24 REGRESO A BELÉN
24 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
La mañana siguiente, Jesús pasea con Judas Iscariote de arriba abajo; cerca de una de las puertas del recinto del Templo.
Judas pregunta:
– ¿Estás seguro de que vendrá?
Jesús responde:
– Lo estoy. Al alba salió de Betania y en Get-Sammi debía encontrarse con mi primer discípulo.
Jesús se detiene y mira fijamente a Judas.
Lo tiene frente a Sí. Lo estudia.
Después le pone una mano sobre la espalda y le pregunta:
– Judas, ¿Por qué no me dices lo que estás pensando?
Judas se sorprende:
– ¡Quée!… no pienso en nada en especial en este momento, Maestro. Pienso que hasta te hago demasiadas preguntas. No puedes lamentarte de mí mutismo.
– Es verdad. Me haces muchas preguntas y me das muchas noticias. Pero no me abres tu corazón.¿Crees que me interesan mucho las noticias sobre el censo o sobre la estructura de esta o aquella familia?
No soy un ocioso que haya venido aquí a pasar el tiempo. Tú sabes para que vine. Y puedes comprender bien que lo que para Mí tiene el mayor interés, es el ser Maestro de mis discípulos.
Por eso exijo de ellos, sinceridad y confianza. ¿Te amaba tu padre, Judas?
– Me amaba mucho. Era yo su orgullo. Cuando regresaba de la escuela y años después, cuando regresaba de Jerusalén a Keriot, quería que le dijera todo.
Se interesaba en todo lo que hacía. Si había cosas buenas, se alegraba. Si no lo eran tanto, me consolaba.
Y si había cometido algún error y me habían reprendido, me mostraba la justicia de la reprensión o en donde estaba mal lo que yo había hecho.
Pero lo hacía tan dulcemente… que más que un padre, parecía un hermano mayor. Casi siempre terminaba de este modo: “Esto te digo, porque quiero que mi Judas sea un justo. Quisiera ser bendecido a través de mi hijo.”
Judas está tiernamente conmovido por la evocación de su padre.
Jesús que ha estado mirando atentamente a su discípulo, dice:
– Mira Judas. Puedes estar seguro de todo lo que te digo. Nada hará más feliz a tu padre, que el que seas un discípulo fiel.
El espíritu de tu padre se regocijará allí donde está, en espera de la luz; porque así te educó; al ver que eres mi discípulo.
Más para que lo seas verdaderamente, debes decirte: “El padre que parecía un hermano mayor, lo he encontrado en mi Jesús.
Y a Él, igual que el padre amado al que todavía lloro; le diré todo para que sea mi guía. Para tener sus bendiciones y sus dulces reproches.”
Quiera el Eterno y tú sobre todo, hacer que Jesús no tenga otra cosa que decirte: “Eres bueno. Te bendigo.”
Judas exclama impulsivo:
– ¡Oh, sí! ¡Sí, Jesús; sí! Si me llegas a amar tanto como él; podré ser bueno como Tú quieres y como mi padre quería. Mi padre podrá sacar aquella espina de su corazón.
Pues él siempre me mimaba mucho y me decía: “Estás sin guía, hijo y te hace mucha falta.” ¡Cuándo sepa que te tengo a Ti!
– Te amaré como ningún otro hombre sería capaz. Te amaré tanto…Mucho te amaré. No me desengañes.
– No, Maestro, no. Sé que estoy lleno de contradicciones. Envidias, celos, manías de ser el primero en todo. La carne me arrastra.
Todo choca dentro de mí contra los impulsos buenos. Todavía hace poco, me causaste mucho dolor. Mejor dicho… Tú no. Me lo causó mi naturaleza malvada.
Pensaba que yo era tu primer discípulo… Y Tú me dijiste que tienes a otro.
– Tú lo viste. ¿No recuerdas que en la Pascua, estaba Yo en el Templo con unos Galileos?
– Pensé que eran tus amigos. Creí que yo era el primer elegido para esto y con ello, el predilecto.
– En mi corazón no hay distinción entre los últimos y los primeros. Si el primero faltase y el último fuese santo; entonces sí que a los ojos de Dios habrá distinción.
Pero Yo… Yo los amaré igual: con un amor de dicha al santo y con un amor que sufre al pecador. Pero…
Jesús se interrumpe y exclama con alegría:
– ¡Oh! Ahí viene Juan con Simón. Juan es mi primero y Simón es el que estaba enfermo.
Judas hace un mohín y dice:
– ¡Ah! ¡El leproso! Lo recuerdo. ¿Y ya es tu discípulo?
– Desde el día siguiente.
– ¿Y por qué yo tuve que esperar tanto?
– ¿Judas?…
– Es verdad. Perdón.
Cuando llegan, Juan y Jesús se saludan con un beso mutuo.
Simón se postra a los pies de Jesús, besándolos y diciendo:
– ¡Gloria a mi Salvador! Bendice a tu siervo para que sus acciones sean santas a los ojos de Dios y yo le dé gloria por haberme dado a Ti.
Jesús le pone las manos sobre la cabeza y le dice:
– Sí. Te bendigo para agradecerte tu trabajo. Levántate Simón. ¡Éste es el nuevo discípulo! También él quiere la Verdad. Y por esto es un hermano para todos vosotros.
Se saludan entre sí. Los dos judíos con mutuo escudriño. Juan con franqueza.
Jesús pregunta:
– ¿Estás cansado, Simón?
Simón sonríe:
– No, Maestro. Junto con la salud me ha venido tal fuerza, como no la había tenido antes.
– Y sé que la usas bien. He hablado con muchos y sé lo que han trabajado a favor del Mesías.
Simón ríe contento y dice:
– Ayer hablé de Ti a un israelita honrado. Espero que un día lo conocerás. Quiero ser yo quién te lleve a él.
– No es imposible.
Judas interrumpe:
– Maestro, me prometiste venir conmigo a Judea.
– Iré. Simón continuará instruyendo a la gente sobre mi venida. Amigos, el tiempo es breve y la gente es mucha. Ahora voy con Simón.
Al atardecer nos encontraremos en el camino del Monte de los Olivos y distribuiremos el dinero a los pobres. ¡Id!
En su interior, Judas está renuente a separarse de Jesús; pero obedece con prontitud.
Y dice:
– Vamos, Juan.
Y los dos apóstoles más jóvenes, se alejan alegremente.
Cuando Jesús queda solo con Simón, le pregunta:
– ¿Esa persona de Betania, es un verdadero israelita?
– Lo es. Existen en él, todas las ideas imperantes; pero tiene verdadera ansia por el Mesías.
Y cuando le dije: “Él está entre nosotros” me contestó: “Feliz de mí, que vivo en estos tiempos.”
– Algún día iremos a su casa, a llevarle mi bendición. ¿Qué te parece el nuevo discípulo?
– Se ve que es muy joven y parece inteligente.
– Lo es. Tú que también eres judío; lo comprenderás y lo compadecerás más que los otros, por sus ideas.
– ¿Es un deseo o una orden?
– Es una dulce orden. Tú que has sufrido, puedes tener mayor comprensión. El dolor es maestro de muchas cosas.
– Porque Tú me lo mandas, seré para él comprensión.
– Así es. Probablemente mi Pedro y no tan solo él; se admirará un poco de cómo cuido y me preocupo más por este discípulo. Pero algún día lo entenderán…
Cuando uno no ha madurado en su formación, tiene más necesidad de cuidado. Los demás… ¡Oh! Los otros se formarán por sí mismos, tan sólo por el contacto. No quiero hacer todo Yo.
Pido la voluntad del hombre y la ayuda de los demás, para formar a un hombre. Os llamo para que me ayudéis… Y agradezco mucho la ayuda.
– Maestro, ¿Te imaginas que él te proporcionará desilusiones?
– No. Pero es joven y se formado en el Templo y en Jerusalén.
– Oh! Cerca de Ti, se curará de todos los vicios de esta ciudad… Estoy seguro.
Jesús murmura:
– Así sea.
Y luego dice con voz más fuerte:
– Ven conmigo al Templo. Evangelizaré al Pueblo…
Y se van juntos.
Al día siguiente.
Al rayar el alba, Jesús está con Juan, Simón y Judas, en la cocina de la casita.
Y les dice:
– Amigos. Os ruego que vengáis conmigo por la Judea. Si no os cuesta mucho. Sobre todo a ti, Simón.
El apóstol le pregunta:
– ¿Porqué, Maestro?
Jesús contesta:
– El camino es muy duro por los montes de Judea y tal vez para ti sea más duro si te encuentras con algunos de los que te hicieron daño.
– Por lo que toca al camino, me siento fuerte y no siento ninguna fatiga. Mucho menos si voy contigo. Por lo que toca a quién me dañó… el odio cayó junto con las escamas de la lepra.
Y no sé, créemelo; en qué has hecho el mayor milagro, si al curarme la carne corroída o el alma que ardía con el rencor. Pienso que no me equivoco si afirmo, que el milagro más grande fue en el alma.
Una llaga del espíritu, no se cura tan fácilmente.
Y Tú me has curado de un golpe, en una forma completa.
El hombre no se cura de un hábito moral, si Tú no aniquilas ese hábito con tu querer santificante. Aunque uno lo quiera hacer con todas sus fuerzas.
– No te equivocas al juzgar así.
Judas pregunta un poco resentido:
– ¿Por qué no lo haces así con todos?
Juan pone una mano sobre el brazo de Judas y le dice cariñoso:
– Lo hace, Judas. ¿Por qué le hablas así al Maestro? ¿No te sientes cambiado, desde que estás con Él?
Yo era discípulo de Juan el Bautista; pero me siento totalmente cambiado, desde que Él me dijo: ‘Ven’
Y mirando a Jesús agrega:
– Perdón, Maestro. Hablé en tu lugar. Es que no quiero que Judas te cause ningún dolor.
Jesús lo tranquiliza:
– Está bien, Juan. No me ha causado ninguna pena como discípulo. Cuando lo sea, si continúa con su modo de pensar, me causará dolor.
Vendrá un día en que tendréis la Sabiduría, con su Espíritu… entonces podréis juzgar justamente.
Judas pregunta:
– ¿Y todos podremos juzgar justamente?
– No, Judas.
– ¿Pero hablas de nosotros los discípulos o de todos los hombres?
– Hablo refiriéndome primero a vosotros y después a los demás. Cuando llegue la hora; el Maestro instituirá discípulos y los enviará por el mundo…
– ¿No lo estás haciendo ya?…
– Por ahora no os empleo más que para que digáis: “El Mesías está aquí. Venid a Él.”
Entonces os haré capaces de que prediquéis en mi Nombre y que hagáis milagros en mi Nombre…
– ¡Oh! ¿También milagros?
– Sí. En los cuerpos y también en las almas.
Judas está feliz ante la idea y exclama gozoso:
– ¡Oh! ¡Cómo nos admirarán!
Juan mira pensativamente a Jesús y su cara se nubla con un gesto de dolor.
Luego dice con un dejo de tristeza en la voz:
– Entonces ya no estaremos más con el Maestro.
Y yo tendré temor de hacer lo que es de Dios, a mi manera de hombre.
Simón dice:
– Juan, si el Maestro lo permite, me gustaría decirte lo que pienso.
Jesús contesta:
– Díselo a Juan. Deseo que mutuamente os aconsejéis.
– Ya sabes que es un consejo.
Jesús sonríe y calla.
Simón le dice a Juan:
– Creo que no debes y no debemos temer. Si nos apoyamos en la sabiduría del Maestro Santo y en su promesa. Si Él dice: “Os enviaré”.
Y promete vestir nuestra miseria intelectual, con los rayos de la potencia que el Padre le da para nosotros, debemos estar seguros que lo hará y que lo podremos hacer, por su infinita misericordia.
Todo saldrá bien, si no introducimos el orgullo, el deseo humano en nuestro obrar. Pienso que si corrompemos nuestra misión, que es del todo espiritual, con elementos que son terrenales,
entonces la promesa de Cristo se depreciará; no por incapacidad suya, sino porque nosotros la rebajaremos con nuestra soberbia. No sé si me explico bien…
Judas le dice:
– Lo has hecho muy bien. Yo me equivoqué. Pero sabes… Pienso que en el fondo desear ser admirados como discípulos del Mesías, es porque somos suyos a tal punto, que haremos lo que Él hace.
Y todo proviene de aumentar más la figura poderosa de Él entre el pueblo. ¡Alabanzas al Maestro que tiene tales discípulos! Esto es lo que quería decir yo.
Simón le contesta:
– No es todo error lo que dices. Pero, mira Judas. Provengo de una casta que es perseguida por haber entendido mal lo que es el Mesías.
Si lo hubiésemos esperado con una justa visión de su Ser, no habríamos caído en errores que son blasfemias a la Verdad y rebelión contra la ley de Roma. Por lo cual tanto Dios, como Roma; nos han castigado.
Hemos querido ver en el Mesías, sólo a un hombre conquistador y a un libertador humano de Israel. A un nuevo líder y más grande que el héroe, Judas Macabeo. Sólo esto y ¿Por qué?
Porque cuidábamos más de nuestros intereses; de la patria y de los ciudadanos, que de Dios. ¡Oh! El amar la patria es una cosa santa; pero ¡Qué es frente el Cielo eterno! La patria verdadera es la celestial.
Cuando fui perseguido y anduve fugitivo, me escondía en las cuevas de las bestias. Compartía con ellas el lecho y la comida, para escapar de los romanos y sobre todo, de las delaciones de falsos amigos.
También cuando en espera de la muerte, probé el olor del sepulcro en mi cueva de leproso… ¡Cuánto he pensado y he visto! He visto con el espíritu, la figura verdadera tuya, Maestro y Rey del espíritu.
La tuya, ¡Oh, Mesías! Hijo del Padre que llevas al Padre y no a los palacios de polvo; no a las deidades de fango. ¡Tú! ¡A Ti! ¡Oh, me es fácil seguirte!
Perdona mi entusiasmo que se explaya de este modo, porque te veo cómo te había imaginado. Te reconocí inmediatamente, porque mi alma ya te había conocido…
Jesús sonríe y contesta:
– Por esto te llamé. Y por eso te llevo conmigo, ahora en mi primer viaje a Judea. Quiero que completes el reconocimiento.
Y quiero que también éstos jóvenes, aprendan a ser capaces como tú, de llegar a la verdad por medio de una meditación constante.
Y sepan cómo su Maestro ha llegado a esta hora. Después entenderéis. Hemos llegado ya a la Torre de David. La Puerta Oriental está cerca.
Judas pregunta:
– ¿Saldremos por ella?
– Sí, Judas. Primero iremos a Belén. Allí nací. Es bueno que lo sepáis, para que lo digáis a los demás. También esto entra en el conocimiento del Mesías y de la Escritura.
Encontraréis las profecías escritas en las cosas, con voces que no pertenecen más a la Profecía, sino a la historia. Daremos la vuelta, donde están los palacios de Herodes.
Judas dice:
– Donde vive la vieja zorra, malvada y lujuriosa.
Jesús advierte:
– No juzguéis. Sólo Dios es Quién juzga. Vayamos por aquella vereda, entre las hortalizas, nos cobijaremos bajo la sombra de un árbol, cerca de algún lugar hospitalario hasta que el sol deje de quemar.
Después…
Jesús continúa instruyendo…
Y emprenden la marcha hacia Belén.
86.- LA BACANAL
Nerón le dio a Haloto, el anillo de oro con el nombramiento más alto en el Orden Ecuestre: un poder que Haloto está dispuesto a ejercer hasta su máxima expresión sobre todo el imperio romano.
Al día siguiente en las escalinatas del Foro, se encuentra con el Prefecto de los pretorianos.
Se saludan mutuamente y conversan…
Haloto dice:
– Los cristianos creen en la resurrección que tendrán después de la muerte, ¿No es verdad?
Tigelino confirmó:
– Esa creencia es la columna vertebral de su superstición, pues adoran a un judío resucitado…
Haloto preguntó:
– ¿Qué más sabes de sus absurdas creencias?
– Piensan que también ellos van a resucitar, con una vida inmortal…
– Estoy enterado de cómo se esfuerzan por recuperar los cuerpos de los ajusticiados. Aunque solo sean los restos que dejan las fieras, los conservan por ese mito absurdo de su propia resurrección.
– Por sus sortilegios se consideran superiores a los mismos dioses. Y se atreven a manifestarlo con su desprecio, llamándolos Demonios sometidos a su propio Dios…
– Ya comencé los arrestos y los juicios individuales. Voy a hacer efectivo el Edicto contra ellos en todo el Imperio. Si no se retractan de sus creencias, los ajusticiaremos en medio del tormento.
– Pero ni aun así se quebrantan en su resistencia.
Haloto levantó su puño cerrado y mostrando el anillo que le entregara Nerón,
Dijo:
– Si hubiese tenido este anillo antes… Muchas cosas hubieran sucedido de manera diferente. La perra cristiana que mandó ejecutar Narciso, tampoco se doblegó y dejó un alboroto tremendo en el tribunal.
– Debemos hacer algo y pronto… No podemos seguir permitiendo que nos derroten así.
– Tampoco podemos hacer nada contra su afirmación de que vivirán eternamente…
– Por eso nos han resistido con tanta obstinación. Pero, ¿Cómo podríamos arrancar eso de sus mentes? ¡Contra la promesa de una vida eterna, no veo cómo podemos destruirlos…!
– Pero yo les tengo una sorpresa…
Tigelino lo miró con malicia,
Y replicó:
– Ya les aplicamos todos los tormentos y no se retractan… ¿Qué otra cosa faltaría según tú, que pueda considerarse una sorpresa?
Una diabólica sonrisa se dibujó en los labios del augustano…
Y Haloto dijo:
– Me gustaría saber cómo le harán para resucitar, después del ensayo de mi último suplicio… Ni siquiera imaginas lo que les tengo preparado…
El Prefecto lo miró con extrañeza,
Y preguntó:
– Debe ser algo extraordinario, para que te regodees como el gato que está a punto de devorar a su presa. ¿Qué estás planeando ahora?
– Acompáñame mañana a Ostia. Acaba de llegar un barco con un cargamento muy especial…
– ¿De qué se trata?
– Si te lo digo ahora dejará de ser sorpresa.
Y sus voces se alejan mientras entran al edificio del Forum…
Una semana más tarde, la víspera de la partida de Nerón a Acaya, Haloto ofreció otro convite en el palacio imperial en Anzio…
Con el ánimo de encantar siempre más al César, hubo los acostumbrados torneos de sutilezas en una comedia teatral…
Acompañados de cantos, danza, flores, música y espectáculos de magia, ejecutados por los sacerdotes y las sacerdotisas del culto de Isis.
En esta bacanal, las bacantes y las ménades, adoraron en el altar de Baco y después que arrojaron el incienso, ejecutaron una danza ritual muy elaborada y espectacular
Pero después de la lucha entre dos gladiadores, sucedió algo diferente…
Los esclavos servían solamente tentempiés variados y vino…
Extrañamente faltaban los manjares principales y las mesas se veían anormales, casi vacías…
Cuando Nerón manifestó su extrañeza, Tigelino le contestó que le habían preparado una suculenta sorpresa de despedida…
Que le mostrarían cuando terminase la función de teatro musical preparado en su honor.
Después que los bailarines se retiraron, Haloto dio una señal y enseguida entraron una gran cantidad de esclavos y dispusieron varias mesas largas y lechos-asientos a su alrededor…
Luego entraron otros músicos y bailarines ejecutando una danza muy erótica.
Y Haloto, que también es augur de Baco ofreció incienso y libaciones sobre un pebetero ante un altar de Dionisio…
Enseguida se traslada al otro extremo de la mesa imperial y hace lo mismo ante un altar dedicado a Apolo…
Y como augur y sacerdote de su culto declara que todo el banquete, será un ritual en su honor incluido el ‘sacrificio especial’ de ese día…
Nerón soltó una risa irónica…
Y dijo:
– ¿Acaso vas a ofrecer una hecatombe de toros blancos?
Haloto respondió:
– Será algo mucho mejor, majestad…
Luego que termina la ceremonia del ofrecimiento, hace otra señal y entran los esclavos trayendo un desfile de suculentos manjares preparados en una especie de barbacoa muy diferente a lo habitual…
También les sirven filetes poco cocinados y adornados con ensaladas de frutas y verduras que los hacen lucir muy apetitosos.
Haloto hace una libación con otro ofrecimiento a los dioses…
Y luego invita a todos los comensales a que disfruten de lo que los esclavos han puesto en platos muy adornados frente a ellos.
Cuando Nerón lo prueba, lo degusta con deleite,
Y elogia su fascinante sabor:
– Vaya. Realmente has preparado una delicia desconocida…
Casi todos los augustanos también lo hacen y se unen con entusiasmo ponderando su exquisitez.
Sólo Séneca, Lucano, Marcial y uno que otro, no se apresuran…
Maximiliano guarda una especial reserva y da un trago a su vaso con vino…
Porque conociendo al par de brutales compañeros de juergas del emperador, no está confiado en absoluto sobre el desarrollo de este convite en especial…
Haloto lo mira de una manera muy peculiar…
Y luego pregunta al César:
– ¿Te gustó divinidad?
Nerón saborea con deleite.
Y contestó complacido:
– Es una carne exquisita. ¿Sacrificaste jabalíes?
– No es jabalí; sin embargo tiene su sabrosura aumentada. No es ternera, si bien es todavía más tierna y delicada. Tampoco es faisán, aunque pareciera todavía más exquisita y suave…
Su sabor y su consumo, es una delicia cocinada de manera exclusiva para los dioses y aunque está reservada para las ceremonias solemnes y mistéricas; he querido agasajarte con ello en este día, víspera en que emprenderás tu viaje a Acaya…
El César lo mira interrogante y gratamente sorprendido. Pero no contesta nada.
Haloto hace un gesto ceremonial grandilocuente,
Y declara:
– Soy pontificex maximus y el divino Apolo ha accedido a favorecerte, para que el triunfo te acompañe hasta tu regreso.
Y ha condescendido a compartir contigo una exquisitez gastronómica que nunca se sirve fuera del templo…
– Entonces demos las gracias al divino Apolo.
– Y es a él a quién sacrificamos la carne que acaban de servirnos y también la que degustarán las ménades, junto con nuestros invitados que han llegado directamente desde Cartago…
Nerón amplía su sonrisa y casi todos los augustanos elogian el gusto exquisito de los manjares que les acaban de servir…
Tigelino interviene, mirando fijamente a Maximiliano con una sonrisa enigmática…
Y dice:
– Es una verdadera pena que no le hayas otorgado antes el anillo equestre a Haloto. Hubiéramos celebrado nuestra fiesta taurina, con un banquete muy similar al de hoy…
Nerón se quedó perplejo, mirando con extrañeza a su nuevo favorito.
Y cuestionó:
– ¿Cuál hubiera sido la diferencia?
Tigelino muy feliz con la nueva preponderancia que ha alcanzado sobre su enemigo mortal,
Agrega mirándolo con odio:
– Como ya te habrás dado cuenta, Petronio… El poder y los placeres inmediatos, superan al goce que pueda proporcionar cualquier deleite intelectual.
Al cuerpo no le gusta esperar… Lo material y tangible siempre será preponderante…
Maximiliano masculló:
– Sólo los animales ponen el instinto sobre todo lo demás.
Nerón afirmó:
– Los placeres raros, son los que más deleitan…
Haloto sonrió con malignidad.
Y añadió:
– Pero no todos tienen el privilegio para degustar los manjares de los dioses y disfrutarlos tan frescos, que más no se puede… Exactamente tal y como sucederá ahora…
Tigelino levantó su vaso con vino en dirección a Nerón…
Y dijo:
– Tu triunfo en Acaya todo lo amerita y hace que la ocasión sea muy propicia… ¡Salve majestad! Porque está asegurado el éxito de tu empresa y en Acaya te favorecerá grandemente el divino Apolo…
Haloto confirmó:
– De eso es de lo que nos estamos asegurando ahora, ofreciendo a los dioses el sacrificio que más les agrada…
– Pero Petronio está muy callado…
– ¿Tú no vas a probar nuestras exquisiteces?
Maximiliano dijo con cautela:
– Mi apetito no es voraz… Me gusta saborear el aperitivo primero. Y para eso, nada como un excelente vino.
Y volviéndose hacia Nerón agregó levantando su vaso:
– Yo también brindo por tu triunfo, majestad…
Y le dio un gran trago.
El sonido de la música impidió que hubiera una respuesta y…
Con una entrada muy teatral, acompañada por músicos y danzantes. Un grupo de guerreros africanos gigantescos y algunas mujeres que tienen también un físico notablemente grande y que llegaran en el barco que inspeccionara Haloto…
Fueron instalados en el área del Gran Triclinio que habían destinado para ellos y que hasta ese momento había estado vacía…
Hubo enseguida una danza báquica con ninfas y faunos a los que se les agregaron las ménades.
Todos los asistentes al banquete los miraron con curiosidad. Pero su asombro fue mayúsculo, cuando regresaron los esclavos conduciendo parihuelas con personas desnudas, aderezadas como si fueran lechones y completamente vivos…
Tanto las mujeres como los hombres, son colocados sobre las largas mesas que están frente a los africanos.
Haloto mira con enorme satisfacción el asombro pintado en todas las caras de los invitados al banquete…
Luego hizo una señal al mayordomo encargado de la sección donde estaban sentados los africanos.
Y el esclavo, armado con un filoso cuchillo de carnicero, abrió en canal a un hombre que había sido colocado a un lado de la muralla, sobre una tina que recogía los líquidos.
La sangre brotó salpicando a todos los que estaban cerca.
Él hizo caso omiso y con movimientos expertos, cortó de las vísceras del infortunado, el corazón y el hígado…
Luego los llevó ceremoniosamente, sobre un platón de oro decorado con diversas frutas y verduras hasta la mesa del augustano.
Y éste, arrojó el corazón sobre el pebetero que ardía frente a la estatua de Apolo.
Luego cortando un pedazo del hígado con su puñal, lo ingirió con inmenso placer.
Enseguida Haloto le dio un sorbo a su copa de vino,
Y dijo:
– No hay nada más delicioso que el hígado de un enemigo aderezado y fresco. De esta manera nos apropiamos de su valor y de todas las cualidades admirables que pudiera tener. En el templo siempre tenemos los mejores manjares…
Tigelino declaró:
– Es una manera excelente para deshacernos de quienes no nos agradan…
– O de quien se niega a satisfacer nuestros requerimientos…
Haloto cortó otro pedazo y agregó:
– Y cuando una mujer se atreve a despreciarnos. La forma de hacerla absolutamente nuestra, pues así tampoco podrá gozar con otro… es degustando el aroma fresco y consumiendo sus partes nobles.
