
369 EL MESÍAS
369 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
La ciudad de Quedes está situada en un monte, de una cadena de colinas,
que se orienta de norte a sur: con dos líneas paralelas,
que se estrechan y forman casi un esbozo de X.
En el punto más estrecho, se sitúa Quedes: extendida desde la cima a las laderas,
más bien poco inclinadas, dominando el valle fresco y verde.
Es una bella ciudad rodeada de muros, con casas bonitas y una imponente sinagoga;
como imponente también es la fuente, con sus muchas bocas que dejan caer agua
fresca y abundante en la pila de la cual salen unos canalillos destinados a alimentar otras fuentes,
Jesús entra en esta ciudad en día de mercado.
pero tiene todavía una costra oscura y un amplio hematoma en el dorso.
También Santiago de Alfeo tiene una pequeña costra, en la sien
y todo alrededor, tiene una amplia moradura.
Andrés y Santiago de Zebedeo menos heridos,
ya no muestran señales de la pasada aventura.
Y caminan ligero, mirando a los lados y hacia atrás, porque están escalonados,
delante, detrás y al lado de Jesús.
Andrés dice:
– ¡Pero ésta es una ciudad de refugio!
Pedro le responde:
– ¡Sí, vaya!
¡Precisamente ellos van a respetar el amparo y la santidad de un lugar!
¡Pero qué ingenuo eres, hermano!
Jesús va entre los dos Judas.
Delante de Él, en vanguardia, Santiago y Juan.
Y luego el otro Santiago con Felipe y Mateo.
Detrás de Él, Pedro, Andrés y Tomás.
Los últimos, Simón Zelote y Bartolomé
Todo va bien hasta la entrada en una bonita plaza;
la de la taza de la fuente y la sinagoga.
En la que se que se aglomera la gente que trata de negocios.
El mercado, está más abajo y en el suroeste de la ciudad,
donde desembocan la vía principal que viene del sur
y la otra por la que viene el grupo apostólico.
Jesús, que viene del oeste ambas confluyen en ángulo recto y se funden en una sola,
que penetra por la puerta de la ciudad hasta transformarse en una vasta plaza oblonga,
en la que hay asnos y esteras, vendedores, compradores, y el consabido jaleo…
Pero cuando llegan a esta plaza más bonita que es el corazón de la ciudad
cuando llegan a esta plaza, empiezan las dificultades.
Junto al portón amplio y bello adornado con esculturas y frisos de la rica sinagoga,
hay un grupo numeroso de fariseos y saduceos,
parecen un grupo de sabuesos rastreros y gruñidores, a la espera de saltarle encima
al acecho de la presa, cuyo olor han sentido ya en el viento…
grupo mezclado – como elemento excitante – con un grupito de rabíes
ya vistos en Yiscala, entre los cuales aquél llamado Uziel.
Y enseguida unos a otros se hacen señas indicando a Jesús y a los apóstoles.
Juan exclama asustado:
– ¡Vaya, Señor!
¡Están también aquí!
Volviéndose hacia atrás a hablar con Jesús.
Jesús dice:
– No temas.
Sigue adelante seguro.
De todas formas, los que no se sientan dispuestos a hacer frente a esos desdichados
que se retiren y se vayan a la posada.
Quiero por encima de todo hablar aquí, en esta antigua ciudad levítica y de refugio.
Protestan todos:
– Maestro, ¿Cómo puedes pensar que te vamos a dejar solo?
!Que nos maten a todos, si quieren!.
Nosotros compartiremos tu suerte.
Jesús pasa por delante del grupo enemigo.
Y va a colocarse contra la tapia de un jardín,
por encima de la cual llueven los cándidos pétalos de un peral en flor:
la tapia oscura y la nube cándida son marco y corona de Cristo,
que tiene enfrente a sus doce.
Jesús empieza a hablar.
Y su bonita voz entonada, llena la plaza y hace volverse a quienes están en ella.
Que dice:
– ¡Vosotros, aquí reunidos, venid a escuchar la Buena Nueva,
porque más útil que los negocios y las monedas,
es la conquista del Reino de los Cielos!
La plaza se llena de comentarios:
– ¡Oh, pero si ése es el Rabí galileo! – dice uno.
– Venid. Vamos a oír lo que dice.
Y otro
– Yo, en Bet Yinna, le vi hacer uno.
¡Y qué bien habla!
– No como esos gavilanes rapaces y esas serpientes astutas.
Pronto mucha gente circunda a Jesús.
Y Él prosigue para esta gente atenta:
– En el corazón de esta ciudad levítica no quiero recordar la Ley.
Sé que la tenéis presente en vuestros corazones como en pocas ciudades de Israel,
Y lo demuestra incluso el orden que en ella he encontrado,
la honestidad de que me han dado prueba los comerciantes a quienes he comprado
el alimento para mí y mi pequeño rebaño.
Y esta sinagoga, ornamentada como conviene al lugar donde se honra a Dios.
Mas, dentro de vosotros hay también un lugar donde se honra a Dios,
un lugar donde residen las aspiraciones más santas y resuenan las palabras más
dulcemente esperanzadoras de nuestra fe y las oraciones más ardientes
para que la esperanza se haga realidad: el alma:
éste es el lugar santo e individual, donde se habla de Dios y con Dios
en espera de que la Promesa se cumpla.
Pero la Promesa se ha cumplido ya. Israel tiene su Mesías.
Y Él os trae la palabra y la certeza de que el tiempo de la Gracia ha llegado,
de que la Redención está próxima, de que el Salvador está en medio de vosotros,
de que el invicto Reino de Dios comienza.
¡Cuántas veces habréis oído la lectura de Habacuc!
Y los más meditativos de vosotros habrán susurrado:
“Yo también puedo decir “¡Hasta cuándo, Señor, tendré que gritar sin que me prestes oídos?”
Desde hace siglos Israel gime así.
Mas ahora el Salvador ha venido.
El gran hurto, el perpetuo apuro, el desorden y la injusticia causado por Satanás,
están a punto de caer, porque el Enviado por Dios está para reintegrar al hombre
en lo que es su dignidad de hijo de Dios y coheredero del Reino de Dios.
Miremos la profecía de Habacuc con ojos nuevos,.
Y sentiremos que da testimonio de Mí,
que habla ya el lenguaje de la Buena Nueva que Yo traigo a los hijos de Israel.
Mas aquí soy Yo quien debe expresar un lamento:
“Se ha verificado el juicio, y, no obstante, la oposición triunfa”.
Y lo expreso con profundo dolor.
No tanto por mí, que estoy por encima del parecer humano,
cuanto por aquellos que, por ser adversarios, se condenan,
y por los que se extravían por causa de los adversarios.
¿Os asombra lo que digo?
Entre vosotros hay mercaderes de otros lugares de Israel.
Ellos os pueden decir que no miento.
No miento con una vida contraria a lo que enseño
o no haciendo lo que del Salvador se espera.
No miento cuando digo que la oposición humana se yergue contra el juicio de Dios,
que me ha enviado, y contra el juicio de las gentes humildes y sinceras,
que me han oído y juzgado rectamente en lo que soy.
Algunos de la multitud comentan:
– ¡Es verdad!
– ¡Es verdad!
– Nosotros, del pueblo, lo estimamos y sentimos que es santo.
Pero aquéllos (y señalan a los fariseos y compañeros) lo hostigan.
– En aras de esta oposición se lacera la Ley.
Y cada vez será más maltratada, hasta llegar incluso a abolirla,
con tal de cometer la suprema injusticia, la cual, no obstante, no durará mucho.
Bienaventurados los que en la breve y espantosa espera,
cuando parezca que la oposición haya triunfado contra Mí,
sepan seguir creyendo en Jesús de Nazaret, en el Hijo de Dios,
en el Hijo del hombre, anunciado por los profetas:
Yo podría cumplir el juicio de Dios con toda extensión, salvando a todos los hijos de
Israel.
Mas no podré hacerlo, porque el impío triunfará contra sí mismo,
contra la parte mejor de sí mismo.
Y de la misma forma que pisotea mis derechos y a mis fieles,
pisoteará los derechos de su espíritu, que tiene necesidad de Mí para ser salvado y
que es entregado a Satanás con tal de negármelo a Mí.
Los fariseos murmuran turbulentos.
Pero un anciano de majestuoso porte hace ya un rato que se ha acercado al lugar donde está Jesús
Y ahora, durante un momento de pausa del discurso, dice:
– Entra en la sinagoga, te lo ruego;
enseña en ella. Nadie tiene más derecho que Tú a hacerlo.
Soy Matías, el jefe de la sinagoga.
Ven, que la Palabra de Dios habite mi casa como mora en tu boca.
Jesús responde:
– Gracias, justo de Israel.
La paz sea siempre contigo.
Y Jesús, a través de la muchedumbre, que se abre como una ola para dejarlo pasar,
y luego se cierra formando estela y lo sigue,
cruza de nuevo la plaza y entra en la sinagoga,
pasando otra vez por delante de los fariseos gruñidores,
que entran también en la sinagoga, tratando de abrirse paso violentamente.
Pero la gente los mira con cara de pocos amigos,
y dice:
– ¿De dónde venís.
Id a vuestras sinagogas y esperad allí al Rabí.
Ésta es nuestra casa y entramos nosotros.
Y rabíes, saduceos y fariseos, tienen que soportar quedarse humildemente a la puerta
para no ser expulsados por los habitantes de Quedes.
Jesús está en su sitio.
Tiene cerca al arquisinagogo y a otros de la sinagoga,
. Reanuda su discurso:
– Habacuc dice – ¡y con qué amor os invita a observar! -:
“Extended vuestra mirada sobre las naciones, y observad, maravillaos, asombraos,
porque en vuestros días ha sucedido una cosa que nadie creerá cuando se la cuenten”.
También ahora tenemos enemigos materiales en Israel.
Pero dejad pasar este pequeño detalle de la profecía
y miremos solamente al gran vaticinio enteramente espiritual que contiene.
Porque las profecías, aunque parecen tener una referencia material,
su contenido es siempre espiritual.
La cosa, pues, que ha sucedido
y es tal, que nadie podrá aceptarla si no está convencido de la infinita bondad del verdadero Dios –
es que Él ha mandado a su Verbo para salvar y redimir al mundo.
Dios que se separa de Dios para salvar a la criatura culpable.
Pues bien, Yo he sido mandado a esto.
Y ninguna fuerza del mundo podrá detener mi ímpetu de. Triunfador sobre reyes
y tiranos, sobre pecados y necedades.
Venceré porque soy el Triunfador.
Una carcajada burlona y un grito se dejan oír desde el fondo de la sinagoga.
La gente protesta.
El jefe de la sinagoga, que está tan concentrado en escuchar a Jesús que tiene incluso
los ojos cerrados, se pone de pie e impone silencio,
amenazando con la expulsión a los perturbadores.
Jesús dice:
– No te opongas a ellos; es más, invítalos a que expongan sus divergencias .
Los fariseos dicen:
– ¡Bien! ¡Esto esta bien!
– Déjanos acercarnos a Ti, que queremos hacerte unas preguntas.
Gritan en tono irónico los objetores.
– Venid.
Dejadlos pasar, vosotros de Quedes.
Y la gente, con miradas hostiles y caras disgustadas.
Sin que falte uno que otro epíteto, los deja ir adelante.
Jesús en tono severo, pregunta:
– ¿Qué queréis saber?
– ¿Tú, entonces, dices que eres el Mesías?
¿Estás verdaderamente seguro de ello?
Jesús, con los brazos cruzados, mira con tal autoridad al que ha hablado,
que a éste se le cae de golpe la ironía y cierra la boca.
Pero otro toma la palabra en su lugar,
y dice:
– No puedes pretender que se te crea por tu palabra.
Cualquiera puede mentir, incluso con buena intención
Para creer se necesitan pruebas.
Danos, pues pruebas de que eres eso que dices ser.
Jesús dice secamente:
– Israel está lleno de mis pruebas.
Y varios fariseos dicen:
– ¡Ah! ¡Esas!…
– Pequeñas cosas que cualquier santo puede hacer
– ¡Han sido hechas y serán hechas en el futuro por los justos de Israel!
– ¡Y no se da por sentado que Tú las hagas por santidad y ayuda de Dios!
Se dice, y verdaderamente es muy verosímil, que cuentas con la ayuda de Satanás.
Queremos otras pruebas.
Superiores, cuales Satanás no pueda dar.
¡Sí, hombre, una victoria sobre la muerte!…
– Ya la habéis visto
– Eran apariencias de muerte
Muéstranos a uno ya descompuesto que se reanime y recomponga, por ejemplo,
para tener la seguridad de que Dios está contigo.
Dios: el único que puede dar de nuevo respiro al fango que ya se vuelve polvo.
– Nunca fue pedido esto a los Profetas para creer en ellos.
Un saduceo grita:
– ¡Tú eres más que un profeta.
¡Tú, al menos Tú lo dices, eres el Hijo de Dios!… ¡Ja! ja!
¿Por qué, entonces, no actúas como Dios?
¡Ánimo, pues! ¡Danos una señal! ¡Una señal!
– ¡Sí, eso!
Una señal del Cielo que diga que eres Hijo de Dios.
Entonces te adoraremos – grita un fariseo.
– ¡Sí! ¡Eso es, Simón!
No queremos caer de nuevo en el pecado de Aarón.
No adoramos al ídolo, al becerro de oro,
¡Pero podríamos adorar al Cordero de Dios! ¿No eres Tú?
Si es que el Cielo nos indica que lo eres – dice el que tiene por nombre Uriel, que estaba en Yiscala.
Y ríe sarcásticamente.
Interviene otro, a voces:
– Déjame hablar a mí, a Sadoq, el escriba de oro.
¡Óyeme, oh Cristo! Demasiados te han precedido, que no eran cristos.
Basta ya de engaños. Una señal de que lo eres.
Dios, si está contigo, no te lo puede negar.
Y nosotros creeremos en Ti y te ayudaremos.
Si no, ya sabes lo que te espera, según el Mandamiento de Dios.
Jesús alza la diestra herida y la muestra bien a su interlocutor.
Diciendo:
– ¿Ves esta señal?
La has hecho tú. Has indicado otra señal.
Te alegrarás cuando la veas abierta en la carne del Cordero.
¡Mírala! ¿La ves?
La verás también en el Cielo,
cuando te presentes a rendir cuentas de tu modo de vivir.
Porque Yo te he de juzgar.
Y estaré allí arriba con mi Cuerpo glorificado, con las señales de mi ministerio
y del vuestro, de mi amor y de vuestro odio.
Y tú también la verás, Uriel, y tú, Simón, y la verán Caifás y Anás.

16. Y = dicen a los montes = y las peñas: = «Caed sobre nosotros = y ocultadnos de la vista del que está sentado en el trono y de la cólera del Cordero.
Y otros muchos, en el último Día, día de IRA día tremendo.
Y por ello preferiréis estar en el Abismo, porque mi Señal abierta en la mano herida
os asaeteará más que los fuegos del Infierno.
Sadoc replica furioso:
– ¡Eso son palabras y blasfemias!
¿Tú en el Cielo con el cuerpo?
¡Blasfemo! ¿Tú juez en lugar de Dios?
¡Anatema seas! ¡Insultas al Pontífice!
Merecerías la lapidación – gritan en coro fariseos, saduceos y doctores.
El jefe de la sinagoga se pone de nuevo en pie, patriarcal, con su espléndida canicie
como un Moisés,
y grita:
– Quedes es ciudad de refugio y levítica.
Tened respeto…
– ¡Viejas historias! ¡Ya no cuentan!
Vosotros sois los pecadores, no Él, y yo lo defiendo.
No dice nada malo. Explica los Profetas.
Nos trae la Promesa Buena. Y vosotros lo interrumpís, lo tentáis, lo ofendéis.
No lo permito.
Él está bajo la protección del viejo Matías, de la estirpe de Leví por parte de padre y
de Aarón por parte de madre.
Salid y dejad que ilumine con su doctrina mi vejez y la madurez de mis hijos.
Y mientras, tiene su anciana, rugosa mano puesta en el antebrazo de Jesús, como defendiendo.
Los enemigos de Jesús gritan:
– ¡Que nos dé una señal verdadera y nos iremos convencidos!
– No te inquietes, Matías. Hablo Yo
Dice Jesús calmando al arquisinagogo.
Y, dirigiéndose a los fariseos, saduceos y doctores, agrega:
– Al atardecer examináis el cielo…
Y si, en llegando el ocaso, está rojizo, sentenciáis en virtud de un viejo proverbio:
“Mañana hará buen tiempo, porque el ocaso pone rojo el cielo”.
Lo mismo al alba, cuando en el aire pesado de niebla y vaho, el sol no se anuncia
áureo, sino que parece esparcir sangre por el firmamento, decís:
“No pasará este día sin que haya tormenta”.
Sabéis, pues, leer el futuro del día a partir de los signos inestables del cielo
y de los aún más volubles de los vientos.
¿Y no alcanzáis a distinguir los signos de los tiempos?
Esto no honra ni vuestra mente ni vuestra ciencia,
y completamente deshonra vuestro espíritu y vuestra presunta sabiduría.
Sois de una generación malvada y adúltera, nacida en Israel de la unión de quien
fornicó con el Mal.
Vosotros sois sus herederos, y aumentáis vuestra maldad y vuestro adulterio
repitiendo el pecado de los padres de este desmán.
Pues bien, sabedlo, tú, Matías, vosotros, habitantes de Quedes,
y todos los presentes, fieles o enemigos:
Esta es la profecía que digo, profecía mía,
en vez de la que quería explicar de Habacuc: a esta generación malvada y adúltera,
que pide una señal, no le será dada sino la de Jonás…
Vamos.
La paz sea con los buenos de voluntad.
Y, por una puerta lateral, que da a una calle silenciosa situada entre huertos y casas,
se aleja con sus apóstoles.
Pero los de Quedes no se dan por vencidos.
Algunos lo siguen.
Y al ver que ha entrado en una pequeña posada de los arrabales orientales del
pueblo, lo comunican al arquisinagogo y a los conciudadanos;
de forma que no ha terminado de comer todavía Jesús
y ya el patio soleado de la posada está abarrotado de gente,
y el anciano arquisinagogo de Quedes se asoma a la puerta de la habitación donde
está Jesús y se inclina implorando:
– Maestro, en nosotros ha quedado todavía el deseo de tu palabra.
¡Era tan hermosa, explicada por ti la profecía de Habacuc!
¿Porque haya quien te odia,
deberán quedarse sin conocerte los que te aman y creen en tu verdad?
– No, padre.
No sería justicia castigar a los buenos por causa de los malos.
Oíd entonces…
Y Jesús deja de comer para asomarse a la puerta
y hablar a los que están aglomerados en el patio
– En las palabras de vuestro arquisinagogo se oye un eco de las de Habacuc.
Él, en nombre propio y vuestro, confiesa y profesa que Yo soy la Verdad.
Habacuc confiesa y profesa:
“Desde el principio Tú eres, y estás con nosotros y no moriremos”.
Y así será. No perecerá quien cree en Mí.
Me pinta el Profeta como Aquel que ha sido establecido por Dios para juzgar,
como Aquel al que Dios ha hecho fuerte para castigar,
como Aquel cuyos ojos son demasiado puros como para ver el mal.
Y que no podrá soportar la iniquidad.
Pero, si bien es verdad que el pecado me repugna,
podéis ver que abro los brazos a los que están arrepentidos de su pecar,
porque soy el Salvador.
Por esto vuelvo la mirada también hacia el culpable e invito al impío a arrepentirse…
¡Oh, vosotros de Quedes, ciudad levítica,
ciudad santificada por el edicto de la caridad
para el culpable de un delito – y todo hombre tiene delitos hacia Dios,
hacia su alma, hacia su prójimo -, venid, pues, a Mí, Refugio de los pecadores!
Aquí, en mi amor, ni siquiera el anatema de Dios podría alcanzaros
porque mi mirada suplicante en favor de vosotros transforma el anatema de Dios
en bendición de perdón.
Escribid en vuestros corazones esta promesa,
como Habacuc escribió su profecía cierta en el rollo.
Allí se lee: “Si tarda, esperadlo, porque quien ha de venir vendrá sin tardanza”.
Pues bien, Aquel que había de venir ha venido: soy Yo.
“El incrédulo no tiene en sí un alma justa” dice el Profeta,
y su palabra condena a los que me han tentado e insultado.
No los condeno Yo.
Los condena el Profeta que me vio anticipadamente y en mí creyó.
El, de la misma forma que me describe a mí, al Triunfador,
describe al hombre soberbio, diciendo que no tiene honor,
porque ha abierto su alma a la avidez y a la insaciabilidad,
como ávido e insaciable es el infierno.
Y amenaza:
“¡Ay de aquel que acumula cosas que no son suyas y se echa encima denso fango!”.
Las malas acciones contra el Hijo del hombre son este fango;
querer despojarle a Él de su santidad
para que no haga sombra a la propia es avidez.
“¡Ay de aquel – dice el Profeta –
que reúne en su casa los frutos de su perversa avaricia,
para colocar alto su nido, creyendo salvarse de las garras del mal!”
Es deshonrarse y matar la propia alma.
“¡Ay de aquel que edifica una ciudad sobre la sangre y apresta castillos sobre la injusticia!”.
En verdad, demasiados en Israel consolidan sus ávidas fortalezas
amasando con sus lágrimas y su sangre,
y esperan hasta el final para obtener la más dura mezcla.
¿Pero, qué puede una fortaleza contra los dardos de Dios;
qué, un puñado de hombres
contra la justicia de todo el mundo, que gritará de horror por el sin par delito?
¡Qué bien lo expresa Habacuc!:
“¿Para qué sirve la estatua?”.
Estatua idolátrica ha venido a ser la falsa santidad de Israel
Sólo el Señor mora en su Templo santo, sólo ante Él se inclinará la tierra adoradora
y temblará atemorizada, mientras la señal prometida será dada, más de una vez,
y el Templo verdadero en que Dios descansa subirá, glorioso, a decir en los Cielos:
“¡Ha quedado cumplido!”, de la misma forma que, con lágrimas,
lo habrá manifestado a la tierra para limpiarla con su anuncio.
