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UN EXORCISTA PRIVILEGIADO 3

Después de mi conversión, mi alma estaba sedienta de Dios

y lo buscaba en donde quiera que mi corazón lo presentía.

Cuando recién comenzaba a trabajar en el Ministerio de Sanación y Liberación,

una vez Jesús me dijo:

Pronto aprenderás que Conmigo,

LAS BATALLAS SE GANAN. PERDIENDO…

Cuando estuve viviendo una temporada, en la casa solariega que tenía una de mis hermanas,

en una ranchería cercana al aeropuerto de Guadalajara en México;

Jesús estuvo muy activo…

Con el grupo de Oración de la Renovación Carismática y la dirección del sacerdote del pueblo,

el Señor realizó su ministerio con una libertad casi incomprensible; 

Algo muy parecido a lo que le pasó al Padre Tardif en su ministerio renovado;

después de su sanación en el hospital y cuando regresó a su parroquia.

Cuando estaba estrenando los Carismas y estaba ejerciendo su sacerdocio,

como lo relata en su libro: “Jesús está Vivo”

Ahora que lo reflexiono… 

Jesús me estaba dando un curso intensivo de Evangelización y Apostolado,

para que se acelerara mi crecimiento en los conocimientos que debía adquirir

en el ministerio al que había sido llamada. 

O tal vez la sabiduría del cardenal, fue guiada para que solamente yo fuese supervisada…

En realidad no lo sé.. 

En fín, lo importante eran los frutos.

Y lo real era que había muchísimas conversiones.

Al sr. cura, le sobraba el trabajo, para pastorear las ovejitas que aumentaban su rebaño. 

De hecho nacieron varias vocaciones religiosas y eso era el mayor desafío,

para los que detestaban la renovación carismática… 

Pues Jesús seguía haciendo todo igual;

tal como lo hacia cuando caminaba, por los senderos del antiguo Israel.

Pues los milagros seguían remeciendo los corazones…

Jesús sanaba y seguía aumentando la demanda de los que solicitaban auxilio;

ya que vinieron muchas personas buscando alivio y sanación a múltiples dolencias; 

inclusive de los estados vecinos a Jalisco.

Fue allí que se perfeccionó  nuestro conocimiento sobre la influencia que nuestros pecados le proporcionan a Satanás. 

Las cadenas para esclavizarnos, someternos y destruirnos, de diferentes maneras.

En las evangelizaciones, Jesús medicaba las almas y las instruía.

Luego mandábamos a los conversos a que se reconciliaran con los Sacramentos

y así aumentaba el Rebaño que el Sr. Cura pastoreaba en la parroquia.

Y nosotros siempre aprendíamos algo nuevo.

Las Oraciones de Liberación, las realizábamos;

siguiendo las instrucciones que nos daba Jesús; 

con los diferentes Carismas en acción,

que el Espíritu Santo nos proporcionaba al grupo Juvenil de Oración,

y que constaba de alrededor de 3 adultos y siete jóvenes.

Jesús dirigía a través mío, lo que había qué hacer, 

contando con la asistencia y la ayuda del Cielo entero.

PORQUE CADA EXORCISMO

ERA UN COMBATE,

“Ve y vence. Ve y conquista. Ve y nunca olvides que eres un guerrero de Dios. Habla con autoridad. Camina con seguridad. ERES HIJO DEL REY”

CUERPO A CUERPO

Satanás utilizaba todas las estratagemas para NO soltar a sus presas, 

pero el Espíritu Santo nos ayudaba  a bloquear sus argucias…

Y siempre lo vencíamos.

Una de sus tretas favoritas, era fingir que ya se habían ido…

Y se escondían.

Pero con los Carismas podíamos verlos,

y además conocíamos sus nombres.

Al nombrarlos adquiríamos un poder especial sobre ellos;

y les dábamos órdenes específicas, que NO podían ignorar.

Una cosa que me costaba mucho trabajo entender,

era por qué cada vez aumentaba la dificultad para vencerlo…

Y nuestros combates se habían vuelto, cada vez más arduos y difíciles.

En los últimos enfrentamientos,

NO vacilaba en recurrir a la agresión física, tratando de amedrentarnos.

NO nos obedecía…

Y hacía que las liberaciones fuesen largas,

y sumamente laboriosas.

Yo me había acostumbrado a que Dios debía ser Obedecido de inmediato;

  y a que nuestros oponentes NO debían costarnos tanto trabajo… 

Pero las últimas experiencias, parecían contradecir todo esto…

Yo acababa de sanar de una tremenda quemadura. en casi toda mi espalda, baja..

Y ya estaba otra vez teniendo un combate feroz,

donde mi Oponente parecía haberse fortalecido hasta un grado inimaginable.

Un día estábamos orando por un hombre que había venido desde Nayarit,

y pesaba más de 200 kg.

Él estaba recostado en la cama, mientras los demás orábamos por él.

Los Demonios nos ofrecían una resistencia brutal…

Y hacían gala de su rebeldía profiriendo blasfemias atroces.

Por más que los amenazaba, ellos se burlaban y mostraban su soberanía, sobre aquella alma,

encarándose directamente con Dios y retándolo con bestial crueldad,  

Los espíritus inmundos, eran los más groseros…

El que los capitaneaba a todos, era siempre el demonio,

(ángel caído que dominaba, en oposición, al ángel de la guarda)

enumerando los diversos pecados que les permitían poseerlo. 

Por eso se llama Diablo = acusador.

Se burlaban de Dios diciéndole los diversos motivos por los que el hombre poseso,

se negaba a amarlo.

Y NO le interesaba obedecer sus Mandamientos… 

Entonces provocaba visiones, mostrando porqué le deleitaba tanto el pecado.

Y nosotros éramos testigos de la confrontación entre Dios y Satanás,

por el alma especifica, de este nayarita, por el que estábamos luchando,

¡En una forma real!  

Interacción entre Dios y Satanás sobre Job

Cuando los espíritus inmundos, mostraban su soberanía absoluta…

Yo véia que esto, eran como puñaladas arteras,

remolineadas en el Corazón de Dios…  

Y a continuación mostraban los espíritus inmundos, creados en sus pecados

y el motivo por el que ellos tenían la razón para poseerlo y atormentarlo…

Era un festín sanguinario y despiadado , de brutalidad y escarnio. 

Al mismo tiempo que le recriminaban a Dios,

el que Él no tuviera una sola razón para intervenir e impedirles,

lo que ellos habían determinado hacerle, al sujeto de su posesión.

Esto para mí fue demasiado…

Y con impotencia creciente, pensaba en la forma de callarlos.

Lo único que había en la habitación además del Crucifijo,

era un cuadro de la Virgen de Guadalupe,

donde se miraban las rosas cayendo de la tilma de Juan Diego.De forma impulsiva les grité:

 –   ¡¡¡Ya basta!!!

Cómo NO quieren callarse;

en este momento les pongo en la boca una rosa del Tepeyac…

y convierto sus blasfemias en Bendiciones. 

En el Nombre de Jesús lo digo + y en el Nombre de Jesús lo hago+ Amén

Después de esto hubo un silencio total…

Y seguimos con la Liberación.

Pero Satanás NO había terminado.

Aun no comprendo cómo pasó.

Pero de repente, uno de los jóvenes que estaban orando y participando en la batalla;

de pronto estaba debajo de la cama y empezó a ser aplastado,

por el enorme peso de nuestro rehén, que intentábamos liberar.

Le pedí ayuda a Mamá María y a nuestros ángeles de la guarda;

y de pronto…

Con una sola mano, porque con la otra sosteníamos los rosarios, el Agua Bendita…

Y yo, además la Biblia… 

Levantamos la cama y alguien lo arrastró, sacándolo de la mortal trampa.

Entonces Satanás atrapó a otro de los jóvenes que orábamos… 

Y sacándolo a la terraza de la recámara que estaba en el primer piso, 

literalmente lo mandó volando a través del huerto, hasta el abrevadero de los caballos.

31. «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;
32. pero yo he rogado por ti, para que tu Fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.» Lucas 22

La mitad del grupo salió corriendo hasta la piscina,

donde los caballerangos ejercitaban a los corceles y que era donde Lucifer intentaba ahogarlo.

Yo también salí corriendo…

Y en el salón de juegos, que estaba donde empezaba la escalinata;

para  bajar a la sala principal,

me topé con mi sobrinita de cinco años, que estaba desternillándose de risa.

Ante mi mirada interrogante,

me dijo:

–       ¡Ay tía!…

¡Esto es más divertido que las caricaturas en la televisión!

¡Todos los diablos no pueden hablar.

Y se ven muy simpáticos, con una enorme rosa en la boca!…

Por un segundo me paralicé por la sorpresa…

Pero recordé la emergencia…

Y continué mi carrera hasta las caballerizas,

donde Satanás continuaba en sus intentos por ahogar a Octavio.

Cuando llegué a la piscina, me eché un clavado;

levanté la cabeza de Octavio fuera del agua.

Y  abrazándolo, le grité muy enojada a Lucifer:

–        ¡ALTO!

¿Quién te crees que eres para atacarnos así?

Lárgate de aquí.

Te aseguro que esta vez vas a lamentar el combatir con nosotros…

¡Porque todavía NO me conoces…!

¡Y me conocerás!… 

¡Constatarás que de princesa, sólo tengo los genes!

Porque te juro que te voy a hacer llorar…

Sacamos a nuestro valiente hermanito del agua…

Y en el pasto que rodeaba la piscina…

Oré por Octavio mientras lo reanimaba…

Y Jesús lo volvió a la consciencia totalmente intacto.

Empapados pero felices, regresamos a continuar la Liberación.

Aunque sentía de forma maravillosa,

la Portentosa Presencia de mi Señor Único y Trino,

mi resolución no cambió un ápice y al contrario…

Cuando entramos nuevamente a la casa,

YO NO estaba dispuesta a soportarles más majaderías…

Y me sentía tan furiosa, que decidí mandar por la borda,

todos los buenos modales con que Jesús nos dirigía…

Mala decisión, porque no le pedí permiso....

¡Y SIMPLEMENTE LO HICE!

Entonces surgió la charra que siempre ha habitado en mí.

Y aquí emergió uno de mis mayores defectos:

Cuando estoy enojada, NO reflexiono,

ACTÚO.

Este altanero Arcángel le faltaba al respeto a Dios,

Blasfemaba lo que quería y escarnecía con enorme crueldad al Señor.  

¡Esto me dolía tanto…!

Era UN VALENTÓN COBARDE, al que nadie le había puesto un alto…

Y por eso su Soberbia estaba tan inflada.

Mi sobrinita sin querer, me había dado un dato crucial:

Todo lo que yo decía, se hacía¨

Entonces si mi palabra era tan importante

Estuve deliberando en la forma de doblegar tan grande soberbia… 

Pensé en los miedos que tenían supremacía en la sociedad a la que había pertenecido desde que nací… 

Libre del Respeto humano…

Y que sometían la mayoría de sus comportamientos sociales…

Lo más importante eran las apariencias y el PRESTIGIO ante los demás.

Por eso prevalecían los modales elegantes…

Y todo mundo quería pertenecer a una élite en ascenso.  

Entonces recordé el calendario, que estaba sobre una de las paredes en el cuarto de lavado..

y tenía una bella imagen del Carnaval..

.–     ¡Vaya, vaya…!

(una idea PERVERSA empezó a germinar en mi cabeza)

Por eso en las visiones que teníamos sobre el Infierno,

Satanás siempre andaba elegantísimo y desplegando prepotencia y poder. 

En un par de días más, empezaría la Cuaresma…

Lucifer está tan pagado de Sí mismo,

que TODO lo que se relaciona con él, debe ser impresionante…

Recordé sus desafíos, sus burlas, sus despliegues de poder…

Y sus manifestaciones llenas de deslumbrante magnificencia…

Y también CÓMO SE SIENTE INTOCABLE COMO UN  DIOS. 

Estaba tan enojada con él;

que decidí que era el momento de darle una Lección…

Y que NO la olvidara jamás…

CONCLUÍ…

Bueno, veamos que hace;

al proporcionarle una sopa de su mismo chocolate…

Y actué con la misma resolución que lo hacía;

cuando de sacudirme un poco el extremo rigor de mi madre se trataba:

En casos de necesidad, es mejor pedir perdón que pedir permiso…”

Y esto era una emergencia.

Y cómo los jugadores en la mesa de pókar, cuando apuestan todo…

Ya me la estaba jugando por Jesús en el hombre por el que orábamos…

Habíamos recibido varios ataques, que hubieran podido tener un desenlace fatal…

Al menos con tres de los integrantes del equipo de Liberación.

Sólo me faltaba una cosa…

Uno de los miedos más grandes que los exorcistas tienen,

es que los espíritus del poseso puedan penetrar en ellos…

Y así convertirse en una víctima más;

torturada en venganza, por la Maldad de Satanás.

Pero ese Miedo

ES precisamente la TRAMPA Y EL PELIGRO. 

Cuando tienes a Dios de tu lado, NO HAY  porqué tener miedo.

Y cuando confías en Él,

ES CUANDO VES LOS MAYORES MILAGROS…

Yo le había entregado mi vida entera a Jesús.

Y después de 15 años de choques frontales con el Enemigo;

en los que más o menos había aprendido a conocerlo,

Una idea se había metido en mi mente y estaba cristalizándose más fuerte;

durante los últimos combates.

¿La Muerte?

¿Qué es la muerte para el que espera en Dios?

Sólo es el tránsito para el encuentro definitivo con el Amado.

“yo soy hija del León de la tribu de Judá, y estoy tomando posesión de mi Heredad…

Y decidí jugarme el todo, por el TODO.

Si moría, moriría sirviendo al Dios que adoro sobre todas las cosas.

Viéndolo de esta manera, tenía boleto express para reunirme con ÉL…

Todos estos pensamientos, fueron veloces mientras retornaba con nuestro ‘pacientito’… 

Y mi corazón galopó de alegría…

Cuando íbamos a entrar a la habitación nuevamente, me detuve por un momento,

evalué la situación…

Y resolví acabar de una vez por todas con aquella batalla.

Llevábamos muchas horas luchando;

había atentado contra nuestras vidas dos veces.

Satanás seguía sintiéndose Intocable…

Y yo YA NO estaba dispuesta a prolongar aquello.

Así que agarré a toro por los cuernos  

Y APOSTÉ MI TODO… 

DECIDÍ SER LA GUERRERA SUICIDA,

DEL EJÉRCITO DE JESÚS…  

Yo le gané a Satanás este privilegio…

Gracias Padre por cada marca y cada cicatríz que llevo en mi cuerpo y en mi alma, garantizando que la Lucha no ha sido fácil, pero Tú haz sido mi Fortaleza…

Ya NO iba a dar órdenes y esperar a que fuesen obedecidas…

Cuando entramos en la habitación donde yacía el que estaba siendo liberado,

me dirigí directamente hacia él…

Y poniendo mis manos sobre su cabeza,

DECLARÉ: 

–     “Amadísimo Padre Celestial,

Tú que Eres Infinitamente Bueno, Infinitamente Poderoso, Infinitamente Misericordioso,

escucha la Oración que te presento a través del Inmaculado Corazón de María Santísima

y por la Sangre Preciosísima de Jesús.

Te entrego mi cuerpo, mi alma, mi vida y mi espíritu, por mi hermanito,

(dije el nombre de nuestro enfermito)

Por favor PÁSAME A MÍ, TODO LO QUE HAY EN ÉL…

La vida es breve… Se vive una sola vez. Es necesario ser santos, NO A MEDIAS, sino totalmente, para gloria de la Inmaculada y la mayor gloria de Dios…

Y dale a él, todo lo que me has dado a mí:

Tu Perdón, tu salvación, tu sanación, tu Paz, tu Amor.

Y todas las Gracias que tu Espíritu Santo decida.

Soy Tuya mi Señor y deseo serlo siempre por toda la Eternidad.

Te consagro a… al Corazón Inmaculado de María santísima,

para que sea una ovejita del Rebaño de Jesús. Amén

Y los diablos que acaban de entrar en mí,

no saldrán hasta que yo lo ordene

y deberán hacer junto conmigo TODO lo que yo haga.

Me arrodillé ante la Virgen y recé el Angelus. 

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía, caer en la tentación…

También la honré con “Bendita sea tu Pureza…”

Cuando terminé, besé los piés de la Guadalupana…

Y les dije a mis nuevos huéspedes:

–         ¡BIENVENIDOS!

¡ALABAREMOS AL DIOS ALTÍSIMO!

¡Y LO HARÁN CADA VEZ QUE YO LO HAGA!

¡ Y CON LA ALABANZA CON QUE YO LO HAGA!

Así que si quieren librarse de esto,

NO tienen otra alternativa que correr a postrarse a los Pies de Cristo Rey

y hacer lo que Él les mande.  

Por lo pronto, vamos a cantar…

Salve Reina de los Cielos y Señora de los ángeles,

Salve Raíz, Salve Puerta, que dió paso a nuestra Luz.

Alégrate Virgen Gloriosa, entre todas la más bella…

Y el Salve Regina sonaba triunfal en todas las gargantas,

incluída la del hombre que había sido sanado y liberado…

Verificamos que la Liberación había sido completa y que nuestro rehén estaba totalmente intacto…

Y pudimos proclamar la victoria total en el Nombre de Jesucristo.

Todos nos consagramos nuevamente a los Sagrados Corazones y…

Después de esto,

le dije a Lucifer:

  –        Lo siento amigo, acabas de perder.

Mi tiempo es demasiado valioso, para desperdiciarlo con tus argucias.

Ya NO quiero escuchar tus soberbios desplantes.

Y conmigo NO funcionan tus trucos.

Este rehén YA NO ES tuyo.