Si mi hijo me hubiera hecho caso, esa perra cristiana hubiera terminado en nuestra mesa. ¡Por supuesto después de haberla ofrecido a nuestros dioses! ¡Estas menudencias son tan exquisitamente deliciosas!…
El silencio que siguió a esta declaración es absoluto y nadie se atreve a romperlo.
Maximiliano está tan impactado que por primera vez, se queda sin palabras…
La absoluta maldad de esta barbarie, supera cualquier cosa que haya experimentado antes.
Nerón arruga la frente y levanta sus labios hasta la nariz como siempre que está demasiado turbado.
Pero tampoco expresó desaprobación y esto fue interpretado como su aprobación tácita, hacia todo lo que está sucediendo.
Haloto miró hacia Maximiliano y le dijo:
– Querido Petronio, levanta la carne que te fue servida, para que sepas lo que es…
El augustano está demasiado asombrado para reaccionar y con gesto maquinal levanta un pedazo de filete que deja al descubierto una mano humana perfectamente cocinada…
Tigelino agregó con los dientes apretados:
– Claro que hubiera lucido mejor, si fuera la mano de la cautiva que Marco Aurelio rescató…
A Maximiliano le fue imposible ocultar su aversión y levantó sus ojos asombrados hacia el Prefecto que le mira con burla…
Haloto se jactó con maligna crueldad mirando fijamente hacia el Augustano que ha caído de la gracia imperial.
Y le dijo:
– Las extremidades son las más deliciosas. ¿O prefieres un pedazo de muslo?
Maximiliano dijo con voz ahogada:
– No debería asombrarme, pues ¿Qué más se puede esperar de la barbarie de un carnicero como tú? Esto es un asesinato incalificable…
Tigelino replicó:
– Las leyes no prohíben los sacrificios a los dioses…
Maximiliano contestó:
– Lo que no prohíben las leyes, lo prohíbe la honestidad…
Y hubiera proseguido en una disputa que hubiera hecho que la provocación del Prefecto consiguiera su objetivo…. Pero…
Una exclamación de Séneca salvó a Petronio.
Pues dijo:
– ¡Mirad lo que esos africanos están haciendo!
Efectivamente, a todas las crueldades que ya existían, Haloto le añadió otra más…
Y el grupo de africanos enormes y todas las ménades, están devorando lentamente pedazo a pedazo, a personas vivas y aderezadas con salsas y ensaladas, según lo que requiere su gusto.
Todos están tomando vino y conversando tranquilamente…
Como si lo que están tragando fuera un pedazo de queso o aceitunas.
Los cristianos, sumergidos en la Oración en el Espíritu, parecen no darse cuenta de que son los manjares en este banquete bestial…
Ellos sonríen igual que sus verdugos, pero por diferentes motivos: los primeros por ver acercarse al Dios que los ha amado desde el principio.
Y los segundos, por ver satisfecho su sanguinario salvajismo.
Y este fue el último despliegue de brutalidad antes del soñado viaje a Acaya.
Como el emperador guardó silencio dando con esto un implícito permiso, nadie más objetó. Y el banquete prosiguió como si nada extraordinario hubiese sucedido.
La mayoría de los invitados del César continuaron consumiendo su ración de carne humana, que fue un extraño deleite a sus desordenados instintos y los predispuso a un nuevo nivel en lo que a gozo se refiere…
Y la bacanal siguió adelante con los excesos de la orgía acostumbrada…
De esta manera, fue presentado el nuevo intendente del César.
Este hombre sanguinario que pronto hizo pesar su poderosa mano de hierro a todos los romanos y especialmente a los cristianos.
Como el pueblo ya está harto de sangre, por un tiempo fueron suspendidos los juegos del circo y se limitaron a las sentencias individuales.
Pero diariamente los tribunales están llenos y los verdugos no descansan en aquel descomunal baño de sangre y de crueldad….
Antes de embarcar, Nerón llamó a sus arquitectos e ingenieros responsables y les encargó de manera muy específica lo que anhelaba en su Domus Áurea.
Les especificó:
– No regresaré hasta que hayáis concluido el proyecto. Daos prisa porque si no, os entregaré en manos de Haloto y ya sabéis lo que os espera…
Sus aterrorizados interlocutores, después de haber presenciado lo que sucedió en las Bacanales, no tienen el menor deseo de enfrentar la ira del nuevo favorito del emperador.
Y le hacen elocuentes muestras de fidelidad y jurandole que acelerarán todos los trabajos…
Nerón declaró:
– Volveré en triunfo y quiero estar alojado como un hombre… Disfrutad mi satisfacción o mi ira. Vosotros elegís….
Los ingenieros le aseguraron que el proyecto estaría listo lo más pronto posible.
Y mientras el César se embarcaba en su soñada gira artística, las construcciones de los proyectos imperiales, ocuparon prioridad sobre todas las agendas del gobierno.
Los arquitectos extendieron su casa desde el Palatino hasta el Esquilino, donde había estado la Domus Transitoria que había sido destruida por el fuego.
Y a este edificio le llamó Domus Áurea, de cuya extensión y magnificencia bastará decir que en el vestíbulo se veía una estatua colosal de Nerón, de cuarenta metros de alto. Estaba rodeada por pórticos de tres filas de columnas y mil pasos de longitud.
Que había en ella un lago imitando el mar, rodeado de edificios que aparentaban ser una gran ciudad. Y que se veían explanadas, campos de trigo, viñedos, bosques poblados por multitud de rebaños y fieras.
El interior era dorado por todas partes y estaba adornado con pedrería, nácar y perlas. El techo de los comedores estaba decorado con tablillas de marfil movibles, que dejaban escapar por algunas aberturas perfumes y flores.
De estas salas, la más hermosa era redonda y giraba día y noche, imitando el movimiento circular del mundo.
Los baños estaban alimentados por las aguas del mar y las de Albula.
La semana siguiente, el barco imperial surcaba las aguas del mar Mediterráneo llevando entre sus maderos el dolor, los sueños, las alegrías y las esperanzas de muchos hombres…
Maximiliano comprende ahora totalmente a Marco Aurelio en todas sus reacciones y se siente atrapado en una trampa mortal.
Con los nuevos conocimientos adquiridos, sufre mucho al comprender la ignominia de su vida pagana y sabe que no puede escapar de la corte de Nerón, más que cuando éste haga efectiva su sentencia de muerte.
Hasta ahora nadie ha descubierto su nueva condición de cristiano y tiene la certeza de que cuando suceda, le espera una suerte peor que la de los cristianos que viera en la última bacanal.
Pero Jesús lo fortalece en su ánimo, en todas sus oraciones; sobre todo con la armadura espiritual que le enseñara San Miguel Arcángel…
Por todo esto, Maximiliano decidió ya no jugar con su destino y se concentró solamente en los proyectos artísticos propios del emperador, haciendo caso omiso a las provocaciones de sus eternos enemigos…
Los Juegos Olímpicos
En el viaje artístico de Nerón a Grecia, su sueño largamente acariciado, el emperador llevó a su séquito especial de ‘aplaudidores’ pagados que le aseguran la embriaguez del aplauso y de la gloria.
Le encanta demostrar lo que considera su ‘talento divino’ y celebró todos los Juegos Helénicos en todas partes por donde va pasando.
Los Juegos Píticos, también llamados Délficos, eran competiciones atléticas y musicales celebradas en honor a Apolo, cuyo objetivo era conmemorar la victoria del dios sobre la serpiente Pitón.
Durante las primeras jornadas se vivía una recreación de la lucha entre el dios y Pitón.
Y una procesión de sacerdotes, theoroi y participantes, se dirigía hasta el altar de Apolo para celebrar una hecatombe.
El sacrificio ofrecido después era consumido en un banquete inaugural, en el que participaba todo el pueblo.
Templo de Zeus en Olimpia
En las competiciones atléticas. La mayoría de estos eventos eran similares a los de Olimpia.
Incluían carreras, lucha libre, boxeo, el pancracio y el pentatlón (lanzamiento de disco, jabalina, salto de longitud, lucha y carrera a pie).
Había carreras de caballos que incluían una modalidad para carros tirados por cuatro caballos y más tarde también por dos.
En el año 67 el emperador Nerón tomó parte en las pruebas musicales con composiciones propias.
Y naturalmente fue proclamado vencedor.
El drama y la prosa se incorporaron gracias a la visita de nuestro imperial competidor, pues Nerón participó activamente en todo y con ansia por ganar…
Según la mitología, Zeus señaló con un rayo el lugar donde debía ser honrado y la forma en que quería que esto se hiciera.
Allí se levantó un altar y una pira en la que se incineraban las ofrendas para el dios.
Por medio de una carrera se establecía qué atleta tenía el honor de encenderla y así se originaron los Juegos Olímpicos.
Los campeones olímpicos, gozaban de gran prestigio en la antigua Grecia. En sus ciudades natales se hacían bustos de ellos y se les componían poemas.
Cuando volvían vencedores se les recibía de modo triunfal, como a héroes con un desfile por las calles.
Llegaban a adquirir una dimensión casi divina y algunos incluso se convirtieron en personajes míticos, venerados después de muertos.
La mayoría competían desnudos, untados con aceite de oliva y depilados, como una manera de mostrar con orgullo su excelente forma física…
El esfuerzo era tanto que a veces los atletas dañaban su salud o llegaban a morir de agotamiento.
Aunque el deporte preferido era la competición quíntuple que constaba de lucha, carrera, lanzamiento de jabalina, salto de longitud y lanzamiento de disco.
También había carreras de carros y el deporte más violento de todos: el pancracio, mezcla de boxeo y lucha libre en el que todo estaba permitido excepto romper los dedos, sacar los ojos o morder.
El vencedor recibía una palma y una corona de laurel. Estas eran cortadas por el joven que representaba a Apolo en la ceremonia que recreaba su lucha con Pitón.
Estaba prohibido a los participantes el consumo de bebidas alcohólicas durante todo el tiempo de duración de los juegos…
También se prohibía la entrada a las mujeres, que solo podían acudir a las competiciones hípicas si eran propietarias de alguno de los animales.
Pero en esta ocasión se hizo una excepción a causa de la presencia de Popea Sabina, la divina augusta…
En cuanto Nerón desembarcó en Casíope, cantó delante del altar de Júpiter Casio y a partir de ese momento se presentó en todos los espectáculos y concursos.
Desde que era muy joven le apasionaron las carreras de caballos y aprendió a guiar carros tomando parte personalmente en los espectáculos de Roma, en el Circo Máximo.
Cuando llegó a Olimpia, en el hipódromo aprovechó la oportunidad para desplegar sus habilidades como auriga y condujo su carro de diez caballos con pasión…
Las infracciones eran severamente castigadas. Salir antes de tiempo significaba recibir latigazos por parte del mastigóforo o azotador, situado junto al juez…
Pero ahora con la visita de Nerón, se pasaron por alto casi todas las reglas y se reunieron en un mismo año todos los espectáculos ordinarios que se daban en épocas muy diferentes.
El emperador está tan orgulloso de su habilidad, que la mostró también en Acaya.
Las ciudades donde se celebraban concursos de música, le mandaron las coronas de los vencedores y tanto le gustó este homenaje, que los diputados que venían a presentárselas, no solamente eran los primeros en ser recibidos en las audiencias; sino que los admitía en sus comidas particulares.
Como algunos le rogaron que cantase en la mesa, prodigándole toda clase de elogios, exclamó: ‘Solamente los griegos saben escuchar y son dignos de mi voz.’
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
62.- LA ORGÍA INOLVIDABLE…
El emperador Tiberio, fue muy aficionado al dinero y difícilmente se le arrancaba. Con el tiempo, su avaricia le llevó a la rapiña y el lema que rigió su gobierno fue: ‘Que me odien con tal dé que me teman’.
Cuando comenzó su vida militar, antes de que fuera César, sus compañeros le conocieron por su afición al vino hasta tal grado, que los soldados le apodaron: ‘Biberius Caldus Mero’ (todas estas palabras aluden al vino de diversas maneras)
Su crueldad y su hipocresía eran tales, que cuando Augusto lo nombró su sucesor, las palabras que pronunció en su lecho de muerte, fueron: ‘Desgraciado pueblo romano que va a ser presa de tan lentas mandíbulas’
También era un hombre extremadamente lujurioso. En su retiro de Capri tenía una habitación destinada a sus desórdenes más secretos, guarnecida de lechos alrededor….
Y allí, un grupo elegido de jóvenes disolutos reunidos de todas partes y algunos que inventaron ‘monstruosos placeres’, a los que llamó ‘spintrias’(sus maestros de voluptuosidad)
Formaban entre sí una triple cadena y entrelazados de esta manera, se prostituían en su presencia para estimular sus lánguidos deseos; pues al final de su vida, solo era un anciano impotente.
Como gran adicto al sexo, en el palacio de Roma que se ha salvado del incendio, también tenía todo un sector destinado a lo mismo.
Además de esa habitación especial, hay diferentes salones arreglados especialmente para estos placeres, adornados con cuadros y bajorrelieves lascivos y llenos de libros de Elephanditis (Pornografía gráfica), para tener en la acción modelos que imitar.
Sus jardines han sido diseñados como bosques y selvas consagrados a Venus Afrodita y están decorados con grutas excavadas en la roca y en las cuales hay hermosas y artísticas estatuas que parecen casi vivas.
En las cuales se ven jóvenes de ambos sexos, mezclados en actitudes voluptuosas y posiciones obscenas y sugerentes, con trajes de ninfas y faunos.
Hay también un baño con una piscina especialmente diseñada, en la cual enseñó a niños de tierna edad a los que llamaba sus ‘pececillos’ a que jueguen entre sus piernas, excitándole con la lengua y con los dientes.
Y a los más grandecitos que estaban en lactancia aún, les ofrecía los genitales para que le diesen el género de placer al que sus tendencias y su edad le inclinaban de una manera especial.
Recibió un legado de uno de sus amigos que le daba a elegir entre un cuadro de Parrasio en el que Atalante prostituye su boca a Meleagro o un millón de sestercios…
Tiberio prefirió el cuadro y lo colocó como un objeto sagrado en su alcoba…
Y este cuadro adorna ahora el salón principal de la casa de Tiberio en Roma, justo encima de donde se encuentra el triclinio imperial.
Aminio Rebio y Vitelio en su infancia, fueron ‘pececillos’ de Tiberio y desde su juventud, han sido marcados con el afrentoso nombre de ‘Spintria’.
Y por su gran experiencia en estos oficios, Vitelio ahora es el intendente de placeres de Nerón…
Aminio Rebio, Faonte el liberto del César y dos enviados de Tigelino; fueron a las cárceles para elegir doncellas y jóvenes cristianos… Para recreación del César y de sus invitados…
La fiesta en el palacio de Tiberio en el Esquilino, está en todo su apogeo…
Cientos de lámparas brillan sobre las mesas y penden de las murallas.
Los acordes de la música, invaden el ambiente.
El aroma de las flores y los perfumes de Arabia, son aspirados con deleite por los invitados lujosamente ataviados y que reclinados en sus triclinios, disfrutan de los deliciosos manjares y los exquisitos vinos que aumentan la euforia general.
Y las rosas siguen cayendo…
Nerón está muy contento…
Y Popea regia y magnífica, luce su belleza con una sonrisa congelada que no llega a sus ojos, ni ilumina la expresión sombría que encubre su dolor, después del asesinato de su hijo Rufio Crispino.
Nerón ya cantó su Troyada y una atronadora tempestad de aplausos y aclamaciones le alimentan su insaciable vanidad de artista.
Algunos que levantaron sus manos como enajenados por su prodigioso talento, le han dejado sumamente satisfecho.
De vez en cuando mira con una sonrisa de maligna crueldad a Marco Aurelio y a Petronio, a los que tiene como invitados de honor, muy cerca de él…
Petronio, ingenioso y elegante como siempre, hizo destellar su inteligencia y exquisita agudeza a lo largo del banquete…
Sacando a Marco Aurelio de varias sutilezas engañosas por parte de los demás augustanos…
Y luchando él mismo en aquellas arenas movedizas que son las intrigas de la corte imperial, saliendo adelante con donaire y su gallardía habitual.
Marco Aurelio está tranquilo y se porta tan distinguido como su tío, con una innata elegancia y sobriedad en todos sus ademanes.
Popea mira disimuladamente a Marco Aurelio…
Pues que lo único que la alienta en este banquete, es la alegría anticipada de su venganza sobre el tribuno.
Se siente un poco mareada por el vino y el humo del incienso.
Finge que disfruta de los espectáculos que han sido preparados para la fiesta…
Nuevamente se da lectura a versos y se escuchan diálogos en los cuales la extravagancia, ocupa el lugar del ingenio.
Después Paris el célebre mimo, hace una representación magistral en lo que parecen escenas llenas de encantamiento.
Pues con los movimientos de sus manos y del cuerpo, tiene una increíble habilidad para expresar cosas que parecen imposibles de hacer patentes en una danza…
Sus manos parecen oscurecer el aire creando una nube animada, sugerente, voluptuosa, que circunda las formas de una doncella agitada por un inefable desmayo…
Es una verdadera pintura, no una danza…
Una pintura expresiva en la que se revelan los secretos del amor, embelesante a la par que impúdico.
Y al finalizar da principio una danza báquica, llena de gritos desenfrenados y licenciosos desbordes.
Acompañados del son de cítaras, tambores, laúdes y címbalos, en una música incitante a dar rienda suelta a la pasión.
Marco Aurelio mantiene en todo momento una actitud tranquila, digna y un tanto seria.
Su carácter reservado y su calma intrigan a todos los augustanos, pero especialmente al César y a Popea…
Tanto Marco Aurelio como Petronio participan del banquete y beben vino, pero sin perder la sobriedad.
Se mantienen sonrientes y ecuánimes.
Entrada la noche Faonte, el liberto del César se acercó y murmura unas palabras a su oído.
El César hace un gesto de asentimiento…
Están en el salón que Nerón llama su ‘Paraíso de deleites’ y que forma parte del sector de la casa de Tiberio que fue construida para sus placeres.
Los esclavos siguen trayendo más viandas y licores que sirven en la espléndida vajilla ribeteada en oro y las ricas copas artísticamente diseñadas y decoradas con escenas voluptuosas y acordes a la ocasión.
Los manjares y las bebidas han sido especialmente preparados con afrodisíacos.
Entonces Tigelino se acercó a Nerón y a Popea, diciéndoles algo en voz tan baja que…
Petronio que está al lado del César, lo único que pudo captar fue la respuesta del emperador:
– No importa. Aún nos queda el Circo. Entonces será un espectáculo digno de la multitud.
Lo que Tigelino les ha comunicado, es que por la enfermedad de Alexandra, no ha sido posible sacarla de la prisión y no participará de la fiesta de esa noche.
Popea no logró ocultar su desencanto y su frustración.
Después de un tiempo prudencial le solicitó a Nerón permiso para retirarse, pues se siente indispuesta.
Y no pudo evitar mirar al tribuno con rencoroso desprecio y a Petronio con una ominosa mirada, que acompañó con su eterna y congelada sonrisa.
El César se levantó para escoltar a Popea que se despidió de los presentes y a los que Nerón les dice que regresará pronto.
Y efectivamente, un poco más tarde volvió al salón, para disfrutar de la sorpresa preparada por Vitelio.
Entre los asistentes al banquete está el joven Aulo Plaucio, un hombre lleno de belleza y gallardía que es amante de Nerón y que tiene una gran voz de barítono.
Nerón había dicho siempre y le ha hecho creer que lo ama y que lo nombrará su heredero al trono del imperio.
En todos los banquetes, después que Popea se retira; él hace las delicias del emperador.
Entre los acordes de la música, el aroma del incienso y las bromas con que el César está demostrando su gran satisfacción en esta noche en particular…
Nadie se percata de la señal que Tigelino le hace a Nerón.
Enseguida éste llamó a Faonte, a Doríforo y a Aulo Plaucio.
Cuando llegaron ante él, ordenó a los libertos que lo sujetaran y ante la sorpresa general; éstos lo tiraron sobre el lecho imperial y lo inmovilizaron…
Mientras el César, haciendo derroche de violencia, lo violó.
Después de esta infamia, Nerón se levantó como si nada hubiera sucedido…
Y declaró:
– Que mi madre bese ahora a mi sucesor.
A continuación, lo acusó de conspiración y ordenó que lo torturaran.
Recomendando que los verdugos lo hieran de manera que se sienta morir y que su muerte sea lenta en el suplicio.
Y luego, envanecido por hacer todo siempre impunemente, se volvió hacia Petronio, lo miró con crueldad y advertencia…
Y dijo con displicencia:
– Ningún Príncipe ha sabido cuanto puede hacerse desde el poder.
Enseguida miró a Vitelio, agregando:
– Veamos querido amigo, lo que has preparado para nuestro deleite.
Después de que los libertos se llevaron a Aulo Plaucio, que se había desmayado de terror.
Vitelio se levantó, hizo una reverencia a Nerón y se acercó a Aminio Rebio, que a su vez descorrió una cortina casi transparente que había en un extremo del salón.
Detrás de ella, está un grupo de varones y doncellas que evidentemente han presenciado todo lo sucedido.
Y todo esto fue hecho a propósito, para quebrantarles el espíritu…
Y mostrarles lo que les espera, al que tenga la osadía de no someterse.
Tigelino les da una orden y ellos avanzan formando una larga fila de un extremo a otro del enorme salón.
Para que el emperador y sus invitados, puedan verlos y examinarlos bien a todos.
Son veinticuatro mujeres y veintidós hombres, cuyas edades oscilan entre los quince y los veinticinco años.
Todos están totalmente desnudos y llevan una corona de rosas en la cabeza.
Han quedado de pie, frente al César y sus convidados.
Lo más sorprendente es que mantienen una dignidad majestuosa…
A pesar de la humillación que debe significarles el no llevar ninguna prenda de vestir que los cubra…
Marco Aurelio reconoció a varios y sintió una gran opresión.
Cuando vio a Margarita, la hermana de Alexandra, un profundo dolor se le clavó en el pecho.
Inclinando la cabeza, cerró los ojos y oró…
Petronio permaneció imperturbable. Conoce a Nerón.
Y con su elegancia característica, ni un solo músculo de su rostro, delató sus verdaderos pensamientos y sentimientos…
Séneca, movió la cabeza casi imperceptiblemente y la inclinó para esconder la expresión de su rostro…
Trhaseas frunció el entrecejo y una fugaz sombra de desaprobación nubló su semblante. Y se sumió en sus reflexiones…
Lucano pareció sorprenderse, pero asumió su actitud de siempre.
Plinio solo miró, pero no demostró nada.
Marcial levantó una ceja y no manifestó lo que pensaba. Mantuvo una actitud expectante…
Todos los demás miraron a los jóvenes con una mezcla de admiración, curiosidad morbosa, intensa avidez, lujuria y lascivia.
Nerón los observó atenta y detenidamente a cada uno de ellos…
Y con una sonrisa, dirigió una mirada de aprobación a Vitelio, Tigelino y Aminio Rebio, que han esperado expectantes su dictamen.
Ellos los seleccionaron.
Y están seguros de que ni siquiera el exigente y perfeccionista Petronio, podrá poner una sola objeción a aquel estupendo grupo de jóvenes…
Que son una muestra excelente de juventud y belleza:
Cuerpos y rostros perfectos. Portes regios y de gran dignidad, sin llegar a la altivez.
Esta promete ser una gran orgía y una noche de placeres incomparables…
Vitelio le prometió que ha preparado con ellos una serie de fantasiosas representaciones, en las cuales él podrá elegir a los que más le agraden, para su placer personal.
Están por gustar de un deleite nuevo y bastante raro… Porque a pesar de su edad, todos son vírgenes…
Lo único que molestó a Nerón y mucho; fue que ninguno al mirarlos él a la cara, bajase la mirada, ni el rostro.
No fueron retadores ni altivos.
Sólo le miraron ellos a su vez con tranquilidad y sin hacer ninguna inclinación. Sin el menor rastro de temor o servilismo.
Sin ninguna turbación o nerviosismo.
¡Y nadie le hizo una reverencia!
Y esto último, lo consideró un gran insulto a su megalomanía.
Petronio también notó esto.
Y conociendo al César, aumentó su admiración y su respeto por los cristianos.
Y también su preocupación por lo que sucedería a continuación…
Nerón dio la espalda a sus prisioneros y por unos instantes permaneció así.
Su rostro regordete toma una expresión concentrada y terrible…
Mientras parece reflexionar, con su mano izquierda se toca su corona de laurel.
Y tomando la orla de su manto cuajado de estrellas de oro y perlas, con un ademán regio lo levantó con su mano derecha y dándose vuelta, lo soltó hacia atrás.
Enseguida, miró a los jóvenes cristianos. Caminó lentamente frente a ellos…
Los fue recorriendo uno a uno con lentitud y una expresión maligna y cruel en sus ojos azules, que hizo estremecer a quienes lo conocen muy bien.
Luego dijo con voz muy pausada:
– Estas hermosas cabezas, caerán en cuanto yo lo ordene.
Sorpresivamente, una voz muy serena y varonil, respondió:
– El poder que Dios te ha concedido tiene un límite.
Nerón se volvió con rapidez, buscando entre los hombres al que habló…
Y que al parecer NO está enterado de que a nadie le está permitido hablar, a menos que el emperador lo haya interrogado primero.
Y con una voz contenida y terrible, preguntó:
– ¿Quién dijo eso?
Da un paso al frente un joven que hubiera podido ser el modelo con el cual Miguel Ángel esculpió su ‘David’ y…
Que con su armoniosa voz, confirmó:
– Yo…
Y ante la mirada interrogante del César, agregó:
– Mi nombre es Oliver y soy cristiano.
Cierto es que tienes poder sobre nosotros.
Eres nuestro emperador y como a tal te respetamos.
Pero no puedes ir más allá de lo que te ha sido concedido.
A tu pesar, también tú obedeces los Designios misteriosos del Dios Único y Verdadero.
Nerón amenazó con voz glacial:
– Puedo hacer contigo lo que acabo de hacer con Aulo Plaucio.
Inesperadamente, una voz dulce entre las vírgenes, se elevó con impresionante firmeza…
Y dijo:
– ¡NO! Porque somos Templos vivos del Dios Único y Verdadero. Y NO puedes profanarlos a tu placer.
Nerón se volteó rápidamente, para conocer a la que se ha atrevido a hablarle de ese modo.
Y vio a la más jovencita entre las doncellas que están ahí.
– ¿Quién eres tú? –preguntó con un tono vibrante de ira.
Ella se irguió aún más.
