran alegría. Y se les conocía así entre el pueblo, por la gran alegría de los cristianos.
Y ya fuera que estuvieran reunidos gozando en sus grupos de oración, en su vida de todos los días, como cuando se les perseguía y se les asesinaba por ser seguidores Míos, la alegría siempre permanecía en ellos. Ciertamente tenían momentos difíciles cuando se les torturaba, cuando se les perseguía…
PERO ELLOS SE MANTENÍAN EN CONTACTO CONMIGO A TRAVÉS DE LA ORACIÓN
Y MI PRESENCIA LES DABA LA FORTALEZA NECESARIA PARA SUFRIRLO TODO
CON AMOR Y CON PAZ EN SU CORAZÓN.
ENMEDIO DE LOS TORMENTOS SE AFERRABAN A MÍ, se calmaban y la alegría volvía a ellos.
Estando en las cárceles, los cantos se escuchaban desde lejos y la Presencia de Mi Santo Espíritu, los llenaba de una alegría inmensa, de una alegría Santa que se contagiaba.
Y así iban hacia el suplicio llenos de Paz, sabiendo que Yo los recibiría inmediatamente, al momento en que terminara su martirio y empezara una nueva vida Conmigo en el Cielo.
Cuando un alma está Conmigo, pase lo que pase, la alegría y la paz siempre estarán con ella. Y os lo pido Mis pequeños, en estos tiempos; que pase lo que pase, lo aceptéis como Regalo de Dios, porque nada sucede por casualidad y sin permiso de nuestra Santísima Trinidad.
Tendréis momentos difíciles y la alegría y la paz deberá reinar en vosotros. Tendréis momentos buenos y la alegría y la paz deberá también estar con vosotros.
Ciertamente es más difícil estar felices en los momentos de martirio, de persecución, de desastre, de muerte; pero la paz y la felicidad, la alegría que debe haber en vosotros; siempre mostrará a vuestros hermanos que Yo Habito perfectamente en vuestro ser.
Y eso es lo que quiero que mostréis a vuestros hermanos, que Yo Cristo Jesús, sigo habitando entre los hombres. Sigo habitando en los que son Mis discípulos y sigo habitando en aquellos que Me abrieron su corazón de par en par, para que Yo Reinara en ellos.
Ciertamente, estoy en vosotros. Pero muchas almas no me permiten Reinar en su ser y acaban sacándoMe de su corazón. Sigo reinando y reinaré en aquellas almas que Me invitan, que Me buscan. Aunque las ponga a prueba, no descansan hasta que Yo habito perfectamente en ellas.
A veces, Me hago difícil de encontrar y ahí veo realmente cuánto vale el alma a la que estoy poniendo a prueba: si es un alma que lucha hasta encontrarMe, si es un alma que no se deja vencer por las pruebas, hasta que Yo ya vivo plenamente en ella.
O veo si es un alma tibia, que lucha en un principio, pero se da por vencida después o las almas que por último, Me cierran las puertas de su corazón, de su vida, de sus intereses. Almas que no luchan por la gran riqueza que pueden obtener al encontrarMe.
Yo Soy el Tesoro más grande que puede existir y aquel que Me encuentra y que Me deja habitar en él, se vuelve inmensamente feliz, BuscadMe Mis pequeños.
Aunque os ponga pruebas difíciles, Yo estoy siempre junto a vosotros; Me escondo para probaros, pero nunca Me aparto de vosotros. Pase lo que pase, quiero estar seguro de vuestro amor. Quiero estar seguro que realmente Me amáis y que sin Mí no podéis vivir.
Quiero estar seguro que estaré con vosotros toda vuestra existencia. No os canséis en la búsqueda, Yo os recompensaré infinitamente cuando Me encontréis y cuando no Me dejéis ya, salir de vuestro corazón.
Quiero Ser vuestro Prisionero, quiero estar siempre en vuestro corazón bajo llave, con vuestras cadenas de amor. No dejéis que Me salga de vuestro ser, no Me cambiéis por otros intereses mundanos y a veces, hasta pecaminosos.
No encontraréis nada, ni a nadie, que se pueda equiparar Conmigo. Os repito, Soy el gran Tesoro. Si realmente Me amáis, no Me perdáis, gozad de Mis Bendiciones, de Mi amor, de Mi compañía, de Mis Milagros, de Mi Paz y de Mi Amor. Soy vuestro TODO, no Me cambiéis por lo que no vale.
Yo Me vine a dar por vosotros, Mi Donación fue por la salvación de las almas y de todos los tiempos. No todas las almas se salvarán pero no por Mi Nombre, no por Mi Juicio; sino porque ellos mismos escogieron a quién servir. Ciertamente, no fue a Mí, vuestro Dios, ellos hicieron ya su propio juicio y escogieron seguir al Mal.
Me duele Mis pequeños, porque Mi Sangre se derramó por todos. Y especialmente, por los grandes pecadores. Pero ni aun así, escogieron la Verdad, ni escogieron el Amor, ni escogieron servir a su Dios y su Salvador. Tontamente, escogieron servir a su Enemigo, a aquél que con mentira los engañó; porque aun sabiendo la Verdad, se mantuvieron en su juicio falso.
Yo no vine para condenar, Yo vine para salvar a todas las almas. Las almas que se condenan, se condenan porque ellos se han condenado a sí mismos. Escogen el apartarse de Mí, prefieren vivir en la Maldad. Satanás los lleva a aborrecer Mi Santo Nombre.
Mucho Dolor Me causan estas almas, porque no tienen idea de lo que es sufrir eternamente.
Mis pequeños, orad por estas almas; para que no hagan tanto daño a vuestros hermanos y a vosotros mismos. Que Mi Sangre Preciosa, que se dio por ellos les cubra; para que Satanás no las manipule y os hagan más daño con sus malos juicios y con su servicio a Satanás.
Mi Sangre Preciosa es protectora de las almas, con Ella os debéis cubrir continuamente, Mi Sangre Preciosa os purifica de vuestras faltas y Mi Amor os vivifica y os lleva a un crecimiento alto en el Amor.
Mi Amor os debe llenar completamente y esto os debe llevar a la perfección de vuestros actos, para que así alcancéis la santidad a la cual estáis llamados. Estos son tiempos de santidad, porque son tiempos difíciles y de gran ataque espiritual por parte de vuestro Enemigo, protegeos y proteged a los vuestros.
Que vuestro día, sea día de oración. No importa lo que estéis haciendo, ofrecedMe todos vuestros actos por la salvación de las almas y el ofrecimiento de lo que estéis haciendo, esto es Oración porque estareMos unidos. Mi Vida, fue de plena oración al Padre. Unidos a Mí Mis pequeños, alcanzaréis la plenitud, porque Yo Soy la Plenitud y la Perfección.
No os apartéis de Mí en ningún momento. Y menos en estos momentos que serán de Gran Prueba espiritual para toda la Humanidad y el Universo entero. Me tenéis a Mí, vuestro Salvador y Redentor. Tenéis a Mi Madre, vuestra intercesora y La que ha de luchar y vencer a Satanás en estos tiempos.
Este es Su momento. Uníos a Ella, para que asegure vuestra salvación eterna y vuestro triunfo en vuestra misión, que se os ha encomendado a cada uno de vosotros. Buscad la salvación, buscad vuestra perfección y Yo estaré junto a vosotros.
JV. dice: Veo la Cruz vacía, ya no está Nuestro Señor en la Cruz. Nubarrones sobre ella, el viento las mueve rápido, todo está solo.
Mis pequeños, Me han bajado de la Cruz, todo está desolado, ya no estoy entre los hombres. Os he dejado un Legado de Sabiduría Celestial, que pocos aprovecharon en ése momento. Hay una gran desolación, los corazones están abatidos, no saben si hicieron el bien o el mal: gritaban primero ¡Aleluyas! y después, ¡Crucifícale!
Esto es lo que hace el hombre. A ratos Me abren su corazón y poco tiempo después, Me traicionan y Me sacan de su corazón y prefieren vivir en pecado. Así es el corazón del hombre, no busca mantenerse en el Bien.
Otros luchan y van logrando vivir más tiempo en el Bien y en la virtud y así, sus vestiduras se empiezan a blanquear, caminan entre los hombres y se ven diferentes. Las vestiduras de la gran mayoría de los que les rodean están grisáceas, sucias y no ponen mucho de su parte para limpiar esas vestiduras, que son su alma.
Otras almas van entendiendo lo que es vivir realmente unidas a Mí vuestro Dios, vuestro Jesús, que se dio por vosotros y que os dejó la Sabiduría Divina para caminar entre la mentira, entre la maldad y no ensuciarse con todo ello. Estas almas van limpiando todavía más sus vestiduras y ante los Ojos del Cielo, estas almas se ven más relucientes entre los hombres.
Son pocas las que se ven así; una por aquí, otra por allá. Y mientras más os acercáis a la perfección de vuestra vida espiritual, vuestras vestiduras se vuelven más puras, más bellas, brillan. Y se acercan al final de su existencia, de su misión y cuando llegan a Mí, solamente les queda un toque para llegar a la perfección total.
Pero qué alegría Me dan estas almas, que pusieron todo de su parte, para alcanzar esa pureza, ya desde la Tierra.
Quiero que vosotros seáis así, Mis pequeños. Me tenéis a Mí vuestro Dios, que caminé en la Tierra entre los hombres. Os conozco, sé de vuestros defectos y de vuestras cualidades; pero no Me meto en vuestra vida, hasta que vosotros Me lo pedís.