Por si no te diste cuenta, pasé sus espíritus inmundos y tus compinches a mi interior,

tanto si estaban dispuestos a hacerlo, como si no.

Yo NO dejo alternativas.

Acabo de liberarlo de sus pecados y de las cadenas con que lo controlabas.

¡ESTÁ LIBRE!

Creo que te metiste con el alma equivocada;

porque todavía tengo otra gran sorpresa para ti y para TODO tu séquito infernal:

–         Esto es una guerra, NO un juego.

Y porque parece que ustedes olvidan con

Quién

se enfrentan;

es necesario darles un pequeño recordatorio. 

Por esto, en el Nombre de Jesús yo los visto a todos ustedes;

con los mismos ropajes que ataviarán los participantes en el Carnaval de Río de Janeiro. 

Los que han promovido el descaro y la indecencia en la mujer,

vestirán los más diminutos y actuales biquinis…

y NO me importa si son masculinos.

Los que alardean de su elegancia varonil,

llevarán los trajes carnavalescos de la Marcha del Orgullo Gay… 

Y al que se atreva a protestar;

LE GARANTIZO MÁS CREATIVIDAD, con su atuendo personal. 

¡Ustedes se lo Buscaron!

Y esto se aplica a todas las Jerarquías.

¿¿¿  E n t e n d i e r o n  ???…

O ¿Se los explico con manzanas, palitos y bolitas?

¡Y NO se los podrán quitar,

HASTA QUE YO LO DECIDA! Amén 

Ahora sí. ya tienen mi permiso para irse,

Y  más les vale que lo hagan rápido, porque me tienen bastante fastidiada.

Y están en peligro de que decida agregarles, otro pequeño inconveniente para ustedes…

Había sido una jornada de más de doce horas,

plagada de fenómenos extraordinarios;

y que me dejaron a mí, totalmente exhausta.

Y todavía faltaban las Consecuencias de mi impulsivo arrebato…

Cuando terminamos, el grupo se disolvió…

Y yo me dormí como un bebé, después de haber sido bañado…

315 FIN DEL SEGUNDO GRAN VIAJE

315 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

Jesús está hablando en la plaza principal de Aera:

“-«…Y no os estoy expresando, como he hecho en otros lugares,

las primeras e indispensables cosas que hay que saber y hacer para salvarse.

Ya las sabéis y muy bien, por obra de Timoneo, sabio arquisinagogo de la Ley antigua,

sapientísimo ahora al renovarla con la Luz de la Ley nueva.

Lo que quiero es poneros en guardia contra un peligro que en el estado de espíritu

en que os encontráis no podéis ver.

Es el peligro de presiones o malignas acusaciones que os desvíen, con la intención de separaros de esta fe que ahora tenéis en Mí.

Os voy a dejar a Timoneo durante un tiempo.

Con otros, os explicará las palabras del Libro a la luz nueva de mi Verdad, que él ha abrazado.

Pero antes de dejaros;

habiendo escrutado vuestros corazones, habiéndolos visto sinceramente amantes, voluntariosos y humildes;

quiero comentar con vosotros un punto del cuarto Libro de los Reyes.

(Corresponde, en la nueva nomenclatura bíblica a 2 Reyes 18, 17-36)

Cuando Ezequías, rey de Judá, sufrió el asalto de Senaquerib,

fueron a él los tres altos personajes del rey enemigo para aterrorizarlo,

con temores de quiebra de alianzas, de potencias que ya lo circundaban.

A las palabras de los poderosos enviados, respondieron Elyaquim, Sebná y Yoaj:

“Habla de forma que el pueblo no comprenda” (para que el pueblo aterrorizado no invocara la paz).

Pero esto es lo que querían los mensajeros de Senaquerib;

así que dijeron con fuerte voz y en perfecto hebreo:

“Que no os seduzca Ezequías…

Concertad con nosotros lo que os conviene y rendíos.

Y todos podrán comer de su vid y de su higuera.

Y podréis beber el agua de vuestras cisternas;

hasta cuando vengamos a llevaros a una tierra como la vuestra, fecunda, rica en vino;

una tierra abundante de pan y uvas, tierra de aceitunas, aceite y miel;

así viviréis y no moriréis…”.

Y está escrito que el pueblo no respondió, porque había recibido la orden del rey de no responder.

Ved. Yo también, por compasión de vuestras almas

asediadas por fuerzas más feroces aún que las de Senaquerib, que podía dañar los cuerpos

mas no lesionar los espíritus…

Mientras que la guerra que os plantea el ejército enemigo capitaneado por el más fiero y cruel

déspota que hay en la Creación, es contra vuestros espíritus,

Yo también he rogado a sus mensajeros, a esos mensajeros suyos que, para perjudicarme a Mí en vosotros,

tratan de aterrorizarnos a Mí y a vosotros con amenazas de tremendos castigos,

les he suplicado diciendo: “Habladme a Mí, pero dejad en paz a las almas que nacen ahora a la Luz.

Meteos conmigo, torturadme a Mí, acusadme a Mí, matadme a Mí;

pero no os ensañéis con estos pequeñuelos de la Luz.

Son débiles todavía.

El cristiano debe tener identidad de realeza con corazón de siervo. Y EL CORAJE DE UN GUERRERO…

Un día serán fuertes, pero ahora son débiles.

No arremetáis contra ellos.

No arremetáis contra la libertad que tienen los espíritus de elegir un camino.

No arremetáis contra el derecho que Dios tiene a llamar a Sí a estos que lo buscan con sencillez y amor”.

¿Pero puede, acaso, uno que odia ceder a las súplicas de la persona odiada?

¿Puede, acaso, uno que es víctima del odio conocer el amor?

No puede.

De aquí que, con mayor dureza aún.

Y cada vez con mayor dureza, vendrán a deciros: “Que no os seduzca el Cristo.

Venid con nosotros y tendréis todos los bienes”.

Y os dirán: “¡Ay de vosotros si le seguís! ¡Seréis perseguidos!”.

Y os urgirán con ficticia bondad: “Salvad vuestras almas. Es un Satanás”.

Muchas cosas os dirán de Mí, muchas, para persuadiros a abandonar la Luz.

Yo os digo: “A los tentadores responded con el silencio”.

Después, cuando descienda la Fuerza del Señor a los corazones de los fieles de .Jesucristo,

Mesías y Salvador, entonces podréis hablar, porque no seréis vosotros;

sino el mismo Espíritu de Dios, el que hablará en vuestros labios.

Y vuestros espíritus serán adultos en la Gracia, fuertes e invencibles en la Fe.

Sed perseverantes. Sólo os pido esto.

Recordad que Dios no puede ceder a los sortilegios de un enemigo suyo.

Que sean vuestros enfermos, aquellos que han recibido confortación y paz en su espíritu,

los que hablen siempre entre vosotros, con su sola presencia, de Quién es el que vino a vosotros

para deciros: “Perseverad en mi amor y en mi doctrina y tendréis el Reino de los Cielos”.

Mis obras hablan más aún que mis palabras.

Y a pesar de que saber creer sin necesidad de pruebas sea perfecta bienaventuranza,

os he permitido ver los prodigios de Dios para el fortalecimiento de vuestra fe.

Responded a vuestro cerebro, tentado por los enemigos de la Luz, con las palabras de vuestro espíritu:

“Creo porque he visto a Dios en sus obras”.

Responded al enemigo con el silencio activo y diligente.

Y con estas dos respuestas caminad en la Luz.

La paz sea siempre con vosotros.

Y los despide. Luego se encamina afuera de la plaza.

Nathanael pregunta:

–        ¿Por qué les has hablado tan poco, Señor?

Timoneo quizás se ha quedado desilusionado.

Jesús responde:

–        No se sentirá desilusionado porque es un justo.

Y comprende que advertir a uno de un peligro, es amarlo con amor más intenso.

Este peligro está muy presente.

Mateo dice:

–        Como siempre, los fariseos, ¿no?

–        Ellos y otros.

Juan pregunta afligido:

–        ¿Estás apesadumbrado, Señor?

–        No.

No más que de costumbre…

–        Sin embargo, estabas más alegre estos días pasados…

–        Será tristeza por no tener ya consigo a los discípulos.

Judas pregunta:

–        Pero, ¿Y  por qué los has despedido?

¿Es que quieres seguir el viaje?

–        No.

Éste es el último lugar.

De aquí se va a casa.

Pero las mujeres no podían continuar con estas condiciones climáticas.

Han hecho mucho.

No deben hacer más.

–        ¿Y Juan?

–        Enfermo.

En una casa amiga como estuviste tú.

Luego Jesús se despide de Timoneo y de otros discípulos que se quedan en la comarca;

a los cuales les hadado órdenes para el futuro, pues no insiste en más consejos.

Están en la puerta de la casa de Timoneo,

porque Jesús ha querido bendecir una vez más a la dueña de la casa.

La gente, respetuosa, lo observa.

Y lo sigue cuando reanuda el camino en dirección al arrabal, a las huertas, a la campiña.

Los más tenaces lo siguen todavía un poco más, en un grupo cada vez más reducido;

hasta ser sólo nueve, luego cinco, luego tres, luego uno…

Este uno también se vuelve para Aera,

Mientras Jesús toma la dirección de occidente, sólo con los doce apóstoles;

pues también Hermasteo se ha quedado, con Timoneo.

Jesús dice:

–        El viaje, el segundo gran viaje apostólico, está cumplido.

Ahora es el regreso a los conocidos campos de Galilea.

262 ESTRATEGIA SATÁNICA

262 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

La cena termina pronto.

Judas va a regar las flores del huerto, antes de que oscurezca.

Luego sale, dejando a María en la terraza, doblando la ropa que había puesto a secar.

Judas, tras saludar a Alfeo de Sara y a María Cleofás,

que están hablando en la puerta de la casa del primero…

Se dirige hacia la casa del arquisinagogo.

Además de seis ancianos, están presentes los dos primos de Jesús: José y Simón.

Después de los pomposos saludos, se sientan todos ceremoniosamente

en asientos adornados con almohadones.

Toman el fresco mientras beben agua anisada o de menta, que están muy  frescas,

porque la jarra metálica suda en la separación entre el líquido gélido y el aire, todavía caliente

a pesar de la brisa que procede de las colinas situadas al norte de Nazaret

y que mueve las copas de los árboles.

El sinagogo lo colma de honores,

y dice:

–      Estoy contento de que hayas aceptado nuestra invitación y estés aquí.

Eres joven.

Un poco de distracción, hace bien.

Judas contesta gentil:

–       No me atreví a venir antes, para no importunaros.

Sé que despreciáis a Jesús y a sus seguidores.

Varios contestan:

–      ¿Despreciar?

No. No creemos…

Estamos escépticos..,

–      Y heridos por sus..

–      Admitámoslo, ¿Por qué no?…

–      Y digámoslo claro.

–      Estamos heridos por sus verdades demasiado duras.

–      Nosotros creíamos que tú nos desdeñarías.

–      Y por eso no te invitábamos.

Judas objeta:

–      ¡Despreciaros yo! ¡No!

¡Todo lo contrario!

Os comprendo muy bien…

¿Cómo no? ¡Claro!

¡Bah! Estoy convencido de que acabará habiendo paz entre vosotros y Él.

A Él le conviene, igual que a vosotros.

A Él, porque tiene necesidad de todos.

Y a vosotros porque no os conviene que os llamen enemigos del Mesías.

José de Alfeo pregunta:

–      ¿Y crees tú que Él sea el Mesías?

No tiene nada de esa figura regia que nos ha sido profetizada.

Tal vez se debe a que lo vemos solo como carpintero…

¿Pero en qué aspecto es el Rey Libertador?

Judas toma su aire de escriba y declara

–      También David, sólo parecía un pastorcillo.

Vosotros sabéis que ni siquiera Salomón en toda su gloria,

Las heridas que te causa quien te quiere, son preferibles a los besos engañadores de quién te odia… Salomón

fue un rey tan grande como él.

Porque viéndolo bien Salomón no hizo otra cosa, que proseguir la obra de David.

Y jamás fue inspirado como él.

Pero David, ¡Considerad la figura de David! es gigantesca.

Con una realeza que toca el cielo.

No juzguéis pues los orígenes del Mesías, para dudar de su realeza.

David, pastor y rey. Jesús, carpintero y Rey.

El arquisinagogo, inclinando la cabeza,

le dice:

–       Hablas como un rabí.

Se ve que has sido educado en el Templo.

¿Podrías hacer saber al Sanedrín que yo, el arquisinagogo,

necesito ayuda del Templo para una cuestión privada?

Y Judas no puede evitar la presunción,

Judas con posesión diabólica perfecta, es instrumento del Mal, para realizar las obras de Amo…

uno de los síntomas más notorios de enorme egolatría;..

Compañera inseparable, de su profundo sentimiento de superioridad, 

tanto racial, como elitista, por razones de linaje y de ministerio...

–      ¡Pero claro que sí!

Seguro.

Con Eleazar, ¡Figuraos! que es casi mi hermano.

Y luego, José el Anciano, ¿Sabes? El rico de Arimatea.

Y el escriba Sadoc que era antes mi maestro…

Y luego… ¡Oh! ¡Ni hablar!…

Mis relaciones en el Templo son sólidas y demasiado importantes.

Mi familia sacerdotal, la fortaleció mi padre cuando celebraba rituales,

dentro del Lugar Santísimo, ante la Trinidad Sacrosanta…

Y… ¡bueno, no tienes sino que hablar y basta!

–       Entonces mañana serás mi huésped y hablaremos…

–      ¿Huésped?

No.

Yo no abandono a esa santa y dolorida mujer que es María.

Vine con el fin de hacerle compañía.

Simón de Alfeo, dice:

–      ¿Qué le pasa a nuestra pariente, que está sana y feliz en medio de su pobreza?

José de Alfeo confirma:

–     Sí. Nosotros no la abandonamos.

Mi madre siempre la cuida.

También yo y mi mujer.

Aunque no puedo perdonarle su debilidad para con su Hijo.

También fue lo que afligió a mi padre que murió por causa de Jesús<,

sólo con dos hijos suyos alrededor de su lecho.

¡Y luego!…

Pero todos los problemas de familia no se exponen a los cuatro vientos.

Termina con un suspiro

Judas lo apoya:

–      Tienes razón.

Se murmura en secreto, echándolo en un corazón amigo.

Pero así sucede con muchos dolores.

También yo tengo los míos de discípulo…

¡Pero no hablemos de ellos!

Simón pregunta:

–       ¡No, no, hablemos!

¿Qué sucede?

¿Complicaciones respecto a Jesús?

José dice:

–      ¿De qué se trata?

¿De qué se avergüencen de Jesús?

No aprobamos su conducta, pero seguimos siendo parientes suyos,

dispuestos a ponernos de su parte contra sus enemigos.

¡Habla!

Judas, en una camaleónica transformación,

es muy enfático:

–       ¿Complicaciones?

¡No, hombre, no!

Era una forma de expresarme…

Además, las penas de un discípulo son muchas.

No es sólo dolor por el modo como el Maestro trata con amigos y enemigos,

perjudicándose a sí mismo…

Sino también el ver que no lo aman.

Quisiera que todos vosotros le amarais…

–      ¿Y cómo?

¡Tú mismo lo dices!

¡Tiene un modo de hacer las cosas!…

El arquisinagogo, buscando justificarse,

dice:

–      No era así cuando estaba con su Madre.

¿No es verdad, todos vosotros?

Todos aprueban con gravedad.

Y todos hacen comentarios positivos del Jesús silencioso, manso, solitario, de otros tiempos.

Uno de los ancianos dice:

–      ¿Quién iba a pensar que se convertiría en el que es ahora?

Entonces todo era para su casa y para sus familiares.

¿Y ahora?

Judas lanza un suspiro y dice:

–       ¡Pobre mujer!

José grita:

–      ¿Qué sabes?

¡Habla!

–       No más de lo que tú no sepas.

¿Crees que le sea agradable el estar abandonada?

Otro de los ancianos afirma:

–      Si José hubiera vivido el tiempo que vivió vuestro padre, no habría sucedido eso.

Judas dice:

–      No lo creas, hombre.

Habría sido lo mismo.

Porque cuando se le meten a uno ciertas ideas.

Un siervo trae lámparas y las pone sobre la mesa, porque esta noche no hay luna,

aunque el cielo está cuajado de estrellas.

También traen bebidas y el arquisinagogo se apresura a ofrecerle a Judas.

Judas se pone de pie y dice:

–      Gracias pero no puedo entretenerme más.

Tengo mis obligaciones con María.

También los dos hijos de Alfeo se levantan.

–      Vamos contigo.

Es el mismo camino.

Y con muchos saludos se despiden.

Quedando sólo el arquisinagogo y los ancianos.

Las calles están desiertas y silenciosas.

De arriba de las casas baja un continuo hablar quedo de voces graves.

Los niños duermen ya en sus camitas:

faltan, por tanto, sus gorjeos de pajarillos alegres.

Con las voces, desde lo alto de las casas más ricas,

descienden leves resplandores de lámparas de aceite.

Los dos hijos de Alfeo y Judas caminan en silencio por un largo trecho…

Y luego José se detiene.

Toma del brazo a Judas,

y le dice:

–      Oye.

Veo que sabes algo que no quisiste decir en presencia de extraños.

Pero ahora debes hablar.

Soy el mayor de la casa y tengo el derecho y el deber de saberlo todo.

Judas responde:

–       Y yo fui con la intención de decíroslo…

Y de proteger al Maestro, a María, a nuestros hermanos y a vuestro nombre.

Es algo tan penoso de decirse, como de oírse.

Muy penosísimo hacerlo, porque me hará parecer un espía.

Mirad, os ruego que me comprendáis rectamente.

No es una delación.

No se trata de eso.