Y su voz continuó tranquila declarando:
– Fátima. Soy cristiana. Y te repito: Somos Templos Vivos del Espíritu Santo.
Y estamos aquí, NO PARA TU DELEITE, sino para dar testimonio del Dios Altísimo.
Nerón la fulmina con la mirada, antes de decir con voz escalofriante:
– ¿Sabes que puedo enviarte para que te deshonren los gladiadores y se diviertan contigo hasta que se cansen?…
Otra voz dulce y femenina lo interrumpió:
– Puedes. Claro que puedes ¡Si Dios te lo permite!…
Y sin que nadie se lo ordenase, da un paso al frente identificándose:
– Soy Margarita y soy cristiana…
Y tú eres esclavo del amo al que perteneces: Satanás.
Y es él a través de ti, el que verdaderamente nos quiere destruir.
Tú solamente eres su miserable instrumento…
La joven virgen se yergue imponente y mira severamente a Nerón…
Su actitud es tan digna que parece una Reyna más majestuosa que la misma Popea.
Y tan solemne que parece una diosa, pues irradia la misma Presencia que un día dejara pasmado a Marco Aurelio…
Cuando Alexandra dijo que el herido permaneciera entre los cristianos…
Petronio la admira literalmente con la boca abierta…
Todos están paralizados por el asombro, pues nadie le ha censurado jamás nada al emperador y esta actitud es inaudita…
Esta virgen bellísima parece una deidad airada y sus palabras manifiestan su severidad implacable…
Trhaseas se cubre la boca tratando de cubrir la exclamación que se le escapa admirado:
– ¡Athena Parthenos!
Definitivamente las cosas para el César, no están resultando como las esperaba…
Entonces dijo con tono lastimero:
– ¿Qué clase de religión impera en vosotros que os hace hablar así? Soy tu emperador.
El tono grave de otra voz masculina, rasga el aire:
– ¿Acaso ignoras que no hay religión si es violenta y oprime a los que no quieren?
Da un paso al frente mientras agrega:
– Soy Sergio y soy cristiano.
Nerón exclama con desprecio:
– ¡Cristiano! ¿Cómo se llama tu Dios?
– El Altísimo Señor del Universo: Yeové, el Padre Eterno. Jesucristo su Hijo y el Espíritu Santo.
Nerón pregunta perplejo:
– ¿Son tres dioses?
Otra voz masculina le responde:
– NO.
Y el que habló dio un paso al frente mientras continua:
– Son Tres Personas Distintas y un solo Dios Verdadero.
Todopoderoso. Creador, Dueño y Señor de todo el Universo.
Los que le adoramos somos cristianos. Mi nombre es Joshua.
Nerón suelta una carcajada y se burla:
– ¡Todopoderoso!
Y con gran sarcasmo agrega:
– ¿No es acaso ese hebreo que fue crucificado con los malhechores en el principado de Tiberio y murió en la Palestina?
Una joven que todavía no cumple los 18 años, se adelanta y proclama:
– Sí. Murió en la Cruz para salvarnos. Su nombre es Jesús.
Dios lo resucitó y Reina Glorioso desde el Cielo. Y Gobierna todo el Universo y el mundo espiritual e invisible.
Agrega con voz muy dulce, identificándose:
– Mi nombre es Jade y soy cristiana.
El César la mira fijamente por un momento demasiado largo…
Enseguida se dibuja en su rostro una sonrisa escalofriante y pregunta suavemente:
– Si es como dices. ¿Por qué ha dejado que cayerais en mis manos?
En este momento yo soy vuestro dios.
Y os enseñaré a comportaros ante vuestro emperador.
Yo voy a demostraros cuál es el verdadero poder. –Estas palabras las declara Nerón con el rostro oscurecido por una expresión despiadada e inhumana.
En el silencio que sigue, solo se oye el chisporroteo de las lámparas de aceite…
porque hasta los músicos se han quedado paralizados, viendo el contraste total entre la cara de los aterrorizados comensales…
Y el semblante tranquilo de todos los jóvenes.
Después de un momento se oye como una campana, otra voz resonante y firmemente armoniosa:
– Mi nombre es Daniel y soy cristiano.
¡Y te aclaro que NO haremos lo que esperas de nosotros, según lo que estamos concluyendo!– Dice mientras recorre con una mirada significativa…
Las pinturas y las estatuas que adornan el salón.
Y finaliza con tono solemne, como si fuera un maestro, ante un alumno díscolo:
– En este lugar al que nos has traído…
Nerón lo mira colérico…
Sin decir una sola palabra, va hacia su pretoriano más próximo y le saca la espada de su vaina.
Con gesto feroz mira al que habló al último y camina hacia él…
Mientras sentencia airado e implacable:
– ¡Doblegaré tu locura!
El joven lo mira impasible y declara:
– Puedes aplicarme las torturas más crueles, pero NO me perjudicarás.
Tú en cambio, estás preparando tu alma, para tormentos eternos.
Y los que me inflijas serán dulces, comparados con los que te esperan a ti.
Y te los infligirá el que ahora te induce a atormentarnos.
Nerón se acerca furioso y lo atraviesa con la espada de tal forma…
Que la punta de la misma sale por la espalda del infortunado, goteando sangre…
Cuando la saca con un movimiento violento; la espada ensangrentada salpica sus vestiduras de color amatista y antes de que pueda decir nada…
La voz del joven que está al lado del que ha sido herido, se oye con acento triunfal:
– Yo soy Iván y también soy cristiano…
Y debes saber que los que temen a Dios, no pueden ser perjudicados, ni doblegados por los tormentos.
Los suplicios resultan ser sus ganancias para la Vida Eterna, porque todo lo sufren por Cristo.
Es el mayor de todos.
Un joven como de unos veinticinco años. De rubios cabellos oscuros y ensortijados. Y con unos bellos ojos verdes como el mar.
– ¡¡¡Aaaahhh!!!
Esta exclamación de sorpresa y admiración, que brota de todas las gargantas, impide una respuesta al insolente.
Nerón voltea y se queda mudo y boquiabierto…
El joven que acaba de herir en forma tan atroz, en lugar de derrumbarse, se ha erguido aún más.
Y su herida ha sanado instantáneamente de forma impresionante, ante los ojos de todos los asistentes a este drama tan singular…
El César está impactado, pero su ferocidad es más fuerte y su crueldad prevaleció.
Dirige una mirada significativa hacia Aminio Rebio: hombre infame, afeminado y cruel.
Y éste se acerca al insolente, obedeciendo la orden silenciosa del emperador…
Con su mano derecha acaricia con lascivia, el cuerpo perfecto de Iván…
Y éste le dice con tono tranquilo:
– No lo hagas. ¡Detente o lo lamentarás!…El Ángel del Señor está conmigo y no te permitirá lo que pretendes…
Aminio Rebio no lo escucha y mucho menos le hace caso.
Excitado por la lujuria ante la hermosura llena de gallardía de aquel cuerpo perfecto y musculoso…
Lo manosea con sumo deleite, lleno de lascivia…
Pero de repente se aparta como si hubiese sido herido por un rayo.
Y grita con inmenso dolor:
– ¡No veo! ¡No veo! El ángel me ha herido en los ojos y no puedo ver nada.
¡Piedad! ¡Piedad! –y se hace para atrás trastabillando, como hacen los ciegos cuando no tienen quién los guié.
Fátima grita con júbilo:
– ¡Dios resguarda su santuario! Y ¡Ay de vosotros que pretendéis profanarlo!…
Todos los que antes los miraran con lujuria, han perdido la avidez y ven cómo se está arruinando su grandioso festín sexual…
Nerón está estupefacto y aterrado…
Pero arrebatado por la ira como si fuera una fiera herida.
Ordena a sus libertos que los cristianos sean conducidos a la tortura y que los verdugos desplieguen contra ellos toda su violencia…
Concluye diciendo:
– Yo mismo supervisaré los tormentos. ¡Llévenselos!
Y volviéndose a los invitados del frustrado banquete, les dice:
– ¡Vamos! La fiesta apenas comienza…
Todos lo miran pasmados, entre admirados y aterrorizados…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
45.- EL CONTENDIENTE…
Primer Encuentro de Petronio con los cristianos…
La primera parte de las Catacumbas ha sido concluida. Para consagrarlas, en la capilla principal, Pedro ha oficiado la Primera Misa con dos motivos: la sepultura de Celina que ha sido la primera en ser depositada en este sacro lugar y la consagración de un gran número de obispos y sacerdotes.
Después de la solemne ceremonia, todos se dirigen a la Puerta del Cielo, donde el médico y evangelista Lucano se encarga de las cartas con los nombramientos y el envío de los nuevos prelados, a todos los puntos del imperio.
Para preparar a los obispos a la inminente Persecución que nadie sabe cómo, ni cuándo empezará; pero para la que hay que estar listos, Pedro les dice:
“Mi Señor Jesucristo dijo: “Las Puertas del Infierno no prevalecerán contra Ella.” Nosotros debemos ser prudentes y tomar todas las providencias necesarias para que la Iglesia sobreviva y que siempre estén listos los sucesores, conforme se vayan necesitando.
Siempre debe haber pastores que reúnan a las ovejas dispersas y heridas, por la furia huracanada de Satanás.
Pero Dios es fiel a sus promesas. Y aunque ríos de sangre corran, siempre habrá un alma consagrada que mantenga el altar de un corazón encendido, en el Verdadero Culto al Santísimo.
Porque el día que ya no pueda celebrarse el Sacrificio Perpetuo. ¡Ay del Mundo y de los hombres!
Recuerden todos que Dios NO nos abandonará, si nosotros no le abandonamos a ÉL. El secreto está en el Amor de Fusión y de Coparticipación.”
Y Pedro los bendice antes de retirarse a sus habitaciones para orar.
Gruesas lágrimas corren por sus mejillas, cuando eleva sus brazos implorando la ayuda divina, para cargar el peso de la Cruz.
Los cabellos blancos caen sobre el rostro del Pontífice, cuando de rodillas y con el rostro inclinado, ora con fervor por horas y horas. Cuando finalmente se levanta, sus mejillas siguen húmedas por el llanto; pero hay en su rostro la mirada serena y llena de esperanza, que da el haber recibido respuesta a sus plegarias y la fortaleza necesaria para cumplirla Gran Misión que pesa sobre sus hombros.
Su cara irradia majestad y dulzura.
Y piensa:
‘Si Dios está con nosotros. ¿Quién contra nosotros?’
Y sonríe. Una resolución llena de valor y de Fe… Es la sonrisa del capitán que toma con firmeza el timón de un barco, en medio de la borrasca; pero que sabe perfectamente hacia donde debe dirigirse. Sin dudas, ni vacilaciones.
La luz de un faro se abre paso en medio de la Oscuridad. Él sabe dónde está el puerto y también cómo llegar a él.
Pedro sale de su Oración revitalizado y con suave firmeza, sigue dirigiendo el destino de la Iglesia. Y girando las instrucciones necesarias de acuerdo a los sucesos, que se van presentando.
El Pastor debe trasmitir la confianza a las ovejas. Cristo, el Cordero y el Pastor, es el que está llevando a su Esposa Santa, hacia Él. Dios la va a recibir, revirginizada con el Martirio…
Jesús es el que dirige. La madre Santísima, la que protege.
El Adversario deberá volver a tragarse su derrota. Satanás será vencido, una vez más.
¿Cómo?
Los mártires se lo demostrarán…
Lo importante es caminar con el corazón henchido de Fe y de Amor, confiados totalmente en Dios y abandonados en su Voluntad, y la victoria está asegurada. Por lo único que se debe implorar es por la perseverancia y Dios se encarga de lo demás…
Pedro lo sabe y en eso está su seguridad.
Siente un inmenso dolor por haber perdido a Celina, ‘su perla romana’. Aunque tal vez esta primicia que ahora descansa en las Catacumbas, es el inicio de la masacre que sabe que viene del Palatino…
Pero Celina ya descansa en Dios. Jesús no permitió que su virgen fuese profanada.
Pedro sonríe en medio de su tristeza. Celina ya está en la Patria Celestial. Los que necesitan ayuda, son los peregrinos en esta Tierra…
Mientras tanto, en Anzio…
Una mañana después de un banquete, Nerón decidió dar el día libre a sus augustanos, para llevarse a Popea a un paseo en barco.
Petronio prefirió ir a su villa e invitó a algunos de sus amigos y a todo el séquito que lo acompañaba.
Se sentaron en la terraza, desde donde se puede admirar el mar. Mientras se deleitan con un refrigerio, aspiran el aroma de la brisa marina y oyen el rumor de las olas que rompen en la playa.
Decidió que era el momento de probar quienes eran los cristianos y conocer de cerca su fraudulenta verdad, pues aun resiente mucho en su corazón el cambio que alejó de sí, tan completamente a Marco Aurelio; al grado de convertirlo en un desconocido.
También quiso burlarse un poco de su fanatismo y buscar de donde asirse, para recuperar al sobrino que quiere como a un hijo.
Todos los dioses que conoce tienen fallas y quiere ver cuál es el punto débil de este Dios Desconocido que ha enajenado a Marco Aurelio; para partir de allí y disputarle su preponderancia.
Está plenamente convencido de que los fanatismos son nefastos y pueden arruinar la vida de cualquier hombre… Y por lo poco que ha averiguado, el cristianismo está lleno de superstición y eso le tiene muy preocupado…
Después de un buen rato de indagar con mucha astucia, haciendo preguntas a todos los invitados de Marco Aurelio y según las respuestas obtenidas, decidió debatir sus opiniones…
Petronio como siempre, hizo sus comentarios como en broma y en tono zumbón.
Y su conclusión fue:
– Ningún Dios en su sano juicio se haría un hombre mortal.
Entonces el obispo Ethan, replicó:
– ¿Cómo puedes negar tú sabio Petronio, que Cristo existió y se levantó de entre los muertos, si ni siquiera lo has comprobado? Nosotros somos testigos y predicamos a un Dios Vivo y Resucitado.
Pedro y Juan lo conocieron en vida. Pablo lo reconoció en el Camino a Damasco y Lucano el Médico, en Antioquia. Yo, cuando me convertí. Demuestra con tu sabiduría, que somos unos impostores y entonces podrás rechazar nuestro testimonio.
Petronio contestó:
– No tengo la menor intención de negar nada, porque sé que hay muchos casos incomprensibles, sostenidos y comprobados por gentes fidedignas. Pero una cosa es el descubrimiento de un nuevo Dios extranjero y otra muy diferente, la aceptación de su doctrina.
– Primero hay que conocer antes de rechazar. Eso es lo más lógico, ¿No crees?
– No tengo el menor deseo de adquirir ningún nuevo conocimiento que venga a trastornar la vida y a distorsionar su belleza. A mí no me importa si nuestros dioses existen o no. Son hermosos… Su imperio es amable y cómodo… Y vivimos sin afanes, disfrutando de los deleites de la vida. Yo no quiero cambiar eso.
Ethan replicó:
– Tú rechazas una Religión de Amor, de Justicia, de Perdón; atento solo a los deleites de la existencia. Más piensa Petronio, ¿Se halla en realidad tu vida exenta de ansiedades? Mira… Ni tú ni nadie entre los más ricos y poderosos, sabe si al entregarse al sueño por la noche, a la mañana siguiente al despertar, no le aguarda una sentencia de muerte. Y dime entonces ¿Qué es la felicidad de un día? ¿Qué os espera después de la muerte?
– Yo pienso que después de la tumba hay solo silencio. La vida es muy corta para desperdiciarla en filosofías improbables…
– Lo que te estoy proponiendo NO es sólo una filosofia improbable… Mi Señor está Vivo y puedo comprobártelo ahorita mismo…
Petronio se alarmó y exclamó:
– No me interesa conocer, ni comprobar nada… Estoy muy feliz como vivo y no voy a cambiar nada. Por más persuasivo que tú te comportes… Hay cosas que no acepto.
– El Mensaje de Salvación no se impone. Dios que te amó tanto para crearte, no te obliga a aceptarlo. Desea tu amor, no tu sometimiento.
– Qué bueno que lo comprendes. No me interesa conocer ninguna nueva religión… Yo solo admito lo que es tangible a mi experiencia. Y lo sobrenatural no es mi debilidad… Así que te agradeceré que no insistas…
– Te sientes alarmado de que mi Religión te haga perder tus goces. Tú estás satisfecho de tu suerte, porque eres opulento, poderoso y vives en la molicie.
Petronio respondió sin disimular su molestia:
– Veo que eres un hombre noble y de ilustre linaje. Y me sorprende que todo eso te haya dejado de importar…
– Alguna vez fui y pensé como tú. Aunque yo no fui cercano al círculo del César, conozco la fuerza que da el tener inmensas riquezas y nacer en una familia nobilísima y poderosa. Pero también conozco el vacío y el hastío de los placeres amargos y efímeros.
Por primera vez en su vida, Petronio se ha quedado sin palabras…
Ethan continuó:
– Tú también tienes un ilustre linaje. Y te sientes orgulloso de ser descendiente de nobles y antiguos quirites. De ser rico. De rodearte de cosas bellas y placenteras. Pero contéstame con la verdad: ¿Qué sientes al observar a tu alrededor, la atmósfera que te envuelve? ¡Cuánta abyección! ¡Cuánta infamia! ¡Qué indigno tráfico de dignidad y de fidelidad!… Y… ¿En qué, de lo que te rodea puedes confiar en realidad?
Petronio no está dispuesto a abrir su corazón a un desconocido que está viendo en lo más íntimo de su ser como si hubiese penetrado en él y su silencio se hizo más hermético todavía…
¡Pero lo más extraordinario es que parece que su indiscutible ingenio se hubiese apagado y esta es una sensación nueva para él!… ¡Y muy desagradable, por cierto!…
Ethan prosiguió implacable:
– Eres rico… ¿Y si mañana recibes la orden de renunciar a tus riquezas o te las confisca el capricho del emperador? Eres joven… Con la ruindad que conoces plenamente en los que te rodean, ¿Estás seguro que vivirás mañana?… Eres poderoso junto al César… ¿Estás seguro que su favor lo tendrás siempre? Amas… y la traición te asecha. Estás enamorado de tus mansiones y de tus posesiones; tus tesoros, tus estatuas y tus obras de arte… ¿Y qué harás si recibes una orden de destierro a la Isla Pandataria, como le sucedió a Octavia?
Petronio tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no delatarse en el profundo asombro que le invadió al ver sus más íntimos temores reflejados en las palabras del Obispo cristiano…
¡Y sintió miedo!… ¿Cómo sabe éste hombre cosas que él ni siquiera a si mismo se ha atrevido a reconocer en su interior?…
Ethan le mira de una forma… que le es imposible definir… Es como si NO FUERA UN HOMBRE IGUAL A ÉL, el que lo mirara… Irradia una extraña Presencia que ni siquiera es capaz de comprender y ya ni siquiera el deseo de desenmascararlo y burlarse un poco lo motiva…
Es una sensación pasmosa verse desnudado en su alma, sin poder replicar absolutamente nada…
El Obispo prosigue:
– Todo el mundo tiembla delante de vosotros y simultáneamente tembláis entre ustedes; unos con otros, porque de nada estáis seguros. Dices que nuestra religión destruye la vida. Y es al contrario, la engrandece. Porque nuestra Fe y nuestra confianza no están puestas en lo efímero y pasajero; en el espejismo de esta vida material.
Nosotros vivimos lo espiritual y esperamos lo eterno: una vida verdadera, llena de gozo y de amor. Sin traiciones, ni mentiras. Estoy seguro de que si te tomaras la molestia de conocer nuestra Doctrina, serías mucho más dichoso y te deleitarías con la verdadera sabiduría. Pues una inteligencia como la tuya sabe que cuando se conoce lo excelente, es imposible conformarse con menos. ¿O no es así?
Petronio sintió una sacudida en su interior y una extraña alarma. Por primera vez en su vida, decidió huir…
Y fingiendo que lo acomete un bostezo, dijo:
– Esto no es para mí. Yo prefiero mil veces, la compañía de una mujer tan hermosa como mi Aurora. Tu Dios NO me interesa. -y con un súbito arranque de sinceridad, agregó- Es más… No quiero luchar contigo en ese palenque.
Ethan sonrió…
Y con modales tan elegantes y distinguidos como los de Petronio tomó su copa, dio un sorbo a su vino…
Y mirándolo fijamente, dijo:
– Podemos invocarlo y Él vendrá. ¿Acaso tienes miedo de que yo te lo presente? Sabes que tengo razón…
– No soy un cobarde. Simplemente NO acepto lo que me dices…
– Ahora… Pero tú momento llegará…
Jamás en toda su vida, Petronio se había sentido tan vulnerable y tan angustiado…
Y para su buena fortuna, su amigo el poeta lo salvó….
Porque entonces Lucano inquirió:
– Puesto que ustedes viven bajo las leyes de Roma, deben amar a nuestro Príncipe.
El obispo Acacio, respondió:
– ¿Quién tiene más respeto y amor al emperador que los cristianos? Continuamente hacemos Oración por él. Para que alcance larga vida y gobierne con justo poder a los pueblos y goce de paz, durante su reinado.
También oramos por la salud de los soldados y por la conservación de todo el Orbe.
Petronio suspiró aliviado al ver que el debate cambió de protagonistas…
Plinio intervino:
– Te felicito. Pero para que el emperador conozca mejor tu homenaje, ofrécele un sacrificio en nuestra compañía.
Acacio respondió:
– Yo ruego a mi Dios Verdadero y Grande por la salud del emperador. Pero en cuanto al sacrificio, ni él nos lo puede exigir, ni nosotros ofrecérselo. ¿Quién se atrevería a hacer un sacrificio a un hombre?
Entonces Trhaseas preguntó:
– ¿A qué Dios le ofreces tu Oración, para que nosotros también le ofrezcamos sacrificios?
Acacio respondió mirándolo fijamente:
– Anhelo que conozcas lo que es de provecho. Y sobre todo, conozcas al verdadero Dios.
– Dime su Nombre.
– Padre Celestial: Yeové. Jesús y el Espíritu Santo.
– ¿Estos son nombres de dioses?
– Es la Santísima Trinidad. Ese es el Dios Verdadero y a Quién debemos temer.
– ¿Qué Dios es ese?
– Yeové. Adonaí el Altísimo. El que se sienta entre los Querubines y los Serafines.
– ¿Quiénes son esos?
– Son Ministros del Dios Altísimo y le asisten en su excelso Trono.
Plinio interviene con fastidio:
– Esta es una inútil disputa filosófica. Trhaseas no te dejes atrapar. Un Dios Invisible e intangible… ¡Bah! Más bien tú, -se dirige a Acacio- desdeña las cosas invisibles y reconoce a nuestros dioses que están delante de nuestros ojos. A ellos es a los que debes sacrificar.
Acacio replica:
– ¿Cuáles son los dioses a los que tú querrías que sacrifique?
Plinio contesta:
– A Apolo, nuestro salvador. Ahuyenta el hambre y la peste. El rige y conserva a todos.
– Ese Apolo. ¿Es el mismo al que ustedes tienen como intérprete del futuro? ¡Buen adivino resultó!… El infeliz corría loco de amor por Daphne, una muchachita, ignorando que iba a perder a su presa suspirada. Es evidente que no fue adivino, el que esto ignoraba. Ni dios, ya que se dejó burlar por una joven.
Y no fue ésta su única desgracia, ya que la suerte le deparó un golpe más cruel. Como estaba poseído por un torpe amor por los adolescentes, se prendó de la hermosura de Jacinto y se enamoró de él, como bien sabéis vosotros.
Pero ignorante del futuro, mató con un tiro de disco, a aquel a quién más deseaba que viviera. ¡Humm! Ese Apolo… ¿Es el mismo que fue jornalero de Neptuno y que guardó rebaños ajenos? ¿A ese quieres que yo sacrifique?
Ahora es Plinio el que tiene dificultades para contestar.
Y Acacio insiste:
– ¿O prefieres que sacrifique a Esculapio, que fue muerto por un rayo? ¿O a la adúltera Venus? ¿O a los demás Monstruos? ¿Habría de adorar a los que me avergüenzo de imitar? ¿A los que desprecio, a los que condeno, a los que aborrezco?
Si alguien quisiera ahora imitar sus ejemplos, no escaparía al severo castigo de las leyes romanas. ¿Cómo puede ser que adoren en los dioses, lo que castigarían en los hombres?
Plinio replica muy enojado:
– Al parecer, los cristianos vomitan mil injurias contra nuestros dioses.
Marcial interviene con tono conciliatorio:
– Para demostrar tu buena voluntad al emperador, vamos al Templo de Júpiter y Juno. Y celebremos juntos un grato banquete. Rindamos a las divinidades el culto que se les debe.
Acacio responde:
– ¿Cómo puedo sacrificar a alguien que como todos saben, está sepultado en Creta? ¿Acaso resucitó de entre los muertos?
– ¿Y acaso tu Dios sí resucitó?
– ¡Claro que sí! ¿Quieres conocerlo? ¡Te lo presento ahorita mismo!…
– ¡No desvaríes! Estamos hablando seriamente…
– No desvarío y estoy dispuesto a demostraros en este momento, el por qué mi Dios está Vivo!…
Plinio replica:
– A tu Dios, lo ejecutó Poncio Pilatos… ¡Estás diciendo disparates! Mejor respeta a los dioses y ofréceles una ofrenda de desagravio por todas las tonterías que estás afirmando.
– No son desvaríos. Es la Verdad y yo no ofrezco sacrificios a falsos ídolos.
Nadie responde y Plinio pregunta con severidad:
– Si hubiera una ley que te obligase a hacerlo y yo fuese el Procurador, ¿Qué harías?
– No puedes obligarme.
– Pero como Procurador tengo el Idus Gladius (Poder de vida y muerte) ¡O sacrificas o mueres!
– Tu amenaza se parece a la que dirigen los bandoleros de Dalmacia, maestros en el arte de robar. Se apostan en los desfiladeros y lugares escondidos. Están al asecho de los viandantes. Y apenas aparece un pobre viajero, lo conminan con este dilema: ‘¡O la bolsa o la vida!
Allí no admiten razones. La única razón es la fuerza que intimida. Tu ultimátum es similar, ya que quieres que yo cumpla una acción injusta o me amenazas con la muerte.
Plinio se toma muy en serio su supuesto papel de Procurador y replica más enojado todavía:
– Pero yo obedezco las leyes de Roma y hay un edicto que te obliga a obedecerme.
Acacio también contesta muy serio:
– Las leyes castigan al libertino, al adúltero, al ladrón, al corruptor sexual, al malhechor y al homicida. Si yo fuera reo de estos crímenes yo mismo me condenaría, sin aguardar tu sentencia. En cambio, si fuera condenado al suplicio por adorar al Dios Verdadero, no sería condenado por la ley, sino por la arbitrariedad del juez.