“¡Fiat!” dijo el Altísimo, y el mundo empezó a ser; “fiat” dirá el Redentor, y
Yo procuraré al mundo con qué ser redimido.
Los redimidos serán aquellos que tengan la voluntad de serlo.
“Ahora alzaos. Vamos a decir la oración del Profeta…
¡Qué apropiado es pronunciarla en este tiempo de gracia!:
“He oído, Señor, tu anuncio, y he exultado.”
Ya no es tiempo de miedo, vosotros que creéis en el Mesías.
“Señor, tu obra está en medio de los años,
hazla vivir a pesar de las insidias de los enemigos.
En medio de los años la darás a conocer”
Sí, cuando la edad sea perfecta, la obra quedará cumplida.
“Y en el enojo resplandecerá la misericordia”,
porque el enojo será sólo para aquellos que hayan echado redes y lazos.
Y lanzado flechas al Cordero Salvador.
“Dios viene de la Luz al mundo.”
Yo soy la Luz que viene a traeros a Dios.
Mi esplendor inundará la tierra brotando a raudales “donde los afilados cuernos”
hayan desgarrado las Carnes de la Victima, última victoria “de la Muerte y de Satanás,
que huirán, derrotados, ante el Viviente y el Santo”.
¡Gloria al Señor! ¡Gloria al Hacedor! ¡Gloria al Dador del Sol y de los astros!
¡Al Artífice de los montes! ¡Al Creador de los mares!
¡Gloria, infinita gloria al Bueno que quiso a Cristo para salvación de su pueblo,
para redención del hombre!
Uníos, cantad conmigo, porque la Misericordia ha venido al mundo
y se acerca el tiempo de la Paz
Aquel que tiende hacia vosotros sus manos os exhorta a creer en el Señor y a vivir en
Él, porque se acerca el tiempo en que Israel será juzgado con verdad.
Paz a vosotros, aquí presentes, a vuestras familias, a vuestras casas.
Jesús traza un amplio gesto de bendición y hace ademán de retirarse.
Pero el jefe de la sinagoga suplica:
– Quédate más tiempo.
– No puedo, padre.
– Al menos, envíanos aquí a tus discípulos.
– Los tendréis, sin duda. Adiós.
Ve en paz.
Se quedan solos…
Pedro dice:
– Yo quisiera saber quién nos los ha enredado entre las piernas.
Parecen nigromantes…
Judas de Keriot se adelanta, pálido;
se arrodilla a los pies de Jesús:
– Maestro, yo soy el culpable.
He hablado en aquel pueblo… con uno de ellos, que me hospedaba…
– ¿Cómo?
¡Vaya, vaya, conque penitencia ¿Eh?
Tú eres…
Jesús interviene cortante:
– ¡Silencio, Simón de Jonás!
Tu hermano, sinceramente, se está excusando.
Hónralo por esta humillación suya.
No te angusties, Judas.
Te perdono.
Tú sabes que Yo perdono.
Sé prudente otra vez…
Y ahora vamos.
Caminaremos mientras dure la luna.
Tenemos que cruzar el río antes del amanecer.
Vamos.
Aquí detrás empieza el bosque.
Perderán nuestras huellas tanto los buenos como los malos.
Mañana estaremos en el camino de Panea
367 PRESAGIO DE ODIO
367 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Y lo toma entre sus brazos y llora silenciosas lágrimas encima de la cabeza morena de Judas.
Los demás, que están algunos metros más atrás,
se han detenido prudentemente y ahora comentan:
– ¿Veis?
Quizás Judas tiene verdaderamente algún pesar.
– Y esta mañana se ha abierto con el Maestro.
– ¡Qué tonto!
Yo lo hubiera hecho inmediatamente.
– Serán cosas penosas.
– ¡Seguro que no es por mala conducta de su madre!
¡Es una santa mujer!
– Quizás intereses que van mal…
– ¡No, hombre, no!
¡Él gasta y da, según le parece, con generosidad!
-¡ Bueno!
¡Asuntos suyos!
Lo importante es que esté concorde con el Maestro, y parece que es así.
Ya llevan mucho tiempo hablando y en paz.
Ahora están abrazados…
Muy bien.
– Sí, porque es una persona con capacidad y que conoce a mucha gente.
Es buena cosa que esté en armonía y con buena voluntad con nosotros,
y especialmente con el Maestro.
– Jesús dijo en Hebrón que las tumbas de los justos son lugares de milagros,.
O más o menos…
En estos lugares hay muchas tumbas de justos.
Quizás las de Meirón han hecho un milagro respecto a la turbación de Judas.
– ¡Entonces terminará de hacerse santo ahora ante la tumba de Hil.lel!
¿Aquello no es Yiscala?
– Sí, Bartolomé.
– Pues el año pasado no pasamos por aquí…
– ¡Hombre, claro; como que vinimos por la otra parte!
Jesús se vuelve y los llama.
Se acercan alegres.
Jesús dice:
– Venid.
La ciudad está cerca.
Tenemos que cruzarla para encontrar la tumba de Hil.lel.
Hagámoslo en grupo.
Sin explicar nada más,
mientras los once miran curiosos con el rabillo del ojo tanto a Él como a Judas.
Pero si éste último muestra un rostro pacificado, aunque mustio,
Jesús no lo tiene radiante:
su expresión es solemne, pero seria.
Entran en Yiscala, que es vasta y bonita.
Y está bien cuidada.
Debe haber en ella un floreciente centro rabínico, porque hay muchos doctores
reunidos acá o allá, con alumnos a su lado escuchando sus lecciones.
Es muy notorio el paso de los apóstoles, y especialmente, del Maestro.
Y muchos se ponen detrás del grupo.
Alguno sonríe maliciosamente, otros llaman a Judas de Keriot;
Pero él va al lado del Maestro y ni siquiera se vuelve.
Salen de la ciudad.
Y se dirigen a la tumba de Hil.lel,
en medio de una oléada de comentarios:
– ¡Qué descaro!
– ¡Es imprudente.
– Nos provoca.
– ¡Profanador!
– ¡Díselo, Uziel!
– Yo no me contamino.
– Díselo tú, Saúl, que eres sólo alumno.
– No.
Se lo decimos a Judas.
Ve a llamarlo.
El joven llamado Saúl, menudo, pálido, todo ojos y boca, va a donde Judas,
y le dice:
– Ven. Te llaman los rabíes.
Judas se niega diciendo:
– No voy.
Me quedo donde estoy. Dejadme.
El joven vuelve y refiere esto a sus jefes.
Entretanto, Jesús, circundado por los suyos,
ora con veneración ante el sepulcro de Hil.lel, bien cándido de cal.
Los rabíes se acercan despacio, como serpientes silenciosas.
Y observan.
Dos de ellos, barbudos, ancianos, tiran de la túnica de Judas,
el cual, al ponerse a hacer oración ha quedado desprotegido ,
de las parejas de los otros compañeros.
Con resentimiento,
en voz baja pregunta:
– Pero bueno, ¿Qué queréis?
¿Ni siquiera orar se puede?
– Sólo una palabra.
Luego te dejamos en paz.
Simón Zelote y Judas Tadeo se vuelven….
Y se callan los cuchicheadores.
Judas se separa dos o tres pasos
y pregunta:
– ¿Qué queréis?
El más viejo le susurra al oído.
La reacción de Judas, es impulsiva:
pues sin mediar reflexión alguna, se separa de repente,
y dice:
– No.
Dejadme en paz, ánimas de veneno.
No os conozco, no quiero seguiros conociendo.
Una carcajada de burla sale del grupito rabínico,
junto con una amenaza:
– ¡Atento a lo que haces, muchacho estúpido!
¡Fuera! Id a decírselo también a los demás.
A todos los demás. ¿Habéis entendido?
Hablad con quien queráis, pero no conmigo, demonios, que es lo que sois.
Y los deja plantados.
Ha hablado tan fuerte que los apóstoles, atónitos, se han vuelto;
Jesús, no.
Ni siquiera por la carcajada burlona y la promesa:
– « ¡Nos volveremos a ver, Judas de Simón!»
Que resuena vibrante en el silencio del lugar.
Judas vuelve a su sitio;
es más, aparta a Andrés, que se había puesto al lado de Jesús.
Y casi como para buscar defensa y protección,
toma con sus manos un extremo del manto de Jesús.
La ira de los religiosos entonces, arremete contra Jesús.
Se aproximan, amenazadores,
y gritan:
– ¿Qué haces aquí, anatema de Israel?
– ¡Fuera!
– No turbes los huesos del Justo al que no eres digno de acercarte.
– Se lo diremos a Gamaliel para que seas castigado.
Jesús se vuelve y los mira, uno por uno.
– ¿Por qué nos miras así, endemoniado?
Jesús responde:
– Para conocer bien vuestras caras y vuestros corazones.
Porque no sólo mi apóstol os volverá a ver.
Yo también.
Y entonces querré haberos conocido bien, para poderos reconocer enseguida.
– Bien, ¿Ya nos has visto?
– Márchate de aquí.
– Gamaliel, si estuviera, no lo permitiría.
– El año pasado he estado con él aquí…
– ¡No es verdad, embustero!
– Preguntádselo.
Como es una persona honesta, os dirá que es verdad.
Y respeto y honro a Gamaliel.
Son dos hombres en los cuales, por su justicia y sabiduría,
se pone de manifiesto el origen del hombre,
recordando que el hombre ha sido hecho a semejanza de Dios.
– ¿En nosotros no, eh? – interrumpen los energúmenos.
– En vosotros está entenebrecido por los intereses y el odio.
– ¿Pero lo estáis oyendo?
– ¡En casa ajena así habla y ofende!
– ¡Fuera!
– ¡Fuera de aquí, corruptor de los mejores de Israel!
Si no, echamos mano a las piedras.
Que aquí no está Roma para protegerte,
amigo de contubernios con el enemigo pagano…
– ¿Por qué me odiáis?
¿Qué mal os he hecho?
Algunos de vosotros han recibido beneficios de mí; todos, respeto.
¿Por qué, pues, sois crueles conmigo?
Jesús se muestra humilde, manso, afligido y amoroso.
Les suplica su amor.
Ellos toman esto como signo de debilidad y miedo,
Y acosan:
la primera piedra vuela, y roza a Santiago de Zebedeo.
Éste, rápido, hace el gesto de reaccionar lanzándola a los agresores.
Mientras, todos se apiñan en torno a Jesús.
Pero son doce contra aproximadamente un centenar.
Otra piedra le da a Jesús en la mano,
que está ordenando a los suyos que no reaccionen.
La mano, herida en el dorso, sangra: parece ya la herida del clavo…
Entonces Jesús ya no ora.
Se yergue, imponente; los mira, los fulmina con sus miradas.
Pero otra piedra hace sangrar a Santiago de Alfeo en la sien.
Jesús debe paralizar cualquier otro acto con su poder,
para defender a sus apóstoles,
los cuales, obedientes, sufren la apedreada sin reaccionar.
Y cuando la voluntad de Jesús domina a los viles,
Él manifestando una majestad terrible,
con voz de trueno, dice:
– Me voy.
Pero sabed que, por lo que hacéis, Hil.lel os habría maldecido.
Me voy.
Pero recordad que ni siquiera el mar Rojo detuvo a los israelitas
en el camino que Dios les había señalado.
Todo se allanó y quedó abierto el camino ante la Voluntad de Dios que pasaba.
Y lo mismo para Mí.
De la misma forma que ni egipcios ni filisteos ni amorreos ni cananeos
ni ningún otro pueblo detuvieron la marcha triunfal de Israel,
ni así vosotros, que sois peores que ellos,
tampoco detendréis mi camino ni mi misión: Israel.
Recordad que fue cantado al pozo del agua por Dios dada:
“Mana, pozo, pozo cavado por los príncipes, preparado por los jefes del pueblo,
con el dador de la Ley, con los propios bastones”.
¡Yo soy aquel Pozo! ¡Aquel Pozo soy Yo!
Cavado desde los Cielos por todas las oraciones y la justicia de los verdaderos
príncipes y jefes del Pueblo santo, que no sois vosotros.
Por vosotros jamás el Mesías habría venido, porque no os lo merecéis.
Porque su venida es vuestra ruina.
Porque el Altísimo conoce todos los pensamientos de los hombre.
Y los conoce desde siempre, desde antes de que existiera Caín, del cual procedéis,
Y Abel, al que asemejo; desde antes de Noé, figura mía;
antes que Moisés, que fue el primero en usar mi símbolo;
desde antes de que existiera Balaam, que profetizó la Estrella.
E Isaías, y todos los profetas.
Y conoce los vuestros, Dios, y le horrorizan.
Siempre le han horrorizado,
de la misma forma que siempre ha exultado por los justos por quienes justo era
enviarme. y que verdaderamente, ¡Oh, sí, verdaderamente!
me han aspirado desde las profundidades de los Cielos
para portar el Agua viva para la sed de los hombres.
Yo soy la Fuente de Vida eterna. Pero vosotros no queréis beber.
Y moriréis.
Y pasa lentamente por entre los paralizados rabíes y alumnos.
Y sigue su camino, lento, solemne, en un silencio atónito
316 EL FALSO CRISTIANISMO
316 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Sigue nublado en un lúgubre día que presagia más lluvia sobre toda la comarca del lago Merón.
Fango y nubes.
Silencio y calígine.
El horizonte desaparece entre las brumas.
La cadena del Hermón está sepultada bajo la espesa capa de nubes bajas.
Pero desde este lugar – una llanura alta, situada cerca del pequeño lago;
todo oscuro y amarillento por el fango de mil riachuelos crecidos…
Y el cielo de Noviembre lleno de nubes.
Se aprecia perfectamente este pequeño lago alimentado por el Alto Jordán;
que de él sale luego para ir a alimentar al otro lago; más grande, de Genesaret.
Cae la tarde, cada vez más triste y amenazadora de lluvia…
Cuando Jesús toma el camino que corta el Jordán después del lago de Merón.
Entra luego por una vereda abierta entre los campos, que apenas han recibido la simiente,
Porque la tierra está todavía mullida y oscura como cuando ha sido sembrada recientemente.
Encuentra a dos niños y su rostro se ilumina con una sonrisa…
Se detiene a acariciarlos…
Son un niño de no más de cuatro años y una niña que tendrá unos ocho.
Deben ser niños muy pobres a juzgar por sus míseros vestiditos descoloridos y rotos.
Y su carita triste y flaca.
Jesús no les pregunta nada.
Se limita a mirarlos fijamente mientras los acaricia.
Luego reanuda ligero su paso, hacia una casa que está en el fondo de la vereda.
Es una casa labriega pero de buen aspecto, con una escalera exterior que sube del suelo
a la terraza, en que hay un emparrado, ahora desnudo de racimos y hojas;
solamente queda alguna que otra última hoja ya amarilla, que pende y se mueve con el viento
húmedo de un triste día de otoño.
En el murete de la casa unas palomas zurean,
esperando el agua que el cielo gris y todo nublado promete.
Jesús, seguido por los suyos, empuja la tosca cancela de la albarrada que rodea la casa;
entra en un patio – nosotros diríamos una era – con su pozo.
Y en un ángulo, hay también un horno de paredes más oscuras por el humo que incluso ahora sale
y que el viento empuja hacia la tierra.
Al oír el rumor de los pasos, una mujer se asoma a la puerta de esta edificación.
Al ver a Jesús, lo saluda con alegría y corre a avisar a la casa.
Un hombre maduro y grueso, sale a la puerta de la casa.
Y va enseguida hacia Jesús.
Lo saluda diciendo:
– ¡Qué gran honor verte, Maestro!
Jesús responde con su saludo:
– La paz sea contigo.
Y añade:
«Está anocheciendo y la lluvia se acerca.
Vengo a pedirte alojamiento y un pan para mí y mis discípulos.
– Entra, Maestro.
Mi casa es tuya.
La doméstica está para sacar el pan del horno.
Con mucho gusto te lo ofrezco, con el queso de mis ovejas y los productos de mis campos.
Entra…
Entra, que el viento es húmedo y frío…
Y solícito, sujeta la puerta y hace una reverencia cuando pasa Jesús.
Pero inmediatamente cambia de tono dirigiéndose a alguien que ha visto…
Y dice airado:
– ¿Todavía estás aquí?
¡Vete! ¡No hay nada para ti!
¡Vete! ¿Entendido?
Aquí no hay sitio para los vagabundos…
Y farfulla entre dientes:
«…Y quizás rateros como tú».
Una vocecita llorosa responde:
– Piedad, señor.
Al menos un pan para mi hermanito.
Tenemos hambre…
Jesús, que había entrado en la vasta cocina, alegrada e iluminada con un vivo fuego,;s
sale a la puerta.
Su rostro es ya muy distinto.
Severo y triste, pregunta, no al huésped sino en general:
Parece como si se lo preguntara a la era silenciosa, a la desnuda higuera, al oscuro pozo -:
– ¿Quién tiene hambre?
– Yo, Señor.
Yo y mi hermano.
Jesús está ya afuera.
Ha salido al ambiente cada vez más lúgubre por el crepúsculo y la lluvia inminente.
Y su voz llena de dulzura, dice:
– Pasa.
– ¡Tengo miedo, Señor!
– Ven, te digo.
No tengas miedo de Mí.
De la parte trasera en una arista de la casa sale la pobre niña.
De la mísera tuniquita viene agarrado su hermanito.
Se acercan titubeantes por el susto.
Con una mirada tímida a Jesús;
una de temor al dueño de la casa, que pone ojos amenazadores,
mientras dice:
– Son vagabundos, Maestro.
Y ladrones.
Hace poco he encontrado a ésta fisgando cerca de la almazara.
Hace poco he encontrado a ésta fisgando cerca de la almazara.
Está claro que quería entrar a robar.
¡A saber de dónde vendrán! No son del lugar.
Jesús lo escucha…
Si se puede decir que lo escucha.
Mira muy fijamente a la niña de carita demacrada, de trenzas despeinadas…
(son dos coletas a los lados de ambas orejas, atadas al extremo con una cinta de trapo viejo).
El rostro de Jesús no es severo mientras mira a la pobrecita;
está triste, pero sonríe para animar a la niña:
le pregunta:
– ¿Es verdad que querías robar?
Di la verdad.
La vocecilla infantil, explica:
– No, Señor.
Había pedido un poco de pan, porque tengo hambre.No me lo han dado.
He visto una corteza de pan untada, allí, en el suelo,
cerca del molino del aceite.
Y había ido a recogerla.
Tengo hambre, Señor.
Ayer he conseguido sólo un pan, pero lo guardé para Matías…
¿Por qué no nos han metido en la tumba con nuestra mamá?
La niña llora desconsoladamente y su hermanito también.
– No llores.
Jesús la consuela acariciándola y arrimándola a su pecho.
– Responde: ¿De dónde eres?
– De la llanura de Esdrelón.
– ¿Y has venido hasta aquí?
– Sí, Señor.
– ¿Hace mucho que ha muerto tu madre?
¿No tienes padre?
– Mi padre murió por el sol en el tiempo de la cosecha;
mi mamá, la pasada luna…
Ella y el niño que iba a nacer murieron…
Y el llanto aumenta.
– ¡No tienes ningún pariente?
¡Venimos de muy lejos!
No éramos pobres…
Luego mi padre tuvo que ponerse al servicio de un patrón.
Ahora ha muerto y mi mamá con él.
– ¿Quién era el patrón?
-El fariseo Ismael.
Es intraducible el modo como Jesús repite este nombre.
)- ¿Saliste de allí por propia voluntad o te echó él?
– Me echó, Señor.
Dijo: “Los perros hambrientos a la calle”.
Jesús se vuelve hacia el hombre que sería su anfitrión,
y pregunta:
– ¿Y tú, Jacob?
¿Por qué no has dado un pan a estos niños?
¿Un pan, un poco de leche y un manojo de heno como cama para su cansancio?
El hombre trata de disculparse:
– Pero… Señor…
Tengo justo el pan que necesito…
poca leche… y meterlos en casa…
Éstos son como animales vagabundos.
Si se les pone buena cara luego ya no se marchan…
– ¿Y te falta sitio y alimento para estos dos infelices?
¿Lo puedes decir con verdad, Jacob?
La cosecha abundante, la abundancia de vino, de aceite, de fruta;
que han hecho famosa tu propiedad este año,
¿Por qué te han venido?
¿No te habrás olvidado ya, no?
El año pasado, el granizo había depauperado tus bienes.
Estabas preocupado por tu vida…
Vine y te pedí un pan…
Tú me habías oído hablar un día y me fuiste fiel…
En medio de tu aflicción me abriste tu corazón y tu casa.
Me diste un pan y me alojaste.
¿Qué te dije al salir a la mañana siguiente?
“Jacob, has comprendido la Verdad. Sé siempre misericordioso y obtendrás misericordia.
Por el pan que has dado al Hijo del hombre, estos campos te darán muchos cereales;
Tus olivos estarán llenos de aceitunas, como si soportaran los granos de la arena marina,
tus manzanos, plegados hasta el suelo por su peso”.
Lo has tenido, y eres el más rico de la comarca este año.
¿Y niegas un pan a dos niños!…
– Pero tú eras el Rabí…
– Precisamente porque lo era podía hacer de las piedras pan;
éstos, no.
Ahora te digo: verás un nuevo milagro y te producirá aflicción, una gran aflicción…
Cuando llegue ese momento, dándote golpes de pecho, di: “Me lo he merecido”.
Jesús se vuelve a los niños:
– No lloréis.
Id a ese árbol y coged los frutos.
La niña objeta:
– Pero si está vacío, Señor.
– Ve.
La niña obedece.
Va, y vuelve con el vestidito alzado, lleno de manzanas rojas y hermosas.
– Comed y venid conmigo.
Y mirando a los apóstoles,
agrega:
– Vamos a llevar a estos dos pequeñuelos a Juana de Cusa.
Ella sabe recordar los beneficios recibidos.
Y es compasiva por amor a Quien usó con ella misericordia.
Vamos.
El hombre, confundido y apesadumbrado, trata de arreglar las cosas,
diciendo:
– Es de noche, Maestro.
Te puede venir el agua por el camino.
Entra en mi casa.
Mira, la doméstica va a sacar ya el pan del horno…
Te doy también para ellos.