Es tan solo amor y prudencia.

Es amor y cordura, nada más.

Yo sé muchas cosas, que vosotros…

Bueno, la verdad es que no las ignoráis.

Las sé por mis amigos del Templo.

Y sé que son un peligro para Jesús y para el buen nombre de la familia.

He tratado de hacérselo entender al Maestro, pero no lo he conseguido.

Es más, cuanto más le aconsejo, Él actúa peor…

Y se busca cada vez más críticas y odios.

Ello porque es tan santo,

que no es capaz de comprender lo que es el mundo.

En fin, es triste ver sucumbir una cosa santa por la imprudencia de su fundador.

José insiste:

–      Pero bueno,

¿De qué se trata?

¡Dilo todo y nosotros nos haremos cargo!

¿No es verdad, Simón?

–     Ciertamente.

Pero me parece imposible que Jesús cometa imprudencias y haga cosas contrarias a su misión…

José explota:

–     ¡Pero si este buen joven que ama a Jesús lo dice!

¿Ves cómo eres?

Siempre el mismo.

Incierto, titubeante.

Me abandonas en el momento necesario.

Yo lucho solo contra toda la parentela.

¡Ni siquiera tienes compasión de nuestro nombre y de nuestro pobre hermano que va a la ruina!

Judas exclama:

–      ¡No!

¡Ir a la ruina, no!

¡Pero desprestigiándose, sí!

José insiste:

–     ¡Habla!

¡Habla te digo!

Mientras Simón calla perplejo…

Judas dice en voz baja:

–       Hablaría.

Si estuviera seguro de que no me mencionaríais ante Jesús…

¡Juradlo!

José dice:

–     Lo juramos sobre el Santo Velo.

¡Habla!

–       Lo que voy a decir no lo diréis ni siquiera a vuestra madre…

Y mucho menos a vuestros hermanos:

Judas Tadeo y Santiago

Simón confirma:

–      Tranquilízate respecto a nuestro silencio.

–     ¿Y no le diréis nada a María?

Para no causarle dolor.

Como yo lo hago.

Guardo silencio.

Es un deber tomar precauciones; aún para la paz de esta pobre madre…

José repite:

–      No diremos nada a nadie.

Te lo juramos.

Satanás se aprovecha de los celos de Judas.

Una pasión nacida de la envidia, la soberbia, el egoísmo desenfrenado…

Y que el apóstol infiel, no se preocupa por rechazar.

Satanás está furioso.   Y recurre a medidas extremas para detener a Jesús;

pues le está minando su poderío, de una forma implacable.

Y de este modo y por estos pecados,

Judas le da entrada y es su instrumento perfecto.

Porque en este momento, ya es el Príncipe del Mundo personificado en él,

el que continúa su estrategia demoledora, mezclando verdades envenenadas,

con mentiras astutísimas, para conseguir éxito en sus perversas maquinaciones…

Satanás-Judas sigue con su intriga:

–       Entonces escuchad:

Jesús no se limita a acercarse a los gentiles, publicanos y prostitutas.

A ofender a los fariseos

y a otras personas valiosas e importantes.

Ahora está haciendo todo al revés, con cosas verdaderamente absurdas.

Fijaos que fue a tierra de filisteos,

y nos hizo peregrinar con un macho cabrío negrísimo que le seguía.

Ahora ha aceptado aun filisteo por discípulo.

¿Y aquel niño que recogió?

¡No sabéis los comentarios que se hicieron!

Pocos días después fue una griega pagana.

Y por remate era una esclava que huyó de su patrón romano.

Luego, discursos que no concuerdan con la sabiduría del sentido común.

En resumidas cuentas, parece un loco que busca hacerse daño.

En tierras de filisteos se entrometió en una ceremonia de brujos

y se puso al tú por tú, con ellos.

Los venció.

Pero ya los escribas y los fariseos, lo comienzan a odiar.

¿Si estas cosas llegan a sus oídos, qué sucederá?

Tenéis el deber de intervenir…

De impedir y poner freno…

Simón dice:

–      Esto es grave.

Muy grave.

¿Pero cómo podíamos saberlo?

¡Estamos aquí!…

¿Y ahora?

¿Cómo podremos estar al tanto de lo que sucede

–     Y sin embargo es vuestro deber intervenir e impedir.

La Madre es madre y es muy buena.

No debéis abandonarlo en estas circunstancias.

Por Él y por el mundo.

Además.

Esto de seguir arrojando demonios…

Corre la voz de que se sirve de Belcebú.

Pensad si esto lo favorece.

¡Y además…!

Pero bueno.

¿Qué clase de rey podrá llegar a ser,

si las multitudes se ríen ya desde ahora o se escandalizan?

Simón pregunta incrédulo:

–       ¿Pero de veras hace cuánto dices?

–       Pregúntaselo a Él Mismo.

Os lo confirmará porque hasta de esto se jacta

–       Deberías avisarnos…

–      ¡Claro que lo haré!

Cuando vea algo raro, os lo mandaré avisar.

Pero os lo ruego: silencio ahora y siempre.

Silencio con todos.

–     Lo juraremos.

¿Cuándo te vas?

–      Después del sábado

Ya no hay razón para estar aquí.

He cumplido con mi deber.

José de Alfeo, dice:

–      Te lo agradecemos.

Ya decía yo que Él estaba cambiado.

Tú hermano, no me quisiste creer.

¿Ves que tenía razón?

Simón de Alfeo objeta:

–        Yo…

Me resisto a creerlo todavía.

Judas y Santiago no son unos tontos.

¿Por qué no nos han dicho nada?

¿Por qué no hacen algo, si suceden estas cosas?

Judas replica resentido:

–      Hombre,

¡No vas a decirme ahora que no crees en mis palabras!…

Simón responde:

–      ¡No!…

Pero… ¡Basta

Perdona que te lo diga: creeré cuando lo vea.

–       Está bien.

Pronto lo verás y me dirás: ‘Tenías razón’ bueno

Aquí está vuestra casa.

Os dejo.

Dios sea con vosotros.

José dice:

–      Dios sea contigo, Judas.

Y… ¡Oye

Tú tampoco digas esto a otros.

Está en juego, nuestra honra…

–      Ni siquiera me lo diré a mí mismo.

¡Adiós

Y se marcha caminando ligero.

Vuelve a entrar tranquilo a la casa.

Sube a la terraza, donde María está sentada, con las manos apoyadas sobre su regazo,

contemplando el cielo lleno de estrellas.

Y a la lucecilla de la lámpara que Judas prendió para subir por la escalera;

se ven dos hileritas de llanto, que descienden por las mejillas de María.

Judas pregunta con ansiedad:

–       ¿Estás llorando, Madre?

Ella contesta con dolor:

–      Porque me parece que el mundo está cargado con más insidias,

que cuantas estrellas hay en el cielo…

Repleto de asechanzas contra mi Jesús…

Judas la mira atento, turbado por sus palabras y no sabe qué hacer.

María termina suavemente:

–      Pero me da fuerzas el amor de los discípulos…

Amad mucho a mi Jesús.

Amadlo.

¿Quieres quedarte aquí, Judas?

Bajo mi habitación.

María Cleofás se fue a dormir, después de preparar la levadura para mañana.

–      Sí.

Aquí me quedo.

Aquí se está bien.

–      La paz sea contigo, Judas.

–      La paz sea contigo, María.

Y María se retira a su habitación.

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218 LA VENGANZA DE SATANÁS

218 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

Mientras, Jesús se dirige a Cafarnaúm en la tarde que declina.

Llega ya de noche.

Atraviesan sin hacer ruido, la ciudad silenciosa bajo la luz de la luna;

única fuente luminosa existente en las callejuelas oscuras y mal pavimentadas.

Entran también en silencio, en el pequeño huerto de al lado de la casa;

creyendo que todos están ya acostados.

Pero una luz arde en la cocina.

Y tres sombras móviles por el movimiento de la leve llama, se proyectan sobre la pared blanca del horno cercano.  

Pedro exclama: 

–     Te esperan, Maestro.

¡Así no se puede continuar!

Ahora mismo voy a decirles que estás demasiado cansado.

Tú, mientras, sube a la terraza. 

Jesús objeta: 

–     No, Simón.

Voy a entrar en la cocina.

Si Tomás tiene a estas personas esperando, es señal de que hay un serio motivo.

Pero los que estaban dentro ya han oído el bisbiseo.

Y Tomás, que es el dueño de la casa, se asoma al umbral de la puerta, 

Diciendo: 

–     Maestro…

Está aquí la dama de otras veces.

Te está esperando desde ayer a la hora del ocaso.

Ha venido con un sirviente….

Y añade en voz baja:

«Está muy inquieta y no para de llorar…».

Jesús dice:  

–     Bien.

Dile que suba arriba.

¿Dónde ha dormido?

–     No quería dormir.

Pero al final, durante unas horas se retiró ya casi al alba, a mi habitación.

Al sirviente le he ofrecido una de vuestras camas para dormir.  

–     Bien.

Así será también esta noche y tú dormirás en la mía.

–     No, Maestro.

Me quedaré en la terraza, sobre unas esteras.

Dormiré bien igualmente.

Jesús sube a la terraza…

Y Marta también.

La saluda: 

–     Paz a ti, Marta.

Sólo hay un sollozo como respuesta.

–     ¿Todavía llanto?

¿Pero no estás contenta?

Marta niega con la cabeza.

–     ¿Y por qué?…

Larga pausa llena de sollozos.

Al final, gimiendo, dice:

–     Han pasado muchas tardes y María no ha vuelto.

No sabemos dónde está.

No la hemos encontrado ni yo ni Marcela, ni la nodriza…

Había pedido el carro y había salido. Iba vestida muy pomposamente…

¡Oh, no había querido llevar otra vez mi vestido!…

No iba semidesnuda, tiene también verdaderos vestidos, pero iba muy provocativa…

Y tomó consigo joyas y perfumes…

Y no ha vuelto.

Al llegar a las primeras casas de Cafarnaúm, se despidió del sirviente diciéndole:

“Volveré con otra compañía”.

Pero no ha vuelto. ¡Nos ha engañado!…

Se ha sentido sola, quizás tentada…

O le ha sucedido algo malo…

No ha vuelto…

Y Marta cae de rodillas.

Llora apoyando la cabeza sobre el antebrazo, apoyado a su vez en un montón de sacos vacíos.

Jesús la mira.

Lentamente y seguro, dominador,

Jesús responde: :

–     No llores.

Hace tres noches María fue a donde Yo estaba.

Me ungió los pies, depositó a mis plantas todas sus joyas.

Así se ha consagrado y para siempre.

Y ha entrado a formar parte de mis discípulas.

No la denigres en tu corazón.

Te ha superado.  

Martha levanta su rostro desencajado,

y grita: 

–     ¿Pero dónde está mi hermana?

¿Por qué no ha vuelto a casa? ¿Es que la han agredido?

¿Ha tomado una barca y se ha ahogado?

¿Algún amante repelido la ha raptado?

¡Oh, María, mi María!

¡Acababa de hallarla y ya la he perdido!

Marta está realmente fuera de sí.

Ya no piensa siquiera en que los que están abajo la pueden oír.

No piensa ya que Jesús le puede decir dónde está su hermana;

se desespera sin reflexionar en nada.

Jesús la sujeta por las muñecas y la obliga a estar quieta.

A escucharlo, dominándola con su alta estatura…

Y su mirada magnética:

–     ¡Basta!

Quiero de ti, fe en mis palabras.

Quiero de ti, generosidad.

¿Comprendido?

No la suelta hasta que Marta se serena un poco.

–     Tu hermana ha ido a saborear su gozo,

rodeándose de santa soledad.

Porque experimenta el supersensible pudor de los redimidos.

Ya te lo había dicho.

No puede soportar la mirada, dulce pero escrutadora, de su familia;

que observa su nuevo vestido de novia de la Gracia.

Y lo que Yo digo es siempre verdad.

Debes creerme.

–     Sí, Señor, sí.

Pero mi María ha pertenecido demasiado al demonio.

Enseguida la ha atrapado de nuevo, él…

–     Él se venga en ti…

De la presa que ha perdido para siempre.

¿Voy a tener que presenciar cómo tú, la fuerte, caes víctima suya;

por un momento de abatimiento demente que no tiene razón de ser?

¿Tendré que presenciar cómo, por ella que ahora cree en Mí,

pierdes esa hermosa fe que siempre he visto en ti?

¡Marta! ¡Mírame bien!

¡Escúchame a mí, no a Satanás!

¿CUÁLES SON LOS DARDOS DE FUEGO DEL MALIGNO? = DESESPERACIÓN, ODIO, DUDA, MIEDO, DESALIENTO, DESCONFIANZA Y MALICIA…

¿No sabes que cuando se ve obligado a soltar la presa por una victoria de Dios sobre él; 

este incansable torturador de los seres, este incansable depredador de los derechos de Dios;

se pone inmediatamente manos a la obra para encontrar otras víctimas?

¿No sabes que lo que afianza la curación del espíritu de otro;

son las torturas que sufre un tercero, que resiste a los asaltos porque es bueno y fiel?

¿No sabes que todo lo que acaece y lo que existe en la Creación está relacionado…

Y sigue una ley eterna de dependencias y consecuencias;

de forma que el acto de uno produce vastísimas repercusiones naturales y sobrenaturales?

Tú estás llorando aquí, aquí estás conociendo la duda atroz…

Y a pesar de todo, permaneces fiel a tu Cristo en esta hora de tinieblas; 

 Allá, en un lugar que desconoces,

María está sintiendo disolverse la última duda sobre la infinitud del perdón que ha recibido.

Y su llanto se transforma en sonrisa, sus sombras en luz.

Tu tormento la ha guiado al lugar de la paz, al lugar de regeneración de las almas,

al lado de la Generadora sin mancha,

junto a Aquella que tanto es Vida, que le ha sido otorgado dar al mundo al Cristo, que es la Vida.

Tu hermana está con mi Madre.

No es la primera que pliega velas en ese puerto de paz, habiéndola llamado el rayo de la viva Estrella María

a aquel seno de amor, por amor, mudo y activo, de su Hijo.

Tu hermana está en Nazaret.

–     Pero…

¿Cómo ha ido si no conoce a tu Madre, ni tu casa?…

Sola… De noche… Sin los medios necesarios… Vestida así…

Mucho camino…

¿Cómo?

–     ¿Cómo?

Como va la golondrina cansada al nido natal, atravesando mares y montes;

contra tempestades, nieblas y viento contrario;

como van las golondrinas a los lugares donde pasan el invierno:

por el instinto que las guía, el suave calor que las invita, el sol que las reclama.

Pues también ella ha acudido al rayo que la convocaba… a la Madre Universal.

Y la veremos regresar a la aurora, feliz…

Dejadas para siempre las tinieblas, con una Madre a su lado, la mía.

Y para no volver a ser huérfana nunca más.

¿Puedes creer esto?

–     Sí, mi Señor.

Marta está como embelesada.

En efecto, Jesús se ha mostrado verdaderamente dominador:

alto, erguido – y, no obstante, un poco curvado hacia Marta, que estaba arrodillada -,

ha hablado lenta pero incisivamente, casi como para transfundir su propio ser en la agitada discípula.

Pocas veces lo he visto con esta potencia, para persuadir con la palabra a alguien que lo escucha.

¡Pero al final qué luz, qué sonrisa en su cara!

Marta lo refleja con una sonrisa y una luz más difuminada en su propio rostro.

–     Y ahora ve a descansar.

Con paz.

Y Marta le besa las manos y baja tranquilizada…

Esto lo podemos experimentar todos, cuando en un ataque brutal, dirigido por Satanás en sus repentinas embestidas; 

cuando invocamos a la Madrecita santísima por su auxilio y Ella nos defiende y nos devuelve la Paz…

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211 BATALLA CONTRA ASMODEO

211 IMITAR A JESÚS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

Jesús, soleado, sudoroso y lleno de polvo, regresa con Pedro y Juan a la casa de Cafarnaúm.

Apenas entra en el huerto, cuando el dueño de la casa le dice:

–     Jesús, ha regresado a buscarte la mujer de la que te hablé en Betsaida.

Le dije que te esperara y la llevé arriba, en la habitación que está allí.

Jesús contesta:

–    Gracias Tomás.

Voy al punto.

Si vienen los demás, retenlos aquí y no dejes que me interrumpan.

Y Jesús sube ligero la escalera, sin quitarse siquiera el manto.

La escalera va a dar a una terraza.

En ella inmóvil, está Marcela, la sierva de Marta.

Que lo saluda diciendo:

–     ¡Maestro nuestro!

Mi señora está ahí dentro.

Te espera desde hace muchos días. 

Mientras se arrodilla ante Jesús para venerarlo.  

–     Ya me lo imaginaba.

Voy enseguida a verla.

Dios te bendiga, Marcela.

Jesús levanta la cortina que protege de la luz.

Aún violenta a pesar de que la puesta de sol esté ya adelantada;

Y vuelve fuego al aire pareciendo encender las casas blancas de Cafarnaúm, con la roja reverberación de un enorme brasero.

En la habitación está Marta, toda velada y envuelta en un manto, sentada junto a una ventana.

Está absorta mirando a un trozo de lago, en que un collado boscoso zambulle un entrante.

Está tan ensimismada, que no oye el leve roce de los pies de Jesús, que se está acercando a ella;  

Cuando Jesús la llama suavemente:

–  Martha…

Ella grita:

–   ¡Oh, Maestro!

Y se derrumba de rodillas, con los brazos tendidos hacia adelante, como solicitando ayuda,:

Luego se inclina hasta tocar con la frente en el suelo y se suelta a llorar.

Jesús pregunta: 

–     ¿Por qué?

 Pero, ¿Qué sucede?