– Yo no te estoy juzgando. Pero como Procurador; si quiero, puedo obligarte. Si desprecias mi intimidación, puedes estar seguro del castigo.
– También a mí se me ha mandado no negar jamás a mi Dios. Si tú obedeces a un hombre frágil y de carne que muy pronto abandonará este mundo. Y como se sabe, será pasto de los gusanos. Con cuanta mayor razón yo debo obedecer a un Dios potentísimo, cuyo poder consolidó todo cuanto existe.
Él dijo: “Si alguno me niega delante de los hombres, Yo también lo negaré delante del Padre Celestial, cuando venga en mi Gloria y Poder, a juzgar a los vivos y a los muertos.”
Marcial interviene:
– Justamente lo que tanto deseaba saber, lo acabas de confesar ahorita: el error capital de tus creencias y la Ley de ustedes. Según dices: ¿Tiene Dios un Hijo?
Acacio contestó:
– Lo tiene.
– ¿Y quién es ese Hijo de Dios ?
– El Verbo de Gracia y de Verdad.
– ¿Es ese su Nombre?
– Su Nombre es Jesucristo.
– ¿Qué diosa lo concibió?
– Dios no engendró a su Hijo al modo humano, con una mujer. Sería absurdo que la Majestad Divina, pudiera tener contacto con una doncella. Dios formó a Adán con su mano derecha. Compuso con el barro los miembros de aquel primer hombre. Y después de haber completado toda la figura, le infundió el alma y el aliento de vida introduciéndole su Espíritu.
Pero el segundo Adán, el Hijo de Dios, el Verbo de la Verdad, procedió del Corazón de Dios. Por eso está escrito: ‘Mi Corazón produjo una Palabra Santa.’
– Luego Dios tiene cuerpo.
– ¡Claro que lo tiene! A nosotros nos creó a su Imagen y Semejanza. Nosotros veneramos su virtud y su Poder. Su Hijo tiene un Cuerpo Resucitado. Y con la sabiduría que es un don de Dios, aprendemos a conocerlo y a amarlo.
Plinio replica con desprecio:
– Solo eres un mago y maestro de este artificioso embuste.
Acacio contestó:
– Los cristianos, todo lo que tenemos lo recibimos de Dios y aborrecemos toda clase de arte mágica.
Plinio insistió:
– Ustedes son magos, porque han introducido no sé qué nueva modalidad religiosa.
– Nosotros despreciamos a esos dioses que ustedes fabrican y luego veneran. Sin duda si al artista le faltara el mármol o si el mármol se quedara sin artista, ustedes se quedarían sin dioses. En cambio nosotros adoramos a Aquel que nos creó a nosotros. Él nos formó como Señor. Nos amó como Padre. Y como buen defensor, nos libró de la muerte eterna…
Plinio escuchó y se quedó colérico y callado…
Séneca tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para no soltar una carcajada…
Plinio ya no supo que responder y se despidió alegando que tenía importantes negocios que atender.
Invitó a Petronio a acompañarlo y también invitó a Séneca…
Pero en aquel duelo verbal, Séneca se estuvo divirtiendo de lo lindo y no pudo disimular su absoluta satisfacción… Y rechazó cortésmente…
Trhaseas, Lucano y Marcial también prefirieron quedarse un poco más y finalmente, solo se fueron los dos.
Plinio furioso y Petronio muy pensativo, caminaron presurosos hacia la salida…
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
43.- LA PERSECUCION
En el cubiculum de un lujoso palacio, furioso da vueltas como un león enjaulado y con el rostro descompuesto por la ira, Narciso Haloto.
Había ido a buscar a Celina y en su casa le dijeron que había emprendido un viaje del que tardaría muchas semanas en regresar. Y no… NO sabían en donde se encontraba ahora.
La esquiva y hermosa virgen le ha colmado la paciencia.
A pesar de su pesquisa no ha logrado dar con su paradero y no comprende como ella se atreve a rechazarlo de esa manera… Pues él desciende de una poderosa familia en Roma, acaudalada y con ilustre linaje. Sus antepasados han sido cónsules y militares muy prestigiados…
Aún ahora su padre es el favorito de Nerón… Y ellos no están acostumbrados a implorar los favores de nadie.
Haloto es el prototipo de su sangre y esta hermosa joven le ha herido más que nada en su vanidad… Y más que amor que un día creyera sentir por ella, se ha levantado en él la obstinación del jugador que está acostumbrado a ganar.
Desde siempre ha obtenido lo que quiere y no conoce las contrariedades, ni la derrota. Y NO pasa siquiera por su mente la posibilidad, de que ésta vez no pueda conseguir su objetivo.
En el ejército, la disciplina militar había puesto límites a su voluntad; pero al mismo tiempo le había afirmado en que toda orden debe ser obedecida. Y él ha sido un hombre implacable en ese sentido.
Su prolongada permanencia en el Oriente, donde la gente es sumisa y habituada a la obediencia de los esclavos, le ha confirmado en su ánimo de no ser contrariado jamás. Ni siquiera en el más mínimo de sus deseos.
¿Quién se cree Celina que es, para tratarlo como a un liberto y no tan solo rechazarlo; sino largarse sin dejarle noticias de su paradero? Piensa en esto y su rostro palidece de cólera y se goza por anticipado, en lo que la humillará…
Se vengará de todos los agravios sufridos. La atormentará a su antojo, como si fuera una esclava. Y empieza a deleitarse con el pensamiento de las rojas huellas del látigo, marcando sus carnes sonrosadas…
Quiere verla suplicándole que tenga piedad de ella.
Su obsesión por Celina le ha hecho ser un amo más cruel y despiadado. Sus esclavos y hasta sus libertos se acercan a él temblando.
Y él disfruta viendo el terror en sus miradas. Y como ahora caen sobre ellos inmerecidos castigos, tan despiadados como injustificables; empezaron secretamente a odiarle, tanto como le temían.
Narciso descarga en ellos sus venganzas, ya que no puede alcanzar a la fugitiva causante de su pésimo estado de ánimo.
Se ha propuesto usar todos los medios a su alcance para obtenerla y cuando esto suceda… ¡Celina se enterará de quién es él! ¡Vaya que lo sabrá!…
La sangre le hierve de ira.
El es un Haloto y le demostrará lo peligroso que es tratar de ignorarlos o burlarse de ellos, como ella se ha atrevido a hacerlo con él.
Mientras tanto en la Puerta del Cielo, están acelerando la instrucción de los catecúmenos…
Y Celina está en uno de los salones, hablando a más de un centenar de personas:
LA PERSECUCIÓN
No son necesarios las grandes persecuciones o los grandes cismas, para luchar contra Cristo. También está la pequeña íntima lucha de cada alma; contra la Ley de Dios.
O la velada, astuta, estatal lucha de cada país, contra la Roma Católica. Contra la Voz de Jesús que habla y reclama a los hombres la Ley de honestidad, del deber, del amor.
Son luchas contra Cristo.
Los escribas, los fariseos y los sacerdotes del Templo de Jerusalén, se opusieron siempre a las verdades de Jesús. Las odiaron y las combatieron por todos los medios; porque estaban llenos de soberbia y de envidia.
Y su odio fue atizado por Satanás, hasta encontrar su desfogue implacable en la Cruz.
El rey Herodes ordenó el Genocidio de Belén, por miedo y por envidia de las profecías que vio cumplirse en las palabras de los Reyes Magos. Miedo y envidia que movió al Sanedrín contra Jesús.
¿Por qué?
POR EL PODER
Jesús, como Dios Todopoderoso fundó una Iglesia cuyo uno de sus grandes caudales es: EL PODER.
Tesoro que la hace bella, potente, perfecta. Única en el mundo por sus innumerables tesoros espirituales, donados por el Todopoderoso. Ninguna sociedad existente en el Universo, dispone del Poder del que dispone la Iglesia.
Las Potencias del Infierno, gozan de un poder superior al humano, debido a su naturaleza angélica superior a la naturaleza humana. Pero no en la medida que ellos se esfuerzan en hacer creer.
El poder del que ellos disponen es extranatural, NO sobrenatural. Nacido principalmente de la ignorancia de sus adeptos, a los que han convertido en profanadores de los Misterios de Dios.
Pero el Poder concedido a la Iglesia de Jesucristo, SI es un poder sobrenatural. Infinitamente superior al concedido a los ángeles. Poder Divino que cuando es ejercido dentro de la Voluntad de Dios y en amoroso seguimiento a sus designios; es una fuerza devastadora para Lucifer.
Esto lo sabe muy bien el Archí-enemigo de Dios y de los hombres.
Y por eso su principal estrategia es provocar la crisis de Fe, demoliendo las convicciones principalmente en la Jerarquía; para NEUTRALIZAR ESTA FUERZA y hacer que se desperdicien las riquezas que fueron fruto de la Sangre de Jesús. Y de esta manera dejar anulados a los que son sus mortales enemigos.
EL PODER ESTA EN LA FE
Y cuando es usada la Fe Verdadera en todos los Sacramentos, él es un Adversario Aniquilado. Por eso trata de ensombrecer a la Iglesia. Que a los ojos humanos le puede restar resplandor; pero en la realidad NO se ha disminuido en Ella nada de su valor, ni de su potencia.
Una Iglesia ‘Viva’ en su parte divina y sobrenatural, ya hubiera acabado con el terror que Satanás ejerce en el mundo, por medio de los corazones entregados a él.
Satanás sabe cuán débil es la naturaleza humana, con la embriaguez del poder terrenal.
Por eso una de las Tentaciones en el Desierto, fue precisamente ésta. Y como NO logró que Jesús consintiera, buscó la manera de obligarlo, haciendo que lo proclamaran rey. Pero Jesús huyó.
Las riquezas y el poder son las dos cadenas más poderosas, para perder al espíritu.
Muchos se han extraviado lejos de la Fe y se han torturado a sí mismos con un sinnúmero de tormentos, por entregarse a ellas.
Su avidez por poseerlas los han precipitado en la Condenación Eterna, después de haber sido flagelo para otros y de olvidar completamente el sentido de la Vida y de la Doctrina Cristiana.
La Confusión entre poder terrenal y poder espiritual en los corazones, provoca los errores y las herejías en el interior.
Y la Persecución provocada por el odio irracional en el exterior.
La Persecución sanguinaria y violenta, es el punto que delimita claramente las relaciones entre la política y la religión, porque pone de manifiesto la eterna batalla del poder por el Poder; en la terrible guerra espiritual, entre Jesucristo y Lucifer.
‘Mi Reino no es de este mundo’.
Estas palabras son la clave para no perder la brújula en el camino para llegar a Dios.
El cristiano verdadero sabe quién persigue a Quién y por qué.
También está consciente de su propia Identidad. Y por eso es temido y más odiado por su Adversario.
El cristiano verdadero sabe vencer; aún cuando a los ojos del mundo, pareciera vencido. El cristiano verdadero dirige su propio combate. Y el Enemigo, debe aceptar las reglas. Los que NO ‘ven’, NO comprenden.
Si su alma estuviese viva, verían como son regios los vencedores. Y como las ‘víctimas’ son los verdaderos dioses que se han liberado de la esclavitud del Mal y se yerguen ante él victoriosos. Satanás mira impotente como sus ataques solo los hacen crecer más.
Los destruye aparentemente, en lo único que puede alcanzarlos: lo material y terrenal. Pero con esto está contribuyendo a la Obra de Dios: deificar al alma para que sea verdadera hija de Dios.
Pero un Padre no da solamente amor y semejanza a los hijos. Da también sus riquezas y su herencia. No hay victoria sin lucha. Y no puede tenerse el vestido adornado, ni palma de gloria, sin el Dolor y sin la Cruz; los medios por los cuales Jesús fue exaltado por el Padre, después de la Suprema Humillación y Obediencia.
Para ser coherederos del Reino Celestial del cual el Cordero de Dios, el Verbo Encarnado, ES el Rey de reyes y Señor de señores; debemos también desear ser coherederos en su parte de Dolor, de inmolación, de humillación y de obediencia. Porque solo así se podrá junto con Él, Victorioso y Glorioso, ser glorificados.
Breve, siempre breve será la Prueba terrena respecto a la Eternidad. Relativos, siempre relativos el sufrimiento y la cruz, respecto al gozo celestial e infinito, como todas las cosas que vienen de Dios.
No hay que desconsolarse por las persecuciones, vejaciones, opresiones, calumnias, escarnios, que vienen de quienes son utilizados por Satanás, para tratar de destruirnos.
Porque Cristo es perseguido en sus hijos.
Ni la espada, ni los tormentos pueden separar de Cristo a los que lo aman de verdad.
Nada es tan poderoso como la persecución a una idea o a una religión, para hacerle aumentar su potencia. Lo mismo pasa con Cristo: de la larga persecución moral y la feroz persecución final, obtendrá el sello de Gloria Imperecedero por el cual reina y reinará como el Santo de los santos.
Entonces todas las cosas serán restauradas, tal y como Dios las había concebido antes de crearlas.
La Iglesia en plena coherencia Divina y humana, debe en su calidad de Maestra y Guía, dirigir a los hombres hacia los ilimitados horizontes de la Eternidad Divina.
Renovarse o perecer. Ser la Fiel Esposa de Cristo, que conquistará el mundo con el Amor. Tener a la Iglesia aceptada y conocida solo en su parte humana y culpablemente ignorada en su parte Divina y sobrenatural; Ha hecho que Satanás crea su loca ilusión de haber acabado con Ella, como un día hizo con la Cabeza.
Las fuerzas del Infierno no la podrán vencer. Estas palabras de Jesús, son la promesa de Dios a una Iglesia que NO podrá ser destruida. Porque Él NO lo va a permitir. Porque ha sido establecida como Faro del Mundo.
EL MESIAS PERSEGUIDO.
“Cuando el mundo los odie, recuerden que primero que a ustedes me odió a Mí. No sería lo mismo si ustedes fueran del mundo, pues el mundo ama lo que es suyo…”
Jesús no envileció su Divinidad al asumir figura humana. Su Amor Perfectísimo Divinizó a la Humanidad; que llevada por la libre voluntad del hombre, nos hace semejantes a la Perfección de Dios, que es Amor Puro, Libre, Perfecto.
Jesús no quiso diferenciarse del hombre, para llevarlo hasta donde Él está. Y unidos en Él, ser tentados y vencedores, para ser dioses en el Reino Celestial.
Cuanto más crece el hombre en perfección, más se ve asaltado por las fuerzas del Mal. Más en el hombre saturado de Dios, los asaltos no son muerte sino vida. Tampoco envilecimiento, sino gloria.
El hombre no ha cambiado y Satanás tampoco. Quitando el miedo y la ignorancia, el alma unida a Dios puede alcanzar la perfección, porque en la entrega llega la Fusión y es Dios Mismo el que libra los combates. La vida es una guerra de todos los días y las víctimas se purifican en la hoguera de las tentaciones.
El alma víctima, es el mártir que llega a ser dios por el esfuerzo constante de las victorias conseguidas en la vida terrena. Si el alma ya fuese dios, no tendría que esforzarse en serlo. El Amor la invita a divinizarla mediante el Amor. En esto consiste la perfección.
El que descubre a Dios y lo busca para amarlo; comienza a hablar un lenguaje nuevo y diferente, que NO puede ser comprendido por los que pertenecen al mundo.
El cristiano siempre será perseguido e incomprendido. Más incomprendido mientras más avanza en el camino de la Cruz.
LA SEÑAL DEFINITIVA DE QUE JESÚS ES DIOS…
ES EL ODIO CON EL QUE TRATAN DE DESTRUIRLO TODO EL INFIERNO Y TODO EL MUNDO.
Odio mortal dirigido contra ÉL y contra todos los que lo representan.
Dios es Amor. Jesús es el Amor Encarnado. Cuanto más se ha demostrado la sobrenatural realidad de su Divinidad y de su Palabra, más Odiado es. Satanás creyó vencerlo matándolo a Él y matando a los primeros cristianos, así como ahora nos quiere matar a nosotros.
Aún sigue creyendo que exterminando la Iglesia, acabará con la Doctrina Cristiana. Por eso debemos estar preparados. El Espíritu Santo nos ha prevenido que ha pedido permiso para cribarnos y se le ha permitido hacer proyectos orgullosos para actuar como quiera durante cuarenta y dos meses, antes del regreso de Jesús para instaurar su Reino en la Tierra.
Se le concedió hacer la guerra a los santos y vencerlos. Y tiene poder sobre todo pueblo, raza y nación. El que tenga oídos escuche y comprenda:
Quién está destinado a la cárcel, irá a la cárcel.
Quién está destinado a muerte de espada, perecerá por la espada.
Para los santos es la hora de la Perseverancia y la FE.
PERSEGUIR A UNA DOCTRINA NO SIRVE MAS QUE PARA AUMENTAR SU PODER. Sobre todo si es auténtica en las verdades que enseña.
Cada gota de sangre de los que sean martirizados y cada lágrima de los santos que sean aplastados, será semilla de cristianos y hará que el catolicismo se extienda por todo el planeta. Porque Satanás no cambia y tampoco cambia sus métodos.
Como trató a Jesús y a los primeros cristianos, tratará a los actuales. Y así seguirá mientras haya un alma que deba probar su fidelidad a Dios. De los gobernantes parten las más crueles masacres.
Las lacras del Mal imperante penetran y se extienden en el espíritu del hombre, quiera o no quiera, porque no quieren que el espíritu se vuelva a Dios y a su Ley.
Estallan el rencor y la envidia de los hijos de Satanás, en las persecuciones feroces; cuando botando la máscara humana que cubre su cabeza de serpiente infernal, se manifiesta abiertamente y combate a los hijos de la luz.
Los espíritus que no están vivos y nutridos de amor y de Evangelio. No pueden resistir y permanecer fieles, por eso le temen a las persecuciones y al martirio. Y terminan por renegar de Dios, pues carecen del Amor y la fortaleza suficientes para vencer.
Los hombres son los instrumentos que Satanás mueve para golpear a la Iglesia. Satanás sabe que los tiempos apremian y que ésta es la lucha decisiva que anticipará la venida de Cristo.
Satanás es el capitán de este ejército que se inició en el Sanedrín entre las castas de los fariseos, de los escribas. Que encontraron su alférez en Judas y que culminará con el Reino del Anticristo.
El cual al torrente de Gracia contrapondrá un torrente de ferocidad y de sangre, en el cual triturará y desaparecerá a todos los cristianos; donde muy pocos caerán como víctimas santas, invocando a Cristo.
PORQUE DECIRSE CRISTIANO, NO QUIERE DECIR SERLO. No es el recibir el rito del Bautismo y acercarse a los Sacramentos con el espíritu muerto, lo que lo constituye.
Ser cristiano quiere decir ser como Cristo lo ha dicho que se debe ser y como el Evangelio lo repite. El querer adaptar el Evangelio a una vida sin conversión, es una patética confesión de miseria espiritual.
El Evangelio debe ser vivido de manera integral. Y el Anticristo nos obligará a ser perfectos, porque su diabólica ferocidad estará completada con la moderna tecnología para torturar.
El que no quiera perderse deberá aprender a ser un héroe.
LA PERSECUCIÓN ES LA SUERTE DE LOS SANTOS
El hijo de un doctor, quiere ser doctor. El hijo de un artista, quiere ser artista. Los que creen que han surgido de una tribu de simios, corren el peligro de convertirse en bestias.
Los que sienten que fueron creados por Dios y lo aman como Padre, NO hay duda de que intentarán volverse como Él. Y cuando llegue el Tiempo del Sufrimiento por ser cristianos…
DESDE AHORA DEBEN DECIDIR
SI ESTARÁN LISTOS PARA ENFRENTAR ESE DÍA,
CON DIGNIDAD Y VALOR.
Satanás asecha con grandes grandezas a los que desean el Cielo, más que a los demás. Quién busca las grandezas del mundo, no puede entrar al Reino de los Cielos.
Judas de Keriot, es el ejemplo perfecto de esto. Porque la grandeza del mundo está en oposición a la Ley de Dios. La Grandeza del Mundo casi siempre se consigue con medios ilícitos, que para prevalecer sobre el prójimo; con la injusticia lo convierten en peldaño y lo aplastan para poder sobresalir.
El Mundo seduce con el espejismo del éxito y del triunfo.
Cristo triunfa en lo que es considerado como pérdida y derrota.
Solo el que sabe querer resistir con todas sus fuerzas, triunfa sobre las seducciones. Y a éstos, Satanás les hace una guerra despiadada y continua.
Todos los que siguen al Dios verdadero, PADECEN PERSECUCIÓN.
Todos los que lo predican, terminan con la suerte de los profetas: ODIADOS.
A Juan Bautista lo odiaron por su severidad. Y por decir la Verdad, terminó decapitado.
A Jesús lo odiaron por su Bondad. Y por decir la Verdad, terminó crucificado.
Los dos predicaban a Dios. La Penitencia y el Amor atraen al Odio. Satanás inculca el Odio en los corazones y es generador de tragedias.
Cuando el Espíritu Santo se acerca a las almas y éstas comienzan a responder a su llamado, los hombres se dividen en dos ramas: los que aman y los que odian al que está llevando el Reino de Dios a los corazones.
Desafortunadamente siempre es más grande la cantidad de los odiadores que de los convertidos. Satanás sabe que las almas reconocen a Dios. Y se convierten al ser consoladas y curadas por Él. Presiente su derrota en los corazones y su Odio y su Furia no tienen límites.
Entonces ataca con toda su rabia a los que se atreven a desafiarlo arrebatándole sus presas y vuelve furiosos a los que le pertenecen, comunicándoles su Odio Infernal.
Quien da hospedaje al Infierno, es quién odia a los pequeños cristos.
Satanás es tan astuto que convierte a los hombres sin que se den cuenta, en marionetas a las cuales maneja como quiere, a través de los hilos de sus malos sentimientos y sus pasiones. Y sin que ellos lo adviertan, hecha mano de todos sus recursos para atacar al perseguido y dañarlo por todos los medios posibles.
Los santos del Cielo traen una corona adornada con las perlas de su llanto y de su dolor. Algunos han sido martirizados hasta la sangre, por las vejaciones de Satanás y sus aliados.
En la Tierra recibieron el extraordinario consuelo de la Ternura de Dios que alivia el Dolor de sus hijos, que los Fortalece para llevar la amarguísima Cruz del Odio y sobrellevar las persecuciones solapadas, astutas y terribles que para poderlas vencer, debieron prepararse en la Escuela del Sufrimiento.
Para ser vencedores de Satanás que a la carne había hecho corrupta. Vencedores de los sentidos que en ellos se agitan por herencia del pecado y azuzada por Satanás.
Todos los santos son mártires. Porque para ser santos debieron superar las persecuciones y permanecer fieles. ¡Gloria a quién vence!
Satanás es el eterno azuzador de los hombres. Cuando persigue a un justo, aprovecha todas las oportunidades para abatirlo y destruirlo. Y endereza todas sus armas para herir en la Misión y en los afectos…
Porque en unos la Presencia de la Gracia en los justos, produce un terror humano que no tiene razón de existir y en otros es un reproche que no pueden soportar. En estos casos es mejor soportar y vencer; sin soberbias y sin desesperaciones.
Esta hora siempre tiene su razón de ser y es buena. No hay que sucumbir al miedo. Durante estas horas, Dios NO ABANDONA, sino que sostiene al que es fiel. NO podrán soportar las persecuciones los que no tengan como rey al espíritu.
Todo esto sucede porque Satanás ha robado la fuerza para amar a Dios y la capacidad para hacer el bien. El Odio más grande de Satanás está dirigido contra Dios y contra su hijo: el hombre que lo ama hasta imprimir en sí su Imagen. Él y solo Él existe en su corazón. Su amor está mezclado con llanto y dolor y purificado del rencor y del cansancio.
Las almas víctimas saben qué cosa quiere decir ser desamadas, rechazadas, ofendidas, no reconocidas, traicionadas y atormentadas con un sufrimiento que llega a enfermarlas. Calumniadas y tratadas como desquiciadas y obsesas.
En todos los medios en que se desenvuelven, son perseguidas por causa del Nombre de Jesús, el Amado de su Corazón y por su fidelidad en el espíritu. Y ellas entregan su amor y su dolor, su tribulación y su desolación.
Y Dios no las deja solas, porque Él necesita de estas penas. Un poco de Getsemani por su Amor. Ellas han extinguido el deseo de ser amadas y comprendidas y esto las hace arder en un fuego que refleja el Cielo y el Rostro de Dios.
Las burlas, los escarnios, los obstáculos, las trampas encaminadas a entorpecer su misión, las luchas espirituales, las tentaciones y las derrotas; aunadas a que al verse arrojadas de todos lados, llenándolas de dolor y de desaliento; tratando de derrotarlas con la tristeza y la impotencia y llevarlos a la duda y la desesperación.
Todos sus repetidos y feroces asaltos, están destinados a destruir la Obra de Jesús y a conseguir a como dé lugar volver a atrapar al alma que se le ha escapado.
Cada santo tiene su traidor. Se le debe perdonar más a él que a cualquier otro. Se debe buscar por todos los medios, que reconozcan sus yerros. Un perdón con lágrimas amorosas, puede conseguir que un corazón arrepentido sea rescatado de las garras de Satanás. El perdón sana. El perdón salva.
Los ataques imprevistos de Satanás, provocan que los hombres sean sus instrumentos para flagelar a otros… Si no se pierde de vista esto, se puede intentar todo para ayudar al hermano caído, que de otra manera NO podría levantarse.
Uno de los desalientos más dolorosos, es comprobar que aquellos a los que se ha hecho un beneficio, pagan con la ingratitud y la traición. Y pasándose al bando de los acusadores, calumnian sin la menor consideración.
Esta Arma: LA TRAICIÓN, Satanás la esgrime con singular maestría. Porque sabe los efectos devastadores que causa al comprobar la ingratitud de los que también se ama.
Para NO ser vencidos por el Desaliento, baste recordar que a Jesús lo crucificaron, los mismos que recibieron los beneficios de sus milagros. Los hosannas mentirosos del Domingo de Ramos, fueron los mismos que pidieron el ‘crucifige’ del Viernes Santo.
Los perdones a las traiciones, adornan de piedras preciosas las coronas de los mártires del Amor. Dios ve. Dios juzga.
Y Dios premia y castiga de acuerdo a su Infinita Perfección. Los ultrajes y las calumnias, son la tinta con la cual quedan inscritos los nombres de los elegidos en el Libro de la Vida.
Los santos están esparcidos sobre la tierra, para que los hombres sacien su hambre sobrenatural a través de Dios. Pero el hombre desprecia esta ayuda divina y por instigación satánica los persigue con odio infernal.
