298 EL MERCADER
298 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Después de una fértil llanura, seguida por un largo tramo allende el Jordán,
y es hermoso caminar en esta estación serena y dulce de un morir de Octubre,
Hacen un alto en un pueblecillo acurrucado a los pies de las primeras pendientes,
de una respetable cadena montañosa
pues alguna de sus cimas puede tomar el verdadero nombre de montaña.
Más adelante se encuentran una caravana grande y rica que va custodiada
por hombres altos y morenos, que van muy bien armados.
Y se agregan a ella.
Atraviesan la llanura del otro lado del Jordán y cuando abrevan sus animales en un estanque,
Jesús platica con el rico mercader que la conduce.
y se entera de que van a pasar por las ciudades por las que Él también pasará.
Como sabe que los ladrones se la pensarán bien antes de asaltarlos,
decide ir con él, para que las mujeres vayan más seguras.
El mercader le pregunta:
– ¿Eres el Mesías?
Jesús le contesta:
– Sí.
– Me llamo Alejandro Mixsace.
Hace días estuve en el Templo; en el Patio de los Gentiles y te oí.
Yo te protegeré y Tú me protegerás.
Llevo un cargamento de mucho valor.
Nos detendremos en el siguiente poblado.
Me alegro de haberte encontrado, porque he perdido de vista a Dios.
– Porque tienes por dioses el comercio, el dinero, la vida…
Y Dios es el que te concede estas cosas.
¿Por qué entraste al Templo?
– Por curiosidad.
Fui a hacer algunos negocios, vi a un grupo de personas que te veneraban.
Y recordé lo que había oído de Ti en Ascalón, de un fabricante de tapetes.
Pregunté quién eras y te seguí.
Como ya terminaron de abrevar los animales, avisan al mercader que ya están listos,
El hombre da algunas órdenes y se ponen en camino.
Jesús organiza su comitiva a la zaga de su larga caravana
rica de cuadrúpedos y de hombres bien armados, con los que ha hablado antes,
mientras daban de beber a sus animales en los pilones de la plaza.
Son, en su mayor parte, hombres altos y muy morenos, ya de apariencia asiática.
Montado en un fortísimo mulo, está el jefe de la caravana, armado hasta los dientes,
más otras armas que penden de la silla.
Y no obstante, se ha mostrado muy deferente con Jesús.
Los apóstoles preguntan a Jesús:
– ¿Quién es?
– Un rico mercader de allende el Eufrates.
Le he preguntado a dónde iba, y ha sido amable.
Pasa por la ciudad por la que tengo intención de pasar Yo.
Es una cosa providencial por estos montes, llevando mujeres con nosotros.
– ¿Temes algo?
– Como robos nada, porque no tenemos nada.
Pero sería ya suficiente el miedo para las mujeres.
Un puñado de ladrones no asalta jamás a una caravana tan fuerte.
Y podrá sernos útil también para conocer los pasos mejores y superar los difíciles.
Me ha preguntado: “¿Eres el Mesías?”,
Y habiendo sabido que sí, ha dicho: “Estaba en el patio de los Paganos, hace días.
Y más que verte, porque soy pequeño, te he escuchado.
Bien, yo te protejo a ti y Tú me proteges a mí.
Llevo una cargamento de mucho valor”.
– ¿Es prosélito?
– No creo.
Pero quizás procede de nuestro pueblo.
La caravana se mueve despacio;
como si no quisiera agotar las fuerzas de los cuadrúpedos marchando mucho.
Por eso es fácil seguir su ritmo.
Es más, a menudo es necesario pararse,
porque los acemileros hacen pasar a los animales cargados de uno en uno,
llevándolos del cabestro en los puntos difíciles.
A pesar de que sea montaña propiamente dicha, la zona es muy fértil y está bien cultivada.
Quizás los montes situados al nordeste, que van siendo más altos, protegen de las corrientes
frías del norte o de las perjudiciales del este, y esto favorece los cultivos.
La caravana sigue el curso de un torrente que ciertamente vierte en el Jordán,
bien nutrido de aguas que descienden desde la cima.
La vista es bella, cada vez más bella a medida que se va subiendo:
se extiende hacia occidente por la llanura del Jordán.
Y, más allá de la llanura, presenta los graciosos perfiles de los collados y montes
de la Judea del Norte.
A oriente y a septentrión es una continua variación de panoramas,
ora paisajes abiertos a lejanías, anchurosos.
Ora paisajes que ofrecen a la mirada un encabalgarse de lomas y picos verdes,
o rocosos, que parecen cerrar el camino cual improviso muro laberíntico.
Acercase el sol a su ocaso tras los montes de Judea,
arrebolando intensamente el cielo y las pendientes;
cuando el rico mercader, que se había detenido dejando pasar a la caravana,
dice a Jesús:
– Hay que llegar al pueblo antes de que anochezca.
Pero muchos de los tuyos parecen cansados.
Este trayecto es duro.
Diles que monten en los mulitos de reserva.
Son animales tranquilos.
Tendrán toda la noche para descansar.
Y además no es fatiga llevar el peso de una mujer.
Jesús acepta.
El hombre da orden de pararse para que puedan montar en los animales las mujeres.
Jesús dispone que también monte a caballo Juan de Endor.
Los que van a pie -también Jesús – cogen los ramales para hacer más segura la marcha a las mujeres.
Margziam quiere comportarse como un hombre y aunque esté derrengado,
no quiere de ninguna manera subir a la montura con nadie;
antes al contrario, coge él también un ramal del mulito de María Santísima,
que queda así entre Jesús y el niño que camina valeroso.
E1 mercader se ha quedado al lado de Jesús,
y dice a María:
– ¿Ves, Mujer, aquel pueblo?
Es Ramot. Nos detendremos allí.
Me conocen en la posada porque recorro este camino dos veces al año;
mientras que otras dos veces voy por la costa, para vender o comprar.
Mi vida… dura vida.
Pero tengo doce hijos y muy pequeños.
Me he casado tarde.
A uno lo he dejado con nueve días.
Ahora me lo encontraré ya con los primeros dientes.
María comenta:
– Una bonita familia…
«Que el Cielo te la conserve.
– Efectivamente.
No me quejo de su ayuda, a pesar de que me la merezca muy poco.
Jesús pregunta:
– Debería serlo…
Mis antepasados eran verdaderos israelitas.
Luego… nos aclimatamos allí…
– El alma se aclimata a un solo ambiente, el del Cielo.
– Tienes razón.
Pero, ya sabes…
Mi bisabuelo se casó con una que no era de Israel.
Sus hijos fueron menos fieles…
Los hijos de sus hijos se casaron a su vez con nuevas mujeres que no eran de Israel…
Y dieron hijos que sólo mantenían el respeto hacia el nombre judío;
porque, como origen, somos judíos.
Ahora yo, nieto de nietos… ya nada.
Estando en contacto con todos, he cogido de todos, para terminar por no ser de ninguno.
– No es buena razón esto que me dices.
Te lo voy a demostrar.
Si tú, yendo por este camino, que sabes que es bueno,
te encontraras con cinco o seis personas, las cuales te dijeran:
“¡No, hombre, no, ve por allí!”, “Vuelve para atrás”, “Párate”,
“Ve hacia oriente”, “Tuerce a occidente”
¿Qué dirías?
– Diría: “Sé que éste es el camino más corto y atinado. No lo dejo”.
– Otro ejemplo:
Si tuvieras que concluir un trato y conocieras el método adecuado para llevarlo a cabo…
¿Prestarías oídos a quienes por mera petulancia o por astucia calculada,
te aconsejasen en otra línea?
Seguiría aquello que mi experiencia me señala como mejor.
– Muy bien.
Tú, originario de Israel, tienes a tus espaldas milenios de fe.
No eres ni un estúpido ni un inculto.
¿Por qué, entonces, absorbes lo que te viene de los contactos con todos en materia de fe,
mientras que sabes rechazarlo en materia de dinero o de seguridad de caminos?
¿No te parece esto deshonroso incluso humanamente?
Postergar a Dios al dinero y al camino…
– No pospongo a Dios.
Lo he perdido de vista…
– Porque tienes como dioses el comercio, el dinero, la vida.
Y sin embargo es Dios, es Él, quien te permite tener estas cosas..
190 ¡NO TE CONOZCO!
190 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Toda Yuttá corre al encuentro de Jesús, con flores silvestres de las laderas de sus montes y con las primicias de los frutos de sus campos…
Además de las sonrisas de sus niños y las bendiciones de sus habitantes.
Antes de que Jesús ponga pie en el pueblo, se ve rodeado de estas buenas personas que, avisadas por Judas de Keriot y Juan,
que habían sido enviados con anticipación, acuden a honrar al Salvador con las cosas mejores que han encontrado; sobre todo, con su amor.
Jesús no hace otra cosa sino bendecir con el gesto y la palabra a las personas, adultos o niños, que están reunidos alrededor de Él
Y besan sus vestiduras y sus manos. O que depositan en sus brazos, para que los bendiga con un beso, a los lactantes.
La primera que lo hace es Sara:
Le pone en su corazón a ese espléndido nene de diez meses que es ya Iesaí.
Tan impetuoso es el amor, que hace difícil proseguir el camino; no obstante, es como una ola que aligera.
Pareciera que Jesús camina, más por el impulso de esta ola, que por el de sus propios pies.
Sin duda, la alegría que le proporciona este amor eleva su Corazón muy alto, al cielo sereno.
Su rostro refulge como en los momentos de más viva alegría del Hombre-Dios;
no es ese rostro de poder, de magnética mirada, de cuando realiza milagros…
Jesús entra en Yuttá.
Lo llevan a la plaza del mercado y de aquí a la mísera casucha en que Isaac se consumió durante treinta años.
Le explican:
– Aquí venimos a hablar de ttÍ y a orar…
Como si fuera una sinagoga; la más auténtica, porque aquí hemos empezado a conocerte, aquí las oraciones de un santo te han llamado para venir a nosotros.
Entra. Mira cómo lo hemos preparado.
La casita, que no más de un año antes se componía de tres cuartuchos:
El primero, donde Isaac enfermo mendigaba…
El segundo un tabuco; el tercero, una cocinita que daba al patio.
Ahora se ha transformado en una única estancia con bancos para las reuniones que allí se celebran.
En el patio, en una barraquilla están los pocos enseres y muebles de Isaac (cada objeto es una reliquia).
Con la veneración de los habitantes de Yuttá, el patio presenta ahora un aspecto menos desolado, pues han puesto en él unas enredaderas que con sus flores cubren la rústica estacada.
Ysiguiendo unas cuerdas que han sido extendidas en forma de red sobre el patio, forman un principio de enramada a la altura del techo bajo.
Jesús los elogia,
y dice:
– Aquí podemos quedarnos.
Sólo os pido una cosa, que alojéis a las mujeres y al niño.
– ¡No, Maestro nuestro; jamás!
Vendremos aquí contigo, para que nos hables.
Pero Tú y los tuyos sois nuestroshuéspedes.
Concédenos la bendición de dar alojamiento a Tí y a los siervos de Dios;
lo único que sentimos es que no sean tantos como el número de casas…
Jesús da su consentimiento y sale de la casita para ir a la de Sara, que no cede a nadie su derecho a invitar a Jesús y a los suyos a comer…
Más tarde..
Jesús está hablando en la casa de Isaac.
La gente abarrota la estancia, el patio y hasta incluso la plaza;
Jesús, para que todos le puedan oír se ha parado en medio de la estancia, de forma que su voz se extienda tanto por el patio como por la plaza.
Dice:
-«… Pues bien, podéis estar seguros de que como dice Jeremías, llegada la hora de la verdad, se darán cuenta de lo doloroso y amargo que es haber abandonado al Señor.
Amigos, para ciertos delitos no hay nitro ni saponaria capaces de quitar la señal; ni siquiera el fuego del Infierno la corroe: es indeleble.
También en este caso debe reconocerse la exactitud de las palabras de Jeremías, pues los grandes de Israel, los nuestros, asemejan las burras salvajes de que habla el Profeta.
Están habituados al desierto de su corazón. Creedme:
Mientras uno está con Dios, aunque sea pobre como Job, aunque esté solo o desnudo;
no está nunca ni solo ni pobre ni desnudo, no es nunca un desierto.
Ellos, sin embargo, han quitado a Dios de su corazón; por eso, están en un árido desierto.
Como burras salvajes olisquean en el viento la presencia de los burros, que en su caso por su sed inapagable, se llama poder, dinero – además de lujuria en el verdadero sentido de la palabra –
Y van tras ese olor, hasta cometer el reato. Sí, van tras él y seguirán yendo,
Y no saben que no son los pies los que tienen desnudos sino el corazón, desguarnecido ante los dardos de Dios, que vengará su delito.
Llegada esa hora, ¡Cuán confusos quedarán reyes y príncipes, sacerdotes y escribas! Ellos en verdad, han dicho y dicen, a lo que es nada; o peor aún, pecado:
“¡Tú eres mi padre, tú me has engendrado!”
En verdad, en verdad os digo, que Moisés rompió con ira las tablas de la Ley al ver a su pueblo en la idolatría y luego volvió a lo alto del monte.
Oró, adoró y obtuvo. Ello sucedió hace siglos.
Pero todavía no ha cesado, ni cesará – es más, crece como levadura en la harina – la idolatría en el corazón de los hombres.
Ahora casi todos los hombres tienen su propio becerro de oro.
La tierra es una selva de ídolos, cada corazón es un altar sobre el que raramente está Dios;
quien no tiene una mala pasión tiene otra; quien no tiene una concupiscencia tiene otra con otro nombre.
Quien no vive sólo para el oro vive sólo para obtener una posición, quien no vive sólo para la carne, vive sólo para el egoísmo.
¡Cuántos yoes reducidos a becerros de oro reciben adoración en los corazones!
Llegará pues el día en que compungidos llamarán al Señor y oirán la respuesta:
“Invoca a tus dioses. Yo no te conozco”.
Tremenda palabra ésta, si la pronuncia Dios dirigida a un hombre.
Dios ha creado al Hombre raza y conoce a cada individuo humano, así que si dice:
“Yo no te conozco”, es señal de que ha borrado con la fuerza de su Voluntad a ese hombre de su memoria.
¿Será Dios demasiado severo por pronunciar este veredicto?
El hombre ha gritado al Cielo: “Yo no te conozco”
Yel Cielo ha respondido al hombre: “Yo no te conozco”.
Fiel como el eco…
‘Meditad además esto: el hombre está obligado a conocer a Dios por deber de gratitud y por respeto a su propia inteligencia.
Por gratitud.
Dios ha creado al hombre y le ha dado el don inefable de la vida; además lo ha provisto del regalo superinefable de la Gracia, que el hombre perdió por su culpa.
He aquí que éste recibe una gran promesa: “Te restituiré la Gracia”.
Dios, el ofendido, habla en este modo al ofensor, casi como si Dios fuera el culpable, obligado a dar satisfacción.
Y Dios ha mantenido su promesa:
Yo estoy aquí para restituir la Gracia al hombre.
Dios no se limita a dar lo sobrenatural, sino que incluso rebaja su Esencia divina a proveer a las gravosas necesidades de la carne y sangre del hombre.
Y ofrece el calor del sol, el alivio del agua, cereales, vino, árboles y animales de todas las especies.
Así, el hombre ha recibido de Dios todos los medios para la vida. Es el Benefactor.
La gratitud es obligada y hay que mostrarla esforzándose en conocerLo.
Por respeto a la propia razón.
El imbécil, el estúpido, no muestran gratitud hacia quien los cuida; porque no comprenden el verdadero valor de esas atenciones…
Y odian a la persona que los lava y acerca la comida a su boca, que los guía a la cama o los acuesta;
porque siendo como son, animalescos a causa de su desgracia, confunden los cuidados con las torturas.
El hombre que falta en este sentido para con Dios se deshonra a sí mismo, que es un ser dotado de razón.
Sólo un estúpido o demente no logra distinguir a su padre de un extraño, al benefactor del enemigo.
El hombre inteligente conoce a su padre y a su benefactor…
Y se complace en conocerlos cada vez más incluso en las cosas que ignora por haber sucedido antes de que él naciera de su padre o fuera beneficiado por su benefactor.
Pues así debemos actuar para con el Señor, para mostrar que somos inteligentes y no mentecatos.
Sucede que en Israel, demasiados son como estos dementes que no reconocen a su padre o a su benefactor.
Jeremías se pregunta: “¿Podrá, acaso, una virgen olvidarse de sus atavíos o una esposa de ceñir su cintura?”.
Pues Israel está poblado de vírgenes insensatas que olvidan sus atavíos y de esposas impúdicas que olvidan los cinturones recatados y se ponen oropeles de meretriz.
Y esto se ve más extendido cuanto más se sube a las clases que deberían ser maestras del pueblo.
Pues bien, he aquí el reproche que Dios, con cólera y llanto, les dirige:
“¿Por qué te esfuerzas en mostrar que tu conducta es buena para buscar afecto, cuando en realidad enseñas la malicia y esos modos tuyos de actuar.
Y han encontrado en los bordes de tus vestiduras la sangre de los pobres e inocentes?”.
Amigos, la distancia es un bien y un mal.
Estar muy lejos de los lugares donde a menudo hablo es un mal, porque os impide oír las palabras de Vida. Os doléis de ello y tenéis razón.
Pero considerad que también es un bien porque así estáis lejos de los lugares donde fermenta el pecado, hierve la corrupción y se oye el zumbido de la insidia que obra contra Mí;
poniéndome zancadillas e insinuando a los corazones dudas y mentiras respecto a Mí.
Bien, pues yo os prefiero lejos antes que corrompidos.
Me ocuparé de vuestra formación.
Como podéis ver, Dios ya lo había hecho antes de que nos conociéramos y consecuentemente nos amáramos:
Me conocíais sin habernos visto nunca
Isaac ha sido el heraldo entre vosotros.
Pues bien, enviaré a muchos como Isaac para que os refieran mis palabras.
Pero debéis saber también que Dios puede hablar en todas partes, de Tú a tú, con el espíritu humano.
Y educarlo en su doctrina.
No tengáis miedo a que por estar solos podáis errar. No.
Si no queréis, no seréis infieles al Señor y a su Cristo.
Pero si a pesar de todo hay quien no puede realmente estar lejos del Mesías, sepa que el Mesías le abre el corazón y los brazos y le dice:
“Ven”. Venid los que queráis venir.
Quedaos los que os queráis quedar. Mas unos y otros predicad a Cristo con una vida honesta.