¡Levántate! ¿Por qué estas lágrimas?

¿Qué pasó?

He estado en Betania, ¿Sabes?

¿Sí? Allí he sabido que había buenas noticias.

Quítate el velo y el manto. Debes estar muriéndote de calor.

Ahora estás llorando…

–     ¿Qué ha pasado?

Y la obliga a levantarse.

Y a que se siente en el asiento que está colocado contra la pared.

El se sienta frente a ella.  

Preguntando: 

–     ¿Por qué este llanto desconsolado?

¿Tienes alguna desventura que manifestarme?

¿Sí? ¿Cuál? Dime.

Martha se muestra deshecha, con su rostro colorado y los ojos hinchados…

Está tan angustiada que no puede decir nada.  

Jesús repite: 

–     Quítate ese velo y ese manto, como hago Yo.

Te estarás ahogando con ellos.

Además, quiero ver el rostro de esta Marta turbada, para alejar todas las nubes que lo ensombrecen.

Martha obedece sin dejar de llorar. 

Y Jesús agrega:

–    ¿Bueno? Te ayudaré…

María te mandó llamar. Ha llorado mucho.

Ha querido saber mucho de Mí.

Y has llegado a imaginar que se trata de una buena señal…

Por lo que has querido que esté Yo aquí, para realizar el milagro.

Aquí estoy. ¿Y ahora?…

Martha responde con voz ahogada:

–    Ahora ya no hay nada, Maestro.

Me equivoqué.

Una esperanza demasiado viva, hace ver cosas inexistentes…

Te hice venir por nada…

María está peor que antes.

Aunque ya no quiere más cerca de sí a los hombres, es diferente, pero sigue siendo mala.

Me parece que está loca.

Ya no la entiendo.

Antes por lo menos la comprendía, ¡Pero ahora!

¿Quién la entiende?

Y Martha vuelve a llorar desconsoladamente.

Jesús dice:

–   ¡Ea!

Tranquilízate y dime qué cosa hace.

¿Por qué es mala?

Si ya no quiere hombres a su alrededor y vive sola  en su casa.

Eso está muy bien.

El haber deseado que estuvieses cerca de ella, para evitar las tentaciones, apartándose de relaciones culpables.

O simplemente de lo que podría inducir al Mal, es signo de buena voluntad.

–    ¿De veras lo crees así, Maestro?

–   Pues claro.

¿En qué te parece mala? Cuéntame que hace…

Martha, animada con las palabras de Jesús,

habla con mayor claridad:

–  Mira.

Desde que llegué, María no sale de casa, del jardín.

Ni siquiera para ir al lago con la barca.

Y su nodriza me dijo que este cambio empezó en la Pascua.

Iban a buscarla personas y no siempre las rechazaba.

Luego dio órdenes de que no se le permitiese entrar a nadie.

Y parecían órdenes absolutas.

Entonces si, habiendo oído las voces de los visitantes, iba al vestíbulo.

Y si ya éstos se habían marchado…

incluso llegó a azotar a los sirvientes en un arrebato de injusta ira.

Desde mi llegada no lo ha vuelto a hacer.

La primera tarde -y por eso nació en mí tanta esperanza-

me dijo:

“Detenme. Amárrame si quieres; pero no me dejes salir más.

Que no vuelva a ver a nadie, que no seas tú o la nodriza.

Yo estoy enferma y me quiero curar.

Los que vienen a verme o quieren que vaya a verlos, son como pantanos donde hierve la fiebre.

Hacen que me enferme más todavía.

Aparentemente son tan hermosos como frutos de aspecto agradable que no logro resistir,

porque soy una infortunada.

Una desgraciada, Martha.

Tu hermana es débil.

Y hay quién se aprovecha de su debilidad, para que cometa cosas infames…

Aunque una partecilla de mí, no consiente en ellas.

Lo único que me queda de mamá todavía, de mi pobrecita mamacita.”

Y se ponía a llorar.

Yo me porté con ella dulcemente, en las horas en que era más razonable.

Y con firmeza cuando parecía una fiera enjaulada.

Jamás se rebeló contra mí.

Al contrario, pasados los momentos de mayor tentación;

venía a llorar a mis pies, con la cabeza sobre las rodillas,

 Y me decía:

–    ¡Perdóname! ¡Perdóname!

–    ¿Por qué hermana, si no me has hecho nada?

–    Porque ayer cuando me prohibiste salir, en mi corazón te odiaba, maldecía y deseaba que te murieras.

Martha agrega con un sollozo:

–   Esto es muy doloroso.

¿Acaso está loca?

¿A esto la llevó el vicio?

Me imagino que algún amante suyo le dio una pócima;

para hacerla esclava de la lujuria…

Y ya le llegó hasta el cerebro…

–    No. Nada de pócimas.

Es algo muy diferente.

Es una adicción. 

Pero sigue…

–   Conmigo es respetuosa y obediente.

No ha maltratado más a los siervos.

Pero después de la primera noche, ya no ha preguntado por Ti.

Si Yo le hablo de Ti, desvía la conversación.

Se pasa horas en el peñasco del mirador…

Y se queda contemplando el lago.

Cuando ve pasar una barca, dice:

–   ¿Te parece que sea la de los pescadores galileos?

Jamás pronuncia tu Nombre, ni el de los apóstoles.

Pero yo sé que te ve a Ti y a ellos, en la barca de Pedro.

A veces cuando paseamos por el jardín o yo estoy bordando…

Ella está mano sobre mano, sin hacer nada,

me dice:

–     ¿De este modo es necesario vivir, según la doctrina que sigues?

Y a veces llora amargamente.

Luego ríe con unas carcajadas sarcásticas de loca o de demonio.

Otras veces se pone uno de mis vestidos, se suelta los cabellos que siempre trae muy bien arreglados.

Y hace dos trenzas.

Luego se acerca toda tímida; púdica, jovencita virginal en la expresión de la cara.

Y pregunta:

–   ¿A este punto debe llegar María?

Y luego se pone a llorar, besando sus espléndidas y gruesas trenzas, que le llegan hasta las rodillas.

Con esa belleza que era la gloria de mi madre.

A veces prorrumpe en horribles carcajadas….

O bien me dice:

–   Pero mira, mejor hago así y me mato.

Y se anuda el cuello con las trenzas.

Se aprieta en tal forma, que se pone morada como si quisiera estrangularse.

Otras veces cuando la tentación es más fuerte, se compadece a sí misma o se maltrata…

La he encontrado golpeándose con furia el pecho, las piernas.

Se rasguña la cara.

Da cabezazos contra la pared.

Y si le pregunto:

–   ¿Por qué lo haces?

Me enfrento con una mirada feroz, de enajenada…

Y me responde:

–   Para despedazarme.

Y despedazar mis entrañas, mi cabeza.

Las cosas nocivas y malditas, deben destruirse.

Yo me estoy destruyendo.

Tengo que destruir lo que me domina…

Cuando hablo de Ti, de la Misericordia Divina.

Porque Yo no le hago caso…

Y le hablo de Ti, como si ella fuera la más fiel de tus discípulas.

Y te juro que a veces me arrepiento de hacerlo ante ella.

Me responde:

–    Para mí no puede haber misericordia.

He pasado la medida.

Es entonces cuando una desesperación se apodera de ella…

Y grita golpeándose hasta que le mana sangre:

–   Pero, ¿Por qué?

¿Por qué este monstruo que me destroza?

No me deja en paz.

Me arrastra hacia el mal, con arrullos melodiosos…

Y luego se me juntan las voces de papá y mamá.

De vosotros que me maldecís.

Porque tú y Lázaro me maldecís, al igual que todo Israel.

¿Por qué este monstruo me hace enloquecer?

Cuando habla así, yo le respondo:

–    ¿Por qué piensas en Israel que es sólo un pueblo y no piensas en Dios?

Dado que no pensaste antes, cuando todo lo pisoteabas.

Piensa ahora en vencer todo y deja de preocuparte por el mundo.

Piensa en Dios, en nuestros padres.

Ellos no te maldicen.

Si cambias de vida, te abrirán los brazos…

Ella me escucha pensativa, estupefacta, como si le dijera algo imposible.

Luego se pone a llorar y ya no dice nada.

Algunas veces ordena a los siervos, que le lleven vinos y manjares.

Y bebe, como ‘para no pensar’, como dice ella.

Desde que sabe que estás en el lago, cada vez que vengo me dice:

–   Alguna vez, también iré yo.

Y riéndose con esa sonrisa que es un insulto para ella misma;

termina con:

–    Así al menos el ojo de Dios caerá sobre el estiércol.

Pero ya no quiero que venga.

Espero a que ella cansada, por la ira. 

Fatigada con el vino, con el llanto, con todo; se quede dormida.

Hoy también así he salido.

Regresaré a la noche, antes de que se despierte.

Esta es mi vida y no espero más…

Una explosión de llanto le impide seguir.

Jesús le dice:

–    ¿Te acuerdas Martha de lo que te dije un día?

“María está enferma” y no lo quisiste creer.

Ahora lo estás viendo.

Tú la crees loca.

Ella misma te dice que está enferma de fiebre pecaminosa.

Yo digo enferma del espíritu, por ‘posesión diabólica’.

Siempre es una enfermedad.

Sus incoherencias.

Sus arrebatos de ira.

Sus llantos, desconsuelos, ansias de venir a Mí.

Son las fases de su mal, que cuando va llegando el momento de su curación;

se manifiesta en estas crisis.

Haces bien en ser bondadosa con ella, en ser paciente, en hablarle de Mí.

No te arrepientas de pronunciar mi Nombre en su presencia.

¡Pobre alma de mi María!

También salió del Padre Creador, igual que las demás.

Y también ella está incluida entre las almas por las que me he hecho Carne;

para ser Redentor.

¡Pobre alma de mi María a quien amo tanto!

¡Pobre alma envenenada con siete venenos, además del primordial y universal!

¡Pobre alma prisionera de María!

¡Déjala que venga a Mí!

Deja que respire mi aliento.

Que oiga mi Voz, que encuentre mi mirada.

Si dice ‘estiércol’ refiriéndose a sí misma

¡Oh, pobre alma que de los siete demonios, el menos fuerte que tiene, es la soberbia!

Sólo por esto se salvará.

Martha pregunta con voz temblorosa:

–   ¿Y si después de haber salido, encuentra alguien que la conduzca nuevamente al vicio?

Ella misma siente este temor…

–   Y siempre lo tendrá.

Ahora que ha llegado a experimentar náuseas con el vicio.

Pero no te preocupes, cuando una alma ha concebido ya el deseo de ir al Bien…

Y  tan solo la detiene el enemigo diabólico que sabe que va a perder su presa.

Y trata de impedir al espíritu, que domine al ‘yo’ humano;

entonces esa alma ya se ha fortalecido contra los asaltos del vicio y de los viciosos.

No le hagas reproches de ningún tipo.

Ella es toda una llaga.

Solo tócala con el bálsamo de la dulzura, del perdón, de la esperanza.

Déjala en libertad de que venga.

Si llegas a ver en ella ese impulso, tú no vengas.

Espérala en casa.

La Misericordia la hará suya.

Porque la debo arrebatar a esa malvada fuerza que ahora la oprime.

Y por unas horas parecerá como una que acaba de arrojar el veneno…

Una a quién el médico le haya quitado los huesos.

Después se sentirá mejor.

Estará atolondrada.

Tendrá necesidad de caricias y de silencio.

Asístela como si fueses su segundo ángel custodio, sin hacérselo notar.

Si la ves llorar, déjala que llore.Si la ves sonreír con una sonrisa cambiada, con una mirada diferente, con una cara distinta;

no le hagas preguntas.

No trates de dominarla.

Sufre más ahora en el subir, que cuando bajó.

Y debe hacerlo por sí misma.

Como lo hizo por sí misma cuando bajó. 

No tuvo valor de tolerar vuestras miradas cuando bajaba;

porque en vuestros ojos estaba el reproche.

Pero ahora no puede soportarlos por la vergüenza que por fin se le despertado.

Entonces era fuerte porque tenía en sí a Satanás; su dueño y la fuerza siniestra que la dominaba.

Por eso podía desafiar al mundo y con todo, vosotros nunca la visteis cuando pecaba.

Ahora Satanás ya no está en ella como su dueño; sino como su huésped.

Pero a quién la voluntad de María tiene ya cogido por la garganta.

Todavía no me tiene a Mí, por eso es muy débil.

No puede sostener ni siquiera la caricia de tus ojos de hermana;

al declararse por su Salvador. 

Los esclavos de la Lujuria, SON ADORADORES DE ASMODEO

Toda su energía está dirigida a tener asidos de la garganta a los siete demonios.

En todo lo demás está indefensa, desnuda.

Pero la volveré a vestir y la fortificaré.

Vete en paz, Martha.

Y mañana. Con tacto, dile que hablaré cerca de la fuente, aquí en Cafarnaúm.

Al atardecer. Vete en paz.

Te bendigo.

Martha está perpleja.

Jesús la está mirando y le dice:

–    No caigas en la incredulidad, Martha.

–    No Señor.

Pero pienso…

María sufre mucho y yo tengo miedo de que no logre vencer al Demonio.

–     ¡Eres una niña!

María me tiene a Mí y a ti.

¿No lo logrará?

Vete tranquila. Mi paz sea contigo.

Martha le hace una profunda reverencia y se va.

Jesús sonríe cuando la ve dirigirse a Mágdala.

Luego baja a la cocina y al ver que Juan está por irse a la plaza, se va con él.

Lo rodean los niños y conversan con Él.

Pasa Simón el Fariseo y le hace una pomposa inclinación.

Jesús también lo saluda.

El hombre le dice:

–  Vengo a invitarte a mi casa.

Mañana.  

Jesús responde: 

–   Mañana no puedo.

¿Qué te parece dentro de dos días?

–    Muy bien.

Tendré amigos…Y les tendrás paciencia…

–   Sí. Sí.

Iré con Juan.

–  ¿Sólo él?

–   Los otros tienen diversas misiones.

Míralos…

Ahora regresan de la campiña.

La paz sea contigo, Simón.

–   Dios sea contigo,  Jesús.

Te espero.

El fariseo se va y Jesús se reúne con los apóstoles.

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205 EL CAMALEÓN

05 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA 

Jesús está en Jerusalén, cerca de la torre Antonia.

Todos los apóstoles, menos Judas de Keriot, están con Él. 

Bartolomé pregunta a sus compañeros:

–    ¿Qué habrá querido decir ese escriba con la frase:

“Un rebaño de terneros destinados a una vulgar carnicería?” 

Tomás responde:

–    Se habrá referido a algún negocio suyo.

–    No, nos señaló.

Lo ví bien.

La segunda frase confirmó la primera.

Pues sarcásticamente había dicho:

“Dentro de poco, el Cordero será trasquilado y luego, el degüello.”

Andrés confirma:

–   ¡Sí!

Yo también oí lo mismo.

Pedro dice:

–  ¡Ya!  ¡Bien!

Yo me muero de ansia por regresar y preguntar al escriba, si sabe algo de Judas de Keriot.

 

Santiago de Alfeo comenta:

–    ¿Y si no sabe nada?

Esta vez Judas no está con nosotros, porque de veras está enfermo.

Nosotros lo sabemos.  

Simón dice conciliador: 

–    Tal vez padeció mucho con el viaje.

Nosotros somos gente fuerte.

El está acostumbrado a vivir cómodamente aquí, entre el lujo y la riqueza del Templo.

Se cansa.

Pedro pregunta:

–    Así es como tú dices.

Pero ese escriba dijo:

‘En el grupo falta el camaleón’.

¿No es el camaleón el que cambia de color cada vez que se le antoja?

 

Zelote aconseja:

–     Es como tú dices, Simón.

Pero sin duda alguna se han referido a sus vestidos, siempre nuevos.

A él le gustan.

Está joven. Hay que comprenderlo.

Pedro concluye:

–    También esto es verdad.

Pero, ¡Qué frases tan curiosas!

Santiago de Zebedeo observa:

–     Parece siempre como si nos amenazaran…

Tadeo agrega:

–    La verdad es que nosotros sabemos que nos amenazan.

Y vemos amenazas también donde no hay.

Tomás concluye:

–    Y vemos faltas también donde no están.

Pedro agrega:

–     Bueno.

No por eso deja de haber sospecha.

Quién sabe cómo esté hoy, Judas.

Entretanto se la pasa bien en su paraíso, con sus angelitos cuidándolo.

También a mí me gustaría enfermarme, para tener todas esas comodidades…

Bartolomé responde:

–    Esperemos que pronto se alivie.

Es necesario terminar el viaje, porque los calores arrecian…

Andrés asegura:

–       ¡Oh! A Judas no le faltan cuidados.

Y luego, si le faltasen; ya pensaría el Maestro…

Santiago de Zebedeo dice:

–     Tenía mucha fiebre cuando lo dejamos.

Esa enfermedad le pegó tan de repente…

Mateo contesta:

–     Como siempre vienen.

Porque deben venir.

Pero yo no sé nada…

El Maestro no se preocupa por eso.

Si hubiese visto que era una cosa seria, no hubiera dejado el Palacio de Juana.

Realmente Jesús no está preocupado en absoluto.

Habla con Margziam y con Juan mientras camina y da limosnas.

Está explicando muchas cosas al niño, indicándole acá o allá, los diversos sitios del Templo.

Se dirige hacia el final de las murallas del ángulo nordeste,

donde hay mucha gente que está yendo a un lugar con muchas arquerías que precede a la puerta del Rebaño.

Va con Marziam, explicándole muchas cosas.

Atraviesan la Puerta del Rebaño y llegan al ángulo noreste del muro del Templo.

Hay un gran pórtico, en donde hay mucha gente.

Jesús explica:

–    Esta es la Probática.