– No hace falta.
No sería por amor;
lo darías por miedo al castigo prometido.
Y el hombre, señalando a las manzanas que los dos niños hambrientos se están comiendo con avidez,
Que fueron tomadas del árbol antes vacío,
Balbucea:
— Entonces no es éste…
¿No es éste, entonces, el milagro?
Jesús se muestra muy enojado,
al afirmar:
– ¡Oh, Señor!
¡Señor, ten piedad de mí!
¡Entiendo!
¡Tienes intención de castigarme en las mieses!
¡Piedad, Señor!
– No todos los que me dicen “Señor” me tendrán;
Porque el amor y el respeto no se testifican con la palabra; sino con obras.
Tendrás la piedad que tú has tenido.
– Yo te amo, Señor.
– No es verdad.
Me ama quien ama, porque esto es lo que he enseñado.
Cuando me ames como enseño, el Señor volverá.
Ahora me marcho.
Mi techo es hacer el bien, consolar a los afligidos, enjugar las lágrimas de los huérfanos.
Como la gallina extiende sus alas sobre los pollitos indefensos;
así extiendo mi poder sobre los que sufren y viven en el dolor.
Venid, niños.
Pronto tendréis casa y pan.
Adiós, Jacob.
Y no contento con marcharse, indica que cojan en brazos a la niña fatigada.
Andrés la toma y la arropa en su manto.
Y Él toma al niño.
Empiezan a caminar por la vereda ya oscura, con su carga de piedad que ya no llora.
Pedro dice:
– ¡Maestro!
¡Qué gran suerte para éstos el que hayas llegado en este momento!
¡Pero para Jacob!…
¿Qué vas a hacer, Maestro?
– Justicia.
No llegará a conocer el hambre, porque tiene todavía muy llenos los graneros,
pero sí que conocerá la estrechez, porque el trigo sembrado no producirá grano.
Y los olivos y manzanos solamente hojas.
Estos inocentes.
No de Mí, sino del Padre, han recibido pan y casa;
porque mi Padre es también Padre de los huérfanos;
sí, Él, que da el nido y el alimento a los pájaros de los bosques.
Éstos pueden decir y con ellos todos los desvalidos;
los desvalidos que saben permanecer “hijos inocentes y amorosos”,
que en sus pequeñas manos Dios ha depositado el alimento…
Y que, con paterna guía, los conduce a una casa hospitalaria.
Y todo termina así.
Dice Jesús:
“Para todos es la enseñanza de que sé ser el “Señor” con justicia.
A mí no se me engaña, ni se me adula con falaz obsequio.
Quien cierra su corazón a su hermano, lo cierra a Dios, y Dios a él.
¡Oh, hombres,
es el primer mandamiento: Amor y amor.
El que no ama, y se profesa cristiano, miente.
Es inútil frecuentar los sacramentos y los ritos;
inútil la oración, si falta la caridad.
Quedan convertidos en fórmulas, e incluso en sacrilegios.
¿Cómo podéis venir al Pan eterno y saciaros con Él, cuando habéis negado un pan a un hambriento?
¿Vale más, acaso, vuestro pan que el mío?
¿Es más santo? ¡Hipócritas!
Yo me doy a vuestra miseria sin medida.
Y vosotros, que sois miseria, no tenéis piedad de miserias que ante los ojos de Dios,
no son odiosas como lo son las vuestras:
porque aquellas son desventuras, mientras que las vuestras son pecado.
Demasiadas veces me decís: “Señor, Señor” para ganar mi benignidad para vuestros intereses.
Pero no lo decís por amor al prójimo y no hacéis nada por el prójimo en nombre del Señor.
Mirad: colectiva e individualmente,
¿Qué os ha dado vuestra falaz religión y auténtica anti-caridad?
El abandono de Dios.
Y el Señor volverá cuando sepáis amar como Yo he enseñado.
Pero, a vosotros, pequeño rebaño formado por los que sufren siendo buenos, os digo:
“Nunca estáis huérfanos, nunca abandonados.
No existiría Dios, antes que faltarles la Providencia a sus hijos.
el Padre os da todo como “padre”, o sea, con amor que no humilla.
Enjugad vuestras lágrimas.
Yo os tomo y os llevo conmigo porque siento piedad de vuestro abatimiento”.
La criatura más amada es el hombre.
¿Vais a poner en duda que el Padre se mostrará más compasivo con el hombre fiel que con los pájaros?,
¿Con el hombre fiel, Él, que es longánimo incluso con el pecador y le da tiempo y manera de ir a Él?
¡Ah, si el mundo comprendiera lo que es Dios!
Dice María (la Virgen
Mi Jesús ha hablado de la infancia del espíritu, requisito necesario para conquistar el Reino.
Son los detalles los que hacen hermoso el cuadro, los que revelan la capacidad del pintor y la sabiduría del observador.
Quiero que observes la humildad de mi Jesús.
Aquella pobre niña, en su ignorante simplicidad,
no trata de forma distinta al pecador de corazón de piedra y a mi Hijo.
No sabe ni de “Rabí” ni de “Mesías”.
Siendo poco menos que una pequeña salvaje, que ha vivido en los campos,
en una casa donde se despreciaba al Maestro, porque el fariseo Ismael despreciaba a mi Jesús;
no había oído jamás hablar de Él, no lo había visto.
Su padre y su madre, quebrantados por el trabajo insoportable que el cruel patrón exigía,
no tuvieron tiempo ni modo de levantar la cabeza de la gleba que roturaban.
Habrían oído, quizás, mientras segaban el heno o las mieses
mientras recogían la fruta o los racimos;
mientras trituraban la aceituna en la dura muela,
un clamor de ¡hosanna!
Habrían, incluso, levantado un momento su cansada cabeza.
Mas el miedo y el cansancio habrían vencido enseguida esas cabezas bajo su yugo.
Y murieron pensando que el mundo era sólo odio y dolor;
en cambio, el mundo, desde que lo pisaban los santísimos pies de mi Jesús,
era amor y bien.
Siendo sólo los pobres siervos de un despiadado patrón, murieron sin cruzarse siquiera una vez
con la mirada y la sonrisa de mi Jesús;
que daba una riqueza al espíritu por la que los indigentes se sentían ricos,
los hambrientos hartos, los enfermos sanos, consolados los que sufrían.
Pues bien, Jesús no dice:
“Yo, que soy el Señor, te digo: haz esto”.
Conserva su anonimato.
Y la pequeñuela, tan simple que no comprendió
ni siquiera al ver el milagro de un manzano, desnudo incluso de hojas,
que carga una rama suya de manzanas para saciar su hambre,
lo sigue llamando “Señor”, como llamaba a su patrón Ismael y al cruel Jacob.
Se siente atraída hacia este Señor bueno
porque la bondad siempre atrae.
Le sigue con confianza.
Lo ama inmediatamente, instintivamente,
esta pobre criaturita sola en el mundo,
ignorada voluntariamente por el mundo,
por ese “mundo importante de los poderosos y de los que gozan de la vida”
que quiere mantener en la sombra a los inferiores,
para poderlos torturar más a gusto y explotar más acerbamente.
Más adelante sabrá quién era aquel “Señor” que
– pobre como ella, sin casa ni alimento,
sin madre porque todo lo había dejado por amor al hombre
(también a esa pizquita de ser humano que era ella, pobre criaturita niña)
le había dado milagrosos frutos,
queriéndole quitar de sus labios y su corazón
el amargor de la maldad humana
que crea el odio de los desvalidos contra los poderosos,
con un fruto del Padre,
no con un mendrugo de pan ofrecido tarde
y que para ella habría tenido en todo caso sabor de dureza y llanto.
¡Ah, verdaderamente esas manzanas recordaban el huerto del Paraíso Terrenal!
Fruto nacido en la rama para el Bien y para el Mal,
determinaría redención de todas las miserias
– la primera la de la ignorancia de Dios -para los dos huerfanitos;
determinaría castigo para aquel que, conociendo ya la Palabra,
había obrado como si no la conociera.
Sabrá más adelante, de boca de la mujer buena que en Nombre de Jesús la acogió,
Quién era Jesús:
para ella Salvador repetidamente: del hambre, de la intemperie,
de los peligros del mundo, del pecado original.
Pero, para ella, Jesús tuvo siempre la luz de aquel día,
bajo esa luz lo vio siempre: el Señor bueno con bondad de cuento infantil,
el Señor que tenía caricias y dones,
el Señor que le había hecho olvidar que no tenía ni padre ni madre, ni casa ni vestidos,
porque había sido para ella bueno como su padre y dulce como su madre.
Y había ofrecido un nido para el cansancio de los dos,
su pecho y el de otros hombres buenos que estaban con Él,
y abrigo para la desnudez de los dos,
su manto y el de otros hombres buenos que con Él estaban.
Una luz paterna y suave, que no se apagó con el flujo de las lágrimas,
ni siquiera cuando supo que había muerto atormentado en una cruz;
ni siquiera cuando, pequeña fiel de la primera Iglesia,
vio el aspecto del rostro de su “Señor”
con los golpes y las espinas y pensó cómo era El ahora, en el Cielo,
a la derecha del Padre.
Una luz que le sonrió en su última hora de la tierra,
y la condujo sin temor hacia su Salvador.
Una luz que le sonrió una vez más con inefable dulzura en el, fulgor del Paraíso.
Jesús te mira a ti también así.
Míralo siempre como lo veía tu lejana homónima
y siéntete feliz de este amor suyo.
Sé sencilla, humilde, fiel, como la pobre y pequeña María que has conocido.
Ve adónde ha llegado, a pesar de que fuera una pobre ignorantilla de Israel:
al corazón de Dios.
El Amor se le reveló como se ha revelado a ti
y se hizo docta con la verdadera Sabiduría.
Ten fe, vive en la paz.
No existe miseria alguna que mi Hijo no pueda transformar en riqueza;
no hay soledad alguna que no pueda colmar;
como tampoco hay falta alguna que no pueda borrar.
El pasado no existe, cuando el amor lo anula.
Ni siquiera un pasado horrendo.
¿Temerás tú si no temió Dimas el ladrón?
Ama, ama y no tengas miedo de nada.
Mamá te deja con su bendición.
284 LAS TRES CARAS DEL ODIO
284 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Jesús está en un vasto jardín que se prolonga hasta el lago.
En realidad el jardín rodea la casa, precedida y flanqueada por él;
por detrás se extiende al menos tres veces más que por los lados y por delante
Hay muchas flores;
pero, sobre todo, árboles formando bosquetes.
Y preciosos rincones herbosos, unos rodeando pilones de mármol…
Otros en forma de quioscos con mesas y asientos de piedra.
Y donde hubo estatuas diseminadas, tanto a lo largo de los senderos como en el centro de los pilones.
Ahora quedan sólo los pedestales de las estatuas, para recuerdo de ellas al pie de laureles
o bojes, para reflejarse en los pilones colmados de límpida agua.
La presencia de Jesús con los suyos y la presencia de gente de Mágdala,
entre los cuales está el pequeño Benjamín que se atrevió a llamar malo a Judas,
confirma que se trata de los jardines de la casa de la Magdalena…
supervisados y modificados para su nuevo uso,
quitando aquellas cosas que hubieran podido ser desagradables o escandalizar,
al recordar el pasado.
El lago es uh espejo gris-azul, reflejando el cielo en que corretean nubes cargadas
con las primeras lluvias del otoño.
Pero es hermoso también así, con esta luz detenida y leve de un día nublado que presagia lluvia…
Sus riberas ya no tienen muchas flores y están pintadas por ese sumo pintor que es el otoño,
y muestran pinceladas de ocre y púrpura, con la extenuada palidez de hojas agonizantes
en los árboles y vides que cambian de color antes de entregar a la tierra sus vestiduras vivas.
En el jardín de una casa de campo que está a orillas del lago como ésta,

Beautiful view of the Sea of Galilee, Tiberias, Mount of Blessedness, Israel, The Sermon on the Mount
hay un punto lleno, que rojea, como sangre derramada en las aguas,
por un seto de flexibles ramas ondulantes que el otoño ha teñido de cobre flamígero,
mientras los sauces diseminados por la orilla, poco lejos, tiemblan:
tiemblan sus hojas glauco-argentinas, finas, más pálidas de lo normal antes de morir.
Jesús está mirando a unos pobres enfermos a quienes imparte la curación;
a unos ancianos mendigos y les da dinero;
a unos niños presentados a Él por sus madres para que los bendiga.
Mira compasivamente a unas mujeres hermanas, que le están refiriendo la mala conducta
de su único hermano, causa de la muerte de su madre, por congoja…
Y de la ruina de ellas mismas;
le ruegan estas pobres mujeres que les dé un consejo y que pida por ellas.
Jesús dice:
– Verdaderamente oraré por vosotras.
Le pediré a Dios que os dé paz y que vuestro hermano se convierta y se acuerde de vosotras,
con la devolución de lo que es justo y sobre todo, con renovado amor a vosotras.
Porque si hace esto, hará todo lo demás.
¿Pero lo queréis, o le guardáis rencor?
¿Lo perdonáis de corazón o lloráis con desdén?
Porque él también es infeliz.
Y más que vosotras.
A pesar de sus riquezas, es más pobre que vosotras;
así que hay que compadecerlo.
Ya no tiene amor, y carece del amor de Dios.
¿Os dais cuenta de lo desdichado que es?
Carga con la muerte primero de vuestra madre y luego con la culpa
de lo que os ha hecho a vosotras.
cerraréis con júbilo esta vida triste que os ha provocado;
es más, del falso gozo de ahora pasaría a un tormento eterno y atroz.
Venid conmigo.
Voy a hablar a todos hablándoos a vosotras.
Y Jesús se dirige al medio de un prado salpicado de matas de flores,
en cuyo centro antes debía haber una estatua;
ahora sólo queda la base, rodeada de un seto bajo de mirto y rositas menudas.
Jesús se pone junto a ese seto y hace ademán de querer hablar.
Todos se agrupan en torno a Él y guardan silencio.
Paz a vosotros. Escuchad.
Está escrito:
“Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Pero, ¿En el prójimo quién está contenido?
Todo el género humano tomado en general.
Luego, más en particular, todos los de la misma nación;
luego, más en particular todavía, todos los de la misma ciudad
Luego, restringiendo aún más, todos los parientes.
En fin, último círculo de esta corona de amor, ceñida cual pétalos de rosa
en torno al corazón de la flor,
el amor a los hermanos de sangre, que son los primeros prójimos.
El centro del corazón de la flor de amor es Dios:
el amor a Dios es el primero que hay que tener.
Alrededor de este centro, el amor a los padres, que es el segundo que hay que tener,
porque realmente el padre y la madre son los pequeños “Dios” de la tierra,
al crearnos y cooperar con Dios en nuestra creación,
además de cuidarnos con amor incansable.
Alrededor de este ovario, llameante de pistilos,
que exhala los perfumes de los más selectos amores;
se disponen estrechamente ceñidos los círculos de los varios amores.
El primero de ellos es el del amor a los hermanos nacidos del mismo seno
y de la misma sangre de que nacimos nosotros.
Pero, ¿Cómo se debe amar al propio hermano?
¿Sólo porque su carne y su sangre sean iguales que las nuestras?
Eso lo saben hacer también los pajarillos agrupados en un nido.
Ellos, efectivamente lo único que tienen en común es el haber nacido de una misma nidada
y el sentir en común en su lengua el sabor de la saliva materna y paterna.
Los hombres valemos más que los pájaros.
Tenemos más que carne y sangre.
Tenemos al Padre, además de un padre y una madre
Tenemos el alma, y tenemos a Dios, Padre de todos.
Así pues, hay que saber amar al hermano como hermano,
por el padre y la madre que nos han generado,
y como hermano por Dios, que es Padre universal.
Hay que amarlo por tanto, además de carnalmente, espiritualmente;
amarlo no sólo por la carne y la sangre; sino por el espíritu que tenemos en común;
amar –como tiene que ser- más el espíritu que la carne de nuestro hermano,
porque el espíritu es más que la carne, porque el Padre Dios es más que el padre hombre,
porque el valor del espíritu es mayor que el de la carne,
porque nuestro hermano sería mucho más infeliz si perdiera al Padre Dios
que perdiendo al padre hombre.
Ser huérfano de padre – hombre es cosa verdaderamente lastimosa,
pero es sólo media orfandad.
Se resiente de ella sólo lo terreno, nuestra necesidad de ayuda y caricias.
El espíritu, sí sabe creer, no queda lesionado por la muerte del padre.
Es más, el espíritu del hijo, para seguir al justo hasta el lugar en que se encuentra,
asciende como atraído por una fuerza de amor.
En verdad os digo que ello es amor,
amor a Dios y al padre que con su espíritu ha subido a región sabia.
Asciende a estos lugares en que Dios está más cercano, y obra con más rectitud,
porque no le falta lo que es la verdadera ayuda
(las oraciones de su padre, que ahora sabe amar cumplidamente);
ni el freno que le viene de la certeza de que el padre ahora ve las obras de su hijo
mejor que en vida, y también de deseo de poder reunirse con él mediante una vida santa.
Por eso hay que preocuparse más del espíritu que del cuerpo del propio hermano.
Bien pobre amor sería un amor que se dirigiera sólo a lo perecedero,
descuidando aquello que es imperecedero
y que, habiéndolo descuidado, puede perder la alegría eterna.
Demasiados son los que trabajan por cosas inútiles, se afanan por cosas de relativo mérito,
mientras pierden de vista aquello que es verdaderamente necesario.
Las buenas hermanas, los buenos hermanos, no deben preocuparse solamente
de tener en orden la ropa, preparada la comida o de ayudar a sus hermanos con el trabajo;
deben poner atención a los espíritus de sus hermanos y oír sus voces,
percibir sus defectos y, con amorosa paciencia, trabajar para darles un espíritu sano y santo,
si en esas voces y defectos ven un peligro para su vida eterna;
y deben -si recibieron ofensa de su hermano- empeñarse en perdonar
y en que Dios lo perdone mediante su retorno al amor, sin el cual Dios no perdona.
Está escrito en el Levítico:
“No odies a tu hermano en tu corazón,
sino repréndelo públicamente, para no cargarte de pecados por su causa”.
Pero, de no odiar a amar hay todavía un abismo.
Quizás os parece que la antipatía, la separación y la indiferencia no son pecado
por el hecho de no ser odio.
No.
Yo vengo a dar nuevas luces al amor.
Y por tanto, necesariamente, al odio;
pues lo que clarifica en todos sus detalles al primero,
sabe clarificar en todos sus detalles al segundo;
la misma elevación del primero a altas esferas produce como consecuencia
un alejamiento mayor del segundo,
pues cuanto más se eleva el primero
el segundo parece hundirse en un fondo cada vez más profundo.
Mi doctrina es perfección, finura de sentimiento y de juicio;
verdad sin metáforas ni perífrasis;.
Y os digo que la antipatía, la separación y la indiferencia son ya odio;
simplemente porque no son amor.
Lo contrario del amor es el odio.
¿Vas a dar otro nombre a la antipatía, al hecho de alejarse de un ser o a la indiferencia?
Quien ama siente simpatía por el amado;
así que, si siente antipatía por él, es que ya no lo ama.
Quien ama sigue cerca del amado con su espíritu,
aunque materialmente la vida lo haya alejado de él;
por lo cual, cuando uno se separa de otro con el espíritu, es porque ya no lo ama.
Quien ama no siente jamás indiferencia hacia el amado;
antes al contrario, todas sus cosas le interesan;
así pues, si uno siente indiferencia por una persona, es señal de que ya no lo ama.
Como veis, estas tres cosas son ramificaciones de un solo árbol: el del odio.
Veamos,
¿Qué sucede en cuanto nos sentimos ofendidos por una persona a la que amamos?
El noventa por ciento de las veces, si no viene odio,
viene antipatía, separación o indiferencia.
No. No os comportéis así.
No congeléis vuestro propio corazón con estas tres formas del odio.
Amad. Os preguntáis: “¿Cómo podremos hacerlo?”.
Os respondo: “De la misma forma que puede Dios, que ama también a quien lo ofende;
es un Amor Doloroso, pero siempre bueno”.
Decís: “’¿Cómo lo hacemos?”.
Pues bien, os doy la nueva ley sobre las relaciones con el hermano ofensor:
“Si tu hermano te ofende, no lo humilles públicamente reprendiéndole delante de los demás;
antes bien, alarga tu amor hasta cubrir la culpa de tu hermano ante los ojos del mundo”;
tendrás gran mérito ante los ojos de Dios
si por amor niegas anticipadamente a tu orgullo toda satisfacción.
¡Cuánto le gusta al hombre que se sepa que fue ofendido y que sufrió por ello!
No va al rey, a pedir una dádiva de oro, sino que, cual mendigo sin juicio,
va a donde otros insensatos y pordioseros como él
para pedir unos puñados de ceniza y estiércol
y sorbos de ardiente bebedizo:
esto da el mundo al ofendido que va lamentándose y mendigando consuelos.
Dios, el Rey, da oro puro a quien, habiendo sido ofendido, va sin rencor,
sólo a llorar a sus pies su dolor y a pedirle, a pedir al Amor y Sabiduría,
consuelo de amor y enseñanza para esa penosa contingencia.
Por tanto, si queréis consuelo, id a Dios y obrad con amor.
Corrijo la ley antigua y os digo:
“Si tu hermano peca contra ti, ve y corrígelo a solas.
Si te escucha, habrás ganado de nuevo a tu hermano,y muchas bendiciones de Dios.
Pero si tu hermano no te hace caso y obstinado en su culpa, te rechaza,
entonces, porque no se diga que asientes a su pecado
o que no te importa el bien del espíritu de tu hermano,
toma contigo a dos o tres testigos serios, buenos, dignos de confianza,
vuelve con ellos donde tu hermano y repite en su presencia tus observaciones,
para que los testigos puedan dar fe de que hiciste todo lo que estaba en tu mano
para corregir con santidad a tu hermano.
Porque es éste el deber de un buen hermano, dado que ese pecado contra ti, cometido por él,
lesiona su alma, y tú te debes preocupar de su alma.
Si no da resultado esto tampoco, ponlo en conocimiento de la sinagoga,
para que lo llame al orden en nombre de Dios.