Y cuando Me dais libertad de acción para llevaros a la perfección, ¡Qué alegría Me dais!, Voy eliminando de vosotros todo aquello que no os deja crecer, que no os purifica, que os detiene para llegar a esos altos grados de perfección, a donde Yo quiero que lleguéis.
PedidMe Mis pequeños, que actúe en vuestra vida, dejadMe Ser ese Artista que haga Su obra perfecta en vosotros.
El escultor, el pintor, se enorgullecen de sus obras, cuando las consideran perfectas, Yo quiero Ser el que os perfeccione, vosotros gozaréis inmensamente y Yo también porque seréis obras perfectas, salidas de Mis Manos Divinas.
Cuando lleguéis al Reino de los Cielos, comprenderéis todo esto y gozaréis inmensamente el que os hayáis dejado mover por Mí. A vosotros os gusta lo bello. Sobre todo, cuando ya habéis crecido espiritualmente.
A Mí también Me gusta y más, cuando es la perfección en vosotros, Mis hijos. A eso fuisteis llamados, a ser perfectos, como Mi Padre y vuestro Padre Es Perfecto, dejadMe terminar Mi Obra en vosotros.
Ciertamente hijitos Míos, este es el Tiempo de Mi Retorno a la Tierra. Pero a una Tierra que Me recibirá con los brazos abiertos. Una Tierra en que los hombres que la habiten en ése momento, alabarán Mi Santo Nombre. Me buscarán, gritarán Aleluyas; se amarán como nunca antes se han amado, con un amor fraterno y Celestial.
Regresaré entre Aleluyas del Cielo y de la tierra. Se unirán los Cielos, se unirá la Tierra y se sentirá el Amor entre los dos. Habitantes del Cielo y de la Tierra gozarán el verse, gozarán el verMe.
Estos acontecimientos que estáis padeciendo, prepararán el corazón del hombre a amarse los unos a los otros, como os pedí cuando subí a los Cielos. No miréis la dureza de los acontecimientos, porque ciertamente os los merecéis.
Vuestro corazón se ha apartado de Mi Corazón y son pocos los que Me buscan y luchan por tenerMe en su corazón. Y habéis sido acrisolados en el Amor por preservar Mi Nombre entre los hombres, Mi Amor en los corazones y la Esperanza de Mi Retorno.
Tendréis la dicha, los que seréis escogidos para empezar un Nuevo Mundo, el VerMe llegar entre nubes y con Mis ángeles cantando, las trompetas sonando y los coros angelicales gozando, gozando Mi Triunfo y Mi Regreso.
Mi Triunfo, entre los hombres que lucharon por Mi Retorno, por su Fe. Su Fe será recompensada al verMe bajar y convivir entre los hombres. ¡Cuánto gozo tendréis, Mis pequeños! ¡Cuanto Amor derramaré entre las almas escogidas, que vivirán ésos momentos! Será el encuentro Divino con las almas escogidas: el Cielo, uniéndose con la Tierra.
Que ése sólo momento, lo tengáis muy presente en vuestra mente y en vuestro corazón: Yo con los hombres, el Cielo unido a la Tierra. Todo Luz, todo alegría, todo Paz, todo Amor. La Tierra, recibiendo a su Salvador.
Alegría infinita tendrán ésos iniciadores del Nuevo Reino del Amor en la Tierra. Manteneos en ésa esperanza que se realizará, os lo aseguro.
Aceptad las pruebas que vengan en breve… Y agradeced Mis pequeños con todo vuestro corazón, el haber sido escogidos para estos momentos de la Historia: para ver el Regreso de vuestro Dios, entre vosotros.
Os bendigo Mis pequeños y agradezco vuestra Fe, vuestra confianza y vuestro amor hacia Mí vuestro Dios, vuestro Salvador, vuestro Redentor.
Que Mi Amor os cubra, os proteja y os llene de Bendiciones para que vayáis preparando el camino de regreso a vuestro Dios y Salvador entre los hombres.
Yo os bendigo en Nombre de Mi Padre, en Mi Santo Nombre y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.
N106 LOS PRÍNCIPES CELESTIALES
Hijitos Míos, no existe en la Tierra ni hermano ni hermana, ni amigo ni amiga, ni padre ni madre, que os ame como Yo os amo.
No existe en la Tierra alguien que os comprenda, que os conozca, que haya vivido cada momento de vuestra existencia como Yo, vuestro Dios.
No existe sobre la Tierra alma alguna que no esté bajo Mi amparo, bajo Mi protección, bajo Mi Amor, como lo estáis cada uno de vosotros.
A todas las almas que han bajado a la Tierra a servirMe se les ha dado la oportunidad de mostrar y de vivir Mi Amor.
Mi Amor es la virtud más grande de Mi Ser. Todo lo creado y vuestra misma existencia, se deben a Mi Amor y debiera ser un orgullo inmenso el vuestro el aceptar ésta verdad. Y además, el saber que Yo Mismo os habito y que es a Mí al que debéis hacer vivir entre todos los hombres.
En la Tierra os sentís orgullosos cuando pertenecéis a un grupo o movimiento determinado que creéis importante. Y al estar gustosos de ello habláis de él, vivís para él, lo compartís con los que podéis; porque creéis que al ser bueno para vosotros, debe ser bueno para los demás.
Si ése bien en el que creéis lo acrecentáis tanto y lo promovéis fuertemente, ¿Por qué no promovéis Mi Amor, que es infinitamente más Bueno que cualquier bien de la Tierra?
Os habéis dejado engañar por los supuestos bienes e ideales que el mundo os ofrece. Os habéis desviado del camino de Mi Amor. Habéis preferido el bien temporal al Bien Eterno y os habéis dejado dominar por el amor terreno, en vez de liberaros con el Amor de vuestro Dios.
Yo Soy el único Bien que vale seguir. Yo Soy ése Bien Eterno que ha sido, es y será y aquél que lo encuentra vive vida celestial aún durante su vida terrena. Yo soy el Verdadero Amor que satisface plenamente al alma, que nunca traiciona y que la hace crecer continuamente.
Yo no coarto nunca vuestra voluntad ni impongo Mis Leyes de Amor; el que se da a Mí vive constante plenitud y en total libertad.
A pesar de que Yo os concedo el Bien Infinito, nunca presiono a las almas a tomarlo. Os lo muestro, os lo puedo hacer vivir y sentir, os lo permito gozar en algún momento de vuestra existencia y os doy la total libertad de poder seguir en él ó de rechazarlo.
Mi Amor, Mi más grande bien, os permite ser uno Conmigo y al llegar a éste punto, os volvéis uno con todo lo creado.
Llamáis milagro al que las leyes de la Naturaleza le hagan caso a un alma cuando algo se le ordena para producir un bien, alterando su función natural… Yo a esto lo llamo acto de Amor.
Cuando un alma se ha llenado plenamente de Mi Amor, la Naturaleza le obedece; porque le obedece al Amor que vive en ella. Esto sucede así porque la voluntad del alma se ha donado ya a Mi Voluntad y es cuando realmente Yo puedo actuar a través de algunos de vosotros.
Vosotros solos NUNCA vais a poder ser como dioses… Pero sí podrías llegar a dejar a que vuestro Dios actúe a través vuestro.
Y ES ENTONCES CUANDO PARTICIPÁIS DE MI NATURALEZA DIVINA…
Este es el acto más grande de amor que un alma Me puede hacer, regalarMe su voluntad. Al así hacerlo, Yo vuestro Dios y Mi Omnipotencia Infinita, Me vuelco en el alma y Me vuelvo uno con ésa alma.
¿Os dais ahora cuenta de éste Misterio de Amor y del gran regalo que vuestro Dios tiene para cada uno de vosotros?
Aquellas almas a las que reconocéis como de grandes santos, llegaron a conocer éste Misterio de Amor, que al tomarlo dejó de ser Misterio, porque se vuelve Vida de Luz y entendimiento en su Dios y con ello el alma alcanza su plenitud.
Ahora os podéis explicar el por qué éstas almas santas, aún viviendo en la pobreza, en la soledad, en la persecución, en la enfermedad, en el desprecio humano, viven felices y plenas.
Es la mentalidad humana la que creé que los bienes del mundo son los que dan la plenitud al alma y están errados; porque mientras más tenéis, más os preocupáis…
En cambio, mientras más os despojáis de los bienes del mundo y más os dejáis invadir por Mí, más pronto llegáis a la plenitud y a la libertad que el alma añora.
Ahora, meditad esto honestamente: ¿Sufrís?, ¿Os sentís solos o abandonados?, ¿Os sentís en sintonía con las cosas del mundo?, ¿Los bienes del mundo le está dando seguridad a vuestro ser?… ¿Los amores del mundo os están llevando a vuestra plenitud?
Si respondéis afirmativamente se puede ver claramente que Yo no habito en vuestro corazón, ni en vuestros planes de vida. Yo no soy el que se aleja de las almas; son las almas las que prefieren otros bienes y estos bienes nunca os van a poder dar lo que Yo, vuestro Dios, os puedo dar.
Ningún bien del mundo os va a poder dar alguna vez, la libertad total. Porque mientras más tengáis, más os esclavizaréis a ellos. En cambio, lo que venga de Mí de vuestro Dios, siempre os dejará paz y libertad en vuestra alma.