Predicadlo contra la deshonestidad que anida en demasiados corazones, contra la ligereza de los infinitos que no saben permanecer fieles…
Y que se olvidan de ponerse sus atavíos y de ceñirse las cinturas como conviene a las almas llamadas al desposorio con Cristo.
Vosotros me habéis dicho, con alegría:
“Desde que viniste no hemos tenido ya ni enfermos ni muertos. Tu bendición nos ha protegido”.
Sí, la salud es una cosa grande. Pero haced que esta venida mía de ahora os haga sanos de espíritu a todos, siempre y en todo.
En vista de esto os bendigo y os doy mi paz: a vosotros, a vuestros niños, los campos, casas y mieses, a los rebaños y árboles frutales.
Usadlo con santidad, no viviendo para ello, sino de ello, dando lo superfluo a quien esté carente…
Y tendréis la medida prensada de las bendiciones de1 Padre y un lugar en el Cielo.
Podéis marcharos.
126 LA COMIDA INCÓMODA
126 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Hay muchas cosas que hacer hoy en casa de Elí. Siervos y siervos que van y vienen.
Y jugando, granujilla feliz, el pequeño Eliseo.
Llegan cuatro fariseos, entre ellos los dos que fueron con Elí y juntos escarnecieron a Jesús en la casa de Mateo, el día de su llamado como apóstol.
Los dos nuevos son Samuel y Joaquín.
El último en llegar es Jesús, que viene con Judas de Keriot.
Grandes saludos recíprocos, entre todos los invitados y el anfitrión.
Elí pregunta:
– ¿Sólo con éste?
¿Y los otros?
Jesús responde:
– Están en la campiña.
Regresan a la noche.
– Lo siento. Creía que fuera…
Ayer por la tarde te invité sólo a Tí, pero en ti estaban comprendidos todos los tuyos.
Ahora me viene el temor de que se hayan sentido ofendidos, o… o que se desdeñen de venir a mi casa… por animosidades del pasado, claro».
El anciano ríe, cómo disculpándose.
Jesús objeta:
– ¡No, no!
Mis discípulos no conocen susceptibilidades de orgullo ni rencores incurables.
– ¡Claro, claro!
Muy bien. Entremos pues.
Entonces se da el consabido ceremonial de purificaciones para luego ir hacia la sala del convite.
Que da al vasto patio en que las primeras rosas ponen ya una nota alegre.
Jesús acaricia al pequeño Eliseo, que está jugando en el patio y que del pasado peligro no tiene sino cuatro señales rojas en la manita.
Ya no le queda ni siquiera el recuerdo del miedo pasado; pero eso sí, se acuerda, de Jesús…
Y quiere besarlo y que Jesús lo bese, con la espontaneidad de los niños.
Le habla entre su pelo, circundando con sus bracitos el cuello de Jesús, confiándole que cuando sea mayor irá con Él.
y pregunta:
– Yo acepto a todos.
Sé bueno y vendrás conmigo.
El niño se va dando brincos.
Se sientan a la mesa.
Elí quiere ser tan perfecto, que pone a su lado a Jesús y al otro lado a Judas, el cual se encuentra así entre Elí y Simón, como Jesús entre Elí y Urías.
Empieza la comida.
Al principio, temas de conversación un tanto vagos; luego, más interesantes.
Y dado que las heridas duelen y las cadenas pesan, sale la eterna cuestión de la esclavitud de Palestina respecto a Roma.
Los cinco fariseos se quejan de nuevos atropellos, que catalogan de sacrílegos por parte de los romanos,
Y que quieren interesar a Jesús en la discusión.
– ¿Comprendes?
¿Quieren conocer con todo detalle nuestras ganancias!
– Y como han visto que nos reunimos en las sinagogas para hablar de esto y de ellos, pues amenazan con entrar en ellas sin respeto.
Joaquín grita:
– ¡Temo que un buen día entren incluso en las casas de los sacerdotes!
Elí pregunta a Jesús:
– ¿Y Tú qué dices? ¿No te disgusta?
Jesús, interpelado directamente, responde:
– Como israelita, sí; como hombre, no.
– ¿Por qué esta distinción?
No comprendo. ¿Eres dos en uno?
– No.
Pero en Mí se dan la carne y la sangre, lo animal en pocas palabras, y el espíritu.
El espíritu de israelita deferente para con la Ley se resiente por estas profanaciones, mas la carne y la sangre no, porque no tengo el aguijón que os punza a vosotros.
– ¿Cuál?
– El interés.
Decís que os reunís en las sinagogas para hablar también de negocios sin temor a oídos indiscretos, y teméis no poder seguir haciéndolo.
Y por tanto, no poder esconderle al fisco ni una migaja, con lo cual la tasación estaría en proporción exacta al haber.
Yo no poseo nada. Vivo de la bondad del prójimo y amando al prójimo.
No tengo objetos de oro, ni campos ni viñas ni casas, aparte de la casita materna de Nazaret, que es tan pequeña y pobre, que el fisco ni la considera.
Por eso no me punza el temor a ser descubierto en declaración mendaz, ni a que tasen mis bienes y me castiguen. Sólo poseo la Palabra que Dios me ha dado y que Yo doy,
Y ésta es una cosa tan alta, que en manera alguna puede verse afectada por el hombre.
– Pero, si estuvieras en nuestro lugar, ¿Cómo te comportarías?
– Mirad, no os lo toméis a mal si os digo claramente lo que pienso, que es muy distinto de lo que pensáis vosotros.
En verdad os digo que Yo actuaría de distinta forma.
– ¿Cómo?
– Sin lesionar la santa verdad, que es siempre una sublime virtud, aunque se aplique a cosas tan humanas como son los impuestos.
– ¿Y entonces?
¡Y entonces? ¡Nos desollarían! ¿No te das cuenta de que tenemos mucho y de que deberíamos dar mucho?
– Vosotros lo habéis dicho:
Dios os ha concedido mucho; en proporción, mucho debéis dar. ¿Por qué actuar mal, como por desgracia sucede, tanto que al final sea el pobre quien reciba tasación desproporcionada?
La verdad es que sabemos que en Israel hay muchos impuestos injustos, impuestos nuestros y que son para beneficio de los grandes, que ya tienen mucho.
Y para desesperación de los pobres que deben pagarlos, estrujándose hasta pasar incluso hambre. La caridad para con el prójimo no aconseja esto.
Nosotros israelitas deberíamos preocuparnos porque nuestras espaldas soportasen el peso de1 pobre.
– ¡Hablas así porque eres pobre!
– No, Urías; hablo así porque es lo justo.
¿Por qué Roma igualmente nos ha podido -y sigue pudiendo – esquilmar de esta manera?
Porque hemos pecado y porque los rencores nos dividen el rico odia al pobre y el pobre al rico. Y porque no hay justicia y el enemigo se aprovecha de ello para subyugarnos.
– Has hecho alusión a más de un motivo…
¿Cuáles otros?
– Yo no iría contra la verdad alterando el carácter del local consagrado al culto, haciendo de él un seguro refugio de cosas humanas.
– Nos estás censurando.
Estoy respondiendo.
Escuchad más bien vuestra conciencia. Sois maestros, por tanto…
El fariseo Simón dice:
– Pienso que ya sería hora de sublevarse, de rebelarse, de castigar al invasor y restablecer nuestro reinado.
– ¡Cierto! ¡Cierto! Tienes razón, Simón.
Elí responde:
– Pero aquí está el Mesías.
Debe hacerlo Él.
Simón objeta:
– Pero el Mesías por ahora, perdona Jesús, es sólo Bondad.
Anima a todo excepto a la insurrección. Actuaremos nosotros y…
Jesús dice:
– Simón, escucha.
Piensa en el libro de los Reyes. Saúl estaba en Guilgal; los filisteos en Mikmás; el pueblo tenía miedo, se desbandaba; el profeta Samuel no venía.
Saúl quiso adelantarse al siervo de Dios y ofreció por su cuenta el sacrificio. Piensa en la respuesta que Samuel, que se presentó al improviso, dio al imprudente rey Saúl:
“Te has comportado neciamente, no has observado las órdenes que el Señor te había dado.
Si no hubieses hecho esto, ahora el Señor habría establecido para siempre tu reinado en Israel. Sin embargo, ahora tu reino no perdurará”.
Una acción intempestiva y soberbia no benefició ni al rey ni al pueblo. Dios sabe la hora, no el hombre; Dios conoce los medios, el hombre no. Dejad actuar a Dios, mereciendo su ayuda con una conducta santa.
Mi Reino no es ni de rebelión ni de brutalidad, pero se establecerá; no será para pocos, será Universal.
Dichosos los que a él se agreguen, no inducidos a error por mi apariencia humilde según el espíritu terreno -y me sientan el Salvador.
No temáis. Seré Rey, el Rey nacido de Israel, el que ha de extender su Reino sobre toda la Humanidad.
Vosotros, maestros de Israel, no interpretéis mal mis palabras, ni las de los Profetas que me anunciaron.
Ningún reino humano, por muy poderoso que sea, es ni Universal ni Eterno.
Los Profetas dicen que el mío tendrá estas características. Que esto os dé luz acerca de la verdad y espiritualidad de mi Reino. Ahora os dejo. De todas formas quisiera pedirle una cosa a Elí.
Aquí está tu bolsa. Simón de Jonás tiene alojada a una pobre gente proveniente de los más distintos lugares. Ven conmigo para darles el óbolo del amor.
La paz sea con todos vosotros.
Los fariseos le ruegan:
– No te marches todavía.
– Debo hacerlo; hay enfermos de la carne y del corazón que esperan consuelo.
Mañana iré lejos. No quiero que ninguno me vea partir y se sienta desilusionado.
Elí dice:
– Maestro, soy viejo y estoy ya cansado.
Ve Tú en nombre mío. Llevas contigo a Judas de Simón. Lo conocemos bien… Haz como mejor creas. Que Dios te acompañe.
Jesús sale con Judas, el cual, en cuanto ponen pie en la plaza,
dice:
– ¡Vieja víbora!
¿Qué habrá querido decir?
– ¡Pero hombre no te preocupes!
O, mejor aún, piensa que ha querido alabarte.
– ¡Imposible, Maestro!
Esas bocas jamás alaban a quien hace el bien; quiero decir que nunca elogian con sinceridad. ¿Y respecto a no venir?… Es porque siente repugnancia de los pobres y tiene miedo a que lo maldigan.
Efectivamente, ha atormentado mucho a los pobres de esta zona; lo puedo jurar sin temor. Por eso…
– Tranquilo, Judas, tranquilo.
Déjale a Dios que juzgue.
32 LEVADURA DE CONVERSION
32 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA

Hago un llamado URGENTE a todo el mundo católico para que el próximo 9 de Agosto se lleve a cabo una jornada de ayuno y oración a nivel mundial con el rezo del rosario de mi Preciosísima Sangre y con el rezo del Exorcismo de San Miguel, de 12:00 am a 6:00 pm, pidiéndole al Padre Celestial por la protección de mis Templos, Santuarios y Lugares Santos, que están siendo destruidos y profanados por las fuerzas del Mal en este mundo.
A través del camino montañoso, Jesús va caminando con sus discípulos por una vereda serpenteante que corta la pendiente y sigue el curso del río.
Juan está rojo como la púrpura, cargado como un mozo de cuerda, con una saca grande bien llena.
Judas, por su parte, porta la de Jesús junto con la suya.
Simón lleva sólo la suya y los mantos.
Jesús viste de nuevo su túnica, la madre de Judas debe haber encargado que se la lavaran porque no tiene arrugas. Y calza sus sandalias.
A pesar del calor y la fatiga, Juan no pierde su buen humor.
Y exclama:
– ¡Cuánta fruta! ¡Qué hermosos viñedos hay en aquellas colinas! Maestro, ¿Este es el río en cuyas riberas nuestros padres cogieron los racimos milagrosos’
Jesús contesta:
– No. Es el otro que está más hacia el sur. Pero toda la región es rica en sabrosas frutas.
Simón observa:
– Ahora ya no es tan fértil aunque siga siendo bella.
Jesús aclara:
– Muchas guerras han devastado la tierra. Aquí se formó Israel… pero para esto debió fecundarse con su sangre y la de los enemigos.
– ¿En dónde encontraremos a los pastores?
– A cinco kilómetros de Hebrón; en las riberas del río que me preguntaba Juan.
– ¿Entonces es más allá de aquellas colinas?
– Sí.
– Hace mucho calor, Maestro. Después ¿A dónde iremos?
– A un lugar mucho más caliente. Pero os ruego que vengáis.
Caminaremos de noche. Las estrellas son tan claras que no hay oscuridad. Os quiero mostrar un lugar…
Juan pregunta:
– ¿Una ciudad?
– No. Un lugar que os hará entender al Maestro; mejor tal vez que sus palabras.
Judas dice:
– Perdimos varios días por ese incidente sin importancia. Destruyó todo…
Y mi madre que había preparado tantas cosas, ha quedado desilusionada. No sé por qué has querido retirarte hasta la purificación.
Jesús contesta:
– Judas, ¿Por qué llamas sin importancia un suceso que fue una gracia para un verdadero fiel? ¿No querrías para ti una muerte semejante?
Había esperado toda su vida al Mesías. Cuando era anciano fue por caminos ásperos a adorarlo. Cuando le dijeron: ‘Está en…’ conservó en su corazón por treinta años, las palabras de mi Madre.
El amor y la fe lo revistieron con su fuego en la última hora que Dios le reservó. El corazón se le partió de alegría.
Se le incendió en el fuego de Dios como un holocausto agradable. ¡Qué mejor suerte que ésta!
¿Aguó la fiesta que habías preparado?… Ve en esto una respuesta de Dios.
Que no se mezcle lo que es del hombre con lo que es de Dios. Tu madre, me verá otra vez. todo Keriot puede venir al Mesías; el viejo ya no tenía fuerzas para hacerlo.
He sido feliz de haber estrechado con el corazón, al viejo padre que moría y de haber encontrado su espíritu. Y por lo demás…
¿Para qué dar escándalo con mostrar desprecio a la Ley? ¿Cómo puedo decir que sean fieles, si Yo no lo Soy?
Simón responde:
– Creo que este es el error de nuestra decadencia. Los rabíes y los fariseos aplastan al pueblo con sus preceptos y después hacen como el que profanó la casa de Juan, que la convirtió en un burdel.
Judas aclara:
– Es uno de Herodes.
– Sí, Judas. Pero las mismas culpas cometen las castas que se llaman a sí mismas ‘santas’ ¿Tú qué opinas Maestro?
– Afirmo que con tal de que haya un poco de verdadero fermento y de verdadero incienso en Israel, se hará el pan y se perfumará el altar.
– ¿Qué quieres decir?
– Quiero decir que si hay alguien que con recto corazón venga a la verdad. La Verdad se esparcirá como fermento en la masa de harina y como incienso en todo Israel.
– ¿Qué fue lo que te dijo esa mujer?
Jesús no responde y se vuelve hacia Juan:
– Pesa mucho y te cansas. Dámela.
El discípulo más joven contesta:
– No, Jesús. Estoy acostumbrado a las cargas y luego… me lo aligera al pensar en la alegría que tendrá Isaac.
Al dar vuelta a la colina, a la sombra del bosque se encuentran con las ovejas de Elías, los pastores están bajo la sombra de un árbol, cuidándolas.
Ven a Jesús, se levantan de un salto y corren. Cuando están frente a Él,
Jesús les pregunta:
– La paz sea con vosotros. ¿Qué hacíais?
Isaac contesta:
– Estábamos preocupados por Ti. Por el retraso. No sabíamos si ir a tu encuentro u obedecer.
Decidimos venir hasta aquí para obedecerte y al mismo tiempo satisfacer a nuestro amor; pues debías de haber llegado aquí desde hace varios días.
– Tuvimos que detenernos.
– ¿Pasó alguna desgracia?
– Ninguna, amigo. Un fiel murió en mi pecho. Sólo fue eso.
Judas interviene:
– ¿Qué querías que sucediese pastor? Cuando las cosas están bien organizadas…
Claro que es menester saber disponerlas y preparar los corazones para recibirlas. Mi ciudad tributó honores al Mesías. ¿Verdad, Maestro?
Jesús responde:
– Es verdad, Isaac. Al regresar pasamos por la casa de Sara.
También la ciudad de Yuttá, sin ningún otro preparativo que el de su bondad sencilla y la verdad con la que me predicaste, logró entender la esencia de mi doctrina.
Aman con un amor práctico, desinteresado y santo. Isaac, te envían alimentos y vestidos.
Todos contribuyeron a aumentar los óbolos de tu casa. Tómalos. No tengo dinero. Pero te traje esto que está purificado con la caridad.
– No, Maestro. Déjalo contigo. Yo estoy acostumbrado a no tener nada.
– Ahora tienes que ir a lugares a donde te enviaré y lo necesitarás. No es mucho pero sabrás emplearlo.
Ahora se dirige al discípulo más joven:
– Juan, dale aquella alforja.
Y agrega mirando a Isaac:
– Es un regalo que está lleno de amor.
Isaac toma la alforja y va a vestirse detrás de un matorral; pues todavía está descalzo y viste su rara toga improvisada con su cobija.
Elías dice:
– Maestro, tres días después de que te fuiste, estábamos apacentando los animales en Hebrón.
Y la mujer que estaba en la casa de Juan, nos mandó una criada con esta bolsa diciendo que quería hablar con nosotros.
La primera vez la devolví y le dije: ‘No tengo nada que escuchar’.
Luego la sirvienta regresó y dijo: ‘Ven, en el Nombre de Jesús’. Y fui… esperando que no estuviese su… el hombre que la tiene allí.
Quería saber muchas cosas, pero yo hablé con prudencia. Es una prostituta.
Tuve miedo de que fuese una trampa contra Ti. Me preguntó quién Eres; donde vives; qué es lo que haces; si eres un grande de Israel.
Le dije: ‘Es Jesús de Nazareth. Está por todas partes, porque es un maestro y va enseñando por la Palestina’
También dije que eras un hombre pobre y sencillo. Un obrero a quien ha hecho sabio la Sabiduría… no dije más.
Jesús contesta:
– Hiciste bien.
Y simultáneamente Judas exclama:
– ¡Has hecho mal! ¿Por qué no le dijiste que Él es el Mesías? ¡Qué es el Rey del Mundo!
¡Hay que aplastar la soberbia romana bajo el poder de Dios!
Elías explica:
– No me hubiera entendido. Y luego… todo lo que es de Jesús, es santo.