Si ni siquiera con esto se corrige, sino que rechaza a la sinagoga o al Templo
de la misma forma que te rechazó a ti, considéralo publicano y gentil.
Haced esto con los hermanos de sangre y con los hermanos de amor,
pues hasta con vuestro más lejano prójimo debéis obrar con santidad,
y sin codicia ni intransigencia ni odio.
Y cuando haya causas por las que sea necesario ir a los jueces
y estés yendo ya con tu adversario,
Yo te digo, ¡Oh, hombre, que muchas veces te ves metido en males mayores por tu culpa!,
te digo que hagas todo lo que esté de tu mano, mientras vas de camino,
por reconciliarte con él, tengas razón o no;
porque la justicia humana es siempre imperfecta,
y generalmente el astuto se sale con la suya a costa de la justicia,
de forma que podría pasar por inocente el culpable y tú, inocente,
Entonces te sucedería que no sólo no obtendrías reconocimiento de tu derecho,
sino que incluso perderías la causa,
que pasarías, de inocente, a la situación de culpable de difamación
con lo cual el juez te entregaría al brazo de la justicia,
y no te soltarían hasta que hubieras pagado el último centavo.
Sé conciliador.
¿Qué tu orgullo se resiente? Muy bien.
¿Qué bolsa se consume? Mejor todavía.
Basta con que tu santidad aumente.
No sintáis nostalgia por el oro, no seáis codiciosos de alabanzas.
Procuraos la alabanza que viene de Dios, procuraos una rica bolsa en el Cielo.
Y orad por los que os ofenden, para que se enmienden;
si ello sucede, serán ellos mismos quienes os restituirán honores y bienes;
si no lo hacen, Dios proveerá.
Podéis marcharos, ahora que es la hora de la comida.
Que se queden sólo los mendigos para sentarse a la mesa apostólica.
La paz sea con vosotros.
260 UNA TRAMPA FARISAICA
260 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Jesús entra en la sinagoga de Cafarnaúm, que lentamente se va llenando de fieles porque es sábado.
Muy grande es el estupor al verlo.
Unos a otros se lo señalan musitando comentarios.
Alguno tira de la túnica a éste o a aquel otro apóstol para preguntar que cuándo han vuelto a la ciudad,
porque nadie sabía que habían llegado.
Pedro responde:
– Hemos desembarcado ahora en el “pozo de la higuera”
viniendo de Betsaida, para no dar ni un paso más de lo prescrito, amigo.
Urías el fariseo, ofendido por ver que un pescador le llama “amigo”,
se marcha con aire de desdén a donde están los suyos, en primera fila.
– ¡No los pinches, Simón!
– ¿Pincharlos?
Me ha preguntado y he respondido, diciendo incluso que hemos evitado caminar por respeto al sábado.
– Dirán que hemos trabajado con la barca…
– ¡Al final dirán que hemos trabajado porque hemos respirado!
¡No seas ignorante!
Es la barca la que trabaja, el viento y las olas, no nosotros yendo en barca.
Andrés se queda con la regañina y guarda silencio.
Después de las oraciones preliminares, llega el momento de la lectura de un texto y su explicación.
El jefe de la sinagoga le pide a Jesús que sea Él quien lo haga.
Pero Jesús señala a los fariseos
y dice:
– Que lo hagan ellos.
No obstante, dado que ellos no lo quieren hacer, debe hablar Él.
Jesús lee el trozo del primer Libro de los Reyes, en que se narra cómo David,
traicionado por los zifitas, fue señalado a Saúl, que estaba en Guibeá.
Devuelve el rollo y empieza a hablar.
– Violar el precepto de la caridad, de la hospitalidad, de la honradez, siempre es cosa reprobable.
Sin embargo, el hombre no vacila en hacerlo con total indiferencia.
Aquí tenemos un episodio compuesto de dos partes: esta violación y el consiguiente castigo de Dios.
La conducta de los zifitas era artera; la de Saúl no lo era menos:
los primeros, viles intentando ganarse al más fuerte y sacar beneficio de él;
el segundo, vil intentando eliminar al ungido del Señor:
el egoísmo, por tanto, los aunaba
Y, ante la indigna propuesta, el rey falso y pecador de Israel
osa dar una respuesta en que aparece nombrado el Señor:
“Que el Señor os bendiga”.
– ¡Hacer burla de la justicia de Dios!…
¡Hacerlo habitualmente!…
Demasiadas veces se invoca el Nombre del Señor y su bendición,
como premio o garantía de las maldades del hombre.
Está escrito: “No tomarás el Nombre de Dios en vano”.
¿Podrá haber algo más vano -peor: más malo- que nombrarlo,
para cumplir un delito contra el prójimo?
Pues bien, a pesar de todo, es éste un pecado más común que ningún otro,
cometido con indiferencia incluso por aquellos que ocupan siempre los primeros puestos
en las asambleas del Señor, en las ceremonias y en la enseñanza.
Recordad que es pecaminoso indagar, observar,
prepararlo todo con la finalidad de perjudicar al prójimo;
como también es pecaminoso el hacer que otros indaguen, observen y preparen todo,
para perjudicar al prójimo:
es inducir a los demás al pecado,
tentándolos con recompensas o amenazándolos con represalias.
Os advierto de que es pecado;
de que una conducta semejante es egoísmo y odio.
Sabéis que el odio y el egoísmo son los enemigos del amor.
Os lo advierto porque me preocupo de vuestras almas;
porque os amo; porque no quiero que estéis en pecado;
porque no quiero que Dios os castigue, como le sucedió a Saúl;
el cual, mientras perseguía a David para atraparlo y matarlo,
vio su tierra hollada por los filisteos.
En verdad, esto le sucederá siempre a aquel que perjudica a su prójimo.
Su victoria durará cuanto la hierba del prado
crecerá pronto, y pronto se secará y será triturada por el pie indiferente de los que pasan.
Sin embargo, la buena conducta, la vida honrada,
parece como si tuviera dificultad en nacer y consolidarse,
pero, una vez formada como hábito de vida, se hace árbol robusto y frondoso
que no será descuajado por el torbellino ni abrasado por la canícula;
en verdad, quien es fiel a la Ley, verdaderamente fiel,
se hace árbol poderoso que no será combado por las pasiones
ni quemado por el fuego de Satanás.
He dicho.
Si alguien quiere decir algo más, que lo diga.
Urías pregunta:
– Lo que te preguntamos es si has hablado para nosotros los fariseos.
Jesús responde:
– ¿Acaso está llena de fariseos la sinagoga?
Sois cuatro, la gente son muchas personas.
La palabra es para todos.
– La alusión, de todas formas, es muy clara.
– ¡Verdaderamente no se ha visto nunca que un indiciado,
denunciado sólo por un parangón se acuse a sí mismo!
Y sin embargo, vosotros lo hacéis.
¿Por qué os acusáis si Yo no os acuso?
¿Tenéis conciencia de actuar como he dicho?
De todas formas, si fuera así, cambiad.
Porque el hombre es débil y puede pecar, pero Dios lo perdona
si surge en él el arrepentimiento sincero y el deseo de no volver a pecar
Ahora bien, persistir en el mal es doble pecado.
Y sin perdón.
– No tenemos este pecado.
– Pues entonces no os aflijáis por mis palabras.
El incidente queda zanjado.
Los himnos llenan la sinagoga.
Luego parece que está para disolverse la asamblea sin más incidentes.
Pero, he aquí que el fariseo Joaquín detecta la presencia de un hombre entre la masa de la gente.
Y con la mirada lo llama y con gestos, le obliga a pasar a la primera fila.
Es un hombre de unos cincuenta años, tiene un brazo atrofiado,
mucho más pequeño que el otro;
también la mano, porque la atrofia ha destruido los músculos.
Jesús lo ve y ve también todo el montaje que han hecho para que lo viera.
En su rostro se dibuja un gesto de disgusto y compasión;
es una expresión casi instantánea, pero muy clara.
No obstante, no desvía el golpe, sino que afronta con firmeza la situación.
Jesús ordena al hombre:
– Ven aquí al centro.
Una vez que lo tiene delante, se vuelve a los fariseos,
y dice:
– ¿Por qué me tentáis?
¿No acabo de hablar contra la insidia y el odio?
¿No acabáis de decir: “No tenemos este pecado”?
Responded al menos a esto:
¿Es lícito hacer el bien o el mal en día de sábado?
¿Es lícito salvar o quitar la vida?
¿No respondéis?
Responderé por vosotros, en presencia de todos los ciudadanos;
los cuales juzgarán mejor que vosotros porque son sencillos y no tienen odio ni soberbia.
No es lícito hacer ningún trabajo en día de sábado.
Pero, de la misma forma que es lícito orar, también es lícito hacer el bien;
porque el bien es Oración, mayor que los himnos y salmos que hemos cantado.
Sin embargo, ni en día de sábado ni los otros días es lícito hacer el mal.
Y vosotros habéis hecho el mal, trajinando para poder tener hoy aquí a este hombre,
que ni siquiera es de Cafarnaúm, que le habéis hecho venir desde hace dos días,
porque sabíais que Yo estaba en Betsaida e intuíais que vendría a mi ciudad.
Lo habéis hecho para ver cómo acusarme.
Actuando así, cometéis también otro pecado:
el de matar vuestra alma en vez de salvarla.
Por mi parte, os perdono.
Respecto a este hombre, no defraudaré su esperanza.
Porque le habéis hecho venir diciéndole que lo iba a curar,
mientras que lo que queríais era ponerme una trampa.
A él no se le puede culpar, porque ha venido aquí con la única intención de quedar curado.
Pues bien, así sea.
Hombre: extiende tu mano y ve en paz.
El hombre obedece y su brazo queda sano, con su mano igual que la otra.
La usa enseguida para coger la orla del manto de Jesús besarla,
y decir:
– Tú sabes que desconocía la verdadera intención de éstos.
Si la hubiera conocido, no habría venido;
hubiera preferido quedarme con la mano seca, antes que servir contra Ti.
Por tanto, no te enojes conmigo.
– Ve en paz, hombre.
Yo sé la verdad.
Respecto a ti, no siento sino benevolencia.
La gente sale comentando estas cosas.
El último en salir es Jesús con los once apóstoles.
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235 SACERDOTE Y JUEZ
235 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Juicio ante un homicidio
Jesús va con premura hacia el centro de la población..
Los pastores permanecen indecisos, pero luego dejan el rebaño a los más jóvenes;
que se quedan con todas las mujeres, menos la Madre y María de Alfeo, que siguen a Jesús.
Y se ponen a caminar para alcanzar al grupo apostólico.
En la tercera calle que atraviesa la via central de Belén se encuentran con Judas Iscariote, Simón, Pedro y Santiago;
que se habían adelantado, a buscar hospedaje.
Ellos vienen gesticulando y les hacen señas….
Y dan gritos.
Pedro está muy impresionado, desencajado…
Y dice con angustia:
– ¡Qué desgracia, Maestro!
Ay, lo que está sucediendo, Maestro… lo que está sucediendo!
¡Qué desgracia y qué pena!
¡Qué cosa más triste!
Simón Zelote agrega:
– Un hijo a quién arrebatan de su madre a la fuerza, para matarlo.
Y ella lo defiende como una hiena;
pero es sólo una mujer contra los soldados y ellos están armados.
Judas dice:
– Le sale sangre por todas partes.
Santiago de Zebedeo añade:
– Le rompieron la puerta,
porque se había atrancado detrás de ella.
La Virgen tiene las manos juntas, orando con fuerza…
Y contesta:
– Voy donde esa mujer.
Jesús confirma:
– Yo también voy allá.
Simón:
– ¡Oh, sí!
¡Tú eres el único que puede consolarla!
Giran hacia la derecha, luego a la izquierda, hacia el centro del pueblo.
Ya se ve la tumultuosa aglomeración de gente que se mueve agitada y hace presión ante la casa de Abel.
Se oyen los gritos desgarradores de la madre.
Gritos que no parecen humanos.
Agresivos, feroces y dignos de compasión al mismo tiempo.
Y llega a una placita diminuta, edificada en una curva del camino, que aquí se ensancha…
Y en la cual el tumulto es máximo.
La mujer defiende a su hijo contra los soldados.
Con una mano está aferrada como si fuera una garra de hierro, a un pedazo, que es lo único que queda, de la puerta destrozada;
circundando con el otro brazo la cintura del muchacho; es la otra mano de acero con la que disputa su hijo a los soldados.
Si alguien trata de quitársela lo muerde con furia, sin importarle los golpes que recibe;
ni los tirones en su cabellera; que son tan fuertes, que le echan la cabeza hacia atrás,
arrancándole mechones de pelo…
Cuando no muerde,
grita:
– Dejadlo!
¡Asesinos!
¡La noche en que mataron a Yoel durmió conmigo a mi lado!
¡Asesinos! ¡Asesinos!
¡Calumniadores! ¡Inmundos!
¡Perjuros! ¡Perversos!
Y al joven aferrado de los hombros por los que lo capturan, arrastrado por los brazos, sobre el empedrado de la calle…
se vuelve con el rostro desencajado,
y grita:
– ¡Mamá, mamá!
¿Por qué he de morir si no he hecho nada?
Es hermoso.
Alto, delgado.
De ojos oscuros y dulces.
De cabello ondulado y negro.
Sus vestidos desgarrados, muestran su cuerpo ágil y muy joven; que apenas ha dejado la pubertad.
Jesús, con ayuda de quienes lo acompañan, incide en la multitud, compacta como una roca.
Y se abre paso hasta el penoso grupo.
precisamente en el momento en que logran separar de la puerta a la mujer exhausta;
que es incapaz de resistir más la fuerza de la mayoría
Que es arrancada de la puerta y arrastrada como un costal,
unida al cuerpo de su hijo, por la calle empedrada.
Esto dura poco de todas formas, porque, con un tirón más violento, separan la mano materna de la cintura de su hijo.
Y la mujer cae boca abajo y se golpea fuertemente la cara contra el suelo, con lo cual sangra más todavía.
Al punto se endereza y se pone de rodillas.
Tiende sus brazos hacia su hijo, al que se llevan a toda prisa, en la medida que lo permite la muchedumbre;
que se abre con dificultad y a la que empujan violentamente.
El acusado logra liberar el brazo izquierdo, lo agita y torciéndose hacia atrás, :
El joven le grita:
Recuerda al menos tú, que yo soy inocente.
La mujer lo mira con ojos demenciales y luego cae por tierra desvanecida…
Golpeando con su cara contra el suelo, en medio de un charco de sangre.
Jesús se interpone al paso de los captores,
y ordena:
– ¡Deteneos un momento!
¡Os lo ordeno!
Su voz y su rostro no admiten réplica.
Un ciudadano se adelanta del grupo y con tono muy agresivo,
le pregunta
– ¿Quién eres?
Retírate y déjanos ir para que muera antes de que llegue la noche.
– Soy un Rabí.
El más grande.
En Nombre de Yeové deteneos o Él os destruirá con sus rayos.
Parece como si fuese Él, el que los despidiese con su mirada centelleante.
Y con su Voz fuese a fulminarlos,
preguntando:
– ¿Quién es el que da testimonio contra éste
Aser dice:
– Yo, él y él. -señalando al otro poderoso.
– Vuestro testimonio no es válido, porque no es verdadero.
– ¿Y cómo puedes decirlo?
– ¡Estamos prontos a jurarlo!
– Vuestro juramento es pecado.
Los tres hombres dicen al mismo tiempo:
– ¿Qué estamos pecando nosotros?
– ¿Nosotros?
– ¿Sabes quiénes somos?…
Jesús los atraviesa con su mirada severa…
Y declara:
– Lo sé.
Vosotros, sí.
Así como adentro fomentáis la lujuria; dais pasto al odio;
apacentáis la avaricia de las riquezas y cometéis homicidios.
Así también sois unos perjuros.
Os habéis vendido a la inmundicia.
Podéis realizar cualquier crimen.
No tenéis remordimiento al cualquier indecencia.
– Ten cuidado con lo que estás diciendo.
Yo soy Aser…
– Y Yo Soy Jesús.
– No eres de aquí.
Y no eres ni sacerdote, ni juez.
No eres nada.
Eres un forastero.
– Sí. Soy el Forastero, porque la Tierra no es mi Reino.
Pero Soy Juez y Sacerdote, no solo de esta pequeña parte de Israel;
sino de todo Israel y de todo el Mundo.
Jacobo, el otro testigo,
exclama:
– ¡Vámonos!
Dejemos a este loco.
¡Vamos, vamos, que éste es un loco!
Y da un empujón a Jesús, para apartarlo.
Jesús lo ve con los ojos del milagro…
Que, de la misma forma que devuelve vida y alegría, también subyuga y detiene lo que sea, cuando quiere.
Jesús grita con una mirada que paraliza:
– ¡No darás ni un paso más!
La voz de Jesús es tan penetrante, que suena como toque de trompeta,
cuando declara:
¿No crees lo que estoy diciendo?
Pues bien, mira…
Aquí no hay polvo del Templo, ni el agua de él.
(Se trata del Juicio de Dios según la prescripción mosaica de Números 5, 11-31)
Y no están las palabras escritas con tinta, para hacer el agua amarguísima;
que es la señal de los celos y el adulterio.
Pero aquí estoy Yo.
¡Y Yo voy a juzgar!
La voz de Jesús es tan resonante como una trompeta.
La gente se amontona para ver.
Y solo la Virgen y María de Alfeo, se quedan a ayudar a la mujer desvanecida.
Jesús continúa:
– Y Yo voy a Juzgar aquí.
Dadme un poco de polvo del camino y un poco de agua en una taza.
Y mientras me lo traéis…
Vosotros acusadores y tú, el acusado,
responded:
– ¿Eres tú inocente, hijo?
Dilo con sinceridad al que es tu Salvador.
Abel responde:
– Lo soy, Señor.
– Aser,
¿Puedes jurar de haber dicho la verdad?
– Lo juro.
Lo juro por el altar.
Descienda del Cielo fuego que me queme, si no digo la verdad.
– Jacobo,
¿Puedes jurar que eres sincero en tu acusación y no tienes ningún motivo interno para mentir?
– Lo juro por Yeové.
El amor que tengo por mi amigo occiso, me obliga a hablar.
No tengo nada que ver con éste.
– Y tú siervo:
¿Puedes jurar de haber dicho la verdad?
– Mil veces si fuera necesario.
Mi patrón, mi pobre patrón…
El hombre llora cubriéndose la cabeza con el manto.
– Está bien.
He aquí el agua y he aquí el polvo.
Voy a decir lo siguiente:
“Padre Santo y Dios Altísimo.
Muestra tu Juicio verdadero por este medio, a fín de que vida y honra,
permanezcan con el inocente y con la madre desolada.
Y venga digno castigo para el que no lo es.
Pero por la Gracia que tengo ante tus ojos, no fuego ni muerte;
sino larga expiación tenga, el que cometió el pecado.”
Jesús ha dicho estas palabras, con las manos extendidas sobre la taza;
como hace el sacerdote en el altar, durante la Misa, en el Ofertorio.
Después mete la mano derecha en la taza.
Y con la mano rocía a los cuatro sujetos al juicio…
Y luego les hace beber un poco de agua.
Primero al joven y luego a los demás.
Cruza los brazos sobre el pecho y mira.
También la gente mira…
Y un momento después, un grito se les escapa de los labios.
Y se arrojan de bruces a la tierra.
Aterrorizados y adorando al mismo tiempo.
Entonces los cuatro que estaban en línea, se miran entre sí y gritan a su vez.
El joven Abel, de estupefacción.
Los otros de horror…
¡Porque se ven cubiertos en la cara de una subitánea lepra!
¡Mientras que en la del joven no hay nada!
El siervo se arroja a los pies de Jesús,
que se aparta, como todos los demás, incluidos los soldados.
Y se separa tomando de la mano al joven Abel, para no contaminarse con los tres leprosos.
El siervo grita:
– ¡No! ¡No!
¡Perdón!
¡Estoy leproso!
Son ellos los que me pagaron para que retardase a mi patrón hasta el atardecer,
para pegarle en el camino solitario.
Me hicieron que quitara las herraduras a la mula.
Me enseñaron como mentir, diciendo que yo me había adelantado y no es así;
porque yo me estuve allí, para matarlo junto con ellos.
Diré también por qué lo hicieron.
Porque Yoel se enteró que Jacobo amaba a su joven esposa.
Y porque Aser deseaba a la madre de Abel y ella lo rechazaba.
Se pusieron de acuerdo para librarse de Yoel y de Abel al mismo tiempo
y quedarse con las mujeres.
Esta es la verdad.
¡Quítame la lepra! ¡Quítamela!
Abel, tú eres bueno, ¡Intercede por mí!…
Jesús ordena:
– Tú vete a donde está tu madre.
Que cuando salga de su desvanecimiento vea tu cara y vuelva a una vida tranquila.
Y vosotros…
Debería deciros: ‘
– Qué os castiguen como queríais hacer’ sería una justicia humana;
pero os entrego a una expiación sobrehumana.
La lepra de la que os horrorizáis, os salva de ser arrestados y muertos; cómo debería ser y merecéis.
Pueblo de Belén, apartaos.
Abríos como las aguas del mar, para que se vayan éstos a su galera y cumplan su larga condena.
¡Horrible galera! Más atroz que la muerte.
Es una piedad divina que les ha dado un medio para recapacitar si quieren.
¡Váyanse! ¡Largaos!
La multitud se pega a las paredes, dejando libre el centro de la calle.
Y los tres, cubiertos de lepra como si ya tuvieran muchos años padeciéndola;
se van, uno detrás del otro, a la Montaña del silencio,
envueltos en la penumbra que ha empezado a caer.
Lo único que se escucha es su llanto.
Jesús dice a todos:
– Purificad el camino con mucha agua después de haberos quemado con el fuego.
Soldados; referid que se hizo justicia según la más perfecta Ley Mosaica.
Jesús trata de ir a donde su Madre y su tía María Cleofás.
Que siguen socorriendo a la mujer que está volviendo de su desmayo,
mientras el hijo acaricia las manos heladas y las besa.
Pero la gente de Belén, con un respeto que está lleno de terror,..