El alma escoge. Yo respeto vuestra decisión. Pero ¿Creéis contar con el tiempo necesario para recapacitar y tomar el Bien correcto? El tiempo es corto para cada alma sobre la Tierra y sobre todo ahora que EL TIEMPO SE HA TERMINADO ¿Cuánto de ése tiempo Me habéis dado a Mí?
Vuestro tiempo Me pertenece y de ése tiempo os pediré cuentas. Aprended a usarlo debidamente sirviéndoMe a Mí y así Mi Amor plenificará a todas las almas.
Hijitos Míos, un distintivo especial que tienen los que están Conmigo, los que confían en Mí, los que ponen en Mí todas sus necesidades y recurren a Mí continuamente, es la alegría.
Mis pequeños, si realmente estáis Conmigo, confiáis en Mí, en Mi Providencia, en Mi Voluntad; nunca podréis estar tristes, aún a pesar de que las cosas se vuelvan adversas en vuestra vida, ya sea con vosotros o con los vuestros.
Cuando vosotros estáis Conmigo y aceptáis Mi Voluntad y Me dejáis obrar perfectamente en vuestra vida, sabéis que todo lo que proviene de Mí es bueno. Que todo va a hacer para bien, aún a pesar de que a ojos humanos no se vea como vosotros quisierais que se viera.
Muchas veces Mis pequeños, se necesitan momentos difíciles en la vida de un hijo Mío para que reaccionéis ante vuestra mala vida; para que reaccionéis con lo que estáis haciendo o aún, para que vosotros busquéis la perfección de vuestros actos. Permito que se os cierren algunas puertas a las que estáis acostumbrados a acceder, para que se abran otras que os van a llevar a la perfección.
Sucede continuamente, si lo podéis ver con Mis Ojos, que Yo impido que el hombre siga actuando de una forma y le cierro ésas puertas para que busquen por otra lado y así van a encontrar la perfección a la que habéis sido llamados todos vosotros. Todo lo que venga de Mí, Mis pequeños, siempre os va a llevar a una mejora en general, especialmente la espiritual.
Al confiar en Mí, estaréis confiando en Mi Providencia Divina y Mi Providencia. Como Dios que Soy y Dios de Bondad, siempre os va a dar lo mejor de Mí para vosotros.
Si vosotros confiáis plenamente en Mí vuestro Dios, sabréis que todo fue hecho para el Bien y es el hombre, por el pecado que deja entrar en su corazón, que se desvía. Y Yo no quiero hijos que están desviados hacía el error, hacia el pecado, hacia la maldad.
Si Yo voy moviendo vuestras vidas, porque así Me lo permitís, os voy a ir llevando hacia la perfección. Ciertamente, seguiréis cayendo, pero os levantaré y os seguiré guiando por ésos caminos seguros de vida.
Cuando vosotros no Me dais vuestra voluntad, no confiáis en Mí y solamente confiáis en vuestras fuerzas, en vuestras capacidades, entonces es cuando caeréis continuamente. Os dará más trabajo levantaros, porque en lugar de agradecer la caída, quizá hasta blasfeméis contra Mí. Y eso os hundirá más.
Aceptad Mis pequeños, que si estáis Conmigo, Yo os voy a llevar de la mano. Y al estar de la mano así tomados si caéis, tenéis Mi Mano que no se ha soltado de la vuestra y rápidamente os levantáis.
Mis pequeños, confiad plenamente en Mí, vuestro Dios. Yo os quiero para la perfección. Yo no he permitido que bajéis a la Tierra para sufrir y que vuestro sufrimiento sea innecesario y que no os lleve a algo mejor.
Ved a Mi Hijo, Él sufrió por todos vosotros y Su Sufrimiento fue para todos vosotros. Ciertamente Él como Dios en Perfección no va a mejorar con todo ése sufrimiento. Él tomó la persona de cada uno de vosotros en Sí, para que Su sufrimiento y todo lo que Él padeció, fuera para vosotros. Para vuestro crecimiento propio, para vuestra salvación, para vuestra santificación.
Cada uno de vosotros está representado en la Persona de Mi Hijo. Si vosotros aprendéis esto y os unís perfectamente a Él, es cuando vosotros haréis de vuestra vida una vida santa; una vida que ayudará a muchas otras vidas, las de vuestros hermanos. Porque os estaréis dando juntamente con Mi Hijo. Estaréis viendo la realidad de la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra en cada uno de vosotros.
Ésa es vuestra tarea Mis pequeños, vivir en unión perfecta con Mi Hijo, para la salvación de todos vuestros hermanos.
Que cuando veáis al hermano caído, vosotros y mejor dicho, Mi Hijo Cristo en vosotros, ayudará a vuestro hermano a su recuperación. El consejo que daréis a vuestros hermanos, será Mi Hijo en vosotros y daréis lo que Mi Hijo daría: el Consejo Sabio, Santo, que daría en ése momento.
Y así en todas las facetas de vuestra vida, que fueron las mismas que Mi Hijo tuvo Mi Hijo sobre la Tierra. Estaréis haciendo una sola persona con Él, una sola intención, una sola vida.
Así pues, Mis pequeños, cuando entendáis esto y lo pongáis dentro de vuestro corazón; veréis que nunca estaréis solos, veréis que estáis caminando a la par con Mi Hijo.
Todos los momentos difíciles que tenéis en vuestra vida, Él también los tuvo. Él os comprende perfectamente, Él vive con vosotros y Él os puede levantar en cualquier momento, aun cuando las caídas sean muy dolorosas.
Venid pues, Mis pequeños y con ésa alegría que deben tener todos Mis hijos. Porque ésta alegría os la da el saber que estáis consentidos por Mí, por vuestro Dios y nunca estáis apartados de Mi Providencia.
Es la alegría Santa de saberse hijos de un verdadero Dios que cuida por Su creatura, que ésa alegría la contagiéis a vuestros hermanos y por ésa alegría, muchos vuelvan a Mí.
Confiad, confiad y manteneos en Mi Corazón y veréis que todo saldrá mejor de aquí en adelante en vuestra vida. La alegría os dará ése distintivo ante vuestros hermanos.
Porque los tiempos, cada vez serán más difíciles y con ésa alegría que tengáis vosotros, que os da la confianza de tenerMe a Mí vuestro Dios, se vaya diseminando a lo largo del Mundo.
Que vuestros hermanos regresen a Mí por vuestra alegría, que será la confianza plena en Mí vuestro Dios, confirmada por vuestra convivencia Conmigo.
Hijitos Míos, la convivencia es imprescindible para llegarse a conocer mutuamente. Tenéis la convivencia en familia: los hijos platicando con los padres, los padres platicando con los hijos. Ese trato familiar os va llevando a tener ésa convivencia Conmigo, a tener en vuestro interior ésa vida espiritual, ésa vida íntima, ésa confianza que debéis tener de hijos a padres y también de padres a hijos.
Muchas son las distracciones que tenéis en el mundo, Satanás os llena de ellas. Os he dicho que cuando Me pedís un hijo, Yo os estoy dando un alma para que la llenéis de Mí, de Mi Amor, de Mi Sabiduría; de todo lo que os ha enseñado Mi Hijo y que tenéis en los Evangelios.
Cuando un padre atiende a los hijos, no solamente les va a dar el alimento del cuerpo, sino que están más obligados a dar el alimento del alma; ése alimento del alma es el que les va a asegurar una vida más segura, más confiada aquí en la Tierra.
Al tener ésa vida íntima Conmigo, podrán confiar en Mí en los momentos difíciles, vendrán a Mí, como cuando pequeñitos iban hacia sus padres para ser asistidos, para ser ayudados por ellos. Si no tenéis ése ejemplo, difícilmente os acercaréis a Mí.
Cuando los padres salen del hogar, para trabajar los dos y llevar el sustento al hogar, están llevando el sustento para el cuerpo. Pero vuestra principal obligación: el sustento del alma, no lo estáis haciendo.
No estáis criando verdaderamente a ésos hijos que Yo os di, a ésas almitas que están necesitadas del alimento espiritual. Estáis echando a perder a ésas almitas. Estáis abortando a ésas almitas, las estáis matando; porque no tienen el alimento necesario para el alma, que es Mi Vida en vosotros.
Tened pues Mis pequeños, mucho cuidado con esto. Dad el tiempo que debéis dar a vuestros hijos, para alimentarlos en cuerpo y alma. No estáis cumpliendo si solamente les dais vestido y alimento para el cuerpo.
El alma va a trascender y el alimento que les deis en lo espiritual, es el que va a trascender y es el que va a ayudar. No solamente para el desarrollo de su vida, sino para el que ellos van a tener que dar después, cuando tengan su familia.
APRENDED A CONOCERME Y AMARME
Y LO QUE OS ESTOY ENSEÑANDO TRANSMITIDLO
También os quiero hablar sobre la Dignidad de ser hijos Míos.
Es común entre vosotros decir: ‘El o ella, se merecía tal regalo o bendición de Dios; porque es tan bueno por tantos méritos que ha hecho’ No hijos Míos, no son vuestras obras buenas, vuestras obras de misericordia; las que os hacen obtener de Mí favores especiales. Todos vosotros, por vuestra naturaleza, sóis indignos de Mí por el pecado… Es Mí Amor el que os hace dignos de Mí.
Vosotros conocéis de hijos Míos que hacen penitencias atroces: caminar de rodillas por varios kilómetros, caminar por días en peregrinaciones, ayunos casi mortales, golpes a su cuerpo al que casi matan… Y todo esto muchas veces lo hacen por obtener un favor egoísta o un favor material, que no les ayudará a su salvación…
Y Yo no concedo lo que Me piden en ésa forma, por su bien.