¿Cómo puedo saber lo que ella piensa? No quise poner en peligro a Jesús, hablando de más. Que el mal le venga de cualquier otro, pero no de mí.
Judas se vuelve hacia Juan:
– Juan, vamos a decirle quién es el Maestro. A explicarle cuál es la Verdad santa.
Juan objeta:
– Yo no. Iré solo que Jesús me lo ordene.
– ¿Tienes miedo? ¿Qué puede hacerte? ¿Te causa asco?… El Maestro no le tuvo.
– No es miedo ni asco. Tengo compasión de ella.
Pero pienso que si Jesús hubiera querido; se hubiera detenido a instruirla. No lo hizo. Entonces no es necesario que lo hagamos nosotros.
Elías muestra la bolsa diciendo:
– Entonces no había señales de conversión. Pero ahora…
Judas la toma y se sienta sobre la hierba.
Extiende su manto y abre la bolsa dejando que caiga sobre él, todo su contenido:
Es un montón de anillos, collares, gargantillas, brazaletes, aretes, pulseras, tiaras… adornadas con piedras preciosas.
Oro brillante que cae sobre el amarillo oro del vestido del apóstol.
Judas, exclama admirado:
– Maestro, ¡Son puras joyas! ¿Qué hacemos con ellas?
Simón aconseja:
– Se pueden vender.
Judas responde sin esconder su asombro:
– Sería un desperdicio.
Elías explica:
– Yo también le dije cuando las recibí: ‘Tu dueño te pegará’ y ella me respondió: ‘No son suyas. Son mías. Y puedo hacer con ellas lo que se me antoje.
Sé que es oro de pecado… Pero se hará bueno, si se emplea con quien es pobre y santo. Para que se acuerde de mí’…
Y se puso a llorar desconsoladamente.
Judas dice:
– Ve, Maestro.
Jesús contesta rotundo:
– No.
– Manda a Simón.
– No.
– Entonces voy yo.
– ¡No!
Los ‘no’ de Jesús, son cortantes e imperiosos.
Elías ve que Jesús está enojado y pregunta preocupado:
– Maestro, ¿Hice mal en hablar con ella y en haber tomado el oro?
Jesús contesta:
– No hiciste mal. Pero no hay nada que hacer.
Judas insiste:
– Pero tal vez esa mujer quiera redimirse y tenga necesidad de ser instruida.
Jesús suspira y se arma de paciencia. Luego dice:
– Existen en ella tantas chispas para provocar el incendio en que pueda quemarse su vicio y volver a ser un alma otra vez virgen, por el arrepentimiento.
Hace poco os hablé de la levadura que se esparce en la harina y la hace un pan santo. Oíd esta breve parábola:
Esa mujer es harina. Una harina en quién el Maligno ha mezclado sus polvos de infierno.
Mis palabras y Yo, somos la levadura.
Pero si hay mucho salvado en la harina; piedras, ceniza, arena; ¿Podrá hacerse el pan aunque la levadura sea buena?…
¡No se puede hacer!
Es necesario quitar con paciencia, ese tamo. Las cenizas, las piedritas y la arena.
La misericordia pasa y ofrece ese tamiz. El primero.
El que se compone de verdades breves; pero fundamentales, como son las necesarias para que entienda que está atrapada en la red de la ignorancia completa, del vicio y del gentilismo.
Si el alma lo acepta, empieza la primera purificación.
La segunda viene con el tamiz del alma misma; que compara su ser con el del Ser que se le ha revelado… Y esto le da horror.
Y aquí empieza su obra.
Por medio de una operación más minuciosa, limpia lo que es harina; pero que aún tiene granitos pesados, para poder obtener un pan óptimo…
Cuando está lista; vuelve otra vez la Misericordia y se introduce en esa harina preparada.
Y también ésta es otra preparación, Judas. Que la fermenta y la hace pan.
Pero ésta es una operación larga que necesita de la voluntad del alma.
Esa mujer tiene ya en sí, lo mínimo que era justo darle y que puede servirle para terminar su trabajo.
Dejemos que lo haga, si quiere hacerlo. Sin que nada la perturbe.
Cualquier cosa turba a un alma que se elabora: la curiosidad; celo imprudente; las intransigencias; así como las piedades excesivas.
– ¿Entonces, no vamos?
– No, Judas. Y para que ninguno tenga tentación, vámonos.
En el bosque aprovecharemos la sombra. Nos detendremos en las márgenes del Valle de Terebinto.
Allí nos separaremos.
Elías volverá a sus pastizales con Leví.
José vendrá conmigo hasta el paso de Jericó.
Después nos volveremos a reunir.
Tú, Isaac; continúa haciendo lo que hacías en Yutta, partiendo de aquí por Arimatea y Lidia, hasta llegar a Docco. Allí nos encontraremos.
Hay que preparar la Judea y tú ya sabes cómo hacerlo
Judas pregunta:
– ¿Y nosotros?
Jesús contesta:
– ¿Vosotros? Vendréis conmigo para ver mi preparación. También Yo me preparé para la misión.
– ¿Fuiste con un rabí?
– No.
– ¿Con Juan?
– De él, sólo recibí el bautismo.
– ¿Entonces?…
– Belén ha hablado con las piedras y los corazones.
También allá donde te llevaré Judas… un corazón, el mío. Y también las piedras, hablarán y te darán la respuesta.
Elías trae leche y pan y dice:
– Tratamos de persuadir a los de Hebrón; pero no creen más que en Juan. Para ellos es su ‘santo’ y no quieren a nadie más.
Jesús dice:
– Es un pecado común a muchos. Miran al obrero y no al Dueño que lo envió.
¡No importa! El Verbo sufre, pero no guarda rencor… ¡Vámonos!
30 UN SUEÑO EQUIVOCADO
30 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Pareciera que el nudo más angosto de las montañas de Judea, se encuentra entre Hebrón y Yuttá.
Porque en este valle que se despliega ante vastos horizontes en los que emergen montes aislados, que ya no forman una cadena, hay diversas plantaciones de cereales distribuidas en terrenos muy bien cuidados:
Cebada, centeno y también bonitos viñedos en las partes más soleadas. Más arriba, lindos bosques de pinos, abetos y otros árboles de maderas preciosas.
Por un camino ondulante llegan a un pequeño poblado, Jesús y tres de sus apóstoles.
Judas está verdaderamente exaltado…
Y dice:
– Éste es un suburbio de Keriot. Te ruego que vengas a mi casa de campo. Mi madre te espera allí. Después iremos a Keriot.
Jesús replica:
– Como quieras, Judas; pero también podíamos habernos quedado aquí para conocer a tu madre.
– ¡Oh, no! Es un barracón. Mi madre viene en tiempo de cosecha, pero después vuelve a Keriot. ¿No quieres que mi ciudad te vea? ¿No quieres traer aquí tu Luz?
– Si que quiero, Judas, pero ya sabes que no me detengo a considerar la humildad del lugar que me hospeda.
– Pero hoy eres mi invitado…
Y Judas sabe ser hospitalario.
Caminan todavía unos metros entre casas pequeñas esparcidas por el campo.
Mujeres y hombres, avisados por los niños, se asoman. Está muy claro que se ha despertado la curiosidad.
Judas ha lanzado un grito de reclamo.
Y dice:
– He aquí mi pobre casa. Perdona su pobreza.
La casa no es ninguna barraca: es un cubo de un solo piso pero amplio y bien cuidado, dentro de un terreno tupido y floreciente de árboles frutales.
Un camino privado muy limpio, va desde la calzada a la casa.
– ¿Me permites que me adelante, Maestro?
– Como quieras.
Judas se adelanta.
Simón dice:
– Maestro, Judas ha preparado algo grande. Antes lo sospechaba, pero ahora estoy seguro. Tú dices: ‘Espíritu, espíritu, espíritu…’ Pero él no lo entiende así.
Jamás te entenderá, pues solo piensa en lo material. O lo hará muy tarde… -corrige finalmente para no mortificar a Jesús.
Jesús suspira y calla.
Llegan a una bella casa que está en medio de un jardín frondoso y muy bien cultivado.
Judas sale con una mujer que tiene alrededor de cuarenta años.
Es muy alta y muy hermosa.
Inmediatamente se nota que es de ella, de quién Judas ha heredado su belleza y su cabello castaño oscuro, abundante y ondulado.
Sus ojos son iguales y diferentes.
Tienen el mismo color gris oscuro; pero los de ella, tienen una mirada suave y más bien triste; mientras que los de Judas, son imperiosos y astutos.
Cuando llegan ante Jesús, ella se postra como una verdadera súbdita y dice:
– Te saludo, Rey de Israel. Haz el favor de que tu sierva te dé hospitalidad.
Jesús la mira con amor y dice:
– La paz sea contigo, mujer. Y Dios sea contigo y con tu hijo.
Ella contesta con una voz que es más bien un suspiro, que una respuesta:
– ¡Oh sí, con mi hijo!…
Jesús la toma por los antebrazos diciendo:
– Levántate madre. También yo tengo una madre y no puedo permitir que me bese los pies.
En nombre de mi madre te beso, mujer. Es tu hermana en el amor… -y añade enigmáticamente- … y en el destino doloroso de madre de los señalados.
Judas pregunta un poco inquieto:
– ¿Qué es lo que quieres decir, Mesías?
Pero Jesús no le responde. Está abrazando cariñosamente a la mujer, a la que ha levantado del suelo y a quién besa en las mejillas.
Y luego, con ella de la mano; camina hacia la casa.
Entran en una habitación fresca y adornada con festones. Sobre las mesas hay bebidas y frutas frescas.
Ella hace una señal a la sierva y ésta trae agua y toallas.
La madre de Judas trata de quitar las sandalias a Jesús, para lavarle los pies llenos de polvo.
Pero Jesús se opone diciendo:
– No, madre. La madre es una criatura muy santa. Sobre todo cuando es honrada y buena como tú lo eres; para permitir que lo hagas como si fueras una esclava.
Ella voltea y mira fijamente a Judas, con una mirada extraña…
Y luego se va.
Mientras tanto Jesús se ha refrescado y cuando está a punto de ponerse las sandalias…
La mujer regresa con un par nuevo y dice:
– Aquí están éstas, Mesías nuestro. Creo que las hice bien… Tal y como las quería Judas. Él me dijo: ‘Un poco más grandes que las mías, pero igual de anchas’
Jesús mira a Judas con un mudo reproche y pregunta:
– ¿Por qué, Judas?
Judas responde:
– ¿No quieres permitirme que te haga un regalo? ¿Acaso no eres mi Rey y mi Dios?
– Sí, Judas. Pero no debías haber causado tantas molestias a tu madre. Tú sabes como Soy Yo…
– Lo sé. Eres Santo. Pero también debes aparecer como un Rey Santo.
Así es como debe ser. El mundo en el que nos movemos está compuesto de tontos.
A nueve de cada diez, les importan mucho las apariencias y es necesario imponerse con la presencia.
Porque esto es muy importante… Yo lo sé.
Jesús calla y se amarra las sandalias de fina piel roja, que van desde el empeine hasta las pantorrillas. Son mucho más hermosas, exquisitas y elegantes; que las sencillas sandalias de obrero que usa Jesús.
Son semejantes a las de Judas, que parecen unos mocasines a los que apenas si se les ve algo del pie.
Entonces la madre de Judas, le entrega una túnica nueva diciendo:
– También el vestido Rey mío. Lo tenía preparado para mi Judas.
Pero él te lo regala. Es de lino; fresco y nuevo. Por favor, permite que una madre te vista, como si fueses su hijo.
Jesús vuelve a mirar a Judas, pero no contradice. Se suelta en el cuello la cinta y cae la amplia túnica. Quedándose solamente con la túnica corta.
La mujer le pone el vestido nuevo y le ofrece un cinturón que es una faja muy rica, recamada con hilos de oro; de la que sale un cordón, que termina con muchos hilos.
Es indudable que los elegantes vestidos frescos y limpios de polvo, son muy confortables. Pero Jesús no parece muy contento…
Los demás también se han aseado
Y Judas; como el anfitrión perfecto, invita:
– Ven Maestro. Son de mi pobre huerto. Éste es el jugo de manzanas que mi madre prepara. –le alarga un vaso de cristal labrado exquisitamente.
Y agrega:
– Tú Simón, tal vez te guste más, este vino blanco. Toma. Lo elaboramos en mi viñedo. Y tú Juan, ¿Igual que el maestro?
Juan asiente con la cabeza.
Judas está feliz, mostrando sus hermosos vasos y en lo más profundo de su corazón, se regodea con la oportunidad de presumir que lo que posee, no sólo es lo mejor de lo mejor…
Sino que sólo un sacerdote, descendiente de la clase sacerdotal; es decir, la élite del Pueblo de Israel; tiene la riqueza y la clase para honrar a Dios.
La madre habla poco. Mira una y otra vez a su Judas.
Pero mira mucho más a Jesús.
Y cuando Él antes de comer; le ofrece la fruta más hermosa y jugosa: un durazno muy grande y de un color que manifiesta su punto óptimo, para ser ingerido;
Mientras le dice:
– Primero es la madre.
Una lágrima como una perla, asoma a sus ojos.
Judas pregunta:
– ¿Mamá; todo lo demás está listo?
Ella contesta titubeante:
– Sí, hijo mío. Creo que todo lo he hecho bien. Yo he vivido siempre aquí… Y no sé… no conozco las costumbres de los reyes.
Jesús interviene interrogante:
– ¿A qué costumbres te refieres, mujer? ¿A qué reyes? Pero… ¿Qué has hecho, Judas?
Judas contesta a la defensiva:
– Pero… ¿Acaso no eres Tú, el Rey Prometido a Israel? Es hora de que el mundo te salude como a tal.
Lo que debe suceder, tiene que ser por vez primera aquí en mi ciudad y en mi casa. Yo te venero como a tal.
Por el amor que me tienes, respeto tu Nombre de Mesías, de Rey. El Nombre que los profetas te dieron por orden Yeove. Y por favor no me desmientas.
Jesús se dirige a todos:
– Mujer… Amigos, permítanme un momento. Debo hablar con Judas. Debo darle órdenes precisas.
Su Voz es una orden perentoria.
La madre y los discípulos se retiran.
Y Luego, volviéndose hacia el discípulo que conoce perfectamente su identidad..,
Lo cuestiona con severidad:
– Judas, ¿Qué has hecho? ¿Hasta ahora me has entendido tan poco? ¿Por qué me has rebajado hasta el punto de hacerme tan solo un poderoso de la tierra?
¿Aún mucho más: a uno que se esfuerza en ser poderoso?
¿No entiendes que es una ofensa a mi misión y hasta un obstáculo?
Sí. No digas que no: OBSTÁCULO. Israel está sujeto a Roma.
Tú sabes lo que ha sucedido cuando alguien con apariencia de cabecilla, ha querido levantarse contra Roma y crea sospechas de fomentar una guerra de liberación.
Has oído justamente en estos días, como se ensañaron contra un Niño, tan solo porque se pensó que fuese un futuro Rey, según el mundo.
¡Y tú!… ¡Tú! ¡Oh, Judas!… ¡Pero qué es lo que esperas de un poder mío, humano! ¿Qué esperas?…
¡Te he dado tiempo para que pensaras! Y decidieras.
Te hablé muy francamente desde la primera vez. Te he rechazado, porque sabía… Porque sé. Sí. Porque sé…
Porque lo leo y veo, lo que hay en ti.
¿Por qué quieres seguirme, si no quieres ser como Yo quiero? Vete, Judas. No te hagas daño y no me lo hagas… ¡Vete!… Es lo mejor para ti.
No eres un obrero apto para esta obra… Es muy superior a ti.
En ti hay mucha soberbia. Concupiscencia con sus tres ramas. Autosuficiencia.
Tú misma madre debe tener miedo de ti. Tienes inclinación hacia la mentira. ¡No! Así no debe ser el que me siga…
Judas, Yo no te odio. No te maldigo y tan solo te digo con el dolor del que ve que no se puede cambiar al que ama…
Tan solo te digo: ‘Vete por tu camino. Ábrete camino en el mundo, que es el lugar que tú quieres:
Pero No te quedes conmigo’
¡Mi camino! ¡Mi Palacio! ¡Oh, cuánta aflicción hay en ellos! ¿Sabes en donde seré Rey? ¿Sabes cuándo seré proclamado Rey?…
¡Cuando sea levantado en un madero infame y tendré mi Sangre por púrpura!
¡Por corona un tejido de espinas; por bandera un cartelón de burla! Por trompetas, tambores, organillos y cítaras, que saluden al proclamado Rey: ¡Blasfemias de todo un pueblo!
De mi Pueblo, que no habrá entendido nada.
¿Y sabes por obra de quién todo esto? De uno que no me habrá entendido, QUE NO HABRÁ ENTENDIDO NADA.
Corazón de bronce hueco en el que la soberbia, la sensualidad y la avaricia, para entonces ya habrán destilado sus humores y éstos habrán engendrado una maraña de serpientes que servirán como cadena para mí y…
Y MALDICIÓN PARA ÉL. Los demás no conocen tan claramente mi suerte. Y te ruego que no lo digas. Que esto quede entre tú y Yo.
Por otra parte es un regaño… Y tú callarás por no decir: ‘Me regañaron’ ¿Has entendido, Judas?
Judas está muy colorado. De pié ante Jesús, está avergonzado, con la cabeza baja.
Se deja caer y llora con la cabeza pegada a las rodillas de Jesús.
Suplica:
– Maestro, te amo. No me rechaces. Soy un necio. Sí, soy soberbio… pero no me apartes de Ti. No, Maestro. Será la última vez que falto. Tienes razón. No he reflexionado.
Pero también en este error, hay amor. Quise proporcionarte mucho honor. Y que los demás te lo diesen porque te amo. ¡Ea, pues; Maestro! Yo estoy a tus rodillas.
Me has dicho que serás para mí un padre y te pido perdón. Te pido que me hagas un adulto santo. No me despidas, Jesús.
Jesús, Jesús, Jesús… No todo es maldad en mí. ¿Lo ves?… Por Ti he dejado todo y he venido.
Tú vales más que los honores y victorias que obtenía yo, cuando servía a otros. Tú en realidad Eres el amor del pobre e infeliz Judas; que querría darte tan solo alegrías y que en cambio te da dolores…
Jesús está fatigado, por un tremendo cansancio espiritual…
Es indispensable mirar este diálogo con el Carisma de Discernimiento…
Y lo interrumpe:
– Basta, Judas. Una vez más, te perdono… Te perdono esperando… esperando que en el futuro me comprendas.