Le ruega:
– ¡Háblanos, Señor!
Eres realmente poderoso.
Eres, sin duda, Aquel de quien habló el hombre que pasó por aquí…
Anunciando al Mesías.
Jesús responde:
– Hablaré por la noche cerca del aprisco de los pastores.
Ahora voy a confortar a la madre de Abel.
Y va hacia la mujer…
La cual, sentada en el regazo de María de Alfeo, vuelve cada vez más en sí.
Y mira al rostro amoroso de María, que le sonríe.
Pero no comprende…
Hasta que baja su mirada y la fija en la cabeza morena de su hijo;
que está inclinado hacia sus manos temblorosas,
y pregunta:
– ¿Yo también estoy muerta?
La Virgen María,
responde:
– No, mujer, es la Tierra.
Éste es tu hijo, salvado de la muerte.
Y este es Jesús, mi Hijo, el Salvador.
La primera reacción de la mujer es un movimiento lleno de humanidad:
reúne sus fuerzas y alarga su cuerpo hacia su hijo.
Le toma la cabeza que está inclinada…
Lo ve vivo y sano.
Y lo besa frenéticamente, llorando, riendo…
Recordando todos los nombres de la cuna, para expresarle su alegría.
Abel la acaricia diciéndole:
– Sí, mamá, sí.
Pero ahora no me mires a mí, sino a Él.
A Él, que me ha salvado.
Bendice al Señor.
La mujer, aún demasiado débil para ponerse en pie o arrodillarse,
alarga sus manos, todavía temblorosas y sangrantes,
toma la mano de Jesús y la cubre de besos y lágrimas.
Jesús le pone la mano izquierda sobre la cabeza,
y le dice:
– Sé feliz.
Sé siempre buena.
Y tú también, Abel.
– No, Señor mío.
Mi vida y la de mi hijo son tuyas, porque Tú las has salvado.
Deja que él vaya con los discípulos, como ya deseaba desde que estuvieron aquí.
Te lo doy con gran alegría,
Y te ruego que me permitas seguirle, para servirle a él y a los siervos de Dios.
– ¿Y tu casa?
– Señor, ¿Puede acaso uno que ha resucitado de la muerte?
¿Seguir teniendo los mismos afectos que tenía antes de morir?!
Mirta ha resurgido por ti de la muerte y del infierno.
Si permanezco en esta ciudad, podría llegar a odiar a los que me han torturado en mi hijo,
y Tú sé que predicas el amor.
Deja, pues, que la pobre Mirta ame al Único que merece amor,
y a su misión y a sus siervos.
Ahora me siento todavía agotada, no podría seguirte;
pero, en cuanto pueda, permítemelo, Señor.
Te seguiré a ti y estaré con mi Abel…
-Seguirás a tu hijo y a mí con él.
Sé feliz.
Queda en paz ahora, con mi paz.
Adiós.
Y, mientras la mujer con la ayuda de su hijo y de algunos otros compasivos entra en su casa,
Jesús, con los pastores, los apóstoles, su Madre y María de Alfeo, sale del pueblo
y se dirige hacia el aprisco, situado al extremo de una calle,
que termina en los campos…
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232 EL HIJO DEL CARPINTERO
232 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
El sábado por la mañana, Jesús está en la sinagoga de Nazareth,
enseñando y diciendo:
“Éste es el apólogo de Abimelec.
Pues bien, voy a proponeros otro; no lejano ni referido a hechos lejanos;
sino cercano, presente.
LA PARÁBOLA DE LOS ANIMALES
Los animales pensaron en elegir a un rey.
Como eran astutos, pensaron elegir a uno del que no debiera temerse fuerza o ferocidad;
descartaron por tanto al león y a todos los otros felinos.
Dijeron que no querían a las rostradas águilas, ni a ninguna otra ave rapaz.
Desconfiaron del caballo, que podía llegarse hasta ellos con rapidez y ver sus acciones;
desconfiaron todavía más del burro, del que conocían la paciencia sí,
pero también los repentinos arranques de furia y las fuertes pezuñas.
Se horrorizaron ante la idea de tener por rey al mono, pues era demasiado inteligente y vengativo.
Con respecto a la serpiente, con la disculpa de que se había prestado a Satanás para seducir al hombre,
dijeron que no la querían como rey, a pesar de sus graciosos colores y la elegancia de sus movimientos;
en realidad no la quisieron porque conocían su silencioso paso majestuoso,
la fuerza de sus músculos y el terrible efecto de su veneno.
¿Elegir rey a un toro o a otro animal provisto de aguzados cuernos?
“Que el diablo también los tiene” dijeron;
pero en realidad pensaban: “Si nos rebelamos, un día nos extermina con sus cuernos”.
Eliminando a unos y eliminando a otros, he aquí que vieron a un corderito regordete y blanco,
que retozaba alegre por un prado verde, hocicando en la rechoncha mama materna.
No tenía cuernos; antes al contrario, unos ojos mansos como cielo de Abril.
Era manso y sencillo.
De todo estaba contento:
del agua de un pequeño riachuelo donde bebía hundiendo su morrillo rosado;
de las florecillas de variados sabores que satisfacían el ojo y el paladar;
de la tupida hierba, sobre la cual era bonito estar tumbado después de haber comido bien.
Y de las nubes, que parecían otros corderitos que correteasen por aquellos prados azules, allá arriba.
Y le invitaran a jugar, corriendo por el prado como ellas por el cielo.
Y sobre todo, de las caricias de su mamá, la cual todavía le consentía alguna sobria chupada,
lamiéndole mientras tanto, la blanca lana con su rosada lengua.
Y del aprisco, seguro y protegido del viento.
Y de la cama, bien esponjosa y fragante, en que le era dulce dormir junto a su madre.
“Es fácil contentarlo. Y no tiene ni armas ni veneno. Es ingenuo. Hagámoslo rey”.
Y se gloriaban de él, porque era hermoso y bueno.
Y porque lo admiraban los pueblos vecinos y lo amaban los súbditos por su paciente mansedumbre.
Pasó un tiempo.
El cordero se hizo carnero y dijo:
“Llega el momento de gobernar realmente.
Ahora tengo pleno conocimiento de mi misión.
La Voluntad de Dios, que permitió que fuera elegido re, me ha formado para esta misión…
Y me ha dado capacidad de reinar;
Justo es por tanto, que la ejercite en forma plena, incluso porque si no, sería desperdiciar los dones de Dios”.
Viendo pues a súbditos hacer cosas contrarias a la honestidad de las costumbres;
a la caridad, dulzura, lealtad, morigeración, obediencia, respeto, prudencia, etc.
levantó su voz para amonestar.
Pero he aquí que los súbditos se rieron de su balido sabio y dulce;
que no atemorizaba como el rugido de los felinos,
ni como el chillido de los buitres cuando se lanzan veloces sobre la presa,
ni como el silbido de la serpiente…
ni siquiera como los ladridos del perro que infunde temor.
El cordero ya carnero, no se limitó a balar;
fue donde los culpables para conducirlos de nuevo al cumplimiento del deber.
Ahora bien, la serpiente se le escurrió por entre las patas;
el águila se elevó en vuelo y lo dejó plantado;
los felinos, con una manotada, lo apartaron amenazándole:
“¿Ves lo que hay en esta mano afelpada que por ahora se limita a apartarte? Son garras”;
los caballos y todos los animales corredores en general, se pusieron a girar al galope alrededor de él, en plan de burla;
los robustos elefantes y otros paquidermos, con un golpe del morro, lo tiraron rebotándolo de un lado a otro.
Los monos, desde encima de los árboles, lo hicieron blanco de sus proyectiles.
El cordero ya carnero, acabó por inquietarse, y dijo:
“No quería usar ni mis cuernos ni mi fuerza; porque también yo tengo fuerza en este cuello,
tanto que será modelo para abatir obstáculos de guerra.
No quería usarla porque prefiero usar el amor y la persuasión.
Pero, dado que ante estas armas no os doblegáis, haré uso de la fuerza,
porque no quiero faltar a mi deber para con Dios y para con vosotros,
a pesar de que vosotros faltéis al vuestro para con Dios y para conmigo.
He sido establecido aquí por vosotros y Dios para guiaros a la Justicia y al Bien.
Y aquí quiero que Justicia y Bien es decir, Orden, reinen”.
Y castigó con los cuernos -ligeramente, porque era bueno,
a un perrito que seguía molestando a los que estaban a su lado.
Y luego, con su fortísimo cuello, echó abajo la puerta de la guarida donde un cerdo glotón y egoísta,
había almacenado provisiones en perjuicio de los demás.
Y tiró abajo también la mata de lianas que los jóvenes monos habían elegido para sus ilícitos amores.
“Este rey se ha hecho demasiado fuerte. Quiere realmente reinar y que vivamos una vida sabia.
Esto no nos agrada. Hay que destronarlo” dijeron.
Mas un mono joven y astuto aconsejó:
“Hagámoslo de forma que parezca que ha sido por un motivo justo;
si no, quedaremos mal ante otros pueblos y nos atraeremos la enemistad de Dios.
Vamos a espiar todo lo que hace el carnero, para poderlo acusar bajo apariencia de justicia”.
La serpiente dijo:
– Me encargo de ello yo.
El mono agregó:
Una arrastrándose por entre la hierba y el otro desde las copas de los árboles,
no perdieron ni un momento de vista al cordero.
Y todas las noches, cuando él se retiraba para descansar de las fatigas de la misión…
Y meditaba en las medidas que debería tomar y en las palabras que tendría que usar,
para domar la rebelión y vencer los pecados de los súbditos,
entonces éstos, excepto alguno -raro- honesto y fiel;
se reunían para escuchar el relato de los dos espías y traidores, pues traidores eran también.
La serpiente decía a su rey: “Te sigo porque te amo, para defenderte en caso de que te agredieran”.
El mono decía a su rey: “¡Como te admiro! Quiero ayudarte.
Mira, desde aquí veo que más allá de este prado se está pecando. ¡Corre!”
Y luego decía a sus compañeros:
“Hoy también ha tomado parte en el banquete de algunos pecadores.
Ha simulado que iba allí para convertirlos, pero luego en realidad ha sido cómplice de sus orgías”.
Y la serpiente refería:
“Se ha alejado incluso allende los confines de su pueblo.
Y ha entablado conversación con mariposas, moscardones y babosas.
Es un infiel.
Trata con extranjeros impuros”.
Así hablaban a espaldas del inocente, creyendo que él lo ignorase.
Pero el espíritu del Señor, que lo había formado para su misión,
lo iluminaba también respecto a las conjuras de sus súbditos.
Habría podido huir indignado, maldiciéndolos.
Pero el cordero era manso y humilde de corazón.
Amaba: éste era su error.
Y cometía un error aún mayor:
El de perseverar en su misión, amando y perdonando, a costa de la vida, para cumplir la Voluntad de Dios.
¡Oh, qué errores éstos ante los hombres!
¡Imperdonables! Tanto que le procuraron la condena.
“Muera. Para liberarnos de su opresión”.
Y la serpiente se encargó de matarlo, porque siempre la traidora es la serpiente…
¡Ahora te toca a ti entenderlo, pueblo de Nazareth!
¡Y Pueblo de Dios!
Yo, por el amor que me une a ti, te deseo al menos que no pases del grado de pueblo hostil.
El amor de la tierra a la que vine cuando era niño, en que crecí amándoos y siendo amado;
me hace deciros a todos vosotros:
“No seáis más que hostiles.
No hagáis que la historia diga: “De Nazaret vinieron su traidor y sus jueces inicuos”‘.
Adiós.
Juzgad con rectitud y quered con constancia:
Lo primero, todos vosotros;
segundo, aquellos de entre vosotros que no vivan disturbados por pensamientos deshonestos.
Me marcho…
Y Jesús, en medio de un silencio penoso,
quebrado sólo por dos o tres voces que lo aprueban…
Sale triste, cabizbajo, de la sinagoga de Nazareth.
Le siguen los apóstoles.
Al final de todos van los hijos de Alfeo y sus ojos no son ciertamente, ojos de manso cordero…
Miran severamente a la multitud hostil.
Y Judas Tadeo sin vacilaciones, se planta erguido ante su hermano Simón,
y le dice:
– Creía que tenía un hermano más honesto y de carácter más fuerte.
Simón agacha la cabeza y calla.
Pero el otro hermano José, respaldado por otros de Nazaret,
le reclama:
– ¡Deberías avergonzarte de ofender a tu hermano mayor!
Tadeo le responde con firmeza:
– ¡NO!
Me avergüenzo de vosotros.
Y volviéndose hacia todos los nazaretanos,
Sentencia con severidad:
¡De todos vosotros!
Esta Nazareth no es simplemente una madrastra para el Mesías;
es una madrastra depravada.
Lloraréis tantas lágrimas como para alimentar una fuente;
pero no servirán para lavar de los libros de la Historia…
El verdadero nombre de esta ciudad y de vosotros.
¿Sabéis cuál es?:
“ESTUPIDEZ”.
Adiós.
Santiago añade un saludo más amplio, pero igual recriminatorio…
Y augurando luz de sabiduría.
Y salen, junto con Alfeo de Sara y otros dos jóvenes;
que son los dos cuidadores de asnos que los acompañaron para ir al encuentro de Juana de Cusa,
cuando estaba moribunda y Jesús prácticamente la resucitó…
La gente, que ha quedado confundida,
murmura:
– ¡¡¿Pero de dónde le viene tanta sabiduría?!!
– ¿Y de dónde los milagros que hace?
– Porque hacerlos los hace.
– Toda Palestina lo dice.
– ¿No es el hijo de José el carpintero?
Todos le hemos visto hacer mesas y camas en el banco del artesano de Nazareth,.
Y arreglar ruedas, yuntas y cierres.
Ni siquiera fue a la escuela.
Su Madre fue su única maestra.
José de Alfeo, dice:
– Eso también fue un escándalo.
– Pero también tus hermanos terminaron la escuela con María de José.
– ¡Ya!
Mi padre fue débil ante su mujer… – responde José.
– Entonces…
¿También el hermano de tu padre?
– José también.
Y esto recrudece la polémica:
– ¿¡Entonces no era hijo de José?!
– ¿Pero es realmente el hijo del carpintero?
– Hay muchos que se parecen.
– Creo que es uno que se hace pasar por él, pero no lo es.
– ¿Y dónde está entonces Jesús de José?
– ¿Pero tú crees que su Madre no lo va a conocer?
– ¿Y los parientes?
– Los parientes también estamos divididos.
– Aquí están TODOS sus hermanos y hermanas.
– Y todos ellos lo reconocen como pariente.
– ¿No es verdad, vosotros dos?
Los dos mayores hijos de Alfeo asienten.
(Para entender esto, hay que CONOCER y comprender la cultura del Medio Oriente,
Y como se denomina la perentela...
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donde la educación patriarcal admite la poligamia y esto origina la herejía aprovechada por Satanás,
para los ignorantes y analfabetos espirituales de Occidente)
– Entonces se ha vuelto loco…
– O está endemoniado…
Porque lo que dice no puede provenir de un obrero.
– Lo que habría que hacer es no escucharlo.
– Su pretendida doctrina es delirio o posesión…
Y la polémica originada por la incredulidad, crece como una avalancha…
Mientras tanto….
Jesús está parado en la plaza esperando a Alfeo de Sara, que habla con un hombre.
Mientras espera, uno de los arrieros, que se había quedado cerca de la puerta de la sinagoga,
Y le dice las calumnias que allí se han dicho.
– No te apenes por esto.
Un profeta, generalmente no recibe honor, ni de su patria ni de su casa.
El hombre es tan necio que cree que para ser profetas, es necesario casi estar fuera de la vida;.
Y los coterráneos y familiares, más que todos los demás,
conocen y recuerdan la humanidad de su paisano y pariente.
Pero la verdad triunfa siempre.
Adiós.
La paz sea contigo.
– Gracias, Maestro.
Bendito seas por haber curado a mi madre.
– Lo merecías, porque supiste creer.
Mi poder aquí es inoperante, porque aquí no hay fe.
Y volviéndose hacia los suyos,
Jesús agrega:
Vamos, amigos.
Mañana al |alba nos marchamos.
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217 PARÁBOLA DEL TESORO
217 IMITAR A JESUS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
En el camino que desde el lago Merón va hacia Galilea;
Jesús va acompañado por Simón Zelote y Bartolomé.
Llegan a un punto donde esperan a los demás, junto a un torrente que aunque esté reducido a un arroyo muy pequeño;
alimenta una arboleda de frondosos árboles.
Los otros están llegando desde dos partes distintas.
Es un día tórrido.
Y después de haber predicado por los campos en distintos lugares, mucha gente ha seguido a los tres grupos,
encaminando a los enfermos hacia el grupo de Jesús y reservándose predicar sobre Él a los sanos.
Hay muchos que han sido agraciados con milagros y forman ahora un grupo feliz, sentado entre los árboles;
su alegría es tal, que no sienten siquiera el cansancio producido por el calor, el polvo, la luz cegadora;
Mientras que todas estas cosas hacen sufrir y no poco, a los demás.
Cuando el grupo capitaneado por Judas Tadeo llega -es el primero- adonde Jesús,
se manifiesta evidente el cansancio de todos los que lo forman y de los que vienen detrás.
El último es el grupo capitaneado por Pedro; vienen en él muchos de Corazaín y Betsaida.
Pedro lanza un gran suspiro y dice:
– Hemos hecho lo que estaba previsto, Maestro.
Pero haría falta ser muchos grupos…
Ya ves… andar mucho no se puede, por el calor.
¿Qué hacemos, entonces?
El mundo parece ensancharse más, cuantas más cosas tenemos que hacer;
porque los pueblos se desperdigan y se alargan las distancias.
No me había percatado nunca de que fuera tan grande Galilea.
Estamos sólo en un rincón de ella, realmente en un rincón…
Y no logramos evangelizarla, de tan grande como es y de tantas necesidades…
Tadeo le responde:
– No es que el mundo crezca, Simón.
Lo que crece es el conocimiento de nuestro Maestro.
Santiago de Zebedeo, agrega:
– Sí, es verdad.
Mira cuánta gente.
Algunos nos siguen desde esta mañana.
Durante las horas de calor, nos hemos refugiado en un bosque.
Pero incluso ahora, que se acerca el atardecer, es un sufrimiento el caminar.
Y estos pobrecillos están mucho más lejos de casa que nosotros.
No sé cómo nos las vamos a arreglar, si sigue aumentando todo a este ritmo…
Tratando de consolar,
Andrés comenta:
– En Octubre vendrán también los pastores.
Pedro protesta:
Pastores, discípulos… ¡Maravillosos!
Pero son útiles sólo para decir:
“Jesús es el Salvador. Está allí”.
Nada más –
Zelote:
– Al menos la gente sabrá dónde encontrarlo.
Ahora, sin embargo… nosotros venimos aquí y ellos corren aquí;
mientras ellos vienen aquí, nosotros vamos allá.
Y ellos tienen que correr detrás de nosotros…
Y con niños y enfermos no es muy cómodo.
Jesús habla:
– Tienes razón, Simón-Pedro.
También siento Yo compasión de estas almas y de estas turbas.
Para muchos el no encontrarme en un momento dado, puede ser causa irreparable de desventura.
Observad qué cansados están y cuán desorientados se sienten, los que no poseen aún la certeza de mi Verdad.
Y cuán hambrientos los que han gustado mi Palabra y ya no saben estar sin ella.
Y ninguna otra palabra los satisface.
Semejan a ovejas sin pastor, que vagan no encontrando a alguien que las guíe y lleve a pastar.
Yo les seré próvido.
Pero vosotros tenéis que ayudarme, con todas vuestras fuerzas espirituales, morales y físicas.
Dejaréis de formar grupos numerosos;
debéis saber ir de dos en dos.
Mandaremos en parejas a los discípulos mejores.
La mies es verdaderamente mucha.
En verano os prepararé para esta gran misión.
Para Tammuz contaremos con Isaac, que vendrá con los mejores discípulos y os prepararé.
De todas formas, no seréis todavía suficientes; porque la mies es verdaderamente mucha y los obreros pocos.
Rogad pues al Dueño de la tierra, que envíe muchos obreros a su mies.
Santiago de Alfeo responde:
– Sí, mi Señor.
Pero ello no modificará mucho la situación de éstos que te buscan.
Tadeo pregunta:
– ¿Por qué, hermano?
– Porque buscan no sólo doctrina y palabra de Vida.
Sino también remedio a sus flaquezas, a sus enfermedades;
a toda tara de su parte inferior o superior, causada por la vida o por Satanás.
Santiago se vuelve hacia Jesús:
– Y esto sólo Tú lo puedes hacer, porque en Tí está el Poder.
Jesús responde:
– Los que son una sola cosa conmigo llegarán a hacer lo que Yo hago.
Y los pobres recibirán ayuda en todas sus miserias.
Pero aún no tenéis en vosotros lo necesario para esto.
Esforzaos en superaros a vosotros mismos, en aplastar vuestra humanidad para que triunfe el espíritu.
No asimiléis sólo mi palabra sino también su espíritu.
O sea, santificaos por ella…
Entonces todo lo podréis.
Mas ahora vamos a manifestarles mi Palabra, dado que no quieren marcharse sin que Yo les dé la palabra de Dios.
Luego volveremos a Cafarnaúm.
También allí habrá quien nos esté esperando…
Tomás pregunta:
– Señor, pero…
¿Es verdad que María de Magdala, te ha pedido perdón en casa de Simón el fariseo?
– Es verdad, Tomás.
Felipe cuestiona:
– ¿Y se lo diste?
– Se lo he dado.
Bartolomé exclama:
– Pero…
– ¿Por qué?
Era un arrepentimiento sincero y merecía perdón.
Judas dice con tono de reproche:
– Pero no debías darlo en esa casa, públicamente…
– No veo en qué he errado.
– En esto:
Tú sabes quiénes son los fariseos, cuántas argucias tienen en su cabeza;
cómo te vigilan; cómo te calumnian, cómo te odian.
Tenías uno de ellos, en Cafarnaúm, que era amigo tuyo: Simón.
Y llamas a su casa a una prostituta para profanar la casa y escandalizar al amigo Simón.
– No la llamé Yo.