Otras veces, estas penitencias y sacrificios serán en agradecimiento por un favor antes concedido. Pero si ésta penitencia o sacrificio no va acompañado de un verdadero acto de amor y agradecimiento sincero tampoco vale; ya que en la desesperación de alcanzar el favor de Su Dios, hacen promesas tales; que si no tardan mucho en realizarlas por no haber un verdadero agradecimiento de corazón; lo hacen de mala gana con pesadumbre, como obligados a agradecerMe el favor recibido.
No hijitos Míos, si no ponéis vuestra voluntad y vuestro amor, tanto en lo que pidiéreis o agradeciéreis; vuestro holocausto no llega a Mí, vuestro Dios. No Me importa si por vuestro agradecimiento a un favor recibido sólo Me entreguéis una linda flor. Pero quiero que en esa flor vaya todo vuestro corazón.
Yo Soy un Dios sencillo, humilde, bondadoso, que dá sin esperar grandes cosas de vosotros porque conoce vuestra naturaleza. Vosotros no podéis esperar grandes muestras de agradecimiento de vuestros hijos pequeños, cuando aún ni siquiera saben hablar ni caminar…
Pero, ¿Qué sentís cuando vuestro bebé, allegándose a vosotros como pueda, os abraza y os sonríe en un acto de agradecimiento y de amor? ¿No es acaso esa una paga pequeña al tiempo y gasto que habéis invertido en ellos?
Pero esa muestra de amor, no se puede comprar ni con todo el oro del mundo; porque se las ha dado un alma pura, sencilla, humilde que no conoce de comportamientos humanos para ocasiones determinadas. El bebé o niño pequeño, ama porque sólo actúa según su corazón le indica. No lo que le indique su mente o la educación recibida. Es el agradecimiento de corazón lo que dignifica al hombre con Su Dios.
Vuestras donaciones, grandes o pequeñas de vuestro propio ser; ya sean ayunos, sacrificios, penitencias, etc. nunca van a ser desoídas, ni nunca se van a desperdiciar; cuando éstas llegan a Mí, adornadas con el amor de vuestro corazón.
¿De qué os sirvieron los kilómetros caminados, ya sea a pié o de rodillas si todo el camino ha sido una queja y pensando que fue un error la promesa hecha y que el sufrimiento de recuperación va a ser largo y doloroso? Si no se hace de corazón, no vale.
Os dignifica el ser hijos Míos, porque un hijo de Rey lleva sangre Real por el sólo hecho de pertenecer a la Familia Real y venir de su mismo Ser.
TODOS VOSOTROS SOIS HIJOS DE REY
Yo no he creado almas diferentes, unas para un tipo de gente y otras para otro tipo de gente. Todas las almas que han existido, existen y existirán; han salido de Mí, de Mi Esencia Divina.
Vuestros cuerpos son diferentes porque diversas son las razas existentes en vuestro mundo, diversas son las condiciones sociales y económicas también.
Pero las almas, TODAS, provienen de UNA sóla Esencia: la Mía. Y si Yo Soy Rey, vosotros todos, sóis hijos de Rey.
Dignificáos en ésta realidad y agradecédMe con vuestra voluntad libre en el amor, tal favor.
Mí Enemigo y por lo tanto el vuestro, sabiendo que sóis y pertenecéis a Mí Reinado, os quiere denigrar tanto en cuerpo como en alma.
Todos vosotros sóis reyes, no súbditos; él es el súbdito y traidor a Mí Reino y vuestro reino.
Defended vuestra dignidad de hijos de Dios, de hijos de del Rey. Comprended vuestra posición real y no os envilezcáis con las bajezas que el Enemigo y Traidor os propone. Mostrádle vuestra realeza y comportáos como Mi Hijo Jesucristo os lo enseñó.
Hijos Míos, sed dignos descendientes de vuestro Padre, el Rey del Universo, uniendoós al verdadero amor y al verdadero agradecimiento de corazón, que todos vosotros recibís por cada momento de vuestra existencia.
Yo os amo y os quiero a todos conmigo de regreso. No os dejaré nunca sólos a vuestras pequeñas fuerzas de bebés. No os sintáis poderosos o soberbios ante Mí, vuestro Creador, ni os sintáis merecedores de Mis Bienes por vuestras acciones; ya que ellas mismas Me pertenecen por obligación, puesto que Yo os dí los dones y las capacidades para llevarlas a cabo.
Lo único que Me interesa de vosotros es el amor que pueda salir de vuestra voluntad libre y que sean actos sinceros de vuestro más profundo ser.
De vuestro corazón, ya sean para agradecerMe los dones que habéis recibido de Mí, como para salvar almas, tanto de la Tierra como del Purgatorio.
Actuando así seréis dignos hijos del Rey.
Os amo, Mis pequeños príncipes y os bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo Jesús y en el del Espíritu Creador y Consolador.
N50 “EL OBJETIVO DE SATANÁS”
DEBÉIS DEJAR AL PADRE OBRAR ¡YA!
Publicado el 03/08/2014 por Y María del Getsemaní
Escucha pequeña,
Después de La Semana Santa Mayor; Mi Pasión, Muerte y Resurrección os vinieron las Gracias Especiales de Pentecostés, La Santísima Trinidad, El Buen Pastor.
Lo último –que es el último Refugio– es Mi Sangre Preciosa; que os habéis sellado con Ella los Míos y a los que con vuestros ofrecimientos, Consagraciones, rogaciones y protecciones habéis sellado.
No hay protección más allá de ella.
Si hasta a Mi Sangre Sagrada habéis dejado derramar, no os va a quedar sitio seguro para estar a Mi sombra
Y os enfrentaréis a la Justicia Divina sin ninguna justificación.
Sólo os queda confiaros en los santos de cada día* (Calendario Litúrgico Católico 2014 )
Para que roguéis su intercesión por vosotros ante La Trinidad Celestial, ¿Lo comprendéis?
Porque os habéis agotado la esperanza y no habéis querido.** “Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.” (Apocalipsis 6:7-8)
Mis pequeños deben consagrarse y protegerse diariamente a Mi Sangre Preciosa que es lo único que os mantendrá sanos y a salvo en estos tiempos***. (Me recuerdan el pasaje de la Justa Ira de El Señor sobre Egipto y lo último fue marcar las puertas con la Sangre del Cordero Sacrificado:“La sangre será vuestra señal en las casas donde moráis. Cuando yo vea la sangre pasaré de largo ante vosotros, y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando yo hiera el país de Egipto.” (Éxodo 12:13)
Ya moráis en Mi Corazón Sacratísimo, Mis Ovejas. Pero os protegeréis os lo repito, cada día y cubriréis con ella a vuestras familias y esperaréis en Gracia, la Venida en Gloria y Majestad de vuestro Santo Señor, ¿Lo comprendéis? ¿Lo haréis como os lo solicito?
Mis Hijitos:
ES TIEMPO DE QUE DEJÉIS OBRAR A EL PADRE CELESTIAL y que vosotros os protejáis unos a otros. Pero ya no esperéis que más hermanos vuestros regresen. Tenéis que estar confiados en las protecciones que por vuestra amante intercesión tienen vuestros hermanitos, hijos y familiares; pero DEBÉIS DEJAR AL PADRE OBRAR, ¡YA!
Genocidio en Gaza
…La guerra de Israel contra Gaza ha causado la muerte de más de 1700 palestinos y de 63 soldados israelíes, la destrucción de miles de viviendas y la ruina de una economía ya de por sí debilitada.
El número de víctimas…de los cuales un 30% son niños…
Hay centenares de miles personas sin luz; no hay agua, ni comida; más de 1.300 familias lloran sus muertos y los hospitales no dan abasto para atender a los heridos. Otro tanto perdieron sus casas por la fuerza de los bombardeos. Pareciera que no hay lugar donde la población civil pueda sentirse segura…
Año de El Señor 2014
Y María Del Getsemaní
30 DE JULIO DEL 2014
Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Sufro infinitamente por cuanto viene para ustedes…
Sufro por esta generación poseída por el Mal…
Sufro al mirar a Mis hijos cómo se deleitan al quitarse la vida unos a otros…,
Sufro lo indecible al mirar a Mis hijos tomar los cuerpos de sus hermanos y exhibirlos como trofeos de guerra…
EN VERDAD QUE TODO ESTÁ ANUNCIADO Y ASIMISMO EL HOMBRE HA LOGRADO SUPERAR LA MISMA MALDAD DE SATANÁS.
Este enemigo del alma ha vertido todo su odio sobre el hombre y el hombre lo duplica y lo triplica, dando muerte únicamente por gozo.
Asimismo Satanás ha llevado a la mente, al pensamiento y al corazón del hombre este deseo, esa sed de sangre de sus hermanos.
EL OBJETIVO DE SATANÁS PARA ESTOS ÚLTIMOS TIEMPOS ES DESTRUIR AL HOMBRE
Y LO ESTÁ LOGRANDO SIN ACTUAR ÉL DIRECTAMENTE, YA QUE EL HOMBRE ESTÁ TRABAJANDO POR ÉL.
¡TANTO QUE HE ANUNCIADO A LA HUMANIDAD LAS PETICIONES DE LA TRINIDAD SACROSANTA!…
Y LAS HAN OLVIDADO Y DESECHADO.