Una sombra pasa por la mirada de Judas y aparece el verdadero motivo de su insistencia:
Pero Judas se obstina y sin querer revela el verdadero motivo por el que no quiere ser expulsado del grupo apostólico:
– Sí, Maestro, sí. Ahora ya no quieras en modo alguno, desmentirme. Pues esto haría de mí, una burla.
Todo Keriot sabe que he venido con el descendiente de David; el Rey de Israel… Y esta ciudad mía se ha preparado para recibirte.
Pensé que hacía bien. Quise presentarte de tal forma, que todos te temieran y te obedecieran.
También Simón y Juan…
Y a través de ellos trasmitir a los demás… cómo se equivocan al tratarte como un igual.
Ahora… también mi madre será objeto de burla, por ser la madre de un hijo mentiroso y loco.
Por ella, Señor mío, te suplico… Y te juro que yo…
Jesús lo interrumpe:
– No jures por Mí. Jura por ti mismo, si puedes; para no pecar más en este sentido.
Por tu madre y por los ciudadanos, no me marcharé. Levántate…
– ¿Qué dirás a los demás?
– La verdad.
– ¡Nooooo!
– La Verdad. Ya te he dado órdenes para hoy. Siempre existe la manera de decir la Verdad con caridad… Llama a tu madre y a los demás.
Jesús está severo y no sonríe.
P208 EL REGALO PROMETIDO
Esperad Mi Santo Espíritu, para que os transforme
Hijitos Míos, una estrella guió a los Reyes Magos para llegar al lugar en donde Yo, acababa de nacer. Fue su Fe, fueron sus estudios, fue la iluminación del Espíritu Santo lo que les ayudó a llegar a Mí.
Quizá esperaban ver una familia real, porque sabían que alguien muy especial, iba a nacer. Pero a pesar de que vieron un bebé y una familia sencilla. Y a Su alrededor, todo sencillo y pobre, ni aun así dudaron. Supieron Quién era Yo, aún a pesar de que veían un Bebé.
De Mí emana una Fuerza Divina, NO Soy un Bebé cualquiera, Soy Dios hecho Hombre.
La Fuerza Divina está Conmigo y la perciben, la sienten, la viven todos aquellos que están a Mi alrededor.
Los mismos pastorcillos que fueron también atraídos por la Estrella, por el canto de los Ángeles, por la Luz extraordinaria…
Porque sólo los sencillos la podían ver, fueron atraídos hacia Mí. Y lo mismo pasó con ellos.
Vieron una Familia sencilla, a alguien extraordinario en ése Bebé, en quien se estaba manifestando la Gloria Divina de Mi Padre.
En un Bebé que traía una gran Promesa para el Mundo, especialmente para el pueblo judío. Pero que después, el mismo pueblo despreció.
Un Bebé, que traía el Amor que ya se había perdido, que traía Luz, para destruir las Tinieblas que rodeaban al Mundo, Luz para cada una de las personas de ése momento.
Yo era el Regalo para toda la humanidad y para el Universo entero. Por fin Mi Padre os daba el Regalo Prometido, desde que Adán y Eva fueron sacados del Paraíso.
Esa Promesa que les hizo a vuestros Primeros Padres, se estaba realizando ya en Mi Persona, con Mi Nacimiento. Con Mi Venida a la Tierra. Todos aquellos que se acercaban a Mí, recibían ésa emanación de Amor. Algo grande, algo bello, algo desconocido, pero muy bello. Lo percibían, lo gozaban.
He de venir nuevamente para protegeros, para nuevamente unir al pueblo escogido. Debiera Yo encontrar a un Mundo transformado, un Mundo lleno de Mi Amor, un Mundo en donde se viviera la Paz que Yo os traje. Un Mundo Sabio, porque debisteis haber tomado todas Mis Enseñanzas para crecer.
Os traje el Cielo a la Tierra. Y, ¿Qué pasó con ese Conocimiento? Se desperdició.
¡Oh, el hombre! ¡Cómo ha desperdiciado lo que Yo os traje! Debisteis haber avanzado inmensidades con todo lo que Yo os traje, y NO crecisteis gran cosa.
Vosotros, los que NO habéis entendido Mi Llegada a la Tierra, Me seguís viendo como un Niño común y corriente. Un bebé que vino a la Tierra.
Pero NO Me estáis dando el lugar que Me merezco de Dios, de un Bebé Divino, NO humano. Ciertamente tomé Carne y Me veis como un Niño común y corriente.
Pero Mi interior es Divino, Sobrehumano y ¿Qué habéis hecho y qué hacéis ahora?
No meditáis todas estas grandezas que Yo os traje, que son vuestras, para vuestra salvación y para vuestro crecimiento espiritual, NO apreciáis vuestra salvación.
Quisiera que meditarais por unos momentos, el cómo se vivía antes de que Yo llegara a la Tierra. El Caos que había a su alrededor: Un caos espiritual, maldad fuerte.
Y sobre todo, NO tenían una guía espiritual correcta. Los que llevaban la batuta espiritual, los sacerdotes del Templo, NO actuaban correctamente. NO había algo confiable qué seguir.
Yo fui la Luz, la Luz en el Mundo, para que vierais la realidad en todos los ámbitos de vuestra vida. Soy la Luz actual y os permito ver a los que queréis estar Conmigo, la realidad según Mis Ojos, según Mi Juicio. Mucha Mentira hay a vuestro alrededor. NO hay en quién confiar. Los que tienen el poder, NO están Conmigo.
Me entristece todo esto, Mis pequeños. Porque al dejaros toda la Sabiduría Divina para que vosotros la siguierais, ibais a crecer a niveles muy altos. Pero para que logréis esto Mis pequeños, debéis poner de vuestra parte. Debéis pedirMe Sabiduría, entendimiento y sobre todo Fe, que es lo que se ha perdido ya en el Mundo.
YA NO HAY FE y con ello, Me habéis dado la espalda.
Amor Puro, Amor Santo, Amor Fraterno, prácticamente está desaparecido. Competís fuertemente los unos contra los otros, pero para mostraros ante los demás, con una superioridad intelectual o económica.
En la antigüedad, era demostración de fuerza y se alababa al más fuerte por la fuerza física. Los tiempos han cambiado, pero seguís buscando la superioridad de otra forma y eso os lleva a caminos errados.
No tenéis Discernimiento Santo, NO tenéis vida espiritual profunda, NO estáis viendo lo que realmente Me interesa a Mí vuestro Dios, ver en vosotros.
Si NO Me seguís, si NO buscáis lo que le interesa al Cielo ver dentro de vosotros, estáis actuando solamente para la Tierra. Actuáis para la Tierra, vivís para la Tierra, vivís para aquellos que os ven en vuestra vida terrena.
Y NO estáis actuando para aquellos que os ven para vuestro futuro eterno, en el Reino de los Cielos.
Vuestros errores son conocidos perfectamente, en el Reino de los Cielos. Ciertamente, con mentira podéis esconder vuestros errores en la Tierra y no dejar ver a los que os rodean, vuestra realidad íntima, espiritual, humana.
Por eso la Mentira ha crecido tanto, porque los errores y la Maldad que tenéis en vuestro corazón, han crecido mucho.
Error, tras error, os van llevando a una destrucción humana, espiritual, social, mundial.
Vuestros errores se van acrecentando y llegó el momento en que ya no podéis tapar ante vuestros hermanos, vuestra realidad. Habéis acumulado tanto mal en vosotros, tantos errores, tantas desviaciones; que llega un momento en que vuestros hermanos a vuestro alrededor, os conocen como sois.
Y eso es lo que ahora estáis viendo Mis pequeños, con aquellos que querían aparentar otra cosa. Que querían aparentar ser superiores a vosotros. Y por eso estoy permitiendo que se conozca la realidad del actuar de los hombres, de vuestros gobernantes, de los males que afectan a Mi Iglesia, de la vida particular de cada uno de vosotros.
Os daréis cuenta de todo lo que estaba escondido, de lo que escondíais cada quien. Se verá, se juzgará primeramente ante los hombres. Os verán como realmente erais y luego seréis juzgados ante Mí, vuestro Dios.
Creísteis que podríais engañarMe. Ciertamente, engañasteis a la gente que os rodeaba. Pero a Mí vuestro Dios, nunca podréis hacerlo, porque Vivo en vuestro interior y os conozco perfectamente.
Mucho Amor he derramado sobre vosotros. Muchas lágrimas Me habéis hecho derramar también de Mis Ojos y habéis roto Mi Corazón en múltiples ocasiones, por vuestros pecados, por vuestra Maldad. Pero sobre todo por vuestra ingratitud e indolencia. ¡Os he dado tanto! Y vosotros NO respondéis.
Si estuvierais en Mi lugar, ¿Cómo reaccionaríais, humanamente hablando? Inmediatamente destruiríais, eliminaríais a todos aquellos que NO han actuado debidamente. Ciertamente NO tenéis Mi Amor, ciertamente NO vivís en la Justicia, en la Verdad, en la Luz, en el Amor Infinito que teneMos, en Mi Santísima Trinidad hacia vosotros.
Mucho, mucho se os ha dado y poco, muy poco he recogido.
Mis pequeños, hago esto con vosotros para que meditéis, para que pidáis perdón, para que a la hora en que os enfrentéis para vuestro Juicio Particular o Definitivo, hayáis mejorado. Os hayáis arrepentido, os hayáis perfeccionado en el Amor.
Ciertamente seréis Juzgados en lo personal, individualmente. Lo que busco Mis pequeños, es vuestro arrepentimiento. Os quiero llevar a cada uno de vosotros, a que meditéis los errores de vuestra vida.
¿Qué hicisteis cada uno de vosotros con tantos regalos, con tantos Tesoros que se os dieron junto con el gran Tesoro de la vida?
Se os dio el Don de la vida para que lo utilizarais. Para que el Bien Supremo que tenéis que es Mi Amor en vosotros, lo dierais a vuestros hermanos. Para que os comportarais como verdaderos hijos de Dios, para que os comportarais como corredentores en una Causa de Amor.
Amor, Amor debe ser vuestra vida, como lo es para Mí. El Amor lo es todo en Mi Santísima Trinidad. El Amor, dio vida a todo. La Creación, se dio por Amor, vuestra vida y la de cada uno de vosotros, se dio por Amor. Los cuidados que heMos tenido sobre cada uno de vosotros, han sido de Amor.
Vuestra Redención, se dio por un momento de Amor Divino, tremendo, grandísimo, porque os amaMos en una forma inmensa. Vuestro Juicio, será en el Amor y, si ganáis el Reino de los Cielos, conoceréis, el Reino del Amor.
Mi Vida, Mis Enseñanzas, Mi Amor, debieran haber crecido en vosotros. No hay nada más grande, en todo lo Creado, que Mi Amor, que Mi Presencia, que Mi Ser que se puede fundir a vuestro ser, si vosotros Lo hubierais pedido, si Lo hubierais buscado, si Lo hubierais apreciado.
FUISTEIS LLAMADOS A SER OTROS CRISTOS,
A vivir en la Tierra, llevando Mis Palabras, Mi Ejemplo, Mi Amor. ¿Ahora, os dais cuenta, Mis pequeños, todo lo que habéis perdido, porque le abristeis vuestro corazón a Satanás?
¿Ahora os dais cuenta cómo Satanás, sin que os percataráis de ello, os fue desviando poco a poco, cómo os fue desviando del gran Tesoro Divino, que Soy Yo? ¿Y que os arrebató de Mi Corazón?
Yo debiera estar estampado perfectamente, en vuestro ser. Y Satanás se las ingenió para apartaros de Mí. Si NO estáis Conmigo, estáis contra Mí. Y esa no era vuestra misión.
NO SE OS DIO EL DON DE LA VIDA
PARA QUE ESTUVIERAIS EN CONTRA DE VUESTRO CREADOR.
¿Entendéis esto? Estáis en contra de vuestro Creador, estáis en contra de vuestro Redentor, estáis en contra del Amor.
No habéis estado viviendo para Mí, para vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad. No habéis ayudado a crecer a vuestros hermanos en el Amor, en Mis Enseñanzas, en Mi Vida.
Si NO habéis enseñado lo que debisteis haber enseñado, que os lo traje Yo, vuestro Dios, entonces NO habéis vivido para Mí. Si os juzgara en este momento, ¿Me podríais responder si os merecéis el Cielo u os merecéis el lugar del castigo eterno?
Os juzgo, porque tengo derecho a ello. Os juzgo, porque quiero vuestro bienestar eterno. Os juzgo, porque di, Mi Vida entera por salvaros. Os juzgo, porque os amo, porque quiero que recapacitéis, quiero que reviváis vuestra vida y Me la presentéis arrepentidos.
Ciertamente, fallasteis y fallasteis mucho. No fueron unos cuantos pecados, ha sido toda una vida de pecado, unos en mayor grado, otros, en menor grado, pero, vivías, más, una vida de pecado que una vida de amor y de transmisión de los valores Celestiales.
Todos, TODOS vosotros, Me fallasteis y tendría el derecho de destruiros, como a Sodoma y Gomorra, pero, no os imagináis, Mis pequeños, el Amor tan grande que tengo por vosotros Y, ESO, DETIENE VUESTRA DESTRUCCIÓN.
Vosotros mismos, cuando hacéis algo y no os sale bien, os enojáis y elimináis todo aquello que no os salió bien, llámese el trabajo, llámese algo sencillo como un pastel, una vasija que estéis vosotros modelando con vuestras manos, una silla.
O algo más complejo, como cuando vosotros mismos veis que la educación que le disteis a vuestros hijos no dio el resultado que vosotros queríais y de alguna forma, quisierais eliminar esos errores en educación que tomaron vuestros hijos y que no es lo mejor que vosotros quisierais para ellos.
Mucho mal habéis causado a vuestro alrededor. No disteis una vida de ejemplo y ¿Cuántas almas a vuestro alrededor, a lo largo de vuestra existencia, quedaron afectadas por algo que dijisteis o que hicisteis?
Sí, Mis pequeños, DUELE. Duele que os recuerde todo esto, cómo habéis fallado. Soy Dios y busco la Perfección. Os di todo lo necesario para que actuarais en perfección, pero os alejasteis de Mí vuestro Dios.
NO buscabais beber de la Fuente de la Perfección, que es todo aquello que Yo os he dado, que os vine a dar y lo que teníais de parte de Mi Padre, en las Sagradas Escrituras, en el Antiguo Testamento. Todo era para vuestro bien, para que crecierais en perfección, pero preferisteis el Mundo.
Os he dicho, que en este Nuevo Mundo que tendréis, serán tomadas aquellas almas con las que Yo pueda empezar un Mundo de perfección, ¿Sentiríais vosotros, que fuerais los indicados?
¿Cómo os podríais comparar con aquellas almas que realmente Me han buscado, que han luchado o aún muerto por defender Mi Causa, por defender Mis Palabras, por defender Mi Ejemplo?
Muchos de vosotros habéis tenido vidas regaladas, fáciles, en comparación a la vida de hermanos vuestros de otros pueblos y ciudades alejados del Mundo, alejados de los bienes que buscáis afanosamente.
Ciertamente, seréis juzgados en el Amor. En lo más profundo de vuestro corazón, ¿Cómo estaréis ante Mí, en ésos momentos? ¿Cómo os sentiréis ante Mí, vuestro Dios, que Soy el Perfecto?
¿Habrá humildad en vuestras palabras? ¿Habrá humildad en vuestra actitud? ¿Habrá amor en vuestro corazón al daros cuenta, que estáis ante vuestro Dios?
Mis pequeños, os amo infinitamente, pero quiero lo mejor de vosotros. Ciertamente errasteis, pero se os dio el Don de la vida, porque confiaMos en vosotros. Tendréis otra oportunidad, NO Me falléis Mis pequeños. Arrepentíos de corazón.
Trabajaréis nuevamente para vuestro Dios, viviréis para el Amor, seréis transformados… Pero NO REPITÁIS EL MISMO ERROR alejándoos de la Fuente de Amor que Somos Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad.
El Amor lo es todo, pero el Amor Infinito, Puro, Divino, Verdadero, Santo, que solamente puede venir de Nuestra Santísima Trinidad.
Que el arrepentimiento profundo en vuestro corazón, os prepare para ese momento que tendréis en particular y, así, os ganéis Nuestro Beneplácito, y obteniendo, nuevamente, el derecho de trabajar para vuestro Dios, en Nuestra Santísima Trinidad.
Os Bendigo Mis pequeños, ya os he dado Mi Sangre Preciosa en Purificación y en Vida para cada uno de vosotros.
Dejad que Mi Santo Espíritu os transforme, os transfigure, os dé una nueva Vida para trabajar en una nueva misión de Amor, para dar vida a vuestros hermanos. Y crear una nueva generación de Amor que se empezará a dar en breve.
Habéis sido llamados, habéis sido escogidos, habéis aceptado y vuestro regalo pronto llegará, pero he querido haceros ver en lo que el hombre fácilmente cae, cuando se aleja de Mí, cuando se aleja de Nuestra Trinidad, sois débiles. Que todo esto que os he dado en el Amor, marque fuertemente vuestro corazón.
Yo Soy vuestro Dios y Yo actúo en el Amor, en la sencillez. NO en el castigo, sino a través de la Virtud y de Mi Gracia.
Agradeced al Padre, Mi Padre, vuestro Padre, la Gracia que os concede por la nueva vida que tendréis y dejad que Nuestro Amor os transforme.
Que la humildad siempre os acompañe, La Bendición de vuestro Dios en Mi Santísima Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, quede en cada uno de vosotros. Esperad Mi Santo Espíritu, para que os transforme.
Gracias, Mis pequeños.
http://diospadresemanifiesta.com/
19 DE DICIEMBRE DEL 2016
Amado Pueblo Mío:
Mi Bendición es para cada uno de ustedes. Son Mi Pueblo, a quienes llevo en mi Cruz de gloria y majestad. Les llamo para que no desestimen la Voz de este Pastor de Almas.
La criatura humana tiene que centrarse en el despertar de la realidad en que viven. Niegan la realidad de la Humanidad, el hombre deambula por la tierra.
Y cual criatura irracional rechaza la Verdad de este Instante, en donde predominan las malas costumbres, las bajas pasiones y la deshumanización.
RECHAZAN POR NECEDAD, EL ENCONTRARSE EN EL INSTANTE DE LOS INSTANTES…
No miran el Predominio del Comunismo que disfrazado de mil formas, manipula a la Humanidad.