La piscina de Betzaida.

Ahora tiene mucha agua, ¿Ves que tranquila está?

Dentro de poco verás que se mueve y que se levanta hasta llegar a aquella señal húmeda.

¿Lo ves?

Ahora baja el ángel del Señor, él da órdenes al agua de curar a quién se eche en ella.

¿Ves cuanta gente?

Pero mucho se distraen y no ven el primer movimiento…

Pero muchos se distraen y no ven el primer movimiento del agua.

O lo que pasa también es que los más fuertes sin caridad, impiden a los más débiles acercarse:

Jamás hay que distraerse ante los signos de Dios-

Es necesario tener el alma siempre vigilante, porque no se sabe nunca cuándo se manifiesta Dios…

O cuándo manda a su ángel.

Nunca ser egoístas, ni siquiera por la salud.

Muchas veces, por discutir por causa del derecho de precedencia o de la mayor o menor necesidad de unos u otros;

estos  desdichados pierden el beneficio de la venida angélica.

Margziam escucha muy atento.

Y mira el agua.

Luego pregunta:

–   ¿Se puede ver al Ángel?

Me gustaría.

–    Leví, un pastor de tu edad lo vio.

Mira bien y prepárate a alabarlo.

El niño se concentra en mirar el agua…

Y ya no se distrae.

Sus ojos van de la superficie del agua a la parte inmediatamente superior y viceversa.

Jesús mira al pequeño grupo de enfermos:

Ciegos, lisiados, paralíticos, que están esperando.

Los apóstoles también están atentos.

El sol juguetea con los rayos de luz sobre el agua e iluminan los cinco portales que rodean las piscinas.

 

Margziam grita:

–    ¡Mira!…

El agua sube, se mueve, resplandece…

¡Qué luz! ¡El Ángel!… –y el niño se arrodilla.

Efectivamente, mientras se mueve el líquido del estanque;

que parece crecer como por una masa de agua repentinamente introducida que lo hincha.

Y que lo eleva hacia el borde, el agua resplandece como espejo puesto al sol.

Un destello cegador por un instante.

Rápido, un cojo se hecha el agua.

Y poco después sale con la pierna curada; que antes estaba tullida con una gran cicatriz.

Los demás se lamentan y pelean con el sanado, diciendo que él no estaba imposibilitado para el trabajo.

Y se arma una riña.

Jesús mira a su alrededor…

Y ve a un paralítico en su camilla, que llora en silencio.

Se le acerca y lo acaricia.

 

Y le pregunta:

–    ¿Lloras?

El hombre se lamenta:

–     Sí.

Ninguno piensa nunca en mí.

Estoy aquí.

Todos se curan, menos yo.

Hace treinta y ocho años que estoy acostado sobre mi espalda

He consumido todo.

Han muerto los míos.

 Ahora soy gravoso a un pariente lejano que me trae aquí por la mañana y viene a recogerme por la tarde…

¡Pero, cuánto le pesa hacerlo!

¡Yo quisiera morirme!

–    No desfallezcas.

¡Con tanta paciencia y fe como has tenido!…

Dios te escuchará.

–    Eso espero…

Pero a uno le vienen momentos de depresión.

Tú eres bueno, pero los demás…

Yo me esfuerzo en arrastrarme con mis manos hasta allí, cuando el agua se mueve;

pero siempre otros se me adelantan y cerca del borde no se puede estar.

Me aplastarían.

Y aunque estuviese allí,

¿Quién me cuidaría?

Si te hubiese visto antes, te lo habría pedido

Los que se curan podrían,como agradecimiento a Dios;

estar aquí para socorrer a los pobres hermanos…

–     Sí, deberían hacerlo.

De todas formas, no guardes rencor.

Ni siquiera lo piensan; no es por maldad;

la alegría de verse curados es lo que los hace egoístas.

Perdónalos…

–    Tú eres bueno.

No actuarías así.

Me esfuerzo en arrastrarme con las manos hasta allí,

cuando se agitan las aguas de la piscina.

Pero siempre se me adelanta alguno.

Y en el borde no puedo estar, porque me pisotearían.

Además, aunque estuviera allí,

¿Quién me sumergiría en el agua?

Si te hubiera visto antes, te lo habría pedido…

–    ¡Grande es tu deseo de curarte!

¡Pues, levántate!

¡Toma tu camilla y anda!

Jesús se ha erguido al dar la orden.

Y parece como si al enderezarse, levantase también al paralítico.

porque éste se pone en pie…

Y da uno, dos, tres pasos, casi incrédulo, detrás de Jesús, que se está marchando.

Pero, puesto que realmente camina, el hombre emite un grito que hace que todos se vuelvan.

–    ¿Quién eres?

¡En nombre de Dios, dímelo!

¿Eres el Ángel del Señor?

–    Estoy por encima de los ángeles.

Mi nombre es Piedad.

Ve en paz.

Todos se aglomeran.

Quieren ver.

Quieren hablar.

Quieren ser cuados.

Pero acude enseguida la guardia del Templo que vigilaba también la piscina-

Y disuelven ese remolino vocinglero de gente, amenazando con castigarlos.

El paralítico toma sus angarillas:

dos barras con dos pares de ruedecitas y una tela rasgada clavada en las barras…

Y se marcha muy contento;

Y le dice a Jesús gritando:

–     ¡Te volveré a ver!

¡No olvidaré tu nombre ni tu rostro!

Jesús, mezclándose con la muchedumbre, se va en otra dirección, hacia las murallas.

Mas, no ha rebasado todavía la última arquería, cuando ya se han acercado a Él;

como impulsados por un viento furioso…

Un grupo de judíos de las castas sacerdotales.

Todos aunados en el deseo de decir insolencias a Jesús.

Buscan, miran, escrutan, pero no logran comprender bien de qué se trata.

Y Jesús se  mezcla entre la gente y se va en dirección contraria.   

Mientras los fariseos contrariados, siguiendo indicaciones de la guardia…

Asaltan al pobre infeliz que ha sido curado…

Y le recriminan:

–    ¿Por qué transportas esta camilla?

–    Es sábado.

–    te es lícito.

El hombre los mira y dice: 

–   –    Yo no sé nada.

Lo que sí sé; es que quien me curó me dijo:

‘Toma tu camilla y camina’

 

Y el interrogatorio es implacable:

–     Se tratará de un demonio.

–     Porque te ordenó que violases el sábado.

–    ¿Cómo era?

–    ¿Quién era?

–     ¿Judío?

–     ¿Galileo?

El hombre sanado responde:

–    No lo sé.

Estaba aquí.

Me vio llorar y se me acercó.

Me habló. Me curó.

Y se fue con un niño de la mano.

Tal vez era su hijo…

 

–   ¿Un niño?

–    Entonces no es Él.

–    ¿Cómo dijo que se llamaba?

–    ¿No se lo preguntaste?

–    ¡No mientas!

–    Me dijo que se llamaba Piedad.

–    Eres un pedazo de alcornoque.

–    Eso no es un nombre.

El hombre se encoge de hombros y se va.

Los otros dicen:

–    Ciertamente era Él.

–    Los escribas lo vieron en el Templo.

–    ¡Pero Él no tiene hijos!

–    Y sin embargo es Él.

–     Estaba con sus discípulos.

–    Pero no estaba Judas.

–    Es al que conocemos bien.

–     Los otros pueden ser gente de cualquier parte.

–     No.

Te digo que eran ellos.

–    Si les faltaba el Camaleón,

¿Cómo puedes estar tan seguro?

 

La discusión continúa.

Jesús vuelve a entrar al Templo por el otro lado.

Los apóstoles lo siguen.

Mira a su alrededor…

Y encuentra a Jonathán el mayordomo de Juana, uno de los pastores.

Jonathán le dice:

–     Judas se encuentra mejor, Maestro.

La fiebre ha bajado.

Tu Mamá dice que espera venir para el próximo sábado.

–    Gracias Jonathán.

Has sido puntual.

–    No muy puntual.

Maximino el de Lázaro me entretuvo.

Te anda buscando.

Fue al Pórtico de Salomón.

–     Voy a alcanzarlo.

Mi paz sea contigo.

Y dala a mi Madre, a las discípulas y también a Judas.

Jesús, rápido va al Pórtico de Salomón.

Y encuentra al mayordomo de Lázaro.

Maximino le dice:

–   Lázaro se enteró de que estabas aquí.

Te quiere ver para decirte una cosa importante.

¿Irás?

–    Sin duda alguna y pronto.

Dile que me espere dentro de esta semana.

Después de despedir a Maximino, se dirige al Atrio de los Hebreos,

diciendo:

–   Vamos a orar.

Pues por eso vinimos aquí.

Se encuentra al paralítico curado que también ha venido a dar gracias al Señor.

Cuando lo descubre entre la multitud, lo saluda con alegría.

Y le cuenta lo que pasó en la piscina, después de su partida.

Termina diciendo:

–     Luego, uno de los que estaban fuera de sí por verme sano;

me dijo que Tú Eres el Mesías.

¿Es verdad?

–     Lo Soy.

Tu deber para con Dios es emplear la salud en buenas obras.

Estás curado.

Vete y no peques más, no te vaya a castigar Dios más todavía..

Vete en paz. Adiós.

–    Yo soy viejo… no sé nada…

Pero quisiera seguirte, para servirte y para saber.

¿Me aceptas?

–    No rechazo a nadie.

De todas formas, piénsalo antes de venir.

Si te decides, ven.

–    ¿A dónde?

No sé a dónde vas…

—    Por el mundo.

todas partes encontrarás discípulos que te guiarán a Mí.

Que el Señor te ilumine para lo mejor.

Y Jesús se dirige a orar.

Mientras tanto, los fariseos que vieron al curado hablar con Jesús.

Lo detienen para preguntarle si Él fue, el que lo curó.

Y luego se acercan hasta la escalera;

por la que tiene que bajar para pasar a los otros patios… 

Y poder salir del Templo.

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MARCADOS EN LA FRENTE

Febrero 22 de 2921 

Habla Dios Espíritu Santo.

VisiónVeo al Espíritu Santo como paloma, lanzando rayos hacia abajo y nos dice:

Hijitos Míos, todos estáis llamados a la perfección.

Todos estáis obligados a ser perfectos lo sabéis, pero aún no buscáis la perfección a la que sois llamados.

¿Cómo podéis ser buenos?

¿Cómo podéis llegar a ser santos, si no os acercáis a la Fuente de la Gracia, que es Nuestra Santísima Trinidad,

y especialmente a Mí que habito en vosotros, Yo, vuestro Dios Espíritu Santo?

Cuán pocas son las personas, las almas, que teniéndoMe a Mí en su interior Me buscan, Me preguntan, piden Mi Consejo,

piden Mi Guía Perfecta para que puedan llevar una línea perfecta de vida, como la que les enseñó Jesús, el Cristo entre vosotros.

¿QUIÉNES SON LOS MARCADOS DE LOS QUE SE HABLA EN LAS ESCRITURAS?

¿Aquellos que llevan la marca en la frente?

13. En él también vosotros, tras haber oído la Palabra de la verdad, el Evangelio de vuestra salvación, y creído también en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa, EFESIOS 1

Principalmente son aquellos que han buscado vivir una vida de Oración,

una vida de penitencia, de ayuno, de conversión, de ejemplo,

DE UNA VIDA ÍNTIMA CONMIGO

Esos son los principales marcados, esas son las almas más queridas del Cielo que han tratado de llevar una vida recta, una vida de ejemplo,

una vida santa, una vida tendiente a la perfección que se necesita para que podáis entrar fácilmente al Reino de los Cielos.

Esas son las almas que no se inmutan, prácticamente, ante los ataques de Satanás,

hacia las desviaciones a donde él os quiere llevar, hacia la traición hacia Aquel que os creó.

Esas son las almas que tienen, prácticamente, su lugar seguro en el Reino de los Cielos;

esas son las almas, como os digo, preferidas del Cielo y que dejarán huella entre los hombres por ser almas que llevaban Mi Vida y la transmitían a sus hermanos,

ALMAS VÍCTIMAS Y CORREDENTORAS

ALMAS QUE AL SER EJEMPLO,

MOVÍAN CORAZONES

HACIA LA CONVERSIÓN Y AL ARREPENTIMIENTO,

Almas que tocaban corazones por su bondad, humildad, sencillez,

ALMAS QUE ERAN OTROS CRISTOS,

CRISTOS SUFRIENTES, PERO CALLADOS,

OFRECIÉNDOSE CONTINUAMENTE A NUESTRA SANTÍSIMA TRINIDAD.

Ciertamente, hay otras almas también marcadas en la frente que, habiendo tenido una vida disipada,

Cuando nos crucificamos y Dios nos convierte en corredentores, somos pararrayos de la Justicia Divina…Y DESTRUÍMOS LOS ATAQUES DEL MALIGNO

una vida fuera de Dios, una vida en la cual no eran ejemplo ante sus hermanos, fueron llamadas por Mí.

En su corazón les llamé, les hice ver su error y tuvieron una conversión, como la tuvo Magdalena

que llevando una vida disipada, al ver a Cristo Jesús cambió.

Dejó la vida pasada de golpe y cambió hacia el bien. 

Se le abrieron los caminos de la Gracia y los tomó sin dudar,

con una fortaleza espiritual tremenda y dando un gran ejemplo aun a los mismos Apóstoles.

Éstas son almas valientes y arrepentidas de corazón,

almas a las cuales también se les abren de par en par las Puertas del Cielo,

porque ciertamente vivieron en el error, gozaron la maldad, porque no habían gozado la Bondad de Dios,

y dejando toda la maldad atrás, cambiaron totalmente hacia el bien.

Y hay otras almas también marcadas en la frente que, aun en los últimos momentos de su vida,

TUVIERON TAMBIÉN LA GRACIA DEL ARREPENTIMIENTO

Les mostré también sus errores, como a Dimas en la Cruz que se arrepintió

y gozó el Reino de los Cielos prácticamente de inmediato a su muerte.

El llamado siempre está en el corazón del hombre.

Yo llamo a la conversión a todos, os muestro la Verdad,

pero hay muchas, muchas almas que acallan la Verdad y prefieren seguir viviendo en el error;

insisto, pero Me siguen acallando, no quieren seguir la Verdad, no quieren vivir para la santidad,

no quieren dejar el error de vida, prefieren seguirlo,

y ellos mismos están cavando su tumba eternamente. 

No hay Luz en ellos, no permiten que Yo, que Soy la Luz en su interior,

salga, brote de ellos y busquen la Verdad después de hacérsela conocer en su interior.

Son almas que Satanás ha tomado, las ha llevado hacia la oscuridad y a una oscuridad tremenda.   

Y a pesar de que Yo insisto, les hago caer en cuenta de los errores en los que ellos viven

y les muestro que se pueden levantar hacia la Luz, NO QUIEREN  

Con el Santo Rosario Meditamos TODA LA VIDA de Jesús y el Amor del Padre, que lo envió para salvarnos… le ARREBATAMOS las almas  a SATANÁS y VENCEMOS EN TODAS LAS BATALLAS.

Mis pequeños, nunca os apartéis de la Oración, nunca os apartéis del estado de Gracia,

nunca os apartéis de la vida que Cristo Jesús os enseñó.

Tenéis todo para vuestra salvación, pero tenéis que poner de vuestra parte para ganar el Cielo. 

EL CIELO SE GANA

LUCHANDO CONTRA VOSOTROS MISMOS,

ORANDO INTENSAMENTE,

PARA QUE LOS ATAQUES DE SATANÁS

NO OS LLEVEN HACIA LA DESESPERACIÓN

ORAD EL SANTO ROSARIO

JUNTO CON MI ESPOSA, MARÍA INMACULADA

Y YO OS SELLARÉ CON LA MARCA

DE NUESTRA TRINIDAD SANTÍSIMA

Entrad siempre a vuestro corazón cuando dudéis.

Cuando tengáis graves problemas, llamadMe,

Yo estoy en vosotros y os guiaré siempre hacia la Verdad;

no dejéis que la Maldad y el error tomen vuestra alma, tomen vuestra vida.

LUCHAD CONTRA TODO EL INFIERNO

Gracias Padre por cada marca y cada cicatríz que llevo en mi cuerpo y en mi alma, garantizando que la Lucha no ha sido fácil, pero Tú haz sido mi Fortaleza…

¡DEJADME LUCHAR A MÍ EN VOSOTROS!

Luchad, ¡luchad contra todo error!

Dejad que seáis marcados y asegurad vuestra entrada al Reino de los Cielos permitiendo que Mi Luz,

la Luz que viene de Nuestra Divinidad os tome, os cambie

Y ASÍ SEÁIS DE ESTAS ALMAS MARCADAS

Y SELLADAS CON LA SANGRE DEL CORDERO INMOLADO

que están asegurando su entrada al Reino de los Cielos.

Manteneos en Mí.

Habla La Santísima Virgen María.

Hijitos Míos de todos los pueblos de la Tierra,

Me he mostrado a todos los pueblos de la Tierra como Madre vuestra y en diferentes Advocaciones,

para con esto, mostraros que estoy con vosotros, que no Me aparto de ninguno de vosotros.

Creáis o NO en Mí o en Mi Hijo, os estamos cuidando y os estamos llevando hacia la perfección, que es la santidad de las almas.

Ciertamente, estáis en proceso de Purificación, que va a ser un bien supremo que Nuestro Dios os está dando a cada uno de vosotros.

Vosotros, ciertamente lo entendéis mal, porque veis que va decreciendo vuestra economía.

Ya no podéis obtener los bienes materiales tan fácilmente como antes los obteníais y no en la cantidad que vosotros quisierais. 

 Y en muchos de vosotros, vuestros hogares han quedado destruidos, ya sea por el viento, por las aguas, por los terremotos, por el fuego.