En este instante todo aquello que yo pedí y anuncié en Nombre de la Trinidad Sacrosanta, al ser negado; se vuelve en contra de la misma humanidad.
Ustedes miran de lejos los acontecimientos que se suscitan en Medio Oriente, en África, en China y en otras Naciones; olvidando que el horror y espanto se van esparciendo Y EL TERRORISMO, como un gran tentáculo de Satanás, esparce su odio por otras Naciones.
PRONTAMENTE LA HUMANIDAD VERÁ CON ASOMBRO CÓMO EL ODIO DE LA CRIATURA POSEÍDA POR LA DUREZA DE CORAZÓN Y POR EL ODIO A SUS HERMANOS,
ES CAPAZ DE LLEGAR HASTA LO INIMAGINABLE.
Se suscitarán dolores inimaginables alrededor del mundo, mientras los grandes políticos de las grandes potencias se reúnen para conversar sobre la economía de sus Naciones, dejando de lado la vida del ser humano, que es lo más sagrado…, ya que para ellos el hombre representa economía y no amor ni caridad ni perdón.
No se le reconoce al hombre como Templo del Espíritu Santo, sino como un objeto más del cual se sirven los grandes y poderosos del mundo; para llevar a cabo sus planes funestos.
Hijos amados:
Sufro infinitamente por aquellos inocentes que son torturados y sufren a causa del Terrorismo…
Sufro por esas mujeres que están siendo objeto de violación y de tortura…
Sufro por esas niñas y niños inocentes, que en este instante están siendo abusados y a la vez borrados de la faz de la Tierra.
EL HOMBRE NO HA COMPRENDIDO AÚN
QUE EL PRINCIPAL OBJETIVO DE SATANÁS ES TERMINAR CON LA INOCENCIA…
Y LO HA LOGRADO.
Les llamo a orar, les llamo a recibir a mi hijo en el Sacramento de la Eucaristía y les llamo principalmente a que esa oración se transforme en una acción conjunta para que eleven la voz y así se terminen las injusticias contra el ser humano.
Esta es Mi Petición de Madre, aunque sé que el horror crecerá cada día más y llegará a las Naciones más inocentes.
Sé que la Guerra está a un instante del hombre y ninguna potencia dudará en utilizar sus armas para lograr la victoria.
En Babel el hombre luchaba y se esforzaba para construir una torre y alcanzar a Dios. En este instante el hombre lucha para hundirse cada vez más y ser un secuaz más de Satanás.
LA IGLESIA DE MI HIJO DEBE ALZAR ENÉRGICAMENTE LA VOZ Y DARSE A ESCUCHAR,
Y DEBE PROTESTAR EN CONTRA DE LAS INJUSTICIAS AL QUE EL SER HUMANO ESTÁ SIENDO SOMETIDO CONSTANTEMENTE.
Se guarda silencio ante las vejaciones a las que es sometido todo inocente. Se guardan respetos humanos para no interferir con Naciones poderosas.
La Iglesia de Mi Hijo debe actuar a semejanza de Mi Hijo y llamar cada cosa por su nombre.
Mi Hijo entregó Su Sangre en la Cruz por toda la Humanidad y en este instante el hombre tiene sed de sangre de inocentes para satisfacer a Satanás.
Se lanza contra la mujer, ya que Satanás sabe que por una Mujer, POR ESTA MADRE será vencido nuevamente y encadenado en los Abismos por mil años y más.
Pero antes de que esto suceda, la Iglesia de Mi Hijo debe comprender y ser consciente de que Mi Hijo la ha delegado para ser Mensajera de Amor.
Con tristeza miro cómo unos debaten contra otros; cómo unos de Mis hijos critican a otros; cómo utilizan la tecnología para negar Mi Palabra, perdiendo así el tiempo que es oro y no llamando y convocando a todos a la unidad.
TODO YA ESTÁ ANUNCIADO, EL HOMBRE SE ENCUENTRA VIVIENDO LA GRAN TRIBULACIÓN,
SÓLO QUE ÉSTA ESTÁ INICIANDO Y NO SE HA GENERALIZADO.
La gran peste ya ha abarcado a Europa y se expandirá, siendo otro flagelo consecuencia del desamor y de la ira del hombre.
UNA MADRE BUSCA SIEMPRE EL PERDÓN PARA SUS HIJOS, pero al mirar que éstos no atienden sus llamados,
debe pedirle a SU HIJO QUE DESCIENDA CON SU JUSTICIA;
PARA QUE DETENGA TANTA MASACRE QUE LACERA CONTINUAMENTE MI CORAZÓN.
Amados Míos:
Los invito a orar por Medio Oriente.
Los invito a orar por Estados Unidos, presa del terrorismo de sí mismo.
Los invito a orar por Japón.
No desechen Mis pedidos, continúen creciendo y multiplicando el amor hacia Mi Hijo.
AMEN POR AQUELLOS QUE NO AMAN. CREAN POR AQUELLOS QUE NO CREEN.
Sé que Mi Ejército es pequeño, Mi Ejército de almas de amor. Pero unidas a San Miguel Arcángel y a todos los Coros Celestiales, al final el hombre le entregará la Tierra a su Creador.
NO SE ENGAÑEN, AMADOS MÍOS.
DEBEN MANTENER UNA ORACIÓN DE PRAXIS Y ELEVAR LA VOZ
EN NOMBRE DE MI HIJO Y EN NOMBRE DE ESTA MADRE SUFRIENTE Y DOLIENTE.
Les amo, Mi bendición va con ustedes continuamente, pero deben tomar consciencia de que Mi Hijo es Misericordia y Justicia a la vez.
Les bendigo, les amo, queden en la Paz de Mi Hijo.
Mamá María.
3 DE AGOSTO DEL 2014
Amado Pueblo Mío, les bendigo.
El hombre no deseó mirarse más allá de donde alcanza con la vista. Por voluntad humana se confinó a vivir de lo inmediato y de lo que puede percibir con sus sentidos.
El hombre no deseó ir más allá, al Templo interior a encontrarse con su Jesús, a excepción de esas almas que han demostrado que Yo me mantengo al alcance de la mano de Mis hijos, a la espera de que se acerquen a Mí.
Mi deseo es que mis hijos vivan conscientes del Espíritu que anima cuanto ha sido creado; en especial el hombre al que le doté de cuanto necesita para llevar a evolucionar en él, las potencias del alma.
La humanidad al caminar atropelladamente sin rumbo ni sentido, llegará a encontrarse en un estado habitual de sufrimiento; una tortuosa senda en la que anticipadamente sabía que se llegaría a encontrar, si no obedecía a los cambios que Mi Madre le había solicitado.
Amados Míos:
LOS HOMBRES LUCHAN POR UN PODER TERRENAL, esto denota claramente que no Me han comprendido…
El hombre continúa siendo de la carne, con las limitaciones que esto implica…
DEBEN NACER DEL ESPÍRITU, VIVIR ESPIRITUALMENTE…
SÓLO ASÍ NO SE OCUPARÁN DE ATESORAR TESOROS EN LA TIERRA, CON ACTIVIDADES INFRUCTUOSAS, ALEJÁNDOSE DE MÍ.
Yo espero a cada uno con paciencia, con Divina Paciencia.
Y miro a los Míos siendo negligentes al incumplir los Mandamientos de Mi Casa, actuando en contra de su propia naturaleza y en contra de Mi Espíritu.
Hijos, pierden la razón con suma facilidad; rebasando extremos casi imposibles para Mí de narrar, YA QUE ME CRUCIFICAN SIN CLEMENCIA.
Hijos, son esclavos de la ira, de la inconsciencia, de la deshumanización, del provecho personal y de la indiferencia con la que miran el padecer ajeno y no se conmueven.
La humanidad ha malinterpretado su permanencia en la Tierra, sintiéndose equivocadamente dueña absoluta. Se mantiene en reiteradas guerras y divisiones, inquisiciones y odio; bajo lo cual no encontrará jamás la paz, ni comprenderá la Verdad de la permanencia en la Tierra.
NO VINE PARA CONDENAR SINO PARA SALVAR;
EL HOMBRE CON SU LIBRE ALBEDRÍO ES QUIEN SE CONDENA O ENCUENTRA LA SALVACIÓN QUE YO LE OFREZCO.
Ante el hombre individualizado, el desenlace no será otro que el que conocen.
ME APRESURO PARA NO PERDERLOS A USTEDES QUE CREEN EN MÍ.
El hombre ha perdido el amor, éste se encuentra desterrado de la Tierra
Y quienes se mantienen en Mi Amor lo encierran como un tesoro; para no perderlo ante los hombres que se abalanzan contra las criaturas humanas que lo poseen.
Amados, el hombre ha llegado a odiar Mi Amor y a quienes viven en Mi Amor; tanto es así que el hombre se rebela ante la mínima señal de amor ante él.
El vivir sumido en el materialismo ha llevado a la Humanidad a no desear ser amada, sino despreciada.
¡CUÁNTOS DE AQUELLOS QUE DIERON Y CONTINÚAN DANDO LA VIDA POR MÍ, DIERON Y DAN TESTIMONIO DE ELLO!
El hombre sin amor, despreciando el amor, mirará a su prójimo como enemigo; así sea su padre, madre, hermano, hijo, esposo o esposa. Quien no reconoce el amor, no Me conoce.
TODA LA CREACIÓN SE ESTREMECE ANTE LA INDIFERENCIA HUMANA,
Han creado una barrera. El hombre se alberga así en la insensibilidad, al mirar los acontecimientos sin sentimiento alguno.