El hombre cae en la noche de su ignorancia y pierde cada vez más el deleite de lo Celestial. Envenenado como está por el sabor engañoso del Pecado, aumenta el Odio que instintivamente siente por el que percibe que es superior a él.
Entonces, la única protección que les queda es: LA ORACIÓN.
No hay más que recordar lo que le pasó a Jesús en su vida terrena, para no lamentarse jamás y para ser fuertes en el espíritu, al ver en todo al Mesías. Los secretos de Dios deben guardarse.
Satanás es constante en vigilar y obrar. Y bastante persistente en atormentar a los elegidos. Hay que tener mucha prudencia y paciencia. Cuando se llega a amar a los perseguidores y a los Judas, el alma crece en virtud y perfección.
Cada santo tiene su traidor. El que le hace nido en su corazón a la duda, deja de orar y dejando de orar, se aleja de Dios. Entonces la incredulidad se apodera del alma, por las trampas que pone para destruir la Obra de Dios.
Es un mal muy grande no rechazarlo. El enemigo al que no se expulsa, termina por adueñarse del lugar. Porque pone trampas, levanta sus trincheras y dirige sus ataques para matar el espíritu y apoderarse del alma de una manera aún más fuerte.
A los que NO rechazan al invasor con las armas de la Fe, la Caridad, la Esperanza; su situación llega a ser peor que antes de convertirse.
Las almas de los débiles y descuidados son tomadas como base para torturar a los justos. Le dan cabida al Infierno con sus bajas pasiones y terminan atormentando al Mesías que vive dentro de la ‘víctima’ y que a su vez debe repetir la Pasión de su Redentor.
¿CÓMO SE DEBE ACTUAR EN UNA PERSECUCIÓN?
Jesús nos enseñó como vivir y como morir: Él practicó todo lo que enseñó.
Practicó la Pobreza siendo pobre. La Continencia, siendo casto. La Templanza, siendo moderado. La Justicia, siendo justo. El Perdón, perdonando. A Redimir, redimiendo. A Obedecer, obedeciendo la más terrible de las órdenes: Morir por Amor.
Perdonó y amó a los enemigos, desde el Patíbulo donde lo crucificaron. Perdonó y amó a sus asesinos, orando por ellos desde la Cruz donde moría. Él es el ejemplo a seguir.
Cuando se recibe un insulto y una agresión, es muy importante mantener la serenidad y la calma. Enfrentar al agresor con dignidad y recordar que ésta es la suerte de los elegidos. Porque cuando el corazón se llena de Ira, se anula la Doctrina del amor y del Perdón.
La amargura y la violencia abren el camino al Pecado. Y entonces sí que es una derrota para el cristiano, haber caído en el juego de Satanás.
La alegría de saber que se está haciendo la Voluntad del Padre Celestial, inunda al alma que sabe alegrarse de ser perseguida por su amor a la Justicia. Y la única tristeza, muy dolorosa por cierto, es la compasión hacia las almas que rechazan la Vida.
El que mantiene la calma, sigue respetando al agresor. Y entonces Dios intervendrá preguntando con mansedumbre: “¿Porqué me odias? ¿Porqué me persigues? ¿Qué mal te he hecho? ¿Porqué estás enojado y tienes esa crueldad conmigo?
En lugar de los desprecios y de corresponder al insulto con Ira, hay que tener humildad y amor. Porque no importa lo que ellos sean. Importa lo que nosotros somos.
Los cristianos hemos sido elegidos para el Reino de los Cielos y NO para el Mundo. La debilidad humana debe ser vencida por la fortaleza del espíritu. Y la tentación de corresponder con la tentación de no amar, con la falta de perdón; puede convertir al cristiano en un ser igual al que lo está agrediendo con Odio y entonces sí que la Venganza de Satanás estará completa. Porque el Odio engendra Odio y Destrucción.
Y si se recibe la ofensa de ser arrojados, burlados, perseguidos, con paz; se logran conversiones con la predicación más bella: el silencio de la verdadera virtud.
Este es el heroísmo que el mundo NO puede concebir por inexplicable y lo llama locura. Los enemigos del cristiano y a los que Satanás utiliza con refinada crueldad, para herir más dolorosamente donde más daño puede hacer, son los de la propia familia.
Cuando los elegidos están en la Gracia de Dios, son fortalecidos con la Fe, la Esperanza y la Caridad. Y es Dios Quién les ayuda a ser fuertes en las persecuciones. Cuando Dios está con nosotros, ¿Quién puede vencernos?
No nos debemos dejar sorprender por el miedo, ni por la soberbia. Si somos humildes y nos mantenemos fieles a Él, sabemos que sin Él, nada podemos; Pero si confiamos en su ayuda, siempre estará con nosotros.
El Mal no puede nada contra el hombre que quiere ser justo. Sufre, queda herido, pero goza de libertad y vida. Y vencerá en todos los combates que se sucederán continuamente. En todos los combates mientras dure la vida.
Porque si el hombre se despoja de su ‘yo’ y se espiritualiza con un espíritu fundido en Dios; ni las torturas, ni los suplicios, ni las heridas, ni las hogueras pueden ya causar daño. Son impotentes para destruir, porque Dios nos cubre como un escudo y vence al Opresor. Y la Paz envuelve al perseguido. Porque Dios es Paz.
A Jesús lo acusaron de alborotapueblos y Roma lo condenó a morir. Todo el que lo sigue debe sentirse feliz de padecer las mismas aflicciones que Cristo. El que verdaderamente ama, sabe que éste es un privilegio de parte de Dios.
No hay que dejarse intimidar por los enemigos. Este es un signo seguro de que ellos van a su ruina y ustedes a su salvación. En los momentos en que nos toca padecer los sufrimientos de Cristo con mayor intensidad; de Cristo nos viene también el Consuelo y la Fuerza suficientes para soportar los sufrimientos y vencer en la Prueba.
En esta Primera Gran Persecución, ustedes eran paganos demasiado carnales para el Evangelio y sin embargo, si estáis bien preparados; sabréis seguir adelante hasta dar el testimonio final: el Testimonio de la Sangre: el Martirio.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
26.- CORREO EPISTOLAR
Tito Petronio a Marco Aurelio Petronio:
Salve.
Eladio es de mi absoluta confianza envíame con él tu respuesta a esta carta. Cuando me vine para Anzio te dejé sobre una buena pista y lleno de esperanza. Espero que ya hayas calmado tu pasión en brazos de Alexandra, ¡Mi carísimo Marco Aurelio! Que la rubia Afrodita te guíe y que tú seas el spintria (Tiberio llamaba así a los maestros en la lujuria) de esa alba Alexandra que escapa del amor.
Recuerda que el mármol aún el más precioso, no es nada por sí mismo y no adquiere valor hasta que la mano del escultor lo transforma en una obra maestra.
No basta amar. Es necesario saber amar y saber enseñar a amar. La plebe y los animales experimentan placer; pero el hombre verdadero se distingue por su aptitud para hacer de ese placer un arte lleno de nobleza apreciándolo como un don divino.
Y no solo experimentarlo, sino saber compartirlo. Así pues, sé tú el escultor de Alexandra y desea no solo su cuerpo, sino también su corazón. Y ámala.
Con frecuencia pienso en la vanidad, la incertidumbre y el fastidio de nuestra vida. Y me pregunto si no has tomado tú la mejor parte y si la guerra y el amor no son las dos cosas por las cuales vale la pena haber nacido. En la guerra tú has sido afortunado y has sido un valiente guerrero. Y en el amor, conoces la dicha y la agonía…
Si sientes curiosidad por saber lo que ocurre en la corte de Nerón, te diré:
aún lloramos a la pequeña Claudia Augusta. Cantamos himnos de nuestra composición y nuestro dolor aún no se calma. Y podemos exhibirlo en todas las actitudes que enseña la escultura. Todos los augustanos están aquí, incluyendo las quinientas burras de cuya leche se sirve Popea para sus baños.
¡Ay Querido! Nos estamos modernizando tanto en el teatro, que ahora hacemos las cosas con el mayor realismo y Enobarbo se encarga de que las emociones sean siempre más trepidantes en unos escenarios también cada vez más insólitos.
Nos hemos salido del anfiteatro e ignoro que siga la próxima vez. Pienso que nosotros moriremos como bufones o comediantes. Nerón representó una comedia de Afranio el dramaturgo titulada “El Incendio” y entregó a los actores al pillaje de una casa que se incendió a propósito.
A Barba de Bronce esto le produjo un placer enajenante y creció su inspiración y su deleite por la actuación. Esto se tradujo en generosos regalos para todos nosotros, en nombramientos para muchos otros y en que al verlo tan feliz, por fin puedo estar un poco más tranquilo respecto a seguir manteniendo nuestras cabezas en su lugar. Porque otros no han sido tan afortunados:
Salvidieno Orfito, el pobre ni siquiera sospecha que su muerte haya sido decretada ¿Y sabes por qué? ¡Porque alquiló a unos diputados tres habitaciones de su casa cerca del Foro! A Casio Longino, por haber conservado entre sus antiguos retratos de familia, el de Cayo Casio, uno de los asesinos de César ¡Y está ciego! Pero eso no le importa a Nerón, cuando tiene sed de destruir…
¡Sólo por eso no hay salvación para ellos! ¡Pero éste es nuestro mundo!
Vamos a tener una lidia de gladiadores. El actor Dato representó a Edipo y le pedí que me contestara como judío que es, (su verdadero nombre es Nazario), si los cristianos y los judíos son una misma cosa.
Me contestó que los judíos tienen una religión eterna, pero que los cristianos forman una nueva secta que se ha formado recientemente en Judea. Que en tiempos de Tiberio los sacerdotes de Jerusalén, crucificaron a cierto Hombre cuyos prosélitos aumentan diariamente y a quién los cristianos adoran como Dios.
Parece que se niegan a reconocer a otros dioses y especialmente a los nuestros. No se me ocurre que daño les puede suceder si también los adoraran… en fin…
Tigelino me demuestra abiertamente su envidia y su odio… Y yo ni siquiera puedo considerarlo mi adversario. Solo me aventaja en dos cosas: tiene más apego que yo a la vida y al mismo tiempo es un canalla supremo. Y esto lo une más a Nerón.
Ellos acabarán por entenderse perfectamente, junto con Haloto que está lleno de violencia y es el hombre más cruel que el mundo haya conocido jamás. Este trío es el castigo de la humanidad. ¿Cuándo? No lo sé. En realidad poco importa la fecha, pero llegará.
Mientras tanto yo me estoy divirtiendo como nunca. La vida sería muy aburrida si no fuera por nuestro Augusto Mono. Yo comparo la adquisición de sus favores a una carrera en el circo, con la cual la victoria solo halaga el amor propio.
En este aspecto a veces creo que me parezco un poco a Prócoro Quironio. Cuando éste ya no te sirva, mándamelo. Le he tomado gusto a su conversación cínica y sugestiva. Presenta mis saludos a tu divina cristiana… Y dime cómo te encuentras de salud. Háblame de tu amor. Dime cómo estás y cómo te sientes. Adiós.
Marco Aurelio estaba muy deprimido cuando recibió esta carta y la contestó inmediatamente.
Marco Aurelio Petronio a Tito Petronio:
Salve.
No se ha sabido nada de Alexandra. Si no fuese por la esperanza de encontrarla pronto, no recibirías esta carta. Quise comprobar que Prócoro no me engañaba. Me envolví en un capote militar y lo seguí a él y a Dionisio, el esclavo que mandé con él.
Atestigüé la entrega y me regresé, porque sentí el impulso de ir hacia ellos y prometer recompensa a quién entregase a Alexandra. Pero tuve miedo de malograr el trabajo de Prócoro y contra mi voluntad mejor me retiré. Prócoro ha venido varias veces, pero dice que no ha podido encontrarla.
Los cristianos se aman y se ayudan tanto, que va a tardar un poco dar con su paradero. Pero es mejor ir con paso seguro para no cometer errores. En cuanto suceda algo interesante te lo comunicaré. Adiós.
Marco Aurelio, además de sentirse herido en su orgullo; no logra comprender la oposición y la resistencia de Alejandra. Su misma fuga es un enigma que le tortura el cerebro y no encuentra respuesta.
Sabe que Actea ha dicho la verdad y que ella no era indiferente a su amor. Es más, ella aseguró que lo amaba. Entonces ¿Por qué había huido?
Lo único que logra entender es que entre Alexandra y él hay un abismo que los separa y que tiene que ver, con el mundo romano que él conoce y el mundo cristiano en el que ella se desenvuelve.
Pensar en esto lo llena de desaliento y lo único que le queda es renunciar a ella. Y esta idea lo desquicia, porque contra sí mismo y con inmenso dolor, ve que ya no puede vivir sin ella. Y pensar que era correspondido y que ella podía colmar sus más fervientes anhelos, hace que se apodere de él una angustia cruel.
Y mientras su corazón desborda una inmensa ternura que lo envuelve como una poderosa ola y le hace exclamar en medio de las lágrimas:
– ¿Dónde estás amada mía? ¿Por qué te fuiste y me abandonaste con tanta crueldad?…
Se siente verdaderamente enfermo y desgraciado. Anhela su amor tanto… Que hay instantes en que desearía matarla, para así acabar con su sufrimiento. Pero luego se dice a sí mismo, que si le dieran a elegir entre ser esclavo de Alexandra y no volver a verla jamás; preferiría ser su esclavo.
En estas alternativas de tortura, cavilación, incertidumbre y sufrimiento, está perdiendo la salud y su varonil hermosura…
Después de largas semanas de expectativa, un día llegó Prócoro y se presentó ante Marco Aurelio con el semblante muy contrariado.
El joven tribuno se puso pálido y saltando de su asiento, preguntó:
– ¿Qué pasó? ¿No está Alexandra entre los cristianos?
El griego contestó:
– Sí está, señor. Pero también está Mauro y yo no me puedo acercar a donde está ella.
– ¿De qué estás hablando y quién es Mauro?
Prócoro no supo cómo contestar y Marco Aurelio perdió la paciencia. Enojado, repitió la pregunta.
El griego contestó levantando su mano:
– Según parece señor, has olvidado al hombre con el que viajé a Roma. Y en cuya defensa perdí estos dedos, mutilación por la que no puedo escribir. Los ladrones que le arrebataron a su mujer y a su hijo, le hirieron con un puñal. Yo le dejé agonizante en una fonda y le había llorado por muerto. Más ¡Ay! Ahora estoy convencido de que está vivo y en Roma pertenece a la comunidad cristiana.
Marco Aurelio no entiende nada.
Lo único que le queda claro es que Mauro es el obstáculo que lo separa de Alexandra. Y por lo mismo, controlando su ira dijo:
– Si todo sucedió como dices, él debiera estar agradecido y ayudarte ahora.
Prócoro respondió:
– ¡Ah, noble tribuno! Ni los dioses suelen ser agradecidos. Pero por desgracia es un viejo senil y está confundido, porque según supe por sus correligionarios, me acusa de ser cómplice de los ladrones. Y me considera el causante de sus infortunios. ¡Así me paga la pérdida de mis dedos!
– ¡Bribón! Estoy seguro de que las cosas pasaron como Mauro las refiere.
– Entonces sabes más que él mismo, señor. Porque él solo tiene sospechas. Lo cual no le impide vengarse de mí cruelmente. Y ya lo hubiera hecho si conociera mi nombre. En el lugar donde nos encontramos no se fijó en mí. Pero yo lo reconocí de inmediato. Y ahora debo tener más cuidado con lo que hago. Cuando pregunté por él a conocidos suyos, me declararon que era el hombre que había sido traicionado por su compañero de viaje y por eso me enteré de semejante historia.
El tribuno contestó fastidiado:
– ¿Y qué me importa a mí todo eso? Dime que noticias me tienes.
Prócoro replicó:
– Cierto es señor, que a ti no te importa, pero a mí me va en ello la vida. Y en el deseo de que mi sabiduría sobreviva, prefiero renunciar a la recompensa que me has ofrecido, antes que exponerme por el simple lucro.
Entonces Marco Aurelio se le acercó y con mal reprimida cólera, le dijo:
– ¿Quién te ha dicho a ti que la muerte te va a llegar por medio de Mauro, antes que por mis propias manos? ¿Qué sabes tú perro, si dispongo de tu vida y se me antoja enterrarte en mi propio jardín?
Y Prócoro que es un cobarde, miró a Marco Aurelio y comprendió al instante que no es una broma. Una sola imprudencia más y estará perdido…
Y entonces exclamó:
– ¡La buscaré, señor y la encontraré! ¡Te lo prometo!
Hubo un largo silencio.
Y cuando el griego comprendió que la cólera del patricio disminuía, dijo:
– Un tiempo dudaste de la existencia de Félix y te convenciste de que te dije la verdad. Ahora tienes sospechas de que miento acerca de Mauro. ¡Ah! Si ésta fuese una mentira, yo podría mezclarme entre los cristianos sin peligro y si él me hubiese reconocido, no estaría yo hoy aquí. Y entonces ¿Quién te ayudaría a encontrar a la doncella?
Marco Aurelio le ordenó que le dijera detalladamente todo lo que había hecho, en qué había empleado el tiempo y lo que había descubierto.
Pero Prócoro no tenía mucho que contar. Había montado vigilancia y no había rastros de Alexandra.
Y solamente agregó:
– Hay un hombre. Un sacerdote al que ellos llaman Pontífice, que se llama Pedro y que fue discípulo directo de Cristo y ahora es su apóstol. Los cristianos le guardan una gran veneración. Van a tener una reunión muy importante y yo buscaré la forma de asistir y ver si puedo llevarte sin peligro. Es casi seguro que ella también asistirá y nosotros podremos verla.
Los cristianos son personas pacíficas y ordenadas. ¡Y me sorprendí mucho, porque todas las acusaciones que les hacen son calumnias! Ellos no hacen nada de lo que la gente cree. No son licenciosos y todos son muy virtuosos. Su religión no incita al crimen y por el contrario, manda perdonar y amar a los enemigos.
Marco Aurelio recordó lo que Fabiola le había dicho en la casa de Actea.
Y por lo general, le complacieron bastante los informes de Prócoro. Aun cuando los sentimientos que Alexandra le inspira son bastante tormentosos, sintió alivio al oír que la religión que ella profesa no es criminal, ni repulsiva.
Pero al mismo tiempo intuyó que es precisamente el amor reverencial a este Cristo desconocido y misterioso, el que ha levantado una muralla entre él y Alexandra. Y empezó a tener prevenciones contra esa nueva religión.
Pero a Prócoro lo que le interesa es huir de Mauro. De lo que narró a Marco Aurelio la verdad es que fue él, el que traicionó a Mauro. Le robó todo. Lo vendió a unos traficantes y le privó de su familia, vendiéndolos como esclavos. Apuñaló a Mauro y le dejó medio muerto en el campo, creyendo que no sobreviviría al asalto.
Lo que nunca esperó fue que pudiera curarse de sus heridas y llegara hasta Roma. Ahora tiene miedo de encontrarlo de nuevo. Sin embargo más terror le infunde Marco Aurelio… Y comprendió que la persecución y venganza de un poderoso patricio que tiene otro aliado más grande todavía: Petronio, no le deja ninguna alternativa.
Todas estas consideraciones le impulsan a jurar:
– Por Zeus te prometo, ¡Oh, señor! Que iré a averiguar más lo más pronto posible.
Más tarde…
Casi al mismo tiempo que el griego se fue, llegó un correo con una carta de Petronio y Marco Aurelio se metió en la biblioteca a leerla.
Después de romper el sello, extendió la vitela:
Tito Petronio a Marco Aurelio Petronio:
Salve.
Tu caso es muy malo, ‘carísimo’. Con bastante claridad veo que Eros ha perturbado tu cerebro y no piensas en otra cosa, más que en el amor. Por tu contestación a mi carta veo que sigues obsesionado con Alexandra. ¡Por Zeus! Encuéntrala pronto o perderás la razón.
Y por favor ten presente esto: Bernabé, el esclavo de Alexandra es un hombre de una fuerza poco común y por lo mismo será mejor que te lleves a Atlante, cuando decidas rescatarla. No esperes que los cristianos te la entreguen fácilmente. Atlante será un auxiliar muy útil para enfrentarte con Bernabé, cuando trate de defenderla.
No te dejes saquear por Prócoro, pero tampoco economices tratándose de Atlante. De todos los consejos que mi cariño puede darte, éste es el mejor.
Aquí ya dejaron de decir que la Infanta pereció por causa de un maleficio. Desde que nos trasladamos a Nápoles, nos han atacado los remordimientos por los recuerdos de Agripina. Pero ¿Sabes hasta donde ha llegado Enobarbo? Pues a esto: Aún el asesinato de su madre se ha convertido tan solo en un tema para versos y un motivo para escenas trágico bufas.
Antes tenía verdaderos remordimientos y le temía como el cobarde que es. Pero ahora se siente intocable.
Y como ningún dios se prepara a tomar venganza, finge remordimientos para hacer escenas de teatro y ver cómo reaccionan los demás. También representó personajes de tragedia y exigió que las máscaras de los dioses, los héroes y las heroínas, se parecieran a él y a Agripina.
Luego cantó: Panacea en el Parto; Orestes asesino de su madre; Edipo Ciego y Hércules Furioso. Estas son las novedades de nuestro regio histrión.
A veces me parece que de verdad odia a Roma. Busca los aplausos, la admiración y la aprobación de los griegos. Y a cada momento dice:
– ¡Mira lo que son los griegos!
Y su proverbio favorito que repite siempre es: ‘La música no es nada, si se la mantiene oculta.’
En su greco-manía, la plebe aullaba cada vez más y nuestro histrión estaba eufórico. Cierto es que los aullidos y los aplausos se traducen en distribuciones al pueblo de provisiones y regalos: pájaros exóticos por millares. Manjares, bonos pagaderos en trigo, trajes, oro, plata, piedras preciosas, perlas, cuadros, esclavos, fieras domesticadas, naves, islas, tierras, casa, banquetes, billetes de lotería y una nueva exhibición del Bufón Imperial.
Y no deben extrañar los aplausos, pues semejante espectáculo no habrá sido visto nunca antes. Para Nerón lo más importante es su canto y la acogida que le hace el público como artista. Cree que su voz es un don de los dioses y no pierde oportunidad para mostrarla.
Sin embargo tiene dudas de lo que dirá el pueblo romano a causa de su prolongada ausencia por la falta de los acostumbrados juegos y las distribuciones de cereales. Y aun así, vamos a Benevento a la chapucera exhibición que Haloto tiene preparada a nuestra llegada. Y de allí seguiremos hasta Grecia.
Por lo que a mí respecta, pienso que cuando un hombre se halla entre locos, loco se vuelve él también y encuentra cierto encanto en las extravagancias de los insanos. Grecia y el viaje de mil buques, es una especie de entrada triunfal de Baco, entre ninfas y bacantes. ¿Y creerás que yo que tengo buen sentido, me he dejado arrastrar por sus fantasías? Y lo hago porque al menos son grandiosas y exentas de vulgaridad.
Pero Barba de Bronce no logrará sus planes, porque en su fabuloso reino poético de oriental poderío, no ha dejado sitio para la traición, la vileza y la muerte. Y porque entre sus actitudes de poeta, se advierte al detestable cómico, al torpe auriga y al frívolo tirano.
Entretanto estamos matando a todo aquel que en una forma u otra nos causa desagrado. El pobre Salvidieno Orfito ya es solo una sombra. Se abrió las venas hace unos días. El viejo Trhaseas está sentenciado, porque tiene la osadía de ser honrado y tener cara de pedagogo.
Tigelino todavía no alcanza la suficiente autoridad, para condenarme a mí. Me necesitan todavía para el éxito de la expedición a Acaya. Mientras llega para mí ese fatídico momento, he decidido que Nerón no tendrá mi vaso mirrino: ese que tú conoces y que tanto admiras. Si estás cerca de mí te lo daré, pero si estás lejos lo haré pedazos.
Cuídate y llévate a Atlante, de otra forma perderás otra vez a Alexandra. Cuando Prócoro Quironio ya no te sea útil, envíamelo. Cuando encuentres a tu amada, házmelo saber. Adiós.
Lo que Petronio no dijo a Marco Aurelio, fue que Eros también lo había herido profundamente y que al terminar de escribir la carta que el tribuno acaba de leer, compuso unos versos para Aurora en un poema que trató de ocultar, como lo haría un tímido adolescente.
Pero Aurora lo encontrará después, al limpiar la biblioteca y ordenar las cosas de la mesa del escritor, tareas que no permite que nadie más haga. Ella lo adora en silencio y admira su trabajo, atesorando todas y cada una de las palabras que él escribe.
Y cuando lea el pequeño pedazo de pergamino, su corazón estallará llenándola de una alegría tan inmensa que la hará llorar de felicidad…
El orgulloso augustano se niega a reconocer su amor por una esclava y trata de luchar contra su corazón. Está empleando todos los medios para mantener la distancia entre los dos, pero es una batalla que ya tiene perdida, porque finalmente se ha rendido al avasallador sentimiento que lo invade, pues escribió:
Ofrenda a Aurora
En mi mente deifico la figura
De tu porte radiante de belleza
Porque tienes del alba la pureza
Y de flor en capullo la frescura.
Nunca pudo jamás con su hermosura
Competir a tus dones la realeza
De la grácil Helena que grandeza
Y atractivos aunaba en su estructura.
Yo te ofrezco de mi alma la ternura
La ilusión de mi ser, si lo prefieres.
Puedo darte también si acaso quieres
De mi vida la negra desventura.
En mi mente ha quedado bien grabada
La silueta de tu alma y compendiada
De tu faz la exquisita lozanía
Y contento he mirado virgen bella
Que refulges lo mismo que una estrella
En el cielo sutil del alma mía.
El caudal de mi amor será muy tuyo
Incluyendo con él, mi grande orgullo
Que jamás he querido quebrantar
Y anhelante le ofrezco a tu belleza
Todo el ser que me dio naturaleza
Porque quiero saber lo que es amar.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONÓCELA
13.- LA PRUEBA II
EL ORIGEN DEL DOLOR
La Muerte y el Dolor entraron en el Mundo por envidia del Demonio. Pero Dios NO es autor, ni de la muerte, ni del dolor. Y NO se alegra con el dolor de los vivientes.
El Pecado destruyó la capacidad y la intensidad en el Amor. Y desde entonces el Dolor existe en la Tierra y arranca lágrimas al hombre, por la depravación de su inteligencia que trata siempre de aumentarlo por todos los medios.