Con la astucia de una serpiente, ha penetrado en todos los ámbitos, oprimiendo pueblos, flagelándoles. Y éste, unido a la masonería, son la gran unión entre los Tentáculos y la cabeza del gran dragón que erigirá al Anticristo.
Amado Pueblo Mío: LA MASONERÍA HA INUNDADO MI IGLESIA desde puestos estratégicos dentro de la jerarquía de la misma, ha corrompido a los que sin pertenecer a la masonería, son débiles y entran en la tentación que ofrece cargos deferentes o dinero
PARA SERVIR NO A MIS INTERESES
SINO A LOS INTERESES DE LA ELITE QUE MANIPULA A LA HUMANIDAD
Y QUE FORMA PARTE DE LA MASONERÍA.
Mis hijos tienen que escuchar Mi Voz que les llama para que no continúen viviendo como si todo se encontrara bien, cuando la Humanidad se encuentra en caos.
SÍ… Se encuentra en Caos al negarme como Dios y permitir que el Demonio penetre en sus corazones…
Se encuentra en caos al prohibir a Mis fieles portar Sacramentales y permitir a quienes se han entregado a Satanás, construirle esculturas y rendirle tributo.
Se encuentran en caos ante una Tierra que se estremece, anunciándoles el preámbulo de los grandes terremotos profetizados para la humanidad.
Se encuentran en caos por permitir el aborto, que es una de las peores aberraciones por las que esta generación será juzgada con mayor rigor.
El desconcierto en la humanidad es grande: aceptan el pecado y rechazan el bien.
YO VENGO PARA QUE SALVEN EL ALMA
PARA QUE SE RENUEVEN POR DENTRO CON ESPÍRITU GENEROSO
Y ME PERMITAN ADENTRARME PARA TRANSFORMARLES.
Cada uno de ustedes, hijos Míos, tiene que crecer. Deben ser más conscientes del estado espiritual, de los pecados que cometen y se les han adherido, llevándoles a actuar mecánicamente por repetición; sin que ustedes les miren como actos indebidos y grandes contaminantes con que están ensuciando el alma.
No crean a quienes les mencionen que todo se encuentra bien, estos desean llevarles a caer en el pecado para que pierdan el alma.
NECESITAN CONOCERME. Como la planta necesita de la savia para sobrevivir.
Me olvidan para atarse a lo terreno, a lo mundano, buscan afectos equivocados y plagados de mentiras, porque se encuentran bajo el yugo de los Tentáculos del Mal.
Mi Pueblo se arrastra hacia lo mundano, Me buscan fuera de ustedes, en la tecnología y en la influencia del Mal que les somete y ahí NO Me encontrarán. Tienen que entrar en el interior de ustedes mismos, ser conscientes de los sentidos que poseen y darles el uso adecuado para que perciban el mundo rectamente.
Amado Pueblo Mío, deben acercarse a Mí con el afán de vivir verdaderamente la Fusión con Mi Casa. Los Instantes hunden al hombre en el desconocimiento, pero a la vez la espiritualidad evoluciona con el hombre, para llevarle a ser consciente de una decisión muy personal, que ha quedado en el poder de algunos que NO desean que Mis hijos evolucionen.
Quien Me necesita para fusionarse a Mí, NO encuentra la guía ni el apoyo necesario, sino debe apartarse de lo mundano para que Mi Santo Espíritu le guíe, pues estos caminos con dolor lo transmito, han sido relegados a una época pasada.
La criatura humana debe usar la inteligencia para ir más allá de lo que sus sentidos corporales le puedan llevar, para que logre vivir en un microcosmos con el fin de comprender que lo que ha concebido como Unión con mi Casa, debe expandirse para abrir paso a la novedad del vivir espiritualmente y acercarse a Mi Voluntad.
Mis representantes en la Tierra tienen que dar testimonio de Mi Amor y no ser motivo de escándalo, no deben ser parte del espectáculo de satanás en este instante.
YO SOY DIOS Y NO HAY OTRO FUERA DE MÍ.
Yo les llamo a Mi Amor y a ser reflejos de este Mi Amor. Las ideologías les llaman a dar muerte a sus hermanos, sin piedad alguna.
Los modernismos han sido creados por los que gobiernan a la Humanidad y desean la perdición de ustedes, hijos Míos. Necesito que Mi Pueblo mire a profundidad, que escudriñe el Pecado para que encuentre cómo el pecado se disfraza. No imiten los modernismos. Estos no son otra cosa que el espejo de quienes desde la Oscuridad les llevan a entregarse al Mal.
Esta élite se ha encargado de sembrar el terror en la Humanidad, cada instante lanzan la muerte sobre Mis inocentes, sobre Mis hijos cristianos, con grandes atrocidades que sorprenden a los hombres.
EL HOMBRE “RACIONAL”, es en este Instante, el Gran Depredador de la Naturaleza.
Los actos de esta generación son vergonzosos, se mofan de Mí aludiendo que todo lo anunciado ha ocurrido antes y aquí continuamos con vida. Son ilusos los que no miran con objetividad la secuencia de todos los sucesos de la Naturaleza y la insensatez con que el hombre actúa, en parte porque la Humanidad NO CREE en Mí y para ajustarse a la moda, niegan que YO SOY SU SEÑOR Y SU DIOS.
Pueblo Mío, te encuentras en un Instante de decisión:
O continúan arrastrándose como serpientes por el suelo, apegados a las novedades mundanas…
O toman la firme decisión de ser diferentes y vivir en la interioridad de una constante búsqueda de Mí…
Hijos NECESITAN CORAJE para decidirse por vivir más del Cielo.
Pueblo Mío, la Creación gime por la devastación que ustedes han causado y continúan causando. Se apoderaron de la Naturaleza, la devastaron. Y ésta le reclama al hombre cuanto le ha usurpado.
LA GEOGRAFIA DE LA TIERRA SERÁ TRANSFORMADA en su mayoría, el agua de los mares penetrará en la tierra. Mis hijos deben prevenir lo que sus gobernantes no les mencionan por temor a la verdad.
La alta tecnología llevará a grandes enfrentamientos que se suman a los ya existentes entre las grandes potencias. Y así, en el mar se desencadenarán una serie de sucesos que forman parte de la temida Tercera Guerra Mundial.
En el espacio, el Fuego se mueve hacia la Tierra a gran velocidad, viene contra toda injusticia humana, que con sus malos actos, atrae del exterior la Purificación como un Imán que le causará Dolor.
Algunos de Mis hijos niegan estos Mis Llamados y es que NO les es agradable escuchar sobre las causas de su propio pecado. Es cierto que en el mundo mueren miles de niños por hambre, en un mundo que llaman “globalizado”.
Esto es hablarles con objetividad y verdad. Por ello, ¿Juzgarían de negativos Mis llamados? o ¿Acaso dirán que es Apocalíptico el que les mencione la muerte de inocentes por el hambre o la guerra? ¡Cuando ese apocalipsis ha sido creado por el mismo hombre! Les llamo a reflexionar sinceramente.
Otros les dirán que son enviados de Mi Casa. Y no les insistirán en un cambio de vida más apegado a un ascenso espiritual para que sean mejores hombres, con mayor sensibilidad de lo creado y sobre todo del hombre, hijo de Dios.
No escuchen a quienes les hablan a nombre propio, tengan presente que el que es llamado por Mí, invita hacia Mí, NO hacia él mismo. Ningún hombre es mayor que su señor.
Oren, hijos Míos, oren por Brasil, padecerá en su tierra, llorará este Pueblo.
Oren hijos Míos por Estados Unidos, no sacia su sed de arrogancia, el flagelo llega, su tierra es fuertemente estremecida, su pueblo se agita, el levantamiento no espera.
Oren, hijos Míos, oren por Venezuela, estos hijos Míos no encuentran la paz, se envuelven en la traición de unos a otros.
Oren, hijos Míos, la Tierra continúa estremeciéndose con fuerza, presagia grandes cambios geográficos.
Oren hijos Míos, los Levantamientos Sociales son más frecuentes, el hombre va despertando ante la opresión, las grandes potencias serán desestabilizadas.
Oren, del Espacio se acerca el Peligro para la Humanidad. Y este vibra fuertemente agitando la Naturaleza y ejerciendo sobre el hombre un obrar y actuar más inesperado.
Amado Pueblo Mío, continúen unidos a Mi Casa, no desacaten Mis Pedidos para que se resistan al demonio con mayor fuerza.
La tentación existe, el hombre sabio es el que camina y cambia ante las caídas. El hombre prudente es el que aleja el ego humano, para darse la oportunidad de vivir más unido a Mí.
Quien NO padece, no va por el camino recto. Sean criaturas de paz, NO se impongan por la fuerza, sino con el testimonio de que Yo moro en ustedes.
La Humanidad debe mirar hacia dónde va.
Yo les ofrezco mi Protección continua…
Mis Legiones se encuentran mirándoles para conducirles por el camino correcto.
NO ME BUSQUEN LEJOS DE USTEDES,
MORO EN EL INTERIOR DE CADA UNO.
No olviden que Yo Me encuentro a la mira. Llámenme, mírenme, encuéntrenme. Disciernan a qué se debe la Purificación de un Pueblo que renuncia a Su Rey…
Este Rey les espera para recibirles y acogerles, sin demora. Vengan a Mí y el camino será llevadero, la Verdad iluminará el sendero.
MI MISERICORDIA NO SE AGOTA, VENGAN,
ARREPIÉNTANSE
Y RETOMEN LA VERDAD DE MI PALABRA.
Les Bendigo. Su Jesús.
Comentario del Instrumento
Hermanos (as):
Tenemos que mantenernos en una constante alerta espiritual. Y a la vez no dejar pasar los acontecimientos que se suscitan en el mundo porque cada acontecimiento es una clave para el siguiente paso que darán los que rigen a la Humanidad. El terror continuará embistiendo a la Humanidad, la estrategia del Mal es desestabilizarla para que el Mal disfrazado de protector, salga al encuentro del hombre.
El hombre será llamado por el Cielo…
Depende de cada uno dar el sí o continuar formando parte de quienes se niegan a escuchar. La dureza humana es producto de la respuesta del hombre a Dios. Desde el Universo se acerca Purificación para la Humanidad. Dobleguemos la incredulidad y vivamos a plenitud los Llamados del Cielo. Amén.
P207 MADRE Y REINA DE TODA LA CREACION
Amado Pueblo Mío:
Mantengan la certeza de que yo les protejo cada Instante, siempre que me lo permitan.
Mi Misericordia se encuentra abierta para recibir a quienes llegan a Mí, arrepentidos de sus pecados. Es necesario el firme propósito de enmienda para que la criatura humana obtenga la total bendición que implica el perdón del pecado.
Mi Madre es la gran Intercesora de la Humanidad, por ello el sol le cubre con su luz. Y así hace resplandecer cuanto su Luz alumbra y al Universo en su totalidad.
En esa Luz Materna, cada uno de ustedes se encuentra latente.
Mi Madre mira con dolor a quienes se han desprendido de la Luz de Su Amor para adentrarse en la Oscuridad por libre albedrío, no porque Mi Madre les guíe a la Oscuridad sino por la testarudez humana que NO obedece sino se sumerge en constante desacuerdo.
Con la Humildad que caracteriza a Mi Madre, así se entrega a Mi Pueblo en un ayate, en el que se encuentra plasmado el gran tesoro de nuestra voluntad.
Llamando a todos los hombres a renacer en Nuestro Santo Espíritu, para que no vivan en una falsa religiosidad, sino en la grandeza de ser hijos del Dios Vivo.
Cada uno de ustedes tiene que penetrar el camino más seguro para reforzar la Fe y tomar consciencia de que cuando el hombre se dispone y se entrega a Nuestra Trinidad, la criatura humana se mantiene en constante movimiento.Y sus obras y actos se expanden cual bendición para sus hermanos.
Por ello Mi Madre, en esta Advocación no se muestra sólo dentro de la Tierra para que ustedes no limiten Su Grandeza. NI únicamente mira la Tierra desde arriba y con distancia sino mira lo creado desde la Bóveda Celeste, cual celoso vigilante.
Y a la vez lleva a resplandecer las estrellas para que alumbren la Noche de Sus hijos, que sin dejar pasar el Instante, velan sin dormir.
ES MI MADRE, LA REINA CELESTIAL,
LA MADRE DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
Que guía a un Pueblo Necio, Desobediente, Caprichoso…
Y A LA VEZ TEMEROSO,
CON UNA FE DÉBIL Y TAMBALEANTE.
Mi Madre les ama como lo que es: Madre de la Creación,
Madre de la Humanidad rebelde, que NO presta atención a los Signos de este Instante, NI atiende Mis Advertencias para que NO les engañe el Mal ante la presencia del Anticristo, el que NO es una invención…
Sino la Realidad que la misma Humanidad ha llegado a alimentar con gran ignorancia.
Amado Pueblo Mío, Mi Madre les lleva a crecer acercándoles a Nuestra Trinidad, despertándoles en el interior, en lo profundo del alma lo que poseen…
Y NO han llevado a la praxis: los Dones y las Virtudes que permanecen en cada criatura humana para bien propio y de los hermanos.
¡CONÓZCANME!
NO SOY UN DIOS CASTIGADOR,
SOY MISERICORDIA…
Son ustedes Pueblo Mío, quienes se flagelan con la misma desatención con la que actúan y la ignorancia voluntariosa con que se rebelan ante Mí.
Llegará el Instante en que sometidos a la Opresión del Impostor, carentes de todo cuanto necesitan, subyugados y sin libertad para emitir palabra; gemirán en gran llanto y crujirán los dientes de quienes deseen alejarse de donde ya no podrán. Hasta que Mis Legiones les salven, si así lo solicitan.
NO DESPRECIEN A MI MADRE, HIJOS MÍOS
Ella conduce a Mi Pueblo hacia la verdadera Libertad.
Luego de este Instante, de un Ascendente Dolor y de haber pasado por el Crisol, llegará la Liberación de Mi Pueblo y Mi Madre derrotará al Mal.
Pueblo Mío, ¡PREPÁRENSE!
Este Instante requiere que sean hombres y mujeres de Fe, de praxis, de una Fe inmovible, no sólo para sí mismos, sino para el servicio de los Míos. Necesitan de una Fe que les lleve a gustar de los Asuntos Divinos y NO de lo pasajero.
Sean criaturas de bien, NO descuiden lo que les lleva a caer con demasiada frecuencia: la lengua.
¡Ah, hijos, cómo dan muerte con la lengua, cómo condenan con la lengua!
¡NO! Eso NO es una obra de un hijo Mío. Comprendan que NO sólo de pan vive el hombre sino también de la palabra salida de la boca de ustedes.
La Palabra es bendición o condenación.
NO deseo obras muertas sino reales y verdaderas.
Quien se ocupa de causar daño a su hermano, quien NO descansa difamando a un hermano o calumniándole: “más le valdría que le ajustaran al cuello una piedra de molino y le arrojaran al mar, que escandalizar a uno de esos pequeños”. (Lc 17,2)
No atienden Mis Palabras, las toman a la ligera y por ello continúan en errores tan grandes que viven constantemente en la balanza que pesa las obras y actos del hombre.
Pueblo Mío, vivan dentro de mi Verdad. Ustedes no juzguen sino Amen, Reparen y Amen…
MI AMOR VENCE TODO DETENTE.
No sean como aquellos que Me dicen: “Señor, Señor” y destrozan a sus hermanos.
Ámense como Nuestra Trinidad les ama. Respétense unos a otros, NO sea que piensen actuar en el bien y al contrario sean piedras de tropiezo para sus hermanos.
NO sean motivo de contiendas, que esto es lo que el Demonio suscita en los hombres para invadir el pensamiento y oscurecer el corazón.
Viven instantes de confusión, Gran Confusión. No se dejen engañar.
Oren para que NO sean engañados.
Yo les llamo como Pastor de almas, Mi Rebaño se mantiene atento a Mis Llamados. Yo Soy Libertad y Paz.
Miren a lo alto. De lo alto se acerca la Purificación.
El Fuego se enciende en la Tierra y Mis hijos se duelen por ello.
Oren, hijos Míos, oren por Chile, continúa siendo estremecido.
Oren por Perú, llorará por efecto de la Naturaleza, se estremece.
Oren por Francia, Mis hijos no descansan, viven en la zozobra.
Oren por Indonesia, despierta el gran volcán, así mismo en Sicilia.
Oren por México, este Pueblo de Mi Madre que se rebela.
Minimiza la vida humana y arde en el vicio inmoral, es estremecido y doblegado por sus volcanes.
Pueblo Mío, mira a tu Madre resplandeciente, llamándote con prontitud a prepararte en espíritu y verdad. NO satisfaciéndose en lo mediocre, sino penetrando en lo que les lleve a despertar y crecer en el espíritu.
No es indebido el conocimiento, si este se encuentra en Mí…
No es indebido el conocimiento, si este es para crecer y no para decrecer…
Deben razonar para que distingan entre lo bueno y lo indebido.
NO es un Instante más, hijos.
ES EL INSTANTE DE LOS INSTANTES, EN EL QUE SE MUEVEN.
El Demonio derrama su Mal: la División, para que Mis hijos se ataquen unos a otros. Ustedes, amen a sus hermanos y deséenles el bien.
Pueblo Mío, Mi Madre NO les exige ser Sus hijos, sino les dona Su Amor a cada uno de ustedes. Por ello les convoca a mantenerse en Mi Presencia, no siendo espectadores, sino asumiendo cada uno la responsabilidad de salvar el alma y ser parte activa en la salvación del hermano.
Mi Madre NO se ha alejado de ustedes Sus hijos, por ello les acompaña y les devela la grandeza de Su Entrega, de Su Amor, de Su “Sí” y les convoca para que cada uno pronuncie ese “SÍ” a Nuestra Voluntad para que NO se nieguen la Salvación Eterna.
NO DESATIENDAN MIS LLAMADOS.
NO permito a Mi Pueblo caminar solo.
Les enviaré a mi Ángel de Paz para que les ampare y les alumbre el camino, ya que mi Amor y mi Luz en él, NO se apagarán.
Deben ser fieles a Mi Casa, apegados a Mi Verdad, a la Ley Divina, NO a la que los hombres hacen surgir en medio del Caos que penetra y ahonda en la Humanidad.
NO olviden que cada esfuerzo para vencer al Mal, es un acto de amor hacia Nuestra Trinidad y una señal de amor hacia Mi Madre.