Muchos de vosotros estáis siendo atacados por fuerzas malignas de gente armada, que van destruyendo vidas

y que van causando mucho pánico en vuestra vida diaria.

Y así, cada país va siendo probado de diferentes formas,

pero Yo os he dado el Remedio en cada una de Mis Apariciones y el remedio ha sido el mismo, Mis pequeños:

LA VIDA EN LA GRACIA Y

EL REZO DEL SANTO ROSARIO.

Tenéis estas armas poderosísimas contra las fuerzas de Satanás y las estáis desperdiciando,

las habéis venido desperdiciando porque os habéis alejado de la vida espiritual que tanto necesitáis,

ya sea para vuestra vida diaria, para vuestra misión y para protegeros contra las fuerzas de Satanás.

Al vosotros negar toda esta fuerza espiritual que se os ha ofrecido y que Yo os he traído

como Madre que os cuida y os ama, vosotros estáis sufriendo de más.

Vosotros no queréis aprovechar toda esta fuerza espiritual que quizá, la menospreciáis, porque os falta Fe

Pero recordad que todo lo que viene de Nuestro Dios es sencillo, siempre y cuando lo hagáis con una Fe absoluta y con un grande amor.

Nuestro Dios no os pide cosas extraordinarias para vuestra salvación,

Él se va a lo sencillo y es lo mismo que os estoy pidiendo que hagáis, Mis pequeños,

AYUNO Y ORACIÓN, desatan totalmente el Poder de Dios..

TAMBIÉN PARA VUESTRA PROTECCIÓN

CONTRA LAS FUERZAS DE SATANÁS

En vuestras capacidades humanas, no podéis comprender que el rezo del Santo Rosario, algo aparentemente sencillo, pueda doblegar las fuerzas poderosas de satanás,

pero así es, Mis pequeños y por eso, Nuestro Dios os da el ejemplo de David y Goliat, un niño luchando contra un gigante poderoso, extremadamente fuerte,

un guerrero entrenado para destruir y ése niño, aparentemente indefenso, con un arma sencilla,

que hasta risa le dio al mismo Goliat,  cuando David se presenta a luchar contra él,

pero era un arma que tenía la Fuerza Divina. 

EL SANTO ROSARIO ES ÉSA HONDA DE DAVID,

ES UN ARMA APARENTEMENTE SENCILLA,

PEQUEÑA, CONTRA EL PODERÍO DE SATANÁS,

QUE TAMBIÉN LO PALPÁIS,

PERO QUE OS FALTA FE PARA SABER QUE

CON EL SANTO ROSARIO LO PODÉIS DESTRUIR.

Os he dado un arma poderosísima, es el Santo Rosario y si os unís, Mis pequeños,

en confianza, en Fe, en amor, podréis doblegar las fuerzas de Satanás y destruir su poder maligno sobre todos vosotros,

sobre el mundo entero, sobre el Universo Infinito.

El Santo Rosario es realmente un arma de amor poderosísima

y si lo rezáis con ésa Fe con la que se presentó David contra Goliat,

veréis que el Mal se irá terminando sobre la Tierra.

Tenéis que poner de vuestra parte, Mis pequeños,  en la redención del género humano, sois parte de él

y también, tenéis que poner ése deseo y ése granito de amor para sacar adelante a vuestros hermanos,

al mundo entero, a la Humanidad que se os ha dado para que vosotros la fuerais renovando en el Amor que Mi Hijo os enseñó,

CONFIAD MÁS EN LO QUE SE OS DA DEL CIELO

Sois pequeños y se os dan cosas pequeñas que podáis entender, PARA DESTRUIR aquello inmenso que os rodea y que no podéis entender, simplemente confiad.

MARIA LOS CONVIRTIÓ EN GRANDES SANTOS Y GRANDIOSOS GUERREROS CELESTIALES

SOIS ÉSOS PEQUEÑOS DAVIDES,

QUE LUCHARÁN CONTRA EL GOLIAT,

QUE ES SATANÁS

Venceréis, Mis pequeños, porque vuestro Dios está con vosotros, como lo estuvo todo el tiempo con David.  

Yo os bendigo en Nombre de Mi Padre y el vuestro,  en Nombre de Mi Hijo, el Salvador, en Nombre de Mi Esposo, el Santo Amor de vuestro Dios y en Mi Nombre, Virgen y Madre

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P LA BATALLA ESPIRITUAL 1

Febrero 15 de 2021

Habla Dios Padre

Ya os he dicho Mis pequeños, que todo lo que Yo permita en vuestra vida siempre será para vuestro bien.

El héroe, el soldado triunfador necesita ser acrisolado, necesita salir al campo de batalla para triunfar,

para verse contra el enemigo, luchar, enfrentarlo, vencerlo y así triunfante regresar para recibir con orgullo la medalla del triunfo.

Sabéis que estáis viviendo en un medio adverso a la Gracia desde el Principio de los Tiempos, como lo dice el capítulo Doce del Apocalipsis:

“Una tercera parte de los ángeles fueron arrojados a la Tierra, el dragón con su cola los arrojó”

queriendo dar a entender esto, QUE ESTÁIS VIVIENDO ENTRE DEMONIOS.

 entre seres espirituales contrarios a la Gracia y por eso, vosotros bajáis a la Tierra, para luchar contra esa falta de Gracia,

contra esa falta de amor, contra esos Demonios que se pusieron contra Mí, antes de que hubiera humanidad.

Vosotros estáis para ello aquí en la Tierra,

PARA LUCHAR CONTRA ESAS FUERZAS DEL MAL

El cristiano debe tener identidad de realeza con corazón de siervo. Y EL CORAJE DE UN GUERRERO…

NO PARA ESTAR CON ELLAS,  A FAVOR DE ELLAS

Y SER PARTE DE ELLAS.  

Por eso os hablo continuamente de la gran lucha, en donde vosotros debéis ser otros Cristos.

Yo, por eso bajé a dar el ejemplo, conviví con los hombres, luché contra esas fuerzas del Mal, para que vierais que estando Conmigo se podían vencer esos seres angelicales satánicos.

Viven entre vosotros y os atacan continuamente, vosotros sentís continuamente sus ataques: 

Las Tentaciones y la Maldad que os rodea.

Son éstos seres angelicales que cayeron, que Me dieron la espalda, que Me atacaron, que se pusieron en contra del Amor.

Vosotros bajáis a la Tierra, para que tomando Mi Amor los podáis vencer, ¿Pero qué pasa?

Ellos os ponen tentaciones y vosotros caéis, no os dais cuenta de sus mentiras, OS LAS CREÉIS.

Creéis que estáis haciendo un bien, cuando realmente os están llevando hacia el Mal, os engañan continuamente.

Yo os he traído la Verdad, os he traído las armas necesarias para que pudierais triunfar, para que pudierais daros cuenta de cómo os están atacando éstos seres infernales,

Pero no queréis tomarlas y os volvéis como ellos, también seres infernales.

Tened cuidado Mis pequeños, porque así como ellos cayeron y tendrán una eternidad de dolor,

Nunca mas volverán a ver la Luz, nunca más volverán a tener contacto con el Amor, vosotros podréis seguir ése camino.

Tened cuidado, os lo vuelvo a repetir:

ESTÁIS EN UN MUNDO ADVERSO AL aMOR.

Vosotros si estáis Conmigo, podréis producir amor.

Si os apartáis de Mí, inmediatamente os tomarán éstos seres infernales y trabajareis para ellos.

Fácilmente podréis reconocer entre vuestros hermanos aquellos que ya se han vuelto como ellos,

porque no están produciendo amor, no hay paz en su corazón, no hay vida celestial en ellos ni la trasmiten, esto es una realidad, esto ya estaba escrito.

Y ahora os pregunto: ¿Estáis Conmigo y trabajando para Mí, para levantar a este mundo hacia esos niveles de amor y destruir toda esa maldad que cayó a la Tierra?

O ¿Seréis parte de ellos y trabajareis para ellos, atacándoMe nuevamente a Mí y atacando Mi Amor?

¿Y viviréis como ellos eternamente en la Oscuridad, en las Tinieblas, sin amor, sin Mi Amor?

Meditad esto Mis pequeños, PORQUE EL TIEMPO YA SE ACABÓ…

Y LA LUCHA TREMENDA YA ESTÁ. 

Vosotros os afanáis demasiado, buscando y atesorando las cosas del mundo; pero no buscáis lo mas bello:

Romanos 12, 6-8 1 Corintios 12, 8-10 1 de Corintios 12, 28-30 Efesios 4, 11-12

Que son los Dones y Carismas del Santo Espíritu de Amor.

Mis pequeños, os pido que le pidáis al Espíritu Santo el Don de Sabiduría.

La Sabiduría Santa que os va a hacer  conocerMe mejor, amarMe mejor, servirMe mejor.

Mis pequeños, cuando vosotros sois niños, que no conocéis cómo trabajan las cosas, para qué sirven las cosas;

no os imagináis el uso que tienen las cosas a vuestro alrededor, vuestro mundo pequeñito, está limitado.

Ciertamente porque sois pequeños y porque muchas de las cosas, de los instrumentos, de los aparatos que os rodean, no los sabéis utilizar por vuestra pequeñez y por vuestra incapacidad.

Pero cuando empezáis a crecer y empezáis  a utilizar esos inventos que Yo permito que el hombre vaya teniendo en el transcurso de su vida,

se os abren panoramas exquisitos, aprendéis a utilizarlos y vosotros mismos vais aprovechando con vuestra inteligencia,

toda esa capacidad intelectual de vuestros hermanos, puestos en esos aparatos que os ayudan  a facilitaros vuestra vida.

52. Jesús CRECÍA en SABIDURÍA, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres. Lucas 2

Así sucede con la Sabiduría; si vosotros estáis limitados por vuestra sabiduría humana, vuestras expectativas son pequeñas, son limitadas, vuestro horizonte de actuación es pequeño,

Pero al momento que entráis en Mi, que pedís con humildad Mi Sabiduría y Yo os la concedo, sabiendo que vosotros la aprovecharéis,

le sacaréis jugo, le daréis buen uso no solo para vosotros sino para vuestros hermanos y empezáis a conocer Mi Sabiduría.

Vuestro panorama se hace inmenso, como son cosas bellísimas, gozáis de un Mundo que no conocíais,

ES CUANDO EMPEZÁIS A APRECIAR DE MIS BIENES

Y ES CUANDO OS DAIS CUENTA DE TODO LO QUE OS HABÍAIS PERDIDO

POR VIVIR MÁS EMBEBIDOS EN LAS COSAS DEL MUNDO,

QUE EN MIS COSAS DIVINAS.

Ese tiempo que vosotros utilizasteis para el Mundo, fue tiempo que perdisteis en lo espiritual,

El Día del Juicio ante el Tribunal de Cristo, seremos recompensados. O nuestras obras serán quemadas como la paja. Tal vez recibamos alguna recompensa, QUIZÁS NINGUNA.

Cuando llegáis a Mí, alcanzáis a ver vuestra realidad humana…

   Y os dais cuenta de que la realidad espiritual es inmensamente más grande que la humana,

ES INFINITA, NO TIENE LÍMITES

  Y es ahí a donde os lleva la Sabiduría.

Mis pequeños,  pedídMela y gozaréis inmensamente ya desde la Tierra, los goces del Cielo,

Me gozaréis a Mí ya desde la Tierra y será tanto vuestro gozo que Me trasmitiréis a vuestros hermanos,

compartiréis esas delicias espirituales que Yo permito que tengan algunas almas cuando llegan a la madurez espiritual.

No todas las almas se adentran a las profundidades de la Sabiduría,

“Gastamos dinero que NO tenemos, en cosas que NO necesitamos, para impresionar a a gente a la que NO le importamos…”

porque no saben apreciar éstos regalos tan grandes que Yo os puedo dar.

Prefieren mantenerse en las cosas del mundo, prefieren mantener su interés en lo que pueden tocar y ver con los sentidos y no apreciar los frutos de la Fe y entre ellos la Sabiduría.

Aventuraos, Mis pequeños, a empezar a gozar de los regalos espirituales, empezad desde ahora ya a gozar de los bienes del Cielo, os estoy invitando a ello, Mis pequeños.

Os vuelvo a repetir: son muy pocas las almas las que se adentran a esto regalos tan grandes.

Sed de ellos, Mis pequeños y gozareis las maravillas celestiales.

Porque vuestra fuerza radica en vuestro interior.

No es la fuerza de vuestros músculos la que os dará el triunfo en vuestra misión,

No es la fuerza de aquellos que os apoyan a vuestro alrededor utilizando poderío físico, económico, intelectual la que os va a dar el éxito en vuestra misión sobre la Tierra.

NO mis pequeños, la fuerza radica en vuestro interior, os insisto en ello, Mis pequeños.

Y lo podréis ver a lo largo de la historia y tenéis en las Sagradas Escrituras cómo Yo os muestro, salvo raras excepciones, como Sansón, que tenía una fuerza descomunal…

Que de allí en fuera, todos los demás que he escogido, eran personas sencillas o ante los ojos de los demás, eran comunes y corrientes, nada especial, pero su fuerza radicaba en su interior.

Muchos de ellos eran muchachos que a ojos del pueblo eran todavía gente inexperta, que necesitaban crecer y que necesitaban madurar.

LA MADUREZ QUE YO PIDO ES UNA MADUREZ ESPIRITUAL

Y SOLAMENTE SE GANA,

VIVIENDO EN MÍ Y PARA MÍ. 

Cuando Yo vivo en el corazón del hombre y el hombre se deja mover por Mí, se deja alimentar por Mí, se deja crecer por Mí…

Es cuando el alma realmente adquiere una fuerza descomunal.

Los músculos del cuerpo no son nada ante las capacidades espirituales de las almas que ya están Conmigo.

Las almas que están conmigo, que se han soltado a Mí, que viven bajo Mí Voluntad; adquieren una fuerza descomunal, se llenan de Amor, de virtud, de vida de Cielo.

Empiezan a ver la realidad de la vida que deben tener en la Tierra, de la vida que deben de transmitir a sus hermanos, se vuelven puentes entre el Cielo y la Tierra.

De alguna forma le permito conocer algo de la vida del Cielo,

Esa vida Santa y Divina que viven sus hermanos en el Cielo y les hago ver que ésa es la vida que deben enseñar aquí en la Tierra.

Son puentes de unión entre el Cielo y la Tierra, se vuelven vida para los hermanos que están misionando, se vuelven apoyo para los que necesitan crecer, levantan a los que están agonizando porque tienen Mi Vida.

Mis pequeños, venid a Mí, pedidMe vivir para Mí y al vivir para Mí, estaréis Conmigo, levantando a vuestros hermanos a la realidad espiritual, celestial y Divina.

Ésa es vuestra realidad, no la de la Tierra.

Vosotros no fuisteis creados para vivir eternamente en la Tierra, vuestra realidad y vuestra naturaleza es espiritual.

Vuestro paso sobre la Tierra es efímero, vuestra naturaleza eterna es espiritual.

Y es en donde debéis poner toda vuestra atención y es a donde debéis llevar a las almas, a que busquen ellas ése alimento, esa vida, ese futuro.

Ayudadles a las almas de vuestros hermanos a que salgan de ese error a donde las ha llevado Satanás con sus mentiras,

haciéndoles creer que han venido para el goce del mundo solamente

y que no hay nada mas allá después de la muerte. 

Os he explicado muchas veces de vuestra trascendencia espiritual y eterna,

hacedles ver su error y llevadlas a esa Verdad que os estoy enseñando, que os he enseñado

y en donde ya infinidad de hermanos vuestros están gozando. 

Tenéis el apoyo de todas las almas que ya han misionado antes que vosotros, acudid a ellas,

CREDO… la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y. la vida eterna. Amén.

pedid su ayuda, su protección, para que os ayuden a llevad a cabo vuestra misión. 

Todos vosotros tenéis un nivel de actuación para ir llevando a la humanidad a ese crecimiento al que deberán llegar, al final, antes de que el mundo termine y que será el recuperar lo perdido por vuestros Primeros Padres.

Así pues, Mis pequeños, acudid al Alimento Verdadero, a la Fuente Verdadera de todo bien, que Soy Yo, vuestro Dios

No debéis trabajar demasiado en ello, en buscar por aquí y por allá, Yo estoy en vuestro interior, Me tenéis todo el tiempo.

No Me desperdiciéis más, perfeccionaos en el amor, en las virtudes, en la ciencia celestial, tenéis todo al alcance de vuestra mano.

Yo no Soy un Dios de imposibles, TODO, todo lo he puesto fácil para el hombre, 

Satanás os pone muchas dificultades en vuestro caminar. 

La Sabiduría es la que os va abriendo el camino para que podáis entender mejor vuestra misión sobre la Tierra.

No desperdicies todos estos regalos que se os dan Mis pequeños, si vosotros os quejáis de los problemas que tenéis sobre la Tierra, es porque os habéis alejado de Mí y de los regalos que Yo os doy; TENÉIS TODO.

Es como aquel que dice no tener capacidades, educación y tiene la posibilidad de comprar libros sobre la materia que necesita aprender,.

SI NO PONE ESFUERZO, si no pone su trabajo en lograr lo que necesita, es su culpa, todo está ahí, solamente necesita vencer su flojera.

En lo espiritual, todo lo tenéis al alcance de vuestra mano, no seáis flojos Mis pequeños,

ESTÁIS DESPERDICIANDO MUCHO 

Después lloraréis no haber aprovechado todo lo que se os daba.

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo y en el del Amor-Sabiduría de Mi Santo Espíritu

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D UN SUEÑO PROFÉTICO 2

Cuerpo incorrupto de san Juan Bosco

SOBRE LA IGLESIA Y EL MUNDO

Las Profecías de un Gran Santo y Místico

San Juan Bosco fue famoso por su sueños y profecías, amó a la Virgen en todas sus advocaciones.