En su paso por la tierra, el hombre más que para sufrir, vive para hacer sufrir. ¡Cuántas lágrimas se acarrea el hombre por la instigación oculta de su amo: ¡Satanás!
Nadie quiere sufrir, pero todos buscan que los demás sufran.
LA SOBERBIA Y LA EXCUSA.
“La serpiente me engañó”, dijo Eva. “La mujer me presentó el fruto y comí de él”, dijo Adán.” Y desde aquel momento la Concupiscencia Triple se apoderó de los tres reinos del hombre.
No hay más que la Gracia para desprenderse de las fuertes ataduras de este monstruo despiadado. Cometieron el primer acto contra el Amor, con la Soberbia, la Desobediencia, la Desconfianza, la Duda, la Rebelión, la Concupiscencia Espiritual y por último, la Concupiscencia Carnal.
También en las ofensas contra la Ley divina, el hombre pecó antes contra Dios, queriendo ser igual a Dios: ‘dios’ en el conocimiento del Bien y el Mal. Y en la absoluta y por lo mismo ilícita libertad de proceder a su placer y querer contra todo consejo, lo prohibido por Dios.
Después pecaron contra el Amor, amándose desordenadamente, negando a Dios el amor reverencial que le debían. Metiendo el ‘yo’ en el lugar de Dios, odiando a su prójimo futuro: su misma prole, a la cual le procuró la herencia de la Culpa y de la Condena; despojados de todo lo que Dios les había dado.
Por último, pecó contra su dignidad de criatura regia, que había tenido el don del perfecto dominio de los sentidos, rebajándose a sí mismo a un nivel inferior al de las bestias.
¡Bien conocieron después la Ciencia del Bien y del Mal! Con el conocimiento adquirido y la nueva vista por la cual supieron que estaban desnudos, los advirtió de la pérdida de la Gracia que los había hecho felices en su inteligente inocencia; hasta llegar a aquella hora, por la pérdida de la vida sobrenatural.
¡Desnudos! No tanto de vestidos, sino de los dones de Dios.
¡Pobres! Por haber querido ser como Dios.
¡Muertos! Con el espíritu muerto por el Pecado. Por haber temido morir con su especie, si no hubieran procedido directamente.
“Seréis como dioses, conocedores de todo, del Bien y del Mal.”
El apagado silbido de la serpiente, con su sonido cruzó el aire; encontró eco en el corazón del hombre y se fundió a su sangre; para entrar a lo más caro del alma, entronizándose en el altar de su espíritu. Y desde entonces vive perjudicándolo en cuerpo y alma, para obedecer al imperativo de la sangre envenenada por Satanás.
El hombre se equivoca al aplicar valor y significado a las cosas y a las palabras. Ser igual a Dios, ya había sido dado por dote por el Padre Creador. Con una semejanza en la cual no tienen nada que hacer, esto que es carne y sangre; sino en el espíritu. Porque Dios es Ser Espiritual y Perfecto. Y los había hecho grandes en el espíritu. Capaces de alcanzar la perfección mediante la Gracia plena en ellos y la ignorancia del Mal.
Jesús vino a poner las cosas y las palabras en la luz justa. Y con las palabras y los hechos demostró la verdadera grandeza, la verdadera riqueza, la verdadera sabiduría, la verdadera majestad, la verdadera deificación.
Y NO son aquellas que el hombre cree.
LA SENTENCIA DIVINA.
Dios Padre alejó al hombre del Jardín de sus delicias. Ya no podía confiar más en sus hijos. El hombre había querido ser el dueño de todo y se opuso a que Dios fuese el Único Creador. Se marchó a su destierro con su pecado. Era un rey humillado y despojado de sus dones. El Hombre del Paraíso se había convertido en un ser terrenal y mortal.
Su Reino lo perdió en manos del que lo pervirtió.
Satanás lo despojó de lo que Dios le había dado. Y de Amo se convirtió a sí mismo en esclavo, de aquel que había sido destinado a obedecerlo. Y el Dolor y la Muerte entraron a formar parte de la vida humana.
La herida de Eva engendró el Sufrimiento, que no terminará hasta que muera la última pareja sobre la tierra.
EL CASTIGO.
No desproporcionado, sino justo.
Para entenderlo se necesita considerar la perfección de Adán y Eva.
Considerando aquel vértice, se puede medir la magnitud de la caída en aquel abismo de degradación.
Dios respetó la voluntad humana.
El hombre perseveró en su estado de rebelión hacia su Divino Benefactor. Porque no se arrepintió del dolor causado a Dios y todavía mantenía su unión con la mentira. Soberbiamente salió del Edén, después de haber mentido y haber aducido pobres excusas a su pecado.
Se hicieron cinturones de hojas y testimoniaron que se avergonzaban; no por estar desnudos y aparecer tales ante Aquel que los había creado y conservado vestidos solo de Gracia e Inocencia, sino porque eran culpables y tenían miedo de comparecer delante de Dios.
Miedo, sí. Arrepentimiento, NO.
Entonces Dios, después de haberlos expulsado del Edén, protegió con Querubines los umbrales del mismo, para que los dos prevaricadores no regresaran fraudulentamente, para hacer botín de los frutos del Árbol de la Vida, nulificando una parte del justo castigo y defraudando todavía una vez más a Dios de su derecho: aquel de dar y de quitar la vida.
Dios es nuestro Rey y nuestro Padre. No un siervo y menos un esclavo.
Dios es Justo.
Cuando castigó al hombre, NO le quitó la inteligencia, ni la fuerza moral, porque nunca ha dejado de amar al hombre, por más culpable que éste sea.También le dejó al hombre la voluntad soberana, para que éste pudiese llegar a ser dueño de sus pasiones y pudiera controlarlas.
El hombre debió obedecer. Los inocentes eran castos. Sabían amar verdaderamente, con aquella ternura virginal que está en el más ardiente amor materno o en el más ardiente amor filial. O sea, de aquellos dos amores que no tienen atracción sensual y son fortísimos.
Dios habría regulado el amor del hombre por las criaturas nacidas de su santo amor con Eva. Pero Adán y Eva no llegaron a este amor, porque el desorden había corrompido con su veneno, el santo amor de los Progenitores.
CONSECUENCIAS DEL PECADO.
El Enemigo de Dios y del hombre por Odio, hirió mortalmente a la Humanidad y la infectó con el germen del Odio, de los Celos, de la Envidia. Y con esto puso la causa primaria de la división que enfrenta a los hombres el uno contra el otro.
De esta manera fue cosechado el segundo fruto de la maldad del Maligno: el fratricidio de Caín. Y desde entonces el virus de la violencia ha ido aumentando hasta alcanzar proporciones pavorosas, porque cada día crece más la semilla que Lucifer siembra en el corazón del hombre: EL ODIO.
Por un solo hombre entró el Pecado en este mundo y por el pecado, la muerte. Y pudieron penetrar entre las delicias del Edén, turbando el orden, la armonía, el amor; esparciendo su veneno. Corrompiendo el intelecto, voluntad, sentimientos, instintos. Suscitando apetitos culpables, destruyendo la Inocencia y la Gracia, afligiendo al Creador.
Haciendo de las criaturas bienaventuradas, dos infelices; condenados uno. a obtener fatigosamente su pan de la Tierra; que por haber sido maldecida, produce cardos y espinas. Y a la otra, a parir con dolor; a vivir en el dolor y la sujeción del hombre.
Condenados los dos a conocer el dolor del hijo muerto y la vergüenza de ser los padres de un fratricida. Y finalmente a conocer el dolor de morir.
Hasta aquel momento, el veredicto de Dios no había todavía fragmentado la rebelión del hombre, el cual con la fácil adaptación de los animales, se había adaptado rápido a su nuevo destino. No más fácil y alegre como el anterior; pero no privado de gozos humanos que compensaban sus dolores humanos.
Las pasiones de los sentidos se satisfacían en la carne compañera.
La alegría de crear por sí solos nuevas criaturas, -¡Oh, orgullo persistente!-. Ilusionándose con esto, que era el ser iguales a Dios Creador; el dominio sobre los animales, la satisfacción de la cosecha y del bastarse a sí mismos, sin tener que agradecer a nadie.
Alegrías sensuales, pero siempre alegrías. Cuánta oscuridad de vapores de orgullo y de niebla de concupiscencia, perduró obstinada en los dos protervos. La maternidad era obtenida con dolor, pero la alegría de los hijos compensaba aquel dolor. El alimento era obtenido con fatiga, pero el vientre se llenaba igualmente y la gula era satisfecha, porque la tierra estaba colmada de cosas buenas.
La enfermedad y la muerte estaban lejanas. Gozando los cuerpos creados perfectos, de una salud y una virilidad que hacía pensar en una larga vida, aunque no fuese eterna. Se amaban con ternura y con pasión; ya que por su elección al orden sobrenatural; fueron dotados para amar y ellos, sí sabían amar mucho.
Y la soberbia fermentante suscitaba el pensamiento burlón: ¿Dónde pues está el castigo de Dios? Nosotros somos felices también sin Él.
Pero un día, el verde de los campos en los cuales florecían las flores multicolores creadas por Dios, enrojeció con la primera sangre humana vertida sobre la tierra.
Y dio alaridos de dolor la madre del dulce Abel muerto.
Y el padre comprendió que no era vana la amenaza de aquella promesa: “Volverás a la tierra de la cual fuiste sacado, porque eres polvo y al polvo volverás.”
Y Adán murió dos veces: por sí y por su hijo. Porque un padre muere la muerte de su hijo viéndolo agonizar.
Y Eva alumbró con desgarramiento, dando a la tierra el cuerpo exánime de su predilecto y comprendió que cosa era el parir en pecado.
La muerte de Abel hizo añicos el orgullo de Adán y las escorias expertas de Eva, en el más atroz alumbramiento a las tinieblas.
El alarido de Eva, también marcó el nacimiento del arrepentimiento.
En aquella hora señalada por la primera sangre humana, esparcida por criminal violencia, por la cual la tierra fue maldecida dos veces. Hora en la cual fulminaba, el castigo de Dios. Murió el orgullo y nacieron el arrepentimiento y la nueva vida; con los cuales los dos culpables iniciaron el ascenso hacia la justicia y ameritaron, después de una larga expiación, el Perdón Divino por los méritos de Cristo.
Este dolor llenó el mundo y se trasmitió de generación en generación y terminará hasta que tenga fin el mundo. Ha llenado con su alarido el lugar en donde Adán extrae el pan de los surcos, sobre los cuales goteaba su sudor.
Se ha esparcido por la Tierra, los horizontes, los cañones, los desiertos y las selvas. Toda la Creación lo ha sentido y lo ha trasmitido. Y como luz cegadora ha hecho ver a Adán y a Eva, la inmensidad de su Pecado. No cometido solamente contra Dios, sino contra ellos mismos, en su carne y en su sangre.
Todo este milenario dolor viene de un desorden creado por un rebelde en el Cielo y por el consentimiento al desorden propuesto por él, a los dos primeros habitantes de la Tierra.
La Gracia restaura, pero la Herida queda. La Gracia auxilia, pero los impulsos hacia el Mal, quedan. Porque desde el momento del Pecado, el Bien y el Mal, son. Y se combaten dentro y fuera del hombre.
La impureza es la raíz de las enfermedades del alma. Los males morales tienen otros nombres: orgullo, codicia y sensualidad. Cuando se alcanza la perfección con estas tres fieras que lo destrozan, – y aun así el hombre las busca con loca ansiedad, – el alma queda totalmente separada de Dios.
La muerte y el dolor entraron en el mundo por envidia del Demonio. Pero Dios no es autor, ni de la muerte, ni del dolor. Y no se alegra con el dolor de los vivientes.
El Pecado destruyó la capacidad y la intensidad en el Amor. Y desde entonces el dolor existe en la Tierra y arranca lágrimas al hombre, por la depravación de su inteligencia que trata siempre de aumentarlo por todos los medios.
En su paso por la tierra, el hombre más que para sufrir, vive para hacer sufrir. ¡Cuántas lágrimas se acarrea el hombre por la instigación oculta de su amo: Satanás!
Nadie quiere sufrir, pero todos buscan que los demás sufran.
LA EVOLUCION DEL PECADO.
Adán y Eva faltaron al primero de los Mandamientos dados por Dios y pecaron contra el Amor a Él, con la Desobediencia. Pero NO pecaron contra el prójimo y en lugar de maldecir a Caín, lloraron por igual sobre el hijo muerto en la carne: Abel. Y sobre el hijo muerto en el espíritu por el Fratricidio.
Así pues, continuaron siendo hijos de Dios, junto con sus descendientes venidos después de este Dolor.
Caín pecó contra el amor a Dios y contra el amor al prójimo. Infringió por completo el amor. Dios le maldijo y Caín no se arrepintió. Por eso él y sus hijos, no fueron más que hijos del animal llamado hombre.
Si el primer pecado de Adán produjo tal decadencia en el hombre: ¿Qué grado de decadencia no habrá producido en el segundo, al que además acompañaba la maldición divina?
¿Qué variedad de formas de pecar no se habrán desatado en el corazón del hombre-animal, al estar totalmente privado de Dios y qué virulencia habrán alcanzado después de que Caín no solo escuchó el consejo del Maldito, sino que lo abrazó como dueño querido, asesinando por órdenes del mismo?
El desgaje de aquella rama, envenenada por la posesión diabólica, evolucionó de mil maneras.
En donde no está Dios, está Satanás.
Cuando el hombre ya no tiene el alma viva, se transforma en un hombre-animal. EL BRUTO, AMA A LOS BRUTOS.
La lujuria carnal al estar aferrada y soliviantada por Satanás, le desata la avidez por todas las uniones, presentándole atractivo y seductor, lo que en realidad es horrendo como un íncubo. Lo lícito ya no le satisface, por parecerle muy poco. Y fuera de sí por la lujuria, busca lo ILÍCITO; llegando a tener monstruos por hijos e hijas.
Son los monstruos que por el poderío de sus formas, su salvaje belleza y su ardor bestial; frutos de la unión de Caín con los brutos y de los brutísimos hijos de Caín con las fieras, insaciables en su sensualidad al hallarse abrasados por el fuego de Satanás.
DE ELLOS SON LOS RASTROS SIMIESCOS, QUE LLAMAN LA ATENCIÓN DE LOS CIENTÍFICOS, INDUCIENDO AL ERROR.
El hombre desatina con las líneas somáticas y los ángulos cigomáticos. Y no queriendo admitir a un Creador por ser excesivamente soberbio para reconocer haber sido hecho; admite la descendencia de los brutos para así poder decir: “Por nosotros mismos hemos evolucionado de animales a hombres. Es el esfuerzo de superación.”
Y así el hombre prefiere auto degradarse, por no querer humillarse ante Dios. De este modo perdió el hombre la perfección de la belleza física y vino la variedad de las razas.
En los tiempos de la primera corrupción, tuvo el aspecto de animal. Ahora ha adquirido esa apariencia en la mente y en el corazón… Y en su alma, por su cada vez más profunda unión con el Mal; ha tomado en demasiados, el rostro de Satanás, borrando casi totalmente la semejanza con Dios…
Y QUEDANDO SÓLO EL HOMBRE-ANIMAL,GUIADO POR LOS MÁS BESTIALES INSTINTOS.
La prevaricación trastornó el orden con el más desconcertante desorden y destruyó el Plan Estupendo de Dios, cambiando totalmente la condición del hombre.
Satanás finalmente logró su objetivo y se apoderó del hombre, sobre el cual desahoga su odio, su veneno y sus desenfrenadas y desesperadas pasiones.
Al hombre rico, sabio, fuerte, feliz, inmortal y libre; lo convirtió en pobre, ignorante, débil, infeliz, mortal y esclavo, atormentado por su implacable verdugo.
A la felicidad del Paraíso Terrenal, siguió la infelicidad del exilio. A la Luz, siguieron las Tinieblas de la ignorancia, al grado de perder su propia identidad.
El Amor fue sustituido por el Odio. Al Bien para el que el hombre fue creado, se prefiere el Mal con toda su gama de manifestaciones. A la Vida Eterna, finalidad de la Creación, se prefiere la Muerte Eterna, en la abismal desesperación del Infierno.
Dios, a cambio del Amor sin límites que ha dado al hombre, recibe un tremendo insulto: el desprecio absoluto por parte del ser humano, que en una monstruosa ingratitud se niega a reconocerlo y a amarlo.
La Humanidad ha pecado con el Deicidio, en el Pueblo Elegido, el Pueblo de Dios. El hombre se niega a reconocer al Salvador y lo mata, porque no le gusta lo que Él ha venido a decir. Y por no arrodillarse ante Dios hecho Hombre, negándole la Adoración que le corresponde; lo convierte en el Redentor; cumpliendo en esta forma el Plan Admirable de Dios.
Y después del Deicidio cometido por los sacerdotes de Israel; los fomes del mal prosperaron cada vez más fuertes hasta que el hombre ha llegado a la perfección de la maldad y la perversión, en el más refinado satanismo.
La Noche de la Negación de Dios cubre ahora todo el mundo. Los corazones están endurecidos por el egoísmo y por el odio que prevalecen en todas partes. La inocencia de los niños es contaminada y profanada.
El mundo se aleja cada vez más de Dios y se ha caído en el engañoso espejismo de creer poder prescindir de Él, construyendo una civilización materialista, que se niega a aceptar el pecado como un mal y haciendo al alma incapaz para el arrepentimiento, totalmente sordos a las voces del Cielo.
Satanás es el tirano que con las cadenas del pecado, arrastra al hombre hacia donde él quiere. Los impulsos del Pecado son el Egoísmo y el Odio, los dos enemigos acérrimos del Amor. Tientan con recompensas, amenazan con represalias, indagan, señalan y preparan asechanzas, para dañar al prójimo.
Así es como se realizan toda clase de crímenes.
El hombre siempre se envilece cuando sirve al pecado. El alma corrompida empuja la carne a pecados obscenos, que envejecen y deforman. El vicioso jamás es verdaderamente feliz. Porque en las glotonerías y en el ocio, el cuerpo disfruta, pero el alma languidece.
Los culpables aunque lo nieguen, sufren, porque el pecado enferma el alma y hiere al espíritu. Y nadie puede herirse a sí mismo, sin causarse dolor. El pecador no conoce la paz en su corazón.
Todo pecado es una enfermedad y hay algunos que provocan la muerte inclusive física. Las bendiciones de Dios son destruidas por el pecado y la alegría se acaba. Toda acción mala, quita la paz. El alma pecadora siente cansancio y tedio, se aburre pronto de todo y no conoce el júbilo del verdadero amor, sintiendo dentro de sí un verdadero quebrantamiento.
El alma enferma por el pecado hace que muera el espíritu; el cual se convierte en instrumento de Satanás, para infligir daño a los demás, en la decadencia de un círculo perfecto de Maldad y de Odio. El pecado enferma al alma con un cáncer que carcome y destruye peor que la lepra. El cáncer del cuerpo se queda en la tierra, pero el Pecado permanece por toda la Eternidad.
El espíritu muerto por el pecado es totalmente dominado por Satanás. Quién toma ‘posesión espiritual’ del templo viviente que es el hombre, quién es lanzado a cometer verdaderas aberraciones que lo angustian y de las cuales quisiera verse libre.
Pero cada vez comprueba dolorosamente y muchas veces sin comprenderlo ¿Por qué NO PUEDE hacerlo?…
LA ESCLAVITUD DEL PECADO.
Entre los ángeles hay diferentes jerarquías: ángeles, arcángeles, etc. Entre los demonios también las hay. Jesús también especificó una distinción entre los demonios y los espíritus inmundos. Los demonios son los ángeles caídos que no supieron retener su condición.
Los espíritus inmundos son generados por los pecados de los hombres. El pecado consumado y convertido en vicio, fortalece y vitaliza a estos espíritus generados por la maldad humana. Llegan a agigantarse a tal grado que toman un dominio total del hombre, hasta esclavizarlo de una manera absoluta.
El alma fue creada para volver a unirse con Dios. Y cuando la libre voluntad del hombre decide unirla al pecado, se produce un místico adulterio espiritual.
La lujuria de la mente es la soberbia.
Fue el pecado de Satanás que se burló de Dios, llevándole a creerse superior a Él. La mente del soberbio fornica con Satanás, contra Dios y contra el Amor.
La lujuria del corazón es la ambición de las riquezas y del poder.
Es la que odia a Jesús y a su Evangelio, porque Él ha acabado con ella en el corazón de los que aprenden a amar a Dios.
La lujuria carnal empuja al cuerpo a vivir esclavizado como un animal.
Y sus instintos lo gobiernan en satánica tiranía, por infames placeres.
Esta es la Triple Concupiscencia que destruye al hombre manteniéndolo alejado de Dios. Porque el alma muere si se le mantiene apartada de Dios.
Dios es Amor. Privada de su fuente, el Amor, el alma pierde la capacidad de amar y a pesar de todos los esfuerzos, la felicidad se vuelve más inaccesible cada día. El odio y la amargura envuelven al alma que busca inútilmente un alivio.
El hombre privado de Dios por una vida llena de pecado, lo que lleva a cabo es un suicidio espiritual, porque en un loco e insensato deseo de vivir para sí, en el egoísmo desenfrenado, se priva de lo que viene a ser su misma vida: el Amor.
Y en el vacío resultante, la búsqueda incesante de paliativos, lo hunden en el vicio y en el error.
Cuando se vive solamente para la materia, el cuerpo se vuelve lo más importante y por darle satisfacción a la carne, el hombre muere sin darse cuenta de que está muriendo en su parte más importante: la espiritual.
El que mata el amor, mata la paz. La inquietud resultante es la prueba de que las almas están moribundas, que languidecen por el hambre de Dios. Hambre que solo podrá ser saciada en la Fuente del Agua Viva: el Verbo Encarnado y en su Palabra: el Evangelio.
HERMANO EN CRISTO JESUS:
ANTES DE HABLAR MAL DE LA IGLESIA CATOLICA, – CONOCELA
R65 LA LEY DEL AMOR
Hijos del Altísimo:
Esta ciencia divina de la Caridad, la deben llevar a la praxis constantemente, para que ejerciten el don del amor divino en ustedes.
Les hago un llamado a la Caridad, ya que el ser caritativo, no solo es razón de dar o darse a los demás con auxilios materiales; sino a la vez es esa plenitud de la criatura humana que ha logrado impregnar el alma y el cuerpo de Amor.
LA CARIDAD AMADOS, ES EN REALIDAD UNA GRAN CIENCIA, MUY IMPORTANTE PARA ESTOS INSTANTES.
La Caridad lleva al hombre a sumergirse en la estabilidad de la Verdad. Y a la vez les impregna de la generosidad: esa que lleva a dar sin esperar recibir.
Hijos del Altísimo, los Dones del Espíritu Santo elevan la conciencia e inculcan en el hombre el Conocimiento Espiritual en el Saber Celestial, que le comunica al alma cuanto necesita, si es deseado y buscado para acercarse más a lo Divino.
Quien no es Amor, es un hombre aislado, seco como la higuera que no da fruto, apesadumbrado. Y en la mayoría de sus decisiones cuenta únicamente, con lo que cree para su beneficio personal.
El Amor Caridad, conducido por el Espíritu Santo, toma al hombre y le conduce de forma consciente a obrar y actuar con esa forma proveniente de la Casa Paterna; en donde el alma ansía lo de Arriba, siendo una criatura humana justa, misericordiosa, agradecida, que mira en todo instante cómo hacer el bien.
Amados del Altísimo: Dios no tiene principio ni fin…
Dios ha enseñado a cada uno de Sus hijos el bien y la justicia… En este Instante el hombre desconoce a Dios por libertad propia y aún así le culpa de las desgracias personales.
El Altísimo ha dado todo al hombre, pero el hombre no ansía acercarse a Dios. ÉL respeta la libertad de la que dotó al hombre.
El Altísimo creó el Sol para beneficio de la Humanidad. Si una criatura humana no desea mirar el Sol, aunque perciba el calor y guste de la luz del Sol, dirá: “esto no procede del Sol, es otra fuente la que irradia tanto el calor como la luz” Así es el hombre con el Altísimo: le niega.
Cada ser humano sabe que el Altísimo le creó como obra de Su Amor Infinito y le colocó toda la Creación para que no le faltara nada.
El Mal nació de la Soberbia, del Orgullo, de la Envidia, del Odio que despertó en un Ángel bello con todas las propiedades y atributos que el altísimo dispuso para él.
Pero este ángel miró a la Mujer con un Vientre puro y virginal, en donde nacería el Hijo de Dios. Y creció en este ángel un sentimiento de ENVIDIA. Y la envidia desató el sentimiento de la soberbia, que llegó a ser realidad.
Este mensajero caído ha llevado a la Humanidad hacia la discordia, a la bajeza espiritual y moral, ha convulsionado todo el bien para que el hombre lo transforme en mal y no son cosncientes de los alcances del mal actuar….
Amados, no son conscientes de los alcances del mal actuar… Cada acto de maldad, cada acto contaminado por la ira, la soberbia, la envidia, la inmoralidad, la perversión y la agresión; no es estático. No queda en la criatura humana, SINO SE EXTIENDE A TODA LA CREACIÓN, ya que el hombre es multiplicador de sus obras y actos para bien o para mal.
De igual forma, los actos de bien se potencian en toda la Creación, sin que el hombre sea consciente de ello: es la Ley del Amor que no es estática. El hombre es en la creación receptor, pero a la vez es emisor…
Y ESTA ES UNA GRAN RESPONSABILIDAD ANTE EL ALTÍSIMO Y ANTE LA MISMA HUMANIDAD
El hombre emite pensamientos, deseos, actos entre otros. Y cuanto el hombre emite, sale de él y se potencia hacia todo lo creado. Así como el Sol influye en el hombre y como la luna influye en el hombre, así el hombre emite continuamente su pensar y sentir, hacia fuera de su cuerpo físico.
El hombre no se encuentra encasillado en su cuerpo sino es un potenciador de sus obras y actos, de ahí la importancia de la prudencia atraída por el hombre creyente que emana del Espíritu Santo.
Los hijos del Altísimo actúan para bien de sus hermanos.
En este Instante en que cada paso forma parte de la gran encrucijada hacia los eventos profetizados, tengan presente, amados:
“Actuad en todo sin murmullos ni murmuraciones, a fin de que seáis irreprensibles y puros, hijos de Dios inmaculados entre una generación perversa y degenerada, en la que tenéis que resplandecer como astros, trayendo la Palabra de vida” (Flp. 2, 14-16).
Al mantener el hombre esta consciencia, sabrá que lleva sobre sus hombros el peso de cuanto sucede en la Humanidad. Y debe mantenerse a la defensiva contra el leve susurro del Mal que le incita a la consumación más detestable como criatura humana.