LA TIERRA CLAMA A MÍ ANTE TANTO DOLOR QUE EL HOMBRE DERRAMA SOBRE ELLA;
El hombre es desconocido ante la Creación por no vivir en Mi Voluntad, sino por vivir al contrario de Mis Mandatos.
Oren por Medio Oriente, de ahí nacerá la Guerra que se expanderá por la Tierra.
Oren hijos, por Estados Unidos, PROPICIA EL DOLOR y éste regresará en su contra.
Oren por Japón, la tierra se estremece.
Oren por Chile.
HIJOS, USTEDES VISÍTENME EN EL SAGRARIO,
ALIMÉNTENSE DE LA EUCARISTÍA, OREN A MI MADRE EL SANTO ROSARIO,
SEAN MI MISMO AMOR AUNQUE POR ELLO DEBAN PONER LA OTRA MEJILLA.
No les abandonaré. Mi Pueblo no será abandonado por Mi Casa. Enviaré Mi mismo Amor a protegerles, a congregar a Mi Pueblo.
Les examinaré a cada uno en particular (1) y luego alejaré la luna para que el hombre en medio de las tinieblas no se cause más daño.
Únanse en Mi Amor, no me desconozcan. Congréguense en Mi Nombre, Mi Iglesia debe ser amparo para los débiles e inocentes, así como lo hice Yo.
ENVIARÉ MIS LEGIONES POR MIS FIELES,
NO LES ABANDONO.
EL INQUISIDOR DE MI PUEBLO PREPARA SU PRESENTACIÓN ANTE LA HUMANIDAD. (2)
Conózcanme para que no sean confundidos.
Sean instrumentos de unidad, no causen división, sean mi mismo corazón. Sólo así serán partícipes de la culminación de Mi Voluntad.
Luego del crisol llega el nuevo día, en el que resplandecerá Mi Amor en plenitud sobre una Tierra Nueva.
Mi Paz sea en cada uno de ustedes, hijos Míos.
Su Jesús.
53.- EN LA ESCUELA DEL SUFRIMIENTO II
EL SUFRIMIENTO REDENTOR
Redimir quiere decir rescatar a las almas de la tiranía de Satanás.
Jesús vino para restablecer en la naturaleza humana, el orden tan terriblemente turbado por el Pecado Original. Jesús unió la Naturaleza Divina a la Humana, para dar a la Divinidad la debida satisfacción y reparación por parte de la Humanidad. Y para dar nuevamente a la Naturaleza humana y degradada por el Pecado, su primera dignidad, y esto ha exasperado terriblemente en Satanás la sed del Odio, de envidia y de celos hacia el hombre.
Por todo esto, no se puede justificar el mal que los hombres hacen, aún empujados por Satanás. Porque el hombre ya es libre y las Redención ha establecido el Orden y el equilibrio trastornados. Exactamente por medio de la Redención, al hombre le son proporcionados los medios necesarios para enfrentarse y superar las tentaciones. Si el hombre complaciente, da oídos a la voz del Mal, lo hace bajo su responsabilidad, porque voluntariamente rechaza los frutos de la Redención; camina sobre una pendiente peligrosa en la que fácilmente resbala, descendiendo de precipicio en precipicio, hasta el fondo del Abismo.
El sufrimiento es el alma del Amor.
Al presente me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes, así completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia. Es ley natural que el sufrimiento de un órgano se refleje y repercuta en todos los demás órganos del cuerpo. Así también la Redención iniciada en la Encarnación y consumada en la Cruz, se completa en todos los miembros del Cuerpo Místico, con el sufrimiento, hasta el Fin de los Tiempos.
Nuestras acciones humanas nunca son solo personales. Sus consecuencias buenas o malas, no son solo personales, sino que repercuten positiva o negativamente en todo el Cuerpo Místico, del que cada uno somos miembros. Por eso el cristiano, nunca es más cristiano que cuando sufre. Porque con su sufrimiento se une más a Cristo y completa el Misterio de la Redención y triunfa en el Dolor, en la Humillación y en la Persecución. No se debe tener miedo de sufrir por amor a la justicia y a la Verdad.
Por mí, no quiero sentirme orgulloso de nada, sino de la Cruz de Cristo Jesús nuestro Señor. Por Él, el Mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo, y llevo en mi cuerpo, las señales de Jesús.
María fue educada en el Templo. Era erudita en las Sagradas Escrituras y como Esposa del Espíritu Santo, poseía la Luz. Al aceptar la Maternidad Divina, sabía muy bien lo que iba a ser de Ella. María fue la verdadera sacerdotisa del Calvario, porque en la cima, se ofreció a sí misma junto con el Cordero de Dios. La víctima se destruye. La víctima se consume. Ella debió destruir su Corazón de Madre y sacrificó e inmoló cada uno de sus sentimientos, repitiendo su ‘FIAT’ y junto con Jesús: ‘No se haga mi voluntad, sino la tuya’ Solo un amor sobrenatural es capaz de tal prodigio. María como sacerdotisa ha testimoniado a Dios y a los hombre la más grande prueba de su amor que consiste no solo en sacrificar la propia vida, sino también la de aquel a quien más se ama.
Debéis grabar en vuestra mente y comprender en vuestro corazón, que el Misterio de la Cruz se renueva incesantemente, pues en el Santo Sacrificio de la Misa, junto con Jesús se renueva la Pasión. Y las almas-víctimas somos inmoladas en unión con Jesús y con María, ofreciéndonos al Eterno Padre. Estamos presentes en el ofrecimiento en unión con Cristo; disponiéndonos para aceptar sufrir, ofrecer: dificultades, incomprensiones, insultos, ofensas y todo nuestro sufrimiento en general; tal y como Jesús lo ha hecho. Y somos las lámparas vivientes delante de sus altares.
Hay que estar dispuestos a proseguir en el Camino de la Cruz, sin olvidarnos de que Él va adelante. Él ya no puede sufrir físicamente. Pero moral y espiritualmente, Jesús tiene un sufrimiento infinito. ¿Quién puede comprender y narrar sus sufrimientos? Creerlo insensible ante la ceguera de muchos y a los pecados contra Él, quiere decir no conocerlo. Se redime con Él, en la medida en que se sufre. No se debe tener miedo. Hay que escuchar su Voz. Hay que agradecerle el privilegio de haber sido escogidos para una misión grandiosa. Él permite la persecución para habituarnos a no buscar apoyo en creatura alguna, sino solamente en Él.
Satanás hace de todo para desanimar, para cansar y abatir. 1No hay que ceder! Su rugido puede sobresaltar, pero si nosotros como almas-víctimas sabemos usar los medios que Jesús ha puesto a nuestra disposición, podemos convertir el rugido en un maullido lastimero.Se sufre, sí. Pero el sufrimiento es levadura de perfección para el alma y de salvación para los demás. Hay momentos en que es imposible explicar lo que se sufre. Se siente en el alma un completo desamparo, como si se estuviese muy lejos de Dios. El cuerpo se encuentra sin fuerzas y sin ánimo para nada. Es como si estuviésemos atrapados entre las muelas de un molino. ¡Harina de hostias! ¡El Infierno nos odia y nos combate! Pero no hay nada que temer. Si Jesús está con nosotros ¡Quién contra nosotros!
Los sufrimientos físicos, morales y espirituales, son fermentados por el Espíritu Santo y trasmutados en Luz, amor y Gracias para muchas almas que sin coparticipación en la Pasión, estarían eternamente perdidas. Los sufrimientos deben ser aceptados con humildad y abandono, para que Dios los transforme en Gracias para salvar a otras almas y fortalecer el Cuerpo Místico que es la Iglesia.
Ningún discípulo es más que su Maestro. Y si Jesús sufrió tanto para redimir a los hombres, el que sigue la estela del Maestro ¿Sufrirá menos? Amar el sufrimiento nos permite llevar a cabo la Misión que Dios nos ha encomendado.
Recordad que la vida de la víctima no tiene satisfacciones humanas, sino sobrenaturales. Jesús Víctima Suprema no tuvo durante los treinta y tres años de vida terrenal, tantas injurias cuantas recibió, durante las pocas horas que van desde el Getsemani hasta el Gólgota en su Muerte. Pero fueron precisamente aquellas horas, las que hicieron de Él, el Redentor. Por ahora, solo en Él debemos esperar consuelo. Finalizada la Prueba, tendremos la dicha de leer en el Libro de la Vida, los nombres de los salvados con nuestro sufrimiento. Y unidos a Jesús, estaremos en la Paz.
El no querer sufrir es falta de amor a Dios. Y acarrea un gravísimo daño a nuestro espíritu. Y corremos el peligro de matar nuestro espíritu, por un infame egoísmo espiritual, que es la trampa más solapada de Satanás para destruirnos.
Conviene pagar las deudas con Divina Justicia en el tiempo y no en la Eternidad. Es mejor aprender a amar en la Tierra, con la ayuda del Espíritu Santo, que en el Purgatorio, donde la ausencia de Dios, es el Supremo Tormento. El que llega a amar a Dios con un amor total y absoluto, comparte con Jesús bebiendo de su cáliz, la gota o el sorbo de amargura que la Predilección de Dios tenga a bien concederles. Es una señal de su amor privilegiado y la da a quién es generoso y sabe hacer renuncias y penitencias, para completar la Obra de la Redención.