MI MADRE ES MADRE DE CADA UNO DE USTEDES,
Ella les ama con Amor Infinito.
Les Bendigo. Su Jesús.
Comentario del instrumento
Hermanos (as):
Nuestro amado Señor Jesucristo nos impregna de ese Amor Divino hacia quien es Su Madre y nuestra. Es el Hombre Dios, Nuestro amadísimo Señor Jesucristo, quien no repara en Palabras y Reconocimientos para Su Madre y nuestra Madre.
Este instante en que festejamos a Nuestra Señora de Guadalupe, el Cielo mismo dice a toda la Humanidad: “Ella está aquí, es Madre de todos los hombres, escúchenla”.
Y con Amor de Hijo y fiel a Su Madre, Cristo nos llama a escuchar el Llamado de la Madre y ser, no solo servidores del Cielo, sino a la vez, que cada uno sea servidor de sus hermanos. Así es: “Si alguno quiere ser el primero, que se haga el último de todos y servidor de todos” (Mc. 9,35)
Y aunque esta aparición de nuestra Señora de Guadalupe sea anterior a otras de gran importancia, esta aparición resume, anticipándose a las posteriores, la Grandeza de nuestra Madre, a la que veneramos. Y la cantidad de hallazgos que la ciencia encuentra en ese Ayate, nos dice que es para este Instante, para este Pueblo de Dios.
No olvidemos que Nuestra Madre se mantiene esperándonos, vayamos y adentrémonos en ese Amor Materno que se nos ofrece y Cristo nos reafirma. Amén.
http://www.revelacionesmarianas.com/
Hijitos Míos, Mi Advocación de Guadalupe, es una Advocación Apocalíptica.
Estos son los momentos en los que se le vencerá a Satanás, Yo pisaré su cabeza y vosotros los que estéis Conmigo, Me ayudaréis a hacerlo Mis pequeños. Con vuestra donación, con un respeto grande a Nuestro Dios, con la vida espiritual en alto grado, a la que debéis llegar cada uno de vosotros.
SI, ciertamente la Maldad de Satanás, se ha soltado fuertemente en todo el mundo y en el Universo entero. Y estáis viendo ya a vuestro alrededor, su veneno. Estáis viendo toda la Maldad que se está dando entre vosotros, alrededor de vosotros y en vosotros mismos.
Ahora es cuando estáis viviendo realmente, los momentos apocalípticos anunciados en las Sagradas Escrituras, cuando la Maldad se iba a entronizar entre vosotros y en toda la humanidad.
Ciertamente NO podéis ver lo que sucede en el Universo entero, pero es similar a lo que estáis padeciendo vosotros aquí en la Tierra, Mis pequeños.
Veis maldad por todos lados y NO la podéis detener, las mismas autoridades y los gobiernos están protegiendo a la maldad que se está dando por todos lados. Ya no sabéis a quién acudir, porque las autoridades solamente protegerán a los más poderosos, a los que tengan más dinero, a los que tengan más poder político.
Si vosotros quisierais entender esto y pidierais el Discernimiento Santo, os daríais cuenta que vuestra única y real opción, es volver a Dios. Para que ése Poder grande, inmenso, infinito de Dios, vuestro Padre y Creador, es el que puede destruir la maldad que estáis viviendo.
Ya os explicó Él, el poderío de Satanás y lo estáis viviendo. Cómo ése poderío es muy superior a vosotros, NO lo podéis detener. Los mismos gobiernos perdieron ya el control y la Maldad está sobre ellos.
Solamente una Fuerza grande, inmensa, infinita, como la de Nuestro Dios, podrá terminar con ésta Maldad. Para eso a Mí Me ha mandado en éstos Tiempos. Soy la Mujer Vestida de Sol, con la Luna bajo Sus Pies, que aplastará la cabeza de Satanás.
Yo Soy la Mujer Prometida en el Génesis, para acabar con Satanás: para esclavizarlo, para encadenarlo, en el Apocalipsis.
Estoy aquí Mis pequeños, en la Tierra y en el Universo entero para ayudaros a pasar éste rato amargo.
Ciertamente es un momento de la Eternidad, que para vosotros durará un tiempo. Y éste tiempo será difícil, doloroso, amargo, pero por vuestra culpa. Porque Nuestro Padre y Nuestro Dios os dio todo lo necesario para vuestra santificación.
Para que NO tuvierais que pasar por éstos momentos tan dolorosos. Pero conociendo vuestra naturaleza humana caída, Él sabía que vosotros NO ibais a escoger la mejor parte, o sea la santidad, el crecimiento Divino que os vino a enseñar Mi Hijo Jesucristo.
Y escogisteis la parte fácil, pecaminosa de Satanás. Pero no medisteis consecuencias y ahora las estáis viviendo y sufriendo. Pero tenéis todavía la oportunidad de remediar todo el mal que cometisteis… Y sobre todo, la Traición que habéis cometido contra el Corazón Sacratísimo de Nuestro Dios.
Venid a Mí, sencillos, pequeños, arrodillados. Pero sobre todo, arrepentidos de corazón por todo el mal y el dolor, que Le causasteis a Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad.
Yo llevaré vuestras súplicas, vuestro llanto, vuestros dolores, a Nuestro Dios. A Mi Hijo Jesucristo. Y uniendo vuestros dolores, penas, agravios, pero sobre todo vuestro arrepentimiento humilde.
Todo esto será presentado a Nuestro Padre para alcanzar Misericordia para toda la humanidad y el Universo entero.
Para eso Estoy aquí en éstos momentos de la Historia, de vuestra historia, Mis pequeños.
Yo, la Siempre Virgen María de Guadalupe, ayudándoos. Ayudando a toda la Humanidad a regresar a Nuestro Dios.
No desaprovechéis éste gran regalo que Nuestro Dios, vuestro Dios os hace.
Si NO entendéis con Sabiduría, si NO entendéis con Discernimiento Santo; TODO lo que está pasando en vuestra vida y lo que puede suceder, si NO ponéis un freno a tanto pecado que cometéis, vuestro Dolor será todavía más grande.
Arrodillaos, Mis pequeños y sed humildes ante vuestro Dios, para que Él tenga Misericordia de vosotros. Y Detenga tanto Mal que Satanás ha llevado al hombre por vuestra misma culpa, por apartaros del Bien y del Amor.
Mi Hijo Jesucristo, os dio Vida en la Gracia con Su Muerte, os dio Vida en la Gracia con Su Resurrección, os dio Vida en la Gracia con los Sacramentos y las Enseñanzas que os ha dejado. la Iglesia es depositaria de todas éstas Verdades y éstos Tesoros.
Y a Mí, Mi Hijo Me pidió que las cuidara y cuidara de todos vosotros. Para que pudierais con ellas y con Nuestros cuidados amorosos, alcanzar la Vida eterna.
Muchos hermanos vuestros se han separado de éstas Verdades, de éste Tesoro inmenso que tenéis en la Iglesia.
Ciertamente Satanás se ha aprovechado de las almas buenas, de las almas ingenuas y las ha tratado de llevar hacia el Error, hacia la maldad. Pero éste es el tiempo YA Mis pequeños, de la gran Purificación.
En donde Yo vuestra Madre Santísima, estoy comandando los Ejércitos Celestiales para que Satanás NO se salga con la suya y Nos siga quitando almas.
Muchas de ellas buenas, que buscaban el bien, que buscaban un acercamiento profundo hacia las Verdades de la Fe y por el mal ejemplo de muchos ministros de Nuestra Iglesia, se apartaron de ella.
Sois Mis hijos, Mis pequeños. Estáis a Mi cuidado, porque así Me lo pidió Mi Hijo en la Cruz. Satanás Tiembla, porque sabe que en el momento en que Nuestro Padre Dios, dé la orden de ataque, él perderá.
Ciertamente su soberbia es grande, su Maldad inmensa, pero LE TIENE MIEDO A ESTA CREATURA…
A ésta Pequeñita Sierva del Señor que Soy Yo, vuestra Madre Santísima. Y esto os lo digo Mis pequeños, para que con humildad, os acerquéis a Mí…
Con confianza total acudáis a Mí vuestra Madre, para que os proteja en éstos Tiempos de Gran Tribulación… Y para que Yo pueda obtener para todos vosotros todas las Gracias, Bendiciones. Todo el Amor de Nuestro Dios, a través Mío.
Se Me ha dado ésa Gracia, por la Santísima Trinidad de Nuestro Dios… Y Yo, con gusto y con Amor de Madre os Protejo y os quiero guiar hacia la Verdad Absoluta, que solamente proviene de Nuestro Dios y Señor.
Es una Gracia muy grande que Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad Me ha concedido. Y Yo Soy también Sierva de todos vosotros, Mis pequeños. Os quiero servir a todos, ganando para vosotros vuestra Salvación Eterna.
Haceos pequeñitos, haceos humildes… veos como realmente sois, necesitados de una ayuda grande. Porque solos, NO podréis combatir la Maldad de Satanás.
Os repito que él ME TEME. Teme a Mi Humildad, teme a Mi donación absoluta, al Amor de los Amores que es la Santísima Trinidad de Nuestro Dios y él NO PUEDE HACER NADA CONTRA EL AMOR.
DejadMe pues Mis pequeños, que Yo os enseñe a amar, como Yo amo a Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad.
Y así, Satanás NO podrá hacer nada contra vosotros, porque aquella alma que está inmersa en el Amor de Nuestro Dios, queda protegida totalmente contra los ataques de Satanás. Su maldad choca, NO penetra vuestro corazón.
Llenaos pues Mis pequeños, del Amor de Nuestro Dios y dejadMe que Yo, vuestra Madre Santísima, os guíe hacia la plenitud de vuestro ser. Eso es lo que os vino a Enseñar Mi Hijo Jesucristo y Yo como Madre, como una Madre hace. guía a sus pequeños a un crecimiento absoluto.
Y así va a ser vuestro crecimiento Conmigo, Mis pequeños. En cuerpo y alma, porque seréis transfigurados por la Luz de Mi Esposo el Santo Espíritu de Amor y Yo os prepararé para ello, Mis pequeños.
Venid a Mí, venid a Mí confiados para que seáis transformados, con Mi ayuda, por Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor y así quedéis preparados para el Nuevo Mundo que vendrá sobre las almas escogidas de Nuestro Dios y Señor.
Gracias, Mis pequeños.
Que la Paz de vuestro Dios en Su Santísima Trinidad quede en cada uno de vosotros.
Yo os Bendigo en Nombre de Mi Padre, en Nombre de Mi Hijo, en Nombre de Mi Esposo, el Santo Espíritu de Dios y en Mi Nombre, María, la Sierva del Señor.
N154 RIQUEZA ENSANGRENTADA
La Sangre de los Mártires transforma y renueva la Iglesia, os mejora a vosotros.
JV) Me deja ver primero Nuestro Dios, una Cruz dorada, con un fondo rojo obscuro, entonces Me dice Papá Dios:
Acostúmbrense hijos Míos, a que en cada lugar a donde vosotros lleguéis, bendecid el lugar. Recordad Mis pequeños, que Satanás es el Príncipe de este Mundo y todo lo ha contaminado.
Cuando vosotros lleguéis a un lugar sea cual fuere, bendecidlo como Mi Hijo os enseñó: ‘Que la Paz esté en este hogar o que la Paz esté en este lugar’
Para que en ése momento, se entronice Mi Presencia Divina y de esta forma, al estar Yo ahí Presente, todo será renovado, todo será purificado y todo dará el fruto que vosotros buscáis.
Mi Presencia elimina la Presencia de Satanás. Vosotros llevaréis Mi Presencia a todos lados a donde vayáis. Y así, vosotros lo iréis transmitiendo a vuestros hermanos y se irá recuperando el Mundo para Mí.
Le habéis permitido a Satanás tomar a vuestro Mundo, porque os falta Oración, porque os falta regresarMe a Mí, lo que Me pertenece. Yo creé todo lo visible e invisible. Todo lo que está a vuestro alrededor Me pertenece y en vuestros deseos, vosotros Me iréis regresando lo que Me pertenece y le iré quitando a Satanás, lo que Me ha ido arrebatando, porque vosotros NO cuidasteis lo que os pedí que cuidarais, que es la Creación.
Recordad pues Mis pequeños, esto que es muy importante. Porque así Mi Hijo se lo enseñó a los apóstoles y a la gente de ese tiempo, que Mi Presencia esté en todos los lugares a donde vayáis.
De esta forma, así como lo vayáis vosotros enseñando y todos lo vayáis haciendo, se irá recuperando el Mundo para Mí. Mi Paz, Mi Amor, llegará a todos lugares y decidlo así, Mis pequeños: que la Paz yel Amor de Nuestro Dios esté en este lugar y en los que en este lugar habiten. Todos lo repetiréis y todo se irá renovando por ese deseo de amor hacia Mí.
El Cielo es vastísimo. Yo creé infinidad de almas, todos pertenecéis al Cielo, de ahí salisteis y ¡Cómo quisiera que todas regresarais después de vuestra misión sobre la Tierra! La Maldad de Satanás Me quita a muchas almas y eso Me duele muchísimo, Mis pequeños. Y prácticamente, NO Reparáis por ello.
Vosotros Mis pequeños, los que estáis Conmigo, podéis hacer mucho. Y especialmente en estos tiempos que estáis viviendo y los que han de venir en breve. Podéis regesarMe muchas almas al Cielo. Vuestra Oración, vuestra donación, vuestra unión Conmigo, pueden lograr Milagros, pero vosotros debéis poner de vuestra parte.
Poneos en Mi lugar, Mis pequeños. Imaginad que vosotros creasteis a todos los hombres, a todo lo que veis y no os digo lo que no veis, porque no tenéis un parámetro para saber qué es lo que está creado y que no conocéis. Pero simplemente con lo que veis, que es inmenso, que es infinito.
Como os dije, imaginad que vosotros creasteis todo con delicadeza, con amor, pensando en qué es lo ibais a hacer y pensando en la creación de cada cosa. Y de repente, viene el Enemigo y os empieza a quitar todo lo que vosotros creasteis con amor y con delicadeza. Las almas creadas os empiezan a dar la espalda, ya no quieren saber de vosotros, ya no quieren saber nada de su creador.
Imaginad vosotros que hasta os empiezan a Traicionar y entre ellos discuten, se convencen unos a otros de ya NO regresar Conmigo. Vosotros, tomando Mi lugar, sentiríais muy doloroso todo esto.
Cuando vosotros tenéis familia y esa familia responde, gozáis su unión. Pero cuando la familia se desperdiga y no quieren saber de vosotros, que fuisteis sus padres, os duele en lo más profundo de vuestro corazón… Y eso es lo que Me pasa, Mis pequeños. Yo como Dios, como Creador, os creé a cada uno de vosotros con cuidado, con delicadeza, con Amor y ¿Cuántos quedáis ante Mí?
¿Cuántos Me seguís? ¿Cuántos, realmente, buscáis el agradarMe y el seguirMe? Eso es lo que os está pasando actualmente. Y necesariamente, tendrá que venir una división. Los que están Conmigo y los que están en contra Mía. Y ciertamente en medio, los TIBIOS.
Pero los tibios como os he explicado antes, es gente mala, es gente convenenciera, es gente a la que no se le puede tener seguridad, credibilidad, porque os pueden traicionar fácilmente.
Mi Corazón está muy Adolorido, porque después de todo lo que he hecho por vosotros y aun enviando a Mi Hijo por vuestra salvación, NO QUERÉIS ESTAR Conmigo. Me traicionáis y los que estáis Conmigo, NO hacéis lo suficiente para Reparar y para traerMe alegría.
Sois muy descuidados, seguís queriendo todo para vosotros y NO hay nada para Mí, prácticamente. Si NO os lo estoy recordando continuamente, Me falláis continuamente, os olvidáis de Mí, NO Me buscáis. ¡Qué ingratitud del hombre! ¡Qué ingratitud de corazón! Por eso tengo ya, que purificar a esta generación malvada, traicionera, convenenciera.
Aceptad Mis pequeños, lo que os voy a mandar para purificaros. NO veáis todo esto como negativo, ya que muchos de vosotros, sois tibios y necesitáis crecer espiritualmente. Os pido busquéis vuestro crecimiento espiritual de la mejor forma. No presumáis de los dones que os he dado a cada uno de vosotros. Cada uno de vosotros Me serviréis. Unos más, otros menos, pero Me serviréis para este Cambio.
Orad, orad mucho y reparad por vuestros pecados y por los de vuestros hermanos. El Tiempo es breve, preparaos ya. Soy vuestro Padre y Creador de todo lo que existe. Todo Me pertenece. Pero así como a algunas cosas, vosotros les dais buen uso, hay otras a las que les dais mal uso.
La humanidad se ha venido peleando por los bienes de este Mundo, por sus riquezas, por lo que vosotros consideráis que vale. Se le ha dado un valor muy alto a ciertas cosas y que no lo tienen. Pero el hombre, busca tener de todo aquello que os puede hacer valer ante el Mundo y acumuláis riquezas que ante Mis Ojos, no lo son.
En las Sagradas Escrituras, podéis encontrar lo que se habla acerca de las riquezas y que todo es vano. Perdéis el tiempo inútilmente, os llenáis de lo que vosotros llamáis bienes. Pero que en la realidad os causan muchos problemas, a tal grado que hasta guerras se han producido por arrebatarse los bienes que buscáis.
¡A cuánto error os ha llevado Satanás! Y no tenéis ése Discernimiento Santo, que lo da precisamente la vida en la Gracia y en el estudio de las Sagradas Escrituras.
Vosotros os llenáis de esos valores del Mundo y hacéis a un lado los bienes, que realmente os regresarán al Reino de los Cielos.NO os imagináis Mis pequeños, cuántas almas regresan a Mí con las manos vacías. Dejaron sus bienes inútiles en la Tierra. Pero tarde se dan cuenta de que lo que acumularon, de nada les servirá para llegar ante Mí.
Los bienes que debéis buscar o que debisteis más bien haber buscado, son los del alma. Los valores del alma, las Virtudes, el amor que lo hicisteis a un lado, especialmente aquellos que buscaban afanosamente, las riquezas del Mundo. Hicisteis muchos negocios que os llenaron de bienes del Mundo.
Riquezas a las cuales les disteis mucho valor. Pero ante Mis Ojos, no valen nada y ésas riquezas del Mundo, en lugar de engrandeceros ante Mis Ojos, es el lastre que os va a llevar a vuestra condenación eterna.