No deseo mirar monstruos en lugar de hombres de Dios. No deseo mirar monstruos que destruyen todo a su paso.
Amados, tienen que comprender que LA FALTA DE AMOR ES UN SIGNO PELIGROSO EN USTEDES
La falta de Amor es signo de que se escapa del hombre una correcta correspondencia hacia la Trinidad Sacrosanta y hacia el prójimo, siendo la puerta más peligrosa por donde penetra Satanás.
Los transgresores del Amor no se esperan. Continuamente laboran para aconsejar al hombre a hacer el mal. A pesar de ello, el Altísimo continúa exhalando Su protección al hombre; le defiende de cuanto pueda ocasionar un mal irreparable, pero el hombre lo rechaza.
Ha llegado el Instante en que pueblos paganos, confiados en su propia fuerza humana, hacen guerra contra los cristianos: “matémosles como a un rebaño de ovejas”.
El Instante anunciado ha llegado. Se desarrolla poco a poco, aunque ustedes ya lo miran.
De sitios lejanos llegarán a Europa y a América principalmente, criaturas inmorales, maliciosas, perversas; que como aves de rapiña se abalanzarán sobre los que confiesen la verdadera Fe en Cristo, nuestro Rey.
Deseosos de aniquilar todo vestigio que recuerde a Cristo Rey, invadirán los lugares santos y tomarán gran botín, llevando el botín para grandes sacrilegios.
Así mismo, la vanidad humana permitirá que las normas eclesiásticas sean corrompidas transgrediendo Los Mandamientos de la Ley de Dios.
La Humanidad no mira las Trampas del Mal y persiste en el mal, el que les llegará de la misma Creación que les desconoce. Y por eso padecen y padecerán terremotos y tsunamis.
La fuerza de los volcanes será mayor, los fenómenos meteorológicos poseerán gran fuerza, los virus se extenderán por la Tierra.El Caos crece y el hombre insensato lo niega. Entretanto más hombres serán asfixiados por el fuego, producto de las armas de guerra, las que el hombre jamás debió crear.
Amados: Ante el desencadenamiento de la Guerra, ustedes sean constantes en la Oración y en la Unión con nuestro Rey en la Eucaristía.
Oren a nuestra Reina de todos los Ángeles y ámense unos a otros.
¡No se alejen, amados del Altísimo, no se alejen!
Oren a tiempo y destiempo siendo cada uno ese repetidor del Amor de nuestro Rey y expandiendo el bien, el cual triunfará. Y dará Vida Eterna y Vida en abundancia.
Oren por Europa, será presa del terrorismo.
Oren por Medio Oriente, ARDERÁ.
No olviden que el Mal se presenta como antecesor del que es su esencia: el Anticristo. No rían los que no creen. Gocen los que creen y se preparan, levantándose sobre su propio dolor y las pruebas.
Nuestro Rey vence y vencerá, en aquellos que se arrepientan y le proclamen Rey y Señor de su vida.
¿QUIÉN COMO DIOS?
21 DE JUNIO DEL 2016
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Hijos, no necesitan dejar de pensar en ustedes, hijos Míos. Cada uno necesita un alto en el camino para que se miren y analicen, en qué estado espiritual se encuentran.
Como Madre de la Humanidad, debo decirles:
¡BASTA YA! ¡DETÉNGANSE!
NO DESEO QUE SE PIERDAN…
SE ENCUENTRAN EN UN INSTANTE PELIGROSÍSIMO, EN EL QUE PUEDEN PERDER EL ALMA.
La convulsión de la Humanidad invade la mente, el pensamiento y el corazón del hombre.
Esta convulsión ha sido trazada para que ocurra en este Instante preciso. Programada con antelación como parte de quienes gestan la Instauración del Anticristo, el Aberrante Engañador, el Profanador de cuanto sea de la Casa de Mi Hijo.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, el ‘yo’ humano es una bendición para cada uno de ustedes, que se saben y se reconocen como criaturas humanas, cada uno diferente de su hermano.
El hombre ha dado un uso indebido del ‘yo’ humano, diferente como criatura libre; para tomar decisiones, en este instante contrarias a la Voluntad Divina.
Llegará el instante en que los hijos de Mi Hijo, tomen el sendero equivocado y se precipitarán al Abismo. Viviendo en el Pecado, potenciando el poder del Demonio, el que usurpará las mentes de los inocentes, jóvenes y adultos, para luchar por su objetivo:
“Que los hombres de este Instante no se amen unos a otros, como hermanos de un mismo Dios”
Sino se empeñen en corromperse unos a otros.
El ‘yo’ humano no será en el hombre causa de bien. El hombre tiene conocimiento de que posee su ‘yo’ humano. Y ha llevado al ‘yo’ humano a ser invadido por las malas acciones…
El ‘yo’ humano hijos Míos, se alimenta de los sentimientos negativos, de los deseos negativos: DE LA SOBERBIA, DE LA IMPOSICIÓN SOBRE OTROS HERMANOS Y DE LA VENGANZA…
El ‘yo’ humano se alimenta de los pensamientos, sentimientos, deseos y actos de cada uno de ustedes. En cuanto más egoísta es la criatura, más impone su ‘yo’…
Sin atender al hermano que posee sentimientos, corazón, sensibilidad, mente, pensamiento.
EL ‘YO’ HUMANO LOGRA UN GRAN HOMBRE…
O LOGRA DE UN HOMBRE:
UN GRAN ESCLAVO DE SÍ MISMO
Este es el Instante hijos Míos, en que deben conocer cómo intervienen en ustedes los Dones que recibieron para llevarlos hasta Mi Hijo y que sean multiplicados por el Espíritu Santo.
Por ello el Cielo les lleva de la mano para que no se equivoquen… Y se reconozca cada uno tal cual es, para que el Demonio no les engañe.
Hasta que el hombre reconoce con honestidad cómo se comporta, logra crecer…
Mientras el hombre niegue las malas actitudes o tendencias, no logrará salir de la Oscuridad,
corriendo el peligro de ser más del ‘yo’ humano y menos de la fraternidad a la que les llama Mi Hijo.
Cada palabra de este Llamado es para, ti hijo mío. Para ti que lees… Es para que lo medites y no lo dejes pasar, como si fuese para otra criatura humana.
Cada hombre tiene su ‘yo’ humano. Y tiene la responsabilidad de reconocer cómo es su ‘yo’ humano, para que NO camine en contra de la Voluntad Divina.
Es necesario que el hombre en este Instante ubique su ‘yo’ en el lugar debido, para que le dé el espacio, el centro a Mi Hijo y ÉL sea todo en todos. Solo así Mi Hijo logrará auxiliar a Sus hijos para que obren y actúen a Su Manera Divina.
Como Madre no deseo hombres que no razonen… Pero tampoco deseo hombres a los que la razón les endurezca el corazón.
Reparen sus obras y actos indebidos, esto lo logran las grandes personas, los grandes hijos de Dios; a sabiendas de que la Hora de la Siega llegará y se encontrarán al lado del trigo o al lado de la cizaña. Este instante amerita praxis del bien y esta praxis inicia desde dentro del hombre.
No esperen a que sus hermanos cambien, sino al contrario, el cambio debe ser personal.
Y esto le facilitará al hermano dar el paso para ser mejor hijo de Dios y mejor ser humano.
El verdadero cristiano sabe que NO es deber del prójimo ajustarse a su obrar y actuar a sus exigencias, que además pueden estar equivocadas. El vivir en la Voluntad Divina inicia con el amor a Dios y el amor fraterno, no en un campo de batalla por sobresalir.
Hijos, no hagan mal uso de la inteligencia, ganando provecho personal.
EN UN INSTANTE SE ENCONTRARÁN FRENTE AL AVISO
Y en ese Instante, cuanto han actuado y obrado indebidamente, lo tendrán frente a cada uno, en el silencio de ese Instante en donde se encontrará cada uno, ante sí mismo.
El silencio del examen de consciencia personal, del veredicto personal, el mayor silencio que jamás han experimentado. La soledad que parecerá interminable, en donde el mínimo acto será sentido en la balanza personal, para bien o para mal.
El AVISO es Misericordia Divina; si la criatura humana pasado éste, se arrepiente y no escucha las voces de quienes al poseer tanto mal, se nieguen a aceptar cuanto han mirado de sí mismos y se rebelen en contra de Dios.
Hijos de Mi Corazón Inmaculado, ¡Se niegan tanto a los asuntos del espíritu! Algunos no reconocen la existencia del Mal. Otros no conocen que poseen un espíritu que mora dentro del cuerpo humano.
SATANÁS OPERA ASTUTAMENTE,
ATACA DE UNO EN UNO…
ENVÍA A SUS LEGIONES A ATACAR A DETERMINADA CRIATURA HUMANA.
Él se encuentra enojado contra ustedes Mis hijos, porque se esfuerzan en ser diferentes a lo que eran antes. Se esfuerzan por ser mejores cada instante, ante la proximidad del Cumplimiento de la Palabra Divina.
Ustedes no son de los que creen que cuanto viven en este instante, se ha vivido siempre y luego todo continuará siendo igual que antes.
El Demonio sí reconoce que le queda poco para llevar las almas al Infierno.
En esto lleva una ventaja sobre los que no creen en que el Instante ha llegado.
El Demonio sabe que tiene que actuar con fuerza, depravando al hombre; alejándole de Mi Hijo y llevándole a amar el Mal y a desear el Mal.
Satanás sabe que en este instante tiene un gran problema…
Sí hijos, el gran problema para Satanás son ustedes que continúan amando a Mi Hijo, recibiéndole en Su Cuerpo y Sangre, amando la fraternidad, venciendo los defectos que les alejan de la Vida Eterna.
USTEDES SON HIJOS MÍOS…
EL GRAN PROBLEMA PARA EL DEMONIO.
POR ELLO TIENEN QUE SER ASTUTOS
PARA RECONOCERLE Y NO CAER EN LAS TENTACIONES.
Hijos Míos, aumentarán las causas de Desastres en la Tierra: El hombre actuará con mayor cizaña. La mente humana será invadida con una fijación: dar muerte al hermano, lacerar a los niños y provocar el terror y la incertidumbre.
No teman, Mis hijos. Oren y practiquen los Mandamientos de la Ley de Dios. Sean misericordiosos, Adoren a Mi Hijo en espíritu y verdad.
No les entregaremos en manos enemigas. La Protección Divina es llamada por cada uno, con plenitud de consciencia.
Oren hijos Míos, oren. Pakistán, este pueblo, llorará sobre sí mismo.
Oren hijos Míos, oren por China, de un instante a otro el conflicto de esta Nación, se expandirá por toda la Tierra.
Oren hijos Míos, oren por Francia, las lágrimas serán ríos de dolor.
Oren hijos Míos, la Tierra continúa abriéndose y el hombre no llegará a encontrar soluciones. (1)
Oren hijos Míos y miren al Cielo, la admiración será grande.
La Naturaleza llega a la Tierra con mayor poder, desatando su furia contra el Pecado.
El Sol tendrá en tensión al hombre, ya no es tan aliado del hombre. (2)
Ecuador padece, este pueblo padece, lamenta y llora.
Indonesia mira con asombro la fuerza de los volcanes ante el estremecer de la Tierra. (3)
Argentina, tierra de paz, deja el lamento sobre su suelo.
NIEGAN A MI HIJO, IDOLATRAN A SATANÁS Y A SUS TENTÁCULOS…
Mis hijos predilectos deben ser fuertes en sus homilías, luchen por las almas.
Quienes se acercan a Satanás le entregan el control de sus sentidos.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
ESTE INSTANTE ES VERDADERAMENTE UN INSTANTE.
Las fuerzas masónicas no pierden tiempo,
Las fuerzas illuminati han girado las órdenes a su gran élite.
El exterminio de gran parte de la población mundial es el propósito de ellos.
Las Grandes Organizaciones Mundiales se encuentran bajo este dominio. Y la meta es la degeneración humana para que se entreguen al Mal.
LA IGLESIA DE MI HIJO SERÁ MOTIVO DE GRAN CRÍTICA
USTEDES MIS HIJOS, NO PIERDAN LA FE.
Un presidente perderá la vida en manos de sus oponentes.
Nicaragua es tierra de provisión del Comunismo, el que no habla posee un botín…
Hijos, no tarden en retomar el camino, sean hijos atentos a los Llamados, a esta explicitación de la Palabra Divina. Permanezcan atentos a esta Bendición que reciben de la Mano de Dios Padre.
Hijos, oren y sean praxis, la oración sin frutos es muerta.
Despierten a sus hermanos que duermen, no tengan temor. Esperen con paciencia. la Casa del Padre no abandona a Su Pueblo.
LES BENDIGO, HIJOS, SE MANTIENEN EN LA BARCA DE MI CORAZÓN.
Les amo. Mamá María.
(1) Profecías sobre el agrietamiento de la tierra.
(2) Profecías sobre la actividad solar.
(3) Profecías sobre la actividad volcánica.
Comentario del instrumento.
Hermanos (as):
Claramente siento el angustioso Llamado de nuestra Madre Santísima, ante la escasez de conocimiento del hombre y las facultades que poseemos. Nuestra Madre nos da una lección sobre el YO HUMANO o ego humano. Quizá porque éste ha sido la causa de grandes desgracias en la Humanidad, una de ellas: la Segunda Guerra Mundial.
En este instante de oración praxis, recogimiento e instrucción, nuestra Madre nos dice que no es necesario participar de una guerra para vivir una guerra. ¿Cuál guerra? La guerra que el yo humano mantiene en cada uno de los hombres.
Y el Llamado de nuestra Madre es a combatir todos los apegos dentro de cada uno, de manera personal. Porque el Mal llega y fecunda el terreno propicio, el terreno inundado por la fuerza del ego. Como dice nuestra Madre, cada uno reconoce sus virtudes y sus limitantes, que en la mayoría de las ocasiones son parte de esa idolatría a sí mismo. Y de la soberbia en la que ha penetrado el Demonio.
Este es el instante de anular lo que nos separa del camino hacia la Vida Eterna. Nuestra Madre nos llama a no ser egoístas, a no juzgar negativamente a los hermanos, a no ser destructivos; porque estos son algunos de los indicadores de quien posee el ego elevado. Y cuando el ego se encuentra en ese estado, no se mira la realidad tal cual es. Se vive con una máscara.
Me compartió nuestra Madre, la petición que Ella nos hace a todos Sus hijos:
“no declinar en este instante”, ser más de Dios que del mundo.
Y Ella me solicitó pedir a cada uno en este llamado a vivir cada uno en paz, las familias en paz, las relaciones con los hermanos en paz, porque el Demonio se encuentra urgido de mantener a los hijos de Ella, de nuestra Madre, en una constante batalla. Por tanto hermanos, tenemos tanto por lo que permanecer unidos, que no es bueno para ninguno robar la paz al prójimo. Nos alertan por medio de hechos contra los Templos, donde se llevan a cabo fastuosos ritos a Satanás.
¿En qué estado se encuentra esta generación? ¿Podemos hacer algo nosotros?
Sí, vivir como nos lo indica nuestra Madre Santísima y aprovechar cada instante para decir:
“TODO TUYO MADRE, LLÉVAME A TU DIVINO HIJO” Amén.
R54 LAS HERIDAS PUNZANTES
La Virgen ha venido a continuar lo que empezó en Fátima
El próximo mes de junio la Virgen cumplirá 35 años de estar apareciendo diariamente en Medjugorje y el 13 de mayo de 2017 se cumplirá el Primer Centenario de su primera aparición en Fátima. Entonces el Año Jubilar de la Misericordia, ha preparado el Año del Primer Centenario de la aparición de la Virgen. Y el Papa Francisco ya manifestó su deseo de estar en Fátima el próximo año.
En Medjugorje la Virgen hizo referencia a sus apariciones de Fátima, cuando mencionó que “había venido a continuar lo que había empezado con los Secretos de Fátima” (cf. Octubre, 1988) y quizá por eso, ahora nos habla de algo importante que mencionó allá: las Heridas de su Inmaculado Corazón.
Lucía de Fátima narra que una aparición la Virgen le mostró su Corazón cercado de espinas “por las blasfemias e ingratitudes de tantos hijos ingratos” Y en el mensaje de este mes menciona que esas espinas han llegado a sangrar Su Corazón Inmaculado a razón del pecado y todo hábito pecaminoso en el que viven sus hijos.
Si nos fijamos bien en el Mensaje, la Madre no se refiere a los pecados específicamente de los ateos, agnósticos o de los no católicos, sino de los pecados en general que cometen los que Ella “mira”. Entonces, son los pecados de todos: de creyentes y no creyentes: son las acciones con las que se ofende a Dios las que hacen sangrar el Corazón Inmaculado de María.
¿Y por qué razón la Madre en este momento nos habla así? Es probable que el motivo sea la pérdida del sentido del pecado que está viviendo el mundo; porque se ofende a Dios y no hay remordimiento, no hay culpa, no se advierte el Mal.
Aun no hemos salido de la dictadura del relativismo: el hombre es quien decide la objetividad del Mal y no Dios; no lo que Él ha revelado. Y ese relativismo moral está conduciendo a la humanidad a la destrucción total y la Iglesia no puede ceder al juego del Maligno.
Entonces, frente a esa mentalidad neopagana la Madre reacciona y nos hacer ver lo que es el Pecado: es una Herida que Sangra el Corazón de Dios y que hace sangrar Su Corazón Inmaculado, por lo que el mensaje de este mes también es un nuevo llamado a la conversión, a fin de “Reparar las heridas del Corazón Inmaculado de María”.
La Virgen en Fátima, frente a las “espinas punzantes” que vio Lucía, pidió la Comunión Reparadora el Primer Sábado de cada mes, la Confesión mensual y el rezo meditado de 5 misterios del santo Rosario con la intención de Desagravio. Y en el mensaje de este mes, la Reparación del Corazón Sangrante de María consiste en “regresar a Dios y regresar a la oración”; de esa manera se encuentra la felicidad en la Tierra y esa felicidad no es solo para el creyente sino también para María.
Porque cuando se acude con el corazón contrito al confesionario, cuando se busca la reconciliación con Dios y se regresa a la oración, también hacemos feliz a la Virgen: se Repara las heridas de Su Corazón Inmaculado.
Tradicionalmente, el mes de mayo ha sido dedicado a la Virgen María; por lo tanto, la tarea para este mes no puede ser otra que hacer el ‘Mes de Reparación” al Corazón Inmaculado de la Madre.Y abandonar el pecado y todo hábito pecaminoso, para de igual modo regresar a la Oración como Ella misma pide. Este detalle es la más importante del mensaje de este mes.
MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
23 DE ABRIL DEL 2016
Amados Hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Yo, como Madre de toda la Humanidad, les amo. Mi Corazón sufre por cada uno de ustedes cuando no corresponden al Llamado de Mi Hijo. Es necesaria la conversión.
Todos los hijos de Mi Hijo deben acudir en este mismo instante en busca de la conversión. Deben salir al encuentro y convertirse; ya que el hombre en este instante, galopa a toda velocidad sobre su ‘yo’ humano colmado de imperfecciones, que han florecido con el pasar de los años.
La humanidad debe frenar de “ipso facto” los actos contrarios al bien. No son capaces de mirar cuánto daño se causan a sí mismos negando a Mi Hijo. Se han obstinado en encerrarse en sí mismos, para no mirar el mal que hacen ni el bien que dejan de hacer. Cada uno se mira a sí mismo desde la perspectiva que más le conviene, dejando de lado todo aquello que conlleva irreverencias, desacatos, desobediencias y aún más, sacrilegios que se cometen contra la Divinidad.
Amados hijos, ustedes no han sido capaces de mirarse a sí mismos y de mirar sin máscaras y sin liviandades cuanto se niegan, cuanto omiten y cuán desafortunados son, al encerrarse en el ego humano empobrecido y contaminado con lo mundano, para no mirar la realidad espiritual.
Han decidido no mirar la Verdad, han decidido vivir hipócritamente al lado del Mal para no sentir remordimiento alguno ante el mal obrar y actuar cotidiano.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Les miro caminando en el mundo, pero más que caminando, les miro vagando; ya que el que camina se detiene en algún instante de su vida a mirarse… Pero el que vaga por el mundo no se detiene, sino que continúa alocadamente, desenfrenadamente, tropezando una y otra vez.
Y cuando tropieza se entrega en manos del Mal, porque no desea mirar su realidad: sino que desea continuar viviendo en esa irrealidad, en esa falsedad, en esa oscuridad que el Mal le presenta agradable, para que se sienta bien sumido en el pecado.
¡CUÁNTO SOBREABUNDA EN ESTE INSTANTE ENTRE TODOS MIS HIJOS,
LA ENVIDIA: ¡EL GRAN MAL QUE AQUEJA A LA HUMANIDAD!
Porque la envidia enceguece y envilece al hombre, le lleva a atacar a los inocentes, le lleva a atacar a los que Mi Hijo ha llamado para ser sus voceros, fieles y verdaderos. Le lleva a atacar a sus hermanos, porque la envidia le lleva a pensar: ¿Por qué no a mí? y ¿Por qué a ése, sí? Yo daré varias respuestas a esto. Y sé que a algunos no les va a agradar; pero lo que les falta hijos es: hablar con la Verdad.
Gran parte de Mis Hijos Predilectos podrían ser instrumentos de Mi Hijo como Profetas, en el sentido en que podrían dar a conocer la explicitación de la Palabra de Mi Hijo directamente revelada por Él a ustedes, Hijos Predilectos. Mi Hijo ha elegido a unas cuantas almas en medio de ese mar sacerdotal y religioso y el resto lo ha elegido, lo ha sacado de entre Su Pueblo.
Y NO les ha dado más poder a quienes dirigen Su Iglesia, para que se detengan a pensar cuando esos instrumentos de Mi Hijo, esos portavoces de Mi Hijo, fielmente elevan la Palabra que Mi Hijo les revela y les explicita ante todo el Pueblo, creyente o no creyente.
Mi Hijo da Su Palabra según Su Voluntad; no por rangos, no por sabiduría, no por estudios, no por posiciones. Mi Hijo explicita Su Palabra en la mayoría de los casos a través de Su Pueblo, de hijos que ha entresacado de Su mismo Pueblo, porque en este instante, no todo Su Pueblo Sacerdotal actúa acorde a Su Voluntad y a Su Ley…
Y esto causa envidia de parte de algunos de Sus Hijos Predilectos y de las criaturas humanas, hacia las almas que Mi Hijo y Yo elegimos. Y LES ATACAN CON DUREZA.
Y les llaman impostores y falsos. Pero esto no debería de ser nuevo para el Pueblo Fiel de Mi Hijo, puesto que a Mi Hijo lo llamaron “Belcebú”. Se mofaron de Él cuando les mencionó ser Hijo del Padre. Y aún en la Cruz no le creyeron.
Hijos amados, Pueblo de Mi Hijo, no van a despertar hasta que no se arrepientan. Y cuando esto suceda, será tarde, no para ganar la Misericordia de Mi Hijo sino para ir hacia sus hermanos, hacia aquellos que ustedes han criticado y masacrado a través de la lengua.
Hacia aquellos que han ofendido y han querido desmentirles. Hacia aquellos que han llamado mentirosos absolutos, apocalípticos. Hacia esos instrumentos del Cielo que les mencionan la Verdad, esa que mantienen escondida en lo más profundo de su corazón y no desean aceptar.
Quizás sea tarde les repito, porque las condiciones en el mundo no les permitan hacer llegar a esos hermanos, una palabra solicitando excusas porque han causado daño a los que Mi Hijo ha elegido.
Amado Pueblo de Mi Hijo:
El Profeta no vive una vida fácil, pues es constantemente desmentido y por ello atacado. Pero vive lo que no vivirán otros que se dedican como sepulcros blanqueados, a criticar todo porque se consideran doctos en espiritualidad y casi que se consideran dioses.
Pero éstos no vivirán el Cielo por adelantado puesto que el que vive de la envidia, vive perturbado; vive sumido en la tristeza, en la ambición, vive con su corazón saturado de arrogancia y mirando a sus hermanos hacia abajo.
El que vive colmado de envidia es fácil presa del Demonio. Y actúa y obra según los actos y obras de Satanás, hasta que algún suceso en su vida le lleve a abrir su corazón, su mente. Y entonces frenar sus instintos agresivos y retomar el camino verdadero.
Amados Hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Como Madre he tratado de mencionarles y guiarles de una y otra forma… Mencionarles los errores, los pecados, las difamaciones; todo lo que les lleva a enlodar el espíritu.
Pero no atienden a mis indicaciones, ¿Qué puedo esperar Yo como Madre, si a Mi Hijo no le obedecen y le desprecian? He de decirles que se encuentran en un instante sumamente delicado para toda la humanidad. Se encuentran al borde del Precipicio de los grandes acontecimientos. Se encuentran en el filo del Precipicio, solo basta un mínimo movimiento y la Humanidad caerá…
Es lamentable, sumamente doloroso para una Madre, tener que emitir estas Palabras hacia Sus hijos, pero Mi Voz no se acallará porque unos cuantos lo deseen… Si Mi Hijo padece sed de almas, Yo como Madre estoy dispuesta a llegar hasta el último instante, llamándoles, pues si una sola alma me mira y retorna a Mi Hijo, le daré la mayor felicidad a Mi Hijo…
Amados Míos:
¿Qué sucede, qué sucede cuando un hombre se acerca a una planta que tiene sus hojas y su tronco saturado de espinas? Se espina y le causa dolor. Y debe sacar una a una las espinas. Ustedes constantemente causan eso al Corazón de Mi Divino Hijo. Y los ángeles todos derramando lágrimas, Adoran a Mi Hijo para que no le causen tanto dolor.
La inconsciencia del hombre ha alcanzado niveles impensables; tanto que el hombre no piensa, sino que actúa alocadamente por instinto. Ese mismo instinto que el Demonio coloca en el hombre, por la irresponsabilidad con que el hombre ha socavado toda la Creación.
Por ese instinto con que el hombre toca un árbol y ese árbol muere ante el sentimiento que le externa el hombre, que se ha convertido en un sentir de muerte. Y a la vez un sentir que le puede llevar a recapacitar y a enmendar su vida…
Cuanto Mi Hijo les dice, es como si fuese el viento: le escuchan pasar y luego continúan en el pecado cotidiano. ¡Cuánto lamento este instante, hijos! Ya que el que peca y no se arrepiente, el que peca y no se enmienda…
El que peca y no tiene un firme propósito de enmienda, ese Hijo Mío camina entre sombras que le conducen a mayores pecados y cuando éste Hijo Mío desea recobrar el pensamiento correcto, el caminar correcto, el obrar y actuar correcto; se encuentra tan saturado del Mal, que debe hacer un esfuerzo heroico, para retornar al Bien con humildad…
Con la Verdad en su corazón, en su mente y en su palabra. “No todo aquel que dice: ¡Señor, Señor! entrará en el Reino de los Cielos” (Mt 7, 21) Porque el Cielo se gana con las obras y los actos en esta Tierra.