Vistió con gran devoción el escapulario del Carmen.

Y aún hoy se conserva incorrupto el que llevaba al morir.

Pero Don Bosco será siempre el celoso apóstol y enamorado devoto de la Santísima Virgen bajo la advocación de “María Auxiliadora”.

Él dejará como herencia esta advocación a sus hijos los salesianos.

QUIEN FUE SAN JUAN BOSCO

San Juan Bosco advirtió al Papa Pío IX (siglo XIX) de que llegará un día en que una luz brillante resplandecerá en el cielo, en pleno fragor de una batalla. (Aviso y guerra mundial)

En ese instante, el Papa y sus servidores abandonarán el Vaticano pasando por una plaza cubierta de muertos y heridos. (Fátima)

Todo el paìs sufrirá una gran perdida de población y la tierra se agitará como arrasada por un huracán y caerá un fuerte pedrisco. (asteroide)

Durante doscientos amaneceres, el Papa y su séquito vagarán por tierras extranjeras.

San Juan Bosco nació de una familia humilde el 16 de Agosto de 1815 en un pueblito de Italia llamado I Becchi, en Castelnuovo d’Asti (ahora Castelnuovo Don Bosco).

Su santa madre, Margarita» fue educándolo a la fe protegiéndolo de la prepotencia de su hermano mayor Antonio, que no quería que él estudiara.

Antonio tuvo que hacerse cargo de la familia luego de quedar él, Juan y José (los tres hermanos) huérfanos, al morir su padre Francisco, a los 33 años de edad.

La convicción de ser sacerdote comienza a nacer a los nueve años de edad cuando tiene un sueño que será una premonición del futuro.
.
La Virgen Auxiliadora fue acompañándolo en la adolescencia hasta entrar al seminario de Chieri, hasta el sacerdocio (año 1840).

Junto a Don Bosco nacieron grandes vocaciones y santos; esto deja en evidencia la obra que hoy perdura y el bien que hizo a la Iglesia Católica.

Personas como Domingo Savio (santo con solo 15 años) y Miguel Rúa (beato hoy en día) fueron la expresión máxima de la incansable tarea de Juan Bosco.

Fue dotado de grandes dones naturales y sobrenaturales, como los grandes santos.
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Tuvo el don de profecía, el don de milagros.
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Se adelantó 100 años al Concilio Vaticano II y eso por su espíritu evangélico.

LA VIRGEN MARÍA INTERVIENE EN SU VOCACIÓN SACERDOTAL

Sueño de los nueve años

“Cuando yo tenía unos nueve años, tuve un sueño que me quedó profundamente grabado en la mente para toda la vida.

En el sueño me pareció estar junto a mi casa, en un paraje bastante espacioso, donde había reunida una muchedumbre de chiquillos en pleno juego.

Unos reían, otros jugaban, muchos blasfemaban.

Al oír aquellas blasfemias, me metí en medio de ellos para hacerlos callar a puñetazos e insultos.

aquel momento apareció un hombre muy respetable, de varonil aspecto, noblemente vestido.

Un blanco manto le cubría de arriba a abajo, pero su rostro era luminoso, tanto que no se podía fijar en él la mirada.

Me llamó por mi nombre y me mandó ponerme al frente de aquellos muchachos, añadiendo estas palabras:

No con golpes, sino con la mansedumbre y la caridad, deberás ganarte a estos amigos.
.
Ponte, pues, ahora mismo a enseñarles la fealdad del pecado y la hermosura de la virtud.

Aturdido y espantado, dije que yo era un pobre muchacho ignorante, incapaz de hablar de religión a aquellos jovencitos.

En aquel momento, los muchachos cesaron en sus riñas, alborotos y blasfemias y rodearon al que hablaba.

Sin saber casi lo que me decía, añadí:

¿Quién sois para mandarme estos imposibles?

Precisamente porque esto te parece imposible, deberás convertirlo en posible por la obediencia y la adquisición de la ciencia.

¿En dónde? ¿Cómo podré adquirir la ciencia?

Yo te daré la Maestra, bajo cuya disciplina podrás llegar a ser sabio y sin la cual, toda sabiduría se convierte en necedad.

Pero, ¿Quién sois vos que me habláis de este modo?

Yo soy el Hijo de Aquella a quien tu madre te acostumbró a saludar tres veces al día.

Mi madre me dice que no me junte con los que no conozco sin su permiso; decidme, por tanto vuestro nombre.

Mi nombre pregúntaselo a mi Madre.

En aquel momento vi junto a él una Señora de aspecto majestuoso, vestida con un manto que resplandecía por todas partes, como si cada uno de sus puntos fuera una estrella refulgente.

La cual, viéndome cada vez más desconcertado en mis preguntas y respuestas, me indicó que me acercase a ella, y tomándome bondadosamente de la mano, me dijo:

Mira.

Al mirar me di cuenta de que aquellos muchachos habían escapado, y vi en su lugar una multitud de cabritos, perros, gatos, osos y varios otros animales.

He aquí tu campo, he aquí en donde debes trabajar.

Hazte humilde, fuerte y robusto, y lo que veas que ocurre en estos momentos con estos animales, lo deberás tú hacer con mis hijos.

Volví entonces la mirada y, en vez de los animales feroces, aparecieron otros tantos mansos corderillos que, haciendo fiestas al Hombre y a la Señora, seguían saltando y bailando a su alrededor.

En aquel momento, siempre en sueños, me eché a llorar.

Pedí que se me hablase de modo que pudiera comprender, pues no alcanzaba a entender que quería representar todo aquello.

Entonces Ella me puso la mano sobre la cabeza y me dijo:

A su debido tiempo, todo lo comprenderás.

Dicho esto, un ruido me despertó y desapareció la visión.

Quedé muy aturdido.

Me parecía que tenía deshechas las manos por los puñetazos que había dado y que me dolía la cara por las bofetadas recibidas.

Y después, aquel personaje y aquella señora de tal modo llenaron mi mente, por lo dicho y oído, que ya no pude reanudar el sueño aquella noche.

Por la mañana conté en seguida aquel sueño; primero a mis hermanos, que se echaron a reír, y luego a mi madre y a la abuela.

Cada uno lo interpretaba a su manera.

Mi hermano José decía:

Tú serás pastor de cabras, ovejas y otros animales.

Mi madre:

¡Quién sabe si un día serás sacerdote!

Antonio, con dureza:

Tal vez, capitán de bandoleros.

Pero la abuela, analfabeta del todo con ribetes de teólogo, dio la sentencia definitiva:

No hay que hacer caso de los sueños.

Yo era de la opinión de mi abuela, pero nunca pude echar en olvido aquel sueño.

Lo que expondré a continuación dará explicación de ello.

Yo no hablé más de esto y mis parientes no le dieron la menor importancia.

Pero cuando en el año 1858 fuí a Roma para tratar con el Papa sobre la Congregación salesiana,

él me hizo exponerle con todo detalle todas las cosas que tuvieran alguna apariencia de sobrenatural.

Entonces conté por primera vez, el sueño que tuve de los nueve a los diez años.

El Papa mandó que lo escribiera literal y detalladamente.

Y lo dejara para alentar a los hijos de la Congregación.

Ésta era precisamente la finalidad de aquel viaje a Roma.

EL FAMOSO SUEÑO DE SAN JUAN BOSCO SOBRE LAS DOS COLUMNAS — AÑO DE 1862

El 26 de mayo de 1862 Don Bosco había prometido a sus jóvenes que les narraría algo muy agradable en los últimos días del mes.

El 30 de mayo, pues, por la noche les contó una parábola o semejanza según él quiso denominarla.

He aquí sus palabras:

Os quiero contar un sueño.

Es cierto que el que sueña no razona; con todo, yo que Os contaría a Vosotros hasta mis pecados si no temiera que salieran huyendo asustados, o que se cayera la casa, les lo voy a contar para su bien espiritual.

Este sueño lo tuve hace algunos días.

Figúrense que están conmigo a la orilla del mar, o mejor, sobre un escrollo aislado, desde el cual no ven más tierra que la que tienen debajo de los pies.

En toda aquella superficie líquida se ve una multitud incontable de naves dispuestas en orden de batalla,

cuyas proas terminan en un afilado espolón de hierro a modo de lanza que hiere y traspasa todo aquello contra lo cual llega a chocar.

Dichas naves están armadas de cañones, cargadas de fusiles y de armas de diferentes clases; de material incendiario y también de libros (televisión, radio, cine, teatro, prensa).

Y se dirigen contra otra embarcación mucho más grande y más alta, intentando clavarle el espolón, incendiarla o al menos hacerle el mayor daño posible.

A esta majestuosa nave, provista de todo, hacen escolta numerosas navecillas que de ella reciben las órdenes, realizando las oportunas maniobras para defenderse de la flota enemiga.

El viento le es adverso y la agitación del mar favorece a los enemigos.

En medio de la inmensidad del mar se levantan, sobre las olas, dos robustas columnas, muy altas, poco distante la una de la otra.

Sobre una de ellas campea la estatua de la Virgen Inmaculada, a cuyos pies se ve un amplio cartel con esta inscripción:

Auxilium Christianorum.

Sobre la otra columna, que es mucho más alta y más gruesa, hay una Hostia de tamaño proporcionado al pedestal y debajo de ella otro cartel con estas palabras: Salus credentium.

El comandante supremo de la nave mayor, que es el Romano Pontífice, al apreciar el furor de los enemigos y la situación apurada en que se encuentran sus leales,

piensa en convocar a su alrededor a los pilotos de las naves subalternas para celebrar consejo y decidir la conducta a seguir.

Todos los pilotos suben a la nave capitaneada y se congregan alrededor del Papa.

Celebran consejo; pero al comprobar que el viento arrecia cada vez más y que la tempestad es cada vez más violenta,

son enviados a tomar nuevamente el mando de sus naves respectivas.

Restablecida por un momento la calma, el Papa reúne por segunda vez a los pilotos, mientras la nave capitana continúa su curso;

pero la borrasca se torna nuevamente espantosa.

El Pontífice empuña el timón y todos sus esfuerzos van encaminados a dirigir la nave hacia el espacio existente entre aquellas dos columnas,

de cuya parte superior todo en redondo penden numerosas áncoras y gruesas argollas unidas a robustas cadenas.

Las naves enemigas dispónense todas a asaltarla, haciendo lo posible por detener su marcha y por hundirla.

Unas con los escritos, otras con los libros, con materiales incendiarios de los que cuentan gran abundancia, materiales que intentan arrojar a bordo.

Otras con los cañones, con los fusiles, con los espolones.

El combate se toma cada vez más encarnizado.

Las proas enemigas chocan contra ella violentamente, pero sus esfuerzos y su ímpetu resultan inútiles.

En vano reanudan el ataque y gastan energías y municiones: la gigantesca nave prosigue segura y serena su camino.

A veces sucede que por efecto de las acometidas de que se le hace objeto, muestra en sus flancos una larga y profunda hendidura.

Pero apenas producido el daño, sopla un viento suave de las dos columnas y las vías de agua se cierran y las brechas desaparecen.

Disparan entretanto los cañones de los asaltantes, y al hacerlo revientan, se rompen los fusiles, lo mismo que las demás armas y espolones.

Muchas naves se abren y se hunden en el mar.

Entonces, los enemigos, encendidos de furor comienzan a luchar empleando el arma corta, las manos, los puños, las injurias, las blasfemias, maldiciones,

y así continúa el combate.

Cuando he aquí que el Papa cae herido gravemente.

Inmediatamente los que le acompañan acuden a ayudarle y le levantan.

EL PAPA EN EL TERCER SECRETO DE FÁTIMA

El Pontífice es herido una segunda vez, cae nuevamente y muere.

Un grito de victoria y de alegría resuena entre los enemigos; sobre las cubiertas de sus naves reina un júbilo indecible.

Pero apenas muerto el Pontífice, otro ocupa el puesto vacante.

Los pilotos reunidos lo han elegido inmediatamente; de suerte que la noticia de la muerte del Papa llega con la de la elección de su sucesor.

Los enemigos comienzan a desanimarse.

El nuevo Pontífice, venciendo y superando todos los obstáculos, guía la nave hacia las dos columnas.

Y al llegar al espacio comprendido entre ambas, la amarra con una cadena que pende de la proa a un áncora de la columna que ostenta la Hostia.

Y con otra cadena que pende de la popa la sujeta de la parte opuesta a otra áncora colgada de la columna que sirve de pedestal a la Virgen Inmaculada.

Entonces se produce una gran confusión.

Todas las naves que hasta aquel omento habían luchado contra la embarcación capitaneada por el Papa,

se dan a la huida, se dispersan, chocan entre sí y se destruyen mutuamente.

Unas al hundirse procuran hundir a las demás.

Otras navecillas que han combatido valerosamente a las órdenes del Papa, son las primeras en llegar a las columnas donde quedan amarradas.

Otras naves, que por miedo al combate se habían retirado y que se encuentran muy distantes, continúan observando prudentemente los acontecimientos.

Hasta que, al desaparecer en los abismos del mar los restos de las naves destruidas, bogan aceleradamente hacia las dos columnas,

llegando a las cuales se aseguran a los garfios pendientes de las mismas.

Y allí permanecen tranquilas y seguras, en compañía de la nave capitana ocupada por el Papa.

En el mar reina una calma absoluta.

Al llegar a este punto del relato, San Juan Bosco preguntó a Beato Miguel Rúa: —¿Qué piensas de esta narración?

Beato Miguel Rúa contestó:

Me parece que la nave del Papa es la Iglesia de la que es Cabeza.

Las otras naves representan a los hombres y el mar al mundo.

Los que defienden a la embarcación del Pontífice son los leales a la Santa Sede.

Los otros, sus enemigos, que con toda suerte de armas intentan aniquilarla.

Las dos columnas salvadoras me parece que son la devoción a María Santísima y al Santísimo Sacramento de la Eucaristía.

El Beato Miguel Rúa no hizo referencia al Papa caído y muerto.

Y San Juan Bosco nada dijo tampoco sobre este particular.

Solamente añadió:

Has dicho bien. Solamente habría que corregir una expresión.

Las naves de los enemigos son las persecuciones.

Se preparan días difíciles para la Iglesia.

Lo que hasta ahora ha sucedido es casi nada en comparación a lo que tiene que suceder.

Los enemigos de la Iglesia están representados por las naves que intentan hundir la nave principal y aniquilarla si pudiesen.

¡Sólo quedan dos medios para salvarse en medio de tanto desconcierto!

Devoción a María Santísima.

Frecuencia de Sacramentos:

Comunión frecuente, empleando todos los recursos para practicarlos nosotros y para hacerlos practicar a los demás, siempre y en todo momento.

¡Buenas noches!

(Memorias Biográficas de San Juan Bosco)

UNA MISIÓN CLASIFICADA

LA CONTRA-INTELIGENCIA CATÓLICA, DESTROZANDO LOS PLANES DEL ANTICRISTO 

¿La Madre Teresa de Calcuta hizo consagrar a Rusia, dentro del Kremlin?

Juan Pablo II consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María el 25 de marzo de 1984.

Y la Hermana Lucía de Fátima luego anunció que esa consagración fue la aceptada por el Cielo.

Esto es discutible para los «fatimistas».

Pero lo que no se conoce, es que en el mismo momento, monseñor Pavel Hnilica viajó a Moscú por pedido de la Madre Teresa de Calcuta e hizo lo mismo.

El 25 de marzo de 1984 hizo la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María,

recitando la oración que en ese mismo momento, estaba diciendo Juan Pablo II en Roma.

Juan Pablo II y Obispo Pavel Hnilica

El 25 de marzo 1984, cuando el Papa Juan Pablo II llevaba a cabo la consagración del mundo al Corazón de María,

a 3.000 kilómetros de Roma, en el mismo Kremlin, un obispo eslovaco, enviado por la Madre Teresa, celebraba Misa clandestinamente.

Y realizaba la Consagración con una oración que llevaba escondida en las páginas del Pravda.

Así fue consagrada Rusia al Corazón de María, desde el corazón del ateísmo.

La Madre Teresa le pidió una misión desconcertante:

Que fuera él personalmente a realizar la Consagración en el mismo Moscú y depositara una ‘Medalla Milagrosa’ en el Kremlin,

en el preciso momento en el que el Santo Padre estaba Consagrando el Mundo al Inmaculado Corazón de María.

Durante aquellos días la Madre Teresa, así como todas las Misioneras de la Caridad, rezaron por esta intención.

Y la Madre Teresa acompañó personalmente a monseñor Hnilica al aeropuerto de Calcuta para abordar el vuelo a Moscú,

entregándole su rosario y diciéndole que iban a seguir rezando mucho por él en aquellos días.

Así, acompañado de su colaborador, el padre Leo Maasburg, aterrizó en Moscú el 24 de marzo de 1984,

de incógnito, como dos turistas que iban a ver los principales museos de la ciudad.

Esto lo narra el Padre Leo Maasburg en su libro “Madre Teresa de Calcuta: un retrato personal”.

Padre Leo Maasburg

ALGO DESCONOCIDO EN LA VIDA DE LA MADRE TERESA DE CALCUTA

Un aspecto desconocido de la vida de la Madre Teresa se refiere a su deseo de trabajar por la conversión de Rusia.

Este aspecto lo reveló el obispo Pavel Hnilica, el obispo eslovaco que fue amigo de la Madre Teresa durante 33 años y colaboró con ella en muchas iniciativas en varias ocasiones.

Esto lo narra el padre Leo Maasburg que fue asistente del Obispo Hnilica.