Dios es Bueno. Él también sufre por tener que llevarnos por el sendero del sufrimiento, que Él caminó primero.
Sufrió al separarse de Sí Mismo y esforzándose por ser Hombre, con todas las miserias y angustias que el ser humano lleva consigo: nacer, tener frío, hambre, cansancio, padecer sarcasmos, calumnias, afrentas, odios, asechanzas, traiciones y morir derramando la Sangre con una muerte brutal, para darnos el Tesoro de la Salvación. Esto es lo que sufre Dios para salvarnos. El Padre celestial contempla consternado la manera tan infame con que el hombre desprecia la Salvación y pisotea la Sangre de su hijo.
Ningún hombre, por más difícil que sea su sendero que lleva al Cielo, caminará por una vereda tan amarga, fatigosa, llena de dolor, como la que va caminando el Hijo del Hombre, al venir del Cielo a la Tierra, y de la tierra al Sacrificio que abre las Puertas del Cielo. Él busca corazones que le ayuden a soportar la amargura de la Pasión.
Jesús sufrió el cansancio corporal de Evangelizar sin detenerse. El cansancio moral de buscar amor en los corazones, sin encontrarlo más que en muy pocos. Él no es insensible al rencor y lo lastiman los que lo odian sin motivo, con las conjuras para matarlo y las traiciones de los que fingen ser sus amigos y son espías de los enemigos. En el eterno Presente de Dios, los que se dicen cristianos pero no le aman, toman los diferentes papeles de los integrantes del drama, que relata el Evangelio. Pues aún entre los que dicen amarlo hay nuevos Judas que lo venden por los denarios de los ídolos y del Racionalismo. Él fecundó con su Sangre las Tablas de la Ley.
El camino que nos traza lleva sus huellas ensangrentadas. Nuestras almas las hace puras y fuertes, al lavarlas con su Sangre. Él Mismo nos hace capaces de obedecer los Mandamientos que nos exige, para llegar a Él. Si no olvidamos que en nuestro sufrimiento está Él y también su Sufrimiento que es Infinito, lograremos darle besos y sonrisas, junto con nuestras lágrimas, unidos a una voluntad heroica, de amarlo hasta el sacrificio y la muerte si fuera preciso.
La Pasión de Jesús es un mar dolorosísimo, en el que se lavan los pecados de todo el mundo. Y un mar de Odio satánico en el que se trata de sumergirlo a Él y a todos los que son amados por Él, para aniquilar todo su trabajo de Maestro. El hombre que no está totalmente sumergido en el amor de Dios, por más fuerte que sea, termina por doblegarse ante el sufrimiento y pierde su combate con Satanás.
COMO APRENDER A SUFRIR.
En el Paraíso nos espera la felicidad total y absoluta. Y si los que están allá, pudieran formular un deseo, sería solo el de volver a la Tierra, para centuplicar en tiempo y en intensidad, los sufrimientos.
Las almas-víctimas en lo que les falta por vivir, deberán sufrir mucho, pero será un sufrimiento fecundo, de mucho bien y bastantes méritos. Y no le agradecerán nunca a Dios lo suficiente, por el gran don que han recibido por su elección, porque a este don está ligada la salvación de muchas almas. ¡Qué felicidad por el puesto que les han asignado para el Plan Divino de la Salvación!
Por larga que sea la existencia y áspera la Prueba, siempre serán desmesuradamente inferiores en extensión y profundidad, respecto a la eternidad y la beatitud que nos esperan. Por fuertes que sean las causas y los agentes que nos hacen sufrir hay que pensar que Dios nos ha dado agentes y causas de fuerza y de victoria, infinitamente más grandes que los que nos atacan y nos afligen: la Gracia, los Sacramentos, la Palabra Evangélica. Breve. Siempre breve es la Prueba terrena, respecto a la Eternidad. Y relativos son el sufrimiento y la Cruz, respecto al gozo celestial e infinito, como todas las cosas que vienen de Dios, para aquellos que ya están en el conocimiento de Dios, como hijos suyos y herederos.
Igualmente, siempre serán relativas las humillaciones terrenas respecto de aquella gloria que se manifestará en los elegidos, cuando Dios se comunicará a ellos en una medida plena y perfecta en su grandeza, belleza, conocimiento, fuego de amor, su Luz y todos sus atributos y bienes que Él tiende a comunicar en forma relativa, proporcionada al viviente, conforme crece en la vida sobrenatural, vaciándose de sí mismo y de todas las cosas, para recibir a Dios, mientras todavía está sobre la tierra.
El Reino de Dios es Eterno como su Rey. En la eternidad se conoce una sola palabra: Hoy.
También nosotros debemos conocer solo esta palabra, para medir el tiempo del Dolor: Hoy. ¿Por cuánto sufro? Por hoy. Al Presente. Para las criaturas espirituales, no hay otra cosa que aquello que es de Dios. También en el Tiempo. Hay que prepararse desde aquí a calcular el tiempo, como lo poseeremos en el Paraíso: Hoy.
Yo por mi parte, estoy crucificado con Cristo y ahora no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Todo lo que vivo en lo humano se hace vida mía por la Fe en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí. También nosotros los apóstoles pasamos hambre, sed, falta de ropa y malos tratos, mientras andamos de un lugar a otro.
Trabajamos con nuestras manos hasta cansarnos. La gente nos insulta y los bendecimos. Nos persigue y todo lo soportamos. Nos calumnian y entregamos palabras de consuelo. Hemos llegado a ser como la basura del mundo, como el deshecho de todos hasta el momento. Nos preocupamos en toda circunstancia por no dar a otros ocasión de tropiezo, ni de criticar nuestra misión. Al contrario, en todo demostramos ser auténticos ministros de Dios.
Somos muy perseverantes. Soportamos persecuciones, necesidades, angustias, azotes, cárcel, motines, fatigas, noches sin dormir y días sin comer. En nosotros pueden ver pureza de vida, conocimiento, paciencia, bondad, actuación del Espíritu Santo y Amor sincero. En nosotros está la Verdad y la Fuerza de Dios. Luchamos con las armas de la Justicia, tanto para atacar como para defendernos. Unas veces nos honran y otras nos insultan.
Recibimos tantas críticas, como alabanzas. Pasamos por mentirosos aunque decimos la verdad. Por desconocidos, aunque nos conocen. Nos dan por muertos y vivimos. Se suceden los castigos y todavía no hemos sido ajusticiados.
Nos creen afligidos y permanecemos alegres. Tenemos apariencia de pobres y enriquecemos a muchos. Parece que no tenemos nada y todo lo poseemos.
¿No han aprendido nada en el estadio? Muchos corren, pero uno solo gana el premio. Corran pues de manera que lo consigan. Como los atletas que se imponen un régimen muy estricto, solamente que ellos lo hacen por una corona de laureles perecederos, mientras que nosotros lo hacemos por una corona que no se marchita. Y así como yo, sabiendo a donde voy, doy golpes pero no en el vacío. Castigo mi cuerpo y lo someto, no sea que después de predicar a los otros, venga yo a ser eliminado. Yo no quiero sentirme orgulloso de nada, sino de la Cruz de Cristo, nuestro Señor.
Alégrense en el Señor en todo Tiempo. Les repito: alégrense. Y den a todos muestras de un espíritu muy comprensivo. El Señor está cerca. No se inquieten por nada. En cualquier circunstancia recurran a la Oración y a la súplica, junto a la acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la Paz de Dios que es mucho mayor de lo que se puede imaginar, les guardará su corazón y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Y estimen como la mayor felicidad el tener que soportar diversas pruebas. Ya saben que al ser probados en nuestra Fe, aprendemos a ser constantes. Procuren pues que esa constancia perfecta se verifique con hechos, para que de ahí salgan perfectos e irreprochables, sin que les falte nada. Y demuestren su Fe con su manera de actuar.
Que la Paz del Señor, esté con todos vosotros…
Pablo ha terminado de hablar.
Marco Aurelio, que ha escuchado desde el principio y Oliver, se acercan al grupo que rodea a los apóstoles. Oliver se aproxima a Pedro y le dice en voz baja que lo busca el tribuno.
Entonces Pedro va al encuentro de Marco Aurelio. Éste le relata todo lo sucedido en Anzio y su Bautismo recibido de manos del Obispo Leonardo. Sus peripecias en la búsqueda de Alexandra y el motivo por el que ha venido a buscarlo.
Finaliza diciendo:
– Roma está ardiendo por mandato del César. Y solo Dios sabe que calamidades faltan, pues Nerón está loco. Y yo no puedo abandonarte aquí a una destrucción cierta. Por favor, ven con nosotros a Sicilia. –suplica Marco Aurelio arrodillándose ante el anciano Pontífice.
Pedro le responde:
– Que te bendiga el Señor por tus deseos. Pero ¡No has oído decir que Cristo me repitió por tres veces: “Apacienta mis corderos” Si tú a quién nadie ha confiado la custodia de mi persona, me dices que no me abandonarás a una destrucción cierta, ¿Cómo puedes querer que yo abandone al Rebaño del Señor, en el Día del Desastre? Toma a tu esposa y a los tuyos y vete a Sicilia. Tu camino apenas empieza. Y debes madurar para que des fruto. Te lo repito: No caerá uno solo de tus cabellos. Ten Fe. Parte con mi bendición y la Paz de Cristo, esté contigo y los tuyos.