Mi Hijo no regala el Cielo, Mi Hijo es grande en misericordia, “…es lento a la cólera…” (Salmo 103, 8) Pero Mi Hijo no regala el Cielo, por más que les ame…
NO REGALA EL CIELO, ASÍ COMO NO APLICA SU JUSTICIA INNECESARIAMENTE
Hijos Míos de Mi Corazón Inmaculado:
Deténganse a recapacitar en el Sufrimiento de toda la Humanidad, en los desastres naturales, sociales y económicos de este instante…, Es una convulsión total la que vive la Humanidad en este instante. La Tierra se estremece con fuerza y continuará estremeciéndose.
El mar actúa diferente, los fenómenos naturales no se pueden comparar con la envergadura del pasado. Éstos son gigantes que se levantan contra el hombre; pero no porque hayan sido creados para que castiguen y purifiquen al hombre, sino porque el hombre emana tanta negatividad hacia Mi Hijo, tanta Maldad hacia Mi Hijo; que la Creación, al no encontrar una semejanza con la creatura humana, vuelve su mirada hacia esa creatura… y al mirar la hechura de Dios, desea despertarla del Mal en que vive, arrebatarla de las Garras de Satanás
Y la Creación, ante esa negatividad que emana el hombre, le llama por el único medio que conoce lo creado por la Mano de Dios, le llama por el amor. Y es que el hombre cree que el amor es únicamente cuando las cosas se encuentran bien.
El amor a la vez llama a actuar bien y es lo que hace en este instante la Naturaleza. Estremeciéndose sí, agitándose las aguas, sí. Así la Naturaleza llama al hombre a que despierte y que retorne a su Dios y a su Señor.
La Ira del hombre le ha llevado a mirar al otro hombre como un objeto inerte, sin vida, sin el Don de la Vida. Y los actos que el hombre comete en este instante en contra del Don de la Vida, son pecados contra el Espíritu Santo.
Pero, ¿Qué van a saber mis hijos de los Dones del Espíritu Santo o del Don de la Vida, cuando se lanzan unos contra otros en una cacería sin fin?
Amados hijos, si algunos de ustedes tuvieran la oportunidad dada por Mi Hijo, de sacarles de la Tierra en este instante y colocarles en otro Planeta. Y pudiesen mirar ustedes el obrar y actuar convulsionado del hombre. Y mirar la energía del hombre tan negativa hacia sus hermanos. Y mirar la fuerza negativa que sale del hombre hacia todo lo creado…
Ustedes elegirían no regresar a la Tierra, puesto que en este instante el hombre arroja sobre la Tierra los desechos de una espiritualidad totalmente contraria a la que Mi Hijo les ha legado…
Transformando la Tierra en un depósito de inmundicias espirituales, carnales y sociales; en donde reina y mantiene poder el que posee más dinero y el que no lo posee se somete voluntariamente a la ley del que manda a través del dinero.
El estado de esta Humanidad es lamentable y el Pueblo de Mi Hijo no se une. Lo miro cómo se desune constantemente, criticándose sin cesar, destruyéndose unos a otros… Esto lleva a doler infinitamente el Corazón Sagrado de Mijo y Mi Corazón Inmaculado.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, amado Pueblo de Mi Hijo, he de comunicarles que la Tierra continuará estremeciéndose fuertemente. No esperen otra acción de la Tierra que les ha acunado. Y esto es un reclamo de la Tierra hacia sus hijos.
Oren hijos Míos, por Ecuador; ha padecido y padecerá.
Oren hijos Míos, porque Estados Unidos…
Será estremecido tanto, que los habitantes de esta Nación amada por Mí, desearán ponerse de pie y no lo lograrán. (1)
Oren amados Míos, por Francia, el terrorismo hará destrozos y exterminará a gran cantidad de vidas.
Oren por Inglaterra.
En Italia, los volcanes que yacían dormidos despertarán. ¡Ay de Roma, ay de Roma, cuánto dolor lleva a todos sus habitantes! (2)
Oren hijos Míos, oren por Chile y la Argentina. Chile será estremecido y será sorprendido por algo que no espera. (3)
Oren hijos Míos, les llamo a orar por Mi tierra de bendición: Puerto Rico, padecerá. Padecerá porque Yo misma habité esa tierra y en este instante la ha tomado el Enemigo del alma y aquellos que participan en sectas. Y ¿Por qué?

EN LA ACTUALIDAD ES EL RESPETO HUMANO Y EL DESEO DE AGRADAR AL OYENTE, LO QUE IMPIDE QUE SE PREDIQUEN LAS VERDADES QUE NADIE QUIERE OIR
Porque Mis hijos Predilectos no utilizan la Verdad, la Oración, el Don de la Palabra que han recibido, para atraer las ovejas al redil de Mi Hijo.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, amadísimos Míos: no descansaré en advertirles, en llamarles a reconciliarse con Mi Hijo y aquellos que juzgan, en este instante deberán replantearse si su vida es testimonio del Amor Divino.
Amados hijos, Mi Corazón Inmaculado sangra por cada uno de Mis hijos, pero sangra aún más por el desacato a la Ley del Amor.
Yo les bendigo y guardo en mi Corazón a todos aquellos que lean esta Palabra Materna. Les cubro con mi Manto.
Mamá María
(1) Profecías sobre EE.UU, leer…
(2) El despertar de los volcanes, leer…
(3) Profecías sobre Chile, leer…
Comentario del instrumento
Hermanos (as):
Unidos en el Amor de los Sagrados Corazones, una vez más damos gracias a la Reina del Cielo por darnos esta Palabra de Madre y Maestra.
Nos trae al presente algo que el hombre ha arrastrado, algo que ha estado presente desde los Ángeles hasta el fin del mundo: LA ENVIDIA. Ésta ha estado presente en los grandes de la historia, y en los más insignificantes dentro de la historia, realmente es un mal que carcome no solo al hombre físicamente sino espiritualmente y le lleva a la ruina, a perder la Gracia Divina.
Luzbel se rebela contra Dios, no solo deseó equipararse con Dios sino más, deseó suplantar a Dios…
San Agustín, decía no en vano: “la envidia es el pecado del diablo por excelencia”. ¡QUÉ GRANDE Y SABIA VERDAD!
De la envidia se generan cantidad de pecados y sentimientos que hacen al hombre decaer en niveles tan bajos que se vuelve peor que las bestias.
¡Cuántos casos podemos citar sobre este mal! Pero no solo en la historia sino en el presente, en el que lamentablemente la codicia es hija de la envidia y por ende, arrasa cuanto pueda llegar a ser un obstáculo en el camino.
Hermanos, ¿quién es el dueño del show, del espectáculo? Satanás y éste se deleita mirando a los hijos de Dios quizá desunirse, por pretender algo que es muy común entre los católicos: desear mantenerse en el primer lugar.
EL PRIMER LUGAR ES DE CRISTO, EL SEGUNDO LUGAR ES PARA CRISTO Y EL TERCER LUGAR ES POR Y PARA CRISTO.
No seamos tan cerrados que pretendamos adueñarnos de las Obras que no son del hombre sino de Dios. Y las asigna a los hombres para que las mantengan y sean signo de la Presencia Divina mediante el Amor proveniente del Espíritu Santo.
Hermanos, son instantes en que debemos convocar a la Unidad para debilitar al mal. Cuando los hijos de Dios se unen, el mal disminuye. No alimentemos al que llegará a ser el perseguidor del Pueblo de Dios, sino al contrario.
SEAMOS CADA UNO UN HILO CONDUCTOR DE ESA UNIDAD A LA QUE TODOS SOMOS LLAMADOS.
Lo que se anticipa es fuerte para los hijos de Dios, pero tengamos presente que nuestra Madre y Maestra, es nuestro modelo. Solicitemos Su Intercesión para que no nos deje de Sus Manos Maternas.
HERMANOS, ESTAMOS EN UN INSTANTE EN QUE SI SE TUVIERA CONSCIENCIA DE ELLO, CADA UNO SERÍA UN DIFUSOR DE LO ÚNICO QUE DEBE MOVER AL HIJO DE DIOS: LA EXPLICITACIÓN DE LA PALABRA DIVINA. Amén
P117 SINFÓNICA CELESTIAL
Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo. Dios Padre os ha dado Vida, Dios Hijo os dio Vida con Su Sangre. Yo, vuestro Dios Espíritu Santo os vengo a dar Vida, Vida nueva en el Amor. En la Santísima Trinidad, Nosotros os damos Vida. Debéis Mis pequeños buscar ésa Vida, que es de lo que debéis alimentaros.
Vuestras capacidades están bloqueadas por el Pecado Original. No os dais cuenta de lo que es un alma, de lo que es un ser como vosotros, pero un ser purificado, un ser santificado. Y ahora estáis en ése proceso Mis pequeños, de dejar como decía vuestro Dios Jesucristo, dejar el hombre viejo y vais a entrar ahora hacia el hombre santificado.
Para alcanzar ésa santificación, ése estado de Vida supremo del hombre, deberéis desarraigaros de todo aquello que os ha separado de vuestro Dios. De la maldad que habéis dejado entrar en vuestro corazón y que no puede convivir con todo lo bello y grande que viene de Nosotros, de Nuestra Santísima Trinidad.
Somos respetuosos del pensar del hombre y si vosotros escogéis que viva en vuestro interior el Mal, no hay cabida para el Bien, no hay cabida para Nosotros, para vuestro Dios.
El hombre mismo debe desear de corazón que Nuestras Potencias penetren en vosotros, que os purifiquen y que os lleven a ésa santificación, que debéis vosotros desear con todo vuestro corazón. Porque no es posible que el hombre escoja vivir en la mediocridad o en la maldad, cuando tiene ésa opción Divina de dejar que Nosotros vivamos plenamente en vuestro ser y así, se dé el Reino de Dios sobre la Tierra.
Y esto debe venir de vuestro deseo, desde lo más profundo de vuestro corazón y de ésa lucha fuerte que debéis tener cada uno de vosotros de no permitir el paso del Mal a vuestro interior. Habéis sido muy consecuentes con el Mal, habéis dejado que él viviera en vosotros y jugabais tontamente con la vida espiritual.
Llevabais una vida mediocre, a veces viviendo en el bien, buscando el bien, porque el alma a eso añora; pero vuestra voluntad le impedía a vuestra alma volar hacia Nosotros. Vosotros mismos, con vuestra voluntad ya sucia, maleada, corrupta, impedíais a vuestra alma volar hacia su santidad.
El alma fue creada para vivir en la santidad. El alma, aún de aquél que vive en el mal, añora y busca lo espiritual; porque el alma quiere vivir con su Dios. Pero es vuestra voluntad entendedlo, vuestro libre albedrío, el que detiene que vuestra alma vuele hacia su perfección, que crezca hacia lo Divino.
Debéis entender esto, Mis pequeños y debéis luchar contra vuestra mediocridad, contra vuestra propia voluntad, que está afectada por el pecado.
Por eso Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, he bajado y estoy entre vosotros. LlamadMe y acudiré inmediatamente hacia vosotros. Estáis viendo maldad a vuestro alrededor, pero Yo Me estoy moviendo rápidamente entre vosotros.
El Cielo no os deja abandonados, Soy vuestro Dios y quiero la recuperación y perfección de vuestra alma. Y os repito, para eso ya estoy entre vosotros, porque así Me lo ha pedido vuestro Padre Dios.
Vosotros debéis poner de vuestra parte, en ésa lucha continua contra vuestro “yo”, para que Yo Me pueda manifestar plenamente en vosotros. Yo no puedo entrar a un alma que está sucia, que le permite libremente al Mal y al Pecado vivir en su interior.
Debéis sacar todo lo malo que existe en vosotros, para que Yo pueda reinar plenamente en vuestro interior y de esta forma, llevaros hacia vuestra perfección, que es la santidad de vida. Debéis respetar Mi Presencia Divina en vosotros y debéis luchar por mantenerMe en vuestro interior; porque tan pronto coqueteáis con el Mal, Yo no puedo convivir con él, no puedo convivir con Satanás.
LlamadMe pues, Mis pequeños. DeseadMe de corazón que Yo Viva en vuestro interior y ahí estaré pronto, para vuestra purificación y vuestra santificación. Y juntos, vuestra voluntad y Mi Divinidad, lucharemos por vuestra santidad.
Dejad que vuestra alma se libere ya de las ataduras del Mal, dejad que vuele hacia donde tiene que volar, que es hacia Nuestra Santísima Trinidad. Y dejad que goce plenamente ya de la vida espiritual a la que todos vosotros estáis llamados, porque mucho se ha hecho por salvaros.
Mis pequeños, Yo vuestro Dios Amor, el Espíritu Santo Quién habita en cada uno de vosotros, quisiera encontrar corazones libres. Corazones dispuestos a amar, corazones que no se hayan vendido al Mal, corazones que no se encuentren absortos por los bienes de la Tierra.
“El Espíritu del Señor esté sobre todos vosotros”, exclamó Jesús desde el Cielo en el Cenáculo de Pentecostés, al enviarMe a la Santísima Virgen María y a los Apóstoles.
Mi Amor siempre busca corazones en donde pueda vivir y sobre todo, crecer. La desgracia de la humanidad actual es la de la APATIA.
Ya no queréis dar más, no deseáis mover un dedo por el prójimo, no actuáis según Yo os instruyo en vuestro corazón, tenéis miedo y flojera de vivir según el Amor desea.
Cuando fui derramado por Jesús sobre los Apóstoles en el Cenáculo, Yo les iba a potencializar lo que ya tenían, lo que Jesús Mismo les había enseñado; pero que no lo querían dar por temor, por falta de Fé y de confianza.
Pentecostés para ellos fue la fuerza que los impulsó a darse por los demás. Fue la fuerza profunda que hacía aflorar las Enseñanzas de su Dios, era la sabiduría que los habitaba y que ahora les daba el deseo vehemente de darla a conocer a sus hermanos.
Pentecostés fue el inicio de Mi Obra Apostólica en Mi Iglesia, en la Iglesia incipiente que Yo guiaría y alimentaría por todos los siglos por venir.
Pentecostés es el ejemplo que debe tomar y seguir todo aquél que se considere hijo de Dios y seguidor de las Enseñanzas de Jesús.
Pentecostés es la Fuerza que debe tomar el cristiano para enfrentarse a toda adversidad, sabiendo con certeza de que es su mismo Dios el que lo habita y que lo hace llevar ejemplo y palabra divina a sus hermanos.
Como os decía, la desgracia de la gran mayoría de los que os decís cristianos, es la pasividad y el temor a darse y a mostrarse como lo que son.
Mi Iglesia está dormida, Mi Iglesia parece morir, Mi Iglesia se derrumba ante la podredumbre que el Enemigo suscita en los corazones.
Aún Mis mismos consagrados han entrado a ésta pasividad. No Me dejan actuar en ellos y hasta ponen en duda ó niegan el que Yo Me pueda expresar a través de Mis más pequeños escogidos en estos momentos.
¡Entended que Yo estoy vivo! ¡Soy vuestro Dios Espíritu Santo que mantiene viva a la Iglesia y a Sus Enseñanzas, las que os dió vuestro Dios Encarnado, Jesucristo!
Él mismo os lo dijo: La Iglesia, Mis Enseñanzas, prevalecerán hasta el fin de los siglos. Y ésa tarea recayó perfectamente en Mí, el Dios Amor, el Dios Instructor.
Yo hablo, he hablado y hablaré a través de pequeñas creaturas que se vuelven portadores de la voluntad de vuestro Dios. Yo, a través de ellos mantengo la estabilidad de la Iglesia y la actualidad de la Palabra dada por Jesús.
Pentecostés es para todos aquellos que desean unirse perfectamente a la Voluntad de su Dios. Es para todos aquellos que desean seguir haciendo crecer la Iglesia en la cuál nacieron y la quieren seguir viendo viva y activa.
Es para todos aquellos que desean compartir un sólo amor y un solo corazón con todos sus hermanos.
Pentecostés es el Amor que une, no importa lengua, sexo, condición social ó raza.
Pentecostés es la Vida de la Iglesia que debe caminar por la calle, que debe vivir en la familia, que debe ser ejemplo en donde se esté. Yo Soy vuestro Dios Amor y deseo que vuestro corazón se abra para que Me pueda derramar en cada uno de vosotros y así os pueda conceder todos Mis dones.
Hijitos Míos, pronto la humanidad recibirá Mi Don. Yo, vuestro Dios Espíritu Santo transformaré a la humanidad entera. Conoceréis Mi Sabiduría, conoceréis el Amor Divino, viviréis como verdaderos hermanos, haréis familia, familia santa y la humanidad podrá ponerse en contacto con el Cielo.
Conoceréis las bondades de la Santísima Trinidad, las bondades que Nuestro Padre Dios ha creado para todos vosotros.
El hombre, en la presencia de Adán y Eva, apenas conocieron el principio de las bondades; pero Nuestro Amor Infinito, tiene grandes cosas para los escogidos. Ya Pablo lo decía: “ni el ojo vio ni el oído oyó lo que Dios tiene preparado para las almas”, las almas justas, las almas santas, que sois todos vosotros; que vivís en Fe, vivís en Pureza y vivís bajo el Amor.
Nuestro Amor es Infinito, Nuestras capacidades son Infinitas. No podéis entender lo que significa “Infinito”, porque vosotros sois finitos en vuestro cuerpo y os impide todavía entender lo Infinito, en donde vivirá el alma.
Vuestra Fe, tiene que estar totalmente donada a Nosotros. Muchas cosas no entendéis porque sois pequeños. Yo, vuestro Dios Espíritu Santo os iré educando… O más bien podría deciros os iré reeducando y así todo aquello malo que entró en vuestro corazón y en vuestra mente, será eliminado, purificado, santificado.
Mis pequeños, esperad bellezas infinitas que Nosotros en Nuestra Trinidad, para con todos vosotros; el Reino del Amor os está esperando y está a las puertas.
Pero vosotros todavía no estáis preparados para pasar ésas Puertas, por eso necesitamos vuestra donación total, absoluta; para que ésa transformación que Yo logre en cada uno de vosotros, os dé las capacidades para que podáis gozar lo que os daremos.
Sois demasiados pequeños ahora y no podríais entender los regalos infinitos que se os darán. Un niño pequeño no puede entender lo que una maquinaria grande puede producir. Así estáis vosotros ahora, es demasiado bello y demasiado grande lo que se os dará y con las capacidades actuales no podríais entender la maquinaria del Amor que se os va a dar.
Sed sencillos, humildes, ved vuestra alma, ved la necesidad que tiene de transformación. Dadnos vuestra alma, Nosotros lograremos el cambio.
Jesucristo, Hijo del Dios Verdadero, os vino a enseñar el camino que debéis seguir. Tenéis los secretos totalmente a vuestra disposición, los secretos que otros quieren ver en lo obscuro y que dicen ser que pertenecen solamente para algunos, ésos no vienen de Nosotros.
Lo Nuestro se da abiertamente, para que todas las almas lo tomen, lo gocen. Están al alcance de todos, no hay imposibles para tomarnos, para gozar de Nuestras enseñanzas, no hay secretos en el Reino de los Cielos.
Vuestro Dios, Cristo Jesús, os pidió ser pequeños, ser como niños, para que entendierais los misterios del Cielo, porque solamente los pequeños pueden entender los misterios.
Cuando ellos los ven, los palpan, saben qué sencillo es el Amor de vuestro Dios, no hay dificultad para un alma pequeña para conocer los Misterios Divinos.
Solamente los soberbios, los engreídos, los que buscan los poderes ocultos, los que buscan los poderes de la Tierra, no pueden entender la sencillez. Es demasiado elevado para ellos, porque se han elevado en soberbia y la soberbia no se da en el Reino de los Cielos.
Sed sencillos, pequeñitos, porque infinidad de Bendiciones están por derramarse sobre todas aquellas almas que sean como niños. Os pido que no tratéis de entender nada, que no busquéis libros con explicaciones ocultas que no vienen de Nosotros, que no son Sabiduría Divina.
Sed sencillos para que Yo pueda entrar en vuestro corazón y os cambie todo vuestro interior y así, podáis entrar en el Rebaño Elegido.
Es tanto, tanto lo que se os dará; gozaréis tanto Mis pequeños, que toda una Eternidad no será suficiente para que podáis agradecer a vuestro Dios Sus Bondades.
Bajaré con un Fuego que abrazará todo, que quemará todo aquello que no sea bueno y haré con Mi Fuego, que aquello que debiera haber sido santo por siempre pero que el Pecado afectó, florezca.
Conoceréis la santidad que estaba a vuestro alrededor y no la tomasteis, porque el Pecado os engañaba y no os permitía vivir ésa realidad espiritual que la teníais a la mano, pero no la tomabais.
Ciertamente la santidad es un compromiso, un compromiso con vuestro Dios y Creador. La santidad es la vida en perfección, pero no es buscar la santidad por la santidad, sino la santidad por el Amor. Porque la santidad os lleva a ése gozo infinito que es Nuestra Esencia en Nuestra Trinidad: el Amor.
En eso se resume la santidad, Mis pequeños: en amar. En amarNos primeramente a Nosotros, por ser vuestra Vida, por ser Quien os creó, por ser Quien os instruye.
El Amor da vida a todo y todo se mueve en el Amor. TODO, todo fue creado en Amor, para que en vuestro amor, el que Nosotros pusimos en vuestro ser; se congratulara, gozara, agradeciera. La espiritualidad del Universo, goza en el Amor.
En estos momentos todo está afectado por el Pecado Original. Cuando todo sea liberado, cuando todo sea purificado Mis pequeños, gozaréis inmensamente lo que es el Amor Universal, lo que es el Amor de la Creación.
Vuestros sentidos gozarán uno a uno las perfecciones del Amor de la Creación. Vuestro tacto gozará la suavidad del Amor de la Creación en cada cosa que toquéis… Gozaréis tanto, que al momento en que vuestro tacto sienta la suavidad de lo que estáis tocando, llegaréis a una sublimación espiritual.
Lo mismo sucederá con vuestro gusto, con vuestro olfato, con la vista, con los sonidos. No os imagináis la Belleza de los sonidos del Universo, de los olores que nunca habéis percibido, de los sabores que no conocéis todavía.
Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, os transformaré y gozaréis la plenitud de los dones que Dios Padre pensó daros… Y de hecho, dio a vuestro Primeros Padres, pero los perdieron. Sois nada en comparación a la perfección de la Creación del Principio. Toda la Creación tiene música, TODO canta al Amor.
Abrid vuestra mente, abrid vuestro corazón, Soy vuestro Dios Espíritu Santo. Estoy entre vosotros, estoy entre toda la humanidad… Conozco vuestro interior, conozco vuestra creación, conozco vuestro pasado, vuestro presente y vuestro futuro. Estoy aquí Mis pequeños, para llevar a ésta generación al Cambio. Al cambio favorable, al cambio definitivo, al cambio en el Amor.
El Mal que se introdujo en el corazón del hombre, porque así lo preferisteis Mis pequeños, tiene que ser erradicado. Es ése el veneno que os va destruyendo. Es como ése ácido que va disolviendo lo bueno.
Mis pequeños, estáis todavía en tiempo. Tiempo muy corto, pero podéis vivir el cambio. Cambio favorable, cambio bello, cambio hacia la Luz de vuestro Dios. Fuisteis creados para ello, para vivir en la Luz. En la Luz Divina, alimentados dentro de ésta Luz Divina que sale de la Trinidad Sacrosanta.
Yo os conozco, no hay nada que podáis esconder que Yo no conozca, pues vivo en vuestro interior. DEJADME, dejadMe obrar en cada uno de vosotros. Soltaos, dejad todo atrás.
Vosotros os sentís dueños, vosotros os sentís guías, vosotros os sentís que los demás dependen de vosotros y estáis en un error. Vosotros no sois creadores, vosotros no sois guías, vosotros no sois providentes. Es la Trinidad Sacrosanta la que tiene ésa tarea, vosotros sois siervos. Vosotros sois hijos, vosotros sois Instrumentos de Amor. Sí, sois creaturas creadas en el Amor.
Que no sea la soberbia la que impida vuestro cambio… Que os sintáis necesarios y por eso no os dejéis mover por Nuestra Divina Voluntad.
Dejad todo atrás, que hay un futuro inmenso y bellísimo por delante. Mucho todavía tenéis que hacer, mucho todavía tenéis que vivir, recordad que el alma es eterna y el Amor es dinámico y vosotros estáis llamados al Amor, a amar y ser amados.
Con esto os hago entender que tenéis Vida Eterna, en la cual vosotros os tenéis que dejar mover por la Trinidad Sacrosanta. Toda vida viene de Nosotros; todo Poder, Gloria, Gozo, es Nuestro y se os da a vosotros.
Cuando vosotros en vuestra soberbia tonta e infantil, os sentís necesarios; impedís el crecimiento espiritual hacia donde os queremos llevar. Entended que habéis sido creados para el Amor y el Amor no tiene límites… Pero vosotros los ponéis. Impedís que Mi Gracia os transforme y os lleve hacia ésa infinitud, hacia donde estáis llamados.
No pongáis límites Mis pequeños, dejad vuestra humanidad. DejadNos a Nosotros vuestro Dios, moveros hacia el infinito bello, hacia donde estáis llamados.
Dejad que el Amor os transforme, porque el Amor transforma todo y el Amor mueve al Universo entero. Entrad al Universo. Entrad a ésa Voluntad Divina, que seáis uno con Nuestra Voluntad Divina.
Dejaos mover en la libertad; soltaos os repito, soltaos. Sed libres, dejad que vuestra alma venga hasta Nosotros. Es un Regalo Infinito que se os da y que la gran mayoría de las almas no entiende ni quieren ser preparadas para ello.
Habéis sido escogidos, aceptad el regalo, pero NO se os presionará. NO TEMÁIS, vuestro Dios os ama infinitamente, sois llamados al Gozo Divino, podéis tomarlo ó dejarlo, es vuestro libre albedrío. Os llamo al Amor Infinito, vosotros escogéis…
Orad y esperad. El Tiempo SE HA TERMINADO y la Gran Tribulación está sobre vosotros. Orad y ayudad a vuestros hermanos a REGRESAR a la Casa Paterna. Os Amo, Mis pequeños.
Yo os bendigo en el Amor de Mi Padre, en el Amor vivido por el Hijo y por Mi Amor infundido en los corazones.
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