Vino ella.
No era una prostituta; era una mujer arrepentida.
Todo esto cambia mucho la cosa.
Si antes no sentían asco de estar a su lado;
si no han sentido nunca asco de desearla, incluso en mi Presencia.
tampoco ahora que ella ya no es sólo una carne, sino un alma;
deben sentirlo por verla entrar para arrodillarse a mis pies y llorar acusándose.
Humillándose con su pública, humilde confesión, totalmente presente en su llanto.
La casa de Simón fariseo ha recibido santificación por un milagro grande: la resurrección de un alma.
En la plaza de Cafarnaúm, hace cinco días, me preguntaba:
“¿Has hecho sólo ese milagro?”, y me respondía por su cuenta: “¡No, claro!”.
Porque había deseado mucho ver uno.
Pues se lo he dado.
Lo he elegido para testigo, paraninfo, de estos esponsales del alma con la Gracia.
Debería sentirse orgulloso.
Judas:
– Pues sin embargo, está escandalizado.
Quizás has perdido un amigo.
– He encontrado un alma.
Merece la pena perder la amistad de un hombre, su pobre amistad de hombre;
con tal de devolver a un alma la amistad con Dios.
– Es inútil.
Contigo no se puede mantener humana reflexión.
¡Estamos en la tierra, Maestro! Recuérdalo.
Aquí mandan las leyes y las ideas de la tierra.
Tú actúas con el método del Cielo, te mueves en el Cielo que tienes en tu corazón, ves todo a través de luces de Cielo.
¡Pobre Maestro mío!
¡Cuán divinamente inepto eres para vivir entre nosotros los perversos!
Judas de Keriot lo abraza, maravillado y desolado al mismo tiempo.
Y finaliza:
– Y me duele el que te crees tantos enemigos, por demasiada perfección.
Jesús argumenta:
Está escrito que debe ser así.
Pero, ¿Cómo sabes que Simón se siente ofendido?
– No ha dicho que se sienta ofendido.
Pero a mí y a Tomás, nos ha dado a entender que aquello no se debía haber hecho;
no debías haberla invitado a su casa, donde sólo entran personas honestas.
Pedro advierte:
– ¡Bueno, Eh….!
¡Sobre la honestidad de los que van a casa de Simón mejor no seguir!
Y Mateo:
– Yo podría decir que el sudor de las prostitutas ha goteado en repetidas ocasiones;
en los suelos, en las mesas y…
En otros sitios, de la casa de Simón el fariseo.
Judas rebate:
– Pero no públicamente.
Pedro:
– No.
Con hipocresía para esconderlo.
– Cambia también la entrada de una prostituta que entra para decir:
“Dejo mi pecado infame”, respecto a la de una que entra para decir: “Aquí me tienes para cumplir el pecado juntos”.
Todos coinciden:
– Mateo tiene razón.
– Sí, tiene razón.
Pero ellos no piensan como nosotros.
Y es necesario llegar a un acuerdo con ellos, adaptarse a ellos para tenerlos como amigos.
Jesús objeta imperioso:
– Eso nunca, Judas.
En la verdad, en la honestidad, en la conducta moral, no hay ni adaptaciones ni acuerdos.
Y, además, Yo sé que he actuado bien y para el bien.
Y basta.
Vamos a despedir a estas personas cansadas.
Y se acerca a los que, diseminados bajo los árboles, miran en dirección a Él con ansia de oírlo.
Que, salvando estadios y soportando el intenso sol, habéis venido a oír la Buena Nueva.
En verdad os digo que estáis empezando a entender realmente lo que es el Reino de Dios.
Y también cuán valioso es poseerlo y cuán dichoso pertenecer a él.
De forma que cualquier tipo de esfuerzo pierde para vosotros ese valor que para otros tiene;
porque el espíritu impera en vosotros y dice a la carne:
“Regocíjate si te oprimo, porque lo hago por tu bienaventuranza.
Cuando te reúnas conmigo, después de la resurrección final,
me amarás por todo cuanto te subyugué y verás en mí a tu segundo salvador”.
¿No habla así vuestro espíritu?
– ¡Sí, sí que habla así!
Al presente, basáis vuestro comportamiento en la enseñanza de mis lejanas parábolas;
pero ahora os voy a ofrecer otras luces para que os enamoréis cada vez más;
de este Reino de valor inconmensurable que os espera.
Un hombre, que había ido a un campo por casualidad a buscar mantillo para llevarlo a su huerta,
al excavar fatigosamente en la tierra dura, debajo de algún estrato, se encuentra un filón de metal precioso.
¿Qué hace entonces aquel hombre?
Vuelve a tapar con tierra lo que ha encontrado.
No le importa tener que trabajar más, porque el descubrimiento compensa la fatiga.
Luego va a su casa, empieza a juntar todos sus bienes en dinero y en objetos…
Y estos últimos los vende para sacar mucho dinero.
Cuando logra juntar todo, se presenta al dueño del campo y le dice:
“Me gusta tu campo. ¿Cuánto quieres por vendérmelo?”.
“No, no lo vendo” responde el otro.
Mas el hombre ofrece sumas cada vez más fuertes, exageradas en relación al valor del campo…
Y termina convenciendo al dueño, que piensa: “¡Este hombre es un loco!
Bien, pues, dado que está loco, me aprovecho.
No es engaño porque es él quien me la quiere dar.
Con el dinero me compraré al menos otros tres campos y de mayor calidad”.
Y vende, convencido de haber cerrado un espléndido trato.
Sin embargo, es el otro el que cierra un espléndido trato,
porque se priva de objetos que puede robar el ladrón o que puede perder
O que se consumirán, pero se procura un tesoro que por ser verdadero, natural, es inagotable.
Le compensa, por tanto, el haber sacrificado todo lo que tenía por esta compra;
se queda durante algo de tiempo sólo con la propiedad del campo;
pero en realidad posee para siempre el tesoro que allí se esconde.
Vosotros habéis entendido esto y hacéis como el hombre de la parábola.
Dejáis las efímeras riquezas para poseer el Reino de los Cielos.
Se las vendéis a los necios del mundo; se las cedéis y aceptáis el escarnio del mundo;
que juzga estúpido vuestro modo de actuar.
Actuad así, siempre así, y vuestro Padre que está en los Cielos jubiloso,
un día os dará vuestro lugar en el Reino.
Volved a vuestras casas antes de que llegue el sábado.
En el día del Señor, pensad en la parábola del tesoro del Reino celeste.
La paz sea con vosotros.
La gente se dispersa lentamente, por los caminos y senderos de la campiña.
Mientras Jesús se dirige a Cafarnaúm en la tarde que declina.
212 RAZÓN DEL SILENCIO
212 IMITAR A JESÚS ES EL EJEMPLO QUE SALVA
Luego Jesús baja a la cocina; pero al ver que Juan va a salir para ir a la fuente;
en vez de quedarse en la cocina caliente y humosa, prefiere ir con él.
Y deja a Pedro batallando con unos peces que acaban de traer los mozos de Zebedeo, para la cena del Maestro y los apóstoles.
No van al manantial de las afueras del pueblo, sino a la fuente de la plaza;
que recibe el agua del abundante manantial que brota de la escarpa del monte que está junto al lago.
En la plaza se ve la consabida aglomeración de gente, típica de los pueblos palestinos por la tarde.
Mujeres con ánforas, niños jugando, hombres hablando de negocios o… de dimes y diretes del lugar.
Pasan también, circundados de siervos o clientes, los fariseos, dirigiéndose hacia las casas ricas;
todos se apartan para dejarlos pasar, haciéndoles reverencias.
Aunque luego, nada más que han pasado, los maldicen de corazón y cuentan sus últimos atropellos y engaños.
Mateo, en un ángulo de la plaza, arenga a sus amigos de antes…
lo cual hace decir en tono despreciativo y en voz alta,
al fariseo Urías:
– ¡Las famosas conversiones!
El apego al pecado permanece.
Se ve en que se mantienen las amistades. ¡Ja!, ¡ja!
Entonces Mateo, resentido, se gira…
y responde:
– Se mantienen para convertirlos».
– ¡No es necesario!
Es suficiente tu Maestro.
Tú manténte a distancia, no vaya a ser que te vuelva la enfermedad;
suponiendo que verdaderamente estés curado.
Mateo se pone violáceo por el esfuerzo de no decirle cuatro verdades.
Pero se limita a contestar:
– Ni temas ni esperes.
– Que no temas que vuelva a ser Leví el publicano.
Y que no esperes que te imite para perder a estas almas.
Las distancias y los desprecios te los dejo a ti y a tus amigos.
Yo imito a mi Maestro y me acerco a los pecadores, para conducirlos a la Gracia.
Urías se dispone a replicar, pero en esto llega el otro fariseo, el viejo Elí,
que dice:
– Pero hombre, no manches tu pureza.
No contamines tu boca amigo; ven conmigo.
Y toma del brazo a Urías y le lleva hacia su casa.
Entretanto la gente, especialmente los niños, se han ido arrimando más a Jesús.
Entre los niños están la pareja de hermanitos Juana y Tobías, los que en un día ya lejano;
reñían por unos higos.
Ahora le dicen a Jesús, mientras toquetean con las manitas su alto cuerpo, para llamar su atención:
¡Hoy también hemos sido buenos!,
¿Sabes?
No hemos llorado en todo el día, ni nos hemos molestado, por amor a Tí.
¿Nos das un beso?
Jesús les dice:
– ¿Entonces habéis sido buenos?
¡Y por amor a Mí!
¡Qué alegría me dais!
Aquí tenéis el beso.
Mañana sed mejores todavía.
También está Santiago, el niño que llevaba todos los sábados, la bolsa de Mateo a Jesús.
Dice:
– Leví ya no me da nada para los pobres del Señor.
Pero yo he reservado toda la recompensa que me dan, cuando soy bueno.
¿Se lo das a los pobres por mi abuelo?
– Sí claro.
Pero, ¿Qué le pasa a tu abuelo?
– Ya no puede andar.
Es muy viejo y no se mantiene en pie con las piernas.
– ¿Te entristece esto?
– Sí,.
Porque era mi maestro, cuando caminábamos por el campo.
Me decía muchas cosas.
Me hacía amar al Señor.
Ahora todavía me habla de Job y me muestra las estrellas del cielo, pero…
Desde su silla…
Era más bonito antes.
– Iré mañana a ver a tu abuelo.
Estás contento?
Pero Benjamín el de Cafarnaúm, que ha llegado a la plaza con su mamá y ha visto a Jesús.
Suelta la mano materna y corre con un grito que parece de golondrina, adentro de la pequeña muchedumbre.
Ha llegado donde Jesús, le rodea con los brazos las rodillas,
y le dice:
– ¡También a mí!
¡Hazme también a mí una caricia
En ese momento pasa el fariseo Simón.
Dedica a Jesús una pomposa reverencia.
Jesús devuelve el saludo.
El fariseo se para y mientras la gente se aparta como atemorizada,
dice:
– A mí no me harías una caricia?
Y sonríe levemente.
– A todos los que me la piden.
Me alegro contigo Simón, de que estés en perfecta salud.
Me habían dicho en Jerusalén que habías estado muy enfermo.
– Sí. Mucho.
Deseaba verte… para sanar.
– ¿Creías que podía hacerlo?
– Nunca lo he dudado.
Pero he tenido que curarme solo, porque has estado ausente durante mucho tiempo.
– En los confines de Israel:
Así he ocupado los días entre Pascua y Pentecostés.
– ¿Muchos éxitos?
He sabido lo de los leprosos de Hinnon y Siloán.
Grandioso.
– ¿Sólo eso?
– No, ciertamente.
Pero eso se sabe por el sacerdote Juan.
Quien no tiene prejuicios, cree en Tí y es feliz.
– ¿Y quien no cree porque tiene prejuicios?
¿Qué es de él, sabio Simón?
El fariseo se turba un poco…
Vacila entre el deseo de no condenar a sus demasiados amigos, que tienen prejuicios contra Jesús.
Y el de merecer de verdad los elogios de Jesús.
Vence éste último,
y dice:
– Quien no quiere creer en Tí…
A pesar de las pruebas que das, está condenado
– Yo no quisiera la condena de ninguno…
– Tú.
Y sin embargo, nosotros no correspondemos contigo con la misma medida de bondad, que Tú tienes con nosotros.
Son demasiados los que no te merecen…
Jesús, quisiera invitarte mañana a mi casa…
– Mañana no puedo.
Dejémoslo para dentro de dos días.
¿Aceptas?
– Siempre.
Vendrán… amigos míos…
Tendrás que compadecerlos si…
– Sí, sí.
Iré con Juan.
– ¿Sólo él?
– Los otros tienen otros encargos.
Mira, están volviendo de la campiña.
– Dios esté contigo, Jesús.
El fariseo se marcha.
Y Jesús se reúne con los apóstoles.
Vuelven a casa para la cena.
Mientras están a la mesa, comiendo el pescado asado;
llegan unos ciegos que ya antes en el camino, habían implorado el favor de Jesús.
Repiten ahora su súplica:
– « ¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de nosotros!».
A lo cual, en tono de reproche,
contesta Simón-Pedro:
– ¡Marchaos, hombre!
Si os ha dicho que mañana, es mañana.
Dejadlo comer.
Jesús objeta:
– No, Simón.
Tanta constancia merece un premio.
Y a los ciegos,
les dice:
– Entrad los dos.
Los ciegos entran tentando con el bastón el suelo y las paredes.
– ¿Creéis que os puedo devolver la vista?
– ¡Oh, sí, Señor!
Hemos venido porque estamos seguros de ello.
Jesús se levanta de la mesa y se acerca a ellos.
Pone las yemas de sus dedos en los párpados ciegos, levanta el rostro, ora…
Y dice:
– Hágase con vosotros según la fe que tenéis.
Entonces quita las manos:
En uno, los párpados que antes no tenían movimiento se mueven, porque la luz hiere de nuevo sus pupilas renacidas.
Al otro se le desellan los párpados, de forma que donde antes había una sutura natural;
debida ciertamente a úlceras mal curadas; ahora se forma de nuevo el borde palpebral sin defectos.
Y sube y baja con movimiento de ala.
Los dos caen de rodillas.
– Levantaos.
Marchaos.
Cuidad de que nadie sepa lo que he hecho con vosotros.
Llevad a vuestras ciudades la nueva de la gracia recibida.
A los familiares, a los amigos.
Aquí ni es necesario ni es bueno para vuestra alma.
Conservadla inmune de toda lesión a su fe; de la misma forma que ahora que sabéis lo que son los ojos…
Los preservaréis de toda lesión, para no quedaros ciegos de nuevo.
Los curados se van llorando de felicidad.
Termina la cena.
Suben a la terraza, donde hay un poco de aire fresco.
El lago es todo un cabrilleo bajo el cuarto de luna.
Jesús se sienta en el borde del antepecho y se abstrae, contemplando este lago de plata en movimiento.
Los demás hablan entre sí, aunque en voz baja, para no molestarlo.
Eso sí, lo miran como embelesados.
¡Claro! ¡Qué hermosura la suya!
Tiene la cabeza levemente hacia atrás, apoyada sobre el áspero sarmiento de vid que desde ahí sube y se extiende por la terraza.
Le aureola por entero una luna que ilumina su rostro, al mismo tiempo severo y sereno;
permitiendo estudiarlo hasta sus mínimos detalles.
Sus ojos de forma alargada, de un azul que en la noche asemeja casi al color del ónix;
parecen emanar olas de paz sobre todas las cosas.
De vez en cuando se levantan hacia el cielo sereno, sembrado de astros.
Otras veces descienden para mirar a las colinas.
O más aún para mirar al lago; más todavía.
Y entonces se quedan fijos en un punto indeterminado y parecen sonreír ante algo que sólo ellos ven.
Sus cabellos ondean leves con el viento ligero.
Está sentado al sesgo, con una pierna suspendida a poca distancia del suelo y la otra apoyada en la tierra.
Las manos relajadas sobre el regazo.
Su vestidura blanca parece acentuar su propio candor, haciéndose casi de plata por la luz lunar.
Sus largas manos blanco marfil, parecen intensificar la propia tonalidad de marfil viejo…
Y la propia belleza viril, a pesar de su forma ahusada.
También la cara, con su frente alta y su nariz recta;
con sus delicadas mejillas ovaladas, alargadas por la barba rubia-cobre, que parece bajo esta luz lunar;
hacerse de color marfil viejo, perdiendo el tenue matiz róseo, que de día se nota en los pómulos.
Pedro pregunta:
– ¿Estás cansado, Maestro?
– No.
– Te veo pálido y pensativo…
– Estaba pensando, sí…
Pero no creo que esté más pálido de lo habitual.
Venid aquí…
La luz de la luna os pone a todos vosotros pálidos también.
Mañana iréis a Corazaín.
Quizás encontréis a algunos discípulos.
Habladles.
Y tened en cuenta que mañana a la caída de la tarde, tenéis que estar aquí.
Andrés pregunta:
– ¡Qué bien!
Se lo diremos a los de Corazaín.
Hoy, regresando aquí, nos hemos encontrado con Marta y Marcela.
¿Habían estado aquí.
– Sí.
Santiago de Zebedeo dice:
– En Mágdala se hablaba mucho de María:
Que ya no sale de casa, ya no organiza fiestas.
Nos hemos parado a descansar donde la mujer de la otra vez.
Benjamín me ha dicho que cuando le vienen ganas de comportarse mal, piensa en Tí y…
Judas dice:
– … Y en mí.
Puedes decirlo, Santiago.
– No lo ha dicho.
– Lo ha dado a entender diciendo:
“Yo no quiero ser guapo, pero malo”
No me puede soportar…
Jesús dice:
– Antipatías sin peso, Judas.
No pienses en ello.
– Sí, Maestro.
Pero es molesto que…
Una voz masculina, gritando desde el camino,
lo interrumpe:
– ¿Está el Maestro?
Pedro ordena:
– Está…
Pero, ¿Qué queréis otra vez ahora?
¿No os basta todo el tiempo del día?
¿Es hora ésta de venir a importunar a unos pobres peregrinos?
Volved mañana.
– Es que tenemos aquí con nosotros a un mudo endemoniado.
Se nos ha escapado tres veces por el camino;
Si no, hubiéramos llegado antes.
¡Sed benévolos!
Dentro de poco, cuando la Luna esté alta, dará fuertes gritos y atemorizará a todo el pueblo.
¿Veis como ya empieza a agitarse?
Jesús atraviesa toda la terraza y se asoma por el antepecho.
Los apóstoles hacen lo mismo.
Es un collar de cabezas inclinadas hacia una turba de gente;
que a su vez la levantan hacia aquellos que la agachan.
En medio, con movimientos y aullidos de oso o de lobo, encadenado;
hay un hombre bien atado por las muñecas para impedir que se escape.
Aúlla revolviéndose con movimientos animalescos y como buscando en el suelo quién sabe qué cosa.
Cuando alza los ojos y se encuentra con la mirada de Jesús, emite un grito brutal, inarticulado.
Un verdadero aullido…
Y trata de huir.
La multitud, casi toda Cafarnaúm, se aparta atemorizada.
El hombre suplica:
– ¡Ven, por caridad!
¡Le está volviendo a dar como antes…!
Jesús responde:
– Voy enseguida.
Y Jesús baja rápidamente y va de frente hacia el desdichado;
que está más agitado que nunca.
Jesús ordena:
– Sal de éste! ¡Lo quiero!
El aullido queda estrellado en una palabra:
– ¡Paz!
Sí, paz.
Ten paz ahora que has sido liberado.
La muchedumbre grita maravillada al ver el inmediato paso, de la furia a la quietud;
de la posesión a la liberación;
del mutismo a la posibilidad de hablar.
Jesús pregunta:
– ¿Cómo habéis sabido que estaba aquí?
– En Nazaret nos dijeron:
“Está en Cafarnaúm”.
En Cafarnaúm nos lo confirmaron dos hombres, que decían que les habías curado los ojos, en esta casa.
Muchos dicen:
– Es verdad.
– Nos lo han dicho también a nosotros…
Y comentan:
– « ¡Jamás se han visto cosas semejantes en Israel!
Mas los fariseos de Cafarnaúm -entre los que no está Simón-, con risa sarcástica,
dicen:
– Si no fuera con la ayuda de Belcebú, no las haría.
El liberado dice:
– Ayuda o no ayuda, estoy curado.
Y los ciegos también.
Vosotros no lo podríais hacer a pesar de vuestras altas oraciones.
Replica el endemoniado mudo curado.
Y besa la túnica de Jesús.
El cual no responde a los fariseos.
Se limita a despedir a la muchedumbre,
diciendo:
– La paz esté con vosotros.
Retiene al hombre curado y a los que lo acompañan,.
Y les ofrece hospedaje en la habitación alta para que descansen hasta el alba.
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T EL GRAN FLAGELO 1

4. Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande. Apocalipsis 6
CUMPLIMIENTO
LOS TENTÁCULOS DEL ANTICRISTO:
LA ENERGÍA NUCLEAR
Estos son los ejércitos más potentes del mundo y China encabeza la lista
China posee la fuerza militar más potente del mundo, y contaría con una ventaja significativa en el hipotético caso de un conflicto militar, según muestra un reciente estudio publicado por el sitio web Military Direct.
Un grupo de especialistas en defensa ha calificado a los 10 países con los ejércitos más poderosos, considerando distintos factores como su presupuesto, salarios, cantidad de personal militar activo, fuerzas aéreas, marítimas, terrestres y nucleares.
El ‘ranking’ de la mayor máquina militar del planeta lo encabeza China, con 82 puntos de 100. Mientras que Estados Unidos, “a pesar de su enorme presupuesto militar”, ocupa el segundo lugar con 74 puntos,
seguido de Rusia con 69, India con 61 y luego Francia con 58. Asimismo, Arabia Saudita, Corea del Sur, Japón, el Reino Unido, y Alemania ocupan las posiciones subsiguientes.

En base a estos puntajes, el estudio sugiere que “China sería la favorita en un hipotético súper conflicto”. No obstante, al analizar por separado sus capacidades militares, “China ganaría por mar, Estados Unidos por aire y Rusia por tierra”.