Pedro los bendice y los despide. Y prosigue en la reunión de los cristianos, donde comparte con los obispos, las últimas noticias recibidas y las decisiones pertinentes que deberán tomar…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONOCELA
QUINTO MISTERIO DE DOLOR
CRUCIFIXION Y MUERTE DE JESÚS
(Juan, 19, 16-42)
Dice Jesús:
LA HORA DEL ODIO SATANICO
Juan que era el puro, fue el primero que se libró del influjo satánico, no me dejó y me llevó a mi Madre. Más que Job sumergido en un estercolero, podrido, para ocultar sus llagas; estuve Yo, cuando tomé sobre Mí, TODOS LOS PECADOS DEL Mundo.
Yo era más inocente que un bebé. Y de Mí, ¡SE HORRORIZÓ EL ALTÍSIMO!… ESTA FUE MI PEOR TORTURA.
Un Diluvio de culpas sobre la Tierra. Un diluvio de maldiciones sobre el Culpable. No me atrevía a levantar los ojos al Cielo y gemía al sentir sobre Mí, el enojo del Padre acumulado en los siglos, además de las culpas por venir…
Cuando fui levantado en la Cruz, Yo ya estaba consumido de sufrimientos.
Mi Agonía comenzó mucho antes y se hizo completa, desde la Oración en el Huerto de Getsemaní. Todo sirvió para atormentar al Hijo de Dios, a vuestro Salvador. Me dislocaron los miembros, dejando al descubierto mis huesos, arrancando mis vestidos y causando a mi Pureza, la mayor de las torturas. Me enclavaron en un madero, levantándome como cordero degollado en garfios del carnicero; aullando alrededor de mi agonía, cual una manada de lobos hambrientos que al olor de la sangre se hacen más furiosos. Suspendido al sol, con tanta fiebre; que me golpeaba las venas, cual si fueran innumerables martillos.
Más no eran éstos los dolores más acerbos. Era la agonía del corazón y del espíritu, lo que más me atormentaba. Y mucho más atormentadora que esa: la certeza de que era inútil mi sufrir, para millones y millones de hombres. A pesar de tal certeza, no disminuyó ni un ápice mi voluntad de padecer por vosotros.
YO COMPRÉ CON MI SANGRE TODAS LAS ALMAS, realizando el pago por anticipado. Yo me di a Mí Mismo, para que vosotros me tuvieseis. ¿Quién puede negarme a Mis Hijos amadísimos?
TRAICIONADO, ACUSADO, VENDIDO, CONDENADO, NEGADO, MUERTO Y ABANDONADO También de Dios, porque sobre Mí estaban los crímenes que había tomado. Me vi más pobre que un mendigo a quien los bandidos hubieran robado. No se me dejó ni siquiera mi vestido, con qué cubrir mi amoratada desnudez de mártir; porque se las repartieron.
Ni siquiera después de muerto dejaron de insultarme. Sumergido bajo el fango de todos vuestros pecados. Arrojado al fondo tenebroso del Dolor. Levantando mis ojos al Cielo sin que nadie respondiese a mi mirada de agonizante, ni a mi última súplica:
DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?
Parece a veces que Dios abandona. Más no es así; sino que se esconde para que aumente la expiación y concede así mayor perdón. ¿Puede el hombre lamentarse con ira de ello, cuando él abandonó infinitas veces a Dios? ¡Qué de cosas pusisteis en vuestro corazón que no eran Dios!
Imitadme lanzando este grito, con nota de mansedumbre y humildad. Y no de blasfemia y reproche: ‘¿Por qué me has abandonado, si sabes que sin Ti nada puedo? Ven Padre. Ven a salvarme y haz que te sienta Padre…’
Isaías da la razón de tanto dolor: “¡Y con todo eran nuestras dolencias las que ÉL llevaba y nuestros dolores los que soportaba!… Él soportó el castigo que nos trae la paz y con sus Llagas hemos sido sanados.”
Sí. Por vosotros los llevé, para darles dulzura, para aliviarlos, para anularlos.
“Fue traspasado por nuestras iniquidades y molido por nuestros pecados” Dice Isaías que con su mirada profética vio al Hijo del Hombre hecho un cuerpo amoratado, para sanar el de los hombres. ¡Si sólo hubiesen sido heridas de mi carne!…
Lo que más me heristeis, fue mis sentimientos y mi espíritu. De uno y otro hicieron el hazmerreír y el blanco. Fui golpeado a través de Judas, en la amistad depositada en vosotros. En la fidelidad, en las negaciones de Pedro. En la gratitud, por medio de los que había sanado y luego gritaron: ¡Crucifícale! En mis sentimientos a través del amor, por la angustia y las ofensas infligidas a mi Madre. Por la religión, cuando me declararon Blasfemo.
Yo, qué por amor a la causa de Dios me había puesto en manos de los hombres al Encarnarme; padeciendo durante toda mi vida y entregándome a la ferocidad humana sin protestar, ni lamentarme. Hubiera bastado una mirada a mis acusadores, jueces y verdugos; para reducirlos a cenizas. No lo hice porque quise voluntariamente cumplir el Sacrificio como Cordero, pues Soy el Cordero de Dios, para la Eternidad. Me dejé llevar para ser despojado y matado. Para hacer de mi Carne Alimento para daros la Vida.
En todo esto deberíais pensar cuando sufrís. Y comparando vuestras imperfecciones con mi Perfección; mis dolores, con los vuestros; VEREIS QUE EL PADRE OS AMA MAS QUE A MI EN AQUELLA HORA…
Y POR LO TANTO DEBERIAIS AMARLO CON TODO VUESTRO SER…
COMO YO LO AMÉ A PESAR DE SU SEVERIDAD.
Y con mi Sacrificio de Hombre y de Dios, os engendré a la Gracia; para devolveros a mi Padre y haceros reinar de nuevo: sobre el Mal, sobre las enfermedades y sobre la Muerte.
Compré el Cielo para vosotros. No os fijéis en el suplicio de aquel día; fue menos doloroso, que la resistencia que aun hacéis a mis llamados. Rechazáis mi Doctrina y os negáis a amar y a perdonar. A aceptar la Voluntad de Dios y a obedecer su Ley. No queréis renunciar a vuestro egoísmo y por lo tanto, al no negaros a vosotros mismos; rechazáis la Cruz y así se aumenta vuestro sufrimiento.
¿Cuál amor es más grande que aquel que sabe amar a quién lo tortura? Y sin embargo Yo os he amado así. AMAOS COMO YO OS HE AMADO. El Odio extingue la Luz. Aun el simple rencor, ofusca la paz. Dios es Paz, es Luz, porque Dios es Amor. PERO SI NO AMÁIS COMO YO OS HE AMADO, NO PODRÉIS TENER A DIOS.
Adán y Eva convirtieron al hombre en esclavo de Satanás, que negó a Dios la alegría de ser el Padre, de TODOS los hombres. Yo y mi Madre devolvimos al hombre, la dignidad perdida. Llevamos la Obediencia hasta el heroísmo y amamos cómo ningún otro ha amado.
Eva maldijo a Caín por haber matado a Abel. María sabía que Judas era el Caín de su Jesús y no maldice: ama y perdona llorando al Traidor. Pero judas cerró su corazón a la Gracia y NO QUISO CREER EN EL PERDÓN. Por eso se ahorcó.
Eva cargada de culpa, trasmitió a su hijo cuanto había en ella: Caín nació con un carácter duro, envidioso, iracundo, lujurioso, perverso y soberbio. Negando reverencia a Dios, a quien consideraba su Enemigo. Satanás lo empujaba a burlarse de Dios. Ese germen del Mal, aún se encuentra en el hombre. Y SI NO OS ARREPENTÍS Y NO OS ABRAZÁIS DE DIOS, NO PODRÉIS CAMBIAR, NI VENCEROS.
En la Cruz yo vencí a Satanás y OS DÍ LAS ARMAS PARA VENCERLO. Con mi Muerte, os di la Vida.
Mi Madre también luchó durante tres días y expió por la mujer, que era la más culpable. Satanás la atormentó con dos llagas sobrepuestas: Mi Muerte y Ella también experimentó el Abandono del Padre; abriendo así la Tercera Llaga: el terror de faltarle la FE, al atormentarla con la Duda. Si Ella hubiese dudado, habría caído en la Tentación del Demonio y hubiera dicho: ‘No es posible que resucite.’ NEGANDO A DIOS, SE HUBIERA CONVERTIDO EN NADA, TANTA REDENCIÓN. Ella, la Nueva Eva, habría mordido la manzana de la soberbia y habría deshecho la Magna Obra de mi Redención. Al final venció la Tentación más grande:
FUE LA ÚNICA QUE CONTINUÓ CREYENDO QUE YO RESUCITARÍA.
BENDITA SEA POR ESTA FE.
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Oración:
Amado Padre Celestial: Tú que Eres Infinitamente Bueno, Infinitamente Poderoso, Infinitamente Misericordioso; en el Nombre Santísimo de Jesús, te pedimos que llenes nuestro corazón de esa FE, con la que nuestra Benditísima Madre María, venció a Satanás; para que podamos ser verdaderos hijos tuyos, con humildad, mansedumbre y amor. Mensajeros de tu Amor y tu Misericordia. Gracias ABBA. Seas Bendito, Santificado y Alabado por los infinitos siglos de los siglos. Amen
PADRE NUESTRO…
DIEZ AVE MARÍA…
GLORIA…
INVOCACIÓN DE FÁTIMA…
CANTO DE ALABANZA…