¡Cuántas riquezas no están ensangrentadas!, Que con tal de tenerlas, matasteis. ¡Cuánto pecado hay tras de muchas riquezas que se acumulan! ¡Cuánto mal se hace con ellas!
Por eso os dije que os iba a ir quitando lo que vosotros consideráis vuestras riquezas y lo que os causa un apego al Mundo. Y que así como os iba a ir quitando las riquezas del Mundo, os iba a ir llenando de los bienes del Cielo.
Ya os dais cuenta y lo estáis padeciendo, que los bienes del Mundo ya no os alcanzan para vivir. Este es el momento en que debéis reflexionar todo lo que os he dicho y pedidMe que os vaya llenando de los bienes del Cielo. Porque también tenéis en las Sagradas Escrituras, que buscarais primero el Reino de Dios, Mi Reino y que lo demás se os daría por añadidura.
El hombre, erróneamente se dejó aconsejar con las Mentiras de Satanás, él os llevó a buscar añadidura y os vaciasteis de los bienes del Reino. No tenéis en vuestro corazón, las riquezas de Mi Reino y seréis llevados a Juicio, se pondrá en la balanza lo bueno y lo malo. ¿Cuánto podréis poner en el lado que os va a ayudar a ganar el Reino de los Cielos?
¿Qué hicisteis con vuestra alma? ¿Cómo pusisteis a trabajar los bienes espirituales, de los cuales os debisteis haber llenado? Cuando estéis ante esa Balanza, os daréis cuenta de vuestro error. Prácticamente NO tendréis nada qué poner, porque os dedicasteis a buscar los bienes del Mundo.
Satanás, astutamente os llevó a eso, a desviaros a los bienes del Mundo y NO os llenasteis de los bienes del Cielo. Tomasteis caminos errados, desviasteis vuestra misión y en lugar de buscar Mi Amor y Sus Riquezas, Satanás os llevó por el camino erróneo y os llenasteis de Lastre que NO os dejaba volar hacia Mí.
Tuvisteis muchas oportunidades de enmendar el camino, pero el vicio, la egolatría de querer ser grandes ante los ojos de vuestros hermanos, por tener mucho de las riquezas del Mundo, NO os permitió razonar debidamente. Pero ya ante Mi Presencia, ya no podréis enmendar vuestros errores.
Recapacitad, arrepentíos y venid a Mí. Un arrepentimiento de corazón, como el del buen ladrón, os puede ayudar a regresar a Mí. Pero si os mantenéis en vuestra soberbia, si seguís defendiendo vuestros bienes del Mundo, acabaréis en el Lugar del Castigo, por necios y porque no hubo Sabiduría en vuestras acciones y pensamientos.
Venid a Mí, recapacitad, orad, para que Mi Santo Espíritu os dé la Luz que NO quisisteis tomar a lo largo de vuestra existencia. No perdáis estas últimas oportunidades que se os dan, para salvar vuestra vida espiritual.
Así como a un diamante cuando está en bruto, NO se le nota su belleza sino hasta que se le corta, resalta el brillante que debe ser. Así os he ido a vosotros, transformando. Os he tomado y os he ido puliendo. No os habéis dado cuenta de ello en totalidad, pero os he ido llevando paso a paso a todos vosotros, los que estáis Conmigo.
Que desde años para acá, cambiasteis vuestra vida y Me escogisteis. Me habéis buscado, habéis aprendido, os he enseñado, habéis cambiado, habéis reflexionado y habéis encontrado el camino correcto.
Algunos, se han ido. Otros han venido, otros han regresado. Pero las almas que se mantienen, empiezan a brillar. He ido eliminando todas las asperezas, toda esa roca que NO permitía que saliera el brillo de vuestra alma. Toda esa roca externa significa todo lo que es del Mundo, todo aquello a donde Satanás os llevó y que obscurecía la belleza de vuestro interior, que es el brillante que pronto ha de salir de cada uno de vosotros.
Seréis como esa oruga que se hace crisálida y de ahí saldrá, un tiempo después, la mariposa y volará. Y así como el brillante transmite colores bellísimos, fulgores de colores, que brillan y llaman vuestra atención: la mariposa también está llena de colores, muy diferente a la oruga que entró al capullo.
Habéis sido transformados, Mis pequeños y ya va a ser el Tiempo en que se os quitarán las últimas capas de roca que cubre la belleza del diamante, para llegar a ser el brillante que gozaréis vosotros y gozarán vuestros hermanos… O también, ya será el tiempo en que saldréis del capullo, de la transformación de la crisálida y volaréis hacia Mí.
Os habéis dejado mover por Mí, habéis aprendido lo que es el Amor, os he ido cuidando y transformando, para que seáis los hijos que Yo quiero que viváis en las Nuevas Tierras que os daré.
Ciertamente, todavía Mi Santo Espíritu dará los últimos toques para eliminar lo más posible, aquello que os detiene en la Tierra y que NO os deja volar hacia Mí. Pero para ello, vosotros debéis retomar y ofrecerMe vuestro “Fiat”, en total libertad y en un amor inmenso por agradarMe.
Como veis Mis pequeños, Yo no presiono, todo ha sido paulatino, en total libertad. NO os presioné para que os juntarais a orar, os llevé con delicadeza, para que naciera de vosotros el gusto en la reunión para estar Conmigo. Dejasteis las pláticas del Mundo y empezasteis las pláticas de Dios. Sois Míos, fuisteis creados para servirMe. Pero para servirMe en el Amor, en total libertad y amándoMe tiernamente.
Habéis respondido a Mi Llamado y Yo os cuidaré, como a la niña de Mis Ojos. Me pertenecéis, porque Yo, ya habito en vuestro interior. Ya NO queréis salir al Mundo, porque el mismo Mundo os rechaza. Ya no buscáis el Mundo, porque os parece vacío y vano. Estando Conmigo os sentís satisfechos, alegres y estando en el Mundo, sufrís.
¿Os dais cuenta, ahora, cómo os transformé? Sois Míos y gozaréis de lo Mío, todo lo Mío, todo lo Creado. Todas las bellezas que aún ahora NO comprendéis, serán vuestras. Me agradeceréis y Yo, contento estaré con vuestra alegría y vuestros agradecimientos.
Venid a Mí Mis pequeños, compartidMe vuestra alegría, agradecedMe de corazón que el Tiempo de ese gusto que os prometo, ya llega. Os amo, Mis pequeños, recibid Mis Bendiciones y agradezco vuestro Amor.
Sabéis Mis pequeños, que de todo mal que en cierta forma Satanás provoca y que Yo permito que se dé, siempre de ahí, surge un bien.
Veis la mortandad de tantos hijos Míos, que están defendiendo sus creencias. TODA ESA SANGRE, UNIDA a la de Mi Hijo purificará a muchas almas, tanto de la Tierra, como del Purgatorio.
Todo se va renovando, todo se va mejorando. La Sangre de los Mártires transforma y renueva la Iglesia. Os mejora a vosotros, porque veis el ejemplo santo de vuestros hermanos.
Os he dicho que si sois llamados al Martirio, Mi Hijo tomará vuestro lugar, sufriréis lo mínimo, si confiáis en Mi Voluntad. Pero gozaréis lo máximo en el Reino de los Cielos, porque hay un lugar especial reservado para los mártires que defendieron Mi Palabra, Mi Amor con su donación.
Vuestra cruz de cada día, ciertamente es un martirio. Y cuando vosotros lleváis a cabo vuestra misión diaria, con amor y ofreciéndoMe todos vuestros actos, con la mayor perfección posible, eso es un martirio. Especialmente cuando Satanás os ataca para que NO llevéis a cabo vuestra misión lo más perfectamente posible.
Vuestra cruz de cada día es vuestro diario quehacer. Ciertamente algunas cosas gozaréis en hacerlas, pero otras cosas que se salen de lo que vosotros estáis acostumbrados a llevar a cabo, que os causan problemas, dolores, preocupaciones, aún enfermedades; también Me las debéis ofrecer, para vuestra purificación y para la de vuestros hermanos.
Así como os doy cruz, también os doy gustos, NO soportaríais vivir en pura cruz de dolor. Voy mediando vuestra vida, os conozco perfectamente y nunca os voy a dar más allá de lo que podáis soportar, lo sabéis muy bien. Pero lo que NO todos quieren, es la aceptación de la cruz y tratan de evitarla a toda costa, reniegan de ella y blasfeman contra Mí, por lo que está llegando a su vida.
Muchas veces, vosotros os causáis ésa cruz y la hacéis más pesada, porque NO hacéis las cosas correctamente. No os basáis en las Virtudes y en el Amor y hacéis muchas cosas en la maldad y en los vicios. Y eso, va haciendo que vuestra cruz se vuelva más pesada, porque NO estáis actuando correctamente.
Cuando un alma se deja llevar por Mi Voluntad, su cruz no se hace tan pesada. En lugar de cruz se vuelve alegría, porque esa alma ofrece todo lo que hace y que lo hace bien.
La Vida de Mi Hijo, fue Cruz por un lado y grandes alegrías por otro. Cuando Él llevaba alegría a vuestros hermanos, cuando les recobraba la salud, cuando le daba vida nuevamente, a los muertos. Cuando curaba NO solamente dolores físicos, sino también espirituales. También bromeaba, también reía y todo eso Me lo ofrecía.
Os he dicho que vosotros debéis vivir en la alegría, porque el Amor os lleva a eso. También tendréis dolor en el amor, porque nunca podréis separar el dolor del amor y eso, también Me lo ofreceréis. Alegrías y tristezas son parte de vuestra vida y todo lo quiero compartir con vosotros, Mis pequeños.
No Me ofrezcáis solamente dolores, porque vuestra vida no es solamente dolor. DadMe también lo bueno que he permitido en vuestra vida o lo que os doy para que gocéis y descanséis de las maldades que os rodean.
Un alma agradecida y sabia, Me dará todo esto. Busco estar con vosotros en todo momento, NO Me apartéis de vuestra vida. Quiero continuidad en vuestra vida, NO vengáis a Mí, solamente en algunos momentos y Me olvidéis en otros. Quiero desde lo más sencillo, hasta lo más complicado.
DadMe todo, como Yo os he dado totalmente a Mi Hijo. Sois Mis hijos y también os quiero en totalidad. DadMe ese gusto, el mismo gusto que Mi Hijo Me dio en Obediencia y en Amor por vuestra salvación. Daos por completo a Mí, para que salvéis muchas almas por la Obediencia que como Mi Hijo tuvo hacia Mí, al aceptar Su Misión por vuestra salvación.
Os he dicho que todo será renovado y lo que veis ahora, ya NO lo volveréis a ver. Cuando os he prometido un Nuevo Mundo, es para que vosotros gocéis de cosas que NI os imagináis.
Es tener una nueva casa, es tener un nuevo futuro, es olvidar toda la maldad. Es una nueva renovación espiritual y física. Es recuperar las capacidades de vuestros Primeros Padres, es vivir enamorados de Mi Amor, es vivir como una Verdadera Familia.
Cuando os dije que la Purificación se tenía que dar y que NO os fijaras tanto en ella, sino que pusierais toda vuestra atención y vuestros deseos en el Regalo que os iba a dar después, es esto Mis pequeños. Es vivir prácticamente como se vive en el Cielo, aquí en la Tierra.
Ahora vivís rodeados de esa maldad de satanás. Y en cierta forma, os habéis acostumbrado a ella. Vivís en los temores, vivís en las intrigas, vivís en la maldad total entre vuestros hermanos. Y todo eso será eliminado.
Difícilmente os podéis imaginar lo que es el bienestar espiritual que tendréis, porque ya estáis tan contaminados con el mal que diseminó Satanás, que NO podéis vosotros imaginar un mundo que no tenga maldad. Nacisteis en ella, habéis vivido en ella, os habéis aprovechado de ella… Y por eso debéis ser purificados, porque estáis contaminados por esa Maldad, porque os aprovechasteis de ella durante vuestra vida.
El Nuevo Mundo es vida en Virtud, es vida en Amor, es vida en Paz, es vida en crecimiento, en todos sentidos. Vuestras capacidades intelectuales crecerán grandemente. Descubriréis nuevas cosas que Mi Santo Espíritu os infundirá y que os servirán para tener una vida más agradable, más placentera y sobre todo, respetando Mi Creación.
Cuidaréis de ella y ella, os respetará y os cuidará también a vosotros. Os he dicho que toda la Creación está viva y podréis vivir y sentir toda esa vida a vuestro alrededor. Vuestra misma mente será transformada, porque NO estáis capacitados ahora, para apreciar todas las bellezas que os rodean.
Creéis haber avanzado mucho desde que vuestros Primeros Padres cayeron y que perdieron todo. Pero no habéis avanzado gran cosa Mis pequeños, Satanás ha ido deteniendo vuestra recuperación, de las capacidades de vuestros Primeros Padres.
Os he dicho que NO hay evolución del hombre, sino recuperación de las capacidades que tenían vuestros Primeros Padres. No habéis avanzado gran cosa para recuperar lo que ellos tenían. Yo cuando creo algo, lo creo en perfección. Y ellos fueron creados en perfección y vosotros ahora distáis mucho de ello, pero mucho, Mis pequeños. No hay comparación de lo que ellos poseían antes del Pecado Original a lo que ahora vosotros poseéis.
Por eso, os he dicho que lo que ahora tendréis será como un parto, dolerá el proceso, pero en el alumbramiento, que va a ser la entrada al Nuevo Mundo que os daré, os hará olvidar el dolor pasado. Bellezas inimaginables conoceréis. No os podéis imaginar lo que Yo, como Dios, puedo proveer al hombre. Simplemente, dejaos mover por Mí y gozad lo que os daré. No elucubréis, porque NO os imagináis Mis Grandezas.
Ved el cielo en la noche, simplemente observad las grandezas del firmamento. NO tenéis capacidades para entender cómo está creado y está ahí, ante vuestros ojos. Cómo NO entra nada en caos y en Mi Poder, está todo ante vosotros, en orden.
Y así será con vosotros en este Cambio, entraréis nuevamente al Orden constituido al Principio de la Creación. Ahora estáis en Caos, tendréis que pasar estos momentos, como os dije, como el parto y volverá todo después, como al Principio. Confiad y agradeced desde ahora Mis pequeños, lo que gozaréis.
Yo os Bendigo ahora y por siempre, en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo,
Salvador vuestro y en el del Espíritu de Amor y Vivificador. Mí Santa Hija, la Siempre Virgen Maria, os cuidará y os guiará para aplastar la cabeza de la serpiente del mal. Dejaos llevar por Sus Palabras de Amor y Salvación. Su ternura es excelsa. Hijitos Míos, ¡Cuánto os amo!
Os amo, Mis pequeños príncipes y os bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo Jesús y en el del Espíritu Creador y Consolador.
45.- EL CONTENDIENTE…
Primer Encuentro de Petronio con los cristianos…
La primera parte de las Catacumbas ha sido concluida. Para consagrarlas, en la capilla principal, Pedro ha oficiado la Primera Misa con dos motivos: la sepultura de Celina que ha sido la primera en ser depositada en este sacro lugar y la consagración de un gran número de obispos y sacerdotes.
Después de la solemne ceremonia, todos se dirigen a la Puerta del Cielo, donde el médico y evangelista Lucano se encarga de las cartas con los nombramientos y el envío de los nuevos prelados, a todos los puntos del imperio.
Para preparar a los obispos a la inminente Persecución que nadie sabe cómo, ni cuándo empezará; pero para la que hay que estar listos, Pedro les dice:
“Mi Señor Jesucristo dijo: “Las Puertas del Infierno no prevalecerán contra Ella.” Nosotros debemos ser prudentes y tomar todas las providencias necesarias para que la Iglesia sobreviva y que siempre estén listos los sucesores, conforme se vayan necesitando.
Siempre debe haber pastores que reúnan a las ovejas dispersas y heridas, por la furia huracanada de Satanás.
Pero Dios es fiel a sus promesas. Y aunque ríos de sangre corran, siempre habrá un alma consagrada que mantenga el altar de un corazón encendido, en el Verdadero Culto al Santísimo.
Porque el día que ya no pueda celebrarse el Sacrificio Perpetuo. ¡Ay del Mundo y de los hombres!
Recuerden todos que Dios NO nos abandonará, si nosotros no le abandonamos a ÉL. El secreto está en el Amor de Fusión y de Coparticipación.”
Y Pedro los bendice antes de retirarse a sus habitaciones para orar.
Gruesas lágrimas corren por sus mejillas, cuando eleva sus brazos implorando la ayuda divina, para cargar el peso de la Cruz.
Los cabellos blancos caen sobre el rostro del Pontífice, cuando de rodillas y con el rostro inclinado, ora con fervor por horas y horas. Cuando finalmente se levanta, sus mejillas siguen húmedas por el llanto; pero hay en su rostro la mirada serena y llena de esperanza, que da el haber recibido respuesta a sus plegarias y la fortaleza necesaria para cumplirla Gran Misión que pesa sobre sus hombros.
Su cara irradia majestad y dulzura.
Y piensa:
‘Si Dios está con nosotros. ¿Quién contra nosotros?’
Y sonríe. Una resolución llena de valor y de Fe… Es la sonrisa del capitán que toma con firmeza el timón de un barco, en medio de la borrasca; pero que sabe perfectamente hacia donde debe dirigirse. Sin dudas, ni vacilaciones.
La luz de un faro se abre paso en medio de la Oscuridad. Él sabe dónde está el puerto y también cómo llegar a él.
Pedro sale de su Oración revitalizado y con suave firmeza, sigue dirigiendo el destino de la Iglesia. Y girando las instrucciones necesarias de acuerdo a los sucesos, que se van presentando.
El Pastor debe trasmitir la confianza a las ovejas. Cristo, el Cordero y el Pastor, es el que está llevando a su Esposa Santa, hacia Él. Dios la va a recibir, revirginizada con el Martirio…
Jesús es el que dirige. La madre Santísima, la que protege.
El Adversario deberá volver a tragarse su derrota. Satanás será vencido, una vez más.
¿Cómo?
Los mártires se lo demostrarán…
Lo importante es caminar con el corazón henchido de Fe y de Amor, confiados totalmente en Dios y abandonados en su Voluntad, y la victoria está asegurada. Por lo único que se debe implorar es por la perseverancia y Dios se encarga de lo demás…
Pedro lo sabe y en eso está su seguridad.
Siente un inmenso dolor por haber perdido a Celina, ‘su perla romana’. Aunque tal vez esta primicia que ahora descansa en las Catacumbas, es el inicio de la masacre que sabe que viene del Palatino…
Pero Celina ya descansa en Dios. Jesús no permitió que su virgen fuese profanada.