Si el enfrentamiento fuese aéreo, EE.UU. ganaría con 14.141 aeronaves en total, respecto a las 4.682 de Rusia y 3.587 de China. Pero en el escenario de un conflicto terrestre, Rusia tiene una ventaja respecto al resto de países con 54.866 vehículos.
En cuanto al arsenal nuclear, Rusia encabeza la lista con 6.375 armas nucleares disponibles, seguida de EE.UU. con 5.800, y China con solo 320.
Respecto al gasto militar, EE.UU. supera ampliamente a todos los países con un presupuesto de 732.000 millones de dólares por año, seguido de China con 261.000 millones de dólares.
“Por supuesto, tener la mayor cantidad de dinero no se traduce necesariamente en ser el ejército más exitoso, pero ciertamente ayuda”, concluyen.
El Reloj del Juicio Final avanza 20 segundos y está más cerca que nunca del ‘apocalipsis’
El Boletín de los Científicos Atómicos ha anunciado este jueves que el Reloj del Juicio Final está más cerca del ‘apocalipsis’.
Los expertos han adelantado 20 segundos con el fin de advertir a los líderes y ciudadanos de todo el mundo que la situación de seguridad internacional es ahora más peligrosa que nunca.
Los científicos anuncian que este marcador simbólico del fin del mundo ahora se encuentra a 100 segundos de la medianoche.
“La humanidad continúa enfrentando dos peligros existenciales simultáneos: la guerra nuclear y el cambio climático, que se ven agravados por un multiplicador de amenazas,
una guerra de información habilitada por la cibernética que socava la capacidad de respuesta de la sociedad”, escribió la comunidad científica en un comunicado.
Los expertos lamentan que los líderes mundiales hayan socavado tratados importantes sobre el control de armas nucleares durante el último año y creado “un ambiente propicio para una renovada carrera armamentista nuclear”.
Tras señalar que el mundo está presenciando la “negación” y el “desprecio” por parte de los líderes políticos en cuanto a la escalada nuclear y la emergencia climática,
el exsecretario general de la ONU, Ban Ki-moon agregó: “Podemos superar las amenazas existentes que enfrentamos, pero debemos actuar, juntos, ahora”.
Las manecillas del reloj avanzaron a pesar de que los científicos indicaron que el año pasado creció la conciencia pública sobre la crisis climática, “en gran parte debido a las protestas masivas de los jóvenes de todo el mundo”.
Sin embargo, consideran que las acciones gubernamentales aún están lejos de contrarrestar el desafío.
El Reloj del Juicio Final no avanza y se queda a 100 segundos del ‘apocalipsis’

El Boletín de Científicos Atómicos, con sede en EE.UU., ha decidido este año dejar las manecillas del denominado Reloj del Juicio Final a 100 segundos antes de la medianoche, que simboliza el momento del ‘apocalipsis’.
De este modo, el reloj sigue marcando las 23:58:20, la misma hora que el año pasado.
La decisión de no avanzar el reloj se debe a que la pandemia de coronavirus en la que vive inmersa la humanidad desde el año pasado, “aunque letal a gran escala […],
no es una amenaza existencial”, explicaron los científicos este 27 de enero. “Sus consecuencias son graves y duraderas.
Pero el covid-19 no destruirá la civilización y esperamos que la enfermedad retroceda eventualmente”, señalaron.
Al mismo tiempo, desde el boletín destacaron que esta “pandemia sirve como una llamada de atención histórica, una ilustración vívida de que los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales no están preparados para manejar las armas nucleares y el cambio climático,
que actualmente representan amenazas existenciales para la humanidad, u otros peligros, incluidas pandemias más virulentas y guerra de próxima generación, que podrían amenazar a la civilización en un futuro próximo”.
“Algunos desarrollos positivos”
Además, en medio de varios eventos negativos en los campos nuclear, del cambio climático y de la desinformación que “podrían justificar el acercamiento del reloj a la medianoche”,
la junta de científicos destacó “algunos desarrollos positivos”, como la elección de Joe Biden como presidente de EE.UU.,
ya que el político demócrata “reconoce el cambio climático como una amenaza profunda y apoya la cooperación internacional”.
Así, por ejemplo, EE.UU. anunció su reincorporación al Acuerdo de París contra el cambio climático y acordó con Rusia prorrogar por cinco años el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas,
también conocido como Nuevo START o START III, detallan los científicos.
Estos eventos aún no han producido un progreso sustancial hacia un mundo más seguro, por lo que “no son suficientes para alejar el Reloj de la medianoche“.
“Pero son positivas y pesan contra los profundos peligros del deterioro institucional, el negacionismo de la ciencia, las posturas nucleares agresivas y las campañas de desinformación discutidas en nuestra declaración de 2020”,
por todo ello, el Reloj del Juicio Final se quedó en el mismo lugar del año pasado, sin avanzar ni retroceder. Aún así, sigue estando más cerca que nunca del ‘apocalipsis’.
¿Qué es el Reloj del Juicio Final?
El proyecto del Reloj del Juicio Final fue creado en 1947 por un grupo de físicos de la Universidad de Chicago, que en la portada de su Boletín de Científicos Atómicos
empezaron a publicar la imagen de un reloj que se convirtió en un indicador de la vulnerabilidad del mundo reflejando el grado de amenaza de la proliferación nuclear y el calentamiento global.
Cuando apareció por primera vez, sus manecillas estaban a 7 minutos antes de la medianoche.
Ya en 1953, después de que EE.UU. y la Unión Soviética probaran sus artefactos termonucleares, el Reloj del Juicio Final marcó las 23:58, hora a la que volvió en 2018 y 2019.
El año más tranquilo fue 1991, cuando las manecillas marcaron 17 minutos hasta el momento del cataclismo nuclear.
La decisión de cómo mover las manecillas es tomada por la junta del Boletín de Científicos Atómicos junto con expertos invitados, entre lo que se incluyen varios premios Nobel
Ejército de Rusia: “La confrontación en el espacio aumenta los riesgos de una guerra nuclear”

La expansión de la confrontación militar al ciberespacio y el espacio aumenta los riesgos de una intromisión en los sistemas de mando y uso de las armas nucleares, advirtió este jueves el jefe del Estado Mayor General de Rusia, el general Valeri Guerásimov.
Según afirmó, están creciendo los riesgos de que se produzcan “incidentes por la intromisión en el funcionamiento de los sistemas del mando y aseguramiento del uso de las armas nucleares”.
En estas condiciones, la disuasión nuclear sigue siendo el “elemento clave del mantenimiento de la seguridad militar de Rusia”, señaló en una reunión con agregados militares de las embajadas extranjeras en Moscú.
Guerásimov recordó que el 5 de febrero próximo expirará el START III (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas), firmado en 2010.
“Después de esa fecha, ni Rusia ni tampoco EE.UU. tendrán limitación alguna” para desarrollar armamento de este tipo en caso de que no se prolongue ese acuerdo bilateral.
El jefe del Estado Mayor General ruso definió esta situación como “complicada, pero superable”.
Moscú sigue considerando su arsenal nuclear como un medio para disuadir a enemigos potenciales de lanzar una agresión contra Rusia, explicó el jefe militar,
quien desmintió las declaraciones que apuntan que las Fuerzas Armadas del país euroasiático se estén rigiendo por un concepto nuevo de “escalada para la desescalada”. “No hay nada parecido en los documentos rusos”, aseguró.
Exjefe del Pentágono: ¿Debe recaer en una sola persona el botón nuclear y el poder de barrer nuestra civilización?
Durante las últimas cinco décadas, los presidentes de EE.UU. siempre han viajado con el maletín nuclear —apodado ‘el balón’ en inglés—, que contiene los códigos de lanzamiento que permiten al mandatario autorizar, bajo su única autoridad, un ataque nuclear.
Pero, ¿y si el presidente está “mentalmente inestable”?, se pregunta el exjefe del Pentágono, William James Perry.
Secretario de Defensa de EE.UU. durante la presidencia de Bill Clinton, Perry publicó este viernes una columna en el periódico Politico, reflexionando sobre si el control personal del arsenal nuclear de una nación no es una responsabilidad demasiado grande como para que recaiga solo en Donald Trump o en cualquier persona en general.
Bajo el título: ‘Trump todavía tiene el dedo sobre el botón nuclear. Esto debe cambiar‘, la tesis de Perry parte de las palabras de Nancy Pelosi,
presidenta de la Cámara de Representantes y una de las demócratas de perfil más elevado, que, tras la invasión del Capitolio por partidarios del presidente saliente ocurrida este miércoles, dijo que un “presidente desquiciado” como Trump debe ser privado del acceso a los códigos de lanzamiento.
Sin embargo Perry, quiere ir más allá en su planteamiento y lanza una pregunta de más largo alcance: “¿realmente creemos que cualquier presidente debería tener el poder divino para llevar a cabo la destrucción global en un instante?”
Un problema que hay que resolver
El exjefe del Pentágono opina que “esa autoridad sin control” es “antidemocrática, obsoleta, innecesaria y extremadamente peligrosa”,
por lo que no debería recaer sobre ninguna persona —no solo sobre Trump—, pues nadie en el mundo debe tener “el poder unilateral para acabar con nuestra civilización”.
Y aunque en menos de dos semanas la presidencia pasará a manos del demócrata Joe Biden, considerado por el autor como “un presidente mucho más fiable” en comparación con el mandatario saliente,
esto no garantiza que Estados Unidos no vuelva a tener otro líder “tan descalificado y desquiciadocomo Trump”, advierte Perry.
En su opinión, al asumir el cargo, Biden debería compartir la autoridad sobre el uso de armas nucleares con un “grupo selecto” de congresistas y adherirse al principio de ‘no primer uso’.
En segundo lugar, la nueva Administración debería deshacerse de los misiles balísticos terrestres, ya que —señala Perry— las armas submarinas son suficientes para garantizar la disuasión nuclear.
“El 20 de enero, si todo va bien, la nación y el mundo podrán dar un gran suspiro de alivio […],
Entonces dependerá de Biden retirar ‘el balón nuclear’ y asegurarse de que nunca más volvamos a confiar la máquina asesina más poderosa jamás creada a un solo humano falible”, concluye el ex secretario de Defensa.
“Posibilidad muy real”: el jefe del Comando Estratégico de EE.UU. insta a prepararse para una guerra nuclear con Rusia y China
Washington debe estar preparado para la “posibilidad real” de una guerra nuclear con Rusia y China y buscar nuevas formas de disuadir a ambos países del uso de armas estratégicas avanzadas,
advirtió el jefe del Comando Estratégico de EE.UU. (STRATCOM), el almirante Charles Richard.
En un nuevo artículo para la revista Proceedings, del Instituto Naval de EE.UU., el alto mando militar asegura que la era posterior a la Guerra Fría, cuando no era posible un conflicto armado directo con una potencia nuclear rival, ha terminado.
“Existe una posibilidad real de que una crisis regional con Rusia o China pueda escalar rápidamente a un conflicto que involucre armas nucleares” si estas naciones
“perciben que una pérdida convencional amenazaría al régimen o al Estado”, estima el jefe del STRATCOM, responsable de la disuasión nuclear estadounidense.
En este sentido, Richard sugiere que el Ejército de EE.UU. “debe cambiar su supuesto principal de ‘el empleo nuclear no es posible’ a ‘el empleo nuclear es una posibilidad muy real‘, y actuar para afrontar y disuadir esa realidad”.
“No podemos abordar la disuasión nuclear de la misma manera”, sostiene el alto cargo militar, añadiendo que ese enfoque “debe adaptarse y evolucionar para el entorno dinámico al que nos enfrentamos”.
“En ausencia de cambio, estamos en el camino, una vez más, de prepararnos para el conflicto que preferimos, en lugar del que probablemente enfrentaremos”, indica Richard.
“Nuestros desafíos no son insuperables”
Al destacar el despliegue de fuerzas estratégicas avanzadas por parte de China y Rusia, el comandante de STRATCOM describe varios pasos necesarios para mejorar la preparación, como desarrollar una “unidad de esfuerzo”
con respecto a la disuasión de ambas potencias rivales; replantear el enfoque a la adquisición de capacidades futuras que preserven la ventaja competitiva estadounidense o “repensar cómo evaluamos los riesgos estratégicos”.
Si bien reconoce que este es “un panorama desolador”, el militar explica que “no pretende desanimar”, sino, más bien, “resaltar la realidad y revitalizar una conversación en toda la empresa”.
“Nuestros desafíos no son insuperables”, sostiene Richard, para explicar que “es a través de un proceso integral de evaluación de riesgo
que podemos alinear mejor los recursos nacionales y la preparación militar para garantizar la seguridad estratégica”.
Dicho esto, a menos que EE.UU. logre “una comprensión amplia de cuál es la amenaza y qué hacer al respecto”, corre el riesgo de “sufrir vergüenza, o quizás algo peor“, a manos de sus adversarios, concluye el almirante Charles Richard.
- Moscú ha declarado repetidamente que su doctrina nuclear excluye un ataque preventivo y que el uso de tales armas tiene carácter exclusivamente defensivo.
- China también instó recientemente a Estados Unidos a seguir su ejemplo y adherirse a la llamada política de ‘no primer uso’ de armas nucleares.
Dotaciones de misiles estratégicos móviles rusos se entrenan en condiciones de ataque enemigo
La Fuerza rusa de Misiles Estratégicos en la región siberiana de Irkutsk puso en práctica el estado operativo de los misiles móviles Yars, informó el Ministerio de Defensa de Rusia, que publicó un video de los ejercicios.
Según el programa de las maniobras, las dotaciones de estas instalaciones móviles de misiles intercontinentales estratégicos realizaron un recorrido y ocuparon las posiciones en el lugar de lanzamiento asignado, organizando un enmascaramiento de los misiles y su protección.
Otra parte de los ejercicios fueron prácticas en repeler un posible ataque de grupos subversivos enemigos
Pakistán prueba con éxito un misil balístico de mediano alcance
Pakistán probó con éxito este miércoles un misil balístico clase superficie-superficie con un alcance de 2.750 kilómetros, informa AP remitiéndose al Ministerio de Defensa pakistaní.
El comunicado indica que el lanzamiento del misil Shaheen-III de mediano alcance tenía como objetivo “volver a validar varios parámetros técnicos y de diseño del sistema de armas”.
El comunicado no informó sobre si el misil era capaz de transportar ojivas nucleares, aunque Pakistán había indicado anteriormente que el proyectil tenía tal capacidad.
No se ha informado sobre el área de la prueba, aunque habitualmente el país realiza pruebas de sus misiles en el mar Arábigo.
India y Pakistán, países con unas tensas relaciones, realizan pruebas de misiles de forma rutinaria sobre las cuales deben notificarse mútuamente con anticipación, en virtud de un pacto bilateral de prueba de misiles de 2005.
El Shaheen III es el misil de mayor alcance de Pakistán, desarrollado con la intención de de alcanzar territorios indios insulares a fin de privar las fuerzas indias de la “capacidad de segundo ataque”, según el teniente general retirado Khalid Kidwai citado por Aljazeera
Irán afirma que se está acabando el tiempo para que EE.UU. reviva el acuerdo nuclear
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, declaró este lunes que se está acabando el tiempo para que Estados Unidos reviva el acuerdo nuclear a medida que se aproximan las elecciones presidenciales en el país persa, que se celebrarán en el mes de junio.
Durante una reunión del Centro de Política Europea, un grupo de expertos con sede en Bruselas, el jefe de la diplomacia iraní afirmó que la Administración del presidente estadounidense Joe Biden no ha hecho por el momento nada diferente a la de Donald Trump sobre el acuerdo nuclear.
“Los europeos están acostumbrados a comprometerse. Irán y Estados Unidos, no. Los estadounidenses están acostumbrados a imponer y nosotros a resistir”, señaló Zarif, recalcando que es momento de llegar a un consenso o volver a sus “propios caminos”.
“Es aconsejable que Estados Unidos se mueva rápido y moverse rápido requiere que no sean tímidos, sino que tomen las medidas que tengan que tomar”, agregó, haciendo referencia al proceso electoral venidero en Irán que limitaría cualquier decisión importante.
La Administración Biden ha expresado repetidamente su voluntad de volver al acuerdo, aunque insiste en que Irán debe reanudar primero su pleno cumplimiento.
Teherán, por su parte, advierte que no regresará a sus compromisos nucleares hasta que EE.UU. levante las sanciones unilaterales.
A finales de febrero, Irán rechazó la posibilidad de celebrar una reunión informal con EE.UU. y el Reino Unido, Francia y Alemania para discutir formas de reactivar el acuerdo nuclear de 2015, insistiendo en que Washington debe dar el primer paso.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) recientemente dio a conocer que Irán comenzó a enriquecer uranio con una tercera cascada de centrifugadoras IR-2m avanzadas en su planta subterránea en la ciudad de Natanz, lo que, según afirman, supone una violación del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA).
- El Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) fue firmado en 2015 por Irán y el Grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, EE.UU. y Alemania) y estipula el levantamiento de una serie de sanciones contra Teherán a cambio de su compromiso de no desarrollar ni adquirir armas nucleares.
- El pacto limita al 3,67 % la pureza fisionable a la que Irán puede refinar uranio. Sin embargo, Teherán comenzó a aumentar el enriquecimiento de uranio más allá de este límite luego que el expresidente Donald Trump retirara a EE.UU. del acuerdo en 2018 y reimpusiera las sanciones contra el país
Reino Unido expandirá su arsenal de ojivas nucleares en más del 40 % a medida que aumentan las amenazas globales
Reino Unido aumentará su arsenal de ojivas nucleares en más de un 40 % para garantizar su seguridad a medida que el entorno global se torna más riesgoso y aparecen nuevas amenazas tecnológicas, anunció este martes el primer ministro Boris Johnson.
El país había estado reduciendo su arsenal de armas nucleares y en 2010 el Gobierno estableció un límite de 180 ojivas para mediados de 2020.
Sin embargo, Johnson eliminó esa restricción, aumentando ese número a un máximo de 260, recoge Reuters.
La decisión se basa en una revisión de seguridad y defensa que concluyó que el país enfrenta riesgos por parte de otras naciones con capacidad nuclear,
además por el terrorismo nuclear, por lo que se consideró necesaria la disuasión para garantizar su seguridad y la de sus aliados.
Desde el Gobierno británico afirman que “algunos Estados ahora están aumentando y diversificando significativamente” sus reservas de armas nucleares.
“El aumento de la competencia global, los desafíos al orden internacional y la proliferación de tecnologías potencialmente disruptivas representan una amenaza para la estabilidad estratégica“, agregan.
Reino Unido también confirmó los planes de reemplazar sus antiguas ojivas nucleares por otras nuevas que puedan ser operadas durante la vida útil de cuatro nuevos submarinos que se están construyendo y que entrarán en servicio en 2030.
La ONU teme que la decisión de Reino Unido de incrementar su arsenal nuclear afecte la estabilidad internacional
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha expresado este miércoles su preocupación tras la decisión de Reino Unido de incrementar su arsenal nuclear, señalando que esto podría afectar la estabilidad mundial.
“Expresamos nuestra preocupación por la decisión del Reino Unido de aumentar su arsenal de armas nucleares,
que es contraria a sus obligaciones en virtud del artículo 6 del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares”, declaró el portavoz de la organización, Stéphane Dujarric.
El vocero también lamentó que el paso de Londres “podría tener un impacto perjudicial en la estabilidad internacional y en los esfuerzos para lograr un mundo libre de armas nucleares”,
en un momento en que los riesgos que representan este tipo de arsenal son más altos de lo que han sido desde la Guerra Fría.
Este martes, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció que Londres expandirá su arsenal de ojivas nucleares en más de un 40 % para garantizar su seguridad a medida que el entorno global se torna más riesgoso y aparecen nuevas amenazas tecnológicas.
Reino Unido había estado reduciendo su arsenal de armas nucleares y en 2010 el Gobierno estableció un límite de 180 ojivas para mediados de 2020. Sin embargo, Johnson eliminó esa restricción, aumentando ese número a un máximo de 260.
Esta misma jornada, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, señaló que la decisión de Londres es “arbitraria, políticamente dañina y perjudicial” desde el punto de vista del fortalecimiento de la estabilidad global.
https://youtu.be/wUl4y7jTFPYAl tomar esa medida, el Gobierno británico asestó “un duro golpe al mismo concepto de control de armas” y socavó la unidad de las cinco potencias nucleares en defender esa premisa, aseveró.
Por su parte, el Gobierno británico justificó su decisión en una revisión de seguridad y defensa que concluyó que el país enfrenta riesgos por parte de otras naciones con capacidad nuclear, además por el terrorismo nuclear, por lo que se consideró necesaria la disuasión para garantizar su seguridad y la de sus aliados
Rusia: La decisión de Londres de aumentar su potencial nuclear es “un duro golpe al concepto de control de armas”

El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, ha comentado sobre los planes del Reino Unido para desarrollar su potencial nuclear.
De acuerdo con el alto funcionario, la decisión de Londres es “arbitraria, políticamente dañina y perjudicial” desde el punto de vista del fortalecimiento de la estabilidad global.
Al tomar esa medida, el Gobierno británico asestó “un duro golpe al mismo concepto de control de armas” y socavó la unidad de las cinco potencias nucleares en defender esa premisa, aseveró Riabkov.
Por su parte, Moscú insistirá en que Londres participe en las negociaciones de un nuevo acuerdo para reemplazar el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, también conocido como Nuevo START o START III, según el viceministro.
Este martes, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció que Londres expandirá su arsenal de ojivas nucleares en más de un 40 % para garantizar su seguridad a medida que el entorno global se torna más riesgoso y aparecen nuevas amenazas tecnológicas.
El país había estado reduciendo su arsenal de armas nucleares y en 2010 el Gobierno estableció un límite de 180 ojivas para mediados de 2020.
Sin embargo, Johnson eliminó esa restricción, aumentando ese número a un máximo de 260.
La decisión se basa en una revisión de seguridad y defensa que concluyó que el país enfrenta riesgos por parte de otras naciones con capacidad nuclear,
además por el terrorismo nuclear, por lo que se consideró necesaria la disuasión para garantizar su seguridad y la de sus aliados.
Francia subestimó el impacto de sus pruebas nucleares en Polinesia, afirma un reciente informe

Una nueva investigación sobre las pruebas nucleares que Francia llevó a cabo en las islas del Pacífico en las décadas de 1960 y 1970 ha revelado que las autoridades del país europeo subestimaron el impacto de la contaminación radiactiva en la salud de la población local.
El estudio ‘The Mururoa Files‘ (‘Los archivos Mururoa’) está basado en documentos del Ministerio de Defensa francés recientemente desclasificados, estudios sanitarios y evaluaciones científicas.
Los investigadores también analizaron mapas, fotos y otros registros y realizaron decenas de entrevistas en Francia y la Polinesia Francesa para reconstruir tres pruebas nucleares clave y sus consecuencias.
‘The Mururoa Files’, colaboración entre la plataforma de periodismo de investigación Disclose, el Programa de Ciencia y Seguridad Global de la Universidad de Princeton y el colectivo de investigación de justicia ambiental Interprt,
sugiere que el impacto de las pruebas Aldébaran (1966), Encelade (1971) y Centaure (1974) fue mucho mayor de lo reconocido oficialmente.
“El Estado se ha esforzado por enterrar la herencia tóxica de estas pruebas. Este es el primer intento científico verdaderamente independiente de medir la magnitud del daño y reconocer a las miles de víctimas del experimento nuclear de Francia en el Pacífico”, dijo Geoffrey Livolsi, editor en jefe de Disclose, citado por The Guardian.
El análisis de las consecuencias de la explosión atmosférica de la bomba Centaure sugiere que el Gobierno francés subestimó la contaminación en Tahití hasta en un 40 %,
lo que potencialmente abre las puertas a que decenas de miles de personas más sean reconocidas oficialmente como víctimas de la prueba.
De acuerdo con un informe confidencial del Ministerio de Salud de la Polinesia Francesa, unas 11.000 víctimas de las pruebas recibieron dosis de radiación superiores a 5 milisieverts (mSv),
una cifra que multiplicaba por cinco el nivel mínimo para recibir la compensación siempre que posteriormente se desarrollaran ciertos tipos de cáncer.
Otros documentos desclasificados en 2013 apuntan a que toda la población de Tahití y las islas polinesias de Sotavento, aproximadamente 110.000 personas, estuvo expuesta a una dosis de radiación de más de 1 mSv solo después de la prueba Centaure.
No obstante, las dosis reales de radiación recibidas por los residentes de algunos distritos de Papeete, la capital de la Polinesia Francesa, fueron dos o tres veces más altas que las registradas en un estudio de la Comisión de Energía Atómica de Francia (CEA) publicado en 2006.
Los investigadores indicaron que en las islas siguen siendo frecuentes los cánceres de tiroides, garganta y pulmón, así como los casos de leucemia y linfoma y las afecciones óseas y musculares relacionadas con la intoxicación por estroncio y cesio.
Además, en unos correos electrónicos de 2017 el Ejército francés reconoce que hasta 2.000 de los 6.000 militares con base en la Polinesia Francesa y que participaron en las pruebas entre 1966 y 1974 desarrollaron desde entonces al menos una forma de cáncer.
En total, entre 1966 y 1996, Francia realizó 193 pruebas nucleares en los atolones de Mururoa y Fangataufa en la Polinesia Francesa, incluidas 41 pruebas atmosféricas que expusieron a la población local, los trabajadores del sitio y los soldados franceses a altos niveles de radiación.
En 2010 se creó una junta de compensación llamada Civen para responder a las reclamaciones de las víctimas civiles y militares de la campaña de ensayos nucleares.
No obstante, hasta ahora solo 454 personas, entre ellas 63 habitantes locales, recibieron una compensación económica, mientras que más del 80 % de las reclamaciones han sido rechazadas sin ninguna justificación
Las Islas Marshall recelan de la seguridad de un depósito con toneladas de desechos nucleares de EE.UU. que presenta fugas radioactivas

Esta semana, el Departamento de Energía de EE.UU. publicó un informe para el Congreso que evalúa los riesgos de la cúpula de Runit,
un antiguo vertedero de desechos nucleares estadounidenses, construida hace cuatro décadas en las Islas Marshall, un Estado insular independiente en el Pacífico.
El documento establece que la cúpula, que cubre toneladas de escombros nucleares resultado de docenas de pruebas atómicas que EE.UU. llevó a cabo durante la Guerra Fría, es sólida y que las fugas radiactivas hacia la laguna cercana no son significativas.
El año pasado, el Congreso estadounidense ordenó que el departamento preparara un informe sobre la integridad estructural de la cúpula, que se ve amenazada por el cambio climático y el aumento del nivel del mar.
Según el documento presentado, el aumento del nivel del mar podría “provocar que las olas erosionaran las secciones inferiores de la cúpula”,
pero no hay suficientes datos para determinar “cómo estos eventos podrían afectar el medioambiente”.
No obstante, las conclusiones extraídas por el Departamento de Energía no parecieron satisfacer al Gobierno del país oceánico, que cree que Washington minimiza una vez más los riesgos reales.
La presidenta de la Comisión Nacional Nuclear de las Islas Marshall, Rhea Christian-Moss, aseguró que “el informe no ofrece nada nuevo y es más o menos lo que se esperaba ver”, informa Los Angeles Times.
“No esperamos que la comunidad de Enewetak [el atolón donde se encuentra la cúpula] vaya a sentirse más segura tras este informe, ya que no contiene información nueva de lo que han visto (…)
y no confían en él”, dijo la alto cargo, quien también notó la falta de datos del documento, en particular sobre el nivel de radiación en las aguas subterráneas que se filtran desde la cúpula hacia la laguna.
El nuevo informe también asegura que no hay suficiente información disponible para comprender si las fugas del depósito están afectando la vida marina.
Al mismo tiempo, los estudios de personas que viven cerca del depósito muestran niveles normales de radiación, lo que sugiere que no se ven afectadas negativamente.
“La ausencia de datos que muestren algún riesgo no significa que no exista ese riesgo. Así que mi conclusión principal del informe es que muchos riesgos aún son ‘desconocidos’“, concluyó Christian-Moss.
Una cúpula de hormigón desgastada
De acuerdo con una investigación de Los Angeles Times realizada el año pasado, la desgastada cúpula de hormigón sube y baja con la marea.
Esta contiene el equivalente a 35 piscinas olímpicas de tierra y desechos radiactivos —incluidas cantidades letales de plutonio— producidos por el país norteamericano.
Entre 1946 y 1958, cuando el archipiélago estaba administrado por Washington, EE.UU. detonó 67 bombas nucleares en las Islas Marshall y en sus proximidades, arruinando islas enteras y formando cráteres en sus lagunas poco profundas, lo cual obligó a cientos de personas a abandonar sus hogares.
El cráter de una de las explosiones fue utilizado para almacenar desechos nucleares y posteriormente fue cubierto con gruesas losas de hormigón para formar una cúpula protectora de 115 metros.
El nuevo informe tampoco incluye el plan para reparar la cúpula que solicitaba el Congreso. Los autores del informe aseguran que “en este momento la cúpula no requiere más mantenimiento” que el mantenimiento ocasional del exterior del depósito.
De acuerdo con el documento, que la cúpula presente grietas y se esté desmenuzando no constituye ningún peligro
“Como un bumerán”: el polvo sahariano devuelve a Francia la radiación de sus pruebas nucleares de hace 60 años
El polvo del desierto del Sahara arrastrado por los fuertes vientos estacionales hasta Francia no solo provocó que el mes pasado el cielo de distintas localidades europeas adquiera una inusual tonalidad amarillenta y rojiza,
sino que también llevó niveles anormales de radiación, según la Asociación francesa por el Control de la Radiactividad en el Oeste (ACRO).
Un equipo de especialistas realizó recientemente pruebas del polvo sahariano recogido en las montañas del Jura, cerca de la frontera francesa con Suiza, y detectó cantidades relativamente altas de cesio-137, un producto resultante de la fisión nuclear.
Aunque los valores hallados no representan un peligro para la salud, de todos modos, Francia está recibiendo la radioactividad que generó hace más de 60 años.
Desde ACRO explican que a principios de la década de 1960, Francia llevó a cabo pruebas nucleares atmosféricas en desierto de Argelia, cuando la nación africana era colonia francesa.
Ahora, la contaminación radiactiva regresó al territorio europeo “como un bumerán”, subrayan.
El pasado 6 de febrero una niebla amarillenta y una lluvia de arena procedente del desierto del Sahara afectó a muchas zonas de la Suiza francófona y de Francia.
Numerosos usuarios compartieron imágenes del fenómeno, y también de las consecuencias que dejó a su paso, como las marcas marrones en la carrocería de coches y agua del mismo color saliendo de los parabrisas.
ACRO estima que cayeron 80.000 becquereles por kilómetro cuadrado de cesio-137 y considera que este fenómeno es un recordatorio de que la radiactividad es algo que se crea, pero es muy difícil de destruir.
“Esta contaminación radiactiva, que sigue siendo observable a grandes distancias 60 años después de las explosiones nucleares, nos recuerda la situación perenne en el Sahara de la que Francia es responsable” concluye el organismo.
El científico Pierre Barbey agrega que en el sur de Argelia, “la población vive a diario con estos rastros de cesio-137”, y algunas tierras continúan muy contaminadas.
Francia, Alemania y Reino Unido condenan la producción de uranio metálico por parte de Irán como un “paso clave” en el desarrollo de armas nucleares
Francia, Alemania y Reino Unido expresaron este viernes su “grave preocupación” por la producción de uranio metálico por parte de Irán, lo que, según los gobiernos europeos, viola el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) de 2015.
“Recordando nuestra declaración del 16 de enero, reiteramos que Irán no tiene una justificación civil creíble para estas actividades, que son un paso clave en el desarrollo de un arma nuclear“, reza el comunicado conjunto.
Previamente esta semana, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que Irán produjo 3,6 gramos de uranio metálico en una planta de fabricación de placas de combustible ubicada en la ciudad de Isfahan. Este tipo de material puede ser usado para la producción de armas nucleares.
De acuerdo con el informe del OIEA, Teherán tenía planeado llevar a cabo una investigación sobre la fabricación de uranio metálico utilizando uranio natural antes de pasar a crear uranio metálico enriquecido al 20 %, el nivel que ha alcanzado ahora, recoge Reuters. Para poder desarrollar armas nucleares, se necesita un nivel del 90 %.
Los gobiernos francés, alemán y británico recordaron que bajo el acuerdo nuclear de 2015, “Irán se comprometió a no participar en la producción o adquisición de uranio metálico ni a realizar investigación y desarrollo sobre metalurgia de uranio durante 15 años”.
En este sentido, los países europeos instaron “firmemente” a Teherán a “detener esas actividades sin demora y a no adoptar nuevas medidas que incumplan su programa nuclear”.
“Al intensificar su incumplimiento, Irán está socavando la oportunidad de una diplomacia renovada para lograr plenamente los objetivos del JCPOA”, concluye el comunicado.
Por su parte, el ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, declaró este jueves que es la Administración Biden la que necesita cumplir con el JCPOA.
“EE.UU. se retiró en mayo de 2018, violó el JCPOA y castigó a quienes cumplían con la resolución de la ONU. A día de hoy, EE.UU. permanece exactamente en la misma posición.
Antes de gritar, cumplan“, escribió Zarif en su cuenta de Twitter.
A mediados de enero, el OIEA informó de que Irán le había notificado que había comenzado a instalar equipos para la producción de uranio metálico, agregando que Teherán mantiene sus planes
para realizar investigación y desarrollo sobre su producción como parte de su “objetivo declarado de diseñar un tipo mejorado de combustible”.
Anteriormente, Irán también negó estar buscando desarrollar armas nucleares y aseguró que solo quiere usar la energía nuclear con fines pacíficos.
- El JCPOA fue firmado en 2015 por Teherán y el Grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, EE.UU. y Alemania) y estipula el levantamiento de una serie de sanciones contra Irán a cambio de su compromiso de no desarrollar ni adquirir armas nucleares
- El pacto limita al 3,67 % la pureza fisionable a la que Irán puede refinar uranio. Sin embargo, Teherán comenzó a aumentar el enriquecimiento de uranio más allá de este límite luego que el expresidente Donald Trump retirara a EE.UU. del acuerdo en 2018 y reimpusiera las sanciones contra el país. La Administración Biden ha expresado su voluntad de volver al acuerdo, aunque insiste en que Irán debe reanudar primero su pleno cumplimiento
Corea del Norte pasa revista a sus ‘amigos’ y ‘enemigos’ en su nuevo informe de seguridad
Corea del Norte ha aumentado la cantidad de sus unidades de misiles balísticos y ha reforzado sus fuerzas especiales con equipos modernizados para atacar objetivos clave de sus potenciales adversarios, como la oficina presidencial de Corea del Sur, informa la agencia Yonhap.
Estos y otros cambios en el Ejército de Corea del Norte aparecen recogidos en la edición 2020 del informe de seguridad bienal, denominado Libro Blanco, que ha sido publicado este martes por el Ministerio de Defensa surcoreano.
El documento precisa que Corea del Norte ha desplegado 13 unidades de misiles balísticos que reportan al mando de su Fuerza Estratégica, es decir, cinco unidades más en comparación con los datos de 2018.
Se cree que estas unidades están dotadas de misiles balísticos Scud de corto alcance (desarrollados en la URSS durante la Guerra fría) para atacar instalaciones surcoreanas, misiles Rodong con un alcance de hasta 1.300 kilómetros y misiles Musudan de 3.000 kilómetros de alcance.
Estos últimos son capaces de alcanzar la base militar estratégica de Estados Unidos en Guam.
El potencial nuclear de Corea del Norte
Pyongyang posee 50 kilogramos de plutonio-239, cantidadsuficiente para fabricar la munición de 10 armas nucleares.
Además, el documento señala que la tecnología norcoreana de miniaturizar una ojiva nuclear ha alcanzado un “considerable” nivel.
Sin embargo, la inteligencia surcoreana indica que esta cantidad permanece sin cambios respecto a 2018.
Cómo valora políticamente a sus vecinos
Corea del Norte
El documento omite la descripción anterior de Corea del Norte como país “enemigo”, como lo venía haciendo desde 2018, cuando se produjo un progreso en el proceso de paz.
Ambas naciones permanecen técnicamente en guerra, ya que la Guerra de Corea terminó en 1953 con un alto el fuego.
Japón
El Ministerio de Defensa surcoreano eliminó su descripción de Japón como “socio” en la última edición del Libro Blanco de defensa y destacó las mejores relaciones con China.
La actual edición del libro describe a Corea del Sur y a Japón como “vecinos cercanos”, en comparación con el informe anterior que describía a los países como “vecinos geográfica y culturalmente cercanos,
así como socios que cooperan para la paz y la prosperidad”
Corea del Norte muestra durante un desfile militar un nuevo misil balístico que puede ser lanzado desde submarinos
Corea del Norte mostró un nuevo misil balístico, que puede ser lanzado desde submarinos, durante un desfile militar que tuvo lugar la noche de este jueves en Pionyang.
El evento fue realizado tras el congreso del gobernante Partido del Trabajo, en el que el líder del país, Kim Jong-un, se comprometió a reforzar su arsenal nuclear, informa Yonhap, citando medios locales.
De acuerdo con las fotos, difundidas por la agencia de noticias estatal KCNA, se presentó un misil balístico que puede ser lanzado desde submarinos,
presuntamente denominado ‘Pukguksong-5’, junto con varios misiles balísticos de combustible sólido y otros tipos de armamento, incluidos tanques y lanzacohetes.
“El arma más poderosa del mundo, los misiles balísticos lanzados desde submarinos, entraron en la plaza uno tras otro, demostrando contundentemente el poderío de las Fuerzas Armadas revolucionarias”, afirmó la agencia KCNA, recoge AFP.
“Las majestuosas unidades de élite y las invencibles filas acorazadas de la República […]
representan nuestro poder absoluto“, dijo el ministro de Defensa, Kim Jong-gwan, en un discurso antes del evento.
Un bombardero de la tríada nuclear rusa sobrevuela el Lejano Oriente durante un entrenamiento

El Ministerio de Defensa de Rusia ha publicado este domingo un video que recoge un vuelo de entrenamiento de un bombardero estratégico portamisiles Tu-95MS, componente aéreo de la tríada nuclear del país.
Las imágenes muestran un ejercicio táctico del avión, que es capaz de transportar misiles de crucero de aviación estratégica de largo alcance, en la región de Amur, en el Lejano Oriente ruso.
“Los pilotos realizaron patrullajes aéreos en el área designada, vuelos a lo largo de la ruta en condiciones climáticas difíciles“, explicó el departamento militar.
La Armada rusa inicia en 2021 las pruebas del Admiral Najímov, el buque de superficie más potente

El astillero Sevmash, en la ciudad septentrional rusa de Severodvinsk, se prepara para llevar a cabo las primeras pruebas del crucero pesado de propulsión nuclear Admiral Najímov, del proyecto proyecto 1144 Orlán, informa la página web de la empresa.
Los buques de este proyecto son las mayores naves militares del mundo que no son portaviones, aunque pueden transportar helicópteros antisubmarinos.
Después de la actualización y entrega, el Admiral Najímov se convertirá en el buque de superficie más poderoso de la Armada rusa.
Las 25.000 toneladas que desplaza proporcionan la posibilidad de albergar una amplia gama de equipos electrónicos, de ataque y defensa.
Se informa que desde el año pasado los especialistas de Sevmash comenzaron a ensamblar equipos y mecanismos de la nave, que es sometida a una profunda modernización.
La siguiente etapa serán las pruebas de amarre previstas para el año en curso. Al mismo tiempo, los tripulantes de la embarcación están recibiendo capacitación en el manejo de nuevos equipos y armas que se instalarán.
Otro de los cuatro buques del proyecto 1144 Orlán, el Piotr Veliki, recibirá la misma actualización cuando su hermano gemelo entre en servicio.
También contará con un nuevo sistema de armas de ataque, incluidos los avanzados misiles hipersónicos Tsirkón, nuevos sistemas de defensa antiaérea, radares y equipo electrónico. El resultado será un buque completamente nuevo.
El propósito principal de la modernización del arsenal es sustituir el sistema actual de misiles Granit por lanzaderas universales capaces de usar diferentes tipos de misiles.
Asimismo, los buques serán equipados con los elementos del sistema de defensa antiaérea S-400.
Tras la remodelación, los cruceros de este proyecto podrán cargar alrededor de 300 proyectiles y contar con 70 lanzaderas universales (según fuentes no clasificadas),
convirtiéndose así en los portamisiles más potentes del mundo y con una autonomía solo limitada por la cantidad de alimentos y agua que pueda llevar, gracias a su planta de propulsión nuclear.
Analistas de EE.UU. describen un ataque hipotético de la OTAN contra Rusia que Moscú califica de “fantasía”
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“Tales escenarios fantásticos son inventados por docenas y por varios expertos e instituciones. Llamarlos de otra manera que como fantasías, no es posible”, ha comentado el jefe del servicio de prensa del gobierno de la provincia de Kaliningrado (Rusia).
Analistas estadounidenses han publicado un artículo en el que describieron un ataque potencial hipotético de las fuerzas militares de Occidente contra Kaliningrado, la parte más occidental de Rusia, según informa el portal Overt Defense. A su vez, desde Rusia han calificado este plan de “fantasía”.
Según el escenario propuesto por los analistas, Polonia, miembro de la OTAN, tendría que irrumpir en este territorio y hacerlo lo suficientemente rápido como para evitar la reacción de Rusia.
De acuerdo con la publicación, los 45.000 soldados activos en el Ejército de Polonia tendrían que superar la guarnición de Kaliningrado de 50.000 efectivos y tomar el control de las instalaciones antes de que los defensores rusos pudieran usar armas nucleares.
En este caso, habría numerosos obstáculos para este plan en la práctica, según el artículo, y el más significativo será el sistema de defensa aérea S-400 de Rusia que ha sido aclamado como uno de los más avanzados del mundo. Sin la supremacía aérea, es difícil imaginar cómo Polonia podría prevalecer en batallas libradas en tierra, notan los analistas.
Sin embargo, el análisis de Overt Defense recalca que “la Fuerza Aérea polaca está trabajando en una solución contra” los sistemas antiacceso y denegación de área (A2/AD).
Si bien no se da ningún detalle sobre el proyecto polaco, los autores admiten que “llevará un tiempo para presentarlo”.
Entre los objetivos del Ejército polaco en este escenario hipotético, los autores del artículo subrayan la importancia de neutralización de los lanzadores de misiles balísticos de corto alcance como Iskander y la capacidad rusa para usar armas nucleares.
Además, los militares necesitarían paralizar la infraestructura portuaria de la localidad Baltisk, cercana a Kaliningrado, y los buques de la Flota Báltica, destruir los sistemas S-400 en la región y liquidar las fuerzas rusas en esta provincia rusa.
Los analistas han descrito la probabilidad de que Polonia pueda movilizar sus fuerzas lo suficientemente rápido como para un ataque preventivo como “optimista pero posible”.
Los autores sostienen que “la velocidad y la sorpresa serían esenciales”, ya que “no es fácil empezar con la posición de las Fuerzas Armadas polacas”.
Por su parte, el jefe del servicio de prensa del gobierno de la región de Kaliningrado, Dmitri Lyskov, calificó de “fantasía” el escenario publicado en el portal Overt Defense de un ataque preventivo de la OTAN en la región, informa NTV.
“Tales escenarios fantásticos son inventados por docenas y por varios expertos e instituciones. Llamarlos de otra manera que como fantasías, no es posible.
Queremos señalar por separado que la provincia de Kaliningrado es una región con un gran potencial turístico, el flujo de turistas crece año tras año, por lo que recomendaríamos dejar de desarrollar planes de invasión y pensar en crear rutas turísticas a nuestra región”, destacó Lyskov.
Asimismo, Víktor Murajovskiy, un experto militar ruso, ha destacado que en escenarios de este tipo “los autores a menudo asumen que todas las demás fuerzas armadas de Rusia estarán ocupadas en otra cosa”.
“Aparentemente, para llevar a cabo desfiles y distribuir ayuda humanitaria en otras regiones”, ironizó Murajovskiy