Durante años, la Madre Teresa deseaba viajar a Rusia con sus monjas, para ser testigos de la Fe cristiana.
.
Sin embargo, pudo cumplir su deseo al final en la década de 1980 con la ayuda de Raissa Gorbatschova,

la esposa de Mijail Gorbachov, el presidente soviético de entonces.
.
Pero antes había estado operando para la Conversión de Rusia.

El Obispo Hnilica viajó a menudo a visitar a la Madre Teresa y grabó entrevistas y conversaciones con ella durante sus viajes.

La Madre Teresa nació en Skopje, en Kosovo, en 1910 y era de sangre eslava.

Es por esto que ella se consideraba relacionada con la población rusa…

Y sufrió mucho cuando oyó que el comunismo soviético, perseguía sin piedad cualquier forma de religión.

Monseñor Pavel Hnilica

Dice el Monseñor Hnilica:

“A menudo hablamos de Rusia.

Ella estaba muy familiarizada con lo que la Virgen había dicho durante las apariciones en Fátima, que surgiría una ideología atea que difundiría sus errores por el mundo,

pero que al final Rusia se convertirá y Su Corazón Inmaculado triunfaría”.

“Un día, al volver de Fátima, donde había conocido a la hermana Lucía, le conté a la Madre Teresa lo que esta famosa vidente me había dicho”

“Hice énfasis en un detalle que me había llamado la atención:

Que la Virgen de Fátima, en diversas apariciones, las oficiales en 1917 y las privadas de la hermana Lucía en los años que siguieron, había expresado su interés en Rusia.
.
Y esta insistencia, dije a la Madre Teresa, es una prueba de la bondad extraordinaria por parte de la Virgen María para con la población rusa”.

La Madre Teresa también fue conmovida por esto y en su corazón creció el gran deseo de trabajar por la conversión de Rusia.

A partir de entonces, se dedicó a este proyecto con todo su corazón.

LA INTERVENCIÓN DE LA MEDALLA MILAGROSA

El Obispo Hnilica explicó que la Madre Teresa rezaba mucho por la conversión de Rusia.
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Hizo a las monjas rezar.

Y enviaba rosarios, biblias y estampitas secretamente a Rusia.


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Y sobre todo, trató de difundir la devoción a la ‘Medalla Milagrosa’ en esta nación.

De hecho, monseñor Hnilica contó una historia particularmente increíble de esta ‘Medalla Milagrosa

relacionada con la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María.

Es una aventura del estilo 007, ideada y organizada por la Madre Teresa, para poner la ‘Medalla Milagrosa’ en el corazón del Kremlin,

en el momento en que Juan Pablo II Consagraba el Mundo al Inmaculado Corazón de María.

Lo que demuestra que la Fe de los santos es simple, pero también audaz y no se dejar intimidar por ningún obstáculo.

En palabras del obispo Hnilica, ésta es la historia de la aventura en la que él fue el protagonista, siguiendo la voluntad de la Madre Teresa.

“La Madre Teresa estaba profundamente dedicada a la ‘Medalla Milagrosa”.

“Se trata de una pequeña medalla de forma ovalada, que fue acuñada siguiendo las indicaciones exactas de la misma Virgen María.

Ella apareció en París, en 1830 a una joven monja, Sor Catalina Labouré, que ahora es una santa”. Ver la historia aquí.

“Nuestra Señora le dijo que quería que la medalla se hiciera.

Es uno de los pocos casos que conocemos en la que la misma Virgen María dio instrucciones sobre la realización de una medalla en su nombre”.

“Sor Catalina confió lo dicho a sus superiores, que descartaron la idea, ya que pensaban que era absurda.

Sin embargo, como siempre con los eventos destinados desde arriba, el proyecto siguió adelante, la medalla fue acuñada, distribuida.

Y unos años más tarde ya era tan popular, que fue llamada la “Medalla Milagrosa” porque había introducido gracias extraordinarias a quienes la llevaban…

Y oraban por la intercesión y la ayuda de María”.

“La Madre Teresa era una de las mayores promotoras de esta medalla.
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Ella siempre tenía copias en ella, que repartía a quien pedía oraciones.
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Recomendaba que la llevaran alrededor del cuello o en un bolsillo como signo de protección.
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Como ya he dicho, hizo llegar muchas de estas medallas a Rusia.
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Ella me hizo comprar bolsas de de la Medalla, luego pedir que las bendijera Juan Pablo II.

Y luego las enviaba clandestinamente a países comunistas”.

LA CONSAGRACIÓN DE RUSIA

Continúa el relato del Obispo Hnilica:

“En 1984, la Madre Teresa tuvo una idea increíble.

Ella me dijo que unas de estas ‘Medallas Milagrosas’ tenían que ser introducidas en el Kremlin, para consagrar la capital del ateísmo a la Virgen María con este simple gesto.

Ella me preguntó si me sentía apto para la realización de su proyecto”.

“Para ser honesto, yo era la persona menos adecuada para hacer tal cosa, ya que en los países detrás de la Cortina de Hierro era considerado el enemigo número uno del comunismo.

Y en Checoslovaquia había sido condenado a muerte por causa de mi actividad anticomunista.

Entrar en la Unión Soviética era imposible para mí, pero yo no podía decir que no a la Madre Teresa.

Al estar con ella era fácil contagiarse por su entusiasmo y coraje”.

“Por lo tanto acepté tomar el riesgo y la madre Teresa organizó todo.

Ella tenía algunos contactos dentro del consulado ruso en Calcuta.

No sé lo que les dijo, pero ella me consiguió una visa”.

“Decidimos que la misión debía llevarse a cabo en Marzo de 1984.

La Madre Teresa eligió esta fecha ya que sabía que el 25 de marzo (fiesta de la Anunciación) de ese mismo año, el Papa iba a consagrar el Mundo al Inmaculado Corazón de María.

Ella quería que alguien estuviera dentro del Kremlin en el momento preciso en que el Papa recitara la oración de consagración en Roma,

con el fin de sumarse espiritualmente al Papa y depositar una ‘Medalla Milagrosa’ allí”.

“A Mediados de febrero de 1984, partí a Calcuta con el P. Leo Maasburg, mi fiel colaborador, que pedí me acompañara en esta misión”.

“La Madre Teresa dijo que era necesario prepararse para este viaje a través de la oración.

Durante todo un mes, oramos juntos para que nuestros planes funcionaran.

La Madre Teresa también hizo a sus monjas rezaran por ‘una intención particular’ ya que, además de nosotros dos y P. Leo, nadie más sabía lo que estábamos a punto de hacer”.

“Como ya he dicho, la Madre Teresa había hecho visar mis boletos a través del consulado ruso.

El P. Leo y yo íbamos a ser dos turistas que viajaban desde Calcuta a Roma vía Moscú, deteniéndonos en Moscú durante tres días para visitar los museos de la ciudad”.

“El 23 de marzo la Madre Teresa nos acompañó hasta el aeropuerto de Calcuta.
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Cuando me despedí, ella agarró mi mano y me dio su rosario personal”.

LA PELIGROSA MISIÓN DE CONSAGRAR A RUSIA, DENTRO DEL KREMLIN

Sigue relatando Monseñor Hnilica:

“No hubo ningún problema durante todo el viaje y llegamos a Moscú sanos y salvos a las 4 de la mañana del 24 de marzo.

Entonces, hubo un momento de pánico extremo para mí, cuando presenté mi pasaporte a un soldado en el mostrador de la aduana.

Me miró con desconfianza y luego comenzó a hacerme un montón de preguntas…

Pero yo no quería hacerle saber que yo entendía ruso, así que respondí en italiano porque mi pasaporte era italiano”.

“El soldado no me entendía, pero tenía serias dudas acerca sobre mí.

Él comenzó a hacer una serie de llamadas telefónicas desde la sala de guardia, pero eran las 5 de la mañana y nadie respondió.

Tuve que esperar fuera de la aduana a -5°C.

Estaba preocupado y por eso saqué el rosario de Madre Teresa de mi bolsillo y en secreto empecé a orar.

Yo ya me veía deportado a Siberia.

Pero también tenía mucha Fe en las oraciones de la Madre Teresa.

Siberia rusa

La monja había dicho que mi viaje estaría acompañado por sus constantes oraciones.

Por tanto dije: ‘¡Señor, que se haga tu voluntad! Pero recuerda que es la Madre Teresa, la que me ha enviado aquí’”.

“Después de casi una hora, el soldado me llamó y pude ver que estaba molesto, porque no había sido capaz de ponerse en contacto con ninguno de sus superiores.

Lo intentó una vez más preguntándome si mi pasaporte era mío y yo asentí. Al final, selló mi pasaporte y me dejó ir”.

“Me uní al P. Leo que había estado esperando en una esquina del aeropuerto y que también había estado muy preocupado.

Fuimos al hotel y luego comenzamos a visitar la ciudad, pero muy discretamente y por separado.

Encontramos la manera de entrar en el Kremlin…

Y por casualidad el Kremlin estaba abierto a los turistas durante estos pocos días”.

“El Kremlin es una ciudadela rodeada por un muro, dentro de la ciudad de Moscú.

Es un tipo de fortaleza que se extiende sobre una superficie de 28 hectáreas.

En la antigüedad era el centro civil y religioso de la ciudad.

Había de hecho palacios reales y algunas de las iglesias más importantes de Moscú,

entre las cuales está la Catedral de los Patriarcas ortodoxos, llamada la Iglesia de la Dormición o Catedral de la Asunción.

Después de la revolución bolchevique en 1918, estas iglesias fueron cerradas y se transformaron en museos”.

“De acuerdo con el proyecto acordado con la Madre Teresa: en la mañana del 25 de marzo, cuando el Papa comenzara la ceremonia de la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María,

tenía que visitar el Kremlin, como turista y hacer una pausa, en la Catedral de la Asunción.
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Mientras pretendía estar interesado en las obras de arte valiosas contenidas en el mismo,

iba a comenzar a orar y buscar un lugar oculto donde podría colocar la ‘Medalla Milagrosa’ que la  Madre Teresa me había dado”.

“Todo había ido bien del mismo modo que me fue sugerido hacer, incluso cuando estuve muy asustado.

Afortunadamente había un montón de turistas en el Kremlin ese día.

Catedral de san Miguel Arcámgel en Moscú

Y en medio de un montón de gente me sentí más protegido”.

“Visité varios edificios y me detuve en la Catedral del Arcángel, la segunda más grande en el Kremli.

Y luego entré en la Catedral de la Asunción.

Miré a mi alrededor con atención para encontrar un lugar en el que podía depositar la medalla”.

“Se trata de una iglesia hermosa, llena de obras de arte que se han conservado durante mucho tiempo…

Aunque por desgracia ya no era una iglesia, sino un museo”.

“Me di cuenta leyendo mi guía, que estaban los tronos donde el zar, la zarina y el Patriarca de Moscú y de toda Rusia,

Catedral de la Dormicion de Moscu

utilizaban para sentarse durante las ceremonias religiosas con el Patriarca sentado en el medio.

Decidí que la ‘Medalla Milagrosa’ debía ser puesta bajo el trono del patriarca.

Mientras oraba para que el patriarca Alejo II pronto fuera capaz de volver a celebrar ritos religiosos en ese lugar”.

“En un momento dado, me encontré solo y empecé a concentrarse en la celebración de la Misa en secreto.

Llevé a cabo la Consagración de memoria, utilizando un trozo de pan y un poco de vino que había traído conmigo”.

“Este fue un momento de intensa emoción y religiosidad.

Trono del Zar en la Catedral de la Dormición

La Misa no se había celebrado en este lugar durante 76 años.

Luego muy lentamente, me acerque al trono del Patriarca…

Y me di cuenta de una pequeña grieta en el piso de madera, donde rápidamente puse la ‘Medalla Milagrosa’.

Permanecí allí por un tiempo más largo orando y luego volví al hotel, donde el P. Leo me estaba esperando.

Volamos para Italia en la misma tarde”

UN MISTERIOSO FINAL CON LA MADRE TERESA

¿El Obispo Hnilica contó esta historia a la Madre Teresa?.

“Unos meses más tarde la Madre Teresa llegó a Roma y le hice el cuento detallado” dijo el obispo eslovaco.

“Ella estaba muy encantada y continuó en su trabajo misionero en nombre de Rusia”.

“Un día, en 1988, recibí una llamada telefónica a las 6 en punto de la mañana de la Madre Teresa que me dijo:

‘Obispo (solía llamarme así) me voy a Moscú.

Usted sabe lo importante que es para mí trabajar en Rusia, por lo que quería informarle de mi viaje.

Me voy para el aeropuerto en este momento”.

La Madre Teresa había sido invitada a Moscú, para una reunión internacional.

En esa ocasión se encontró con Raissa Gorbachova, la esposa del Secretario General de la Unión Soviética y se hicieron amigas.

Ella confió a la Sra. Gorbachov su deseo de abrir un par de conventos de monjas en Rusia y la señora Gorbachov prometió ayudarla.

Un año más tarde, se abrió el primer convento.

MONSEÑOR HNILICA VISITA A JUAN PABLO II

Al salir de Moscú, Monseñor Hnilica fue donde su amigo Juan Pablo II.

“Cuando en 1984 visité al Papa en Castel Gandolfo y almorcé con él, le conté acerca de la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María que había podido cumplir el 25 de marzo de aquel mismo año,

de manera totalmente inesperada, en la Catedral de la Asunción en el Kremlin de Moscú, así como la Virgen lo había pedido en Fátima.

Él quedó muy conmovido y dijo:

“La Virgen te ha guiado hacia allí con su mano”

Y yo respondí: “¡No, Santo Padre, me ha llevado en brazos!”.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN

DEL PAPA JUAN PABLO II,

25 DE MARZO DE 1984

¡Oh Madre de los hombres y de los pueblos, Tú que conoces todos sus sufrimientos y esperanzas, tú que sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal,

entre la luz y las tinieblas que invaden el mundo contemporáneo, acoge nuestro grito que, movidos por el Espíritu Santo, elevamos directamente a tu corazón:

abraza con amor de Madre y de Sierva del Señor a este mundo humano nuestro, que te confiamos y consagramos, llenos de inquietud por la suerte terrena y eterna de los hombres y de los pueblos.

De modo especial confiamos y consagramos a aquellos hombres y aquellas naciones, que tienen necesidad particular de esta entrega y de esta consagración.

¡ Nos acogemos a tu protección, Santa Madre de Dios”! ¡No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades!

He aquí que, encontrándonos hoy ante ti, Madre de Cristo, ante tu Corazón Inmaculado, deseamos, junto con toda la Iglesia, unirnos a la consagración que, por amor nuestro,

tu Hijo hizo de sí mismo al Padre cuando dijo: “Yo por ellos me santifico, para que ellos sean santificados en la verdad”.

Queremos unirnos a nuestro Redentor en esta consagración por el mundo y por los hombres, la cual, en su Corazón divino tiene el poder de conseguir el perdón y de procurar la reparación.

El poder de esta consagración dura por siempre, abarca a todos los hombres, pueblos y naciones.

Y supera todo el mal que el espíritu de las tinieblas es capaz de sembrar en el corazón del hombre y en su historia; y que, de hecho, ha sembrado en nuestro tiempo.

¡Oh, cuán profundamente sentimos la necesidad de consagración para la humanidad y para el mundo: para nuestro mundo contemporáneo, en unión con Cristo mismo!

En efecto, la obra redentora de Cristo debe ser participada por el mundo a través de la Iglesia.

Bendita seas por encima de todas las creaturas, tú, Sierva del Señor, que de la manera más plena obedeciste a la llamada divina.

Te saludamos a ti, que estás totalmente unida a la consagración redentora de tu Hijo.

Madre de la Iglesia: ilumina al Pueblo de Dios en los caminos de la fe, de la esperanza y de la caridad.

Ilumina especialmente a los pueblos de los que tú esperas nuestra consagración y nuestro ofrecimiento.

Ayúdanos a vivir en la verdad de la consagración de Cristo por toda la familia humana del mundo actual.

Al encomendarte, oh Madre, el mundo, todos los hombres y pueblos, te confiamos también la misma consagración del mundo, poniéndola en tu corazón maternal.

¡Corazón Inmaculado! Ayúdanos a vencer la amenaza del mal, que tan fácilmente se arraiga en los corazones de los hombres de hoy

y que con sus efectos inconmensurables pesa ya sobre la vida presente y da la impresión de cerrar el camino hacia el futuro.

¡Del hambre y de la guerra, líbranos!

¡De la guerra nuclear, de una autodestrucción incalculable y de todo tipo de guerra, líbranos!

¡De los pecados contra la vida del hombre desde su primer instante, líbranos!

¡Del odio y del envilecimiento de la dignidad de los hijos de Dios, líbranos!

¡De toda clase de injusticias en la vida social, nacional e internacional, líbranos!

¡De la facilidad de pisotear los mandamientos de Dios, líbranos!

¡De la tentativa de ofuscar en los corazones humanos la verdad misma de Dios, líbranos!

¡Del extravío de la conciencia del bien y del mal, líbranos!

¡De los pecados contra el Espíritu Santo, líbranos!, ¡líbranos!

Acoge, oh Madre de Cristo, este grito lleno de sufrimiento de todos los hombres. Lleno del sufrimiento de sociedades enteras.

Ayúdanos con el poder del Espíritu Santo a vencer todo pecado, el pecado del hombre y el « pecado del mundo », el pecado en todas sus manifestaciones.

Aparezca, una vez más, en la historia del mundo el infinito poder salvador de la Redención:

Poder del Amor misericordioso. Que éste detenga el mal. Que transforme las conciencias. Que en tu Corazón Inmaculado se abra a todos la luz de la Esperanza».

Papa Juan Pablo II, 25 de marzo de 1984