Pedro sonríe en medio de su tristeza. Celina ya está en la Patria Celestial. Los que necesitan ayuda, son los peregrinos en esta Tierra…
Mientras tanto, en Anzio…
Una mañana después de un banquete, Nerón decidió dar el día libre a sus augustanos, para llevarse a Popea a un paseo en barco.
Petronio prefirió ir a su villa e invitó a algunos de sus amigos y a todo el séquito que lo acompañaba.
Se sentaron en la terraza, desde donde se puede admirar el mar. Mientras se deleitan con un refrigerio, aspiran el aroma de la brisa marina y oyen el rumor de las olas que rompen en la playa.
Decidió que era el momento de probar quienes eran los cristianos y conocer de cerca su fraudulenta verdad, pues aun resiente mucho en su corazón el cambio que alejó de sí, tan completamente a Marco Aurelio; al grado de convertirlo en un desconocido.
También quiso burlarse un poco de su fanatismo y buscar de donde asirse, para recuperar al sobrino que quiere como a un hijo.
Todos los dioses que conoce tienen fallas y quiere ver cuál es el punto débil de este Dios Desconocido que ha enajenado a Marco Aurelio; para partir de allí y disputarle su preponderancia.
Está plenamente convencido de que los fanatismos son nefastos y pueden arruinar la vida de cualquier hombre… Y por lo poco que ha averiguado, el cristianismo está lleno de superstición y eso le tiene muy preocupado…
Después de un buen rato de indagar con mucha astucia, haciendo preguntas a todos los invitados de Marco Aurelio y según las respuestas obtenidas, decidió debatir sus opiniones…
Petronio como siempre, hizo sus comentarios como en broma y en tono zumbón.
Y su conclusión fue:
– Ningún Dios en su sano juicio se haría un hombre mortal.
Entonces el obispo Ethan, replicó:
– ¿Cómo puedes negar tú sabio Petronio, que Cristo existió y se levantó de entre los muertos, si ni siquiera lo has comprobado? Nosotros somos testigos y predicamos a un Dios Vivo y Resucitado.
Pedro y Juan lo conocieron en vida. Pablo lo reconoció en el Camino a Damasco y Lucano el Médico, en Antioquia. Yo, cuando me convertí. Demuestra con tu sabiduría, que somos unos impostores y entonces podrás rechazar nuestro testimonio.
Petronio contestó:
– No tengo la menor intención de negar nada, porque sé que hay muchos casos incomprensibles, sostenidos y comprobados por gentes fidedignas. Pero una cosa es el descubrimiento de un nuevo Dios extranjero y otra muy diferente, la aceptación de su doctrina.
– Primero hay que conocer antes de rechazar. Eso es lo más lógico, ¿No crees?
– No tengo el menor deseo de adquirir ningún nuevo conocimiento que venga a trastornar la vida y a distorsionar su belleza. A mí no me importa si nuestros dioses existen o no. Son hermosos… Su imperio es amable y cómodo… Y vivimos sin afanes, disfrutando de los deleites de la vida. Yo no quiero cambiar eso.
Ethan replicó:
– Tú rechazas una Religión de Amor, de Justicia, de Perdón; atento solo a los deleites de la existencia. Más piensa Petronio, ¿Se halla en realidad tu vida exenta de ansiedades? Mira… Ni tú ni nadie entre los más ricos y poderosos, sabe si al entregarse al sueño por la noche, a la mañana siguiente al despertar, no le aguarda una sentencia de muerte. Y dime entonces ¿Qué es la felicidad de un día? ¿Qué os espera después de la muerte?
– Yo pienso que después de la tumba hay solo silencio. La vida es muy corta para desperdiciarla en filosofías improbables…
– Lo que te estoy proponiendo NO es sólo una filosofia improbable… Mi Señor está Vivo y puedo comprobártelo ahorita mismo…
Petronio se alarmó y exclamó:
– No me interesa conocer, ni comprobar nada… Estoy muy feliz como vivo y no voy a cambiar nada. Por más persuasivo que tú te comportes… Hay cosas que no acepto.
– El Mensaje de Salvación no se impone. Dios que te amó tanto para crearte, no te obliga a aceptarlo. Desea tu amor, no tu sometimiento.
– Qué bueno que lo comprendes. No me interesa conocer ninguna nueva religión… Yo solo admito lo que es tangible a mi experiencia. Y lo sobrenatural no es mi debilidad… Así que te agradeceré que no insistas…
– Te sientes alarmado de que mi Religión te haga perder tus goces. Tú estás satisfecho de tu suerte, porque eres opulento, poderoso y vives en la molicie.
Petronio respondió sin disimular su molestia:
– Veo que eres un hombre noble y de ilustre linaje. Y me sorprende que todo eso te haya dejado de importar…
– Alguna vez fui y pensé como tú. Aunque yo no fui cercano al círculo del César, conozco la fuerza que da el tener inmensas riquezas y nacer en una familia nobilísima y poderosa. Pero también conozco el vacío y el hastío de los placeres amargos y efímeros.
Por primera vez en su vida, Petronio se ha quedado sin palabras…
Ethan continuó:
– Tú también tienes un ilustre linaje. Y te sientes orgulloso de ser descendiente de nobles y antiguos quirites. De ser rico. De rodearte de cosas bellas y placenteras. Pero contéstame con la verdad: ¿Qué sientes al observar a tu alrededor, la atmósfera que te envuelve? ¡Cuánta abyección! ¡Cuánta infamia! ¡Qué indigno tráfico de dignidad y de fidelidad!… Y… ¿En qué, de lo que te rodea puedes confiar en realidad?
Petronio no está dispuesto a abrir su corazón a un desconocido que está viendo en lo más íntimo de su ser como si hubiese penetrado en él y su silencio se hizo más hermético todavía…
¡Pero lo más extraordinario es que parece que su indiscutible ingenio se hubiese apagado y esta es una sensación nueva para él!… ¡Y muy desagradable, por cierto!…
Ethan prosiguió implacable:
– Eres rico… ¿Y si mañana recibes la orden de renunciar a tus riquezas o te las confisca el capricho del emperador? Eres joven… Con la ruindad que conoces plenamente en los que te rodean, ¿Estás seguro que vivirás mañana?… Eres poderoso junto al César… ¿Estás seguro que su favor lo tendrás siempre? Amas… y la traición te asecha. Estás enamorado de tus mansiones y de tus posesiones; tus tesoros, tus estatuas y tus obras de arte… ¿Y qué harás si recibes una orden de destierro a la Isla Pandataria, como le sucedió a Octavia?
Petronio tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no delatarse en el profundo asombro que le invadió al ver sus más íntimos temores reflejados en las palabras del Obispo cristiano…
¡Y sintió miedo!… ¿Cómo sabe éste hombre cosas que él ni siquiera a si mismo se ha atrevido a reconocer en su interior?…
Ethan le mira de una forma… que le es imposible definir… Es como si NO FUERA UN HOMBRE IGUAL A ÉL, el que lo mirara… Irradia una extraña Presencia que ni siquiera es capaz de comprender y ya ni siquiera el deseo de desenmascararlo y burlarse un poco lo motiva…
Es una sensación pasmosa verse desnudado en su alma, sin poder replicar absolutamente nada…
El Obispo prosigue:
– Todo el mundo tiembla delante de vosotros y simultáneamente tembláis entre ustedes; unos con otros, porque de nada estáis seguros. Dices que nuestra religión destruye la vida. Y es al contrario, la engrandece. Porque nuestra Fe y nuestra confianza no están puestas en lo efímero y pasajero; en el espejismo de esta vida material.
Nosotros vivimos lo espiritual y esperamos lo eterno: una vida verdadera, llena de gozo y de amor. Sin traiciones, ni mentiras. Estoy seguro de que si te tomaras la molestia de conocer nuestra Doctrina, serías mucho más dichoso y te deleitarías con la verdadera sabiduría. Pues una inteligencia como la tuya sabe que cuando se conoce lo excelente, es imposible conformarse con menos. ¿O no es así?
Petronio sintió una sacudida en su interior y una extraña alarma. Por primera vez en su vida, decidió huir…
Y fingiendo que lo acomete un bostezo, dijo:
– Esto no es para mí. Yo prefiero mil veces, la compañía de una mujer tan hermosa como mi Aurora. Tu Dios NO me interesa. -y con un súbito arranque de sinceridad, agregó- Es más… No quiero luchar contigo en ese palenque.
Ethan sonrió…
Y con modales tan elegantes y distinguidos como los de Petronio tomó su copa, dio un sorbo a su vino…
Y mirándolo fijamente, dijo:
– Podemos invocarlo y Él vendrá. ¿Acaso tienes miedo de que yo te lo presente? Sabes que tengo razón…
– No soy un cobarde. Simplemente NO acepto lo que me dices…
– Ahora… Pero tú momento llegará…
Jamás en toda su vida, Petronio se había sentido tan vulnerable y tan angustiado…
Y para su buena fortuna, su amigo el poeta lo salvó….
Porque entonces Lucano inquirió:
– Puesto que ustedes viven bajo las leyes de Roma, deben amar a nuestro Príncipe.
El obispo Acacio, respondió:
– ¿Quién tiene más respeto y amor al emperador que los cristianos? Continuamente hacemos Oración por él. Para que alcance larga vida y gobierne con justo poder a los pueblos y goce de paz, durante su reinado.
También oramos por la salud de los soldados y por la conservación de todo el Orbe.
Petronio suspiró aliviado al ver que el debate cambió de protagonistas…
Plinio intervino:
– Te felicito. Pero para que el emperador conozca mejor tu homenaje, ofrécele un sacrificio en nuestra compañía.
Acacio respondió:
– Yo ruego a mi Dios Verdadero y Grande por la salud del emperador. Pero en cuanto al sacrificio, ni él nos lo puede exigir, ni nosotros ofrecérselo. ¿Quién se atrevería a hacer un sacrificio a un hombre?
Entonces Trhaseas preguntó:
– ¿A qué Dios le ofreces tu Oración, para que nosotros también le ofrezcamos sacrificios?
Acacio respondió mirándolo fijamente:
– Anhelo que conozcas lo que es de provecho. Y sobre todo, conozcas al verdadero Dios.
– Dime su Nombre.
– Padre Celestial: Yeové. Jesús y el Espíritu Santo.
– ¿Estos son nombres de dioses?
– Es la Santísima Trinidad. Ese es el Dios Verdadero y a Quién debemos temer.
– ¿Qué Dios es ese?
– Yeové. Adonaí el Altísimo. El que se sienta entre los Querubines y los Serafines.
– ¿Quiénes son esos?
– Son Ministros del Dios Altísimo y le asisten en su excelso Trono.
Plinio interviene con fastidio:
– Esta es una inútil disputa filosófica. Trhaseas no te dejes atrapar. Un Dios Invisible e intangible… ¡Bah! Más bien tú, -se dirige a Acacio- desdeña las cosas invisibles y reconoce a nuestros dioses que están delante de nuestros ojos. A ellos es a los que debes sacrificar.
Acacio replica:
– ¿Cuáles son los dioses a los que tú querrías que sacrifique?
Plinio contesta:
– A Apolo, nuestro salvador. Ahuyenta el hambre y la peste. El rige y conserva a todos.
– Ese Apolo. ¿Es el mismo al que ustedes tienen como intérprete del futuro? ¡Buen adivino resultó!… El infeliz corría loco de amor por Daphne, una muchachita, ignorando que iba a perder a su presa suspirada. Es evidente que no fue adivino, el que esto ignoraba. Ni dios, ya que se dejó burlar por una joven.
Y no fue ésta su única desgracia, ya que la suerte le deparó un golpe más cruel. Como estaba poseído por un torpe amor por los adolescentes, se prendó de la hermosura de Jacinto y se enamoró de él, como bien sabéis vosotros.
Pero ignorante del futuro, mató con un tiro de disco, a aquel a quién más deseaba que viviera. ¡Humm! Ese Apolo… ¿Es el mismo que fue jornalero de Neptuno y que guardó rebaños ajenos? ¿A ese quieres que yo sacrifique?
Ahora es Plinio el que tiene dificultades para contestar.
Y Acacio insiste:
– ¿O prefieres que sacrifique a Esculapio, que fue muerto por un rayo? ¿O a la adúltera Venus? ¿O a los demás Monstruos? ¿Habría de adorar a los que me avergüenzo de imitar? ¿A los que desprecio, a los que condeno, a los que aborrezco?
Si alguien quisiera ahora imitar sus ejemplos, no escaparía al severo castigo de las leyes romanas. ¿Cómo puede ser que adoren en los dioses, lo que castigarían en los hombres?
Plinio replica muy enojado:
– Al parecer, los cristianos vomitan mil injurias contra nuestros dioses.
Marcial interviene con tono conciliatorio:
– Para demostrar tu buena voluntad al emperador, vamos al Templo de Júpiter y Juno. Y celebremos juntos un grato banquete. Rindamos a las divinidades el culto que se les debe.
Acacio responde:
– ¿Cómo puedo sacrificar a alguien que como todos saben, está sepultado en Creta? ¿Acaso resucitó de entre los muertos?
– ¿Y acaso tu Dios sí resucitó?
– ¡Claro que sí! ¿Quieres conocerlo? ¡Te lo presento ahorita mismo!…
– ¡No desvaríes! Estamos hablando seriamente…
– No desvarío y estoy dispuesto a demostraros en este momento, el por qué mi Dios está Vivo!…
Plinio replica:
– A tu Dios, lo ejecutó Poncio Pilatos… ¡Estás diciendo disparates! Mejor respeta a los dioses y ofréceles una ofrenda de desagravio por todas las tonterías que estás afirmando.
– No son desvaríos. Es la Verdad y yo no ofrezco sacrificios a falsos ídolos.
Nadie responde y Plinio pregunta con severidad:
– Si hubiera una ley que te obligase a hacerlo y yo fuese el Procurador, ¿Qué harías?
– No puedes obligarme.
– Pero como Procurador tengo el Idus Gladius (Poder de vida y muerte) ¡O sacrificas o mueres!
– Tu amenaza se parece a la que dirigen los bandoleros de Dalmacia, maestros en el arte de robar. Se apostan en los desfiladeros y lugares escondidos. Están al asecho de los viandantes. Y apenas aparece un pobre viajero, lo conminan con este dilema: ‘¡O la bolsa o la vida!
Allí no admiten razones. La única razón es la fuerza que intimida. Tu ultimátum es similar, ya que quieres que yo cumpla una acción injusta o me amenazas con la muerte.
Plinio se toma muy en serio su supuesto papel de Procurador y replica más enojado todavía:
– Pero yo obedezco las leyes de Roma y hay un edicto que te obliga a obedecerme.
Acacio también contesta muy serio:
– Las leyes castigan al libertino, al adúltero, al ladrón, al corruptor sexual, al malhechor y al homicida. Si yo fuera reo de estos crímenes yo mismo me condenaría, sin aguardar tu sentencia. En cambio, si fuera condenado al suplicio por adorar al Dios Verdadero, no sería condenado por la ley, sino por la arbitrariedad del juez.
– Yo no te estoy juzgando. Pero como Procurador; si quiero, puedo obligarte. Si desprecias mi intimidación, puedes estar seguro del castigo.
– También a mí se me ha mandado no negar jamás a mi Dios. Si tú obedeces a un hombre frágil y de carne que muy pronto abandonará este mundo. Y como se sabe, será pasto de los gusanos. Con cuanta mayor razón yo debo obedecer a un Dios potentísimo, cuyo poder consolidó todo cuanto existe.
Él dijo: “Si alguno me niega delante de los hombres, Yo también lo negaré delante del Padre Celestial, cuando venga en mi Gloria y Poder, a juzgar a los vivos y a los muertos.”
Marcial interviene:
– Justamente lo que tanto deseaba saber, lo acabas de confesar ahorita: el error capital de tus creencias y la Ley de ustedes. Según dices: ¿Tiene Dios un Hijo?
Acacio contestó:
– Lo tiene.
– ¿Y quién es ese Hijo de Dios ?
– El Verbo de Gracia y de Verdad.
– ¿Es ese su Nombre?
– Su Nombre es Jesucristo.
– ¿Qué diosa lo concibió?
– Dios no engendró a su Hijo al modo humano, con una mujer. Sería absurdo que la Majestad Divina, pudiera tener contacto con una doncella. Dios formó a Adán con su mano derecha. Compuso con el barro los miembros de aquel primer hombre. Y después de haber completado toda la figura, le infundió el alma y el aliento de vida introduciéndole su Espíritu.
Pero el segundo Adán, el Hijo de Dios, el Verbo de la Verdad, procedió del Corazón de Dios. Por eso está escrito: ‘Mi Corazón produjo una Palabra Santa.’
– Luego Dios tiene cuerpo.
– ¡Claro que lo tiene! A nosotros nos creó a su Imagen y Semejanza. Nosotros veneramos su virtud y su Poder. Su Hijo tiene un Cuerpo Resucitado. Y con la sabiduría que es un don de Dios, aprendemos a conocerlo y a amarlo.
Plinio replica con desprecio:
– Solo eres un mago y maestro de este artificioso embuste.
Acacio contestó:
– Los cristianos, todo lo que tenemos lo recibimos de Dios y aborrecemos toda clase de arte mágica.
Plinio insistió:
– Ustedes son magos, porque han introducido no sé qué nueva modalidad religiosa.
– Nosotros despreciamos a esos dioses que ustedes fabrican y luego veneran. Sin duda si al artista le faltara el mármol o si el mármol se quedara sin artista, ustedes se quedarían sin dioses. En cambio nosotros adoramos a Aquel que nos creó a nosotros. Él nos formó como Señor. Nos amó como Padre. Y como buen defensor, nos libró de la muerte eterna…
Plinio escuchó y se quedó colérico y callado…
Séneca tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para no soltar una carcajada…
Plinio ya no supo que responder y se despidió alegando que tenía importantes negocios que atender.
Invitó a Petronio a acompañarlo y también invitó a Séneca…
Pero en aquel duelo verbal, Séneca se estuvo divirtiendo de lo lindo y no pudo disimular su absoluta satisfacción… Y rechazó cortésmente…
Trhaseas, Lucano y Marcial también prefirieron quedarse un poco más y finalmente, solo se fueron los dos.
Plinio furioso y Petronio muy pensativo, caminaron presurosos hacia la salida…
HERMANO EN CRISTO JESUS: